Al Marge. espai d'art. Taller de Iniciación al Ikebana

Ikebana arte floral japonés milenario, también llamado el camino de las flores.

Surge coincidiendo con la llegada del budismo a Japón. Sin embargo, el amor y respeto a la Naturaleza ya era una constante en la cultura popular japonesa y en su religión ancestral, el shintoismo. Consciente el pueblo japonés del poder transformador de la naturaleza aceptaron lo efímero, lo cambiante, la

transmutación de todo, y encontraron que en estos conceptos reside la belleza de la vida.

El Ikebana fiel a estas ideas en su práctica trata de equilibrar lo cambiante del individuo con lo cambiante dentro de su entorno. Al aceptar lo cambiante del individuo se está admitiendo el concepto de “ser humano como proceso” no como obra terminada.

Al principio se une a la vida de los japoneses como un acto religioso, con el nombre de Kugue era una ofrenda de flores a Buda y a los antepasados. Al creer en una vida más allá de la muerte, pensaron que el mejor medio de comunicación y diálogo con el ser superior se establecía teniendo como mediadoras a las

flores, al estar sometidas a las mismas fuerzas que el hombre, es decir: nacen, crecen, se reproducen y mueren.

Años más tarde en el periodo Muromachi (se corresponde con los siglos XIV, XV, XVI de occidente, se fue separando y se transforma en un arte decorativo llamado Tatebana, en esta época surgen también otras artes muy importantes como “La ceremonia de Té”, “El teatro Noh”, y la jardinería. El Tatebana era

practicado únicamente por hombres y estos debían pertenecer a castas ricas, nobles, samuráis. Era un arte de minorías de gente culta.

En la mitad del periodo Edo ( sigloXVII) aproximadamente surge el nuevo estilo que es el que conocemos como Ikebana actual el cual se difunde rápidamente entre la gente del pueblo japonés, en esta época también surgen las escuelas: Enshu, Ikenobo, Ohara y Sogetsu.

Escuela Sogetsu: La más joven de todas, por eso seguramente es la que más libertad otorga en sus arreglos convirtiéndose estos en verdaderas esculturas. Creada en el siglo XX por un grupo de artistas críticos que no estaban de acuerdo con los estilos clásicos que fundaron la Escuela Sogetsu de 1927, liderada

por Sofu Teshigahara. En esta escuela y con la introducción de su estilo “ Zen¨ei Ikebana, se da una libertad total al artista, revolucionando el mundo del Ikeban con la introducción de nuevos materiales como plástico, yeso o acero en

sus creaciones.Los japoneses consideran que el Hombre forma parte de la Naturaleza igual que los animales y las plantas, por tanto los arreglos de ikebana deben expresar

esa comunión y ese proceso en contraposición con occidente que considera al hombre como obra terminada y rey de la creación.

El Ikebana humaniza al considerar al hombre como un proceso, sujeto al cambio no cosifica como la mirada de occidente al considerar al ser humano como una obra terminada

El Ikebana enseña a conocer, respetar y cuidar de la naturaleza en contraposición con la cultura de occidente al considerar al hombre como rey de la creación, poniendo a su servicio el resto de los reinos.

El Ikebana contempla y juega con el vacío, la ausencia, la muerte en contraposición con occidente que niega la muerte, y trata siempre de llenar el vacío con cualquier cosa

El Ikebana nos sitúa en el universo En cada arreglo hay tres alturas cielo, hombre, y tierra, esto representa el camino que el hombre debe seguir hasta que desaparece, todo lo que hay en el cielo como el sol, las nubes, la luna, dan energía y alimentan la tierra esta lo recibe y lo transmite a los seres vivos, hombre animales y plantas manteniéndose así la armonía del universo, el Ikebana representa esta armonía por medio de las tres alturas, esto nos ayuda a pensar sobre nuestro lugar en el planeta.

El Ikebana contempla el paso del tiempo y lo refleja en sus arreglos al dialogar con ramas sinhojas, capullos de flor sin abrir, hojas deterioradas, ramas dobladas por la fuerza del viento.

El Ikebana al contemplar al hombre como proceso y al arreglo floral como reflejo de él observa el movimiento a través de la asimetría, en contraposición con occidente que tiene como concepto fundamental y de belleza la simetría.Al realizar un arreglo de Ikebana no tratamos de imitar una planta que está en la naturaleza, sinoque creamos una nueva planta para un medio distinto, reflejando en ese arreglo una proyección de nuestro espíritu.

Madrid 10/2/2011Carmela Saro Bernaldo de Quirós Bibliografía consultada http://www.ikebana-enshuspain.com/filosofia.html

Para que sirve el Ikebana:

Ikebana: Arte floral japonés Escuela Sogetsu Madrid autora Carmela Saro Bernaldo de Quirós

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