Descubre el Amor de la Trinidad30 de mayo de 2021

Domingo de la Santísima Trinidad

En casa conARQUIDIÓCESIS DE SEATTLE

Además de aprender acerca de la Trinidad en la iglesia, podemos aprender acerca de este misterio en la vida familiar. Es en la familia donde mejor se

refleja el regalo libre y pleno del amor en la Trinidad.

Deuteronomio 4, 32-34, 39-40

Sigue los mandamientos del Dios verdadero.

Salmo 33, 4-5, 6, 9, 18-19, 20, 22

Nuestro Señor es nuestra ayuda y escudo.

Romanos 8, 14-17

Recibimos un espíritu de adopción de Dios nuestro Padre.

Mateo 28, 16-20

Bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Jesús preparó cuidadosamente a los discípulos, durante un período de años, antes de presentarles la Trinidad. Una vez que comenzaron a comprender su identidad, Jesús les enseñó sobre su relación con el Padre. Luego, después de su resurrección, Jesús les presentó al Espíritu Santo.

Jesús usó explicaciones para presentar a los discípulos la Trinidad. Sin embargo, su forma principal de enseñar la Trinidad fue a través de su relación con los discípulos. En su relación con él, los discípulos descubrieron la entrega total y gratuita de sí mismos que Jesús ofreció al Padre y a ellos. Entonces pudieron ver cómo el Espíritu fluía de esa relación.

Sigamos el ejemplo de Jesús. Enseñemos a nuestros hijos acerca de la Trinidad tanto con palabras como con el ejemplo de amor.

LeerTómense el tiempo para leer

las Escrituras para este domingo.

¿No tienen una Biblia en casa?Ingresen al sitio

www.usccb.org/bible/lecturaso pueden descargar una

aplicación como Laudate o iBreviary para acceder a lecturas

de las misas.

Anime a sus hijos a descubrir la Trinidad en el amor de la familia:

• Explique cómo se usa el dinero para nuestra vida económica y social. Ya sea en una tienda de comestibles donde cambiamos dinero por alimentos, en la escuela donde cambiamos impuestos o dinero por educación, o en Internet donde los anunciantes pagan por los sitios web que informan o entretienen, el dinero está detrás de todos estos intercambios.

• Vea si notan que no se intercambia dinero en la familia. Si sus hijos ganan una mesada, puede explicarles que no se trata tanto del dinero en sí, sino de enseñarles cómo se gana y se administra el dinero. Pero asegúrese de que se den cuenta de que la familia es única en la forma en que el esposo y la esposa se ofrecen el uno al otro completa y libremente.

• Dígales que la vida familiar es como la Trinidad. Debido a que somos humanos, nuestra vida familiar nunca refleja perfectamente la Trinidad. Sin embargo, Dios nos dio el deseo por la familia como una de las formas en que podemos entenderlo en un don gratuito y total unos a otros.

• Dígales que Dios los ama por lo que son. Nos amamos unos a otros en la familia, por lo que somos y no por lo que obtenemos. Dígales que Dios los ama de la misma manera, solo por quienes son.

"El matrimonio es un signo precioso, porque «cuando un hombre y una mujer celebran el sacramento del

matrimonio, Dios, por decirlo así, se “refleja” en ellos, imprime en ellos los propios rasgos y el carácter indeleble de su amor. El matrimonio es la imagen del amor de Dios por nosotros. También Dios, en efecto, es comunión: las

tres Personas del Padre, Hijo y Espíritu Santo viven desde siempre y para siempre en unidad perfecta. Y es

precisamente este el misterio del matrimonio: Dios hace de los dos esposos una sola existencia». Esto tiene

consecuencias muy concretas y cotidianas, porque los esposos, «en virtud del sacramento, son investidos de una auténtica misión, para que puedan hacer visible, a partir de

las cosas sencillas, ordinarias, el amor con el que Cristo ama a su Iglesia, que sigue entregando la vida por ella."

Amoris Laetitia (La alegría del amor) #121

Si bien nunca podremos explicar completamente la Trinidad, podemos enseñarla a nuestros hijos. Primero, aproveche las oportunidades de formación en la fe de la parroquia, pero también enséñeles en casa usando estos recursos. En segundo lugar, debemos animarlos a orar a Dios pidiendo conocerlo mejor. Nadie puede revelar su naturaleza mejor que Dios mismo. Por último, debemos dar a conocer a nuestros hijos que, en el mejor de los casos, el amor familiar revela la relación que comparten el Padre, el Hijo y el Espíritu: una de alegría, libertad y entrega total de sí.

Conversa Aquí tienes algunas

preguntas de reflexión para ayudarte a tener

Grandes Conversaciones con toda la familia.

ARQUIDIÓCESIS DE SEATTLE

En casa con Fe

En el mejor de los casos,

la relación que compartenel Padre,

y el Espíritu.el Hijo,

el amor familiar revela

Para más recursos, visítanos online en:

https://marriagefamilylife.seattlearchdiocese.org/athomewithfaith