“No son plantas ni animales”: los...
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Este libro puede consultarse en la biblioteca de la
Universidad Intercultural del Estado de Hidalgo.
Alsadoro, E.; I. Frutis; E. Ramírez y C. Nazario. 2016. "No son
plantas ni animales": los hongos; Los Pjiekakjoo (Tlahuicas)
y sus hongos. 96p.
La Colonia Dr. Gustavo Baz, Santa Lucía, San José el Tótoc, El Capulín y Tlaltizapan son
comunidades también pjiekakjoo, ya que de acuerdo con la historia oral local, las personas
que en la actualidad habitan en ellas, antes de la revolución mexicana vivieron también en
San Juan Atzingo.
Pjiekakjoo: “lo que soy, lo que hablo”, sintetiza una compleja red de relaciones de tensión,
conflicto y resistencia ante las amenazas de diversos actores y situaciones, y la lengua es
una de ellas. Sin embargo la lengua originaria no es el único conocimiento de un pueblo,
nuestro estar en el mundo no se reduce a lo que hablamos, sino a los que somos. Esta obra
representa uno de esos conocimientos que generalmente quedan desplazados cuando la
preocupación primaria para quienes investigan este contexto, es la lengua. Así pues, las
autoras visibilizan un mundo que frecuentemente es negado: el de los hongos.
De este modo, el contenido articula saberes locales y académicos sobre parte de ese ser y
ese hablar. Los hongos no sólo son importantes para el ecosistema, sino que posibilitan la
existencia de creencias respecto al monte, los valores, el trueno, la milpa, la lluvia y la vida
misma de las y los pjiekakjoo.
Aspectos como el nombre local (en español) y en pjiekakjoo, las condiciones y la temporada
en que crecen las diferentes especies de hongos, su morfología, clasificación taxonómica,
documentación visual, las propiedades que tienen, cuáles y cuándo pueden comerse, la
forma en que deben colectarse y conservarse, y su destino: autoconsumo o venta; son
algunos de los aportes que encuentramos en estas líneas. Pero no son los únicos, una
lectura crítica de fondo, nos hablará también de los embates estructurales y globales a los
que se enfrenta la comunidad pjiekakjoo, pero también da cuenta de las estrategias creadas
para contrarrestar la sobreexplotación de los hongos, el desplazamiento de su riqueza
cultural y biológica, y los saberes en Torne a ellos.
Desde el lenguaje científico puede decirse que los hongos de los que se habla en esta obra,
pertenecen a la familia agaricaceae, amanitaceae, tricholomataceae, omphalotaceae,
russulaceae, lyophyllaceae, boletaceae, suillaceae, gyroporaceae, gomphidiaceae,
cantharellaceae, clavulinaceae, clavariadelphaceae, fomitopsidaceae, pleurotaceae,
polyporaceae, gomphaceae, ustilaginaceae, hygrophoropsidadeae, hypocreaceae,
helvellaceae, pezizaceae, morchellaceae y physaraceae; mientras que, entre la población
pjiekakjoo, hay vínculos estrechos simbólicos y materiales con el ambience. Aquí los
nombres locales de los hongos refieren a elementos de la vida: plantas, animales, alimentos,
relaciones de parentesco e incluso a procesos orgánicos del cuerpo; es decir los
conocimientos sobre los hongos en este caso, tienen un singular sentido si se les relaciona
con múltiples formas de vida, siendo la humana, solamente una entre ellas.
Mtra. Lourdes Raymundo
“No son plantas ni
animales”: los hongosEl trabajo implicado en las páginas de este lire se
presenta como un proyecto de investigación
participativa entre personas ancianas, jóvenes, niñas y
niños pjiekakjoo, y las autoras del mismo. Las
localidades de las que en él se habla son reconocidas
oficialmente por el Estado como Tlahuicas u
ocuiltecas, no obstante desde el contexto local sobre
todo en La Loma de Teocalcingo y San Juan Atzingo,
nos autonombramos pjiekakjoo, para situar nuestras
particularidades históricas respecto a la población
tlahuica del estado de Morelos y respecto a la lucha
por el territorio.