ARQUITECTURA MANIERISTA BAROCCA

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ARQUITECTURA MANIERISTA Fachada de la Iglesia del Gesù , Roma . La arquitectura manierista es aquella fase de la arquitectura europea que se desarrolló entre 1530 y 1610 , es decir, entre el final de la arquitectura renacentista y el inicio de la arquitectura barroca . [ 1 ] Los historiadores consideran al manierismo como la última fase del Renacimiento , precedida por las del humanismo florentino y por el clasicismo romano ; sin embargo, si las primeras dos fases son distinguibles temporalmente, no resulta tan claro con el clasicismo y el manierismo que coexistieron desde inicios del siglo XVI . [ 2 ] El manierismo se desarrolló en Italia e influyó la arquitectura de buena parte de Europa. Por eso ayuda conocer el contexto histórico del continente. A fines del siglo XV se desarrollaron las grandes monarquías, en España, Francia y en Inglaterra; en 1493 Maximiliano I de Habsburgo llegó a ser Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, mientras que Rusia encontró la unidad política bajo Iván III. Además, con el ascenso al trono francés de Francisco I y la coronación de Carlos V, el escenario europeo un cambio radical, con la anexión a España de Alemania y de otros territorios, como Milán, Nápoles y el Mezzogiorno. Características de la arquitectura manierista

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ARQUITECTURA MANIERISTA

Fachada de la Iglesia del Gesù, Roma.

La arquitectura manierista es aquella fase de la arquitectura europea que se desarrolló entre 1530 y 1610, es decir, entre el final de la arquitectura renacentista y el inicio de la arquitectura barroca.[1]

Los historiadores consideran al manierismo como la última fase del Renacimiento, precedida por las del humanismo florentino y por el clasicismo romano; sin embargo, si las primeras dos fases son distinguibles temporalmente, no resulta tan claro con el clasicismo y el manierismo que coexistieron desde inicios del siglo XVI.[2]

El manierismo se desarrolló en Italia e influyó la arquitectura de buena parte de Europa. Por eso ayuda conocer el contexto histórico del continente.

A fines del siglo XV se desarrollaron las grandes monarquías, en España, Francia y en Inglaterra; en 1493 Maximiliano I de Habsburgo llegó a ser Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, mientras que Rusia encontró la unidad política bajo Iván III. Además, con el ascenso al trono francés de Francisco I y la coronación de Carlos V, el escenario europeo un cambio radical, con la anexión a España de Alemania y de otros territorios, como Milán, Nápoles y el Mezzogiorno.

Características de la arquitectura manierista

El manierismo rechaza el equilibrio y la armonía de la arquitectura clásica, concentrándose más bien en el contraste entre norma y transgresión, naturaleza y artificio, signo y subsigno.3

De esta manera, la carga pierde su peso, mientras que el sostén no sostiene nada; el punto de fuga no se concluye en un punto focal, como en la arquitectura barroca, sino que termina en nada; las estructuras verticales asumen dimensiones excesivas y confieren al conjunto un inquietante equilibrio «oscilante».1

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Si en la arquitectura del Renacimiento la fábrica de los edificios a menudo denuncia su propia conformación interna también hacia el exterior (mediante, por ejemplo, la presencia de cornisa intermedia, extradós e intradós), las obras manieristas generalmente se alejan de esta tendencia, escondiendo su propia estructura de base.4

Desde el punto de vista decorativo, asume particular importancia el fenómeno de lo grotesco, un tema pictórico de tiempos del imperio romano, redescubierto a fines del siglo XV, durante algunas excavaciones arqueológicas.

Estas pinturas, centradas en representaciones fantásticas e irracionales, están de moda durante el manierismo (por ejemplo en las decoraciones del Palacio del Té) y aunque de manera esporádica, influencian la misma arquitectura; esto es evidente en las bizarras aperturas en el frente del Palacio Zuccari de Roma y en el Jardín Orsini (conocido como Parque de los monstruos) en Bomarzo. Otras influencias, sobre todo ligadas a temas zoomórficos, antropomórficos y fitomórficos, se encuentran en los adornos de edificios como la Casina de Pío IV en el Vaticano, realizado por Pirro Ligorio, el Palacio Marino y la iglesia de Santa María presso San Celso de Galeazzo Alessi en Milán.

El estilo manierista, concebido inicialmente en Roma y en Florencia, se difundió rápidamente en la Italia septentrional, y luego al resto de Europa,5 donde los principios más genuinos del arte italiano de los siglos XV y XVI no fueron comprendidos plenamente, y la arquitectura renacentista se manifestó prevalentemente en su variante manierista.6

Giulio Romano, con el Palacio del Té de Mantua, introdujo el manierismo en la llanura padana, mientras Michele Sanmicheli transformó Verona con la nueva corriente, realizando una serie de palacios bajo la directa influencia del primero y del clasicismo romano. Otras influencias se registran también en el Mezzogiorno, por ejemplo, en la Capilla del Monte di Pietà de Nápoles, de Giovan Battista Cavagna.

Sebastiano Serlio, autor de un importante tratado de arquitectura, contribuyó a su difusión: trabajó también en la llamada Escuela de Fontainebleau, que llegó a ser el principal centro manierista de Francia.5 Sus Sette libri dell'architettura, publicados entre 1537 y 1551 en orden irregular, tuvieron una difusión notable y fueron fuente de inspiración para los clasicistas fuera de Italia. Estos Siete libros de arquitectura anticipan una característica del manierismo: se produjeron diversos tratados teóricos sobre arquitectura que contribuyeron precisamente a la difusión de los modelos arquitectónicos (alzados, decoraciones) por toda Europa, a través de sus ilustraciones y explicaciones; al ya mencionado de Serlio, cabe añadir: Regole delli cinque ordine d'architettura (1562) de Vignola, Los cuatro libros de la arquitectura (1570) de Palladio y la Idea dell'architettura Universale (1615) de Scamozzi.

Desde inicios del siglo XVI el espíritu manierista se difundió también en España como reacción al tardo gótico nacional. En cambio, Inglaterra y Alemania tuvieron un manierismo sólo en el siglo XVII con artistas como Íñigo Jones y Elias Holl.

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ARQ. BARROCA

La arquitectura barroca es aquella fase de la historia de la arquitectura europea que vino precedida del Renacimiento y del Manierismo; se generó en Roma durante el siglo XVII y se extendió hasta mediados del siglo XVIII por los Estados absolutistas europeos.

El término Barroco, derivado del portugués "barrueco", "perla de forma diferente", se utilizó en un primer momento de forma despectiva para indicar la falta de regularidad y orden del nuevo estilo. La característica principal de la arquitectura barroca fue la utilización de composiciones basadas en líneas curvas, elipses y espirales, así como figuras policéntricas complejas compuestas de motivos que se intersecaban unos con otros. La arquitectura se valió de la pintura, la escultura y los estucados para crear conjuntos artísticos teatrales y exuberantes que sirviesen para ensalzar a los monarcas que los habían encargado.

En algunos países europeos como Francia e Inglaterra y en otras regiones de la Europa septentrional se produjo un movimiento más racionalista derivado directamente del Renacimiento que se denominó Clasicismo barroco. A lo largo del siglo XVIII se fue desarrollando en Francia un movimiento derivado del Barroco que multiplicaba su exuberancia y se basaba fundamentalmente en las artes decorativas que se denominó Rococó y se acabó exportando a buena parte de Europa.

Sistemas constructivos

Arquitecturas cargadas de detalles y complejas. No reniega de las formas clásicas (columnas, arcos, frontones, frisos), pero las transforma de manera fantasiosa. A veces el edificio llega a ser como una gran escultura. Los entablamentos adoptan la curva y los frontones se parten y adoptan curvas, contracurvas y espirales.

Se adopta la elíptica, la forma oval y otras formas (como la de abeja de Borromini). Las paredes son cóncavas y convexas, es decir siempre onduladas. Se llega al abandono de líneas rectas y superficies planas.

Se adopta un nuevo tipo de planta que ofrece planos oblicuos para dar sensación de movimiento (espacios dinámicos), en la más estática de las artes. Gusta de representar o sugerir el infinito (un camino que se pierde, una bóveda celeste, un juego de espejos que altere y haga irreconocibles las perspectivas). Éxito del orden gigante, con columnas que abarcan 2 o 3 pisos. No faltan los campanarios, solos o en pareja, muy decorados.

Se utilizan efectos de luz, juegos de perspectiva. Da importancia a la luz y efectos luminosos, a través del claroscuro. Búsqueda de la sorpresa. Gusto por lo dramático, escenográfico y teatral.

Gran riqueza decorativa y exuberancia formal tanto en los espacios interiores como al exterior, aunque más sobrio. Amor desenfrenado por lo curvilíneo y el triunfo de la columna salomónica. Arcos y frontones mixtilíneos, ventanas ovaladas. El arco descansa sobre la columna por medio de un entablamento (al modo romano), o

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descansa directamente sobre el capitel (modo bizantino). Ambos modos fueron empleados en el Renacimiento. Se utilizan grandes cartelas.

La creación de nuevas tipologías para edificios concretos. Las obras son: palacios, religiosas, urbanísticas, grandes jardines y galerías (que luego daría lugar a las galerías de arte).

Fachada de Il Gesù, considerada la primera iglesia con elementos del Barroco.

Palacio del Luxemburgo en París.

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ARQUITECTURA NEOCLASICA

La arquitectura neoclásica es un estilo arquitectónico que produjo el movimiento neoclásico que comenzó a mediados del siglo XVIII, por una reacción contra el estilo barroco de ornamentación naturalista así como por el resultado de algunos rasgos clasicistas nacidos en el barroco tardío. Se prolongó durante el siglo XIX, confluyendo a partir de entonces con otras tendencias, como la arquitectura historicista y el eclecticismo arquitectónico. Algunos historiadores denominan el periodo de la arquitectura neoclásica de la primera mitad del siglo XIX como clasicismo romántico, a pesar del oxímoron (oposición de términos), dado que, además de coincidir en el tiempo con el romanticismo, estilísticamente comparte rasgos con la estética romántica, al añadir cierta expresividad y espíritu exaltado a la sencillez y claridad de las estructuras clásicas grecorromanas.1

Factores fundamentales que influyeron en la creación de la arquitectura neoclásica fueron los determinantes en el contexto político, social y económico de la época, en que se incluyen destacadamente la revolución industrial, la crisis del Antiguo Régimen, la Ilustración, el enciclopedismo, la fundación de las Academias, el despotismo ilustrado, etc.

La revolución industrial modificó profundamente el ritmo de vida, influyó en adelantos técnico constructivos, empleo de nuevos materiales. El concepto de economía relacionado con el funcionamiento cambió algunos esquemas de organización espacial y aun de relación entre vanos y macizos.

El enciclopedismo, espíritu precursor de la revolución francesa, trajo consigo una concepción romántica de la Grecia Antigua. La Ilustración sostenía que la infelicidad del hombre, se debía a la ignorancia e irracionalidad y que por lo tanto el único camino viable para conducirlo a la felicidad era llevarle la luz de la razón por medio de la educación. En cuanto a arquitectura la educación implicaba el conocimiento y fuentes antiguas tales como Vitrubio, Palladio, Vignola; por lo que ésta hizo uso de los repertorios formales griegos y romanos.

Se buscó dar un carácter más científico a las artes, por lo que los artistas debieron ser técnicos más que inventores, e imitadores más que creadores. Este espíritu científico llevó a considerar al arte clásico como un arte progresista, porque estaba desprovisto de adornos sin sentido y buscaba la perfección de las leyes inmutables sin depender de las impresiones subjetivas e imperfectas del artista.

Las Academias para el estudio de las artes surgieron en Italia desde el siglo XVI; las fundadas en el siglo XVIII ya estaban matizadas por la Ilustración, lo que les dio un carácter distinto. La Academia fungió como transmisora de los conceptos en contra del barroco y a favor del neoclasicismo y los diversos tratados clásicos y renacentistas de las Tres nobles artes, así como de obras de carácter técnico y científico que racionalizaban au práctica y ejecución. Entonces el arte comienza a sufrir las consecuencias de una crítica libre, fundada en los principios académicos.

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ARQUITECTURA NEOCLASICA

Cenotafio para Isaac Newton. Puerta de Brandeburgo.

Fachada de la Catedral de Pamplona.

Representación de la Acrópolis de Atenas. Obra del arquitecto y pintor Leo von Klenze (detalle).

Escultura

También en la escultura neoclásica pesó el recuerdo del pasado, muy presente si consideramos el gran número de piezas que las excavaciones iban sacando a la luz, además de las colecciones que se habían ido formando a lo largo de los siglos.

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Las esculturas neoclásicas se realizaban en la mayoría de los casos en mármol blanco, sin policromar, puesto que así se pensaba que eran las esculturas antiguas, predominando en ellas la noble sencillez y la serena belleza que Winckelmann había encontrado en la estatuaria griega. En este mismo sentido habían ido las teorías de Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781) que en su libro Laocoonte, o de los límites de la pintura y de la poesía (1766) había tratado de fijar una ley estética de carácter universal que pudiera guiar a los artistas; sus concepciones sobre la moderación en las expresiones y en el plasmado de los sentimientos son reglas que adoptará el modelo neoclásico.

Así, los escultores de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, crearán obras en las que prevalecerá una sencillez y una pureza de líneas que los apartará del gusto curvilíneo del Barroco. En todos ellos el desnudo tiene una notable presencia, como deseo de rodear las obras de una cierta intemporalidad. Los modelos griegos y romanos, los temas tomados de la mitología clásica y las alegorías sobre las virtudes cívicas llenaron los relieves de los edificios, los frontones de los pórticos y los monumentos, como arcos de triunfo o columnas conmemorativas.

El retrato también ocupó un importante lugar en la escultura neoclásica; Antonio Canova (1757-1822) representó a Napoleón como Marte (1810, Milán) y a su hermana Paulina como Venus Victrix (1807, Roma) tomando así los modelos de los dioses clásicos. No obstante otros prefirieron un retrato idealizado pero al tiempo realista que captara el sentimiento del retratado, como Jean-Antoine Houdon (1741-1828) con su Voltaire anciano (Museo del Hermitage) o el bello busto de la Emperatriz Josefina (1806, Castillo de Malmaison) de Joseph Chinard (1756-1813).

Antonio Canova (1757-1822) y Bertel Thorvaldsen (1770-1844) resumen las distintas tendencias de la escultura neoclásica. Mientras Canova llega al clasicismo desde una formación barroca y configura un estilo de gran sencillez racional, el danés Thorvaldsen siguió más directamente las teorías de Winckelmann hasta conseguir un estilo voluntariamente distante y frío que debe mucho a la estatuaria griega. Su Jasón o Marte y el Amor reflejan esa fidelidad al modelo griego.

Antonio Canova: Perseo con la cabeza de Medusa, c. 1800, Museos Vaticanos.

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Pintura

La fuente, obra de Ingres.

Es estética neoclásica. Obras como el Juramento de los Horacios plantean un espacio preciso en el que los personajes se sitúan en un primer plano; el predominio del dibujo. Jean Auguste Dominique Ingres (1839-1867) aunque no fue un pintor neoclásico, tiene obras -como La Fuente- que representan este movimiento artístico.

Los pintores, entre los que destacó Jacques-Louis David, reprodujeron los principales hechos de la revolución y exaltaron los mitos romanos, a los que se identificó con los valores de la revolución.

MANUEL TOLSA EN MEXICO

Manuel Tolsá

(Énguera, 1757-México, 1816) Escultor y arquitecto español. Estudió en Valencia y en Madrid, y en 1790 se trasladó a México, donde dirigió la sección de escultura de la Academia de San Carlos. Arquitecto neoclásico, construyó la cúpula y la fachada de la catedral de México (1792-1813), ciudad a la que dotó de diversos edificios (Palacio de la Escuela de Minería, 1797-1813) y monumentos. Como escultor fue fiel al barroco («el Ciprés», retablo mayor de la catedral de Puebla). De entre sus imágenes y esculturas sobresale la estatua ecuestre de Carlos IV (1796-1803), conocida comúnmente como «el Caballito».

Obras de Manuel Tolsá en México

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Conclusión de las obras de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México Palacio de Minería Estatua ecuestre de Carlos IV "El Caballito" Antiguo palacio de Buenavista (hoy Museo Nacional de San Carlos) Palacio del marqués del Apartado. Frente al templo mayor. Palacio donde viviría

Fernando VII al llegar a México. Altar principal de la Catedral de Puebla Altar principal de la iglesia de Santo Domingo. Altar principal de la iglesia de La Profesa. Altar de la Purísima Concepción en la iglesia de La Profesa. El rostro de la Virgen

que el visitante encuentra a la derecha se basó en la fisonomía de "La Güera" Rodríguez (María Ignacia Rodríguez de Velasco y Osorio Barba).

Altar mayor del Convento de Capuchinas (hoy desaparecido). Dedicado a San Felipe de Jesús.

Fuente dónde inicia el Camino Real a Toluca (desaparecida), así como un obelisco y una pirámide

Busto de Hernán Cortés en el Hospital de Jesús Cristos de bronce que se encuentran en la Catedral de Morelia Proyección de la cuarta etapa (neoclásica) de la iglesia de Loreto Planos del Hospicio Cabañas en Guadalajara Celda de la Marquesa de Selva Nevada. En el Ex convento de Regina Porta Coeli.

Hoy propiedad de la Universidad del Claustro de Sor Juana.

Proyectos no realizados para una plaza de toros, el palacio de gobierno de Durango, un cementerio y un convento, entre otras obras. Tolsá tiene a manera de sello, la colocación de balaustradas en el remate de los edificios en que trabajó.

La Catedral de México 1793

Demostró aquí su enorme poder de observación y su comprensión espacial