Anatomía de un Asesinato (recensión)

8
Título original: Anatomy of a murder Año: 1959 Duración: 153 min. Nacionalidad: EE.UU. Género: Drama Adaptación de una novela de Robert Traver Guión: Robert Traver Wendell Mayes Montaje: Sam Leavitt Música: Duke Ellington Dirección: Otto Preminger

description

Ficha de la película con este nombre y consideraciones jurídicas que se pueden extraer para un cine forum con estudiantes de Derecho.

Transcript of Anatomía de un Asesinato (recensión)

Page 1: Anatomía de un Asesinato (recensión)

Título original: Anatomy of a murderAño: 1959Duración: 153 min.Nacionalidad: EE.UU.Género: DramaAdaptación de una novela de Robert TraverGuión: Robert Traver Wendell MayesMontaje: Sam LeavittMúsica: Duke EllingtonDirección: Otto Preminger

Page 2: Anatomía de un Asesinato (recensión)

Reparto: James StewartLee RemickBen GazzaraArthur O'ConnellEve ArdenKathryn GrantGeorge C. ScottOrson BeanRuss BrownMurray HamiltonBrooks WestKen LynchJohn QualenHoward McNearAlexander CampbellNed Wever

Jimmy ConlinRoyal BealJoseph KearnsDon RossLloyd Le VasseurJames WatersJoseph N. WelchDuke EllingtonNominaciones: Oscar. Mejor guión adaptado 1959Oscar. Mejor actor de reparto 1959Oscar. Mejor actor de reparto 1959Oscar. Mejor actor 1959Oscar. Mejor película 1959

Page 3: Anatomía de un Asesinato (recensión)

Biegler (James Stewart), un maduro abogado de Michigan, se encarga de la defensa del Teniente Frederick Manion ( Ben Gazzara) acusado del homicidio del dueño de un bar que había atacado a su mujer (Lee Remick). El abogado muestra un sorprendente dominio de la situación durante el juicio sin que le sorprenda demasiado la resolución del caso.

La bella esposa de un teniente del ejército americano es brutalmente violada. Y el teniente hace justicia por su propia mano: mata al violador. ¿Se le puede llamar a esto asesinato en primer grado, a sangre fría? ¿O es acaso un homicidio accidental? ¿O merece tal vez el veredicto de locura temporal? De esto último intenta convencer el abogado al jurado

Lee Remick es la esposa. Ben Gazzara el marido desesperado. Y James Stewart el abogado de provincia que lo defiende. Y a medida que la historia se desarrolla, el espectador recorre toda la gama de las emociones humanas: desde los celos y la rabia hasta la pasión y la comedia.

En el mejor cine de juicios reina la ambigüedad, la complejidad, el engaño colectivo que practica ese culpable al que declaran inocente, el triunfo gracias a la suerte del abogado mediocre con madera de héroe humanista sobre el grandioso penalista al que le ha tocado el papel de villano. En la cínica y absoluta obra maestra Anatomía de un asesinato, el consciente matador no sólo queda libre, sino que se larga sin pagarle a su astuto pero también estafado abogado defensor.

Anatomía de un asesinato– La instrucción.Por Michael Asimow, UCLA Law School (February 1998)

La película Anatomía de un Asesinato (Anatomy of a Murder) (1959) es probablemente la mejor película de juicios que se haya filmado. La película está basada en una importante novela escrita en 1958 por Robert Traver (el seudónimo del Juez de la Corte Suprema de Michigan John D. Voelker). Se basa en un interesante crimen achacado al Teniente Manion (Ben Gazzara) en una pequeña ciudad. Manion claramente abatió a tiros a Barney Quill en el bar de éste. Pero ¿por qué lo hizo? El frío fiscal Claude Dancer (George C. Scott en un asombroso debut) dice que todo sucedió en una reyerta de celos cuando Manion se encontró a su esposa Laura (Lee Remick) en los brazos de Quill. El abogado defensor Paul Biegler (James Stewart en una representación inolvidable) parece que va de broma. Alega que todo sucedió porque Manion estaba impulsado por un impulso irresistible (simplemente que encontró que Quill había violado a Laura tras haberla recogido en el bar). El juicio es un asunto turbio con giros y cambios asombrosos, siempre impregnado de una profunda comprensión de los

Page 4: Anatomía de un Asesinato (recensión)

dilemas inesperados y las rápidas decisiones a las que se enfrenta cualquier litigante.

La película está cargada de temas legales fascinantes, tales como la validez y aplicabilidad del impulso irresistible, una versión de la defensa propia enloquecida. Levanta numerosas cuestiones tácticas y éticas de la práctica judicial. Plantea la cuestión de si un interrogador debería plantear una pregunta de la que no conoce la respuesta. La sensacional partitura de jazz fue escrita por Duke Ellington. El sabio juez fue interpretado por Joseph N. Welch, quien se ganó una merecida fama representando a la Armada en las audiciones de la Armada de McCarthty en los primeros años 50.

En su famosa “lectura” Biegler patina cerca de la línea de una preparación amoral de un testigo ―esto es, hacer alterar la narración de los hechos a un testigo sobre los hechos en cuestión―. Cuando Biegler se encuentra por primera vez con Manion en la cárcel, le manipula para que supere la intensa desconfianza del cliente y luego la discusión gira en torno a si el cliente tiene defensa. ¿Hasta dónde puede llegar el consejo de sugerir una defensa a un cliente que no tiene por qué adoptarla? Y ¿puede el abogado discutir distintas posibles defensas antes de preguntar al cliente qué sucedió? Porque, una vez que el cliente ha contado al defensor su historia, eso congela la versión de los hechos del cliente; es demasiado tarde para amoldar los hechos para que se adapten a una determinada defensa.

Claramente es inadecuado asistir a un cliente para que invente hechos que nunca ocurrieron. Model Rule 3.4(b) establece que un abogado no puede “aconsejar o ayudar a un testigo para testificar en falso”. Pero es perfectamente correcto (de hecho obligatorio) para aconsejar, interrogar a un testigo y discutir su testimonio para asistirle para un testimonio efectivo. Y seguro que es adecuado contar a un cliente lo que dice la ley, incluso si eso sugiere una defensa de la que el cliente no se había apercibido. El problema es que un abogado inteligente puede transmitir un mensaje implícito a un testigo que altere su testimonio ―sin que de hecho le diga al testigo que lo haga.

En la película, Biegler es obviamente muy consciente de sus límites en el entrenamiento de los testigos pero la mayoría de los espectadores piensan que ha estado en todo momento en el lado ético de la línea. Sin preguntar a Manion exactamente lo que sucedió, le apercibe sobre las categorías de justificación y excusa y descarta todo posible contraargumento. Por ejemplo, matar en defensa de otro es una posible justificación ―pero no una hora después de que la violación del caso sucediera―. Biegler también ningunea la “ley no escrita” que permite matar a alguien a quien se descubre en flagrante delito con tu esposa. No reconocido como una defensa en Michigan, afortunadamente.

Así que Biegler deja que Manion elucubre hasta que Manion dice: “He debido estar fuera de mí”. Perdón, el mal carácter no es una defensa. “No” dice

Page 5: Anatomía de un Asesinato (recensión)

Manion, “He debido estar loco”. “Bien, Teniente” replica Biegler, mientras pasea por la habitación, “mientras tanto, mira a ver si puedes recordar qué nivel de locura tenías”. Así que el cliente llega a vislumbrar su defensa, aunque con un pequeño y suave empujoncito del abogado, y bien recuerda o fabrica los hechos que sostienen tal defensa.

Vemos en pantalla esta escena antes de unas cuantas audiencias, y a duraspenas cualquier abogado votaría llamar a disciplina a Biegler, incluso aunqeu parece que el testimonio de Manion es diferente al que daría en ausencia de la preparación y que Biegler procuró exactamente eso.

En el libro, sin embargo, Bieger da un paso más. La sospecha de defesa por locura le viene de Biegler, no de Manion. Hablando en primera persona, Biegler cuenta su conversación con el cliente: “Entonces, al final tenemos una defensa por locura” Me paré y hablé abruptamente, airadamente: “Bueno eso prácticamente lo aclara todo”. Luego, Manion comienza a preguntar sobre la locura. Biegler se hace el sordo y contesta, pero cuenta al lector: “Mi inocencia fue excesiva; resultaba obvio para mí cuando leí el periódico la noche anterior, que la locura era la mejor, si no la única defensa legal que tenía aquel hombre. Y eso cerraba de golpe toda otra escotilla y le decía que era la última. Sólo un cretino podría dejarlo de percibir, y yo estaba aprendiendo rápidamente con eso que el Teniente Manion no era un cretino” (pp. 45-46).

Puede alegarse que en la versión del libro, Biegler sobrepasó la línea preparando al cliente justo a una defensa inventada. Vid. Richard C. Wydick, The Ethics of Witness Coaching, 17 Cardozo L. Rev. 1, 25-27 (1995). La película, sin embargo, es más sutil. El cliente llega a su defensa, pero obviametne con una gran dosis de cobertura por parte de su abogado. ¿Qué pensais? ¿Biegler sobrepasó la línea quizás en el libro o también en la película? ¿O las reglas éticas sobre la preparación de los testigos se han separado tanto de la práctica jurídica real que llegan a resultar irrelevantes? ¿Toleramos ahora cualquier timpo de preparación como pedirle al cliente que mienta?

Otto PremingerFilmografía como director:

Laura. (1944) Laura. De Otto PremingerCentennial Summer. (1946) Centennial Summer. De Otto PremingerAmbiciosa. (1947) Forever Amber. De Otto PremingerCara de ángel. (1952) Angel Face. De Otto PremingerCarmen Jones. (1954) Carmen Jones. De Otto PremingerRío sin retorno. (1954) River of No Return. De Otto PremingerHombre del brazo de oro, El. (1955) The Man with the Golden Arm. De Otto PremingerBuenos días, tristeza. (1958) Bonjour tristesse. De Otto PremingerAnatomía de un asesinato. (1959) Anatomy of a Murder. De Otto Preminger

Page 6: Anatomía de un Asesinato (recensión)

Éxodo. (1960) Exodus. De Otto PremingerIn Harm’s Way. (1965) In Harm’s Way. De Otto PremingerRapto de Bunny Lake, El. (1965) Bunny Lake Is Missing. De Otto PremingerHurry Sundown. (1967) Hurry Sundown. De Otto PremingerRosebud. (1975) Rosebud. De Otto Preminger

Filmografía como productor:

Laura. (1944) Laura. De Otto PremingerCentennial Summer. (1946) Centennial Summer. De Otto PremingerCara de ángel. (1952) Angel Face. De Otto PremingerCarmen Jones. (1954) Carmen Jones. De Otto PremingerHombre del brazo de oro, El. (1955) The Man with the Golden Arm. De Otto PremingerBuenos días, tristeza. (1958) Bonjour tristesse. De Otto PremingerAnatomía de un asesinato. (1959) Anatomy of a Murder. De Otto PremingerÉxodo. (1960) Exodus. De Otto PremingerIn Harm’s Way. (1965) In Harm’s Way. De Otto PremingerRapto de Bunny Lake, El. (1965) Bunny Lake Is Missing. De Otto PremingerHurry Sundown. (1967) Hurry Sundown. De Otto PremingerRosebud. (1975) Rosebud. De Otto Preminger