Alfonso Carbajo " La retorica progre del nuevo gobierno de Espana"

4
36 ACTUALIDADECONÓMICA [FEBRERO 2012] El 20 de noviembre pasado, España se libró de la pesadilla del zapaterismo, la aventura de un Gobierno que empezó por confundir la realidad con sus alucinaciones de gran- deza (la conjunción galáctica de la órbita de Obama con la del líder del PSOE, la alianza de civilizaciones o la proclamación del inmi- nente adelanto de España a Francia en el crecimiento del PIB per cápita, por citar sólo algunos detalles) para terminar condu- ciendo a nuestra sociedad al borde del de- sastre. El Gobierno de Rajoy representa un retorno al realismo y la cordura. Atrás queda el coro desafinado de Bibiana, Leire, Salgado, Rubalcaba, Chacón, Conde Pum- pido y tantos otros. El presidente Rajoy ha elegido un Ejecutivo formado por personas experi- mentadas, al que deseamos to- dos los aciertos en su tarea de regenerar la vida política y si- tuar a la economía española en una senda de prosperidad. Pero los males de España no se arreglan sólo con la sustitución de los equipos si no se echan a la basura, al mismo tiempo, los vicios, tics y su- persticiones (manifestadas en expresiones semi- cocinadas como capitalismo salvaje, thatche- rismo, confusión de igualdad con equidad, Es- tado de Bienestar, por ejemplo) que, camufla- das como miasmas sutiles en el lenguaje, constituyen parte del acervo del zapaterismo. La defensa contra ese peligro es la precisión en el lenguaje que, según Orwell, implica sin- ceridad en el debate político. La aplicación del test orwelliano revela que los gérmenes zapate- ristas del confusionismo han alcanzado a algunos de los ministros de Rajoy. AGENTES SOCIALES. Al tomar posesión, la responsable de Empleo, Fátima Báñez, consideró ““imprescin- dibles a los agentes sociales“, con los que pro- metió “mantener un diálogo permanente“ hasta terminar con la lacra de los cinco millo- nes de parados. La denominación “agentes so- ciales“ designa una categoría amplísima de ac- tores que incluye, entre otros, a maestros, pre- sentadores de televisión, diseñadores de moda, prescriptores de opinión, párrocos, partidos, sindicatos, la mafia, la Conferencia Episcopal, Testigos de Jehová y otros mu- chos. La ministra, por supuesto, no pensaba dia- logar con esta multitud de personas físicas y ju- rídicas, sino sólo con la patronal CEOE y los principales sindicatos, UGT y CCOO. Pero enton- ces ¿por qué no, siguiendo el precepto orwe- lliano, llamar a las cosas por su nombre? Proba- blemente porque la expresión genérica “agentes sociales“ tiene una carga emocional que permite tranquilizar la conciencia, sin resolver el pro- blema, rindiéndose a la presión del más fuerte. El lenguaje es el vehículo del pensamiento. Los cinco millones de parados que tanto preo- cupan a la ministra están constituidos por nue- vos entrantes en el mercado de trabajo, mayorita- riamente jóvenes, y los despedidos en los últimos años que siguen buscando empleo, predominan- temente trabajadores con contratos temporales, más baratos de rescindir que los empleados con contratos fijos y altos costes de indemnización. Éstos últimos están protegidos frente al riesgo de desempleo en una crisis por el alto coste de su in- demnización. En cuanto permanentes, la empresa tiene interés en invertir en ellos, y entre ellos se reparten las promociones. En el caso de los contratados temporales, como son eventuales para la em- presa, ésta no invierte en su forma- ción y son los primeros en engrosar las listas de parados en tiempos di- fíciles. Resulta pues, que el pro- blema más grave del paro en Es- paña no es el reflejo de un conflicto entre trabajadores y empresarios, sino de un con- flicto entre la aristocracia laboral, con sus con- tratos fijos e indemnizaciones millonarias en caso de despido, y los jóvenes, con contratos tempora- les sin oportunidades de formación. Respetando los contratos fijos existentes, la introducción de un contrato fijo nuevo, con una indemnización de 10 días por año trabajado, aplicable a partir de ahora, sería combatido por los trabajadores privilegiados, temerosos de la competencia de los más jóvenes, pero eliminaría la lacra del paro juvenil. El problema es que los parados jóve- nes no tienen un “agente social“ que defienda sus intereses. ESTADO, APUESTAS, RENOVABLES Y OTRAS COSAS. Admiro mu- cho a mi compañero José Manuel Soria, hombre con los pies en el suelo, escrupuloso administra- dor de la cosa pública y bloguero autoprocla- mado liberal, por lo que los síntomas de rubal- cabia gravissima, detectados en una entrevista en ABC (edición del 24/12/2011), al día si- guiente de su nombramiento como ministro de Industria, revelan la gravedad de la epidemia. Sobre las energías renovables dice que “si son tan caras y nos gustan tanto, lo que hay que plantear es quién va a acarrear (sic) estos costes: el Estado o los consumidores“… “Hay que explicarlo muy bien y creo que la gente lo en- tenderá“, aseguraba. Me temo que nadie lo entenderá, por bien que trate de explicarlo el ministro Soria, por la senci- lla razón de que el Estado, como modo de organi- zación de los ciudadanos para ciertos fines, ni in- curre en costes ni disfruta beneficios. El Estado, por más que Hegel lo concibiese como la realiza- 36 ACTUALIDADECONÓMICA [FEBRERO 2012] SIN REPAROS POR ALFONSO CARBAJO LAS MIASMAS DE LA RETÓRICA PROGRE

description

Alfonso Carbajo sobre los pasos iniciales del nuevo gobierno de Espana ( febrero 2012 )

Transcript of Alfonso Carbajo " La retorica progre del nuevo gobierno de Espana"

Page 1: Alfonso Carbajo " La retorica progre del nuevo gobierno de Espana"

36 ACTUALIDADECONÓMICA [FEBRERO 2012]

El 20 de noviembre pasado, España se libróde la pesadilla del zapaterismo, la aventurade un Gobierno que empezó por confundirla realidad con sus alucinaciones de gran-deza (la conjunción galáctica de la órbita deObama con la del líder del PSOE, la alianzade civilizaciones o la proclamación del inmi-nente adelanto de España a Francia en elcrecimiento del PIB per cápita, por citarsólo algunos detalles) para terminar condu-ciendo a nuestra sociedad al borde del de-sastre. El Gobierno de Rajoy representa unretorno al realismo y la cordura. Atrásqueda el coro desafinado de Bibiana, Leire,Salgado, Rubalcaba, Chacón, Conde Pum-pido y tantos otros. El presidenteRajoy ha elegido un Ejecutivoformado por personas experi-mentadas, al que deseamos to-dos los aciertos en su tarea deregenerar la vida política y si-tuar a la economía española enuna senda de prosperidad.

Pero los males de España no se arreglan sólocon la sustitución de los equipos si no se echan ala basura, al mismo tiempo, los vicios, tics y su-persticiones (manifestadas en expresiones semi-cocinadas como capitalismo salvaje, thatche-rismo, confusión de igualdad con equidad, Es-tado de Bienestar, por ejemplo) que, camufla-das como miasmas sutiles en el lenguaje,constituyen parte del acervo del zapaterismo.La defensa contra ese peligro es la precisiónen el lenguaje que, según Orwell, implica sin-ceridad en el debate político. La aplicación deltest orwelliano revela que los gérmenes zapate-ristas del confusionismo han alcanzado a algunosde los ministros de Rajoy.

AGENTES SOCIALES. Al tomar posesión, la responsablede Empleo, Fátima Báñez, consideró ““imprescin-dibles a los agentes sociales“, con los que pro-metió “mantener un diálogo permanente“hasta terminar con la lacra de los cinco millo-nes de parados. La denominación “agentes so-ciales“ designa una categoría amplísima de ac-tores que incluye, entre otros, a maestros, pre-sentadores de televisión, diseñadores demoda, prescriptores de opinión, párrocos,partidos, sindicatos, la mafia, la ConferenciaEpiscopal, Testigos de Jehová y otros mu-chos. La ministra, por supuesto, no pensaba dia-logar con esta multitud de personas físicas y ju-rídicas, sino sólo con la patronal CEOE y losprincipales sindicatos, UGT y CCOO. Pero enton-ces ¿por qué no, siguiendo el precepto orwe-lliano, llamar a las cosas por su nombre? Proba-blemente porque la expresión genérica “agentessociales“ tiene una carga emocional que permite

tranquilizar la conciencia, sin resolver el pro-blema, rindiéndose a la presión del más fuerte.El lenguaje es el vehículo del pensamiento.

Los cinco millones de parados que tanto preo-cupan a la ministra están constituidos por nue-vos entrantes en el mercado de trabajo, mayorita-riamente jóvenes, y los despedidos en los últimosaños que siguen buscando empleo, predominan-temente trabajadores con contratos temporales,más baratos de rescindir que los empleados concontratos fijos y altos costes de indemnización.Éstos últimos están protegidos frente al riesgo dedesempleo en una crisis por el alto coste de su in-demnización. En cuanto permanentes, la empresatiene interés en invertir en ellos, y entre ellos se

reparten las promociones. En elcaso de los contratados temporales,como son eventuales para la em-presa, ésta no invierte en su forma-ción y son los primeros en engrosarlas listas de parados en tiempos di-fíciles. Resulta pues, que el pro-blema más grave del paro en Es-paña no es el reflejo de un conflicto

entre trabajadores y empresarios, sino de un con-flicto entre la aristocracia laboral, con sus con-tratos fijos e indemnizaciones millonarias en casode despido, y los jóvenes, con contratos tempora-les sin oportunidades de formación. Respetandolos contratos fijos existentes, la introducción deun contrato fijo nuevo, con una indemnizaciónde 10 días por año trabajado, aplicable a partirde ahora, sería combatido por los trabajadoresprivilegiados, temerosos de la competencia de

los más jóvenes, pero eliminaría la lacra delparo juvenil. El problema es que los parados jóve-nes no tienen un “agente social“ que defienda susintereses.

ESTADO, APUESTAS, RENOVABLES Y OTRAS COSAS. Admiro mu-cho a mi compañero José Manuel Soria, hombrecon los pies en el suelo, escrupuloso administra-dor de la cosa pública y bloguero autoprocla-

mado liberal, por lo que los síntomas de rubal-cabia gravissima, detectados en una entrevistaen ABC (edición del 24/12/2011), al día si-guiente de su nombramiento como ministro de

Industria, revelan la gravedad de la epidemia.Sobre las energías renovables dice que “si

son tan caras y nos gustan tanto, lo que hayque plantear es quién va a acarrear (sic) estoscostes: el Estado o los consumidores“… “Hay

que explicarlo muy bien y creo que la gente lo en-tenderá“, aseguraba.

Me temo que nadie lo entenderá, por bien quetrate de explicarlo el ministro Soria, por la senci-lla razón de que el Estado, como modo de organi-zación de los ciudadanos para ciertos fines, ni in-curre en costes ni disfruta beneficios. El Estado,por más que Hegel lo concibiese como la realiza-

36 ACTUALIDADECONÓMICA [FEBRERO 2012]

SINREPAROS

POR ALFONSOCARBAJO

LASMIASMAS

DE LARETÓRICAPROGRE

Page 2: Alfonso Carbajo " La retorica progre del nuevo gobierno de Espana"

[FEBRERO 2012] ACTUALIDADECONÓMICA 37

ción del Espíritu, no siente ni padece. Los ciuda-danos se benefician de (algunas) actividades delEstado y corren con los costes correspondientes.En mi artículo de AE del pasado noviembre, ya meocupé de esa falacia al comentar una entrevistade Rubalcaba, lo cual no debe sorprender, porquelos socialistas son herederos del hegelianismo.

A la pregunta: “¿Se mantendrá la apuesta por elcarbón nacional?“, responde: “Hay que tener encuenta la realidad social del sector. Miles de fa-milias dependen de la producción de carbón“.

No lo entiendo. Hay más de 13 millones de fa-milias en España, cada una con su realidad fa-miliar. A principios del siglo XX había centena-res de miles de familias dependientes del trans-porte con tracción animal, en su condición de ga-naderos, fabricantes de piensos, herreros y co-cheros, y su sector desapareció, sustituido conventaja por el ferrocarril y los automóviles. Pa-rece que esa realidad social se acomodó muybien, sin obligar a los usuarios a subvencionarun medio de transporte ineficiente. ¿Por qué senos obliga a centenares de miles de familias, mu-chas de ellas en condiciones extremas, a contri-buir al mantenimiento de formas de producciónantieconómicas, como la generación de electrici-dad con carbón nacional, que, al encarecer laproducción de energía, empeoran la competitivi-dad de nuestras empresas, impidiendo la crea-ción de nuevos puestos de trabajo?

Al hablar del proyecto del auto eléctrico, el con-

tumaz ministro reincide en su concepción organi-cista del Estado: “Hay que determinar quién lopaga; el Estado, en forma de ayudas, o el consu-midor en términos de mayores precios. Hay quehacer mucha pedagogía“.

La pedagogía que se encargue de explicar esegalimatías tendrá que ser una pedagogía zapate-ril, ignorante de las reglas de la lógica, porque, alconceder ayudas a cualquier actividad, el Estadono “paga“ nada en última instancia. El Estado notiene páncreas ni próstata ni puede procrear, demodo que las ayudas que “concede“ a unos ciuda-danos se “pagan“ forzosamente con los impuestosque pagan otros ciudadanos. No hay término me-dio. El Estado no se sostiene a sí mismo. Son losciudadanos los que soportan todas las activida-des del Estado.

El ministro, en otro momento de la entrevista,rompe una lanza en favor de “la libertad empresa-rial, con la que los Gobiernos deben ser muy res-petuosos“, lo cual muestra claramente dos cosas:sus impecables credenciales ideológicas y la con-taminación insidiosa del galimatías zapateril in-cluso en las mentes más activas.

LA ‘MARCA ESPAÑA’. Según el diario El Norte de Casti-lla del 22 de diciembre, el nuevo ministro deAsuntos Exteriores, al tomar posesión, proclamósu propósito de “que la acción diplomática con-tribuya a la recuperación económica y a lacreación de empleo“ así como su intención

[FEBRERO 2012] ACTUALIDADECONÓMICA 37

ES MUCHO MÁSFÁCIL CAMBIARDE GOBIERNO

QUE ERRADICARLAS MALAS

COSTUMBRESFOMENTADAS

POR ELANTERIOR

EL GERMENZAPATERISTA

DE LACONFUSIÓN HAALCANZADO A

ALGUNOSMINISTROSDE RAJOY

La nueva ministra de Trabajo, Fátima Báñez, también considera imprescindibles a los “agentes sociales”, pero como los socialistas, sólo está pensando en lossindicatos y en la CEOE.

Page 3: Alfonso Carbajo " La retorica progre del nuevo gobierno de Espana"

38 ACTUALIDADECONÓMICA [FEBRERO 2012]

SIN REPAROS

de mantener “un diálogo con los agentes socialespara trabajar a favor de la marca España en elmundo“. (Obsérvese, de pasada, la reaparicióndel comodín retórico “agentes sociales“, usadoesta vez como coartada para dar respetabilidad auna acción política, la marca España, que quedainexplicada.)

Según el diario El Mundo del mismo día, José Ig-nacio Wert, en su toma de posesión como ministrode Educación y Cultura, expuso también su volun-tad de potenciar la marca España.

Ante la coincidencia de declaraciones, el lectortiene derecho a preguntarse: ¿Qué es esto de lamarca España? ¿Estamos ante una nueva moda?Yo creo que estamos ante una horterada, pero an-tes de entrar en la confusa explicación que lospartidarios de la estrategia de marca hacen delasunto, déjenme registrar mi sorpresa ante la aso-ciación de los nuevos ministros con esa iniciativa.

Tanto García-Margallo como Wert saben dónde

les aprieta el zapato. Uno y otro están en el poloopuesto a Pajín, Zapatero o Aído. García-Marga-llo, del cuerpo de Inspectores de Hacienda, es-tuvo destinado en el Tribunal Económico-Admi-nistrativo Central, antes de lanzarse a una dila-tada carrera de diputado, en España y en Europa,que lo ha convertido en el experto que es en loscomplejos vericuetos parlamentarios de Bruselasy Estrasburgo. Wert es un observador inteligentede la sociedad española, con una amplia expe-riencia en sociología electoral, un espíritu críticoque analiza las situaciones con ironía. Lo que voya decir sobre la marca España pone de mani-fiesto la facilidad con la que las ideas más mos-trencas son, contra toda evidencia, aceptadas eincluso aplaudidas en nuestra sociedad, pero, enla medida en que reflejan la disposición de losgabinetes ministeriales a copiar y pegar los vie-

jos discursos de la casa, no debe entenderse comouna crítica de la competencia profesional de losministros en este tema.

Los proponentes de la marca España defiendendos proposiciones, una general y casi perogru-llesca y otra específica y cuestionable. La pri-mera, incuestionable, sostiene que la política deimagen de España en el exterior debe ser cohe-rente, evitar contradicciones e integrar, en lo po-sible, todos los aspectos de la cultura de Españavalorados positivamente en el país objetivo. La se-gunda va mucho más allá y sostiene que esa ima-gen de España debe trabajarse en un sentido co-mercial, al modo que una empresa trabaja sumarca, o marcas, con el logo correspondiente, por-que esa imagen de marketing global es determi-nante del éxito o el fracaso de las nuevas exporta-ciones españolas en el mercado correspondiente.Sus partidarios lo explican así: consideremos unmercado, Japón, por ejemplo, y un sector, el auxi-liar del automóvil, por ejemplo, que es muy po-tente en España; como la imagen popular de Es-paña en Japón está asociada a los toros, Gaudí,Jabugo y a los clubes Real Madrid y Barcelona,pero en modo alguno al de una potencia indus-trial, mientras que a Italia se la reconoce por susFerraris y Alfas, el comprador japonés se negará aver al fabricante español de componentes, posi-blemente de mejor calidad, prefiriendo a su com-petidor italiano por el efecto discriminatorio de laimagen país. El remedio a esta situación, arguyen,está en alterar esa percepción diferencial me-diante una campaña que destaque los elementospositivos de la economía española como potenciaindustrial (la participación de las renovables enel mix energético, el protagonismo mundial denuestras grandes empresas de ingeniería, la for-taleza de nuestra banca, el dinamismo internacio-nal de las grandes empresas españolas de distri-bución, etcétera).

Esta estrategia gusta mucho a los expertos enimagen y comunicación, especialistas en relacio-nes públicas y gurús varios, porque ven en ellauna oportunidad adicional de negocio y tambiéna los políticos, porque les permite salir en lafoto, aunque ignora la realidad más elemental delas relaciones comerciales y está refutada por laevidencia.

También encaja en el sistema de mitos de la so-cialdemocracia, que siempre cree en un atajo paraevitar el trabajo honrado, en la sustitución de lasustancia por la imagen, en la magia de las pala-bras. Lo cierto es que, en todo el mundo, el gestorde compras de una empresa que se precie tiene to-dos los incentivos para buscar el mejor productoal mejor precio, con independencia del país de ori-gen del producto y de su ranking en la escalamundial de excelencia tecnológica.

Y a los partidarios de un logo de la marca Es-paña, además de recordarles que España (sin

LASMIASMAS

DE LARETÓRICAPROGRE

LA CORRECCIÓNPOLÍTICA

SIGUE SIENDODOMINANTE

A LA HORA DEABORDAR

ASUNTOS COMOLAS ENERGÍASRENOVABLES OLA INDUSTRIADEL CARBÓN

Por fortuna, el mundo progresa. El ferrocarril sustituyó en su momento con éxito al trans-porte con tracción animal. Así ha sido siempre. Es el signo de la Historia.

Page 4: Alfonso Carbajo " La retorica progre del nuevo gobierno de Espana"

[FEBRERO 2012] ACTUALIDADECONÓMICA 39

que no era consciente de la gravedad de la situa-ción y que no sabía cómo resolverla. En rigor, esaspalabras no eran consistentes con un análisis ob-jetivo de los problemas, sino (y por eso las traigoaquí) con las declaraciones reiteradas de Zapa-tero, en la campaña electoral de 2008, negando lagravedad de la crisis financiera, el debilitamientode la economía real y la necesidad de moderar elgasto público, sin dar más explicación que su au-toproclamada virtud de ser optimista y su con-dena de las críticas fundadas a su política comoantipatrióticas.

Me duele reconocerlo, pero muchos de los pre-juicios, clichés, hábitos y reflejos de la retóricazapateril siguen vivos y coleando, saltando, detarde en tarde, en el discurso político del nuevoGobierno. La causa es que es mucho más fácilcambiar de Gobierno que erradicar las malas cos-tumbres fomentadas por el anterior, algo que yavio claramente hace más de un siglo don JoséEchegaray, fundador de la peseta e ilustre drama-turgo, en su drama El Gran Galeoto, que me ha su-gerido el título de este artículo:

Contra las olas del marLuchan brazos varonilesContra miasmas sutilesNo hay manera de luchar.

marca) ya tiene su escudo y su bandera, identi-ficados en todo el mundo, habrá que recordar-les que no se exporta España, sino productosespañoles concretos, con sus logos de empresascorrespondientes.

“NO SE TRATA DE RECORTAR, SINO DE REFORMAR”. Estas pa-labras, que se pudo haber ahorrado, las pronun-ció el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, eldía de su toma de posesión. Habría sido todavíamejor que hubiera dicho que la situación de laeconomía española es tal que se necesitan las doscosas, recortes de gastos y reformas profundas, ycon urgencia. Y no sólo porque le hubiera evitadohacer un anuncio incumplido, como ha sido elcaso, sino por la razón orwelliana más poderosade pronunciarse con sinceridad en política. Paracualquier persona responsable que conozca lagravedad de la situación de la economía española,expuesta a riesgos de insolvencia ante cualquierperturbación externa incontrolada, la necesidadde hacer recortes drásticos en los gastos públicos(que alejen a la economía de la situación de peli-gro) y de introducir de inmediato reformas estruc-turales es evidente.

Las palabras del veterano político popular sugi-rieron lo contrario de lo que quería transmitir:

CONTINÚAHABIENDO UNA

VENERACIÓNINEXPLICABLE

HACIA ELESTADO COMOSI FUERA UN

SER VIVO,AUTÓNOMO YBENEFACTOR