Alessio - Historia Política de la Revolución.pdf

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    I H1STORIA P0LI1IcADE LA REVOLUCION

    MIGUEL ALESSIO ROBLES

  • LaBiblioteca de Obras

    Fundamentales de la Independenciay la RevoluciOn, editada para conmemorar

    el inicio de la Independencia y el conzienzo de(a RevoluciOn Mexicana, no habria sido posible

    sin (a colaboracic$n financiera de entidades ydependencias de a AdministraciOn Pblica

    Federal y a participaciOn de gobiernosde los estados de la

    Repblica.

  • HISTORIA POLITICA DELA REVOLUCION

    MIGUEL ALESSIO ROBLES

    PON

    COMSON NAC!ONAL PAPA LAS CELEBRAOCNESDEL 175 ANv rcApo OF i A INDFPENDFNCJA NAOONAL,

    ' 75 AtAvE P;PU) L , kE:VQ[ UCiC)N !!IT XCANA

  • 30 edicion:Ediclones BotasMexico. 1946

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    Ed/dOn facsimi/ar:DR Instituto Nacional de Estudios HIstOricosde la Revolucion Mexicana, 1985Impreso en MexicoPrinted in MexicoISBN 968-805-254-X

  • COMISION NACIONAL PARA LAS CELEBRACIONESDEL 175 ANIVERSARIO DE LA iNDEPENDENCIA NACIONAL

    V 75 ANIVERSARIO DE LA REVOLUCION MEXICANA:

    Presiden teLie. Miguel de Is Madrid Hurtado

    Presidente de los E.scados Unidos Mexicanos

    VocalLie. Antonio Riva Palaeio IA?eZ

    Presidente de Is Gran Cornisin de La I-I. ('ninra de Senadores

    VocalLie. Eliseo Mendoza Berrueto

    Presidente dc la Gran CornisiOn de Ia H. Cinara de Diputados

    VocalLic. Jorge lnrritu y Ramirez de Aguilar

    Presidente de la H. Suprema Cone de Justicia de Is NaciOn

    Secretarlo Ejecuth'oLie. Manuel Bartlett DiazSecretario de GobernaciOn

    Secretario Teen leoLie. Juan Rebolledo Gout

    Vocal Ejecutivo del Instituto Nacional de Estudios HistOricosde la RevoluciOn Mexicana

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  • Los movimientos popula-res que le han dado ros-tro a Mexico han sido

    producto de las fuerzas sociales. Responden no sOlo a Laexistencia de probternas nacionales, sino a la voluntad dedefinir una identidad; de buscar ser una naciOn igual en-tre iguales y diferente, a La vez, a todas las dems.

    Este ano se cumplen 175 anos del comienzo de laindependencia Nacional y 75 de haberse iniciado el pro-ceso histOrico de la RevoluciOn Mexicana. Est.a coinciden-cia de ceLebrar dos momentos fundamentales en la histo-na nacional ha motivado at gobierno de la RepUblica ainvitar, respetuosamente, a Los representantes de Los p0-deres Judicial y Legislativo a integrar una comisiOn decarcter nacional para celebrar estos acontecimientos.

    La ComisiOn Nacional ha propuesto que estas cele-braciones no se limiten a Los festejos y otros actos conme-morativos, sino que ret'lejen e inscriban en La concienciacolectiva una huella de la herencia que disfrutamos, delos valores que nos agrupan, de La enorme capacidad pa-ra veneer obstculos que nos caracteriza y del talento parainventar juntos nuestro futuro.

    Dc aM la importancia de que el programa nacio-nal de celebraciones incluya, de manera central, un es-fuerzo editorial que conserve en la memoria colectiva todoaquetlo que los mexicanos debemos a los movimientosde Independencia y de RevoLucin. La reflexiOn ilustra-da y los documentos que estos movimientos generaronson ci espejo que esta Comisin desea legar a las futuras

  • generaciones. En este espejo se vern ellas a s mismashasta en sus rakes y cobrarn sentido y reconocern suresponsabilidad ante las metas superiores que pueden al-canzar sobre La firme base de los compromisos pactadosen esos pasados.

    La coleccin de obras fundamentales de La Inde-pendencia y de la Revolucin es ci inicio de este esfuerzo.El objetivo es hacer accesibles obras bsicas que, para-djicamente escasas, aportan memoria viva a la culturahistrica del pueblo.

    Han sido los criterios de selecciOn ci valor docu-mental y La calidad historiogrfica. Entre estas obras tathay que compilan documentos y legajos histOricos de esen-cial relevancia para entender la lucha de cmancipacin.Otras, muestran ci carcter regional y faccional que ca-racteriz en algunos momentos a nuestra Rcvolucin, ayu-dndonos a entender sus aponaciones al proyecto de palsque articula la ConstituciOn Politica de 1917. Consecuen-cia de esto ltimo es el carcter polmico de varias de ellas.Pero todas las obras aqul presentadas muestran algunafaceta bsica de to que somos hoy en razn de lo que fui-mos ayer.

    La "Biblioteca de Obras Fundamentales", mcvi-tablemente, sufre de ausencias notables: su papel es 5Crpie de futuras adiciones. Todo ello para que el compro-miso de los mexicanos, cspccialmente los jvenes, sea msenterado, ms decidido, ms visionario.

  • Miguel Alessio Robles naci ci5 dc diciembre de 1884 enSaltillo, Coahuila. Despus

    de estudiar en ci Ateneo Fuente, de su ciudad natal, ernigra La capital de la Repbiica, donde Sc titulO de ahogadoen 1909. Desde quc Madero publicO La sucesiOn presi-dencial en 1910, Alessio ftc part idario sincero del anti-rreelcccionismo. Al triunfo de la RevoluciOn continuOparticipando en ci nuevo regimen por lo cual, a! asumirVictoriano 1-luerta La presidencia, Alessio Robles fue apre-sado, al igual que Jos Vasconcelos, con quien se fugde la prisin. Sc uni al constitucionalismo, y al sobre-venir la escisiOn revolucionaria sirvi al presidente con-vencionista Eulalio Gutirrez. Elio Ic vali ci retiro du-rante ci triunfo carrancista. Sus tazos con Adolfo de LaHuerta y Alvaro ObregOn to ilevaron a colaborar con am-bos. Con ci prirnero como secretario particular y con cisegundo como secretario de Industria, Comercio y Tra-bajo, hasta quc en 1923 se retirO de la vida politica. PocodespuCs comenz a ejercer el periodismo y a publicar unacantidad considerable de libros, cntrc los cuales el rnsdestacado es la His/or/a poiftica tie la Revo/ucin (1938).Aiessio cubre en su narraciOn hechos que prcsenciO muyde cerca. Se trata, por otra partc, de uno de los primerosensayos de historia general de la Revolucin. MuriO enIa ciudad de Mexico en 1951.

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  • MIGUEL ALESSIO ROBIjES(Autor de "La Cena de Is. Burlas")

    Historia Politicade la

    RevoluciOnTERCERA EDICION

    1946

  • DE CSTA EDICIONSE HAN IMPRESO2.00'Q EJEMPLA-RES NUMERADOS DEL t AL. .OQO

    Y SO EN XOC)-4IMILCO BOND.FIRMADOS POR EL ALJTOR.

    DEfl ECHOS ASCGURADOSCONFORME A LA LEY

  • Las dos ediciones que hemos publicado de la IfistoriaPolitica de to Revolution, par Miguel Alesslo Rabies, esfdnagat ad as.

    For tat ynotivo hacemos esta Tercera ediciOn de la His-toria Politica de :4 RevoluciOn muy bien corregida y aumen-tada, y, con a esperanza, naturatmente, de quc se agate enpoco tie7nfto.

    Las mencionadas dos ediciones se han vendido ejeinpiarpor ejempiar, to cud quiere decir gut eat libro se ha leLdopor los comfiradores.

    No siempre puede afirmarse qtze por 1 hecho de quean libro se agate, la razn sea porque se ha leido macho, yagut a veces se opera to marauiila que ci autor crea que sulibro estd agotado, y, sin embargo, hay miles de cjernplaresen distintos aimacenes.

    Miguel Aiessio Rabies debe estar satisfecho, pues estamosseguros de que de sodas sus libros, es to Historia Politica de(a Reuolucidn, pubiicada en las Ediciones Botas, ci que meSsse ha leido. Este libro ameno contiene capItulos bcliLcimos, ycoma editores, nos permitimos itamar La atcnciOn del lectorparagut se deleite ieyetdo ci hermoso prlogo de esta obra,La descripcin que hace ci autor de (a nache del iS de febrerode 1913 narrando detatladamente to quc estaba aoonteciendoen Mexico, y, at misino tiempo on la Capital de Coahuila; Laliegada de Carranza a Durango y a Saitillo; ci capituio quehabia sabre ci informe Presidenciai quc ley ci general CaRes

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  • ante ci Conqreso de to Union ci i Q tie diciernbre tie !928y (as pdginas en quc describe a! genera! F-f ucria, a ObregOn,a Villa, a Serrano y a Vascon cries.

    Al leer esas pdginas, fdcilmente SE coin prenderd porquese agotaren las dos prinzeras ediciones, y per que e3ta Casapublica (a Tercera edirin tie la Historia Poiltica de laRevoluciOn, un fibre belle, interesante y ameno.

    Er. EDITOR.

  • PROLOGO

    La Univclsidad Autnoma de Mexico 7flC invjt paraque escribiera La Historia de la Revolucidn. Con gusto aceptesa honrosa invitacin. Par las pdgi 'zas de oslo libro des/hanlos principales personajes del drama quo ha conmovido atzucstro pals. He procurado analizar los episodios y a [asadores can toda serenidad. Podrd haber pasidn, podrd habererrores, pero nunca dolo a nzala ft

    . No ic hago un cargo

    inju.cto a nadie, ni a mis mayores enemigos, it: aun a aquellosquc ilenaron a ml Patria de Into, de sangre y de ignorninia.

    L.a Historia es una seleccin de acciones trascenden talesy de /zcchos grandiosos, quc constituycn una enseiianzalunzinosa Para todas (as generaciones. Ellas bcndicen a loshombres POT 5145 actos gloriosos y heroicos, y arrojan a lotmaivados a (as If vidas llamas de las exccracin y del odiounjz.ersa(es. Vibran y 5 coiinzueven alite la actitud magndni-ma o generosa tic tin hiroe, y condenan a los villanos queno los gui otro afdn quc lucrar y satisfacer sits bajas am-biciones personales.

    Los hechos heroicos, los actos excelsos, las ideas de,cdenciOn y de justicia, los impulsos nobles, las actitudespat riticas y dcsin4eresadas, Los ideates brillantes, los principiosfascinadores de todos aquclios que soaron en hacer doMexico un pueblo digno y fuerte, los recojo era estas /ldginascan nfl atnor rutty grandc y una pro/unda devotion. Encarnbio, para los criminates, para los que ultra jaron a nuestranaciOn, no encuentro palabras adecuadas para conacnar sinfullerlas y sits in/amias. No sOlo condeno cal general Victoriano

  • Hun-ta, sine ta,nbin a tados aquellos que, cobi jades bajo labandeTa legal de la Revolucin, mandillaron con nu perversz-dades y sits crimenes una de las causas ma: justas de Mexico.

    ;Que a juventud de nuestra Patria recoja en sit espirituesas alias enseanzas de la Historia? El Poder c efim nocomo una tormenta. Las acciones grandes e :7zmortales SCtransmz ten de generacin en generacin, much as veces ador-nadas con ci ropaje de la poesia y la leyenda, Para querespiandezca a travis de ellas la verdad conzo en las nochesdidfana.s de la Atica, la lanta de oro de la Atenea delAcropolis.

    En las pdginas de este li/no rotulado "Hisloria Paliticade la Revolucidn", podrd haber pasidu, repito, Pero nunca lainenhira ml el odlo empaaron mis juicios, libres, come lasayes del dde, de las vile: cadenas de la tierra.

  • LOS OR! GENES DE LA REVOLUCION

    La revolucin 06 Un movimiento social quo hacenlos pueblos para canxbiar do gobiernos, do procedi-mientos y do sistemas. Ese movimiento social puedesot pacilico o sangriento. La rovolucion pacifica sopuede iniciar sin un soldado y sin un combate parallevczr a cabo la roforma o la roparacion. "Es procisoevitar la guerra para hacer posible la revolucin",dice el ilustre escritor coloinbiano Curios Arturo Torres."Pot ella entendemos el movimlento conscionte y ava-sallador do la opinin, en quo el verbo tiene mayor pa-tencia demoledora quo los caones, y el derecho dola causa defendida vale per diez ejrcitos".

    Cucindo no so oscuchan los dictados do la opi-nin pbliccx, cuando no so gobierna do acuordo conla by y la justicia, cuando so vuineran los principiosfundamentabes do la libertad humana, vomos radarpar tierrci hasta las ms viejas y linajudczs dinas-[las, hczsta los ms viejos y linajudos poderes.Para derrocar la dictadura do Santa Anna so iniciOla revolucirt de Ayutla. Para acabar con la dicta-dura del general Diaz, estatl la revolucin do 1910.Pare acabar con Victoriano Huerta, se incendi to-do ci pals con la revolucin Constitucionalista. Pareaccibar con Cables no so derramo una sola gota dosangre, no so registr una sola batalba. La calda doCables (lone una grandcsima analogia con las memora-bIos jornadas del 14 y 15 do abril de 1931 quo derro-caron a! Roy Alfonso XIII. con la diferencia do quoen Mexico so hizo la "revolucin dosde arriba", comeprotondia hacerla don Antonio Maura en Espafta, poroel pueblo ospaol la realiz dosde abajo.

    Despus do la bczialla do Tecoac, en noviembredo 1876, el general Diaz ontr triunfanto a la capi-

  • 10 MIGUEL ALESSIO ROBLES

    tal de la Repbiica, y e] alto siguiente ocup la Pro-sidencia do Mexico. Para dorrocar ci gobierno do donSebastian Lordo do Tejada proclam of hroe del 2 doabril ci Plan do Tuxtepoc, que defondict los principiosdo la no roeleccin y ci sufragio efectivo. Gobern aMexico of general Diaz desde of alto do 1877 hasta1880, y desdo 1884 hasta ci 25 do mayo do 1911. Su pa-der me omnfmodo y autoritario. Es cierto quo durantesu administracin progres materialmento ci pals,pero politicamente permaneci estacionado, contem-plando of adelanto do las naciones sudamericanasdonde so respetciban todas las libertades y of derechoal veto pblico.

    En 01 rnes do febrero de 1908. la entrevista Creel-man produjo en todo ci pals una inmensa cxpectacin,porque en ella expres ci general Diaz quo Mexicoya estaba apto pam La democracia, e invita a los par-tides do Ri oposicin parc que so organizaran. Enton-ces surgi ci Partido Democrtico donde figuraron..Bonito Jurez Maza, Manuel Calero, Jos Pen delValle. Jesus Uruota, Didoro Batalla. Rafael ZubarnCapmany -y Curios Trejo y Lerdo do Tejada. Al mismctiempo principi6 en la Repbiica 10 agitacin rayista,quo postulaba para Presidente do la Repblica cii gene-ral Bernardo Reyes, Gobernador de Nuevo Loon. Losescritoros Fernando Iglesias Caldern, Luis Cabrora,Manuel Mestre Chigliazza, Juan Sanchez Azcona, losFlores Magn, Catarino Garza, Arturo Lazo do La Vega,Filomeno Mata, Felix Palavicini, Alanis, Pcxulino Mar-tinez, Antonio 1. Villareal, atacaban al gobierno delgeneral Diaz. Resonaron tambin las voces do protesictdo Diguez. do Esteban CalderOn, do Gabriel Leyva.do Juan Jos Rios y Juan Scirubia. Per su parte, donFrancisco I. Madero y of iicenciado Emilio Vazquez 06-nez fundaron of Partido Antirrecleccionista. La figurado Madero surgi a la vida publica do Mexico desdoel momenta on quo public su famoso libro rotulado"La Sucesin Presidencial". Sin haber aceptado supostuiacin ci general Reyc's. sus partidarios for-mcxban clubes en toda la Ropblica, dcxndo soflalesdo vida y do actividad. Entonces el licenciado JosLOpez Portillo y Rojas dirigiO wi tolegrama al generalReyes para quo exprosara si acoptaba su candidaturacome Vicepresidonte do icr Recuhica. El general Reyescontest of mensajo del Director do los Clubes del Dis-

  • HISTORTA POLITICA DE LA RZVOLUCION 11

    trito Federal, quo no le era posibie aceptar su postu-lacion. Esta cortestacin del general Reyes produouna grandisima contrariedad en la opinin pblicadel pals. Poco despus, el general Reyes renunciotarnbien ci Gobiorno do Nuevo Len y sali pare Eu-ropa a desempoar una corn isin del gobierno del ge-neral Porfirio Diaz.

    Recogi entonces ci seor Madero la bcindera quono quiso empuar ci general Reyes, y recorri todo elpals cxcompaado de Roque Estrada, prediccxndo eladvenimiento de la democracia y do una era de reden-don y do justicia.

    El dcc 15 do abril do 1910 so reuni en Mexico laConvenciOn Antirreeleccionista. Asistieron a ella Ro-que Estrada, Juan Sanchez Azcona, Alfredo Robles Do-xninguez, Jos Maria Pino Surez, Ccsreo Castro, Eu-lalio Gutirrez, Aquiles Serdn, Torihio Esquivel Obre-g6n, Federico Gotzlez Garza, Francisco Coslo Robelo,Manuel Urquidi y representantes de vczrios ciubes es-tablecidos en la Repblica. La Convencin Antirree-leccionista dur tres dtas, y fu de unci trascendenciagrandisitna. La Convencin eligiO corno candidatopare la Fresidencia de Ia Repblicc a don Francisco I.Madero y pare Vicepresidente a don Francisco Vdz-quez Gmez.

    CoincidiO la estancia del seor Madero on estaCapital con la do don Teodoro Dehesa. en los ltimosdies del mes de abril do 1910. Ni ci candidato delPartido Antirreeeleccionista ni ci Gobernador de Vera-cruz so conocian. Pero of seftor Madero por con-ducto de Francisco Senties, solicitO una entrevistacon ci gobernante veracruzano, quien so la con-cedi inmediatamente. En un departamento del Ho-tel Iturbido hablaron do la situacin politica mcxi-cana ci seor Madero y don Teodoro Dehesa. Con telsencillez, con tal sinceridad, con tel nobieza so cx-preso ci cutor de "La Sucesin Presidencial", quo cisenor Dehesa Ic hizo ver la conveniencia de que habla-ra con ci general Diaz.

    "Yo no tengo ningn incoveniente dijo ci se-or Madero siempre que l me flame".

    El Goborncidor do Veracruz busc la manera dequo ci general Diaz Ic concedierci Ici entrevista ci can-didato del Partido Anti rreeleccionista. El dictcxdor do

  • 13 MIOUEL ALESSIO ROBLESMexico so resistict, at principio. on mender homer cihombre quo tuvo el valor do enfrentrsele. Pero el se-or Dehesa y don Ignacio Muoz vencieron todos losobstcfrculos, y fu liamado el seor Madero pare cole-brar la entrevista con el general Diuz. Esa entrevistalu colebrada on la case particular del viejo gober-nante Mexiccino, Cadena 8, algunos dies despus dequo la Convencin del Partido Antirreeleccionista, reu-nida en el Tivoli del Ehisec. proclam Ri formula Made-ro-Vzcjuez GOmez parc la Presidencia y Vicepreciden-cia do la Republica. El seor Dehesa present a Maderocon el general Diaz, y en seguida so retirO pare deja;quo conversaran solos el Presidente do Mexico, rebosante do gloria y do grandeza, arrullado par el hiznnosempitorno do la adutacin, y la aiabanza, y el jefedo la oposiciOn, pequoo y desconocido, sencihlo ynoble.

    En esa entrevista el seor Madero le hablO at ge-neral Diaz con su habitual frcxnquezo, con todo el va-lor, con toda energia. do la situaciOn do la Repbliccx.Le hablO del cansancio do todos los Estados, quo do-seciban sacudir la coyunda do Jos caciques; dot anhelonacional do una rovoluciOn en Ri potitica del pals:

    "Podia ustedle dice ci sofior Maderodoiar quolas elecciones do Vicepresidente fueran libres".

    Pew oh general Diaz manifestO que ye estaba lan-zadcx la candidaturci del seor Corral, y no so podiarotroceder; y, parc terminar, Ic marcO clarcimento alcczudillo oaxaqueo, quo los antirreoloccionistas noserian entonces los responsabios do las consocuenciasdo esa obstinaciOn. Estabcz en lo justo oi seor Madero.Les revoluciones las provocan los gohiernos que soresisteri a escuchar las demandas logitimas de los pue-blos. La revolucin Irancesa na fu promovida por laarrebatcidora palabra do Mirabeau, ni por Ia audaciainconcebible do DantOn, sino por 01 empeo tenaz douna corte caduca y corrompida, quo so negabcz a in-plantar toda reforma. La rovoluciOn de 1910 no fupromovidci por aquelicts falanges esforzadas do ilusos,do perseguidores de la quimora quo anhelaban implan-tar en Mexico un gobierno basado en el derecho y lajusticia; sino por oh sistema do un gobierno quo oxa-cerb ha paciencia do todo un pueblo.

    Todavia antes do despedirse el candidato anti-rreeleccionista a ha Presidencia do Ri Repblica, lo ox-

  • mSTORIA POLJTICA DE LA REVOIJUCJON 13

    pres a] general Diaz La conveniencia de quo so hide-ra, cuando menos una renovacin en los gobiernos delos Estados para prevenir males mayores, poniendo cifrente do ellos a veintisiete hombres honrados. El ge-neral Diaz so incorpor con aquella manera tan espe-cial y mcxjestuosa quo tenla, para contemplcir la caradel seor Madoro, iluminada dbilmento por la pos-trera luz de aquella tarde del mos de abril, y con untono pauscido y ceremonioso le duo:

    -. Demo usted veintisieto hombres honorables yentonces so har esa renovacin on los gobiernos dolos Estados".

    Mas a pesar do todo, el seor Madero saliO de Riontrevista con el general Diaz, radiante, ms lieno dofe y de optimismo que nunca, resuelto a continuar lapropaganda politico a travs do toda la Ropblica,pare encender en los corazones las llamas generosasdo la redenciOn. Peregrino del ideal, perseguido, vili-pendiado, no abandon un solo momonto su labor su-proma. Lucho abnegadamente, amando, sufriendo, corn-batiendo, solo con su fe, con su pasin y su esperanza.Nada lo arredraba: ni las amenazas, ni las crceles,ni Ia muerto. Caminaba unas veces bajo arcos detriunfo, y otras envuelto en un huracOn rugiente doamenazas. LevcxntO su voz y consagrO su esfuerzo parahacernos ciudadanos independientes y libres. y do Me-xico una heredad fecunda a todas las labores del Won.

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  • EL ADVENIMIENTO DEL NUEVO REGIMEN

    Despues do haber sido designado el seor Ma-dero cczndidato a La Prosidencia do la Repbica par laConvencin Antirreeleccionista, continu su jira dopropaganda por toda la nacin, estableciendo clubes,prepcxrando par todas partes el advenirniento do La do-mocracia y el triunfo de libertad. Cuando el gene-ral Diaz so di cuenta del incremento grandisimo quohabla tornado el antirreeleccionisno on La Repblica,y que todos los eletnentos reyistas so hablan incorpo-redo ci rnovirniento oposicionista, rnando aprehenderen la ciudad do Monterrey ci seor Madero y ci licen-ciado Roque Estrada. Los prisioneros fueron trasla-dados de Monterrey a San Luis Potosi, donde.poco des-pus obtuvieron su libertad causional, escapadosepare los Estados Unidos. Entretanto, en Mexico eradeclarado Presidente de la Repblica el general Diazy Vicepresidente don Ramon Corral. Los antirreeloc-cionistas solicitaron ante Camera do los Diputadosla nulidad do las elecciones, habiendo sido rechatadaEu proposicin. Entonces los antirreeleccionistas ca-rnenzaron a preparer la revoluci6n para derrocar ciregimen porfiriano.

    Al tratar las autoridades policlacas do Puebla doaprehender a Aquiles Serd&i, el 18 do noviembre do1910, opuso heroica y tenaz resisitencia junto con todasu familia a la policla, siendo 050 acto la seflcsl paraque estallara el rnovimiento revolucionario en todo elpals. Pascual Orozco en Chihuahua, los Figueroa. enGuerrero. Fransisco Coss, los Gutirrez y Lucio Blancoen Coahuila. Zapata en Morelos, Jesus Agustin Castroen Durango. Carrasco e Iturbe en Sinaloa, Gavira yAguilar en Veracruz. Hill y Maytorena on Sonora, so-

  • 16 MI ODEL. AZJESSI 0 ROBLEScundaron el movimiento revolucionario. El gobiernodel general Diaz crey fciirnente sofocar la revo]ucin;pero entonces un cornplot descubierto en Tacubaya des-vanect las ilusiones del regimen porfiriano. En eseconpiot estaban mezclados Carnilo Arriaga, Jos Vas-concelos, Ruben Morales, Leon Gual, Enrique BordosMangel, Gabriel 1-Iern6ndez. Juan do Dios Diaz, ErasmoTrejo, Jos Guadalupe Garcia y Tonds Valle. La api-niOn pblica del pals apoyciba abiertamente el movi-miento quo acaudillaba don Francisco I. Madero, y sopuede decir quo no fueron los combates do Casas Gran-des ni la tome do Ciudad lurez los quo derrocaron elgobierno porfiriano. Fub tin movimiento popular el piederrocO el regimen de treinta aos. quo era una veT-dadera instituciOn nacional. Fu tel la alarina del go-biorno porfirista, quo mand Ilamar inmediatamonteal Ministro do Hacienda. don Jos Ives Limantour, ycii general Bernardo Reyes, que so hallaban en Europapara quo vinieran a auxiliar al regimen porfiriano quoso sentia sacudido por el oleaje tempestuoso del novi-mien to popular. Pare calmer las demandas do la na-don, el general Diaz cambiO su ministerio, y e 1 die 10do abril de 1911, llog6 al Congreso do la Unin, enar-bolando la misma bandera quo tremolabcx en los cam-pos de Chihuahua don Francisco I. Madero. Pero 70era tardo, y no ic quedO otro recurso quo pactar conlos revoiucionarios. El iicenciado Francisco Carbajal,Oscar Braniff y Toriblo Esquivel Obregon, en repre-sontacin del Gobierno, y por parte de la Revolucionel doctor Francisco Vzquez GOmez, don Francisco Ma-dero Sr.. y el licenciado Jos Maria Pino Surez. ci 21de mayo do 1911, en la Aduana do Ciudad Jurez,firmaron las bases para celobrar la paz, estipulOn-dose quo deberian renunciar la Presidencia don PorfirioDiaz y la Vicepresidencia don RamOn Corral. Se osti-pul tarnbin que serla nombrado Secretario do Rela-cionos Exteriores don Francisco LeOn de la Barra, qutenasumiria la Jefatura do la NaciOn Mexicana, y con-vocarla ci pals inmediatamente a elecciones.

    Coma un hecho grandioso on los anales do nuestrahistoria, debe consignarse el rasgo generoso do donFrancisco I. Madero. quo Ic salvo' la vida al generalJuan Navarro. defensor de la plaza do Ciudad Jurez.

  • HiSTORIA POLiTICA DE LA REVOLUCION 17

    El personalmeute lo escolt hasta ponerlo en sitlo Be-guro, czrrancandolo asi do las garras do la muerte.

    El dla 7 do jun10 do 1911 hizo su entrada triun-fal a hi Capital do la Repblica el seor Madero, quollegaba victorioso. Nada comparable hay on la his-toria do Mexico S recibimiento quo so 10 tributO a!Jefe do la flevoluciOn Mexicana. Ni la entrada del Ejer-cito Trigarante, ni el homenaje quo so le tributO a donBonito Jurez despus de haber derrotado al Imperlo,ni las desbordadas manifestaciones popularos quo sole hicieron a Carra.nza cuando entrO triunfanto dot-pus do Ia RevoluciOn Constitucionalista. No ha ha-bido tampoco en nuestra historia grit quo haya pe-netrado ms profundamento en el alma popular, comoel de jViva Madero! El jbilo con quo so recibi6 al can-didato del Pcxrtido Antirreeleccionista fu vordadera-monte extraordinario, indescriptible, entusiasta. gran-dioso. La sencillez do aquel hombre, su nobloza, sugenerosidad, su valentia y sus esclarocidas virtudescivicas eran promiadas con ose excelso homenajo quono tiene paralolo en nuestra historia.

    Al triunfar la rovolucin do 1910, los gobiernosdel seor Do la Barra y del Presidonto Madero queda-ron a merced del Ejrcito Federal. Desde el interinatodo don Francisco Leon do la Barra so conspiraba abler-ta y ostensiblemente en contra del gobierno de la ro-voluciOn. El dIa 12 de julio do 1911 so registraron unossucesos sangrientos en la ciudad de Puebla porquocombatieron rudamente en las calles de osa poblaciOnlas fuerzas revolucionarias y las fuerzas federales don-de figuraba el famoso Aureliano Blanquet. Hay quienasegure quo estas fuerzas pretendieron asesinar alseor Madero y at doctor Vzquez Gmez, quo llega-ban 050 dfa a Puebla.

    Ese hecho sangriento conmovi a toda la Rep-blica, dospus del cual el general Victoriano Huertafragua on Cuautla otro cornplot Para acabar con elseor Madero, quo se escapO do ser asesinado dobidoa su valor y a su seronidad. FracasO par completo eseplan, pero pronto so urdiO otro. Protendia VictoricinoRuerta quo so 11 nombrara jefe do las fuerzas on elsector del Ajusco, para venir a acabar con el interi-nato do don Francisco LeOn do la Barra o npedlr quoMadero desembarcara on Veracruz, terminada la jira2

  • 18 MIGUEL ALESSIO nOBLES

    politica quo 61 realizaba en esos momentos en el Es-tado do Yucatan.

    No hay ms quo leer el importante y documentadolibro "La RevoluciOn Mexicana", del licenciado Fede-rico Gonzalez Garza, para comprender quo la formulaMadero-Vzquez GOmez quo habia lanzado la Conven-cin Antirreeleccionista reunida en la ciudad do Me-xico en 1910, no podia subsistir. Tanto don Franciscocomo don Emilio Vdzquez GOmez, so hablan consagra-do a hacer quo fuera repudiado el seor Madero comoJefe del Partido Revolucionario y como candidato a laPresidencia do la Repblica. Par tal motivo so convoca una convencin nacional, quo so efect%iO en el mesdo agosto do 1911 on el Teatro Hidalgo. Asistieronrepresentantes do diversos partidos y clubes do todala RepiThlica, y onmedio do un entusiasmo desbor-dante fue proclamado Madero corno candidato a La Pro-sidencia do la Ropblica. Coma Vicepresidente figu-raron el doctor Francisco Vzquez GOmez, el licen-ciado Jos Maria Pino Sudrez, don Fernando IglesiasCalderOn y don Alfredo Robles Dominguez.

    Durante la ConvenciOn del Teatro Hidalgo, el ii-cenciado Cabrera defendl con energia Jo fOrmulaMadero-Vdzquez GOmez, quo hcibla side lanzada porel Partido Antirreolecctonistct en los momentos do lalucha, pero La inmensa mayoria quo so habla dadocuenta do la enemistad quo existia entro Madero y donFrancisco Vzquez Gmez, votO por la candidaturadel licenciado Pino Surez para Vicepresidente dola Repblica.

    Ocupci la Presidencia do la Republica don Fran-cisco I. Madero, el dia 6 do noviembro do 1911. Lasconspiraciones continuaban per todas partos. El gene-ral Bernardo Reyes, en la Navidad do ese mismo aflo.entra ci pals en actitud rebolde por el Estado do NuevoLeon. El general Victoriano Huerta no secunda 050 mo-vimiento rebelde a pesar do haberse comprometido for-malmonte a ello con su antiguo jefe, protector y amigo.El general Reyes fu aprehendido cerca do Linares eintornado en Santiago Tlaltelolco.

    Las inquietudes y la intranquilidad continuabanpar todas partes. La extraordinaria bondad del Pro-sidente Madero se traslucla en todos SUB actos. lionos

  • lUSTcUUA POLITICA DE LA REVOLUCTON 19

    do nobleza y do claros propsitos. Creki ciegamentequo todos obraban con la misma honradez y sinceri-dad y patriotismo quo l, hombre excepcional, den-tado siempre por la fe e iluminado constantementepar la ilusin. Su gobierno librrimo sufrio los ata-ques nds crueles do la prensa sin ruordaza y del par-larnento sin freno. jPero ast son los pueblos! Ultra-jan y asesinan a Madero; y a los Victoriano Huerta,mientras gobiernan, los viles y los esclavos ontonanhimnos do adulacin 'y do bajeza en su honor; peroel dia quo los Victoriano Huerta son arrojados delPoder, no escuchan mds quo las maldiciones flami-geras, no hay una voz misericordiosa quo ose defen-derlos porque cayeron envueltos en las olas tempos-tuosas del odio y do las aboniinaciones do todo unpueblo.

  • ESE HOMBRE ES PERFIDO Y DESLEAL

    Despus do haberse rendido el general Bern.rdoReyes, porque no tuv-o eco ninguno la rebelion quoiniciaba, fu internado en Santiago Tlaltelolco. Al prin-cipiar el ao de 1912, so sublevaron tambin on elEstado do Chihuahua Pascual Orozco y Jos Ines Sa-lazar, alentados y azuzados por la familia Terrazas.El Ministro do la Guerra del presidente Madero, el ge-neral Jos Gonzalez Salas, so pone al frente do lastropas del gobierno y sale a combatir a los rebeldesque no tenIan ninguna bandera ni habla tampoconingn ideal quo defender; pero ci Norte do Torrenfue derrotado ese digno soidado, y creyendo su desas-tre do mayores proporciones quo las quo realmentotonic, en un rasgo de pundonor militar, so suicide.

    Los gobernadores do Coahuila y do Sonora sociperciben a defender el regimen del Presidento Ma-dero. FuC nombrado el general Victoriano Huerta, parequo al mando do una columna militar saliera a corn-batir a las tropas do Orozco que protendlan invadirciquellos Estados. En Boquilla del Carmen y en CuatroCinegas fueron derrotados los soldados rebeldes.El Gobernador Carranza, dingo personalmente esasoporaciones militares. En la Batalla do Ojitos so co-mionza a destacar el Jefe del 4. Batallri do Sonora,Alvaro Obregn, cuyas bnillantes dotes militares ha-maron poderosamente la atencin qi general Sangins.El general Huerta derrota on Bachirnba y en Rollano alas fuerzas do Orozco y do Jos Ins Salazar, quedandoaM sofocada la rebeiion en el Estado do Chihuahua.Las fuerzas rurales do todos los Estados froterizos, in-corporadas a la columna del general Victoricino Huerta,tomaron una participacin muy grande y meritortaon na campaila militar.

  • 22 MIGUEL ALESSIO ROULES

    Pero no habicz terminado atn la lucha. La luchainlcua, injustificada, infame, iba todavIa a continuerhaste derrocar el regimen del noble Presidente Madero,quo habIcx combatido para quo nos enorgulleciCramosdo ser mexicanos. En Veracruz se subleva el brigadierFelix Diaz en el mes de octubre do 1912, y uric semauctdespus fu derrotado por el general Joaquin Beltrr..El general Flix Diaz es aprehendido y conducido aSan Juan do Ua, y dospus fuC traido a la Peniten-ciara do la ciudad de Mexico.

    En 01 mes de diciembre de ese misino aflo liege-ron a oslo capital Carranza y Maytorencx para hablarcon el Presidente Madero do la situacin politico quoprevalecla en todo el pals. Venlan a hablarle tambindo la necesidad apremiante do seguir sosteniendo 'yaumentando las fuerzas rurales, quo ye habcan sal-vado el regimen maderista ci sofocar la reboiion doOrozco en Chihuahua, y le continuarian prestando tinauxillo eficaz en los mornentos dificiles quo so Ic eve-cinaban a ese gobierno. Una maana llego ci Gober-nador do Coahuila ci Castillo do Cbcxpuitepec. El Jefede la Nacin Mexicana presont a Carranza con Vic-toriano Huerta quo acababa de regresar do Chihuahua

    y enRellano. Entonces Huerta cibraza repetidas veces alPresidente do la Eepblica, y comienza a hacerlo jti-ramento do lealtad sin venir ci caso. Al seor Ca-rranza le llam extraordinarianiente la atencin eseacto inopinado, porque las gentes bales y honradasnunca hablan do bealtad y de honradez. Tan prontocomo so despidi ci general Huerta. ci Gobernador doCoahuila Ic duo al Presidonte de la Repbiica:

    No crea usted en los jurarnentos do baited deese hombre, porque es prfido y desleal.

    El seor Madero y Carranza hablaron largamente.El Gobernador do Coahuila expres quo la situacixspoiltica do Mexico era muy crltica; que las fuerzas ru-rales serian ]as nicas capaces do salver a la adminis-tracin maderista do las continuas acechanzas do losenetnigos. Hablciban en esos momentos dos hombresdo caracteres diametraimente opuestos: Madero, bon-Jadoso, crCdulo. optimista; Carranza, rigido, descon-fiado. pesimista. Madero buscabcz el cpoyo do su go-bierno en el pueblo; Carranza en la fuerza. Los dos

  • msTornA POLmCA DE LA RBVO(1tJOXON 23eran valiontes, extraordinariamente valientes, pero elvalor do Madero era sencillo, y ci do Carranza, ohm-.pico. Madero tonic ci alma do tin nio, y Carranzczestcxba forjado pczra la lucha. El Presidente do la Re-pblica habl eso dia con su habitual optimismo, afir-mando quo todo so arreglada satisfactoricimente, pucs-to quo sus enemigos ilegarlan a comprender la lion-radez y los buenos propsitos del gobierno.

    Era una maana esplndida. La luz reverberabado prodigiosa manera en ha blcincura do ha nieve delos volcanes, tornando ms ciaro y huminoso ci lion-zonto infinito. El vago viento jugaba con las frondasdo los viejos ahuehuetes del Basque. "quo cii snismomundo contemplaron nifla", como duo ci poeta.

    Despus do haber prosonciado aquelia escenadesarrollada entre ci Presidente do ha Repblica y cigeneral Victoniono Huerta, el seor Carranza bajo delCastillo profundamente preocupado. Saui do cxlii aconferonciar con don Jos Maria Maytorena. Gober-ncxdor do Sonora, y despus so marcho a Coahuila parcsuplicarie at Gobernador do San Luis Potosi, doctorRafael Cepeda, quo invitara a los gobernadores doChihuahua, de Acjuascalientes y de -Sonora a una Ca-ceria quo tendria lugar en Cienega del Toro, situadaen la Sierra do Arteaga, colindunte por ci Oriente conci Sautillo, cnn el fin de cambiar impresiones czcercn dolos aconteciinientos politicos quo ya so barruntaban.La clebre caceria do Cionega del Tow so llev a caboal principiar ci ao do 1913. El seor Carranza no pu-do asistir a osci caceria porque eslaba enfermo. En surepresentacin mand a don Elisoo Arredondo. En ellaso trat solamente ha manera do salvar al regimenniaderista. Nadcz do conspiraciones, ni siquiera do opo-sicin cx ese Gohierno. Los gobernadores do Sonora.do Chihuahua y do Aguascalientes, mandaron tam-bin sus ropresentantes, y todos estuvicron de acuordoen cxpoyar to administracion del Presidento Madero.Ese acto fu dictado nor sus convicciones, por su patrio-tismo y sus ideas. Todos ellos cram hombres indepen-dientes y libres, quo habian abandonado sus afanes ysu trczbajo parc prestanle un servicio a la patria, y noibcxn a inanchcir y a trczicionar sus pnincipios por loscualos habIa luchado con tanta abnogacin y (ontoheroismo.

  • 24 MIGUEL ALES 810 ROBLES

    Esta es hi verdad categorica do esos hechos. Des-piis do celebrada la cacerIa de Cienega del Toro, re-gresaron cii Saltillo el doctor Rafael Cepeda. Goberna-dor do San Luis Potosi, y todos sus acompacxntes. Elseor Carranza les of redO un banquete quo tuvo ]ugaren el Hotel Universal. Asistieron ci doctor Rafael Ce-peda, Antonio F. Alonso, Francisco Martinez, el pro-fesor Jesus Villaseor. el Lic. Enrique OFarril, JuanBarragOn, el mayor Eulalio Gutirrez, Eliseo Arredon-do, Adolfo Huerta Vargas, Serapio Agtiirre. Jesus 136-vila S., Juan Barragan, Francisco Coss, GuadalupeDvila, Abraham Cepeda, .Luis Gutierrez y MarianoFlores, casi todos revolucionarios de 1910. Al termj-ncr el banquete. el Gobernador do Coahuila so ]evczn-to a brindar, y duo quo la situacin polilica do la Na-dOn era sumamente grave, pero que los gobertiadoresde Coahuila y San Luis Potosi le prestarfan todo suapoyo al Presidente do la Repblica, quo era comba-tido por la prensa do oposicin sin recato alguno. In-justos, inmotivados eran 050$ furiosos ataques. Susenemigos no descansaban Un solo momento. Alarma-dos, profundamente alarrnados por esci situaciOn, losdiputac3os y senadores renovadores cicudieron a expo-nerle a! Presidente de hi Repblica quo su gobiernocorria un peligro inminente do ser derrocado, pues soconspiraba ostensiblemente en contra do ese regimen,y la conjurci llegaba hasta el recinto mismo do los cuar-teles. Los amigos xns adictos del Presidente Madero,como Alfredo Alvarez, SOnchez Azconcx, Urquidi, Pani,Urueta, tczrnbin lo hczblaron do la delicada situaciOnpol!tica do Mexico.

    Asi las cosas, en los primeros dtas do febrero do1913, el Gobernador de Coahuila y el Presidente de laRepblica se cambiaron algunas comunicacionos, "entrance do rompimiento", como dice el seor Junco,porque el seor Carranza so obstinaba, con toda razOn,en no licenciar las fuerzcxs rurales. Los adversariosci regimen del Prosidente Madero propalciban en todosJos tonos que el Jefe del Poder Ejecutivo do Coahuilaquerla esas fuerzas para sublevarse en contra del go-bierno maderista. 1Se necesitaba ser insensatoc tParaqu querici esas fuerzas el seor Carranza, si el Ejer-cito Federal era suficiente para apoyar y defender alregimen del Presidente Madero? El Gobernador de

  • HISTORIA POLITICA DE LA RZVOWCTON 25

    Coahuila conocla bion la Historia do Mexico. Proton-Ha y sabla todo lo quo ibcza acontocer. Natural fuquo so resistiera a licenciar las fuerzas nirales quo es-tcibcrn bcxjo sus inmejiatas rdenos. Pero, pie rues tardelas veremos desempear tin papel linportanto en Iabistoria do nuestro pals, ci defender la bandora de lalegalidad tan escarnecida y ultrajada par un golpe ig-noniinoso do cuartel.

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    QUt HOMBROTE ES USTED, GENERAL!

    Mientras en Coahuila luchabcz desesperadamenteci Gobernador Carranzcx, porque las escasas fuerzasnix-ales do que disponia no lueran licenciadas, en lamadrugada del domingo 9 do febroro do 1913 estalien esta ciudad una sublevacin de cardcter militar.Los generales Manuel Mondragon y Gregorio Ruiz Ic.graron subtevar al 2. Regimiento do Artilleria, queso hallaba alojado en un cuarto! en Tacubaya, y a losalumnos do la Escuela Militar do Aspirantes on Tial-pan. Los alumnos rebeldes se apodoraron del PalaciaNacional. Envuolta estaba todavia la ciudad on lassambras do la noche. Al toner conocimiento don Gus-tavo Madero do quo habla en Tacubaya un movimiontomilitcir, precipitadamento abandona su casa, y so di-rige al Palacio Nacioncxl. quo ignoraba que habla caldoen poder del enemigo. Transpuso ci umbra! de La puortaprincipal, y al descender del automvil on el majos-tuoso patio, es reconocido y aprehendido. Al Secrotariodo la Guerra, Garcia Pena, le paso lo mismo. Nadams quo 61 ponetr a] Paiacio pox- la porte posterior,pasondo primero par el edificio del Ministorio quo es-taba a su cargo.

    Al toner conocimiento do esa sublovaciOn, el ge-neral Laura Villar, Comandcinto Militcir do la Plaza,auxiliado oficazmente por el Coronol Morelos y elCapitn Malagczmba, penetro cii Cuartel do Zapadores.A] fronts do unos cuantos so'dados atraviesa ci jardin,y toina por asalto el Palacio Nacioncil. DesannO a lasfuorzas rebeldes quo ya so habian crpoderado do laspuertas do honor y central y los manda encorrar enLas cocheras del patio principal. En esos mismos mo-mentos recobran su libortad don Gustavo Madero y ci

  • 28 MIGUEL ALZSSZO nOBLESGenera) Garcia Pefla, que una horcz autos hablczn sidoaprehendidos por Jos rebeldes.

    Entretanto las fuorzcis sublevadas ci mando dolos generates Modragon y Gregoric Ruiz so dirigierona Santiago Tiatteloico y a la Penitenciaria para ii-.berlor primero at general Bernardo Reyes y despu4s czlgeneral Felix Diaz. La columnu militar rnarcho sobroel Pa?acio Nacioncri croyendo crrneamerito que to-doyle estabcz en poder de los alurnnos do la EscuelaMilitar do Aspircintes. Al llogcxr at Pczlacio Nacional,el general Gregorio Ruiz so acerc at Cornandante Mi-Litar de la Plaza, Laura Villar. pare explicczr8e las cau-sas de ese movimiento pretoriuno. Entonces ci gene-ral Villar orden quo fuerci aprehendido s r conducidoa las cochercis del Palacio donde estaban presos Josalumnos do La Escuela Militar. Al vet ci general Reyesquo ci Pczlacio of recict resistencia. inmediatamente Seavalanzo sobre la puerta central del Paiacio, preten-diendo tornado a Jo Iuerza. El general Laura Villarordeno quo so hiciera fuego sabre el enernigo. cayendomuert el general Bernardo Reyes, y hondas junta al varios do sus pczrtidcirios, en los mornentos mismosen quo so iniciaba ci asalto. El general Villar fue hen-do en Un hombro. A su lado cay muerto el coronelMorelos, quo hcsblcx combcztido denodadcnnente a losenorni gas.

    Los generates Mondragn y Felix Diaz porno-necfczn a la expectativa en la cello del Licenciado Ver-dad. Entretanto el Ministro do la Guerra, Garcia Pe&jy el General Plato, marcharon violentarnente al Cas-tillo do Chapultepec pora doria cuentcz ci Presidentedo icr Bepblica do los penosos acontecirnientos quose acababan cM registrar on el Palacio Ncxcional y enla Plaza do la Constitucin, quo estaba cubiertcz docaddveres.

    El Conandonte Militar do Ia Plaza Ic di instruc-clones ci general Villarreal para quo marchara en elacto a ocupar la Ciudadela, autos do quo Jos Iuerzassublevadas fueran alit a buscar refuglo.

    El Presidente Madera, rodeado do los heroicoaalumnos do) Colegio Militar, cxbandona el Castillo doChapultepec. A cabailo so dingo cii Palcxcio Nczcional.Atraviesa la Reforma. En La esquina do San Juan do

  • 1US'TV21IA POLITICA DE LA. RXVOL.UCION 29Let ran y icr Avenida Juroz, se incorpora a la coluinnatin hombre siniestro, ms bion bajo quo alto, ocultandosu mirada con tines grandes gafas obscuras, portan-do el uniforme do general do Divisin, y arrastrandosu espcxda por el suelo: era Victoriano Huerta. Le re-cuerda ci Presidente el juramento quo to habla hechoen el Castillo do Chapultepoc de ser led, siempreleal, juramento quo hizo en aquella escena inolvida-ble que prosenci, asombrado. el Gobornador do Coa-huila. La columna hace alto en la Avenida Jurez. Sodotiene un momento el Presidonte do la Repblica enla Fotograula Daguerro, frento al Teatro Nacional. Con-tiniia despus por el 5 do Mayo parc atravesar la Plazade la Constitucin rodoado por la multitud, que lo ucla-ma con verdcxdero delirio. Al liegar el seor Maderoal Paiacio Nacional felicita al heroico militar LauroVillar. quo estaba herido en un hombro, y le ordenaquo so retire a su case. Al despedirse este bravo mi-kitar. ci Jefe de la Nacin Mexiccina Ic dice cii estro-char esa mano fbi:

    jQu hombroto es usted, general!'Pare substituir al Comandanto Militar de la Plaza,

    el Ministro do icr Guerra, general Garcia Peu, to in-dice al Presidente quo so nombre a Victoriano Huorta.Ante el asombro natural do todos los Ministros delPresidente do la Repblica, ese hombre fatidico esdesignado Comandcxrite Militar do la Plaza.

    Entre tanto, la columna do muiitares dosleaios,at niando do Felix Diaz y Manuel Mondragn ocu-pan la Ciudadoict, despus do ligoro combate, en elcuai murS el general Viliarreal, defonsor dofortaleza.

    Un omtsario do Mondragn y do Felix Diaz liegeal Palacio MaclanaI. Es el alom6n Waltorio Hermann,quo va on nombre de eilos a decir quo el Gobernadordel Distrito dobo designer un reprosentanto parc camffbiar improsiones acerca do los servicios do vigilanclamcfrs importantes do la chided. Fu dosignado el Ins-pector General do Policia, tonionte oronel EmulianoLopez Figueroa. Pero ci liogar oste militar ci rocinto4e la Ciudadela, lu aprehendido por rdenes del ge-neral MondragOn, quo, altaneramente, tratO ci Ins-pector General do Policla.

  • 30 MIGUEL ALESSXO ROBLES

    El Presidente de Ia Repbiica los comunica a to-dos los gobernadores de los Estados los trgicos acon-tecimientos quo so acabcxban do registrar en la capital.Tambien [es hace saber quo la Ciudadela est en poderdo Mondragn y do Felix Diaz, y quo ha nombrczdoal general Victoriano Huorta, Comandante Militar doLa Plaza. El Gobernador do Coahuila, at leer el men-saje del Presidente de la RepiShlica, se qued perplejo.Poco despus le da instruccionos cii capitn FranciscoJ .

    Mgica Para quo scxlga inmediatamente a la capi-tal a decirlo ci seor Madero quo es conveniento quose trasiade en soguida al Saltillo o a San Luis Potosi,donde podrd establecer Sn gobierno. porquo 61 conti-nua dudando do la baited del general VictorianoHuerta. El Gobernador de Coahuila no so cornunicatelegrficamente con ci Presidente do la Ropblicaporque tome que sus mensajes sean interceptados porel Comandante Militar do Ia Plaza.

    Para acailar el persistente rumor do roprobaciny do protesta quo so ievant por este nombramiento,ci general Huerta tenla quo dar en el acto una pruebade su lealtad.

    Manda entonces fusibar en el jardcn del Palacio algeneral Gregorio Ruiz, pare escarmiento do los trai-dotes y do los ambiciosos.oxcictrna el nuevo Conan-dante Mititar do la Plaza, con toda impudicia.

    En la tardo de ese mismo dia. el Presidente do IaRepblica marcia a Cuernavaca, acompaflcxdo do dosayudantes, Para traer a esta capital al general FelipeAngeles, y encomendarle la dofensa de un importantesector do esta ciudad. El lunes en la maflana, ya es-estabcz otra vez en el Palacio Nacional el PresidentoMadero, dictando disposiciones Para rendir a los su-blevados de la Ciudadela.

    Pero el enemigo ms grande y descarado do] Pro-sidente Madero, era el Embcijador do los Estados Uni-dos, Lane Wilson, quo no descansaba en propalartoda ciase do noticias alarmantes en contra del rgi-men maderista. Pero no solamente toda clase de noti-cias alarmantes, sino quo su audacia lleg hasta a

    onazar al Presidente Madero con una lntervencin.Convoca despus a una Junta al Cuerpo Diploxndticoacreditado on Mexico. Ante el asombro do los repro-

  • H1STORIA PoLrncA DE LA RE}VOLUOION 31sentantes extrcrnjeros expono cinicamente la nece-sidcid do que renuncie el Presidente Madero. Los Minis-tros do Cuba y do Chile so oponen a la atrabiliariaproposicin del tremendo Embcijador do los EstadosUnidos. Pero Lane Wilson no so conforma con su do-rrota. Cita a otra junta a los diplomdticos, pero nadarns a sus aliados Ya no invita a ella a Mrquoz Ster-ling ni a Hovia y Riquelme que no quisieron conve-tirse en cmplices del prfido representante nortea-mericano, quo logra al fin nombrar una comisin do di-plornticos pam que marche al Palacio Nacional a pe-dir ]a renuncia del Prosidento de la Republica.

    El seor Madero oxpres categricaxnente a lacomisin do diplomticos que no est dispuosto a ra-nunciar y quo no los reconocla ningn derecho do mez-clarse en los asuntos internos de Mexico.

    Al informar esos diplomticos a Lane Wilson delresultado de la ontrevista quo acababan de celebrarcon of Presidente, exclam iracundo y arnenazante:

    "jEst bien!"

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    ESTOY AQUt POR EL MANDATO DEL PUEBLO

    En los dias Ilamados do la decena trgica, el in-trigante Embczjador do los Estados Unidos desplego unaactividad asombrosa. Conspiraba ostensiblemonte contodos los enemigos del Prosidente Madero. Desde laEmbajada movia, coma si fueran soldados do cartn,a los sublevados de hi Ciudadela y a Victoriano Huer-ta. El interrnediario era Enrique Zopeda, amigo do lams absoluta confianza del Comcxndante Militar.

    El Ministro do Relaciones Exteriores, por instruc-clones del Presidente do la Repblica, convoc a losSenadores a unc reunion en la Cmara de los Dipu-tados. Era ci viernes 14 de febrero. Doce representan-tes do la Cthmara do Senadoros asistieron a esa reu-M6n informal. El seor Lascurain explico cimpliarnenteel estado do relciciones que guardaba Mexico con losEstados Unidos. ExpresO quo rendla esos informes ala Cmara do Senczdores para que estubiera ella in-formada de todo lo que acontecla en nuestro pals, re-pitiendo las amenazas de Lane Wilson.

    Despus do esa reunion informal, los senadorescelebraron algunas juntas on la casa de don SebastianCczmacho. Coma la mayoria do elios eran enemigos delPresidente Madero, y simpcitizaban ostensiblementocon Felix Diaz y Manuel MondragOn, aprovecharonla primerci sircunstcincia para atacar el regimen ma-derista. El seor de la Barra informo acerca do las ges-tiones quo hcxbIa realizado para pactar un armisticioentre las fuerzos contendientes. DespuOs so levantdon Jos Diego FernOndez, pam proponer quo renun-clara el senor Madero la Presidencia de la Repblica,conjurando asi el peligro do la intervenciOn nortea-mericancz. Fueron designados don Jos Diego Fernn-

    3

  • 34 MtGUEL ALESSIO ROBLESdez y don Gumersindo Enriquez para pedirle a! seorMadero su renuncia. El Presidente do la Repblica noquiso recibirlos. Fero pudieron hablar con ci seorErnesto Madero y don Manuel Bonilla, quienes losexpresaron que el Jefo del Poder Ejecutivo no estabadispuesto a renunciar. Los Senadores so retiraron pro-fundamente disgustados. jNo faltaba mds que no fue-ran recibidos por el Presidente do la Repbiica!

    La maana del martes 18 do febrero, los Sena-dores quo se reunieron on la casa de don SebastianCcnnacho, fueron cilados telefonicamente para queasistieran a una junta a Ia Comandancia Militar dela Plaza, cuyas oficinas estaban en el entresuelo delPalacia Nacional. Los Senadores acudieron a la citaquo los daba Victoricino Huerta. Al liegar, este militarMs dijo descaradamente:

    Seores, yo estoy a las ordenes do ustedes, yhaM Ia quo me ordene el Senado.

    Los Senadores so quedaron atnitos ante esa ci-niccx actitud del general 1-tuerta. No sabian ni qu con-teslar. Se ofrecia 61 descaradamento para quo ese gru-po do Senadoros lo invitara a la traicin. a la infamiay a] crimen. En esos instantes se present en la Conan-dancia Militar ci general Garcia Pea, el cual se en-car con los Senadores, increpndolos duranente y]Iamndolos corruptores del Ejrcito. Con ese motivoso suscit una escena violentIsima y los Senadores soquejaron con amargura do que el Presidente de LaFepblica se habia rehusado torminantemente a re-cibirlos. El general Garcia Pea, Ministro do la Guerra.path cztenuar un poco Ia inteperancia do las frasesque acahabcz do pronunciar, les ofreci quo 61 bajatodo lo posible para que ci Presidente de La Repblicalos recibiera esa misma maana. Se marcho el generalGarcia Pea do la Comandancia, y subio en el acto ahablar con el Presidente de la Repblica. Pocos no-mentos despus so present un ayudante del EstadoMayor Presidencicil, diciendoles a los Senadores quopodiczn pasar cii Salon de Embajadores. El Presidentedo la Repblica, con sus manos colocadas atrs do Laesperlda hizo una profunda reverencia para saludar-los, pero no les tendi La mano a ninguno do ellos. Sc-116 cxcompaado al Saln do Embajadores por algunosde sus Ministros. A su 1.zquierda estaba el licenciado

  • RXSTOLUA POLITICA BE LA REV OLUCION 35

    don Manuel Vzquez Tagle y a su derecha el generalGarcia Pefla. En medio do un silencio compicto. ci Se-nador Enriquez se expres de la siguiento manera:

    Seor Presidente: ya quo no pudimos set reci-bidos pot usted cuando por conducto del seor Secre-tario de Relaciones Ic solicitamos una entrevista, hemosrecurrido at IeEe Militar a quien so ha encomendado lasolucion de este problema, para obtener de usted estacntrevista y pedirle... (vacua ci Senador Enriquez),y en ese instante ci licenciado Vzquez Tagle, Ministrodo Justicia, quo est a la izquierda del seor Madero,le loca el braze y Ic dice en tono quo todos escuchamos:"quo digan qu, seor Presidente". Enionces ci seorPresidento, dice con energIa: "digan ustedes qu es loquo dosean", y continuando ci Senador Enriquez, seexpresa en esta forma: Que con la renuncia do ustedy con la del C. Vicepresidente so hard la Paz en la Re-ptThlica. El seor Presidente Madero, con tono enr-gico y poniendo omotividad en sus palabras. dice:

    Seores Senadores: no me extraa que ustedoslos Senadores del regimen porfirista que hubieran tie-seado quo don Porfirio continuara en ci poder toda suvida, vengan a solicitar lo quo usted acaba de expre-sarme, pore contrasta su conducta con la patrioticaactitud do Zapata y Radilla, quienes me ofrecen nilhombres en el sur para combatir a los subievados.mientras quo ustedes vienen a pedirme quo ontrogueci gobierno en manos de quien ha tenido la osadia dodar un cuartelcizo; (levanta la voz) estoy aqul por man-date expreso e indisculible del pueblo y solamentepor mandato de ese pueblo o muerto podr salir delPaiacio Nacional. El licenciado Obregon, tomando lapalabra y dirigindose a! seor Presidente, manifiesta:perdone usted, seor Presidenle, pero es quo ci seorMinistro Lcxscurin nos ha hecho ver el peligro inmi-nente de una intervencion extranjera. El scffior Pre-sidente exciama: "Me extraa quo ci seor MinistroLascurin haya hecho a ustedes tal advertencia, par-que aqul tienen Un telegrama, quo me voy a permi-tir leer do Mister Taft, en quo manifiesta clue deja algobierno y at pueblo do Mexico quo rosuolva estepenoso estado do cosas".

    El seor Presidente lee ci telegrama do MisteiTaft en quo manifiesta quo so respetar la soberanic

  • 36 MIGUEL ALESSIO ROBLES

    de Mexico y Ia facuitcid del gobierno y el derecho delpueblo pare so]ucionar ci conflicto interior del pals, y,at terminar. don Guillermo Obregn y con 61 en corolos dems senadoros, dicen: siendo asI. seor Presi.dente, disclpenos usted, no hemos dicho una palabra,y con su permiso nos retiramos. El texto de estos dis-cursos que se cambiaron el Presidente Madero y losSenadores Enriquez y Obregon, me fu proporcionadopor ml excelente amigo el general Marciano Gonzalez,quo los tom Iciquigrficamente, y por tan valioso ser-vicio le day Las ms cumplidas gracias.

    El Presidente de la Repblica mand ilamar in-mediatamente despus al general Victeriano Huerta,Concindante Militar do La Plaza.Este militar se pre-sent en el ado, arrastrando su sable por las atfombrasdo los salones del Pczlacio Nacional, nervioso, inquieto.porque ignoraba el resultado do la entrevista con losSenadores, y le dice el seor Madero:

    Esta misrna tarde, como jefe nato del Ejercito.me voy a poner cii frente de las tropas para empren-der el asauto general sobre La Ciudadela. El CuorpoDiplomtico, primero, y los Senadores, hoy, ban tenidoel atrevimiento do venir a pedir mi renuncia, y yo nopuedo tolerar que se ultraje de esa manera ci Jefe dola Nacizt Mexirana.

    El general Huorta so qued anonadado ante Ia ac-titud del Presidente do la Repblica. No sabla qu ha-cer. No sabla qu decir. Pew, en un rasgo do incon-cebible audacia abraza efusivamente al seor Madero,y exclama despus:

    Yo no puedo dejar quo ci Presidente de la Rep-blica so exponga a morir en esa aventura. Esta misrnatarde dare ye el asalto a icr Ciudadela, y quedarnmuertos alli bczjo sus humeantes escombros Felix Diazy Manuel Mondragn, castigando asi a los salteadoresdel Poder.

    El gonerdi Victoriano Huerta so cuadra ante elPresidente do La Repbiica, y en esa actitud, Jo dice:

    "jCon su permiso, voy a preparar todo para elasa Ito!"

    Pero el asalto no era a la Ciudadelci, sino a laPresidencia do la Repblica.

  • - -- -r -a-a - -

    LA APREHENSION DEL PRESIDENTE MADERO

    En olecto, ci general Victoriano Huerta di osodia. el 18 do febrero do 1913, 91 asalto a la Presidenciado la Repblica. A las dos do la tcixde, un pelotn dosoldados at mando del teniente coronel Jimenez Hi-veroL del mayor Izquierdo y do don Enrique Zepa-do. personaje ste quo movia el venal Embaja-ror do los Estados tjnidos ascendia pot la majes-tuosa escalera principal del antiguo Palacio dolos Virreyes. Se dirigia a los salones de la Presidencia.LIegO despus a la Sala de Acuerdos. Penetraron a InOficina Presidencial ci teniente coronel Jimnez Rive-rot y el mayor Izquierdo. AIlI estaban el Presidente.el Vicepresidente do la Bepbiica. algunos Ministrosy varios amigos holes y adictos quo no abandonabanat JeIe de Ia Nacin en esas bores terribies do angus-tia. Esos dos jobs militates sujotaron ci seor Ma-dero Juertemente. pretendiendo Ilevarlo asi a la saledonde estaba el pelotOn de soidados cii niando de En-rique Zepeda. El capitOn Garmendia sczc su revolvery disparO sabre ci teniente coronel JirnOnez Riverol,pronunciarido esta frase con toda energia:

    jAl Presidente nadie lo locaL"El teniente coronet Jimnez Riverol cayO muerto

    en el salon donde so desarroliaba esta escena. El ma-yor Izquierdo se retir en el acto del grupo. PretendiOsacar su revOlver- Pew, at intentario, el capitdn delEstado Mayor Presidoncial, don Federico Montes, sacOel suyo y disparO sabre ci militar desleal, cayendomuerto tambiOn como el teniente coronel Jimenez Hi-verol. La escena quo so desarroilO en 0505 iristantesu tremoncta. La tropa hizo varios disparos on el Salonde Acuerdos. En media do ese tiroteo cayO muerto tam-

  • 38 MIGUEL ALESSIO ROBLESbin don Marcos Hernandoz, parierite cercano delPresidonte Madero. precisamente en Ia puerta quo dctacceso a] Saln de Acuerdos; en la relriegcx fu heridoen una mane don Enrique Zepeda.

    El capitn Montes ordeno a la tropa quo terciaraarmczs y que saliera en ci acto de los Salortes Presiden-dales. El seor Madero bajo por el ascensor para di-rigirse cii patio do honor. Garmendia grit:

    "iSoidados, viva el Presidente do la Ropbliccz!"La fuerza presenl armas. Aparece entonces en

    escena ci general Bianquct, densamente plido. Pare-cia un muerto. Seguramonto so daba cuenta do Jotrascendencia del acto quo estaba realizando en esosmomentos. Iba a mcinchar su espada. Sobre su frentecoerlan los ancxtemas flamigoros do su pueblo y lacondenacion eterna de la historia. Con razor-i dice Ibsenen un drama inxnortczl: "No hay delito ms horribleque et de la traicin". El general Bicznquet cogi doun brcizo cii Presidente do la Repblicci, y lo introdujoen ci Cuerpo do Guardia, diciendole:

    "Es usted ml prisionero!"La puerta del Cuerpo do Guardia qued vigilada.

    Acompaaban cr1 seor Madero los Ministros do Co-municaciones, de Guerra, de Hacienda. do Justicia,do Gobernacion y do Relaciones.

    Pocos rnomentos dospus llogO el general Huorta,traslaviliando, porque la espada so to metia entro lapiernas y ci cognac so Ic habia subido a La cabeza. Elgeneral Huerta so dirigio a sus prisioneros en Un tonodramtico, conto correspondia a ese trascendental ysupremo instante:

    "iSeflar FresidenterEl seor Madero lo intorrurnpi y to duo:-" jAb, todava soy Prosidentel"El general Huerta quedo cohibido un momonto

    pero luego continu con su habitual cinismo:Seor ex Presidente": Los acobo do comunicar

    at Senado do Ia fep6b1ica y at Exubajador de los Es-tados Unidos estos acontocimiontos, que han mere-dde su aprobacion. Dosde quo vend en Bachimba.

    La interrumpiO otra vez el softor Madero, y lo dice:-" ((a era usted traidor!"

  • HISTORIA POLITICA DE LA REVOLTJCION 39

    El general Huerta perdi el hilo do su discurso.Ya no pudo continuar. Pretendio entonces despedirsedel seor Madero, quien se neg a dare su mano, tannoble, tan generosa, porque un fuerte impulso do re-pugnancia y asco le impidi extenderla. El generalHuerta quiso entonces despedirse del licenciado Vz-quez Tagle, quien be dijo:

    Yo tampoco le doy a usted ml mano!", recal-cando cada una de las palabras para dare ms enor-gia y vigor a la frase, que equivaila a una injunict.

    jDios los guarde a ustedes!", oxclamo ci ge-neral Huenta, lbevndosc sus manos a la cabeza, ebriode cobra y do vino, y saiiO en el acto del Cuorpo doGuardia arrastrando su sable por ci pavimento del Pa-tio do Honor, molesto, apencido. por la actitud levan-tisca quo asumieron sus prisioneros.

    En seguida se dirigio at garitn do la puerta prin-cipal donde estaban presos el licenciado Jos MariaPine Surez, Vicepresidente do la Repbiica, el licen-ciado Federico Gonzalez Garza, Gobernador del Dig-trito y el general Felipe Angeles, y at Ibegar frente aellos, grit:

    jViva la Repblica!"Poco antes de quo ci teniente coronet Jimnez Hi-

    venal y ci mayor Izquierdo subieran 'la escalera prin-cipal del Palacio parc aprehender at Presidente do laRepblica, ci general Huerta invit a don GustavoMadero y a los generates Delgado y Yarza para quo10 acompcxaran a aimorzar en el Restaurante Gam-brinus. Insistentemente so excusaba don Gustavo Ma-dero porque no querla asistir a ese almuerzo. Pero,fue tat la tenacidad del general Victoriano Huerta,que so vi obtigado a aceptar, despidindose do algunos amigos que en e gos momentos to acompaflaban.Antes de sentarse a la mesa, el general Huerta suplicoa sus comensales que tuvieran la bondad do permi-tine salir un momento porque the a dar unas rdenesurgontes. En efecto, tenia que dar esas Ordenes a lostenientes Luis Fuentes y Revilba. Entraron estos ofi-ciales a Gambrinus acompaados do veinte hombrespara aprehender a don Gustavo Madero y a los gene-rates Yarza y Delgado. Despus don Gustavo Maderofue concjucjdo a la Comandancia Militar, mientras elPresidonte y el Vicepresidente do la Repblica eran

  • 40 MIGUEL ALESSIO aOBL.ESconducidos del Cuerpo do Guardia a Los Salones do laIntendencic del Pcilacio Nacional. Momentos despusfuoron conducidos a esos mistuos salones el licenciadoFederico Gonzdlez Garza y el general Felipe Angeles.aprehendido en la Comandancia Militar, a dondo fuIlamado esa tarde para recibir rdenes. La misma no-cIte del 18 do tebrero, fu do una ardua labor parael lunesto Embajador de los Estados Unicios. El generasHuerta yci habia comunicado a Lane Wilson, por mediode unc nota, que tenla presos cr1 Presidento do la Re-pblica y a los miembros de su Gabinete, y le suplicabaquo inforxnara a] Cuerpo Diplomtico acreditado onMexico y a Los rebeldes do icr CiudadeLa, eso acon-tecimiento. Al recibir el atrabiliarlo Embajador dolos Estados linidos lo note del general Huerta, exclaxnilena de jbilo:

    'Desd.e autos quo el general Hu.erta me pidieraese servicio ya habIcr yocomunicado Ia noticia a learebeldes do la Ciudadela".

    El Embajcxdor Lane Wilson estaba ma comunl-cativo que nunca, y las frases brotaban do sus labiosa cada mom onto. Lo do icr prisin del Presidente Ma-derodecia---ya to sable ye desde hace tres dies, y,hay, en la meana, ese suceso deberla do haberse re-gist rado. Como el fafidico Embajador sable perfec-tamente todo lo que le iba a cicontecer al Presidente,uno o dos dies antes do quo fuera ciprehendido el se-or Madero. comunic ci gobierno norteamericano quoel general Huertcr, do cicuerdo con los sublevados do icrCiudadela. iba a derrocar el regimen maderista Estehecho iue suficiente para que la Cczndilterla norteame-ricana condenara a an odioso Embajador, quo habiatenido una intervoncin grande y decisiva en los tr&gi-cog acontecirnientos del mes do febrero do 1913. Doesa manera ningn mexicano podr dudar do la corn-plicidad do Henry Lane Wilson en esas crimenes. Elcyud elicazmente al derroccrmiento del PresidenteMadero. La virtud. la by. la justicici. La libortad thana ser substituidas per el vicio, por el crimen. per la lxii-quidad. por 01 despotismo. iDerrocar a Madero pareentronizar a Victoriano Huerta. patibulario, sombrio,pcivorosol Se cerrcxba en Mexico una era de luz, de no-bleza, de generosidad. parc abrir una etcrpa bochor-nasa do sungre, de crimenes, do infanias.

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    LA NOCHE MAS TRISTE Y VERGQNZOSA DENUESTRA HISTORIA

    El Embajador de los Estados Unidos coznunic alos reboldes do la Ciudadela la prisin del PresidentsMadero y do su Gabinete. horas antes do quo so lo in-dicara el general Huerta, y ci gobierno norteamericanouno o dos dias antes. porque 01 funesto Lane Wilsonestaba onterado do todo, puesto quo l dirigia las re-probables rnaniobras desde la Embajada norteameri-cane. Solcxmente fcxltaba convocar a los representan-tes do las naciones amigas para comunicarles oficial-monte ese acontecimiento. A las din do la noche co.menzaron a liegar los Diploxnticos y los demds in-vitados a la Embajada do los Estados Unidos. Aill es-taban ye algunos Sonadores y varios politicos me-xicanos que iban en busca do noticias. Momentos antesde quo principiora la junta pare la cual fueron con-voccxdos los Diplomticos. Lane Wilson ley, con enf-tica entonacin, los noxnbres do los politicos quo intograrian el Gabineto del general Huerta. Todavia nohabla sido nombrado Prosiderite provisional do laRopblica este militar, y ya el tremendo Embajador dolos Estados tjnidos sabia quines formarlan ci Gabi-note del general Huerta. El venal Embajador no cabiado gozo. Aseguraba constantomonte quo con el nuevoordon do cosas vondria la paz a Mexico y so estczblo-cerla 01 reinado do la libertad y la justicia.

    Aprovech el softor Mrquez Sterling ese momen-to para preguntarlo al Exnbajador do los Estados Uni-dos qu suerto correria el Presidente Madero. iOhI, atseor Madero, rospondi el pervorso Lane Wilsonlo llevathn a un manicomio, quo es donde siempre do-borian tenerle. Es un loco, Un vesnico. En ese mo-monto so abri la puorta do un salon y los ojos do los

  • 42 svItGUEL ALESSIO ROBLESdiplomticos descubrieron en el fondo Las figurcis doFelix Diaz, do Rodolfo Reyes, del general VictorianoHuerta. do Fidencio Hernandez. do Cecilio Ocon y doEnrique Zepeda, quo ilevaba su mano vendada par laherida que recibio horas antes en el Salon do Acuerdosdel Palacio Nacional a] ir a aprehender at PresidenteMadero. El cuerpo Diplorntico, los militares y los poli-ticos inexicanos quo dli se habian reunido, so formaronen torno do La mesa del contra de la sala donde elEmbajador do Los Estados Unidos ceiebrabcx sus rounio-flo g y consojos, y ci licenciado Rodolfo Reyes comenz aleer el acta conocida generalmente con el nombre do"El Pacto do la Ciudadela", porque sus autores tuvierontodavia un dtorno do vorgenza, do decoro y do pundc-nor. y no so atrevioron a liamarle "EL Pacto do la Emba-jade nortoamericana", como logItimamonte lo corres-ponde. Ese pacto so colebro esa noche alli mismo, onsuelo extranjero, amparado por el infame EmbajaderLane Wilson, quo fu quien dirigio todas las maniobraspare derrocar el regimen magnnimo y pio del Prosi-den to Madero. Al Ilegar a la clusula en quo estn 03-pecificados los nornbres do los Ministros quo figurarianen ci Gabinete del general Huertc.t, ci iicenciado Rodol-fo Reyes bcij los prpados. con Ia punta do La lengurLhumedeci sus aridos labios, despus sacudiO la Ca-beza COflO si una grave preocupaciOn to agobiara, y,duo misteriosamente: "reservado', y lo paso por alto,pero todos los representantes de las naciones amigas,so dirigieron unas miradas do comprensin y do enten-dirnienlo. Ya todos sabicin los nombres de los politicosquo lormarian el Gabinete presidencial. AL termincti[a lectura do esa acta, so abj-azaron efusivcxmenteFelix Olin y el general Huortci. Este militar so presentOa esa reuniOn con su traje do campaa, arrc.zstrando Iaespada por las alfornbrs do los suntuosos salones dbla Embajczda, centro y alma do la conspiracin. SobreLos anteojos oscuros despedian SUE miradas llamas dofuego. COiflO si quisieran devorar a Felix Diaz, quopocos inomentos antes habia sido su contrincante, y,desde eso instante su amigo y aliado on ci crimen yen la infamia, grades a la intervencin descarada ycibierta de Lane Wilson, quo logr poner de acuerdo alos conteridientes para quo se repartioran el Poder.DespuOs do ese abrctzo satnico, principi el desfilede Los militares, do Los politicos, do los diplomdticos.

  • HISTORI.A POLITICA DE LA BEVOLUCION 43

    Pasaron los diplomticos, los politicos, los miii-taos al comedor do la Embajada. Sobro la mesa cu-biertci do blanca mczntelerlcz los ricos fiambres y losexquisitos dulcos y on las copas del frgil cristal doBohemia, el dorado y burbujeante champcia, adqui-Ha los dolicados tonos del dmbar ci besarlo la Iuzquo doscondia del esplndido candil. El EmbajadorHenry Lane Wilson Levanto su copa pare brindczr par"Los Iriunfadores', "por los salvadores de Mexico".jQu descaro! iQu6 desvergonzal iQu6 oprobio! Nun-cc en nuestra turbulenta Historia so habia visto un actomds triste e ignorninioso!

    Cerca de la media noche termin la reunion. Aldespedirse ci seor Mrquez Sterling del siniestroEmbajador do Los Estados Unidos, todcxvia abogo paraquo intercediera par la vida del Presidente Madero.El diplomtico cubano. on la puertcx do la Exnbajadcxnorteamericana tuvo oportunidad do saludar a otropolitico quo liogaba on osos monentos en busca deuna cartera, inquieto, jadeante, nervioso, y habiendopreguntado qu pasaba, el Ministro do Cuba le con-test con esta fraso candente:

    "jQue ye so comieron su guisadol"Alli en la Embajada do los Estados Unidos se

    reparticron el Poder. Alli mismo so celebro un pactoinfarnante que el pueblo rompi despuCs en mu pe-dazos. Esa noche, que es una do las ms sombrias yvcrgonzosas do nuestra historic, el noble PresidenteMadero dormIa on ici prisiOn ci lczdo del licenciadoPino Sudrez, del general Angeles y do Federico Gon-zlez Garza. Dormicz ignorando las inicimias que soestciban urdiendo en la Embajada do Los Estados Uni-dos. ignorando Ic suerte quo corria su hermeno Gus-tavo, tan vilmente calumniado.

    Ese cuadro vergonzoso es iluminado por ]as lla-mas dot incondio do "La Nueva Era", quo un grupo dorebeldes, escapado do la Ciudadela, fuC a prenderlofuego. Do la Embajada do Los Estados Unidos so din-gieron Victoriano Huerta ci Palacio Nacional, y FelixDiaz y Rodolfo Reyes a la Ciudadelci. Than a descansardespus do icr penosa y amarga jornada do eso dia. Elgeneral Huerta iba a dormir en el mismo lecho y enla misma cilcoba del derrocado Presidente Madero. jQuconciencia ms negra! Ni los criminales ms empederni-

  • 44 MIGUEL ALESSIO ROBLES

    dos duermen donde antes dormian sus vtctimasl Pero,Huertci si. Esa misma pavorosa noche so disponla a dot-.mir. como un bionaventurado, cuando so presenta unacomisin do oficiales, quo ibcx en nombre do los suble-vados do la Ciudadela, a pedir quo los entregaran cxlos funcionarios dorrocados. Pero, coma ni 01 Presidenteni el Vicepresidente do in Repbiica hcxbIan presen-tczdo sus renuncias. &I general Huorta se rehus a man-darlos esa nocho al supiicio.

    jQue so conformen por ahora on quo s]cxmen-to los mande cx Gustavo y a Bass. dijo Huerta coninaudita insolencia y di ordenes para quo fueranentregados estos prisionoros que pennanecian todaviaen la Comandcxncia Militar do in Plaza, custodicidospot ins fuerzas del general Blanquet. quo ostentabains insignias quo le habla otorgado el Prosidonte Made-ro, y un reloj do oro quo lo obsequi despus do aquollacurrera dosaforada ernprendlda par eso infiol militar.cuando a his ordenes de Victoriano Huerta, fu a Clii-sivahua a combatir a Pascual Orozco.

    Momentos despus llogabctn a in Ciudadela lotOficiales rebeldos COfl Eu presa. Fuoron a dopositarlaante los ojos atnitos do Felix Diaz, quion orden quola lievaron ante la prosencia do Manuel Mondragn,quo, implacable, orden quo don Gustavo Madero ydon Adolfo Basso fueran fusilados en el acto. Don Gus-tavo Madero protendi defenderse. quiso hablar, perotodo me intil. Fu arrastrado ci Jardin do la Ciudcz-dola, y, cxi pie del. Monumento do Morelos. afli cayOacribil]ado a balazos. Despus le tocO su turno cii viejomarine don Adolfo Bass, el fbi Intendente del Pala-do Nacional. En una actitud gallarda buscO en el cieloIn Osa Mayor, y co]ocando sus manos sobre el podiaerguido, sefla] a dondo deberian tirarle los soidadosdesiea]os. Una descarga corrada so oscuchO. Rueda pottierra ci cuerpo del bravo marIno, victima do la mi-quidad y la infamia, quo antes do mont quiso contem-plar 01 cieo estreliado, parc transportarso en espiritua otras regiones infinitas, lojos de las miserias y lasambiciones do los hombres.

    Todavia no estcxban saciados do sangre y no von-ganza los conjurados do la Ciudadela. Todos Bus ert-menes tenan ci respaldo del Embajador do los Esta-dos Unidos. Dospus do lo quo accibaban de presenciarlos ojos do Felix Diaz, do Rodolfo Reyes y do Victo-

  • HXSTORJS POtInCA DE LA REVOLXJCTON 45

    riano Huertcx on la Embajada norteamericana, frerxtoci Cuerpo Diplomtica, frente a algunos militares ypoliticos mexicanos, equ6 mOs podian pedir?, Zqu6 rnspodicin anabicionar? El satnico Embajador Lane Wil-son los alentaba, los azuzabcz y los impuisaba paraque exterminarcin a todos los maderistas. Acababan doset asesinados don Gustavo Madero y don Adolfo BassO.cuando liege a la Ciudadela en ese instante, en un p0-deroso automovil un hijo do Modragon COfl otto wi-sionero. Era Manuel Oviedo, Jefe Politico do Tacubaya.Alli inismo, junto ci pie do la estatua do Morelos, estambien ultrajado y asesinado.

    1136nde se lanzarla una voz do protesta en contrado tanta iniquidad y do tanta infanaia?

    Mientras on esta capital so desarrollaban los opt-sodios ms sornbrios y vergonzosos de nuestra HistoriaPatrict, miontrcxs el Poder Ejecutivo de la Nacion eraderrocado y traicionado par ci Coniandante Militarcx quien so to encomendO la defense de las institucio-nes, rnientras eran cbnculcados todos Los derechos ytodas Las libertades, mientras so arriabcz el pendOndo Jo justicia ante el asambro y el pavor y la vet-genza do tocios los mexicanos, mientras e cerrabciuna era luminosa on la cual se los arranc a todos losciudadanos los grilletes y las mardazas para quo fue-ran independiontes y libres, aun a aquellos ntislnos quoquerian seguir siendo esclavos, rnientras so abria unaetapcz maldita do odio y abotninaciones, do crirnenes ydo iniquidades, mientras so retrocedia a las pocascavernarias en las cuales el xus fuerte puno atrapaIa mejor presa, mientras el Presidente y el Vicepre-sidente do Ic Repblica pertnanecian presos en la In-lendencia del Palacio Nacional, mientras era incen-diado el pericMco "La Nueva Era' por los sublevadosdo la Ciudadela. inientras eran vilniente asesinadosdon Gustavo Madero. don Adolfo Basso y don ManuelOviedo, rnientras pactciban Victoriano Huertcx, FelixD!crz, Manuel MondrczgOn y Rodolfo Reyes en hi Ernba-jada nortecinericana, mientras so repczrtian el podercon la anuencia y la aprobacion del infaine Lane Wil-son, nientras era derribado un regimen do honradez ygenerosidad, mientras so ergulan sobre los escombrosla traicin y la infamia, se levantO en la gioriosaciudad del Saltillo una voz de protesta contra tantainiquidad y tanto oprobio. iCiudad ilustre, quo meciste

  • 46 MIG0EL ALESSIO ROBLES

    Ici cunci do grandes hombres, do egregios poetas y doesciarecidos escritores, entre tus timbres do orgullo ydo gloria hones tambin el lauro inmarcesible quoconquist parc tus blasones la vciliente y heroica ac-titud del Gobernador Carrcinza, que empufl esa misinatrgica noche La fuscincinte bandera do la Ley para]ibrar a nuestra patria de Ri ignominia y do la leroci-dad, desencadenadas, como un huracn implacable.por La soldadesca brutal, en cuyos labios no vibrabala voz del patriotismo y en su frente no brillaba la luzdo ningn ideal!

  • LA BANDERA DE LA LEGALIDAD

    El aire intensamente Irlo do la montana hermosado ZapalinamC descendla sobre la Ciudad del Saltillo,come ci viento helado quo pole y entumece do la Sie-rra del Guadarrama desciendo sobre Madrid, "quomate un cristiano, pero no apaga un candil". Eran lasnueve do la noche del 18 do febrero do 1913. Liogabaon esos mementos ci Gobernador Carranza a su casaparticular. Un monsajero Ic entreg un telegrama.Era do Victoriano Huerta, quo Ic comunicaba "quo au-autorizado per ci Senado, tonic presos a! Presidente yal Vicepresidonte do la Ropbiica y a su Gabinete, yquo 61 so hahia hecho cargo del Poder Ejecutivo do laNacin". El Gobernador do Coahuila mand convocarinmediatainente a los Diputados ci Congreso Local.El seor Cczrranza no vacii un momento. Pronto sohall rodeado del licenciado Ernesto Garza Perez, doLuis y Euiaiio Gutierrez. do Francisco Coss. do JesusDvila Schez, do AndrCs Sauccdo. do Gabriel Cal-zada. do Ernesto Meade Fierro. do Espinosa Mireles.do Miguel Acosta. do Alfredo Breceda. do DanielRios Zertuche, do Urbane Flores, do Ernesto SantosCoy. do Aldo Baroni y do algunos diputados loca-les. Esa misma noche lo comunic oficialmonte a!Congroso do Coahuila la not icia quo recibio unmomento antes, y Ic podia quo resoiviera sobrela actitud quo deberict asumir frente a los acon-tecimientos que so desarroliaron esa tarde on la Capi-tal do ict Rcpblica. El Congreso Local acord desco-nocer at general Victoriano Huerta en su carcter doIeEe del Podor Ejecutivo do la Ncxcin.

    El seor Ccirranza, con singular energia. ci 19 dofobrbro, enarbola la bandera do la iogalidad. En So-nora el Gobernador Maytorona Ic dingo a Nczvojoa

  • 48 MIGUEL ALEBSIO ROBLES

    un telegrama a] teniente corone] Alvaro Obregn paraquo se presentara en Hermosillo. En ese nismo Estado.Diguez, Hill, Cabral, Calderon, Juan Jos Bios, Eraca-montes, Alvarado y Calles, en Durango, los Arrieta, Je-sus Agustin Castro y Orestes Pereyra. en Chihuahua.Rosallo Herndndez, Manuel Chao y los Herrera asumenunct ctetitud rebelde. Entretcznto, ese inismo dia, Huertcxy B]anquet encaminaron todos sus esfuerzos para quorenunciaran el Presidente y el Vicepresidente do la Be-pblica. Esos militares ofrecieron a los Ministros deCuba y do Espafla quo si renunciaban los seores Ma-dero y Pino Surez, ese mismo dla podilan embarcarseen el crucero cubano, ancicxdo en el Puerto do Vera-cruz, que el seor Mrquez Sterling ponia a disposi-ci6n do los prisioneros.

    Ct Gustavo?, preguntaba a cczda momentael inlortunado Madero, quo ignaroba que su hermanohabla sido asesinado la nocho anterior. No, yo no meinarcho sin Gustavo, decks constantemente. Al Minis-tro McIrquez Sterling le interrog d6nde estarici Gus-tavo, si no correrla peligro. jEsos iueron los mornentosms terribles y angustiosos del noble representantecubano No scibia qu contester. Las palabras quo-dabcrn ahogadas en su gargantcz. Sus ojos estabanhuinedecidos por las ldgriinas. Sus labios no podlandesplegarse pare no hacer ms amargo y cruel esecat va rio.

    El Presidente y el Vicepresidente de Ri Bepblicaestabon dispuestos a rerxunciar; pero el pliego do surenuncia lo depositarian en las manos del seor Heviay Riquolme. Ministro do Ia Repblica do Chile, y esasrenuncias serlan entregadas cuando los prisionoros yuestuvieran a bordo del barco cubano. Los seores Ma-dero y Pino Surez firman sus renuncias. Le entreganel pliego a don Pedro Lascurin pczra quo fuera mos-trado ci general Huertcz. El seor Lascurin expresquo no era conveniente entregarle el piiego do las re-nuncias a] Ministro de Chile, porque era un asunto quodebeda ventilczrse solamente entre mexicanos. A lasdiez do la noche salcirian rumbo a Veracruz. El generalAngeles rnandarIa la escolta quo los custodiara. Losczcompcxarlan el seor Mdrquez Sterling. Ministrodo Cuba, y Horigutchi, Encargado de Negocios delfapn.

  • WSTORiA POLt'flCA DE LA REVOLUOXON 49

    Los seores Lascurdin y don Jaime Gurza salie-ran do La Intendencia del Palacio Nacional con lasrenuncias para hablar con el general Huerta. Encon-traron a esto jniiitar en las oficinas de hi Comandan-cia do Ri Plaza. Al ver a los dos Ministros del seorMadero, excicim como el mejor cmico del mundo:

    Yo juro, por lo quo mds quiero, dijo Huertaenfaticamento extrayendo con su mano derecha unasmedallas do su pecho, y besndoias con uncin quono permitir pot ningn motivo quo nadie toque alseor Madero, y quo su vida seth rospetada.

    En la tarde. una Comisin do la Cinara do Di-putados so traslado a Paiacio para recibir la renunciadel Presidente y del Vicepresidonte de La Repblica.El Ministro do Relacionos, don Pedro Lascurin, y elingenioro don Jaime Gurza, Ministro do Comunica-ciones, pusieron en conocimionto del seor Modero laliegada de esa Cornision, y quo, acompaados porella, so dirigian a Ia Cdmara para presentar las re-nuncias.

    En medio de un pavor inmenso, so abre la sesindo Ici Camara. Sc da cuenta do ]as renuncias. Los di-putados Alarcn, Escudero, Hurtcxdo Espinosa, Mndez,Morales, Navarro Luis, Ortega, Luis Manuel Rojas,votan en contra, quedando aiR su actitud como unejemplo iuminoso do gallardla y do civismo.

    Entretanto don Ernesto Madero Ilega a la Inten-dencia y hace saber al seor Madero quo Huerta no sodiana a dar satisfczccion a ciertas condiciones quo soIc pedian. El seor Madero inmediatamonte le suplicaal licenciado Vzquez Tagle. Ministro do Justicia, quocorra a decirle ci seor Lascurin que suspenda lapresentacin de ]as renuncias. El seor Vdzquez Tagle]leg a la Camera cuando so recogla la votacin. Re-gres a Palacic, y el seor Madero Ic pide que de flue-vo regrese a Ia Cmara para suspender La renuncia delseor Lascurin como Presidento Interino. El seorV&zquoz Tagle, una vez ms, lIego tarde, pues La re-nuncia del seor Lascurin habia sido presentadcx ya.Los acontecimientos politicos so sucedian unos a otroscon rapidex asombrosa.

    El general Huerta. ccmo Ministro do Gobernacin,quo acababa do ser nombrado por ci seor Lascurin,rindio su juramento ante la Cmara como Presidenteinterino.

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  • 50 MIGUEL ALES St 0 ROBLESAl conocor estos aconlecirnientos el seor Madero.

    exclam: Hemos caido en otrcz trampa de ese hombre;Pero no lanz ni una sola injuria en contra del usur-pador; ninguna queja par to quo habla sucedido.

    Horas antes de la cita convenida, lleg ci Minis-tro de Cuba pam actompaar a los seores Madero yPino Surez en su viaje a Veracruz. El tren estabalisto en la Estacin del Mexicano, pora quo rnarcharctnlos prisioneros. Pore en lugar del viaje. mand Huortaquo so los incornunicara y quo so los carnbiara centi-nela de vista a cnc!a mornento. Solo el seor MrquezSterling pennaneci toda la noche con ellos en la In-tendencia del Palacio. El seor Madero no tard endormirse profundamonte, como tin nio, con to concien-cia tranquila de no haberle hecho un mal a nadie enla vida. Toda la noche pennaneciO sentado en ci sofade la sala ci seor Pino Surez, junta a una mesacoloco sus brazos, y en ellos bundi su caheza profun-darnente agobiado, dndose cuentcx exacta do hi tristerealidad de los hechos brutales. pavorosos.

    Tan pronto coma ci seor Lascurin presentO larenuncia do su efimero cargo de Presidente interinodo to Repblica, corri a la EstaciOn acornpaadodel Ministro de Chile para despedir a los viajeros.Alil estaban las familias de los seores Madero y I'inoSurez. Los prisioneros no ilegaron. Entonces el seorLascurOin y ci seor Hevia y Riquelme so dirigieronci Palcio Nacional para entrevistar at general Huerta.El coronet Mass, Jefe del Estcxdo Mayor Presidencial.les mostr to orden para to salida del tren y to cartade garantia para los seores Madero y Pino Surez.quo habia sido solicitada esa misma tarde pot donErnesto Madero, pero ni una ni otra fueron firmcxdaspar el general Huerta. Ya estaba dormido y no so Icpodia hablcir.

    El Ministro de Chile y ci seor Lascurin regre-saran a to Estacin con tan infausta nueva. Las familiasdo los prisioneros volvieron a sus casas. angusticxdas.Nadie podria conciliar ci sueo. Sin embargo. Maderodormia profundamente en su improvisado lecho enlos Salones do to Intondencia del Palacio NacionalDormia tranquilo. No tardaria en dormir, en los brazosde to inmortalidad, el sueo eterno do la gloria.

  • ENTONCES TEMBLE POR EL PORVENIRDE MtXICO

    Esa misma noche on la cual prest6 su juramentocoma Presidente Interino de Mexico ci general Vic-toriano Huerta, en la Ciudadela tuvieron una juntaFelix Diaz, Manuel Mondragon y Bodolfo Reyes pro-fundanjente alarmados ante la actitud desleal del nue-vo mandatario de Mexico, quo lo crelan capaz de todas]as infarnias y do todas las monstruosjdcjdes. Escimisma nocho comenzaron a procicinar los corifeosdel Presidento Interino do la Repblica, los msciptos, los ms inteligentes, los mds cultos, quoya tenlamos los mexicanos un general Huerta pa-ra treinta aos. Ese hombre no iba a cumplir elPacto de la Embczjada de los Estados Unidos. En61 so habla convenido quo el general Huerta sodadesignado Jefe interino del Poder Ejecutivo de Ri Na-cin; que convocarla inmediatamente a elecciones paraclue resultant electo Presidente de icr Repblica el ge-neral Felix Diaz; que los Ministros del interinato pro-sidencial sedan nombrados pot Los aizados de la Ciu-dadela. tPero, despues de lo que habia hecho con elPresidente Madero, quin iba a tenet cofianza en esehombre prfido, desleal, ambicioso, cruel, sangut.nario? jNaclio! Asi, pues. Mondragn y Felix Diaz de-signaron a Rodolfo Reyes para que en nombre de ellsfuora a ver a! general Victoriano Huerta, y be expresarala conveniencia de que en la resolucion do todos losasuntos importantes deberia 61 do obrar de acuerdocon "los triunfadoros".

    Habla sido Huerta tin subordinado y protegidodel general Bernardo Reyes. Pero, el dinnico gober-nador de Nuevo Len y su hijo Rodolfo lo querlan como

  • 52 MIGUEL ALEBSIO BOBLESsoldado y amigo, pero siempre abrigaron la creenciado quo serla tin psimo funcionarlo pot SUB vicios. Asito dice el licenciado Rodolfo Reyes on su libro "De MiVida", donde afirma quo su padre no podia aceptara Victoricino Ijuerta como Ministro, mucho menos comoFresidente do la Repblica.

    El 20 do febrero, saui muy temprano ci licen.ciado Rodolfo Reyes do la Ciudaclela. Liego at PalciciaNacional. Iba on busca del Presidente Interino paracumplir la rnisin quo Jo encomendczron Felix Diaz yManuel Mondragn. Encontr a Huerta vostido con eluniformo do gala, porquo horas despus recibiria eljuramento do Jos Ministros y las IelicItaciones delCuerpo Diplorndtico.

    Vengo en nornbre del general Felix fiat y doMondragn a decirle a usted quo do acuerdo con elPacto, es indispensable quo los esuntos importantes delpals, Sean estudiados y rosueitos pot los Jefes do esthmovimiento quo derroco at regimen maderista.

    A Huerta to relampaguearon SUS ojos. Sus ml-radas lanzaban llamas do fuego. Huge do Ira y do in-dignacin. Parecia tin len quo quiere romper los hie-rros do su jaula. Do pronto coge a Rodolfo Reyes douna mufleca y caM to arrastra a un sain del Palacio,y aIM 10 gritci enfurecido:

    i Cuidado. Rodolfo, no so oxide ustod metiendoontre Las patas de los cciba]los, cuidado, Rodolfo!,vociferaba Huerta furioso, frentico, y continuamenteIlevaba su mano derechcz at puo do su espada, comosi quisiera desenvainarla para cintarear con ella a unmiserable recluta.

    Entoncos temblC pot el porvenir do Mexico. 'itaRodolfo Reyes. "Ya so le habla subido ci puesto", comodice grficamento La gente do nuestro pueblo, al amigo,at protector y at complico del representante do FelixDiaz y do Mnnuel Mondragn. Pero, nada do extrcthotiene quo a tin hombre inculto y rudo como a Victo-riano Huerta "so to suba el puesto", cuando hasta aAlfonsito Reyes so Jo subi la Legacin do Mexico enParis. No querict quo sus amigos queridos do la infan-cia, como Carlos Serrano, le hablaran en las of icinasdo td. En la caule, Si; pero entonces Serrano, to dijoquo ni en la calle xii on la oficina Ic habiarla do nun-

  • HISTORIA POLITICA DE LA HZVOLUCION 53