Armas Pequen As

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1 Taller sobre Armas Pequeñas Índice A. SECCIÓN EDUCATIVA A. I. TÉRMINOS 3 DEFINICIONES 3 EL PROBLEMA GLOBAL 4 LA SITUACIÓN COLOMBIANA 4 A. II. MARCO JURÍDICO 6 A. II. A. INTERNACIONAL 6 LA ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS 6 NORMAS QUE ABORDAN DIRECTAMENTE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES 6 LA APLICACIÓN DE LA LEY Y EL USO DE LA FUERZA Y LAS ARMAS DE FUEGO. 7 LAS RESPONSABILIDADES DE LOS GRUPOS ARMADOS 7 REGULACIONES SOBRE ARMAS PEQUEÑAS ADOPTADAS POR COLOMBIA 7 EL DESARROLLO E IMPLEMENTACIÓN NORMATIVA INTERNA DE LOS INSTRUMENTOS INTERNACIONALES 8 EL TRATADO DE COMERCIO DE ARMAS 8 A. II. B. NACIONAL 9 LA CONSTITUCIÓN 9 LEYES 10 PERMISOS 11 APLICACIÓN Y REGULACIÓN DE LAS LEYES 12 ¿QHAY QUE HACER? 12 A. III. ¿CÓMO LAS ARMAS PEQUEÑAS AFECTAN A LAS MUJERES? 13 COMO VÍCTIMAS 13 COMO CÓMPLICES 13 COMO ACTORAS O USUARIAS 14 COMO ACTIVISTAS 14 A. IV. ACTORES ARMADAS. 14 USO Y ABUSO DE LA AUTORIDAD 14 ¿QHAY QUE HACER? 15 GRUPOS ARMADOS (GUERRILLAS, PARAMILITARES, BANDAS) 15 ACCESO A LAS ARMAS 16 VIOLENCIA LIGADA AL CONFLICTO ARMADO 16

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Armas pequeñas

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Taller sobre Armas Pequeñas

Índice

A. SECCIÓN EDUCATIVA

A. I. TÉRMINOS 3

DEFINICIONES 3EL PROBLEMA GLOBAL 4LA SITUACIÓN COLOMBIANA 4

A. II. MARCO JURÍDICO 6

A. II. A. INTERNACIONAL 6LA ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS 6NORMAS QUE ABORDAN DIRECTAMENTE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES 6LA APLICACIÓN DE LA LEY Y EL USO DE LA FUERZA Y LAS ARMAS DE FUEGO. 7LAS RESPONSABILIDADES DE LOS GRUPOS ARMADOS 7REGULACIONES SOBRE ARMAS PEQUEÑAS ADOPTADAS POR COLOMBIA 7EL DESARROLLO E IMPLEMENTACIÓN NORMATIVA INTERNA DE LOS INSTRUMENTOS INTERNACIONALES 8EL TRATADO DE COMERCIO DE ARMAS 8A. II. B. NACIONAL 9LA CONSTITUCIÓN 9LEYES 10PERMISOS 11APLICACIÓN Y REGULACIÓN DE LAS LEYES 12¿QUÉ HAY QUE HACER? 12

A. III. ¿CÓMO LAS ARMAS PEQUEÑAS AFECTAN A LAS MUJERES? 13

COMO VÍCTIMAS 13COMO CÓMPLICES 13COMO ACTORAS O USUARIAS 14COMO ACTIVISTAS 14

A. IV. ACTORES ARMADAS. 14

USO Y ABUSO DE LA AUTORIDAD 14¿QUÉ HAY QUE HACER? 15GRUPOS ARMADOS (GUERRILLAS, PARAMILITARES, BANDAS) 15ACCESO A LAS ARMAS 16VIOLENCIA LIGADA AL CONFLICTO ARMADO 16VIOLENCIA CALLEJERA 17LOS FACTORES QUE SE COMBINAN PARA GENERAR LA VIOLENCIA CALLEJERA 17¿QUÉ HAY QUE HACER? 18VIOLENCIA DOMÉSTICA 18¿QUÉ HAY QUE HACER? 19

A. V. LA DESMOVILIZACIÓN EN COLOMBIA 20

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A. VI. PANORAMA POSITIVO – SOLUCIONES 20

B. I. PREGUNTAS Y DEBATE 23

EL ARMA ES LA MEJOR Y MÁS EFICIENTE FORMA DE UN CIUDADANO PARA DEFENDERSE DE UN ASALTANTE.23

LAS ARMAS NO MATAN, QUIENES MATAN SON LAS PERSONAS. ENTONCES NO DEBERÍAMOS CULPAR A LAS ARMAS POR LOS HOMICIDIOS. 23EL DESARME DE LOS CIVILES NOS DEJARÍA SIN DEFENSA PORQUE LOS DELINCUENTES NO COMPRAN ARMAS EN EL SISTEMA LEGAL. 24

B. III. LÍNEAS DE ACCIÓN 25

B. IV. PUESTA EN COMÚN 25

B. V. Conclusiones 25

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A. Sección Educativa

A. I. Términos

Definiciones

¿Qué son las armas pequeñas? Oficialmente, las armas pequeñas y ligeras se definen como toda arma portátil y letal que

lance, esté concebida para lanzar o pueda transformarse fácilmente para lanzar un balín, una bala o un proyectil por la acción de un explosivo.

Las armas pequeñas son armas diseñadas para su uso individual. Las armas ligeras son armas diseñadas para su uso colectivo, a pesar de que pueden ser transportadas y usadas por una sola persona. Sin embargo, podemos utilizar el término ‘armas pequeñas’ para referirnos a ambas.

Las armas pequeñas son distintas de las armas pesadas, que son más costosas y complejas, producidas y empleadas por los militares.

La armas pequeñas son distintas de las armas de destrucción masiva, que son capaces de eliminar a un número muy elevado de personas de manera indiscriminada y causar grandes daños económicos. Se consideran armas de destrucción masiva:

Armas nucleares (un explosivo de alto poder que utiliza la energía nuclear). Armas químicas (el uso ofensivo de organismos vivos o productos tóxicos para

matar sin una fuerza explosiva). Armas biologías (bacterias, virus y toxinas que pueden matar o incapacitar a las

personas, el ganado y las cosechas). Armas pequeñas incluyen, entre otras: (ver presentación en powerpoint)

Revólveres y pistolas automáticas Fusiles y carabinas Metralletas Fusiles de asalto Ametralladoras ligeras

¿Qué son las municiones?El cartucho completo o sus componentes, incluyendo cápsula, fulminante, carga propulsora, proyectil o bala que se utilizan en las armas de fuego.

¿Qué es la fabricación ilícita?La fabricación o el ensamblaje de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados:

a partir de componentes o las partes ilícitamente traficadas. sin licencia de una autoridad gubernamental competente del Estado. cuando las armas de fuego que lo requieran no sean marcadas en el momento de

fabricación.

¿Qué es el tráfico ilícito?La importación, exportación, adquisición, venta, entrega, traslado o transferencia de armas a un país sin el registro y la documentación apropiados, haciendo difícil o imposible que se pueda rastrear al comprador usando el número de serie.

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El Problema Global

¿Cuántas armas pequeñas hay en el mundo? Se calcula que en la actualidad hay en el mundo casi 900 millones de armas pequeñas. Casi

el 60 por ciento de ellas están en manos de ciudadanos particulares, en su mayoría hombres.

La industria y el comercio de armas pequeñas mueve miles de millones de dólares al año en todo el mundo y éstas armas son de fácil distribución, no requieren de mantenimiento especializado, y su costo es relativamente bajo.

No obstante, debido a su naturaleza ilícita, las estadísticas sobre el tráfico y uso de armas pequeñas ilícitas son poco comunes y no siempre son confiables.

¿Cuáles son las consecuencias de la utilización de las armas pequeñas en el mundo? La violencia intencional perpetrada por las armas pequeñas tiene consecuencias a corto

plazo y a largo plazo para la seguridad y bienestar de la gente. Los costos de armas pequeñas son tan sistemáticas y extendidas que, generalmente, siguen ocultas.

Las armas pequeñas matan cada año entre 300.000 y 500.000 personas.1 Más son dejadas inválidas o mueren a causa de heridas no tratadas o enfermedades secundarias.

Las armas pequeñas provocan la gran mayoría de las muertes y heridas en los conflictos mundiales, son causantes de más muertes que las que producen las armas de destrucción masiva.

La facilidad de producir, comprar, transportar y usar armas pequeñas hace que sean utilizadas no solamente en las guerras sino también en los crímenes violentos.

La Situación Colombiana

¿Cual es la situación en Colombia con respecto a las armas pequeñas?Por años, Colombia ha sido caracterizada por ser uno de los países más violentos del mundo. Un factor determinante de esta violencia es la proliferación y uso de armas pequeñas.

3 de cada 4 muertes violentas en Colombia son producto del uso de armas de fuego, y esta proporción se ha mantenido incluso tras la notable reducción del homicidio en los últimos años.2

Entre 1988 y 2006 se han registrado cerca de 39.000 muertes violentas atribuibles al conflicto armado. El promedio anual es de 2.221 muertes violentas, muchas de ellas concentradas en áreas rurales.

Desde 1979 se han presentado más de 475.000 muertes con armas de fuego, como resultado tanto de la violencia criminal como del conflicto armado, lo que arroja un promedio de 17.600 muertes por año, concentradas principalmente en los centros urbanos.

En algunas regiones de Colombia, el Estado no tiene el control sobre el uso de las armas pequeñas. La mayor parte de las armas que circulan son ilegales y no están registradas.

¿Cuántas armas hay en Colombia?

1 La Guerra y La Paz, C.P. David2 Rastreo de Armas: Perspectivas Sobre Control, Tráfico y Uso de Armas Ilegales en Colombia, Fundación Ideas Para la Paz, Noviembre de 2009

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El número total de armas legales e ilegales en manos particulares (sin considerar las fuerzas estatales de seguridad) se estima entre 2,3 y 3,9 millones.

Se estima que las fuerzas de defensa en Colombia tienen 535,000 armas pequeñas. Es estima que la policía en Colombia tienen 94,000 armas pequeñas. La tasa de propiedad de armas en Colombia es 5.9 armas por cada 100 personas. El número de armas registradas en Colombia es solo 1.6 armas por cada 100 personas. El estimado de armas ilegales no solo es 3 ó 4 veces mayor que el de las armas legales, sino

que además se le atribuye la mayor parte de los actos violentos cometidos en el país.

¿De dónde vienen estas armas? Colombia es un productor significativo de armas y municiones. El país también importa

legalmente armas de diversos calibres de por lo menos 43 naciones, y se hacen esfuerzos para aumentar los ingresos por exportaciones de armas.

Además, Colombia tiene un inmenso mercado ilegal de armas, con una compleja red de vendedores y compradores—muchos de ellos impulsados por el conflicto violento y el narcotráfico.

Mercado doméstico legalo La Industria Militar (INDUMIL) tiene un monopolio sobre la producción de armas en

Colombia, una industria muy rentable.o Comparada con otras compañías de defensa de propiedad pública, INDUMIL es

relativamente transparente. Es improbable que la empresa haya vendido o canalizado armas a organizaciones criminales o a países sometidos a embargo, a diferencia de varias de sus equivalentes en América Latina.

Mercado ilegalo Como resulta predecible, un mercado de armas fuertemente regulado viene

acompañado de un mercado ilegal paralelo de comercializar armas para uso del crimen organizado.

o El mercado ilegal de armas de fuego en Colombia tiene un tamaño mayor que el del mercado legal. Según el jefe de control de armas de Indumil, por cada arma legal que hay en el país se ha establecido que hay tres ilegales.

o La industria artesanal de armas de fuego en Colombia opera en una escala relativamente grande, con dos tipos de productores y vendedores:

Los fabricantes en pequeña escala de armas no automáticas, cuyos clientes primarios son criminales menores que viven en los centros urbanos.

Desde mediados de los años 90 las FARC han emprendido la fabricación de subametralladoras, morteros, granadas para morteros y granadas de mano.

o El contrabando de armas hacia y desde Colombia tiene profundas raíces históricas, en particular en la península de la Guajira, que limita con Venezuela y con el mar Caribe. Además, una costa extensa y fronteras relativamente porosas con cinco países y, en particular, la existencia de extensos trechos de aisladas áreas de frontera, hacen mucho más complejo el control de los flujos ilegales de armas.

¿Cual es el impacto de las armas en la salud pública? El costo total del tratamiento de heridos por armas de fuego internados en hospitales llega a

67 mil millones de pesos por año en Colombia.

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A. II. Marco Jurídico

A. II. a. Internacional

La Organización de Naciones Unidas

A nivel internacional, la Organización de Naciones Unidas (ONU) es el organismo principal que monitorea la proliferación y el tráfico de armas pequeñas.

La ONU (o las Naciones Unidas) es la mayor organización internacional existente. Es una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el derecho internacional, la paz, la seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.

En el derecho internacional, los Estados tienen la obligación de proteger a las mujeres de la violencia basada en el género, incluida la violencia armada. También deben adoptar medidas para prevenir que las armas caigan en manos de personas que cometen abusos contra los derechos humanos.

Cuando la tema de armas pequeñas se ha presentado en foros de la ONU, el enfoque ha sido generalmente por el lado del suministro y la producción, el rastreo y los mercados ilegales. Las armas pequeñas ya no se han presentado como problema humanitario en foros internacionales.

Normas que abordan directamente la violencia contra las mujeres

La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), de la ONU.

Este es un tratado internacional, con carácter vinculante, que aborda expresamente la violencia contra las mujeres. Colombia firmó la CEDAW sin reservas el 17 de julio 1980.

Esta convención prohíbe todas las formas de discriminación contra la mujer. La violencia basada en el género contra las mujeres es una forma de discriminación.

Esto reconoce que la violencia contra las mujeres afecta el derecho de éstas a disfrutar de derechos humanos fundamentales, como el derecho a la vida, el derecho a no ser sometidas a torturas ni a malos tratos, el derecho a recibir una protección igualitaria en tiempos de conflicto armado, y el derecho a la libertad y a la seguridad de la persona.

Todos los Estados tienen el deber de proteger a las mujeres de la violencia basada en el género, incluida la violencia armada, a pesar de si el autor es un funcionario del Estado, un esposo maltratador, un delincuente o un grupo armado. Los Estados deben ejercer la debida diligencia para prevenir, poner fin, investigar y castigar la violencia contra las mujeres, así como para garantizar una reparación a las víctimas.

Según el artículo 4 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: “Los Estados deben aplicar por todos los medios apropiados y sin demora una política encaminada a eliminar la violencia contra la mujer.”

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La aplicación de la ley y el uso de la fuerza y las armas de fuego.

El Estado autoriza a ciertos agentes de policía a usar la fuerza en general, y en particular a tener y usar armas. La ONU ha adoptado unas normas sobre cómo se pueden emplear la fuerza y las armas sin violar derechos humanos fundamentales.

El Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley se adoptó en 1979, y los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, en 1990.

Los principios fundamentales establecen que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben:

“Utilizar en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al empleo de la fuerza y de armas de fuego. Podrán utilizar la fuerza y armas de fuego solamente cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado previsto.”

No emplear armas de fuego “excepto cuando un presunto delincuente ofrezca resistencia armada o ponga en peligro, de algún otro modo, la vida de otras personas y no pueda reducirse o detenerse al presunto delincuente aplicando medidas menos extremas.”

Si el uso de la fuerza y de las armas de fuego es inevitable, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, entre otras cosas:

Ejercerán moderación y actuarán en proporción a la gravedad del delito y al objetivo legítimo que se persiga.

Reducirán al mínimo los daños y lesiones y respetarán y protegerán la vida humana. Procederán de modo que se presten lo antes posible asistencia y servicios médicos a las

personas heridas o afectadas.

Las responsabilidades de los grupos armados

Sólo los Estados pueden ratificar tratados internacionales, pero esto no significa que las normas legales internacionales no se apliquen a los grupos armados.

Como normas del derecho vinculante – universalmente aceptado hasta tal punto que es vinculante para todos los Estados – las normas básicas de derechos humanos se aplican tanto a los Estados como a los grupos armados dentro de los Estados, cuando ejercen el control sobre un territorio y asumen responsabilidades análogas a las de un gobierno.

El artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra se aplica en todos los casos de conflicto armado. Se escriba que los grupos armados, no menos que los gobiernos, nunca deben atacar a civiles, tomar rehenes ni infligir torturas ni otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Todos los combatientes y el personal encargado de hacer cumplir la ley tiene la obligación de negarse a obedecer órdenes manifiestamente ilícitas.

Regulaciones sobre armas pequeñas adoptadas por Colombia

Colombia ha adoptado unos instrumentos internacionales, de ámbito universal y regional, que buscan regular y concretar normas para el control de armas pequeñas. Estos son documentos

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complejos y largas, que cubren temas de producción, rastreo, transporte, uso y regulación.

El Programa de Acción sobre Armas Pequeñas, de la ONU, acordado en julio de 2001, exige que todos los Estados participantes implanten un amplio abanico de medidas para controlar las armas pequeñas y las armas ligeras, entre ellas:

Almacenamiento seguro de armas Destrucción de excedentes Marcado y registro adecuados de las armas Información sobre transferencias y control de la fabricación, el comercio, la intermediación

y la exportación.

También Colombia ha establecido, cumpliendo con normas internacionales, una Comisión Nacional o Punto Focal. Este organismo interinstitucional es responsable por el desarrollo de políticas, la coordinación, la aplicación y el seguimiento de los esfuerzos realizados para abordar todas las cuestiones relativas a las armas pequeñas dentro de Colombia.

En enero de 2002, la Asamblea General de la ONU pidió a todos los Estados que implantasen el Programa de Acción. Para impedir que las armas caigan en manos inadecuadas, los Estados participantes se comprometieron a “evaluar las solicitudes de autorización de exportación de conformidad con reglas y procedimientos nacionales rigurosos que abarquen todas las armas pequeñas y ligeras y sean compatibles con las obligaciones contraídas por los Estados en virtud del derecho internacional pertinente.”

El Estado colombiano también se ha juntado con: Instrumento internacional de 2005 que permite a los Estados identificar y rastrear, de

forma oportuna y fidedigna, las armas pequeñas y ligeras ilícitas. En 2003, la Convención Interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de

fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados (CIFTA). El Plan Andino de la Comunidad Andina en 2003, que aprueba Prevenir, Combatir y

Erradicar el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras.

El Desarrollo e Implementación Normativa Interna de los Instrumentos Internacionales

Desde ese entonces, Colombia ha venido desarrollando su legislación de control de armas de manera relativamente continua, complementando, aclarando y actualizando la normatividad interna de acuerdo con evoluciones interna e internacionales. En algunos aspectos, las leyes y normas industriales colombianas exceden los estándares internacionales.

No obstante, si bien el Estado colombiano cuenta con una capacidad institucional comparativamente desarrollada para combatir el tráfico de armas, las entidades directamente encargadas de tal labor padecen de múltiples limitaciones que reducen su efectividad. Ello se ve reflejado en términos del pequeño número de funcionarios asignados a dicha tarea, el escaso apoyo presupuestal de sus entidades, y la precaria cooperación técnica que reciben de la comunidad internacional.

El Tratado de Comercio de Armas

El Tratado de Comercio de Armas es una iniciativa para mejorar la regulación en el comercio

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internacional de armas convencionales y evitar las muertes de personas como consecuencia del comercio no regulado o de la desviación de armas al comercio ilícito. La iniciativa surge en 1995 impulsada por un grupo de Premios Nobel dirigidos por Oscar Arias. La propuesta reúne todas las obligaciones que los Estados han contraído en virtud del derecho internacional en material de transferencia internacional de armas.

La iniciativa no pretende prohibir el comercio de armas, ni su fabricación, pero sí establecer unos criterios internacionales que disminuyan los riesgos de las armas pequeñas. La iniciativa pertenece a:

Violaciones serias de los derechos humanos, derecho humanitario internacional, crímenes contra la humanidad o genocidio.

Transferencias de armas que no respeten los embargos de armas decididos por la ONU. Actividades que puedan ir en detrimento de la seguridad regional o del desarrollo

económico y social de los países.

El tratado ver a ser negociado durante una conferencia global de la ONU desde 2-27 julio 2012 en Nueva York.

A. II. b. Nacional

Desde la época colonial hasta el presente, la ley colombiana ha supuesto que muchos colombianos poseerán y llevarán armas pequeñas. Por eso, hoy en día, siguen existiendo sistemas de regulación para el porte de armas. Sin embargo, poseer un arma de fuego no es un derecho del ciudadano, sino una concesión del poder público contra situaciones excepcionales, como son el riesgo a la vida de quien aboga su uso.

El mercado legal de armas en Colombia está entre los más transparentes y bien regulados del mundo, aunque el cumplimiento de las normas es irregular. En esta sección encontramos una perspectiva general del sistema que controla las armas legales.

Colombia presenta un ambiente de regulación potencialmente perverso, debido al papel del Estado en cuanto a la producción, venta y regulación de todas las armas. Sin embargo, es necesario poner de relieve que las reservas existentes son objeto de una regulación bastante estricta.

La Constitución

Articulo 223 de la Constitución Colombiana de 1991:

Sólo el Gobierno puede introducir y fabricar armas, municiones de guerra y explosivos. Nadie podrá poseerlos ni portarlos sin permiso de la autoridad competente. Este permiso no podrá extenderse a los casos de concurrencia a reuniones políticas, a elecciones, o a sesiones de corporaciones públicas o asambleas, ya sea para actuar en ellas o para presenciarlas.

Los miembros de los organismos nacionales de seguridad y otros cuerpos policiales armados, de carácter permanente, creados o autorizados por la ley, podrán portar

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armas bajo control del Gobierno, de conformidad con los principios y procedimientos que aquella señale.

Leyes

Ley 2535 de 1993 Define las normas sobre armas, municiones y explosivos: su producción, comercialización, venta, exportación e importación.

Ley 2685 de 1999 Articula la legislación aduanera: el régimen de importación, exportación y tránsito de armas, municiones y explosivos.

Ley 599 de 2000, Artículos 365 y 366. Esta ley se expide en el Código Penal.

Ley 1119 de 2006 Modifica la Ley 599 de 2000, artículos 365 y 366. Se actualizan los registros y permisos vencidos para el control al porte y tenencia de armas de fuego. Se tipifican delitos como la importación, el tráfico, la fabricación, el transporte, el almacenamiento, la distribución, la venta, el suministro, la reparación o porte de armas de fuego de defensa personal, de uso privativo de la Fuerza Pública, municiones o explosivos.

Ley 1142 de 2007, Artículos 38 y 55 Se actualizan los registros y permisos vencidos para el control al porte y tenencia de las armas de fuego.

El Ministerio de Defensa supervisa a las entidades públicas que participan en la venta, fabricación y regulación de armas pequeñas. El Ministerio controla tanto la producción, importación y exportación de armas de fuego como la regulación del comercio de armas.

Este esquema regulador da origen a potenciales conflictos de interés. En particular, el esquema actual podría conducir a una situación en la cual los requisitos para otorgar licencias, puede ser flexibilizados con el fin de permitir algunas ventas de armas que de otra manera estarían prohibidas.

Este monopolio trae consecuencias desfavorables tales como la fijación unilateral de los precios, que por ser tan altos estimulan el mercado negro originando también un crecimiento acelerado de contrabando.

Tipos de arma que el ciudadano colombiano puede poseer o llevar con un permiso: Armas de guerra o de uso privativo de la Fuerza Pública Armas de uso restringido

o Estas son armas de guerra o de uso privativo de la fuerza pública, que de manera excepcional, pueden ser autorizadas con base en la facultad discrecional de la autoridad competente, para defensa personal especial.

Armas de uso civil. Estas incluyen: armas de defensa personal, armas deportivas y armas de colección.

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Permisos

Cada una de las armas de fuego en manos de un colombiano debe tener un permiso para tenencia o para porte, según el uso autorizado. No obstante podrían expedirse dos permisos para un arma, si su uso se autoriza entre parientes o entre cónyuges o compañeros permanentes.

Los permisos tienen validez en todo el territorio nacional y se clasifican en: permiso para tenencia (guardarlas dentro del bien inmueble registrado para defensa personal), para porte (llevarlas consigo, o a su alcance para defensa personal) y especiales (para la tenencia o porte de armas destinadas a la protección de misiones diplomáticas o funcionarios extranjeros).

Requisitos para concesión de permisos

Si se solicita permiso para el porte de un arma de defensa personal, el solicitante debe justificar la necesidad de portar un arma, las circunstancias únicas que lo ponen en riesgo. Por ejemplo:

o Protección personalo Seguridad

El solicitante debe tener por lo menos dieciocho años. El solicitante debe ofrecer evidencia de su servicio militar. El solicitante debe satisfacer una revisión de antecedentes que examina su historial médico

y penal. o El artículo 8 del Decreto 1809/94 señala las causales de no expedición del

certificado médico, dentro de las cuales se destacan: toda sicosis, personalidad sicópatas con agresividad e inadaptación social, alcoholismo crónico y dependencia de estupefacientes.

o Las personas de servicios de vigilancia y seguridad privada no necesitan presentar certificado de aptitud sicofísica.

Cuando el solicitante tiene una historia de abuso o un gran probabilidad abusar a las mujeres, la ley estipula que un permiso debería ser negado o revocado.

o Esta ley 1257 de 2008 no se implementa de manera aceptable. Mujeres reportan que la policía muchas veces no toma las precauciones necesarias y entonces tienen que volver a un esposo o pareja violento.

Los propietarios de armas deben reaplicar para su permiso cada tres años.

Autodefensa

Uno de los argumentos claves para mantener y promover la capacidad de tener y llevar armas pequeñas personales es dar a las víctimas potenciales la capacidad de defenderse. Artículo 32 (parte 6) del Código Penal de Colombia: “No habrá lugar a responsabilidad penal cuando…Se obre por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcionada a la agresión.”

Para que se den las condiciones de legítima defensa se requiere, en la mayoría de las legislaciones:  Que la respuesta a la agresión sea proporcionada. Que se haga para defender la propia integridad o la de personas en peligro, especialmente si

son familiares o al cuidado del que la alega.  Que se haga en el momento de cometerse la primera agresión y no después como venganza. 

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Entonces, al contrario del pensamiento general, esta definición es altamente restrictiva, pues se espera que la autodefensa armada sea practicada de forma moderada y, como se admite, sólo como último recurso.

Aplicación y Regulación de las Leyes

En la práctica, el sistema de certificación y permisos es efectivo para solo una octava parte de armas pequeñas en Colombia. De las aproximadas 2,300,000 armas pequeñas tenidas por ciudadanos colombianos, solo 700,000 son certificadas por el gobierno.3 Ese es precisamente el punto: el delincuente rara vez se preocupa por la legalidad de las armas que emplea en el camino del delito.

El monopolio constitucional del Estado sobre las armas de fuego se justifica ideológicamente porque el mismo Estado protege a sus ciudadanos. Sin embargo, actualmente el Estado es incapaz de brindar una efectiva protección de los derechos de los ciudadanos. No solo es incapaz de protegerlos, sino que les pone trabas para que estos adquieran los medios para protegerse por sí mismos.

El sistema de permisos funciona más o menos lo mismo como aparece en la ley. Sin embargo, muchas veces el proceso va más rápido cuando los solicitantes conocen personalmente a los individuos quienes expiden los permisos. La corrupción y ineptitud pueden abrir la puerta a infracciones desde la falsificación de papeles hasta las transferencias masivas de armas.

¿Qué hay que hacer?

Frente a la controversia expuesta, existe la posibilidad de tomar distinta líneas de acción: abrir el mercado de las armas, restringir aun más el mercado de las armas, o continuar con el esquema actual.

Una solución potencial es mantener un monopolio constitucional del Estado sobre los permisos de porte y de tenencia de armas pequeñas, pero abrir el mercado de la adquisición de las mismos.

Si restringiríamos totalmente la posesión de las armas de fuego por parte de particulares, es posible que índices de criminalidad elevarían inmediatamente porque los delincuentes no usan por regla general armas legales.

¿Entonces, cuales reformas legales deberían ocurrir? Fortalecer los mecanismos de control de armas mediante el fortalecimiento de las leyes de

penalización del tráfico de armas y del porte ilegal de las mismas. Mejorar la contabilidad y capacitación de las fuerzas públicas que llevan armas por el

trabajo, basada en el respeto por los derechos humanos y los estándares internacionales. Las autoridades deben disponer de una amplia gama de información pertinente a la hora de

decidir si se concede una licencia de armas de fuego. Dar continuidad a la formulación de políticas y el impulso a iniciativas internacionales que

le han merecido al Gobierno Colombiano amplio reconocimiento en el combate al tráfico de armas.

3 Small Arms Survey 2003: Guns and the city 47, available at http://www.smallarmssurvey.org/files/sas/publications/yearb2007.html.

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Establecer un sistema de registro y seguimiento unificado para armas ilegales incautadas en Colombia.

A. III. ¿Cómo las Armas Pequeñas Afectan a las Mujeres?

A pesar de que los datos disponibles apoyan la creencia general de que las víctimas más directas de armas pequeñas son varones, especialmente jóvenes, las mujeres sufren esta violencia desproporcionadamente, dado que casi nunca son compradoras, propietarias o usuarias de dichas armas.

Todos vemos las estadísticas de hombres que fueron muertos o heridos. Lo que no podemos ver es cuando las armas son usadas para ejercer el poder, no para matar. Las armas se usan detrás de puertas cerradas para coercionar e intimidar a la familia, para amenazar mujeres con la violencia sexual o para forzar familias enteras a huir.

Según reportes recientes, entre el 60 y 70 por ciento de las mujeres colombianas han sufrido algún tipo de abuso (sexual, físico, psicológico, o social) durante sus vidas. Esa violencia ha sido aumentada por el acceso fácil a armas pequeñas.

Pero recordemos que la violencia contra la mujer no es natural o inevitable, pero se aprueba y tolera desde hace mucho como parte de prácticas históricas o culturales.

Debemos recordar que la relación entre mujeres y armas pequeñas es compleja. Las mujeres no sólo mueren y son heridas por el uso de las armas, sino que también desempeñan otros papeles, a veces como autoras de violencia armada, otras alentando el uso de armas de fuego, y otras como activistas a favor del cambio.

Como víctimas

Las mujeres pueden ser víctimas directas de armas pequeñas. Pueden ser asesinadas o heridas. Pueden sufrir violencia sexual o asalto bajo la amenaza de la violencia.

Las mujeres también pueden ser víctimas indirectas de armas pequeñas. Se convierten en las principales proveedoras del sustento y cuidadoras cuando los

familiares varones mueren o resultan heridos o incapacitados debido a la violencia armada. Se ven desplazadas y obligadas a huir de sus hogares a cambio de un futuro incierto. Al igual que los hombres, quedan atrapadas entre dos fuegos, tanto en tiempo de guerra

como de paz.

Como cómplices

Muchas veces son las mujeres quienes esconden las armas en las casas, entre sus pertenencias, sin querer o voluntariamente. Igualmente, las mujeres son involucradas en transportar o traficar las armas.

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Además, las actitudes de las mujeres pueden contribuir en ocasiones al poderoso condicionamiento cultural que equipara la masculinidad con la posesión y el uso de un arma de fuego, y considera aceptable que los hombres abusen de estas armas. A veces las mujeres animan abiertamente a sus hombres a combatir y, de forma más sutil, apoyan las actitudes y estereotipos que promueven la cultura de las armas.

Como actoras o usuarias

Hay mujeres y niñas que participan activamente en muchos de los conflictos del mundo, ya sea voluntariamente, bajo coacción, por la presión económica o porque han sido secuestradas y obligadas a combatir.

La omnipresencia de las armas pequeñas, asequibles y fáciles de llevar y usar, ha cambiado el panorama de la guerra, al permitir el reclutamiento de mujeres y niños como combatientes.

Las mujeres y las niñas también deciden unirse a grupos armados a veces como reacción ante los abusos que han sufrido a manos de las fuerzas estatales.

Algunas mujeres y niñas que están en grupos armados consideran que tener un arma de fuego es una forma de protegerse y adquirir un estatus superior.

Normalmente, las mujeres en grupos armados se asignan ciertas actividades típicamente reservadas a su género, resultando que se encargan de las labores “femeninas” como cocinar, lavar, proveer placer sexual, etc.

o Esto no implica que dentro de estas estructuras armadas no haya mujeres combatientes, pero la ONU indica que en Colombia, las mujeres y niñas pertenecientes a grupos armados no estatales, principalmente, tienden a ser víctimas de explotación sexual y doméstica u otros trabajos forzados.

Como activistas

Algunas mujeres colombianas están al frente de la lucha contra el abuso de armas pequeñas. Esa iniciativa puede cambiar patrones culturales y abogar por una vida más pacífica.

A. IV. Actores Armadas.

Uso y Abuso de la Autoridad

El Estado, a través de la Fuerza Pública, busca restablecer el orden público perturbado por los grupos al margen de la ley y por la delincuencia común. Así que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley tienen facultades especiales para usar la fuerza y las armas de fuego en caso necesario.

A menudo los funcionarios del orden ejercen sus facultades y utilizan las armas de fuego de formas que violan las normas internacionales, incluidos actos de violencia contra las mujeres. Estas violaciones de derechos humanos tienen más probabilidades de cometerse cuando:

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Los responsables de abusos cometidos con armas de fuego no comparecen ante la justicia. Los funcionarios del orden reciben una formación deficiente y equipos inadecuados. Existe una ausencia generalizada de respeto por los derechos humanos de las mujeres.

Por ejemplo, Amnistía Internacional reporta que en 2007 miembros de las fuerzas de seguridad llevaron a cabo al menos 330 ejecuciones extrajudiciales. Las fuerzas de seguridad presentaron a menudo a las víctimas – en su mayoría campesinos – como “guerrilleros muertos en combate,” sin haber efectuado las investigaciones independientes oportunas. El sistema de justicia militar suele archivar estos eventos sin hacer ningún intento serio para investigar a los responsables ni para pedirles cuentas por sus actos.

El sistema de justicia penal es la institución clave que debería reflejar el dedicación del Estado de combatir la violencia contra las mujeres y el determinación de proteger a las mujeres que están bajo su jurisdicción. Pero con demasiada frecuencia las mujeres objeto de violencia armada en el hogar no reciben la ayuda que necesitan de la policía.

También es importante considerar el uso indebido de las armas por el sector de la seguridad cuando están fuera de sus horas de servicio. Las personas de este sector tienen acceso muy fácil a las armas y no se aplican la revisión de antecedentes que consideran su historial médico y penal. Así que un hombre con un antecedente de instabilidad mental o violencia doméstica no tendrá problemas con conseguir un arma. Además una mujer sufriendo abuso a manos de un miembro de la Fuerza Pública no siente que tiene muchas opciones ante quien quejarse.

¿Qué hay que hacer?

Los gobiernos deben impartir instrucciones claras a todo el personal encargado de hacer cumplir la ley, en el sentido de que todas las formas de violencia contra las mujeres están prohibidas y constituyen una violación de derechos humanos.

Los Estados deben promover y divulgar las normas de derechos humanos de la ONU para que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, incluidas las relativas al uso de la fuerza. Y deben incorporar estas normas en la ley y en la práctica.

Los gobiernos deben revisar las normas de reclutamiento y formación de los organismos encargados de hacer cumplir la ley para que éstos sean representativos del conjunto de la comunidad, así como receptivos hacia ella y responsables ante ella.

Las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley deben suspender a cualquier funcionario de quien se sospeche su implicación en actos de violencia contra mujeres mientras se investigan las acusaciones contra él, y hacer que comparezcan ante la justicia todos los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley responsables de violencia contra las mujeres, en procedimientos que cumplan las normas internacionales sobre juicios justos.

Grupos Armados (Guerrillas, Paramilitares, Bandas)

Aunque 400.000 mujeres fueron abusadas sexualmente por grupos armados durante la última década, el 74 por ciento considera que la presencia de los grupos armados es obstáculo para

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denunciar. Solamente 601 de estos casos fueron registrados con el sistema judicial. 458 fueron perpetrados por los paramilitares y 143 por las guerrillas.4

Acceso a las armas

Los grupos armados no estatales que existen en Colombia tienen un amplio rango de armamento. No obstante, hay cifras muy diferentes de las disponibilidades de los grupos guerrilleros y los grupos de paramilitares.

Guerrillas (FARC y ELN) La Policía Nacional estima que el pie de fuerza de las FARC es de alrededor de 12.500

combatientes (DNP, 2005). Se estima que las FARC tienen un estimativo máximo de 20.000 armas.

El ELN es una fuerza mucho menor, con algo más de 3.600 combatientes activos (DNP, 2005); se estima que el ELN tiene 5.900 armas.

Tanto las FARC como el ELN operan unas redes de suministro muy sofisticadas. Reportes oficiales sobre decomisos de armas, así como reportes de los medios de comunicación, sugieren que, en términos relativos, son pocas las armas de los grupos guerrilleros que provienen directamente de los arsenales de las fuerzas armadas colombianas.

Sin embargo, las FARC han desarrollado muchas maneras ingeniosas de adquirir o producir las armas que requieren.

Paramilitares Las AUC, con más de 10.900 combatientes (DNP, 2005), todo indica que cuentan con un

gran arsenal, a pesar del reciente proceso de desmovilización y desarme que se discute en detalle más adelante.

Con un estimativo de por lo menos 17.500 armas de fuego sofisticadas y de alto calibre, incluyendo silenciadores de fusiles y pistolas, las AUC se cuentan hoy entre los grupos no estatales mejor armados.

Las entrevistas con excombatientes de grupos paramilitares revelan que sus arsenales están bien aprovisionados con armas modernas y municiones. No hay una estricta “disciplina de fuego” o control jerárquico sobre el armamento, ya reportado para los grupos guerrilleros.

o Esta falta de cuidado con respecto al uso de las armas es otro indicio de que los grupos de paramilitares disponen de recursos amplios y buenas conexiones internacionales para mantener arsenales bien abastecidos.

Es significativo que los grupos de paramilitares hayan adquirido y empleen mejores armas que los grupos guerrilleros: esta diferencia implica que los grupos paramilitares tienen relativamente mayores recursos y mejores conexiones nacionales e internacionales que los grupos guerrilleros.

De hecho, mientras que los grupos de paramilitares se han dedicado activamente a obtener tecnología militar moderna en el mercado internacional, los grupos guerrilleros se han conformado con armas más baratas, incluso de fabricación casera.

Violencia Ligada al Conflicto Armado

Todas las partes en el conflicto – guerrilleros, paramilitares y fuerzas de seguridad – siguen

4 http://www.eltiempo.com/Multimedia/infografia/mujeresenelconflicto/

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perpetrando graves abusos contra los derechos humanos. Los combatientes usan las armas pequeñas para causar estragos en la vida de las mujeres. Se usan para amenazar con la violencia, facilitar la violencia sexual y física, desplazar familias de sus hogares o robar bienes. Unas veces esta violencia es oportunista; otras se utiliza como táctica política y militar deliberada.

Es importante señalar que la gran mayoría de las muertes de civiles relacionadas con el conflicto son perpetradas por grupos de paramilitares, en masacres caracterizadas por altas tasas de asesinatos intencionales, que dejan pocas víctimas heridas.5 De tiempo atrás los grupos de paramilitares han asesinado civiles de quienes sospechan que apoyan a los grupos guerrilleros.

o Los grupos de paramilitares usaron armas de fuego en el 70% de sus ataques, lo que se compara con 11% y 10% para los grupos guerrilleros y el gobierno, respectivamente. Este comportamiento corresponde a la aparente abundancia de armas y municiones en poder de los grupos de paramilitares.

o En 2007, los paramilitares mataron al menos a 300 civiles, frente a 240 en 2006, actuando en solitario e en coordinación con las fuerzas de seguridad.

Los grupos guerrilleros de las FARC y del ELN han seguido una estrategia de desestabilización, al adelantar campañas de bombardeo, asedio y toma de municipios, y al enfocar sus ataques sobre la infraestructura pública y privada. En este proceso, los grupos guerrilleros han asesinado a un número menor de civiles que los grupos de paramilitares, aunque han herido a muchos más, debido principalmente a la naturaleza indiscriminada de sus bombardeos.

o En 2007, los grupos guerrilleros mataron a unos 260 civiles, frente a unos 200 en 2006. La utilización de minas antipersonales por estos grupos ha causado numerosas víctimas, incluidos civiles.

Violencia Callejera

Si bien la violencia relacionada con el conflicto ha tenido un impacto devastador sobre la seguridad humana, la violencia criminal ha tenido consecuencias todavía más graves. Los muertos y heridos relacionados con el conflicto son principalmente rurales y la violencia criminal es un fenómeno predominantemente urbano.

Más de 400.000 civiles han muerto como resultado de la violencia criminal desde 1988, la gran mayoría por de armas de fuego pequeñas y ligeras. De hecho, las tendencias del homicidio a largo plazo son virtualmente idénticas a las de los homicidios que involucran armas de fuego.

En Colombia las muertes por armas de fuego son cinco veces mayores que en otros países similares de América Latina, incluyendo México, donde las muertes por armas de fuego constituyen el 2% del total.

Los hombres sufren más del 90% de las muertes por armas de fuego. De hecho, las armas de fuego son responsables de un sorprendente 18% del total de muertes de hombres (por todas las causas incluyendo naturales y externas).

5 http://www.smallarmssurvey.org/fileadmin/docs/A-Yearbook/2006/sp/Small-Arms-Survey-2006-Chapter-9-SP.pdf

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Los factores que se combinan para generar la violencia callejera

I. Criminógenosa. Tráfico y diseminación de drogas y de armas de fuego por el crimen organizado.

II. Institucionalesa. Policía no preparada y parcialmente contaminada por la delincuencia.b. Justicia lenta y costosa.c. Sistema penitenciario deshumano, que no recupera a quien está detenido.d. Legislación anticuada y corporativa.e. La impunidad.

III. Estructuralesa. Expansión urbana acelerada y desordenada, con formación de guetos marginales y

degradación de los servicios públicos.b. Desigualdad social y económica.c. Desempleo.d. Exclusión de amplios sectores de la juventud de los beneficios del desarrollo.

IV. Culturales e ideológicosa. La cultura del “machismo,” un modelo de masculinidad basado en la brutalidad que

asocia las armas con el respeto, poder y estatus. La misma idea tiene tanto jóvenes como adultos.

i. Las actitudes de las niñas y las jóvenes pueden fomentar este aspecto de la tenencia de armas de fuego, al seguir considerando que los hombres tienen más prestigio si llevan pistolas. Entonces, las mujeres tienen un papel importante en convencer a los hombres jóvenes de que no necesitan tener una pistola para obtener respeto.

b. Circulación intensiva de programas que enseñan a resolver conflictos mediante el uso de la violencia y que transforman en personaje de culto a quien delinque.

c. Predominancia de valores consumistas y egocéntricos.d. Alcoholismo.e. Disgregación familiar.f. Cultura de la “defensa del honor.”

V. Políticosa. Falta de prioridad para la seguridad pública.b. Concepción burocrática y represiva de la función policial.c. Falta de confianza en las autoridades.d. Poder de los lobbies y de las corporaciones para impedir el cumplimiento y la

reforma de las leyes.

¿Qué hay que hacer?

Los gobiernos, autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil deben movilizar recursos oficiales y estructuras comunitarias para contribuir a desarrollar medios de vida sostenibles a fin de abordar las raíces sociales y económicas de la violencia callejera.

Los Estados deben actuar con la diligencia debida para prevenir e investigar actos delictivos violentos que vulneran el derecho de las mujeres a la vida, a la libertad, a la dignidad y a la seguridad de la persona; asimismo, deben hacer comparecer ante la justicia a los autores de estos delitos, garantizar una reparación para los sobrevivientes y adoptar medidas para frenar la proliferación de armas pequeñas en el ámbito comunitario.

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Violencia Doméstica

La violencia armada puede formar parte del ciclo de intimidación y agresión que muchas mujeres sufren en el hogar. Por cada mujer muerta o herida por armas de fuego, muchas más están amenazadas.

Sin embargo, la cultura machista dentro del contexto del conflicto armado promueve la idea que los hombres necesitan armas para defenderse y proteger a sus familias, lo cual da impulso a la proliferación de armas de fuego.

Colombia no tiene un sistema unificado para registrar estadísticas sobre la violencia doméstica y este problema tan grave está rodeado por una cultura de silencio e ignorancia.

Al considerar los delitos violentos, es natural centrarse en el papel de las armas ilegales. Sin embargo, debemos recordar que la violencia doméstica armada se puede realizar con un arma legal en un acto ilegal y criminal. Muchas veces el autor tiene historial de violencia doméstica.

Hay varios factores que afectan a las posibilidades de que una mujer sea asesinada por su esposo o compañero, pero el acceso a un arma de fuego aumenta el riesgo cinco veces. ¿Por qué son tan letales las armas de fuego en las agresiones domésticas?

Tener un arma de fuego en el hogar aumenta el riesgo general de que algún miembro de la familia sea asesinado por el 41 por ciento; pero para las mujeres en concreto, este riesgo casi se triplica.

La gravedad de las heridas que provoca un disparo es sumamente destructivo para el tejido humano.

La presencia de un arma de este tipo, con su amenaza de mortalidad, reduce dramáticamente la capacidad de resistencia de las mujeres.

Las armas de fuego reducen también las posibilidades de escapar de la víctima y de que otra persona le preste ayuda.

Un elemento fundamental para aumentar el escaso índice de condenas sobre la violencia doméstica es la existencia de un sistema de justicia penal que anime a las mujeres a denunciar la violencia en el ámbito familiar, les preste apoyo cuando lo hagan y trate la violencia doméstica como un delito grave. La realidad es que, en muchos países, las mujeres no denuncian la violencia en el ámbito familiar.

¿Qué hay que hacer?

Las normas sobre armas de fuego que tienen más probabilidades de reducir el riesgo para las mujeres en su vida cotidiana son aquellas que se centran en cómo adquieren y guardan estas armas los ciudadanos particulares.

Por lo menos, la policía debe tener la obligación de consultar al cónyuge o ex cónyuge antes de aprobar una solicitud de licencia de armas. Esto es crucial porque en muchos casos, el hombre que mata a una mujer ha previamente amenazado o ha cometido actos de violencia, sin llegar a la notificación de la policía.  

Cuando exista una amenaza a la seguridad, las armas tienen que ser retiradas y las licencias suspendidas o canceladas, de acuerdo con Ley 1257 de 2008.

o Sin embargo, las disposiciones para desarmar a parejas o maridos maltratadores dependen de la existencia de un buen sistema de registro de armas de fuego. Porque

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la mayoría de las armas pequeñas en hogares colombianas no son registradas, esta táctica debe ser parte de un enfoque más amplio.

Estas comprobaciones de antecedentes son en sí mismas insuficientes para impedir que parejas maltratadoras adquieran armas de fuego, porque rara vez la violencia doméstica se traduce en una condena por un delito grave. Un elemento fundamental para aumentar el escaso índice de condenas es la existencia de un sistema de justicia penal que anime a las mujeres a denunciar la violencia en el ámbito familiar, les preste apoyo cuando lo hagan y trate la violencia doméstica como un delito grave.

La policía debería poner a disposición las estadísticas para el análisis y seguimiento de los incidentes de violencia doméstica armada.

Los profesionales de la salud y trabajadores sociales deben estar autorizados a revelar información a la policía si tienen preocupaciones acerca de que un individuo tiene un arma de fuego.

A. V. La Desmovilización en Colombia

No tengo una idea concreta de la situación actual sobre el desarme en Colombia. Yo veo aquí que durante este año hay movimientos hacia la prohibición de armas en Bogotá. En esta sección sería útil tener un resumen de esfuerzos estatales y de los ONGs contras las armas pequeñas en Colombia.

A. VI. Panorama Positivo – Soluciones

La prevención y la erradicación de la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego no constituyen un sueño inalcanzable. Aquí hay unos ejemplos de campañas de otros países para combatir las armas pequeñas.

Restricción de leyes: Canadá En Canadá, la actual o ex esposa del solicitante de armas es consultada para que él sea

autorizado a efectuar la compra; si fuese denunciado como violento, no podrá adquirirla. También, el gobierno ha establecido un número de teléfono gratuito al cual un cónyuge puede llamar para expresar cualquier preocupación acerca de un solicitante, o para denunciar delitos que tal vez no estén en los registros legales. 

o Entre 1995, año en el que Canadá restringió sus leyes sobre armas de fuego, y 2003, los asesinatos cometidos con estas armas disminuyeron en total en un 15 por ciento, mientras que el índice de homicidios de mujeres por armas de fuego se redujo un 40 por ciento.

Arma Não! Ela ou Eu (¡Arma no! Ella o yo): Brasil La organización no gubernamental brasileña Viva Río ha reconocido la importancia del

papel de las mujeres y las niñas y su influencia en la propiedad y el uso de armas de fuego por parte de los hombres.

En el 2001, esta organización decidió implicar a “madres, hermanas, novias, esposas y primas” en una campaña para obligar a los hombres jóvenes a entregar sus armas de fuego.

La campaña utiliza el activismo de las mujeres para difundir el mensaje de que, contrariamente a lo que dicen los mensajes culturales y los medios de comunicación, las

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pistolas no hacen más varonil ni atractivo a un hombre. La idea es “desmasculinizar” la pistola, usando juegos de palabras que sugieren que la

potencia del hombre se reduce si lleva una pistola. El símbolo de la campaña fue una bala en forma de lápiz labial. Artistas, muchas

consideradas símbolos sexuales, grabaron anuncios para la TV, algunos bien irónicos, en que decían:

o “Los jóvenes que usan armas deben tener algún problema...”, haciendo un gesto para insinuar que tal vez el joven esté compensando el hecho de tener un pene chico.

Fue un éxito de destrozar el mito de masculinidad como sinónimo de brutalidad.

Médica Infoteka: Bosnia y Herzegovina En Bosnia y Herzegovina, Médica Infoteka, creado por mujeres durante la guerra, trabaja

para cambiar las actitudes de todo el país hacia la violencia doméstica, comenzando por la policía y los jueces.

La directora, Duska Andric-Ruzicic, dice de la labor del grupo: “No fuimos a decirles cómo debían hacer su trabajo; simplemente les dijimos que intentábamos mostrarles un nuevo punto de vista, el de la víctima.”

Ahora, en al menos un municipio, sólo ciertos agentes de policía designados se ocupan de las mujeres maltratadas. A causa de estos esfuerzos, las mujeres ya no tienen que contar sus historias, a menudo difíciles, a un grupo de funcionarios sin formación. La policía ha dicho que está orgullosa de participar en este esfuerzo. Otros municipios están pidiendo también formación.

Acción de Masas por la Paz: Libera En abril de 2003, un grupo de mujeres de Liberia inició esta campaña en la que participaban

mujeres de todas las religiones y de todos los sectores sociales. Mientras las partes del conflicto negociaban un acuerdo de paz en Ghana, en junio del 2003,

las mujeres llevaron la Acción de Masas a Accra, donde la multitud encerró a los delegados en el vestíbulo y bloqueó la salida cuando los líderes de uno de los grupos armados de oposición amenazaron con marcharse.

Como consecuencia de su campaña, las mujeres lograron entrar en reuniones clave. Participó en las conversaciones una delegación de mujeres liberianas de la Red de Paz de Mujeres del Río Mano; éste fue uno de los grupos que, en representación de la sociedad civil, firmó el acuerdo de paz en agosto de 2003, como testigos.

Campañas de Entrega Voluntaria de Armas La indemnización colectiva:

o En Albania, en 1999, la población de Gramsch se rebeló contra los perjuicios causados a millares de personas que creyeron en una sistema social del tipo “pirámide”, que ocasionó grandes perjuicios financieros. Después, la gente tomó las armas y municiones de las comisarías. Pasada la revuelta, y para convencer a la población de que devolviera ese armamento, el gobierno ofreció a cambio beneficios a los barrios, como asfalto, instalación de luces, telefonía etc. El resultado fue no sólo el desarme, sino la cohesión de la comunidad con la policía.

Cambiar armas por otros bienes:o En los Estados Unidos, una red de restaurantes cambió hamburguesas por armas. o En Isaías 2:4 se escriba: “Transformen sus espadas en arados”. Ese fue el lema de

la bella campaña de desarme promovida en Mozambique, en donde las iglesias incentivaron el canje de armas por instrumentos agrícolas.

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El pago con dinero: Vivo Río Desarme en Brasilo La campaña en Brasil fue prevista por el Estatuto del Desarme, y realizada por el

gobierno con el apoyo técnico de Viva Río y la participación de otras ONGs.o En Brasil, el precio pagado por cada arma entregada llegó a motivar la entrega de

armas, sin crearse un mercado paralelo de armas. Encuestas de opinión demostraron que la mayoría dijo que se entregó sus armas por los argumentos de la campaña y no por la recompensa.

o La campaña recolectó unas 459.855 armas.o Se decretó una amnistía para atraer y facilitar la entrega de armas ilegales,

principalmente de uso militar, las preferidas de los delincuentes, y por eso mismo prioritarias de ser sacadas de circulación.

o Se pagó entre USD 30 y USD 100 por arma.o Pero la sociedad civil logró una creciente participación, venciendo la resistencia de

las autoridades públicas, y al final, ONGs, iglesias, sindicatos y otras entidades empezaron a recibir armas.

o Otra característica de la campaña brasileña fue la destrucción inmediata, por parte das ONGs y de más de 400 iglesias, de las armas con una maza para inutilizarlas en el mismo acto de entrega.

o Según el ministerio de Justicia brasileño, en ocasión de la Campaña de Entrega de Armas, combinada con la prohibición del porte de armas impuesta por la nueva ley, hubo una reducción de 8.1% en el número de muertes por arma de fuego en 2005, comparado con 2004.

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B. Taller

B. I. Preguntas y Debate

Para que seamos defensoras exitosas y bien informadas contra las armas pequeñas, es necesario considerar tanto los argumentos contra las armas como los a favor de las armas. Después de cada pregunta en esta sección, vas a discutir en tu grupo de 3 ó 4 personas las ventajas o desventajas de cada punto de vista. Puedes añadir otros y después expresarlos al grupo entero.

El arma es la mejor y más eficiente forma de un ciudadano para defenderse de un asaltante.A favor

La policía no puede estar en todas partes, entonces cada uno de nosotros tiene que armarse para defenderse.

El hábito de tener un arma le da a su propietario la sensación de estar más seguro. Quien se arma se prepara para arriesgar su propia vida si es necesario, pero tiene la

esperanza de no tener que usarla: basta amenazas al delincuente para que él desista de invadir su casa.

Las armas pequeñas tienen un efecto disuasivo contra el crímen: personas o viviendas con armas harían que el delincuente desistiese del asalto.

En contra Los profesionales del crimen no dudan en disparar contra quien reaccione, pero no se

puede decir lo mismo de los hombres de bien. Si tienes una arma, es necesario preguntarte si estás preparado para matar, porque el ladrón lo está.

En la vida urbana, donde las personas viven en espacios reducidos y no en las grandes propiedades protegidas por perros y seguridad, las armas de fuego son útiles para atacar y no para defenderse.

Las armas no tienen un efecto disuasivo contra el crimen. Varios estudios realizados en los Estados Unidos demuestran que si las víctimas potenciales comienzan a portar armas, motivarán a los ladrones callejeros a usarlas también.

El asaltante generalmente actúan de forma furtiva y sorpresiva. Pues, frente a un arma de fuego apuntándole, no representa ninguna ventaja para la víctima ser buena tiradora.

Guardar un arma en la casa crea otro tipo de riesgos para la familia:o Riesgo de accidente. Porque muchas veces la gente mantiene su arma cargada, lista

para disparar y en un lugar de rápido y fácil acceso, hay grande posibilidad de accidentes.

o El abuso deliberado. Las armas legales se puede usar para amenazar o atacar las mujeres y los niños.

Las armas no matan, quienes matan son las personas. Entonces no deberíamos culpar a las armas por los homicidios.A favor

Las armas causan muerte. Es verdad. Pero también es verdad que los automóviles, las piscinas y los médicos causan más muertes todos los años que las armas de fuego. ¿Vamos a

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prohibirlos? La gente debe responsabilizarse por sus propias acciones: la gente no solo puede para usar

las armas, pero también debe usarlas para autodefensa.

En contra No podemos comparar las armas pequeñas con automóviles o piscinas porque, al contrario,

las armas de fuego son diseñadas para matar, y con eficacia, disminuyendo el riesgo de daño al agresor por matar a distancia y sin dar oportunidad a la víctima. Ellas permiten matar a varias personas en fracción de segundos y pueden herir a inocentes con balas perdidas.

Independientemente de la cultura y la educación que se tenga, hay momentos en la vida en que nos descontrolamos o somos dominados por la ira, como en una pelea de tránsito, en que ciudadanos pacíficos gritan y se transforman repentinamente en seres agresivos y violentos. Si no tenemos un arma, podemos agredirnos en forma verbal o hasta físicamente. Armados, tiramos impensadamente, provocamos una tragedia, muchas veces matando a un ser querido, para que en el momento siguiente de lucidez nos arrepintamos amargamente.

Los defensores del control de armas no exceptúan al homicida de la responsabilidad. Sobre la afirmación inicial, “Las armas no matan. Quienes matan son los hombres”, podemos contraponer que “Las armas no matan. Los hombres tampoco. Los hombres con armas matan”.

El desarme de los civiles nos dejaría sin defensa porque los delincuentes no compran armas en el sistema legal.A favor

El delincuente no compra armas en tiendas y el delincuente no va a cumplir con la ley del desarme. Es obvio porque el delincuente es exactamente quien infringe la ley. Entonces, las armas que quedan después del desarme estarán en las manos de criminales.

La prohibición llevaría al fortalecimiento del mercado clandestino y haría que los hombres de bien se abastezcan en el mercado paralelo. La restricción también va a aumentar el precio de las armas ilegales.

En contra Esa conclusión tendría sentido si el arma diese seguridad. Sin embargo, la mayoría de los

estudios serios demuestran que las armas de hecho aumentan la inseguridad y solamente crean una ilusión de protección. Es necesario esclarecer esa equivocación y simultáneamente luchar para que el Estado provea esa seguridad.

Las armas que se compran en tiendas legales muchas veces se usan para cosas ilegales, como la violencia doméstica.

Debemos recordar que 99% de las armas de fuego son producidas legalmente. El mercado de armas no respeta fronteras de países ni de mercados. Las armas pasan de un lado para el otro, y las armas que fueron compradas para defensa terminan muchas veces en las manos de los delincuentes.

o Es bastante diferente al tráfico de drogas, cuya trayectoria, desde la producción hasta el consumo, se desarrolla totalmente en la clandestinidad.

Cuanto más se arman los hombres de bien, más se arman los delincuentes. Podemos ver desde el ejemplo de Brasil que la prohibición no favorece el mercado

clandestino, porque allí el mercado paralelo de armas se encogió con la campaña de desarme.

La fórmula eficiente de control no es ampliar el mercado legal, que es pequeño pero alimenta de armas al tráfico ilegal; es reducirlo, para que afecte negativamente el tráfico

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ilícito.

Otras preguntas para el debate:

¿Qué son las razones por las que la gente lleva armas pequeñas? ¿Qué son los límites de la educación en la lucha contra la violencia de armas en Colombia?

¿Qué otras opciones tenemos? ¿Qué son las secuelas negativas de desarmar a la población?

B. III. Líneas de Acción

Aquí tendremos una lluvia de ideas sobre la mejor manera de actuar contra el abuso de las armas pequeñas en Colombia. En líneas generales, hay áreas diferentes de acción en las que podemos enfocarnos:

Educación de jóvenes y comunidades al nivel local sobre seguridad en la comunidad para oponerse a las culturas de la violencia, incluido el destructivo vínculo que une las armas a las nociones convencionales de masculinidad.

Campañas que intentan cambiar, mejorar, fortalecer o llamar la atención a leyes sobre armas pequeñas, al nivel nacional e internacional. La sociedad civil es esencial para conseguir cambios constructivos. Sin embargo, para que se den cambios sostenibles en las políticas y las prácticas es imprescindible la participación del Gobierno.

Incentivar la denuncia por parte de los civiles sobre los abusos del poder o del sistema, de manera educativa y también activista.

B. IV. Puesta en Común

Oiremos las puntos de vista de cada grupo y decidiremos como comunidad cuales de las ideas pueden convertirse en acción.

B. V. Conclusiones