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  • Arqueologa social en Amrica Latina: una apreciacinThomas C. Patterson

    El primer encuentro entre arqueologa y el pensamiento social marxista en Latinoamrica ocurre

    antes de la Revolucin Rusa (1917). Desde entonces, la relacin se desarrolla en Per, independiente de

    las apropiaciones que el marxismo ha tenido en Europa, Japn o Estados Unidos.

    La arqueologa social latinoamericana, cristalizada en los aos 70 y 80, representa la fase y

    formas ms recientes de esta relacin, en lugar de su culminacin o cierre es el equivalente

    arqueolgico del el fin de la historia.

    Luis Valcarcel (1914, 1916) abri el dilogo entre arqueologa y la teora marxista en Per, a

    travs de dos tesis enviadas a la Universidad de Cuzco: "La Cuestin Agraria en Cuzco" y "Desde el

    Ayllu al Imperio." Valcarcel ley a Engels, Comte, Durkheim, Spencer, Darwin y Lamarck. Sus tesis

    sugieren que estaba familiarizado con el trabajo de Cunow en comunidades de aldeas rurarles en el

    estado Inka y con el libro de Kautsky sobre la cuestin agraria en Europa oriental. Estos dos ltimo

    autores, que escribieron durante la dcada de 1890, fueron intelectuales del Movimiento socialista

    alemn e importantes contribuidores al desarrollo de la teora marxista y el socialismo internacional

    durante la Segunda Internacional (1889 1914: asociacin de partidos socialistas y sindicatos).

    Las publicaciones de Valcarcel hacen eco a asuntos enmarcados durante y despus de la

    Segunda Internacional, por ejemplo, describe a los Inka (1959) destacando su rol en el desarrollo de

    fuerzas productivas de la sociedad andina, aprovisionando a las comunidades rurales y proveyendo una

    autoridad moral y legal.

    Los escritores de la Segunda Internacional estaban preocupados por el desarrollo histrico de la

    sociedad humana en general y con el capitalismo social en particular. Algunos construan su

    pensamiento entorno a El origen de la familia, la propiedad privada y el estado de Engels, otros no.

    Esto deriv en que no dejaron un cuerpo terico homogneo en estos y otros asunto como la etapas o

    dinmicas de desarrollo. Algunos argumentaban que la teora social marxista podra enrriquecerse del

    dilogo con una apropiacin neo-kantiana, materialismo cientfico, darwinismo social o perspectivas

  • positivistas. Otros argumentaban sobre el realismo ontolgico de Marx, el materialismo dialctico y el

    procedimiento crtico-dialctico distingua su teora social de otros puntos de vistas. Valcarcel no se

    adheri dogmticamente a ninguna posicin; sino que mantuvo un rica apreciacin texturada sobre las

    relacin entre teora, datos empricos y produccin del conocimiento. Valcarcel cre institutos de

    investigacin y docencia, museos y revistas en que los acadmicos y activistas pudieron explorar estos

    asuntos relacionados con el desarrollo de la realidad peruana.

    Los intercambios entre arqueologa y marxismo fueron complejos. La arqueologa confront al

    materialismo dialctico con el mecnico y la teora marxista fue usada para producir interpretaciones

    arqueolgicas con varios grados de sofisticacin. Hay que notar que no todos los arquelogos que

    apropiaron el pensamiento marxista eran izquierdistas o marxistas.

    Mientras que los marcos de trabajo culturales-evolucionarios an continuan siendo usados por

    algunos arquelogos latinoamericanos, su popularidad comienza a caer en los aos 50, la post-guerra.

    Esto se debe a factores internos: examinaciones crticas de supuestos inexplorados por los

    evolucionistas culturales concernientes a la sociedad y el cambio, su incapacidad de relacionar procesos

    sociales con eventos histricos reales y las dificultades que tenan en explicar el desarrollo dispar y la

    diferenciacin estructural. Y tambin factores externos: la fomas complejas del desarrollo de la teora

    de la dependencia por economistas latinoamericanos, la expansin en las crticas hacia Stalin y la

    Tercera Internacional despus de 1956, el quiebre Sino-Sovitico, malestar social y guerras civiles en

    varios pases latinoamericanos durante los aos 50, 60 y 70, incluyendo la Revolucin Cubana, la

    masacre de Tlatelolco en Mxico en 1968, un golpe militar en Per en 1968 junto con su reforma

    agraria y la eleccin de Salvador Allende en Chile en 1970.

    La arqueologa social latinoamericana fue constituida en un simposio organizado por

    arquelogos latinoamericanos del Congreso Internacional de Americanistas, el cul fue sostenido en

    Lima, Per en 1970. Los participantes, quienes llamaron al simposio "Formaciones aborgenes en

    Amrica", estaban preocupados por periodificar el desarrollo histrico de las sociedad antiguas de las

    Amricas, usando categoras analticas, procedimientos y observaciones sobre las sociedades

    precapitalistas elaboradas por Karl Marx en 1857-1858. Algunos participantes eran reconocidos lderes

    nacionales e internacionales en la materia; otros recibiran iguales niveles de reconocimiento despus.

    La suya, no fue una apropiacin y aplicacin acrtica de las ideas de Marx. Sino que incorpor un

    exmen crtico de los fundamentos epistemolgicos de la praxis arqueolgica, as como tambin a los

  • contextos social e histricamente contingentes en los cuales tiene lugar. La arqueologa social tambin

    ha incorporado serias exploraciones a varios asuntos ontolgicos. Las reuniones regulares del grupo

    Oaxtepec consolidaron el movimiento en los primeros aos de la dcada del 80.

    A continuacin, las caractersticas distintivas de la arqueologa social latinoamericana:

    1. Los arquelogos sociales latinoamericanos rechazan las formas mecnicas o

    materialistas cientficas del evolucionismo cultural. Repudian perspectivas que ven a los

    sistemas sociales complejos como mquinas compuestas por partes separables, que ven

    al todo social como equivalente a la suma de sus partes, y esta visin cambia como

    consecuencia de factores exgenos o azarosos, incidiendo en el todo desde afuera.

    Desautorizan agumentos que claman que entender una sociedad antigua se alcanza de

    mejor forma examinando las partes constituyentes en aislamiento para luego reconstruir

    el todo a partir de esos elementos. Es decir, renuncian al materialismo mecnico y su

    determinismo econmico, al materialismo cultural y a las variantes darwinistas sociales,

    as como tambin a los mtodos reduccionistas asociados con ellas. Lo sustituyen con

    una perspectiva y metodologa partiendo del materialismo dialctico. Esto significa que

    ven simultneamente las totalidades sociales como algo ms que la suma de sus partes y

    como el producto de interacciones complejas entre las partes y con otras totalidades.

    Argumentan que los procesos que tienen lugar en el mundo estn en constante cambio

    debido a las interacciones histricamente contingentes entre los elementos

    contradictorios de esos sistemas y con otros sistemas sociales y naturales.

    2. Los arquelogos sociales latinoamericanos no describen la disciplina como un conjunto

    de tcnicas, como el estudio de artefactos, o como una prctica interpretativa. En su

    lugar la construyen como una ciencia social o ciencia social histrica. El objetivo de

    la arqueologa es reconstruir el desarrollo de las sociedades antiguas hasta su unin con

    las modernas. El enfoque en los procesos histricamente constituidos de desarrollo

    social significa que no hay una ruptura conceptual o epistemolgica entre el estudio de

    las sociedades antiguas y modernas. Por ejemplo, conceptualizar prehistrico, histrico

    y moderno como categoras analticas distintas como se basa en fundamentos

    ideolgicos en lugar de fundamentos tericos y metodolgicos legtimos. Dado que las

    interpretaciones del desarrollo social humano son parte de las actividades del mundo de

    hoy, es necesario vincular las interpretaciones de los arquelogos a las actividades y

  • perspectivas que se producen y se reproducen en el momento actual y considerar

    cuidadosamente a los intereses de quienes sirven.

    3. Los arquelogos sociales latinoamericanos adoptan una ontologa realista. A diferencia

    de los empiristas y positivistas que afirman que el mundo se refleja con precisin por su

    apariencia, los realistas argumentan que los elementos observables del mundo estn en

    realidad estructurados por lo inobservable, pero sin embargo de lo real, procesos y

    relaciones. Para los realistas, la sociedad y la naturaleza son totalidades interconectadas,

    estructuradas dialcticamente y determinadas histricamente como unidades; existen en

    y a travs de diversas interpenetraciones, conexiones y contradicciones que las

    dimensiones consituyentes tanto observadas como no observadas. Por lo tanto, la

    configuracin de una totalidad es siempre histricamente contingente, limitado a un

    momento particular en el tiempo y el cambio. Las antiguas sociedades y civilizaciones

    estudiadas por arquelogos son totalidades.

    Los arquelogos sociales emplean varias categoras de anlisis para examinar estas

    totalidades histricamente constituidas. Dos categoras: formacin socioeconmica y

    modo de produccin, pertenecen al lxico marxista general. Sin embargo, estas

    categoras no se han apropiado y se aplicado a los datos arqueolgicos de forma acrtica.

    Ambas han sido objeto de anlisis en curso, en los que su conceptualizacin,

    importancia e implicaciones han sido exploradas continuamente, debatido y aclarado

    durante casi dos dcadas. Tambin utilizan otras dos categoras de anlisis: cultura y

    vida cotidiana (modo de vida), ambos de los cuales se han utilizado para mejorar y

    perfeccionar la comprensin de la realidad social. Las interrelaciones de las categoras

    de anlisis y cmo iluminan las diferentes facetas de la totalidad social son tan

    importantes como las propias categoras.

    De una manera muy simplificada, es posible conceptualizar una totalidad social como

    un globo. El interior del globo comprende el modo de produccin donde la reproduccin

    social de la vida y la correspondencia y elaboracin de las contradicciones entre las

    relaciones y fuerzas de produccin ocurren. La superficie del globo comprende la

    formacin social, los elementos fundamentales de las superestructuras histricamente

    constituidas de la totalidad. La cultura se crea en la superficie por las comunidades que

  • ocupan diferentes posiciones en la formacin social y cuyos miembros recurren a su

    experiencia vivida. Este proceso creativo es moldeada por las dinmicas y las relaciones

    continuamente cambiantes de la propia formacin social. Est mediada por el modo de

    vida, el cual refracta los procesos de trabajo (por ejemplo, la alimentacin, la

    agricultura o la organizacin jerrquica del trabajo) que se forman y manifiestan en la

    vida cotidiana y reproducen o transforman las condiciones para su mantenimiento.

    Superficialmente, su proyecto se asemeja a los esfuerzos de Talcott Parsons de

    conceptualizar una teora general del sistema social, la accin social y el cambio social;

    sin embargo, tiene fundamentos e implicaciones profundamente diferentes.

    4. Los arquelogos sociales latinoamericanos han examinado y refinado continuamente su

    marco de trabajo analtico tanto teoricamente como en trminos de datos arqueolgicos

    derivado de varios sitios y regiones. Esto les ha permitido abordar, con mayor o menor

    xito, los asuntos diversos e importantes, tales como las cuestiones del desarrollo

    regional desigual o la relacin entre la arqueologa y la historia oficial. Los arquelogos

    que emplean distintos marcos conceptuales han comenzado a examinar cuestiones como

    el desarrollo desigual. Sin embargo, cuando se abordan preguntas sobre las relaciones

    entre la arqueologa y las ideologas patrocinadas por el Estado en reuniones

    profesionales, suelen ser planteadas en circunstancias ms orgnicamente conectadas a

    la vida cotidiana, por ejemplo, la repatriacin de los restos indgenas o la supresin de

    opiniones que son crticas de perspectivas dominantes en el campo.

    5. Los arquelogos sociales latinoamericanos estn construyendo un marco de trabajo

    terico que es tambin compartido o al menos comprendido por sujetos y grupos cuyos

    miembros no son arquelogos profesionales. Esto les permite hablar con sentido acerca

    de las preocupaciones comunes de historiadores, socilogos, antroplogos y activistas

    polticos que tienen diferentes mtodos y puntos de vista. Estn rompiendo las

    divisiones tcnicas de trabajo que aparecen cuando los mtodos particulares, objetos de

    investigacin, o las formas de conocimiento pierden su contexto social como

    consecuencia de la profesionalizacin de las ciencias sociales. Tambin estn rompiendo

    las barreras artificiales que separan el conocimiento de las totalidades sociales en cada

    vez ms casilleros autnomos y de difcil acceso. Estn tratando de superar la autonoma

    disciplinaria actualmente mantenida por los presupuestos universitarios y departamentos

  • egostas y las organizaciones profesionales, que tienen un cierto inters personal ms

    bien en mistificar y fetichizar los productos ofrecidos por sus miembros. En el discurso

    que estn tratando de crear, esas separaciones son, por supuesto, reforzadas por las

    teoras e ideologas de diversos enfoques funcionalista, interpretativo, universal

    adaptable o evolutivos.