Anexo I Ensayo María Sol Porto 2013 Medios (3)

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Prólogo Bienvenidos a la “Bitácora de la soledad”. En este ensayo la autora nos ofrece un acercamiento y reflexión acerca de “La soledad”, un concepto tan escuchado y conocido por todos nosotros, aunque no por eso menos atractivo. Se atreve y nos permite reflexionar acerca de la relación entre los conceptos Soledad y Nuevas Tecnologías, lo que implica, complejizar el tema y preguntarse: ¿De qué estamos hablando cuando decimos o escuchamos estos conceptos? A su vez, nos invita a preguntarnos acerca de cómo se relacionan las nuevas tecnologías con la capacidad de “estar a solas” y con el “estar sin compañía de otros significativos”. Por otro lado, nos desafía a pensar en la relación de la soledad con la comunicación. ¿Hay o no relación? Y si la hay, ¿es la misma que la que conocemos cuando la soledad no está presente? Pero también de las nuevas tecnologías y la comunicación. ¿Con quién nos comunicamos cuando estamos a solas? Si nos imaginamos a Facebook o a Twitter como formas de

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Argumentacion

Transcript of Anexo I Ensayo María Sol Porto 2013 Medios (3)

PrlogoBienvenidos a la Bitcora de la soledad. En este ensayo la autora nos ofrece un acercamiento y reflexin acerca de La soledad, un concepto tan escuchado y conocido por todos nosotros, aunque no por eso menos atractivo. Se atreve y nos permite reflexionar acerca de la relacin entre los conceptos Soledad y Nuevas Tecnologas, lo que implica, complejizar el tema y preguntarse: De qu estamos hablando cuando decimos o escuchamos estos conceptos? A su vez, nos invita a preguntarnos acerca de cmo se relacionan las nuevas tecnologas con la capacidad de estar a solas y con el estar sin compaa de otros significativos. Por otro lado, nos desafa a pensar en la relacin de la soledad con la comunicacin. Hay o no relacin? Y si la hay, es la misma que la que conocemos cuando la soledad no est presente? Pero tambin de las nuevas tecnologas y la comunicacin. Con quin nos comunicamos cuando estamos a solas? Si nos imaginamos a Facebook o a Twitter como formas de comunicacin de esta era, pensar en estar a solas parece difcil. Ya irn descubriendo las respuestas a todos estos interrogantes a lo largo del texto.Este ensayo nos invita a reflexionar y a preguntarnos si son las nuevas tecnologas las que generan aislamiento de lo social, del encuentro con la ley, con la cultura o si son, quiz, utilizadas consciente o inconscientemente por nosotros para aislarnos del encuentro con los otros y para evitar estar a solas o dicho de otra forma, para evitar estar con nosotros mismos.

Geraldina Beln PortoLic. en Psicologa

La Bitcora de la Soledad

Qu pretendo yo de usted?

Son las once de la noche del ltimo domingo de octubre y mientras organizo la semana me decido a comenzar el ensayo que la materia medios de comunicacin de la facultad me invita a escribir. Luego de leer el libro La intimidad como espectculo de Paula Sibilia muchos interrogantes quedaron rondando en mi cabeza. No se asusten! No es mi intencin adentrarlos en mi mente pues sinceramente no se los recomiendo pero s, que a lo largo de este escrito y por medio de mis palabras, puedan compenetrarse con esto que me moviliza: cmo las nuevas tecnologas devaluaron la nocin existente de soledad. Es decir, que pasamos de la soledad a estar solos. As que, si les parece, los invito a pasar a este nuevo mundo donde intentar abordar la soledad desde distintos escenarios para que, juntos, podamos dialogar a solas con la soledad.

1- En el hall de entrada

Antes de empezar, me gustara definir algunos trminos claves que les sern fundamentales para poder comprender el camino por el que va este ensayo. Comencemos con los trminos soledad y estar solo. Googli rpidamente ambos y encontr que segn la tan consultada RAE, la soledad es la carencia voluntaria o involuntaria de compaa, el pesar y melancola que se sienten por la ausencia, muerte o prdida de alguien o de algo.[footnoteRef:1] Por otro lado, define solo como aquel que est sin otra cosa o que se mira separado de ella; dicho de una persona: sin compaa; que no tiene quien le ampare, socorra o consuele en sus necesidades o aflicciones. [footnoteRef:2] [1: http://lema.rae.es/drae/?val=soledad] [2: http://lema.rae.es/drae/?val=solo]

Sin embargo no me terminaba de quedar claro el concepto y la diferencia, e imagin que a ustedes tampoco, por lo que decid ponerme en manos de Paula Sibilia, quien en una parte de su obra nos habla del pnico a la soledad. Citando a Ana Bela Almeida, crtica literaria de origen portugus, plantea que la soledad es lo que diferencia a un personaje de una persona, sobre todo, la capacidad que aquel tenga de estar a solas. Una habilidad cada vez ms rara y sin sentido entre nosotros [] tal como lo expresa Jonathan Franzen en su libro Cmo estar solo.[footnoteRef:3] Con esto la autora nos dice que los personajes jams estn solos. Siempre hay alguien para observar lo que hacen, para seguir con avidez todos sus actos, sus pensamientos, sentimientos y emociones.[footnoteRef:4] Pero esto no siempre nos pasa a las personas. [3: Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 297.] [4: Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 298.]

Me es inevitable no pensar en el concepto de cultura relacionado a la soledad cuando releo las palabras de Sibilia. Esto es porque nos muestra que la subjetividad tiene dos caractersticas intrnsecas, y qu puede ser ms subjetivo que la soledad? Nos habla de formas de ser y estar en el mundo embodied encarnadas en un cuerpo (vos, yo, nosotros)- y embedded embebidas en una cultura.[footnoteRef:5] Para clarificar esta idea voy a valerme del significado que da a la cultura el hispanista francs Edmond Cros en su libro El sujeto cultural: sociocrtica y psicoanlisis. [5: Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. 1 ed. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 20.]

La cultura puede ser definida entre tantas otras definiciones como el espacio ideolgico cuya funcin objetiva consiste en enraizar una colectividad en la conciencia de su propia identidad. [] Como lo recordaba Louis Althusser [] la cultura no posee existencia ideal, slo existe a travs de sus manifestaciones concretas, es decir:1. El lenguaje y las diversas prcticas discursivas;2. Un conjunto de instituciones y prcticas sociales,3. Una particular manera de reproducirse en los sujetos conservando, sin embargo, idnticas formas en cada cultura.[] En efecto, la cultura es un bien simblico colectivo que existe precisamente porque es compartido colectivamente.[footnoteRef:6] [6: Cros, E. (2003). El sujeto cultural. Sociocrtica y psicoanlisis. 2ed. Medelln, Colombia: Fondo Editorial Universidad EAFIT. 11-12]

Pero esto no me bast, algo me segua faltando, entonces decid averiguar por mis propios medios qu pensaba la gente de distintas edades respecto de la soledad, el estar solo y si consideraban que se puede estar solo en soledad. Es as como llegu a tres versiones de la soledad, versiones que se condicen con los avances que se fueron dando en las nuevas tecnologas de acuerdo a las pocas en que vivi cada uno de mis entrevistados. Previo a introducirlos en los nuevos trminos es importante que sepamos de qu hablamos cuando decimos: nuevas tecnologas. Wikipedia las menciona como el conjunto de recursos, procedimientos y tcnicas usadas en el procesamiento, almacenamiento y transmisin de informacin. [] Son inmateriales, ya que la materia principal es la informacin; permiten la interconexin y la interactividad; son instantneas; tienen elevados parmetros de imagen y sonido. Al mismo tiempo las nuevas tecnologas suponen la aparicin de nuevos cdigos y lenguajes, la especializacin progresiva de los contenidos sobre la base de la cuota de pantalla (diferencindose de la cultura de masas) y dando lugar a la realizacin de mltiples actividades en poco tiempo.[footnoteRef:7] [7: http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnolog%C3%ADas_de_la_informaci%C3%B3n_y_la_comunicaci%C3%B3n]

1.1. La soledad versin 1.0

Miriam y Daniel, de 49 y 50 aos respectivamente, coinciden en que la soledad es un sentimiento, un estado del alma que se diferencia del estar solo porque ste hace referencia a no tener compaa, a no tener la posibilidad de compartir. Ambos me plantean que s es posible estar solo en soledad porque uno puede estar rodeado de gente pero sentirse solo. Adriana, profesora de lengua y literatura jubilada, piensa en la soledad como DEVASTACION[footnoteRef:8], define el estar solo como no tener a nadie que piense en vos, que se preocupe, que te extrae y viceversa y afirma que uno puede vivir rodeado de gente y sin embargo estar solo, es decir, que la soledad no es excluyente del estar solo. Finalmente Rox, como la llamamos los amigos, maestra jardinera y fotgrafa de 45 aos me comenta que vive la soledad como ese momento donde podemos darnos cuenta que el otro o los otros son importantes para nuestra vida. Ella considera que estar solo es reencontrarse con uno mismo, ver en uno fortalezas, y debilidades, riquezas y miserias y aprender a valorar lo que somos y tenemos. Respecto de si se puede estar solo en soledad no da una definicin clara sino ms bien manifiesta que a veces uno intenta estar solo y no lo logra, aunque est en soledad, porque la mente empieza a trabajar de una manera que aparecen pensamientos, sentimientos y un cosquilleo que nos llega a hacer ruido y nos dispersa de lo que realmente queremos. Cuando uno se propone estar solo, lo que tiene que saber es que no importa si est rodeado de gente, sino que lo que necesita hacer es una introspeccin, porque de ah parte todo y uno logra crecer. [8: Se conserva la mayscula escrita por la entrevistada.]

En conclusin, entiendo que para mis entrevistados 1.0 la soledad es un sentir, el estar solo un momento y que reconocen la posibilidad de estar solo en soledad.1.2. La soledad versin 2.0

Melisa es una citotcnica de 27 aos recin cumplidos que, al encontrarse con mis preguntas, no duda un segundo en responder que la soledad es un estado, el estar solo es no tener a nadie y que tranquilamente se puede estar solo en soledad, ya que uno puede encerrarse solo en su habitacin angustiado sin nadie ms. Paula Ulla, psicloga, afirma que la soledad en el sentido ms comn es la ausencia de otras personas, no de otras cosas. Estar solo por lo tanto, es estar sin la presencia de un otro, pero un otro cargado subjetivamente por nosotros, un otro con cierta significancia. Por ltimo, respecto a estar solo en soledad, plantea que podemos estar rodeados de otras personas, pero estar en soledad, o sea, sin un otro significante para nosotros pero que podemos tambin estar sin otras personas, y en ese caso tambin estamos en soledad. Y podemos tambin estar con esos otros significantes para nosotros, pero aun as seguimos en soledad. Paula Colasso, compaera de carrera, responde antelando que no es muy buena para esto que cree que la soledad no es nada concreto sino ms bien la ausencia de cosas a las que estamos acostumbrados cotidianamente. Estar solo, a su entender, es no estar en compaa de nadie. Finalmente, ante mi cuestionamiento de si se puede estar solo en soledad responde s claro, pero uno puede estar en soledad y a la vez estar pensando en millones de cosas. Intentando llegar a una palabra clave que defina las concepciones de todos los entrevistados de este grupo 2.0 me encuentro con que son seres mucho ms reflexivos y, tal vez, sentimentales. Estn atravesados por trminos como ausencia y angustia y coinciden en la posibilidad de estar solo en soledad.

1.3. La soledad versin 3.0

Sebastin se muestra muy pensativo al ser consultado. Tiene 15 aos y me responde sin dejar el lugar que ocupa en la computadora, previo poner el juego en Pausa, obvio. Para l la soledad es un sentimiento mientras que estar solo significa no tener nadie al lado moral y materialmente. Tambin coincide con que se puede estar solo en soledad, siendo sta la nica posibilidad de estar solo (no concibe el estar solo con gente alrededor). Melanie tambin tiene 15 aos pero plantea un concepto bastante dismil del anterior. Ella concibe la soledad como una forma de encontrarse a uno mismo, al estar solos como libertad y no considera que se pueda estar solo en soledad. Mara Beln, estudiante para magisterio tiene 21 aos de edad y me dice que estar solo es un sentimiento pero la soledad es un estado, por ende cree que no se puede estar solo en soledad porque una vez que uno se asume como solo ya cuenta con una compaa que es uno mismo y su realidad. Por ltimo: Marysol. Ella es una imaginativa estudiante de diseo de indumentaria que con slo 20 aos me plantea que hay dos tipos de soledad: la que tiene que ver principalmente con uno mismo, donde nos pensamos y solo podemos enfocarnos en nosotros; y la que tenemos por ser seres que viven en sociedad, esa soledad que tiene que ver con los otros y con cmo nos sentimos socialmente, cmo nos vemos y cmo nos ven, cunto nos influye la aprobacin o desaprobacin de ese otro. Siguiendo esta lnea, asocia el estar solo a la primer definicin, al encontrarnos con nosotros mismos, con podernos alejar de lo social y pensarnos como seres individuales pudiendo encontrarnos con aquellas faltas que nos cargan de angustia. Marysol afirma convencida que se puede estar solo en soledad pero por un momento duda y tambin se convence de que se puede estar solo estando acompaado.Como conclusin de mi ltimo grupo considero que est conformado por todos los sujetos 3.0 que nacieron en la era de las comunicaciones y no saben vivir en soledad, por eso no conciben el estar solo en soledad. Sin embargo, coinciden con los dems en los trminos que definen a ambas ideas.

Uff, que agotador fue estar de pie en este hall intentando esclarecer un poco a dnde estbamos entrando pero creo que ya estamos listos para pasar a la siguiente habitacin.

2- Yendo de la cama al living

Es importante que comprendamos que la soledad ya no es lo que era. La nocin de soledad se fue modificando en funcin a los cambios en los que ha devenido la sociedad desde fines del siglo XIX hasta nuestros das. La idea que tenan los burgueses de la soledad, lgicamente difiere mucho de la que tenemos nosotros. Podramos decir que aquella soledad dorma en la habitacin principal mientras que a la nuestra la pusieron a dormir en el divn del living.Tomando prestadas las palabras de mi ya amiga Sibilia y mientras siento el olorcito a comida que viene de la cocina, me propongo mostrarles las diferencias entre dos tiempos que, retomando la obra de Zygmunt Bauman, podemos definir como un tiempo hardware (siglo XIX) y uno software (siglo XXI)[footnoteRef:9]. Para dinamizar esta diferenciacin les presento un cuadro comparativo donde destaco los conceptos clave que definieron cada poca en cuanto a la literatura y a la construccin de la subjetividad de cada individuo: [9: Bauman, Z. (2000) Modernidad lquida. Cp. 3: Espacio/tiempo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica. 122:127]

SIGLO XIX (1800 a 1900)SIGLO XXI (2000 en adelante)

ntimo xtimo

Selectivo (clases sociales altas) Todos

Introdirigido: deseo de soledad Alterdirigido: Pnico a la soledad

Valor al artesano por lo que hace Valor al artista por lo que es

La habitacin La pantalla

Escribir para ser (libros) Aparecer para ser (Internet)

HOMO PSYCHOLOGICUS: SoledadHOMO TECNOLOGICUS: Estar Solo

El siglo XIX se caracteriz por el surgimiento de un fenmeno desconcertante: los medios de comunicacin de masas basados en tecnologas electrnicas: radio y tv. Pero esto surgi dentro de una sociedad disciplinaria que, tal como cuenta Sibilia, cultivaba rgidas separaciones entre lo que era el mbito pblico y la esfera de lo privado, reverenciando tanto la lectura como la escritura silenciosas y en soledad, en la soledad de la habitacin propia donde nadie tena acceso sin permiso y, sobre todo, el nico lugar donde las mujeres gozaban de intimidad. Slo en este siglo existi el homo psychologicus, lo que sera algo as como un hombre privado, con una personalidad introdirigida, es decir, dirigida hacia adentro.[footnoteRef:10] Para que podamos entender mejor este trabalenguas es importante que pensemos en esta poca como la del diario de una Anna Frank que se esconda debajo de la mesa para escribir, de una Jane Austen que en los momentos de tranquilidad y soledad de la sala de su casa familiar escriba a escondidas Orgullo y prejuicio, ocultando los manuscritos siempre que alguien apareca[footnoteRef:11] o como la joven Eugnie de Gurin que escriba slo de noche, a la luz de las estrellas para disimular inclusive ante su querido padre.[footnoteRef:12] Todas estas mujeres tenan un factor comn: encontraban un refugio en la privacidad. El ambiente acogedor del hogar era el escenario ms adecuado para hospedar la intimidad, solamente ese cubculo cerrado y aislado del mundo las haca sentirse seguras y protegidas para poder concentrarse en su obra. Esto se condice con lo que Bauman nos cuenta en su obra valindose de lo que Hazeldon propona: hoy la seguridad es lo ms importante. Nos guste o no, sa es la mayor diferencia[footnoteRef:13]. Quien puede disfrutar de la seguridad, de la proteccin, no tiene de que preocuparse y, por ende, puede focalizar su atencin en otra cosa: escribir para ser. [10: Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 27.] [11: Virginia Woolf en Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 79.] [12: Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 79.] [13: Bauman, Z. (2000) Modernidad lquida. Cp. 3: Espacio/tiempo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica. 99-100]

El nuevo siglo, o sea, nuestro siglo, que comenz hace unos trece aos, trajo consigo un nuevo fenmeno que revolucion todo lo conocido hasta ese momento: la Web 2.0. Simplemente se trat de que las computadoras interconectadas mediante redes se transformaron en medios de comunicacin, caracterizados por una explosin de la creatividad y una democratizacin de dichos medios[footnoteRef:14]. Esta situacin puso en el centro a todos nosotros convirtiendo a las pantallas de nuestras computadoras en ventanas siempre abiertas y conectadas para que interacturamos y compartiramos nuestra vida con miles de personas de todo el mundo. Wow, dicho as me da escalofros, pero es la realidad. En este contexto, es que abandonamos nuestros cuartos, solitarios y aburridos y nos sentamos en el cmodo silln del living de casa, con nuestros smartphones, tablets y notebooks a exponer nuestra propia intimidad en las vitrinas que los sitios de Internet nos ofrecen en bandeja. Esos diarios ntimos en los que escriban Anna Frank o Jane Austen son ahora los blogs, las notas de Facebook, todos los diarios xtimos a los que tiene el alcance cualquier persona y que responden a la consigna del aparecer para ser, es decir, quien no forma parte de esta red, quien no comparte su vida, quien no es un homo tecnologicus simplemente no existe. [14: Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 14:17.]

3- Desnudando a la soledad para un bao

No les pasa que cuando se disponen a tomar un bao comienzan a pensar en todo aquello que les anduvo rondando en la cabeza a lo largo del da, o que requiere que tomen una decisin, o simplemente, que les llam la atencin? Creo que a la mayora de nosotros nos pasa eso, a la hora de pasar las cosas en limpio, nada mejor que un bao. Por eso es que a la soledad, en este momento, le toca mojarse. Sin lugar a dudas todo lo que venimos charlando apunta a llegar a la conclusin de que hemos sufrido un pasaje de la soledad a estar solos. Y yo me pregunto la comunicacin en estos dos estados es la misma? No, nunca la comunicacin es igual en dos situaciones diferentes. Si me basara en las definiciones que mis gentiles entrevistados proporcionaron tendra que decir que no existe la comunicacin ni en soledad ni estando solo, ya que en realidad no hay con quien comunicarse. Sin embargo, no me puedo quedar con esto porque sera ir en contra de lo que yo misma creo y, para m, la comunicacin siempre est, hablemos con otro o no. Por eso me atrevo a decir que la comunicacin en soledad es esa que tenemos con nosotros mismos, esa que dirigimos hacia nuestro interior, hacia nuestra personalidad, un ida y vuelta con nuestra esencia. Sera algo as como una charlita con nuestro ngel y nuestro demonio interno. Ahora bien, pensar en la comunicacin estando solos me lleva inmediatamente a imaginar un hombre con un celular en su mano. Hoy en da, todos nos comunicamos estando completamente solos y sin darnos cuenta. Vamos en el tren rodeados de gente pero solos, charlando por WhatsApp con tres de nuestras amigas a la vez porque tenemos un grupo que se llama Las ms bonitas del conurbano, mientras tanto entramos al Face para firmarle a mam que cumple los aos y ya que estamos, aprovechamos que justo agarr seal, y tuiteamos que el Roca anda con demoras para que todos los que lo tienen que tomar lo tengan en cuenta. Estbamos solos, sin embargo, nos comunicamos con cientos de personas en cinco minutos y por tres medios diferentes. Nadie puede negar que la comunicacin cambi con las nuevas tecnologas y que estamos viviendo en un tiempo software, como dice Bauman, en una modernidad que cada vez, va a ser ms lquida. Est en nosotros aprender a poner en prctica la comunicacin en soledad mientras estamos solos.

4- La cocina de la soledad

Para m la cocina siempre fue un lugar especial, no cualquiera entra a la cocina, es la trastienda, el detrs de escena, donde estn los ingredientes en estado puro antes de transformarse en eso que vemos, en lo producido. Entonces me pregunto, cul es la trastienda de la soledad? Mientras pienso te ofrezco un mate, a ver si entre los dos podemos resolver esto que me moviliza, que me lleva a pensar en la soledad antes de la soledad. El mate siempre es un buen aliado a la hora de tomarnos un tiempo para pensar.Ya lo tengo! El deseo, esta palabrita es la que nos mueve a todos a actuar, es la que mueve nuestra subjetividad, porque tal como dice Sibilia, est compuesta de formas de ser y estar en el mundo.[footnoteRef:15] El deseo es, segn el diccionario de psicoanlisis de Jean Laplanche y Jean Bertrand Pontalis, la experiencia de satisfaccin, a continuacin de la cual [...] la imagen mnmica de una determinada percepcin permanece asociada a la huella mnmica de la excitacin resultante de la necesidad. Al presentarse de nuevo esta necesidad, se producir, en virtud de la ligazn establecida, una mocin psquica dirigida a recargar la imagen mnmica de dicha percepcin e incluso a evocar sta, es decir, a restablecer la situacin de la primera satisfaccin: tal mocin es la que nosotros llamamos deseo; la reaparicin de la percepcin es el cumplimiento de deseo.[footnoteRef:16] En pocas palabras entonces, el objeto de deseo es aquello sobre lo que recae el deseo, la necesidad que surge en nuestro interior de poseer ese objeto para sentir satisfaccin. [15: Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. 1 ed. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 20.] [16: Laplanche, J y Pontalis, J-B (2004) Diccionario de Psicoanlisis. Buenos Aires: Paidos. Extrado de: Freud, S. Die Traumdeutung, 1900. G.W., II-III, 571; S.E., V, 565-6; Fr., 463; O.C, I, 562. G.W., II-III, 575; S.E., V, 569; Fr., 466; O.C, I, 564.]

La soledad, en el siglo pasado y en el anterior, era un verdadero objeto de deseo, era algo anhelado y que se traduca en las ganas de estar consigo mismo. Fue a raz de estos sujetos, volcados hacia su interioridad, que pudo nacer la psicologa como ciencia que estudia a este homo psicolgico. Por el contrario, en este siglo XXI, se evidencia un pnico a la soledad, es decir, ya no es objeto de deseo sino de temor. Si recordamos lo que charlamos en el living podramos afirmar que hay una sensacin de miedo a estar solos porque solos, sin la existencia de la mirada de ese otro que aprueba o desaprueba nuestro accionar, no existimos. Sin embargo, algn deseo que nos mueva a actuar tiene que haber, y de hecho s lo hay: ser distintos, ser originales, ser la personalidad del ao de la revista Time. La autora Noelle-Neuman, creadora de la teora de opinin pblica conocida como La espiral del silencio, plantea en su libro homnimo que la gente, al momento de una eleccin presidencial por ejemplo, suele subirse al carro ganador, es decir, vota a quien cree que va a ganar. Esto no se debe que espera obtener algo de esa victoria sino que se trata de algo ms modesto: el deseo de evitar el aislamiento, un deseo aparentemente compartido por todos nosotros. Nadie quiere estar tan aislado [] que los vecinos miren en otra direccin cuando se crucen con uno en las escaleras, o los compaeros del trabajo se alejen, dejando un asiento vaco al lado de uno.[footnoteRef:17] Con esto pretendo mostrarles que no slo Sibilia aborda este tema sino que es un factor comn de atencin para todas las ciencias sociales. [17: Noelle-Neuman, E. (1995) La espiral del silencio. Opinin pblica: nuestra piel social Espaa: Paids. 23]

Pensndolo desde Bauman y reflexionando en voz alta se me ocurre que, tal vez, antes, la soledad tena un lugar que ahora se transform en un no lugar. Qu quiero decir con esto? Que segn la clasificacin que el autor hace en el captulo espacio/tiempo de su obra Modernidad lquida la soledad del siglo XIX era un lugar cerrado en s mismo, un lugar purificado[footnoteRef:18] que poda disfrutarse sin temor ya que daba seguridad y permita, de ese modo, divertirse y abrir el corazn a la escritura. Si lo comparsemos con los ejemplos de Bauman podramos decir que la soledad sera como los lugares de compras, los shoppings, ya que ofrecen un equilibrio casi perfecto entre libertad y seguridad[footnoteRef:19]. En la vereda de enfrente est la soledad del SXXI, esta soledad como no-lugar, que desalienta la idea de permanencia all mismo, imposibilitando la colonizacin o domesticacin del espacio. Es un lugar del que nunca te podes apropiar del todo, transitorio, que no protege ni da seguridad. Tal como dice Bauman un espacio despojado de las expresiones simblicas de la identidad, las relaciones y la historia [][footnoteRef:20]. La soledad ya no encuentra espacio en la identidad del sujeto, en su interioridad, por el contrario, necesita de su antnimo, de la visibilidad para construirse como tal. [18: Bauman, Z. (2000) Modernidad lquida. Cp. 3: Espacio/tiempo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica. 107.] [19: Bauman, Z. (2000) Modernidad lquida. Cp. 3: Espacio/tiempo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica. 108] [20: Bauman, Z. (2000) Modernidad lquida. Cp. 3: Espacio/tiempo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica. 111]

Si miramos ms all de este planteo y sobrevolamos ambos conceptos podemos percibir que hay, de fondo, una puja entre el sujeto cultural y el sujeto del deseo, entre aquel que, necesita habilitar el lugar de la soledad para hacerla parte de su historia, su identidad y su personalidad y aquel que el miedo a la soledad lo paraliza y por eso desea fervientemente exhibir su intimidad, mostrarse, aparecer.Creo que no hay conclusin mejor para finalizar este apartado que la que hace Sibilia en el captulo de su libro titulado yo personaje y el pnico a la soledad: esta repentina ansia de visibilidad [del siglo XXI], esa ambicin de hacer del propio yo un espectculo, tambin puede ser una tentativas ms o menos desesperada de satisfacer un viejo deseo humano, demasiado humano: ahuyentar los fantasmas de la soledad.[footnoteRef:21] [21: Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 301.]

5- A solas con la soledad

Queridos amigos, me tomo el atrevimiento de llamarlos as pues siento que en eso se han convertido despus de lo que compartimos, luego de haberles abierto las puertas de mi mente y de haber disfrutado de mates y reflexiones, lamento decirles que hemos llegado al ocaso de este humilde ensayo, lo cual genera en m una mezcla de nostalgia y satisfaccin. Intent guiarlos por medio de mis palabras para que poco a poco pudieran ir abriendo la puerta de su propia habitacin y ver con qu se encontraban dentro, qu lugar estaban dando ustedes mismos a la soledad. Para ello, comenzamos entrando al hall, lugar pblico y transitado, un no-lugar dentro de nuestra propia casa; de a poco fuimos adentrndonos en lugares ms privados, ms personales, que muestran de un modo ms autntico la identidad, la personalidad de nuestro hogar. Fue as como pasamos al living, de all al bao, luego a la cocina y por ltimo a la habitacin. All mismo estamos ahora, intentando reivindicar la nocin de soledad, intentando devolverle ese valor que perdi a lo largo de estos aos. Por qu pensar que la soledad no puede convivir con las nuevas tecnologas? No conviven acaso la pobreza y la riqueza, la salud y la enfermedad, el amor y el odio? Por qu pensar exclusivamente en el dilogo asociado al estar solos con las nuevas tecnologas o a las charlas con amigos? La soledad tambin habilita el dilogo, un dilogo con uno mismo, con un otro imaginario, con el futuro lector o espectador de aquello que estamos produciendo en soledad. Sin ir ms lejos, yo misma, en este momento, sentada en la mesa del living de mi casa me encuentro en soledad, nadie ms est aqu; sin embargo estoy dialogando con vos, pero tambin con l, con ella y con todos los que estn leyendo estas lneas. Adems no debo olvidarme del dilogo que tuve que entablar conmigo misma y con todos los autores que me ayudaron a armar esta composicin. No discuto que las nuevas tecnologas hayan dado un mayor lugar a estar solos que a la soledad, pero no puedo resignarme a decir que sta acabar por desaparecer. Creo fervientemente que est en la habitacin de cada uno de nosotros decidir qu vamos a hacer.

Referencias Bibliogrficas

Sibilia, P. (2008) La intimidad como espectculo. 1 ed. Buenos Aires: Fondo de cultura econmica. 325 p. Laplanche, J y Pontalis, J-B (2004) Diccionario de Psicoanlisis. Buenos Aires: Paidos. 535 p. Bauman, Z. (2000) Modernidad lquida. Cp. 3: Espacio/tiempo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica. 232 p. Cros, E. (2003). El sujeto cultural. Sociocrtica y psicoanlisis. 2ed. Medelln, Colombia: Fondo Editorial Universidad EAFIT. 247 p. Neuman, E. (1995) La espiral del silencio. Opinin pblica: nuestra piel social Espaa: Paids. 336 p. Internet : Google Diccionario de la Real Academia Espaola (RAE). www.rae.es Wikipedia. www.wikipedia.org