A N T H O L O G I C A

A N N U A

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R O M A

INSTITUTO ESPAÑOL DE HISTORIA ECLESIÁSTICA

1 9 7 2

A N T H O L O G I C A

A N N U A

REDACCIÓN E 1NT1ÍRCAMBIO;

V i a G i u l i a , 151

R O M A

DISTRIBUCIÓN:

LEÓN SÁNCHEZ CUESTA

Serrano, 29

Teléf. 276 11 83

M A D R 1 D - i

Depósito legal: M 274 1961

ANTHOLOGICA A N N U A acepta intercambio

con p u b l i c a c i o n e s c i e n t í f i c a s s i m i l a r e s

IMPHENTA NACIONAL DKi. HDIKT1N OFIC/M. DEL ESTADO.—THAFAKiAIl. ^0. MADHID-10

Sumario

Páginas

ESTUDIOS

Victoria de Cristo sobre la muerte en los textos eucaristicosde la octava pascual hispánica, por EMILIO ALIAGA GIRBÉS ... 11

Un reformador pretridentino: don Pascual de Ampudia, obispode Burgos (1496-1512), por JOAQUÍN Luis ORTEGA 185

Diego Pérez de Valdivia, maestro de espiritualidad en el si-glo XVI, discípulo de San Juan de Avila, por JUAN ESQUERDABIFET 557

NOTAS Y DOCUMENTOS

El auto de fe de Valladolid de 1559. La ejecución de Domingode Rojas. Personajes y circunstancias, por JOSÉ Luis GONZÁLEZNOVALÍN 589

La consulta de los católicos ingleses a las facultades teológicasespañolas en tiempos de PM el Joven, por FRANCISCO VERAURBANO 615

Don Pedro Díaz de Valdés, obispo de Barcelona (1798-1807).Apuntes biobibliográficos, por JUAN BADA 651

Archivo de la Embajada de España cerca de la Santa Sede,por JOSÉ DE OLARRA y MARÍA LUISA DE LARRAMENDI, viuda deOLARRA ... 675

Diego de Valdivia,maestro de espiritualidad en el siglo XVI,

discípulo de San Juan de Avila

Por JUAN ESQUERDA BIFET

S U M A R I O

INTRODUCCIÓN.—Investigaciones ya realizadas sobre Diego Pérez y labor quequeda por realizar.—1. Vida de un discípulo dri maestro San Juan deAvila: A) Datos biográficos más importante.,, B) Algunos trazos de sufigura sacerdotal.—2. Elenco y contenido doctrinal espiritual de lasobras impresas.—3. ídem de las obras manuscritas (inéditas).-- 4. Sín-tesis de la doctrina espiritual de Diego Pérez: A) Perfección cristiana(caridad); B) Oración; C) Vida en Cristo crucificado (abnegación);D) Espiritualidad y devoción mañana.—5. Relación con la doctrina es-piritual de San Juan de Avila. Apéndice: publicación de un manuscri-to inédito (exhortación para tratar siempre de Jesucristo crucificado).

INTRODUCCIÓN

Diego Pérez de Valdivia (1520-1589) no es un autor desconocidoen el campo de la espiritualidad. No obstante, la figura y la doctrinade esa personalidad relevante en el siglo xvi, queda hoy apenas per-ceptible sólo por algunos especialistas.

En los últimos años se han realizado algunos estudios sobre Die-go Pérez. Se han estudiado algunos puntos de su vida y de su doc-trina, así como se ha publicado en elenco de sus obras impresasy manuscritas '.

1 J. E.sQUERDA: El tratado sobre la Inmaculada de Diego Pérez de Valdivia(Madrid, Pont. Univ. Cimillensis, 1964) (tesis doctoral); «Un mariólogo catodrático de la Universidad de Barcelona en el siglo xvi : Diego Pérez de Valdivia», en Estudios Marianos, 33 (1969), 279 303 (publicaciones de dos manuscritos mariológicos inéditos); J. M. MADUHKLI.: «Diego Pero/, de Valdivia enBarcelona», en Analecta Sacra Tarraconensia, 30 (1957), 343-371; V. DE PBHAI.TA:-El doctor Pérez de Valdivia, escritor místico del siglo xvi», en Estudios b'ran

558 JUAN ESQUEHDA BIFET 121

Últimamente se han publicado tres manuscritos inéditos*.Para estudiar la vida de Diego Pérez podemos disponer de varios

manuscritos de los siglos xvi y xvn3, así como de la biografía publi-cada por el licenciado Muñoz en 1635 '.

No se ha estudiado todavía con amplitud el contenido doctrinalde las obras impresas 5, salvo su mariología6 y una breve síntesis desu doctrina espiritual7. El contenido de sus obras manuscritas (salvolos dos manuscritos mariológicos) queda todavía por estudiar*.

císcanos, 27 (1921), 177-225 (datos biográficos, elenco de obras impresas); A. PESALDES: «Tratado inédito del doctor Pérez de Valdivia», en Estudios Francis-canos, 1 (1909), 334-34-1 (transcripción del manuscrito Pregunta de cómo seconsolará un alma con Nuestro Señor); J. M. SÁNCHEZ: «Un discípulo del pa-dre Maestro Avila en la Inquisición de Córdoba, el doctor Pérez de Valdivia,catedrático de Baeza», en Híspanla, 9 (1949) 104-134; y «Ediciones y manus-critos de las obras del doctor Diego Pérez de Valdivia, discípulo del MaestroAvila», en Salmanticensis, 9 (1962), 631-641 (elenco de obras impresas y manus-critas).

- Se han publicado dos manuscritos mariológicos y uno de espiritualidad;confróntese en nota anterior SALDES y ESQUERDA.

" Ms. 987 de la Biblioteca Universitaria de Barcelona, p. 292-301 (Crónicade los capuchinos de Cataluña, escrita en 1612 por el padre Valladolid);Ms. 991 de la misma biblioteca (notas biográficas escritas por el padre Juande San José, OCD, quien utilizó otras notas del siglo xvn que se han per-dido). El artículo de J. M. MADUHELL (nota anterior) aprovecha estos manus-critos

1 L. MUÑOZ : Vida y virtudes del venerable varón el padre Maestro Juan deAvila, predicador. Con algunos elogios de las virtudes y vidas de sus más princi-pales discípulos (Madrid, Imprenta Real, 1635), lib. II, cap. XII-XIV, fols. 106V-119v (citamos según esta foliación). Editada de nuevo por L. SALA BALUST en Vi-das del padre Maestro Juan de Avila (Barcelona, Flors, 1964).

:"' Más adelante, al resumir el contenido, damos el título completo. Demomento, veamos una lista de conjunto: Camino y puerta para la. oración...(Barcelona, 1588), Plática o lección de las máscaras... (Barcelona, 1618) (ser-món predicado en 1583), Aviso de gente recogida y especialmente dedicada alservicio de Dios (Barcelona, 1585), Vida nueva para las almas que quierenconfesar bien y comulgar dignamente... (Barcelona, 1586), Tratado de la fre-cuente comunión y medios para ella... (Barcelona, 1589), Tratado de la ala-banza de la castidad (Barcelona, 1587), Documentos saludables para las almaspiadosas... (Barcelona, 1588), Documentos particulares para la vida heremí-tica (Barcelona, 1588), De sacra ratione concionandi (Barcelona, 1588), Trata-do de la singular y purísima Concepción de la Madre de Dios (Barcelona,1600), Explicación sobre el capitulo segundo, tercero y octavo del libro de losCantares de Salomón (Barcelona, 1600). Tiene también unas anotaciones aLibro de la breve relación de la vida y muerte ejernplarísima de la princesade Parma... (Barcelona, 1587). Puede verse lista completa de estas obras, ensus diversas ediciones, en el artículo de J. M. SÁNCHEZ citado en nota 1, Edi-ciones y manuscritos...

6 Me refiero a mis dos trabajos citados en nota 1.: V. BE PEHALTA, citado en nota 1.* Las obras manuscritas a que nos referimos las estudiamos más adelante

(citaremos cada uno de los tratados del manuscrito); es el Ms. 1041 de laBiblioteca Universitaria de Barcelona, titulado Opúsculos Espirituales, un vo-lumen pergamino de 213x145; letra de finales del siglo xvi. Han de existirotros manuscritos anteriores a la estancia en Barcelona. J. M. Sánchez trans-cribe tres cartas fechadas en Barcelona.

13] DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO X V I . . . 559

Además de los estudios especializados que hemos citado, la en-ciclopedia Espasa (en «Pérez de Valdivia») presenta una breve sín-tesis muy orientadora. Es de suponer que los diccionarios y enci-clopedias de espiritualidad en curso de publicación (Dictionaire deSpiritualité, Dizionario di Spiritualitá) incluirán a Diego Pérez.

Otro de los puntos por estudiar es la relación de la doctrinade Diego Pérez con la de su maestro San Juan de Avila (aunqueindiqué algunas ideas en los trabajos mariológicos que he citadomás arriba). Parece que tampoco están localizadas todas sus obrasmanuscritas, al menos las redactadas antes de su ida a Barcelona.

De todo este trabajo que queda por hacer, presento, en estaslíneas, un esbozo que quisiera fuera suficiente para valorar a Die-go Pérez como uno de los grandes maestros de espiritualidad delsiglo XVI. Partiendo del trabajo ya realizado por los especialistas(ver notas), estudio algunos puntos principales de las obras im-presas de Diego Pérez, presento el contenido doctrinal de sus ma-nuscritos, relaciono algunas de sus exposiciones con la doctrinadel Maestro Juan de Avila, presento y edito IM manuscrito inédito.En cuanto a la biografía, aprovecho las referencias de! biógrafolicenciado Luis Muñoz (año 1635), especialmente en todo lo c;ue dicerelación a la espiritualidad avilista. Todo ello siempre dentro delos límites de un artículo y del campo de la espiritualidad.

1. Vida de un discípulo del Maestro San Juan de Avila

A) DATOS BIOGRÁFICOS MÁS IMPORTANTES

Diego Pérez de Valdivia nació en Baeza (Jaén) hacia el año1520s, estudió en Salamanca, enviado por su Maestro San Juan deAvila (alrededor del año 1548), enseñó filosofía tres años en Gra-

9 No resulta fácil precisar la fecha de nacimiento. J. M. Sánchez la sitúaen 1523 basándose en el prólogo de Aviso de gente recogida, donde DiegoPérez dice que tenía sesenta y dos años (la edición de Aviso es de 1585);pero también dice Diego Pérez, en Camino y puerta para la oración, quetenía sesenta años, y parece que la primera edición de esta obra es de1580. V. de Peralta dice que nació en 1509 ó 1510. Se podría perfilar la crono-logía a partir de algunas datos de la vida escrita por Muñoz; con estosdatos no puede precisarse todavía la fecha de nacimiento, pero podrían servirpara nuevas pistas: entre 1574 y 1577, bajo la Inquisición, afirma haber en-señado veinticinco años Artes y Escritura; en 1578 va n Barcelona; en elprólogo de Aviso dice que tenía sesenta y dos años y había explicado cua-renta y ocho años la Escritura y treinta dos dirigido conciencias; predicóonce años en Barcelona; en 1SÍÍ5 hay una petición del obispo y Consejo deBarcelona a Felipe II para que Diego Pérez no tenga que regresar a Jaén;murió el 28 de febrero de 1589; Diego Pérez se llamaba a sí mismo «pobreviejo».

560 J U A N ESOUEÜDA BIFET U]

nada. Escritura en la Universidad de Baeza (desde 1549). Fue arce-diano de Jaén (1569-1574), sometido a Inquisición desde 1574 a 1577,catedrático de Escritura en la Universidad de Barcelona (desde1578 a 1589, año de su muerte). En Barcelona desempeñó diversosministerios, especialmente relacionados con la predicación y con ladirección espiritual. Las lecciones de Escritura las continuaba losdías de fiesta en la iglesia de Santa Ana. Fue muy popular enBarcelona, consiguió la erección del Hospital de la Misericordia(año 1581) y apaciguó la revuelta contra el virrey (año 1588). Sumuerte ocurrió en 1589, pero la veneración siguió durante muchosaños. Después pasó a ser un autor casi desconocido.

La influencia de Diego Pérez fue muy importante en Barcelonay en otras ciudades de Cataluña (especialmente a través de susnumerosos escritos ascéticos). Vivía pobre y comunitariamente conotros clérigos (al estilo de su Santo Maestro Juan de Avila), fo-mentó la vida litúrgica, protegió la reforma carmelitana en Es-paña (mantuvo correspondencia con el padre Gracián de la Ma-dre de Dios). Tuvo muy buena relación con los padres capuchinos,quienes escribieron su biografía después de su muerte y en cuyocementerio fue sepultado 10.

B) ALGUNOS TRAZOS DE su FIGURA ESPIRITUAL

Diego Pérez de Valdivia es considerado como el discípulo pre-dilecto del Maestro Juan de Avila, «parecido en todo a su granMaestro, a quien procuró imitar, y lo consiguió felizmente» ".

La relación con Juan de Avila duró hasta la muerte de éste(en 1569). Por consejo de Avila se ordenó sacerdote y se especializóen las ciencias sagradas:

Conoció por su dicha en muy buena sazón al padre Maes-tro Avila; diósele por discípulo, resolvió seguir su santa vida.De su consejo recibió el grado de doctor y las órdenes sagra-das, con la estimación debida a tan gran dignidad r-.

Diego Pérez fue uno de los propulsores de la Universidad deBaeza (en la que le puso de profesor de Escritura Juan de Avila).Los profesores de este centro de estudios y de vida clerical trazaronuna línea de espiritualidad que duró largo tiempo, continuando asílas directrices trazadas por el Maestro Avila. Diego Pérez desem-peñó la cátedra de Escritura entre los años 1549 y 1577.

lc Véanse fuentes biográficas en notas 3 y 4,!1 L. MUÑOZ: Vida... (o. c. en nota 4), fol 106v.12 Ibíd., fol. I08v.-107r.

151 DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI,.. 561

La predicación de Diego Pérez debía de ser demasiado brusca enlas reprensiones, aunque la exposición era clara, sencilla y pro-funda. Su Maestro tuvo que reprenderle por carta ".

La pobreza con que desempeñó el cargo de arcediano de Jaénes una muestra de su espíritu evangélico; pero la predicación quezarandeaba las conciencias le acarreó enemigos y el ir a parara la cárcel de la Inquisición. La defensa que presentó de sí mismoes un retrato de su persona:

Puedo probar mi buen nombre, dondequiera que tienen noti-cia de mí, de tenerme por católico y recogido... que soy particu-lar aficionado al Papa y a la Iglesia romana, rogando por ella, ydel Santo Oficio..., enemigo de novedades y amigo de ser en-mendado y de seguir la común vida y doctrina de los santos...,que ha veinte y cinco años que leo en Escuelas las Artes y SantaEscritura, y otras cosas poco leídas, y pre¿vo gratis por amorde Dios, o si dan limosna, la doy a los pobres, trabajando día ynoche sin parar, y siendo mi celda como mesón de todos, y res-pondiendo y dando consejo a cuantos me lo piden, los cuales sonmuchos, y de todo género de gente, los q'.e en mi casa y en laiglesia comunico... ".

Renunció al arcedianato (aceptado por consejo de Juan de Avila,quien le indicó las persecuciones que sobrevendrían). Había renun-ciado también al cargo de predicador de Felipe II; envió este nom-bramiento a su Maestro, quien le respondió: ... «hijo, no le dio Je-sucristo Nuestro Señor corazón para palacios; sino para salvar lasánimas, por quien nuestro Maestro dio su sangre» K.

Recordando estos consejos, «tomó resolución de seguir la desnudezde su Maestro, el padre Juan de Avila, y desasido de todo apoyohumano, confiado en la divina providencia, predicar el Evangelioevangélicamente; determinó pasar a Roma, y con la bendición delSumo Pontífice, y su licencia, ir a tierra de infieles a predicar elEvangelio, con vehemente deseo de ser mártir...» 1C.

Su ida a Valencia (hacia 1577) obedeció a estos deseos. Se rela-cionó allí con San Juan de Ribera y San Luis Beltrán. Ni en Valenciani en Barcelona, debido al mal tiempo, pudo hacerse a la mar. En

13 Carta 250. Citamos los escritos de San Juan de Avila, según la ediciónde L. SALA BALUST y F. MAETÍN HERNÁNDEZ: San Juan de Avila, obras comple-tas (Madrid, Bac, 1970 y ss.); I (biografía y aucüfiliu), II (sermones del ciclotemporal), III (sermones del ciclo santoral, pláticas, tratados del sacerdocio),IV (escritos bíblicos), V (epistolario), VI (tratado del amor ue Dios, etc.).

]í Muñoz tuvo en sus manos el original, del que lomó algunos fragmen-tos. Cfr. MUÑOZ: Virio..., fol. 108v.-109r.

15 Ibiü., í. 109V.16 /oíd.

ANTHOÍ-OGICA ANNUA.—38

562 J U A N F..SQUEHDA BIFET 161

Barcelona un discípulo suyo desde los tiempos de Baeza (canónigoVila, después obispo de Vich), consiguió para Diego Pérez la cátedrade Escritura en la Universidad.

A pesar de las dificultades de adaptación, Diego Pérez llegó a serrápidamente una persona popular en Barcelona, apreciado por todaslas clases sociales. El Consejo de la ciudad y el obispo consiguieronde Felipe II un documento por el que Diego Pérez podría quedarseen Barcelona, a pesar de las numerosas instancias del obispo deJaén. Las cartas del monarca español (una al Consejo y otra a DiegoPérez, firmadas en Monzón) dan a entender el aprecio de la CiudadCondal por la doctrina y los ejemplos de nuestro autor IT. Muñoz re-sume así este aprecio general: «Toda la estima que la ciudad deBarcelona hizo del doctor Diego Pérez de Valdivia la mereció muybien por su doctrina, por sus virtudes y ejemplo, por las buenas obrasque de él continuamente recibía...» ".

El influjo de Diego Pérez se extendió a toda Cataluña, de lo queson testimonio estas palabras: «Ganó la voluntad de los buenos,y tan gran autoridad y crédito que, en la ciudad y todo el principado,le llamaban el apostólico» ". Mucha gente acudía a sus clases de Es-critura («con gran concurso de gente principal», dice Muñoz), clasesque se prolongaban los días de fiesta en la iglesia de Santa Ana. Lapredicación y confesión venían a ser, junto con las clases, el núcleode su ministerio, procurando solucionar pacíficamente muchos en-redos políticos, fomentando la sana piedad (contra los abusos intro-ducidos en las procesiones y fiestas), reprendiendo a veces pública-mente los abusos de los poderosos, sin excluir al mismo virrey ovirreina. Organizar la caridad (hospitales, etc.), promover la vidareligiosa, aconsejar a toda clase de personas y escribir libros, com-pletaba el cuadro de sus ministerios. Un detalle de su vida de adap-tación pastoral al medio ambiente, es el de que, al colaborar en lareforma del hospital general, «hizo que todos los sirvientes fuesennaturales» w.

Su ministerio continuaba recibiendo consultas de toda clase depersonas, siendo «su casa, oficina de virtud; abierta siempre a cuan-tos quisieran valerse de su espíritu, oyendo a todas las personas, porbajos y humildes que fuesen» -'. Prácticamente todos los conventosde religiosas de Barcelona llegaron a escuchar sus pláticas sobreespiritualidad.

'•" Ibid., í. niv.u Ibid.19 Ibid., í. liar20 Ibid., f. 117v.-i Ibid., f. 115v.

[7l DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI. . . 563

Al contribuir a la erección del Hospital de la Misericordia, con-siguió que dicho centro fuera también escuela de arte y oficios paralos niños y los pobres, así como de profunda instrucción catequética.A las cárceles hizo llegar, por medio de una institución fundada porél, alimento corporal y asistencia espiritual. El haber apaciguado, consu presencia y palabra, la insurrección de la ciudad contra el virrey(año 1588) es una señal clara de popularidad e influencia.

Para no alargar estos datos baste resumir su figura espiritualsacerdotal con estas palabras, que describen, a su vez, la vida co-munitaria del movimiento avilista:

Su casa fue un recoleto monasterio; tenia en su compañíabuen número de clérigos; vivían religiosamente, con gran re-cogimiento y concierto; ocupábanse en estudiar, escribir, dadosa la oración y lección y otros ejercicios piadosos; algunos ratosdel día, en hacer ciertas trenzas o cuerdas de esparto, para noestar ociosos ni un momento; sustentábalos con el estipendiode la cátedra, y lo que sacaba de la impresión de los libros, ylimosnas. Fueron hombres de gran virtud...-'.

Su muerte (año 1589) fue una explosión de afecto y devocitn haciala figura de Diego Pérez. El pueblo acudió durante muchos años(Muñoz escribe cuarenta años después) al sepulcro del santo sacer-dote. Los padres capuchinos escribieron una biografía en la que sedescriben las virtudes de Diego Pérez y los favores obtenidos por suintercesión. Muñoz concluye (quejándose de que no se haya pedidotodavía la beatificación): «Espero ha de enmendarse este descuido;y que unidas Barcelona y Baeza han de acudir al Pontífice Romanoque nos permita públicamente venerar por santo al que tenemos portal...»23.

En 1610, desde Valencia, escribe Vicente Soriano, haciendo refe-rencia a escritores sobre la Misa: «Uno de ellos es el padre DiegoPérez, cuya vida tan santa, singular exemplo, y predicación tanafectuosa y vehemente han sido siempre bien conocidas no solo enCastilla, sino también en nuestro Reyno, y en el Principado de Ca-taluña; y aun queda bien impresa la memoria y el efecto de sugravísimo y eficacísimo modo de persuadir y de reprender, aunquecon estilo llano y humilde»"'. El editor del Tratado de la Inmaculada(publicado en Barcelona el 1600), dice: «Su virtud, su penitencia,su predicación, su zelo de salvar almas, que como espejo todos nos-otros podemos mirar, porque en la ciudad vivía vida heremitica.

* Ibirl.23 Ibid., í. llflv.~* V. SouiANO: Libro de la reverencia debida al altísimo .sacHYício c/e la

misa (Valencia, Mey, 1610), p. 126.

564 . J U A N ESQUERDA BIFET 181

vida de Martha en la predicación, de María en la contemplación,exemplo de Sacerdotes, dechado de Religiosos y Religiosas y deVírgenes y continentes» 25.

2. Contenido doctrinal espiritual de las obras impresasde Diego Pérez

Camino y puerta para la oración mental (Barcelona, 1580).

Explica qué es oración, clases de oración, objeciones de la época,dificultades. Al final viene a convertirse el libro en un manual demeditaciones para poner en práctica lo explicado (meditaciones so-bre la creación, historia de salvación, vida y muerte de Cristo, Iglesia.Santísima Trinidad, Liturgia) x.

Aviso de gente recogida y especialmente dedicada al servicio de Dios(Barcelona, 1585).

Es un tratado sobre la perfección o santidad cristiana: qué esperfección, medios para alcanzar la perfección, peligros y tentacio-nes. Entre otros puntos, explica ampliamente la virginidad. Manifies-ta su experiencia de largos años de dirección espiritual. Tuvo cincoediciones. Está dedicado a San Juan de Ribera27.

Explicación sobre el capítulo segundo, tercero y octavo del libro delos Cantares de Salomón... (Barcelona, 1600).

Es un tratado de vida espiritual, especialmente de materias rela-tivas a la contemplación. Cristo Esposo es la idea central. Comenta

25 Epístola dedicatoria del editor (G. Graells).25 Hemos usado la edición de 1584: Camino y puerta para la oración, en

la qual se declara y facilita la oración mental con fruto espiritual y salud delcuerpo para todo género y estado de gente que la quisiere exercitar (Bar-celona, Jerónimo Genovés, 1588). La obra se encuentra en la Biblioteca Uni-versitaria de Barcelona, Biblioteca Nacional de Madrid y Biblioteca Universi-taria de Granada.

-; Aviso de gente recogida y especialmente dedicada al servicio da Dios.En el qual se dan consejos y remedios contra los p>3ligros y tentaciones, que enel camino del cielo se suelen ofrescer. Y se da orden de vida para qualquierestado de persona en tcdos los tismpos del año (Barcelona, Jerónimo Geno-vés, 1585). La obra está dedicada a San Juan de Ribera, patriarca de Valenciay gran amigo de Diego Pérez y de San Juan de Avila. Esta edición se encuen-tra en la Biblioteca Nacional de Madrid; pero se pueden ver otras ediciones(de Lérida, Baeza y Madrid) en la Biblioteca Universitaria de Barcelona y en¡a Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Citamos según la edición deLérida (1613).

19] DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI. . . 565

los versículos de los capítulos indicados del libro de los Cantares.Resalta el sentido eclesial y mariano. Se descubre en el libro al pro-fesor de Sagrada Escritura s.

Tratado de la alabanza de la castidad (Barcelona, 1587).

Explica la santidad (que consiste en el amor) especialmente parapersonas consagradas. Naturaleza de la castidad, valor, medios paraguardarla, etc. Es un libro detallado con ejemplos delicados de ele-vada vida espiritual. Rezuma devoción mariana y sentido positivode la virtud cristianaa.

Documentos saludables para las almas piadosas... (Barcelona, 1588).

Explica ampliamente los medios o prácticas de piedad litúrgicay personal. La explicación sobre la Misa y el rosario ocupan atenciónespecial. Diversas devociones de la nooca. Se detiene más en elespíritu con que hay que poner en práct'ca estos medios c'e santifi-cación cristiana. De interés para la espiritualidad litúrgica sacra-mentaría y mariana30.

Vida nueva para las almas que quieren confesar bien y comulgardignamente... (Barcelona, 1586).

Recoge una lista de consejos (nacidos de la experiencia) para laspersonas que empiezan una vida espiritual seria: conversión o cam-bio de vida, dirección espiritual, consideraciones para servir a Dios3I.

25 Explicación sobre el capitulo segundo, tercero y octavo del libro de losCantares de Salomón. Y a la fin una declaración de algunas palabras delprimer capitulo del mismo libro (Barcelona, Gabriel Graells y Giraldo Dotü,1600). Se encuentra en la Biblioteca Nacional cíe Madrid; pero puede versetambién al final del Tratado sobre la Inmaculada.

25 Tratado de la alabanza de la castidad (Barcelona, Jaime Cendrad, 1587).En la Biblioteca Universitaria de Barcelona. La edición de 1608, en la Biblio-teca Nacional de Madrid; citamos edición de 1608.

30 Documentos saludables para las almas piadosas que con espíritu y sen-timiento quieren ejercitar las obras y ejercicios que Jesucristo Nuestro Señory la Santa Iglesia Católica Romana enseña, colegidos de la doctrina de los San-tos (Barcelona, Pedro Malo, 1588). Obra dirigida al obispo de Barcelona donJuan Dimas Loris. Se encuentra en la Biblioteca Universitaria de Barcelona.

31 Vida nueva para las almas que quieren confesar bien y comulgar digna-mente determinándose de no enojar más a Dios y perseverar en su gracia(Barcelona, 1586). En la Biblioteca Universitaria de Barcelona. En la mismaencuademación: Tratado de la frecuente comunión...

566 J U A N ESQUEUDA BIFET 1101

Documentos particulares para la vida heremítica (Barcelona, 1568).

Origen e historia de la vida eremítica y religiosa. Da consejopráctico para los ermitaños 32.

Libro de la breve relación de la vida y muerte exemplarísima de laprincesa de Parma de felice memoria (Barcelona, 1587).

Diego Pére/. sólo pone anotaciones a esa traducción de una obraitaliana. Hay una tabla para encontrar materias 3l

Plática o lección de las máscaras... (Barcelona, 1618).

Breve sermón sobre el tema del pecado, predicado el 25 de enerode 1583 31

Tratado de la frequente communion y medios para ella, principal-mente del modo y orden para bien confessar (Barcelona, 1589).

Estimula a la comunión frecuente, especialmente durante las fies-tas litúrgicas principales. Defiende la comunión diaria, dentro de lasdebidas condiciones. Referencias a la vida sacerdotal. Es también untratado práctico sobre la confesión y la dirección espiritual. Indicamedios para comulgar bien K.

32 Documentos particulares para la vida heremítica, entre los quales haymuchas doctrinas que para todo estado de hombres cristianos son útiles, co-legidos de los santos y de experiencias (Barcelona, Pedro Malo, 1588). En la Bi-blioteca Universitaria de Barcelona y en la Biblioteca Universitaria de Sala-manca.

33 Libro de la breve relación de la vida y muerte ejemplarísima de la prin-cesa de Parma de felice memoria, con las anotaciones del padre doctor DiegoPérez (Barcelona, Jerónimo Genovés, 1587). En la Biblioteca Nacional de Ma-drid. Otra edición (1618), en la Biblioteca Universitaria de Barcelona.

M Plática o leción de las máscaras, en la qual se trata si es pecado mortalo no, el enmascararse, y se ponen en ella principios y reglas generales parajuzgar semejantes obras si son pecado mortal, como son ir a representaciones,fiestas, saraos, paseos, bailes, galas, pinturas, juegos, convites, y todas re-creaciones, en las quales suele ser Dios ofendido (Barcelona, Jaime Cendrad,1583). Predicado en Santa María del Mar de Barcelona, el 25 de enero de 1583.Se encuentra esta edición en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia.Otra edición (1618), en la Biblioteca Nacional de Madrid y Biblioteca Univer-sitaria de Granada.

35 Tratado de la frequente comunión y medios para ella, principalmentedel modo y orden para vien confesar (Barcelona, Pedro Malo, 1589). En la Bi-blioteca Nacional de Madrid.

[11] DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI... 567

Da sacra ratione concionandi (Barcelona, 1589).

En ocho libros va desarrollando algunos puntos: normas genera-les para el predicador, invención, disposición, medios, clases de pre-dicación, ejemplos de predicación (algunas fiestas litúrgicas). Indicaalgunos libros que explican el mismo tema. Concluye con unas «ins-tuctiones» sobre la predicación, dadas en un sínodo de Milán porSan Carlos Borromeo. Libro en latín3G.

Tratado de la singular y purísima Concepción de la Madre de Dios(Barcelona, 1600).

Es un tratado teológico (tal vez el primero, como tal, en caste-llano) sobre la Inmaculada. Explicación teológica y bastante asequi-ble, con profundas explicaciones escriturísticas y patrísticas. De in-terés para la espiritualidad mariana37.

3. Contenido doctrinal espiritual de las obras manuscritas3S

Declaración del paternóster por Diego Pérez compuesta33.

Después de una breve introducción sobre el padrenuestro engeneral, describe cada una de las peticiones.

El Rosario™.

Expone plásticamente la devoción mariana. En la meditación delos misterios se aprende a imitar a Jesucristo y a su Madre. Hayalguna variante en los misterios (Epifanía en lugar de la Presenta-ción). En cada misterio expone una virtud concreta y el ejemplo dealgún santo sobre la misma.

36 De sacra ratione concionandi (Barcelona, Pedro Malo, 1589). Dedicada alobispo de Barcelona don Juan Dimas Loris. En la Biblioteca Universitaria deBarcelona.

37 Tratado de la singular y purísima concepción de la Madre de Dios, yuna exposición sobre los Cantares, para predicadoras y devotos (Barcelona.Gabriel Graclls y Giraldo Dotil, 1600). En la Biblioteca Nacional do Madrid yBiblioteca Universitaria de Barcelona.

3!í Ms. 1041 de la Biblioteca Universitaria de Barcelona. Indicación: DIEGOPÉREZ: Opúsculos espirituales. Un volumen en pergamino 213XM5. Letra definales del siglo xvi.

» Ms. 1041, ff. lr-7v.40 Ibíd., ff. 7v-10r. Editado en J. ESQUEKDA: «Un mariólogo catedrático de

la universidad de Barcelona en el siglo xvi . . .» , Estudios Marianos, 33 (1969),279-303. El mismo tema en Documentos saludables, 332/347, doc. 19.

568 JUAN ESQUERDA BIFET 1121

Exhortación para tratar siempre de Jesucristo crucificado ".

Conveniencia de meditar en la cruz y de predicar este misterio.Señala tendencias de la época a prescindir del misterio de la cruz(en la predicación y en la práctica). Doctrina paulina y aplicacióna la vida espiritual. Relaciona el tema con el bautismo. Deja entreverla doctrina de Juan de Avila sobre Cristo crucificado.

Diliges Dominum Dcum tuum ex toto corde tuo, ex tota anima tua,et ex tota mente tua. Mathei 22 ".

Toda la predicación de Cristo apunta a la caridad que es el ca-mino de la cruz. Amar a Dios equivale a amar a Cristo crucificado.Después de una breve introducción, se detiene en la explicación de«hoc est praeceptum meum», analizando la novedad del mandamien-to, la significación de la palabra «testamento». La condición para serheredero de Cristo es el cumplimien*- de su mandato. Exposición dela doctrina del Cuerpo Místico (miembros de Cristo). Pero hay queamar con generosidad. Sentido de la perfección cristiana.

Pora alcanzar amor "

Preocupación que han de tener los confesores. Después de unosavisos breves (deseo de perfección, confianza en Jesucristo, ayudade ministros), expone en tres capítulos la doctrina sobre la perfección,basándola en Escritura, Padres, Magisterio: naturaleza de la perfec-ción cristiana, oración (especialmente la meditación), otros medios desantidad. En una segunda parte expone de nuevo la oración. Enla tercera parte da unos avisos concretos y prácticos.

Instrucción para los tiempos señalados de todo el año en los cualesla Iglesia hace diferencia de ceremonias ".

Hay que seguir las indicaciones de la madre Iglesia. Señala laimportancia y significado de los tiempos litúrgicos. Tiene una expli-cación general para todo tiempo litúrgico, y una explicación concretapara adviento, cuaresma, Pascua, Pentecostés, témporas, vigilias,otras fiestas señaladas. Refleja aspectos negativos de la época.

" Ibíd., ff. llr-13r. Lo editamos en apéndice.>- Ibid., ff . 13v-23v.13 Ibid., ff. 23V-28V.41 Ibid., ff. 29r-35r. Al fina! se encuentra esta referencia: 1580, Diego Pérez.

113] DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI.. . 569

Quién es el hombre ".

Explicación sobre el conocimiento de sí mismo con verdad y hu-mildad. Descripción de las grandezas y miserias humanas. Dios crea-dor y redentor, naturaleza y gracia. Así se conoce a Dios en subondad, justicia y sabiduría. Referencia breve a los novísimos.

Pora agradar a Dios'6.

El que no ama está enfermo o muerto. Todo otro amor que no seael de Jesucrito, es un calor de fiebre.

Consideraciones de la Santísima Trinidadi7

Cómo meditar en la Trinidad. Disposiciones personales, pues nose trata de hacer disquisiciones teológicas. Es, de hecho, un resumende fundamento teológico. Consideración tspecial sobre el EspírituSanto.

Aviso de cómo buscaremos a Jesucristo Nuestro Señor 4~

El encuentro con Cristo depende de nuestro deseo de buscarle.El negarse cristiano equivale a buscar la voluntad de Dios. Y esavoluntad divina se resume en el amor a Dios y al prójimo. Necesidadde la oración. No desmayar por las faltas. La idea central gira entorno a la búsqueda de Cristo; «fuera de tenerlo a él, no queramosnada».

Suma de las virtudes por el doctor Diego Pérez. 1580 "

El punto de partida es Cristo, que enriquece a su Iglesia. Elsentido eclesial colorea todo el camino de la perfección («para laperfección de su Iglesia»). Expone largamente: gracia, virtudes(cada una de las teologales y morales), dones, frutos del EspírituSanto, bienaventuranzas (cada una de ellas).

Ibíd.Ibíd.

Ibid.Ibíd.

ft. 35V-42V.íf. 43r-44r.ff. 44v-48r.ff. 48V-54V.ff. 55r-75r.

570 J U A N ESQTUEHDA BIFET [1-1:

Instrucción para quien quiere decir Misal°

Propiamente el manuscrito se divide en dos partes: una instruc-ción para el sacerdote que ha de celebrar, y otra instrucción paraasistir al sacrificio de la Misa. Para el sacerdote señala una prepa-ración general (santidad) y una serie de prácticas sacerdotales dia-rias enfocadas hacia la Misa (Oficio divino, lectura, meditación,penitencia, obras de misericordia); luego describe una preparacióninmediata antes de la Misa. Se detiene en algunos momentos de lacelebración (por ejemplo, intenciones del momento). Termina conuna larga explicación (muy clara) para asistir a la santa Misa.

De charitate sl

Comenta I Cor. 13 («si linguis hominum loquar»...). Detalla losaspectos de la caridad comentando los diversos aspectos del textopaulino: naturaleza, señales, efectos de la caridad.

Mihi absit gloriari nisi in cruce domini nostri Jesu Christi,per quem mihi mundus crucifixus est et ego mundo52

Descripción del amor de Dios para con los hombres, especial-mente por los dones de redención. La gloria del cristiano es la gloriade vivir crucificado. Doctrina paulina sobre el sufrimiento y perse-cuciones. Se nota un parecido continuo con la doctrina de Juan deAvila. Sufrir por Cristo es la mejor honra del cristiano.

De cuan mala sea la pereza y los remedios contra ella 53

Naturaleza, efectos, remedios, consejos prácticos para evitar estevicio capital, tan funesto en la vida del espíritu.

De los efectos y señales del amor de Dios °'

El verdadero amor a Dios se demuestra en la práctica de susmandamientos y no en las lágrimas y devoción sensible. Se detieneprincipalmente en la señal del amor a Dios: amor al prójimo. Re-

:'(1 Ibid., f f . 75v-87r. Trata también el toma en: Documentos saludables, 43-45 (doc. 8), 143-195 Iduc. 64).

51 Ibid., f f . 87r-90r.52 Ibid., ff. 90r-92r.•"' Ibid., f f . 92r-97r.;i Ibid., f f . 97v-l01v.

[15] DIEGO DE V A L D I V I A , MAESTRO PE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI . . . 57]

ferencia al «padrenuestro» y virtudes relacionadas con la caridad.El amor verdadero (como el de Cristo a los prójimos y al Padre) esun amor que lleva por el camino de la cruz.

Pregunta de cómo se consolará un alma con Nuestro Señor "

En los momentos de cruz, saber encontrar el consuelo en Cristocrucificado. Confianza en el Señor. La gran miseria humana consisteen no poder amar perfectamente a Cristo. En nuestras enfermedadesy miserias hay que saber dialogar con Cristo. Describe un ejemplode este diálogo en primera persona. Responde a una serie de pre-guntas u objeciones sobre momentos de desánimo (por ejemplo, loque parece «castigo» de Dios es una providencia del Padre). Referencia a Cristo, Cabeza de la Iglesia.

De Santa Margarita 56

Comenta «simile est regnum coelorum mmini quaerenti bonasmargaritas». La mejor de todas las «margaritas» (virtudes) ts elamor. Es, pues, un sermón sobre la caridad.

Alabanzas de la humildad"'

Explicación sobre la humildad. Ejemplo de Cristo. Confianza enDios. Explicación basada en textos escriturísticos.

Diliges Dominum tuum ex toto corde tuo, et ex tota animatua, et ex tota mente tua. Matthei, 225S

Exposición sobre la caridad. Novedad del mandamiento de Cris-to respecto al Antiguo Testamento. Algunos pasajes parecen para-lelos de San Juan de Ja Cruz («dichoso el que entra en esta boticade vino») y, a la vez, de San Juan de Avila.

Sermón del Bienaventurado San José •w

Providencia de Dios. Desarrolla el tema de Dios y el de la santi-dad cristiana que consiste en la caridad. Ejemplo de San José.

•¡ Ibid., tí. 101v-108r. Publicado por A. un SAI.DI.S: «Tratado inédilu dol I)rPérez de Valdivia», Estudios Franciscanos, 4 Uí)09) 334-3-M.

56 Ibíd., íí. 108v-115r.57 Ibíd.. ff. 115r-118r.a Ibid., ff. 119r-12íir.51 Ibid., íí. 128v-135v.

572 JUAN ESQUERDA BIFET 1161

Sermón de la dichosa Anunciación de la Beatísima Virgen M

Partiendo del amor a Dios a su Madre (como de un principiofundamental) destaca también la cooperación de María y su méritoconsecuente. La predestinación divina sobre María es la causa detodo lo que es Ella. La maternidad divina es el objetivo principal deesta predestinación. La virginidad de María llega a su culmen y per-fección en la maternidad divina. Virtudes de María. Acción delEspíritu Santo en Ella.

Sermón de la Santa Resurrección "

Principalidad en el cristianismo de la muerte y resurrección delSeñor. Explica la muerte, sepultura, resurrección, venida del Espí-ritu Santo. Resurrección del cristiano a la vida nueva.

Del gran beneficio que J esucr'.mo Nuestro Señor hizo a los hombresen que después de resucitado se quedasen sus llagas abiertas K

Amor de Dios en la muerte y resurrección de Cristo por nosotros.Recordar lo que sufrió por nosotros. Agradecimiento. Doctrina sobrelas llagas de Cristo (principalmente sobre la llaga del Corazón), querecuerdan la doctrina de Juan de Avila sobre el Corazón de Jesúsy sobre María al pie de la cruz. Cristo, ante el Padre, con sus llagasabiertas, intercede por nosotros. Ello reclama un decidirse por laperfección cristiana. Cristo es nuestro único bien.

4. Síntesis de la doctrina espiritual de Diego Pérez

Leyendo las síntesis anteriores sobre las obras impresas y ma-nuscritas, es fácil constatar la síntesis de la doctrina espiritual denuestro autor. Vamos a fijar nuestra atención en unos puntos deespiritualidad.

A) PERFECCIÓN CRISTIANA: CARIDAD

La perfección cristiana consiste en la caridad para con Dios ypara con el prójimo. Por esto la perfección cristiana se reduce a

00 Ibid., tí. 138r-141v. Publicado en el trabajo citado en nota 40.61 Ibíd., ff. I42r-146v.62 Ibid., tí. 146v-lSlr.

117] DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI.. . 573

guardar los mandamientos. La caridad cristiana incluye la fe y es-peranza y postula las demás vir. ades a.

El tema de la caridad era el -neollo de la predicación de DiegoPérez: «Díganlo esto por ahí... mi intento es el amor» ". «Todo seame en Jesucristo» °5. Pero «este es el oficio del buen amante, entodo buscar el consenso del amante»C6. Hasta las obras más insig-nificantes reciben su significado del amor: «todas mis obrecillas pormuy ruines que sean»...67. Este amor es exigente, pues los que secontentaran con no cometer pecado mortal recibirían esta respues-ta: «respondo, hermano, que si no sois enemigo, sois muy ruin ami-go» 6S. Por esto grita con estas palabras: «Démonos prisa a amar» 63.Un cántico a la caridad se encuentra en el manuscrito que estamossiguiendo: «O amor, y qué rica cosa eres: tú haces lo imposibleposible, lo dificultoso fácil!... O dicha sobre toda dicha: amar contodas las fuerzas del amor a Jesucristo crucificado!» 70.

Esta caridad, en la que consiste la perfección, trae consigo undeseo de crecer en la vida cristiana: «No se ha de contentar conpoco: ha de pretender la suma perfección y cantidad... No ha dedecir jamás no puedo» ". Otras afirmaciones hacen vislumbrar t-ncamino de intimidad y mística:

«Mucho le agrada al amado, ya que no es muy amado, verque su amante vive muy penado porque no ama mucho» ".

«Oh qué botica tiene Dios... Oh qué vino celestial les da alos que entra (sic.) en la grandeza de su amor, y les descubreaquellas entrañas, aquella infinita misericordia, aquel infinitofuego de su amor; dichoso el que entra en esta botica devino» 73.

«La fina y alta santidad consiste en Amor» ".

Este amor ya esponsal queda descrito principalmente en el co-mentario a los Cantares, al explicar la contemplación que vendríaa consistir en una relación entre Cristo y la esposa «sin mirar lo quedicen, sino el amor»75. ¡£u toda la predicación de Diego Pérez y en

63 Aviso de gente recogida, 2." parte; cfr. Ms. 1C41, ff . 13v. y ss., 23v y ss..43r. y ss.

64 Ms. 1041, f f . I7r-I7v.65 Ibid., S. I7v.65 Ibid., í. 18r.67 Ibid., í. 19r.«s Ibid., f. 20r.69 Ibid., f. 22r.70 Ibid., f. 22r." Ibid., f. 27v.72 Ibid., f. I02r.73 Ibid., í. 126r."<• Ibid., í. 130.~s Explicación sobre... los Cantares, f. 125v.

574 J U A N ESCUEI1DA BIFET 1 1 8 1

todos sus escritos (aun los que parecen esluclio técnico escritu-ristico o teológico) hay una idea latente de llevar al oyente o lectoral amor (es decir, a la perfección cristiana); al final de sus manuscritos inéditos dice: «no nos detenga nadie, no aguardemos otrotiempo» "s.

Las señales de esta perfección o caridad se concretan especial-mente en el amor a Dios y al prójimo, cumplimiento de los manda-mientos, saber llevar la cruz del Señor. Y los medios, sin olvidar laspropias obligaciones, la oración, Misa y sacramentos, lectura bíbli-ca, presencia de Dios, examen, renovar los propósitos de perfección,etcétera ~.

B) LA ORACIÓN

El libro Camino y puerta la oración es un tratado sobre el tema,como hemos indicado al resumir las obras del autor. En otras obrasmanuscritas e impresas, el t'-.na de la oración se expone frecuente-mente, sea como medio de perfección, sea como vida de unión conDios en grado elevado de perfección (contemplación)7S.

Una definición descriptiva sobre la oración nos hace caer en lacuenta de la doctrina común entre los grandes místicos de aquellaépoca (Santa Teresa, San Juan de la Cruz, San Juan de Avila...)respecto a la relación (casi identificación) entre vida de oracióny vida espiritual: «El ánima levantada sobre las cosas terrenas con-sidera las cosas de Dios, para conocer la verdad: de manera quealumbrado el entendimiento, penetre y entienda bien lo que ha decreer, y lo que ha de obrar, y se inflame en amor de Dios, y endeseo y determinación de hacer su voluntad» 7".

No se trata de evadirse de las propias circunstancias, puesto«que darse a la oración es causa de cumplir mejor con su estado yoficio»so. Por esto «no hay ejercicio, ni obra santa alguna, que tantopide ánimo, fortaleza y constancia, para padecer, pelear y esperar,como es la oración mental» *'•. Si uno quiere verdaderamente darsea esta oración comprometida (oración «mental»), necesita unas con-diciones: «que nos socorran del cielo... que queramos trabajar, pa-decer y pelear.... que se tome este ejercicio de gana y con determi-

711 Ms. 1041. f. 150.77 Aviso de gente recogida, 3.:1 parte."• Cfr. Explicación sobre... los Cantares, f f . 96r, y ss.7y Camino y puerta para la oración, f. I27v.* ibid., Prefario, cap. 6."M Ibid., Prefacio, cap. 10.

119] PIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI... 575

nación»S2. Es toda la vida la que queda comprometida: «que todosnuestros ejercicios y vida han de ser disposición para la oración» (*.

Distingue varias clases de oración. Por una parte, distingue entreoración vocal'y mental (se detiene en esta última); por otra, espe-cifica la acción de gracias, alabanza, petición y pedir perdón. Laoración mental (tal como la hemos descrito más arriba) puede serde tres maneras: continua («traer el pensamiento siempre ocupa-do en Dios»), jaculatoria, oración particular. Esta es propiamentededicar un rato a la oración mental según la práctica de la Iglesia;el libro «Camino» está escrito para enseñar esta oración particular-'.

Por encima de toda clase y modo de oración, hay que tener encuenta «que acerca de los modos de tener oración que hay, el mayormodo es sin modo», puesto que «el amor enseña el arte sin artifi-cio humano, sino casi natural» K. Pero debido a nuestra flaqueza hayque saber los modos de orar para ver cuál es el que correspondemejor a nuestra manera de ser (sicología); en ello se detiene elautor explicando la constitución sicológica del hombre (lo que hoyllamaríamos ascética diferencial)Sli. No se ha ÜT perder de vistael objetivo de la oración: «el fin de la oración es amor; que quienquisiere amar, que ore... y cuanto quisiera amar, tanto ore, y tande veras ore»s;. No hay otras señales para ver si uno sabe orar queel cumplimiento de la voluntad de Dios: «el fin y prueba de laoración, es obras... y así la gente espiritual no ha de mostrar suamor en devoción, ni lágrimas; sino en pelear y llevar la cruz, laque nuestro Señor les enviare» ".

Para todas estas cuestiones Diego Pérez presenta, al final dellibro «Camino», un Breve Tratado o Suma de todo lo dicho*'1.

Pasando ya propiamente al campo de la contemplación (y de lamística), encontramos el tema desarrollado principalmente en elcomentario a los Cantares, bajo el símil de la esposa. Es CristoEsposo quien toma la iniciativa de manifestarse poco a poco, aun-que nunca totalmente. LÍ* c; ación vendría a ser, en este caso, untrato esponsal con Cristo. De esta manera se llega a una «oraciónespecial» (contemplación) que parece «tiempo ocioso» para quienno la ha experimentado. Esta oración no se ha de dejar sino pornecesidad o caridad. Veamos la descripción de esta oración, que es

••' Ibid.K3 Ibid., Prefacio, cap. 5.*• Ibid., 1." parte, cap. 1 y ss." Ibid., cap. 21.-6 Es un capítulo sin numerar, situado entro el cap. 21 y el 22.»' Ibid., 1." parte, cap. 70 (cfr. f. I 2v . l .»» lbid.: cfr. ff. 12v. y 13r.*> Ibid.. f. 127 y ss.

576 JUAN ESQUERDA DIFET [201

puro don de Dios: «Habiéndola purificada (sic) de toda cosa terre-na, y habiéndola dado su espíritu le da don de oración especial,con el cual le hace que olvidada toda cosa, algunos dichosos espa-cios de tiempo se esté con Jesucristo a solas, y allí le vea, le ame,y queda fuera de sí mirándole, no tenga cuenta con tiempo, ni hayamenester humanas industrias, sino que sea Dios el maestro, y él déla oración, y le dé paz y sosiego en ella» !'°.

Cristo viene a ser la «piedra», y «dichosa alma que procura haceragujeros en esta piedra»91. Con humildad y a través de la humani-dad de Cristo (meditando su pasión, su resurrección...) se llega a laTrinidad. Se realiza entonces una entrega mutua entre Dios y elhombre'-'. La conversación entre Cristo Esposo y el alma ya no sepuede describir con palabras, pues los dos amantes están «sin mirarlo que dicen, sino sólo el amor» '•". Es un vivir en el Esposo, un dejartodo para amar ". La vida espiritual entonces discurre entre la pre-sencia y la ausencia del Esposo, una «ida y ausencia», una «veniday estada», tan conocida en los autores clásicos de espiritualidad95.

C) VIDA EN CRISTO CRUCIFICADO (abnegación)

El tema de la perfección (caridad) y el de la oración (principal-mente contemplación), como hemos podido constatar, van íntima-mente ligados al vivir crucificados con Cristo. Este camino de abne-gación cristiana sólo tiene una perspectiva auténtica dentro de unasexigencias de Dios que nos ama hasta darnos a su Hijo muertoy resucitado por nosotros. El llegar a amar (a Dios y al prójimo), elllegar a tener relación amistosa con El, reclama un dejar otras cosasque no son El. Sin esta perspectiva de caridad esponsal, la abne-gación cristiana no tiene sentido, al menos en los escritos de DiegoPérez.

El esfuerzo característico de muchas personas de la época porpracticar la oración, no estaba exento de exageraciones. La doctrinade Diego Pérez clarifica y, a la vez, da una señal segura para conocerla autenticidad de la oración y el grado de la misma: «Y pues noestá el punto en tener esta oración (contemplación), sino en sermansos y humildes, y llevar la cruz y hacer obras de Dios, así escomo locura congojarse, por no tener mucha ternura de amor, así

50 Explicación sobre... los Cantares, í. 96r. y ss.; cfr. Camino y puerta parala oración, 1.a parte, cap. 9 (De la oración espocialísima. f. 13v. y ss.).

91 Explicación sobre... los Cantares, f. H5v.'• ¡bid., f. 124r. y ss.93 Ibid., í. 125v.'J* «Dejamos humano y dannos divino» (ibid., f. 177v.).'-'> Ibid., í. 136v.

1211 DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI... 577

es locura congojarse por esta oración; y hagamos lo que nos man-dan, y procuremos toda mortificación, y ejercicio de caridad (comola santa Escritura lo enseña) y lo demás remitámoslo a nuestroSeñor» 96.

Al describir precisamente uno de los puntos culminantes de laperfección (la vida de contemplación), dice del ama en este estado:«ha dejado todas las recreaciones y aficiones de este mundo, ha al-canzado la mortificación, anda en fervor de amor, procurando llegara la perfección, y no tiene otro consuelo, ni bien, sino Jesucristocrucificado» 9Í.

A las personas más generosas y más entregadas al camino deperfección, se les propone el sentido esponsal de la vida crucifi-cada, como el de un consorcio con Cristo: «que no sufre ser esposade Jesucristo crucificado y desnudo, y desamparado y puesto entredos ladrones, y querer honra y descanso, regalo y polideza, mundo,ni cosa que a mundo sepa, ni huela ni parezca»33.

Como hemos visto al resumir los manuscritos, uno de los temasmás frecuentes es el de Cristo crucificado (para rrucificarse conEl)". Este tema sería (en su relación íntima con la caridad) el resu-men del camino espiritual: «Resta, pues, que todo nuestro negociosea conocer, entender, imitar, hablar, tratar y seguir a Jesucristocrucificado» 10°.

Vendría a ser también este tema el resumen de la predicacióndel Señor, precisamente por resumirse en el verdadero amor: «todasu predicación tiraba al cumplimiento del amor, porque el caminoes, el desprecio de todas las cosas, llevar la cruz, humildad y man-sedumbre, sin las cuales cosas un alma no puede amar a Dios, ytanto más lo amará cuanto más tuviere de estas cosas» 1M. En algúnsermón, Diego Pérez se defiende diciendo que él sólo predica amory que solamente en esta perspectiva puede entenderse su insisten-cia en predicar la mortificación cristiana y en denunciar los abusosde la época 102.

Vendría a ser este tema como la divisa y la gloria de un ena-morado de Cristo, siguiendo los textos paulinos.- «Y pues su cruzes mi gloria y bien todo, no me quiero yo ya arrear, ni preciar, sinode cruz. Mi gloria y locura será imitar a Jesucristo crucificado...La gloria mía estuvo en la cruz sediento... ésta ha de ser la gloria

Camino y puerta para la oración, 1.a parto, cap. 9, ff. 13v y 14r.Explicación sobre... los Cantares, f. 136v.Aviso de gente recogida, 1." parte, f. 2r.Ms. 1041, ff. llr. y ss., 48v. y ss., 90r. y ss. UBv. y ss,

' Ibíd., f. 13r.Ibid., f. 13v.

1 Ibíd., ff. 16v-17r.

ANTHOLOGICA ANNUA.— 37

578 JUAN ESQUERDA BIFKT 1221

mía... siempre traigo la divisa de mi Señor, que es mi cuerpo tra-tado como fue el suyo» m.

El tema de las consolaciones está tratado también en estas pers-pectivas de entrar en la suerte de Cristo crucificado "".

D) ESPIRITUALIDAD Y DEVOCIÓN MARIANA

El aspecto mariano de la espiritualidad cristiana puede consta-tarse prácticamente en cada una de las obras impresas y manus-critas de Diego Pérez. A las personas que se entregan a la perfec-ción cristiana se propone el ejemplo de María que es la más fielesposa de Cristo y es la «Madre de la Iglesia» (expresión que repi-te con cierta frecuencia) m.

Las virtudes que se hacen resaltar en María, además de la vir-ginidad, son principalmente la fe, esperaza, caridad a Dios y alprójimo, prudencia, humildad, mortificación, mansedumbre, modes-tia. Algunas veces se describe una visión de conjunto de la santidadde María105, con el objetivo de que sea punto de meditación, espe-cialmente en la vida contemplativa107.

La devoción mariana la describe con precisión, sin menoscabodel amor a Cristo, sino más bien como un medio para entrar en lavida de entrega al Señor. Por esto puede presentar la devociónmariana como necesaria: «Es muy mala señal no tener devoción anuestra Señora y a sus fiestas y templos... porque esta devoción denuestra Señora es la última señal que un alma suele tener de quetiene algo de Dios. Así como esta Virgen benditísima es la madrede misericordia y principio de nuestra conversión; así es lo últimoque queda en los que son de la casa de Dios, es el respeto a estabenditísima Virgen» m.

La devoción mariana vendría a asegurar la marcha por el ca-mino difícil de la perfección lra. Los frutos de una verdadera devo-ción mariana serían los siguientes: limpieza de alma, amor a Cris-to crucificado, odio al pecado... En frase de Diego Pérez, se podríanresumir todos esos frutos diciendo que se adquiere «el espíritu deJesús»: «¿Qué entenderá el alma sucia de la limpieza de nuestraSeñora?... ¿Cómo se sufre que se llame muy devoto de la Virgen sin

IB IoTd~, ff. 91r-v.«* Ibid., í. IClv. y ss.105 Por ejemplo: Documentos saludables, pp. 49 y 333: Tratado de la sin-

gular y purísima Concepción, ff. 32 y 44.IÜG Tratado de la singular y purísima Concepción, f f . 13v.. 37v-39; Camino

y puerta para la oración, ff. 293-294.1117 Camino y puerta para la oración, f. 293r. y ss.¡ Tratado de la alabanza

de la castidad, í. 13r.ltjs Tratado de la singular y purísima Concepción, f. 63r-v.'°'J Vida nueva, f, 42v.

(231 DIEGO DE VALDIVIA, MAESTRO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI... 579

pecado, el que es indevoto de Jesucristo crucificado?» no; «que asícomo de María nació Jesús, así de la devoción de María ha denacer el espíritu de Jesús, y si no nace no es devoción de María»111.La devoción mariana se completaría con otras manifestaciones:acudir a Ella en las tentaciones, meditar sobre Ella para imitarla,celebrar rectamente sus fiestasia.

La esposa de los Cantares puede ser María o la Iglesia. DiegoPérez, en algunas ocasiones, une los dos sentidos; precisamentepresenta a María unida a Cristo Esposo, y modelo y Madre de laIglesia. Baste citar una afirmación: «Oh qué dulzura será ver a Diosniño mamando a los pechos de su madre, Virgen que representa lanaturaleza humana, mi madre, y esta Virgen madre de la Iglesia» 113.

El tema mariológico se prestaría a más amplio estudio, especial-mente cuanto hace referencia a la intercesión de María, a MaríaMadre y Tipo de la Iglesia, a su santidad, a devociones concretas,etcétera11'. Finalmente hemos de constatar que uno de los temasque se proponen frecuentemente a la meditación v contemplación(dentro del Misterio de Cristo) es el tema mariano lu

5. Relación con la doctrina espiritual de San Juan de Avila

Como hemos visto en la biografía, Diego Pérez de Valdivia fueel discípulo predilecto del Maestro San Juan de Avila. Como dice elbiógrafo Muñoz, al escribir en 1635 la vida de algunos discípulosdel Maestro: «Fue el Elíseo de nuestro gran Elias, heredó su espíri-tu doblado» llc. Concretamente, respecto a la espiritualidad, añade,refiriéndose a los libros escritos sobre el tema por Diego Pérez: «Al-canzó un magisterio en esta parte y una doctrina tan sólida, quese puede seguir seguramente, y creer a quien la santidad, las letras,la edad, la experiencia, el haberse criado al lado del padre MaestroAvila, y una gran luz de Dios, 'j hicieron prudentísimo» u~.

El Tratado del Amor de Dios y el Audi Filia, de San Juan de Avi-la, desarrollan el tema de la perfección cristiana, que consiste en lacaridad a Dios y al prójimo 113. La caridad se presenta en la perspec-

ff.

Ms

Tratado de la singular y purísima Concepción, f. 66r.Ibid., f. 68rAviso de gente recogida, f. H9v.¡ Camino y puerta para la oración,

293r-294r.; Tratado de la singular y purísima Concepción, ff. lv., 69v-71r.í Explicación sobre... los Cantares, f. 161v.1 En mis trabajos citados en la nota 1.> Véase, por ejemplo, Camino y puerta para la oración, !. 142r. y ss.;1041, f. 29r. y ss.~> MUÑOZ: Vida, í. 106v.' Ibid., f. 115r.' Véanse las obras del Santo Maestro Juan do Avila en la nota 13.

560 JUAN ESQUERDA BIFET 124 I

tiva de Misterio de Cristo prolongado en la Iglesia (Esposa y CuerpoMístico) "'. Esto es también uno de los temas favoritos de los sermo-nas y de las carias del Maestro. La hermosura que ha de tener laIglesia (Esposa de Cristo) sería como un estímulo repetido paraalentar a la perfección.

El tema de Cristo crucificado (abnegación y caridad cristiana)es un tema que parece calcado literalmente en el Maestro. Bastaríacitar lo que Juan de Avila llama la «locura de la cruz» en los céle-bres pasajes del Tratado del Amor de Dios. Pero es un tema que seencuentra en gran número de cartas y sermones. A Juan de Avilano le gustaba un sermón en que no se predicara la doctrina de Pa-blo o Cristo crucificado (fue el reproche a un sermón de Fr. Luisde Granada). En cuanto a la vida espiritual, el traje de gala de lasalmas predilectas es siempre la cruz; esa es la única gloria, puestoque se trata de la gloria del Esposo. La meditación sobre la pasión(minuciosamente explicada por ambos autores) es en vistas a unamayor mortificación interior y exterior para imitar el amor deCristo m.

El ejercicio de la oración cristiana viene a profundizar en la hu-manidad y divinidad de Cristo. Para poder meditar la vida del Se-ñor, Juan de Avila explica largamente cómo se puede dialogar conDios. Tanto la explicación sobre la oración como el objetivo deenseñar a todos a orar indica un paralelo entre Maestro y discípulo.Veamos, por ejemplo, este pasaje: «Escuchad lo que el Señor hablacon toda atención. Y, sobre todo, con una sosegada y sencilla vista,miradle su sacratísimo Corazón, tan lleno de amor para con todos.Y guardaos mucho de afligir vuestro corazón con tristezas forza-das» m. Por encima de todo método de orar está la fidelidad al Señorque pide muchas veces la renuncia a una manera o método de ora-ción: «sabed que este negocio más es de corazón que de cabeza,pues el amor es el fin del pensar» m.

La doctrina sobre la contemplación es también parecida, aunquemucho más desarrollada en Juan de Avila'-'. Se trata de un don deDios en cuya actuación hay que colaborar con una «sosegada aten-ción»; «es negocio de la gracia»; El lo da a quien le parece, sindiferencia de lugar ni de persona134.

119 Véase también sermón 10 y 25. Nos remitimos a las obras completasSanto Maestro Juan de Avila, citadas en nota 13.

120 Aitdi Filia, cap. 68 y ss.del Santo Maes

Audi Filiu.. ^a.tIbid., cap. 72.

'-- Ibid., cap. 70.ro Audi Filia, cap. 26, 50-54, 74-77; carta 158 (dirigida a Santa Teresa),

plática tercera (sobre los grados de oración), etc.121 Véase el cap. 75 de Audi Filia.

1251 DIEGO DE VALDIVIA, MAESTBO DE ESPIRITUALIDAD DEL SIGLO XVI... 581

Casi todos los puntos de espiritualidad mariana (y de Mariologíaen general) son paralelos en ambos autores, puesto que se trata detema y terminología común de la época (en que se comienza a per-filar la Mariología clásica española). Pero hay dos ideas peculiaresde ambos, al menos en algún sentido: el relacionar la Eucaristía conMaría y el hacer referencia a la devoción mariana de la Iglesia pri-mitiva. En otros trabajos he estudiado más ampliamente este tema125.En ambos la devoción mariana está indisolublemente unida a la «de-voción» a Cristo crucificado 12li.

Los temas expuestos por Juan de Avila y por Diego Pérez sonparecidos. Ambos parten siempre de la Escritura, especialmente dela doctrina paulina. Y prevalece siempre la exposición sobre: Euca-ristía, pasión, Espíritu Santo, María, tiempo litúrgico..., amor deDios, abnegación, oración... El hilo conductor de las explicacionesvendría a ser el desposar a las almas con Cristo: tal es el objetivodel Audi Filia (Juan de Avila) y de los tratados de Diego Pérez (Can-tares, Aviso, Camino, etc.).

La biografía de Muñoz (en la que aparecen relaciones estrechasentre el discípulo y el Maestro) nos da abundante material para verla relación entre ambos. Pero hay un tema en el que convendríahacer hincapié: la vida y la espiritualidad sacerdotal de Diego Pé-rez. No vamos a repetir cuanto hemos dicho en la biografía (quehemos presentado como biografía de un discípulo de Juan de Avila).Ciñéndonos a la doctrina sacerdotal, tenemos un manuscrito inéditode Diego Pérez, que merecería un estudio aparte: Instrucción paraquien quiere decir Misa127.

El manuscrito a que acabamos de hacer referencia (y que hemosresumido en la lista de manuscritos inéditos) tiene un parangónmuy marcado con los planes de retiro y de vida espiritual sacerdotaltrazados por Juan de Avila en numerosas cartas!2S. Diego Pérez per-teneció a la escuela sacerdotal de Juan de Avila (especialmente comoformador de clérigos en Baeza); la estrecha relación personal conel Maestro (convivencia, misiones populares, predicación, etc.) du-rante muchos años da la clave para entender la relación entre ladoctrina espiritual de ambos.

125 J. ESQUEHDA: El Tratado sobre la Inmaculada..., o. c. en nota 1, pp. 122-124.

126 Ibid.127 Ms. 1041, ff. 75v-87; cfr. Documentos saludables, doc. 8 y 64.124 Cfr. cartas de San Juan de Avila: 5, 6. 8, 225. Se puedo ver un estrecho

parangón sobre la explicación del memento (Ms. de Diego Pérez sobre la Misa)en la plática segunda de Juan de Avila.

A P É N D I C E

(Ms. 1041, Biblioteca Universitaria de Barcelona. Un volumen, per-gamino 213 x 145. Letra de finales del siglo xvi. Dos folios sin nu-merar más un folio, con la siguiente indicación: «Diego Pérez». 151folios numerados del texto. Publicamos sólo uno de los fragmentos:fol. llr-13r.)

EXORTACION PARA TRATAR SIEMPRE DE JESUCHRISTOCRUCIFICADO

(Fol. llr). Cuánto le convenga a un alma tratar siempre de lacruz, bien claramente lo descubre la differencia que ay entre loscoragones que esto oyen, meditan y tratan, y los que de esto nocuran. Como se paresce claramente en la doctrina evangélica y lapharisaica.

Los escribas y phariseos de aquellos tiempos, que tanto se pre-ciavan del Messias, y siempre lo trayan en la boca, y era toda suesperanca, y se ocupavan y empleavan en entender las Escripturas,principalmente lo que tocava al Messias. Aunque hallavan escriptomucho y muy mucho cerca de lo que el Messias avia de padescer,no se curavan de reparar en esto, ni lo consideravan despacio, sinopassando muy ligeramente y con gran brevedad por ello y no loqueriendo entender. Todo su estudio empleavan en tratar de lasgrandezas y felicidades del Messias, las quales más entendían tem-poral que espiritualmente, y conforme a su entendimiento. Asi en-senyavan al pueblo que les avian encomendado; nunca les predica-van que el Messias avia de padescer y morir, sino que era eterno ysu potestad eterna, y que haría muchas y grandes mercedes a losque le creyessen.

Todo lo qual bien se podia colligir de la sancta Escriptura, queen diversos lugares dize, que es eterna la potestad y reyno delMessias; empero más lugares ay, mucho más largos, que tratan de

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la humiliación del Messias. Y más importava al pueblo saber lahumiliación bien sabida que la exaltación, aunque ambas cosas con-venía (fol. llv) que supiessen.

La razón de esto es porque la humiliación era la que el Messiasavia de exercitar y enfermar en su primera venida; que era prin-cipalmente para ser maestro con viva palabra y ser exemplo de vidahumilde, pobre, desprecio de mundo y vivir en espíritu. Que lo quetoca al reyno celestial del Messias fácil era de enseñar, y, como finde lo primero, no era lo que se avia de exercitar, sino esperar enla gloria después de la muerte. Y cumplidamente el dia del juizio,quando resucitaran los cuerpos.

Estava, pues, el pueblo mal enseñado, y asi vivia como vivia, yasi no entendía la doctrina que Jesuchristo N. S. les predicava. Ypor esta causa, diziendoles N. S. que ya estava cerca la condemna-cion del mundo y que el principe del mundo seria aleado del mundo,privándolo del poder que solia tener, y que el medio era morir elen una cruz, y que si lo levantasse de la tierra, poniéndolo en unacruz alta, que todas las cosas avia de atraer a si. Respondiéronleque ellos avian oydo que el Messias avia de vivir para siempre, y¡como dezia el que convenia que el hijo del hombre fuesse crucifi-cado, que ellos le avian tenido por Messias hasta entonces, y que else solia nombrar hijo del hombre, que si era este hijo del hombreque avia de ser levantado en la cruz! O ¿quien era este hijo delhombre que ahora les dezia?

En este peligro están los que no an oydo la Escriptura Sagrada,que trata de la humiliación del hijo de Dios; y seria bueno que losque enseñan almas, las enseñassen muy enseñadas y con toda sus-tancia lo que S. Pablo dixo tantas vezes, a Jesucristo crucificado;que en todo lo que S. Pablo predicava y dezia, que no sabia predicarotra cosa ni dava a entender que sabia otra.

(Fol. 12r). Aquellos desdichados phariseos y escribas, amigos dehonras, descanso e intereses, quando encontravan algo de la gran-deza del Messias, lo qual se avia de entender o del Espíritu o de¡a segunda venida, aquello predicavan de la primera venida muytemporalmente. Y quando encontravan cosas de su humillación, o locallavan o lo interpretavan como los de ahora, de lo que padesciaaquel pueblo judaico, oy padesce temporalmente. Y no veyan losciegos quan a la letra se entendía de Jesuchristo N. S. ni queríanadvertir como toda la Escriptura del viejo testamento predica quepor el Messias serian perdonados pecados y dado Espíritu para hazervida nueva; ni querían mirar que quasi toda la Escriptura va ha-blando de la pasión y muerte de Christo N. S.

584 JUAN F.KQUKKDA I1IFET 1281

Esto figuro Abel muerto a manos de Cain, esto significaron laspersecutiones de Abraam, Ysaach, Jacob, Joseph, Moisés, David ytodos los profetas; esto el Cordero muerto para que el pueblo sa-liesse de Egipto; esto todos los sacrificios de la vieja ley; esto dixoDavid en tantos psalmos, especial en los psalmos 21, 68, 108, queno se pueden entender sino de la passion y muerte de JesuchristoN. S. Esto mesmo en la Sabiduría cap. 2; esto expressissimamenteEsaias en el ca. 53, que paresce mas Evangelista que profeta, asitan claramente pinta la passion de Jesuchristo N. S., y otra vez enel ca. 63. Y otros mil lugares ay, que todos tratan, o por palabrasexpressas o mysticas, de la passion de Jesuchristo N. S.

(Fol. 12v). Fuera razón que al pueblo de Dios les enseñaran estadoctrina bien enseñada y de veras, haziendo fuerca en ella con mu-cha instancia. Y oxala el dia de oy los predicadores del Evangeliodistassen mucho de la condición pharisaica, y predicassen las igno-minias de la cruz e improperios de Jesuchristo N. S., y ensenyassenal pueblo que esto fue nuestro remedio y nuestro exemplo, y quepara esto eligió Christo N. S. vida, passion y muerte tan afrentosa,tan penada, tan pobre, tan humilde, para pagar nuestros males yensenyarnos toda humildad, penitencia y desprecio de mundo, y porque los christianos en esto siempre meditassen y de esto se pre-ciassen y no dixessen como aquellos de entonces: Nosotros emosoydo de Jesuchristo grandes cosas, y nos an predicado grandes sub-tilezas y devociones, y nos an enseñado que con este modo de vidahonrrado y regalado, contento y rico, podemos ir al cielo, ¿comonos dizen otros predicadores que convino que Jesuchristo pades-ciesse y moriesse y assi entrasse en la gloria? ¿y que nosotros nosemos de conformar con el para yr al cielo, y nos afligen diziendo queheredaremos el cielo si juntamente con Jesuchristo padescieremosen la tierra?

Esto dizen los hombres quando les predican la cruz de Jesuchristoy mortificación; porque están ensenyados a que no la (sic) vedennada sino el peccado mortal, y que les dan licencia apazible paratodo lo demás. Lo qual ultra de que tiene grandes males y peligrosencerrados disimuladamente, pues vemos que vida hazen los taleslibertados y como caen en peccados mortales, tiene otro grandissimomal, que (fol. 13r) se van los hombres desafficionando de imitar aJesuchristo Crucificado, y despreciando de vivir como christianosimitadores de Dios y perfectos, y desamparan su alto estado, y nocuran de yr al fin para que fueron baptizados y llamados, y despre-cian la sanctidad y mortificación, no queriendo que la tengan sinoalgún genero de gente que la an professado, como si fuesse algúnmodo de vida humano inventado por los hombres.

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Y por este camino van despreciando la mesma passion de Je-suchristo, no queriendo que se les predique sino de año en año undia, y hora, que no la puedan oyr. Y si fuera de este lugar se predica,como están y burlan; y asi se va desterrando el Espíritu de la pa-ssion de Jesuchristo y la mesma passion.

Y podrían dezir los de haora (sic): Nosotros emos oydo de lasancta Escriptura que Christo es rey de cielos y tierra y perdonadorde peccados y que no mira en pocas cosas, y que lo que principal-mente come son coracones, ¿como nos dezis ahora y predicáis tantamortificación, y reparays en cosas de penitentia y castigo de cuerpo,desprecio de mundo y tanta perficion?

Resta, pues, que todo nuestro negocio sea, sea (sic) conoscer,entender, imitar, hablar, tratar y seguir a Jesuchristo Crucificado.