Alicia Gojman de Backal - La ARM y El Fascismo en México

La Acción Revolucionaria Mexicanista y el Fascismo en Mexico: los Dorados

Por Alicia Gojman de Backal

Los primeros años de la década de los treinta, el gobierno del presidente Pascual Ortiz Rubio, se enfrentó a una fuerte inestabilidad en todos los ámbitos del país. La producción agropecuaria se vió afectada por sequías e inundaciones, lo que creó graves problemas al campo. Las huelgas se su-cedían unas a otras y para el año de 1932 se sentía un descontento general; las demandas tanto obreras como campesinas, además de las presiones políticas y los enfrentamientos directos del presidente Ortiz Rubio con el Jefe Máximo y la camarilla que giraba a su alrededor. Durante su régimen entre otras cosas se hicieron reformas a los planes del sistema educativo, introduciendo dos nuevos elementos que causarían problemas serios al Estado: uno era la llamada educación socialista y el otro la educación se-xual. Estas reformas despertaron rapidamente la reacción de los grupos clericales y de derecha.

Para elegir a un nuevo candidato a la presidencia no faltaron conflictos; entre un estira y afloja de los callistas y de un buen número de fuerzas representadas por Portes Gil y Cedillo, por la parte agraria y por la parte obrera con Lombardo Toledano, por fin se eligió al general Lázaro Cárde-nas para el período 1934—1940. El régimen de Cárdenas dió fuerza política al campesinado, al sector obrero y al ejército. Con estos tres sectores bajo control Cárdenas se enfrentó al poder de Plutarco Elias Calles. En el mes de junio de 1935 los principales diarios del país publicaron un artículo ti-tulado "Señalando Rumbos", en el cual Calles criticaba la política laboral del gobierno. Ante esto Cárdenas pidió la renuncia del gabinete donde ha-bía muchos callistas, para reestructurarlo. Así se inició la ruptura de Calles-Cárdenas que culminaría con la expulsión de Calles del país.

De junio de 1935 a abril del siguiente año en que Calles y Morones son

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expulsados del país, se dió un período de muchos conflictos y enfrenta-mientos entre diversos grupos. Los problemas de las "Camisas Rojas" di-rigidos por Tomás Garrido Canabal, secretario de agricultura, en contra de la población religiosa, hizo por un lado que la iglesia comentara que se había desatado de nuevo la persecución y que nunca aceptaría la implantación de la educación socialista y por el otro que apareciera un grupo de derecha que los apoyara y combatiera a los supuestos comunis-tas, estos fueron los "Camisas Doradas".

Pequeñas organizaciones extremistas tanto de izquierda como de de-recha se enfrentaron entre sí. Mientras los grupos patronales fortalecían sus organizaciones, los pequeños comerciantes, la burocracia y otros sec-tores se organizaron en la Confederación de la Clase Media. Es probable que esta organización como muchas otras que surgieron en la década de los treinta, hayan recibido apoyo de las organizaciones patronales, debido a que tenían los mismos intereses1. Estos dos sectores formaron parte de una constante oposición al régimen del presidente Lázaro Cárdenas. Ade-más, muchas de las declaraciones obreras afectaron los intereses de ciertos sectores del ejército; por esa razón algunos generales y gente del alto man-do del ejército se unieron para luchar también contra ese régimen que con-sideraban comunista. La división dentro de la sociedad estuvo acompaña-da e influida por fenómenos de trascendencia internacional, como el for-talecimiento del nacionalsocialismo en Alemania, con su aliado fascista italiano; los acontecimientos de la guerra civil española, donde México participaba enviando armas a la República Española y además recibiendo refugiados.

Después del Comité Pro-Raza y las Ligas Antichinas y Antijudías, el grupo xenofóbico de la derecha más importante del período fue el llama-do de "Las Camisas Doradas", cuyo nombre oficial era el de Acción Revo-lucionaria Mexicanista o ARM. Esta organización fue fundada en el seno del Comité Pro-Raza del Distrito Federal el 25 septiembre de 1933. Resal-taba en su declaración de principios que su objetivo fundamental era el engrandecimiento moral y material de México, así como la defensa de los intereses nacionales diciendo: "Nuestra lucha no es ofensiva contra los extranjeros sino defensiva de los intereses nacionales" 2.

1 Cfr. Manuel Fernández Boyolí, Eustaquio Marrón de Angelis, Lo que no se sabe de la rebelión cedillista (México 1938).

2 Archivo General de la Nación, México (AGNM), RPLC, 521.6/6.


El fascismo en México 293

Esta organización estableció que sus armas de lucha serían el boycot, la propaganda oral y escrita, la manifestación pública y la gestion legal. Y adoptó como símbolo distintivo, una águila roja de trazos modernistas con alas extendidas dentro de un rombo descansando en uno de sus vérti-ces. El acta señala una jura de bandera del brazo militante del Comité Pro-Raza, hombres vestidos de dorado con su pañuelo al cuello y sombrero de cowboy y la insignia antes mencionada en su brazo. En los discursos se destacaba la importancia de la familia, la religión y la moral3. El saludo era levantando un brazo con el puño cerrado, los nazis mexicanos usaban además un garrote con una cinta de cuero que llevaban en la mano iz-quierda.

La ideología de la organización ultranacionalista ARM, se caracteriza-ba por su antisemitismo y anticomunismo; su principal actividad consis-tía además en intimidar a huelguistas. Existen evidencias para suponer que este grupo se formó a iniciativa de Calles con el objeto de mantener controlados a los trabajadores, es decir, sirvió para poner los intereses de los empresarios encima de los intereses de los trabajadores, ya que las acti-vidades del lider Lombardo Toledano aumentaban4. El periódico New York Times comentó al respecto: "Tkl parece que las Camisas Doradas tienen el apoyo de personas con vara alta en el Comité Ejecutivo del go-bierno" 5. Ricardo Pérez Monfort al analizar el inicio de este movimiento dice: "Bajo la protección de algún funcionario callista, sino es que del propio Calles, Rodríguez creó las 'Camisas Verdes' " 5 a , que se disolvieron al asumir el poder Abelardo L. Rodríguez. Con estos "Verdes" se inició la campaña de "México para los mexicanos" que luego continuaría con los "Dorados".

Al igual que las ligas antijudías, esta organización pronto tuvo filiales en toda la República, sobre todo entre los componentes de la clase media. Para el año de 1934 se registraron agrupaciones de "Dorados" en: Villa Unión, Mazatlán, Concordia, Culiacán en Sinaloa, Saltillo, Torreón de San Pedro en Coahuila, Durango, Chihuahua y Ciudad Juárez en Chihuahua, Toluca, México, Monterrey, Nuevo León, Nuevo Laredo, Ta-

3 AGNM, RPLC, 541.1/1. 4 Hugh G. Campbell, La derecha radical en México 1929-1949 (México 1976), p. 51. 5 The New York Times, 20 de marzo 1935. 5a R. Pérez Monfort, "Los Camisas Doradas": Secuencias 4 (México, Instituto Mo-

ra, enero-abril 1986).



maulipás, Sabinas, Hidalgo, Puebla Texmelucán, Tehuacán, Guadalaja-ra, Jalisco, Orizaba, Veracruz e Iguala Guerrero6.

El nacimiento de la ARM, tuvo lugar en una coyuntura política favo-rable a este tipo de organizaciones. Ya que el 17 de junio de 1931 se de-sarrolló a lo largo de un año la "Campaña Nacionalista", promovida y aprobada en el seno de la Cámara de Diputados. En esta campaña partici-pó Ortiz Rubio, el PNR, ayuntamientos y autoridades civiles y comercian-tes. Los grupos de clase media baja, poseedores de un nacionalismo de derecha, tomaron el lado radical, diciendo que no sólo se debían vender productos nacionales sino que sólo debía haber mexicanos en México.

Fue en esos años entre los regímenes de Calles, Ortiz Rubio, Abelardo Rodríguez y Cárdenas cuando se intenta en el país una economía propia, sobre todo tratando de sustituir las importaciones. Pero es también el pe-ríodo en el que más agudamente se presenta la crisis económica que había comenzado en Estados Unidos en 1929. La escasez de divisas ocasionó un cambio del patrón oro, la plata y la paridad con el dólar, lo que reper-cutió en un abaratamiento de la mercancía mexicana. Además de que entre los años de 1931 y 1932 muchos mexicanos fueron expulsados de los Estados Unidos.

El fundador de los "Dorados" fue Nicolás Rodríguez Carrasco, que se decía antiguo villista (y de ahí el nombre de "Dorados"), que había nacido en el Estado de Chihuahua, donde de joven conoció al general Villa, con quién hizo amistad y a quién en varias ocasiones ocultó en su casa. Ini-ciada la Revolución maderista, Nicolás Rodríguez se unió a las fuerzas de Villa y militó en ellas hasta adquirir el grado de coronel, pero cuando la Convención de Aguascalientes, tuvo un altercado contra el jefe de la división y para no ser fusilado se unió a las fuerzas carrancistas. Por haber tomado parte en la rebelión De la Huertista, salió desterrado del país y se estableció en El Paso, Texas, conspirando todo el tiempo contra el go-bierno. En 1926 se trasladó a Los Angeles, California, y en unión de los generales Enrique Estrada, Amaiz y Sepúlveda, el periodista Healy y Alfredo Brasel, organizó una expedición para apoderarse de la Baja Cali-fornia que entonces era gobernada por Abelardo L. Rodríguez. Intervi-nieron las autoridades norteamericanas y Rodríguez tuvo que pagar una condena de un año un mes y un día en la isla McNeil.

6 AGNM, RPLC, 541.1/1.



En 1934 Nicolás Rodríguez se convirtió en el "Jefe Supremo" de los "Camisas (como las de Hitler) Doradas". Esta organización se formó con muchos políticos y ex-militares fracasados y va a amalgamar a un sinnú-mero de adeptos aventureros que pretendían revivir el ejército villista. Su campaña consistió fundamentalmente en apalear a comunistas y a judíos. A los primeros los atacaban incluso en sus oficinas y en varias ocasiones fueron golpeados por dirigir o participar en huelgas o movimientos labo-rales; a los segundos o sea a los judíos los atacaron de diversas maneras; primero a través de la prensa y publicando pequeños folletos que mucho recordaban los mecanismos de propaganda nazi. En segundo lugar extor-sionando a los pequeños comerciantes hebreos para venderles protec-ción7. Y en tercer lugar mediante ataques físicos directos, como en el año de 1936 cuando una noche asaltaron comercios judíos, destrozándolos y atacando a sus propietarios. Tanto la legación norteamericana, como el comité central del partido comunista, el comité juvenil del mismo partido y el Socorro Rojo Internacional calificaron el acto como un verdadero pogrom.

La historia de la ARM durante la década de los treinta se puede dividir en tres períodos:

1. El primero abarca desde su fundación hasta el 20 de Noviembre de 1935. Como parte de la contienda entre Cárdenas y Calles por el poder durante ese año; el presidente intentó suprimir a esta organización. Su es-fuerzo culminó en el desfile del aniversario de la Revolución, el 20 de no-viembre, cuando un sangriento encuentro entre la policía antimotines y los "Dorados" y obreros, tuvo lugar en el Zócalo de la Ciudad de México. Del incidente resultaron dos muertos y más de 40 heridos graves, entre los cuales se encontraba Nicolás Rodríguez8. Este encuentro causó la indig-nación pública, lo que permitió liquidar por completo la organización. El presidente recibió muchas peticiones para disolver la organización de los "Dorados" y protestas en contra de lo que calificaron como una agre-sión fascista contra los trabajadores.

Mientras que Rodríguez y sus hombres afirmaban que sólo luchaban por el ideal nacionalista y que estaban dentro de la ley, el periódico La Prensa afirmaba que: "la casa que ocupaba la Acción Revolucionaria Me-xicanista en la calle de Justo Sierra (por cierto a dos casas de la sinagoga judía), estaba convertida en verdadera fortaleza". Y que había en el inte-

7 Entrevistas de Historia Oral. Comunidad Judía de México. 8 AGNM, PRLC, 541.1/1.



rior del edificio más de cien hombres dispuestos a todo y no menos de 500 armas, garrotes y piedras9. El día 27 de febrero de 1936, el presidente Cárdenas giró un acuerdo para que se expulsara del país al general Rodrí-guez, quien fue detenido y a bordo de un avión fue trasladado a la fronte-ra. La prensa reaccionaria calificó el acto de fascista y de una "vuelta a las prácticas del callismo". Nicolás Rodríguez fue expulsado a Texas.

2. El segundo período de la ARM se inicia en noviembre de 1935 y cul-mina con la rebelión cedillista en mayo de 1938, período en el cual la orga-nización operó esencialmente en provincia, en particular en los Estados del Norte, sobre todo en Monterrey, Nuevo León donde llevó a cabo gran-des manifestaciones antijudías y anticomunistas. Desde abril de 1935, Rodríguez, nombrándose presidente del Consejo Patrio de la ARM se carteaba con el general Saturnino Cedillo, no sólo para invitarlo a sus actos, sino para que formara parte de la organización.

Desde que ocupó el puesto de ministro de agricultura en el régimen de Cárdenas en junio de 1935, Cedillo se convirtió en el punto de unión de los derechistas mexicanos. Se dió entonces una concentración de fuerzas derechistas ya que el general Cedillo tenía la reputación de moderación hacia la iglesia. Pero sobre todo las relaciones que mantuvo con la derecha radical secular fueron abiertas con las "Camisas Doradas", la Unión de Veteranos de la Revolución, además de la Confederación de la Clase Me-dia y la Confederación Patronal de la República Mexicana. A los tres años de ocupar el cargo ministerial se descubrió que Cedillo estaba ayudando financieramente a la ARM y que había nombrado a varios "Dorados" pa-ra ocupar puestos en la secretaria a su cargo10.

Cuando la ARM fue disuelta por Cárdenas en 1936, ésta buscó refugio en el norte. Además de Monterrey donde la CPRM tenía mucho poder, la organización recibió ayuda de Cedillo y del Estado de San Luis Potosí, donde el general tenía gran fuerza y un ejército privado. Desde el exilio texano Nicolás Rodríguez siguió conspirando contra el gobierno "comu-nista" de Cárdenas y azuzando a sus partidarios a combatir contra las dos fuerzas enemigas: El judaismo y el comunismo. En su lucha contra el go-bierno mexicano y los judíos comunistas tuvo muchos aliados entre ellos a los nazis.

9 La Prensa, 22 de noviembre 1935. 10 Campbell, op. cit., pp. 63-64.



Poco antes de ser expulsado Rodríguez de México, el Sr. Arthur Dietrich agregado de propaganda y prominente miembro del partido nazi, entró en conversaciones con Rodríguez, exigiéndole que hiciera más radi-cal su campaña contra los judíos y los comunistas. Por indicaciones de Dietrich se designó un representante personal ante el Reich alemán y este fue el Dr. Krum Heller, prominente corresponsal de periódicos hispano-americanos, residente en Berlín.

También en Nueva York nombró Rodríguez un representante, este fue Carlos Walterio Steinman, que había sido coronel en el ejército mexicano. En ese entonces el general afirmaba que había en la ciudad de México cer-ca de cincuenta mil adeptos y más de medio millón en toda la República. Desde 1935 Steinman le escribió a Rodríguez que en los Estados Unidos y sobre todo entre los católicos había recaudado ya más de cuatro millones de dólares para la rebelión. Steinman vino a México y se dedicó a hacer toda clase de chantajes a diferentes casas comerciales, sobre todo a judíos, afirmando que la ARM iba a organizar una revolución en contra del régi-men comunista de Cárdenas el cual les quitaría sus propiedades si seguía con su política.

En Texas, Nicolás Rodríguez buscó la forma de obtener fondos. Y se acercó a los ricos petroleros texanos que tenían intereses en México y que los estaban viendo afectados por las constantes huelgas y las medidas que empezaba a tomar el gobierno contra las compañías extranjeras. Promi-nente personaje en la intriga fue Smithers, acaudalado agricultor texano, el cual entregaba fuertes cantidades de dinero a la causa. Este hombre era además el apoderado general del expresidente Elias Calles en los Estados Unidos. Otros aliados de Rodríguez fueron el reverendo protestante P.L. Delgado que fungió como su secretario y el americano William H. Wood. Calles comisionó después de un año a Melchor Ortega ex-gobernador de Guanajuato para que tratara con Nicolás Rodríguez11.

El "Jefe Supremo" confiaba sobre todo en el general Cedillo. Este lo apoyo en la realización de manifestaciones tumultuosas. Además este es-taba ligado también a los nazis alemanes. La prueba más contundente de la conspiración nazi-cedillista fue la relación entre el general Ernest von Merck, un alemán que actuaba como inspector general del gran ejército privado de Cedillo. A través de este hombre las influencias fascistas de Alemania e Italia se infiltraban poco a poco en los consejeros privados

11 Melchor Ortega fue también presidente ejecutivo del PNR elegido el 12 de mayo de 1933; Excelsior, 13 de mayo 1933.



de Cedillo, y esto los convirtió en fuertes antisemitas. Por otro lado la rela-ción de Cedillo con el general Yocupicio gobernador de Sonora formó parte de esta conspiración, ya que éste había estado recibiendo armamen-tos y fondos de agentes japoneses y alemanes. Los japoneses habían acor-dado que cuando Cedillo llegara al poder ellos ocuparían una base naval pesquera en Bahía Magdalena, Baja California12.

Las relaciones entre Cedillo y los "Dorados" despertaron sospechas entre los miembros del gabinete del presidente Cárdenas. Francisco J. Mú-jica se encargó de mandar vigilar tanto a Cedillo como a los "Dorados". En sus archivos se corrobora como Cedillo estaba enviando dinero a Rodríguez para comprar armamento. Según informes presentados por Mújica en el año de 1936 se llevaron a cabo reuniones en las que participa-ron los "Dorados", antirreleccionistas, vasconcelistas, cristeros y otros descontentos con el gobierno13.

Por otro lado Rodríguez empezó a cartearse con Henry Allen de los Es-tados Unidos. Este hombre era el jefe del Silver Batallion o "Camisas Plateadas", grupo también anticomunista y antijudío de California. Alien invitó a Rodríguez a Los Angeles, ofreciéndole protección y afirmándole que "su lucha es nuestra lucha"14. Esa reunión preocupó a ambos gobier-nos. Se mandó pedir informes sobre Allen y en el año de 1937 se dijo que la reunión se iba a realizar en Guaymas. Esto parece que fue imposible, pero se tienen noticias de que Rodríguez contactó a Alien, ya que la reunión fue reseñada en el Me Alien Monitor de Texas15. Se sabe además que ambos estuvieron recibiendo ayuda de Alemania.

El presidente Cárdenas tomó varias precauciones; primero, envió al ge-neral Mújica para que comunicara a Cedillo que su actitud de descontento estaba sirviendo de apoyo al clero y demás elementos reaccionarios en su labor sediciosa, segundo, puso al general Soto Lara al mando de la región de Tampico, para impedir una posible unión de Cedillo con Almazán (que quería ser candidato a la presidencia) y con Rodríguez, y en tercer lugar, cerró la entrada de armas y parque por el norte del país16.

12 Campbell, op. cit. p. 67. 13 Archivo F.J. Mújica, vol. 106, p. 200. 14 Ibidem, p. 300. 15 The Me Allen Monitor, octubre 1937. 16 Romana Falcón, Revolución y caciquismo en San Luis Potosí (México 1985), pp.

234-236.



El periódico Herald Post del día 16 de noviembre de 1937 hacía refe-rencia a un acto anticomunista y antijudío celebrado en el Auditorio Li-berty de El Paso, Texas, en el que Nicolás Rodríguez había anunciado que los "Dorados" ya eran quinientos mil hombres, que se seguían reuniendo en diferentes partes del país y que tenían el apoyo de ministros protestan-tes, curas católicos, masones, y Caballeros de Colón. Y que estaban listos para derrocar a Cárdenas en un lapso de sesenta días11. En diciembre de 1937 el embajador Daniels informaba confidencialmente a su gobierno que Cedillo trataba de conseguir financiamiento de las empresas petrole-ras. En vísperas de la expropiación petrolera, un informe confidencial ase-guraba a Cárdenas que muchos americanos habían ofrecido armamento a Cedillo. Desde McAllen, Mission y Brownsville Nicolás Rodríguez trató de apoyar al movimiento, lanzando constantes manifiestos contra los co-munistas y judíos apoderados de México18.

El presidente Cárdenas se mantuvo bien informado de los aconteci-mientos, no sólo dentro de la República Mexicana sino más allá de sus fronteras. El 28 de abril acusó publicamente a las compañías petroleras de fomentar la subversión. En mayo de 1938 además, el Ministerio Públi-co Federal tuvo en sus manos una serie de informes respecto a las activida-des que en la ciudad de Los Angeles desarrollaba el señor Herman Schwim, presidente de la "Deutsches Haus", club alemán, restaurante, salón de baile y gimnasio, que a la vez servía de cuartel general a los nazis de esa ciudad. Este hombe participó el día 30 de mayo (después de la rebelión) en una convención de nazis celebrada en la ciudad de San Francisco y "se tienen datos precisos de que tenía conexiones con Nicolás Rodríguez, jefe de la ARM"19 .

El manifiesto de la rebelión cedillista fue lanzado por los "Dorados" en mayo de 1938, dos meses después de la expropiación petrolera. La derrota del movimiento se debió fundamentalmente a la incapacidad de éste para atraer a las masas populares obreras y campesinas que se en-contraban ligadas al estado populista que se fortalecía en esos momentos. Además, el momento coyuntural a nivel internacional, que influyó defini-tivamente en el desarrollo de la rebelión, era que se planteaba un conflicto por la hegemonía mundial del sistema capitalista ante el imperialismo norteamericano y el nazifascismo alemán; lo que probaba que ambos

17 AGNM, RPCL, 541.1/1. 18 Ibidem. 19 Fernández Boyoli, Marrón de Angelis, op. cit., p. 26.



bandos buscaron reforzar sus posiciones estratégicas en todo el mundo. Así fue, como en el caso mexicano el gobierno norteamericano optó por el apoyo al régimen de Cárdenas a pesar de su política antiimperialista. Ya que eran un gran peligro en ese momento organizaciones como la ARM o el cedillismo que tenían un alto grado de influencia nazifascista, y por lo tanto, amenazaban en convertirse en células de difusión de la alternati-va fascista en México y América Latina20.

Después de la nacionalización petrolera los nazis emplearon una vasta ofensiva en dirección a México, en primer lugar se distanciaron de Ce-dillo, otra de las causas del fracaso del movimiento, para lograr una "base petrolífera alemana en México, y además insistían a Cárdenas que debía aceptar la colaboración de aquellos capitales extranjeros que nunca aspi-raron al predominio . . !'21

3. El tercer período del movimiento de las "Camisas Doradas" se inicia a partir de la rebelión cedillista en mayo de 1938. A pesar de la derrota de Cedillo y su muerte un año después en 1939, Nicolás Rodríguez conti-nua lanzando manifiestos a la nación para levantarse en armas contra Cárdenas y el comunismo judío y decía:

"no es la Revolución la que entrega al país a manos del judío internacional, que con sus teorías disolventes enmascaradas con el nombre de socialismo es comunismo y esclaviza a nuestros indígenas y los exprime para después bo-tarlos como basura"22.

Todavía en los siguientes meses del año, de agosto a diciembre, el presi-dente sigue recibiendo informes de las actividades de Rodríguez y los "Do-rados". Este hombre instaló su cuartel general en Mission, Texas, y ahí lo visitaban un sinnúmero de personas, entre ellos petroleros de Houston y de Dallas23. El gobernador de Tamaulipas siguió informando al presiden-te de los intentos de rebelión y la compra de armas y solicitó refuerzos y armas para los campesinos agraristas24. Se hizo otro intento de levanta-miento el 13 de noviembre de 1938, el cual también fracasó, por los infor-mes que recibía el presidente y la movilización de tropas en Tamaulipas.

20 Ezra Shabot, Los orígenes de la extrema derecha en México (tesis, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, México 1979).

21 F. Katz, "La conección alemana": El Buscón 8 (1984), p. 146. 22 AGNM, RPLC, 541.1/1, manifiesto de Nicolás Rodríguez en Mission, Texas. 23 AGNM, RPLC, 541.1/1, Mónico Sarabia, Mission, Texas, 10 de agosto 1938, in-

forme al Presidente Cárdenas. 24 AGNM, RPLC 541.1/1, Marte R. Gómez gobernador del Estado, Tamaulipas, 11

agosto 1938.



Un año después, se dan nuevas protestas contra los "Dorados" en diferen-tes lugares de la República, ya que éstos habían abierto otras oficinas.

Rodríguez empezó a perder popularidad entre sus compañeros, además estos estaban empezando a participar en las futuras elecciones apoyando a su candidato Almazán. Pero resultó electo Ávila Camacho ministro de defensa en el régimen cardenista. Antes de que tomara posesión de la pre-sidencia Rodríguez pidió a Cárdenas que se le perdonara y que se le permi-tiera regresar a México. Esto sucedió a principios de 1940, pero a los pocos meses Rodríguez murió en casa de su madre en la ciudad de Reynosa.

Así concluía esta etapa en la vida de los "Dorados" dirigida por el ge-neral Nicolás Rodríguez. Un nuevo movimiento con otros líderes se dará en los siguientes regímenes hasta el día de hoy. En ese momento el movi-miento de los "Dorados" no fue sino una burbuja artificial que explotó por si misma en el momento del fracaso del fascismo europeo y del progra-ma de unidad nacional de Ávila Camacho. En realidad el movimiento no tuvo un papel determinante en la vida política del país ya que no fue porta-voz de una fracción importante del pueblo. Por otro lado la importancia numérica de una organización política no constituye el factor determinan-te de su poder y menos del buen éxito de su programa.

En el caso de las campañas antisemitas, éstas fueron disminuyendo también; en primer lugar por la derrota del Reich alemán a manos de los aliados, las protestas de los grupos de izquierda, de la embajada norte-americana y otras legaciones contra estas manifestaciones y por supuesto por la falta de apoyo que les dió el gobierno cardenista25. Los judíos que en su gran mayoría tenían poco tiempo de vivir en el país y que venían huyendo de pogroms y persecuciones, preferían pagar a los "Dorados" que tener problemas mayores y así obtener protección. Algunos pequeños grupos de jóvenes si trataron de defenderse sobre todo en los ataques al mercado de La Lagunilla. Los que protestaron con más energía fueron los judíos norteamericanos que a través de su embajada en México solicita-ron al gobierno cardenista una explicación ante esa situación de agre-siones constantes y el deseo de algunos grupos de expulsar de México a los judíos.

Intervinieron muchos factores en el movimiento de los "Dorados" que por un lado apoyaron sus ideas y su antisemitismo, como fue la Alemania

25 AGNM, Gobernación, 2, 360 (29) 48, expediente entre la embajada norteamerica-na y la Secretaría de Gobernación.



nazi, los falangistas españoles y todos los grupos de derecha radical secu-lar, además de gente descontenta con el régimen cardenista entre ellos el presidente Calles, el ex-gobernador Melchor Ortega, Cedillo, Vasconcelos y otros. De ellos muchos estaban más contra Cárdenas que contra los ju-díos. El judío fue aprovechado dentro de la coyuntura política como chivo expiatorio de los problemas que aquejaban al país, culpándolo de la si-tuación económica y a la vez extorsionándolo para obtener fondos para el movimiento, por otro lado hablaban de la amenaza comunista de origen judío. El vocablo comunismo fue sinónimo de judaismo en el discurso de la derecha de los años treinta.

La paradoja fue que el movimiento "Dorado" fracasó y se diluyó en su intento por derrocar al régimen de Cárdenas a pesar del apoyo que constituía aliarse con Cedillo en su rebelión y del apoyo de las compañías petroleras o el venido del exterior; las causas de su fracaso fueron funda-mentalmente las circunstancias creadas por la política de masas del carde-nismo y la situación internacional que desembocó en la Segunda Guerra Mundial.


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