La educación superior se ve obligada a revisar sus funciones sociales y estrategias específicas, las tecnologías digitales despiertan connotaciones diversas dentro de las instituciones.

Entendemos que el concepto de tecnología va más allá del uso de artefactos, procedimientos y de procesos para abordar y resolver diferentes problemas, ya que también comprende el conjunto de saberes, prácticas, relaciones y comportamientos vinculados con el lugar y el sentido de la tecnología en la realidad social.

Uno de los principales riesgos que puede tener una persona hoy día con el avance de la tecnología, es quedar relegado o excluido laboral y socialmente, como consecuencia de la brecha digital, caracterizada por las marcadas diferencias que se generan

Las instituciones educativas juegan un papel vital en su principal responsabilidad en la formación de profesionales con niveles de desempeño acordes con las necesidades y exigencias del mundo laboral actual.

El principal cambio

que se debe dar en los procesos de enseñanza-aprendizaje,

es pasar de una enseñanza

independiente y aislada de las habilidades con

las TIC, a una enseñanza integrada,

Para evaluar el aprendizaje de competencias digitales, se debería valorar que el estudiante sea capaz de:

• Evaluar presentaciones electrónicas

• Utilizar las capacidades para revisar gramática de procesadores de texto.

• Aplicar los principios legales y de conducta ética inherentes al acceso y uso de la tecnología

• Uso de e-mail y otras herramientas para comunicación en tiempo real.

• Participación en teleconferencias y grupos de trabajo a través de internet

El uso de tecnologías en la enseñanza universitaria facilita el conocimiento por parte del docente de los procesos de aprendizaje, la metodología de trabajo en clases, los procesos de tutorización para trabajar en equipo, las fuentes de información que utilizan los estudiantes.