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    46 CARTA. PRIMAVERA-VERANO 2011

    Explicar una vez ms el famosoprocedi-

    miento de Roussel es tiempo perdido;

    por clara que sea la explicacin, volver

    a quedar un malentendido. Roussel es

    la torre de Babel de sus intrpretes y estudiosos.

    De algn modo, se las arregl para hacer que todos

    hablen idiomas distintos. Cada artculo que se es-

    cribe sobre l podra llevar por ttulo: Los errores

    ms frecuentes que se cometen al hablar de Roussel.

    El precio que se paga por creer haberlo entendi-

    do es creer que el otro, cualquier otro, lo entendi

    mal. Esto s es explicable, parcialmente al menos:

    un escritor nico, que no entra en

    ninguna de las categoras en las que

    se clasican los dems escritores,

    sigue siendo nico en la recepcin,es decir, vuelve nico al lect or, que

    se siente separado de todos los

    dems lectores por el abismo del

    error. Algo parecido sucede cuando

    el dilogo no es ya entre expertos

    sino entre el que sabe, el que ha de-

    dicado aos y pasin a la lectura de

    Roussel, y el que no sabe y querra

    saber: la distancia entre ambos es

    excesiva. Los rousselianos sabemos

    demasiado sobre Roussel; hay de-

    masiada erudicin construida a su

    alrededor, y lo leemos todo, lo in-

    corporamos todo al corpus, porque

    todo es pertinente, dada la calidad

    de Mundo que tienen Roussel y su

    obra, calidad que este hecho precisamente conr-ma. El que quiere entender el Mundo deber hacer

    a un lado la categora de lo pertinente, porque todo

    lo es, y es eso lo que lo hace Mundo.

    Aun as, l a tentacin de volver a explicarl o se

    hace irresistible, quizs no solo por motivos psico-

    lgicos sino por una condicin inherente a la obra,

    que exige la multiplicacin de lo nico en el seno

    del malentendido. Volver a explicarlo tiene algo de

    prueba de laboratorio. El resultado de la prueba

    no puede ser otro que sacar a luz un error ms, y a

    partir de l, sacar a luz la curiosa propiedad de los

    errores sobre Roussel: la de no ser errores.

    Pues bien, uno de los errores ms frecuentes

    cuando se habla de Roussel es confundir su proce-

    dimientoparticular con el procedimiento en gene-

    ral. Un procedimiento es un mtodo para generarargumentos narrativos, historias. Tambin podra

    haberlos para generar argumentos de otro tipo,

    poticos, cientcos y hasta loscos; pero en el

    fondo siempre sern relatos. Ese mtodo podra

    consistir en extraer palabras al azar del dicciona-

    rio, o de un sombrero, y armar una historia que vaya

    de la primera palabra a la segunda, de la segunda

    a la tercera Si la primera palabra que sali de la

    galera es cuchara, la segunda mercurio, la tercera

    bacteria, la historia podra ser sobre un juego de

    platera en el palacio del rey de un pas cuyo prin-

    cipal producto de exportacin es el mercurio, y

    una cuchara de esa platera durante una cena apa-

    rece con una extraa marca Y de esa marca sale

    la frmula para crear una bacteria que

    se alimentara de mercurio y llevara a

    la ruina al pas Improviso un ejemplo

    cualquiera. El procedimiento podraser cualquier otro, usando imgenes

    recortadas de revistas, o mezclando ti-

    tulares del diario. No necesita ser muy

    creativo o extrao, basta con que sirva

    al propsito de poner el azar al servi-

    cio de una formacin lingstica cual-

    quiera, que luego la honestidad (la ho-

    nestidad de buen jugador, que no hace

    trampas) del escritor usar para crear

    una historia. (O haciendo trampas, lo

    mismo da). Como se ve por el ejemplo

    anterior, el de la cuchara y el mercurio,

    el procedimiento no da la historia he-

    cha sino los elementos con que hacerla,

    y con los mismos elementos se podrn

    inventar historias distintas, mejores o

    peores segn quin las haga. Roussel lo tena claro:As como con las rimas pueden hacerse buenos o

    malos versos, con este procedimiento se pueden

    hacer buenos o malos libros.

    La alternativa a usar un procedimiento es

    inventar historias como se ha hecho siempre, sa-

    cndolas de la imaginacin o la memoria, o de las

    innitas combinaciones, en diferente proporcin,

    de imaginacin y memoria (y, habra que agregar,

    deseos conscientes e inconscientes, rencores, a-

    nidades, antipatas, ideologas, y todo el resto de

    la panoplia psicolgica). Si siempre se hizo as, y

    todas las obras maestras de la literatura (menos las

    de Roussel) se hicieron as, por qu innovar? Ya

    el mero hecho de que sea lo que hacen todos, y que

    se haya hecho siempre as, es un buen motivo para

    intentar algo distinto. Mediante el procedimientoel escritor se libera de sus propias invenciones, que

    de algn modo siempre sern ms o menos previ-

    sibles, pues saldrn de sus mecanismos mentales,

    de su memoria, de su experiencia, de toda la mi-

    seria psicolgica ante la cual la maquinaria fra y

    reluciente del procedimiento luce como algo, al

    n, nuevo, extrao, sorprendente. Una invencin

    realmente nueva nunca va a salir de nuestros vie-

    jos cerebro s, do nde todo ya est condicion ado y

    resabido. Solo el azar de una maquinacin ajena a

    nosotros nos dar eso nuevo.

    Ajena a nosotros A medias. Porque el pro-

    cedimiento, como dije, nos da las piezas del rom-

    pecabezas, pero nosotros debemos armarlo. Pero

    un efecto de esta ajenidad es que, bien usado, el

    procedimiento genera una historia tal que el lector

    se preguntar:Cmo se le pudo ocurrir?, con un

    gesto de incredulidad. Es una pregunta, y un ge sto,muy elocuente. Quiere decir que solo se nos pue-

    de ocurrir lo predeterminado por nuestra historia,

    mentalidad, medio, poca, etc. Las formaciones que

    propicia el procedimiento, en cambio, estn libres

    de esos condicionamientos.

    (Estos razonamientos admitiran, me parece,

    una objecin de segundo grado. Si el procedimiento

    sirve para darnos una historia que a nuestra limi-

    tada capacidad de invencin le estara vedada Los

    hechos reales de nuestra vida, de nuestra biografa,

    no nos estn dando los mismos elementos, inde-

    pendientemente de nuestra imaginacin o capaci-

    dad de inventar? Dicho de otro modo, nuestra vida,

    lo que nos pas o pas en nuestra familia y entorno,

    no es tan objetivo como el azar?)

    Dicho todo lo cual, digamos que elprocedimien-

    to que us Roussel fue uno entre todos los que po-dran usarse. Consista en el hallazgo y desarrollo de

    frases inesperadas, provenientes de homonimias,

    deformaciones, segundas y terceras acepciones,

    toda clase de juegos de palabras a los que tan bien

    se presta el francs. Por ejemplo, tomaba una frase

    hecha cualquiera,Demoiselle prtendant(seorita

    con pretendiente), y la someta a variaciones homo-

    fnicas que dabanDemoiselle (piln) retre (una

    clase de soldado alemn o centroeuropeo) en dents

    (hecho con dientes). La historia que naci de estos

    tres elementos fue la de un piln modicado que

    compona con dientes un mosaico representando a

    un soldado. Hacerlo verosmil, sin dejar cabos suel-

    tos, lo oblig a la invencin de una complicadsima

    mquina, varias historias colaterales, y las consi-

    guientes digresiones cientcas, todo lo cual ocupatreinta densas pginas de Locus Solus. No vale la

    pena demorarse en la descripcin delprocedimien-

    REVERSO La fgura de Raymond Roussel (1877-1933) parece estar abonada al errorinterpretativo de su propia legin de admiradores y estudiosos. El escritor argentino Csar

    Aira busca la Clave Unifcada del autor deImpresiones de frica rastreando unprocedimientoen el que la literatura es ocupacin del tiempo.

    Por Csar Aira

    Raymond Roussel.La Clave Unifcada

    LosrousselianossabemosdemasiadosobreRoussel, haydemasiadaerudicinconstruida asu alrededor

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    to de Roussel, que l mismo hizo en su libro tes-tamento Cmo escrib algunos libros mos. Podrahaber sido cualquier otro procedimiento. Este suyoera evidentemente el que le resultaba ms produc-tivo, pero quizs solo porque no encontr otro, o nole interes buscarlo. De modo que es un error de losestudiosos de Roussel (y este s, el ms frecuente)encarnizarse en la descripcin del procedimiento,y prcticamente limitar a esta descripcin la inter-pretacin y apreciacin de su obra. Y sin embargoAqu es donde se prueba que los errores que se co-meten con Roussel tienen la curiosa propiedad dedejar de ser errores. Porque hay un punto en quela diferencia entre general y particular se desva-nece: el nico escritor que us un procedimiento

    para generar historias fue Raymond Roussel y elnico procedimiento que se us nunca fue el suyo.De modo que el error de confundir procedimientogeneral con procedimiento particular se transfor-ma en el error de distinguirlos.

    El procedimiento sirve solo para generar elargumento. Luego, una vez escrita la historia, elprocedimiento desaparece, queda oculto, es tanparte de la historia como que el autor haya usadotinta azul o tinta negra para escribir, o cualquierotro dato desprovisto de la menor importancia paraentender o juzgar el texto, o para disfrutarlo. Enese punto se equivoca Foucault, en su libro sobreRoussel, al decir que quien no sepa francs, y por lotanto no capte los juegos de palabras subyacentes alas historias, perder algo en la lectura de Roussel.Me parece un grave error de su parte. El procedi-

    miento es una herramienta del autor (de Roussel,porque no hubo otro), y al lector no le concierne.Una herramienta que le permiti encontrar lashistorias ms extraas, las invenciones ms rarasy sorprendentes, esas que a l jams se le habranocurrido si se hubiera conado en su propia inven-cin. Luego traducir a Roussel no solo es posiblesino conveniente, y leerlo en traduccin a otra len-gua (al menos en sus obras en prosa, es decir lashechas segn el procedimiento) es el nico modode apreciarlo plenamente, en tanto al apartarlo delfrancs se consuma el ocultamiento de la gnesis.

    Un bigrafo y estudioso, Mark Ford, dice delasImpresiones de frica: Cada episodio pone enprctica una adivinanza lingstica, y ms adelantehabla de los acertijos narrativos que genera el pro-

    cedimiento. Es el mismo error que cometen casitodos los rousselianos. Esos acertijos los resuelveel autor, no el lector. Los resolvi Roussel, y la re-

    solucin dio por resultado sus novelas, ofrecidas allector como pura lectura, como lectura de novelasde Julio Verne, ni ms ni menos.

    Esa fue la lectura que se hizo de sus librosmientras l viva. La revelacin del mecanismoproductivo, el procedimiento , la dej escrita paraque se publicara despus de su muerte. Antes, na-die saba de la existencia delprocedimiento, y creande buena fe que esas fantsticas invenciones salande su cabeza. Y salan realmente, porque el proce-dimiento es apenas una herramienta descartable,que solo funcion en manos de Roussel. Pero laobnubilacin que produjo la revelacin del pro-cedimiento hizo que ya nadie pudiera leerlo con lacorrecta admiracin del lector puro; se interpuso el

    conocimiento de la maquinaria de invencin.Pero habra que examinar esa admiracin.Para aquellos lectores, los que lo leyeron mientras

    l viva, los lectores entre los que Roussel busc elelogio (y lo busc patolgicamente), qu era suobra? l la propona como un equivalente de susautores favoritos, Julio Verne, Pierre Loti. Parala clientela de estas lecturas, lo de Roussel era unpoco demasiado raro, aun en su narrativa (las dosnovelas y las dos piezas teatrales), no digamos ensu poesa descriptiva, y mucho menos en lasNuevasImpresiones de Afr ica, con el juego de los parn-tesis. Pero fue ledo y admirado, aunque no siem-pre por quienes l habra elegido; por ejemplo, lossurrealistas, de cuyos elogios tena motivos parasospechar, porque lo ponan en el rubro de las re-cuperaciones de extravagantes curiosos, ingenuoso locos, como Brisset.

    De los testimonios que han quedado de lec-turas contemporneas de Roussel, previas a la re-velacin del procedimiento (las de Montesquiou,

    LOCUS SOLUS

    Raymond Roussel, a

    la edad de tres aos,

    abrazado a un cisne. Una

    imagen premonitoria de

    lo que sera su peculiar

    sentido de la belleza.

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    Breton, Raymond Queneau y otros), la ms aguda

    es la que hizo un escritor argentino, Jos Bianco,

    en un artculo aparecido en el suplemento literario

    del diarioLa Nacin de Buenos Aires, en marzo de1934, un ao antes de la aparicin de Cmo escribalgunos librosmos (y meses despus de la muertede Roussel en Palermo, dato que aparentemente

    Bianco desconoca).

    Bianco, por supuesto, se asombra ante la ex-

    traeza de esta obra, extraeza que adjudica a un

    agente vago y servicial como es la fantasa: el sue-o mgico que es la fantasa de Roussel. Pero a esa

    inagotable fantasa, intuyendo la existencia de

    algo oculto, Bianco la hace administrar por Roussel

    con rigurosa lgica de demente, o con una exas-

    perante meticulosidad de ingeniero. Postula dos

    fases: la fantasa creadora, onrica, csmica, y luego

    una estricta y vigilada racionalidad para transmitir

    esa fantasa. Lo compara con Daisy Ashford, la nia

    autora de The Young Visiters, por la lgica que exigeel nio, pero tambin por la gratuidad de sus inven-ciones. Sabios y fascinantes juegos de nios, dice,

    y a la poblacin de sus novelas la describe como

    una atrayente utilera infantil.

    Bianco, no lector (fue el primero, en su

    calidad de secretario de redaccin de la

    revistaSur, en leer el primer cuento deBorges,Pierre Menard, autor del Quijote,

    y lo calic ese mismo da como lo mejor que he

    ledo en mi vida), adivina oscuramente el suple-

    mento oculto en la obra de Roussel, ese procedi-miento que se revelara un ao ms tarde. Es ne-cesario un terrible talento para hacer soportable un

    poco de genio, dice en su artculo. De ese poco de

    genio no puede decir nada, ya que es la invencin

    de un modo distinto de crear; el terrible talentoes lo visible, la laboriosidad espantable del nio o

    del loco para salirse con la suya.

    Ms cerca todava del secreto est Bianco en

    este elogio: Todo escritor resulta indigente si se lo

    compara con Roussel, las mismas elucubraciones

    de Poe tienen algo de montonas, de limitadas.Esta ltima palabra acierta ms all de lo que se

    propone. En efecto, tanto Poe como cualquier otro

    escritor estn limitados por su poder

    creativo personal, su imaginacin,

    su inteligencia. Roussel, al utilizar

    un mecanismo movido por lo ilimi-

    tado del azar, puede operar con una

    latitud sin fronteras personales. (Eso

    tambin lo entrevi otro adelantado,

    Raymond Queneau, que en 1933 dijo:

    Roussel crea mundos con una po-

    tencia, una originalidad, una inspi-

    racin, de la que hasta hoy Dios crea

    tener la exclusividad).

    Bianco acerca a Roussel y

    Proust: idntica ociosa y magnca

    gratuidad. Jean Cocteau, que coin-cidi con Roussel en una clnica de

    desintoxicacin, lo acerca tambin a

    Proust, por su aspecto fsico: ambos provenan del

    mismo medio, dice, haba tenido educacin y ex-

    periencias equivalentes, se movan entre la misma

    gente. El acercamiento es intrigante; se dira que

    no podan haber tomado caminos literarios ms

    divergentes. Proust eligi los lmites biogrcos

    de su experiencia y su sensibilidad, y los hizo es-

    tallar desde adentro; Roussel, el ms impersonal y

    menos autobiogrco de los escritores, llegaba por

    el camino opuesto a la misma ociosa y magnca

    gratuidad.

    Pero donde Jos Bianco ms se acerca a l a adi-

    vinacin delprocedimiento es donde se reere a la

    dicultad de hablar sobre Roussel: Sobre Rousseles imposible escribir. Por encima de la literatura,

    est ms all de la crtica. Debo reducirme a una

    serie de fatigosos balbuceos de entusiasmo, cual

    esos que lanzan ciertas mujeres delante de las

    obras de arte, cuando no encuentran un argumen-

    to valedero que pueda explicar razonablemente su

    admiracin. Es cierto, nada puede ser ms difcil

    que expresar el placer esttico cuando este, en pa-labras de Hegel citadas por Breton a propsito de

    Roussel, depende exclusivamente del modo en

    que la imaginacin se pone en escena, y en que no

    pone en escena otra cosa que a s misma. La obra

    de Roussel hace insalvable esta dicultad, pero ah

    est el recurso de volver a explicar elprocedimientopara sortearla.

    Podemos preguntarnos por qu Roussel revel

    el secreto de suprocedimiento. Habr sospecha-do que era su mejor creacin, la creacin de las

    creaciones, y que era lo nico que podra darle la

    gloria que anhelaba, y que quizs haba empeza-

    do a sospechar que no le daran sus libros? Hizo la

    revelacin en el libro Cmo escrib algunos librosmos, preparado por l para su edicin pstuma;es una recopilacin de textos juveniles, inditos,

    esbozos de novela. Antecedido por la revelacinpropiamente dicha, que es el nico texto normalque escribi Roussel, su busca del tiempo perdido,un relato psicolgico, biogrco, ajeno a todo pro-

    cedimiento o mtodo. Quizs la explicacin de esta

    maniobra pstuma es simplemente que exista un

    secreto, y el activo de un secreto es su revelacin.Y no todo escritor, o ningn escritor, tiene un se-

    creto que pueda ser revelado limpiamente, como

    el suyo, en veinte pginas. Un secreto que, aunque

    intuido o sospechado, se haba mantenido secreto

    para todo el mundo.

    En trminos maostas, la Contradiccin Prin-

    cipal en Roussel se da entre el procedimiento y laobra. Pero la obra se extiende ms all de esta du-

    pla, pues las obras escritas con elprocedimientoson

    solo cuatro, y Roussel escribi otros tres libros, delos que especic que no haban surgido de proce-

    dimiento alguno; estn escritos en verso, rimados, y

    como l dijo que elprocedimiento ensuma, est emparentado con la rima,

    cuando no us elprocedimientous supariente la rima. O, al revs, solo po-

    da escribir en prosa si haba un pro-

    cedimiento emparentado con la rima;

    en verso, donde la rima (y el metro) ya

    estaba, no lo necesitaba.

    No es solo el auxilio del azar

    formal de la rima lo que necesita en

    estos libros ajenos al proced imien -to. En ellos hay un estricto plan deproduccin, en general asociado a la

    descripcin. Aqu hay una intencin

    ligeramente perversa (tambin po-dra decirse vanguardista, si no fueraporque Roussel fue todo lo contrario

    de un vanguardista) de poner a trabajar la inade-

    cuacin. Porque el verso medido y rimado sera el

    ltimo formato que se le ocurrira utilizar a un es-

    critor para hacer la descripcin al detalle de seres y

    objetos concretos visualizados previamente.

    El primero fueLa Doublure, escrito en su pri-mera juventud, que consiste principalmente de una

    descripcin (de doscientas pginas) del desle de

    muecos cabezones en el carnaval de Niza. Otro,LaVue, tres largos poemas que describen con minu-cia de microscopio sendas fotografas o dibujos en

    blanco y negro. Y por n su ltimo libro, lasNuevasImpresiones de frica, cuyo plan inicial era, como

    en La Vue, la descripcin de imgenes dentro deobjetos pequesimos, y termin siendo una seriede enumeraciones asociativas y comparativas, en

    REVERSO

    Dos manifestaciones de

    la galaxia rousseliana:

    una representacin de

    Locus Solus en el

    Thtre Antoine de Pars

    y la revista homnima de

    poesa norteamericana

    que John Ashbery

    coordin a partir de los

    aos sesenta.

    Todoescritorresultaun pocoindigente sise le comparacon Roussel

    (Jos Bianco)

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    LOCUS SOLUS

    una estructura de frases encajonadas mediante

    parntesis (llega a haber ms de diez niveles pa-

    rentticos). Tambin en verso, tambin descripti-

    vo, hay un poema adolescente, Mi alma, en el queel planteamiento descriptivo queda subordinado

    al proyecto de llevar una metfora a sus ltimasconsecuencias. La metfora es la del alma del poeta

    como una mina de la que se extraen metales pre-

    ciosos. El desarrollo, en cientos de versos, describe

    hasta el ms exasperante detalle el trabajo en esa

    mina.

    En el ttulo del libro testamento, Cmoescrib algunos libros mos, queda im-plcitamente subrayada la palabra al-gunos. En el texto, la declaracin es tan

    lacnica como tajante: No es necesario aclarar que

    mis otros libros,La Doublure, La Vue yNuevas im-presiones de Africa, no tienen absolutamente nadaque ver con el procedimiento. Si bien esto pone a

    esos otros libros en un plano secundario, tambin

    acenta su existencia. De ah que hayan excitado el

    inters crtico, siquiera en los mrgenes del inte-rs desproporcionado enfocado alprocedimiento.Y, un paso ms all, han planteado el enigma de la

    obra como totalidad. Qu une a las dos mitades

    de la produccin de Roussel, las he chas con y sin el

    procedimiento? Porque la segunda no est marcadasolo por la ausencia delprocedimiento: es tanto oms original y extraa que la otra. El problema no

    se planteara si se tratara de libros convencionales,

    de los que podra pensarse que fueron vacaciones

    del arduo trabajo de las novelas. Como los astrofsi-

    cos que buscan la explicacin general que conjugue

    todas las explicaciones parciales a los distintos fe-

    nmenos explicados del Universo, as los rousselia-

    nos buscan la Clave Unicada de Roussel.

    Yo creo haberla encontrado: lo que tiene en

    comn todo lo que escribi, del principio al n desu vida, es, simplemente, la ocupacin del tiempo.

    Escribi para llenar de manera sli-

    da y constante un tiempo vital que

    de otro modo habra quedado vaco.

    Para ello debi inventar modos de

    escribir, marcos, formatos, que ocu-

    paran la mayor cantidad posible de

    tiempo. Qu tienen en comn to-

    dos sus escritos? El parecido con la

    resolucin de crucigramas: la fusin

    de un mximo de signicado con un

    mnimo de sentido, lo que se tradu-

    ce, precisamente en la ocupacin del

    tiempo.

    El labrado de las homonimias en

    elprocedimiento, las trabajosas vero-similizaciones, las explicaciones decomplicadsimas mquinas nunca

    vistas; y, fuer a del procedimiento, laesforzada redaccin de los alejandri-

    nos, el hallazgo de las rimas... Todo se

    resuelve en lo mismo: el tiempo que

    lleva hacerlo. El ltimo libro, las Nuevas Impre-siones de frica, con su mecanismo de parntesis,exacerba algo que siempre haba estado ah. No se

    puede creer qu tiempo inmenso exige la composi-

    cin de versos de ese tipo, dice Roussel, y calcula

    que el poema, de unas cuarenta pginas apenas, le

    llev siete aos de trabajo sin pausa.

    Ahora bien, se dir que esto es una obviedad.

    Toda obra de todo escritor se hizo ocupando el

    tiempo que llev escribirla. Pero sucede que en

    Roussel la ocupacin del tiempo est en primerplano y, si mi hiptesis es cierta, constituye el mo-

    tivo de escribir. Obsrvese que su testamento se

    titula Cmo escrib, y noPor qu; en Roussel nohay ningnpor qu, solo hay un cmo; es una tcni-ca, algo que ocupa el tiempo sin dirigirse a ningn

    objetivo. La nica respuesta a un por qu, la res-puesta teleolgica, biogrca, la nica nalidad a laque pudo aferrarse, fueron conceptos

    vacos como la fama, la gloria, la di-fusin (lpanouissement), y volverlospatologas (por las que fue tratado, y

    por las que al n muri).

    Todo lo que escribi comparte

    ese aire de rompecabezas de arma-

    do paciente e ingenioso; y a eso se le

    agrega su gratuidad maniesta, su fal-

    ta de todo mensaje, ideolgico o ins-

    tructivo; hasta sus admirados Verne o

    Loti tienen un componente educativo

    o informativo; Roussel arma maque-

    tas de Verne o Loti despojadas de ese

    componente, puramente formales.

    Por n, tampoco hay elementos au-tobiogrcos, eso se ocup de dejarlo

    en claro explcitamente. (De todos

    mis viajes, nunca saqu nada para

    mis libros). Entonces, qu queda,

    en trminos de justicacin o expli-

    cacin para haber escrito? Respuesta: la ocupacin

    del tiempo.

    Y ms all del trabajo de producirlas, o como

    consecuencia de ese trabajo, sus textos, las in-

    vencion es de sus novelas, huele n a tiempo. Eso

    es lo que debi de sentir Duchamp, que dijo que

    su experiencia de asistir a la puesta en escena de

    la teatralizacin de las Impresiones de fr ica fuelo que dict la direccin que tomara su obra. Y la

    obra de Duchamp tambin podra verse como un

    gran aparato para ocupar el tiempo sin imponerobjetivos de sentido. (Su prctica del ajedrez, y la

    leyenda que l mismo alent, de que haba aban-

    donado el arte para dedicarse al ajedrez, van en la

    misma direccin).

    En qu otra cosa podra haberlo ocupado, el

    tiempo, un hombre como Roussel, rico, neurtico,educado para la inutilidad. Es cierto que no fue el

    nico hombre rico, neurtico, desocupado que ha

    habido. En l parece haber habido una sensibilidad

    especial al empleo del tiempo. Si bien la escritura

    lo absorbi casi por completo (l se las arregl para

    que as lo hiciera) quedaron mrgenes, que ocup

    en actividades tambin tpicamente de empleo deltiempo: las drogas, los viajes. Lo anterior no quieredecir que no sea un gran escritor. Al contrario. Nin-

    gn elogio le queda grande al escritor que escribi

    solo para llenar el tiempo, e hizo de esa ocupacin

    la nica materia de su obra. Porque tambin po-

    dra haber ocupado su tiempo escribiendo nove-

    las como las de Dostoievsky, o poemas como los

    de Verlaine. No habran sido menos ecaces en

    ese cometido. Pero entonces habra debido escri-

    bir sobre sus sentimientos, ideas, experiencias, yeso estaba fuera de las intenciones del gran dan-

    di que fue Roussel. La literatura est toda hecha

    de elementos extraliterarios. Qu sucedera si

    le sacramos todo lo que en ella es informacin,

    comunicacin, ideologa, autobiografa, opinin?

    Si logrramos aislar el puro mecanismo de lo que

    hace literaria a la literatura? Creo que tendramos

    algo as comoLocus Solus o cualquier otro de suslibros. En su concentracin por encontrar forma-

    tos que le dieran una plena ocupacin del tiempo,

    Roussel hizo a un lado todos esos elementos, y dej

    la literatura desnuda. x

    Csar Aira(Coronel Pringles, 1949) es escritor

    argentino. Su ltimo libroEl errorest publicadopor Mondadori.

    Lo que tieneen comntodo lo queescribiRoussel delprincipio alfn de su vidaes la Ocu-

    pacin delTiempo

    Roussel siempre sostuvoque de ninguno de susviajes obtuvo nada parasus libros. El estreno deImpresiones de fricafue un acontecimientosocial en Pars.

    www.elboomeran.com