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  • 7/23/2019 Aldao Lemebel

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    La literatura como reflejo de una Latinoamrica en crisis: la inclusin del grotescoen Loco afn. Crnicas de Sidario, de Pedro Lemebel

    Mara Ins AldaoUniversidad de Buenos Aires

    ResumenEn el texto Loco afn. Crnicas de Sidario, de Pedro Lemebel, abundan las escenas, imgenes ysituaciones grotescas. En las crnicas del texto, el grotesco es utilizado para introducir el elemento sida:todos los personajes o hechos grotescos se relacionan con esta enfermedad y con su destino fatal, lamuerte.La utilizacin del grotesco en Loco afndescomprime las situaciones trgicas y, mediante la combinacinde diversos elementos, se narra el caos que el sida produce.Comunidad enferma. Sociedad enferma. Para Lemebel la Amrica Latina actual es un continente enfermo

    que, grotescamente, se dirige con lentitud pero inexorablemente hacia un destino fatal. La penetracin dela plaga es, entonces, inversin del mito de procedencia: el sida no vino, para Latinoamrica, desdefrica sino desde Estados Unidos. Es, adems, una nueva forma de dictadura: produce tantos o msmuertos/desaparecidos. Lemebel parece plantear que el sida es el arma ms fatdica del gobierno militar,nueva irrupcin neocolonial que empobrece an ms a los pases ms pobres. Esta errancia de laenfermedad que va de un cuerpo al otro se difunde como el sida: de cuerpo a cuerpo, hasta hacerlodesaparecer.De esta forma, Latinoamrica, colonia estadounidense por la dictadura y por la inclusin de laenfermedad, se ve condenada a la marginacin eterna que, en el texto, est representada por elmarginado ms perifrico: el travestisidoso que se prostituye, embelesado con las luces del Norte peroconciente de lo que produjo en l. Lemebel asocia el sida con la dictadura, otra forma brutal decolonizacin yanqui.

    Palabras clave:Latinoamrica sida dictadura colonizacin - marginacin

    Todo texto es reflejo de las convulsiones sociales de su poca. Todo texto latinoamericano es,adems, espejo de las problemticas que ataen a nuestro continente y que, en muchos casos,desarrollan de manera tragicmica.

    En Loco afn. Crnicas de Sidario (Lemebel, 1997) abundan las escenas, imgenes ysituaciones grotescas. En las crnicas del texto, el grotesco es utilizado para introducir elelemento sida. Todos los personajes o hechos grotescos se relacionan con esta enfermedad ycon su destino fatal: la muerte.

    As, la funcin del grotesco es la de matizar lo trgico del hecho en s (una muerteirremediable), intercalando imgenes risibles. En consecuencia, la situacin funesta inherente atodo portador es descripta con un agregado humorstico para distraer al lector que oculta laverdadera esencia trgica textual.

    La utilizacin del grotesco en Loco afndescomprime las situaciones trgicas y, mediantela combinacin de diversos elementos, se narra el caos que el sida produce.

    Comunidad enferma. Sociedad enferma. Para Lemebel la Amrica Latina actual es uncontinente enfermo que, grotescamente, se dirige con lentitud pero inexorablemente hacia undestino fatal. De aqu que, para el autor y desde el epgrafe1de su texto, el introductor de laenfermedad en los pases perifricos sea Estados Unidos. Es decir, el marginado porexcelencia (el travestitercermundista) hereda lo peor de la potencia, un virus mortal, mientras

    1La plaga nos lleg como una nueva forma de colonizacin por el contagio.

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    que, a la vez, consume sus estrellas de cine, sus divas y su moda en una tragicmica paradoja:querer ser lo que nunca podrn, dado que morirn.

    Para resolver qu se entiende por grotesco, me remito a Bajtin (1994), quien postula que

    el trmino surge durante el Renacimiento, ms precisamente a fines del siglo XV, a raz deexcavaciones hechas en los subterrneos de las Termas de Tito, en Roma. All fue descubiertoun tipo de pintura ornamental desconocida hasta el momento. A esa pintura se la denomingrotesca, trmino derivado del sustantivo grotta, es decir, gruta. Inmediatamente, comenz autilizarse dicha expresin para la literatura que funda lo trgico y lo cmico en una mismainstancia textual. De aqu que lo grotesco permita asociar elementos heterogneos ycomprender la posibilidad de un orden distinto.

    Segn Wolfgang Kayser (1964), lo grotesco produce en el receptor un sentimiento de granangustia frente a la imposibilidad de situarse en un mundo siniestro. De esta manera, suscitadistintas sensaciones: por un lado, la sonrisa y, por el otro, la congoja. En el grotesco, lapresencia simultnea de lo cmico y de lo trgico impide al lector ubicarse con seguridad enuno de los dos polos. En el grotesco prevalece una sensacin de derrota ante el impedimento

    de cambiar el mundo. De aqu que los personajes sean antihroes, dada su irremediableimpasividad ante la realidad que les toca vivir. Esto se observa con claridad en la tragicmicaresignacin de la mayora de los personajes de Loco afnante su enfermedad.

    Ya en la crnica La noche de los visones (o la ltima fiesta de la Unidad Popular), laprimera del texto, se describe una cena fallida en la casa de la Palma. La situacin es cmicade por s: las locas, en su afn por parecerse a la Taylor o la Dietrich (Lemebel 1997: 13),usan tapados de visn en pleno verano y se pelean por ellos. Pero esta situacin no movera arisa si se estima que estas locas doblemente trasvestidas (que quieren parecer mujeres pero, ala vez, no cualquier mujer sino una diva hollywoodense) portan sida.

    Esta apariencia exuberante del travesti, la proliferacin de lujos y adornos imitada deYanquilandia, contrasta terriblemente con el contexto de miseria y exclusin latinoamericana,con su realidad socio-poltica y econmica. Considero relevante el hecho de que, al llegar a la

    fiesta, los pavos (la comida) haban desaparecido, as como los visones: nadie los volvi a verluego de la fiesta de aquella noche. Doble alusin al inicio de la dictadura (es primero de enerode 1973) y anticipo de lo que vendr: una loca indica que se me ocurre que viene pesado(Lemebel 1997: 12).

    Encontramos, adems, elementos tragicmicos en la foto que se toman las locas en laque lo nico ntido es la pirmide de huesos en el centro de la mesa (Lemebel 1997: 18),huesos que remiten a los pavos que se haban cenado pero que, a su vez, connotan lasconsecuencias de la dictadura chilena que, en esta crnica, est a punto de iniciarse. Algosimilar percibimos en la crnica La Regine de Aluminios El Mono. La politizacin de lo sexualse manifiesta en la grotesca comparacin orga/desaparecidos:

    Por todos lados fragmentos de cuerpos repartidos en el despelote sodomita []..

    As, restos de cuerpos o cadveres pegados al lienzo crespo de las sbanas.Cadveres de boca pintada enroscados a sus verdugos. An acezantes, anestirando la mano para agarrar el cao desinflado de la eyaculada guerra. Anvivos, incompletos, desmigados ms all de la ventana, flotando en la bruma tsicade la ciudad que aclaraba en los humos pardos de la protesta.Sin duda, eran cadveres de fiesta (Lemebel 1997: 30)

    En esta misma crnica, los militares son objeto de burla ya que, al representar el nuevorgimen, se presentan como supuesto modelo de orden patrio y ejemplo familiar. Sin embargo,son estos mismos los que acuden presurosos y encubiertos al prostbulo travesti de Reginepara descansar y regocijarse, cansados de apalear gente en el tamboreo de la represin

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    (Lemebel 1997: 27) y culpando a los terroristas de no permitirles saciar sus necesidades virilesen paz.

    En La muerte de Madonna, el grotesco se presenta en el fallido intento de la Madonna

    de San Camilo por parecerse a su adorada cantante yanqui. Esta imitacin resulta cmica porsu escaso pelo, sus dientes cados, su conviccin de que es una artista, sus hematomas por losgolpes de los pacos y su seudo-ingls parodiado en la escritura (Mister, lovmi plis). Adems,ella est convencida de que, en el show que dar la diva en Chile, podr conocerla y convertirseen su mano derecha y confidente. La parodia al prototipo de la cultura popyanqui a travs delcuerpo degenerado de la travesti con sida retoma un gnero (grandes mujeresnorteamericanas) para imitarlo, distorsionarlo y, de esta manera, resignificarlo. Madonna es suduplicado Mapuche (Lemebel 1997: 34) y esta diferencia indeseada (ya que el objetivo eralograr el parecido) es una trunca mmesis debido al fatal efecto del sida. Su cuerpo estatravesado por la cultura masiva pero, tambin y fatalmente, por la enfermedad que se masificaentre los latinos.

    En El ltimo beso de Loba Lamar, la Lobita muere por sida pero sus compaeras no se

    resignan a la desfiguracin del cadver. Por esto, la Tora, travestique haba sido luchador ensu juventud, pretende embellecer la expresin del cuerpo a fuerza de cachetazos: se persignritualmente como lo haca antes de iniciar el combate. Y de un brinco se encaram sobre elcadver agarrndolo a charchazos (Lemebel 1997: 47). Alegora de la lucha del travestiinfectadoversusla muerte por sida. Descargan en el cadver de la Loba su impotencia, ya queel cuerpo de la amiga es smbolo y recordatorio de su inexorable fin. Luego, al finalizar laartesana necrfila (Lemebel 1997: 47) las locas miran todas emocionadas a la Loba, quienporta ahora un lindo gesto en su rostro muerto.

    Encontramos, entonces, la enfermedad como la penetracin de lo estadounidense. Laprimera loca que contrajo la enfermedad y la expandi por Chile fue Pilola Alessandri, quien secompr la epidemia en Nueva York, fue la primera que la trajo en exclusiva (Lemebel 1997:16). Por otro lado, la Chumilou se contagi sida por un gringo (Lemebel 1997: 19). La gran

    colonizadora que reproduce su poltica mortal coloniza, adems, el nivel del lenguaje: elnarrador (que enuncia desde adentro y, por lo tanto, forma parte de la diferencia), parodiando ala Gran Potencia, utiliza constantemente trminos forneos:supermarket, light, twist, hit-parade,make-up, etc. Adems, el juego de palabras del autor desconfigura tambin lo lingstico:depre-sida, agrade-sida, pisco-sida. Sucede asimismo entre los nombres de las locas: MaraMisterio, Mara Sombra, Mara Acetate, Mara Sarcoma, la Frun-sida, la Sui-sida, la Ven-sida.Lo tragicmico en su punto mximo: en el nombre, en el rasgo identitario.

    El texto brinda otras situaciones y crnicas grotescas: el caso de Miguel ngel, niosanador que ve a la Virgen y que regresa de un viaje a Europa hecho mujer (milagro divino); elrelevo de los msicos y cantantes homosexuales o, lo que es peor, que posan de amaneradoscomo estrategia de marketing; la crtica a las campaas de prevencin que, para el autor,publicitan el sida incentivando la promiscuidad. Esta moda de cuidarse que atraviesa los medios

    de comunicacin instruyendo sobre el uso del preservativo y la profusin de campaasrepentinas son verdaderas clases porno que se usan para hacer ms atractiva la prevencinpero terminan invirtiendo el objetivo (Lemebel 1997: 68). Acto seguido, el narrador parodia lapropaganda planteando que los actores de las publicidades son tan bellos que, en el momentode la concrecin, nadie pensara en buscar un condn.

    Lo grotesco incorpora lo trgico y lo cmico en igual proporcin: El sepelio de una locasidada es para filmarlo (Lemebel 1997: 76) anuncia el narrador. As, el velatorio de la Chumiloues reflejo de la dictadura. Ella quiso que hubiera tantas velas como desaparecidos (Lemebel1997: 20). La corta vida de los travestises, entonces, plena paradoja: cuerpo que quiere ser demujer pero que, a la vez, slo indica consuncin y muere con la dictadura (militar y del sida).Llega, con ella, el sida que las consume irremediablemente y las transforma en desaparecidos.

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    La penetracin de la plaga (sombra, misterio, en el texto) es, entonces, inversin del mitode procedencia: el sida no vino, para Latinoamrica, desde frica sino desde Estados Unidos.Es, adems, una nueva forma de dictadura: produce tantos o ms muertos/desaparecidos.

    Lemebel parece plantear que el sida es el arma ms fatdica del gobierno militar, nuevairrupcin neocolonial que empobrece an ms a los pases ms pobres. Esta errancia de laenfermedad que va de un cuerpo al otro se difunde como el sida: de cuerpo a cuerpo, hastahacerlo desaparecer.

    De esta forma, Latinoamrica, colonia estadounidense por la dictadura y por la inclusinde la enfermedad, se ve condenada a la marginacin eterna que, en el texto, est representadapor el marginado ms perifrico: el travestisidoso que se prostituye, embelesado con las lucesdel Norte pero conciente de lo que produjo en l. Lemebel asocia el sida con la dictadura, otraforma brutal de colonizacin yanqui.

    Bibliografa

    Bajtin, Mijail (1994). La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de FranoisRabelais (trad. De Julio Forcat y Csar Conroy), Buenos Aires, Alianza.

    Hutcheon, Linda (1981). Irona, stira y parodia. Una aproximacin pragmtica (trad. de Elsa Noya yAlba Soldn). De potique 46, 140-155.

    Jitrik, No (1993). Rehabilitacin de la parodia. Roberto Ferro (coord.). La parodia en la literaturalatinoamericana. Buenos Aires, Facultad de Filosofa y Letras, 13-29.

    Kayser, Wolfgang (1964). Lo grotesco. Su configuracin en pintura y literatura, Buenos Aires, Nova.

    Lemebel, Pedro (1997). Loco afn. Crnicas de Sidario, Santiago, Lom.

    Palaversich, Diana (2005). El cuerpo agredido de la homosexualidad proletaria y Loco afn,de PedroLemebel. De Macondo a McOndo: senderos de la postmodernidad latinoamericana. Mxico, Plaza yValdes, 151-154.

    Sontag, Susan (1996). La enfermedad y sus metforas. El sida y sus metforas, Buenos Aires, Aguilar.