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ESTRELLA POLICIAL PUBLICACIÓN DEL COLEGIO DE GENERALES DE LA POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA AÑO 7 / EDICIÓN 21 / SEPTIEMBRE DE 2017 / BOGOTÁ D,C. - COLOMBIA / ISSN 1909-0269 “La credibilidad y confianza en nuestras instituciones, es un invaluable patrimonio moral que ha significado la sinergia y la estabilidad de nuestro Estado de Derecho.” Marcha final General Bernardo Camacho Leyva General Pablo Alfonso Rosas Guarín D os de los más represtativos generales de nuestra corporación se adelantaron en la partida hacia la eternidad. son ellos los señores generales Bernanrdo Camacho Leyva, primer general egresado de la Escuela de Cadetes de Polícia Genral Francis- co de Paula Santander y Pablo Alfonso Rosas Guarín, quienes se distinguieron por sus invaluables aportes a la Polícia Nacional y por su gran acercamiento a la comunidad. El Colegio de Generales rinde tributo a su memoria.

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EstrElla Policial 1

publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

EstrElla Policialpublicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

año 7 / edición 21 / sepTiembre de 2017 / bogoTá d,c. - colombia / issn 1909-0269

“La credibilidad y confianza en nuestras instituciones,

es un invaluable patrimonio moral que ha significado la sinergia y la estabilidad de nuestro

Estado de Derecho.”

Marcha finalGeneral Bernardo Camacho Leyva

General Pablo Alfonso Rosas Guarín

Dos de los más represtativos generales de nuestra corporación se adelantaron en la partida hacia la eternidad. son ellos los señores generales Bernanrdo Camacho Leyva, primer general egresado de la Escuela de Cadetes de Polícia Genral Francis-

co de Paula Santander y Pablo Alfonso Rosas Guarín, quienes se distinguieron por sus invaluables aportes a la Polícia Nacional y por su gran acercamiento a la comunidad. El Colegio de Generales rinde tributo a su memoria.

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NUESTRA PORTADA: La razón de ser de nuestra institución, es la comunidad. Los Po-licías de Colombia dedican sus esfuerzos en todo instante para prevenir y proteger a jóve-nes y adultos (nacionales y extranjeros) en el diario vivir en comunidad, como lo observamos en este mosaico fotográfico. Loor y gloria a su esfuerzo y consagración.

Av. Boyacá No.142A-55 Bogotá, D.C.Web. www.colgenerales.com.co

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DIRECTOR GENERAL

MG. (RA) Héctor Darío Castro CabreraPresidente Junta Directiva

JUNTA DIRECTIVAVicepresidente

BG. (RA) Gustavo Socha SalamancaVocales principales

MG. (RA) Carlos Alberto Pulido BarrantesBG. (RA) José Laureano Sánchez Guerrero

Vocales SuplentesMG. (RA) Jaime Augusto Vera GaravitoBG. (RA) Guillermo Julio Cháves Ocaña

FiscalBG (RA) Jorge Alirio Barón Leguizamón

Secretario EjecutivoBG. (RA) Héctor García Guzmán

CONSEJO DE REDACCIÓNGeneral (RA) Víctor Alberto Delgado Mallarino

General (RA) Miguel Antonio Gómez PadillaBG. (RA) Fabio Arturo Londoño CárdenasBG. (RA) José Domingo Murcia Florián

BG. (RA) Pablo Elbert Rojas Flórez

EDITORBG. Guillermo León Diettes Pérez

FOTOGRAFÍAEstrella Policial

Archivo Revista Policía Nacional DISEÑO E IMPRESIÓN

Editorial La Unidad S. A. El NuEvo Siglo413 92 00 - ExT. 126

NOTA: Los artículos no reflejan el pensamiento del Colegio de Generales de la Policía Nacional, son

de exclusiva responsabilidad de sus autores, y por razones de espacio podrán ser editados.

EstrElla Policialpublicación del colegio de generales

de la policía nacional de colombia

Edición Nº 21ISSN 1909-0269

“Caballerosidad, gratitud y afecto”

Las visitas de los Papas no son tan frecuentes y en consecuencia se convierten en un acontecimiento nacional, a donde quiera que se presenten. En toda nuestra Historia solo hemos tenido tres visitas de los Obispos de Roma y Sumos Pontífices de la Iglesia Católica y para fortuna de muchos, hemos sido testigos de estos tres magnos acontecimientos, en los que la Policía Na-cional ha demostrado su profesionalismo y gran capacidad de

servicio, con sus excelentes planes de seguridad para los multitudinarios eventos y en coordinación con la Gendarmería del Vaticano, para la seguridad del Santo Padre.

Los sabios mensajes que nos han dejado los Pontífices, han sido siempre concordantes con la propuesta social, política y religiosa del cristianismo, que constituyen sabias orientaciones para vivir de acuerdo con una doctrina que se basa en el respeto, la armonía, el aprecio y el amor como pilares fundamentales de la convivencia pacífica de una sociedad. Las fer-vientes invitaciones a compartir sin egoísmos, a reconocer en nuestros conciudadanos a perso-nas con iguales derechos y a respetárselos, es la fórmula para disfrutar plenamente de las maravillas y bellezas de la creación. Retum-ban en el ambiente, durante los eufóricos momentos de la visita, todas esas enseñan-zas, pero pareciera que cuando el Pontífice se aleja para regresar a su sede, se alejan también sus mensajes y con ellos sus sabias enseñanzas. “No se dejen ro-bar la alegría, la esperanza y la son-risa” les dijo, el Papa Francisco, a los jóvenes que se congregaron en la Plaza de Bolívar, pare-ciera que el Santo Padre sabe que en nuestro medio la ale-gría, la esperanza y la sonri-sa no son un patrimonio de todos porque hay algunos que se empeñan en negarles o usurparles esos derechos a sus semejantes, privándolos de estos bienes que deben ser inhe-rentes a la naturaleza humana. No pretendemos creer ni manifestar que este patrimonio tan elemen-tal debe significar la igualdad para todos pues sabemos que la igualdad es la más grande utopía que existe, ya que sabemos que no existe ni en otras dimensio-nes. Se dice con razón que esa igualdad no existe ni en el cielo donde se reporta la existencia de ángeles, se-rafines, querubines y arcángeles. San Agustín decía que no es más feliz el que más tiene sino

Visita memorableel que menos necesita y desde entonces se nos recuerda esta enseñanza con mensajes que nos invitan a ser felices con lo que tenemos y que no debemos aspirar a tener lo que tienen nuestros conciudadanos para lo-grar la felicidad, pues esta ambición solo nos va generar una permanente insatisfacción e infelicidad y así se nos pasará la vida envidiando lo de los demás y nunca lograremos disfrutar lo que tenemos. El mensaje del Papa es claro y contundente, debemos dejar que la gente sea feliz con lo que tiene, pero el problema es que sugiere esa inquietante posibilidad de la existencia de seres que se atreven a robarle la esperanza y la felicidad a sus semejantes. Que tristeza que esta realidad sea un hecho cierto. Esa felicidad que se puede percibir en la sonrisa del ciudadano humilde que lucha a diario con fortaleza y sacrificio para sobrevivir, a veces se tropie-za con actitudes de gente que les roban, con comportamientos inhu-manos, los pocos espacios que tienen para ser felices. Son las pequeñas cosas que significan para estas personas toda su felicidad las que se les tratan de usurpar y es ahí en donde radica la causa de la violencia que azota a muchos. El mensaje nos invita a que debemos respetar a nuestros semejantes y dejarlos que con lo poco o mucho que tengan, sean verda-deramente felices, aprendiendo a respetar los espacios de cada uno de los integrantes de una comunidad. De esta manera, habríamos aceptado la recomendación de no atrevernos a robarle a nuestros semejantes, la esperanza, la sonrisa y la alegría que son la más clara demostración de la

felicidad a la que todos tenemos derecho. Ojalá que esas enseñanzas y recomendaciones no se hayan

regresado con el Papa y que se hayan queda-do con nosotros en este pedacito de tierra que la providencia nos ha dado para que compartamos, disfrutemos y constru-yamos en ella el ambiente de felicidad que todos anhelamos pero que a veces convertimos en grandes frustraciones que nos enfrentan y que nos alejan de la paz y la armonía que promulgamos pero

que no ratificamos con nuestra actitud. Los Policías de Colombia que seguimos

muy de cerca el recorrido del pastor de la Iglesia católica por nuestra patria y a su lado

escuchamos sus sabios consejos que in-teriorizamos en lo más profundo

de nuestro ser, le agradecemos su visita, sus consejos y sus

enseñanzas y le pedimos sus oraciones para que

sus mensajes perdu-ren en el corazón

de todos los co-lombianos.

Por: Mayor general (r) HECTOR DARÍO CASTRO CABRERAPresidente del Colegio de Generales de la Policía Nacional

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Por Brigadier General (r) FABiO ARTuRO LONDOñO CARDEñAS

El cuidado de la casa común es el resultado de una nueva y más amplia teoría teológica, política y so-ciológica que ha cambiado las consideraciones teó-ricas sobre el mundo (cosmos, universo y globo); así como su dinámica, desenvolvimiento actual y futuro, en el cual se plantean muchísimos temas o situaciones que no solamente han venido poniendo

en tela de juicio la condición humana, sino el porvenir de la familia, que ha sido y es célula vital de la sociedad humana, con el suceder de hechos que ponen en peligro la misma exis-tencia de los seres y de las cosas, aunque la sociedad en general, ha tratado se respete la naturaleza y el mundo en su devenir.

En estas circunstancias, el Sumo Pontífice ha emitido la encíclica referida, a partir que: “Nada de este mundo nos resulta indiferente, teniendo en cuenta que: los progresos científicos más extraordinarios, las proezas técnicas más sor-prendentes, el crecimiento económico más prodigioso, si no van acompañados por un auténtico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra el hombre” (Pág. 7).

El Papa, en el desarrollo de su encíclica, hecha la introduc-ción histórica pertinente, plantea entonces, una nueva forma de vivir y responder por la existencia del mundo, teniendo en cuenta la multiplicidad de factores y deberes que debe respetar el hombre para realizar el propósito que le ha fijado el Sumo Hacedor (Génesis).

Ahora bien, el Papa Francisco ha escogido un vocablo de amplia significación para involucrar en el todo lo que el hom-bre debe realizar y el modo como debe hacerlo para perfeccio-nar la obra de Dios, lo cual significa que desde la teología has-ta el último de los compromisos que el homínido ha asumido con su familia y con su casa, se extiende a toda la humanidad y su quehacer se debe globalizar, de modo que sus relaciones con otros seres vivos y el ecosistema, sea más responsable y cabalmente organizado.

La “casa común” del hombre es una expresión que reem-plaza los términos: “mundo”, “universo”, “cosmos”, “globo” y, así mismo, la calificación no solamente del obrar humano sino de toda la amplia gama de sus obligaciones, para la conser-vación y mantenimiento del ámbito (biota) que le permitirá subsistir con felicidad y convivir felizmente.

En razón de lo dicho, hemos de detenernos a elucubrar sobre los caminos que han de seguirse para la existencia en ese hogar de todos. Por esta razón, consideramos que la in-vestigación, desde el punto de vista de la ciencia de policía y la importancia que para el desarrollo de sus funciones tiene la ecología, exige la penetración a fondo en los amplios cam-pos en que la encíclica expone sus conceptos y desarrolla sus

crítica. En tal virtud, hemos de estudiar tal documento con fundamento en la estructura de su contenido; así:

Capítulo primero: LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO EN NUESTRA CASA1. Contaminación y cambio climático;2. Basura y cultura del desastre; el clima como bien común;3. La cuestión del agua;4. Pérdida de la biodiversidad;5. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación

social;6. Inequidad planetaria;7. Debilidad de las reacciones; y8. Diversidad de opiniones.

Capítulo segundo: EL EVANGELIO DE LA CREA-CIÓN1. La luz que ofrece la fe;2. La sabiduría de los relatos bíblicos;3. El misterio del universo;4. El mensaje de cada criatura en la armonía de todo lo crea-

do;5. Una comunión universal;6. Destino común de los bienes; y7. La mirada de Jesús.Capítulo tercero: RAÍZ HUMANA DE LA CRISIS ECO-

LÓGICA1. La tecnología: creatividad y poder;2. Globalización del paradigma tecnocrático; y3. Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno. El

relativismo práctico, necesidad de preservar el trabajo, in-novación biológica a partir de la investigación.Capítulo cuarto: UNA ECOLOGÍA INTEGRAL

1. Ecología ambiental, ecológica y social;2. Ecología cultural;3. Ecología de la vida cotidiana; y

4. El principio del bien común justicia entre las generaciones.Capitulo quinto: ALGUNAS LÍNEAS DE ORIENTA-

CIÓN Y ACCIÓN1. Diálogo sobre medio ambiente en la política internacio-

nal;2. Diálogo hacia nuevas políticas nacionales y locales;3. Diálogo y transparencia en los procesos decisionales;4. Política y economía en dialogo para la plenitud humana; y5. Las relaciones en el diálogo con las ciencias.

Capitulo sexto: EDUCACIÓN Y ESPIRITUALIDAD ECOLÓGICA (TELEOLOGÍA)1. Apostar por otro estilo de vida;2. Educación para la alianza entre la humanidad y el am-

biente;3. Conversión ecológica;4. Gozo y paz;5. Amor civil y político;6. Signos sacramentales y descanso celebrativo;7. La trinidad y la relación entre las criaturas;8. Reina de todo lo creado;9. Más allá del sol;10. Oración por nuestra tierra; y11. Oración cristiana con la creación.

Como puede observarse en la relación anterior, es un pro-grama que ha de desarrollarse en la formación del conocimiento policiològico total, unitario y universal del hombre policía- como lo venimos pidiendo desde tiempo atrás en nuestros es-critos (1975) – para lograr la renovación de la mentalidad poli-cial existente de acuerdo con las exigencias de la sociedad y del Estado contemporáneo, complementado bellísimamente con la doctrina expuesta por el Sumo Pontífice en su “carta encíclica “Laudato si” sobre el cuidado de la casa común”.

Julio de 2016Sumo Pontífice Francisco “Carta encíclica “Laudato si`, sobre el cuidado de la casa común”. Ed. San Pablo(2015)

“Carta encíclica “Laudato si” sobre el cuidado de la casa común” y la policiología

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Por: ÁLVARO CHAVES PuERTO Experto en comercio Exterior

Celebramos este año, los colombianos, el aniversario 207 de nuestro grito de Inde-pendencia. Al mirar atrás en el tiempo, el pasado histórico, hoy nos sentimos or-gullosos de la gesta libertaria y del origen de la democracia que vivimos. La más antigua en la América del sur.

Todo el proceso que se celebra en un día glo-rioso: 20 de julio de 1810, como hito histórico, comenzó a gestarse casi con siglos de anticipa-ción; la dominación española dejaba un conglo-merado social empobrecido, sometido a la tiranía y agobiado por el peso de los impuestos y gravá-menes que la España colonial cobraba con infamia en sus dominios.

El surgimiento de una clase social autóctona de criollos, descendientes de españoles, fue el se-millero de la nueva Colombia multirracial y mul-tiétnica. Por esta misma razón rica en culturas, en costumbres y ligada por un destino común.

Dice el periodista e historiador Arturo Abe-lla que la víspera del 20 de julio se reunieron en el observatorio astronómico los próceres: Camilo Torres, Francisco José de Caldas; los señores Mo-rales, padre e hijo, y algunos otros “con el fin de dar los toques finales a la revolución”. Existía la

motivación suficiente para iniciar la revuelta, pero se necesitaba que alguien “le pusiera el cascabel al gato”. Es decir se tenía que encontrar el pretexto histórico que pretendiera la mecha del levanta-miento popular.

Este pretexto tomó la forma de un “florero”. Solo este se necesitó para iniciar el camino de la independencia.

La tradición y la anécdota se refieren a que los señores Morales, padre e hijo, solicitarían a un español muy conocido por su aversión a los ame-ricanos, un florero para adornar la mesa con que se pensaba agasajar en un banquete a don Anto-nio Villavicencio. Un criollo americanista: José González Llorente se llamaba el gaditano dueño de un almacén ubicado en la esquina sur oriental de la plaza mayor. Al pie está situada la catedral y al frente estaba la plaza de mercado que, en el día señalado, iba a estar abarrotado de productos y de gente.

El español había llegado a la Nueva Granada en busca de fortuna procedente de Cuba y se ha-bía casado con una criolla. Su talón de Aquiles era su mal genio. Algunos hasta pensaban que era buena gente, pues su esposa nativa tenía un nú-mero indeterminado de hermanas a quienes tam-bién mantenía con solvencia.

A las 12 del día 20 de julio, llegaron los Mo-rales al almacén de Llorente. Solicitaron el prés-tamo del hoy famoso florero, al indicar que se trataba de un homenaje a don Antonio Villavi-cencio. Llorente no pudo resistirlo y emprendió con palabras soeces y vulgaridades a calificar a los americanos. Los Morales cayeron sobre el “chape-tón” (calificativo con el que se referían los anti-guos santafereños a los españoles) y se inició una tremenda reyerta; en la calle se prendió la asonada, y los gritos de “mueran los chapetones” invadió a la plaza entera.

El alcalde Pey queriendo pacificar a la plebe ordenó tomar preso a Llorente, ponerle grillos y lo encerró en un calabozo. Lo condenó, en nombre del pueblo, “a ciento sesenta días de prisión”.

En la tarde los gritos cambiaron a “Cabildo Abierto” y la revuelta de caótica se tornó en po-lítica. Personajes de la alta sociedad, junto con la población urbana rampante, se unieron en opi-nión y en sentimientos; se iniciaba así el incendio libertador incontenible e incontrolable.

En la casa Virreynal el desconcierto invadió todo el ámbito.

El virrey Amar reunió su gabinete; Hernández de Alba dijo” yo no veo los peligros, la revolución está muy lejos”. Estaba equivocado.

El virrey autorizo el cabildo abierto al escu-char el consejo de su ayudante Jurado: “Conceda vuecencia lo que pida el pueblo, si quiere salvar su vida y sus intereses”.

Algunos cronistas narran que en el momen-to estelar de la revuelta se calcula que había en la

plaza cinco o seis mil personas, pero al llegar la noche en la plaza no habían más de setenta a cien personas. Es en este momento en el que aparece, en un balcón, la figura providencial del llamado “tribuno del pueblo”; José Acevedo y Gómez a quien no se le conocía, ni como político ni como intelectual, y su pequeña pero definitiva pieza ora-toria es hoy premisa fundamental de la histórica:

“SI PERDÈIS ESTOS MOMENTOS DE EFERVECENCIA Y DE CALOR; SI DEJÀIS ES-CAPAR ESTA OCASIÓN ÙNICA Y FELIZ, AN-TES DE DOCE HORAS SEREIS TRATADOS COMO INSURGENTES. VED (señalando la cárcel) LOS CALABOZOS, LOS GRILLOS Y LAS CADENAS QUE OS ESPERAN”.

Dice Arturo Abella que aquel fue el primero y ultimo día de su vida política. Su legado nuestra libertad.

Al amanecer del día 21 de julio estaba con-formada la Junta Suprema del Nuevo Reyno de Granada. El acta levantada fue conocida como: “Acta de Independencia”. Y fue firmada por los notables de la sociedad santafereña. En ella se ha-bla de la libertad e independencia, no reconoce la autoridad del virrey pero acepta explícitamente el derecho a reinar de Fernando VII, siempre y cuando gobernara desde estas tierras.

Aun faltarían 9 años de luchas y cruentas ba-tallas para lograr la independencia definitiva en los campos de Boyacá, pero se había iniciado la epopeya única e irreversible de la emancipación colombiana.

En torno al florero todo es un misterio:“misterio su ruptura probablemente a la hora

de la paliza, el museo en donde reposa con la es-cueta referencia: Florero de porcelana del siglo XVIII, cuya solicitud de préstamo para ornar la mesa de homenaje ofrecido por los criollos san-tafereños al comisario regio don Antonio Villavi-cencio, originó la histórica reyerta”

*Referencias

20 de julio de 1810, Arturo Abella, Historia de Colombia, Henao y ArrublaÁlvaro Chaves Puerto

20 de julio de 1810: Un florero en nuestra historia

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Por: JAiME ZAFRA BuENOEconomista – Docente universitario

A la gran mayoría de los docentes de las universidades colombianas, se les dificulta ubicarse en el quehacer moderno, es de-cir de acuerdo a la incorporación de las tecnologías de la información y la comu-nicación (TIC), en conjunto con los en-foques pedagógicos, más centrados en el

estudiante y el aprendizaje.De acuerdo con el concepto de la Organización

de la Naciones unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura (UNESCO. 2008), es muy claro al especi-ficar que el docente deberá lograr que sus estudiantes sean competitivos, en la utilización de las tecnolo-gías de la información; además, que sean buscadores, analizadores y evaluadores de la información, como también solucionadores de problemas, para facilitar-les la toma de decisiones; que sean usuarios creativos eficaces de las herramientas de productividad; como también que sean colaboradores, publicadores, pro-ductores; ciudadanos informados, responsables y con capacidad de contribuir al desarrollo de la sociedad.

“Los docentes en ejercicio requieren estar muy bien preparados, con la finalidad de ofrecer a sus estudiantes oportunidades de aprendizaje apoya-dos en las TIC, para ser utilizadas y conocer cómo éstas pueden contribuir a su aprendizaje, capacida-des que actualmente hacen parte del catálogo de competencias profesionales básicas de un docente” (UNESCO, 2008, p. 2).

Cabe resaltar por su parte, la intervención de la Organización para la Cooperación y el Desarro-llo Económico (OCDE. 2010), al señalar que los estudiantes conviven, en su vida diaria, con nuevas formas de relación mediadas por las TIC y, a su vez, que estas si contribuyen de manera muy importante a la educación, al crear experiencias constructivas, que les permita beneficiarse de las oportunidades

que ofrecen, para la creación de nuevos espacios y métodos de vida social.

¿Será que en los programas que desarrollan los docentes de hoy en día, no se contemplan los funda-mentos elementales relacionados, con la enseñanza de las TIC? “Averígualo Vargas”, es decir, para que investiguen este importante tema y no se limiten a enseñar lo mismo de lo mismo y con viejos ejemplos, que aburren a los docentes. “Que pobreza intelec-tual, del docente que produce sólo para él “.

Estos profesores están cayendo en la obsoles-cencia académica, porque desconocen la explosión informática desencadenada por las TIC, y que ha generado nuevas habilidades de acceso, evaluación y organización de la información, en entornos di-gitales, para que los profesores y estudiantes, sean capaces de procesar y organizar la información, con el compromiso de adecuarla y transformarla, con el ánimo de crear nuevo conocimiento y utilizarlo como fuente de inspiración de nuevas ideas.

Tengo la fortuna de haber enriquecido el cono-cimiento, porque pertenezco, en primera instancia, como Investigador de Colciencias, Investigador y Asesor Internacional en E- Magister y como Correc-tor de Estilo del Grupo de Educación Virtual y TIC, de la IES de mis afectos.

Argüello (2009), hace una investigación sobre el oficio del profesor universitario, en la era de los medios electrónicos, desde tres culturas: la cultura computación, textual y educativa, y desde tres situa-ciones académicas en la interacción entre profesores universitarios, entorno educativo en educación su-perior y los medios electrónicos, que contribuyen positivamente, en la construcción de un sistema de prácticas académicas actualizadas.

Cuando investigo un tema, lo hago con respon-sabilidad profesional, en beneficio de la Comunidad Estudiantil de las IES, con la crítica fuerte a los pro-fesores que navegan en el mar de la ignorancia aca-démica y que los considero artífices de un quehacer

La figura de los tutores virtuales, pasa a ser, básicamente, la de un orientador del aprendizaje, del estudiante aislado, solitario y carente de la presencia del profesor habitual (García Aretio, 2001).

Son diversos los términos que se le dan al docente que labora en la modalidad de educación virtual; entre los más comunes se mencionan: tutor, asesor, facilitador, consejero, orientador, consultor, entre otros; to-dos estos, con base en las funciones que desempeñan, aunque el de tutor virtual es el que ha calado más, en la mayoría de estos sistemas virtuales.

“La virtualidad nos permite, hoy, llegar a nuevos estudiantes, con nuevos gustos e intereses, y como docentes no podemos relegarnos ante ello. La exigencia que se nos presenta, entonces, explorar las nue-vas posibilidades que permite la educación asistida en red, experiencia que desde mi vivencia, ha enriquecido la manera de ver el mundo, la cultura y la sociedad y me lleva a reflexionar sobre la gran responsa-bilidad que hoy tengo ante mis alumnos en su proceso formativo y la sociedad en mi rol de docente virtual”

(Oscar Hernán Velásquez). Con base a la reflexión del docente virtual el nuevo docente, debe ser un especialista en la materia; que sus funciones se enfocan a guiar, estimular y colaborarle al estudiante virtual, en su proceso de aprendizaje, con el compromiso de evaluar los resultados obtenidos.

En lo que tiene que ver con la utilización del componente tecnoló-gico por parte de los docentes en los entornos virtuales de aprendizaje, el docente virtual está comprometido con el dominio y funcionamien-to de plataformas LMS (e – learning), sus componentes, herramientas de comunicación, de planeación, utilitarios, con la finalidad de realizar seguimiento, uso de estadísticas y motores, para recopilar el conoci-miento adquirido y la manera de retroalimentar a través del uso de “chats”, buzones, foros, etc.

Los tutores virtualesEl quehacer docente moderno

docente negativo, que va en contravía con la moder-nidad de la Educación Virtual – TIC, requerida para la competitividad de los estudiantes y profesionales del siglo XXI. Solo Dios sabe, mi amor por la Do-cencia Moderna.

“La vida social, ya se ha transformado en una vida electrónica o cibervida”.

Zygmunt Bauman.“La educación de la modernidad liquida, ya no

tiene un populacho que ilustrar y ennoblecer, sino clien-tes que seducir”.

Zygmunt Bauman.

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La Policía Nacional, con el fin de propender por la acep-tación de una cultura de respeto, reconocimiento, em-poderamiento, como base fundamental y dinámica que debe existir entre el personal en uso de buen retiro y pensionados de la Policía Nacional y sus integrantes activos, brinda todo su apoyo y acompañamiento a quienes hayan demostrado, durante su permanencia en

la Institución, un liderazgo efectivo y comportamiento integro, al interior de la misma, con personas con la virtudes fundados en hacer bien su trabajo y como ejemplo para la comunidad en general; todas esas mujeres y hombres policías que con esfuerzo brindaron lo mejor de sí para enaltecer nuestra Policía Nacional, de la cual seguirán siendo parte integral de la gran familia policial.

Es un propósito del señor Director General de la Policía Na-cional, generar espacios de interacción constante que afiancen el sentimiento de respeto y solidaridad del personal activo hacia los retirados, situación que dará firmeza a los cimientos instituciona-les. Es así, como la Institución está dispuesta a atraer el potencial proveniente del personal en uso de buen retiro y pensionado, me-diante su participación en los procesos administrativos, docen-tes y de asesoría. Una expresión clara está en la construcción de órganos consultivos de personal en uso de buen Retiro, con la función primaria de asesorar al Mando Institucional en la toma de decisiones y la orientación estratégica.

En igual forma, el proceso metodológico para la generación, clasificación, revisión, difusión y apropiación de la doctrina poli-cial, se creó el Centro de pensamiento Doctrina institucional: que proyecta la vinculación de personal en uso de buen retiro y pen-sionado, en cada uno de sus grados, para asegurar la combinación de la experiencia con el conocimiento actual del entorno, lo que garantiza la pertinencia de las decisiones y la continua fundamen-tación de la doctrina.

Así las cosas y teniendo en cuenta que una de las necesidades más sentidas para el personal con asignación de retiro, es la de acceder al conocimiento a través de los programas de educación formal (pregrado, postgrado) y no formal o de educación para el trabajo y desarrollo humano (diplomados, simposios, talleres, seminarios entre otros), la Policía Nacional dispone, bajo el lide-

razgo de la Dirección de Talento Humano, las regiones, metropo-litanas y departamentos de Policía, a través de la Coordinación de la Reserva Policial, dependencia que tiene como objetivo promo-ver la sinergia interinstitucional entre la Policía Nacional, la Caja de sueldos de retiro (CASUR), las agremiaciones, asociaciones, integrantes de la reserva policial y los profesionales oficiales de la Reserva, para liderar y proyectar mecanismos que permitan la rea-lización de convenios educativos, que no solo beneficien al poli-cial en uso de buen retiro o pensionado, sino que a su vez, apoyen la formación de su núcleo familiar, como base fundamental de una atención integral bajo la luz del humanismo, a través de los siguientes regímenes normativos: l La Ley 14 del 15 de enero de 1990 “Por la cual se establece

la distinción “Reservista de honor”, se crea el escalafón corres-pondiente y se dictan otras disposiciones”

l Decreto 1073 del 22 de mayo de 1990, “Por el cual se regla-menta la ley 14 de 1990”

l Decreto 879 del 27 de mayo de 2016 “Por el cual se expide el Decreto único reglamentario del sector administrativo de Defensa”, con relación a la distinción “Reservista dé honor”.

los miembros de la fuerza pública y se dictan otras disposiciones y se modifica el decreto 1070 de 2015”.

BENEFICIOSl Financiación de estudios;l Beneficios en los productos básicos de primera necesidad;l Beneficios en espectáculos; l Beneficios en exhibición cinematográfica en salas de cine; l Transporte aéreo; l Telefonía e internet fija y móvil, y televisión por cable; l Operadores de hotelería; l Sitios turísticos;l Entrada gratuita a eventos; l Ventanilla preferencial; yl Financiación otros programas de bienestar

Resolución número 000129 del 26 de abril de 2011, “Por la cual se reglamenta el otorgamiento de becas de estudio para los programas académicos ofrecidos por la Dirección Nacional de Escuelas“

ARTÍCULO 5°. El Director de la Escuela de Posgrados de Policía podrá conceder un descuento hasta el 30% al personal uni-formado y no uniformado de la Institución en uso de buen retiro.

Resolución número 000469 del 6 de diciembre de 2011, “Por la cual se reglamentan los parámetros para el otorgamiento de apoyo económico estudiantil (beca), en los programas acadé-micos ofertados por la Dirección Nacional de Escuelas, para los funcionarios de la Policía Nacional, aspirantes y estudiantes en proceso de formación policial”

Aspirantes o estudiantes cuyo padre o madre de familia sea miembro activo de la Institución o se encuentre en uso de buen retiro; adicionalmente que el postulado se haya destacado acadé-micamente en las pruebas saber 11, así: a partir del segundo se-mestre de 2014 puntaje igual o superior a 310; desde el año 2002 hasta el primer semestre de 2014, puntaje igual o superior a 50.

Ante quién se puede solicitar información acerca de estos beneficios y demás procesos de bienestar?

Estas coordinaciones se hacen a través del señor coronel Cé-sar Augusto Moreno Bustamante, Coordinador de la reserva po-licial y su equipo de trabajo, quienes estarán prestos a brindarles toda la información, l Canal virtual: correos electrónicos: [email protected]; [email protected]; [email protected] Canal presencial: Avenida Boyacá No 142 A – 55 Bloque H,

Escuela de Postgrados de Policía “Miguel Antonio Lleras Pi-zarro en Bogotá.

l Canal telefónico: número móvil 320-2976071, IP- 9989 – 20542.

Coordinación de la

reserva policial

Ley 1699 del 27 de diciembre de 2013, “Por medio de la cual se establecen unos beneficios para los discapacitados, viudas, huérfanos o padres de los miembros de la fuerza pública y se dic-tan otras disposiciones”

Decreto 2092 del 23 de octubre de 2015, “Por medio del cual se reglamenta la Ley 1699 del 27 de diciembre de 2013 sobre beneficios para los discapacitados, viudas, huérfanos o padres de

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Por: Mayor General (r) ALBERTO RuiZ GARCiA

La visita del Santo Padre dejó una profunda huella en nuestros corazo-nes, además de grandes enseñanzas para el espíritu del hombre policía, que, también ejerce una vocación y un apostolado de servicio perma-nente hacia el prójimo, en este caso

el hombre del común.Es por ello por lo que, respetando el cri-

terio de todos, me atrevo a dejar un testimo-nio personal de la espiritualidad, el consejo, la enseñanza y la sabiduría del Papa, que, a no dudarlo, se convierte en mi gran aspiración, para cambiar el ritmo de la actitud del hom-bre policía frente al pueblo, por cuanto sus sabias palabras fueron escuchadas detenida-mente por la comunidad policial colombiana; especialmente la retirada del servicio activo, pero no de su convicción de policías y de su perenne compromiso sagrado con el país.

Sus frases y mensajes, pletóricos de sabidu-ría en mi modesto parecer, tienen pleno arraigo y validez al interior de nuestra filosofía y doc-trina. No solo fueron expresadas hacia políti-cos, dirigentes, gobierno, Iglesia, niños, jóve-nes, enfermos, subversivos, víctimas, presos, delincuentes y violentos. La comunidad po-licial y las instituciones con la fuerza pública, podemos extraer profundas enseñanzas, como las que hoy me atrevo a poner a su disposición, repito; respetando lo que cada quien piense al respecto.

LA VOCACIÒN: Uno de nuestros más delicados e incuestionables problemas. La institución se nutre de la materia prima de la sociedad, pero debe escoger los mejores sin atender a los favoritismos especialmente políticos, ni a una mal entendida lástima y misericordia. Como lo expresó el PAPA a la iglesia colombiana, sus palabras tienen plena validez en el entorno policial; “la vocación muere cuando se quiere nutrir de honores, cuando está impulsada por la búsqueda de una tranquilidad personal y de promoción social, cuando la motivación es subir de gra-do o categoría, al apego a intereses materia-

les y al afán de lucro. El diablo entra por el bolsillo”

DESACTIVAR LOS ODIOS, y dar paso a la verdad, la justicia y la misericordia: Cuánto resquemor, ira, prejuicios y odio to-davía guardamos después del retiro, con al-gunos de nuestros superiores, subalternos, compañeros y personas que tuvieron que ver con el devenir institucional. ¿Hasta cuándo esos malos pensamientos y rencores nos van a acompañar? ¿Por qué no extender la mano y dar el primer paso hacia la reconciliación, inclusive con los adversarios de la subversión? Busquemos un equilibrio de conciencia con el dolor que posiblemente algunos infligimos en nombre de la ley.

HACER CUMPLIR LA LEY; pero sin excesos de la fuerza. ¿Por qué no anteponer un poco más de paciencia y de tolerancia a nuestras cotidianas decisiones de la función pública, en especial de las fuerzas de choque?. De hoy en adelante LA FUERZA DE LA RAZÓN, deberá primar sobre el ímpetu de nuestras emociones.

PROTECCIÓN AL DESVALIDO, AL APARTADO, AL DÈBIL: Para ello solo bas-ta con aplicar el contenido de la doctrina ética policial que estamos en mora de elaborar en un código deontológico. Si la misión es pro-teger el cabal cumplimiento y ejercicio de las libertades públicas, por qué maltratamos al ciudadano, especialmente de palabra, por qué nos ensañamos contra el indigente, el vicioso, creyéndonos superiores y menospreciándolos indignamente. ¿Por qué no hacer el intento de cambiar de actitud?

PROTECCIÓN DE LA NIÑEZ: Nues-tra misión con la niñez ha sido deficitaria. ¿Por qué no hemos actuado con firmeza en Cartagena en los sectores marginados para perseguir implacablemente a los depravados que fomentan la prostitución infantil, cuan-do disponemos de una especialidad de pro-tección a la niñez y la adolescencia? Resultaría útil unirnos con tal propósito con la iglesia, los dirigentes, y la comunidad en esta impor-tante labor. Los frutos se recogerán posterior-mente, cuando la delincuencia disminuya y la paz impere.

PAPEL DE LA IGLESIA EN LA INS-TITUCION: Debe reconocerse que ha sido vital, pero insuficiente. Con el respeto que me merece la acción de la palabra que difunden, ha carecido de énfasis en los temas relaciona-dos con el trato al prójimo, en la erradicación del odio, la amenaza, la venganza, la calum-nia, la injuria y la violencia física o verbal. Desde las escuelas de formación se debe em-prender esta vigorosa campaña contra tirios y troyanos, porque la primera resistencia va a estar posiblemente en algunos mandos, y en los practicantes de otras religiones, pero la be-nevolencia y la misericordia no tienen partido ni religión.

BURGUESÌA INSTITUCIONAL: Hay que abandonar el confort de las oficinas y destinar a los miembros de la institución a permanecer más tiempo con el habitante en la calle. Ello no es nuevo porque un erudito, estudioso y doctrinario General hace más de 30 años lo manifestó. No lo escuchamos pero de haberlo hecho otro sería el presente de la policía nacional. Ahora que el Santo Pa-dre lo dice no es tarde para emprender esa mi-sión. “El compromiso debe ser nuestro norte y no la permanencia en la Institución”.

NO DEJARNOS ARREBATAR LA ALEGRÌA: Sí algo hemos perdido es la ale-gría en el servicio. Los rostros de los policías se ven lejanos, tensos, inconformes y taciturnos. Las vicisitudes del país, la precariedad de los recursos económicos, la antipatía y desdén de algunos sectores de la comunidad, nos arreba-taron la alegría y la felicidad que produce al espíritu servir al necesitado, proteger al desva-lido y sacrificarse por el semejante. Tenemos que volver a la actitud comedida, respetuosa, noble, comprensiva y feliz que nos ha hecho acreedores del cariño del pueblo colombiano, a pesar de nuestros errores y abusos. Al final

de cuentas somos humanos y como lo dijo el Santo Padre, VULNERABLES.

LA CORRUPCIÒN: Tener fuerza espi-ritual para no ceder a las tentaciones del de-lincuente y en especial del narcotraficante y el ciudadano o funcionario corrupto. Cumplir con el antiguo y vigente precepto, de que “la mejor medicina contra la corrupción es el buen ejemplo”.

LA INQUIETUD EN LAS NUEVAS GENERACIONES: Perder el miedo al cam-bio positivo. La institución y sus integrantes tienen que pensar en grande, no detenerse en pequeñeces, no mirar la forma sino el fondo de su accionar; actualizarse y aprender a so-ñar. “Una sociedad moderna requiere una policía moderna.”

Finalmente es dable reconocer y exaltar la excelente presentación, actitud y compromiso de los policías con ocasión de esta trascenden-tal visita papal. Los mandos dirigieron y, sus hombres con disciplina y mística, cumplie-ron. De igual manera el muy buen comporta-miento ciudadano, frente a esta concentración de multitudes, al atender las instrucciones de sus autoridades, sin empujar en las colas, no saboteando los actos, la juventud concentrán-dose numerosamente sin necesidad de utilizar las drogas o el alcohol, ni causar mayores da-ños al entorno y amoblamiento urbanístico y, en fin, mostrándole al mundo que somos un pueblo espiritual, fervoroso y consciente. La disminución en un 70% de la criminalidad del país durante la visita así lo demuestra.

BASTA UNA PERSONA BUENA PARA QUE HAYA UNA ESPERANZA dijo el Santo Padre, por lo que cada policía en acti-vidad o uso del buen retiro, deberá convertir-se en uno de ellos. Es el pacto o acuerdo de paz que debemos firmar y cumplir.

Enseñanzas de la visita del Papa Francisco para la PolicíaHay que pasar del formulismo del saludo con el lema Dios y Patria, a la práctica de su esencia y contenido.

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Por el General (r) VÍCTOR ALBERTO DELGADO MALLARiNOExdirector General de la Policía Nacional

No resulta fácil tratar de resumir en unas cortas palabras la fructífera vida profesio-nal y personal del señor General Bernar-do Camacho Leyva, ni expresar lo que la reserva de la Policía Nacional, integrada en el Colegio de generales, en Acorpol, en la Academia Colombiana de Historia

de la Institución, en el colegio de coroneles y en todas las agremiaciones de sub oficiales, agentes y personal no uniformado, quisieran, en honor del superior y amigo que despiden. Asumo este inmenso honor con humildad y la más profunda emoción, fruto del afecto personal que a través de mis ya largos años he profesado por él y por su queridísima familia.

El señor General Bernardo Camacho Leyva, nació en la ciudad de Bogotá el 6 de septiembre de 1.919. Hijo de Don Alberto Camacho Torrijos y Doña Rosa Leyva Camacho, formó parte de una distinguida familia que dio al servicio del país a pres-tigiosos profesionales en diferentes disciplinas aca-démicas, entre ellos a tres generales de la república: Alberto, Bernardo y al ex ministro de defensa Luis Carlos Camacho Leyva, vinculándose así, en forma importante, al desarrollo de Colombia.

Escogió para su futuro una carrera de servicio a la comunidad ingresando a la Escuela de Cadetes General Santander como integrante del primer cur-so de formación de oficiales nominado “Simón Bolí-var”, con el cual, nuestra Alma Mater, inició una ta-rea que al correr de los años se ha mostrado esencial para la estructuración y organización de la Policía Nacional, institución de servicio a la comunidad, a la que el señor general. Bernardo Camacho sirvió por más de treinta años. Egresó como teniente segundo en noviembre de 1.940.

Requeriría mucho tiempo detallar las múltiples realizaciones del señor General Bernardo Camacho durante su larga carrera profesional en la que le co-rrespondió prestar variados servicios, entre otros, en los departamentos de Putumayo, Arauca y Bogotá. Se distinguió en el campo administrativo, al haber desempeñado con suma eficiencia, el cargo de Jefe de servicios administrativos de la Institución; liquidó la Caja de prestaciones sociales dando vida al actual Fondo Rotatorio de la Policía Nacional, cuya im-portante labor ha sido vital para la Institución. Fue

jefe administrativo de la Presidencia de la República, jefe de personal de la Policía Nacional, comandante del departamento de policía Bogotá, director de la Escuela de Cadetes General Santander, Jefe del Esta-do Mayor, agregado a la Embajada de Colombia en Londres y Director General de la Institución desde el 1º. de abril de 1965 al 1º. de abril de 1971.

Para premiar sus realizaciones y funciones, fue condecorado por el gobierno nacional con la Orden de Boyacá, la más importante que se concede en Co-lombia. Entre muchas otras recibió la Cruz al mérito Policial, la Estrella de la Policía, la Cruz Antonio Na-riño, servicios distinguidos y varias de instituciones internacionales y otros países.

Hombre de carácter y personalidad, durante su carrera dejó positivas obras y huellas en todos los car-gos que ocupó. Impulsó la revista de la Policía como órgano de difusión e información institucional y nu-merosas publicaciones de notable importancia aca-démica y cultural que contribuyeron esencialmente a hacer conocer y apreciar a la Institución por parte, no solo de sus propios integrantes, sino de la comu-nidad nacional e internacional.

Desde el año de 1958, su presencia profesional se hizo más necesaria para conseguir la estructuración y organización de una Policía apartidista, técnica y com-prometida en beneficio de la comunidad, ganándose no solo el respeto y aprecio de la sociedad, sino el de todos y cada uno de sus subalternos y compañeros.

Ascendió el 31 de enero de 1965 al grado de Brigadier General y el año de 1968 al grado de Ma-yor General. En 1999 recibió el merecido ascenso honorario a General.

Se retiró del servicio activo en 1971, rodeado del aprecio y reconocimiento sin límite de sus subalter-nos y compañeros y el de la sociedad que lo recuerda gratamente.

El 25 de febrero de 1973 encabezó la firma del acta que creó la “Asociación de oficiales de la Policía Nacional en uso de buen retiro”, de la que fue su primer presidente. Hoy Acorpol es una de las más importantes agremiaciones de la reserva activa de la Institución.

El 24 de mayo de 1990, en unión de otros dis-tinguidos oficiales fundó la Academia de Historia de la Policía Nacional, que desde entonces ha cumplido una eficiente y trascendental labor.

Ocupó durante muchos años la presidencia del Consejo Asesor de exdirectores de la Policía, al que imprimió el sello de su personalidad.

Todo lo anterior muestra el grado de compromi-so profesional que siempre lo distinguió. Su ejemplo fue el mejor estímulo para sus compañeros y amigos, que le correspondieron con respeto y aprecio.

Formó parte desde sus inicios, del Colegio de Generales al que estimuló en diversas formas contri-buyendo, sin límites, a su fortalecimiento y recono-cimiento institucional y social.

Hoy, toda la reserva de la Policía siente en el fon-do del corazón y lo quieren expresar a través de mis palabras, la partida del superior, del compañero y del amigo, de quien solo se guardan gratos recuerdos.

Tuve la suerte de conocer al señor general Ca-macho Leyva hace más de 60 años, habiendo sido su subalterno, su compañero y especialmente su amigo durante todo este tiempo. Compartí con él muchos momentos profesionales y personales que me permi-tieron apreciarlo de verdad. Su sencillez, su talento, sus dotes personales, su responsabilidad, entre otras muchas cualidades, constituyeron, para mi, estímulo permanente.

Con su querida señora esposa Essy Matamoros D’costa, sus hijos Enrique y Rosita, Ana María y Gustavo, sus nietos y bisnietos, formó una hermosa familia en la que ha reinado el culto al amor, a la cordialidad y a la armonía.

A ellos y a todos sus familiares, les queremos ex-presar nuestros sentimientos de solidaridad y sincero aprecio. Compartimos el dolor de su partida, con la confianza de que su recuerdo seguirá vivo en el alma de todos los que tuvimos la suerte de encontrarlo en el camino.

Pedimos a Dios lleve con él al Señor General Bernardo Camacho Leyva y le permita que, como lo hizo siempre, nos abra el camino.

General Bernardo Camacho Leyva

Estructuró y organizó una Policía imparcial

Hoy, toda la reserva de la Policía siente en el fondo del corazón y lo quieren expresar a través de mis palabras, la partida del superior, del compañero y del amigo, de quien solo se guardan gratos recuerdos.

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publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Por: NATALiA CAMACHO VELÁSquEZ.*

Mi familia, amigos, amigas, señoras y señoresBuenos días a todos. Gracias por acom-

pañarnos en este día tan especial, en el que celebramos la partida de un hombre grande, el General Bernardo Camacho Leyva nuestro abuelo, para nosotros “Benano” o “Nano”.

Sus hijos, Enrique, Ana María, Rosita y Gustavo; sus nietos, Paula, Bernardo, Juan Camilo, Alejan-dro, Valentina y yo, Natalia; sus bisnietos; queremos rendirle homenaje en nombre de toda la familia con estas palabras.

Son innumerables los testimonios que podemos escuchar de los logros de su vida profesional y académica, su vocación de servicio, su lucidez, valentía, amor a la patria y a su amada Institución de la Policía. Preferimos compartir las evidencias de sus cualidades personales y familiares. Estupendo hijo, herma-no de once, esposo de nuestra adorada Essy Matamoros; tío, abuelo, bisabuelo, buen amigo de sus amigos. Hombre recto, acompañado de poderosa claridad mental lo que le permitió ser transparente y de firmes convicciones; dotado de una inmensa humanidad por lo que pudo aceptar la diferencia y acoger siem-pre a sus compañeros, subalternos, amigos y a todos los miem-bros de su familia con generosidad y comprensión profundas.

Páter familia de la familia Camacho. Nada que le diera más felicidad que su celebración de cumpleaños los 6 de sep-tiembre en “El Sosiego”, la finca, con toda la familia. Con una memoria prodigiosa, amante de la poesía, nos regalaba los versos más hermosos, a los que sumaba momentos mági-cos que guardarán como un tesoro inconmensurable nuestros corazones; nunca olvidaremos su favorito, el maestro Valencia. Era capaz de recitar la misa en latín y de cantar a Gardel.

Sus anécdotas que parecían salidas de un cuento de aven-turas, llenaron muchas tardes de agradable tertulia. Nuestro abuelo hizo cosas excepcionales; de joven iba a Melgar en

motociclo -como él decía-; fue piloto de avión, ganó un cam-peonato sénior intercontinental de golf, se tropezó accidental-mente con la reina Isabel en Londres; contuvo la intención de toma por hordas apasionadas a la Escuela General Santander el 9 de abril. Tuvo la fortuna de conocer al Papa Pablo VI personalmente, ya que le correspondió dirigir la seguridad de su visita, lo que lo enorgullecía pues era un ferviente creyente católico, hombre de Dios. Nació con GPS incorporado que usó con mucha seguridad y desparpajo en sus múltiples viajes. Seguro de sí mismo, el mundo nunca le quedó grande. Con sus amigos se destacó jugando billar, golf, bolos, cazando pa-lomas y organizando cacerías en España.

Hombre sencillo, de espíritu campesino, que se forjó a sí mismo con mucha visión y con el raro don de la sabiduría en la práctica. Fue pionero sembrando banano en Urabá. Cultivó flores y manzanas. Desde bien joven, comenzando por una vaca en un terreno alquilado, combinándolo con su oficio de policía, fue armando su hato de ganadería de leche Holstein, de la que se sentía muy orgulloso, en la querida localidad de Cota. Siem-pre inquieto fue Concejal del pueblo como contribución a su región. Amaba el campo. Le gustaba el whisky... eso si doble, los toros desde Manolete hasta Rincón y José Tomás; hincha apa-sionado de Millonarios y seguidor permanente de Diestéfano y el valet azul. Se deleitaba con un buen salmón, pero sobre todo, una buena charla. Le encantaba cocinarnos y saboreaba los desayunos de las vacaciones, de forma increíble. Los logros de una vida honrada hicieron que hasta último momento, valorara cada experiencia de la vida con una capacidad de gozo inusitada, como si aquello que estaba disfrutando o no lo hubiera visto jamás, o no lo hubiera vivido nunca. Ejemplo de vida, de ale-gría, de juventud. Un absoluto gocetas. Con una sonrisa amable y una tranquilidad inigualables aún en los momentos difíciles.

Tuvo amigos increíbles y muy interesantes, que enrique-cieron su vida con vivencias y conocimiento. A todos los qui-simos mucho, los que ya partieron, y queremos, a los que hoy nos acompañan. Contribuyó en gobiernos, tanto conservado-

res como liberales y fue amigo personal de varios presidentes de Colombia, con quienes vivió momentos importantes de la vida nacional.

Independientemente de sus convicciones y creencias, no juzgaba y aceptaba la realidad con gran capacidad de adapta-ción y tolerancia; Solidario y consejero de muchos.

Fue un esposo leal, que se preciaba de no tener altercados o diferencias mayores con nuestra abuela. En ella, SÍ que se conjugan todas las cualidades que verifican ese dicho popular que dice que “detrás de todo gran hombre hay una gran mu-jer” Maravillosa, fiel compañera, aliada incondicional, sabia, sutil, brillante, a su lado hasta el último minuto.

Benano nos deja ejemplo de vida vivida a plenitud, alegre, humana, generosa, trabajada y de entrega a los demás. Es nues-tro deber recordarlo como referente y continuar unidos alrede-dor de nuestra abuela Etty, preservando la familia y el amor, sin olvidar el servicio desinteresado al prójimo y a la patria. Con seguridad Nano está gozando ya de la Paz en el Señor.

Nano…Aun cuando partes de esta tierra, vives siempre en nuestros corazones. Ha sido un privilegio enorme tenerte tan cerca en nuestras vidas.

¡Descansa en paz; el cielo está de fiesta!!! * Natalia Camacho Velázquez. Nieta del General Bernardo Camacho Leyva. Palabras pro-nunciadas en el Centro Cultural de la Escuela de Cadetes de Policía General Santander

General Bernardo Camacho Leyva

(q.e.p.d.) Por: Brigadier General (r) José Domingo Murcia Florián

Un dieciséis de mayo histórico y esplendorosoInició titánica labor la escuela de oficiales,

para instruir y moderar los mandos policialesescrudiñando ciencia y cultura, sin reposo.

Demarcando un derrotero por tantos anhelado,capacitar al servidor íntegro y eficiente,

en el pionero y visionario curso conformado Bernardo Camacho Leyva contestó: presente.

y qué trayectoria y sin igual ejemplo demarcó;hizo del estudio, el trabajo y disciplina, su pasión

señalando el sendero de tan digna y osada profesión.

en administración, oratoria y docencia aventajó;desafiando a menudo las cimas colosales,

abrillantó el sillar de los directores generales.

Hombre sencillo, de espíritu campesino…

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publicación del colegio de generales de la policía nacional de colombia

Santo Padre:Como Obispo Castrense quiero presentar-

le en este grupo aquí presente, a todos los mi-litares y policías de Colombia, a sus familias y al personal civil que trabaja en el sector defensa del país.

Estos hombres y mujeres que creen en Jesús y aman a la Virgen, con espíritu cristiano han entregado sus vidas y sacrificado aún su inte-gridad personal para garantizar la seguridad y el libre ordenamiento democrático de nuestra patria.

Ellos, y yo como su pastor, damos gracias al Señor por la oportunidad de hacer de este servicio público una forma de ejercer el amor misericordioso con quienes más necesitan de protección.

Ellos, y yo como su pastor, reconocemos nuestra limitación y nuestras fallas en el cum-plimiento de tan delicada misión.

Hoy pedimos Santo Padre para todo este sector que lucha por la paz, su bendición a fin de ser fieles al bien de todos los colom-bianos.

Buenos días, quiero agradecerles esta presencia de ustedes aquí. Agradecerles también todo lo que han hecho, lo que hacen y lo que seguirán haciendo en estos días durante mi visita.

Trabajo añadido. Pero, sobre todo, quiero agradecerles lo que han hecho y lo que hacen por la paz poniendo en juego la vida. Y eso es lo que hizo Jesús: nos pacificó con el Padre, puso en juego su vida y la entregó. Esto los hermana más a Jesús: arriesgar para hacer paz, para lograr paz. Gracias de corazón por todo esto. ¡Gracias!

Y ojalá que puedan ver consolidada la paz en este país que se lo merece.

Y ahora, todos juntos, les pido que recemos en silencio por to-dos los caídos y por todos los que quedaron heridos, algunos que están aquí entre nosotros. Recemos un instante en silencio

y después un Ave María a la Virgen.[Ave María][Bendición apostólica]Y por favor, les pido que recen por mí, no se olviden. Gracias.

Aeropuerto de CATAM, 8 de septiembre de 2017

Saludo al Papa Francisco y presentación de los representantes de la Fuerza Pública

Palabras del Santo Padre a las Fuerzas Armadas y a la Policía de Colombia

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Por: Mayor General (r) LuiS ENRiquE MONTENEGRO RiNCOAsesor en Seguridad Pública.

Acabo de llegar de México, después de participar en un Congreso Mundial, sobre control del Crimen Organizado., con base en que Colombia constituye un referente internacional en la lucha contra el crimen transnacional.

El Congreso constituyó una exce-lente oportunidad para exponer con vehemencia y radicalidad los éxitos logrados por mi policía nacional en la lucha contra el delito y destacar, la caída de Alias Gavilán y la captura masiva de quienes realizaron el acto terrorista en el Centro Comercial Andino, dirigido hacia objetivos blan-dos, como era al grupo de mujeres que visitaban los baños del centro comercial.

Al finalizar el evento, después de dejar muy en alto los colores de nuestra bandera, encontrándo-me en el último piso del hotel Royal, en Ciudad de México, a las 11:49 de la noche del día 7 , ocurrió un sismo ( temblor, terremoto) histórico que marcó 8.2 grados, que sacudió a la capital y varias ciudades ,evento trágico que me impactó, provocándome crisis nerviosa y pánico.

Señalo que los sabios mensajes del Sumo Pontífice, me cautivaron, me llegaron al corazón y eso fue lo que me llenó de fortaleza física y espi-ritual, y así PUDE SUPERAR la crisis nerviosa que me invadía.

El calor humano de los “manitos”, las llama-das al hotel de mi familia, los mensajes de solida-ridad de los amigos, lograron estabilizarme emo-cional y espiritualmente.

Destaco con orgullo patrio, que los organis-mos de socorro y de rescate, desempeñaron una excelente labor, y fueron instruidos y capacitados por colombianos.

Aprovecho la ocasión para pedir que todo el pueblo colombiano, las asociaciones de retirados de la policía, se solidaricen con los hermanos, en-viándoles mensajes que fortalezca su fe y la espe-ranza, para que así puedan superan los momentos difíciles, las secuelas que ha dejado el movimien-to telúrico, y lamentando la muerte de varios mexicanos y los cuantiosos daños materiales.

México demostrará su talante, al superar con acciones y gestiones, las consecuencias del terre-moto históricamente fatal.

DESPUÉS DE PARTICIPAR EN UN CONGRESO MUNDIAL SOBRE CRIMEN ORGANIZADO, VIVÍ EL TERREMOTO EN MÉXICO

Solidaridad con el pueblo mexicano

EstrElla Policial12

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Por: Mayor General (RA) CARLOS ALBERTO PuLiDO BARRANTES

Expresidente Academia Colombiana de Historia Policial

Como homenaje y reconocimiento a uno de los más connotados y destacados lí-deres que ha tenido la Policía Nacional de Colombia, el señor General Bernardo Camacho Leyva, deseo destacar entre sus innumerables ejecutorias su actividad académica e histórica que siempre asu-

mió con especial interés, entusiasmo y dedicación.Fue miembro fundador del Circulo de His-

toria Policial, que hoy se conoce como Academia Colombiana de Historia Policial; así consta en el Acta constitutiva de fecha 24 de mayo de 1990, firmada en la sede de la Academia Colombiana de Historia por distinguidos oficiales de la Policía Nacional y personalidades de la academia quienes, después del análisis correspondiente, aprobaron los objetivos que debería cumplir el nuevo orga-nismo de carácter esencialmente investigativo y

consultivo, al proceder de inmediato a elegir su primer presidente, nombramiento que recayó en el señor general Bernardo Camacho Leyva.

Así nació la Academia Colombiana de Histo-ria Policial que se constituyó en la primera de las fuerzas de seguridad pública; posteriormente, se crearon las academias militares (Ejército, Armada y Fuerza Aérea).

En la primera sesión académica registrada en el Acta 001, el señor general Camacho hizo una detallada, brillante y elocuente exposición sobre el proceso histórico de la Policía, desde sus remotos orígenes hasta nuestros días, se hizo hincapié en la Policía colombiana, en esta forma, se dio inicio a la producción histórica y literaria del Circulo de historia policial.

A raíz del impulso dado al Círculo, de su creci-miento en número de integrantes, investigaciones y producción histórica, con fecha 30 de julio de 1992, fue elevado a la categoría de Academia Colombiana de Historia Policial, actividad en la que contribuyó enormemente el señor general Camacho.

Cumplida esta laudable y filantrópica tarea, hace entrega de la presidencia al señor brigadier general José Domingo Murcia Florián, y continúa vinculado como miembro de número, con la mis-ma asiduidad y compromiso de siempre. Asiste a las sesiones académicas, no solo de la policía sino también de otras academias, de la historia y de la cultura, para representar con altura a nuestra Poli-cía Nacional y a su Academia con intervenciones importantes y participación brillante en las tertu-lias realizadas.

De su prolífica producción intelectual, quiero destacar en este escrito una de sus presentaciones históricas ante la Academia Colombiana de His-toria Policial, en la cual expuso un tema que por su trascendencia e importancia bien vale la pena mencionar pues, sigue manteniendo vigencia y actualidad: “La Política en la Policía”.

En esta exposición, el señor general Camacho, tras hacer un recorrido universal sobre la historia de la policía a través de las épocas, se adentra en el devenir de la Policía Colombiana desde su fun-dación en 1891, apoyándose no solo en su cono-cimiento histórico sino también en la experiencia vivida como oficial de la Policía Nacional, calidad en la que fue protagonista de gran parte de estos mismos hechos como el mismo indica en el inicio de su intervención al afirmar que:” El relato que van ustedes a oír es una narración ajustada a la estricta realidad fue, en su mayor parte, vivida por mí, desde el día de mi ingreso a la Escuela el 16 de mayo de 1940…”. En su intervención clasifica y describe las crisis vividas por la Policía Nacional en sus diferentes etapas de la siguiente manera:

Primera crisisEn el año 1930 con motivo del cambio polí-

tico surgido por la transición de un gobierno con-servador a un gobierno liberal, se generó el relevo paulatino de toda la policía, perdiéndose la valiosa experiencia adquirida durante varios lustros, para volver a empezar de cero.

Segunda crisisSe presenta el 14 de junio de 1943 con motivo

del asesinato de Francisco A Pérez, alias “Mamato-co”, a manos de unos policiales, mas no de la Ins-titución. Este desgraciado y aislado hecho produjo una crisis que conllevó la decisión política de des-tituir a la totalidad del mando policial compuesto, en ese momento, por un teniente coronel y los mayores comandantes de división sin otra discul-pa que, la necesidad de depurar la Institución. No hubo investigación previa ni sindicación alguna que comprometiera a los mandos con excepción del responsable del hecho criminal. Los “coman-dantes” fueron remplazados por unos abogados a quienes se les otorgó el grado de comandantes en un período irrisorio de tres meses, con lo que se produjo una desmoralización en toda la Policía y se rebajó notoriamente la disciplina.

En la foto aparecen los fundadores de la Academia: de izquierda a derecha: Doctor Roberto Velandia Rodríguez, Coronel Guillermo León Diettes Pérez, Doctor Roberto Pineda Castillo, General Bernardo Camacho Leyva, Mayor Humberto Aparicio Navia, Brigadier General Fabio Arturo Londoño Cárdenas y Brigadier General José Domingo Murcia Florián.

El General Bernardo Camacho Leyva:

Un académico visionario

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Por: Coronel (r) GiLBERTO FERNÁNDEZ CASTROPresidente Colegio de Coroneles

El 17 de diciembre de 1.950, el Curso Juan José Rondón recibió su grado como oficiales de la Policía Nacional y, salimos a cubrir, por primera ocasión, todo el territorio patrio porque se inicia así la nacionalización de esta ins-titución y con lo que hombro a hombro con el ejército, comenzamos la lucha contra la subversión, cuando desti-nados en comisión a éste, con otros compañeros, Pablo,

al portar el uniforme e insignias como oficiales de esa fuerza, con el mando de sub-oficiales y soldados, enfrentó la dura etapa de vio-lencia que se desarrolló a raíz de los sucesos del 9 de abril de 1.948, se empieza en tal forma la capacitación de una nueva concepción de patria en los integrantes de la Policía, para alcanzar los niveles que hoy la coronan de laureles.

En 1.954 formó su nuevo hogar con Elena Navas, dando vida a Fernando, Liliana, Jorge, Pablo y Lina María.. Hogar pleno de amor, de comprensión, de estrecha unión y lealtad, que condujo, como ejemplo de ello a que Elenita enfrentara, como toda una heroína, el ataque de que fueron objeto por forajidos dementes, reconocidos hoy como guerrilleros, y herido de gravedad Pablo, en zona rural del Tolima, lo condujo en sus brazos por caminos veredales al amparo de la noche, hasta el hospital de El Líbano, en donde, finalmente, le salvaron la vida.

Reconocido por su recta personalidad, grande de corazón y noble de sentimientos, su profunda formación y sus altas cualida-des como comandante, pasó por los departamentos de Córdova, Antioquia, Santander, Tolima y Valle del Cauca; dirigió la Escuela de Cadetes General Santander, el Estado Mayor y la Inspección General, para coronar, finalmente, tan brillante trayectoria como Director General, en la cual dejó una infinita siembra de afectos.

Sería extenso enunciar todas la magníficas obras que adelanta-ra durante tal trayectoria, por lo que me limitaré a las palabras del General Luis Carlos Camacho Leyva, Ministro de Defensa, al des-pedirlo con motivo de abandonar la Dirección General en 1,981 y por ende el servicio activo, dando así fe ellas:

“……..Quiero mencionar, muy especialmente, entre un núme-ro de realizaciones que sería prolijo enumerar, las más importantes cumplidas en su desempeño como Director General de la Policía Nacional: cambió de uniformes al personal de agentes; amplió los planes recreacionales con la creación de colonias vacacionales en

Tercera crisisEn el año 1946 vuelve al poder el partido

conservador y una vez más, se toma la decisión de remplazar a gran parte del personal subalterno para ingresar personal de filiación conservadora tal y como había acontecido en 1930. Con esta decisión, el gobierno destruía, tal vez sin propo-nérselo, una Policía que ya había avanzado en su proceso de profesionalización.

Cuarta crisis Surge el 9 de abril de 1948 con el asesinato de

Jorge Eliécer Gaitán, jefe del partido liberal, a quien seguían fervorosamente las masas y, con ellas, un buen número de policías que se involucraron en los gravísimos hechos ocurridos durante el bogotazo y que produjeron la pérdida de muchas vidas e in-calculables daños a la economía. El gobierno, una vez más, sin tener en cuenta que muchos policías cumplieron con su deber y no habían participado en la revuelta, dispuso en forma injusta, dar de baja a todo el personal uniformado de la Institución. Es de anotar que el mando de la policía, en ese trá-gico momento, estaba en manos de los abogados que habían sido nombrados comandantes en 1943 y que no contaron con la capacidad ni la formación necesaria para dirigir a sus subalternos.

En la narración de los momentos críticos y di-fíciles vividos por la Policía Nacional, el señor ge-neral Camacho hace relación a temas tales como: “Renacimiento Frustrado”, a raíz del nombra-miento del ejército en los puestos de mando de la Policía y concluye con el de “La Policía al fin res-ponsable”. Hace referencia también a los hechos del 2 de mayo de 1958 con la revuelta de la Policía Militar que apresó a cuatro de los cinco miembros de la Junta Militar de Gobierno y, finaliza su in-tervención con el proceso de nombramiento del señor Teniente Coronel Saulo Gil Ramírez Sendo-ya como Director General de la Policía Nacional.

De la lectura detallada de esta cuidadosa re-flexión y visión, escrita por el general mencionado se puede deducir claramente, a modo de conclu-sión fundamental, que el propósito de su exposi-ción estaba centrado en recordar que la interven-ción de la Policía en la política partidista nunca ha sido buena, y hace un llamado de atención sobre la importancia de no olvidar la historia, a la hora de analizar y tomar decisiones, sobre los hechos presentes, para evitar riesgos y tentaciones que pueden ser, finalmente, lesivos para la Institución y su formación leal y desinteresado a la Patria y la comunidad. Igualmente, deja en claro y hace énfasis en que la postura de la Institución debe obedecer, única y exclusivamente, a lo establecido en la Constitución y la Ley.

El señor general Bernardo Camacho Leyva, fue un enamorado de la historia y de la Academia a la cual concurrió y participó hasta que su cuerpo y su mente se lo permitieron. ¡Loor y gratitud a un excelente académico y a un Gran General!

General Pablo Alfonso Rosas Guarín

Ricaurte, Tolú, Cali y Popayán; creó los departamentos de Policía Amazonas y Caquetá; dispuso la participación femenina en los cur-sos normales de formación de oficiales de policía; creó la Fuerza de Tarea del Norte para combatir el tráfico de estupefacientes; organizó el Centro de Sistemas y Computadores; crea cuatro dispensarios en Bogotá y clínicas regionales en Neiva, Tunja, Bucaramanga, Cali, Manizales y Medellín para un mejor servicio asistencial; construyó y remodeló las estaciones de los departamentos de Huila, Cundi-namarca, Boyacá, Cauca, Córdova, Tolima, Nariño, Amazonas, Valle, Norte de Santander y Bogotá; renovó el parque automotor e incrementó en el sistema de comunicaciones; impulsó los planes de vivienda fiscal en nueve ciudades del país; y, por último, inició los proyectos de construcción de la Dirección General y el Hospital Central de la Policía en Bogotá, obras fundamentales para el ejercicio del mando y para los servicios asistenciales del personal de la institu-ción y sus familias; igualmente creó el grupo de transporte Aéreo”.

Su magna labor fue reconocida con cuarenta condecoracio-nes, que incluyen las máximas de los gobiernos de Ecuador, Chile, Perú, República Dominicana y Venezuela.

No es difícil tener éxitos, lo difícil es merecerlos. Los triun-fos que cosechó el general, Rosas son los creadores de los grandes hombres y la fortaleza para lograrlos se basa en sus virtudes perso-nales como: hombre, policía, padre, intelectual, líder. Todas ellas le ornaban.

Al abandonarnos observamos un grande arco iris que confor-man los colores más esplendorosos que podamos ver, que, como el sol que al ocultarse, nos permiten apreciar mejor su grandeza. ¡Enfrentaste agudos inviernos y crueles veranos, recogiste flores po-bladas de espinas y marcaste caminos, aunque se levantara polvo!

Muchos compañeros de este curso (de los sabios) ya se te ade-lantaron y ellos, con clarines en el cielo te esperan. Reposas ahora en una estrella fulgurante, a donde solo llegan quienes han cumpli-do a cabalidad con los designios de Dios.

Cada una de las lágrimas que se han derramado por tu partida, desembocan en un soplo de memoria grata, en un recuerdo entra-ñable, en un instante feliz.

Elenita, hijos, nietos y demás familiares y allegados, todos no-sotros nos fundimos hoy con Ustedes. en un estrecho abrazo, un abrazo de solidaridad, un abrazo de gratitud por todo lo que hizo Pablo y que prolonga los afectos que dejó sembrados, un abrazo a una familia ejemplar, fuerte, digna, un abrazo de esperanza por coronar los horizontes que Pablo soñó y trazó.

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Por: Mayor General JORGE ENRiquE RODRÍGuEZ PERALTADirector de Seguridad Ciudadana

Desde que se conoció la importante no-ticia de la visita del papa Francisco a nuestro país, comenzó una maratónica carrera de planeación, liderada por la Policía Nacional, cuya dirección estu-vo a cargo del señor Director General, general Jorge Hernando Nieto Rojas,

para poner a punto todas las capacidades institu-cionales disponibles y poder cumplir con este gran reto de salvaguardar la seguridad del Santo Padre, al igual que la de dar tranquilidad a los millones de feligreses, espectadores y gentes que acudieron a su paso en los diferentes programas desarrollados por el Sumo Pontífice.

Los prelados de la Iglesia católica de Colom-bia, en compañía del Nuncio apostólico, monse-ñor Ettore Balestrero, determinaron en su agenda la visita a las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena; para las cuales se encon-tró un esfuerzo especial con más de 24 visitas, por medio de 12 comisiones de trabajo, coordinadas con el Vaticano y su Gendarmería, sobre los deta-lles de logística y protocolo.

Los recorridos del Papa Francisco contaron con el acompañamiento permanente, por medio de la relación de policías por cada kilómetro y cuadrante en los desplazamientos, actividad que fue super-visada, con un mes de antelación, para la llegada del Sumo Pontífice a Colombia, con ejercicios de simulación, para ultimar los detalles en cuanto a recorridos viales, logística, protocolo, perímetros de seguridad y comunicaciones, con el fin de que la

inmensa mayoría de los colombianos visitantes pu-dieran tener el privilegio de ver al Papa Francisco.

La tercera visita de un Santo Padre a Colom-bia (Pablo VI en 1968 y Juan Pablo II en 1986) fue un gran éxito, no solo por el dispositivo de seguridad desplegado para tan magno evento, sino también gracias al buen comportamiento de to-dos los colombianos que se encargaron de mos-trar, con lujo de detalles, ante el mundo entero, el rostro más amable de un país que transita por el sendero de la normalización y la reconciliación.

No fue para menos, la amabilidad, el carisma, la muestra de civilidad y, especialmente, la cara afectuosa, fue una demostración fehaciente de los colombianos para demostrar una Colombia llena de esperanza en un futuro, que recibió el mensaje de la paz, esa paz que estamos anhelando todos con el corazón abierto.

Policía Nacional marca un hito al asumir la seguridad en la visita del Santo Padre

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Por su parte, la Policía Nacional encaró el reto, al articular las disposiciones de las distintas autoridades colombianas (Presidencia de la Repú-blica, Vicepresidencia de la República, Ministerio de Defensa, alcaldías de las ciudades incluidas en la agenda papal, las autoridades eclesiásticas, los organismos de emergencias, el Comando General de las Fuerzas Militares) y del Vaticano, engra-nándose así una sola fuerza de trabajo, en que se dispusieron las mejores capacidades profesionales, técnicas y humanas, que dinamizaron la logística requerida para un acontecimiento de semejante magnitud.

También fue un escenario para que, en todo el mundo, se referenciara a la Policía Nacional como una institución capacitada, profesional y prepara-da para asumir cualquier clase de desafío, y no fue para menos, ya que la visita del Sumo Pontífice dejó como balance más de un millón 300 mil per-sonas congregadas en el parque Simón Bolívar de Bogotá; un millón 100 mil, en el aeropuerto Ola-ya Herrera de Medellín; 650 mil en Villavicencio, y medio millón en Cartagena.

Todo este despliegue requirió de la instalación de un Puesto de mando unificado nacional con-formado por: delegados del Gobierno Nacional, Policía Nacional, Fuerzas Militares, Defensoría del Pueblo, alcaldías locales y entidades del Dis-trito, secretarías de salud, gobierno y ambiente, Instituto Distrital de Gestión de riesgos y cambio climático (IDIGER) y el Cuerpo oficial de bom-beros, cuatro PMU en las ciudades visitadas; para coordinar y supervisar los dispositivos que suma-ban 30.342 uniformados de la Institución, distri-buidos así: 14.411 uniformados en Bogotá, 5.479 miembros de la Policía para Villavicencio, Mede-llín con 6.193 y Cartagena con 4.259 miembros del cuerpo institución Policía Nacional.

Entre las novedades institucionales dispuestas

para los eventos, se contó con la configuración de Cuadrantes integrados, conformados por policías y miembros del Ejército Nacional, que estaban delicadamente ubicados en las zonas aledañas a los recorridos y puntos de permanencia del Papa; el sobrevuelo de un helicóptero de la Policía Nacio-nal, en cada una de las ciudades, como apoyo a los dispositivos tendientes a garantizar la convivencia, seguridad pública y cámaras corporales que graba-ron en tiempo real.

Además, se equiparon microzonas con capi-llas para la repartición de la comunión, puestos de atención médica, puntos de hidratación, gestores orientadores y servicios básicos de baños públicos.

El dispositivo de seguridad instalado bajo la coordinación del general Ricardo Alberto Res-trepo Londoño, subdirector general Policía Na-cional, permitió dar respuesta a los tres criterios fundamentales que fueron transmitidos conjunta-mente entre las autoridades colombianas y El Va-ticano como eran: la austeridad, poca visibilidad armada y seguridad amigable.

Todo lo hecho produjo una reducción en las tasas de homicidio en las ciudades que visitó el Papa, aspecto sumamente positivo para la visibili-dad de una Colombia de paz y reconciliación, en la cual seguimos uniéndonos entorno a principios de solidaridad, equidad y amor.

En Bogotá, por ejemplo, la tasa de homicidios disminuyó a cero entre el miércoles 6 y el jueves 7 de septiembre; aspectos similares se vivieron en Medellín, donde el sábado, los homicidios dis-minuyeron un 70%, antes de que aterrizara el santo padre en el aeropuerto José María Córdo-va, de Rionegro. Y del mismo modo ocurrió en Villavicencio y Cartagena, donde se registraron condiciones similares a las de las dos ciudades que precedieron la presencia de Su Santidad.

Este ejemplar comportamiento humano, per-

mitió, además, una disminución de más del 70% en los delitos de mayor impacto, como: lesiones personales, hurto en todas sus modalidades y ge-neraron un impulso en sectores del comercio y el turismo en 7% de las agencias vendieron paquetes con motivo de la visita del Sumo Pontífice. De ese total, el 30% de las ventas fueron a turistas nacio-nales y el 69% a turistas extranjeros.

En resumidas cuentas, en las cuatro ciudades se tuvo un comportamiento ejemplar a la altura de los acontecimientos, gracias al acatamiento de las disposiciones de las autoridades, la amabilidad y solidaridad, que demostraron una tendencia en-focada en la cultura social.

La situación creada nos llena de orgullo y, a cada uno de los policías que estuvieron compro-metidos en este certamen, que generó una gran satisfacción por el deber cumplido y la esperanza de tener un relación cada vez más cercano con las gentes en todo el territorio nacional.

La Policía Nacional encaró el reto, al articular las disposiciones de las distintas autoridades colombianas y del Vaticano, engranándose así una sola fuerza de trabajo.

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Por: Mayor General (r) LuiS ENRiquE MONTENEGRO R.

ANTECEDENTES EN EUROPA. El atentado reciente en el estadio Man-chester, en Londres, impactó a jóvenes asistentes, lo mismo ocurrió en sala de conciertos en Paris, feria navideña en Berlín. Para el terrorista no hay límites. Así se causa mayor miedo, temor e in-

seguridad.

Los atentados ahora se realizan en espacios comunes, sitios vulnerables, con alta presencia de público.. Cualquier aglomeración de gente cons-tituye un objetivo potencial. Difícil de detectar. Impredecibles. Imprevisibles. Sus autores seña-lan que deben “atentar con camiones, furgonetas, para atropellar gentes del común, atacar con cu-chillo y pistolas”.-

A través de internet amplifican el impacto de sus actos. Impera el terror viral y virtual.

Cuando un método es exitoso en un país, en otro se copia, imita, se reproduce.

La evolución mundial de la táctica terrorista está en proceso. , sin importar el origen, tendencia política, filosófica, religiosa del autor intelectual y material de los atentados.

Atentado en el Centro Andino en BogotáAntes los atentados eran contra” instituciones

y funcionarios del estado”; el último atentado fue en la Macarena, donde falleció el Patrullero. Al-beiro Garibello.

¿Será que en Colombia se puede presentar un atentado demencial, similar al ocurrido en el estadio en Manchester? Recordemos que a un ex-ministro le colocaron una bomba lapa, táctica de origen extranjero.

¿“el atentado en el centro andino señala el

¿El modus operandi del terrorismo en europa, se imita en el atentado al Centro Andino, contra la poblacion civil?

inicio del terrorismo en Colombia hacia objetivos blandos, como la población civil”?

“honrar la memoria de las víctimas del cen-tro andino, identificando a sus autores”

Frente al atentado en el Centro Andino, es importante manifestar, expresar el rechazo unáni-me de todos los colombianos. Fortalecer la unidad nacional, alrededor de nuestra policía nacional, quien ha sido encargada de adelantar la investi-gación de los hechos, en cabeza del señor gene-ral Jorge Nieto, director de la institución. Las reservas motivar a las gentes a que denuncien, e informen sobre los posibles autores de los hechos terroristas. Se indica que el explosivo utilizado fue amonal. Importante conocer cómo se vende este insumo, para ejercer los controles del caso. Se en-sañaron con nuestras mujeres. El atentado obede-ció a un plan que busca generar pánico en un día de muchas aglomeraciones, en víspera de celebrar el día del padre.

¿Vale la pena analizar si la ubicación del arte-facto en el baño de mujeres fue accidental? ¿Facto-res imprevistos no permitieron colocar el explosi-vo en el destino final? ¿Se equivocaron por fuerza mayor?

La responsabilidad de los hechos la informa-rá la Policía a su debido tiempo. Las cámaras de video cobran vigencia para establecer la identifica-ción de quienes elaboraron, diseñaron y coloca-ron el artefacto.

Vale la pena recordar que existen grupos espe-cializados (tres personas) en diseñar estos artefac-tos y que no pertenecen a ninguna organización criminal, sino que se alquilan, se subcontratan al mejor postor para cometer el atentado. Luego se dan a la fuga, lo que dificulta su ubicación.-

Medidas universales para controlar el te-rrorismo. Se observa que cada país afectado por este flagelo actúa solo, aislado.

Importante fortalecer la comunidad de inte-ligencia internacional a través de sus agencias de inteligencia, seguridad y defensa, para que realicen un seguimiento preventivo; que se intercambie in-formación y experiencias. Buscar movilizar a la población civil a denunciar estos hechos antes que ocurran y así se puedan realizar operaciones disua-sivas, sin importar el origen, la tendencia política religiosa del terrorista.

Importante, a nivel mundial, fortalecer las unidades de intervención antiterrorista. Fuera de reactivar las unidades de investigación criminal especializadas frente a este hecho, en el manejo de explosivos, es importante revivir, fortalecer las unidades de intervención antiterrorista, que ofrecen seguridad a la población y disuadir a los terroristas.

La difusión, divulgación que se da a estos he-chos, a través de la prensa, es contraproducente, porque los terroristas logran su objetivo de causar pánico en la población civil.

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Por: ORLANDO CLAViJO TORRADOAbogado e investigador

Conjuez del Tribunal Superior de Cúcuta.

¿Pega Sterling con Gomez, apellido bien criollo, o un Jefferson con un apellido chibcha como Guateque? Aquí hay cur-silería y esnobismo. Sería mejor que los padres averiguaran qué significa John para que no bautizaran al pobre angelito John Juan, como un caso real que conozco. Por

ahí deambula otro maltratado con el nombre: un Henry Enrique.

Yilider, Kmilo, Cristy, Yilberth, Edwin, Andis, Duball, Ider, Iader, Wilder, Jaider, Ray-mon, Jester y James – como el de nuestro gran jugador James Rodríguez – una mala transposi-ción al castellano del inglés Jaime -, Lis Zamara – que suena a ingles con árabe-, Ibis, Yulieth, Haidee, Yaritza, Xiomara y Derly: he ahí algu-nos de los nombres del momento. En los ante-riores no hay mucha dificultad para entender cuáles nombres son de hombre y cuáles de mu-jer, ¿pero Gueyler y Criss a qué sexo se aplican? ¿Quién me dirá?

También se están utilizando nombres que la gente inventa, compone o arregla tomando nom-bres de los padres o abuelos o padrinos. Conozco a un Euseleudin, “euse” por Eusebio, su papa, “le” por Leonardo, su tío, y “udin” ¡no sé por qué ca-rajos!

A la escuela en donde es maestra una ami-ga llegó en estos días un niño venezolano de nombre Ear; dijo que significaba las iniciales de sus padres. Otro capítulo es el de los nombre de difícil pronunciación. En la revista Semana del 5 de mayo de 2016 encontré estos, tomados de la Registradurìa Nacional del Estado Civil: Olocuaynabibilel, Milermaxal-fredy y Niguaresleides.

Al fin y al cabo son pasables, ¿pero qué me dicen de Xfrytrhiapkwn? ¡Premio para este trabalenguas! Les parecerá gracioso y exagerado a mis lectores, pero los reto a que busquen nombres así y verán que abundan.

En fin, que la moda extranjerizante se impu-so. Cómo nos gusta llamarnos Albert en lugar de Alberto, Johan por Juan, Peter en lugar de Pedro, Katherine en vez de Catalina, Melanie por Mela-nia, Elizabeth en vez de Isabel, Richard en lugar de Ricardo. ¡Ni que fuéramos gringos!

A veces se linda con la chabacanería. Hace tiempos me invitaron al bautizo de un niño al que los progenitores lo “castigaron” con el nombre de Yatapawa. Si lo vuelvo a ver, me ofrezco como abogado para meterles la tutela a los papas por ese atropello al buen gusto, a su dignidad y a “su buen nombre”.

En casos semejantes, el “perjudicado” pue-de acercarse a la notaria y manifestar que quiere cambiarse de nombre. Pero que no haga lo de aquel italiano llamado Petronio letrina que fue al notario, le expuso su caso, el funcionario lo comprendió y estuvo de acuerdo en la vergüenza que sentía, y al preguntarle cómo quería llamarse en adelante le respondió: ¡Giovanni Letrina!

Por supuesto que la

Significado de los nombres

El presidente, junta Directiva y los miembros del Colegio de Ge-nerales de la Policía Nacional presentan sus condolencias a los siguien-tes colegiados por el fallecimiento de sus seres queridos, ocurridos re-cientemente, así:l SEÑORA AMPARO TRUJILLO DE NARANJO: Viuda del

señor general Francisco José Naranjo Franco y madre del señor ge-neral Oscar Naranjo Trujillo, Vicepresidencia de la República.

l SEÑORA ROSA SUSANA PADILLA VIUDA DE GÓMEZ: Madre del señor General Miguel Antonio Gómez Padilla Exdirec-tor general de la Policía Nacional.

l DOCTOR RAMÓN ANTONIO BULLA QUINTANA: Her-mano del señor brigadier general Jorge Enrique Bulla Quintana.

l SEÑORA CELMIRA VANEGAS DE MéNDEZ: Madre de la señora Helena Méndez de Ramírez Gómez.

Condolencias

elección del nombre de la criatura es libre y res-petable. No negamos eso. Y tampoco invitamos a que volvamos a los nombres del santoral cató-lico: Sempronio, Cástula, Gervasio, Anastasia, Mardoqueo, Gertrudis, como se acostumbró por nuestros abuelos. No. Tenemos muchos nom-bres castizos, tradicionales, elegantes, bonitos, por ejemplo, para las mujeres, Azucena, Olga, Ángela, Teresa, Aurora, Luisa, Margarita, y el más hermo-so, María, y para los hombres José, Luis, Eduardo, Ramón, Federico, Andrés, Álvaro, etc.

Dándoles tales nombres a nuestros herederos demostramos amor a la tierra y sentido de perte-nencia e identidad, y rendimos tributo a nuestros ancestros.

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Por: Brigadier General (r) JAiRO DELGADO MORA Analista Seguridad y Defensa.

El 11 de noviembre de 2015, atendien-do una citación de control político en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, el señor Ministro de Defensa Luis Carlos Villegas durante su intervención, hizo referencia al “des-mantelamiento” de la capacidad militar

y policial en Centroamérica en aras de la paz, que se habría producido erróneamente desde el Grupo Contadora (el doctor Villegas participó en el pro-ceso de Contadora desde 1984).

La referencia la hizo al responder inquietudes sobre reformas futuras de la Fuerza Pública en Co-lombia, en un eventual fin del conflicto armado interno. Acotó el señor Ministro: “no vamos a ver marchitamiento de la Fuerza Pública”.

El Grupo Contadora fue creado en 1983 (integrado por México, Colombia, Venezuela y Panamá) con un propósito inicial de contribuir a impulsar iniciativas de paz para Centroamérica, región convulsionada en ese momento por una expresión de violencia, originada entre otros por la actividad de los conflictos armados internos como el de El Salvador.

En la conocida como “Acta de Contadora para la paz y la cooperación en Centroamérica” del 6 de junio de 1986 (archivo acnur.org), su preámbulo consignaba la siguiente preocupación, que describía además una compleja situación de inseguridad e inestabilidad regional:

“(…) la situación prevaleciente en Centroamé-rica, caracterizada por un grave deterioro de la con-fianza política, por incidentes fronterizos, la carrera armamentista, el tráfico de armas, la presencia de

asesores extranjeros y otras formas de presencia mi-litar foráneas, así como el uso, por parte de fuerzas irregulares, del territorio de algunos Estados para realizar acciones de desestabilización en contra de otros Estados de la región. (…)”.

En ese panorama crítico de Centroamérica, se produjo la actuación del Grupo Contadora como facilitador y mediador, buscando el importante objetivo de restablecer la paz.

Para el caso del Acuerdo de paz de Chapultepec, suscrito el 16 de enero de 1992, entre el gobierno de El Salvador y el grupo guerrillero del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacio-nal), al Grupo Contadora se le reconoce una loable actividad política y diplomática, permitiendo con su gestión favorecer las condiciones de diálogos de paz, que posteriormente hicieron posible poner fin al conflicto armado interno salvadoreño.

En consecuencia en el Acuerdo de Chapulte-pec se encuentran algunos aspectos que estarían sugiriendo ese desmantelamiento de la capacidad militar y policial planteado por el señor Ministro Villegas:1. La reducción de las distintas áreas de la Fuerza

Armada, dándole una nueva organización, lo cual implicaba disminuir el personal en las dis-tintas categorías, armas y servicios. Igualmente la disolución de los batallones de infantería de reacción inmediata y la reubicación o la baja de sus integrantes. La defensa civil también fue disuelta.

2. La reducción implicaba la reconversión, devo-lución, o supresión de instalaciones que deja-ran de ser usadas por la Fuerza Armada.

3. La baja (retiro) de efectivos de la Fuerza Ar-mada como consecuencia de los acuerdos, a quienes se les asignaría una indemnización.

4. La Escuela Militar tendría un régimen de di-

rección colegiado en materia docente; su Di-rector debía ser el presidente de un Consejo Académico. COPAZ (Comisión Nacional para la Consolidación de la Paz) decidiría el número de miembros del Consejo Académico.

5. La creación de una nueva Policía Nacional Ci-vil con nueva organización y nuevos cuadros. Se establecieron mandos provisionales mien-tras se daba la sustitución total de “las antiguas fuerzas de seguridad”.

6. Los excombatientes del FMLN podrían in-corporarse a la nueva Policía Nacional Civil, siempre que cumplieran con los criterios de admisión, establecidos por COPAZ.

CONSIDERACIONES GENERALES1. Uno de los graves errores del Acuerdo de Cha-

pultepec fue el de no considerar un escenario de paz que pudiera verse afectado por nuevas modalidades de criminalidad, o transforma-ción de amenazas, que causara un profundo menoscabo en la seguridad ciudadana princi-palmente.

Por lo tanto a la Fuerza Armada y a la Policía Nacional de El Salvador se les dio un trata-miento eminentemente político, reconocién-dolas y valorándolas exclusivamente como ac-tores del conflicto armado interno, y fue desde esa condición y desde esa posición, que fueron sometidas a las distintas reformas.

Se privilegió así un enfoque reformista basado únicamente en la paz armada (fin de la confron-tación bélica Estado – insurgencia), excluyen-do el rol legítimo de un sistema de seguridad

GARANTIZAR EL SISTEMA DE SEGURIDAD PÚBLICA:

Una reflexión “pos Grupo Contadora”

EstrElla Policial 19

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pública capaz de modernizarse, transformarse y adaptarse a un emergente periodo de pos-conflicto. De esta manera la Policía Nacional y la Fuerza Armada salvadoreñas asumieron el costo político de las negociaciones de paz, generándose un proceso de desinstitucionali-zación que terminó socavando la capacidad de respuesta del Estado para prevenir y controlar la criminalidad común y organizada.

2. Veintitrés años después se tenía un panorama preocupante: “El Salvador está en camino a convertirse en uno de los países más peligrosos del mundo en 2015, sino en el más peligroso, debido principalmente a las maras y a los in-tentos de las fuerzas de seguridad por detener-las” ( insight crime 2015).

Pero además desde la misma ex insurgencia del FMLN, en el octavo aniversario de la firma de los acuerdos de paz, se manifestaba: “ En la ac-tualidad han surgido nuevas formas de ejercer la violencia (el crimen organizado, el secuestro, el asesinato, el robo, el narcotráfico y el contraban-do) (…)” (Handal 2006, pag.133). Se conside-raba también: “Después de 14 años, la situación del país es peor” (ibídem Handal, pag. 6).

3. El Acuerdo de Paz de Chapultepec asumió igual-mente, en los temas relacionados con la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil, una estruc-tura de manual de procedimiento que no se considera aconsejable. Introducir en la solemni-dad de un acuerdo de paz aspectos relacionados con procesos administrativos de funcionamien-to de la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil, necesariamente lleva a que se interprete

como una inadecuada imposición política. Imposición política que pudo haber produci-

do una estigmatización social y moral de los miembros de cada una de las instituciones armadas salvadoreñas, contraproducente para el propósito de reconciliación nacional que se buscaba obtener cuando se lograra suscribir el acuerdo de paz.

En consecuencia la percepción que ha queda-do, es que la Fuerza Armada y la Policía Na-cional salvadoreñas fueron actores pasivos del proceso de paz de Chapultepec, convirtién-dose en simples receptores de las decisiones políticas y siendo marginadas del debate, del análisis y del aporte que pudieron hacer para la construcción de una paz nacional y no sólo una paz bilateral (Gobierno- guerrilla).

4. Para el caso de Colombia, debemos reconocer y destacar que el Gobierno Nacional estable-ció una línea roja inamovible en los diálogos y posterior firma del acuerdo de paz con las Farc, en relación con el modelo de seguridad y defensa nacional, y con iniciativas de reformas a las Fuerzas Militares y a la Policía Nacional. Todos los temas relacionados con esos aspectos

estratégicos del país no se incluyeron en la agenda de conversaciones con la guerrilla, de esta manera se previno el riesgo de una desinstitucionalización que hubiera causado un grave quebrantamiento en la capacidad de respuesta preventiva y coerciti-va del Estado colombiano, para enfrentar las ame-nazas del crimen organizado y asumir eficazmente los retos de seguridad en el posconflicto.

En Colombia por lo tanto, el abordaje del proceso de paz, introdujo el valor de la seguridad como un elemento esencial para el bienestar de los ciudadanos, pero además se consideró que una política de seguridad y defensa requiere unas

GARANTIZAR EL SISTEMA DE SEGURIDAD PÚBLICA:

Una reflexión “pos Grupo Contadora”

Fuerzas Militares y una Policía Nacional fortale-cidas como garantía para las fases de transición y consolidación de la paz.

Por otro lado la sostenibilidad de esa política de seguridad y defensa, es esencial para la imple-mentación de los acuerdos de paz.

En consecuencia el fortalecimiento de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional de Colom-bia ha partido de un diagnóstico propio, de una evaluación y de una visión constructiva y de com-promiso genuino con la paz, acompañados del sector académico, de la sociedad civil y de exper-tos, para desarrollar un proceso de modernización y transformación adecuado al posconflicto.

En ese sentido las Fuerzas Militares elabora-ron distintas hipótesis (Plan Estratégico Militar 2030) para comprender con mejor acierto el fu-turo escenario nacional de construcción de paz. Entre esas hipótesis se destacan: -la multicrimina-lidad, -el conflicto externo, -los procesos de pla-neación y articulación de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, -la convivencia ciudadana y -el liderazgo en la lucha contra el narcotráfico.

La Policía Nacional en su concepción y pla-neación estratégica visión 2030, estructuró las fases de estabilización, consolidación y normalización, identificando las siguientes líneas estratégicas de desarrollo: -la gestión estratégica y operacional del servicio de policía, -la gestión de estructura, administrativa, educativa, transparencia y control interno, y -la gestión en red, proximidad al ciuda-dano y veeduría. Con este modelo la Policía Na-cional priorizará: -contribuir a la construcción de una paz estable y duradera, -fortalecer la gestión territorial de seguridad, -luchar frontalmente con-tra el crimen organizado, el narcotráfico, el secues-tro, la extorsión, la minería ilícita, el contrabando y afectar las economías ilícitas.

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Semblanza

Por: Brigadier General (r) GuiLLERMO LEÓN DiETTES PÉREZ Presidente de la Academia Colombiana de Historia Policial

Otro ilustre antecesor y miembro de nuestro Colegio, es el señor mayor ge-neral Manuel Tulio Salinas Cantìn, a quien nos queremos referir en la pre-sente entrega de la “ESTRELLA PO-LICIAL”. Fue un distinguido oficial, en el desempeño de cargos especiales

de dirección y mando en nuestro cuerpo institu-ción Policía Nacional.

Biografía breve y trayectoria profesional.Su tierra natal está en la ciudad nariñense de

Tumaco, donde vio la luz primera el 21 de marzo del año de 1931, en el hogar de sus padres don Abel Salinas y doña Juana Cantìn.

Adelantó sus estudios de bachillerato en la ciudad de Pasto, luego de lo cual viajó a la capital

de Colombia para ingresar al primer cuerpo de seguridad de nuestra patria.

Su hoja de vida policial, registra su alta como alumno, mediante la resolución N. 592 de 1951 a la Escuela de Policía General Francisco de Paula Santander, donde se distinguió por su responsabilidad, disciplina, don de gentes, buen estudiante, cumplidor de sus deberes y excelente comportamiento.

Al culminar sus estudios policiales, mediante decreto N. 245 del 6 de febrero de 1952, recibió el título de teniente segundo (hoy subteniente) en el ramo de vigilancia, como integrante del curso N. 9 promoción Carlos Holguín Mallari-no y así inicio su trayectoria profesional que lo llevó a distintos departamentos y cargos de su función.

Siendo subteniente prestó sus servicios de vi-gilancia en Bogotá. Como teniente fue enviado al Departamento de servicios administrativos, como Jefe de la Oficina de adquisiciones y al Departamento de personal como Jefe de Presta-ciones sociales.

En el grado de capitán fue al Departamen-to de Policía Quindío; más tarde a la Dirección General de Prisiones para ocupar los cargos de Director de la Cárcel de Distrito judicial de Ar-menia, de Cali y de la Colonia penal agrícola de Acacias y, luego, pasó al Departamento de Poli-cía Llanos Orientales; después volvió al Departa-mento de personal.

Cuando era mayor fue destinado en comi-sión al Ministerio de Guerra. De allí pasó a ocu-par el Comando del Departamento de Policía Córdoba y después a la ayudantía del Director general Bernardo Camacho Leyva.

Como teniente coronel fue seleccionado para dirigir los destinos de la Escuela Nacional de suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada, después siguió su trayectoria en el Estado Ma-yor de Planeación, como jefe del Departamento uno, para ocupar luego el cargo de Gerente de la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Na-cional.

Otro acontecimiento destacado en su ca-rrera institucional, lo constituye el hecho de haber sido escogido para crear el cargo de Subsecretario de Policía ante el Ministerio de Defensa Nacional, para que se encargara de actuar como coordinador y oficial de enlace entre las dos instituciones. Allí cumplió una cuidadosa tarea.

Ocupó el cargo de Jefe de la Rama admi-nistrativa de la Policía Nacional, y se encargó de manejar todos los recursos administrativos y logísticos, así como la parte financiera de la ins-titución; allí cumplió una delicada actividad; en esa época porque la Sanidad formaba parte de la jefatura administrativa.

Ocupó la Agregaduría de la Policía ante el gobierno de la República de Guatemala.

Finalmente, ascendió al grado de mayor ge-neral y cumplió su misión como Inspector Ge-neral del cuerpo de la Policía Nacional.

CondecoracionesDurante su tiempo de servicio, recibió

muchas condecoraciones, entre las cuales se destacan:l Orden de Boyacá;l Servicios distinguidos, en 3 oportunidades;l Menciones honorificas, en 7 ocasiones;l Medallas de los servicios clases 15-20-25 y 30

años;l Estrella Cívica de la Policía, categorías Co-

mendador y Gran Oficial;l Medalla General Santander;l Condecoración “Gran Cruz de las Fuerzas

Armadas de Cooperación de Venezuela”;l Cruz de la Fuerza Aérea al Mérito Aero-

náutico;l Cruz al Mérito Policial; yl Varias condecoraciones otorgadas por gober-

naciones departamentales.Al considerar cumplida su misión institu-

cional, solicitó su retiro del servicio activo de la Policía, novedad que le fue concedida el 19 de noviembre de 1983 mediante decreto N. 2282 de dicho año.

Su vida familiarCuando ostentaba el grado de teniente, es-

tuvo en Restrepo (Meta) hacia 1955 año en que conoció y contrajo matrimonio católico con doña Yamile Abdala, quien era oriunda de este municipio, unión de la cual son sus hijos: Yami-le, Consuelo, Manuel Tulio y Luz Amparo; hoy disfruta de sus nietos Natalia, Antonio, Valenti-na y Sarita.

Ahora dedica su tiempo a la vida en familia, a la lectura y al recuerdo de sus anécdotas per-sonales.

Mayor General (r) Manuel Tulio Salinas Cantín