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Universidad de La Salle Universidad de La Salle Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle Economía Facultad de Economía, Empresa y Desarrollo Sostenible - FEEDS 2021 Análisis comparativo de discursos sobre el desarrollo: Análisis comparativo de discursos sobre el desarrollo: crecimiento verde y buen vivir crecimiento verde y buen vivir Jonathan Ricardo Arévalo Ruiz Universidad de La Salle, Bogotá Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/economia Part of the Economics Commons Citación recomendada Citación recomendada Arévalo Ruiz, J. R. (2021). Análisis comparativo de discursos sobre el desarrollo: crecimiento verde y buen vivir. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/economia/1665 This Trabajo de grado - Pregrado is brought to you for free and open access by the Facultad de Economía, Empresa y Desarrollo Sostenible - FEEDS at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Economía by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. For more information, please contact [email protected].

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Economía Facultad de Economía, Empresa y Desarrollo Sostenible - FEEDS

2021

Análisis comparativo de discursos sobre el desarrollo: Análisis comparativo de discursos sobre el desarrollo:

crecimiento verde y buen vivir crecimiento verde y buen vivir

Jonathan Ricardo Arévalo Ruiz Universidad de La Salle, Bogotá

Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/economia

Part of the Economics Commons

Citación recomendada Citación recomendada Arévalo Ruiz, J. R. (2021). Análisis comparativo de discursos sobre el desarrollo: crecimiento verde y buen vivir. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/economia/1665

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ANÁLISIS COMPARATIVO DE DISCURSOS SOBRE EL DESARROLLO:

CRECIMIENTO VERDE Y BUEN VIVIR

ESTUDIANTE: JONATHAN RICARDO ARÉVALO RUIZ

CODIGO: 10101042

ASESOR: MARILUZ NOVA LAVERDE

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES

ECONOMÍA

BOGOTÁ D.C.

CONTENIDO

Reseña ............................................................................................................................................ 3

Abstract .......................................................................................................................................... 4

Introduccion .................................................................................................................................. 5

Teorias del desarrollo y crisis ambiental………………………………………………………8

Alternativas desde el desarrollo ................................................................................................ 16

Alternativas al desarrollo .......................................................................................................... 19

El crecimiento verde como estrategia de desarrollo en Colombia en contraste con el Buen

vivir en Ecuador .......................................................................................................................... 28

Respecto al crecimiento verde................................................................................................... 28

Respecto al buen vivir ............................................................................................................... 37

Cuadro comparativo buen vivir – crecimiento verde ................................................................ 43

Consideraciones finales: las contranarrativas en Colombia y las limitaciones del Buen Vivir

en Ecuador ................................................................................................................................... 44

Conclusiones ................................................................................................................................ 50

Bibliografía .................................................................................................................................. 52

Anexos…………………………………………………………………………………………...54

RESEÑA

Los debates contemporáneos sobre el desarrollo plantean la ruptura discursiva entre alternativas

del desarrollo y alternativas al desarrollo que implica abandonar el antropocentrismo y la noción

de desarrollo moderna. En este marco, el objetivo de la investigación es un análisis comparativo

del enfoque de "Buen Vivir" adoptado en Ecuador y el de "Crecimiento Verde" que sigue

Colombia. Mediante una revisión documental y análisis narrativo se muestra que ante la crisis

ecológica global es importante privilegiar la ética biocéntrica del Buen Vivir. Así mismo, se

reseñan los alcances y limitaciones de este discurso en Ecuador y las expresiones del mismo en

Colombia.

PALABRAS CLAVE: Desarrollo, Buen Vivir, Crecimiento Verde, Derechos de la Naturaleza,

Postdesarrollo, Movimientos Indígenas.

ABSTRACT

Contemporary discussions on development pose the discursive break between development

alternatives and development alternatives that implies abandoning anthropocentrism and the

modern notion of development. In this framework, the objective of the research is a comparative

analysis of the "Good Living" approach adopted in Ecuador and the "Green Growth" approach

that Colombia follows. Through a documentary review and narrative analysis it is shown that in

the face of the global ecological crisis it is important to privilege the biocentric ethics of Good

Living. Likewise, the scope and limitations of this discourse in Ecuador and its expressions in

Colombia are outlined.

KEY WORDS: Development, Good Living, Green Growth, Rights of Nature, Post-development,

Indigenous Movements.

INTRODUCCION

En Colombia se ha empoderado política y económicamente a las practicas extractivistas

perpetradas por intereses inversionistas de multinacionales mineras y petroleras, sin tener en

cuenta el daño que resulta para la fauna, flora y para las comunidades de indígenas y campesinos

aledaños a las zonas explotadas, para quienes las supuestas compensaciones por tal daño a la

biodiversidad resultan no solo injustas sino también una falta de respeto y una forma disimulada

de violencia y de violación a sus derechos y a los de la naturaleza. Aunque se pretende hacer

creer que el modelo de desarrollo es sustentable para con el Medio Ambiente, realmente se está

es instituyendo un modelo de desarrollo dependiente de las relaciones comerciales con países

“desarrollados” desde la visión moderna de lo que ello significa. Este comercio implica a su vez

unas reglas de juego que amenazan con instituir un poder mediático sobre las políticas medio

ambientales.

El foco respecto a propuestas del postdesarrollo comprende que la visión moderna nos sitúa

como inferiores al no poder alcanzar el construido referente normativo de la acumulación

material, el consumismo y el productivismo, y es en este punto que la crítica a dicho discurso

toma forma. Lo que se ha dicho en referencia a un “desarrollo verde” realmente es que se

reduzcan los índices de daño ambiental, que no es más que buscar un daño aceptable según los

estándares de una sustentabilidad futura, para quienes el capitalismo y la economía de mercado

seguirán funcionando de forma corriente. El vacío en el discurso del desarrollo “amigable con el

medio ambiente” es que se continúa promoviendo políticas que generan impactos negativos en el

entorno ambiental, o en otros casos se permite que haya externalidades negativas que terminan

afectando el ecosistema. Ecuador y su reconocimiento constitucional del sumak kawsay (Buen

Vivir) ha influido en los últimos tiempos sobre los debates teóricos sobre el desarrollo y los

derechos de la naturaleza, mientras Colombia ha seguido permeando su economía bajo la

bandera del desarrollo y el crecimiento verde. Incluir el biocentrismo como alternativa al

desarrollo es reevaluar en sí mismo el discurso y la praxis, y así fomentar el reconocimiento de

los derechos de la naturaleza.

Es un hecho que en Colombia ha sido implantado un discurso sobre el desarrollo que promueve

una versión débil de la sustentabilidad y, por tanto permite esquemas de daños al Medio

Ambiente como la deforestación, el extractivismo, la contaminación de ríos, los megaproyectos

etc. Esto explica que se haya venido dando un ecocidio generalizado en áreas de reserva y que

son vitales para el bienestar y el desarrollo de la vida, lo que explica por qué las tribus indígenas

que ocupan dichos territorios, se han venido organizando para luchar por los derechos de la

Pachamama. Dicho esto, el objetivo de este proyecto es ilustrar por qué el enfoque del Buen

Vivir constituye una contra-narrativa valiosa para reevaluar el discurso sobre el crecimiento

verde y la conservación del Medio Ambiente en Colombia. Para resolver dicha cuestión, se

adelanta una revisión documental y un análisis narrativo.

Primeramente, se hará un repaso por la teoría que explica por qué hablar de “desarrollo” en

Latinoamérica es algo que debe superarse, por lo que la noción de postdesarrollo permite un

contexto en el que cada país no está atado a cumplir con los estándares implantados para

“desarrollarse”, sino que busca en sí mismo un modelo que promueva la autonomía nacional.

En segunda medida se pretende hacer hincapié en alternativas discursivas y de praxis

institucional que promuevan una visión biocéntrica, y así tener una base para realizar una

comparación crítica entre el Plan Nacional para el Buen Vivir 2017-2021 “Planificamos para

toda una vida” de Ecuador y el Plan Nacional de Desarrollo “Todos por un Nuevo País” de

Colombia.

Para finalizar se expone cómo en Colombia existen hechos que muestran cómo se ha venido

implementando el respeto por los Derechos de la Naturaleza de la mano de organizaciones

indígenas u otras afines.

TEORIAS DEL DESARROLLO Y CRISIS AMBIENTAL

“El trabajo de Michel Foucault sobre la dinámica del discurso y del poder en la representación de

la realidad social, en particular, ha contribuido a mostrar los mecanismos mediante los cuales un

determinado orden de discurso produce unos modos permisibles de ser y pensar al tiempo que

descalifica e incluso imposibilita otros.” (Escobar, La invención del Tercer Mundo, construcción

y deconstrucción del desarrollo, 2007)

Para comenzar hay que decir que el desarrollo es un concepto inventado, que tomo forma de un

discurso que se transformó en una creencia colectiva impuesta y posteriormente tomo tanta

fuerza que se ha convertido en una “religión” vista como la verdad absoluta del Nuevo Orden

Económico Mundial en cabeza de los Estados Unidos en conjunto al globalismo sionista.

Aunque al ser un concepto inventado pareciera que no tiene demasiada importancia, resulta ser

que este se logra legitimar a través de las instituciones de orden político, diplomático,

económico, militar, ontológico y discursivo que lo promueven y defienden. Es entonces que se

puede hablar de que lo que queda económicamente hablando entre las relaciones humanas no es

más que “el interés desnudo” en este caso bajo la máscara del desarrollo.

Al igual que el colonialismo, el desarrollo se concibió a partir de un “deber de responsabilidad

para con las sociedades atrasadas y precarias por el bien de ellos”. Así se muestra entonces como

una “acción civilizatoria” pero con una máscara más seductora y convincente. Es la herramienta

global de los Estados Unidos para inmiscuirse en los asuntos internos de los demás países y

mantener su presencia oculta en las decisiones políticas y comerciales de estos.

En economía las teorías que defienden la acumulación fueron sustituidas por las de

mejoramiento técnico y progreso industrial esto desemboco en la proposición de relaciones entre

el explotador y el explotado a lo que Marx respondió con un estudio estructurado bajo la lucha

de clases y que al día de hoy, sus fervientes seguidores intentan aplicar a los distintos casos de

sometimiento económico y que se ha logrado adaptar a algunos estadios de la experticia

sociológica. El desarrollo es una evolución de las teorías de la acumulación (utiliza las

donaciones como forma de legitimación) solo que promueve no que cada una acumule

egoístamente sino que los países desarrollados deben ayudar a los subdesarrollados a que estos

acumulen y así logren desarrollarse efectivamente.

Fue luego de dos años después de que finalizó la segunda Guerra Mundial tras la Guerra Fría, el

5 de Junio de 1947 que con la intención de reconstruir Europa se propuso poner en marcha el

Plan Marshall y un año después, en 1948 el Estado Soviético bloqueo Berlín lo que desembocó

que en 1949 se creara la OTAN para hacer frente a la amenaza comunista; Ese mismo año el

presidente Truman pronuncia su “Discurso sobre el estado de la Unión” y es el cuarto punto de

este discurso el que inaugura la era del desarrollo.

El Punto IV empieza develando el hecho de que hay “regiones insuficientemente desarrolladas”

que necesitan que las fuerzas invitadas a participar del programa pongan a disposición de dichas

regiones la tecnología para su mejoramiento y crecimiento económico ya que la pobreza de estas

“es una amenaza tanto para ellas como para las regiones más prosperas” (la pobreza es la

consecuencia del desarrollo y no su causa). Luego se vería que no es solo Estados Unidos los que

estaban a favor de este programa sino también otros países miembros de la ONU y la comunidad

internacional.

“La doctrina Truman inició una nueva era en la comprensión y el manejo de los asuntos

mundiales, en particular de aquellos que se referían a los países económicamente menos

avanzados. El propósito era bastante ambicioso: crear las condiciones necesarias para reproducir

en todo el mundo los rasgos característicos de las sociedades avanzadas de la época: altos niveles

de industrialización y urbanización, tecnificación de la agricultura, rápido crecimiento de la

producción material y los niveles de vida, y adopción generalizada de la educación y los valores

culturales modernos.” (Escobar, La invención del Tercer Mundo, construcción y deconstrucción

del desarrollo, 2007)

Desde la percepción de los países subdesarrollados que han aceptado tal denominación y son

partidarios del programa de desarrollo se destaca el informe de la comisión sur bajo la dirección

el expresidente tanzano Julius Nyerere donde especifica que “Es mediante el desarrollo como la

independencia adquiere su auténtico sentido. Se presenta como un proceso de crecimiento, un

movimiento que toma sus raíces en la sociedad misma que está cambiando,”. Por otro lado el

PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en 1991 expone en su Informe

mundial sobre el desarrollo humano donde se afirma que el desarrollo “debe incluir la

posibilidad de acceder a ingresos y al empleo, a la educación y a cuidados sanitarios, y a un

medio ambiente limpio carente de riesgos”.

En el marco de la guerra fría se dio la conferencia de Bandung en 1955 donde algunos países de

Asia que se consideraban así mismos “no alienados” en su mayoría, con la ausencia de países de

África (ya que estaban aún colonizados) y que manifestaban una actitud en contra del

colonialismo y en necesidad del desarrollo. En dicho manifiesto se promueve la estabilización de

los precios y liberar el comercio de pagos multilaterales, apoyo a mecánicas extractivitas para

consecución del petróleo (lo cual condujo a la creación de la OPEP), busca que se cree una

Agencia Internacional de Energía Atómica.

Las naciones que se integraron a la idea del desarrollo manejaron un fuerte programa que

buscaba por medio de la propaganda política una implementación de los derechos humanos, la

descolonización y el desarrollo (las tres “D”) una forma de camuflar los intereses de Estados

Unidos y sus aliados de primer mundo para tener el control a nivel mundial bajo una máscara de

“buenas intenciones”.

Pero ¿qué quiere Estados Unidos de los demás países?

El concepto de desarrollo tiene como base los siguientes preceptos: industrialización,

liberalización de los mercados, progreso tecnológico y crecimiento económico. Por ello al

evaluar el discurso del desarrollo se puede observar que es netamente un modelo económico

permeado por el capitalismo puro, pero bajo la regla de un objetivo que cada vez se aleja al

intentar seguirlo. Piénsese un estadio en el que un país con altos niveles de desarrollo busca

ocupar una de sus empresas petroleras en un país con un bajo grado de desarrollo, y que al

utilizar una tierra llena de fauna y flora como medio para su explotación, genera daños

irreparables al ecosistema, esto bajo la falacia de brindar un porcentaje de las ganancias del

petróleo (regalías) a los gobiernos regionales para que sirva como porción del presupuesto para

que sea reinvertido dentro de los pobladores y combatir la pobreza, sin embargo el daño

estructural es mucho más grande que lo que realmente hay en beneficios, y toda la ganancia la

absorbe el país con alto desarrollo, el cual aumenta su nivel de crecimiento y se ahorra el daño

que pudo haber causado dentro de su propia tierra, mientras que el país con bajo grado de

desarrollo termina perdiendo ambientalmente en cuestión de soberanía y de negocios ya que las

regalías son demasiado austeras y lo único que se logran con estás es un abono para construir

carreteras o edificar nuevos centros.

Un aspecto a tener en cuenta en concordancia al discurso sobre el desarrollo es que en esencia es

un avance el ir más allá del reduccionismo económico respecto al crecimiento y no quedarse en

que todo lo que respecta a este mismo tiene prioridad en los procesos sociales y económicos de

un país. Siendo así, el control inflacionario es más una trampa del capitalismo internacional al

haber una pugna entre el mercado nacional y las empresas internacionales, lo que provoca que

las presiones de los inversores extranjeros por entrar al mercado signifiquen una posible

enfermedad holandesa en cadena.

Es un hecho histórico y verificable que desde que entro a jugar el desarrollo el papel de árbitro a

nivel mundial el sesgo de desigualdad entre ingresos por habitante entre los países que cumplen

los estándares de desarrollo y aquellos que se encuentran en el intento y aún no lo han alcanzado,

ha aumentado significativamente. El desarrollo presenta pues un proyecto ambicioso donde

como lo dice Arturo Escobar “Lo que está en juego es el proceso mediante el cual, en la historia

occidental moderna, las áreas no europeas han sido organizadas y transformadas

sistemáticamente de acuerdo con los esquemas europeos.” (Escobar, La invención del Tercer

Mundo, construcción y deconstrucción del desarrollo, 2007)

Las circunstancias históricas que definen el progreso técnico, industrial, económico y cultural

son aspectos que no son tenidos en cuenta al categorizar el grado de desarrollo de una nación, ya

que muchas han sufrido en su pasado de hostigamiento, ocupación y colonización y esto ha

determinado el nivel de vida en el que se encuentra en la actualidad; como ejemplo se puede

considerar el caso de Haití que al ser el primer país de América en independizarse, quedó en una

confusión geopolítica preocupante y de cierta forma desconocida quedando desamparada y

ausente en cuestión institucional lo que ha provocado que al día de hoy sea el país con mayor

índice de miseria del continente americano. Otro caso es el de Palestina que debido a la

ocupación israelí en la franja de gaza, conflicto que se originó a partir del año 1948 lo cual

comenzó lo que en árabe se conoció como Nakba (catástrofe) y que le siguieron la guerra de los

seis días con la victoria de Israel, la primera y segunda intifada, los conflictos de gaza del 2008-

2009, culminando en los acontecimientos del 2014 hasta el conflicto contemporáneo en el que

Israel no ha respetado los derechos humanos al bombardear escuelas y hospitales y ha actuado

como la mayor nación terrorista aliándose con Estados Unidos y su guerra por militarizar los

territorios y el fomento de los ideales del desarrollo en alianza con el sionismo.

El desprecio de los propios valores es muy común en los países que han caído en la trampa del

desarrollo y de la globalización, pues empiezan a ver como algo a superar los trabajos en el

campo, el folklor, el trabajo artesanal independiente, las creencias ancestrales, y la misma

historia que los caracteriza culturalmente; Olvidan de donde vienen y se ciegan bajo la idea de

que el mercado y la tecnología va a solucionar sus problemas materiales y de calidad de vida.

El desarrollo en la práctica muestra matices contradictorios, ya que así como da libertades

económicas también las quita, así como genera mayor participación del Estado, también limita su

accionar y así como genera mayor deuda externa también en diferentes estadios busca reducirla.

“Hay que insistir en que todo fenómeno de producción entraña siempre una destrucción y que,

desde hace dos siglos aproximadamente, este último aspecto ha ganado constantemente en

importancia (contaminación) aunque haya pasado inadvertido durante mucho tiempo.” Rist

El campo ideológico estuvo sesgado al punto de solo reconocer entre los aliados del desarrollo y

aquellos que no, los cuales se habían acogido a la idea de la doctrina comunista.

Para evaluar el grado de desarrollo de los Estados, Rostow estipulaba que tenían que

identificarse las siguientes fases: la sociedad tradicional, las condiciones previas al despegue, el

despegue, el progreso hacia la madurez y la era del consumo de masas. Las anteriores fases se

explican desde un proceso con analogías biológicas e incluye la variable de interés compuesto

como motor del crecimiento. Es de añadir que Rostow se asemeja con Marx en que ambos

siguen una base teórica de evolucionismo social y las transformaciones de las sociedades.

Se puede decir que el individualismo, determinado por las conductas egoístas de los agentes

económicos está intrínsecamente relacionado con las desigualdades ya que las acumulaciones de

utilidad están sesgadas de un solo lado, así como el bienestar solo lo vive una parte de la

población mientras que la mayoría vive marginada, resultando que la búsqueda de progreso lleva

consigo víctimas.

Es de tener en cuenta que el crecimiento no es infinito sino un ciclo de auges y caídas,

recuperaciones, etc. En sí los procesos económicos tienden a ser cíclicos más no lineales

continuos y aunque las teorías neoclásicas exponen que se pueden dar, la realidad muestra otro

tipo de comportamientos, específicamente en Colombia se pretende crecer siempre a tasas de

máximo 4% y un control excesivo de la inflación para evitar desajustes macroeconómicos que

pongan en riesgo al sector industrial y a los intereses de los inversionistas del exterior. Debido al

conflicto bélico interno la cantidad de desinversión en el sector agrícola de las regiones afectadas

ha sido importante, por lo que las inversiones más rentables han sido en la minería y la

extracción petrolera. Más allá del consumo existen otros factores para determinar no solo el

crecimiento sino también el desarrollo, pero es el consumo en lo que más se enfocan los países

en vía de desarrollo.

En la era moderna, sobre los procesos de occidentalización Claude Levi- Strauss hace una

observación sobre el reproche que los países del Tercer Mundo hacen a los industrializados al no

proveerles las herramientas suficientes para modernizarse, lo que explica cómo se generaron

sociedades modernizadas más no modernas.

Francois Perroux considerado como institucionalista, define al desarrollo como “la combinación

de cambios mentales y sociales de una población que la hacen apta para hacer crecer,

acumulativa y durablemente, su producto real global” y está a favor de seguir una línea de

crecimiento considerándolo como la plena utilización de los factores y recursos. A Perroux se le

considera como uno de los precursores de la teoría de la dependencia ya que trata en sus estudios

temas como las consecuencias de la dominación de unas naciones sobre otras y los sesgos

asimétricos de los monopolios, inclusive algunas veces llegó a utilizar los términos de “centro-

periferia”.

El debate respecto a la concesión de la palabra a los pueblos dominados en los parlamentos en la

época de la colonia lo que promueven es la prolongación de la colonización.

Dudley Seers hace una aclaración sobre los casos de subdesarrollo respecto a la particularidad de

cada caso y a no generalizar los principios de desarrollo a estos ya que cada grupo de países tiene

sus propia estructura en cuanto a comercio exterior, redistribución, políticas de liberalización,

sanitarias, de educación, instituciones, entre otros aspectos que identifican a un estado con una

economía propia más no con un modelo en sí mismo. Aun así, existe tanto cooperación

internacional para integrarse a las medidas del desarrollo, como para rechazarlas.

la profesora Nova refiere que el desarrollo se sitúa desde distintas visiones inquiriendo sobre el

hecho de que “Los enfoques teóricos sobre el desarrollo se esquematizan mediante tres enfoques

representativos: liberal, marxista y postestructuralista, a partir de los cuales se han caracterizado

hoy las controversias por el sentido del desarrollo entre alternativas del y al desarrollo (Escobar,

2005) (Gudynas, 2011) (Gudynas & Acosta, 2011) (Nova, 2017)”. (Nova Laverde, 2018)

Dentro del debate a la aplicación del modelo de desarrollo nace la escuela de la dependencia en

un ámbito por rescatar los ideales marxistas bajo un contexto tanto de mercado como de

desigualdades internas y denunciar los daños de la industria transnacional mientras que el capital

producido es absorbido por el sector militarista. Los teóricos Latinoamericanos (CEPAL) tenían

como foco el estudio de las relaciones de intercambio y como se evidenciaba la desigualdad en

cuanto a beneficios solamente para lo que conceptualizaron como el “centro” (países potencia)

respecto a la “periferia” (Latinoamérica) y sugerían una cooperación entre los países del sur

contra la liberalización de la economía dentro del continente, además de proponer que dentro de

cada país se diera paso a una reforma agraria integral sin embargo los movimientos de la teoría

de la dependencia aunque jugaron un papel importante en la crítica del discurso del desarrollo

concluyeron que la salida más prudente era la del radicalismo como el hecho de la abolición de

la propiedad privada. El desarrollo aparece así como una teoría monoparadigmática sobre la cual

debe preguntarse sobre los daños ecológicos y culturales.

ALTERNATIVAS DESDE EL DESARROLLO

“Las alternativas del desarrollo comprenden varias perspectivas que tienen en común el ser

construidas como discursos de “arriba hacia abajo”, erigidos sobre el principio básico del

crecimiento económico como criterio de progreso y el antropocentrismo como concepción

epistemológica.” (Nova Laverde, 2018)

La convención de Estocolmo que promulgaron las Naciones Unidas buscaba poner un límite al

crecimiento al esbozar el agotamiento de los recursos naturales, mientras en la Conferencia de

Lusaka el principio del dialogo fue la “autonomía colectiva”. La intención de crear un Nuevo

Orden Económico Internacional (NOEI) por parte de la ONU nació a partir de las pretensiones

de un desarrollo que buscaba aliviar las desigualdades en base a una cooperación entre los

Estados para asegurar el bienestar de las generaciones presentes y futuras. La contradicción sigue

siendo defender la igualdad y la sabiduría en nombre del desarrollo ya que esto refuerza la

dependencia del discurso del desarrollo; Lo que buscaba el NOEI era permitir que las

corporaciones más poderosas del sur participaran de la tajada mundial que ofrecía el mercado del

desarrollo e integrar a la periferia para asegurar el crecimiento en todas las latitudes, para colmo

la hegemonía no estuvo a gusto con esta idea, por lo que no tuvo éxito.

Los problemas del desarrollo se vieron envueltos más tarde por las crisis financieras, el pago de

la deuda y el ajuste estructural. Además del NOEI hubieron otras propuestas como el informe

Hammarskjöld que planteaba un desarrollo “amigable” con el medio ambiente y cambios en el

consumo de forma “consciente”, el Nuevo Orden Mundial de la Información impulsada por la

UNESCO que buscaba poner bajo control estatal la información como forma de “lucha” contra

los Estados más poderosos, el Dialogo Norte-Sur que puso sobre la mesa temas para discutir

respecto a la energía y los desbalances monetarios, además pretendía que se creara un fondo de

ayuda para los países marginados, y por último el informe RIO que ponía una especial atención a

los problemas de los más desfavorecidos pero apoyando que se liberalizaran los mercados

internacionales.

En la declaración de Cocoyoc y en el Informe Hammarsköld se formalizaba el deber de respetar

unos límites inferiores (suplir las necesidades fundamentales) y los limites exteriores (proteger el

medio ambiente). En 1972 Robert McNamara hace un llamado de alerta ante el consejo del

Banco Mundial que debe haber mayor preocupación por las “necesidades fundamentales” de la

población más vulnerable como la nutrición, la sanidad, la vivienda, la salud y la educación, pero

esto con el fin de mejorar sus condiciones de vida para poderlos incluir en el sistema económico

de manera integral. La OIT también se pronunció referente a suplir las necesidades

fundamentales en 1976 en la Conferencia Mundial del Empleo, afirmando que toda persona se le

debe brindar cierto tipo de servicios además de los anteriormente mencionados como lo son las

actividades culturales en las cuales se reconoce las necesidades de ropa adecuada, agua potable y

medios de transporte publico dignos.

Teniendo en cuenta la fuerza que tomaba el discurso del desarrollo alrededor de todos los

continentes, nacen lo conceptos que darán cuenta de la buena cara del desarrollo en la

modernidad como lo son: el desarrollo social, el desarrollo sustentable, el desarrollo sostenible,

el ecocapitalismo y el crecimiento verde.

El eufemismo ecológico y social que advierten las distintas alternativas desde el desarrollo

consolida unas estrategias circundantes para revitalizar la máscara que el desarrollo expone hacia

el mundo al pretender buenas intenciones.

Desarrollo social: responde a las dinámicas de progreso, bienestar y mejoramiento de las

condiciones de vida de quienes componen el sistema, mermando la desigualdad entre los

grupos sociales y fortaleciendo los sectores de educación, salud y oportunidades de

empleo. Aclaración: este es un desarrollo abanderado por las social-democracias que

abogan demagógicamente por un estado interventor, pero la realidad es que terminan por

compadecer ante una dependencia externa de clientelismo.

Respecto a la pobreza generalizada es necesario decir que aunque las oportunidades de

bienestar y estabilidad que brinda el Estado son fundamentales para el desarrollo

personal, familiar y de la comunidad, también se necesita que el individuo en cuestión

ponga de su parte y que no dependa totalmente del Estado.

Desarrollo sustentable: resulta de una acción conjunta entre las naciones adjuntas al

discurso del desarrollo, que propenden por un modelo que se adecue a solventar una

estabilidad productiva y de crecimiento, protegiendo a su vez el medio ambiente.

Desarrollo sostenible: este tipo de desarrollo es similar al sustentable pero se distancia de

este en que este se preocupa en conservar los recursos medio ambientales para que

puedan ser explotados por las generaciones venideras.

Ecocapitalismo: hace referencia al hecho de producir bienes amigables con el medio

ambiente y que generen una innovación para que sean productos distintivos en calidad en

el mercado nacional e internacional.

Crecimiento verde: simpatiza con la idea de minimizar la explotación del medio ambiente

y disminuir las emisiones de carbono y así mantener índices bajos de daño ambiental con

un alto crecimiento. Remitiéndose al concepto y desarrollo conocido globalmente como

“Green Economy” (Georgeson, Maslin, & Poessinouw, 2017) (Kasztelan, 2017) (Bina,

2013)

ALTERNATIVAS AL DESARROLLO

“Las alternativas del desarrollo comprenden varias perspectivas que tienen en común el ser

construidas como discursos de “arriba hacia abajo”, erigidos sobre el principio básico del

crecimiento económico como criterio de progreso y el antropocentrismo como concepción

epistemológica. Por su parte, las alternativas al desarrollo se inspiran en las movilizaciones

sociales y populares, esto es, surgen de “abajo hacia arriba” y desde una visión biocéntrica se

oponen al desarrollo como acumulación material; reivindican la diversidad cultural y los

derechos de la naturaleza en los territorios (Escobar, 2017) (Escobar, 1996) (Santos, 2014).”

(Nova Laverde, 2018)

Respecto a la autonomía social de los territorios los principios de solidaridad y colaboración

endógena propone un acercamiento a la producción interna para suplir las necesidades de los

pueblos, familias y aldeas con la intervención del comercio únicamente en los casos para

adquirir bienes que pueden ser indispensables y que es imposible adquirirlos o producirlos dentro

del territorio. La self-reliance toma forma al declararse como la respuesta a las economías

dominantes que hacían creer que solo había una forma de vivir respecto al mercado para no ser

excluido, sin embargo es este proceso histórico el que busca una igualdad entre los distintos

territorios y poner sobre la mesa la protección del medio ambiente desde los costos de vida que

generan en la población sin poner en riesgo las libertades individuales. Es importante tener en

cuenta que las ayudas que se dan a países de bajos recursos sea fortalecer o crear industria

productiva dentro del país, más no enviar capital solamente para subsanar el estado de pobreza, o

invertir para luego explotar a los trabajadores y sacar recursos de su fuente. En la capacitación

está el arma para realizarse como sociedad ya que estimula el esfuerzo. El tradicionalismo del

trabajo agrícola es muy importante en el proceso del self-reliance ya que empodera al campesino

lo que en términos económicos fue correlaciona con la “austeridad consentida”.

Orlando Fals Borda en su libro “Socialismo raizal y el ordenamiento territorial” discute las

implicaciones de descolonizar el discurso del desarrollo desde la base de la producción de un

socialismo raizal y tropical, el cual define como la consciencia de las distintas costumbres y

cultura étnica representativa de cada región de Colombia, con sus diferencias y puntos en común,

esto sirve bastante para implementar en cada región distintas estrategias organizativas con el fin

de proponer nuevas políticas públicas en lo referente a lo que puede ser el problema ambiental y

los distintos escenarios socioeconómicos. Al centralizarse en la ética hay un paralelo por la

diversidad de las distintas etnias y grupos sociales que caracterizan a Colombia como parte de

Latinoamerica.

Fals Borda identifica distintos valores que son herencia de los pueblos originarios y que

históricamente son distintivos. Los grupos originarios que Fals Borda identifica son: los

indígenas primarios, los negros de los palenques, los campesinos-artesanos pobres antiseñoriales

de origen hispánico, y los colonos y patriarcas del interior agrícola. Los denominados pueblos

originarios contenían en sí mismos “sistemas propios de conocimiento, sentimiento y

reproducción material” y se destaca la ayuda mutua ante los conflictos como forma de trabajo

conjunta.

El problema no solo de la privatización de las áreas naturales para la extracción de recursos sino

también la amenaza de la globalización nos obliga a tomar ejemplo de la organización social,

gobierno y control con el fin de reforzar nuestras instituciones, sin olvidar que toda propuesta

desarrollista que nació en el norte ha sido implementada en nuestro territorio y en vez de ayudar

a resarcir los problemas económicos, los han intensificado.

Al reconocer elementos ideológicos de naturaleza ambiental es posible descubrir aquellos

valores que sean congruentes con actuales metas colectivas a la hora de sugerir una nueva línea

institucional.

De los indígenas primarios se pueden rescatar los valores de solidaridad o el siempre ofrecer, la

reciprocidad o el siempre devolver, la no acumulación o el siempre distribuir y el extraer

recursos de la naturaleza sin excederse.

De los negros libres se recata el sentido de la libertad e inventiva en situaciones de resistencia, el

cultivo de la comunidad y la aplicación de la ayuda mutua.

De los payeses se rescata una tradición antiseñorial que lograron construir cabildos, comunas

municipios y provincias y se rigieron bajo el principio de “la ley se obedece pero no se cumple”

y el alto sentido de la dignidad.

De los colonos pioneros se rescata el valor de la autonomía y del autogobierno participativo

además de la construcción conjunta de viviendas, el cuidado de los enfermos, la cocina de todos

y las juntas de caminos y aguas.

En cuanto a la teoría de la antielite que presenta Fals Borda se puede observar las órdenes

sociales estables se mueven de acuerdo al juego interno de valores sociales, normas, instituciones

y tecnologías. Y aquellos cambios producidos en la escala de valores llevan a contranormas y a

cuerpos contestatarios de disorganos.

La globalización puede interpretarse de tres maneras: “primero, como una serie de discursos muy

diversos, por ejemplo sobre capital social, tecnología comunicativa, impacto cultural, etc.

Segundo, como un proceso inducido por acuerdos o reglas de desarrollo económico, como los

del Banco Mundial, el posible Alca, y la Organización Mundial del Comercio. Y tercero, como

una institución macro o conjunto de instituciones macro, cuyos ejemplos más notables son las

corporaciones multinacionales, muchas ONG, los tratados regionales, iglesias universales, y

otras entidades y burocracias sin ciudadanía fija.” (Borda, 2013)

Igualmente la globalización se presenta como un bastión de las libertades individuales y

colectivas y el hecho de que las naciones – estado hayan cedido voluntariamente parte de su

soberanía. Otro punto a llamar sobre la globalización es el uso de la tecnología para su

propaganda de consumo en los medios de comunicación los cuales se prestan para la

manipulación de las masas.

El error de caer en el eurocentrismo es la imposibilidad de contextualizar de manera pertinente

los problemas internos, singulares y complejos que recaen en las comunidades tanto rurales

como urbanas y en su interrelación sistémica y multicultural.

“La ignorancia sobre nosotros mismos, sobre nuestro origen, nuestro devenir histórico, nuestra

geografía, nuestros recursos naturales, entre otros; más pronto que tarde, nos llevará a

convertirnos en el gran mercado de productos y tecnologías de los países poderosos y, sin que

nos lo propongamos, en promotores de la economía de consumo. La misma, que nos conducirá

hacia el endeudamiento, cada vez mayor y la sobreexplotacion de nuestros recursos” (Borda,

2013)

El desarraigo del contexto histórico coterráneo resulta en una copia textual de modelos de

desarrollo implementados en países con una industria y enfoques rurales y territoriales altamente

tecnificados y globalizados, en donde las culturas ancestrales han sido romantizadas en las

grandes urbes o aún se mantienen aparte en zonas agrícolas independientes. Se necesitan por lo

tanto paradigmas endógenos para reflexionar sobre la realidad interna de Colombia.

Frente al campo agrícola es de reconocer que los que mejor conocen los ciclos naturales de los

frutos, hortalizas y granos son los campesinos e indígenas que se han enfocado en el

aprovechamiento de los recursos sin sobreexplotar la tierra, prosperando en momentos de auge y

austeridad en tiempos de crisis.

El resto está en la conservación de la estructura del hábitat del trópico nacional y el respeto de

los ciclos naturales, para no entrar en daños irreversibles frente a las dinámicas condicionadas

para ser congruentes con un crecimiento progresivo en cuanto a lo aprendido de una progresiva

suma de saberes.

Paralela a la idea de socialismo raizal se encuentra a su vez lo que Boaventura de Sousa Santos

llama “Ecología de Saberes” que es esencia una contraepistemología pluralista y de resistencia

global al capitalismo, que busca superar el pensamiento postabismal y que reconoce en las

epistemologías del sur un carácter crítico de orden contrahegemonico y de deconstrucción del

discurso del desarrollo moderno, el cual representa en su perspectiva una forma de fascismo y de

apartheid que afirma la exclusión social. Boaventura reconoce en la ecología de saberes la

abundancia tanto de conocimientos como de ignorancias y distingue la diferenciación entre las

creencias (parte integral de la identidad de una comunidad, etnia o grupo, atada a la subjetividad)

y las ideas (formas de pensamiento exteriores a quienes las profesan).

Boaventura afirma fuertemente sobre su visión que “La ecología de saberes está constituida por

sujetos desestabilizadores, individuales o colectivos, y es, al mismo tiempo, constitutiva de ellos;

esto es, una subjetividad dotada con una especial capacidad, energía y voluntad para actuar con

clinamen. La construcción social de tal subjetividad debe suponer experimentar con formas

excéntricas o marginales de sociabilidad o subjetividad dentro y fuera de la modernidad

occidental, esas formas que han rechazado ser definidas según criterios abismales”. (Santos,

2014)

Del concepto de “ecología de saberes” expuesto por el profesor Boaventura es importante

resaltar que es desde Latinoamérica que se ha luchado continuamente por reivindicar las

resistencias de los grupos y comunidades más marginadas, y que bajo sus propias banderas se ha

puesto en alto el defender el pensamiento ancestral en oposición al discurso globalita y

desarrollista que la hegemonía mundial ha querido imponer en las latitudes del sur. De aquí surge

la urgencia por comprender el valor que tiene la filosofía y el conocimiento nativo-ancestral en

los tiempos modernos.

Este trabajo se sitúa teóricamente a partir de los debates y críticas al discurso del desarrollo.

Para sentar las bases a lo que se refiere la idea de “desarrollo”, el trabajo del profesor Arturo

Escobar “El “postdesarrollo” como concepto y practica social” plantea dicho fenómeno como la

premisa de la teoría moderna, que ha venido empleando como arma de sometimiento global un

discurso de empoderamiento que fomenta la exclusión, bajo la idea de que hay países

subdesarrollados o en vía de desarrollo, entendiendo el desarrollo como el fin ideal al que todos

los países deberían alcanzar, centrándose en el mercado como ente regulador y estabilizador de

las relaciones económicas, políticas y sociales.

Es a partir de una línea del tiempo que se puede entrever que la fase funcional del discurso y

praxis del desarrollo en la teoría modernista tiene una validez cuestionable y que por ello se ha

venido hablando de la necesidad de finiquitar dicha etapa. Dicho esto, surgió a mediados de los

ochentas la postura de la dependencia que defendía el hecho de que el subdesarrollo se debía a

una relación de “dependencia externa y explotación interna” que debía se abolida. Tras una

década de debate entre la teoría moderna y la de la dependencia, surgía a finales de los noventas

un enfoque que auguraba el fin de la era moderna y por ende del desarrollo como tal, a lo que se

le conoció como postdesarrollo, que afirmaba que eran otros tiempos, por lo que cuestionaba la

razón de ser propia del desarrollo y su influencia sobre aquellos países que estaban a la

expectativa de alcanzarlo o mal llamados del Tercer Mundo.

Algunos de los entes institucionales que defienden el discurso del desarrollo son aquellos que

emergieron a partir del acuerdo de Bretton Woods como es el caso del Banco Mundial y el

Fondo Monetario Internacional, además de otras organizaciones internacionales como el sistema

de la Organización de Naciones Unidas.

La escuela del postestructuralismo nace entonces como una respuesta no solo histórica de la

etapa misma del postdesarrollo sino como propuesta inclusiva y crítica bajo una línea

epistemológica interpretativa/constructivista que proponía una vía alterna y decolonialista,

distinto al pensamiento marxista y liberal.

“Los postestructuralistas ven esta posición epistemológica como parte del problema (parte de una

creencia eurocéntrica en una verdad lógica como el único árbitro válido del conocimiento), y

plantean que la escogencia de una epistemología y de un marco teórico siempre es un proceso

político con consecuencias para el mundo real.” (Escobar, El "postdesarrollo" como concepto y

practica social, 2005)

El papel del postestructuralismo se entiende como la necesidad de crear nuevas formas de

conocimiento y ponerlas en práctica, el apoyo a los movimientos sociales y sus luchas por la

defensa de la cultura y el territorio como protagonistas de lo local, “la necesidad de depender

menos de los conocimientos de expertos y más de los intentos de la gente común de construir

mundos más humanos, así como cultural y ecológicamente sostenibles”. (Escobar, 2005)

Se promueve mediante la corriente postestructuralista, la institución epistémica de una pluralidad

de discursos frente al desarrollo como herramienta contrahegemónica, así buscando llegar a

influir sobre nuevas políticas que realmente representen los intereses de aquellos quienes no

encuentran en el desarrollo una respuesta a sus problemas y cuestionamientos.

Aunque existen críticas al postdesarrollo que cuestionan su veracidad en cuanto a que es una

postura con poca viabilidad y de poco impacto y alcance, resulta precisamente pertinente resaltar

que el reto está en la reproducción del discurso y el apoyo conjunto con redes locales ya que en

realidad lo que se puede encontrar en regiones como las del sur son “identidades fragmentadas”

y su papel transformador de culturas de solidaridad en culturas de destrucción. (Escobar, El

"postdesarrollo" como concepto y practica social, 2005)

De esta pluralidad de discursos como crítica al desarrollo, bajo el esquema del

postestructuralismo, surge la propuesta del Buen Vivir en el Ecuador, que conlleva la

promulgación de los derechos de la naturaleza como premisa fundamental y resalta una relación

Medio Ambiente-ser humano que va más allá de la explotación de los recursos, fomentando la

armonía y el respeto del ecosistema como ser sintiente y sujeto de derechos. La profesora Nova

expone como alternativas al desarrollo lo sucedido en los casos de Bolivia y Ecuador

comprendiendo que: “Casos emblemáticos de las luchas sociales con arraigo territorial y en

oposición al modelo de desarrollo neoliberal son las movilizaciones indígenas y campesinas en

Ecuador y Bolivia, que ejercieron como poder constituyente. La incorporación en las

constituciones de Ecuador (2008) y Bolivia (2009) de los conceptos comprendidos en las

expresiones “Sumak Kawsay” (quechua), “Buen vivir”, y “Suma Qamaña” (aymara), “Vivir

bien”, propios de las cosmovisiones de grupos indígenas de nuestra “Abya Yala”, representan un

punto de quiebre en las teorías del desarrollo”. (Nova Laverde, 2018); En este caso se puede

observar que lo que nació como una alternativa discursiva, hoy en día a tenido gran alcance al ser

la estructura de un plan nacional de un país Latinoamericano.

EL CRECIMIENTO VERDE COMO ESTRATEGIA DE DESARROLLO EN

COLOMBIA EN CONTRASTE AL BUEN VIVIR EN ECUADOR

RESPECTO AL CRECIMIENTO VERDE

“Desde Colombia, el club capitalista arranca de tajo los árboles a los bosques y selvas, invade los

páramos y los pretende para minería, disminuye, desaparece y envenena ríos y a los que no, les

chupa el agua para monocultivos y minería, envenena el suelo y el aire, llena de basura campos y

ciudades…” (Pueblo nasa - norte del Cauca – Colombia).

El crecimiento verde se presenta como una alternativa desde el desarrollo, que interpone el

crecimiento económico respecto a una minimización de prácticas extractivitas y de emisión de

carbono, siguiendo lo estipulado por la ONU en cuanto a las economías verdes, bajo las

estrategias puestas en marcha por los países miembros de la Alianza del Pacifico. Colombia

marcó un antes y un después a partir de la redacción y firma para la constitución de 1991, la cual

tiene sus pros y sus contras, elevando a la nación colombiana como un Estado Nacional de

Derecho y otorgando a los ciudadanos derechos y libertades, mientras que por otro lado se

instauraba un marco de libertades económicas que desencadenó en la debilitación continua y

permanente de la economía nacional en el mercado externo, exponiendo al campesinado ante la

ferocidad del capitalismo salvaje globalizado y abriéndole las puertas a las empresas extranjeras

para saquear los recursos de Colombia y generar en la nación problemas de desigualdad y

pobreza.

Hasta el día de hoy ha permanecido una fuerte dependencia de las decisiones que USA ha

impuesto sobre Latinoamérica en favoritismo por Colombia y a partir de este fenómeno,

Colombia ha acordado un plan de desarrollo acorde a los lineamientos de la OCDE y el Banco

Mundial.

El modelo ecológico, social y económico del Plan Nacional de Desarrollo Todos Por Un Nuevo

País muestra un modelo de crecimiento verde, desde la perspectiva ambiental, con la intención

de mostrar un enfoque de conciencia ambiental pero sin dejar de producir bienes a base del daño

al Medio Ambiente y la explotación generalizada de grandes áreas de interés para la gran minería

y las empresas petroleras transnacionales. Algunas de las empresas mineras que explotan los

recursos en Colombia son: Anglo American PLC, Anglogold Ashanti (AGA), BHP Billiton,

Drummond, Glencore, MPX Colombia del Grupo EBX, Vale y Xstrata. Por otro lado dentro de

las petroleras se encuentran las siguientes: 1. Ecopetrol, Meta Petroleum Limited (Pacific),

Occidental de Colombia, Mansarovar Energy, Equion Energía, Petrominerales Colombia, Hocol,

Petrobras Colombia Limited, Perenco Colombia y Canacol Energy.

Al ver tantas y distintas firmas disputándose los recursos naturales de los distintos territorios en

Colombia se puede deducir que hay un mercado mundial e interno no monopolizado, sino que ha

pasado por varias etapas atreves del tiempo, de oligopolio a cartel y ahora a competencia perfecta

pero obedientes a precios fijados respecto al dólar.

“Actualmente el comportamiento del mercado petrolero no se puede “clasificar” en un tipo de

mercado específico: por la forma de producción funciona como competencia monopolística

(diferentes formas de extracción), por la forma como se asocian los productores, por un lado

funciona como un oligopolio y por otro lado los no Opep funcionan como competencia para

éstos, pero, por la forma como actualmente se fijan precios pareciera que es competencia

perfecta, aunque la determinación de mantener la producción alta es, sin duda, un acuerdo

oligopólico”. (La República, 2015)

El mercado del petróleo sin embargo no es la problemática clave a tratar en este proyecto, sino

que representa a grandes rasgos un ejemplo de lo que el modelo económico de desarrollo ha

logrado imponer como una necesidad de mercado, bajo lineamientos de explotación de los

recursos e inversión externa. Colombia ha logrado crecer en algunos momentos del tiempo

gracias a los “capitales golondrina” que llegan a Colombia, generan cierto crecimiento y luego

salen del país para no arriesgarse a tener pérdidas, debido a que la confianza inversionista en

Colombia se ha visto muy afectada por el conflicto armado nacional. Otra cara de la realidad es

que muchos inversionistas se han asociado con grupos insurgentes, del ejército o al margen de la

ley para sus fines extractivos o para proteger sus intereses en distintos territorios controlados por

estos grupos.

En el Plan nacional de desarrollo de Colombia 2014-2018 Todos por un Nuevo País, se evidencia

el enfoque denominado como crecimiento verde el cual pretende tener un carácter “envolvente”

respecto a las demás estrategias del PND, que se resume en una estrategia sostenible y de

competitividad para la reducción de problemáticas debido al cambio climático.

Acorde a las obligaciones que Colombia tiene con la OCDE, esta debe tener en cuenta un capital

humano y social requerido para fomentar el “empleo verde” y cooperar internacionalmente para

el libre intercambio de bienes que colaboren con la sostenibilidad y el acuerdo donde una de sus

condiciones es mantener emisiones bajas en carbono e implementar reformas en políticas

internas para lograrlo.

“La Política de Crecimiento Verde tiene como propósito impulsar a 2030 el aumento de la

productividad y la competitividad económica del país, al tiempo que se asegura el uso sostenible

de la riqueza natural y la inclusión social, de manera compatible con el clima.” (Departamento

Nacional de Planeación (DNP), 2018)

De acuerdo con el documento CONPES 3934 de 2018, de política de crecimiento verde en

Colombia, lo que se busca a largo plazo es establecer la riqueza natural como activo estratégico

de la nación y conciliar la productividad competitiva con la sostenibilidad, para así hacer más

eficiente el uso de los recursos, reduciendo el daño ambiental, como estrategia para la mitigación

del cambio climático. La baja diversificación a nivel agrícola reside en el agotamiento y

degradación del sueño, por lo que no se puede pensar en un crecimiento económico constante.

(DNP, 2018)

Como se había dicho antes el crecimiento verde es una estrategia de desarrollo sostenible y

planeación económica a largo plazo que busca reducir a estándares aceptables el daño ambiental

pero sin arriesgar el nivel productivo que se busca vaya en ascenso. Este término se utilizó desde

el año 2009 en distintas reuniones internacionales.

Respecto al crecimiento verde la OCDE propone catalizar la inversión e innovación para un

crecimiento sostenido. El Banco Mundial se considera responsable al evaluar el riesgo de

determinadas acciones en el medio ambiente y repercusiones en la sociedad. El GGGI expone

una estrategia de llevar a la par el crecimiento económico y la sostenibilidad creando formas

“revolucionarias” para que la población más vulnerable tenga acceso a los recursos.

Según Park las características del crecimiento verde se enfocan en promoción del crecimiento

económico, explotación eficiente de los recursos naturales, búsqueda de nuevos motores de

crecimiento y oportunidades emanadas de oportunidades ambientales, enclave de los aspectos

ambientales en el núcleo de los arreglos fiscales y regulatorios tal y como las políticas tributarias

o de libre competencia, políticas de innovación, provisión de incentivos para el uso eficiente de

recursos naturales, precios de recursos naturales para encarecer los cobros por contaminación y

un enclave del enfoque en políticas económicas, presupuestales y fiscales, en lugar de hacerlo en

las políticas ambientales. (DNP, 2016)

Un punto a favor del crecimiento verde es la investigación en tecnologías que favorezcan a

disminuir las emisiones bajas en carbono, o energías limpias que funcionen sin generar daños al

medio ambiente. Todo medio científico que ayude al progreso de una sociedad a conservar el

ecosistema siempre será bienvenido. Aunque aún queda la pregunta ¿es esta la solución

definitiva?, nos acercamos a un futuro incierto donde es posible que hasta la extinción de la

especie sea fruto de nuestros malos hábitos, mala conducta ambiental y políticas ecológicas

arbitrarias que van tras un desarrollo que enceguece nuestro proceso de despertar ante una crisis

inminente.

La idea del crecimiento verde se fundamenta en alcanzar el bienestar social a largo plazo

evitando el deterioro medioambiental, esta idea aunque se disfrace de proposición egocéntrica en

realidad advierte un alto contenido de antropocentrismo ya que no se atiende acorde a las

necesidades del ecosistema sino del bienestar del ser humano exclusivamente.

La puesta en marcha del crecimiento verde se centra en superar retos, si bajan las cifras de

emisión de carbono esto significaría que está funcionando, equilibrando la curva de

sostenibilidad junto a la de inclusión social.

Para la construcción de la estrategia de CV es imperativo conocer sus, pros, contras y las barreras

institucionales al igual que las externalidades asociadas a los distintos escenarios a convenir.

Entre los “beneficios” que promueve el CV se encuentra la reducción de la pobreza, punto clave

para comprender el mecanismo desarrollador de las comunidades indígenas ancestrales,

afrodescendientes y de campesinos, puesto que lo que se busca es llevar el desarrollo a estas

zonas aisladas para fomentar una industrialización moderada, abanderada por el libre mercado.

Para reducir la pobreza la intencionalidad está es solventar con ayudas aquello recaudado en el

proceso de desarrollo ligado a las ganancias por extracción de los recursos naturales y la

implementación de medidas de infraestructura resiliente.

Cuando se habla del CV se es consciente de que está estrechamente relacionado con un modelo

de sostenibilidad, sin embargo este tipo de sostenibilidad no se genera pensando en la fauna y

flora de los ecosistemas a proteger sino como una forma de garantizarle a las comunidades

venideras un medio para continuar explotando los recursos naturales. Hay un punto a observar en

este estadio y es que la pobreza y la desigualdad van a continuar su rumbo en las siguientes

generaciones, entonces ¿a quiénes va dirigido el desarrollo sostenible?; como desafío el CV

acepta que la financiación de políticas para frenar este fenómeno es limitada.

El reverdecimiento que plantea el CV se puede ver directamente asociado a las zonas urbanas en

sitios puntuales de su geografía, donde ha habido un olvido estatal por descontaminar y

reemplazar arboles de gran tamaño e importancia por pequeñas plantas y arbustos como método

de permear el daño ya hecho.

Un hecho cierto respecto a los bienes ambientales producidos en el plan de CV es que tienen una

mayor ventaja comparativa al momento de ser comercializados en el comercio exterior. Lo que

se refiera a materiales biodegradables y reciclables tiene una mayor acogida en el mercado

actual.

Dentro de la metodología de la Evaluación de Potencial de Crecimiento Verde (GGPA), análisis

propio del Global Green Growth Institute (GGGI) se encuentras distintas trayectorias que

conllevan a unas acciones ecoamigables, de ecoeficiencia, y de mitigación del cambio climático.

Lo cual da a entender que la estrategia de CV tiene un aval internacional pues busca seguir los

estándares que a nivel global se hacen en investigación para el crecimiento y el desarrollo, siendo

amigable con el Medio Ambiente. (DNP, 2016)

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), comprende que el

crecimiento verde “debe mejorar el bienestar del ser humano y la equidad social, a la vez que

reduce significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas. En su forma más

básica, una economía verde sería aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los

recursos de forma eficiente y es socialmente incluyente” (PNUMA, 2011).

El PNUMA reafirma como programa internacional que la intención global de los países que

están anexados al modelo del desarrollo sostenible es la reducción de emisiones y los riesgos

ambientales, pero no se interesan en parar del todo el daño ambiental a gran escala de una vez

por todas. Dicho programa ha considerado un modelo de dinámica de sistemas diseñado por el

Millenium Institute denominado Modelo T21, el cual se desarrolló en el informe global sobre

economía verde. El T21 “Se creó como herramienta para apoyar el proceso de planificación para

el desarrollo, proporcionando una colección de información, con entendimiento de las relaciones

estructurales críticas y enriqueciendo el análisis de las estrategias de desarrollo. Puede proveer

discernimientos acerca de los impactos potenciales del desarrollo de políticas alrededor de un

rango de sectores” (Millenium Institute, 2012).

Un dato importante resulta en n agosto de 2015, fecha en la que Colombia presentó su

Contribución Determinada y Prevista a Nivel Nacional ante la Convención Marco de Naciones

Unidas para el Cambio Climático. En dicho documento se plantea las estrategias de planificación

a nivel interno de mitigación de las emisiones, medidas adaptativas a la par de proporcionar

elementos para la innovación y competitividad económica. (DNP, 2016)

Como ejemplos de políticas ambientales puestas en práctica en otros países se encuentra la

experiencia de china en cuanto a energías limpias, la innovación en procesos industriales y la

promoción de la prevención en Corea del Sur, y el manejo de la institucionalidad y fijación de

estándares de minimización del consumo energético en México. (DNP, 2016)

Es primordial que para que una medida de crecimiento se considere sostenible, a mayor nivel de

crecimiento tienda a reducir el costo de daños ambientales.

En tanto a la tecnología usada en Colombia para procesos industriales y agroindustriales, se ha

registrado que se puede con menos insumos generar mayor producción, con la intención de

preservar recursos naturales para que puedan ser explotados en el futuro.

Un gran porcentaje del territorio nacional de Colombia está rodeado por ecosistemas marítimos y

forestales lo cual a la fecha ha demostrado que el crecimiento verde ha sido inteligente al

mostrarse como una estrategia de los industriales para publicitar ante las organizaciones

internacionales una disminución de las emisiones y el costo medioambiental, sin embargo la

realidad es otra al ver los niveles de deforestación que actualmente se evidencian en el territorio.

El crecimiento verde queda entonces como una estrategia que más que para proteger el

patrimonio de las nuevas generaciones o proteger el Medio Ambiente, sirve a las elites

industriales para seguir contaminando bajo una máscara aceptable a nivel internacional.

Según la OCDE, Colombia al ser un país en desarrollo, se encuentra en un riesgo ambiental y por

ello ve fundamental preservar y hacer una gestión sostenible del capital natural frente a la

problemática del cambio climático que cada vez se va acelerando más. Los riesgos ambientales a

los que se puede enfrentar Colombia pueden ser los siguientes:

El Banco Mundial ha hecho aclaraciones sobre el hecho de que el fomento del crecimiento verde

se debe centrar entre los 5 a 10 años para que un crecimiento constante se mantenga en los países

en vía de desarrollo. Aquí queda de facto que las intenciones económicas globalistas lo que

pretenden es que la economía del desarrollo se mantenga a flote con altos índices de crecimiento,

eso teniendo en cuenta de que el crecimiento funciona a modo de ciclos y que es usual que hayas

auges, declives y reacciones invariables. (DNP, 2016)

El CV se muestra entonces como una estrategia globalista y liberalista que promueve el

mercadeo de los recursos nacionales a nivel internacional y que va contra el principio de

soberanía ambiental.

RESPECTO AL BUEN VIVIR

“Para el Buen Vivir, nuestra Pachamama (Madre Tierra), los ríos, los árboles, los animales, las

piedras, los espíritus protectores, los humanos, etc., todos tenemos derechos y obligaciones”

(Ollantay Itzamná, 2014)

El Buen Vivir tiene como condición previa el sentido de justicia (Nova Laverde, 2018) y

representa el Sumak Kawsay, una filosofía ancestral quechua que va más allá del cuidado del

medio ambiente, fomenta el bienestar y el vivir en armonía con todos los individuos y demás

seres en busca de la autorrealización dentro del medio natural y no natural, y así poder, de

manera óptima permitirse amar la vida y al semejante. La naturaleza es entonces para el buen

vivir no solo la proveedora de recursos sino también “el espacio donde se realiza la vida”.

Más allá de configurarse como un plan nacional y de ser un renglón clave en la constitución

ecuatoriana, el buen vivir deconstruye el discurso del desarrollo a partir de la lucha de

movimientos sociales en torno a reconceptualizar los quienes en un ámbito de justicia (Nova

Laverde, 2018) sirviendo así como un aporte a la teoría crítica y postestructuralista.

Alberto Acosta reconoce el sentido del Buen Vivir como necesidad respecto a un desarrollo que

excluye a las personas y es expresión de una hegemonía de mercado. El autor distingue el valor

de los propios principios que caracterizan a los pueblos indígenas, separándolos de civilización

que el desarrollo vende. “En la comprensión del sentido que tiene y debe tener la vida de las

personas, en las sociedades indígenas de nuestro país no existe el concepto de desarrollo, nos

recuerda Carlos Viteri Gualinga. Es decir, no hay la concepción de un proceso lineal que

establezca un estado anterior o posterior. No hay aquella visión de un estado de subdesarrollo a

ser superado. Y tampoco un estado de desarrollo a ser alcanzado. No existe, como en la visión

occidental, está dicotomía que explica y diferencia gran parte de los procesos en marcha. Para los

pueblos indígenas tampoco hay la concepción tradicional de pobreza asociada a la carencia de

bienes materiales o de riqueza vinculada a su abundancia.” (Acosta, 2009)

El foco reside entonces en comprender que la visión moderna nos sitúa como inferiores al no

poder alcanzar el fin que se propone el registro de desarrollo mundial y es en este punto que la

crítica al discurso tiene que darle forma.

La discusión está en si realmente el buen vivir retoma conceptos circunstanciales del mismo

discurso del desarrollo en comparativa a si es una filosofía que propone unos principios de

desarrollo institucional a partir de un debate decolonialista y humanístico. “En el sentido

humanista, el Plan toma gran parte de su lenguaje y enfoque del modelo de Desarrollo Humano

Integral Sostenible. La libertad, la autonomía, la inclusión y la cohesión social son elementos

clave.” (Walsh, 2010) Por otro lado Acosta, aterriza el hecho de que el Buen Vivir no es otra

forma de “desarrollo sustentable” que se promueve últimamente en cuanto que “Sus argumentos

prioritarios son una invitación a no caer en la trampa de un concepto de "desarrollo sustentable"

que no afecte la revalorización del capital, hoy vendido como "capitalismo verde". También

alertan sobre los riesgos de una confianza desmedida en la ciencia su técnica. En definitiva, estos

pensadores cuestionan la idea tradicional del progreso material y proponen nuevas formas de

organización de la vida misma.” (Acosta, 2009)

En pocas palabras, lo que pretende el desarrollo verde es reducir el problema, buscar un daño

aceptable según los estándares de una sustentabilidad futura para quienes el capitalismo y la

economía de mercado seguirán funcionando en forma corriente.

El plan nacional del Buen Vivir en Ecuador se plantea como una alternativa de empoderamiento

popular de carácter emancipatorio, con fines de planificación económico y social que propende

dentro de sus objetivos el garantizar el cumplimiento constitucional de respeto por los derechos

de la naturaleza y el cual funciona bajo principios biocéntricos nativo-ancestrales como

responsabilidad ética con las actuales y nuevas generaciones.

Hay que hacer una salvedad sobre el Plan Nacional del Buen Vivir, el cual replantea el desarrollo

y le da el siguiente significado: “Entendemos por desarrollo la consecución del buen vivir de

todos, en paz y armonía con la naturaleza y la prolongación indefinida de las culturas humanas.

El buen vivir presupone que las libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades reales

de los individuos se amplíen de modo que permitan lograr simultáneamente aquello que la

sociedad, los territorios, las diversas identidades colectivas y cada uno —visto como un ser

humano universal y particular a la vez— valora como objetivo de vida deseable. (…) El

desarrollo como buen vivir: 1. cuestiona el ‘maldesarrollo’ basado en el crecimiento y el

progreso material como metas rectoras; 2. desplaza el desarrollo como fin, hacia el desarrollo

como proceso de cambio cualitativo; 3. permite ir más allá de modelos basados en la exportación

de recursos primarios, y combate la reprimarización, en boga en el continente” (Secretaría

Nacional de Planificación y Desarrollo, 2007).

Fue la constitución de 2008 de Ecuador la que instituyo las bases para el reconocimiento mundial

de los derechos de la naturaleza, hasta el momento ninguna nación había tenido la osadía para

otorgarle a la Madre Naturaleza derechos y mucho menos para verla como sujeto de derecho.

Fue al reconocerse como territorio con gran riqueza en biodiversidad que se propuso que el

Estado debe estar a favor de la protección y el uso sustentable del Medio Ambiente. Los

derechos de la Madre Tierra se resumen en el respeto integral de su existencia, a su

mantenimiento y a la regeneración de sus ciclos vitales y procesos evolutivos.

La gobernancia y modelo económico como medio de deconstrucción y contra el discurso

colonizador del desarrollo, fue impulsado por el movimiento indígena, el cual tuvo alta

incidencia en Latinoamérica debido a factores de orden institucional, conexión de demanda en

cadena como coyuntura de participación política, y por ultimo debido a aliados políticos que

colaboraron a quienes se oponían al régimen establecido.

“El Programa de Gobierno 2013-2017, en el apartado Revolución Ecológica, apuesta por la

transformación productiva bajo un modelo ecoeficiente con mayor valor económico, social y

ambiental. En este sentido, se plantean como prioridades la conservación y el uso sostenible del

patrimonio natural y sus recursos naturales, la inserción de tecnologías ambientalmente limpias,

la aplicación de la eficiencia energética y una mayor participación de energías renovables, así

como la prevención, el control y la mitigación de la contaminación y la producción, el consumo

y el postconsumo sustentables” (Movimiento Alianza PAIS, 2012).

El buen vivir como modelo alterno al desarrollo se plantea entonces como una estrategia para

que las zonas naturales protegidas se mantengan al margen de la explotación minera y

agroindustrial.

El buen vivir como socialismo alternativo es distinto a la noción lineal del desarrollo como

análisis de las etapas de crecimiento. Hay que saber diferenciar los aportes de bienestar social del

bienestar en armonía con el Medio Ambiente, ya que también existe el mejoramiento de las

condiciones de vida a base de la explotación de los recursos nacionales de aquellos individuos

marginados u olvidados por el Estado que viven del día a día y de los que su familia dependen,

esto se puede ver en el sector minero y petrolero por ejemplo, donde la mayoría de asalariados

subsisten gracias al hallazgo de nuevos pozos y minas para extraer los minerales que la industria

demanda a nivel internacional. La industria petrolera y minera son sectores que atraen bastante

mano de obra y son reconocidos como los sectores que más porcentaje de empleo generan

continuamente al año y es deducible que al acabar con esta industria muchas personas quedarían

desempleadas, y resultaría un problema para el Estado restituirles su ingreso o su empleo con un

medio igual de productivo y favorable. Por eso dentro del espectro económico del socialismo del

buen vivir cabe hablar de un proteccionismo selectivo y de una diversificación de la producción

para sustituir la perdida de ingreso en empresas que generan daños permanentes en el Medio

Ambiente.

Eduardo Gudynas ha planteado principalmente la diferencia del Buen Vivir en contraste a las

ideas clásicas del socialismo y la izquierda como fuente teórica “Algunos de los postulados del

Buen Vivir sin duda implican una ruptura con las ideas clásicas del progreso o de la

Naturaleza como objeto (sea abordada desde los valores de cambio o incluso desde los

valores de uso), y por lo tanto se alejan del socialismo de cuño marxista clásico. El Buen Vivir

tampoco puede ser entendido como un materialismo, y en particular por los aportes que vienen

desde las cosmovisiones indígenas.” (Gudynas, 2011)

Con lo anterior dicho se entiende que los principios que se expresan dentro del buen vivir tienden

a envolver no solo las necesidades por el cuidado de la naturaleza sino también de la convivencia

entre las personas y su entorno para establecer la base productiva a partir del respeto y la

solidaridad, en apoyo de las reglas de juego que promueven la soberanía.

Más específicamente, respecto al caso ecuatoriano “El Buen Vivir como contrahegemonía en la

Constitución Ecuatoriana” de Ana María Larrea Maldonado, se resalta la construcción del debate

constitucional sobre las ideas del buen vivir y se expone la visión de la oposición en cuanto a

temas como el derecho “natural” a la propiedad, la acumulación de factores y la libre

competencia sin intervención del Estado, con la intensión de promover el esfuerzo de las

personas para progresar y que reconoce que es la liberalización del mercado la que premia a los

inversionistas y que por lo tanto, no es el Estado el que debe imponer el mercado solidario, la

colectivización y redistribución de los factores productivos y la participación dinámica de la

población en decisiones económicas. Se rescata el hecho de que “Múltiples fueron los aportes

para la construcción de este concepto: las cosmovisiones indígenas, los debates académicos, las

teorías eco-feministas, etc. convergieron de manera creativa para construir colectivamente el

texto constitucional.” (Larrea Maldonado, 2011)

CUADRO COMPARATIVO BUEN VIVIR – CRECIMIENTO VERDE

CRECIMIENTO VERDE BUEN VIVIR

Alternativa desde el desarrollo Alternativa al desarrollo

Modelo liberal- capitalista Modelo social, popular, ambiental y

multicultural

Discurso hegemónico Discurso contrahegemónico

Naturaleza como espacio de explotación de los

recursos

Naturaleza como espacio en el que se realiza la

vida

Producción de monocultivos e industrial a gran

escala

Producción solidaria diversificada

Explotación estratégica de yacimientos

mineros y petroleros

Protección del territorio sagrado, el patrimonio

y las reservas naturales

Reducción de las emisiones de CO2 Conciencia del cuidado de la naturaleza en

general

Sigue los objetivos de desarrollo ambientales

planteados por la ONU

Sigue un criterio autónomo ideado en conjunto

por movimientos sociales ambientalistas y

comunidades indígenas

Elaboración propia

CONSIDERACIONES FINALES: LAS CONTRANARRATIVAS EN COLOMBIA Y LAS

LIMITACIONES DEL BUEN VIVIR EN ECUADOR

Este capítulo tiene el objetivo de complementar el capítulo 2 de la descripción de las narrativas

oficiales de las políticas del desarrollo en Ecuador y Colombia para visualizar las expresiones del

Buen Vivir en Colombia y las conquistas en reconocimiento jurídico de la naturaleza como

sujeto de derechos, así como las limitaciones en la implementación de los derechos de la

naturaleza y del Buen Vivir como alternativa al desarrollo en Ecuador.

“La liberación de la Madre Tierra no es un nido dentro del Estado ni dentro del capitalismo.

Liberamos la Tierra del capitalismo, nos liberamos nosotros mismos, para volver al tiempo en el

que simplemente gozamos la vida comiendo, bebiendo, danzando, tejiendo, ofrendando al ritmo

de Uma Kiwe. Somos un nido en el camino de la Madre Tierra.”

La crisis de la modernidad no es solo de orden discursivo si no también ontológico y representa

una desconexión con lo ancestral y comunitario, concibiendo intereses de tipo individual y

utilitarista. La globalización es un epistemicidio, no solo amenaza el porvenir de las naciones,

sus valores tradicionales y el espíritu de sus pueblos (volksgeist), sino también la supervivencia

de las etnias indígenas, sus saberes y costumbres.

El buen vivir se articuló a partir de procesos organizados de dialogo entre comunidades

indígenas, movimientos ambientalistas y el aval del gobierno que acordó y adopto un

pensamiento claro, biocéntrico, de respeto y congruente, respecto a la convivencia en armonía

con la Madre Naturaleza.

Lo que le funcionó a Ecuador no le funciona en parte a Colombia, así como el comunismo de

Rusia no funciono en otros continentes por las condiciones económicas que los caracterizaban,

pero puede tomarse como ejemplo y adaptarse a un proyecto a gran escala que beneficie no solo

a la población humana sino también a la animal, vegetal y marítima y a todo el conjunto que

caracterizan a los ecosistemas.

Las limitaciones del discurso del Buen Vivir en Ecuador responden a dinámicas políticas y

económicas, ya que ni estando inscritos en la constitución ecuatoriana los derechos de la

naturaleza, se ha dejado de hacer daño a la Pachamama, si no que se ha continuado con el

extractivismo sin medir las consecuencias a nivel climático y envenenando las corrientes

hídricas, siendo estas últimas esenciales para el desarrollo de la vida y el bienestar de la etnias

que circundan el territorio y de la población en general.

No todo son buenas noticias y tal son los casos en Ecuador y Bolivia, donde el Sumak Kawsay y

el Sumak Qamaña, y su reconocimiento constitucional fue insuficiente para evitar futuros

conflictos donde quedo en tela de juicio la eficiencia de la puesta en práctica de los elementos

discursivos e institucionales. Mientras en Bolivia se daba el caso de una construcción de una

carretera transoceánica que pretende dividir el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro

Sécure (TIPNIS), el cual comprende un área de 1,2 millones de hectáreas y podría significar el

desplazamiento de tres mil familias indígenas; por fortuna un estudio de la Fundación Natura

concluyó que para la construcción de la carretera se tendrían que talar 500.000 árboles lo que

implicaría acabar con el 65% del espacio forestal además de perjudicar a la cantidad

anteriormente mencionada de familias indígenas de los departamentos de Cochabamba y Beni.

En Ecuador se dio el caso del Parque Nacional Yasuní, en el que el 60% de su espacio está

calificado como refugio del pleistoceno y declarado como reserva de la biosfera por la UNESCO

en 1989, donde se entregaron concesiones petroleras transnacionales a Texaco y Chevron. Por

fortuna esta iniciativa fracasó y en el 2013 el acuerdo fue declarado nulo. (Martí I Puig, Wright,

Aylwin, & Yañez, 2013)

En Colombia, el concepto de MINGA confronta la visión de inferioridad social de los pueblos

indígenas; así mismo representa parte indeleble de la historia, permanencia raizal del

pensamiento ancestral y la lucha multiétnica que se vive en los territorios. Es una viva crítica a la

tecnocracia moderna. La cosmovisión indígena de Pachamama debe articularse a los procesos de

reconocimiento de los derechos de la naturaleza desde un enfoque de deconstrucción del

panorama elitista y sectario, para que no beneficie solo a los intereses de un grupo sectorial,

empresarial, político o social en particular como siempre ha pasado en la historia nacional.

Cada territorio tiene su propia identidad y memoria histórica distintiva, que lo arraiga al episteme

cultural propio y raizal de las comunidades que lo cohabitan. Hablar de la dignidad del territorio

concede un valor intrínseco, no mercadeable dentro del sistema global del desarrollo y asienta las

bases para considerar su defensa, en reconocimiento de la vida misma y el deseo por recuperar

las tradiciones que el globalismo materialista ha querido invisibilizar y desaparecer.

La autonomía social de los territorios y los principios de solidaridad y cooperación son clave y

conservan un grado de acercamiento a la visión de soberanía que pretende hacer eco de las

necesidades que viven las comunidades, etnias y tribus que han sido olvidadas por el estado. No

es secreto que donde el Estado no está presente es más frecuente encontrar casos de violencia e

ilegalidad.

Entre quienes actualmente están haciendo eco de sus derechos y lucha por el territorio son los

cabildos indígenas del Cauca, bajo el estándar de banderas rojiverdes expresan su inconformismo

con el bastión de la resistencia civil al buscar la transformación del espectro político y

económico nacional desde un proyecto político autogestionado y autónomo. Se reconoce pues su

valía en resistir los avatares del conflicto armado y la represión estatal.

De la resistencia indígena caucana de los nasa, se pueden resaltar los valores de unidad, el

principio de identidad, la participación, organización, labor en pro de la comunidad,

conformación de la guardia indígena, asambleas permanentes, movilizaciones masivas, la

insistencia del dialogo y sus relaciones de reciprocidad entre tribus.

La etnia misak (guambianos) del Cauca, reconoce su nupirau (territorio) como un espacio donde

la espiritualidad, el arraigo cultural y el carácter dinámico de los ciclos vitales, son precedentes

que caracterizan su autonomía y que va más allá del espacio físico. Esto no excluye a su

territorio como un espacio para las prácticas económicas propias de producción y protección de

dicha fuente. Dichas prácticas se encuadran dentro de la autogestión y la soberanía alimentaria.

Para la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) Cxhab Wala Kiwe, es de

suma importancia llegar a un acuerdo por la Liberación de la Madre Tierra, amparándose por el

derecho a gobernar el territorio y no pagar terraje. Por otro lado el Consejo Regional Indígena

del Cauca (CRIC) pretende revitalizar las prácticas de trabajo mancomunado, partiendo de la

convivencia con los espíritus y con su historia escrita en su suelo sagrado. Las nobles intenciones

por liberar a la madre tierra han desencadenado múltiples masacres de jóvenes y mayores dentro

de la tribu nasa por miembros de la fuerza pública que no ha servido de otra cosa sino para

defender los intereses privados y no del bien común como han querido hacerle creer al pueblo.

Uno de los proyectos centrales del CRIC, para lograr solucionar sus preocupaciones, está

constituido por la unión de lo productivo y lo ambiental, donde se trata de desarrollar prácticas

de pluricultivo saludables con la naturaleza, en las tierras recuperadas como foco de lo que

resaltan como “economía propia”.

La lucha del pueblo nasa no es un fenómeno contemporáneo, se remite a los tiempos de la

conquista, donde una mujer, la gaitana, reunió un ejército de veinte mil guardias nasa, pijaos,

yalcones y timanaes alzados en armas, para luchar por el territorio, guerra que duró 120 años,

hasta que hubo un cambio de estrategia y se reformo lo que hoy se conoce como el actual pueblo

nasa. Acontecimientos que no se volvieron a dar con tal fuerza sino hasta el levantamiento

organizado de Quintin Lame (Pueblo nasa - norte del Cauca – Colombia). Fue el acta neoliberal

de 1991 la que termino por aplacar los esfuerzos en torno a la defensa del territorio, con engaños,

disfrazándose de cordiales acuerdos que en la práctica terminaron vendiéndole los territorios

sagrados a los intereses privados.

¿Qué acciones está tomando actualmente el pueblo nasa en su lucha por la liberación de la

Madre Tierra como aporte al reconocimiento de los derechos de la naturaleza? Tomarse las

fincas que se encuentran en su territorio por derecho, Destruir los monocultivos de caña de

azúcar, los cuales son insumo para combustible y en su lugar sembrar maíz, frijol, yuca, plátano

y zapallo; a esto las fuerzas represivas responden generalmente con violencia. “En las fincas en

proceso de liberación, hemos fundado aldeas con cocina, letrinas en tierra, charcos para nadar,

sede para reuniones, tulpas para nuestras ceremonias sagradas y varias chozas al rededor.”

(Pueblo nasa - norte del Cauca – Colombia). Otros objetivos a lograr por el pueblo nasa serán

una minga por el reconocimiento del territorio, construcción de tejidos y redes de dialogo e

información, fomentar una pedagogía de la liberación y no se negociaran los territorios ya

liberados.

Además de la lucha del pueblo nasa en Colombia, hay otros movimientos que no se encasillan

dentro del ser indígena propiamente, pero han que han venido teniendo conquistas en cuanto al

llamado por el respeto de los derechos de la Madre Tierra. Un ejemplo fue la sentencia de la

Corte Constitucional pionera a nivel del continente, que reconoció al Rio Atrato como sujeto de

derechos y la cual fue abanderada en una acción de tutela interpuesta por el Foro Interétnico

Solidaridad Chocó (FISCH) y los Consejos Comunitarios Mayores de la cuenca del Río Atrato,

en representación del Centro para la Justicia Social Tierra Digna en demanda a 26 entidades del

Estado, al no garantizar los derechos de las comunidades asentadas y de su entorno. Otro caso

similar fue el del Rio Magdalena, donde se falló a favor de reconocérsele como sujeto de

derechos, en la que participaron principalmente los jóvenes Andrés Felipe Rojas Rodríguez y

Daniel Leandro Sanz Perdomo; entre las instituciones demandadas se encontraban entre otras el

Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Autoridad Nacional de Licencias Ambientales

(ANLA), la Gobernación del Huila, Aguas del Huila, la Corporación Autónoma Regional del

alto Magdalena (CAM) y Empresas Públicas de Neiva. Entre otros casos está igualmente el del

Rio Cauca, en el que se reconoció a su cuenca y afluentes como sujeto de derechos por el

Tribunal Superior de Medellín.

El caso de la Amazonia resulta el acercamiento más trascendente, ya que puesto en

consideración que se trata de un pulmón natural, no hace falta habitar en dicha región para

proteger sus derechos. En 2016 se dio la sentencia, más fue en 2018 que una tutela fue

interpuesta por 25 niños y jóvenes, exigiéndole al Gobierno nacional que se comprometiera a

frenar la deforestación en masa en el territorio amazónico.

CONCLUSIONES

En conclusión, el discurso de desarrollo ha implicado un problemática a nivel mundial y a largo

plazo, donde se han podido evidenciar casos perjudiciales respecto a la economía de los países

menos desarrollados. Hablar de crítica al discurso de desarrollo plantea unos retos de carácter

urgente respecto al estado actual de los procesos económicos, sociales, culturales y políticos que

se vienen llevando a cabo en Latinoamérica, por lo que se sugiere un replanteamiento de los

objetivos a corto y largo plazo, y poder así reivindicar el papel que lleva a cabo las

organizaciones y movimientos sociales a favor de la lucha por los derechos de la naturaleza.

El Buen Vivir es una alternativa no solo discursiva, sino a su vez postdesarrolista, que se plantea

a partir de un enfoque social y ambiental al reconocer aspectos sobre la identidad y la memoria

de los pueblos, concepciones que el mismo desarrollo se ha esmerado en menguar

paulatinamente. De este modo el Buen Vivir ha sido reconocido mundialmente como una opción

distinta, propia y de unidad, que promueve el bienestar más allá de la presunción antropocéntrica

y se sitúa bajo la cosmovisión de la ancestralidad traída a tiempos modernos, además de

representar una contra-narrativa valiosa para reconstruir el discurso ambiental en Colombia.

Tanto Ecuador como Bolivia representan hitos históricos respecto al reconocimiento de los

derechos de la naturaleza y de casos internacionales donde el buen vivir es constitucionalmente

respaldado, sin embargo se queda solo en el plano discursivo ya que casos como el del parque

Yasuni y el TIPNIS contradicen lo logrado políticamente.

Las contradicciones en el discurso ambiental en Colombia son evidentes. Se limita a reducir los

daños a la naturaleza, que son altamente perjudiciales para la vida que se desarrolla en los

ecosistemas amenazados mientras se continúan haciendo contratos con privados que promueven

la explotación y un peligro irreparable para el bienestar de todas las especies. Hablar de un

beneficio con las actuales reglas de juego y del modelo de desarrollo en Colombia es continuar

reproduciendo un discurso al que solo le interesa el lucro capital y que no ha aprendido a

aprovechar su riqueza de forma óptima, para el mejoramiento de las condiciones de vida de su

población y de una estructura que promueva el uso adecuado de los recursos naturales y el

respeto por el territorio

En el caso de Colombia resulta indispensable una reevaluación del discurso sobre el desarrollo

que continúa beneficiando a las firmas transnacionales dándoles permiso para explotar

ecosistemas importantes o que involucran costos de oportunidad ambientales debido a

externalidades negativas debido a la contaminación, en nombre del crecimiento verde. Grandes

han sido los aportes en cuanto reconocimiento de algunos cuerpos de agua como sujetos de

derecho y esto implica que se ha venido trabajando arduamente por mejorar las políticas

institucionales ambientales y que sí se puede hacer frente a los intereses económicos de terceros,

así que el desafío está en no desfallecer y continuar con estas iniciativas.

El cuidado de la naturaleza y el reconocer sus derechos intrínsecos no solo le compete a los

movimientos indígenas (que han venido haciendo una excelente labor que les ha costado vidas)

sino que también debe ser respaldada por cualquier individuo en particular o grupo organizado.

.

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ANEXOS

AÑO DISPOSICIÓN JURISPRUDENCIAL INSTITUCIÓN

2016 Reconocimiento río Atrato como sujeto de derechos Corte Constitucional

2017 Reconocimiento de los animales como sujetos

con derechos (oso andino) Corte Suprema de Justicia

2018

Orden al Estado de Colombia

proteger y preservar la vida de las abejas como agentes

polinizadores

Primer Tribunal Penal del

Circuito de Cartagena

2018 Reconocimiento de la región amazónica como sujeto de

derechos Corte Suprema de Justicia

2018 Declara Páramo de Pisba como sujeto de derechos Tribunal Administrativo de

Boyacá,

2019 Reconocimiento el río La Plata

como un sujeto de derechos

Tribunal Civil Municipal

Colombiano de La Plata – Huila

2019

Orden de detener la explotación minera de los

ríos Coello, Combeima y Cocora, junto con sus cuencas,

reconociéndolos como sujetos de

derechos de protección, conservación, mantenimiento y

restauración

Tribunal Administrativo de

Tolima

2019 Reconocimiento al río Cauca, su cuenca y afluentes como

sujeto de derechos. El Tribunal Superior de Medellín

2019 Decreta a la

Naturaleza como sujeto de derechos Gobernación de Nariño

2019

Declara que “el río Magdalena, su cuenca, sus afluentes son

una entidad sujeta de derechos a la protección, la

conservación, mantenimiento y restauración a cargo del

Estado”

Juez penal del circuito de

conocimientos de Neiva

Tabla de jurisprudencia Colombia

(a): Mapas demográfico (2005), del Dane; (b) de cobertura de bosque (2010-2012), del Ideam y

(c) de presencia de las FARC antes del acuerdo de paz (2014), de Fundación Paz y

Reconciliación. El mapa muestra con claridad la relación entre la presencia de la ex guerrilla y la

conservación del bosque. Tomada de Frontiers in Ecology and the Environment.

Grafico Ministerio de Ambiente

“Estos mapas muestran las zonas con mayor deforestación (más pérdida de bosque a medida que

se pasa de verde a rojo). Con todas las varibales (superior izquierda), solo conflicto armado

(superior derecha), solo cultivos de coca (inferior izquierda), cultivos de coca y conflicto armado

(inferior derecha). Elaboración: Pablo Negret.”