Análisis de la evolución de la calidad Encuesta de...

92
Análisis de la evolución de la calidad de vida en Medellín, 2008-2011 Cómo vamos en... Pobreza, desigualdad y demografía Educación Salud Seguridad ciudadana Empleo e inflación Vivienda y servicios públicos Medio ambiente Movilidad vial y espacio público Finanzas públicas

Transcript of Análisis de la evolución de la calidad Encuesta de...

Encuesta de PercepciónCiudadana, Medellín 2011

Análisis de la evolución de la calidad de vida en Medellín, 2008-2011

Cómo vamos en...

Pobreza, desigualdad y demografía

Educación

Salud

Seguridad ciudadana

Empleo e inflación

Vivienda y servicios públicos

Medio ambiente

Movilidad vial y espacio público

Finanzas públicas

Comité Directivo

Juan Sebastián Betancur. Presidente Proantioquia

Juan Luis Mejía Arango. Rector Universidad Eafit

Ana Mercedes Botero Arboleda. Directora Ejecutiva Fundación Corona

María Inés Restrepo de Arango. Directora Comfama

Carlos Mario Estrada Molina. Director Comfenalco Antioquia

Lina Vélez de Nicholls. Presidenta Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia

Ana Mercedes Gómez Martínez. Directora El Colombiano

Consuelo Caldas Cano. Presidenta Cámara de Comercio de Bogotá

Rafael Santos Calderón. Director de Publicaciones Casa Editorial El Tiempo

Comité Técnico

Rafael Aubad. Vicepresidente. Proantioquia

Jorge Giraldo. Decano Ciencias y Humanidades. Universidad Eafit

Camila Ronderos. Gerente de Proyectos Sociales

Luis Felipe Arango. Jefe Departamento Investigación y Pensamiento Social Comfama

Adriana María Betancur. Gerente de Educación Cultura Y Biblioteca

Jaime Echeverri. Vicepresidente Planeación y Desarrollo.

Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia

Luis Fernando Ospina. Macroeditor de Opinión. El Colombiano

Plinio Alejandro Bernal. Director Hábitat. Cámara de Comercio de Bogotá

Ernesto Cortés. Editor de Opinión. Casa Editorial El Tiempo

Unidad Coordinadora

Piedad Patricia Restrepo R. Coordinadora

Diana Marcela Ardila L. Asistente Técnica

Textos y edición Unidad Coordinadora

Medellín, Mayo de 2012

Diseño, diagramación e impresión Pregón Ltda.

ISSN: 1909-4108

33

Introducción

El programa Medellín Cómo Vamos –MCV–, en adelante el Programa, tiene como principal ob-jetivo realizar seguimiento y análisis a la calidad de vida en Medellín, entendiendo ésta como el acceso de los habitantes de la ciudad a bienes y servicios básicos de calidad y la concepción que los ciudadanos tienen de su propio bienestar y el de su comunidad a través de valoraciones subjetivas. Para ello el Programa tiene en cuen-ta la evolución de indicadores de resultados objetivos y subjetivos con un enfoque secto-rial. Los sectores incluidos en los análisis son: pobreza, desigualdad, demografía, educación, salud, seguridad ciudadana, empleo, vivienda, servicios públicos, medio ambiente, movilidad vial, espacio público, responsabilidad ciudada-na, participación ciudadana, gestión pública y finanzas públicas. En este informe en particular, la responsabilidad y participación ciudadana, así como la gestión pública son abordadas en esta introducción para dar un contexto pero no se incluyen en apartes, pues hasta el momento el Programa no cuenta con indicadores objeti-vos suficientes que permitan dar un panorama completo sobre su evolución.

La principal fuente de información de los in-dicadores objetivos es la Subdirección de Me-

troinformación de la Secretaría de Planeación del Municipio de Medellín, entidad encargada de concatenar toda la información con las res-pectivas Secretarías y entidades municipales que son fuente primaria de la información re-querida por el Programa. Esta entidad es sui generis en el país y la experiencia acumulada en los últimos años le ha permitido brindar cada vez una mayor y mejor información tanto para la toma de decisiones en la administración públi-ca, como para el control y la petición de cuen-tas por parte de la ciudadanía. Otras fuentes de información son el Área Metropolitana del Valle de Aburrá –AMVA–, Empresas Públicas de Medellín –EPM– Empresas Varias de Medellín y la Contraloría Municipal para los indicadores de medio ambiente y servicios públicos, la Cámara Colombiana de la Construcción -Camacol- para algunos datos de vivienda, la Personería de Me-dellín para algunos datos de desplazamiento, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE– para los indicadores del mercado laboral e inflación, el Departamento Nacional de Planeación para algunos datos en finanzas públicas, el Instituto Colombiano de Fomento a la Educación Superior para los datos de pruebas de logro estandarizadas, y el Minis-terio de la Salud y Protección Social.

44

El Programa es fuente primaria de los indicado-res subjetivos, provenientes de la Encuesta de Percepción Ciudadana –EPC– que se contrata anualmente desde 2006, con una firma externa de reconocida trayectoria en el medio.

En este informe, que abarca el periodo 2008-2011, además de incluir los indicadores obje-tivos de resultado a 31 de diciembre de 2011, se incluyen los resultados más importantes en cuanto a la percepción ciudadana con el convencimiento que la calidad de vida no es-tá influida solamente por las condiciones ob-jetivas de la población, sino también por las condiciones subjetivas o la percepción que las personas tienen sobre su propio bienestar. La percepción es incluida para complementar la información objetiva; además, en algunos ca-sos se contrasta ambos tipos de información.

Aunque actualmente es ampliamente recono-cido que la información subjetiva es clave para tener un panorama más amplio y enriquecido de la calidad de vida, también es cierto que no está exento de limitaciones, principalmente de interpretación. Lora (2008) señala algunas de las más importantes: las percepciones no son un reflejo directo de la realidad, están influi-das por patrones culturales, ambigüedades de interpretación, sesgos de autocomplacencia, está afectado por expectativas y aspiraciones, y muy influenciado por factores personales in-descifrables y cambiantes. Tomando en cuen-ta dichas limitaciones, es posible, dados los respectivos contextos, incluir los resultados de la percepción para un ciudadano promedio que vive en Medellín, con un buen nivel de confiabilidad.

Se incluyen en este informe también las prin-cipales conclusiones y recomendaciones de las mesas de trabajo temáticas realizadas en el periodo, las cuales constituyen en parte fun-

damental de la metodología con la que opera el Programa, pues son espacios participativos donde confluyen diversos grupos de interés no sólo de Medellín, sino también de la región metropolitana y del país, donde es posible dar cuenta de los avances de la ciudad y los retos que enfrenta en el corto y mediano plazo para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El seguimiento a la calidad de vida está estre-chamente relacionado con el aporte que la ges-tión pública local realiza mediante la definición y puesta en marcha del Plan de Desarrollo local y, en ese sentido, el Programa hace un marcado énfasis en los resultados de esa gestión públi-ca. Sin embargo, el Programa reconoce que la calidad de vida es un asunto donde confluyen también los distintos niveles de gobierno, la empresa privada, las organizaciones sociales, la academia, las organizaciones no guberna-mentales y la ciudadanía en general, configu-rando un entramado de actores que influencian directa e indirectamente los resultados de la gestión pública en torno a la calidad de vida.

Los principales hallazgos en el informe revelan que la ciudad avanzó en cuanto a los activos de las personas, en tanto que se mantuvo alta la cobertura y el acceso en salud, avanzó en coberturas educativas que estaban rezagadas y, también, se amplió el acceso al mercado labo-ral producto, principalmente, del crecimiento de la economía, sin embargo, fueron menores los avances en materia de calidad. La menor satisfacción con los servicios de salud y el me-nor porcentaje de personas que perciben que se les respeta el derecho a la salud, el avance lento en la calidad de la educación, principal-mente en los colegios oficiales que recogen al grueso de la población en educación escolar, así como el estancamiento de los niveles de informalidad laboral, son evidencia de que los avances en cobertura y calidad no van a la par.

55

El mayor retroceso en la calidad de vida en la ciudad se dio en la seguridad ciudadana, espe-cialmente en lo concerniente con el principal activo de las personas, su vida. El deterioro en el respeto a la vida fue evidente en la ciudad con el recrudecimiento en el número de ho-micidios, que impactaron notoriamente a las comunas de La Candelaria, San Javier y la ma-yoría de corregimientos. También se evidenció un aumento significativo en el fenómeno del desplazamiento forzado intraurbano que da cuenta de nuevas formas de accionar de los grupos al margen de la ley.

Lo más preocupante del fenómeno del despla-zamiento forzado intraurbano es que, de un lado, afecta en mayor proporción a poblaciones pobres y vulnerables, que al ser víctimas del fenómeno terminan en una peor situación y, de otro lado, resquebraja el ya menguado ca-pital social en la ciudad, al romper los lazos de las personas víctimas del fenómeno con sus comunidades.

Medellín y la región metropolitana siguen pre-sentando altos niveles de desigualdad, no sólo económica o material, sino también en términos de las libertades de las cuales se goza para el disfrute de la vida. La victimización a causa del conflicto urbano derivado de diversos actores al margen de la ley golpea de forma desigual a los territorios. Aquellos más pobres son los que sufren de los mayores niveles de violencia que coartan la libertad en todos los sentidos.

En cuanto al hábitat urbano, se destaca el mayor acceso a soluciones habitacionales, es-pecialmente para los estratos dos y tres, que también se vio reflejado en una mejor percep-ción ciudadana en torno a la oferta de vivienda y la capacidad de las familias para acceder a ella. Por su parte, la cobertura y la satisfacción con los servicios públicos se mantuvo alta y

el gas domiciliario, que era el más rezagado, amplió su penetración de forma significativa en el periodo. Se evidenció en cuanto al medio ambiente, un mayor control y acción de las au-toridades competentes y una mayor conciencia ciudadana que se plasmó en reducciones leves en la contaminación del rio Aburrá-Medellín y en un aumento en la calidad del aire que, sin embargo, aun no son suficientes para garanti-zar los menores impactos sobre la salud.

En movilidad vial, pese al aumento sostenido del parque automotor, especialmente de las motos, la mayoría de las personas percibieron que se mantuvieron los tiempos de desplaza-miento en los últimos años, sin embargo, esto se explica por medidas restrictivas como la del pico y placa que se amplió al inicio del periodo. No obstante, pese a la adopción reciente de nuevas tecnologías para el control del tráfico, se mantuvieron niveles altos de inseguridad vial, evidenciados con muertes principalmente de motociclistas y peatones.

Finalmente, en cuanto a la responsabilidad y participación ciudadana y frente a la gestión pública se tiene que pese a un destacado ma-nejo de los recursos públicos por parte de la Administración Municipal, la satisfacción ciu-dadana con ese manejo se redujo en el periodo y, también, se redujo la confianza en el lideraz-go del conjunto de instituciones públicas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, aunque paradójicamente, mejoró la evaluación a la gestión pública de la mayoría de entidades de forma individual.

Esta mayor desconfianza frente a lo público se sumó a una baja calificación a la responsabili-dad ciudadana por parte de la propia ciudada-nía en cuanto al respeto por los bienes públi-cos, las normas de tránsito y de convivencia, especialmente, en este último caso, frente al

66

respeto a la vida. Por su parte, la participa-ción ciudadana en organizaciones sociales y comunitarias se redujo en los últimos cuatro años y las razones para la baja participación se mantuvieron: falta de tiempo e información y una percepción de que los espacios de parti-cipación no son útiles; sin embargo, se avanzó en un mayor conocimiento y participación en los Presupuestos Participativos.

Finalmente, el fortalecimiento de la confianza ciudadana en lo público, requiere no solo una gestión pública más efectiva y transparente, sino también una comunicación más efecti-va con el ciudadano y un énfasis en que la responsabilidad y participación ciudadana en los asuntos públicos es un ingrediente funda-mental del éxito de toda política pública que propenda por una mayor calidad de vida.

77

Pobreza, desigualdad y demografía

La Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad –MESEP– en-tregó al país en septiembre de 2011 los resul-tados de la segunda fase de la medición de pobreza monetaria y desigualdad, adoptando una nueva metodología de cálculo y actuali-zando las series correspondientes al período 2002-2010.

Esta nueva metodología permite unas medi-ciones más precisas y más actualizadas de la pobreza en el país. Los principales cambios obedecen a la adopción de una canasta de consumo que consulta los hábitos más re-cientes de la población colombiana, pues la que se tenía provenía de la Encuesta de Ingresos y Gastos de 1994-1995. Adicional-mente, toma como base para el perfil del consumo a la población que está cercana a la mediana de la distribución, mientras la me-todología anterior tomaba como referente al 25% más pobre de la población. De acuerdo con la MESEP, “Lo ideal es que la población que se tome como referencia para definir el consumo nutricional de la población colom-biana no sea ni la más pobre, ni la más rica.

En sintonía con la tendencia en el país y en las principales áreas metropolitanas, la pobreza y la pobreza extrema se redujeron en los últimos años en Medellín y la región metropolitana ubicándose en 22% y 5,6% respectivamente a 2010, sin embargo, permanecen altos niveles de desigualdad por múltiples factores,

incluyendo el nivel de ingresos. La ciudad recibió un promedio anual de 16.632 personas que declararon desplazamiento forzado, con bajo capital humano y que

en un alto porcentaje no desean regresar a sus lugares de origen.

En el primer caso porque el consumo de ali-mentos no cumple los estándares de calidad y balance nutricional, y en el segundo porque los requerimientos calóricos eventualmente se suplen a través del consumo de artículos suntuarios que no son representativos de los hábitos de consumo de gran parte de la población”1.

Los resultados para Medellín y su área me-tropolitana muestran que la línea de pobreza para el periodo 2008-2010 disminuyó en un 11,7%, pasando del 25,1% al 22%, dicha re-ducción resultó menor a la registrada para el promedio de las tres áreas metropolitanas que fue del 13,8%. Igualmente, la línea de in-digencia también se redujo, aunque en una proporción menor, pasó del 6,1% al 5,6% en ese periodo, alcanzando una reducción del 9,1%, e inferior también a la reducción al-

1 MESEP, 2011.

88

canzada para el promedio de las trece áreas metropolitanas que fue del 17,9% (véanse gráficos 1 y 2).

Gráfico 1. Ciudades colombianas:línea de pobreza, 2008-2010

Fuente: MESEP

Porc

entaj

e

Colombia

13 Áreas Barranquilla Bucaramanga Bogotá Medellín Cali Pereira Cartagena Ibagué 2008 2009 2010

25,0% 23,9% 22,0%

8

13

18

23

28

33

38

43

48

Gráfico 2. Ciudades colombianas:línea de indigencia, 2008-2010

Fuente: MESEP

Porc

entaj

e

6,1% 6,2% 5,6%

2008 2009 2010 02468

1012141618

Colombia

13 Áreas Barranquilla Bucaramanga Bogotá Medellín Cali Pereira Cartagena Ibagué

En general, en las principales áreas metropo-litanas del país disminuyó la incidencia de la pobreza y de la indigencia en el periodo 2008-2010. Las principales reducciones se dieron en Bucaramanga, Bogotá e Ibagué, las dos prime-ras, a su vez, presentan los niveles más bajos de incidencia de la pobreza y la indigencia. En el caso de la pobreza, Bucaramanga redujo la tasa en un 43,2%, ubicándose en el 10,8% en 2010 y Bogotá en un 20,9% ubicándose en un 15,5% para el mismo año. De forma posi-tiva, Medellín presentó una tasa de pobreza levemente por debajo del promedio de las

trece áreas metropolitanas (22% vs. 23,2%),

no obstante, en el caso de la indigencia se

ubicó por encima en un punto porcentual (5,6

vs. 4,6%).

El Plan Nacional de Desarrollo incluye una

perspectiva amplia de la pobreza y la desigual-

dad. Además de la incidencia de la pobreza

y la indigencia, incluye una medida multidi-

mensional de pobreza, específicamente el Ín-

dice de Pobreza Multidimensional –IPM– el

cual incluye cinco dimensiones, a saber: con-

diciones educativas del hogar, condiciones de

la niñez y la juventud, trabajo, salud y servi-

cios públicos y condiciones de la vivienda. En

total son quince variables las que componen

el índice.

Las mediciones del índice para Colombia evi-

dencian una disminución en los últimos años,

mientras en 1997 la pobreza multidimensional

alcanzaba a un 60% de las persona en el país,

en 2008 esa cifra llegaba al 34,6%. Las varia-

bles que más influyen en el índice de la po-

breza multidimensional son la tasa de empleo

formal, el logro educativo y el rezago escolar

(DNP, 2011).

Aunque no hay mediciones por municipios

o áreas metropolitanas, en Medellín se han

realizado ejercicios en los últimos años que

buscan mostrar las condiciones de vida de

la población, que da cuenta también de

los niveles de pobreza y desigualdad mul-

tidimensional para la ciudad, las dieciséis

comunas y los cinco corregimientos. El Indi-

cador Multidimensional de Condiciones de

Vida –IMCV–, que se construyó con base en

la Encuesta de Calidad de Vida de Medellín

inicialmente con nueve componentes para

el año 2008, fue reformulado para incluir

99

otros componentes que aluden no sólo a indicadores objetivos, sino también a in-dicadores subjetivos en temas como medio ambiente movilidad, libertad y seguridad, salud y calidad de vida. En total se incluye-ron quince componentes y más de treinta y cinco variables2.

La diferencia entre este indicador multidi-mensional de condiciones de vida, el Índice de Desarrollo Humano –IDH– y el Índice de Calidad de Vida –ICV–, también medidos en la ciudad para la orientación y focalización de políticas, es que el primero permite mostrar diferencias más apreciables entre comunas, mientras los anteriores indicadores estaban agotando su capacidad de discriminatoria entre los hogares de la ciudad, en tanto las variables utilizadas habían logrado coberturas universales. Adicionalmente, incluían pocas variables de coyuntura económica y muchas de índole estructural (Castaño, 2009). Así mismo, éste incorpora dimensiones adicionales que lo hacen más compresivo, e incluye variables derivadas de la percepción que lo ponen en sintonía con las tendencias internacionales en medición de calidad de vida.

Al igual que con el anterior indicador multi-dimensional de condiciones de vida, las me-diciones para 2010 y 2011 evidencian fuertes desigualdades por comunas y entre la parte urbana y la rural. El indicador que va de cero a cien, siendo cero el menor nivel de vida y cien el mayor nivel de vida posible, fue de 46,6 en 2010 y de 47,0 en 2011 para el promedio de la ciudad, lo cual significa que la ciudad no alcanza ni la mitad del nivel de condiciones de vida ideal. Este promedio, no obstante, escon-de grandes diferencias por comunas. Al igual que con otros indicadores calculados para la

ciudad como el IDH, o el ICV, las comunas que presentaron las condiciones de vida más bajas fueron Popular (32,1), Manrique (35,8), Santa Cruz (36,4), Villa Hermosa (36,6), San Javier (37,19) y Doce de Octubre (38,6). En cambio, las comunas de mejores condiciones de vida fueron El Poblado (76,6), Laureles (70,9) y La América (62,2).

Por su parte, el índice promedio para los co-rregimientos fue de 38,6 en 2010 y de 39,9 en 2011, casi ocho puntos de diferencia con el indicador promedio para el área urbana. El corregimiento de menores condiciones de vida fue Palmitas tanto en 2010, como en 2011 con 31,3 y 32,3, respectivamente, con un nivel muy similar al de la comuna de Popular.

Además de poder identificar las diferencias en el índice promedio por comuna, es posible observar las diferencias en cada uno de los componentes del indicador, profundizando en los componentes que más aportan al IMCV y donde residen las mayores diferencias entre comunas.

Así, los componentes de vulnerabilidad, capi-tal físico del hogar y entorno y calidad de la vivienda son los que más aportan al indicador. En 2010 de un puntaje promedio de 47,26 pa-ra Medellín (urbano) estos tres componentes aportaron el 67,6% del indicador. Como cabría

2 Los componentes del índice son: entorno y calidad de la vivienda, acceso a servicios públicos, medio ambiente, escolaridad, desescolarización, movilidad, capital físico del hogar, participación, libertad y seguridad, vulne-rabilidad, salud, trabajo, recreación, percepción de la calidad de vida e ingresos.

1010

esperar es en esos componentes donde se pre-sentan las mayores diferencias por comunas. En el caso de la vulnerabilidad, el componente que más aporta al IMCV, con 11,68 puntos en promedio en 2010, y constituido por ocho va-riables, a saber: hacinamiento, alimentación de niños, alimentación de adultos, número de niños, número de adultos mayores de seten-ta años, mujer cabeza de hogar por estrato, deserción de menores entre seis y doce años, deserción de menores entre trece y dieciocho años, la diferencia mayor es de 14,49 puntos entre las comunas de El Poblado (20,86) y Po-pular (6,37). Para los componentes de capital físico del hogar, constituido por el número de vehículos de cinco años y menos, el número de electrodomésticos, el número de celulares y la tenencia de vivienda por estrato, y de en-torno y calidad de la vivienda conformado por el estrato y los materiales de la vivienda, tam-bién se presentan importantes diferencias por comunas y nuevamente es la de El Poblado la que mayor puntuación presenta y la de Popular la de menor puntuación; estas diferencias son de 9,53 puntos y de 7,91 puntos, respectiva-mente. En once de los quince componentes se mantienen estas comunas como la de mayor y menor puntuación.

Aunque cabría esperar que el componente de trabajo, que incluye como variables la du-ración del empleo y la carga económica del hogar, tuviera un peso importante dentro del IMCV, puntuó por debajo de un punto (0,8); otros componentes que tuvieron puntajes ba-jos fueron recreación (0,24) y participación (1,12).

Por su parte, los cinco corregimientos tuvie-ron puntuaciones del IMCV por debajo del promedio de Medellín urbano. En 2010 el de mayor calidad de vida fue Santa Elena con

44,9. Este corregimiento se destaca porque el componente de medio ambiente fue el que mayor puntuación obtuvo (4,55) para las die-ciséis comunas y los cinco corregimientos. Este componente está constituido por varia-bles de percepción sobre la contaminación del aire, las quebradas, las basuras, el ruido y la arborización.

Los resultados del IMCV son muy similares para 2011 y se mantienen los principales resul-tados mostrados para 2010 (véase gráfico 3).

32,0

6 36,4

35,7

8 41,4

8 47,7

3

38,5

7 43,8

5

36,5

7

48,8

4

56,2

1

70,8

8

62,2

6

37,1

9

76,6

5

50,6

3 57,1

6 47

,62

0

2010 2011

10

20

30

40

50

60

70

80

90

Popu

lar

Sant

a Cru

z

Man

rique

Aran

juez

Casti

lla

D. O

ctubr

e

Robl

edo

V.He

rmos

a

B.Ai

res

Cand

elaria

Laur

eles

Amér

ica

San

Javie

r

Pobl

ado

Guay

abal

Belén

Med

ellín

urb

ano

Valo

r med

io

Fuente: Metroinformación

Gráfico 3. Medellín: Indicador Multidimensional de Calidad de Vida, 2010-2011

En cuanto a la desigualdad por ingresos, la MESEP calculó el coeficiente de Gini para Colombia y en esta segunda fase de investi-gación también la calculó para las trece áreas metropolitanas. En el periodo 2008-2010 el área metropolitana de Medellín fue la más desigual del país, medida por ingresos, para 2010 el coeficiente de Gini fue de 0,538 (véase gráfico 4).

1111

De acuerdo con la MESEP, pese a la reducción leve de la desigualdad en el periodo 2008-2010 en Colombia, que pasó de 0,566 a 0,56, ésta sigue siendo relativamente alta en el contexto latinoamericano y, de acuerdo con el PNUD (2011), es una de las más altas del mundo. Según el informe sobre Desarrollo Humano del PNUD, pese a que Colombia se ubica den-tro del grupo de países con Desarrollo Huma-no alto con un índice de 0,710, al tomarse en cuenta la desigualdad de ingreso medida por el índice de Gini (0,585) el IDH para Colombia baja a 0,479 y lo pasa al grupo de países con un Desarrollo Humano bajo.

En el caso de Medellín y su área metropolitana, sea que se mida por ingresos, o por indicado-res socioeconómicos como los utilizados en el Índice Multidimensional de Condiciones de Vi-da, la ciudad muestra un preocupante nivel de desigualdad que afecta su nivel de desarrollo. Haciendo la analogía con el resultado para Co-lombia mostrado por el PNUD, Medellín muy seguramente pasaría de un nivel de desarrollo muy alto a medio o quizás bajo.

0,560 0,528 0,497 0,449 0,526 0,538 0,529

0,456 0,488 0,495

Colo

mbi

a

13 Á

reas

M

etrop

olita

nas

Barra

nqui

lla

Buca

ram

anga

Bogo

Med

ellín

Cali

Pere

ira

Carta

gena

Ibag

Gráfico 4. Áreas metropolitanas en Colombia:índice de Gini, 2010

Fuente: MESEP

Percepción ciudadana sobre la situación económica y la pobrezaEn cuanto a la percepción ciudadana, medi-da a través de la Encuesta que realiza MCV

anualmente, la percepción sobre la situación económica de los hogares en el periodo 2008-2011 evidencia que el 2011 fue el año en el cual un mayor porcentaje de hogares manifestó que su situación económica fue mejor frente al año anterior con un 31% y un menor porcentaje consideró que empeoró frente al año anterior (14%). Por su parte, el año 2009 fue donde se re-portó una situación más desfavorable, cuando un 31% manifestó estar en peor situación que el año inmediatamente anterior y un 21% ex-presó haberla mejorado. Dicha situación puede explicarse por la crisis económica internacio-nal y sus efectos sobre la economía nacional, a partir de dicho año se observa una mejoría sostenida en la percepción sobre la situación económica de los hogares (véase gráfico 5).

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Gráfico 5. Medellín:la situación económica de su hogar ha... 2008-2011

28%

21%

26% 31%

22%

31%

22% 14%

50% 48% 52% 55%

2008 2009 2010 2011

Mejorado mucho o algo Empeorado mucho o algo Ni mejorando ni empeorando

En el caso de los gastos, se preguntó directa-mente si en el último año tuvieron dificultades económicas que hayan dado lugar a retrasos en los pagos del hogar. En 2011, tres de cada diez hogares reportaron haber tenido dificultades para pagar. En el periodo 2008-2011, cuando se hace específicamente esta pregunta, fue en 2011 cuando se dio un menor reporte de difi-cultades para hacer pagos con un 32%, mien-tras que en 2008 fue del 38%, en 2009 y 2010 alcanzó el 46%. Lo anterior ratificó la mejor situación económica de los hogares medelli-nenses en el último año.

1212

En cuanto a la auto-percepción de pobreza, de forma positiva, en el periodo 2008-2011 se presentó una tendencia descendente y, especialmente en 2011, se presentó la ma-yor reducción con diez puntos porcentuales menos que en 2010, alcanzando un 12% de hogares que se auto-percibían como pobres (véase gráfico 6).

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Gráfico 6. Medellín: autopercepciónde pobreza, 2008-2011

Porc

entaj

e

26% 24%

22%

12%

5

10

15

20

25

30

2008 2009 2010 2011

Crecimiento poblacionalEl crecimiento poblacional en el periodo 2008-2011 en Medellín, de acuerdo con las proyecciones del DANE con base en el Censo 20053, fue del 3,4%, esto representa un prome-dio de 25.634 nuevos habitantes anuales en la ciudad. Con base en las cifras reportadas por la Unidad Administrativa Especial para la

Atención y Reparación de las Víctimas duran-te el periodo 2008-2011 declararon desplaza-miento forzado, provenientes de otros munici-pios del país en Medellín, un promedio anual de 16.632 personas y fueron efectivamente incluidos4 dentro del Registro Único de Vícti-mas, un promedio anual de 10.473 personas. Por su parte, quienes emigraron de Medellín declarando desplazamiento forzado fueron en promedio 2.972 personas anualmente y se incluyeron en el Registro Único de Víctimas un promedio anual de 1.798. Esto da como resultado neto frente a la migración por razo-nes de desplazamiento forzado un promedio de 13.660 personas anuales (que declaran) y 8.675 personas (incluidas en el Registro). Es-tas cifras están indicando que de la nueva po-blación en Medellín anualmente en un 53,3% proviene de migración por desplazamiento forzado (declarado). Lo más preocupante de dicha situación, además del drama humano que deben enfrentar estas personas, es que llegan a la ciudad con un bajo nivel educati-vo, en 2011 el 60% tenían como máximo bá-sica primaria5, lo que les dificulta acceder a oportunidades laborales, de hecho un alto porcentaje declaran ser desempleados.

3 Planeación Municipal contrató con el DANE en 2009 un estudio para obtener las proyecciones poblacionales para el periodo 2005-2015, en términos del volumen, composición, estructura y distribución espacial de la población residente en su perímetro urbano, en cada una de las comunas que lo conforman y en los cinco corregimientos. Antes de 2009 las estimaciones de ambas entidades diferían, principalmente porque corregimientos como San Antonio de Prado y San Cristóbal eran consideradas como áreas urbanas por el DANE y en la medición de Planeación eran consideradas como rurales. Dada la homologación, estas áreas son consideradas como rurales (MCV, 2011, pp. 9-10).

4 De acuerdo con el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia, la Unidad Administrativa es la que se encarga de hacer la distinción entre inclusión y no inclusión. Para esta Unidad las personas incluidas son aquellas que conforme a la legislación sobre desplazamiento y la nueva Ley de Víctimas cumple con los presupuestos para entenderse como desplazados. Los no incluidos son aquellas personas que no se enmarcan en dichos presupuestos (Metroinfor-mación, 2012).

5 De acuerdo con datos de la Personería de Medellín (2012).

1313

Tabla 1. Medellín: población por comunas y corregimientos 2008-2011

Comuna 2008 Participación % 2011 Participación

%Var. %

2008/2011Popular 125.110 5,5 127.696 5,4 2,1Santa Cruz 106.070 4,6 108.703 4,6 2,5Manrique 152.715 6,7 156.112 6,6 2,2Aranjuez 158.911 6,9 160.581 6,8 1,1Castilla 145.049 6,3 147.159 6,2 1,5Doce de Octubre 188.475 8,2 190.940 8,1 1,3Robledo 159.895 7,0 165.311 7,0 3,4Villa Hermosa 132.526 5,8 135.003 5,7 1,9Buenos Aires 134.101 5,9 135.422 5,7 1,0La Candelaria 84.736 3,7 85.117 3,6 0,4Laureles Estadio 119.715 5,2 120.996 5,1 1,1La América 93.108 4,1 94.649 4,0 1,7San Javier 131.647 5,7 134.933 5,7 2,5El Poblado 116.864 5,1 122.489 5,2 4,8Guayabal 89.382 3,9 91.937 3,9 2,9Belén 191.401 8,4 194.174 8,2 1,4Palmitas 3.914 0,17 4.729 0,2 20,8San Cristóbal 46.512 2,0 63.774 2,7 37,1Altavista 27.020 1,2 30.458 1,3 12,7San Antonio 71.701 3,1 82.901 3,5 15,6Santa Elena 12.519 0,5 15.230 0,6 21,7Total Medellín 2.291.378 100,0 2.368.282 100,0 3,4

Fuente: DANE

En cuanto a las participaciones en el total po-blacional en el periodo 2008-2011 en la mayo-ría de comunas se mantuvieron prácticamente constantes, como era de esperarse en un lapso de tiempo tan corto. Por el contrario, la mayo-ría de corregimientos mostraron aumentos en sus participaciones gracias a una mayor diná-mica de crecimiento en el periodo. El mayor crecimiento se dio en San Cristóbal con un 37,1%, producto principalmente de los nuevos desarrollos habitacionales en altura para la población de estratos más bajos y en Santa Elena con un 21,7%, cuya dinámica está expli-cada en mayor medida por nuevos desarrollos para estratos más altos (Tabla 1).

En el caso de las comunas, Belén y Doce de Octubre mantuvieron la mayor concentración

poblacional con el 8,2% y el 8,1%, respectiva-mente, mientras que los corregimientos, pese al mayor crecimiento, mantuvieron la menor participación relativa. Vale la pena resaltar el mayor crecimiento poblacional en el periodo de la comuna de El Poblado con un 4,8%, que la convierte en la comuna más atractiva en el periodo, pese a los consabidos problemas de movilidad vial que enfrenta, dada la alta concentración en la tenencia de vehículos particulares en esta zona de la ciudad. Por su parte, la comuna de la Candelaria presentó el menor crecimiento con un 0,4%; esta co-muna, infortunadamente, concentra los ma-yores problemas de inseguridad en la ciudad lo que, sin duda, constituye un desincentivo para localizarse allí.

1414

Educación

La ciudad experimentó un salto cualitativo y cuantitativo de la atención integral a la primera infancia a través del Programa Buen Comienzo, que llevó, entre otros a pasar de una cobertura en la atención para los niños de 3 y 4 años del 49,5% al 79,6%. Así mismo se avanzó en el acceso a la educación media y la educación superior que eran los

niveles más rezagados, junto con la educación inicial. No obstante, los avances en calidad de la educación fueron menos significativos frente a los avances en cobertura y mostraron

un alto porcentaje de estudiantes en formación básica que no aprenden lo mínimo que deberían aprender para su edad.

La educación está estrecha y positivamente relacionada con el desarrollo. A mayor edu-cación, hay mayores oportunidades para los individuos de generar ingresos, ser autónomos, más participativos social y políticamente, más cuidadosos de su salud, entre otros. Un mayor nivel de capital humano en la sociedad se rela-ciona también con menores niveles de pobreza y desigualdad. Eso no sólo está explicado por cuántos años de educación tienen en promedio las personas, sino también por la calidad de los conocimientos adquiridos y por la igualdad de oportunidades para el acceso a educación de calidad (MCV, 2011, p. 13).

El programa Medellín Cómo Vamos le hace seguimiento a las oportunidades de acceso a todos los niveles educativos, desde la educa-ción inicial para niños entre los tres y cuatro años, hasta la educación superior, así como a los resultados de las pruebas estandarizadas de logro que produce el Instituto Colombia-no para el Fomento a la Educación Superior –ICFES–

Cobertura educativaEn Medellín entre 2008 y 2010 la mayoría de los niveles educativos permanecieron con cober-turas netas6 estables. Como consecuencia de la apuesta del gobierno de Alonso Salazar de profundizar y masificar la atención integral de los menores de cinco años, a través del progra-ma Buen Comienzo se evidencia el crecimiento sustancial de la cobertura en educación inicial, que corresponde a niños de 3 y 4 años de edad, pasó de 46,8% al 76,2%, para un crecimiento del 62,8%. Le siguió en crecimiento durante el periodo la educación media con un 9,0%, pasando de 53,3% al 58,1%.

6 La tasa de cobertura neta excluye a los alumnos matri-culados en extra edad y es utilizada para mostrar cuán eficiente es el sistema educativo para permitir que los estudiantes cursen los grados sin repetición y sin de-serción.

1515

La cobertura neta total, que incluye niños des-de los cinco años hasta los diez y siete años, permaneció prácticamente estable y en 2011 se ubicó en el 88,3% (véase gráfico 7).

Porc

entaj

e

Gráfico 7. Medellín: tasas de cobertura neta, 2008-2011

2008 2009 2010 2011 Fuente: Metroinformación

46,8

89,6

107,6 89,8

53,3

89,6 76,2

92,2 89,6

58,1

88,3

Educación Inicial

Preescolar Primaria Secundaria Media Total

101,1

En el periodo 2008-2011 se redujo la pobla-ción en edad escolar en todos los niveles. Esto, en principio, podría estar explicando el aumento de la cobertura neta en la edu-cación inicial y la media, sin embargo, en estos niveles la población matriculada en la edad correspondiente aumentó, en el primer caso un 60,9% y en el segundo caso un 2,8%. Los otros niveles presentaron reducción en el número de estudiantes matriculados en la edad correspondiente, con excepción de preescolar que se mantuvo prácticamente estable (0,5%).

En el caso de las coberturas brutas7 se pre-sentan tendencias similares a las presenta-das para las coberturas netas en cada nivel. Los resultados en el periodo 2004-2010 fueron muy similares a los de la cobertura neta. La educación inicial fue la que obtuvo el mayor crecimiento con un 60,8% en su cobertura bru-ta, seguido con una distancia apreciable por la educación media con un aumento del 9,4%. La cobertura de la educación secundaria per-maneció estable, mientras la cobertura total del sistema, que excluye la educación inicial bajó 1,6% (véase gráfico 8).

49,5

107,3 123,9

108,8

72,6

107,7

79,6

108,2 117,1 110,5

79,4

107,1

Educación Inicial

Preescolar Primaria Secundaria Media Total

Porc

entaj

e

Gráfico 8. Medellín: tasas de cobertura bruta, 2008-2011

Fuente: Metroinformación 2008 2009 2010 2011

En el caso de la cobertura bruta en media a 2011 se ubicó en el 79,4%, por debajo aún de la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio –ODM– para Colombia que es del 93% a 20158. Tomando en cuenta el ritmo de crecimiento en el periodo 2008-2011 (9,4%), cabría esperar que la ciudad a 2016 estuviera cumpliendo con la meta establecida por el Gobierno Nacional.

Como con las coberturas netas, se aprecia que los aumentos en las coberturas de los nive-les de educación inicial y media obedecieron enteramente a un aumento en el número de estudiantes matriculados. De hecho, fueron esos dos niveles los únicos que mostraron au-mentos, el primero del 59% y el segundo del 3%. El total de estudiantes matriculados, entre los cinco y los diecisiete años, bajó un 6,6% y pasó de 448.054 en 2008 a 422.443.

7 Las tasas de cobertura bruta muestran el total de estu-diantes matriculados en el sistema escolar, sin importar la edad que tengan, sobre el total de la población en edad escolar.

8 La meta inicial era de 90% a 2015, pero tras el Conpes 140 de 2011 se modificó y se estableció una meta del 91% a 2014 y del 93% a 2015.

1616

Esta reducción temporal en la población más joven se convierte en una oportunidad para liberar recursos asociados a cobertura y reasig-narlos a otros aspectos fundamentales como el de la calidad. La responsabilidad de dicha reasignación le asiste al Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio de Educación.

Fuente: Banco de la República, seccional Medellín

Gráfico 9. Área Metropolitana del Valle de Aburrá:tasa de Cobertura en educación superior, 2008-2011

Porc

entaj

e

31,7 33,0 36,8 37,2

2008 2009 2010 2011

Como se evidencia en el gráfico 9, desde 2008 hasta 20119 ha habido un crecimiento sosteni-do en la cobertura de la educación superior en el área metropolitana del Valle de Aburrá, es-pecialmente notoria entre 2009 y 2010 cuando el aumento fue del 10,9%. Esta tasa está en un nivel similar al promedio para el país (35,3% en 2009), la que a su vez está por debajo de países como Argentina o Chile (MCV, 2011, p. 16).

Justamente, otra de las apuestas destacadas del Municipio de Medellín durante el gobierno de Alonso Salazar fue el apoyo en la ampliación de las oportunidades para los jóvenes de los estratos más bajos de la ciudad para acceder a la educación post-secundaria. La estrategia más significativa en términos de recursos es la del Fondo EPM creado con recursos pro-venientes de excedentes extraordinarios de ésta empresa10, en donde se establece un me-canismo de financiación de becas-crédito, en el cual hasta el 90% del préstamo es posible condonarlo mediante servicio social y un buen rendimiento académico.

La meta inicial de este fondo era atender 12.000 estudiantes de los estratos uno, dos y tres entre 2008-2011, que se sobrepasó, a marzo de 2012 el programa tenía un total de 19.527 beneficiarios. Este dato en asocio con el total de inscritos (84.358 personas) durante las ocho convocatorias que se han realizado entre mayo de 2008 y octubre de 2011 muestra la gran demanda por este tipo de financiación y el interés de miles de jóvenes por ingresar a instituciones de educación superior o prose-guir con este tipo de estudios. En su mayoría este Fondo es usado por estudiantes que in-gresan a su primer semestre (52%), seguido por el segundo y tercer semestre (26%) y el 68% utiliza la beca-préstamo para matrícula y sostenimiento, un 17% para matrícula y un 15% para sostenimiento11.

En general, durante estas ochos convocatorias los resultados consolidados muestran que de cada diez beneficiarios, cinco pertenecen al estrato dos, dos al estrato uno y tres a estrato tres. Por niveles de clasificación del Sisbén el 30% pertenecen al nivel dos, el 24% al nivel tres, el 5% al nivel cuatro, un 22% no clasifican en el Sisbén y otros el 7%.

9 La información para 2011 es preliminar, pues el cálculo de la tasa es un promedio de los dos semestres y el dato presentado corresponde sólo al primer semestre de 2011.

10 De acuerdo con la Secretaría de Educación de Mede-llín, el Fondo EPM en la primera fase recibió recursos por $150.000 millones. Actualmente se tienen recursos adicionales por otros $150.000 millones y se espera una meta para el cuatrienio 2012-2015 de 20.000 estudiantes adicionales.

11 Los beneficiarios del Fondo EPM se inscriben por una sola vez y con esta inscripción, sí es aprobada, tiene garantizada la matrícula y el sostenimiento para todo el programa de estudios.

1717

Este programa tiene una focalización más am-plia si se le compara con otros programas que buscan ofrecer servicios básicos a poblaciones pobres y vulnerables. En general, estos progra-mas se focalizan en los niveles uno y dos del Sisbén, criterio que varias investigaciones han mostrado como más efectivo que el criterio del estrato.

En consonancia con las características de la oferta y la demanda de educación superior en Colombia y en la ciudad, las becas crédito del Fondo EPM son utilizadas en un 66% para es-tudiar en universidades públicas y un 34% en privadas. Las universidades más demandadas fueron la Universidad de Antioquia (26,5%), el Instituto Tecnológico Metropolitano (17%), la Universidad de Medellín (10,3%), la Universi-dad Nacional (8,3%), y la Institución Universita-ria Tecnológico de Antioquia (5,3%). Asimismo, las carreras elegidas fueron un 72% de carácter profesional, un 27% tecnológica y un 1% téc-nica profesional. Las ingenierías, arquitectura y afines ganaron en demanda con un 34% de participación, la economía, administración y contaduría ocuparon el segundo lugar con un 23% y las ciencias sociales, derecho y ciencias políticas con un 17% ocuparon el tercer lugar en preferencia12.

Los resultados de estas ocho convocatorias reafirman la tendencia nacional a preferir ca-rreras profesionales sobre las técnicas y tec-nológicas, además de una menor preferencia por las ciencias básicas, que son las que están altamente correlacionadas con la innovación y el desarrollo, y la competitividad.

Ampliar aún más las oportunidades de acceso a la educación superior es una de las tareas pendientes en la ciudad y la región. De acuerdo con un estudio del grupo de investigación Pre-viva (2009), las aspiraciones que la ciudadanía considera necesarias para tener la calidad de

vida que desea y las frustraciones frente a esas aspiraciones ubican el acceso a la educación superior como la segunda mayor aspiración, luego del desarrollo de la familia, pero es la que mayor frustración reporta junto con el ejercicio de la profesión para la cual se capacitaron. El estudio encontró que esta frustración es la más correlacionada con la actitud, según la cual, para llegar al grado de desarrollo personal an-siado, es necesario acudir a las vías ilegales.

Para el año 2011, treinta y siete de cada cien jóvenes en la región metropolitana tenían ac-ceso a la educación post secundaria. Se requie-ren mayores esfuerzos tanto públicos, como privados para idear estrategias novedosas de financiamiento que permitan que cada vez un mayor número de jóvenes puedan proseguir sus estudios al culminar la educación media. Con un crecimiento del 5% anual, la región contaría con una cobertura del 50% al 2017. Dicha cifra está más acorde con ciudades y países de la región latinoamericana con un nivel de desarrollo similar al de Medellín y la región metropolitana. Tomando en cuenta que entre 2008-2011 el crecimiento de la tasa de cobertura en educación superior fue del 17,1%, un crecimiento promedio anual del 5% podría ser razonable.

Eficiencia interna13

La tasa de deserción para el total del sistema (desde transición hasta media) aumentó en

12 Fondo EPM para la Educación Superior y otros (2012).

13 La eficiencia interna de la educación es medida usual-mente con indicadores como las tasas de deserción y de repitencia. Estas muestran cómo responde el sistema educativo en su conjunto al reto de promover los estu-diantes en un tiempo dado y cómo los mantiene dentro del sistema con el fin de que culminen sus estudios.

1818

el periodo 2008 - 201014, pasando del 3,5% al 3,8% para un total de 12.655 niños y jóvenes que desertaron del sistema escolar en 2011, casi un 50% correspondientes a la básica se-cundaria. Los niveles deserción en secundaria y media, que tradicionalmente tienen los ni-veles más altos de deserción, fueron los que en el periodo en cuestión experimentaron aumento. El nivel de media fue el que más aumento experimentó en el periodo (25,8%) pasando del 3,1% al 3,8% y el nivel de secun-daria pasó del 4,4% al 5,0%. Por su parte, los niveles de transición y primaria redujeron sus tasas de deserción entre 2008 y 2010 (véase gráfico 10).

3,3 3,3 3,1 3,0 2,8 2,8

4,4 4,7 5,0

3,9

3,5 3,5 3,8

2,0 2,5 3,0 3,5 4,0 4,5 5,0 5,5

2008 2009 2010

Porc

entaj

e

Gráfico 10. Medellín: tasa de deserción oficial,2008-2010

Fuente: Metroinformación

Transición Primaria Secundaria Media Total

En lo que corresponde a las tasas de repitencia se observa en el gráfico 11 el cambio de tenden-cia en el año 2011. Los aumentos en todos los niveles, excepción hecha de la transición, nivel en el cual bajó la repitencia, corresponden al cambio normativo establecido en el Decreto 1290 de 2009 que reglamentó la evaluación del aprendizaje y la promoción de los estudiantes de los niveles de educación básica y media y que eliminó el límite máximo del 5% de estu-diantes que en un grado podían ser no pro-movidos, establecido por el Decreto 3055 del 200215. En su Artículo 6 el Decreto en mención establece en torno a la promoción escolar que “cada establecimiento educativo determinará los criterios de promoción escolar de acuerdo

con el sistema institucional de evaluación de los estudiantes…”16

Fuente: Metroinformación

Gráfico 11. Medellín: tasa de repitenciaoficial, 2008-2011

Porc

entaj

e

Transición Primaria Secundaria Media Total

0,2 0,2 0,2 0,1 1,5 1,9 1,8

3,3 2,1 2,5

2,6

7,3

1,2 1,4 1,6

3,7

1,6 1,9

4,5

0

1

2

3

4

5

6

7

8

2008 2009 2010 2011

En 2011 se evidenció dicho cambio normativo y su aplicación por parte de las instituciones educativas. El cambio más notorio entre 2010 y 2011, lapso de la transición, se presentó en el nivel de básica secundaria que pasó de una tasa del 2,5% al 7,3%, casi triplicando el por-centaje, le siguió la educación media que pasó del 1,6% al 3,7% más que duplicando el porcen-taje. En total, desde transición hasta la media, estaban repitiendo grado 16.408 estudiantes en 2011 frente a 7.197 en 2010. De cada cien estudiantes matriculados en el sistema desde transición hasta la media, cinco estudiantes en 2011 estaban repitiendo por lo menos una vez el grado cursado.

14 No se tiene la información de deserción para el últi-mo año del periodo en cuestión, puesto que ésta se construye con información reportada a mitad del año siguiente.

15 El Decreto establecía en torno a la promoción de los educandos que los establecimientos educativos tienen que garantizar un mínimo de promoción del 95% del total de los educandos que finalicen el año escolar en la institución.

16 MEN (2009). Decreto 1290.

1919

Las cifras reportadas en 2011 para las tasas de repitencia establecieron una nueva línea de base, que evidenció con mayor certeza el por-centaje de estudiantes que efectivamente alcan-zan los requerimientos mínimos de un grado durante el año escolar. El mínimo del 95% de promoción escolar establecido por el Decreto 3055, no respondía a la realidad en términos de logro escolar, hecho que se evidencia con las cifras para Medellín en 2011, sino que era un límite ficticio, que a juicio de especialistas iba en desmedro de la calidad educativa.

Calidad educativaEl Decreto 1290 de 2009, antes mencionado, estableció en cuanto a la evaluación de los es-tudiantes tres ámbitos, a saber el internacional (promoviendo la participación de estudiantes en pruebas internacionales), el nacional y el institucional. En el ámbito nacional son el Ministerio Nacional de Educación –MEN– y el Instituto Colombiano para el fomento de la Educación Superior –ICFES– los encarga-dos de realizar pruebas censales con el fin de monitorear la calidad de la educación de los establecimientos educativos con fundamento en los estándares básicos.

El ICFES ha reconocido la complejidad del concepto de calidad educativa. A pesar de ello trabaja el concepto como la “Capacidad del sis-tema para lograr que todos o la gran mayoría de los estudiantes alcancen niveles satisfactorios de competencias, (las cuales incluyen): el de-sarrollo de potencialidades (autorrealización), la participación en la sociedad (convivencia), el desempeño en el ámbito productivo (com-petitividad) y el desarrollo y equidad”17.

Entender los problemas y sus causas, formu-lar buenas preguntas, buscar y seleccionar información, elaborar y evaluar propuestas para resolver los problemas y explicar lo que

piensan a otras personas, son las capacidades que el ICFES prioriza como las que necesitan adquirir los estudiantes en el mundo actual. Justamente, el enfoque de capacidades com-plementa el de conocimiento en los procesos de la evaluación de la calidad que realiza esta entidad. Sin embargo, el ICFES reconoce que con un enfoque más amplio es ideal poder me-dir también aspectos como la capacidad para aprender, la capacidad para trabajar en equipo, el entendimiento interpersonal, las actitudes, entre otros, (ICFES, 2009).

Pese a las limitaciones, la institución parte de la premisa de que la medición de la calidad mediante pruebas estandarizadas es un buen predictor de desempeños futuros en varios campos, por lo que se ha concentrado en me-jorar las pruebas. El primer paso lo dio en 2010 al estandarizar la metodología de medición para las pruebas, denominadas como SABER, en lenguaje y matemáticas para los estudian-tes de quinto y noveno grado, que permitió la comparación de los resultados de 2002 con los obtenidos en 2009.

Aunque dicha comparación no está dentro del periodo de análisis, se presenta en este infor-me, pues para estos niveles educativos es la única fuente de información disponible.

En general, los resultados de dichas pruebas muestran un avance de los logros alcanzados por los estudiantes entre 2002 y 2009 tanto para los colegios oficiales, como para los pri-vados, aunque estos últimos presentaron ma-yores avances. Para el total de colegios en la ciudad el mayor avance se dio en la prueba

17 ICFES (2009).

2020

de matemáticas para el quinto grado con un puntaje promedio un 8,3% mayor al de 2003, seguida por la prueba de lenguaje también para el quinto grado. El menor avance se dio para la prueba de matemáticas en el noveno grado con un 2,8% de crecimiento en el puntaje promedio (véanse gráficos 12 al 15).

274 289 319 350 284 299

2002/3 2009

Punt

aje p

rom

edio

Fuente: ICFES

Gráfico 12. Medellín: prueba SABER,quinto grado, lenguaje

Oficial urbano No oficial Medellín

Punt

aje p

rom

edio

Fuente: ICFES Oficial urbano No oficial Medellín

254 275 304 342 265 287

2002/3 2009

Gráfico 13. Medellín: prueba SABER,quinto grado, matemáticas

Punt

aje p

rom

edio

Fuente: ICFES Oficial urbano No oficial Medellín

Gráfico 14. Medellín: prueba SABER,noveno grado, lenguaje

283 289 331 362 296 306

2002/3 2009

Punt

aje p

rom

edio

Fuente: ICFES Oficial urbano No oficial Medellín

274 277 327 360

288 296

2002/3 2009

Gráfico 15. Medellín: prueba SABER,noveno grado, matemáticas

En comparación con los resultados promedio para Colombia y para otras ciudades del país “los colegios oficiales de Medellín acortaron distancias con sus homólogos en Bogotá, ex-plicado, principalmente, por el declive en los resultados obtenidos por los estudiantes bo-gotanos. También acortaron distancias y en al-gunos casos superaron levemente el promedio nacional, el cual en la mayoría de las pruebas disminuyó entre 2002 y 2009. Pero en el caso de Bucaramanga, los colegios oficiales de Me-dellín obtienen resultados muy inferiores”18. Por ejemplo, en la prueba de lenguaje para el quinto grado, mientras los colegios oficiales en Medellín mejoraron en un 5,5% en su puntaje promedio, los estudiantes de colegios oficia-les en Bogotá redujeron su puntaje casi en el mismo porcentaje (5,3%), y los estudiantes de colegios oficiales en todo el país mantuvieron el puntaje promedio prácticamente estable (0,3%). En la prueba de matemáticas para el mismo grado, en Medellín el puntaje prome-dio de los estudiantes en colegios oficiales aumentó en un 8,3%, mientras en Bogotá bajó en 11,2% y en Colombia se redujo levemente (-0,7%). En el caso de los estudiantes en cole-gios oficiales de Bucaramanga creció su pun-taje promedio en lenguaje (4,6%) más que los de Medellín (2,1%), y fue menor el crecimiento en la prueba de matemáticas, pero los niveles en todos los caso fueron superiores. A 2011, por ejemplo, el puntaje promedio en lenguaje fue de 321 frente a un puntaje promedio de 289 de sus homólogos en Medellín. En la prueba de matemáticas los resultados fueron de 317 frente a 277, respectivamente.

18 Medellín Cómo Vamos (2011, p. 20).

2121

Pese a este avance, la mayoría de los estudian-tes de la ciudad, especialmente los de cole-gios oficiales aún no alcanzan niveles satisfac-torios de logro. La mayoría de los estudiantes en colegios oficiales obtuvieron en 2009 un nivel entre insuficiente y mínimo, de acuerdo con las categorías en que divide los resultados el ICFES19. Las pruebas de matemáticas tanto en el grado quinto, como noveno son en las que los colegios oficiales obtienen más bajo rendimiento. En la de quinto grado un 38% obtiene un nivel insuficiente y un 36% el mí-nimo, en la de noveno grado un 23% obtiene un nivel insatisfactorio y un 59% el mínimo. En el caso de las pruebas de lenguaje para quinto grado, el 18% de los estudiantes de los colegios oficiales obtuvieron un desempeño insuficiente y un 44% se ubicaron en un nivel mínimo; para el noveno grado en la misma prueba los resultados fueron de 15% y 46%, respectivamente.

Dada la composición socioeconómica de los colegios oficiales, donde en su mayoría los estudiantes provienen de los niveles más ba-jos, es evidente que estos colegios están en desventaja, pues es clara la correlación entre nivel socioeconómico –NSE– y desempeño. A menor NSE menor desempeño y a mayor NSE mejor desempeño (véase Tabla 2).

Tabla 2. Medellín: porcentaje de estudiantes que obtuvieron nivel insatisfactorio en la prueba SABER

por niveles socioeconómicos

Medellín

Prueba Matemáticas

Quinto grado

Prueba Lenguaje Quinto grado

Prueba Matemáticas

Noveno grado

Prueba Lenguaje Noveno grado

NSE 1 50% 23% 33% 19%NSE 2 46% 23% 33% 22%NSE 3 39% 18% 26% 17%NSE 4 18% 7% 9% 6%

Fuente: ICFES.

Tal y como se señalaba antes, también es im-portante para la evaluación de desempeño educativo contar con evaluaciones interna-cionales. Como se evidenció en el Informe de Calidad de Vida de 201020, la participación de Medellín, Bogotá y Manizales en la submuestra de la aplicación para Colombia de la prueba internacional de evaluación de estudiantes PI-SA, se constituye en un gran acierto, en tanto permite la comparación internacional frente a los estándares mundiales en cuanto a las pruebas de matemáticas, lenguaje y ciencias para estudiantes de quince años, independien-temente del grado que cursan.

La prueba Pisa clasifica los resultados en seis niveles. En el nivel uno están los resultados que resultan insuficientes para acceder a estu-dios superiores y para las actividades que exige la vida en la sociedad del conocimiento, en el nivel dos clasifican los resultados mínimos adecuados para desempeñarse en la sociedad moderna, los niveles tres y cuatro son bastante buenos aunque no alcanzan el nivel óptimo para las actividades cognitivas más complejas, en los niveles cinco y seis se ubican los resul-tados que permiten el potencial para desarro-llar actividades de alta complejidad cognitiva, científica y otras.

19 El ICFES define el nivel insuficiente como aquel en el que el estudiante no supera las preguntas de menor complejidad de la prueba, el nivel mínimo muestra un desempeño mínimo en la competencias exigibles para el área y grado evaluado; por su parte, el nivel satisfactorio muestra un desempeño adecuado en las competencias exigibles para el área y grado evaluado, y es considerado por el ICFES como el nivel esperado que todos o la mayoría debería alcanzar y, finalmente, el nivel avanzado muestra un desempeño sobresaliente para las competencias exigibles para el área y el grado aprobado (ICFES, 2010).

20 MCV, 2011, pp. 21 y 22.

2222

De acuerdo a esta clasificación, los resultados para los estudiantes de Medellín evidencian que un alto porcentaje de estudiantes no al-canzan el nivel mínimo en las pruebas, es decir que se ubican en el nivel uno de la clasificación propuesta por la Organización para la Coo-peración y el Desarrollo Económico -OCDE-. En lectura un 43%, en matemáticas un 67% y en lenguaje un 51%, respectivamente. Como en las pruebas nacionales, las brechas entre colegios oficiales y no oficiales se mantienen. La mayor diferencia se dio en la prueba de lectura con 77,7 puntos de diferencia prome-dio, le siguió la prueba de lenguaje con 63,2 puntos de diferencia promedio y por último la prueba de matemáticas con una diferencia promedio de 57 puntos21. De acuerdo al Icfes (2011a), estas brechas implican una diferencia de más de un año de escolaridad. No obstante, es necesario precisar que los resultados de los colegios no oficiales presentan un nivel alto de dispersión, mientras los resultados de los colegios oficiales son más homogéneos, lo que implica en el caso de los colegios no oficiales que los resultados promedios esconden dife-rencias apreciables entre ellos. Finalmente, los resultados promedio para Medellín fueron inferiores a los de Bogotá, y similares a los de Manizales en las tres pruebas.

Tasa de analfabetismoEl segundo Objetivo de Desarrollo del Mile-nio habla de lograr la enseñanza primaria uni-versal. Para Colombia el DNP fijó entre otras metas ligadas al segundo objetivo una tasa de analfabetismo en personas de 15 a 24 años de 1,2% en 2014 y de 1,0% en 2015.

Aunque no son estrictamente comprables, el indicador para el área metropolitana del Va-lle de Aburrá que comprende a las personas mayores de quince años se ubicó en 2,9% en

promedio para el periodo 2008-2011, mante-niéndose muy estable (véase gráfico 16). El que si es comparable es el indicador obtenido por la Encuesta de Calidad de vida realizada por el DANE para 2010 y 2011 que muestra que, en promedio para las cabeceras del país (más ase-mejables a Medellín y su área metropolitana), fue del 4,2% en 2010 y bajó un 3,6% en 2011, es decir que Medellín tiene un menor porcentaje de personas mayores de quince años analfabe-tas, sin embargo, si se comparan estos datos con los obtenidos para Bogotá, la región está en desventaja pues en 2010 el porcentaje de personas analfabetas fue del 2,1% y en 2011 fue del 1,7% (véase gráfico 17).

Que de cien personas mayores de quince años en Medellín y su región metropolitana, casi tres de ellas no sepan leer y escribir habla de una exclusión social, económica y política im-pensable en pleno siglo XXI. Es indispensable que se ideen estrategias para tratar de reducir este porcentaje a niveles comparables con la capital y más en sintonía con el nivel de desa-rrollo de la ciudad.

2,8

3,0 3

2,9

2008 2009 2010 2011

Porc

entaj

e

Fuente: Banco de la República, Secretaría de Educación de Medellín.

Gráfico 16. Área metropolitana del Valle de Aburrá:tasa de analfabetismo de quince

años y más, 2008-2011

21 ICFES (2011).

2323

Gráfico 17. Medellín, Colombia y Bogotá:tasa de analfabetismo de quince años y más, 2010-2011

3,0

4,2

2,1

2,9 3,6

1,7

Medellín Colombia (cabecera) Bogotá

Porc

entaj

e

2010 2011

Fuente: Para Colombia y Bogotá ECV 2011, para Medellín y su áreametropolitana Banco de la República, seccional Medellín, con base en ECH.

Percepción sobre el servicio educativo en MedellínEn el caso del servicio educativo, Lora (2008) muestra que la percepción sobre éste está in-fluenciada por la paradoja de las aspiraciones, que consiste en que los pobres son más bene-volentes en sus opiniones sobre la sociedad: “cuando se trata de las percepciones sobre las condiciones de vida y las políticas de los paí-ses, los pobres tienden a tener una opinión semejante o incluso más benevolente que los ricos…”

En Medellín la educación está entre los as-pectos mejor evaluados en la Encuesta de Percepción Ciudadana y, en sintonía con la paradoja de las aspiraciones, esta satisfacción no presenta diferencias significativas por nive-les socioeconómicos22, ni por zonas urbanas de la ciudad.

Como se observa en el gráfico 18, la califica-ción en una escala de uno a cinco, siendo uno muy insatisfecho y cinco muy satisfecho, estu-vo en el periodo 2008-2011 entre 4,0 y 4,2. Con ocho de cada diez ciudadanos estando entre satisfechos y muy satisfechos con el servicio educativo ofrecido en Medellín.

Quienes dijeron estar satisfechos (califica-ciones de 4,0 y 5,0) argumentaron su buena

calificación, esencialmente, por motivos re-lacionados con el aprendizaje de los estu-diantes, la calidad académica y los métodos de enseñanza adecuados. Por su parte, las principales razones para quienes menores calificaciones otorgaron (uno, dos o tres) es-tuvieron centradas en la percepción contraria en torno a que el nivel académico es bajo o ha disminuido (65%) y la falta de compromiso de los docentes (41%).

Gráfico 18. Medellín: nivel de satisfaccióncon la educación, 2008-2011

4%

4%

7%

2%

12%

17%

15%

12%

84%

79%

78%

86%

2008 (4,3)

2009 (4,0)

2010 (4,0)

2011 (4,2)

Satisfechos Ni satisfechos, ni insatisfechos Insatisfechos

Fuente: Medellín Cómo Vamos. Entre paréntesis la calificación promedio,siendo 1 muy insatisfecho y 5 muy satisfecho

En general, la satisfacción fue mayor durante el periodo para las instituciones educativas privadas (no oficiales), que en promedio ob-tuvieron mejores resultados en las pruebas estandarizadas que son un indicativo de la calidad académica ofrecida por los colegios, lo que podría ir en contravía de la paradoja de las aspiraciones (véase gráfico 19).

22 Son tres los niveles socioeconómicos –NSE– en los que se puede dividir la muestra. El NSE bajo conformado por los hogares en estratos uno y dos, el NSE medio, conformado por los hogares en estratos tres y cuatro, y el NSE alto conformado por los estratos cinco y seis.

2424

83%

76%

77%

85%

86%

87%

78%

92%

2008

2009

2010

2011

Gráfico 19. Medellín: satisfacción con la educaciónpor tipo de establecimiento, 2008-2011

Privado Público

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Sin embargo, si se compara dicha satisfacción con la obtenida en otras ciudades como Bo-gotá y Bucaramanga y se incluyen también los resultados en pruebas estandarizadas de logro como las SABER, se encuentra que en la ciudad la satisfacción es mucho mayor sin importar que los resultados en estas pruebas sean me-nores comparativamente (véanse gráficos 20 y 21). Esto podría explicarse con los resultados encontrados en el estudio de Lora (2008, p. 25) que muestra que una de las correlaciones más bajas entre indicadores objetivos y subjetivos (percepción) se da en el caso de los servicios educativos; para una muestra importante de países alrededor del mundo se encontró una correlación de 0,42 con los puntajes en las prue-bas PISA y de 0,38 con los años de escolaridad.

El que la ciudadanía no esté consciente de las diferencias de logro entre estudiantes de Medellín y ciudades de su mismo nivel de de-sarrollo o incluso menor, o por lo menos no lo manifieste a través de una menor satisfacción,

dificulta que haya una demanda social efectiva en torno a la necesidad de mejorar la calidad educativa ofrecida en la ciudad. Se requiere difundir con mayor ahínco la información re-lacionada con los logros obtenidos por los es-tudiantes en un contexto más amplio que el del vecindario. En una sociedad globalizada y más compleja es indispensable que las com-paraciones que se establezcan sean siempre con referentes del más alto nivel.

Porcentaje

Gráfico 20. Medellín y Bogotá: satisfacción conla educación vs. resultados prueba de logro

Fuente: Icfes para pruebas de logro, quinto grado (2009).Red Cómo Vamos para percepción. Los datos corresponden a 2010

Punt

aje p

rom

edio

mate

máti

cas

294

275

270

275

280

285

290

295

300

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

Medellín

Bogotá 294

275 Medellín

Bogotá

Gráfico 21. Medellín y Bucaramanga: satisfaccióncon la educación vs. resultados prueba de logro,

Fuente: Icfes para pruebas de logro, noveno grado (2009). Red Cómo Vamos para satisfacción a 2010.

Porcentaje

Punt

aje p

rom

edio

mate

máti

cas

277

317

270

280

290

300

310

320

330

71 72 73 74 75 76 77 78 79

Medellín

Bucaramanga

277

317

Medellín

Bucaramanga

2525

Salud

La ciudad presentó una cobertura universal en el aseguramiento en salud y niveles cercanos al 95% en el acceso a los servicios de salud. Asimismo, los indicadores de salud materno infantil presentaron tendencias

positivas durante el periodo, destacándose el mantenimiento de cero muertes por desnutrición infantil y ningún caso de muerte por enfermedad diarreica aguda en 2010. Sin embargo, la ciudadanía mostró una menor satisfacción con los servicios de salud recibidos y un menor porcentaje de personas consideraron que se les respeta el derecho a la salud en la ciudad, en consonancia con la crisis del Sistema de Salud Nacional

que aún no se supera.

La salud es una de las principales dimensiones del capital humano y éste, a su vez, es fun-damental como activo para la generación de ingresos. Adicionalmente, es valorado como un elemento fundamental en la explicación de la calidad de vida de las personas. En con-secuencia, por sus efectos sobre la pobreza, la equidad y la calidad de vida varios indicadores del estado de la salud de la gente, en especial de los niños y adolescentes fueron incluidos en varios de los –ODM– de la Organización de las Naciones Unidas –ONU–, suscrito por Colombia y otros 188 países en el mundo en el año 2000.

Estado de salud de los medellinenses23

Indicadores como la tasa de mortalidad in-fantil, la tasa de mortalidad en menores de cinco años, el estado nutricional de los niños que incluye el bajo peso al nacer, el peso para la edad, la talla para la edad y el peso para la talla, además de las deficiencias de vitamina A, hierro y zinc, son variables utilizadas fre-cuentemente para relacionar la salud y la po-breza24, en especial las acciones de mediano y largo plazo emprendidas por las autoridades

para acrecentar las capacidades de los indi-viduos, en los que el estado de salud es uno de los componentes más importantes. En el caso de Medellín se cuenta con un sistema de información pública que posibilita hacerle seguimiento a algunos de estos indicadores.

En el periodo 2008-2010 los indicadores de salud analizados por el programa MCV mostraron resultados satisfactorios en su mayoría.

Dentro de los ODM la salud materno-infantil juega un rol fundamental. Específicamente, el objetivo cinco se relaciona con mejorar la

23 La información de salud cuyos denominadores son los nacimientos y cuyos numeradores corresponden a da-tos de mortalidad en un año dado son cifras sujetas a ajustes hasta el mes de julio del siguiente año, debido a que es en ese periodo en el cual se dispone de las cifras definitivas. Por esta razón la Secretaría de Salud de Medellín se abstuvo de entregar información a 2011, al considerarla de carácter preliminar.

24 Galiani (2007).

2626

salud materna. La primera meta de ese ob-jetivo para Colombia es la reducción en las dos terceras partes en la tasa de mortalidad materna entre 1990 y 2015, a ese último año la meta nacional es de 45 muertes por cien mil nacidos vivos.

Para Medellín en el periodo 2008-2010 la tasa de mortalidad materna se mantuvo por debajo de esa meta. En 2010 se presentó una situación atípica, cuando la tasa se ubicó por debajo de 30, con cinco casos registrados, frente a 11 y 12 en 2008 y 2009, respectivamente (véase gráfico 22). De acuerdo con la Secretaría de Salud, la mayoría de los casos reportados de mortalidad materna en 2009 fueron evitables (Secretaría de Salud, 2010).

Los factores determinantes de la muer-te materna se relacionan “con condiciones económicas precarias, bajo nivel educativo, estado de salud, conducta reproductiva, ac-cesibilidad y calidad de los servicios de salud materna y planificación familiar, acceso a la información y en general condiciones socio-culturales desfavorables … y los factores con-dicionantes son el estado nutricional de la madre, la hipertensión arterial, la diabetes, las cardiopatías y antecedentes de compli-caciones obstétricas”25

En consonancia con la aseveración de la Secretaría de Salud de Medellín frente a la evitabilidad de la mayoría de los casos en Medellín, en Latinoamérica el 85% de los casos podrían evitarse si se corrigen los pro-blemas derivados de los servicios de salud y se modifica la conducta familiar frente a la maternidad; en su mayoría los trastornos hi-pertensivos son la principal causa de muerte en Latinoamérica y Colombia (Así vamos en Salud, 2011, p. 126).

33,2 37,7

17,5

0 10 20 30 40

2008 2009 2010

Tasa

por

cien

mil

nacid

os

vivos

Fuente: Metroinformación. Entre paréntesis el número de casos.

Gráfico 22. Medellín: tasade mortalidad materna, 2008-2010

(11)(12)

(5)

Meta ODM: 45,0

La tasa de mortalidad en menores de un año también mostró resultados positivos en el pe-riodo 2008-2010, en cuanto siempre estuvo por debajo de la meta de 14 muertes por mil naci-dos vivos trazada por Colombia en el contexto de los ODM. Dicho indicador también mostró una tendencia descendente durante el periodo, alcanzando una tasa de 9,5 en 2010, con 272 muertes (véase gráfico 23).

11,3

10,5

9,5

8 9 9

10 10 11 11 12

2008 2009 2010

Tasa

por

mil

Fuente: Metroinformación. Entre paréntesis el número de casos.

Gráfico 23. Medellín: tasa de mortalidaden menores de un año, 2008-2010

(333)

(373)

(272)

Meta ODM: 14,0

En el caso de la mortalidad para menores de cinco años, el Programa le hace seguimiento específico a tres causas de muerte dentro del total de muertes, que son la tasa de mortali-dad por Enfermedad Diarreica Aguda –EDA–, la tasa de mortalidad por Enfermedad Respi-

25 Así Vamos en Salud (2011, p. 126).

2727

ratoria Aguda –ERA– y la tasa de mortalidad por desnutrición. En el caso de los ODM, la meta cuatro A para Colombia establece la reducción en dos terceras partes entre 1990 y 2015 de las muertes en menores de cinco años26. En el país la mayoría de estas muertes se da en menores de un año (83%). Entre un año y los cinco la mayoría de muertes pueden ser evitables. De acuerdo con Así Vamos en Salud (2012), estos niños pueden ser inter-venidos con medidas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, actuan-do sobre los accidentes y las enfermedades infecciosas principalmente, a través del me-joramiento de la cobertura de vacunación, la educación sobre el lavado de manos que previene infecciones respiratorias agudas y enfermedades infecciosas intestinales y la implementación de medidas de protección para los niños en los automóviles, los ho-gares, los centros educativos y los lugares de recreación.

En Medellín, en el caso de la tasa de mor-talidad en menores de cinco años por EDA, se mantuvo estable entre 2008 y 2009 en 2,7 muertes por cien mil menores de cinco años, con cuatro casos para ambos años. En 2010 se presentó una situación muy positiva en cuanto no hubo ninguna muerte en la ciudad por esta causa (véase gráfico 24).

Gráfico 24. Medellín: tasa de mortalidadinfantil por EDA, 2008-2010

Fuente: Metroinformación. Entre paréntesis el número de casos

Tasa

por

cien

mil

2,7 2,7

1

2

3

4

5

2008 2009 2010

(4) (4)(0)

En el caso de la tasa de muertes por ERA en menores de cinco años no mostró una tenden-cia clara durante el periodo 2008-2010; en 2008 y 2009 la tasa fue superior a 18 casos por cien mil menores de cinco años. En 2008 fue de 19,2 con 28 casos fatales y en 2009 fue de 22,6 con 33 casos fatales. A 2010 se presentó una reducción apreciable en el número de casos y, por ende, en la tasa que se ubicó en 12,3 (véase gráfico 25).

Fuente: Metroinformacion. Entre paréntesis el número de casos

Gráfico 25. Medellín: tasa de mortalidadinfantil por ERA, 2008-2010

19,2

22,6

12,3

0

5

10

15

20

25

2008 2009 2010

Tasa

por

cien

mil

(33)

(18)

(28)

Por su parte, como se observa en el gráfico 26, la mortalidad por desnutrición en meno-res de cinco años mostró una tendencia des-cendente en el periodo. Mientras en 2008 se presentaron dos casos de muerte por esta causa, para una tasa de 1,4 por cien mil, en 2009 y 2010 no se presentaron muertes por esta causa.

26 En 1990 la tasa de muertes en menores de cinco años por mil nacidos vivos fue de 51,46, a 2008 se había re-ducido a 24,89 y la meta a 2015 es de 18,98 muertes por mil nacidos vivos (DNP, 2011, p. 15).

2828

Fuente: Metroinformación. Entre paréntesis el número de casos

Gráfico 26. Medellín: tasa de mortalidad infantil enmenores de cinco años por desnutrición, 2008-2010

Tasa

por

cien

mil

1,4

0,0 0,0

2008 2009 2010

(2)

(0)(0)

La reducción en la mortalidad en menores de cinco años por las causas anteriormente enunciadas está en sintonía con la tendencia mundial en la reducción de la mortalidad en menores de cinco años y es reflejo de avances desde el punto de vista de la prevención, la mejor información y educación de los hogares, de un sistema de salud mejor preparado para atender las causas subyacentes de dichas en-fermedades, entre otros factores.

Dentro de la meta cuatro A de reducción de la mortalidad infantil y en la niñez se encuentra el indicador “alcanzar y mantener las coberturas de vacunación en el 95% con el Plan Ampliado de Inmunizaciones –PAI– para los menores de cinco años”. De acuerdo con el DNP (2011a, p. 14) “…para evaluar el cumplimiento de las metas de vacunación se utilizan biológicos o vacunas trazadoras, ya que mediante el segui-miento a éstas, se logra calificar el compor-tamiento de todas las vacunas del esquema” Estas vacunas son las Difteria, Pertusis y Té-tano –DPT– y Triple viral que protege contra el Sarampión, Rubeola y Paperas. Las metas establecidas con coberturas del 95% en me-nores de un año para ambas vacunas en los años 2014 y 2015.

En Medellín, como se observa en el gráfico 27, en el periodo 2008-2010 la cobertura de la

triple viral estuvo siempre por encima del 95%, sin embargo, en el caso de la DPT mientras en 2008 y 2009 alcanzó al 100% de los niños y ni-ñas, en 2010 no cumplió la meta y se ubicó en 93,7%, un nivel no útil para evitar una epidemia por enfermedades inmuno-prevenibles. En el país para el año 2009 ocurrió algo muy similar, mientras la triple viral estuvo por encima de la meta, la DPT no la cumplió y se ubicó en un 92,2% (DNP, 2011a, p. 15).

Gráfico 27. Medellín: cobertura de vacunaciónen trazadores, 2008-2010

Porc

entaj

e

2008 2009 2010

Fuente: Metroinformación

109,1

101,0

112,0

99,2 96,9 93,7

70

80

90

100

110

120

Triple viral SRP DPT

El objetivo cinco de los ODM relacionado con la mejora de la salud materna contiene metas relacionadas, de un lado, con la reducción de la mortalidad materna y, de otro lado, con el acceso universal a la salud reproductiva. En este último caso en Colombia se estable-cen metas frente al porcentaje de mujeres de quince a diecinueve años que han sido madres o están en embarazo. De acuerdo con la ONU el embarazo adolescente es un factor de riesgo para la mortalidad materna, en cuanto aumenta las probabilidades de muerte frente a mujeres de mayor edad y el riesgo de muerte para el niño en su primer año de vida es también mayor para estas mujeres frente a las de mayor edad (MCV, 2010, p. 17). Sin embargo, los efectos sobre la salud no son los únicos factores que hacen indispensable la medición, seguimiento e

2929

implementación de políticas para reducir el embarazo en adolescentes. Son incluso más importantes las consecuencias socioeconó-micas: deserción del sistema escolar, menor acumulación de capital humano y aumento de la probabilidad de reproducir ciclos de pobreza (MCV, 2011, p. 26).

En Colombia las cifras en cuanto a embarazo adolescente en los últimos años no han sido positivas. Entre 1990 y 2010 se dio un creci-miento en el porcentaje de mujeres entre los quince y diecinueve años que han sido madres o están embarazadas, pasó del 12,8% al 19,5% entre esos años. La meta establecida dentro de los ODM es que a 2014 y 2015 ese porcentaje esté por debajo del 15% (DNP, 2011a). En este sentido, el Conpes 147 de 2012 establece linea-mientos para el desarrollo de una estrategia para la prevención del embarazo adolescente con especial énfasis i en las menores de catorce años, el embarazo no planeado, el embarazo producto del abuso y otras formas de violencia. La estrategia se centra en gran medida en la promoción de proyectos de vida para los niños, niñas y adolescentes y jóvenes en edades entre seis y diecinueve años.

El seguimiento al embarazo adolescente a nivel internacional usualmente se da a través del indicador de fecundidad adolescente por cada mil mujeres. De acuerdo con la ONU (2009) con datos a 2006, la región de América Latina es una de las de mayor tasa de fecundidad adolescente con 77 por mil mujeres, y el pro-medio para las regiones en desarrollo fue de 53,0 por cada mil.

En el caso de Medellín, como se observa en el gráfico 28, el embarazo adolescente ha mostrado una tendencia positiva al pasar en 2008 de 84,2 por mil mujeres a 71,9 en 2010,

para una reducción del 14,6%; sin embargo, la magnitud del fenómeno sigue siendo alta. En consecuencia, en 2011 el Concejo de la ciudad aprobó la política pública para la prevención del embarazo infantil y adolescente, en el Acuerdo 306, con el propósito fundamental de general una cultura de la prevención del embarazo adolescente y de brindar atención integral durante y después del embarazo a la población objeto.

En el caso del embarazo infantil, de niñas de diez a catorce años, no se presentó una ten-dencia clara en el periodo. Entre 2008 y 2010 se presentó una leve reducción en la tasa del 4,5%, que pasó de 3,8 a 3,6 por mil. Por nú-mero de casos en 2008 se dieron 326 casos de embarazo infantil y en 2010 el total fueron 301 casos (véase gráfico 29).

84,2

79,4 71,9

60

70

80

90

2008 2009 2010

Tasa

por

mil

Fuente: Metroinformación

Gráfico 28. Medellín: tasa de fecundidadadolescente de 15-19 años, 2008-2010

3,8 4,0 3,6

2,0

3,0

4,0

5,0

2008 2009 2010

Tasa

por

mil

Fuente: Metroinformación

Gráfico 29. Medellín: tasa de fecundidadadolescente de 10-14 años, 2008-2010

Finalmente, el primer ODM relacionado con la erradicación de la pobreza extrema y el hambre incluye en el caso colombiano el indicador del bajo peso al nacer, en relación con el acceso a

3030

una alimentación adecuada y suficiente27. De acuerdo con el DNP (2011a, p. 9) este indica-dor se relaciona estrechamente con la mor-talidad fetal, neonatal y post natal, además tiene consecuencias adversas en la infancia y la niñez en términos de mortalidad, morbilidad, crecimiento y rendimiento. El porcentaje de bajo peso al nacer en Colombia en 2008 fue del 8,85% y la meta a 2014 y 2015 es mantener el porcentaje por debajo del 10%. En el caso de Medellín en el periodo 2008-2010 presentó cifras por encima de la meta establecida dentro de los ODM. En promedio casi 11 de cada 100 nacimientos presentaron bajo peso al nacer en el periodo (véase gráfico 30).

10,7

11,1

10,9

9

10

10

11

11

12

2008 2009 2010

Porc

entaj

e

Fuente: Metroinformación

Gráfico 30. Medellín: porcentaje de bajopeso al nacer, 2008-2010

En el cuatrienio, el programa Buen Comienzo que atendió integralmente a la Primera in-fancia, tuvo la modalidad de atención “Había una Vez” que se dirigió a madres gestantes, lactantes y menores de un año fue sujeto de una evaluación de impacto realizada por el Banco de la República, seccional Medellín. En la evaluación preliminar se encontraron resultados positivos para los recién nacidos en las variables de peso y talla. Para aquellas madres que entraron al programa temprana-mente (seis o siete meses antes del nacimien-to) y que asistieron a consultas con frecuencia los resultados son más positivos que para el promedio de las participantes, y se resumen en que en promedio los niños de las parti-

cipantes tienen 100 gramos más de peso al nacer y 0,57 centímetros más de talla frente a los niños de las madres no participantes (MCV, 2011b).

Estos resultados preliminares son positivos y pueden marcar en el mediano plazo un quiebre de tendencia en indicadores como el de bajo peso al nacer. Sin embargo, será necesario re-forzar la estrategia, generando más incentivos para ampliar la participación y mejorando las frecuencias en la asistencia para garantizar un mayor impacto en la atención (MCV, 2011b).

Cobertura en saludDe acuerdo con cifras del Ministerio de Salud y Protección Social, Medellín alcanzó coberturas superiores al 90% en el periodo 2008-2011. En 2009 y 2010 alcanzó una cobertura del 95% y en 2011 fue levemente superior con un 96% (véase gráfico 31).

En el caso del régimen subsidiado, que atiende a la población más pobre y vulnerable se ob-servó en el periodo una reducción del número de afiliados en un 11%. En 2008 hubo 656.832

27 El primer Objetivo también incluye dentro de la meta de acceso a una alimentación adecuada y suficiente indicadores de la prevalencia de desnutrición crónica en menores de cinco años (retraso en talla) y de des-nutrición global en menores de cinco años (bajo peso para la edad). Estos indicadores han sido solicitados por el Programa MCV a la Administración Municipal para hacerles seguimiento, sin embargo hasta ahora no han sido reportados pues la Secretaría de Salud argumenta que actualmente estos indicadores no se calculan con los sistemas de vigilancia de la Secretaría. A partir de 2012 se está implementando el sistema de vigilancia nutricional para los niños y niñas menores de seis años que asisten al programa de crecimiento y desarrollo en las IPS públicas y privadas de la ciudad.

3131

28 El cambio en el número de afiliados en la serie que se traía de informes anteriores corresponde, de acuerdo a la Secretaría de Salud, al cambio normativo (Acuerdo 415 de 2009) que empezó a regir desde el primero de junio de 2010. Eso significó que las series de asegu-rados al régimen subsidiado que incluía el reporte de los suspendidos, ya no los incluye. Actualmente los usuarios del régimen subsidiado pasan al contributivo automáticamente y por solicitud de las EPS-S retor-nan al subsidiado cuando el Fosyga los reporta como retirados del régimen contributivo. En ese sentido, la Secretaría de Salud realizó una depuración de las bases de datos para el periodo 2007-2010 que es la que se presenta en el gráfico 32.

29 Alcaldía de Medellín (2011, p. 53)

30 DANE (2012).

31 Ibíd.

aseguradas y al finalizar 2011 se tenían 581.390 personas afiliadas a este régimen (véase gráfico 32).28 De acuerdo con la Secretaría de Salud, estas cifras de afiliación significaron un cubri-miento del 90% para los años 2008 y 2009, y del 100% para los años 2010 y 201129.

Gráfico 31. Medellín: cobertura del sistemade seguridad social en salud, 2011

Contributivo

Subsidiado

Excepción

Sin afiliación

Fuente: Ministerio de Salud. BDUA. Diciembre de 2011

70,4%

24,5%

1,1% 4,0%

656.832 648.545 639.363

581.390

2008 2009 2010 2011

Gráfico 32. Medellín: número de afiliadosal régimen subsidiado, 2008-2011

Fuente: Metroinformación para 2008-2010. Información a diciembre de 2011es preliminar con base en la BDUA del Ministerio de Salud.

La aparente contradicción entre una disminu-ción en el número de asegurados y un aumento de la cobertura con respecto a la población objetivo obedece al mayor dinamismo econó-mico y sus efectos sobre el mercado laboral, en especial el relacionado con el empleo for-mal. En 2010, de acuerdo con el DANE en el trimestre móvil octubre a diciembre se crearon en el área metropolitana del Valle de Aburrá 66.000 nuevos puestos de trabajos formales, mientras se redujeron en 14.000 los empleos informales, por su parte en 2011 se crearon 44.000 nuevos puestos de trabajo formales y 37.000 nuevos informales.

En consecuencia, entre 2010 y 2011 se presen-tó un aumento la participación del régimen contributivo que pasó del 67,4% al 70,4%, y una disminución de la participación del régi-men subsidiado que pasó del 27,5% al 24,5%. Estos resultados están en consonancia con los obtenidos para el país por el DANE me-diante su Encuesta de calidad de Vida. Para Colombia se reportó un aumento de 2,6 pun-tos porcentuales en la cobertura del régimen contributivo que alcanzó un 50,1%, en el caso del régimen subsidiado presentó una reduc-ción de 2,3 puntos porcentuales, ubicándose en 2011 en un 49,7%. Para el promedio de las cabeceras se obtuvo un mayor aumento en la participación del régimen contributivo que alcanzó un 59,7%30. En el caso de Bogotá, se presentó un aumento mucho más significativo en la participación del régimen contributivo pasando del 70,9% al 77,3% entre 2010 y 2011, y el subsidiado pasó de 28,7% al 22,5% para esos mismos años.31

3232

Percepción sobre los servicios de saludUna de las variables proxy de la calidad de los servicios de salud es la satisfacción reportada por los usuarios de estos servicios. La Encuesta de Percepción Ciudadana del Programa pre-gunta a quienes han accedido a los servicios de salud en el último año por la satisfacción de los servicios recibidos.

En el periodo 2008-2011 se evidenció un de-terioro en la satisfacción percibida de los ser-vicios de salud (véase gráfico 33). Mientras en 2008 la satisfacción promedio se ubicó en 3,8, en la escala de satisfacción, siendo uno muy insatisfecho y cinco muy satisfecho, a 2011 se ubicó en 3,5. En 2011 las principales razones expresadas por quienes no están satisfechos con los servicios de salud fueron las demoras para citas con especialistas y autorización de cirugías, la lentitud y muchos trámites para la asignación de citas y la mala calidad del servicio (MCV, 2011, p. 20).

Gráfico 33. Medellín: ¿qué tan satisfechoestá usted en general con el servicio de salud

que ha recibido?, 2008-2011

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Muy insatisfecho 2 3 4 Muy satisfecho

7%

6%

7%

8%

7%

11%

9%

9%

19%

25%

25%

25%

29%

38%

34%

37%

38%

21%

25%

21%

2008

2009

2010

2011 3,5

3,6

3,6

3,8

Promedio

Esta menor satisfacción, se ratificó cuando se le preguntó a los medellinenses sobre la per-cepción frente a la garantía del derecho a la salud en la ciudad, pese a la alta cobertura del aseguramiento, se incrementó el porcentaje de personas que consideran que no se les respeta el derecho en once puntos porcentuales entre

2009 y 201132, pasando del 28% al 39% (véa-se gráfico 34). Es decir, pese a una cobertura universal del servicio de salud en Medellín, de acuerdo con los parámetros establecidos por el Ministerio de Salud y Protección Social, la percepción de una menor calidad del servicio termina afectando la percepción sobre el res-peto al derecho a la salud.

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Gráfico 34. ¿Siente que en Medellín se le garantizael derecho a la salud?, 2009-2011

72%

64%

61%

28%

36%

39%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%

2009

2010

2011

No Sí

Estos resultados están influenciados por la crisis del sistema de seguridad social en sa-lud que empezó a percibirse con mayor clari-dad desde 2008 con la Sentencia T-760 de la Corte Constitucional que evidenció las fallas estructurales del sistema y mediante la cual se le ponían plazos perentorios al Gobierno Na-cional para, principalmente, ajustar los flujos de recursos del sistema y garantizar el acceso a los servicios por parte de la población. En Medellín, ya desde 2008 se hacía evidente un desequilibrio financiero de las EPS del régimen subsidiado y un alto número de tutelas para el acceso a los servicios en ambos regímenes (MCV, 2010, p. 21).

32 No hay datos para el año 2008, pues esta pregunta se incluyó en la Encuesta a partir del año 2009.

3333

A 2010 aún no se había realizado una reforma a fondo del sistema y las preocupaciones sobre la sostenibilidad del mismo eran evidentes, especialmente las de las Empresas Sociales del Estado –ESE–, que dada su atomización, muchas de ellas estaban en riesgo de salir del sistema. Otros riesgos evidenciados se aso-ciaban a la igualación de beneficios emanada de la sentencia T-760, en cuanto podía gene-rar incentivos perversos de salida del régimen contributivo al subsidiado, poniendo aún más en riesgo la viabilidad financiera del sistema (MCV, 2010a). Sólo hasta 2011 se dio la reforma al sistema a través de la Ley 1438. Los resulta-dos frente a la calidad percibida de los servicios de salud y la garantía del derecho no serán evidentes hasta tanto no se empiecen a aplicar todos los cambios emanados en la nueva ley.

Por último, la Encuesta también permite ob-tener información en torno al acceso a los

servicios de salud. En el periodo 2008-2011, en promedio el 94% de las personas que re-quirieron servicios de salud accedieron a ellos (véase gráfico 35). La mitad de quienes no acce-dieron a los servicios (5% en 2011) lo hicieron por barreras de demanda al expresar que no lo hicieron porque se trataba de un caso leve (necesidad percibida), la otra mitad expresó barreras de oferta ligadas principalmente a la mala calidad del servicio, excesivos trámites para conseguir una cita y porque antes habían consultado y no le resolvieron el caso.

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Gráfico 35. Medellín: ¿utilizaron los serviciosde salud de cualquier entidad?, 2008-2011

94% 91% 96% 95%

6% 9% 4% 5%

2008 2009 2010 2011 Sí No

3434

Seguridad ciudadana

En cuanto a la seguridad ciudadana, se experimentó un retroceso en cuanto al principal activo de las personas, su vida. La tasa de homicidios aumentó en el periodo un 52,7%, ubicándose en 2011 en 69,7 por cien mil habitantes. Adicionalmente, el desplazamiento forzado intraurbano causado principalmente

por grupos armados no identificados creció año a año, pasando de 1.233 personas incluidas en el Registro Único de Víctimas en 2008 a 10.612 personas en 2011. De forma positiva, la mayoría de delitos contra el patrimonio económico se redujeron en el periodo y ubicaron a Medellín como la ciudad con el menor nivel de

victimización dentro de la Red de Ciudades Cómo Vamos.

La seguridad ciudadana es la forma principal de la seguridad humana que garantiza derechos humanos fundamentales y atañe a la libertad, que es la esencia del desarrollo humano. En forma más específica, la seguridad ciudadana concierne a la protección de ciertas opciones u oportunidades de todas las personas –su vida, su integridad, su patrimonio– contra un tipo específico de riesgo (delito) que afecta la vida cotidiana de las víctimas (MCV, 2011, p. 30).

El programa Medellín Cómo Vamos le hace segui-miento a la seguridad ciudadana y la convivencia mediante indicadores que indagan por el respeto a la vida, el respeto al patrimonio económico, el nivel de victimización y denuncia, entre otros.

Uno de los temas prioritarios para la ciudadanía es el de la seguridad. Un análisis sobre la percep-ción ciudadana en 201133 mostró que la variable estratégica para mejorar la percepción de Medellín como una ciudad para vivir fue el de la seguridad. En su mayoría, la ciudadanía que se sintió menos satisfecha con la ciudad, lo hizo por las condicio-nes de seguridad que perciben de ella.

Pese a que el problema de los homicidios es central para las autoridades, la percepción de la ciudadanía responde más a fenómenos como la existencia de pandillas, que ocupó el primer

lugar en 2011 dentro de los problemas que afec-tan la seguridad en los barrios, y que viene en aumento desde 2008. Otros problemas señala-dos son el tráfico de drogas y el atraco callejero. Los homicidios como factor de inseguridad en los barrios presentó un ascenso importante en-tre 2008 y 2010, cuando alcanzó un 30% de las menciones como factor de inseguridad; en 2011, sin embargo, se redujo al 13%, ubicándose en el sexto puesto entre los problemas de seguridad más sentidos en los barrios.

Medellín se enfrentó en el periodo 2008-2011 a un recrudecimiento de las muertes por homici-dio producto en su mayoría de múltiples acti-vidades ilegales ligadas al narcotráfico34. Entre

33 MCV (2011).

34 De acuerdo con la Alcaldía de Medellín, del total de homi-cidios en la ciudad aproximadamente el 63% obedecen al accionar de las organizaciones delincuenciales, mientras que los homicidios cometidos por personas ajenas a la delincuencia, en promedio, fueron seis veces menos que los originados en delincuencia profesional. De ese 63%, no todos los homicidios corresponden a conflictos entre delincuencia pues también se ven involucrados ciudada-nos ajenos al crimen, que terminan asesinados ya sea por factores como el control social o por la extorsión de la cual son víctimas (MCV 2011, p. 31).

3535

2008 y 2009, se presentó un aumento porcentual sin precedentes en los últimos 20 años en la tasa de homicidios, hecho que sin duda prendió las alarmas de la ciudadanía y las autoridades.

Es necesario, sin embargo, hacer dos precisiones al respecto. La primera es que pese a los avances de los últimos años, que se evidencian en la serie histórica de la tasa de homicidios para un perio-do más comprensivo (1987-2011) (véase gráfico 36). Medellín aún está entre las ciudades más violentas del mundo, medido a través de la tasa de homicidios. En un reciente estudio35 Medellín ocupó el puesto catorce, por debajo de ciudades como San Pedro de Sula en Honduras que ocupó el primer lugar con una tasa de homicidios de 158,9, Juárez en México con una tasa de 147,8, Ca-racas en Venezuela con una tasa de 98,7 Belem en Brasil con una tasa de 78,0 y Cali en Colombia con una tasa de 77,9. Entre las cincuenta ciudades más violentas, cuarenta y cinco están en América La-tina y diecinueve en México y América Central. La vinculación del narcotráfico y la violencia es ampliamente señalada por los expertos que, en su mayoría, aseguran que mientras persistan las actividades ilícitas asociadas al narcotráfico persistirá la violencia, en mayor o menor grado, en las ciudades afectadas por el primero.

Fuente: Secretaría de Gobierno de Medellín

Gráfico 36. Medellín:tasa de homicidios anual, 1987-2011

Tasa

por

cien

mil

habi

tantes

0 50

100 150 200 250 300 350 400 450

1987

19

88

1989

19

90

1991

19

92

1993

19

94

1995

19

96

1997

19

98

1999

20

00

2001

20

02

2003

20

04

2005

20

06

2007

20

08

2009

20

10

2011

La otra precisión que es necesario realizar es que como bien afirma Hugo Acero36 “La vio-lencia de Medellín, por muchos, es vista como

algo estático y no como un problema dinámi-co con antecedentes que arrancan desde los años 80 y que se ha convertido en un problema endémico, con periodos de recrudecimiento y de disminución a lo largo de estos 30 años… En resumen, tres generaciones de jóvenes vin-culados a distintos grupos que hasta hoy se siguen matando por controlar las comunas y los negocios del narcotráfico, del microtráfico, la extorsión generalizada, el contrabando, el tráfico y comercialización de armas, la trata de personas para la prostitución y algunos nego-cios legales que se mueven con cierta ilegalidad como casinos, chance, paga diarios, prenderías, entre otros; negocios rentables que desde los años 80, hasta ahora, han estado en el centro de los enfrentamientos criminales en la ciudad. Violencia generacional que no se desactiva de la noche a la mañana, y menos mientras existan estos negocios ilegales tan rentables”.

El crecimiento significativo en la tasa de homi-cidios entre 2008 y 2009, llevó a las autoridades a replantear las estrategias en torno a la seguri-dad ciudadana. La política municipal “Medellín más segura, Juntos Sí Podemos” se constituyó en el eje de la acción pública para enfrentar el recrudecimiento de la acción delincuencial y sus efectos sobre la seguridad ciudadana. Esta política constó de cinco ejes estratégi-cos: la movilización y la cultura ciudadana, la lucha contra la impunidad, la innovación y la aplicación tecnológica, la territorialización de la seguridad, y la inversión para aumentar las oportunidades sociales37.

35 Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Jus-ticia Penal A. C. (2012).

36 Acero (2010).

37 Para ver más en detalle en qué consistieron las estrate-gias, véase el “Informe de calidad de vida de Medellín, 2009” (MCV, 2010).

3636

Dentro de la estrategia de movilización y cul-tura ciudadana, la Alcaldía38 hizo un balance de 417.000 personas sensibilizadas y 259.406 personas vinculadas al Plan Desarme. Así mismo, a 31 de diciembre de 2011 se estaban implementando 21 Planes de Seguridad y Con-vivencia y se realizaron 914 consejos de convi-vencia ciudadana. En cuanto a la estrategia de mayores oportunidades sociales se atendieron 30.000 jóvenes vulnerables, 3.979 en el pro-grama Fuerza Joven y 1.170 en el programa de Guías Ciudadanos.

En el caso de la lucha contra la impunidad y la innovación y aplicación tecnológica que tenían como fin último el apoyo logístico y for-talecimiento de los organismos de seguridad y justicia del Estado “se destinaron partidas pre-supuestales para la construcción de 14 obras de infraestructura, entre los que se destacan un laboratorio de criminalística y la renovación tecnológica de la plataforma SIES-M Sistema Integrado de Emergencia y Seguridad Metro-politana…”39

Frente a esta política municipal, los expertos han coincidido en que contiene un enfoque integral, necesario para dar cuenta de unos mejores resultados en materia de seguridad. “En materia de política pública, según los ex-pertos, las ciudades de Bogotá y Medellín van por el camino correcto, al desarrollar políticas integrales que incluyen prevención, desarme y atención a poblaciones vulnerables. Sin em-bargo, se debe tener cuidado porque se está ante nuevas dinámicas, lejanas de aquellas que hace apenas uno años explicaban el conflicto colombiano”40

Justamente, otros expertos señalan que se de-ben idear nuevas estrategias de combate a la delincuencia si se quiere trabajar por ciudades más seguras. ONU Hábitat41 en su propuesta

de ciudades más seguras identifica problemas en los que aún las autoridades no quiebran las tendencias: 1) la expansión de las actividades ilegales (expendio de SPA, extorsión, servicios informales de seguridad privada, contrabando y lavado de activos, reventa de elementos hur-tados, usura y cobros “gota a gota”) como alter-nativa de ingresos para hogares desconectados de circuitos formales de la economía; 2) mo-delos de gobernanza excluyentes, dominados por actores paraestatales y 3) las dificultades para territorializar la política y la inversión en prevención de la violencia y el delito.

En cada caso ONU Hábitat sugiere acciones desde los órdenes nacional y local. En el caso de la dificultad para territorializar la política de seguridad señala que la respuesta típica es el fomento de instancias de participación comu-nitaria para la identificación de necesidades y demandas relacionadas con la convivencia y seguridad, pero la respuesta novedosa de-bería ser la compilación y sistematización de información integrada (intersectorial) sobre necesidades y demandas de las comunidades locales, así como de su valoración de los resul-tados de la respuesta institucional y su coordi-nación entre distintos niveles administrativos (MCV, 2012). Este llamado de atención sobre la necesidad de un trabajo de intervención social con un enfoque transversal sobre las diversas necesidades de las comunidades ya había si-do formulado como una necesidad por otras instancias en la ciudad.

38 Alcaldía de Medellín (2011a).

39 Ibíd, p. 19.

40 MCV (2010, p. 27).

41 MCV (2012).

3737

Pese a que persisten condiciones enraizadas que no permiten hablar de Medellín como una ciudad segura y libre de violencia, es positiva la tendencia descendente de la tasa de homi-cidios en los dos últimos años: entre 2009 y 2010 la tasa bajó un 8,5% y entre 2010 y 2011 un 19,4% (véase gráfico 37).

45,6

94,4 86,3 69,6

0,0

20,0

40,0

60,0

80,0

100,0

120,0

2008 2009 2010 2011

Tasa

por

cien

mil

habi

tantes

Fuente: INML, SIJIN, CTI, SISC, Secretaría de Gobierno de Medellín

Gráfico 37. Medellín:tasa de homicidios anual, 2008-2011

La tasa de homicidios promedio para la ciudad esconde realidades diversas en los territorios en los que se divide: comunas y corregimien-tos. En el periodo 2008-2011 las comunas de La Candelaria, San Javier, Manrique y Popular presentaron las más altas de homicidios. La comuna de la Candelaria obtuvo la mayor tasa

durante todo el periodo y la de Popular, mostró tasas entre las más altas en 2009 y 2010, pe-ro con un descenso muy importante en 2011, cuando se ubicó en 20,4 por cien mil habitan-tes. Para el conjunto de los corregimientos se evidenció un aumento significativo en la tasa de homicidios desde 2009, especialmente en San Cristóbal, San Antonio de Prado y Alta-vista.

De lejos, la comuna de El Poblado presentó en el periodo la menor tasa de homicidios, a 2011 ésta se ubicó en 13,9 por cien mil habitantes, consolidándose como una comuna no violenta frente a estándares internacionales. Otras co-munas que presentaron tasas más bajas relati-vamente fueron Laureles- Estadio, La América y Buenos Aires. Las tasas de homicidios de las comunas de Popular y Santa Cruz presentaron en el periodo un comportamiento atípico: en 2008 las tasas fueron relativamente bajas, pero en 2009 y 2010 presentaron aumentos muy sig-nificativos, mientras en 2011 evidenciaron re-ducciones muy apreciables (véase gráfico 38).

Gráfico 38. Medellín: tasa de homicidios en las comunas, 2008-2011

2008 2009 2010 2011 Fuente: Cálculos propios con base en INML, SIJIN; CTI;SISC- Secretaría de Gobierno de Medellín, para el número de homicidios, DANE para población.

Tasa

por

cien

mil

habi

tantes

35,2

26,4

39,3

73,6

48,3

41,9

36,3

45,3

29,1

167,

6

34,2

23,6

66,8

14,5

53,7

39,2

35,3

45,6

20,4

25,8

55,1

69,1

70,7

49,8

61,1

91,8

38,4

197,

4

33,9

42,3

165,

3

13,9

75,1

57,2

128,

4

69,6

0

50

100

150

200

250

300

Popu

lar

Sant

a Cru

z

Man

rique

Aran

juez

Casti

lla

Doce

de O

ctubr

e

Robl

edo

Villa

Her

mos

a

Buen

os A

ires

La C

ande

laria

Laur

eles E

stadi

o

La A

mér

ica

San

Javie

r

El P

oblad

o

Guay

abal

Belén

Corre

gim

iento

s

Total

Med

ellín

3838

La tasa de muertes violentas, que incluye además de los homicidios, las muertes en accidentes de tránsito, los suicidios y otras muertes accidentales, mostró durante el pe-riodo un comportamiento muy similar al de la tasa de homicidios, como era de esperarse dada la alta participación de estos últimos en el total de casos de muertes violentas en la ciudad; así en 2008 estos representaron el 61,4% y a 2011 representaron el 73.3% con un pico en 2009 cuando ese porcentaje fue de 79,2% (véase gráfico 39). En promedio la participación en el periodo de los homici-dios fue del 72,9%, seguido por las muertes en accidentes de tránsito que fue de 13,8%, otros accidentes con el 7,6% y, por último, las muertes por suicidios con un 5,7%.

Fuente: Instituto Nacional de Medicina Legal

Gráfico 39. Medellín: tasas de muertesviolentas y homicidios, 2008-2011

72,3

119,2 111,0 95,1

45,6

94,4 86,3 69,6

0,0 20,0 40,0 60,0 80,0

100,0 120,0 140,0

2008 2009 2010 2011 Tasa

s por

cien

mil

hab.

Tasa de muertes violentas Tasa de homicidios

En consonancia con la diferencia en la tasa de homicidios por comunas y corregimientos, la tasa de muertes violentas en el periodo 2008-2011 presentó diferencias apreciables en los territorios. Las comunas más afectadas por muertes violentas fueron La Candelaria con una participación en el total del 12%, seguida por las comunas de San Javier con 8,8% y pa-ra el total de los corregimientos un 8,6%. Las comunas menos afectadas fueron el Poblado y la América cada una con un 2% de participa-ción en el total de muertes violentas (véase gráfico 40).

Popular 5,0%

Santa Cruz 2,9%

Manrique 6,6%

Aranjuez 7,7%

Castilla 7,0%

Doce deOctubre6,1%

Robledo 5,6%

Villa Hermosa 5,5% Buenos Aires

3,0%

La Candelaria

12,0%

LaurelesEstadio3,6%

La América 2,1%

San Javier 8,8%

El Poblado 2,0%

Guayabal 3,7%

Belén 5,7%

Corregimientos 8,6%

Sin dato 4,1%

Gráfico 40. Medellín: participación de las comunasen las muertes violentas en el periodo 2008-2011

Fuente: Cálculos propios con base en INML, SIJIN, CTI,SISDEC, SIAVAC-SIVELSE

Frente al secuestro, la evolución en el periodo no fue positivo, mientras en 2008 el número de personas secuestradas fue de cinco, en 2011 se duplicó la cifra alcanzando diez casos, de acuerdo con información reportada por la SIJIN.

En el caso de otros delitos que conciernen al pa-trimonio económico de las personas, entidades y comercio se evidenció un año atípico en el periodo 2008-2011. En el año 2009 se presentó el mayor número de casos de hurtos de vehí-culos, motos, bienes a personas en vía pública, hurto de entidades financieras y comerciales. La excepción fue del delito de hurto de bienes muebles en residencias que tuvo su mayor pico en 2008 con 470 denuncias. En general, estos delitos presentaron reducciones entre 2008 y 2011, excepción hecha del hurto a motocicletas, que pasó de 1.054 en 2008 a 1.295 en 2011, para un 22,9% más. El hurto de automotores, por su parte, tuvo la menor reducción entre estos delitos con un 1,7%. El hurto a personas en vía pública bajó un 9,2%, el hurto a entidades financieras y comercio un 42,8% y el hurto de bienes muebles en residencias un 49,4% (véase gráfico 41).

3939

Fuente: SIJIN

Núm

ero

Gráfico 41. Medellín: diferentes modalidades de hurto, 2008-2011

470

442

1.973

815

1.054

238

253

1792

801

1295

- 1.000 2.000 3.000

Hurto a residencias

Hurto a comercio yentidades financieras

Hurto a personasen espacio público

Hurto de automotores

Hurto de Motocicletas

2011

2010

2009

2008

Por comunas también se evidenciaron en el pe-riodo diferencias apreciables, como en el caso de las muertes violentas, para estos de delitos contra el patrimonio económico. Las comunas más afectada al concentrar el mayor número de casos de hurtos es La Candelaria con una

participación del 19,3%, es decir casi veinte de cada cien hurtos en el periodo se presentaron en esta comuna, la cual infortunadamente también concentró el mayor número de muertes violen-tas, configurándose en la comuna más violen-ta e insegura. Por el contrario, las comunas de Laureles-Estadio y El Poblado que mostraron bajas participaciones el total de muertes vio-lentas, presentan, después de la Candelaria, las más altas participaciones en los delitos contra el patrimonio económico. La comuna de Laureles concentró en el periodo el 12,8% y El Poblado el 11,4% de estos delitos (véase tabla 3).

En Laureles-Estadio fue donde más casos de robo a automotores se presentaron en el periodo (606) y en El Poblado el mayor hurto de bienes muebles en residencias (403). Por su parte, en la Candelaria se concentraron en mayor medida los hurtos a personas en vía pú-blica (1.938) y los hurtos a motocicletas (995).

Tabla 3. Medellín: algunos tipos de hurtos por comunas, 2008-2011

Comuna Total hurto a personas

Total hurto a residencias

Total hurto de motos

Total hurto de carros

Total casos hurtos

Participación en el total %

Popular 81 48 73 59 261 1,5Santa Cruz 36 12 71 41 160 0,9Manrique 95 29 275 99 498 2,8Aranjuez 426 31 747 314 1.518 8,6Castilla 455 42 412 255 1.164 6,6Doce de Octubre 95 28 159 57 339 1,9Robledo 283 31 450 184 948 5,4Villa Hermosa 117 23 244 104 488 2,8Buenos Aires 123 45 343 134 645 3,6La Candelaria 1.938 42 995 436 3.411 19,3Laureles Estadio 1.068 238 348 606 2.260 12,8La América 384 101 207 340 1.032 5,8San Javier 131 24 113 41 309 1,7El Poblado 1.309 403 147 163 2.022 11,4Guayabal 299 24 159 258 740 4,2Belén 577 134 307 458 1.476 8,3Corregimientos 91 25 53 68 237 1,3Sin dato 97 - 48 24 169 1,0Total Medellín 7.605 1.280 5.151 3.641 17.677 100,0

Fuente: Cálculos propios con información de la SIJIN

4040

Desplazamiento forzado intraurbanoEl fenómeno de desplazamiento intraurbano, como consecuencia directa del accionar de la actividad delictiva, cobra importancia en tér-minos del alcance en el número de afectados a partir de 2009, cuando declararon desplaza-miento intraurbano 5.531 personas, en compa-ración con las 1.798 que lo hicieron en 2008, pa-ra un crecimiento del 207% (véase gráfico 42). En total en el periodo 2008-2011 el crecimiento del fenómeno fue del 625%, evidenciando un cambio en el accionar de los grupos al margen de la ley en los territorios.

Gráfico 42. Medellín: desplazamientoforzado intraurbano, 2008-2011

1.798

5.531

9.344

13.050

1.233

3.214

5.746

10.612

-

2.000

4.000

6.000

8.000

10.000

12.000

14.000

2008 2009 2010 2011

Núm

ero

de p

erso

nas

Declarado Incluido

Fuente: Unidad Administrativa Especial para la Atencióny Reparación de las Víctimas.

Con base en información de la Personería de Medellín (201242), la mayoría de las víctimas del fenómeno provienen de las comunas de San Javier, Popular, Belén, Santa Cruz, Manri-que y Robledo. En su mayoría son estudian-tes (29,5%), personas sin ocupación (18,3%) y amas de casa (13,8%). En su mayoría estas personas identifican como causantes de su desplazamiento a los Grupos Armados no Identificados –GANI– (61%), seguido por las autodefensas (19%), la guerrilla (9%) y la de-lincuencia común (6%). Esa identificación se diferencia del fenómeno del desplazamiento

que tiene a Medellín como ciudad receptora, en tanto el principal actor identificado como causante del desplazamiento es la guerrilla con un 35%, le siguen las autodefensas con un 28% y los GANI aparecen en tercer lugar con un 27%. Entre las principales razones que aducen los desplazados forzadamente dentro de la ciudad son el miedo (44%), la violencia (33%) y las amenazas (17%).

De acuerdo con el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos –CERAC– una de las vertientes de la transformación de la violencia son los aprendizajes de la guerra, lo que CERAC denomina “tecnologías de la violencia”, que significa cómo un grupo organizado aprende a utilizar la violencia para controlar o disua-dir conductas. Los grupos armados criminales que operan en las ciudades están recogiendo ese aprendizaje, y aunque sus objetivos son económicos, en la forma en la que ejercen la violencia, ejercen gobierno, son poder tam-bién. En la misma vía, ONU-Hábitat afirma que actualmente hay una competencia donde el control del territorio tiene un valor muy grande; éste tiene una racionalidad que no está ligada, como tiempo atrás, al control político, sino a facilitar la captura de rentas (MCV, 2009).

Por su parte, el Observatorio de la Seguridad Humana (2012) afirma que los grupos arma-dos ilegales en Medellín pretenden alcanzar un control social, económico y del territorio, para lo cual realizan de manera sistemática un mayor número de acciones violentas que incluyen homicidios y desplazamiento forzado. De acuerdo al Observatorio “en el contexto de

42 Esta información corresponde al periodo 2004-2011.

4141

disputa territorial, se observa cómo las con-ductas de control social están encaminadas a mantener a la comunidad en general, sumida en un profundo temor, que de cierta manera garantiza “respeto” y “lealtad” para con el grupo que ostenta el control de la zona. Estos territo-rios pueden fluctuar y pasar de un territorio con altos niveles de violencia por enfrentamientos entre grupos, a ser un territorio hegemonizado por un grupo o coalición de estos”43

En el caso de que un territorio sea hegemoniza-do no garantiza que el desplazamiento forzado finalice, pues en la dinámica de consolidación y mantenimiento del control territorial estos grupos siguen ejerciendo presión para que éste se de. El ejemplo es la comuna Popular, donde pese a la reducción de los homicidios en 2010 y en 2011, persistió el desplazamiento forzado para ambos años (Observatorio de la Seguri-dad Humana, 2012, p. 78).

Esta manifestación del conflicto, entraña retos enormes en materia de política pública de se-guridad porque significa no sólo desestructurar el grupo ilegal, sino también las estructuras de poder que están construyendo para su fun-cionalidad (MCV, 2009). Infortunadamente, las cifras al finalizar el periodo de análisis, eviden-cian que los cambios recientes en la política del orden nacional y local no están teniendo efectos en este sentido. Por el contrario, hay un recrudecimiento del fenómeno que debería ser reconocido abiertamente por las autorida-des competentes para, posteriormente, hacerle frente por medio de políticas que vayan direc-tamente a la causa del fenómeno.

En el plano nacional, en junio de 2011 empezó a regir la nueva ley de Seguridad Ciudadana, que busca esencialmente disminuir los delitos comunes que afectan a la ciudadanía, espe-cialmente los que involucran a los menores de

edad mediante la reforma a los códigos Penal, de Procedimiento Penal y de Infancia. El én-fasis de la ley se da en los delitos de robo de celulares, robo de vehículos y comercialización de autopartes, como también en la responsa-bilidad de menores y se avanza en la extinción de dominio.44

En la misma vía, en julio de 2011 se hizo el lanzamiento de la estrategia nacional del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cua-drantes, aunque desde hacía ocho o diez años se venía implementando en la ciudad un mode-lo preliminar de vigilancia por cuadrantes, éste no contaba con el componente tecnológico con el que cuenta actualmente. La estrategia con-siste en dividir la ciudad en territorios, que se denominan cuadrantes, a los que se le asigna un determinado número de agentes (siete en promedio), que cumplen la labor de evaluar las necesidades específicas del sector, priorizar dichos requerimientos, formular estrategias para responder a ellos y poner en marcha pla-nes de trabajo45.

En total en la ciudad se configuraron 186 cua-drantes con un total de 1.200 policías asigna-dos, con la idea de trabajar de la mano con la comunidad y las autoridades político-admi-nistrativas. En el caso de la comunidad se le pide que brinde información para que la Poli-cía pueda actuar conforme a esas demandas ciudadanas46.

43 Observatorio de la Seguridad Humana (2012, p. 73).

44 El Colombiano (2011).

45 El Colombiano (2011a).

46 Ibíd.

4242

Aunque el programa, en su nueva versión, lle-va poco tiempo en funcionamiento, ya exis-ten evaluaciones para algunos municipios colombianos. La Fundación Ideas para la Paz –FIP– fue la entidad encargada de realizar la evaluación. De acuerdo con la FIP, “el Plan Cuadrantes es un avance en el quehacer de la Policía en cuanto tiene sus fundamentos no sólo en la vigilancia comunitaria sino tam-bién en un enfoque de solución de proble-mas. Cada policía asignado a un cuadrante tiene un plan de trabajo por el cual responde. Sin embargo, un factor clave de éxito es la corresponsabilidad, esto es, que el enfoque de solución de problemas con el cual trabaja el policía requiere del concurso de la comu-nidad y de la administración local”47.

En Medellín, aunque en el periodo 2008-2011 se registraron reducciones en la mayoría de delitos contra el patrimonio, como se se-ñaló anteriormente, también es importante señalar que dichos delitos se concentraron en su mayoría en comunas que no presentan como un problema grave el homicidio y el desplazamiento forzado. En otros términos, es probable que el Plan Cuadrantes tenga un mayor impacto en ciertas zonas de la ciudad y en otras no. Esto porque es posible identi-ficar en Medellín dos amenazas para que la corresponsabilidad necesaria para obtener un impacto positivo del Plan Cuadrantes se de, por lo menos en aquellos sectores más afec-tados por los fenómenos del desplazamiento intra-urbano y el homicidio. El primero, es el de la denuncia ciudadana. De acuerdo al Observatorio de la Seguridad Humana (2012, p. 113), los habitantes de los sectores más afectados por la inseguridad no denuncian por el temor a perder sus vidas o ser forzados a desplazarse. Además, señalan otros facto-

res como la complicidad de algunos agentes de la fuerza pública con los delincuentes, o que la Policía afirma que no es de su compe-tencia cuando se denuncia la presencia de grupos armados ilegales, el nuevo sistema penal acusatorio que obliga al denunciante a revelar su identidad, poniendo en riesgo la vida e integridad de la persona y su familia, entre otros.

La otra barrera para alcanzar la corresponsa-bilidad como factor de éxito en el Plan Cua-drantes tiene que ver con cómo se establecen los mecanismos y los parámetros para lograr una coordinación efectiva entre las autoridades civiles y policiales. Hasta el momento, esto no existe. Se requieren canales estrictamente institucionales para llevar a cabo las tareas conjuntas en materia de seguridad ciudada-na, sin depender de voluntades individuales (MCV, 2012).

En el plano local, como se señaló anterior-mente, se han realizado esfuerzos bien va-lorados por los expertos, sin embargo, per-sisten retos desafiantes. Como bien señala Giraldo, las estructuras en competencia de la criminalidad organizada además de re-configurarse, muestran gran capacidad en el oficio criminal, con el agravante de que sus modelos de protección se sostienen en la corrupción de los organismos de la fuer-za pública, la fiscalía, la justicia, y la clase política (MCV, 2011, p. 35).

Las cifras de desplazamiento intra-urbano revelan que las nuevas dinámicas de la de-

47 MCV (2012).

4343

lincuencia aún no logran ser entendidas y superadas por las actuales políticas, no solo en materia de seguridad ciudadana, sino en ámbitos más amplios. En ese sentido, la pre-sencia del Estado en estos territorios debe ser coordinada en todos los niveles de gobierno, debe ser integral, efectiva y legítima.

Pero también se requiere un papel más activo de la ciudadanía para la lucha contra el crimen organizado, para esto es indispensable una mayor sensibilización de las autoridades a la población menos afectada por el conflicto, que usualmente es la que más injerencia podría tener sobre las autoridades y la que más apoyo podría brindar. Esta falta de sensibilización obedece en muchos casos a que por razones de economía política las autoridades omiten información con respecto a la situación de se-guridad en sus ciudades (Banco de la Repúbli-ca, 2011, p. 39).

Percepción ciudadana sobre seguridad ciudadanaLa Encuesta de Percepción Ciudadana mues-tra un deterioro de la percepción de seguri-dad en la ciudad entre 2008 y 2011. Mientras en 2008 el 72% de la gente manifestó estar entre segura y muy segura, esa cifra bajó al 52% en 2011, en consonancia con los datos objetivos que mostraron en la mayoría de comunas unas condiciones de inseguridad mayores a las que imperaban al inicio del periodo (véase gráfico 43). Los resultados son muy similares para la percepción de la seguridad en el barrio. La menor percepción de seguridad se dio en 2009 cuando un 17% dijeron sentirse entre inseguros y muy in-seguros en la ciudad y el promedio fue de 3,2, en una calificación de uno siendo muy inseguro y cinco muy seguro.

Gráfico 43. Medellín: percepción de seguridaden la ciudad, 2008-2011

Inseguros Ni seguros inseguros Seguros

Fuente: Medellín Cómo Vamos. Entre paréntesis el nivel promedio entre unoy cinco, donde uno es muy inseguro y cinco muy seguro.

72%

49%

43%

52,0%

11%

34%

41%

35,0%

7%

17%

16%

13,0%

2008 (4,0)

2009 (3,2)

2010 (3,3)

2011 (3,5)

Por su parte, el nivel de victimización se man-tuvo muy estable durante el periodo. En pro-medio el nivel de victimización se ubicó en un 10%. En el caso de la denuncia, en promedio casi cuatro de cada diez personas víctimas de delito denunció ante las autoridades. A 2001 el 40% de las víctimas de algún delito dijo haber denunciado (véase gráfico 44). Ante las razo-nes para quienes no denuncian, la Encuesta corrobora lo encontrado por el Observatorio de Seguridad Humana (2012) en cuanto la mayo-ría de quienes no denunciaron lo hicieron por desconfianza en las autoridades; “durante todo el periodo la principal (razón) fue la falta de confianza en las autoridades, la cual se agudizó entre 2009 y 2010 cuando pasó del 35% al 46%, en 2011 se mantuvo estable con un 44%” (MCV, 2011a, p. 28)

Gráfico 44. Medellín: niveles de victimizacióny denuncia, 2008-2011

9% 11% 12% 10%

36% 35% 41% 40%

2008 2009 2010 2011

Victimización Denuncia

Fuente: Medellín Cómo Vamos.

4444

En el contexto nacional, Medellín presentó el nivel más bajo de victimización dentro de las nueve ciudades de la Red Cómo Vamos con un 10%, seguida de Valledupar con un 11% y Pereira con un 12%. Las ciudades dentro de la Red con el mayor nivel de victimización fueron Bogotá y Cartagena con un 26% e Ibagué con un 22%. En el caso de la denuncia, Medellín en 2011 estuvo entre las de mayor nivel de denuncia, Bucaramanga y Bogotá presenta-ron el mayor nivel en 2011 con un 67% y 45%, respectivamente, seguidas de Medellín con un 40% (véase gráfico 45).

Fuente: Red de Ciudades Cómo Vamos

Gráfico 45. Ciudades colombianas:niveles de victimización y denuncia 2011

Porc

entaj

e

Victimización Denuncia

13 26

16 16 26 22

10 12 11

26

45

67

32 33 32 40

24 19

Barranq

uilla

Bogotá

Bucaram

anga

Cali

Cartage

na

Ibagu

é

Medellín

Pereira

Valledu

par

Finalmente, entendiendo que el nivel de vic-timización no corresponde a una variable de percepción, pues consulta condiciones objeti-vas (¿fue la persona víctima de algún delito en el último año?) es importante contrastar ese indicador objetivo con el de percepción de se-guridad en la ciudad. El nivel de victimización promedio en la ciudad puede ser una variable

proxy de la afectación del delito a la población en un periodo de tiempo determinado, y podría estar influenciando la percepción ciudadana en torno a las condiciones de seguridad. En el gráfico 46 se observa una correlación ne-gativa entre las variables de victimización y percepción de seguridad en nueve ciudades de Colombia. Aquellas ciudades con menor nivel de victimización tienen en promedio mayores niveles de percepción de seguridad en la ciu-dad, por su parte, aquellas con niveles altos de victimización tienen en promedio menores ni-veles de percepción de seguridad. Dicha corre-lación está en concordancia con lo expresado por la ciudadanía en las Encuestas en cuanto los factores que más alteran la seguridad es-tán ligados al atraco callejero, existencia de pandillas y el tráfico de drogas.

Gráfico 46. Ciudades colombianas:percepción de seguridad en la ciudad vs. nivel

de victimización, 2011

Victimización Seguro

Fuente: Red de Ciudades Cómo Vamos. Infografía propia. La variableseguro alude al porcentaje de personas que dijeron sentirse seguraso muy seguras en la ciudad.

Porc

entaj

e

37 20

41 25 25

33 52

61 38

13 26

16 16

26 22

10 12

11

0 10 20 30 40 50 60 70 Barranquilla

Bogotá Bucaramanga

Cali Cartagena

Ibagué Medellín

Pereira Valledupar

4545

Empleo e inflación

De un lado, el empleo entre 2008 y 2011 tuvo una dinámica positiva en tanto se dio un aumento de 3,8 puntos porcentuales en la tasa de ocupación y una reducción de 1,4 puntos porcentuales en la tasa

de desempleo que cerró en un 12,2%. Por su parte, aunque la tasa de informalidad fue del 47% en promedio durante el periodo, fue una de las más bajas de la Red de Ciudades Cómo Vamos. De otro lado,

la inflación en el área metropolitana tuvo una tendencia similar a la del país, aunque ligeramente superior. Particularmente, esta variable mostró un descenso importante al pasar del 7,7% en 2008 al 4,1% en 2011.

El bienestar de la ciudadanía depende, entre otros factores, de los medios a través de los cuales puede acceder a los diferentes bienes y servicios. Así, el acceso al empleo es una forma de garantizarles a las personas la disponibili-dad de ingresos para satisfacer sus necesida-des. Igualmente, el control sobre la variación de los precios al consumidor permite mantener el poder adquisitivo de dichos ingresos. En ese sentido, la evolución del mercado laboral y de la inflación al consumidor hacen parte del análisis de calidad de vida que realiza Medellín Cómo Vamos.

Evolución del empleoDe acuerdo con la información suministrada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE–48, el empleo en Mede-llín y su área metropolitana entre 2008 y 2011 tuvo, en general, una dinámica positiva que se evidenció en un aumento de 3,8 puntos porcen-tuales en la tasa de ocupación y una reducción de 1,4 puntos porcentuales en la tasa de des-empleo, pese a un aumento de la tasa global de participación de 3,4 puntos porcentuales en el periodo.

Como se puede observar en la tabla 4, la tasa de ocupación de la región metropolitana del Valle de Aburrá, entre 2008 y 2011, pasó del 52,5% al 56,3% gracias a la creación de 187.465 nuevos empleos que se reflejaron en una dis-minución de la tasa de desempleo del 13,6% al 12,2% en el mismo periodo, pese a la presión de una mayor oferta laboral, evidenciada en el incremento de la tasa global de participación que pasó del 60,8% al 64,2%.

Tabla 4. Medellín: indicadores del mercado laboral, 2008-2011

Indicador (%) 2008 2009 2010 2011Tasa global de participación 60,8 63,6 64,0 64,2

Tasa de ocupación 52,5 53,7 55,1 56,3Tasa de desempleo 13,6 15,7 13,9 12,2Tasa de subempleo subjetivo 26,5 28,3 28,8 29,2

Tasa de subempleo objetivo 10,1 13,5 13,0 11,9

Fuente: DANE. Encuesta Integrada de Hogares. Promedios móviles doce meses a diciembre.

48 Promedios móviles doce meses a diciembre de cada año.

4646

La reducción del desempleo a partir de la crea-ción de un número importante de empleos, fenómeno observado en casi todo el país, está asociado al buen comportamiento de la eco-nomía, más que a la implementación de polí-ticas concretas para el mercado laboral (Tenjo, 2012). De acuerdo con el más reciente informe de la Junta del Banco de la República al Congre-so (2012, pp. 12-13) la economía colombiana logró un comportamiento sobresaliente en los años recientes; particularmente, en 2010 y 2011 el PIB alcanzó crecimientos anuales del 4,0% y 5,9% y esto generó efectos positivos que se materializaron en una reducción significativa de la tasa de desempleo nacional que por pri-mera vez en el periodo se ubicó por debajo de dos dígitos en septiembre de 2011 continuó así hasta cerrar el año ubicándose en un 9,8%.

Por su parte, en el informe del Panorama La-boral para América Latina y el Caribe en 2011 se presenta un análisis en la misma dirección (Organización Internacional del Trabajo, p. 15). Allí se destaca que después de la contracción económica mundial, registrada entre 2008 y 2009, las economías de los países de la región experimentaron una recuperación que trajo aparejada una tendencia a la baja en la tasa promedio de desempleo urbana, la cual llegó al nivel mínimo desde mediados de los años noventa con una tasa estimada del 6,8% para el año 2011.

Así, sin desconocer los avances frente al em-pleo en Medellín y el área metropolitana, se observa que no necesariamente obedecen a la implementación de políticas desde los di-ferentes niveles de gobierno, sino que se die-ron, principalmente, por la dinámica de las economías en expansión.

Adicionalmente, los datos de desempleo para las demás ciudades de la Red Cómo Vamos en

el país,49 para el periodo 2008-2011, mostraron, que la mayoría de ciudades experimentaron reducciones en su tasa de desempleo, con ex-cepción de Cali y Pereira, donde aumentó y de Bucaramanga, donde permaneció estable. En 2011, Ibagué, Pereira y Cali reportaron las ma-yores tasas con el 17,1%, 16,8% y 15,4%, mien-tras que Barranquilla, Bogotá y Bucaramanga tuvieron los menores niveles de desempleo con un 8,2%, 9,5% y 9,6% respectivamente. En el caso de Medellín y su área metropolitana, la tasa de desempleo superó en casi un punto al promedio de las trece principales aéreas me-tropolitanas del país, aunque con una mejoría frente a los tres años anteriores cuando la di-ferencia había sido de 2,1 puntos en promedio (véase gráfico 47).

Gráfico 47. Trece áreas metropolitanasy Red de Ciudades Cómo Vamos:tasa de desempleo, 2008 y 2011

11,5

10,9

10,0

9,5 12

,0

12,0

19,4

14,5

13,6

13,8

13,1

11,4

8,2 9,5

9,6

15,4

10,4

17,1

13,3

12,2

16,8

11,6

Trec

e áre

as

Barra

nqui

lla

Bogo

Buca

ram

anga

Cali

Carta

gena

Ibag

Man

izales

Med

ellín

Pere

ira

Valle

dupa

r

2008 2011 Fuente: DANE. Encuesta Integrada de Hogares.Promedios móviles doce meses a diciembre.

Aunque desde el Gobierno Nacional en el año 2010 se promulgó la Ley 1429 con el fin de “generar incentivos a la formalización en las etapas iniciales de la creación de empresas

49 Los datos de todas las ciudades incluyen sus áreas metropolitanas.

4747

de tal manera que aumenten los beneficios y disminuyan los costos de formalizar” y se es-peraba un impacto directo sobre la formaliza-ción del empleo, no se han generado reformas estructurales y políticas activas que incentiven la dinámica del empleo tanto desde la oferta, como desde la demanda y que le apunten no solo a la creación de nuevos puestos de tra-bajo, sino a la calidad de los mismos (MCV, 2011, pp. 40-42).

El balance después de un año de entrada en vi-gencia la Ley de Formalización y Generación de Empleo en Colombia (Ley 1429 de 2010), pre-sentado por la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales del Ministerio de Hacienda (2012) muestra que, los efectos sobre la formalización del empleo no son los esperados y que la Ley se está utilizando más para obtener descuentos en el pago de impuestos, que para generar em-pleo formal. Esto queda en evidencia a partir de los datos de pago de seguridad social por parte de las empresas, indicador indirecto de la formalización del empleo, que muestra que el 97% de las empresas registradas ante las Cámaras de Comercio como beneficiarias de la Ley, no han realizado este tipo de aportes, sin embargo, se están beneficiando de la pro-gresividad en el pago de parafiscales.

Por su parte, pese a que diversos autores han mostrado la importancia de las estrategias locales en la dinamización de los mercados laborales (Pineda, 2007 y MCV 2011), Medellín no cuenta con un Plan Local de Promoción del Empleo que le permita potenciar los beneficios del buen momento por el que atraviesa la eco-nomía y de múltiples esfuerzos que se vienen realizando tanto desde el sector público, como desde el privado, para promover la creación de empresas, fortalecer el tejido empresarial, me-jorar la formación para el empleo, entre otros.

Calidad del empleo para una calidad de vida mejorExiste una estrecha relación entre la calidad del empleo y la calidad de vida de las personas. En un sentido amplio, el trabajo más allá de generar los ingresos que posibilitan el acceso a los bienes y servicios básicos, permite que las personas participen en la dinámica de la sociedad y propicia la construcción de iden-tidad y el sentido de pertenencia, así como la posibilidad de obtener reconocimiento y satisfacción social y todo ello, en conjunto, remite a los conceptos de dignidad, seguridad y libertad (Pineda, 2007, p. 3).

La Encuesta de Percepción Ciudadana de Me-dellín Cómo Vamos ha dejado año tras año en evidencia la gran valoración que le dan los ciudadanos al empleo como componente de su calidad de vida. Al pedirle a los encuesta-dos que indiquen cuáles creen que son los tres temas que la administración local debe considerar como prioritarios, el empleo ha ocupado el primer lugar para ocho de cada diez ciudadanos en el periodo 2008-2011. Adicionalmente, en los dos últimos años se incluyó una pregunta ligada al acceso al mer-cado laboral en la ciudad; se pregunta qué tan de acuerdo está con que en Medellín es fácil encontrar trabajo, ante lo cual solo el 17% indicó estar de acuerdo o muy de acuerdo. La prioridad ciudadana se enfoca entonces en la generación de más empleos y en garantizar a las personas el acceso a ellos, sin embargo, no se debe dejar de lado la preocupación por la calidad de los mismos.

Actualmente no existe un consenso sobre lo que se considera un empleo de calidad. Se han propuesto diversos conceptos y medidas que involucran diferentes variables, como, por ejemplo, la provisión de prestaciones sociales,

4848

el tipo de vinculación laboral, la estabilidad, la posibilidad de promoción laboral, etc., pero no comparten una metodología común que permita la comparación. Sin embargo, los in-dicadores más comunes en el contexto inter-nacional corresponden hoy en día a la tasa de subempleo y a la proporción de informalidad.

Así, al revisar la información publicada por el DANE en relación con el subempleo se observa un leve deterioro de la calidad del empleo en Medellín y el área metropolitana en el periodo 2008-2011. De un lado, el subempleo subjeti-vo, que se refiere al simple deseo manifestado por el trabajador de mejorar sus ingresos, el número de horas trabajadas o de tener una labor más propia a sus competencias, pasó del 26,5% en 2008 al 29,2% al final del cuatrienio. Y, de otro lado, el subempleo objetivo, que comprende a quienes tienen el deseo de me-jorar sus condiciones de empleo, han hecho una gestión para materializar su aspiración y están en disposición de efectuar el cambio, pasó del 10,1% al 11,9% en el mismo periodo.

La informalidad ha sido identificada como una de las principales preocupaciones en relación con la calidad del empleo en el país, dado que el progreso económico observado no se está reflejando en menores tasas de informalidad. En ese sentido, aunque lejos de una situación ideal para la población empleada en la ciudad, si se comparan los datos de informalidad pre-sentados por el DANE50 para los trimestres mó-viles de octubre-diciembre, entre 2008 y 2011, Medellín y los demás municipios del Valle de Aburrá reportaron una situación favorable en tanto que su tasa de informalidad fue de las más bajas del país durante todo el periodo. Como se observa en la tabla 5, la tasa de infor-malidad en Medellín y su área metropolitana permaneció estable alrededor del 47% en el periodo mencionado, mientras que entre las

ciudades de la Red Cómo Vamos51 Ibagué y Cartagena alcanzaron las tasas promedio más altas con un 61% y 60%, respectivamente.

Tabla 5. Trece áreas metropolitanas y Red de Ciuda-des Cómo Vamos: evolución de la tasa de informali-

dad, 2008-2011

Áreas metropolitanas

Año2008 2009 2010 2011 Promedio

Trece principales ciudades 51% 52% 52% 51% 52%

Barranquilla 55% 61% 57% 60% 58%Bogotá 47% 45% 47% 46% 46%Bucaramanga 54% 61% 58% 57% 58%Cali 54% 54% 54% 53% 54%Cartagena 58% 61% 61% 59% 60%Ibagué 63% 62% 59% 61% 61%Manizales 45% 52% 47% 42% 46%Medellín 46% 50% 47% 47% 47%Pereira 51% 51% 53% 53% 52%

Fuente: DANE. Encuesta Integrada de Hogares. Promedios móviles trimestres octubre-diciembre de cada año

50 La ocupación informal, según lo expresado por el DANE (2006) en la ficha metodológica de la Gran Encuesta Integrada de Hogares, corresponde a las personas que durante el período de referencia de la Encuesta se en-contraban en una de las siguientes situaciones: 1. Los empleados particulares y los obreros que laboran en establecimientos, negocios o empresas que ocupen has-ta cinco personas en todas sus agencias y sucursales, incluyendo al patrono y/o socio; 2. Los trabajadores familiares sin remuneración en empresas de cinco traba-jadores o menos; 3. Los trabajadores sin remuneración en empresas o negocios de otros hogares; 4. Los em-pleados domésticos en empresas de cinco trabajadores o menos; 5. Los jornaleros o peones en empresas de cinco trabajadores o menos; 6. Los trabajadores por cuenta propia que laboran en establecimientos hasta cinco personas, excepto los independientes profesio-nales; 7. Los patrones o empleadores en empresas de cinco trabajadores o menos; 8. Se excluyen los obreros o empleados del gobierno.

51 Valledupar también hace parte de la Red Cómo Vamos, sin embargo, el DANE no reporta los datos de informa-lidad para esta ciudad.

4949

Pese a diferencias conceptuales sobre la infor-malidad, estos datos basados en el concepto del DANE generan conclusiones en la misma vía de un estudio publicado por Galvis (2012), donde se definió como empleados informales a todos aquellos que no cuentan con una afilia-ción a seguridad social (salud y pensión)52. Los resultados muestran que en el país el 62,3% de las personas tiene un empleo informal y evidencian que en veintitrés áreas metropo-litanas analizadas, por lo menos la mitad de la población realiza actividades laborales in-formales. También, deja en evidencia que la informalidad, además de estar asociada con bajos niveles educativos, menores niveles de ingreso y a empresas de menor tamaño, está asociada a la ubicación geográfica de las ciu-dades, presentando mayor concentración en las ciudades de la periferia del país. Particu-larmente, los resultados de dicha investiga-ción muestran a Medellín como la del menor porcentaje de informalidad (50,1%) entre las áreas metropolitanas incluidas, seguida por Manizales con el 55,3% y Bogotá con el 57,2%. En contraste, las de mayor informalidad fueron Quibdó con el 84,1%, Riohacha con el 81,2% y Valledupar con 80,8%.

Inflación al consumidorLa tasa de inflación de Medellín y el área me-tropolitana para el periodo de análisis mostró una tendencia similar a la de la tasa nacional, aunque ligeramente por encima de ella en-tre 2009 y 2011, como se observa en el gráfico 48. En 2008, tanto el país como la ciudad re-gistraron un crecimiento en el nivel general de precios del 7,7% y para 2009 ambas tasas experimentaron un descenso de alrededor de cinco puntos porcentuales ubicándose en un 2,5% y 2,0% respectivamente. En los dos años siguientes las tasas fueron del 3,2% y 3,8% para Colombia y del 3,6% y 4,1% para Medellín.

Gráfico 48. Colombia y Medellín: evolución anualde la inflación al consumidor, 2008-2011

Inflación anual Medellín Inflación anual Colombia

Fuente: DANE

7,7%

2,5%

3,6% 4,1%

2,0% 3,2%

3,7%

2008 2009 2010 2011

Durante todo el cuatrienio en Medellín y el Valle de Aburrá se observó una tendencia a un mayor incremento del nivel general de precios en la canasta del grupo de ingresos bajos que en el de ingresos altos con una diferencia pro-medio anual de dos puntos porcentuales. En 2008 la inflación para este grupo fue del 8,5%, mientras que para el de ingresos altos fue del 5,9% y en 2011 la tasa de inflación fue del 4,9% y el 2,7%, respectivamente. Esta situación se observa también a partir de los datos agrega-dos para el país, según los cuales, en 2008 la diferencia entre la inflación para las personas de ingresos bajos estuvo 3,3 puntos porcen-tuales por encima de la que experimentaron las de ingresos altos, aunque esto se redujo para 2011 cuando la brecha fue de 1,7 puntos.

52 Los cálculos se realizaron a partir de los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE para los trimestres 2010-II a 2011-I para las áreas metropolitanas de: Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Medellín, Ma-nizales, Cali, Pasto, Cartagena, Montería, Villavicencio, Cúcuta, Pereira, Ibagué, Armenia, Florencia, Popayán, Quibdó, Neiva, Riohacha, Santa Marta, Sincelejo, Tunja y Valledupar.

5050

Por grupos de bienes, los grupos de alimen-tos y educación estuvieron entre los de mayor incremento de precios en el periodo. En 2008 los bienes y servicios más costosos fueron los asociados con alimentos (11,8%), educación (6,8%) y vivienda (6,7%) y los menos costosos

fueron cultura (3,1%) y vestuario (-0,5%). Para el año 2011, los precios de las comunicaciones, los alimentos y la educación registraron la ma-yor alza con variaciones del 12,1%, 4,7% y 4,3%, respectivamente, y la menor alza la registró el grupo de diversión con 0,04%.

5151

Vivienda y servicios públicos

Se lograron avances en cuanto al acceso a la vivienda para los estratos del uno al tres con la construcción de 16.505 Viviendas de Interés Social entre 2008 y 2011. No obstante, se plantean retos en tanto que esto no parece ser suficiente para impactar significativamente el déficit habitacional. Adicionalmente se identificaron

retos importantes en cuanto a la disponibilidad de información actualizada sobre el déficit de vivienda y las viviendas en zonas de alto riesgo en la ciudad. Los servicios públicos básicos conservaron coberturas del 100% durante el periodo y la cobertura de gas domiciliario aumentó del 53,0% al 65,3%. El 93% de los

ciudadanos manifestó estar satisfecho con los servicios públicos de la ciudad.

El acceso a la vivienda es un aspecto funda-mental para mejorar el bienestar de las perso-nas y constituye una parte crucial dentro del análisis de la calidad de vida, en tanto contri-buye al desarrollo de potencialidades, la am-pliación de capacidades, mejores procesos de socialización y la acumulación de riqueza.

Medellín Cómo Vamos hace seguimiento a este tema a partir de indicadores de resultado como el déficit de vivienda en los estratos del uno al tres y el número de viviendas ubicadas en zonas de alto riesgo no mitigable. Y, de indi-cadores subjetivos, a partir de la información recogida en la Encuesta de Percepción Ciuda-dana de Medellín Cómo Vamos. Sin embargo, en relación con los primeros indicadores ha habido dificultades para la construcción y ac-tualización anual de la información.

Específicamente, los datos sobre el déficit cuantitativo53 en los estratos del uno al tres solo se encuentran disponibles hasta el año 200954 e indican que para ese año ascendía a 48.078 viviendas, de las cuales el 66,7% corres-pondía al estrato uno, el 25,7% correspondía al estrato dos y, finalmente, 7,6% del déficit

53 Cálculos elaborados por la Subdirección de Metroinfor-mación, adscrita al Departamento de Planeación Mu-nicipal de la Alcaldía de Medellín, sujetos a revisión en junio de 2010. Los cálculos se hicieron aplicando el criterio del DANE (Metodología para el déficit de vivien-da, colección de documentos. Actualización de 2009, Nro. 79) según el cual se toman hogares que habitan en viviendas inadecuadas o construidas con material precario o inestable, hogares que comparten con otros la vivienda y hogares que residen en viviendas con ha-cinamiento no mitigable, menos los inquilinatos. Se incluyen consideraciones como los materiales utiliza-dos en la construcción de las paredes exteriores de las viviendas por tener un trasfondo de índole cuantitativo, ya que viviendas construidas con materiales transitorios o precarios no permiten la estabilidad de la vivienda, ni cumplen con el objeto de brindar protección y abrigo a sus moradores. Igualmente, dado su carácter perecedero deben reemplazarse por nuevas viviendas, que cumplan con los requisitos mínimos exigidos.

54 Infortunadamente, debido a un cambio en la meto-dología de identificación de posibles beneficiarios de programas sociales al pasar del Sisbén II al Sisbén III no se pudo contar con los datos de déficit cuantitativo de vivienda para los estratos uno, dos y tres en el año 2010 y 2011.

estaba localizado en el estrato tres. La evolu-ción del déficit entre 2008 y 2009 mostró un incremento del 6,0% en el estrato uno y, en

5252

contraste, en el estrato dos y tres se registraron disminuciones del déficit en proporciones del 2,7% y el 6,6%, respectivamente (véase gráfico 49).

3.930

Gráfico 49. Medellín: déficit cuantitativode vivienda por estratos, 2008-2009

Estrato uno

12.692

30.243

3.669

12.352

32.057

2008 2009

Estrato dos Estrato tres

Fuente: Metroinformación.

En cuanto a las acciones desarrolladas entre 2008 y 2011 para avanzar en relación con el acceso a la vivienda se destaca, en primer lugar, la creación del Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín –Isvimed–, mediante el Acuerdo 052 de 2008, como una transformación del Fondo de Vivienda de Interés Social del Municipio de Medellín –Fovimed–. El Isvimed tiene la función de gestionar los proyectos de construcción de vivienda nueva, titulación y legalización, mejoramiento de vivienda, de en-torno, reasentamiento, acompañamiento so-cial, gestión inmobiliaria y demás actuaciones integrales de vivienda y hábitat en el contexto urbano y rural municipal y regional (Concejo de Medellín, 2008).

En ese sentido, el Instituto fue el encargado de coordinar el cumplimiento de la meta de Vivienda de Interés Social –VIS– más ambiciosa que había tenido la ciudad hasta este cuatrie-nio, pues usualmente la política de vivienda había sido liderada desde el Gobierno Nacional y había buscado, predominantemente, metas con impacto en el empleo. Medellín, en los años recientes, le apostó a un enfoque territo-

rial de la vivienda, entendiendo que ésta tiene un impacto en el reordenamiento de la ciudad, en la gobernabilidad urbana y en la prevención de desastres. (MCV, 2012c, p. 19).

En Medellín, los planes de desarrollo corres-pondientes a los años entre 1990 y 2004 no contemplaron la vivienda como un aspecto estratégico y, en ese sentido, solo se constru-yeron 5.000 unidades de VIS en todo el pe-riodo. Entre 2004 y 2008 la meta se elevó a 5.782 viviendas y para el cuatrienio 2008-2011 la meta contempló la construcción de 15.000 nuevas soluciones habitacionales, dotadas con los servicios públicos básicos de acueducto y alcantarillado, destinadas para los estratos más bajos de la población urbana y rural (MCV, 2010, p. 33).

Al cierre del cuatrienio se habían construi-do 16.505 nuevas soluciones habitacionales en los estratos uno, dos y tres (Alcaldía de Medellín, 2011, p. 17). De ese total 7.017 fue-ron gestionadas con el sector privado y 9.488 directamente por el Isvimed. En esta vía, es importante destacar la labor que, durante el periodo de análisis, desempeñaron las alianzas público-privadas, en la medida en que fueron fundamentales para sobrepasar la meta trazada inicialmente en el Plan de Desarrollo en cuanto a la construcción de VIS en la ciudad.55

55 Las metas planteadas en el Plan de Desarrollo indi-caban que del total de 15.000 nuevas viviendas 4.546 serían a través del sector privado y 10.454 gestionadas directamente por el Isvimed. Así, se cumplió la meta del Instituto en un 90,8% y el sector privado superó el total de unidades correspondientes, para un cumplimiento del 154,4% de la meta.

5353

Dicho resultado favorable es probable que no se repita en adelante, debido a que el sector privado no se muestra muy optimista frente a la continuidad futura de las alianzas para la construcción de VIS. La explicación radica en algunos problemas asociados, principalmente, a demoras en los trámites burocráticos que finalmente se traducen en que los tiempos de cada proyecto se hagan muy extensos; a la variabilidad de los costos de algunos mate-riales, especialmente importados, que hacen que sea insostenible financieramente construir las viviendas manteniéndose dentro del tope establecido para la VIS; a la escasez del suelo que hace cada vez los lotes destinados para este fin sean más retirados de la centralidad y exigen invertir grandes sumas para enfrentar topografías más complejas y construir el urba-nismo, sin contar con los problemas de orden público que se presentan con mayor regulari-dad en las zonas alejadas de la ciudad (MCV, 2012c, p. 16).

Si bien la cantidad de viviendas construidas representaron un avance respecto a las con-diciones de habitabilidad de muchas familias, su traslado hacia las nuevas viviendas en al-tura generaron nuevos problemas asociados a la convivencia, a la calidad de las viviendas y, particularmente, a la carencia de ingresos para que pudieran hacerse cargo de las res-ponsabilidades que supone la tenencia de una propiedad, como es el pago de los servicios públicos y del impuesto predial, entre otros. Particularmente, esta carencia o insuficiencia de recursos fue explicada, en muchos casos, porque los nuevos desarrollos no contempla-ron los usos comerciales que las familias le daban a sus antiguas viviendas y tampoco las redes de vecindad establecidas para tal fin (MCV, 2010, p. 36).

A pesar de estas dificultades, los resultados obtenidos en el último cuatrienio represen-tan un adelanto para la ciudad. No obstante, los retos continúan siendo mayúsculos, dado que aun manteniendo constantes los esfuer-zos realizados hasta ahora en la ciudad no se logrará reducir significativamente el déficit habitacional. Las proyecciones para el área metropolitana indican que el número de vi-viendas necesarias para a atender el déficit cuantitativo y el crecimiento vegetativo para el año 2030 es de 438.073, unas 24.337 anuales (MCV, 2012c, p. 31). Sin embargo, los datos de viviendas construidas en la región entre 2008 y 2011, suministrados por Camacol, indican que el promedio anual durante el cuatrienio ante-rior fue de 14.302 viviendas. Además, del total de 57.208 viviendas iniciadas en el periodo en toda el área metropolitana, Medellín concentró el 66,4%. Al desagregar la información por el tipo de vivienda se encuentra que en el mismo periodo las viviendas construidas en la ciudad representaron el 55,3% de la no VIS y el 83,2% de la VIS en la región.

Indudablemente, Medellín ha avanzado en la construcción de una oferta institucional con un énfasis marcado en la atención a la población más vulnerable y, si bien esto destacable desde el punto de vista de las políticas públicas y se debería seguir en esa ruta, queda en evidencia un desequilibrio en relación con los demás mu-nicipios de la región que incentiva a que cada vez más personas deseen asentarse en Mede-llín. El reto entonces es idear mecanismos de carga equitativos en la región y articular una política metropolitana de vivienda que esté en armonía con la política nacional y local en cada municipio del Valle de Aburrá, para avanzar de una manera conjunta y más equilibrada (MCV, 2012c, p. 4).

5454

Muchas de las personas con bajos recursos que llegan cada año a la ciudad inicialmente se ubican en ella de manera irregular y principal-mente en las laderas, con los riesgos que esto supone. Aunque no se cuenta con información actualizada, vale la pena mencionar que para el año 2009 la ocupación irregular del suelo se estimaba en un 12% (MCV, 2010, p. 34) y el número total de viviendas ubicadas en zonas de alto riesgo no mitigable para 2005 era de 27.77156.

La ocupación en las laderas es una realidad inevitable para la ciudad y la región metropo-litana, como lo demuestra el estudio Bio2030, en contravía de lo que la planeación ha defini-do desde décadas atrás.57 En ese sentido, los retos identificados exigen avanzar en la cons-trucción de urbanismo de ladera que permita contar con infraestructuras más seguras para la habitabilidad en estos sitios, y plantean la necesidad de fortalecer la gobernabilidad y el control para que los lugares que han sido evacuados por ser de alto riesgo no mitigable, no vuelvan a ser ocupados por otras familias (MCV, 2012c)

Percepción ciudadana sobre la vivienda en MedellínLa percepción ciudadana sobre la vivienda en la ciudad, aunque mejoró, refleja brechas im-portantes entre la oferta y la demanda. Entre 2008 y 2011, en promedio, siete de cada diez habitantes de Medellín consideró que la oferta de vivienda en la ciudad no era suficiente para que familias como la suya pudieran comprar; de forma positiva, mientras en 2008 ese por-centaje de respuesta era de 78% a 2011 bajó al 65%. Adicionalmente, el porcentaje de perso-nas que consideró que la oferta de vivienda en la ciudad no estaba adecuada a la capacidad

económica de la familia para poder comprar, pasó del 84% en 2008 al 67% en 2011 (véase gráfico 50).

Gráfico 50. Medellín: porcentaje de personasque percibe que la oferta de vivienda para comprar

es inadecuada o insuficiente, 2008-201184%

74% 73% 67% 78%

69% 70% 65%

2008 2009 2010 2011

Inadecuada Insuficiente

Fuente: Medellín Cómo Vamos.

56 De acuerdo con el Departamento de Planeación Muni-cipal, la Secretaría de Obras Públicas y la Subsecretaría del SIMPAD de Medellín han desarrollado en los años recientes estudios geológicos y geotécnicos tanto cua-litativos, como cuantitativos en las zonas más críticas de ladera en la ciudad e, igualmente, han adelantado estudios de amenazas, vulnerabilidad y riesgo por movi-mientos en masa, avenidas torrenciales e inundaciones en el Valle de Aburrá. Se espera que una vez concluidos estos análisis, en el marco de la revisión del POT, se pueda actualizar el dato de viviendas en zonas de alto riesgo no mitigable en Medellín.

57 La ocupación en laderas no solo se da en los estratos bajos, sino que también se observa en los sitios donde se han ido ubicando familias de niveles socioeconómi-cos altos de manera formal y donde, a pesar de hacer grandes inversiones para minimizar el riesgo, hay un punto en el cual los terrenos pueden ceder y generar de-sastres, como quedó evidenciado en el año 2008 cuando un alud de tierra cayó sobre varias viviendas ubicadas en la urbanización Alto Verde, localizada en la parte alta de El Poblado.

5555

Ahora, los resultados de la Encuesta en rela-ción con las personas que indicaron no con-tar con una vivienda propia sugieren falta de coordinación entre la oferta y la demanda en el mercado inmobiliario y la persistencia de barreras de acceso a los subsidios y créditos. Particularmente, en 2011 un 42% de las per-sonas expresó no tener capacidad económica para pagar la cuota inicial, un 28% indicó que no pudo acceder a un subsidio de vivienda, el 25% dijo que no había podido contar con un crédito hipotecario, un 12% a pesar de acceder al crédito manifestó no tener capacidad para pagar las cuotas del crédito por ser altas, entre otras razones menos frecuentes.

Por zonas de la ciudad, en todas se observó como principal razón la incapacidad para pa-gar la cuota inicial, con excepción de la zona Nor-oriental donde la principal dificultad fue la del acceso al crédito y de la zona Centro-occidental donde el obstáculo más frecuente había sido no poder acceder al subsidio del gobierno. Estos resultados, unidos a la evolu-ción del déficit en el estrato uno en el último año para el que se tiene información que, co-mo se mencionó, había aumentado, eviden-cian la necesidad de repensar instrumentos que mejoren la focalización y dinamicen el acceso efectivo de las viviendas tipo VIS para quienes más lo necesitan.

Servicios públicosEn relación con los servicios públicos, como se observa en la tabla 6, Medellín se ha ca-racterizado por tener coberturas universales para los servicios de acueducto, alcantarillado y energía, y del 98% para el servicio de aseo y recolección de basuras para las viviendas ubi-cadas en el territorio definido dentro del Plan de Ordenamiento Territorial –POT–.

Tabla 6. Medellín: cobertura de servicios públicos domiciliarios (%), 2008-2011

Servicio 2008 2009 2010 2011

Acueducto 100,0 100,0 100,0 100,0

Alcantarillado 100,0 100,0 100,0 100,0

Energía 100,0 100,0 100,0 100,0

Cobertura de gas domiciliario 85,0 86,0 85,0 89,7

Penetración de gas domiciliario 53,0 59,0 63,0 65,3

Aseo y recolec-ción de basuras 98,0 98,0 98,0 98,0

Fuente: Metroinformación con base en EPM

En relación con el servicio de gas domicilia-rio se pasó de una cobertura del 85% en 2008 al 89% en 2011 y la penetración del servicio aumentó del 53% al 65,3% en el mismo perio-do.58 Particularmente, en 2008 se observaban brechas importantes en la penetración del servicio por estratos, en tanto el estrato seis tenía la penetración más alta con un 78,8%, en contraste con el estrato tres que tenía la penetración más baja con el 48,9%. Al cierre de 2011 el estrato seis seguía teniendo el ma-yor porcentaje de penetración, no obstante, en todos los demás estratos se superaba el 60% (véase gráfico 51).

58 La cobertura de gas es la extensión que abarca la red de polietileno que permite la conexión de clientes al servicio de gas natural y la penetración se refiere al número de clientes efectivamente conectados respecto al total de clientes cubiertos por la red de polietileno o anillados.

5656

55,5% 56,4% 48,9% 53,1%

59,7%

78,8%

55,6% 66,7% 68,4%

61,2% 60,2% 67,1%

81,1%

65,3%

Uno Dos Tres Cuatro Cinco Seis Total

Fuente: EPM

Gráfico 51. Medellín: penetración del servicio de gasdomiciliario residencial por estratos , 2008 y 2011

En cuanto a los clientes morosos59, que han si-do durante años una preocupación de muchos sectores representativos en la ciudad, EPM los identifica actualmente como aquellos que tienen un estado de facturación con más de dos cuentas vencidas y los divide en dos grupos: los que tie-nen entre dos y siete cuentas vencidas y los que tienen más de siete. Los datos para los clientes morosos de los servicios de aguas, energía y gas residenciales se observan en el gráfico 52.

Gráfico 52. Medellín: clientes morosos delos servicios básicos residenciales, 2008-2011

38.5

78

29.4

86

6.50

3

43.0

49

30.2

91

10.9

10

44.8

13

28.4

94

16.5

70 29.4

21

16.4

38

14.2

68

Agua Energía Gas

2008 2009 2010 2011

Fuente: EPM. La información de morosos es dinámica y los datos quese reportan reflejan una foto de una consulta en una fecha determinadaque para este caso es el 31 de diciembre de cada año.

El número de clientes morosos para el ser-vicio de energía residencial experimentó un descenso del 44,3% durante el periodo 2008-2011 y, específicamente, en el último año del cuatrienio pasaron de ser 28.494 clientes a 16.434. Por su parte, los clientes morosos del servicio de agua residencial registraron aumentos entre 2008 y 2010, sin embargo,

mostraron una significativa disminución al pasar de 44.813 en 2010 a 16.438 en 2011, lo que significó una reducción del 23,7% en comparación con el dato de 2008.

La caída principalmente está asociada a me-joras en las condiciones económicas de la po-blación explicadas, en esencia, por la dinámica positiva del mercado laboral y, adicionalmente, a una serie de estrategias de financiación, edu-cación y control del consumo que ha empren-dido EPM en su propósito de universalización del acceso (MCV, 2008, p. 1). En esta ultima dirección, se destacan iniciativas como el pro-grama de Energía Prepago que inició en julio de 2007 y tiene como objetivo ofrecer a todos los usuarios del mercado regulado de energía eléctrica de EPM que presenten dificultades de pago, la alternativa para disfrutar del servicio bajo el esquema de medición prepago (MCV, 2011, p. 50).

Y, en el caso del agua, se destaca el progra-ma de Mínimo Vital de Agua60, que se empezó a implementar a partir de 2009 y consiste en entregar gratuitamente a la población más vul-nerable de la ciudad 2,5 m3 de agua potable al mes por persona, para satisfacer sus necesida-des básicas de aseo personal, preparación de alimentos y consumo liquido, lavado de ropa y aseo del hogar. (MCV, 2011, p. 51).

59 Para EPM ya no tienen validez los estados “desconec-tados” y “suspendidos”. Actualmente, la empresa iden-tifica estos estados bajo la denominación de clientes morosos.

60 El programa empezó a ser estructurado desde 2008, en el marco del Plan de Desarrollo Medellín Solidaria y Competitiva, con aprobación del Concejo y operación de EPM.

5757

Ahora, en relación con los clientes morosos del servicio de gas domiciliario residencial, se observó un incremento del 119,4% entre 2008 y 2011 al pasar de un total de 6.503 clientes con más de dos facturas vencidas a 14.268. El aumento de los usuarios morosos es explicado por EPM principalmente porque el servicio de gas durante el cuatrienio atravesó por una etapa de expansión y en la medida en que aumenta el número de clientes conectados, se incrementa la probabilidad de que más personas puedan entrar en mora, pese a la mejor situación eco-nómica de los hogares en el último año.

Finalmente, como una aproximación a una medida de calidad de los servicios públicos, vale la pena resaltar que de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Percepción Ciu-dadana de Medellín Cómo Vamos, el nivel de satisfacción promedio con los servicios men-cionados fue de 4,6 entre 2008 y 2011 (véase gráfico 53). Además, año a año en compara-ción con las demás ciudades de la Red Cómo

Vamos, Medellín reportó el mayor porcentaje promedio de personas satisfechas con los ser-vicios de acueducto, alcantarillado, energía, gas y aseso y recolección de basuras que en 2011 fue del 93%. Le siguieron Pereira con el 88%, Barranquilla y Valledupar con el 80% en cada caso, Cartagena con el 78% y los menores porcentajes de satisfacción se registraron en Ibagué con el 74%, Cali con el 73% y, Bogotá y Bucaramanga con el 71% en cada caso.

Gráfico 53. Medellín: nivel promedio de satisfaccióncon los servicios públicos básicos, 2008-2011

4,4 4,4

4,6 4,6 4,5

4,6 4,7

4,6 4,6 4,5

4,6 4,6 4,7 4,7

4,8

4,6

4,4 4,4 4,5 4,5

2008 (4,5) 2009 (4,5) 2010 (4,6) 2011 (4,6)

Alcantarillado Energía Acueducto Gas Aseo y recoleccion de basuras

Fuente: Medellín Cómo Vamos. Entre paréntesis el promedio por año parael conjunto de servicios.

5858

Medio ambiente

En Medellín y la región metropolitana en general hubo avances en la menor contaminación del aire, la mejora en la calidad del recurso hídrico y un aumento sostenido en el porcentaje de aprovechamiento de los residuos sólidos que ubican a la región en niveles similares al de las ciudades europeas más importantes. También se avanzó, gracias al proyecto Más Bosques, en el número de árboles y arbustos disponibles,

principalmente en el área rural de Medellín, No obstante, los niveles de ruido, causantes de las mayores quejas ciudadanas a la autoridad ambiental, aumentaron en el periodo, poniendo en evidencia la falta de control sobre los usos del suelo definidos en el Plan de Ordenamiento Territorial. En consonancia, la peor

calificación ciudadana a la gestión ambiental se dio para el control del ruido.

El buen uso de los recursos naturales por par-te de la ciudadanía, una fuerte institucionali-dad ambiental, una regulación adecuada por parte de esa institucionalidad, que incluye, entre otros, el diseño e implementación de herramientas económicas eficientes, la ma-yor educación e información ambiental para el grueso de la ciudadanía, son elementos funda-mentales para hablar de un buen desempeño ambiental en una ciudad (MCV, 2011, p. 53).

El programa Medellín Cómo Vamos le hace se-guimiento a este importante sector mediante el análisis de indicadores de resultado ambienta-les relacionados principalmente con aire, agua, ruido y residuos sólidos. Y mediante indicado-res de percepción ciudadana, especialmente de la conciencia ciudadana en torno a la relación de la calidad ambiental y la salud y la califica-ción a la gestión ambiental en la ciudad

La calidad del aire es una de las mayores preocu-paciones ciudadanas en materia ambiental en Medellín, al igual que la congestión vehicular, correlacionada altamente con las emisiones contaminantes del aire (MCV, 2011a, p. 21). Al-gunos de los contaminantes que usualmente se usan para monitorear la calidad del aire, y

en especial los efectos de ésta sobre la salud son el nivel de concentración media anual de partículas de polvo en 10 micras PM10 y en 2.5 micras PM2.5, éste último con efectos más no-civos sobre la salud, pues por su tamaño pue-den penetrar profundamente los pulmones y exacerbar condiciones médicas como el asma y afecciones cardiacas (MCV, 2011).

En el caso del contaminante PM10, los resul-tados de las estaciones de monitoreo en Me-dellín61 evidenciaron en el periodo 2008-2011

61 Las mediciones de contaminación atmosférica en Me-dellín y la región metropolitana las realiza la Red de Monitoreo de Calidad del Aire del Valle de Aburrá. Esta Red, operada por la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, cuenta con 15 estaciones fijas ubicadas en las zonas urbanas de lo nueve municipios de la re-gión. De acuerdo con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en el país esta Red es reconocida como la más completa en cobertura, número de equipos de monito-reo y validez de datos históricos (AMVA, 2011, p. 58). Sin embargo, es necesario precisar que el ideal en términos del número de estaciones de monitoreo es de una por cada cien mil habitantes, con lo cual para Medellín lo ideal serían veintitrés estaciones de monitoreo y para el área metropolitana serían treinta y seis.

5959

reducciones en los niveles del contaminante en todas las estaciones; las reducciones van desde el 33,8% en la estación Aguinaga hasta el 8,2% en la estación Éxito San Antonio.

Frente al cumplimiento a la normatividad na-cional en torno al límite permisible de 60 mg/u3 en el promedio anual del contaminante que se tenía hasta 2010, se evidencia también un avance en el periodo, mientras en 2008 sólo una estación de las ocho monitoreadas en la ciudad cumplió la norma, en 2009 el 100% de la estaciones cumplieron la norma. En 2010 hubo un leve retroceso y cinco de siete esta-ciones la cumplieron. A 2011 empieza a regir una nueva normatividad (La Resolución 610 de 2010) que establece el límite en 50 ug/m3. De cinco estaciones monitoreadas en 2011, tres cumplen la normatividad. Las mediciones en 2011 en la Facultad de Minas (75 ug/m3) y en Éxito de San Antonio (56 ug/m3) están por fuera de la normatividad. En la primera estación se observa una tendencia creciente en el nivel de contaminación desde 2009, y en la segunda estación, con excepción del año 2009 no se cumple la normatividad (véase gráfico 54).

61 65 60 61

83

67 57 54

60 51 55 58

47 47 52 44 49

64 66 52 52

43 43

56

75

50

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

Corantioquia Aguinaga Universidad de Antioquia

Éxito San Antonio

U. Nacional. Fac. Minas

PJIC UDEM

ug/m

3

Gráfico 54. Medellín: niveles de material particuladoPM10 en seis estaciones, 2008-2011

Fuente: Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Las estaciones que notienen información en 2011 no fueron monitoreadas. Norma nacionalvigente hasta 2010, 60 ug/m3. Norma Nacional a partir de 2011, 50 ug/m3

2008 2009 2010 2011

En el caso del PM2.5 se cuenta sólo con tres estaciones de monitoreo para Medellín, insu-ficientes para establecer puntos críticos que

requieran acciones puntuales. Las dos estacio-nes que tuvieron mediciones entre 2008-2011 mostraron reducciones del 30,0% y el 11,8%. La estación del CES, por su parte, tuvo medi-ciones entre 2008-2010 y mostró un aumento del 17,4% para ese periodo (véase gráfico 55).

2008 2009 2010 2011

34

23 30 29

25 25 27 27 26 30

21

0

10

20

30

40

Aguinaga CES PJIC ug

/m3

Gráfico 55. Medellín: niveles de material particuladoPM2.5 en tres estaciones, 2008-2011

Fuente: Área Metropolitana del Valle de Aburrá.La estación CES no tiene información en 2011 pues no fue monitoreada.

La norma vigente en Colombia hasta 2010 con respecto al PM2.5 era la que regía en Estados Unidos de 15ug/m3. Hasta ese año ninguna es-tación cumplía con dicha normatividad. En 2011 empieza a regir un límite mucho más laxo de 25 ug/m3 e inferior a la de otros países latinoame-ricanos con niveles de desarrollo muy similares a los de Colombia (MCV, 2011). Para este nuevo límite, la estación del Politécnico Jaime Isaza Cadavid fue la única que cumplió la normativi-dad de las tres monitoreadas en 201162.

En general, se observó durante el periodo una tendencia de reducción de los contaminantes de PM10 y PM2.5; en el caso del primer contami-nante, la mayoría de las estaciones cumplen la norma vigente en Colombia y en caso del segun-

62 En 2011 se monitoreó PM2.5 en la estación Facultad de Minas con un resultado de 26 ug/m3 que no cumplió el límite permisible.

6060

do contaminante las mediciones se acercan más al cumplimiento de dicha meta. No obstante, es importante señalar que los límites vigentes en Colombia están muy lejanos de los establecidos por la Organización Mundial de la Salud, que con base en análisis frente a los efectos sobre la salud de la contaminación definió un límite de 20 ug/m3 para el PM10 y de 10 ug/m3 para el PM2.5. Con respecto a estos referentes es evi-dente que aún los retos en materia de calidad del aire son grandes en la ciudad.

La tendencia descendente en la mayoría de estaciones de monitoreo son el resultado de múltiples esfuerzos interinstitucionales que durante el periodo realizaron acciones de diversa índole con el objetivo de mejorar la calidad del aire en la ciudad. Se destaca es-pecialmente la oferta en la ciudad y la región de un combustible de mejor calidad producto del Acuerdo suscrito en 2008 entre Ecopetrol, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Alcaldía de Medellín, que comprometía a la primera entidad a suministrar al año 2010 un diesel con 50 partes por millón –ppm– de azufre y una gasolina con 300 ppm. Lo primero se cumplió en el primer semestre de 2010 y lo segundo al finalizar 2010 (MCV, 2011).

Algunos expertos ambientalistas, aunque re-conocen el efecto positivo de dicho Acuerdo, consideran que el sólo cumplimiento de la Ley obligaría a Ecopetrol a suministrar un combus-tible de calidad no sólo en Bogotá y Medellín, donde se dieron Acuerdos, sino en todo el te-rritorio nacional, y todas las acciones para dar cuenta de ese combustible de mejor calidad debieron realizarse años atrás si Ecopetrol se hubiese acogido a lo que la Ley establece (MCV, 2012d).

Otras acciones relevantes son el aumento sostenido por parte de la autoridad ambien-

tal en el control a las fuentes contaminantes móviles, principales responsables de la con-taminación atmosférica, se pasó de algo más de 2.000 operativos de control a vehículos en 2009 a 35.000 en 2011 (AMVA, 2011). Asi-mismo, se destaca dentro de la educación y la corresponsabilidad, iniciativas ciudadanas como Respira Profundo que buscan aumentar la conciencia frente a la magnitud del proble-ma en la ciudad y las acciones que individual-mente se pueden realizar para aportar a una mejor calidad del aire. También se destacan los programas de “Producción Limpia” que realiza acompañamiento a empresas para minimizar su impacto ambiental y el progra-ma de Transporte Sostenible que realiza in-vestigaciones sobre nuevas tecnologías para disminuir las emisiones contaminantes pro-venientes de vehículos privados y públicos.63

Para la mejora de la calidad del aire es impor-tante la cantidad de árboles y arbustos con que cuenta la ciudad, incluso este importante recurso ayuda a mejorar otros aspectos am-bientales como la calidad del recurso hídrico, la reducción de los niveles de contaminación por ruido, riesgos asociados a deslizamien-tos e incluso embellece los entornos (MCV, 2011). Consciente de estos efectos benéficos la Alcaldía desarrolló a partir de 2010 el pro-yecto Más Bosques para Medellín, adscrito al programa de Mecanismo de Desarrollo Limpio –MDL, con el cual se sembraron más de 400.000 árboles y arbustos en las áreas urbana y rural. En el caso del área urbana, de acuerdo con la Alcaldía, se alcanzó una

63 Para mayor detalle véase AMVA (2011).

6161

cobertura de 100% de las áreas públicas dis-puestas para tal fin y con dicho proyecto se ha logrado la reducción de 23.000 toneladas de CO2 atmosférico, equivalente a la emisión correspondiente a 6.000 personas en el año (Alcaldía de Medellín, 2011, b).

Este proyecto impactó de forma notoria el nú-mero de árboles y arbustos sembrados duran-te el periodo, mientras en 2008 se sembraron 25.558, al finalizar 2011, en total se habían sembrado 638.899 para un crecimiento entre 2008 y 2011 del 812%, como se observa en el gráfico 56.

25.558 42.174

337.946

233.221

-

100.000

200.000

300.000

400.000

2008 2009 2010 2011

Núm

ero

Fuente: Metroinformación. Secretaría de Medio Ambiente

Gráfico 56. Medellin: número de árbolesy arbustos sembrados, 2008-2011

La Organización Mundial de la Salud establece como valor de referencia un árbol por cada tres personas, aunque este indicador para Medellín no se encuentra actualizado, con base en cifras de la Contraloría de Medellín, que mostraba a 2009 un stock de 274.600 árboles, y asumiendo que ningún árbol fue talado, se tendría a 2011 un promedio levemente superior a un árbol por cada tres personas, esto es, se cumpliría con el valor de referencia de la OMS, dando un salto cuantitativo grande en el periodo 2008-2011.

En el caso del recurso hídrico, la ciudadanía en Medellín ubicó la contaminación de las fuentes del recurso hídrico dentro de la ciudad como la tercera mayor preocupación medio ambiental, luego de la contaminación del aire y la conges-tión vehicular asociada.

El monitoreo sistemático que realiza Empre-sas Públicas de Medellín –EPM– al río Aburrá Medellín en quince estaciones de monitoreo sirve como referente para hacer seguimiento a la evolución de la calidad del agua. EPM le hace seguimiento a los indicadores de Oxige-no Disuelto –OD– y Demanda Bioquímica de Oxigeno –DBO–. En el caso del OD lo ideal son niveles por encima de 5 mg/l y en el caso del DBO, lo ideal son niveles por debajo de 20 mg/l, para hablar de una buena calidad de las aguas.

En el periodo 2008-2011 se observa una evo-lución favorable en la mayoría de estaciones de monitoreo para el indicador de DBO. Como se observa en el gráfico 57 las reducciones en el indicador se dieron en trece de las quince estaciones, siendo las más significativas las de las estaciones de Acevedo, Hatillo, Golkim y Gabino, estas tres últimas con reducciones superiores al 40% en la DBO. En el caso del oxígeno disuelto la evolución no fue buena para la mayoría de las estaciones. Sólo tres estaciones presentaron un aumento en el ni-vel promedio de OD, estas fueron: Guayaquil (3,8%), Copacabana (7,7%) y Hatillo (6,4%).64

64 Como se ha señalado en informes anteriores, debe ha-ber cautela frente a la interpretación que se de a estos resultados, en cuanto coinciden con dos años de alta pluviosidad que terminan afectando las mediciones. “De acuerdo con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y a EPM no se dispone de modelos de ajuste por este factor, lo que conduce a tener resultados altamente variables. Será necesario avanzar en modelos que permitan contro-lar las variaciones significativas en los niveles de lluvia y diferenciar los verdaderos impactos de la intervención de las entidades encargadas de la disminución de los niveles de contaminación del río.” (MCV, 2011)

6262

Fuente: EPM, cálculos propios

Gráfico 57. Medellín: variación de la DBO y el OD en quinceestaciones de monitoreo del río Aburrá- Medellín, 2008-2011

DBO OD -50

-40

-30

-20

-10

0

10

20

E. L

a Sala

da

E. A

ncón

E. E

nvig

ado

E. A

yurá

E. P

oblad

o

E. G

uaya

quil

E. C

olom

bia

E. B

arra

nqui

lla

E. A

ceve

do

E. F

ontid

ueño

E. C

opac

aban

a

E. T

opco

E. H

atillo

E. C

olkim

E. G

abin

o

En valores absolutos, se observa que pese a la reducción en la DBO, las estaciones de Ace-vedo, Fontidueño, Copacabana y Topco son las de menor calidad de sus aguas. Durante el periodo mantuvieron niveles de DBO por encima de 20 mg/l, y niveles de OD por debajo de 5 mg/l (véase tabla 7).

De acuerdo con EPM, estos resultados son consecuentes con la inexistencia de la infraes-

tructura de transporte y de saneamiento in-completo de algunas de las cuencas localiza-das en el centro y el norte del valle de Aburrá. Sólo se tendrán cambios significativos cuando entren en operación el interceptor Norte y la planta de tratamiento de aguas residua-les de Bello y, en consecuencia, las obras de alcantarillado asociadas que contribuirán al saneamiento de las cuencas localizadas en esas estaciones.

Tabla 7. DBO y OD en quince estaciones de monitoreo en el Río Aburrá-Medellín, 2008-2011

Estación2008 2009 2010 2011 Var 2008-2011

DBO OD DBO OD DBO OD DBO OD DBO ODE. La Salada 3,17 7,21 4,00 6,80 2,0 5,9 2,5 5,9 -21,1 -18,2E. Ancón 9,00 7,09 13,00 6,00 14,0 6,0 9,7 6,0 7,8 -15,4E. Envigado 12,00 6,40 21,33 6,00 13,0 5,6 12,2 6,0 1,7 -6,3E. Ayurá 17,83 6,29 26,33 5,70 15,0 5,4 14,5 5,9 -18,7 -6,2E. Poblado 25,00 5,67 37,83 5,00 16,0 4,7 20,0 5,5 -20,0 -3,0E. Guayaquil 26,17 5,49 27,17 4,80 15,0 5,1 16,7 5,7 -36,2 3,8E. Colombia 28,83 5,30 30,67 4,40 24,0 5,7 21,3 5,1 -26,1 -3,8E. Barranquilla 39,67 5,95 46,67 4,50 27,0 5,5 23,3 5,5 -41,3 -7,6E. Acevedo 69,50 3,81 80,83 2,20 60,0 2,9 59,3 3,8 -14,7 -0,3E. Fontidueño 63,17 3,80 75,33 2,00 50,0 3,9 49,0 3,8 -22,4 0,0E. Copacabana 58,50 2,97 53,83 2,00 60,0 3,0 42,3 3,2 -27,7 7,7E. Topco 40,33 4,10 34,33 2,50 14,0 2,9 22,8 3,7 -43,5 -9,8E. Hatillo 32,17 3,76 28,17 2,80 9,0 2,8 18,3 4,0 -43,1 6,4E. Colkim 29,83 5,95 28,33 5,10 11,0 5,4 16,7 5,9 -44,0 -0,8E. Gabino 25,50 6,15 43,33 5,90 15,0 5,0 16,0 5,7 -37,3 -7,3

Fuente: Empresas Públicas de Medellín. Las unidades están dadas en mg/l

6363

De acuerdo con cálculos de EPM, luego de la entrada en funcionamiento de la planta de tratamiento en Bello, se podrían obtener en algunas estaciones reducciones en el DBO de hasta el 47%, y aumentos del OD de hasta el 62% con respecto a las mediciones en 2011; los mayores impactos se obtendrían en las estacio-nes de Topco, el Hatillo y Metro -Poblado que pasarían de una condición crítica a aceptable.

En general, se observa que en el periodo au-mentó el número de estaciones en condiciones aceptables, de acuerdo al criterio de EPM65. En 2008 cuatro estaciones obtuvieron esa ca-tegoría mientras en 2011 lo hicieron siete de quince estaciones monitoreadas.

Las acciones en torno a la mejora de la cali-dad del recurso hídrico provienen de diversas entidades. El Área Metropolitana, autoridad ambiental en el área urbana de la región me-tropolitana del Valle de Aburrá, priorizó la intervención desde las fuentes del recurso. Entre otros programas implementó los alcan-tarillados no convencionales interviniendo 51 quebradas para una inversión cercana a los $14.000 millones entre 2008 y 2009. Adicional-mente, inició la primera fase del Interceptor del Sur (1.500 de 5.630 metros) que es una red paralela al río Aburrá-Medellín a través de la cual se transportan las aguas residuales de las zonas urbanas de Caldas y de La Estrella hasta la Planta de Tratamiento de San Fernando, en el cual se invirtieron $5.400 millones (AMVA, 2011, pp. 80-84).

Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín adquirió 1.594 hectáreas para la protección de nacimientos de agua en el pe-riodo 2008-2011, lo cual es un avance frente a la línea base de 620 hectáreas a 2007, sin embargo resultaron insuficientes para lograr la meta trazada de 2.380 hectárea.66

Sobre el manejo de los residuos sólidos, la ciudad mantuvo durante el periodo una alta cobertura en la recolección de basuras, 98% fue el porcentaje de basuras recolectadas y dispuestas frente a lo generado en la ciudad. En cuanto al porcentaje de residuos generados que son aprovechados, se evidencia una me-joría apreciable en el periodo. De acuerdo al AMVA, en la región metropolitana se recicló un 14% de los residuos generados en 2008 y a 2011 dicho porcentaje se había incrementado en 6,5 puntos porcentuales, ubicándose en un 21,5% como se observa en el gráfico 58. Estas cifras están en sintonía con el promedio de 18% de reciclaje de las 30 ciudades europeas incluidas en el Índice de Ciudades Verdes (Siemens, The Economist, 2009).

Gráfico 58. Valle de Aburrá:tasa de reciclaje, 2008-2011

Fuente: Área Metropolitana del Valle de Aburrá.El porcentaje de aprovechamiento se calcula respecto al total de residuosgenerados en la región, con base en proyecciones del PGIRS regional.

Porc

entaj

e 14,0 16,8

18,6 21,5

0,0

5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

2008 2009 2010 2011

Del porcentaje reciclado en la región metro-politana una minoría corresponde a material orgánico, pese a que en promedio el 60% de los residuos son de este tipo. En 2009 representó un 6,4% del total reciclado, un 7,3% en 2010 y

65 Una fuente de agua que simultáneamente presenta un nivel de DBO por encima de 20 mg/l y un nivel de OD por debajo de 5 mg/l.

66 Alcaldía de Medellín (2011, p. 93).

6464

un 6,8% en 201167. Justamente el informe del Índice de Ciudades Verdes para Latinoamérica y en el cual se incluyó a Medellín y la región metropolitana se llamaba la atención frente a que no se cuenta con normas estrictas de reciclaje, al concentrarse en vidrio, plástico y papel, pero no en residuos orgánicos, ni eléc-tricos, pese a contar con puntos centralizados para la recolección. (MCV, 2011, a, p. 57).

De acuerdo con el AMVA, el diagnóstico del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional (PGIRS Regional) de 2005, estableció que del total de residuos generados un 25% eran residuos que podían ser reciclables y sólo el 12.5% eran aprovechados; en cuanto a los residuos orgánicos, los procesos de aprove-chamiento eran casi nulos, inferiores al 1%.

Ante esta situación, la entidad implementó estrategias para aumentar y mejorar el apro-vechamiento de los residuos reciclables y or-gánicos en la región, a través de procesos de sensibilización sobre separación en la fuen-te, intervención a la cadena de reciclaje con procesos de organización y asociación de los recuperadores y apoyo a organizaciones encar-gadas de la transformación de los residuos, así como la creación y fortalecimiento de peque-ños sistemas de aprovechamiento de residuos orgánicos.

En esta misma vía, la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín viene implementando acciones desde 2006 encaminadas a la separa-ción desde la fuente dando cuenta de un pro-medio de 52 toneladas diarias menos llevadas al relleno sanitario (3,7% aproximadamente de la disposición diaria a 2009).

Una de las mayores preocupaciones ciudada-nas en materia ambiental tiene que ver con el ruido, en 2010 del total de quejas recibidas por

el AMVA, como autoridad ambiental, un 31% correspondieron a ruido, especialmente el noc-turno, convirtiéndose en el principal motivo de reclamaciones por parte de la comunidad en el área metropolitana (MCV, 2011, p. 58)

Mediciones de ruido no existen de manera sis-temática en la región metropolitana. Apenas en 2009 se empezaron a adicionar estaciones a la par de la Red de Monitoreo del Aire. En ese año se instalaron dos estaciones en Me-dellín y en 2011 se instalaron cinco en Bello, Itagüí, Girardota, Sabaneta y Medellín, que aún no permiten dar cuenta de un seguimien-to sistemático y representativo. No obstante, se cuenta con la información proveniente de los mapas de ruido que fueron actualizados en 2011 para Bello, Itagüí y Medellín. En es-ta última ciudad se tomaron muestras en 292 puntos distribuidos en todo el perímetro ur-bano, mediante sonómetros de alta precisión (AMVA, Fulecol, 2011).

Los resultados comparados con el mapa de ruido construido en 2007 para el área metro-politana del Valle de Aburrá por la autoridad ambiental, revela que los sitios más ruidosos se mantienen en los horarios diurnos entre semana, estos tienen niveles promedio en el rango de los 75 decibeles– dB(A) – y 80 dB(A) y corresponden al eje central de las vías que atraviesan el municipio de sur a norte, en el eje comercial del centro y las zonas industriales cercanas a la avenida Ayacucho, sin embargo, las avenidas Regional, Carabobo, Guayabal, Ayacucho, Colombia, y Oriental y la zona sur-

67 Datos suministrados por el AMVA en 2012.

6565

occidental en límites con Itaguí, presentaron niveles de ruido más altos frente a 2007, en más de 5 dB (A). Por su parte, los niveles de ruido entre semana nocturno fueron menores respec-to a la medición de 2007 en aproximadamente -10 dB (A) en la mayoría del territorio. También se mantuvieron las zonas más ruidosas, entre 70 y 80 dB (A): centro, ejes viales centrales y zona limítrofe con Itagüí donde se concentran bares y zonas industriales.

En la actualización se definieron tres tipos de sectores de acuerdo con la clasificación de los usos del suelo y la ubicación de los puntos de monitoreo. El sector A de tranquilidad y silencio, el B de ruido moderado y el C de ruido intermedio y restringido. De acuerdo con los valores medios en cada sector, se encuentra que las zonas A y B es donde más se excede la norma fijada por la Resolución 627 de 2006. De acuerdo al estudio, esto está significando que existe un conflicto en el uso de suelo residen-cial, las zonas de tranquilidad y las actividades que se desarrollan, ya que éstas se asientan en lugares no permitidos para su ejecución. (AMVA, 2011, p. 280-281). Estos resultados evidencian un problema central en términos del control frente a los diferentes usos del suelo definidos en el Plan de Ordenamiento Territorial.

Como se señaló en informes anteriores, infor-tunadamente, no ha habido acciones concretas y contundentes en la ciudad para disminuir los niveles de ruido, el problema no está visibili-zado en la agenda pública. La actualización de los mapas de ruido incluyó un plan de acción con programas para la descontaminación por ruido que es necesario poner en práctica, hacer seguimiento y rendir cuentas a la sociedad so-bre sus resultados como hasta ahora se viene haciendo con el aire, el recurso hídrico y los residuos sólidos, principalmente.

Percepción ciudadana en torno al medio ambienteLa Encuesta de Percepción Ciudadana durante el periodo 2008-2011 reveló que un alto porcen-taje de las personas en Medellín es consciente de la relación entre los problemas ambientales y las condiciones de salud de la población. La contaminación del aire y del agua fueron las que obtuvieron mayor reconocimiento frente a esa relación. No obstante, de forma preocu-pante, se observa en el periodo una tendencia a la reducción en el porcentaje de personas que son conscientes de esa relación, para to-dos los tipos de contaminación consultados (véase gráfico 59).

74%

77%

84%

79%

76%

76%

66%

69%

70%

80%

74%

73%

72%

61%

35%

68%

74%

68%

64%

64%

54%

41%

70%

68%

66%

62%

61%

56%

Cantidad deárboles

Contaminacióndel agua

Contaminacióndel aire

Basuras enlas calles

Escombros enlas calles

Nivel de ruido

ContaminaciónVisual

2011 2010 2009 2008

Fuente: Medellín Cómo Vamos. Porcentaje de respuestas algo y mucho

Gráfico 59. Medellín: ¿qué tanto cree quelos siguientes problemas ambientales

afectan su salud y la de su familia?, 2008-2011

En cuanto a la gestión pública en torno a los problemas ambientales, fue uno de los ítems peor evaluados en el periodo 2008-2011. En

6666

la escala de satisfacción, que va de uno a cinco, siendo uno muy insatisfecho y cinco muy satisfecho, en promedio tres de cada diez ciudadanos estuvieron entre satisfechos y muy satisfechos con la gestión del agua, el aire, los escombros, la contaminación vi-sual y los árboles. El manejo de las basuras fue el mejor evaluado, con un promedio de cuatro personas estando entre satisfechas y muy satisfechas. Por su parte, el aspecto peor evaluado en torno a la gestión pública ambiental fue el ruido, en consonancia con la ausencia de políticas para reducir y en-frentar los efectos de dicha contaminación (véase gráfico 60).

2011 2010 2009 2008

39%

32%

41%

40%

28%

32%

37%

36%

32%

42%

37%

27%

32%

38%

19%

30%

40%

23%

29%

27%

22%

33%

29%

35%

32%

25%

30%

34%

Agua

Aire

Basuras

Escombros

Ruido

Contaminación visual

Árboles

Gráfico 60. ¿Qué tan satisfecho está usteden cuanto a los resultados de la gestión ambiental

en los siguientes temas?, 2008-2011

Fuente: Medellín Cómo Vamos. Porcentaje de respuestas algo y mucho

6767

Movilidad vial y espacio público

Alrededor del 60% de los viajes en la ciudad se realizaron usando el transporte público y aunque aumentó el porcentaje de desplazamientos en vehículos particulares y el parque automotor del área metropolitana creció en un 32,7% entre 2008 y 2011, la percepción de los tiempos de desplazamiento permaneció igual para el 66% de las personas en promedio. Se registraron

avances en cuanto al Sistema Integrado de Transporte con el inicio de operación del Metroplús al final de 2011, sin embargo, quedan retos para la implementación completa del Sistema.

La accidentalidad vial, pese una leve disminución es preocupante, pues cada año murieron en promedio 309 personas en accidentes. Aunque hubo avances en la construcción de espacio público efectivo en la ciudad esto no se reflejó en el indicador per cápita que permaneció estable en 3,8 m2. Se destacan retos en cuanto a la generación de mayor espacio público y en relación con su medición

tanto en lo cuantitativo, como en lo cualitativo.

La movilidad es un aspecto de gran impor-tancia en la dinámica urbana y tiene un gran impacto sobre la calidad de vida, puesto que, de su funcionamiento eficiente depende que las personas puedan desplazarse y acceder, de una manera ágil y segura, a la oferta de bie-nes y servicios de la ciudad, minimizando los impactos negativos sobre el medio ambiente y el costo de oportunidad de realizar otras ac-tividades productivas o recreativas.

La información disponible sobre los tiempos de desplazamiento en la ciudad, proveniente de la Encuesta Origen y Destino, no permite hacerle seguimiento a este tema en el periodo 2008-2011, dado que el último dato con el que se cuenta, que fue de veinticinco minutos, co-rresponde al año 2005. Si bien esta información se actualizaba cada cinco años en la ciudad, en 2010 las autoridades de tránsito decidieron posponerlo previendo que, una vez entrara en operación la primera fase del Metroplús, se alterarían las formas de desplazamiento en la

ciudad y cambiarían los resultados obtenidos (MCV, 2010b) y, en ese sentido, solo hasta el año 2012 se podrá contar con una nueva ver-sión de la medición. No obstante, la Encuesta de Percepción Ciudadana de Medellín Cómo Vamos suministra información complemen-taria sobre los tiempos de desplazamiento en la ciudad.

En general, los resultados de la Encuesta muestran que los tiempos de desplazamien-to permanecieron estables en la ciudad, pues la proporción de personas que así lo percibió representó la mayoría e incluso aumentó del 63% al 70% entre 2008 y 2011 como se observa en el gráfico 61. Estos resultados se dan pese al crecimiento sostenido del parque automo-tor circulante en la ciudad, cuyos efectos en términos de congestión posiblemente fueron atenuados por la medida del pico y placa que, tras haber iniciado en 2005 con una restricción para el 20% de los vehículos, fue ampliada en 2008 a un 40%.

6868

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Gráfico 61. Medellín: el trayecto a su trabajoo estudio en el último año ¿toma el mismo tiempo,

más tiempo o menos tiempoque en el año pasado?, 2008-2011

Más tiempo Menos tiempo Lo mismo

23%

15%

24%

14% 18%

11% 15%

63% 67% 65% 70%

2008 2009 2010 2011

Aunque la ciudad está en mora de realizar una evaluación de impacto del pico y placa, algunos expertos coinciden en que la medida ya no es suficiente, ni adecuada para lograr los resulta-dos deseados de reducir la congestión en las vías y desestimular el uso del automóvil priva-do en la ciudad. Por ejemplo, algunos ejerci-cios desarrollados en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, concluyen que los beneficios esperados de la medida oscilan entre tres y cuatro años, con lo que en 2012 se debería reformular la estrategia. Adicional-mente, indican que la medida no ha servido en la ciudad para reducir el uso del automóvil privado, ya que aproximadamente un 75% de las personas ha respondido modificando sus horarios de desplazamiento para seguir usán-dolo (MCV, 2011).

Otros expertos argumentan que la medida restrictiva va en contravía de la libertad de desplazamiento de los ciudadanos y que, por el contrario, la responsabilidad del Estado es proveer alternativas seguras, eficientes y eco-nómicas para que se dé una libre movilidad y, en ese sentido, las acciones deberían enfocarse en tres frentes: 1) mejorar la oferta y calidad del transporte público, de tal manera que quienes en la actualidad lo usan no tengan incentivos para cambiarse a viajes individuales motori-zados; 2) generar las condiciones para que el

transporte no motorizado, como por ejemplo la bicicleta, se consoliden como opciones válidas de la movilidad urbana; y 3) desestimular el uso del carro particular con acciones como los cobros por congestión, la disminución de la oferta de parqueo y el incremento de impues-tos a la compra de vehículos y de combustible (MCV, 2012a).

La Encuesta de Percepción indaga también por el medio de transporte que usaron princi-palmente quienes se desplazaron al trabajo o estudio en la ciudad en el periodo de análisis y, como se observa en el gráfico 62, los resul-tados muestran que en promedio un 62% de las personas usó el transporte público (bus, buseta, Metro, taxi o colectivo) manteniéndo-se constante si se compara el dato de 2008 con el de 2011; un 13% en promedio usó la motocicleta que experimentó un aumento del 10% al 13% entre 2008 y 2011; otro 11% usó el vehículo particular que también aumentó del 10% al 13% comparando los años inicial y final del cuatrienio; un 14% se desplazó prin-cipalmente a pie y su representatividad pasó del 16% en 2008 al 10% en 2011 y, finalmente, las demás personas usaron en menores pro-porciones otras alternativas como la bicicleta y el bus escolar o empresarial.

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Gráfico 62. Medellín: medio de transporte usadoprincipalmente para ir al trabajo o estudio, 2008-2011

2008 2009 2010 2011

42%

10%

10%

10%

10%

16%

6%

4%

1%

46%

13%

13%

12%

3%

1%

1%

1%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

Bus/

Buse

ta

Mot

o

Vehí

culo

par

ticul

ar

Met

ro

A pi

e

Taxi

Cole

ctiv

o

Bici

clet

a

Bus

de la

em

pres

a/

entid

ad e

duca

tiva

6969

En la misma dirección de los datos anteriores sobre el uso del transporte privado, los da-tos objetivos indican que el número total de vehículos circulantes, en Medellín y el área metropolitana, creció en un 32,7% entre 2008 y 2011 y ascendió a 1.018.257 vehículos al cierre del último, como se observa en el gráfico 63. Particularmente, el número total de motoci-cletas en la ciudad creció en un 44,5% en el cuatrienio y pasaron de representar el 44,0% del total de vehículos en 2008 al 47,9% en 2011. Los otros vehículos, por su parte, aumentaron en un 23,4% en el periodo y pasaron de repre-sentar el 56,0% del total del parque automotor en 2008, al 52,1% en 2011.

Gráfico 63. Medellín y área metropolitana:parque automotor circulante, 2008-2011

Fuente: Metroinformación

767

.548

854

.473

936

.365

1.0

18.2

57

337

.477

386

.941

437

.270

487

.600

430

.071

467

.532

499

.095

530

.657

2008 2009 2010 2011 Total vehículos Motos Otros vehículos

Este crecimiento en el número de vehículos no parece ser un fenómeno exclusivo de Medellín, pues de acuerdo con el Índice de Ciudades Verdes de América Latina muchas ciudades de la región a pesar de establecer sistemas de transporte público exitosos no han logra-do que sus habitantes se desprendan del uso del automóvil particular y esto se ha atribuido en parte a que existe una relación entre el in-greso y el número de vehículos por persona, independientemente del tamaño y calidad del sistema de transporte público (Siemens, The Economist, 2010, p. 15). Claramente esto no exonera al Estado de la responsabilidad de

gestionar sistemas de transporte público efi-cientes y, más que alivianar la carga, supone retos adicionales asociados a la capacidad y calidad de la malla vial, el control del tránsi-to, las acciones para contener la congestión y evitar efectos negativos sobre los tiempos de desplazamiento y la calidad del medio am-biente, así como para preservar la seguridad en las vías.

En cuanto al Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá –SITVA– constituido por el Metro, los Metrocables, el Metroplús y el futuro Tranvía del corredor de Ayacucho se observa-ron importantes avances en el cuatrienio que finalizó. Específicamente se concluyó la cons-trucción del Metrocable Nuevo Occidente que conecta a las comunas de San Javier y Robledo con el Metro y sirve de conexión con munici-pios del occidente antioqueño; se ejecutó la línea del Cable Arví, que tiene el propósito de fomentar el turismo hacia el Corregimiento de Santa Elena; y se construyó un Cable en el corregimiento de Palmitas.

Adicionalmente, y después de múltiples retra-sos, en diciembre de 2011, bajo la dirección del Metro, entró en operación la Línea uno del Metroplús con 12,5 kilómetros de extensión comprendidos entre la Universidad de Mede-llín y el Parque de Aranjuez, que de acuerdo con información publicada en El Colombiano (2012) superó las expectativas de pasajeros por día en sus dos primeros meses de operación. No obstante, continúan vigentes retos impor-tantes frente al Sistema: de un lado, la integra-ción completa que finalmente deberá abarcar lo institucional, operativo, físico y tarifario; la definición de la operación de las rutas alimen-tadoras y la reorganización del transporte pú-blico colectivo que implica la desvinculación de un considerable número de vehículos de

7070

acuerdo con el estudio realizado por la firma Akiris en 2007 (MCV 2010, p. 46) y, de otro lado, la finalización de las obras de Metroplús con los 18,1 kilómetros de las pre-troncales del sur (11,3km en Itagüí, 3,8 km en Envigado y 3,0 km en Medellín), teniendo en cuenta que la Línea uno que entró en operación representa el 40,8% del total de 30,6 kilómetros previstos para el Sistema (DNP, 2009).

Particularmente, en relación con este último aspecto se tiene que en 2008 se habían chata-rrizado 4 vehículos, pero al cierre del 2011 se había avanzado hasta 384 buses, superando la meta prevista para antes de la entrada en operación del Metroplús fijada en 250, pero deja como reto la cantidad que deben ser des-vinculados del transporte colectivo, posterior al inicio de la operación del Metroplús que, de acuerdo con la información presentada en la sesión ordinaria del Concejo de Medellín el 23 de julio de 2009, ascendía a 2.300 vehículos.

En relación con la evolución de la malla vial y de acuerdo con algunos expertos consultados, dadas las características geográficas y de urba-nización, la ciudad tiene pocas posibilidades de ampliar significativamente sus vías y, en ese sentido, cobra gran importancia por encima de la longitud, todas aquellas acciones que po-tencien la capacidad de las existentes, como, por ejemplo, la construcción de puentes y de intersecciones para tener mayor conectividad y continuidad (MCV, 2011). En esta dirección, cabe destacar que se lograron ampliaciones e intervenciones de vías en el marco del Plan de Desarrollo “Medellín es Solidaria y Com-petitiva”.68

Respecto a la calidad de las vías, de acuerdo con datos suministrados por la Secretaría de Obras Publicas a través de Metroinformación

para el periodo 2009-2011, se observa que el porcentaje de vías clasificadas69 como defi-cientes disminuyó del 25,7% al 21,9%, las que estaban en condiciones aceptables pasaron del 54,9% al 52,9%, las que estaban en buen estado permanecieron casi estables y representaron el 7,5% en 2009 y el 7,25% en 2011. En contraste, las vías en excelentes condiciones aumentaron del 11,9% al 17,9% en el mismo periodo.

Por su parte, los resultados de la Encuesta de Percepción muestran que la satisfacción ciu-dadana con las vías de la ciudad, medida en una escala de uno a uno a cinco donde uno es muy insatisfecho y cinco muy satisfecho, fue en promedio durante el periodo de 3,9 y aumentó del 64% en 2008 al 76% en 2011. Adicionalmente, como se observa en la tabla 8, esta satisfacción con las vías en la ciudad fue la más elevada durante todo el periodo en

68 En el cuatrienio 2008-2011 sobresalieron obras como la construcción de la Avenida 34 entre Las Palmas y Palos Verdes, la doble calzada Las Palmas tramo 5 (Country Club – Chuscalito), las vías estructurantes en Pajarito, la ampliación de la Carrera 65 y la 80; vías en el sector de Belén como la Carrera 76 y la Calle 14, la intervención de la vía Piedra Gorda Mazo-El Tambo y el viaducto de la carrera Girardot. También, aunque la meta prevista era de tres puentes sobre el río, se logró avanzar en dos de ellos, con la construcción del Puente de la Calle 4 Sur y la intervención del Puente de la Calle 33. (Alcaldía de Medellín 2011b, pp. 104-108 y 2012 pp. 83-84).

69 El estado de la malla vial se relaciona con el tipo de intervención que se requiere para su mantenimiento así: excelente corresponde a las vías que requieren mante-nimiento rutinario de limpieza y señalización; en buen estado se clasifican las que requieren sellado de grietas y parcheos puntuales; en estado aceptable se catalo-gan aquellas que exigen parcheos masivos y fresado; y, finalmente deficientes son aquellas que necesitan diseño para su rehabilitación.

7171

comparación con las ciudades de la Red Cómo Vamos con información disponible. Particular-mente en 2011 la menor satisfacción se registró en Bogotá y Cali con 15% y 14% de personas satisfechas respectivamente.

Tabla 8. Red de Ciudades Cómo Vamos: porcentaje de personas que se sienten algo o muy satisfechas con

las vías en la ciudad, 2008-2011

Ciudad 2008 2009 2010 2011

Barranquilla 32% 31% 47% 46%

Bogotá 14% 17% 10% 15%

Bucaramanga n. d. n. d. 30% 18%

Cali n. d. 12% 27% 14%

Cartagena 8% 17% 22% 15%

Ibagué n. d. n. d. 21% 17%

Medellín 0,64 0,69 77% 76%

Pereira n. d. n. d. n. d. 69%

Valledupar n. d. n. d. 41% 37%

n. d.: Datos no disponibles. Fuente: Red de Ciudades Cómo Vamos

En cuanto al control del tránsito, se tiene que en el cuatrienio se implementó gran parte del Sistema Inteligente para la Movilidad de Mede-llín –SIMM– que tiene como objetivo mejorar la movilidad y la seguridad vial, a partir del uso de herramientas tecnológicas de última generación que permitan, entre otras cosas, fortalecer el control que ejercen los agentes de tránsito y optimizar su desempeño. El SIMM tiene entre sus componentes las fotomultas, un circuito cerrado de televisión, un sistema de paneles informativos variables, apoyo a la red de semáforos, control de flota y un software que integra todos los aplicativos.

Pese a este avance tecnológico la satisfacción ciudadana con el tránsito en la ciudad fue re-lativamente baja y permaneció prácticamen-te estable si se observan los resultados de la Encuesta de Percepción para trece aspectos

evaluados. En la escala de satisfacción, el nivel promedio pasó de 3,6 a 3,5, y la proporción de personas algo o muy satisfechas se redujo en once puntos porcentuales alcanzando el 48% en 2011. Los aspectos que más se deterioraron según la ciudadanía fueron los paraderos en la ciudad, las campañas educativas, la capacita-ción y la suficiencia de los policías de tránsito, y la semaforización de las vías como se observa en la tabla 9.

Tabla 9. Medellín: satisfacción ciudadana con diferen-tes aspectos del tránsito en la ciudad, 2008 y 2011

Aspecto evaluadoNivel promedio de satisfacción

% de personas algo o muy satisfechas

2008 2011 2008 2011Semaforización de cruces peatonales 3,7 3,7 63% 59%

Semaforización de vías 3,8 3,6 66% 57%Suficiencia y demar-cación de las cebras peatonales

3,7 3,6 61% 54%

Señalización de vías 3,7 3,5 61% 51%Control al transporte público 3,5 3,5 53% 49%

Atención de accidentes 3,6 3,5 57% 48%Señalización de desvíos por obras 3,6 3,4 60% 46%

Organización del trans-porte público 3,6 3,4 57% 46%

Suficiencia y capacita-ción de los policías de tránsito

3,6 3,4 59% 46%

Paraderos en la ciudad 3,7 3,4 64% 42%Control al cumplimiento de normas de tránsito 3,4 3,3 52% 42%

Campañas educativas 3,6 3,3 57% 41%Sitios para parquear 3,5 3,3 53% 41%Promedio 3,6 3,5 59% 48%

Fuente: Medellín Cómo Vamos

Otro de los aspectos cruciales de la movili-dad es el relacionado con la seguridad vial. En Medellín se reportaron en promedio 22.010 accidentes anuales (choques simples) y, a 2011

7272

se contabilizaron 22.526 para una reducción del 3% en el periodo. Como se observa en el gráfico 64, la tasa de muertes en accidentes de tránsito por cada cien mil habitantes cerró el cuatrienio en 12,9, con 1,3 puntos porcen-tuales menos que en el 2008 y, si bien en 2011 hubo veintiuna muertes menos que al inicio del periodo, los casos fatales fueron en pro-medio 309, lo que sigue siendo muy elevado si se compara con otras ciudades de similar parque automotor como Barcelona que con un total de 976.345 vehículos tuvo un total de 31 muertos en accidentes de tránsito en el año 2011 (Ayuntamiento de Barcelona, 2012).

Fuente: Metroinformación

Gráfico 64. Medellín: muertes en accidentesde tránsito y tasa por cien mil habitantes, 2008-2011

327

306 295

306

2008 2009 2010 2011

Tasa: 14,2

Tasa: 12,9 Tasa: 13,2 Tasa: 12,6

Al comparar la tasa de muertes en accidentes de tránsito por cada cien mil habitantes para las ciudades de la Red Cómo Vamos se obser-va, como aparece en la tabla 10, que al cierre de 20011 las ciudades con las tasas más altas fueron: Ibagué con 17 muertes por cada cien mil habitantes y Valledupar y Pereira con 15 en cada caso. En contraste, las ciudades con menor tasa fueron Barranquilla, Cartagena y Bogotá con 6, 7 y 8 muertes, respectivamente, por cada cien mil habitantes. Cabe destacar además, que las ciudades que lograron un mayor descenso en sus tasas comparando los datos de 2008 y 2011 fueron: Bucaramanga que pasó de 19 a 15, Cali de 16 a 12, Barranquilla de 10a 6 y Cartagena de 10 a 7. En Bogotá la

tasa permaneció estable y todas las demás ciu-dades la variación fue de un punto porcentual durante el periodo.

Tabla 10. Red de Ciudades Cómo Vamos: Tasa de muertes en accidentes de tránsito por cada cien mil

habitantes, 2008-2011

Ciudad 2008 2009 2010 2011Ibagué 16 16 15 17Valledupar 14 17 18 15Pereira 14 16 15 15Bucaramanga 19 17 13 14Medellín 14 13 13 13Cali 16 18 15 12Manizales 11 8 16 12Bogotá 8 7 7 8Cartagena 10 9 7 7Barranquilla 10 8 6 6

Fuente: Tasas de 2008 a 2010 tomadas del Forensis del Instituto Nacional de Medicina Legal. Cálculos propios para la tasa de 2011 con datros de población provenientes del DANE y número total de muertes en accdidentes tomados de datos preliminares del Instituto Nacional de Medicina Legal.

Ahora, al desagregar los datos de muertes en accidentes de tránsito en Medellín por el tipo de víctima, como se observa en el gráfico 65, en promedio un 52%, correspondieron a peatones, aunque disminuyeron en seis puntos porcen-tuales con treinta casos menos entre 2008 y 2011. Seguido aparecen los motociclistas y los pasajeros de moto que representaron en pro-medio el 36% del total de víctimas fatales y, a diferencia de los peatones, aumentaron su par-ticipación pasando del 36% en el 2008 al 43% en 2011 con dieciséis casos más. Los ciclistas, por su parte, representaron en promedio el 5% de las muertes totales para el periodo, pero redujeron su participación, pasando del 6% en 2008 al 3% en 2011, con nueve casos menos. Finalmente, el porcentaje restante, alrededor del 8% les correspondió a otros conductores y pasajeros, y sus participaciones permanecie-ron prácticamente estables.

7373

Fuente: Metroinformación

170

117

13 18 9

154

110

14 17 11

176

88

13 12 6

140 133

16 9 8

Peatones Motociclistas y pasajeros de moto

Otros pasajeros Ciclistas Conductores deotros vehículos

Gráfico 65. Medellín: número de muertes enaccidentes de tránsito por tipo de víctima, 2008-2011

2008 2009 2010 2011

Pese a que la Administración Municipal realizó el “Plan de Educación para la Seguridad Vial en Medellín, 2008-2011” que contemplaba un marcado énfasis en cuanto a la educación y el trabajo en alianzas con diferentes sectores de la sociedad como instituciones educativas y organizaciones sociales, las campañas de edu-cación ciudadana no fueron continuas durante el periodo y los esfuerzos se concentraron prin-cipalmente en el uso de herramientas tecnoló-gicas, como las multas por foto-detección, para lograr un mayor control sobre el cumplimiento de la norma, pero el impacto de esto sobre la accidentalidad y el número de muertes por esta causa no fue significativa.

En ese sentido, la ciudad deberá revisar y ajustar las estrategias de tal manera que sean integrales, corresponsables con los diferentes actores de la sociedad, pero sobre todo conti-nuas en el largo plazo. Éstas deben incorporar la pedagogía ciudadana, pero también regu-laciones estrictas sobre el comportamiento en las vías, en especial, sobre los límites de velocidad permitidos, con un enfoque de pro-tección del ser humano como prioridad bajo principios de auto-cuidado y respeto por las normas, toda vez que es sabido, a partir de diferentes estudios internacionales, que existe una correlación positiva entre la velocidad y la accidentalidad (MCV, 2012a). Finalmente,

se deben reforzar todas las herramientas tec-nológicas que ayuden a ejercer mayor control sobre el cumplimiento de las normas a través de la imposición de sanciones monetarias a quienes las infrinjan.

Espacio públicoEl espacio público urbano cada día cobra ma-yor importancia debido al papel que cumple como eje estructurante de la ciudad como un bien público. A pesar de que durante años en Medellín no se priorizo el espacio público den-tro de la inversión pública, para darle paso a avances en otros aspectos tan fundamentales como la educación, la salud, e incluso las vías, en las dos últimas administraciones se le dio un lugar preponderante al espacio público y se pasó de una percepción de este como simple ornato a una visión en la que el espacio público es primordial para la constitución de la ciudad (MCV, 2008a)

Medellín Cómo Vamos le hace seguimiento al espacio público de la ciudad a partir de indi-cadores como el de espacio público efectivo y espacio público peatonal por habitante, cuya fuente es la Alcaldía de Medellín a través de la oficina de Metroinformación.

Al respecto, es importante resaltar los esfuer-zos realizados desde la Administración Munici-pal en el último cuatrienio para la construcción y actualización periódica de información cuan-titativa sobre espacio público, que en el año 2008 era prácticamente inexistente para la ciu-dad. Esto, sin desconocer que siguen existien-do grandes retos en cuanto a la disponibilidad de información desagregada para las diferentes comunas de la ciudad, sobre el déficit y calidad del espacio público, aunque se valoran algu-nos ejercicios que frente a este último tema se han desarrollado en años recientes (MCV,

7474

2011, p. 68). El análisis del espacio público es complementado con algunos indicadores de satisfacción ciudadana provenientes de la En-cuesta de Percepción realizada por el Programa y con datos asociados al Plan de Desarrollo correspondiente al periodo de análisis.

El balance respecto al espacio público en Me-dellín en el cuatrienio 2008-2011 muestra un saldo positivo en cuanto a los metros cuadra-dos totales de espacio público efectivo, enten-dido como el espacio de carácter permanente conformado por zonas verdes, parques, plazas y plazoletas definido en el Decreto 1504 de 1998, el cual aumentó en un 3,6%. Sin embargo, dado que la población tuvo una tasa de crecimien-to anual superior a la del espacio público en términos absolutos, el indicador per cápita al cierre del cuatrienio permaneció prácticamente estable en 3,8 m2 (véase gráfico 66).

Fuente: Metroinformación

Gráfico 66. Medellín: metros cuadrados totales yper cápita de espacio público efectivo, 2008-2011

8.546.250

8.782.271 8.853.621 8.856.766

2008 2009 2010 2011

3,85 m 2 3,83 m 2 3,79m 2

3,79 m2

Si se analiza la evolución del espacio público a partir del indicador de espacio efectivo por habitante, la ciudad se ubicó lejos de alcanzar las metas propuestas tanto en el contexto na-cional, como local. De acuerdo con el Decreto 1504 de 1998 el índice mínimo de espacio pú-blico efectivo al que deben llegar las ciuda-des del país en el largo plazo, a partir de las acciones contempladas en sus Planes de Or-denamiento Territorial –POT–, es de 15m2 por habitante y, particularmente, en el POT de Me-

dellín la meta se fijó en 10m2 para el año 2020. Adicionalmente, en la Visión Colombia 2019 se planteó como meta alcanzar un total de 6m2 por habitante para el año 2010 y de 10m2 para el 2019. Por su parte, en el Plan de Desarrollo “Medellín es Solidaria y Competitiva”, definido para el periodo 2008-2011, se planteaba una meta de 4,6m2 que, manteniendo el crecimien-to de la población en 1,2% anual (promedio del periodo), hubiese implicado la construcción de aproximadamente 2.204.683m2 adicionales, de los cuales solo se construyeron 310.516m2.

Por su parte, el indicador de espacio público peatonal por habitante en la ciudad, que co-rresponde a los metros cuadrados de andenes en relación con la población, también perma-neció prácticamente invariable y al cierre del 2011 fue de 1,79 m2 pese a la construcción de más de doscientos mil metros cuadrados en el cuatrienio.

La información hasta aquí presentada deja en evidencia desafíos para la ciudad en términos de construcción de más espacio público, sin embargo, no se puede dejar de lado que los indicadores empleados no incorporan espacios que actualmente están disponibles para el dis-frute de la ciudadanía y que impactan su cali-dad de vida, como son por ejemplo alamedas, áreas libres de los equipamientos, áreas com-plementarias del sistema vial, espacio público rural con acceso para los habitantes del área urbana y equipamientos privados de disfrute público, entre otros. Y, desde esta perspectiva se requieren mayores esfuerzos para avanzar en la medición de aspectos como el déficit de espacio público, la calidad del espacio público y en la definición de mediciones alternativas que incorporen elementos que quedan por fuera del indicador propuesto por el Decreto 1504 (MCV, 2010c). Aunque desde Metroinfor-

7575

mación se venía avanzando en la construcción de indicadores de calidad del espacio público (MCV, 2011, p. 68-69) aun no se cuenta con información al respecto.

Indicadores complementarios provienen de la Encuesta de Percepción Ciudadana, con-cretamente para el periodo 2009 y 2011,70 y reflejan una satisfacción creciente frente al es-pacio público en la ciudad. Como se observa en el gráfico 67, en una escala de uno a cinco, donde uno es muy insatisfecho y cinco muy satisfecho, el nivel promedio de satisfacción pasó de 3,5, con un 55% de personas algo o muy satisfechas, a 3,7 y 62%, respectivamente. Y, al ahondar sobre las razones por las cuales reportaron esos niveles de satisfacción, las más mencionadas fueron que se puede caminar por los andenes (59%), que se han organizado o no hay tantos vendedores ambulantes (46%) y que se ha recuperado el espacio público (40%), así como razones referidas a la amplitud, el aseo, la suficiencia y la belleza de los espacios. En contraste, solo hubo un 6% de las personas manifestó estar insatisfecho y se refirieron, principalmente, que hay muchos vehículos parqueados en las aceras (52%), que los ven-dedores ocupan el espacio público (51%) y que hay inseguridad (44%).

55%

62%

65%

33%

30%

29%

12%

8%

6%

2009 (3,5)

2010 (3,7)

2011 (3,7)

Gráfico 67. Medellín: satisfacción conel espacio público en la ciudad, 2009-2011

Algo o muy insatisfecho Ni satisfecho ni insatisfecho Algo o muy satisfecho

Fuente: Medellín Cómo Vamos. En 2008 no se incluyó la preguntasobre la satisfacción general con el espacio público.

Finalmente, de acuerdo con expertos consulta-dos (MCV, 2012b), si bien en los años recientes la ciudad ha avanzado positivamente en rela-ción con el espacio público y la apropiación del mismo por parte de la ciudadanía, aun tiene mucho por hacer al respecto. Los principales retos enunciados, más allá de lograr una me-dición más integral del espacio público, tienen que ver con el desarrollo de espacios públicos potenciales asociados a los sistemas naturales de Medellín y del Valle de Aburrá, tales como el Río, las quebradas, los cerros, los bordes otros espacios que hoy existen en la ciudad, pero que requieren una intervención para que puedan ser accesibles a la ciudadanía. Adicio-nalmente, el experto considera que quizás más importante aún que generar muchos metros el espacio público aislado, la prioridad debe ser la creación de un sistema de espacio público interconectado e integrado con la ciudad para lograr mayores impactos positivos sobre la ca-lidad de vida de los habitantes en la medida en que puedan disfrutar de ellos e incorporarlos en su vida cotidiana.

70 La pregunta sobre satisfacción con el espacio público en general se incorporó en la Encuesta de Percepción a partir de 2009.

7676

Finanzas públicas

Las finanzas públicas municipales entre 2008 y 2011 tuvieron un desempeño positivo en tanto que se generó un adecuado nivel de recursos propios y se cumplió con todos los límites del gasto de acuerdo con

la Ley, además de tener una inversión promedio anual del 86%. Se destaca que del total de ingresos del municipio un 21% provino de los excedentes de EPM y que la deuda pública del municipio tuvo un

incremento del 139% respecto al monto del año 2008, aunque esto no afectó la sostenibilidad del municipio. El indicador de desempeño fiscal del DNP fue en promedio de 82,0 entre 2008 y 2010 y ubicó a Medellín

en el primer lugar entre las ciudades capitales del país. En contraste, la percepción ciudadana sobre el manejo de los recursos tuvo una disminución de veinte puntos porcentuales durante el periodo.

La gestión pública es uno de los elementos más influyentes en la calidad de vida de los ciudadanos, dado que su papel radica en po-tenciar el bienestar de los ciudadanos en temas prioritarios del desarrollo como: salud, educa-ción, medio ambiente, entre otros, mediante el diseño, la implementación, seguimiento y evaluación de políticas públicas que den cuen-ta de las necesidades de la población. Esta gestión está condicionada, entre otros, a la disponibilidad de recursos con los que cuen-tan los gobernantes y sus equipos de trabajo y a la forma en que hacen uso de ellos. Así, el impacto de las iniciativas a favor de la calidad de vida de los ciudadanos está estrechamente relacionado con la adecuada administración del erario público.

Las finanzas públicas municipales en el cua-trienio 2008-2011 tuvieron un desempeño so-bresaliente a la luz de los indicadores finan-cieros analizados. Medellín generó recursos propios por encima de los recursos del Sistema General de Participaciones, cumplió con todos los límites del gasto de provistos en la Ley y generó una elevada inversión. No obstante, cabe anotar que los indicadores empleados, en su mayoría, son los propuestos por la me-

todología del Departamento Nacional de Pla-neación –DNP– para hacer seguimiento a la gestión fiscal de los municipios y toman como referente los límites establecido en la norma-tividad vigente en el país. En ese sentido, es necesario aclarar que dicha metodología no tiene como objetivo hacer evaluaciones sobre temas como: corrupción, calidad del gasto pú-blico, impacto de las inversiones realizadas por los mandatarios locales o percepción sobre la gestión de un mandatario local (DNP, 2011b, p. 52), que requerirían la construcción de otro tipo de mediciones que hasta el momento, con excepción de algunos datos relacionados con la percepción en las ciudades de la Red Cómo Vamos en el país, no se han estandarizado, ni cuentan con actualizaciones periódicas y comparables.

Los indicadores financieros empleados en este informe se agrupan en cuatro categorías que son: la disponibilidad de recursos, el manejo del gasto, la sostenibilidad del mismo y el ma-nejo de la deuda. Se evalúan seis indicadores provenientes de la Secretaría de Hacienda Mu-nicipal, a través de Metroinformación, y son: la dependencia propia y de las transferencias y regalías; la autofinanciación de los gastos de

7777

funcionamiento; la importancia de la inversión dentro del gasto global; la capacidad de ahorro o solvencia y el respaldo de la deuda o soste-nibilidad. Esta información se complementa con el indicador sintético de desempeño fiscal elaborado por el DNP. Y, adicionalmente, se tiene en cuenta un indicador de percepción ciudadana, proveniente de la Encuesta de Me-dellín Cómo Vamos, sobre la satisfacción con el manejo de los recursos públicos por parte de la Administración Municipal.

Respecto a la disponibilidad de recursos se analizan los indicadores correspondientes a los recursos propios y la dependencia de las transferencias del Sistema General de Parti-cipación y las regalías. El primero da cuenta de los ingresos que son producto del esfuerzo que hace la Administración para garantizar re-cursos complementarios a las transferencias y regalías que contribuyan a financiar el gasto relacionado con el cumplimiento de sus com-petencias. Y, el segundo, depende del modelo de transferencias intergubernamentales del país. Particularmente, en Medellín se observó durante el cuatrienio 2008-2011 una mayor par-ticipación de los recursos propios que de las transferencias y ambos indicadores año a año alcanzaron niveles favorables como se observa en los gráficos 68 y 69.

La razón de dependencia propia, que muestra el peso relativo de los ingresos propios71 sobre los ingresos corrientes, entre 2008-2011, fue en promedio del 64,8%, aumentó en 9,2 puntos por-centuales y alcanzó su valor máximo en el último año del cuatrienio cuando fue del 70,8%. Y, la razón de dependencia de las transferencias del Sistema General de Participaciones –SGP–, que mide la importancia que estos recursos tienen en relación con el total de fuentes de financiación, fue del 19,1% en promedio y alcanzó su valor máximo en el año 2009 cuando fue del 20,6%.

61,6% 62,3% 64,7%

70,8%

2008 2009 2010 2011

Gráfico 68. Medellín: participación de los ingresospropios frente al total de ingresos, 2008-2011

Fuente: Metroinformación

18,6%

20,6%

18,8% 18,2%

2008 2009 2010 2011

Gráfico 69. Medellín: participación de lastransferencias del Sistema General de Participación

frente a los ingresos, 2008-2011

Fuente: Metroinformación

71 Los ingresos propios, de acuerdo a clasificación incluida en las disposiciones generales del presupuesto general del Municipio para la vigencia 2012 (Decreto 2141 de diciem-bre de 2011), comprende los siguientes rubros: recursos ordinarios, recursos del crédito, contribución especial de seguridad, sobretasa a la gasolina, expedición de certifi-cados sanitarios, impuesto predial D.E., alumbrado pú-blico, construcción terminales, zonas verdes recreación y equipamientos, fondo de solidaridad servicios públicos, fondo de solidaridad tasa de aseo, construcción equipa-mientos, rendimientos financieros del Fondo EPM, es-tampilla adulto mayor, multas comparendo ambiental, rendimientos financieros estampilla pro adulto mayor, intereses recuperación cartera EPM, crédito externo AFD - Francia, rendimientos financieros contribución especial contratos de obra pública, rendimientos financieros del suelo zonas verdes, rendimientos financieros construcción equipamientos, rendimientos financieros construcción ter-minales, recuperación cartera fondo EPM sin situación de fondos, aprovechamiento económico del espacio público, rendimientos financieros aprovechamiento económico del espacio público, estampilla procultura, recursos ordinarios excedentes adicionales EPM, recursos ordinarios exceden-tes extraordinarios EPM, recursos ordinarios excedentes ordinarios EPM.

7878

Como se observa en la tabla 11, del total de recursos del municipio durante cuatrienio 2008-2011, en promedio, el 21% provino de los exce-dentes de EPM. De acuerdo con Metroinforma-ción, para dicho periodo el Concejo Municipal permitió la apropiación de $750.000 millones de pesos para financiar proyectos estratégicos del Plan de Desarrollo “Medellín es solidaria y equitativa” y esto se hizo mediante el Acuerdo 16 de 2008, en el cual se definió que se haría en sumas de $187.500 millones de pesos en cada una de las vigencias del cuatrienio. Adicional a lo anterior, en caso de contar con excedentes superiores a los 187.500 millones anuales, estos

fueron ajustados en el transcurso de la vigencia y distribuidos entre los diferentes proyectos que integran el Presupuesto General del Municipio de Medellín, dándole prioridad a los más estra-tégicos de la ciudad, entre ellos, por ejemplo, el Fondo EPM para la Educación Superior y los Proyectos Urbanos Integrales.

Particularmente en 201172 los recursos de EPM transferidos al municipio en total ascendieron a $797.500, un 21% de los ingresos totales, y fueron destinados principalmente a espacio público e infraestructura vial (12,4%), educa-ción (11,9%) y asistencia a población vulnera-ble (11,4%), entre otros.73

Tabla 11. Medellín: ingresos municipales por fuentes (millones de pesos corrientes), 2008-2011

Ingresos 2008 2009 2010 2011Total por

fuente para el periodo

% de cada fuente sobre el

total del periodo Propios sin EPM 1.154.673 1.474.434 1.511.362 1.705.830 5.846.299 42%Transferencia de EPM 670.827 587.019 846.844 797.500 2.902.190 21%Transferencias del SGP 552.479 682.841 684.396 717.795 2.637.511 19%Recursos del crédito 1.800 39.500 5.000 290.579 336.879 2%Otros 585.920 525.244 598.421 437.247 2.146.832 15%Total 2.965.699 3.309.038 3.646.023 3.948.951 13.869.711 100%

Fuente: Metroinformación, Secretaría de Hacienda

72 En 2011 por decisión del Concejo de Medellín, los re-cursos inicialmente estipulados como ordinarios fue-ron llevados a extraordinarios, mediante propuesta de modificación al Proyecto de Acuerdo No 292 de 2010, en uso de las atribuciones legales y constitucionales conferidas a este organismo en el artículo 313 de la Constitución Política, la Ley 136 de 1994, Ley 617 de 2000, Ley 819 de 2003, Decretos Nacionales 111 y 568 de 1996, Decreto Municipal 006 de 1998 y Acuerdos 49 de 2008 y 02 de 2009.

73 Además de los rubros enunciados, las transferencias de EPM en 2011 se distribuyeron en salud (9,8%), de-porte y recreación (8,9%), arte y cultura (8,4%), vivienda y entorno (6,7%), alimentación escolar (6,6%), fomento al desarrollo, ciencia y tecnología (4,8%), justicia y se-guridad (4,8%), medio ambiente (4,3%), saneamiento básico y agua potable (3,8%), prevención y atención de desastres (3,0%), fortalecimiento institucional (3,0%), comunicaciones (0,2%),

En cuanto al manejo del gasto, los indica-dores empleados son la autofinanciación de los gastos de funcionamiento y la magnitud de la inversión, que reflejan la consistencia de los gastos de las administraciones con su realidad financiera. En el primer caso, el indicador de autofinanciación de los gastos de funcionamiento mide qué parte de los recursos de libre destinación está asignada para pagar la nómina y a cubrir los gastos generales de operación de la administración municipal. En promedio, para el periodo de análisis, esta razón fue del 38,6% y alcanzó el máximo valor del periodo en 2011 cuando fue

7979

del 39,8%.74 Este resultado es favorable, en tanto que lo deseable es que este indicador sea igual o menor al límite del 50% estable-cido en la Ley 617 de 2000. En el segundo caso, la proporción promedio de gasto total que fue destinada a inversión fue del 86% y permaneció estable, lo que muestra que en la Administración se realizó una adecuada priorización del gasto de inversión para llevar a cabo las tareas que se le han asignado a par-tir del modelo de descentralización del país.

Ahora, el indicador de capacidad de ahorro que corresponde a la participación de los in-tereses con respecto al ahorro operacional, es una medida de la solvencia que tiene la ciudad para generar excedentes propios que se destinen a inversión, complementariamente al uso de transferencias provenientes del SGP. En Medellín este indicador está particularmente marcado por los recursos provenientes de los excedentes de EPM, que le permitieron al mu-nicipio tener un bajo nivel de endeudamiento y lograr un resultado del 2,8% en promedio durante el periodo 2008-2011. El indicador fue descendiente y pasó del 3,9% en 2008 al 2,0% en 2011, ubicándose lejos del límite superior fijado por la Ley 358 de 1997 en el 40%.

El indicador de respaldo del servicio de la deuda mide la sostenibilidad de la deuda y refleja la capacidad que tiene la administración municipal para garantizar el pago de la deuda con los ingresos que genera. Entre más alta sea la relación deuda a ingresos, más difícil será para la ciudad sostener su endeudamiento y, probablemente, más alto será el costo de adquirir nuevos créditos. Este indicador es-tá reglamentado por las Leyes 358 de 1997 y 819 de 2003 e idealmente se esperaría que no excediera un 80% la deuda total para que no supere la capacidad de pago de la entidad, ni

comprometa su liquidez en el pago de otros gastos. En Medellín durante el periodo 2008-2011 esta proporción alcanzó un máximo del 34,0% en 2011 y fue del 23,8% en promedio (véanse gráficos 70 y 71).

Fuente: Metroinformación

3,9%

2,8% 2,5% 2,0%

2008 2009 2010 2011

Gráfico 70. Medellín: participación de los interesescon respecto al ahorro operacional, 2008-2011

Fuente: Metroinformación

20,4% 20,6% 20,3%

34,0%

2008 2009 2010 2011

Gráfico 71. Medellín: relación de la deuda sobre

los ingresos totales corrientes, 2008-2011

Si bien el indicador se muestra muy lejano del límite superior considerable adecuado por la norma, es importante destacar que el endeu-damiento de la ciudad experimentó un incre-mento importante en el último cuatrienio y, particularmente en el último año en el cual la

74 El indicador de cumplimiento de Ley 617 para la vi-gencia 2011, corresponde al calculado por la Unidad de Presupuesto, debido a que la Contraloría General de la República aún no ha certificado el cumplimiento de dicha Ley con corte a diciembre 31 de 2011. El valor de las vigencias anteriores corresponden a lo certificado por la Contraloría General de la República.

8080

deuda del municipio superó en un 139% la con-traída hasta el año 2008 y ascendió $505.816 millones de pesos. El crecimiento del endeu-damiento en el cuatrienio se dio a través de la adquisición de recursos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo –BID–, para el Programa de Convivencia Ciudadana, y con la Agencia Francesa para el Desarrollo –AFD–, para el programa Corredores Verdes de Medellín que incluye el Tranvía de Ayacucho y dos cables. Estos últimos recursos habían sido programados para ingresar en la vigencia 2010, pero que debido al retraso con ocasión de los vistos buenos del Ministerio de Hacienda y el DNP ingresaron en 2011, adicionalmente a los recursos programados para ser desembolsados efectivamente en esa vigencia. De acuerdo con el informe de análisis de la deuda pública (Al-caldía de Medellín 2012) en el consolidado de la deuda el 60% ($200.545 millones) correspon-dió a deuda interna y el 40% restante ($305.271 millones) a deuda externa.

Ahora, el indicador de desempeño fiscal del DNP se presenta con un año de rezago y, por tanto, el dato más actualizado corresponde al 2010. Este indicador varía entre cero y cien, siendo cero el peor desempeño fiscal y cien el mejor posible. Entre 2008 y 2010 el indicador sintético para Medellín fue en promedio de 82,1 y, específicamente, fue de 89,4 en 2010, con 8,6 puntos más que en 2008.

Estos resultados destacaron a Medellín tanto entre los municipios capitales, como entre el total de municipios del país, por sus bue-nos resultados fiscales. Desde 2008 la ciudad encabezó la lista de mejor desempeño entre municipios capitales y ascendió en su posi-ción relativa frente al total de municipios del país, en 2008 había ocupado el lugar 19 y en 2010 ocupó el número 7. En comparación con

las ciudades de la Red Cómo Vamos, como se observa en la tabla 12, Medellín obtuvo el mayor indicador de desempeño fiscal entre 2008 y 2010; todas las ciudades de la Red, sin excepción presentaron aumentos en el indicador en este periodo, en especial Valle-dupar y Barranquilla lograron incrementar su indicador en 15,3 y 14,2 puntos. En 2010 todas, excepto Pereira (79,2), obtuvieron un indicador de desempeño fiscal superior a 80 y después de Medellín los mejores resultados los obtuvieron Bucaramanga (87,0) y Maniza-les (85,3).

Tabla 12. Ciudades de la Red Cómo Vamos: indicador sintético de desempeño fiscal, 2008-2010

Ciudad 2008 2009 2010Barranquilla 70,6 70,4 84,8Bogotá 77,3 73,9 81,0Bucaramanga 75,4 71,9 87,0Cali 69,2 63,2 83,2Cartagena 76,2 65,1 82,3Ibagué 72,6 64,5 83,4Manizales 73,5 69,2 85,3Medellín 80,8 75,9 89,4Pereira 71,3 65,6 79,2Valledupar 69,0 65,8 84,3

Fuente: Departamento Nacional de Planeación.

Pese a al avance reportado por el indicador sintético del DNP, de acuerdo con la Encuesta de Percepción Ciudadana de Medellín Cómo Vamos la proporción de personas satisfechas con la forma como la Alcaldía invirtió el pre-supuesto tuvo una significativa disminución de veinte puntos porcentuales en el periodo. Mientras en 2008 fue del 67%, en 2011 fue del 47% y las personas insatisfechas pasaron de representar el 9% al inicio del cuatrienio al 13% en el último año, como se observa en el gráfico 72. En una escala de 1 a 5, donde 1 es muy insatisfecho y 5 muy satisfecho, el nivel promedio pasó de 3,9 a 3,4 en el cuatrienio.

8181

Finalmente, estos resultados de satisfacción situaron en 2011 a Medellín en el tercer lugar entre las ciudades de la Red Cómo Vamos con información al respecto. Barranquilla ocupó el primer lugar con un 61% de personas satisfe-chas con las forma como el Gobierno Munici-pal invirtió los recursos, luego aparece Pereira con el 57%, seguido por Medellín con el 47% y Cali con un 39%. En cambio, las ciudades con menor satisfacción fueron Cartagena con el 23%, Bogotá con un 20% y Bucaramanga con el 16%.

67%

65%

54%

47%

24%

23%

34%

40%

9%

12%

12%

13%

2008 (3,9)

2009 (3,7)

2010 (3,5)

2011 (3,4)

Gráfico 72. Medellín: satisfacción con la formacómo la Alcaldía invierte los recursos 2008-2011

Insatisfecho

Ni satisfecho, ni insatisfecho

Satisfecho

Fuente: Medellín Cómo Vamos

8282

Síntesis

En el periodo 2008-2011 el gobierno local le apostó como cuatro años atrás a la educación como fuente de progreso social e individual. Esta apuesta se consolidó durante el cuatrie-nio en un salto cualitativo y cuantitativo de la atención integral a la primera infancia a través del Programa Buen Comienzo, que llevó, entre otros a pasar de una cobertura en la atención para los niños de 3 y 4 años de 49,5% a 79,6%. Así mismo se avanzó en el acceso a la educa-ción media y la educación superior que eran los niveles más rezagados, junto con la educación inicial. No obstante, los avances en calidad de la educación son menos significativos frente a los avances en cobertura. No se podrá hablar de ciudad competitiva, sociedad del conoci-miento, y mucho menos de una ciudad equi-tativa mientras una gran mayoría de estudian-tes en formación básica aun no aprendan lo mínimo que deberían aprender para su edad, como quedó en evidencia con la participación de una muestra representativa de estudiantes de la ciudad en la prueba internacional PISA en 2009. Éste se constituye quizás en el mayor reto que la ciudad tendrá que enfrentar en el mediano y largo plazo junto con la seguridad

ciudadana, principalmente lo relacionado con el respeto a la vida y la libertad.

También en términos de formación del capital humano, aquellos aspectos ligados a la salud, especialmente aquellos que más estrechamen-te se relacionan con condiciones de pobreza y de desarrollo humano como son los indicado-res de materno infantiles mostraron tendencias decrecientes en el periodo evidenciando una mayor capacidad del sistema de salud para res-ponder a estos eventos y una mayor educación ciudadana frente a la prevención, en sintonía con las tendencias mundiales durante los úl-timos dos decenios. No obstante, contrasta con una menor satisfacción ciudadana con los servicios de salud y una menor percepción del respeto al derecho a la salud, producto de la crisis del sistema de salud en el país aún no resuelto pese al cambio normativo.

Frente al acceso al mercado laboral, única fuen-te de ingresos para el grueso de la población, hubo unos resultados positivos en sintonía con el mayor crecimiento de la economía especial-mente en 2010 y 2011. El empleo en Medellín y su área metropolitana entre 2008 y 2011 tuvo,

8383

en general, una dinámica positiva reflejada en un aumento de la tasa de ocupación, que pasó del 52,5% al 56,3%, y una disminución de la tasa de desempleo, que pasó del 13,6% al 12,2%. No obstante, pese a la creación de 187.465 empleos en el cuatrienio, la ciudad sigue teniendo una de las tasas de desempleo más elevadas entre las principales ciudades del país y superior a la tasa nacional, lo que llama la atención sobre la necesidad de afianzar los esfuerzos y potenciar los resultados a partir de una política local de empleo.

Respecto a la calidad del empleo se observa un leve deterioro evidenciado en el incremento de las tasas de subempleo subjetivo y objetivo que cerraron el 2011 en un 29,2% y 11,9% res-pectivamente. Sin embargo, los datos sobre informalidad que rondan el 50% y permanecie-ron prácticamente estables, aunque lejos de una situación ideal para la población ocupada, posicionan a Medellín como una ciudad con informalidad baja en el contexto nacional.

La tasa de inflación de Medellín y el área me-tropolitana para el periodo 2008-2011 mostró una tendencia similar a la del país. No obstan-te, la tasa de inflación local fue ligeramente superior a la nacional en el periodo de análisis y al igual que en el país afectó en mayor medi-da a los grupos de ingresos bajos en la ciudad con una diferencia de aproximadamente dos puntos respecto a la inflación de los grupos de ingresos altos. Al cierre del periodo la inflación en el Valle de Aburrá fue del 4,1%.

En cuanto a la seguridad ciudadana, se expe-rimentó un retroceso en cuanto al principal activo de las personas, su vida. La tasa de homicidios aumentó en el periodo un 52,7%, ubicándose en 2011 en 69,7 por cien mil habi-tantes. Adicionalmente, el desplazamiento for-zado intraurbano creció año a año, pasando de

1.233 personas incluidas en el Registro Único de Víctimas en 2008 a 10.612 personas en 2011. Este fenómeno es consecuencia del cambio en el accionar de los grupos al margen de la ley, que había sido advertido por los expertos de tiempo atrás, en su mayoría grupos no iden-tificados, que buscan el control del territorio para facilitar la captura de rentas derivadas de sus actividades ilícitas.

En general, los delitos contra el patrimonio económico presentaron reducciones entre 2008 y 2011, excepción hecha del hurto a mo-tocicletas, que pasó de 1.054 en 2008 a 1.295 en 2011, para un 22,9% más. El hurto de au-tomotores, por su parte, tuvo la menor reduc-ción entre estos delitos con un 1,7%. El hurto a personas en vía pública bajó un 9,2%, el hurto a entidades financieras y comercio un 42,8% y el hurto de bienes muebles en residencias un 49,4%.

En cuanto al hábitat urbano, el déficit cuanti-tativo de vivienda mostró resultados disímiles para los años 2008 y 2009, últimos para los cuales se cuenta con información; así mientras en los estratos dos y tres disminuyó el déficit en 2,7% y 6,6%, respectivamente, en el estrato uno aumentó en un 6,0%, concentrando un 66,7% del déficit total.

Fruto de la alianza entre el sector público y el privado se lograron avances en cuanto al acceso a la vivienda para los estratos del uno al tres con la construcción de 16.505 Viviendas de Interés Social entre 2008 y 2011. Este avance fue percibido por la ciudadanía que mejoró la calificación en cuanto a la suficiencia de la oferta de la oferta en la ciudad y sobre el acceso dada su capacidad económica; no obstante, los resultados del déficit a 2009 evidencian que el impacto para los más pobres no es suficiente para reducir el déficit, dada la persistencia de

8484

problemas como el acceso a subsidios y cré-ditos para la población más vulnerable de la ciudad.

Las proyecciones para el área metropolitana indican que el número de viviendas necesa-rias para a atender el déficit cuantitativo y el crecimiento vegetativo para el año 2030 es de 438.073, unas 24.337 anuales. En el periodo se construyeron 57.208 viviendas de las cuales Medellín concentró el 66% (el 55% de la no VIS y el 83% de la VIS). Esto sugiere el reto de plantear una política metropolitana de vivien-da que equilibre las cargas.

Persiste el reto para el gobierno local en cuanto a la actualización de la información sobre indi-cadores de resultado en vivienda en la ciudad, pues los datos sobre el déficit cuantitativo de vivienda se tienen hasta 2009 y el dato sobre el número total de viviendas ubicadas en zonas de alto riesgo no mitigable está para disponi-ble para el año 2005.

De forma positiva, los servicios públicos do-miciliarios básicos conservaron coberturas del 100% durante el periodo y la cobertura de gas domiciliario aumentó del 53,0% al 65,3%. Asi-mismo, la satisfacción con dichos servicios se mantuvo en un promedio del 93% durante el periodo, constituyéndose en la satisfacción más alta dentro de las diez ciudades que con-forman la Red Cómo Vamos en Colombia.

También se presentaron reducciones en la mo-rosidad en la mayoría de servicios. El total de usuarios morosos de los servicios de energía y agua tuvieron descensos del 44,3% y 23,7% res-pectivamente entre 2008 y 2011 explicados por una mejor situación de la economía y en menor medida por resultados asociados a programas como el de Energía Prepago y Mínimo Vital de Agua. Los usuarios morosos del servicio de gas

en cambio aumentaron en un 119% como una respuesta normal a la expansión del servicio en el periodo.

En cuanto al medio ambiente, en Medellín y la región metropolitana hubo avances en la menor contaminación del aire, principalmente en el contaminante PM10, donde las reduccio-nes en el material particulado fueron desde el 33,8% en la estación Aguinaga hasta el 8,2% en la estación Éxito San Antonio. No obstante, en el caso de PM2.5 aún las estaciones son insuficientes para dar cuenta de la evolución de dicho contaminante. En el caso del río Aburrá-Medellín se evidenciaron ganancias en calidad del recurso hídrico, especialmente en lo correspondiente con la Demanda Bioquí-mica de Oxígeno, aunque las estaciones con calidad crítica del norte del Valle de Aburrá se mantuvieron prácticamente estables y sólo a partir de la entrada en funcionamiento de la Planta de Tratamiento en Bello se empezarían a percibir mejores resultados.

También se destacaron en el periodo mayores acciones frente al reciclaje que dan cuenta de un porcentaje de reciclaje y reutilización en un nivel similar al promedio de las ciudades europeas más importantes; esto es, niveles cercanos al 20% en la región metropolitana.

De otro lado, la actualización del mapa de rui-do de Medellín evidenció en general mayores niveles de ruido frente a la primera medición en 2007 y un bajo control en los usos del suelo definidos en el Plan de Ordenamiento Territo-rial en aquellos sitios donde por definición de-berían darse los menores niveles de ruido. En consonancia, la gestión ambiental en cuanto al ruido fue la peor calificada por la ciudadanía. En general, la gestión ambiental obtuvo bajas calificaciones por parte de la ciudadanía.

8585

Frente a la movilidad vial, el 60% de los viajes en la ciudad se realizaron en transporte público en el cuatrienio 2008-2011 y, aunque el parque automotor registró un crecimiento del 33%, los tiempos de desplazamiento permanecieron iguales para el 70% de la población. Esto puede explicarse gracias a la medida restrictiva del pico y placa, que a partir de 2008 amplió su alcance, aunque los expertos indican que para 2012 se espera un agotamiento de la medida y, por tanto, cambios normativos para mantener los tiempos de desplazamiento estables.

Se registraron avances en el Sistema Integrado de Transporte con la construcción de nuevos Cables y la entrada en operación de la línea uno del Metroplús en 2011. Se logró un importante avance en cuanto al proceso de chatarrización que pasó de 4 buses en 2008 a 384 en 2011 superando la meta prevista para antes de la entrada en operación del Metroplús. No obs-tante, quedan retos en cuanto a lograr la inte-gración plena del sistema y la reorganización del transporte público colectivo que supone la salida de circulación de otro importante nú-mero de vehículos, estimado inicialmente en unos 2.300.

En el cuatrienio se adelantaron obras viales como construcción y mejoramiento de puen-tes sobre el río, interconexiones y ampliacio-nes fundamentales para potenciar la malla vial existente. Se lograron leves mejorías en cuanto a la calidad de la malla vial, en tanto se pasó tener el 11,9% de las vías en excelen-tes condiciones en 2009 al 17,9% en 2011 y se redujo la proporción de las vías deficientes en cuatro puntos porcentuales. Sin embargo, se requieren mayores esfuerzos, en tanto que al cierre del último año un 21,9% de las vías se catalogaba como deficiente y el 52,9% en es-tado aceptable. La satisfacción ciudadana con

las vías en general fue de 3,9, en una escala donde 5 es la máxima satisfacción, y durante todo el cuatrienio Medellín registró el nivel de satisfacción más elevado entre las ciudades de la Red Cómo Vamos.

Se resaltan esfuerzos en cuanto a la implemen-tación del Sistema Inteligente de Movilidad que permite un mayor control del cumplimento de las normas a partir de las multas por foto-detección. No obstante, los impactos sobre la seguridad vial no fueron muy significativos. Aunque la tasa de muertes en accidentes de tránsito pasó de 14,2 a 12,9 por cien mil ha-bitantes entre 2008 y 2011, el total de vícti-mas fatales fue de 309 personas en promedio por año, lo que constituye la segunda causa de muerte violenta en la ciudad. Se requiere la revisión de las estrategias para mejorar la seguridad vial, en especial en relación con la regulación de la velocidad permitida en la ciu-dad y la cultura ciudadana frente al respeto a las normas de tránsito.

El cuanto al espacio público que posibilita el encuentro ciudadano y el disfrute de la ciudad como un bien público, el indicador de espa-cio efectivo total aumentó en el cuatrienio en 310.516,3 m2 adicionales a los que se tenían en 2008 pero, dado el crecimiento de la población, esto no se reflejó en el indicador per cápita que permaneció estable en 3,79m2 todavía distante de la meta de 6 m2 fijada para 2010 según la Visión Colombia 2019.

Por su parte, la satisfacción ciudadana con el espacio público en la ciudad mostró un leve repunte en el periodo 2009-2011 al pasar de de 3,5 a 3,7, en una escala donde la máxima satisfacción es cinco, con un 62% de personas algo o muy satisfechas en 2011.

Infortunadamente, no se pudo contar con infor-

8686

mación sobre la calidad del espacio público, ni tampoco información sobre el espacio público disponible por comunas y corregimiento, lo que constituye un reto en materia de produc-ción de información pública. Sin embargo, se logró identificar retos en cuanto al aprovecha-miento de los espacios públicos potenciales asociados a los sistemas naturales de la ciudad y a la mayor interconexión y accesibilidad para los espacios públicos existentes.

Por último, las finanzas públicas municipales entre 2008 y 2011 tuvieron un desempeño so-bresaliente en tanto la ciudad generó recursos propios por encima de los recursos del Sistema General de Participaciones, cumplió con todos los límites del gasto de provistos en la Ley y realizó una inversión del 86% en promedio cada año.

Cabe destacar que una proporción promedio del 21% de los ingresos municipales corres-pondieron a transferencias de EPM y que en el último año del cuatrienio la deuda pública

del municipio tuvo un incremento del 139% respecto al monto del año 2008 por cuenta de los recursos adquiridos con la Agencia de Cooperación Francesa para el programa de Corredores Verdes, aunque esto no afectó el cumplimiento de la Ley 358 de 1997, dado que la relación de sostenibilidad de la deuda so-lo alcanzó el 34,1% frente a un límite del 80% máximo permitido.

El indicador de desempeño fiscal del DNP re-cogió la dinámica positiva de los indicadores fi-nancieros individuales y fue en promedio de 82,0 posicionando a Medellín entre 2008 y 2010 como la más sobresaliente entre las ciudades capitales del país. No obstante, la proporción de personas satisfechas con el manejo del presupuesto en el periodo de análisis tuvo una disminución de veinte puntos porcentuales en el periodo, mos-trando en general una menor confianza ciudada-na en el aporte de la Administración Municipal al mejoramiento de la calidad de vida.

8787

AnexoFICHA TÉCNICA DE LAS ENCUESTAS 2008-2011

Realizado por: Ipsos Napoleón Franco, inscrito ante el Consejo Nacional Electoral

Encomendado y financiado por: Medellín Cómo VamosTipo de la muestra: Muestreo estratificado, multietápico. Marco de áreas cartográfico con la con-

glomeración de hogares en secciones cartográficas, a partir de la información del último censo de población y vivienda 2005 con sus correspondientes proyecciones al 2011.

Grupo objetivo: Hombres y mujeres mayores de 18 años de edad, niveles socio económicos -NSE- alto (estratos 6 y 5), medio (estrato 4 y 3) y bajo (estrato 2 y 1), residentes en Medellín, en cada una de las 6 zonas en que se divide la ciudad.

Tamaño de la muestra: 1.516 encuestas en 2008; 1.500 encuestas en 2009, 1.511 encuestas en 2010 y 1.523 encuestas efectivas de 1.500 previstas.

Técnica de recolección de datos: Entrevista personal cara a cara en hogares con aplicación de un cuestionario estructurado.

Área/ Cubrimiento: Medellín, dieciséis comunas urbanas, agrupadas en 6 zonas.

Tema o temas a los que se refiere: Indicadores del clima de opinión en la ciudad; Opinión de la ciudadanía sobre el rumbo de las cosas en la ciudad; Identificar indicadores clave que permitan medir los niveles de satisfacción así como las opiniones sobre el cumplimiento de los puntos básicos del Plan de Desarrollo de Alonso Salazar.

Candidatos o personajes por los que se indagó: Alonso Salazar, Alcalde de Medellín.

Preguntas concretas que se formularon: Ver cuestionario anexo

Fecha de realización del trabajo de campo: del 9 de julio al 28 de julio de 2008, del 20 de junio al 5 de julio de 2009, del 26 de julio al 21 de agosto de 2010 y del 14 de junio al 6 de julio de 2011.

Margen de error observado: 2,6% para el total de la muestra, con 95% de confianza.

Ponderación: Por zonas, edad y sexo.

Descripción de la muestra: Para 2011 fue así: el 31% de los encuestados se caracterizó como jefe de hogar, el 37% como jefa de hogar y el 32% como otro miembro del hogar mayor de 18 años. Por edades, el 20% estuvo entre los 18 y 25 años, el 20% entre los 26 y los 35 años, el 22% entre los 36 y los 45 años, el 17% entre 46 y 55 años, y el 21% de más de 55 años. Por NSE, en el bajo se concentró el 47% de la muestra, el 43% en el medio y el 10% restante en el alto. Las zonas Nor-oriental, y Nor-occidental tuvieron un 26% y 24% de la muestra, respectivamente, las zonas Centro-oriental y Centro-occidental tuvieron el 16% de la muestra cada una, mien-tras que las zonas Sur-oriental, y Sur-occidental tuvieron un 5% y 13%, respectivamente. Por último, las mujeres representaron el 54% de la muestra, y los hombres el 46%. Para consultar la descripción muestral de 2008, 2009 y 2010 consultar los informes de resultados de las En-cuestas respectivas en la página web del Programa www.medellincomovamos.org.

8888

Referencias

Acero, Hugo (2010) “Medellín, más complicado de lo que parece”. En http://www.proantioquia.org.co/node/211

Alcaldía de Medellín (2010). “Seguimiento al Plan Indicativo”. Diciembre de 2010.

Alcaldía de Medellín (2011). “Seguimiento al Plan Indicativo”. Diciembre de 2011.

Alcaldía de Medellín (2011a). “Medellín más segura. Juntos sí podemos”.

Alcaldía de Medellín (2011b). “Informe final de Ges-tión 2008-2011”.

Alcaldía de Medellín (2012). “Análisis del estado de la deuda pública del municipio de Medellín”. Cuarto trimestre 2011. En: http://www.medellin.gov.co/irj/go/km/docs/wpccontent/Sites/Subpor-tal%20del%20Ciudadano/Hacienda/Secciones/Informes/Documentos/2010/Estado%20Deu-da%20Publica/2011/INFORME%20DEUDA%20WEB%20CUARTO%20TRIMESTRE%202011.pdf

Área Metropolitana del Valle de Aburrá –AMVA– (2011). “Rendición de Cuentas 2008-2011”

Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Fulecol –AMVA– (2011). “Actualización del mapa de ruido en la zona urbana del municipio de Medellín”

Así Vamos en Salud (2011). ”Reporte anual 2010. Cómo va la salud en Colombia. Retos del siste-ma de salud. Experiencias valiosas para mejorar la salud materna”.

Ayuntamiento de Barcelona (2012). “Dades Bàsi-ques De Mobilitat 2011”. Disponible en: http://w110.bcn.cat/Mobilitat/Continguts/Documents/Fitxers/Dadesbasiquesmobilitat2011.pdf

Banco de la República de Colombia - Medina, Carlos; Posso Christian y Jorge Andrés Tamayo (2011). “Costos de la Violencia urbana y políticas públicas: algunas lecciones de Medellín”. En: Borradores de Economía Nro. 674.

Banco de la República de Colombia (2012). “Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República, primer trimestre”

Castaño Vélez, Elkin (2009) “El indicador de con-diciones de vida para Medellín, 2009”. Dispo-nible en: http://www.medellincomovamos.org/presentaci-n-el-indicador-de-condiciones-de-vida-para-medell-n.

Concejo de Medellín (2008). “Acuerdo Nro. 052”.

Concejo de Medellín (2009). “Acta de sesión ordi-naria del 23 de julio de 2009”.

Concejo de Medellín (2011). “Acuerdo Nro. 306”.

Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A. C. (2012). “Ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo en 2011”.

DANE. Proyecciones de población por municipio. Disponible en: http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/poblacion/proyepobla06_20/Municipal_area_1985-2020.xls

8989

DANE (2006). “Ficha metodológica Gran Encues-ta Integrada de Hogares”. En: http://www.da-ne.gov.co/files/investigaciones/fichas/empleo/ficha_ech.pdf

DANE (2012). Resultados generales de la Encues-ta Nacional de Calidad de Vida. Disponible en: http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/condiciones_vida/calidad_vida/Presentacion_ECV_2011.pdf

DANE (2012a ) “Encuesta de Calidad de Vida 2011. Presentación de Resultados Bogotá Disponible en: http://www.dane.gov.co/files/investigacio-nes/condiciones_vida/calidad_vida/ECV_2011_Bogota.pdf.

DANE (2012b). “Gran Encuesta Integrada de Hoga-res”. Anexos diciembre de 2011. En: http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/anexo_ech_dic11.xls

DANE (2012c). “Gran Encuesta Integrada de Hoga-res”. Anexos sobre informalidad. En: http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech_informalidad/Anexo_InformalidadT5P.xls

DANE (2012d). “Índice de precios al consumidor”. Anexos diciembre de 2011. En: http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ipc/ane-xo_ipc_dic11.xls

DNP (2009). Conpes Económico Nro. 3573. “Sis-tema integrado del servicio público urbano de transporte masivo de pasajeros del Valle de Aburrá – seguimiento y modificación”.

DNP (2011) “Reducción de la pobreza y mejora-miento de la calidad de vida en el PDN ”Dispo-nible en: http://www.medellincomovamos.org/presentaci-n-dnp-reducci-n-de-la-pobreza.

DNP (2011a). Documento Conpes Social Nro. 140. “Modificación al Conpes Social 91 del 14 de ju-nio de 2005. Metas y Estrategias de Colombia para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2015”.

DNP (2011b). “Desempeño fiscal de los departa-mentos y municipios 2010”. En: http://www.dnp.gov.co/LinkClick.aspx?fileticket=8Y2gKqxEvgQ%3D&tabid=386

DNP (2012) Documento Conpes Social Nro. 147. “Lineamientos para el desarrollo de una estra-tegia para la prevención del embarazo en la ado-lescencia y la promoción de proyectos de vida para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en edades entre 6 y 19 años”.

El Colombiano (2011). “Alcances de la ley de seguri-dad ciudadana”. Publicado el 28 de junio de 2011. Disponible en: http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/A/alcances_de_la_ley_de_seguridad_ciudadana/alcances_de_la_ley_de_seguridad_ciudadana.asp?CodSeccion=211

El Colombiano (2011a). “Policía fortalece la seguri-dad ciudadana”. Publicado el 3 de julio de 2011. Disponible en: http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/P/policia_fortalece_la_se-guridad_ciudadana/policia_fortalece_la_seguri-dad_ciudadana.asp. .

El Colombiano (2012). “Metroplús mueve 33.000 usuarios y está casi al tope”. Publicado el 7 de febrero de 2012. Disponible en: http://www.elco-lombiano.com/BancoConocimiento/M/metro-plus_mueve_33000_usuarios_y_esta_casi_al_tope/metroplus_mueve_33000_usuarios_y_es-ta_casi_al_tope.asp

Galiani, Sebastian (2007). “Reducing Poverty in La-tin America and the Caribbean”. Washington University in St. Louis.

Galvis, Luis Armando (2012). “Informalidad laboral en las áreas urbanas de Colombia”. Documentos de trabajo sobre economía regional, Nro. 164 de 2012.

ICFES (2009). Resultados de las pruebas SABER por grados y componentes. Disponibles en: http://www.icfessaber.edu.co/graficar/ente/id/3/grado/9/tipo/1; http://www.icfessaber.edu.co/graficar/ente/id/3/grado/9/tipo/2;http://www.icfessaber.edu.co/graficar/ente/id/3/grado/5 /ti-po/1; http://www.icfessaber.edu.co/graficar/ente/id/3/grado/5/tipo/2

ICFES (2010). “Orientaciones para la lectura e in-terpretación de los resultados de SABER 2009”.

9090

ICFES (2011 a)”Boletín resultados Pisa 2009, Ciu-dades”.

ICFES (2011) “Medellín en Pisa 2009. Principales resultados”

Instituto Nacional de Medicina Legal –INML– (2009). Datos sobre muertes en accidentes de tránsito 2008-2012. Disponible en: www.medi-cinalegal.gov.co

Lora, Eduardo (Ed.) (2008). “Calidad de Vida. Más allá de los hechos” Banco Interamericano de Desarrollo, Fondo de Cultura Económica.

Medellín Cómo Vamos (2008). Entrevista con ex-perto sobre servicios públicos: E. P. M., 2008. Disponible en: http://medellincomovamos.org/entrevista-con-experto-sobre-servicios-p-blicos-1

Medellín Cómo Vamos (2008a). Entrevista con experto en espacio público: Zoraida Gaviria Gutiérrez, 2008. Disponible en: http://medellin-comovamos.org/entrevista-con-experto-sobre-espacio-publico-zoraida-gaviria-gutierrez-2008

Medellín Cómo Vamos (2009). Conclusiones mesa de trabajo sobre seguridad ciudadana, 2009. Dis-ponible: http://medellincomovamos.org/2009-memorias-de-la-mesa-de-trabajo-sobre-segu-ridad-en-medell-n

Medellín Cómo Vamos (2010). Informe de Calidad de vida de Medellín, 2009.

Medellín Cómo Vamos (2010a). Conclusiones me-sa de trabajo sobre salud, 2010. Disponible en: http://www.medellincomovamos.org/conclusio-nes-mesa-de-trabajo-sobre-salud-en-medell-n.

Medellín Cómo Vamos (2010b). Entrevista con ex-perto en movilidad: Marta Suarez, Gómez, 2010. Disponible en: http://medellincomovamos.org/entrevista-con-experto-sobre-movilidad-1

Medellín Cómo Vamos (2010c). Conclusiones de la mesa de trabajo sobre espacio público en Medellín, 2010. Disponible en: http://medellin-comovamos.org/conclusiones-mesa-de-trabajo-sobre-espacio-p-blico

Medellín Cómo Vamos (2011). Informe de Calidad de vida de Medellín, 2010.

Medellín Cómo Vamos (2011a). Informe de resul-tados de la Encuesta de Percepción ciudadana de Medellín, 2011.

Medellín Cómo Vamos (2011b). Conclusiones mesa de trabajo sobre primera infancia, 2011. Dispo-nible en: http://www.medellincomovamos.org/memorias-mesa-de-trabajo-sobre-primera-in-fancia-2011.

Medellín Cómo Vamos (2011c). Conclusiones de la mesa de trabajo sobre movilidad en Medellín y el área metropolitana, 2011. Disponible en: http://medellincomovamos.org/2011-conclusio-nes-mesa-de-trabajo-sobre-movilidad

Medellín Cómo Vamos (2012). Conclusiones mesa de trabajo sobre seguridad ciudadana, 2012. http://www.medellincomovamos.org/conclusio-nes-mesa-de-trabajo-sobre-seguridad-ciudada-na-en-medell-n-y-el-rea-metropolitana-2012.

Medellín Cómo Vamos (2012a). Entrevista con experto en movilidad: Carlos Cadena Gaitán. Disponible: http://medellincomovamos.org/entrevista-con-experto-sobre-movilidad-carlos-cadena-gaitan-2012

Medellín Cómo Vamos (2012b). Entrevista con ex-perto en espacio público: Alejandro Echeverri Restrepo. Disponible: http://medellincomova-mos.org/entrevista-con-experto-sobre-espacio-publico-alejandro-echeverri-restrepo-2012

Medellín Cómo Vamos (2012c). Conclusiones me-sa de trabajo sobre vivienda, 2011. Disponible en: http://medellincomovamos.org/memorias-mesa-de-trabajo-sobre-vivienda-y-habitat-en-medellin-2011

Medellín Cómo Vamos (2012d). Entrevista con ex-perto en medio ambiente: Ángel Gabriel Arrubla Ortíz. Disponible: http://medellincomovamos.org/entrevista-con-experto-sobre-medio-am-biente-angel-gabriel-arrubla-ortiz-2012

MESEP (2011). Misión para el empalme de las se-ries de pobreza y desigualdad.

9191

Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Te-rritorial. Resolución 610 de 2010.

Ministerio de Educación Nacional. Decreto 1290 de 2009

Ministerio de Educación. Decreto 3055 de 2002.

Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Co-lombia, Unidad de Gestión Pensional y Para-fiscales (2012). “Seguimiento a la formación de empresas - Ley 1429 de 2010”. Disponible en: http://www.ugpp.gov.co/index.php/compo-nent/docman/doc_download/468-presentacion-directora-general-de-la-ugpp-rueda-de-prensa-30-marzo-de-2012

Observatorio de Seguridad Humana de Medellín (2012) “Control Territorial y Resistencias. Una lectura desde la Seguridad Humana”. Personería de Medellín, Universidad de Antioquia e Insti-tuto Popular de Capacitación.

Organización Internacional del Trabajo, Oficina re-gional para América Latina y el Caribe (2012). “Panorama laboral 2011”. Disponible en: http://oit.org.pe/WDMS/bib/publ/panorama/panora-ma11.pdf

Personería de Medellín (2012).”Recepción de En-cuestas. Población Desplazada”.

Pineda, J. (2007). “Calidad del empleo: comparacio-nes locales para Colombia” Capitulo de libro. En Carlos A. Zorro S. (Ed.) “El Desarrollo: perspecti-vas y dimensiones. Aportes interdisciplinarios”, Universidad de los Andes, Bogotá, p. 197-226. En: http://www.almamater.edu.co/sitio/Archivos/Documentos/Documentos/00000088.pdf

Presidencia de la República de Colombia (2010). “Ley 1429 de 2010”

Previva, Universidad de Antioquia, Área Metropolita-na del Valle de Aburrá (2009). “La Violencia en el Valle de Aburrá. Caminos para superarla”. Preven-ción de la Violencia y otras conductas de riesgo”.

Secretaría de Salud (2010). “situación de salud en Medellín, 2010”. Disponible en: http://www.medellincomovamos.org/presentaci-n-situaci-n-de-salud-en-medell-n.

Siemens, The Economist (2009) “The European Green City Index”. Munich, Germany.

Siemens, The Economist (2010). “Índice de Ciuda-des Verdes de América Latina”. 99 p.

Tenjo G. Jaime (2012). “Desempleo: baja la tasa pero siguen los problemas”. En: http://razon-publica.com/index.php/econom-y-sociedad-temas-29/2720-desempleo-baja-la-tasa-pe-ro-siguen-los-problemas.html

Dirección: Carrera 43A Nº 1-50, San Fernando Plaza, Torre 1, piso 13 • Telefax: 326 00 31www.medellincomovamos.org • [email protected]

Medellín Cómo Vamos es un programa ciudadano que tiene el propósito de evaluar los cambios en la calidad de vida de la ciudad. Para lograr este

objetivo, entre otros, el programa estudia el impacto del Plan de Desarrollo Municipal en las áreas determinantes del bienestar, a través de

un conjunto de indicadores de resultado.

La información técnica se discute con expertos de la academia, el sector público y el sector privado con el fin de identificar los temas prioritarios

para la ciudad. Al mismo tiempo, se tiene en cuenta la opinión ciudadana por medio de una encuesta de percepción que comenzó en 2006

y se realiza cada año.