Análisis n° 180 · 2018-04-14 · REPORTAJE .-•••__ REPORTAJE EXCLUSIVO: Fu cion rios de...

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-- ----- REPORTAJE .- •••__ REPORTAJE EXCLUSIVO: Fu cion rios de Inve tigaci ne latan, primera ez 10 que ucedio en 1 lacio pre i en .ial dur nt 1golpe m ·litar. Son 10 unico obrevivientes de 10 que ocurrio con 10 prisioneros n el Regzmient Ta na. TIMONlO PAR L Archivos Salvador Allende

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REPORTAJE .-•••__

REPORTAJE EXCLUSIVO:

Fu cion rios de Inve tigaci ne latan, primera ez 10 que ucedio en 1~ lacio pre i en .ial dur nt 1golpe m ·litar. Son 10 unico obrevivientes de 10 que ocurrio con 10 prisioneros n el Regzmient Ta na.

TIMONlO PAR L

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------------------------REPOR fraude como policfas". .

EI eJrdetective David Garrido dice: •'Me quede porque eralIU obligacion .Jure defenderlaley hasta dar la vida s~ er~. nec~sario. iCon ~ue cara me habda presentado freme a ffilS hiJos SJ no 10 hac1a? '

Tratandose depolic:ias profesional~ ,los protag?nistas de este reportajc se convierten en tesusos excepclOnales para recon muu la historia de 10 que ocumo ese dia en La Moneda y en el Regimiento Tacna.

EN LA MONEDA

En las primeras horas de la madrugach del 11 de septiembre de 1973 ,Iasfuerzas que encabezaron eI solpe militar y~ est~ban listas para cotrar en accion. La dotacl0n de InvesugaclOnes asignada a Ill. custodia del Presidenr.e Allende se rep0r:t1a de una agotadora jornada. Juan Seoane, Jefe de los deteeuves de La Moneda, fue acado abruptamente de su sueno a lll!i 6.30 dc:.1a mafiana. Un Ilamado desde Tomas Moro fue la prunera senal de alarma.

"Empece de inmediato a lIamar a mis compai'ieros -rela­ta - en la cadena que funcionaba en eI servicio y rapidamente recogi a las personas que me correspondi~. Llegamos 18 funcionarios casi al mismo tiempo que el Presldenre. Faltaron cuatm personas, que viendo que la situacion era muy dlfkil. no e auevieron a enfrenrarla".

Juan Seoane re01erda Ill.. Ilegada a La Moneda: "EI am~iente estabamuyc nvulsionado, barrer y tanquetas de C~abJn~ros rodeaban d lugar protegiendolo. Me presente de lO~edlato anre el jefe de la Casa Milit~ y ~able coo .lfredo JOlgnantJdirector general de InvesugacJOnes, qUien me ordeno permanecer al lado del Presidente".

Quintin Romero, detective te~~ero, ;uvo que ~Ieg~ por sus propios medios a La Moneda. Habla una agltaClon total. Paulaonamenre se vio que la cosa iba en grande, en bloque y preparado por los militares" . .

Muy pronto, los detectives se enteraron que los rres edecanes se habian retirado. Los carabineros alin permanec1an en el lugar encabezados por su general dire tor, Jose Marra Sepulveda. Seoane dice: "Ellos 'e movian por todos lados, conversaban, se reunian. No recuerdo quien me infor~' 9ue los jefes de Carabineros tambien se retiraban. Los VI salll a todos de La Moneda. pr via retirada de quienes la protegran desde afuera" :

Los detectives en cambio, se mantuvieron en sus puesros. Nl siquiera uand~ sc impusieron de que era inminenre eI bombardeo quisieron irse. Seoane recuer~a: "No escU;che eI ultimatum, pero supe 10 que se anunclaba. EI Presldente Allende me lIamo, estaba en el salon Toesca, sentado sobre una mesa grande. Me dijo que yo y mi genre estabamos liberados y que podiamos reora!nos. Iosi tio en que debia informar a mlS hombres que estaban liberados. Cuando Ie dije que me quedana, respond.io algo asi como que sabia que esa serra mi decision. No fue nada grandiJocuenre".

''Transmiti eI mensaje a toda la dotacion y todos dec.idieron quedarse. Todo fue muy simple, sin grandes palabras o.i melodramas. Estabamos cumpliendo coo nuestro deber. Eramos 17 hombres, pue uno de nosotros se habra reorado, se seoria muy mal, oi siquiera supe cuando se retiro. Despues me contaron que 10 habran visto ese mismo rna, en una patrullera, 1I0rando" .

DavidGarrido, Otro detectiv de la dorac.i6n, recuerda que Allende estaba muy tranquilo. "Esruve con el eo e1 livlOg privado, allado del despacho presidencial -dice- miemras hacia un discurso por Radio Magallanes. Lo . emero y con una ~ran c1aridad. Me abismo comprobar que tenia muy claro que Iba a moru".

Juan Seoane tambien rememora la figura de Allende en esa jornada imborrable: •'Era como si hubiera estado preparado para vivie ese ~omento. Estaba mas entero que nadie,

maneJaba completamente la situacion. Seguia siendo eI Presidente de la Republica" .

EL ULTIMO LLAMADO DE TENCHA

En medio de la agitaci6n yen un dima cargado de tenSion, son6 un telefono. EI detective Quintin Romero 10 atendio y eseucho' "Habla el almirante Patricio Carvajal, pongame con ·el Presidenre". Allende recibi6 de inmediato el mensaJe. Romero acompafi6 al Presid~nte hasta el telefon.o ~ allr permanecio. Por las graban0!1cs de las comurucaClones intecoas del dia del Golpe, pubhcadas en ANALISIS N° 122. se sabe que Carvajal coomin6 a Alleode a rendirse. Romero cuenta:

"Escuche como el Presideore 10 reto, 10 subio y 10 baJo y finalmente Ie grit6: 'Usted esta hablando con eI Presldente de la Republica y eI Presideme .elegido por el ~ueblo ;to se I'

rinde'. Luego corto, al mlsmo tlempo que nos tnformo que no recibina nuevamente I1amadas de ese tipo".

A medida que rasaban los minuws, el bombardeo se hizo iominente. En e despacho del Presidente se encontraban varios hombres. Tropas militares disparan desde el frontis de La Moneda y un tanqu hiz? blanco. un tremendo or~ficio , en la pared se abre ante los OJos del redueldo grupo. QUlmlO ' Romero estuvo alli:

"Nos arrinconamos rodos, cayeron brasas y comenzaron a quemarse las alfombras. Fue terrible. EI impaeto paso por Ill.. ventana que estaba abierra Gateando lIegamo~. hasta donde se iniciab el fuego y 10 apagamos con cOJIDes. En ese instante, comenz6 a sonar un tdefono. Nadie 10 atendia pues I estabamos todos parapetados. Al final, de punta y codo, alcance eI aparato y 10 levante. 'Habla'Teneha -me di,o una voz - icon quien hablo?' Me Ide~tifique y Ill. senora del Presidente me pidio que la comuntcara con su e poso, Le explique que era imposible, que disparaban .. ',Donde e til Salvador", preguot6, y Juego de expltcarle termlOo dieiendo: 'Yo voy a salir de Tomas Moro. Comoniqueselo por favor y:.. cuidenme10 mucho' . Ese reeado nunca pude darselo pues despues quede aislado".

BOMBAS SOB LA MONEDA

Los detectives no creyeron que el bombardeo efeetivameme se concretaria. Quinti Romero dice: "Crei que eran parranas pues con todo el armamenro que tenian afuera, con las bombas lacrimogenas que nos lanzaban, y si ademas conaban eI agua, escabamos acosados. ~l bombardeo estaba demas, no teoiamos poder de fuego para bacer una real resistenc.ia".

David Garrido estaba en el segundo piso, en un pasillo junto a tres de sus compafieros. Cuando se aprontaban a bajar para ir e~ ,busca de mascarasanugases, pa.:'.6 un ayion H~wker Hunter. Por esas cosas de OIno chico Ie dlJe a LUIS HenIlquez que c nciramos hasta rres una vez que eI avi6n 'p'asara. Sentimos silbar la bomba que cayo juSto casi arnba de nosotros. Saltamos hasta la mirad de la escala. Cuando intente ponerme de pie, me fui para arras, me mue los zapatos y 00 tenian taco, la ooda expan iva los habra arrancado. Quiotin Romero y Jose Soromayor quedaron aislado al otro lado, sin poder regresar"

"Coo Henriquez volvlmos a la subida de Morande 80 donde estaba el grueso del grupo. En un momento pensamo ba;ar por una escala de caracol que daba al comedof. del prtmer piso. Cuando 10 inteotabamo cay6 una bomba en eI repostero y quedamos enredados enrre los fierros de la escala. Yo Ie grite: 'Negro. Negro, subamos'. Ya habra un hoyo y tuvimos que saltar para lIegar nuevamente al segundo piso Ya no pudimos bajar", dice Garrido.

Quintin Romero ~ued6 aislado durante eI bombardeo: "Estabamos en un lIving que daba exactamente sobre la capilla. SentiaIDo pasar 10 avione hasta q,ue, de repente, I Ileg on las bombas Fue algo muy sorpreSlVO. Se sintio d

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ANALISIS, 22 a12~ de JUniO E87. paglna 3'>

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REPORTAJE _

impacro sobre eI techo, eI destrozo y luego eI polvo. EI fuego ViDO de inmediato. EI rockee habra perforado eI techo. La zona en Ill. que me enconrraba quedo cortada. Quede incomunJcado totalmente, junto a uno de mis colegas, del resro de los companeros. Tratamos de arlancar hacia las oficinas de la senora Tencha y sentimos nuevamente los aviones. En el corredor donde estabamos, rompimos un vidrio y asf pudimo abrir la puena de una oficina y luego nos metimos debaJo de los escritorios. Nos sentiamos protegidos. EI ruido era rremendo. Cuando comenzo el incendio, optamos por bajar. EI bombardeo segula y tam bien las alas y las bombas lacrim6genas de Cll.rabineros. EJ ambiente era irrespirable" .

"Hablabamos de que posiblemente nos fueramos a quemar vivos si nadie apasaba el incendio. Afuera se escuchaban los griros de los mJlitares. Pensamos que nos iban a mata!, no sabiamos nada del resto de la gente. Cada cierto raro, nos arrastrabamos hasra eI bai'io para mojar nuestros panuelos y poder respirar. Desde am se podia ver el Patio de 10 aranjos. Observll.mos como se quemaba todo eI sector pre idencial De improvisor sentimos gritos y 6rdenes y divi amos a los bombel'Os'·.

Juan eoll.ne recuerda: "Eramos 50 0 60 personas que permll.nedamos junto al Presidente. 10 v ia moviendose, de un lado a oero, con casco y una ametralladora en la mano. A ada raro se sa aba el casco y alguien se 10 pasaba. A m1 me

pll.recia que estaba viviendo una pe1fcula. que codo era ireeal. Las bombas, eI incendio ... rodo se quemaba".

., A Enrique Paris nuoca 10 vi COD una ametralladora, tampoco a Arsenio Poupin. rambien vi a Enrique Huerta y a Eduardo Paredes, quien hacia practicamente de cabeza de la gcn del GAP. En un momento, cuando ya no se esper6 mas a uda c reriar, se pens6 en la posibilidad de salir abriendose amlOo con los autos. Pero se de estim6, pues era arriesgar al

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prl'2M"Ilto y irU IIin IiOlicitar llulorizaciim: GUNl II Riquelme Novoa

II r / ; (llrCl~ Jo r IDI·j olin eslaban 88ignadOll a la 8eguridad de la I'ril11t'ruUllnllI.lOl deel\fls. Jorge Fueot. l'billa. fue quien la co IIhll)lI11ll dt' '1oma:l M TO)' la llevo a ('8sa de Felipe Herrera.

"Por un citMono me Uamaron desde e1 Cuartel General de Investigaciones. Era eI ayudante. del director, Carlos Bravo, para saber como se encontraba el Presidente (...). e dijo que eI director y d subilirector del Servicio hablan abandonado sus puestos y que quieo hac1a de cabeza era el Prefecto inspector Rene Carrasco. I.e pedi ~ue Ie informara de nuestra situacion y me Hamara de vueIta' .

"Carrasco Ilamo y me dijo: 'Todo esta perilido para ustedes, be recibido una instruccion del Ministerio de Defensa, dfgale al Presidente que la situadon la domman los mili tares , que hay que evitar un derramamiento de sangre inutil y 10 mejor que pueden hacer es retirarse. Yo hablo con elJos y consigo una tregua'. I.e informe de esta conversacion a Eduardo Paredes, quien hablo con el Presidente. Luego de una primera negativa del President, este accedio" .

. 'Me comunique con Carrasco y Ie dije que el Presidente estaba de acuerdo en que se coosiguiera una tregua, que todos fbamos a salir. Carrasco dijo que teniamos que salir de a uno, sin armas y con una bandera blanca".

"Todos comenzaroo a dejar las armas. Nosoeros tambien. En la punta de uo palo largo se puso un mantel de cocma blanco y vi al doctor O~car Sow que tomo la bandera Estabamos wdos en eI segundo piso por Morand€. Com~ozamos a ~aj~; al pasar por una veDtana. dispararon, rompJeron los vldnos y e1 doctor Sow se cayo La genre rerrocedj,' y se rompi6 1a fila '

Al otro exrremo de La Moneda, Quintin Romero y Luis Henriquez seguian aislados. Escucharon las voces de militares que comenzaban a aUanar oficina por oficina. Con las manos en alto, salieron al pasiUo gritando su identidad. Quintin Romero recuerda:

"Venfa un capitin y cuatro conscriptos. AI capitan 10 reconoc1 de inmediato porque nos habla atendido como anfitrion en eI Casino del Regimienco Tacna, cuando acompai'iamos al Presidente rres meses antes a una ceremOOJa. Estaban tan nerviosos que pense que en cualquier momento pod1an dispararnos. luego de desarmarnos, nos Uevaron a una dependencia donde estab Anlbal Palma, Clodomiro Almeyda y otras person . Fueron muy pocos mmutos, porque al poco tiempo nos vino a buscar el mismo capitan para sacarnos a la calle" .

En la escala que da a la puerta de calle Morande 80, en medio de las balas, otra per ona tom6 la bandera blanca y se comenz6 a salir en fila indi . Juan Seoane no fue de los primeros.

EL SUIODlO DE ALLENDE

I I Yo estaba todavla en eI segundo piso wando los primeros comenzarona salir Ahl escuche a Allende decir: 'Todos dejen las armas, yo sere el ultimo en salir'. Fue la ultima vez que 10 vi, aun se movia de un lado a orro", recuerda Seoane.

lJavld Garrido iba entre los pnmeros que salian por Morande 80 coando los ilisparos rompieron la fila. "Enronces retroced. -expresa - y volvf al final de la fila. Vi como el Presidente se fue despidiendo de todos, uno por uno. A mr me dijo; 'Compafiero, muchas gracias y mucha suene'. Arriba, eJ bumo hacfa irrespirable e1 ambient. Yo no tenia mascara antigases y, cuando me ahogaba mucho, eI co1ega Douglas Gallegos y orros se sacaban sus mascaras y me la pasaban. Era insoportable, ya .que nos ahogabamos. Estabamos al fondo del pasillo, asi frente !II living privado del Pr sidentc, cuando 10 vi acercarse cori Enrique Huerta, eJ do tor atricio Guijon rotras personas, los que se quedaron en Ill. puena cuando e entr6. Entonces escuche la voz del Presidente que dijo fuert : .Allende no se rinde', y de inmediaco, dos 0 tres balazos. El medico dijo: 'El doctor se maeo', eorro en el despacho y, desde mJ posicion, vi al

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REPORTAJE _

"IJego un tenieote colorfn y dijo que gmramos, asl hincados y nos movieramos hacia el fondo", continua Garrido. "AM nos hicieron sacarnos el veston, los zapatos, la corbata. Lueso nos pararon y nos pusieron en cuatro filas, guardando dtstancia como de tres metros entre uoo y ouo".

Quintin Romero Agrega: "De rodillas y con las manos eo 1a nuca, nos Uevaron hasta una caballeriza que se usaba para guardar veh1culos. os quedamos con muy poca ropa y nos teodieron boca aba/o, con las manos en la nuca y las piernas abiertas. os daban patadas y culatazos".

ENCUENTROS EN LAS CABALLERIZAS

Las reveladones de los detectives clarifican e1 destino fatal de eso pnsioneros de La Moneda. Estaban ah1, en las cabalknzas del Tacna, como los detectives, fuenemente

igilados Jmaltratados. Recuer a eoane que eo las cabal1ef.izas vio a Eduardo

Paredes (medico, presidente de Chile Fdms y ex director de InvestIgaciones) ; a Enrique Paris (medico psiquiatra, miembro del Comite Central del Partido Comunisra, consejero superior de Ia Universidad de Chile y asesor de Allende): aI doctor Jorge Klein; a Jaime Barrios (ex VI cpre idente del Banco Central); al intendente de Palacio, Ennque Huerta; al abogado Arsenio Poupin, (Subsecretario General de Gobierno). Seoane recuerda tambien a "Daniel E: c bar. un muchacho que trabajaba en la subsecretarfa del Interior, y a otro muchacho que era chofer del Ministerio de

bras Publicas, se UamabaJulio Tapia Martinez, 10 he visto en las hstas de detenidos desaparecidos. Posteriormeote. mirando los libros de detenidos desaparecidos reconoci eo las totas a Claudio Jimeno (soci610go) y a Oscar VaUadares Carocca"

Quintin Romero confirma que "estaban ahi Patedes, Paris, Poupin, Huerta... esos eran los mas coonotados, mas los del GAP, algunos fundonarios de La Moneda y nosotros".

"Recuerdo haber estado ahf con Arsenio Poupin, Coco Paredes, Enrique Paris, Enrique Huerta". corrobora David Garrido. "Tambien me acuerdo del doctor Ricardo Pincheira, pero .110 otros 10 conodamos en Investigaciones como Maximo", dice.

Todo el dla 11 -dice Seoane - fue Uegando mas geote. "Recuerdo que uno era funcionario de 1a Imprenra Horizome". David Garrido cree que el grupo de La Moneda fue incremeotado ese ollsmo d1a por genre que venra del Cordon Industrial Vicuna Mackenna. "Nosorros eramQS entre 40 }' 50 y, ruando nos paramos, quedaron tendidas unas 70 per onas"

Toda esa noche la pasaron con Las manos en la nuca, las plernas abiertas, cirados en el suelo "Pasaban !ista a cada raro, cada vez que un oficial e hacia cargo del turno. Se' cercioraba de que esruvleran todos los detenidos. Habfu ofi­dales que se ~etfan entre los ~e~enidos y pegaban patadas y culat:uos. La futa ~la pasaban diClendo eI nombre y eJ primer apelll~o. Uno tenla que camar eI segundo apeUldo, y ahf los con cnptos apuntaban a la cabeza con los fusiles" relata Quintin Romero. •

Recuerda David Garrido 9ue Coco Paredes estaba cerca uyo en 1a caballeriza, pero ' no me dijo nada. No se podia

CODversar. A el Ie cargaban mas 1a mata del mal trato". Ese d'fa 12, en 1a manana, ocurri6 un episodio que tuvo

como protagonista a Enrique Parts y que impact6 a los detectives. Cuema Garrido:

"Recuerdo muy claro a Etuique Parrs, porque a e1 10 pararon eI dfa 12 en la manana. Gritaron su nombre y el comest6. Recuerdo el dialogo: 'Usted va a ser fusilado 1 aquf esta eI capeJlao de la Segunda Division del Ejerciro. lQuiere confesacse?' Paris respondi6: 'No senor, no tengo nada que

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confesar'. Y ah'f se 10 llevan. Yo no voM a verlo. Porque ese mismo dia, en la tarde, a nosotros nos sacaron".

Quintfn Romero tam bien recuerda eI episodio: "Escibamos en las caballerizas cuando dijeron que iban a traer un sacerdote porque Enrique Paris iba a ser fusilado. Uegaron oficiales con un sacerdote y Ie preguntaron a Paris S1 querla confesarse. E1 contesto que no, que no era creyeme, que no oecesitaba un sacerdote. Cuando Ie trajeron al sacerdote, hicieron pararse a Paris. No se podi~ parar. Estaba tullido, Ie costo mucho... Como estabamos tendidos 5010 cOQ camisas, el fero y la falta de movimienro era terrible .. Tambien a nosotros nos decian que nos iban a fusilar en una hora mas, que oos traedan un sacerdote. Un funcionario que estaba al lado mio me dijo de repente:'lQuintrn, Quintin, tU vas a pedir un cura?' Yo Ie dije que no".

SE VAN LOS DETECTIVES

Alrededor de las dos de la tarde del miercoles 12 sacaron a los 17 detectives de esa caballeriza. Santiago Cicio Planes y Juan Otto, funcionarios de Investigaciones. los hablan ido a buscar. "Esruvimos como hora y media en los jardines del Regimienro. Ahr cambio eJ rrato. Nos dejaron mojarnos La cara, nos dieron cafe y un plato de porotos, oos devolvieron Las especies y 1a placa", senala David Garrido. Y agrega: "Pedimos cigarrillos y un ofidal dijo. mosrrando hacia d mont6n de ropa que nos habian sacado a todos cuando Uegamos: 'Busquen am no mas todos los cigarros, total estos huevones no van a fumal nunea mas'. Se referla a los que se quedaban .....

Cuaodo dijeron a los detectives que se los lIevaban de vuelta al Cuarrel de Investigaciones, se percataron que no iba Juan Seoane con elIos. "Preguntamos que pasaba con el jefe -dice Romero - y dijeron que se quedaba, que iba a hacer una declaracion, que nos seguiria luego".

5e Uevaron a los 16 detectives y Seoane cuema: "Un civil me Uevo a otra caballeriza que estaba al lado de la anterior. Ahr habra tees muchachos que hab1an sido de.tenidos por roque de queda. J6venes pobladores, muy humildes. Me sente con ellos sobre unas looas grandes, como para tapar camiones. Hada bastante frio esa noche del 12 al 13. Me meti enrre las lonas, junto.a los muchachos y me quede dor~.do'·,

En la manana del Jueves 13 -cuenra Seoaoe- 10 mCleron limpiar letrinas "con las manos no mas". junro a los jovenes pobladores. "Despues, uoo de esos senores de civil con la pechera me llam6 desde la puerta de 1a letrina y me Uevaron de nuevo donde estaban todos. Quede eo eJ suelo, en la misma posicion que los demas. Los de La Moneda y los que habran agregado".

CON ALAMBRES Y EN CAMIONES

Juan eoane a6n se conmueve al recordar el siguieote episodio'

;'Cuando eStabamos alll, en el sudo, aparecieron unos soldados y oos empezaron a amarrar con alambres, los tobillos y las manos a la espalda. Daban varias vueltas y hacian un roroiquete, cortando e1 alambre con .l'inzas. Una vez que terminaron, quedamos todos ahl, wados en el SUdO, amarrados ... 51, cran amarras de mueno".

"Despu6 uajeron unos camiones, unos soldados llegarOn con uoas listas y empezaron a leerlas. Cuando el preso respondla 'aqui', 10 romaban entre varios, como bulto, y 10 tiraban arriba del carni6n" .

"De reJ;>enre nombraron a un detective y alguien respondio: No esta, es de Investigaciones'. Enronc dejaron de nombrar a los de Investigaciones, 10 que significo que wando rerrnin61a fuca, el unico que quedo en d ueJo fui yo.

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_______________________________REPORTAJE

£1 ~x Pr~5Id~n" AI/~nd~. cuando la d~nror:rat:ia· ua una r~alidad.

Recuerdo que ruando subieron a Enrique Huerta, tl se quejaba y deda que se estaba ahogando 0 algo asf. Le respondieron con un par de garabatos. No me acuerdo que faltara gente de 1a !ista, aparte de los funcionario de Investigaciones" .

"Los camiones comenzaron a moverse y vino un sargento que, al verme en el suelo, me levanto la cabeza y me puso como almohada una coebata que habra quedado ahr. 0 tenra la cara rota, entre los golpes y la posicion de la cabez en el sue1o. Me dejaron un rata solo y desputs me tiraron sobre las lonas de la caballeciza".

Un rato despues, Ue~o ouo "civil con pechera" para llevarlo a un intecrogatono. "Me sacaron los alambres de los tobillos, me hicieron lev tacme y me Ilevaron hacia una sala. La misma donde habi'an enuevistado a los ouos funciona­rio". EI interrogarorio -dice- fue "bastante normal". Le tOrraron la amarra de las munecas y Ie preguntaron por su attividad, "si teora algo que ver con el G P, SI los conoda, si vivra en Tomas Toro. Explique que mi Unica relacion era profesional. Que me habra quedado en La Moneda por 1a misma razon que'el 29 de jonio".

Desputs 10 Ilevaron a la cabalIeriza y de ah.i ,.a una cuadra donde habra camasuos. Parado, en medio de los soldados que 10 custodiaban, enconrre a Vicente Sotta, quien me abrazo. Me puse a Horar y el me deda: 'l1ore, compaiiero, llore 00

mas, si nada Ie va a pasar'. Trasmirra una fuerza increible. Grito: 'Soldado, vaya a buscarle un cafe al companero' y el soldado obedecio".

Uno de los soldados -cuenta Seoane - Ie dljo despues: "Oe buena se salvo, porque a todos los que se fueron en los camiones los Uevaron a Peldehue rlos fusilaron. Antes, los hicieron cavar sus propias bas' .

REGRESO A LA VIDA

Cuando los 16 funcionarios fueron sacados del Tacna, esa tarde del 12 de septiembre. en una caravana con fuerte escolta militar que hasta incluyo tanques, Uegaron al cuanel central _ de Investigaciones y recibieron una peculiar bienvenida.

"Los colegas nos tocaban, oos abrazaban. Fue una recepcion emocionante porque muchos nos daban por muertos", recuerda Garrido. "Estaban impresionados con nuesua l1egada. Algunos Uoraban al vernos tan suaos, tan ma1. Parece que creran que nos habran fusilado", grega Romero.

"El prefectoJulio Rada nos abrazo uno por uno y luego nos lIevo a la oficina del nuevo director, el general Ernesto Baeza. Ahr estaba el edecan Sergio Badiola , quien dio fe de ~ue todos eramos funcionarios y profesionales altamente capactra­dos. El general Baeza nos grito algo asr como 'a la menor tibieza polrcica, los voy a hacer desaparecer'. Ordeno que nos retiraramos a nuestras casas y nos presenwarnos temprano al

ouo dra. Luego nos pasaron a la oficina del subdirecwr, dQnde un medico nos examino y dijo que no estabamos en ondiciones de volver al trabajo de inmediato. Unos ven1amOS

mas machuca os que otros. Y todos con los dedos agarrotados poe la osrura en que nos habran tenido", asegura Garrido.

1inspector Seoaoe fue sacado por el mlsmo inspector Cirio Planes el 13 de septiembre y conclucido de inmediato al cuartel centra1." e Uevaron a la oficina del prefecto y un mediCO me puso uoa inyeccion porque yo venra muy choqueado. Me llevaron ami casa, donde de golpe se me vino enama todo el miedo acu ulado. No podia dormir, andaba a saltoS y pasaron meses hasta que pude recuperarme del a~arrotamiento de mis manos" . .

Cinco dras desputs de su !ibera ion, Seoane fue Uamado a retiro. "Ni alegue. e daba por satisfecho de cstar vivo". Y no raso un mes ruando Uamaron a retiro a Quinun Romero: "E prefecto Julio Rada me dijo que 10 seatia mucho, pero que ahora mandaban los senores de la gorra". Hasta 1979, estuvo ea actividad David Garrido, en la Bri~ada de Delitos Sexuales: •'Pero siempre me senu ua functOnario cuestio­cado". .

Al ciempo que estos 17 fuaciooacios se reencomraban con sus familias en ese uagico sepciembre, d rastro de los ouo pn ionerbs de La oneda fue buscado infructuo ameotc por los uyos en hospitales, c misarras y regimientos. La e posa de Enrique Huerta, atilde Jousse, obtuvo la confirmacion de que estaba en el Tacna tanto por una gescioo de un general de la FACH -do suyo- como porque vio su nombre en d listado de prisioneros que eseaba en la guardia del Regimieoto.

En d caso del doctor Eduardo Paredes, "EI Mercurio" in­Jormo el14 de sepciembre que "murio en un enfrenramlco­to", 10 9,ue mas tarde fue publicarneote ratificado por el corooel Pedro Ewing, miniStro Secretario General d Gobier· no, y por Fedenco WiJloughby, secretario dc peen a de I Junta. La Familia Paredes recibio la confirmacion de la muene por los abogados Schwei zer, padre e mjo, que mas tarde ocuparon las caneras de Justicia y Relaciones Exteriores. Nunc les ntregaron el cadaver J, en eI proceso Judicial, no pudo ad rarse eI origen de la informacion oficiaL Ewing dijo que eJla llego a las autoridades "por diversos condunos".

'Willoughby declaro que "or a un ~rupo de OfiClales en el Ministerio de Defensa decir que Paredes habia muerto '. Los Schweitzer dijeion que la oocicia se las dio .Alvaro Puga, encargado de informaciones del Ministerio de Defensa. Y Puga, a su vez, dijo haberla recibido de "un oficial de Estado Mayor que no me aucorizo para dar su nombre".

lPor que mintier n, tanto con la version del "enfrenta­miemo" para juscificar la muene de Paredes, como en la reiterada negatlva a que codos esos prisioneros estuvieron en e1 Tacna? La unica explicacion, por ahora, esta en la violacion flagrante de sus propias normas legales para tiempos de guerra.

EI general GUStavO Leigh recooocio (ANALISIS 0 135) que' 'hubo una confusion eo que todos decran: 'De la genre de La Moneda no sabemos nada' ". Pero el enronees comandame en jefe de la FACH confeso que nada pudo hacer porque "ustedes, en pleno combate, lvan a preguotar que se hace con los prisioneros? (Voy a darle pautas yo al Ejercito respecto a como traear prisioneros, cuando yo soy de un a.rma totalmente diferente en cuanro al tratamiento del personal de combare? (Voy a pregu tarle yo al general Pinochet acerca de que esta haciendo con esa gente? Me habrra coorestado una groserfa' .

La respuesta debera darla d Ejercito de Chile...

por MONICA GONZALEZ, PATRICIA VERDUGO

YMARIA OLIVIA MONCKEBERG

ANAL/SIS, 22 al29 de junlo 1987, paglna 3Q

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