Análisis de La Carta de La OEA

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Análisis de la carta de la OEA La institución nacía como organización regional en 1948 con la firma de la Carta de la OEA. Desde sus orígenes pretendía establecerse fundamentalmente como una organización que actuara en la prevención y resolución pacífica de los conflictos principalmente entre los Estados. Sin embargo la propia evolución de la organización determinada por las necesarias adaptaciones al entorno cambiante en el que debe actuar, explica el hecho de que en este proceso de evolución que ha sufrido, la prevención y resolución de los conflictos este orientada sobre todo hacia aquellas situaciones conflictivas que puedan darse hacia el interior de los Estados. Esto no implica en los absoluto el abandono, ni tan siquiera el descuido sobre los potenciales conflictos interestatales. La región si bien ha conocido guerras entre Estados, lo cierto es que no obstante la persistencia de algunas hipótesis de conflicto, referidas por ejemplo a cuestiones limítrofes, los conflictos interestatales han ido perdiendo peso específico desde la creación de la OEA, basta recordar que el último enfrentamiento armado ha sido entre Perú y Ecuador 1995. Con el trascurrir de las décadas los nuevos desafíos que ponen en riesgo la estabilidad de la región, provendrían y provienen ya no en forma exclusiva ni prominente de los conflictos entre naciones, sino de las amenazas que configuran los conflictos originados en el

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Anlisis de la carta de la OEA

La institucin naca como organizacin regional en 1948 con la firma de la Carta de la OEA. Desde sus orgenes pretenda establecerse fundamentalmente como una organizacin que actuara en la prevencin y resolucin pacfica de los conflictos principalmente entre los Estados. Sin embargo la propia evolucin de la organizacin determinada por las necesarias adaptaciones al entorno cambiante en el que debe actuar, explica el hecho de que en este proceso de evolucin que ha sufrido, la prevencin y resolucin de los conflictos este orientada sobre todo hacia aquellas situaciones conflictivas que puedan darse hacia el interior de los Estados. Esto no implica en los absoluto el abandono, ni tan siquiera el descuido sobre los potenciales conflictos interestatales. La regin si bien ha conocido guerras entre Estados, lo cierto es que no obstante la persistencia de algunas hiptesis de conflicto, referidas por ejemplo a cuestiones limtrofes, los conflictos interestatales han ido perdiendo peso especfico desde la creacin de la OEA, basta recordar que el ltimo enfrentamiento armado ha sido entre Per y Ecuador 1995. Con el trascurrir de las dcadas los nuevos desafos que ponen en riesgo la estabilidad de la regin, provendran y provienen ya no en forma exclusiva ni prominente de los conflictos entre naciones, sino de las amenazas que configuran los conflictos originados en el interior de los Estados. Es as que la OEA comenzara a tomar nota de esto sobre todo a partir de la adopcin del protocolo de Cartagena en 1985, y profundizara an mucho ms el proceso una vez finalizada la guerra fra y la contienda este-oeste, en los aos 90, ciclo que culminara con la firma en 2001 de la Carta Democrtica Interamericana.[footnoteRef:1] [1: Protocolo de Cartagena de Indias 1985. OEA]

Estas amenazas son visualizadas bsicamente en torno las acciones en contra del reinado de la democracia representativa vctima en primera instancia de un golpe de Estado, aunque posteriormente como veremos se incluy tambin una segunda modalidad, la del ejercicio ilegitimo del gobierno por parte de las autoridades legtimamente elegidas.La carta de la OEA fue modificada en primer lugar por el Protocolo de Buenos Aires, de 1967, que modifico algunas estructuras de la organizacin. Posteriormente un paso clave fue la modificacin mediante el Protocolo de Cartagena de Indias, de diciembre de 1985, el cual entro en vigencia en 1988. Es clave porque introdujo en la Carta y dentro de los objetivos de la organizacin Promover y consolidar la democracia representativa dentro del resto al principio de no intervencin[footnoteRef:2] [2: Protocolo de Washington 1992. OEA.]

As mismo mediante el protocolo de Washington de 1992, se estableci en el artculo 9 de la Carta que:Un miembro de la Organizacin cuyo gobierno democrticamente constituido sea derrocado por la fuerza podr ser suspendido del ejercicio del derecho de participacin en las sesiones de la Asamblea General, de la Reunin de Consulta, de los Consejos de la Organizacin y de las Conferencias Especializadas, as como de las comisiones, grupos de trabajo y dems cuerpos que se hayan creado.[footnoteRef:3] [3: Carta OEA. Prembulo, prrafo 3.]

En ltimo lugar en 1993 se estableci el Protocolo de Managua que entro en vigencia en 1996, por el cual se cre el Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), teniendo como tarea encomendada promover la cooperacin entre los Estados del Hemisferio para lograr el desarrollo integral, como as tambin realizar avances en la lucha por la eliminacin de la pobreza.El desarrollo de la percepcin por parte de la OEA de que su funcin en cuanto a prevencin y resolucin de los conflictos, no era exclusiva en el mbito interestatal, sino que la lgica intraestatal tambin poda ser generadora de inestabilidad y conflictividad, como dijimos se plasmaba en una defensa y promocin de la democracia representativa entre los Estados del Hemisferio. La lgica de prevencin y resolucin de conflictos tena que ser entonces enfrentada necesariamente desde dos mbitos; por una lado esa promocin y defensa de la democracia representativa( como posible fuente de conflicto e inestabilidad, originada en el interior de los Estados), y por otro lado las cuestiones vinculadas a la seguridad ms tradicional inmersa en el panorama interestatal. Nosotros trataremos preferencialmente en el presente escrito la primera de ellas, por considerarla ms relevante para nuestros fines. No obstante como veremos, la defensa de la democracia representativa tambin est vinculada no solo con la prevencin y resolucin pacfica de los conflictos hacia el interior de un Estado, sino que tambin ser vista como fuente de estabilidad y paz en las relaciones entre los Estados.En este sentido ya en las primeras lneas del prembulo de la Carta de OEA puede encontrase un claro y aprovechable prrafo:Ciertos de que la democracia representativa es condicin indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la regin[footnoteRef:4] [4: Cesar Gaviria Trujillo, Secretaria General de la OEA, en la Conferencia Internacional sobre Estrategias De Prevencin. 13 de enero de 1998 - Tokio, Japn.]

De esta manera como queda elocuentemente establecido en este prrafo dela Carta de la OEA existe una inseparable relacin entre el imperio de la democracia representativa, y la estabilidad y la paz entre los Estados del Hemisferio. Esta vinculacin queda tambin elocuentemente planteada por el antiguo Secretaria General en un documento presentado con motivo de una Conferencia en 1998, en donde establece que:Todo el andamiaje de nuestra diplomacia preventiva, del uso de procedimientos pacficos para el manejo de crisis y de la accin postconflicto est fundado en el principio de la defensa de la democracia. Fortalecer las democracias constituye un elemento de enorme importancia para asegurar que reine la paz entre Estados y dentro de los propios Estados. Ese es nuestro paradigma de la solidaridad[footnoteRef:5] [5: Carta OEA. Artculo 2.]

En el artculo 2 de la Carta de la OEA se establecen los objetivos para los cuales se conform la institucin, donde como remarcaremos en breve no es obra de la casualidad el orden en que aparecen. Las metas contenidas y establecidas por los Estados miembros en dicho documento son las siguientes:

a) Afianzar la paz y la seguridad del Continente; b) Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervencin; c) Prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solucin pacfica de controversias que surjan entre los Estados miembros; d) Organizar la accin solidaria de stos en caso de agresin; e) Procurar la solucin de los problemas polticos, jurdicos y econmicos que se susciten entre ellos; f) Promover, por medio de la accin cooperativa, su desarrollo econmico, social y cultural; g) Erradicar la pobreza crtica, que constituye un obstculo al pleno desarrollo democrtico de los pueblos del hemisferio, y h) Alcanzar una efectiva limitacin de armamentos convencionales que permita dedicar el mayor nmero de recursos al desarrollo econmico y social de los Estados miembros.[footnoteRef:6] [6: Vase: Antonio Rafael Rubio Plo (2009). La OSCE y su concepcin de la seguridad: la convergencia de las organizaciones regionales europeos y de la OSCE en torno a una concepcin integral de la seguridad. Tesis Doctoral. Pg. 364]

Mencionbamos hace un instante que el orden en que aparecen enunciados dichos objetivos no es casual. Ntese inicialmente que el primero de ellos es Afianzar la paz y la seguridad del Continente, de manera que el primer objetivo y el principal figura en la cspide del declogo de metas de la organizacin. Ntese as tambin, que de inmediato al objetivo relacionado con la paz y la seguridad, aparece en segundo lugar del mismo declogo promover y consolidar la democracia representativa. De manera que lo que se intenta es colocar en la cima el objetivo general, para posteriormente enunciar los restantes objetivos que vienen a representar los medios para lograr esa paz y esa seguridad. Y es importante y demuestra el compromiso y la conceptualizacin asumida por la organizacin, el hecho de que la defensa de la democracia representativa, figure a continuacin de ese objetivo supremo, lo que continua comprobando la vinculacin entre lo uno y lo otro. As mismo y en tercer y cuarto lugar se establecen los objetivos relacionados frente a la prevencin y resolucin pacfica de los potenciales conflictos que puedan surgir entre los Estados miembro del a organizacin. Finalmente y a partir del objetivo cinco hasta el ltimo figuran objetivos relacionados fundamentalmente con el desarrollo econmico y la eliminacin de la pobreza como obstculo para el pleno desarrollo democrtico.Es interesante y relevante tomarnos el tiempo necesario para analizar algunas cuestiones. En primer lugar resulta importantsimo el hecho de que en el primer objetivo de la organizacin se vincule la paz y la seguridad. Tal vez para nosotros los contemporneos esta relacin resulte hasta una obviedad. Pero no siempre ha sido as en la historia del hombre. Es as que la nica concepcin de seguridad y en definitiva de paz, conocida desde el sistema de Westfalia (1648) fue la que se ajustaba al principio del equilibrio, por el que ninguna potencia poda ostentar la supremaca sobre las dems. El equilibrio representaba una concepcin cuasi mecnica de la seguridad que puede traducirse en una ausencia visible de conflictos pero que en realidad lleva a la vigencia del viejo adagio latino si vis pacem para bellum (si quieres la paz prepara la guerra), y a toda la secuela de las guerras de coalicin.[footnoteRef:7]De este modo la seguridad se lograba a expensas de los otros Estados. Por lo tanto la seguridad no era necesariamente sinnimo de paz, entendida esta ltima como relaciones amistosas entre los Estados. Y en todo caso si haba paz, era una paz impuesta por la fuerza por parte de los vencedores y seguramente era transitoria y efmera. Por lo tanto no es irrelevante esta vinculacin entre paz y seguridad en donde esta ltima no se fundamenta en obtenerla a expensas de otros, sino que tiene que ver con el mantenimientos de las relaciones amistosas entre los Estados, el dialogo, la prevencin y la resolucin pacfica de los conflictos, as como la necesaria cooperacin entre los mismos. [7: Ibdem pg. 364]

En segundo lugar la vinculacin que se realiza en la Carta de la OEA entre la paz y la seguridad y la defensa y consolidacin de la democracia representativa como requisito indispensable que sustenta dicha paz y seguridad, est claramente influenciada, as como lo ha hecho con otras instituciones, por el Ensayo sobre la Paz Perpetua escrito en 1795 por el filsofo Prusiano Immanuel Kant. Kant defendi que la paz y la seguridad van inseparablemente unidas a la organizacin interior de los Estados, lo que l llamaba una constitucin civil republicana, y que hoy identificamos con la democracia y el Estado de Derecho.[footnoteRef:8] [8: Vase: Michae lDoyle, Kant, Liberal Legacies, and Foreig nAffairs, Philosophy and Public Affairs, Vol. 12, N 3 y 4, 1983, pp. 205-235 y 323-354]

Posteriormente planteamiento de este estilo serian por ejemplo retomados por Doyle[footnoteRef:9] en la llamada teora de la Paz Democrtica. En donde tambin el ordenamiento interno que adoptaran los Estados en cuanto a su sistema poltico Democrtico, tendra su consecuencia en el mejoramiento de las relaciones entre los mismos, a partir de la creencia de que los Estados Democrticos no se hacen o tienden a no hacerse la guerra entre s. De modo que la expansin de este sistema poltico vendra a constituir una especie de garanta que tiende a aumentar los mrgenes de seguridad y fortalecer la paz. [9: OSCE. Carta de Paris para una nueva Europa, 1990.]

No se cree solo que el ordenamiento interno de los Estados tendr efectos sobre sus mutuas relaciones, si no que la defensa de la democracia tambin est vinculada con una nocin de seguridad que no posee como destinatario ultimo tan solo a los Estados, sino que tambin incluye a los individuos. Desde esta ptica un Estado seguro necesariamente tiene que implicar seguridad para su poblacin. Es en este sentido que una democracia slida y robusta se visualiza como garante del respeto de las libertades individuales, y de los derechos Humanos en su conjunto. Como hemos mencionado no solo la OEA ha sido baada por esta madeja de percepciones. En interesante notar que por ejemplo la Organizacin para la Seguridad y la Cooperacin en Europa (OSCE), tambin establece un vnculo profundo entre el imperio de la democracia como garanta que trae bajo el brazo seguridad y paz. En la Carta de Paris de 1990, uno de los ms importantes documentos de la por aun entonces Conferencia que aglutino en el marco de la contienda Este-Oeste a Estados Unidos y La Unin Sovitica (si bien en el marco de la distensin), as como a la mayora de los Estados Europeos, y en el marco del fin de la guerra fra que hacia posible avanzar en la homogeneizacin de los sistemas polticos de los Estados participantes, es en dicha Carta donde se declaraba que:Nuestras relaciones se basaran en nuestra comn adhesin a los valores democrticos y a los derechos humanos y libertades fundamentales. Estamos convencidos de que, para fortalecer la paz y la seguridad, entre nuestros Estados, son indispensables el progreso de la democracia y el respeto y el ejercicio efectivo de los derechos humanos.La toma de conciencia por parte de la OEA de la necesidad de defender el sistema democrtico representativo como una forma de contribuir a la paz y la seguridad del Hemisferio, fue tomando forma fundamentalmente a mediados de la dcada del 80, pero sobre todo el proceso se profundiz en los aos 90, llegando a la adopcin en 2001 de la carta democrtica interamericana. Durante los aos ochenta lentamente los Estados del Hemisferio fueron recuperando la vida democrtica. As mismo ya en los noventa la mayora de los pases iban progresivamente consolidando sus democracias, y las elecciones libres iban ganando la escena. Sin embargo an continuaban en proceso de robustecimiento, y los temores de que dichos procesos fueran interrumpidos por la fuerza mediante un golpe de Estado que implicara una ruptura del orden democrtico, se fueron materializando en la OEA mediante la adopcin de diferentes instrumentos reflejados en documentos y resoluciones, que adems de afirmar el compromiso en la defensa del sistema democrtico representativo, fueron dotando a la organizacin de herramientas de accin siempre dentro del principio de no intervencin en los asuntos internos, frente a las potenciales rupturas del sistema democrtico representativo.