AlternativaÉpoca II - Montevideo, 17 de agosto de 2013

Antel Arena: el insaciable “Ello” del Gobierno

Desde el inicio, con el planteo de la idea de hacer un estadio deportivo por parte de la empresa de telecomunicaciones estatal Antel, se evidenció la inconmensurable avidez del gobierno en que la misma se concrete cualquiera fueren los costos y los medios para lograrlo.El “Antel Arena” puede catalogarse como un claro ejemplo del concepto del “Ello” que Sigmund Freud utilizó en su teoría del psicoanálisis para explicar el funcionamiento psíquico humano.En el hecho que se desconocen las normas, reglas e instancia moral (el Superyó), así como la mediación y ponderación del Yo entre aquellos, el avasallamiento en pro de la idea de querer trascender, sin importar contra quién y cómo, es el norte de los gobiernos frenteamplistas, siendo además la única forma que conocen para tratar de minimizar en el inconciente colectivo, los fracasos en los planes que han llevado adelante en asuntos primordiales como seguridad, educación y salud. El próximo gobierno colorado tendrá mucho trabajo para tratar de recuperar y encauzar los caminos adecuados contra los daños que se dejan en la sociedad. Imagen: infonegocios.biz

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Editorial

Por los próximos 100 númerosHoy llegamos a los 100 números de Alternativa, en nuestra segunda época. Es un esfuerzo muy importante, pero estamos convencidos que vale la pena. El proyecto es capitaneado por el Coordinador General, doctor Leonardo Monzillo. Vayan estas líneas como reconocimiento a su labor.

También Alternativa se construye por el aporte de muchos columnistas, que semana a semana, hacen conocer sus opiniones. El agradecimiento a ellos también.

Hemos dado a conocer, desde estás páginas, los proyectos, los debates, las propuestas y las iniciativas parlamentarias de la bancada de Vamos Uruguay.

Al mismo tiempo, incluimos noticias curiosas o de interés general.

En la primera época, publicamos algunas decenas de ediciones. En esta segunda, estamos llegando a la centena. Comenzamos siendo quincenario y cuando cumplimos la edición número 50, decidimos pasarnos a semanario. Llegamos a unas 3.000 casillas de correo y seguimos sumando a quienes nos piden para recibirlo. Aquellos que no lo reciben, lo pueden leer en la página de nuestra agrupación www.vamos10520.com.uy

Para nuestra labor parlamentaria y política, es muy importante poder hacer llegar nuestras actividades y opiniones. Pero por sobre todo, es muy importante recibir los comentarios que muchos de nuestros lectores nos han hecho llegar en todo este tiempo.

Esta publicación electrónica, le llega -como decía- a un universo de destinatarios. Pero no todos nuestros allegados se informan vía electrónica. Es por ello que, desde hace un tiempo, editamos el mensuario en papel Vamos a Más el cual también se puede leer en nuestro sitio web.

A esta comunicación, le asignamos una importancia muy alta, pues entendemos es fundamental para el desarrollo de la democracia. Partidos políticos en movimiento y en comunicación permanente con la ciudadanía, son indispensables para que nuestro sistema democrático funcione adecuadamente.

Dentro de 100 números, cuando estemos cumpliendo los 200, andaremos por mediados de 2015. Estamos trabajando para que en esos momentos, nuestro partido esté en el gobierno nacional y hayamos recuperado, a su vez, el departamento de Montevideo. Esos seguirán siendo nuestros objetivos para el próximo ciclo electoral.

Agradecidos y contentos por estos 100 números, seguimos trabajando con entusiasmo por los próximos 100.

Fitzgerald Cantero PialiDirector

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VAMOS URUGUAYPor Pedro Bordaberry

Desde hace un tiempo una sensación ambigua, contradictoria, parece reinar en el Uruguay.

Por un lado, en positivo, las cifras de desempleo, que son bajas. Ademas, la economía que creció en los últimos tiempos impulsada por la actividad agropecuaria, el valor de los productos que exportamos, el turismo y el consumo interno.

El puerto de Montevideo aumentó sus operaciones luego del exitoso proceso de concesión de la Terminal de Contenedores. Tenemos un aeropuerto que es orgullo de los uruguayos. La logística y las Zonas francas crecen y aumentan su actividad.

Hay un Uruguay pujante, optimista, que se levanta todos los días a trabajar y que avizora un futuro prometedor

Más allá de nubarrones derivados del déficit fiscal, la inflación, el aumento de precios o el valor del dólar y la competitividad, existió un crecimiento de la economía en los últimos años y el desafío es no comprometer esa bonanza.

En contraste con esa visión optimista,

existe otra sensación, esta negativa, en los uruguayos.

Es la constatación que pese a la mejor situación económica, tenemos peor calidad de vida.

Lo más palpable es la inseguridad.

Hasta no hace mucho se podía dejar la casa sola sin correr el riesgo que al retorno nos hubieran robado lo mucho o lo poco que teníamos dentro.

Hoy es impensable pensar en dejar la casa sin alguna medida de seguridad, que va desde rejas, candados, alarmas, perros o, el que puede, guardia de seguridad.

Eso golpea mas duramente a los que menos tienen. A los que no pueden pagar la alarma o el servicio de seguridad privada. A los que les roban el televisor o la moto cuando todavía están pagando la cuota de su compra.

A esa inseguridad de la casa hoy se suma una aún peor: la del riesgo de vida.

Algo impensable años atrás.Hay zonas de Montevideo o Canelones a las que en determinadas horas no conviene concurrir por el riesgo que ello significa.

Las rapiñas se multiplicaron casi por tres en los últimos 8 años de gobierno del Frente Amplio.

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Los homicidios pasaron de una media de 199 por año a 287 el año pasado, cifra que se repetirá o aumentará este año, en que a julio ya llevamos más de 180.

Los episodios de la última semana parecen confirmar esto: el asesinato de un repartidor en el Cerro de Montevideo y la balacera y homicidio de un policía en Pocitos, son una muestra de la situación en que vivimos.

Desde el gobierno, paradójicamente, se culpa del aumento del delito a la mejora de la situación económica, sugiriéndose algo así como que hay más para robar.

Lo cierto es que vivimos peor que antes, preocupados más por cuidar lo que tenemos que por disfrutarlo.

En la Educación, pese a que invertimos más, estamos peor.

La misma paradoja.

La escuela pública, el liceo público, orgullo de nuestro país, hoy presentan resultados preocupantes pese al enorme esfuerzo que hacen maestros y profesores.

Se invierte más y los resultados son peores.

Quien puede huye al sistema educativo privado que ha visto crecer su matrícula en los últimos años.

De nuevo, los más humildes, los que no puede pagar un servicio privado quedan postergados.

En la Salud, la situación no es mejor.

ASSE tiene 400 mil usuarios menos.

También tiene un presupuesto mayor que el que tenía antes. Pero fallecen mujeres en las puertas de hospitales del interior por falta de especialistas o de ambulancias, y se suceden muertes evitables como denunciara esta semana el Senador Alfredo Solari en el Senado de la República.

Las mutualistas demoran hoy más tiempo que antes en brindar los servicios, fruto de una reforma que no ha sido implementada en debida forma.

El resultado hasta ahora ha sido más una baja en la calidad del servicio de las mutualistas y un peor servicio en hospitales públicos.

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Tanto en Educación, Seguridad como Salud, estamos invirtiendo muchos más recursos y tenemos peores resultados y servicios.

Lo mismo sucede en la Intendencia más grande del país, donde pese a la enorme recaudación y subsidios que recibe, el deterioro se nota año a año.

Montevideo aparece sucia, con transporte público lento, tránsito cada vez más caótico, los asentamientos crecen y los problemas permanecen.

¿Qué está pasando? ¿Por qué si la situación económica ha sido tan buena, hemos retrocedido tanto en Educación, Seguridad, Salud, Intendencia de Montevideo?

La respuesta es simple: si se invierte más y los resultados son peores, es un problema de gestión y de orientación.

Mejorar la primera y cambiar la segunda es el desafío.

Estamos prontos para hacerlo.

El gaucho urbanoPor Rodolfo Balakier

Dicen por ahí que la historia se repite en ciclos y que los que no aprenden del pasado están condenados a repetir sus errores en el futuro.

Los acontecimientos de los últimos tiempos, donde la violencia, el desacato a la autoridad y el retorno a la “vida libre” sin norma ni ley, se han

vuelto moneda corriente, me ha llevado a rememorar la historia de aquel “Uruguay pastoril y caudillesco” en palabras de Barrán y Nahum.

Es que desde la polémica prohibición de los llamados “limpiavidrios” hasta el reciente tiroteo en Pocitos, guardan puntos en comparación con aquella campaña del S. XIX, donde el gaucho (mucho antes de ser plasmado en la visión bucólica y romántica de principios del S.XX) hacía estragos entre los incipientes productores rurales, deambulando

libremente por la campaña oriental, sin ley ni orden que lo rigiera, levantándose contra la autoridad bajo el lema “aire libre y carne gorda”.

Casualmente una consigna muy similar a la que esgrimieron los limpiavidrios capitalinos cuando se les quiso aplicar el decreto municipal que prohíbe la circulación del peatón por la calzada (aplicación que duró lo que un suspiro ya que podemos verlos nuevamente desarrollando su tarea sin ninguna restricción), aduciendo que ya

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estaban acostumbrados a ese estilo de vida, sin horarios, sin patrón y sin salario fijo. Lo que es peor, deslizando la idea de que, si les prohibían la realización de su tarea, deberían “volver” a robar para ganarse la vida (actitud que hasta el propio Bonomi calificó de “chantaje”).

Pero las similitudes no quedan allí. A los pocos días una nueva marcha de los “carritos” defen-diendo su forma de trabajo, exigiendo que se la respete, que no se les restrinja la entrada a lo que ellos denominan como “barrios ricos” de Pocitos, Parque Rodó, Centro, Cordón, entre otros. Concentrados en distintos puntos de la ciudad marcharon una vez más hacia la Intendencia reclamando por sus derechos. Y esta vez no sin razón, porque fue el propio Tabaré Vázquez quien “creo”

esos derechos, cuando siendo intendente habi-litó, por decreto, la clasificación de residuos por parte de los particulares.

Y para completar este variopinto mosaico de comparaciones, el consa-bido tiroteo de Pocitos. Digno ya no del aquel Uruguay decimonónico, sino del “far west” americano, donde los ladrones llegaban a robar las dependencias del correo siempre un paso adelante del sheriff local.

Preparados con chalecos antibalas, con toma de rehenes incluida y muer-tes en ambos bandos, ladrones armados con iguales o mejores armas que la propia policía.

Sin temor por la autoridad, haciéndole frente cara a cara, sin temblarles el pulso a la hora de rematar un trabajador policial, sa-biendo que por más

grave que sea su pena, tarde o temprano volve-rán a la calle, a seguir delinquiendo.

Lentamente estamos volviendo a respirar los mismos problemas que vivía aquel Uruguay pre moderno, pero esta vez no en la campaña, sino en plena ciudad. El gaucho se ha vuelto urbano.

Y si antes encontrába-mos en la campaña los llamados “pueblos de ratas” hoy tenemos más de 400 asentamientos (según la Intendencia) en expansión en plena ciudad. Y basta con recorrer las zonas de U-nidad Casavalle, el Borro, Marconi, 40 Semanas, Tres Ombúes, Cerro Norte, Cantera del Zorro, Chacarita de los Padres, ambas márgenes de ruta 8, pasando el kilómetro 16 y una larga lista de etcéteras (y sólo habla-mos de Montevideo).

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Sería iluso pensar que los mismos no constitu-yen el caldo de cultivo ideal para fomentar ese gaucho urbano. El propio concepto de asentamien-to, sin saneamiento, sin luz ni agua corriente, sin regulación, por fuera del planeamiento urbano, por fuera de la ciudad y su ley, pero inserto en la misma.

También sería hipócrita pensar que son los asentamientos el origen de todos los males del país. La gran mayoría de los que allí viven trabajan y buscan progresar. Pero basta con que una minoría delictiva los use como refugio y base de operaciones para que “la manzana pudra el cajón”.

Y como marco paradójico perfecto, una economía que vivió, durante la última década, uno de los auges más sonados e importantes de toda la historia nacional. Empero lo cual, los gobiernos progresistas que condu-jeron el país y la ciudad durante los últimos años no pudieron capitalizar toda esa masa econó-mica en la inserción

laboral genuina de ese gaucho urbano que hoy en día sigue floreándose por nuestra calles.

Y si hacemos un poco de memoria podremos rescatar en el pasado alguna enseñanza para este abrumador presente. Porque no fue con “pena de muerte” como se solucionó el problema a fines de aquel convul-sionado S.XIX (recorde-mos el propio espíritu humanista del batllismo, radicalmente apuesto a la pena de muerte) sino con trabajo y educación.

Al gaucho rebelde se lo mandó a la Fábrica de Adoquines, a trabajar para empedrar las calles de la ciudad. El gaucho con espíritu de trabajo evolucionó en el paisano y comenzó a trabajar en las estancias.

Respecto a los niños, la reforma vareliana buscó “arrancarlos” del círculo de trabajo infantil en el que estaban insertos (donde desde corta edad ayudaban a sus padres en las tareas del campo) y se los introdujo en una escuela que, desde ese

entonces y hasta hace poco tiempo, se volvió agente igualador, en oportunidades, en valo-res de convivencia y de trabajo.

Hoy devenidas en centros de retención, insertas y absorbidas por su contexto, invertidas en su concepto de elemen-to igualador, en crisis de valores, de recursos y de conocimientos. La edu-cación y sus docentes deambulan sin rumbo al igual que un país.

Y mientras todo ello ocurre los gauchos urbanos crecen e impo-nen su ley (o mejor dicho su no ley) por todos los barrios de la ciudad. Mientras tanto, como en las pulperías de antaño, el ciudadano medio se enreja, se arma y ve impotente como toda aquella sociedad de valores que supo cons-truirse bajo la sombra del batllismo, se va por el caño.

Todavía estamos a tiempo de cambiar esta realidad y esa decisión sólo depende de nosotros.

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¿Fin del ciclo kirchnerista?Por Ricardo López Göttig

El domingo 11 de agosto se celebraron en Argentina las PASO, Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, en las que los partidos y alianzas electorales debieron dirimir sus candidaturas para los comicios de renovación legislativa de octubre de este año. Son elecciones de medio término, en las que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados, un tercio del Senado, así como la mitad de las legislaturas provinciales y concejos deliberantes.

Si bien las PASO no son la elección definitiva, son un gran termómetro del humor de la opinión pública, ya que fueron de concurrencia obligatoria para los ciudadanos. A diferencia de las PASO del 2011, esta vez sí algunas fuerzas de la oposición comprendieron que la competencia interna atraería más votantes hacia su sector, algo que resultó evidente en la coalición de centroizquierda en la Ciudad de Buenos Aires.

Pero la nota de color es que todos aquellos que se reconocen como peronistas no compitieron entre sí: cada uno llevó su propia lista única, por lo que sólo sirvieron para hacer una medición de fuerzas. El Frente Para la Victoria, kirchnerista, obtuvo seis puntos menos que el Frente Renovador, encabezado por el ex Jefe de Gabinete Sergio Massa, actual intendente de Tigre, municipio del conurbano bonaerense. En varias provincias se repitió este fenómeno, de fuerzas peronistas que no compiten en un mismo espacio y que utilizan las elecciones generales para exhibir su caudal electoral.

El hecho curioso es que las PASO terminan convirtiéndose en una “primera vuelta”, y las elecciones generales en un ballottage porque hay reacomodamientos favorables hacia los que se advierten como ganadores. También habrá desplazamientos dentro del universo peronista, sobre todo porque Cristina Fernández de Kirchner no tendrá posibilidad alguna de reformar la Constitución y aspirar a un tercer período consecutivo en la presidencia, ya que de repetirse estos números en octubre, no logrará los escaños suficientes. El proceso de reforma constitucional argentino es deliberadamente rígido, precisamente para limitar el poder.

¿Fin de ciclo? No hay que apresurarse. La oposición está fragmentada y sus principales candidatos presidenciales son frágiles. Cristina Fernández de Kirchner terminará su mandato en diciembre del 2015 y, no hay que olvidarlo, está habilitada para postularse a un tercer y último mandato en el 2019. Los precandidatos que se van dibujando en el escenario peronista son ambiguos por cálculo y se ignora qué es lo que proponen hacer. Aún quedan dos años en los que la estrategia kirchnerista puede ser el de legar problemas de larga y compleja solución que le estallen al próximo presidente, para retornar luego como la gran salvación de la patria. ¿Qué pueden hacer los orientales? Mirar y acercarse a otros horizontes, explorar nuevos rumbos y buscar alianzas más allá del vecindario.

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Desde Argentina. ¿El fin de un estilo político?

Elecciones Primarias. La Argentina precisa un cambioDr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Las elecciones primarias se han caracterizado por un importan-te avance de la oposición políti-ca, incluso es bastiones otrora oficialistas, los opositores se impusieron. Un ejemplo de ello,

ha sido el triunfo de los radicales en Santa Cruz, antigua base oficialista, pero que en los últimos tiempos ha sido centro de diversos conflictos políticos y gremiales que desgastaron al gobierno kirchnerista local. Importantes provincias como Santa Fe, Córdoba y Mendoza también fueron lugares donde la oposición triunfó, destacándose la excelente elección que tuvo el ex vicepresidente Julio Cobos, quién de ser funcionario oficialista, las circunstancias lo distanciaron del gobierno, unido a ser objeto de diversos desaires y duros ataques por los sectores más cercanos al oficialismo. En la provincia de Córdoba, un ex oficialista, el gobernador De La Sota se impuso con listas opositoras. Otro ex “oficialista” y funcionario con alto perfil mediático, Sergio Massa se ha transformado en la

“estrella” de las elecciones, siendo el candidato más votado en el estratégico distrito de la provincia de Buenos Aires (la más populosa del país, con 16 millones de habitantes). En segundo lugar quedó Insaurralde, el intendente del populoso distrito de Lomas de Zamora; y en tercero el tándem Margarita Stolbizer (una ex radical) y el radical Ricardo Alfonsín (hijo del fallecido ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín). Este “tándem” apoyado por el Frente Cívico, ha hecho una excelente elección, frente a la retirada del peronista disidente Francisco de Narváez (quién en 2009 había derrotado al propio Néstor Kirchner en las elecciones legislativas). Este retroceso se debió a la imposibilidad de capitalizar el éxito de 2009 y el no alcanzar acuerdos con Massa y con Macri (jefe del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires).

En la Ciudad de Buenos Aires, el oficialista Pro, partido del actual jefe de gobierno, festejó el mantener su liderazgo, pero si se observa la sumatoria de votos de la coalición de centro izquierda UNEN, liderada por Elisa Carríó y el cineasta Pino Solanas, superó en varios puntos al Pro.

En la interna de dicha coalición se

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impusieron como pre candidatos Elisa Carrió a diputada nacional y Pino Solanas como senador. El Frente de la Victoria, partido gobernante, no logró imponerse, dejando en claro que los porteños son abiertamente opositores a la actual gestión. Pero parece que no solo los “porteños” están descontentos, sino también millares de ciudadanos en todo país, dado que según diversos analistas políticos han señalado, el “kirchnerismo” ha perdido nada menos que 4 millones de votos. No obstante este retroceso, que no fue reconocido públicamente por la presidente de la Nación, quien en un discurso recriminó duramente a sus “filas”. En cierto punto sabe que hubo errores y que octubre, que son las elecciones legislativas, a pesar de un arco opositor fraccionado, su triunfo, terminará con la “mayoría automática” algo vital para la ley de presupuesto y la reforma constitucional, algo que fogonean los sectores más cercanos al oficialismo conocidos como los “Ultra K”, donde se encuentra al poderosa agrupación juvenil La Cámpora.

En estas elecciones, la oposición, salvo algunas excepciones, actuó fraccionada y la campaña se ha centrado en

“slogans” anti K, sin propuestas concretas en materia de políticas de Estado. Nadie piensa en el largo plazo en serio, más allá del ámbito discursivo. A pesar de los resultados, el diálogo entre oposición y oficialismo sigue cerrado, la intransigencia es total por parte de ambos sectores. Mientras tanto hay un país que espera que sean atendidos sus graves problemas estructurales.

En diversas oportunidades en Alternativa hemos hablado de numerosos problemas que tiene la Argentina, que lamentablemente se han transformado en estructurales. El problema de la seguridad pública pareciera ser un “mal permanente”, a lo que cabe agregar una institución judicial en crisis, serias falencias en materia de política criminal, falta de soluciones para hacer frente a la violencia juvenil, a lo que cabe agregar la gravísima denuncia del presidente de la Auditoría General de la Nación, Dr. Despuy, que habló de la existencia de zonas liberadas para el narcotráfico. ¿Algún líder político tomó nota de ello? Incluso el polémico Secretario de Seguridad Interior, Berni, señaló que en barrios privados de zona norte (en particular donde gobierna el

Alternativa es una publicación semanal producida con la colaboración de adherentes y de amigos de Alternativa Independiente, así como por el apoyo, con artículos de opinión e información, de otros actores políticos, sociales y técnicos, cuyo objetivo es difundir las actividades de interés social, cultural y político que hacen a nuestro país, al Partido Colorado y a nuestra Agrupación, así como difundir artículos de los diversos medios de comunicación, que pueden resultar de particular interés.Nota: Las opiniones e informaciones vertidas son de exclusiva responsabilidad de quienes suscriben los artículos, no comprometiendo la opinión de la publicación ni de la agrupación política.Contacto: Tel. 099.777.269, E-mail: alternativa520@gmail.comDirección: Fitzgerald Cantero Piali. Coordinación Gral.: Leonardo Monzillo CostaColaboran en este número: Pedro Bordaberry; Rodolfo Balakier; Ricardo López Göttig; Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro; Daniel Bilinis Arena.

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gran ganador de estas elecciones y flamante opositor, Sergio Massa) viven numerosos jefes mafiosos. Otra denuncia que pasó por desapercibida.

En materia económica, a diario leemos y escuchamos economistas que lo único que saben hacer, son diagnósticos… pero ¿y el tratamiento? Las recetas que algunos plantean son soluciones de corto plazo, con un alto costo social, centradas en combatir la inflación y el déficit fiscal. Costo que como siempre pagan los sectores más pobres. Nadie habla de programas de desarrollo, que transformen al país en un lugar atractivo para invertir y que sus propios ciudadanos confíen en su país (millares de argentinos tienen fuera del país activos por US$ 100.000 millones), ni cómo hacer frente al drama de la deuda. Muchos critican al Estado; las ideas giran en torno al estatismo de otros tiempos o volver a los “90” donde el Estado tocó retirada. El debate es otro, hacer que el Estado gaste bien, sea eficiente, se libere del cáncer de la corrupción y los graves problemas de gestión. La política exterior, es otro tema

que tiene que ser debatido por las fuerzas políticas del país. En la cuestión Malvinas, la Argentina ha logrado apoyos de gran valor, pero de escasa efectividad en la práctica, porque la ilegalidad en el Atlántico Sur es la regla, unida a la militarización. A todo ello es indudable revisar las relaciones con los países centrales, terminar con las renci-llas comerciales con el MERCOSUR (que deterioran las relaciones entre los socios y aliados de Argentina).

En octubre la sociedad argentina tendrá que votar nuevamente para elegir gran parte de la Cámara de Diputados, esperemos que los políticos “escuchen” al pueblo, dejen las rencillas y sectarismos, y vuelvan al sendero marcado de aquellos que sentaron las bases de la Unidad Nacional entre 1853/60, con la firme esperanza que la clase dirigente tome nota de las lecciones aprendidas, para que la Argentina finalmente derrote el sectarismo, consolide sus instituciones, supere las “crisis” y finalmente libre la gran batalla pendiente: la lucha contra el subdesarrollo y sus males asociados.

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El momento de ParaguayPor Julio María Sanguinetti / Para LA NACION

Con una optimista perspectiva de crecimiento económico para este año (un 12,5%, según la Cepal; un 13%, según el Banco Central), Paraguay se prepara para estrenar un nuevo gobierno la semana que viene.

Retorna el viejo Partido Colorado (oficialmente, "Alianza Nacional Republi-cana"), que gobernó 60 años antes de caer, por vez primera, en 2008, frente a una coalición formada por su histórico rival, el Partido Liberal, y un candidato extrapartidario, el obispo Fernando Lugo, quien no terminó su mandato al ser depuesto por un juicio político en que el Parlamento se pronunció en su contra por abrumadora mayoría.

Los gobiernos del Mercosur (y luego la Unasur) reaccionaron apresuradamente ante el episodio y suspendieron a Paraguay de esos organismos. Califica-ron de "golpe de Estado" lo que había sido un procedimiento constitucional, llevado a cabo por los poderes legítimos del Estado (Legislativo y Judicial). Predominaron la camaradería con el presidente "amigo", la simpatía por su presunto progresismo y la voluntad de hacer ingresar en el Mercosur a Venezuela por la ventana, eludiendo la negativa paraguaya. El atropello fue tan grosero que el propio presidente uruguayo, José Mujica, votante de todo, lo confesó paladinamente: "Lo político primó sobre lo jurídico".

La elección aportó un juicio inequívo-co:

los dos partidos que votaron la destitución de Lugo obtuvieron más del 90% de los votos, y los opuestos, todos sumados, no llegaron al 10%. El propio ex presidente resultó electo senador con un 9% de votos, adquiriendo así un estatus que en lo personal le es valioso, pero que en lo político desnuda la disminución de su respeto, luego de la nube de hijos naturales que le aparecieron como impensado fruto de sus tiempos de sacerdocio.

Desgraciadamente, el Mercosur sigue en su errática línea de conducción y, al tiempo que levanta la suspensión de Paraguay, confirma la presidencia pro témpore de Venezuela, hiriendo así -innecesariamente- a quien fue mal san-cionado y no puede aceptar, lógica-mente, la presidencia de un país cuya integración ni siquiera aprobó (y cuya membresía es de muy dudosa validez).

El retorno del coloradismo es juzgado por algunos como una deriva hacia el pasado autoritario de esa colectividad, que acompañó los 35 años de la tiranía de Stroessner. La historia reciente nos dice lo contrario. Ante todo, porque el fin de la dictadura lo provocó el mismo Partido Colorado, desde un ejército comandado por el general Andrés Rodríguez, quien destronó al anciano

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dictador, fue revalidado por el voto popular y condujo, luego, una abierta reinstitucionalización democrática.

El Partido Colorado que retorna al poder, entonces, es otro. Ha pasado por el llano y se ha recompuesto en él, preservando una organización que ha sido revalidada ahora sin el apoyo clientelístico de la administración. A su frente queda ahora un presidente que no tiene larga experiencia política ni tradición partidaria, pero que tampoco arrastra los pesados lastres del pasado. Sus primeros pasos han sido auspiciosos, pues ha consolidado una fuerte mayoría parlamentaria.

Horacio Cartes recibe un país que en los últimos años ha mostrado notables indicadores de crecimiento y vive un vigoroso tiempo de cambio. El año pasado fue negativo por los efectos de la sequía y de un brote de aftosa que afectó su exportación de carne, pero la emergencia ha pasado y se espera terminar el año igualando, o superando, el récord de 2010, en que un 13% de expansión del PBI le proyectó como excepcional a nivel mundial. La revolución sojera y el desarrollo gana-dero lideran esta expansión, sustentada además en una fuerte reserva financiera y un clima de inversión creciente, que mira hacia la construcción, el turismo y la agroindustria. Digamos, simplemente, que hoy Paraguay ha superado a la Argentina en exportación de carne. Por estas razones, tanto en Brasil como en la Argentina y Uruguay crece el interés por invertir allí, retroalimentando esa expansión en curso.

Todo indica que los precios

internacionales que han liderado el crecimiento sudamericano tendrán un aflojamiento, pero todavía con un nivel más que suficiente para sustentar un proceso de modernización como el que Paraguay requiere. Hay un ambiente internacional francamente optimista. Se trata ahora de que el nuevo gobierno preserve el clima de estabilidad, maneje su mayoría parlamentaria con sabiduría, trate de disminuir esas crispaciones tan propias de una política que aún arrastra años de enfrentamientos y no recaiga en el clientelismo y el caudillismo personalista. La situación pondrá a prueba el pragmatismo presidencial de exitoso empresario privado, que tendrá que manejarse en los vericuetos de una política compleja, con sus tiempos y exigencias. Su desafío intransferible es impedir que la política dañe la economía.

Paraguay arrastra una endémica pobreza. Con un 49%, supera largamente el promedio de América latina (28,87% de la población, según la Cepal). La habitual tentación es explotarla con un Estado prebendario, que suele dar alguna respuesta electoral rápida, pero compromete el futuro. El Estado no debe comprar conciencias ni atar al ciudadano a la dádiva. El reclamo público siempre exigirá resultados milagrosos. Se trata de racionalizarlo con avances realistas, acompasados al crecimiento económico.

La oportunidad es inédita. El viejo aislamiento paraguayo ha quedado en los libros. El nuevo presidente se enfrenta a una cita con la historia. Todo está dado, entonces, para un gran salto.

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El gran farsante nacionalJuego al truco desde mi adolescencia, pero si hay alguien contra quien jamás jugaría al truco es con el "Pepe" Mujica. Debe ser el mejor jugador del pago, terror de los boliches, nadie le gana en la simulación y a mentir.

Canta errado, tira bolazos, y no se le mueve una ceja. Así como te dice una cosa te dice la otra.

Chapeau!!! es un crack.

A cada quién le dice lo que le gustaría oir. Ahora habla a los jóvenes del amor, luego posa de chacarero tomándose fotos en un tractor que en su vida maneja, le paga a alguien para que plante.

Le gusta el papel de viejo vizcacha y dicharachero, fomenta el pobrismo para la prensa internacional, pero envía al Parlamento proyectos que una vez y otra dijo que no estaba a favor. Y si no están de acuerdo, entonces la oposición puede hacer referéndums que él apoya. Siempre y cuando no lo tengan podrido, porque entonces no firma (que es lo que nunca hace).

El pensamiento real de Mujica es fácil de saber, no es ningún misterio. Lo dice cada semana en forma explícita su señora esposa Lucía. Claro que lo que dice Lucía es radical, por eso como el tero, Mujica canta errado, y acaricia los oídos de los ciudadanos con mensajes suaves, pero Lucía revela lo que piensa su esposo.

El que lo quiera leer que lo lea. No hay que avivar giles.

El presidente es el gran farsante nacional.

Yo no le creo, hace daño.

El ciudadanoFoto: carasycaretas.com.uy

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LA GRAN MENTIRA DE UN GOBIERNO DE IZQUIERDAEntre el bagayo y la murga.

Por Daniel Bilinis Arena

Pronto será tiempo de escuchar y analizar, será tiempo de estudiar propuestas y comparar o mejor dicho recordar. Recordar porque seguimos recibiendo las mismas de siempre, cuando se utiliza la acción social, cuando las necesidades de la gente es materia de análisis severos, serios, cuando cobran vida en los políticos para completar letra de plataformas electorales.

Nos pueden vender lo que quieran, nos pueden vender tanto bagayo como puedan, mientras en el fondo se escucha la murga que salta y grita, es verdad, es verdad. Nuestra capacidad de asombro está desbordada, a tal punto que quizás haya gente que ni siquiera sepa que promesas de un partido ganador incumplidas, son

promesas de otro partido, que una propuesta de la oposición, es hoy propuesta del partido oficialista.

Es el gran carnaval de los partidos y sus candidatos, es el campo de las luchas internas, de las decepciones, de los enojos, de la pelea por las posiciones y hasta hay tiempo para algún reparto de cargos a último momento, en fin, en el tablado tenemos de todo, y nos venden la entrada y uno sabe si entra o sigue de largo.

La inseguridad, la educación en rotundo fracaso, una política exterior inexistente, políticas sociales que llevan más a la compra de votos que a decorar la existencia de miles de uruguayos, falsas promesas apoyadas en inventos e improvisación, lucha de sindicatos por el

poder, mediocridad ascendente en la sociedad, una salud cuyo sistema se cae a pedazos, menos empleos dignos, jóvenes desorien-tados cuando reponen en un supermercado o venden telefónicamente en empresas extranjeras que abaratando costos se instalan y esclavizan como en la época colonial, imponiendo el sueldo de los 8 mil, jubilados en ferias vecinales comprando mucho menos que antes, caminando mirando precios.

Este es el carnaval, el que dura todo un año, el más largo del mundo, claro si se trata de sobrevivir entre la ilusión, sueño y esperanza.

Grita la murga, es verdad, es verdad, pero

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en cuanto despertamos descubrimos el gran manantial de las espe-ranzas frustradas, de las ilusiones eternas de familias enteras en verse juntas otra vez, en tener que seguir pensando que el futuro depende de otros y nuestra impoten-cia asoma como una forma de vida.

La valentía de todo un pueblo, que lucha de día y de noche para sobrevivir, es lo que más sobresale en este carnaval, cuando vemos a los ganadores, siendo perdedores de alma, cuando las trampas gestadas cobran vida y destruyen todo lo que pueda empañar la verdad, descubrir menti-ras o maniobras realiza-das por mandatos, quién sabe de dónde y de quién. A pesar de todo eso, la valentía de un

pueblo entero que sabe que al atardecer descubre el silencio de la depresión, la forma en que nos levantemos al día siguiente sabiendo que el carnaval continúa, más allá de todos los días, aún así, sobresale la valentía de todo un pueblo, aunque no grite a viva voz en las calles, pero está convencido, el modelo de izquierda fracasó, los soberbios se sienten inseguros

Sí, necesitamos el poder que nos brinda la fuerza de la esperanza y la fe de seguir viviendo brindando un ejemplo de principios y dignidad a nuestros hijos, ocultando todo lo posible nuestra desolación, porque esa es la palabra que describe un estado de realidad de nuestra gente, necesitamos el poder que nos brinda el

voto para volver a creer y para eso los necesitamos a todos, a los que están afuera, pensando en todo esto y por aquellos que, estando aquí, quieren cambiar las cosas para que no se puedan crear ciudadanos de distintas categorías, porque la película de la GRAN MENTIRA llega a su fin en el 2014.

Todavía, por suerte, escucho y siento que aquellos que partieron al exterior, fueron a ganar dinero y tiempo, tiempo para poder vivir mucho más y aquí mismo, aquí cuando no nos vendan más bagayo y digan aquí estamos y reclamamos nuestros derechos, reclamando su libertad para poder vivir donde nacieron, donde se instale el cero kilo de falsas promesas e ilusiones.

Un día como hoy falleció el Gral. José de San Martín

En 1850, en Boulogne sur Mer (Francia), en su exilio voluntario, fallece a los 72 años edad, José de San Martín, militar argentino, prócer de la independencia latinoamericana y decisivo en la independencia de Argentina, Chile y Perú. Fuente hechoshistoricos.es. Foto: pachami.com