Año 2018 Número 4 HEPATITIS - hospitalrezola.gob.pe
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HOSPITAL REZOLA SERVICIO DE FARMACIA
GOBIERNO REGIONAL DE LIMA
HEPATITIS Año 2018 – Número 4
JULIO – AGOSTO 2018
CONTENIDO
HEPATITIS……………........ 2
¿QUÉ ES LA HEPATITIS?..... 3
CAUSAS…………………..… 4
TIPOS………………….….… 4
HEPATITIS A……………….. 5
HEPATITIS B………..……… 6
HEPATITIS C……………..… 10
HEPATITIS D…………........ 11
HEPATITIS E……………….. 12
RECOMENDACIONES…….. 14
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HEPATITIS
Según la OMS la hepatitis viral afecta a alrededor de 424 millones
de personas en el mundo, de las cuales 1,4 millones mueren cada
año como consecuencia de la infección, que puede derivar en falla
hepática aguda, cirrosis y cáncer de hígado. La enfermedad es
considerada una epidemia silenciosa porque la mayoría de quienes
la padecen desconocen que están infectados.
En las Américas, entre 8 y 11 millones de personas padecen
infección crónica con el virus de la hepatitis B, y 7 millones,
hepatitis C. Esta enfermedad supone una pesada carga para los
sistemas de salud, por los elevados costos que entraña su
tratamiento, y que es en muchos países la principal causa de
trasplantes de hígado.
En nuestro país, el 70% de menores de 12
años ya han tenido infección por el virus
de la hepatitis A, cifra que llega al 98% en
adultos, mientras que la hepatitis B atacó
a 600 mil víctimas en departamentos como
Lima, Loreto y Ayacucho.
Se debe de tener en cuenta que la mayoría de las personas con
hepatitis B o C crónicas no saben que están infectadas y corren un
grave riesgo de desarrollar cirrosis o cáncer hepático, lo que
contribuye al aumento mundial de estas dos enfermedades,
además a esto existe una gran estigmatización y discriminación a
las personas afectadas, todo estos datos conlleva a proteger y
salvaguardar los derechos humanos de estos paciente, creando
diferentes programas para prevenir y tratar esta enfermedad.
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¿QUÉ ES LA HEPATITIS?
La hepatitis es una inflamación del hígado.
El hígado es el órgano más grande del cuerpo humano y llega a
pesar hasta cinco por ciento del peso de un individuo. Al hígado se
le han identificado más de 500 funciones vitales, pero podría
decirse que la mayoría de ellas se resume en una palabra:
biotransformación. Es decir, el hígado trabaja como un laboratorio
que procesa y modifica las sustancias químicas del cuerpo, como
la producción de proteínas; fabrica glucosa o glucógeno, según el
cuerpo lo necesite; transforma las sustancias nocivas para reducir
su toxicidad y para facilitar su desecho; regula la coagulación de la
sangre; e incluso elabora factores de inmunidad y elimina
bacterias del torrente sanguíneo. Cuando las células hepáticas
sufren lesiones menores logran recuperarse, el problema surge
cuando el daño es masivo o constante y prolongado, que impide el
correcto funcionamiento del tejido hepático, el cual deja de
desintoxicar el organismo, fabricar proteínas, procesar los
nutrientes y almacenar energía.
La Hepatitis puede ser autolimitada o progresar a fibrosis
(cicatrización), cirrosis o cáncer de hígado. Los virus de la hepatitis
son la causa más común de hepatitis en el mundo, pero otras
infecciones, sustancias tóxicas (por ejemplo, alcohol, ciertas
drogas) y enfermedades autoinmunes también pueden causar
hepatitis.
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¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?
La hepatitis es una enfermedad de la que se conocen numerosas
causas:
▪ Infecciones por virus, bacterias o parásitos.
▪ Trastornos de tipo autoinmune.
▪ Lesiones debidas a la interrupción de la irrigación sanguínea
normal del hígado.
▪ Traumatismos.
▪ Presencia en el organismo de determinadas drogas, toxinas,
medicamentos, etc.
▪ Presencia de trastornos de tipo hereditario como fibrosis
quística o enfermedad de Wilson.
En el caso de las hepatitis producidas por virus podemos distinguir
entre virus específicos para la hepatitis (virus de la hepatitis A, B, C
y D principalmente, aunque se conocen otros) o virus no
específicos para la hepatitis, que son aquellos que suelen
manifestarse con otras patologías pero que, en ocasiones,
terminan provocando este trastorno; entre estos últimos cabe
destacar el virus Epstein Barr (causante de la mononucleosis
infecciosa o enfermedad del beso) y el citomegalovirus.
TIPOS DE HEPATITIS
La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de
agua o alimentos contaminados. Las hepatitis B, C y D se producen
de ordinario por el contacto con humores corporales infectados.
Son formas comunes de transmisión de estos últimos la
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transfusión de sangre o productos sanguíneos contaminados, los
procedimientos médicos invasores en que se usa equipo
contaminado y, en el caso de la hepatitis B, la transmisión de la
madre a la criatura en el parto o de un miembro de la familia al
niño, así como el contacto sexual.
HEPATITIS A
La hepatitis A es una enfermedad del hígado causada por el virus
de la hepatitis A.
La infección aguda puede acompañarse de pocos síntomas o de
ninguno; también puede producir manifestaciones como la
ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura,
fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
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El virus se propaga principalmente cuando una persona no
infectada (y no vacunada) ingiere alimentos o agua contaminada
con las heces de una persona infectada. La enfermedad está
estrechamente relacionada con el agua o los alimentos inseguros,
el saneamiento inadecuado y la mala higiene personal.
No existen tratamientos específicos para la hepatitis A. Tu
cuerpo eliminará el virus de la enfermedad solo. En la mayoría de
los casos de hepatitis A, el hígado se cura antes de los seis meses
y no presenta daños duraderos.
El tratamiento de la hepatitis A se suele centrar en que te sientas
cómodo y en controlar los signos y síntomas.
HEPATITIS B
La hepatitis B es una enfermedad del hígado provocada por el virus
de la hepatitis B (VHB). El virus provoca lesiones en el hígado y
altera su funcionamiento. Un pequeño porcentaje de personas
infectadas no consiguen eliminar el virus y la infección se vuelve
crónica. Esas personas corren un mayor riesgo de morir por
cirrosis hepática y cáncer de hígado.
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El virus de la hepatitis B altera el funcionamiento del hígado y
activa el sistema inmunitario, que produce una reacción específica
para combatir el virus, con la consiguiente inflamación del hígado.
Un pequeño porcentaje de personas infectadas no consiguen
eliminar el virus y la infección se vuelve crónica. Esas personas
corren el riesgo de morir por cirrosis hepática y cáncer de hígado.
El virus de la hepatitis B se transmite por contacto con la sangre
o los líquidos corporales de personas infectadas, esto es, del
mismo modo que el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Sin embargo, el VHB es unas 50 a 100 veces más infeccioso que el
VIH.
• Las principales vías de transmisión del VHB son:
- Perinatal (de la madre al hijo durante el parto);
- De un niño a otro;
- Inyecciones y transfusiones contaminadas;
- Contacto sexual sin protección.
La mayoría de las infecciones registradas en todo el mundo se
transmiten de la madre al hijo, de un niño a otro (especialmente
en el entorno doméstico) o por reutilización de jeringuillas y
agujas no esterilizadas. Antes de implantar la vacunación
sistemática contra la hepatitis B, casi todos los niños de los países
en desarrollo se infectaban.
El virus de la hepatitis B NO se transmite por compartir
utensilios de cocina, a través de la lactancia materna, por
abrazarse, besarse o darse la mano ni al toser, estornudar o
bañarse en piscinas públicas o actividades similares.
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Para protegerse contra la hepatitis B existe una vacuna muy segura
y eficaz que se viene utilizando desde 1982. La vacuna contra la
hepatitis B se ha administrado más de mil millones de dosis en
todo el mundo. La vacuna tiene una eficacia del 95% para evitar
la infección crónica. La protección dura al menos 20 años y, hoy
por hoy, la OMS no recomienda la administración de dosis de
recuerdo.
TRATAMIENTO
La administración de una inyección de inmunoglobulina (un
anticuerpo) dentro de las 12 horas de la exposición al virus puede
ayudar a protegerte de contraer hepatitis B. Dado que este
tratamiento solo proporciona protección a corto plazo, también
deberás recibir la vacuna contra la hepatitis B al mismo tiempo si
nunca la recibiste.
Si el médico determina que tu infección de hepatitis B es aguda (es
decir que no se prolongará y desaparecerá por su cuenta), es
posible que no necesites tratamiento. En cambio, el médico puede
recomendarte descanso, una nutrición adecuada y mucho líquido
mientras el cuerpo combate la infección. En casos graves, se
necesita administrar medicamentos antivirales o una estancia
hospitalaria para prevenir complicaciones.
La mayoría de las personas a las que se les diagnostica una
infección crónica de hepatitis B necesita tratamiento de por vida. El
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tratamiento ayuda a reducir el riesgo de sufrir una enfermedad
hepática y evita que se transmita la infección a otras personas. El
tratamiento para la infección crónica de hepatitis B puede
comprender:
- Medicamentos antivirales: (entecavir, el tenofovir, la
lamivudina, el adefovir y la telbivudina) pueden ayudar a
combatir el virus y a reducir su capacidad para dañar el hígado.
Estos medicamentos se toman por vía oral.
- Inyecciones de interferón: El interferón alfa-2b (Intron A) se
utiliza, principalmente, para tratar a las personas jóvenes con
hepatitis B que quieren evitar un tratamiento a largo plazo o a
las mujeres que podrían querer quedar embarazadas dentro de
pocos años, después de completar un tratamiento de duración
limitada. El interferón no se debe utilizar durante el embarazo.
Los efectos secundarios pueden ser náuseas, vómitos, dificultad
para respirar y depresión.
- Trasplante de hígado: Si tienes el hígado muy dañado, un
trasplante hepático puede ser una opción. Durante un
trasplante hepático, el cirujano extrae el hígado dañado y lo
reemplaza por uno sano. La mayoría de los hígados
trasplantados provienen de donantes fallecidos, si bien una
pequeña cantidad proviene de donantes vivos que donan una
porción de sus hígados.
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HEPATITIS C
La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus
del mismo nombre; ese virus puede causar hepatitis, tanto aguda
como crónica, cuya gravedad varía entre una dolencia leve que
dura algunas semanas, y una enfermedad grave de por vida.
El período de incubación de la hepatitis C puede variar de dos
semanas a seis meses. Tras la infección inicial, aproximadamente
un 80% de los casos no presentan síntomas. Aquellos con
sintomatología aguda pueden presentar fiebre, cansancio,
inapetencia, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orinas oscuras,
heces claras, dolores articulares e ictericia (coloración amarillenta
de la piel y los ojos).
El virus de la hepatitis C se transmite por la sangre. Generalmente
se transmite:
- Al consumir drogas inyectables y compartir el material de
inyección;
- En entornos sanitarios, debido a la reutilización o la
esterilización inadecuada de equipo médico, especialmente
jeringas y agujas;
- A través de transfusiones de sangre y productos sanguíneos sin
analizar.
El VHC también se puede transmitir por vía sexual y pasar de la
madre infectada a su hijo, aunque estas formas de transmisión son
menos frecuentes.
La hepatitis C no siempre requiere tratamiento, porque en algunas
personas la respuesta inmunitaria eliminará la infección
espontáneamente y algunas personas con infección crónica no
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llegan a presentar daño hepático. Cuando el tratamiento es
necesario, el objetivo es la curación.
El tratamiento de la hepatitis C está cambiando rápidamente. El
sofosbuvir, el daclatasvir y la combinación de sofosbuvir/ledipasvir
forman parte de los tratamientos preferidos en las directrices de la
OMS, y pueden lograr tasas de curación superiores al 95%.
El acceso al tratamiento del VHC está mejorando, pero sigue
siendo limitado. En 2015, de los 71 millones de personas que
había en el mundo infectadas por este virus, solo el 20% (14
millones) estaban diagnosticadas.
HEPATITIS D
La infección por este virus es muy poco frecuente, ya que solo se
pueden contagiar personas que ya sufren hepatitis B. El problema
es que la infección simultánea por ambos virus puede agravar la
situación de la persona afectada y aumentar el riesgo de
mortalidad.
- SINTOMAS
• Hepatitis aguda: la infección simultánea por el VHB y el VHD
puede producir hepatitis de leve a grave, incluso fulminante,
pero la recuperación suele ser total y la hepatitis D crónica es
rara (menos del 5% de los casos de hepatitis aguda).
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• Sobreinfección: el VHD puede infectar a personas que ya
padecen infección crónica por el VHB. Esta sobreinfección
por el VHD en casos de hepatitis B crónica acelera la
progresión hacia formas más graves de la enfermedad en el
70-90% de los casos y en pacientes de todas las edades. La
sobreinfección por el VHD acelera la progresión hacia la
cirrosis, que aparece casi 10 años antes que en los casos de
infección únicamente por el VHB, y ello a pesar de que el
VHD suprime la replicación del VHB.
HEPATITIS E
La hepatitis E es una enfermedad hepática causada por el virus de
la hepatitis E (VHE): un pequeño virus con RNA monocatenario
positivo.
Existen al menos cuatro genotipos distintos: el 1 y el 2 solo se han
encontrado en el ser humano, mientras que el 3 y el 4 circulan en
varios animales (entre ellos los cerdos, jabalíes y ciervos) sin
causarles enfermedad, e infectan ocasionalmente al ser humano.
El virus se excreta en las heces de las personas infectadas y entra
en el organismo humano por el intestino. Se transmite
principalmente a través del agua de bebida contaminada. La
infección suele ser autolimitada y se resuelve en 2-6 semanas,
pero a veces causa una enfermedad grave, denominada hepatitis
fulminante (insuficiencia hepática aguda), que puede ser mortal.
Los signos y síntomas característicos de la hepatitis son:
PREVENCIÓN LA ÚNICA FORMA DE PREVENIR LA INFECCIÓN POR
EL VHD ES LA VACUNACIÓN CONTRA LA HEPATITIS B.
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- Una fase inicial con fiebre leve, disminución del apetito
(anorexia), náuseas y vómitos, que dura pocos días; algunas
personas pueden tener también dolor abdominal, prurito (sin
lesiones cutáneas), erupciones cutáneas, o dolores articulares.
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica de los
ojos) con orinas oscuras y heces claras, y
- Un ligero aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia), con
dolor a la palpación.
PREVENCIÓN LAVARSE LAS MANOS CON AGUA SALUBRE, SOBRE
TODO ANTES DE MANIPULAR ALIMENTOS
EVITANDO BEBER AGUA O HIELO DE PUREZA
DESCONOCIDA
INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS.
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El Boletín Del UPSS Servicio de Farmacia del HRC es una
publicación bimensual de difusión libre en formato
electrónico, dirigido a los profesionales de la salud y
público en general, que permite informar sobre las
actividades farmacéuticas relacionadas con el uso
seguro y eficaz del medicamento.
Boletín Del UPSS Servicio de Farmacia HRC
Director: M.C. Eduardo José Rojas Sánchez
Comité de Redacción: Q.F. Doménica Torres Quispe -
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Ronald Choque Laura, Q.F. Lucy Correa Vicente, Q.F.
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