Anti Gona

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ANTIGONA SOFOCLES Antígona es la tercera parte de la trilogía de Sófocles. Al hablar de su estructura externa, la cual se encuentra en cualquier tragedia clásica, se puede hablar desde el punto de vista de Aristóteles en “La Poética” de un prólogo, párodos, estásimos, episodios y éxodo. La obra se puede dividir en tres momentos. Un primer momento puede ser la tesis, que es donde se presenta el argumento. En la historia, consiste en la decisión de Antígona de sepultar a su hermano, llevada a cabo obedeciendo a sus creencias y poniendo sobre todo la ley de la familia y de los dioses. Un segundo momento puede ser la antítesis, que contrapone al argumento. En este caso sería la decisión de Creonte de condenar a Antígona a pesar de todas las advertencias, tomando sus decisiones en base a la ley del hombre y el estado. El último y tercer momento pertenece a la síntesis, que es cuando se saca la conclusión a partir de los otros dos y los contiene. Acá sería el suicidio de Antígona al final, junto al de su prometido y al de la esposa de Creonte, que queda lamentando sus errores. Sófocles escribió tragedias enfocadas en una visión moral, es decir dependiendo de la ley divina. Dicha ley divina establece que la familia crea un lazo de sangre y corazón y es la causa de unión inmutable e infinita, donde la muerte es significado de pérdida atroz/fatal. Por otra parte, la ley humana o mortal, se refiere al derecho, es todo y su relación con los ciudadanos. En esta ley, la muerte no significa mucho, ya que un ciudadano menos puede ser reemplazado por otro. Mientras que, la ley divina establece que ninguna miembro familiar es reemplazable. Como se dijo anteriormente, la ley divina es el eje central de las tragedias de Sófocles, y “Antígona” no es excepción. La lucha entre la convivencia divina y humana es el eje central del agón de “Antígona”. En la secuencia inicial, Ismene se encontraba dentro del palacio y al llegar Antígona, la toma del brazo y la lleva lejos del palacio. Esto representa que Ismene se encuentra más a favor de la ley del hombre porque ese era el palacio de Creonte y éste representa dicha ley. Por otro lado, Antígona la quiere alejar del palacio, y eso se puede entender como que quiere alejarla de la ley del hombre para llevarla a la ley de los dioses. Esta secuencia inicial de la acción dramática en el prólogo, ya está comenzando a indicar el estatuto de los personajes de Ismene y Antígona, que luego se desarrollaran a lo largo de la obra, pero siguiendo las acciones que se anticipan en esta secuencia. Antígona está dominada por la moral “ley divina” y su falta de consideración a la “ley humana” es determinada por su ceguera moral. Creonte a lo largo de la obra está dominado por la “ley humana”. El estado comienza siendo su principal foco, mientras que en el reconocimiento, Creonte se detiene a reconocer la “ley divina”. Este concepto de reconocimiento es introducido por Aristóteles, en “La Poética”, en donde dice que es la transición de la ignorancia al conocimiento o un cambio hacia la amistad o enemistad en quienes se encuentran en un determinado estado de infortunio o felicidad. Creonte, entonces, cambia con el desarrollo de la tragedia gracias a la acción, donde su hijo y mujer se suicidan por respectivos dolores y recién allí su carácter cambia. La cólera desaparece y reconoce. En cuanto al estatuto de personaje que se construye sobre Antígona a lo largo de la obra, se puede decir que es la heroína de esta tragedia. Es presentada como una joven mujer valiente y testaruda que escapa un poco a nuestra percepción de la mujer de la época, desafía las leyes y confronta al

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ANTIGONA – SOFOCLES

Antígona es la tercera parte de la trilogía de Sófocles. Al hablar de su estructura externa, la cual se encuentra en cualquier tragedia clásica, se puede hablar desde el punto de vista de Aristóteles en “La Poética” de un prólogo, párodos, estásimos, episodios y éxodo.

La obra se puede dividir en tres momentos. Un primer momento puede ser la tesis, que es donde se presenta el argumento. En la historia, consiste en la decisión de Antígona de sepultar a su hermano, llevada a cabo obedeciendo a sus creencias y poniendo sobre todo la ley de la familia y de los dioses. Un segundo momento puede ser la antítesis, que contrapone al argumento. En este caso sería la decisión de Creonte de condenar a Antígona a pesar de todas las advertencias, tomando sus decisiones en base a la ley del hombre y el estado. El último y tercer momento pertenece a la síntesis, que es cuando se saca la conclusión a partir de los otros dos y los contiene. Acá sería el suicidio de Antígona al final, junto al de su prometido y al de la esposa de Creonte, que queda lamentando sus errores.

Sófocles escribió tragedias enfocadas en una visión moral, es decir dependiendo de la ley divina. Dicha ley divina establece que la familia crea un lazo de sangre y corazón y es la causa de unión inmutable e infinita, donde la muerte es significado de pérdida atroz/fatal. Por otra parte, la ley humana o mortal, se refiere al derecho, es todo y su relación con los ciudadanos. En esta ley, la muerte no significa mucho, ya que un ciudadano menos puede ser reemplazado por otro. Mientras que, la ley divina establece que ninguna miembro familiar es reemplazable.

Como se dijo anteriormente, la ley divina es el eje central de las tragedias de Sófocles, y “Antígona” no es excepción. La lucha entre la convivencia divina y humana es el eje central del agón de “Antígona”. En la secuencia inicial, Ismene se encontraba dentro del palacio y al llegar Antígona, la toma del brazo y la lleva lejos del palacio. Esto representa que Ismene se encuentra más a favor de la ley del hombre porque ese era el palacio de Creonte y éste representa dicha ley. Por otro lado, Antígona la quiere alejar del palacio, y eso se puede entender como que quiere alejarla de la ley del hombre para llevarla a la ley de los dioses. Esta secuencia inicial de la acción dramática en el prólogo, ya está comenzando a indicar el estatuto de los personajes de Ismene y Antígona, que luego se desarrollaran a lo largo de la obra, pero siguiendo las acciones que se anticipan en esta secuencia.

Antígona está dominada por la moral “ley divina” y su falta de consideración a la “ley humana” es determinada por su ceguera moral. Creonte a lo largo de la obra está dominado por la “ley humana”. El estado comienza siendo su principal foco, mientras que en el reconocimiento, Creonte se detiene a reconocer la “ley divina”. Este concepto de reconocimiento es introducido por Aristóteles, en “La Poética”, en donde dice que es la transición de la ignorancia al conocimiento o un cambio hacia la amistad o enemistad en quienes se encuentran en un determinado estado de infortunio o felicidad. Creonte, entonces, cambia con el desarrollo de la tragedia gracias a la acción, donde su hijo y mujer se suicidan por respectivos dolores y recién allí su carácter cambia. La cólera desaparece y reconoce.

En cuanto al estatuto de personaje que se construye sobre Antígona a lo largo de la obra, se puede decir que es la heroína de esta tragedia. Es presentada como una joven mujer valiente y testaruda que escapa un poco a nuestra percepción de la mujer de la época, desafía las leyes y confronta al

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“tirano”, a diferencia de Ismene que a pesar de no estar conforme con la decisión de Creonte se niega a ayudar a su hermana diciendo que hay que acatar las leyes. Como héroe trágico sofocleo, Antígona no conoce el consuelo ni la redención ya que se enfrenta a un conflicto irreparable (no se soluciona creando leyes de enterramiento).

Otro nivel importante en “Antígona” (y más referido a un plano metalingüístico) es la referencia a la mitología y la relación que se puede encontrar con “El origen de la tragedia a partir de la música” de Nietzsche.

En este texto, Nietzsche utiliza las figuras de los dioses Dionisos, dios del vino y la embriaguez; y Apolo, dios de la música y los sueños. Toma sus figuras y dice que son los pilares de la tragedia griega. En “Antígona”, Apolo y Dionisio son personificados por Antígona y Creonte. Apolo hace referencia al principio de individuación, al orden, a la lógica, como lo hace Cerote, por ejemplo en la secuencia inicial de la acción dramática, donde se niega a entender a Polinices, que había sido una amenaza al pueblo. Mientras que Antígona representaría a Dionisio, a los impulsos humanos. Antígona no le teme a la muerte, ella persigue su instinto humano liderado por la ley divina. Embriagada de su naturaleza instintiva sacrifica su vida ante el tirano, sobrepasando la moral por la ética.