Articulos cientificos

13
La radio digital: ¿Una demanda social o un nuevo escenario de las pugnas del capitalismo globalizado? * Juan Carlos Valencia Rincón. Colombiano. Ingeniero Electrónico (Universidad Javeriana). Maestría en Comunicación (Universidad Javeriana) y Especialista en Estudios Culturales (Universidad Javeriana). Periodista cultural (UN Radio. 12 años). Profesor de las universidades Javeriana, Sabana y Rosario. Actualmente cursa un doctorado en Comunicación de Macquarie University (Sydney. Australia). Investigaciones recientes: "Audiencias Imaginadas. Productores radiofónicos, representación y prácticas discursivas" (2007), "El discurso nacionalista en los relatos audiovisuales, publicitarios y periodísticos 2005-2006" (2007), ambas desarrolladas en colaboración. Correo electrónico: [email protected] Recibido: Noviembre 23 de 2007 Aceptado: Diciembre 10 de 2007 Submission date: November 23th, 2007 Acceptance date: December 10th, 2007 Desde finales de los años ochenta, varios fabricantes de equipos de radiodifusión junto con algunos gobiernos vienen desarrollando nuevas tecnologías digitales para la modernización de los sistemas de transmisión radial, las cuales aspiran a reemplazar los sistemas de onda corta, AM y FM. Tras dos décadas de esfuerzos e inversiones cuantiosas, comienzan a emerger e implantarse estándares diversos (DAB, HD radio, DRM) en países de Europa, Norteamérica y Asia. La selección e introducción de las tecnologías de transmisión radial digital es un proceso cada vez más vertiginoso, desarrollado casi a puerta cerrada, sin el deseable debate democrático, un proceso que sólo está teniendo en cuenta los intereses de unos pocos grupos hegemónicos y en el que se manifiestan las pugnas entre grandes empresas globales y bloques económicos supranacionales que tratan de imponer sus tecnologías y sus modelos de industria radiofónica para adquirir ventajas competitivas. La adopción de estas nuevas tecnologías, con sus modelos comunicativos asociados, puede tener un impacto considerable en el medio radial latinoamericano, tanto en la radio comercial como en la comunitaria y en las emisoras universitarias y públicas. Este artículo busca identificar y describir las características básicas de los estándares de radio digital emergentes. Palabras Clave: Radio Digital, DAB, DRM, HD Radio, Globalización. Origen del artículo El texto es el resultado de una reflexión del autor a partir de una revisión de la situación de las tecnologías de radiodifusión en distintas partes del mundo. Un proceso invisible Desde mediados de los años ochenta, varios fabricantes de equipos de radiodifusión, junto con algunos gobiernos e instituciones privadas y públicas de las principales potencias mundiales, han venido desarrollando nuevas tecnologías digitales para la modernización de los sistemas de transmisión radial. Con ellas aspiran a reemplazar los sistemas tradicionales de onda corta, AM y FM. Tras dos décadas de esfuerzos e inversiones cuantiosas, han comenzado a emerger y a implantarse estándares diversos en países de Europa, Norteamérica y Asia, los cuales, por surgir dentro de relaciones sociales y formas culturales específicas, promueven modelos particulares de radiodifusión que si son trasladados a otros entornos, tienen gran potencial de transformar o cambiar radicalmente las industrias radiales. Son todavía escasos los estudios sobre estos nuevos estándares de radio digital y su posible impacto en las industrias de radiodifusión existentes en sus países de origen y en los otros, debido a su origen reciente y a la falta de interés que han exhibido en las últimas décadas los estudiosos de la comunicación por el medio radial, descrito por algunos investigadores como el medio invisible (Lewis, 2000, p. 161). Este vacío tiene serias consecuencias sociales y políticas, pues conduce a que las decisiones sobre un medio de comunicación de tanto alcance y acogida sean tomadas a puerta cerrada por grupos de expertos en tecnología, grandes empresas mediáticas y agencias estatales, con una visión estrecha de lo público. En el caso del Reino Unido, Richard Rudin, uno de los especialistas en el estándar de radio digital DAB concluyó: "A lo largo de todas las discusiones en la crucial etapa formativa de desarrollo de DAB en el Reino Unido nunca hubo una discusión significativa en la esfera pública acerca de la forma y la configuración más deseables para el sistema" (2006, p. 167).

description

ALGUNOS ARTICULOS CIENTIFICOS INTERESANTES... PARA LEER Y SI LES INTERESA PARA INVESTIGAR... TENER BIEN CLARO NO SON ESCRITOS POR MI

Transcript of Articulos cientificos

Page 1: Articulos cientificos

La radio digital: ¿Una demanda social o un nuevo escenario de las pugnas del capitalismo globalizado? * Juan Carlos Valencia Rincón. Colombiano. Ingeniero Electrónico (Universidad Javeriana). Maestría en Comunicación (Universidad Javeriana) y Especialista en Estudios Culturales (Universidad Javeriana). Periodista cultural (UN Radio. 12 años). Profesor de las universidades Javeriana, Sabana y Rosario. Actualmente cursa un doctorado en Comunicación de Macquarie University (Sydney. Australia). Investigaciones recientes: "Audiencias Imaginadas. Productores radiofónicos, representación y prácticas discursivas" (2007), "El discurso nacionalista en los relatos audiovisuales, publicitarios y periodísticos 2005-2006" (2007), ambas desarrolladas en colaboración. Correo electrónico: [email protected]: Noviembre 23 de 2007 Aceptado: Diciembre 10 de 2007Submission date: November 23th, 2007 Acceptance date: December 10th, 2007

Desde finales de los años ochenta, varios fabricantes de equipos de radiodifusión junto con algunos gobiernos vienen desarrollando nuevas tecnologías digitales para la modernización de los sistemas de transmisión radial, las cuales aspiran a reemplazar los sistemas de onda corta, AM y FM. Tras dos décadas de esfuerzos e inversiones cuantiosas, comienzan a emerger e implantarse estándares diversos (DAB, HD radio, DRM) en países de Europa, Norteamérica y Asia. La selección e introducción de las tecnologías de transmisión radial digital es un proceso cada vez más vertiginoso, desarrollado casi a puerta cerrada, sin el deseable debate democrático, un proceso que sólo está teniendo en cuenta los intereses de unos pocos grupos hegemónicos y en el que se manifiestan las pugnas entre grandes empresas globales y bloques económicos supranacionales que tratan de imponer sus tecnologías y sus modelos de industria radiofónica para adquirir ventajas competitivas. La adopción de estas nuevas tecnologías, con sus modelos comunicativos asociados, puede tener un impacto considerable en el medio radial latinoamericano, tanto en la radio comercial como en la comunitaria y en las emisoras universitarias y públicas. Este artículo busca identificar y describir las características básicas de los estándares de radio digital emergentes.Palabras Clave: Radio Digital, DAB, DRM, HD Radio, Globalización. 

Origen del artículoEl texto es el resultado de una reflexión del autor a partir de una revisión de la situación de las tecnologías de radiodifusión en distintas partes del mundo.

Un proceso invisibleDesde mediados de los años ochenta, varios fabricantes de equipos de radiodifusión, junto con algunos gobiernos e instituciones privadas y públicas de las principales potencias mundiales, han venido desarrollando nuevas tecnologías digitales para la modernización de los sistemas de transmisión radial. Con ellas aspiran a reemplazar los sistemas tradicionales de onda corta, AM y FM.Tras dos décadas de esfuerzos e inversiones cuantiosas, han comenzado a emerger y a implantarse estándares diversos en países de Europa, Norteamérica y Asia, los cuales, por surgir dentro de relaciones sociales y formas culturales específicas, promueven modelos particulares de radiodifusión que si son trasladados a otros entornos, tienen gran potencial de transformar o cambiar radicalmente las industrias radiales.Son todavía escasos los estudios sobre estos nuevos estándares de radio digital y su posible impacto en las industrias de radiodifusión existentes en sus países de origen y en los otros, debido a su origen reciente y a la falta de interés que han exhibido en las últimas décadas los estudiosos de la comunicación por el medio radial, descrito por algunos investigadores como el medio invisible (Lewis, 2000, p. 161). Este vacío tiene serias consecuencias sociales y políticas, pues conduce a que las decisiones sobre un medio de comunicación de tanto alcance y acogida sean tomadas a puerta cerrada por grupos de expertos en tecnología, grandes empresas mediáticas y agencias estatales, con una visión estrecha de lo público. En el caso del Reino Unido, Richard Rudin, uno de los especialistas en el estándar de radio digital DAB concluyó: "A lo largo de todas las discusiones en la crucial etapa formativa de desarrollo de DAB en el Reino Unido nunca hubo una discusión significativa en la esfera pública acerca de la forma y la configuración más deseables para el sistema" (2006, p. 167).La mayoría de los escasos estudios realizados hasta la fecha proviene del Reino Unido, el primer país donde la radio digital terrestre alcanzó una masa crítica de oyentes. Tales estudios analizan las eventuales transformaciones que la tecnología y sus condiciones de diseño y adopción producen en el modelo existente de comunicación radial, en particular las formas en que su adopción está alterando los balances de poder previos entre los productores públicos y privados. En este país, los intereses de los operadores radiales privados y de la BBC, la gran cadena pública, han convertido a la radio digital en un nuevo campo de batalla por la supremacía y, de paso, han posibilitado una difusión cada vez más amplia del nuevo sistema.Otras investigaciones de naturaleza similar se han realizado en España y concluyen que la divergencia de intereses entre las cadenas privadas y públicas y el manejo político radicalmente distinto han bloqueado el despegue y el desarrollo de la radio digital en el país. La asignación de frecuencias nacionales, regionales y locales de radio digital favoreció el mantenimiento del statu quo y desestimuló la competencia y la innovación. Los pocos cambios producidos tienen que ver con un reordenamiento sutil del mapa radiofónico que está alterando los equilibrios económico-políticos de los operadores existentes y está afectando la viabilidad de los sistemas de producción que se concentran en lo local (Badillo y Cruz, 2002).En Singapur existe un monopolio de una empresa estatal sobre gran parte de las frecuencias analógicas, así como sobre las nuevas emisoras de radio digital. Esta empresa, MediaCorp, ha logrado que el nuevo sistema cubra todo el país, pero no está produciendo contenidos específicos para la radio digital, sino que se ha concentrado en retransmitir los mismos contenidos de sus emisoras en FM. También ha bloqueado el otorgamiento de licencias de radio digital a nuevos competidores, por lo cual el sistema es poco conocido y consumido por el público (Reino Unido, Department of Trade an Industry, 2005).Por su parte, estudios desarrollados por algunas agremiaciones de emisoras comunitarias estadounidenses afirman que la adopción virtualmente inconsulta del estándar de radio digital HD pasó por encima de claras objeciones técnicas y consideraciones que afectan la supervivencia de las emisoras FM de baja potencia, que se han convertido en una opción alternativa frente a una industria radial crecientemente monolítica, rígida, conservadora y lejana del ciudadano común (Ward, 2002).Parece que la selección y la introducción de las tecnologías de transmisión radial digital es un proceso cada vez más vertiginoso, desarrollado casi a puerta cerrada, sin el deseable debate democrático; un proceso que sólo está teniendo en cuenta los intereses 

Page 2: Articulos cientificos

de unos pocos grupos hegemónicos y en el que se manifiestan las pugnas entre grandes empresas globales y bloques económicos supranacionales, que tratan de imponer sus tecnologías y sus modelos de industria radiofónica para adquirir ventajas competitivas.

Nuevas tecnologías para un medio antiguoLa introducción de nuevas tecnologías en la radio ha sido un proceso casi continuo desde los primeros tiempos del medio. Las mejoras en los formatos de almacenamiento de audio, las transmisiones remotas, el establecimiento de cadenas, la modulación en frecuencia, la estereofonía, la digitalización del audio y la automatización de las emisiones han alterado continuamente los procesos de producción y, combinadas con las dinámicas sociales y culturales, han transformado una y otra vez el sentido mismo atribuible a la radio, hasta el punto de socavar cualquier pretensión esencialista sobre el medio: "La radio es lo que la historia dice que es: no tiene una esencia, ha tenido y continúa adoptando nuevas formas. La radio es lo que es en un momento específico, en un contexto de usos y significación" (Beck, 2002, p. 8.2).Los primeros meses, incluso los primeros años, del desarrollo de un nuevo medio de comunicación representan, en general, un período de incertidumbre en el que se negocia la inscripción de la nueva técnica en su entorno. No es habitual que una tecnología aparezca en un paisaje virgen. Es muy raro que haga desaparecer totalmente las soluciones técnicas anteriores. Los nuevos medios de comunicación deben negociar con prácticas de comunicación íntimamente ancladas en las sociedades.Las innovaciones tecnológicas que sustentan los nuevos estándares de transmisión digital presagian transformaciones de fondo en el medio radial y en sus industrias culturales asociadas, aunque está por verse cuál tecnología/modelo, si es uno solo, se impondrá y cuál será el ritmo de su adopción, cuando las tecnologías analógicas que van a ser sustituidas están tan difundidas, enraizadas en imaginarios locales y son tan económicas. Surge aquí la pregunta que varios autores han lanzado al analizar el tema de la radio digital: ¿existe realmente una demanda social para esta tecnología? (Gordon, 2003; Ramsey, 2005; Cortés, 2005; Rudin, 2006).Al reflexionar sobre diferentes coyunturas en las que ciertas innovaciones tecnológicas alcanzaron un éxito notable, Raymond Williams, así como Manuel Castells (1995), encontraba la coincidencia de desarrollos tecnológicos destinados a aplicaciones limitadas con circunstancias sociales que potenciaban y dirigían aplicaciones novedosas de mayor envergadura: "Las diversas decisiones a favor de uno u otro mecanismo, con todos sus efectos culturales específicos, se tomaron de acuerdo con disposiciones políticas y económicas ya existentes en las sociedades en cuestión, dado que la tecnología, naturalmente, era compatible con cualquiera de ellas" (Williams, 1997, p. 153). La radio digital surge en un momento en el que:· Se amplía de manera generalizada la oferta de contenidos especializados y los canales para su distribución; pero, irónicamente, a la vez se vuelven rígidas las programaciones comerciales hasta el punto de tornar casi indiferenciable a una emisora de las otras (Jenkins, 2004).· La industria radial experimenta una fuerte tendencia a la concentración de la propiedad, la cual traspasa ya las fronteras de los debilitados Estados nacionales modernos. · La calidad de audio disponible en los electrodomésticos de los hogares y en los dispositivos portátiles de uso masivo alcanza un grado sumamente elevado que contrasta con la posible en los sistemas de radiodifusión analógicos de AM, onda corta e, incluso, FM (Martínez-Costa, 1997).· La difusión de la telefonía celular y de las redes de datos inalámbricas comienza a saturar los espectros electromagnéticos que les fueron asignados en los años ochenta, y los operadores y las empresas de tecnología empiezan a presionar a los gobiernos para liberar frecuencias ocupadas por tecnologías antiguas. · Nuevas tecnologías de distribución, como la radio satelital y la radio en internet, entran a competir con la radio tradicional, con propuestas novedosas basadas en la creatividad y la interactividad.¿Constituyen estas circunstancias una coyuntura verdaderamente sólida para la adopción generalizada de la radio digital alrededor del mundo? La lentitud que ha caracterizado la introducción de esta tecnología parecería indicar lo contrario; sin embargo, la difusión y adopción de los estándares de transmisión digital se está convirtiendo en motivo de pugna comercial entre los bloques económicos mundiales, las industrias culturales multimedia y los grupos de interés locales.Dicha pugna abre la oportunidad para un saludable debate acerca de la pertinencia, los beneficios y los perjuicios de cada estándar tecnológico a la luz de las peculiaridades de las industrias radiofónicas locales y las exigencias de democratización, competencia y participación ciudadana. En países como Australia, Canadá, México y Brasil se han adelantado pruebas comparativas de los diferentes sistemas y se han levantado polémicas que están llevando a estos países a dilatar la adopción de los estándares hasta tanto no se produzcan consensos sociales locales acerca de las alternativas más ventajosas para sus industrias radiofónicas y sus proyectos de nación (Australian Broadcasting Authority, 2003). Los estándares de transmisión radial digital en pugna son los siguientes: digital audio broadcasting (DAB), HD radio y digital radio mondiale (DRM).

Digital audio broadcastingTambién conocido como Eureka 147, el estándar DAB, aceptado por la International Telecommunications Union, fue desarrollado desde finales de los años ochenta por un consorcio de 19 países europeos, con el propósito de modernizar los sistemas convencionales de radiodifusión y permitir que empresas de tecnología y comunicación europeas retomaran el liderazgo perdido ante los Estados Unidos y Japón (Rudin, 2006).La definición del estándar concluyó en 1995, y en 1999 comenzaron las emisiones de prueba de estaciones con DAB en varios países europeos. La demora en la producción de receptores a precios razonables, las dificultades para asignar las bandas de frecuencia adicionales que emplea el estándar y otros problemas de índole política y económica retrasaron la adopción generalizada del sistema. Sin embargo, desde el 2002 se está presentando un interés importante por el sistema DAB en Inglaterra, y las ventas de receptores digitales se miden en millones y sobrepasan las de los receptores analógicos de AM y FM. Los grupos privados han recibido algunas ventajas legales y consideran que la adopción del estándar les ofrece oportunidades competitivas frente a la BBC (Rudin, 2006). Otros países donde se ha adoptado el estándar DAB o se están realizando pruebas son Bélgica, Suecia, España, Alemania, Singapur, China, Hong Kong, India, Israel y Sudáfrica.Este estándar puede operar en varias modalidades de transmisión, tanto por antenas terrestres como satelitales. Está en capacidad de operar en la banda tradicional de FM, pero la mayoría de sus implementaciones en el mundo ha sido en la banda de VHF y en la banda L, frecuencias que no están disponibles en algunos países. DAB permite la transmisión de audio de excelente calidad junto con textos e imágenes, que se pueden ver en pantallas en los receptores, con lo cual expande el medio radial para incluir contenidos multimedia.

Page 3: Articulos cientificos

La adopción del DAB obligaría a realizar nuevas licitaciones de frecuencias y ofrecería la posibilidad de aumentar la competencia en los mercados radiales en nuevas bandas, pero podría dificultar la operación de emisoras de bajo presupuesto o comunitarias, debido a la utilización de paquetes de varias emisoras que operan en una única frecuencia (ensambles o multiplex), los cuales serían difíciles de programar eficientemente en zonas poco pobladas.De hecho, Rudin señala cómo en el caso inglés la adopción del DAB "ha resultado en una mayor concentración de un sistema radial comercial que ya se estaba consolidando rápidamente" (2006, p. 171). El DAB es descrito como un sistema robusto y maduro que, sin embargo, puede estar amenazado por la obsolescencia tecnológica, debido a tener más de diez años de haber sido diseñado y a utilizar tecnologías de compresión digital consideradas limitadas hoy día (Rudin, 2006).

HD radioAnteriormente conocido como in-band-on-chanel (IBOC), fue desarrollado a finales de los años noventa y comienzos del nuevo siglo por el consorcio Ibiquity (www.ibiquity.com), integrado por grandes grupos estadounidenses de radiodifusión y multinacionales de tecnología. Este estándar tuvo muchos problemas técnicos en su proceso de diseño; sin embargo, y a pesar de las demostraciones exitosas del sistema DAB europeo en ferias en Estados Unidos, la Federal Communications Commission lo aprobó en el 2001 (Hoeg y Lauterbach, 2001). Algunos problemas técnicos persisten, en particular interferencias que han obligado a la prohibición de las transmisiones nocturnas en la banda de AM, pero el respaldo de grandes cadenas de radiodifusión como Clear Channel y Viacom ha llevado a la adopción del estándar en centenares de emisoras desde el 2003. Los primeros receptores salieron al mercado en el 2004 a precios todavía muy elevados y aún no se distribuyen de manera masiva.El HD radio utiliza las mismas bandas de transmisión que AM y FM. Es más, ofrece la posibilidad de transmisión simultánea analógica y digital en la misma frecuencia, con lo cual se permite una transición paulatina desde una tecnología a la otra, tanto para las emisoras como para su audiencia. La mejora en la calidad de audio introducida por el estándar HD permitiría renovar y recuperar el interés de la audiencia por la banda de AM.Este estándar permite la transmisión de mensajes de texto e imágenes y están en evolución y prueba dos características adicionales: un segundo canal de audio (HD2) en la misma frecuencia, independiente del principal, lo cual duplicaría la oferta de emisoras en una ciudad y la posibilidad de transmitir sonido multicanal, y con ello se superaría la limitación del sonido estéreo en la radio FM (Broadcast Electronics, 2005).El estándar HD no abriría la competencia en los países donde se adopte, sino que mantendría las limitaciones existentes en lo que tiene que ver con las licencias otorgadas y su implantación podría afectar la operación de emisoras pequeñas o comunitarias que sigan operando con los sistemas analógicos AM y FM, al generar interferencias que afectarían su recepción. HD requiere un ancho de banda de transmisión mayor al asignado para las emisoras actuales de AM y FM. A la fecha, este estándar sólo se ha adoptado en Estados Unidos.

Digital radio mondiale (DRM)Este estándar, aceptado por la International Telecommunications Union, fue desarrollado desde mediados de los años noventa por el mismo consorcio de países europeos que creó el DAB (www.drm.org). El propósito de crear oportunidades para las empresas europeas, así como la idea de competir con el estándar estadounidense HD, estuvo detrás de este nuevo proyecto.La disminución del interés del público por la radio AM y por la onda corta en casi todos los países del mundo, con excepción de los africanos, impulsó la idea inicial de crear un sistema de transmisión digital alternativo para esas bandas, que complementara el estándar DAB, diseñado para operar en frecuencias superiores (FM, VHF, L). El interés que despertó el DRM en varios países y la implantación de sistemas DAB en bandas diferentes a las de FM llevó a la ampliación del objetivo inicial, y en 2005 el estándar se amplió para incluir bandas de frecuencia hasta los 120 megaciclos. El DRM podría convertirse en el estándar de transmisión digital que reemplazaría todos los sistemas radiales analógicos existentes.Opera en los mismos anchos de banda de las emisoras existentes sin causar interferencias en las emisoras vecinas que sigan usando transmisores analógicos. Con una ampliación del ancho de banda asignado originalmente, las emisoras podrían transmitir simultáneamente, en la misma frecuencia, su señal analógica y su señal digital, lo que facilitaría la transición para las emisoras y sus oyentes. El DRM utiliza las últimas técnicas de compresión digital y, supuestamente, está en capacidad de ofrecer una calidad de audio comparable o superior a la de la radio FM en las bandas de AM y onda corta.Este estándar permite transmitir mensajes de texto e imágenes. Es supremamente flexible en su implementación, permite la transmisión de un solo canal de audio de excelente calidad o de varios canales de audio en la misma frecuencia, con calidad reducida. La utilización de microprocesadores permitiría que los receptores busquen la frecuencia portadora más robusta automáticamente, lo que mejoraría de manera notable las condiciones de recepción de onda corta (VT Merlín, 2004).El consorcio que diseña el estándar DRM realizó pruebas en varios lugares del mundo, entre ellos Ecuador, y buscó adaptarlo a condiciones climáticas extremas. También, a comienzos del 2005, se realizaron pruebas con el estándar DRM en Ciudad de México. Las primeras transmisiones en la banda de onda corta se iniciaron en 2004. Los primeros receptores datan de ese mismo año, pero sus precios aún son excesivos.La adopción del estándar DRM lo está impulsando la Unión Europea, así como las empresas de medios de comunicación del viejo continente con interés en comercializar la onda corta, en particular una banda cercana a los 26 megahercios. Durante década, la onda corta fue reserva de emisoras estatales y, como se mencionó, aún es utilizada en algunos países.

Radio digital en América LatinaLos medios tecnológicos no son máquinas con vida propia y tampoco son neutrales. Son herramientas desarrolladas en contextos específicos, condicionados por valores de grupos sociales concretos. Es característico que estos desarrollos, con numerosas complejidades técnicas, se discutan como si fueran naturales, sólo susceptibles a cuestionamientos de índole técnica, ajenos a consideraciones estratégicas políticas y sociales, todo bajo un manto de inevitabilidad; pero estos discursos son sólo una fachada que esconde las tensiones políticas y las pugnas socioeconómicas entre múltiples actores, cuyos intereses no necesariamente coinciden con los de las mayorías.El contexto latinoamericano reciente es uno en el que los intereses específicos de los Estados en cada nación se vinculan directamente con el destino de la competencia económica de empresas que no son nacionales y, a veces, ni están ubicadas en su territorio. Los tratados de libre comercio, el ingreso de empresas multimedia transnacionales a los mercados regionales y la influencia de los bloques económico-políticos hegemónicos son dinámicas que enrarecen el ambiente en nuestros países para la toma de decisiones de toda índole.

Page 4: Articulos cientificos

El desarrollo de los movimientos sociales locales y su interés por los estratégicos escenarios mediáticos ha posibilitado el alcance de logros importantes en el ámbito de emisoras y canales de televisión comunitarios. La consolidación de los sistemas educativos y su interés en la comunicación ha propiciado la creación de medios alternativos. En algunos de nuestros países, la comunicación pública está renaciendo y tratando de convertirse en una opción más allá de las ofertas del mercado. Estos actores no tienen todavía el capital político o social suficiente para enfrentar con éxito las presiones de los grandes bloques económicos globales y sus representantes locales, pero su creciente legitimidad y acogida social pueden inducir debates y contribuir a que las decisiones sobre la nueva tecnología de transmisión radial digital sean tomadas de manera más abierta y democrática.

ReferenciasAustralian Broadcasting Authority (2003), Digital Radio Technology Update [en línea]. Disponible en: http://www.aba.gov.au/newspubs/speeches/digital.shtml, recuperado: 7 de julio de 2006.        [ Links ]Badillo, Á. y Cruz, J. (2002), "La radio digital en España: cuestiones económico-políticas sobre su implantación" del IV Congreso Internacional de Comunicación, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Universidad de Salamanca, España.        [ Links ]Beck, A. (2002), The Death of Radio. An Essay in Radio-Philosphy for the Digital Age [en línea]. Disponible en: http://www.kent.ac.uk/sdfva/rp/index.html, recuperado: 7 de julio de 2006.        [ Links ]Broadcast Electronics (2005), The BE Guide to HD Radio [en línea]. Disponible en: http://www.bdcast.com, recuperado el 7 de julio de 2006.        [ Links ]Castells, M. (1995), La ciudad informacional, Madrid, Alianza.        [ Links ]Cortés, C. (2005), La radio en busca del "dividendo digital" [en línea]. Disponible en: http://www.comunica.org/chasqui/index.html, recuperado el 7 de julio de 2006.        [ Links ]Reino Unido, Department f Trade and Industry (2005), The Future of Radio. A Mission to South Korea and Singapore [en línea] Disponible http://www.integratedproductsktn.org.uk/technology-watch/global-watch-reports-archive/the-future-of-radio-a-mission-to-southkorea-and-singapore.php, recuperado: 7 de julio de 2006.        [ Links ]Gordon, P. (2003, 30 de septiembre), "Digital Radio Mondiale. The Saviour of AM Radio or a Digital Pipe Dream?, Taipei Digital Radio Seminar, Taiwan.        [ Links ]Hoeg, W. y Lauterbach, T. (2001), Digital Audio Broadcasting. Principles and Application, Sussex, Wiley.        [ Links ]Jenkins, H. (2004), "The Cultural Logic of Media Convergence", en International Journal of Cultural Studies, vol.7, núm. 1, pp. 33-43.        [ Links ]Lewis, P. (2000). "Private Passion, Public Neglect. The Cultural Status of Radio", en International Journal of Cultural Studies, vol. 3, núm. 2, pp. 160-167.        [ Links ]Martínez-Costa, M. P. (1997), La radio en la era digital, Madrid, Aguilar.        [ Links ]Ramsey, M. (2005), "The Premature Death of HD Radio" [en línea]. Disponible en: http://www.mercradio.com, recuperado: 7 de julio de 2006.        [ Links ]Rudin, R. (2006), "The Development of DAB Digital Radio in the UK", en Convergenge. The International Journal of Research into New Media Technologies, vol. 12, núm. 2, pp. 163-178.        [ Links ]VT Merlin Communications (2004), DRM Broadcasters' User Manual [en línea]. Disponible en: http://www.drm.org, recuperado: 7 de julio de 2006.        [ Links ]Ward, P. (2002), "Digital Audio Broadcasting Systems and Their Impact on the Terrestrial Radio Broadcast Service", en Comment Reply of Virginia Center for Public Press, 7/11/02 regarding docket 99-325, Virginia.        [ Links ]Williams, R. (1997), La política del modernismo, Buenos Aires, Manantial.        [ Links ]

Page 5: Articulos cientificos

SIGNIFICADO DE LA VIOLENCIA EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS DE UNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA PERTENECIENTE AL SECTOR OFICIAL  LAURA ELVIRA PIEDRAHITA S.*, DIEGO ANDRÉS MARTÍNEZ, EDNA LUCÍA VINAZCO* *UNIVERSIDAD DEL VALLE, CALI, Docente Área Salud Mental y Psiquiatría, Escuela de Enfermería, Facultad de Salud. Universidad del Valle, Cali, Colombia. Correo electrónico: [email protected]** Estudiante de Enfermería, Universidad del Valle. Recibido: diciembre 1 de 2006 Revisado: junio 24 de 2007 Aceptado: septiembre 25 de 2007 RESUMENEsta investigación, de tipo descriptivo-exploratorio, tuvo como objetivo describir el significado que sobre la violencia tienen los escolares y preadolescentes de una institución educativa del sector oficial. La muestra estuvo conformada por 60 niños, con edades entre los 6 y 12 años. Los resultados arrojaron que existen variaciones con respecto al significado que sobre la violencia tienen los menores, dependiendo de la etapa de desarrollo en la cual se encuentran. Se identificaron aspectos comunes relacionados con el significado de la violencia en los escolares y adolescentes, como son el nivel socioeconómico, la exposición a la violencia intrafamiliar y la presencia de familias separadas, lo cual es un importante referente para encaminar esfuerzos tendientes a su prevención, actuando sobre los factores de riesgo, y generando medidas desde el trabajo individual y familiar, así como promoviendo el trabajo con profesores.Palabras clave autores: significado de la violencia, niños escolares y preadolescentes, violencia cotidiana, violencia social.Palabras clave descriptores: niños y violencia, preescolar, violencia doméstica.  

La violencia es un fenómeno que día a día se está incrementando en nuestra sociedad, en diferentes ámbitos, ya sea dentro o fuera del contexto familiar, y principalmente en el colegio, que era considerado como templo de los principios y valores del ser humano. La actual institución educativa se encuentra influenciada por esta situación y, hasta el momento, no se ha encontrado una solución satisfactoria.En las investigaciones realizadas sobre el tema (por ejemplo, Alcaldía de Santiago de Cali, 2004), se ha encontrado que los menores son las personas que resultan más afectadas en este proceso de transformación que ha tenido la sociedad; la mayoría de los trabajos realizados buscan dar solución a esta problemática, analizando la influencia del fenómeno en dicha población. Es necesario partir del conocimiento de la forma en que los infantes significan la violencia, ya que ésta es comprendida por cada persona de manera diferente; es decir, se intenta estudiar la forma en que los niños se refieren a ideas relacionadas con el tema y al modo en que lo interpretan.Las manifestaciones de la violencia son diversas y tienen múltiples causas. Henao (2005) describe dos modalidades de la violencia cotidiana: la que es fruto de la actividad del crimen organizado y la denominada violencia común, dentro de la cual se encuentran la violencia verbal, la violencia física sin arma y con arma, el homicidio, el suicidio, la violencia domestica o intrafamiliar (VIF) y la violencia sexual.Algunos autores expresan que los comportamientos violentos tienen su origen en la niñez, en el seno de la familia. Es en esta etapa que inicia el proceso de socialización, el cual determina una modificación en los modos de actuar de los niños; cuando éstos no se modifican y están asociados a factores de riesgo (individuales y familiares), se incrementa el riesgo de que los niños y los adolescentes se tornen agresivos.Klevens (2000) encontró que factores individuales, como problemas de tipo cognitivo y rasgos de personalidad, aunados a procesos de socialización y factores culturales, hacen que emerjan problemas de comportamiento agresivo en los niños. En investigaciones realizadas acerca de factores familiares, se han identificado algunas características que pueden predisponer al desarrollo de comportamientos violentos en niños y adolescentes. Henao (2005) destaca el nivel socioeconómico, los estilos y prácticas de crianza, la exposición a la violencia familiar, las familias disfuncionales y el conflicto entre los padres.En un estudio realizado en Cambridge se hizo seguimiento a 227 niños entre las edades de 5 a 9 años, hasta cumplir la edad de 40. Se revisaron los expedientes y se descubrió que quienes habían cometido actos delictivos eran precisamente los que en su infancia habían sido maltratados, no habían sido supervisados y carecían de afecto por parte de sus padres. Acerca de la violencia que se ejerce sobre los niños, se puede decir que desde 1961 existe la expresión abuso infantil, para incluir en ella cualquier problema que resulte de una falta de cuidado de los padres o personas a cargo del menor. Aquí caben los conceptos de maltrato físico, maltrato emocional, falta de alimentación y cuidado médico. Llorente, Chaux y Salas (2005) constataron que el maltrato físico vivido durante la primera infancia se considera un factor fuertemente asociado con el desarrollo de comportamientos agresivos y delictivos.Según la teoría de Erik Erikson (1959), en la que destaca el rol que ejercen la sociedad y la cultura en el desarrollo de la personalidad, una atención negligente por parte de los padres en los primeros años puede llevar a que el niño desarrolle un sentimiento de desconfianza e interprete los estímulos como hostiles. De aquí que reaccione de manera impulsiva y muchas veces agresiva. Paralela a esta teoría, está la de Jean Piaget, según la cual también influyen algunos factores como (Charles & Scheier, 1997; Piaget, 1969):a) Los factores biológicos ligados a la maduración del sistema nervioso.b) Los factores sociales ligados a la interacción con el medio en el cual se encuentra inmerso.c) Los factores educativos y culturales que varían de una sociedad a otra.d) El equilibrio, en el sentido de autorregulación, es decir, el paso de un estado de menor a uno de mayor equilibrio.Conocer el significado que dan los escolares y preadolescentes a la violencia, partiendo de las diferencias en su desarrollo cognitivo, es de singular importancia para la prevención de este fenómeno, ya que a partir de tal conocimiento se puede realizar una intervención más eficaz. Esta investigación buscó identificar características particulares de una población infantil sociodemográficamente expuesta al fenómeno de la violencia, y asociarlas con los diferentes significados que de ella tienen los menores, con la intención de determinar las diferencias entre ambos grupos poblacionales teniendo en cuenta su desarrollo cognoscitivo.

Page 6: Articulos cientificos

MétodoLa presente investigación es de tipo descriptivoexploratorio e integra el diseño cuantitativo y cualitativo. Se trata, entonces, de lo que se denomina investigación multimetódica (o de métodos combinados). De aquí que se tomaron datos cuantitativos obtenidos de la muestra del estudio, además de experiencias, conductas y características especificas de las manifestaciones de la violencia percibidas por los niños, que eran muy difíciles de expresar a través de indicadores numéricos. Este tipo de investigación es adecuado cuando se descubre que un fenómeno poco estudiado, debido por ejemplo a la escasa información al respecto que se encuentra en la literatura revisada, amerita mayor atención.atención. Así mismo, la integración de datos cualitativos y cuantitativos resulta útil para ilustrar y esclarecer resultados importantes derivados del análisis estadístico de los mismos (Polit & Hungler, 2000).La población del estudio estuvo conformada por la totalidad de los estudiantes matriculados en una institución educativa oficial de Cali, en el periodo agosto-diciembre de 2005, de los cuales se seleccionó una muestra de 60 niños pertenecientes a la Comuna 20 de esta ciudad, debido a sus particulares características sociodemográficas, por las cuales resultaba propicia para llevar a cabo la investigación.Inicialmente, se presentó el proyecto a las directivas de la institución educativa para su revisión y aprobación. Se diseñaron dos instrumentos, dirigidos a escolares entre 6 y 8 años y preadolescentes entre 10 y 12 años, respectivamente. Se recogió información sobre variables que pueden incidir y relacionarse con la presencia de la violencia, como datos socio-demográficos y epidemiológicos: nombre, edad, sexo, curso, etnia, barrio, tipo de familia y ocupación de los padres, e información sobre hábitos familiares. En esta parte se identificaban los factores de riesgo a los cuales estaban expuestos los niños: consumo de alcohol, consumo de sustancias psicoactivas, consumo de cigarrillo, entre otros. Así mismo, se indagó sobre el significado que otorgaban los niños a conductas como la agresión verbal, la agresión física, los homicidios y la violencia sexual, y con respecto a las manifestaciones de la violencia percibidas por los menores: violencia intrafamiliar y violencia social.En cuanto a los aspectos éticos, se realizó una reunión con los padres de familia para explicarles los objetivos del estudio y, posteriormente, se procedió con los niños a diligenciar el formato de recolección de la información, previa aplicación del formato de consentimiento informado dirigido a los padres de familia, o persona responsable del menor, el cual contaba además con el asentimiento del niño.

ResultadosDe los 60 niños con los cuales se realizó el estudio el 50% corresponde a escolares con un rango de edad entre 6 y 8 años, y el 50% restante corresponde a adolescentes entre 10 y 12 años.

Datos sociodemográficosCon respecto al género, en el grupo entre 6 y 8 años había un 36.7% de niños y un 63.3% de niñas. En los adolescentes entre 10 y 12 años se encontró que el 33 % pertenecían al sexo masculino y el 66.7% al sexo femenino. Con respecto al grado escolar, un 10% se encuentran grado primero, el 3.3% en grado segundo, el 36.7% en grado tercero, el 16.7% en grado cuarto y el 33.3% en grado quinto. En lo referente a la raza, 56.7% son blancos, seguidos por un 38% de indígenas, y, por último, un 13.3% de raza negra. En cuanto al estrato socioeconómico, el 86.7% pertenecen al estrato uno, el 11.7% al estrato dos, y el 1.7% corresponde a un niño que vive en estrato cinco.Sobre el tipo de familia, se halló que el 46.7% tienen una familia extensa, el 45% una familia nuclear y el 8.3% una familia extensa modificada, en la cual aparece un miembro ajeno al núcleo familiar. Con respecto al número de hermanos, el 33.3% tienen uno, el 26.7% dos, el 25% tres, el 6.7% son hijos únicos, un 3.3% tienen cuatro o cinco hermanos, y el 1.7% siete hermanos.En lo relativo a la ocupación, el 78.3% de los padres trabajan, un 11.7% no desempeñan actividad laboral y el 10% restante corresponde a los niños que no tienen papá. Los padres que trabajan se dedican a actividades como: vendedores (26.7%), conductores (13.3 %), obreros (11.7%), vigilantes (6.7%), cuidan vehículos (5%) y otras actividades (15%).De las madres, un 50% trabajan y el 50% restante no desempeñan actividad laboral. De las madres que trabajan, el 15% son vendedoras, un 13.3% son aseadoras, un 5% se desempeñan como niñeras, y el 16.7% se dedican a otras actividades. Los anteriores resultados están ligados al nivel educativo alcanzado por los padres, que no les permite tener una forma más rentable de suplir las necesidades vitales. Así mismo, las ocupaciones que tienen los padres corresponden en un alto porcentaje a trabajos que no proporcionan una estabilidad económica, debido a que son temporales, y esto repercute en la calidad de vida de estas familias.Se identificaron los siguientes factores de riesgo a los que están expuestos los escolares y adolescentes: un 35% de los niños viven con fumadores en sus casas; y el 53.3% conviven con personas que consumen licor. En el 38.3% de los casos son los padres los que consumen bebidas alcohólicas, en el 10% son otras personas, en el 1.7% sus hermanos, y en el 3.3% todas las personas de su hogar. El consumo de licor es un factor de riesgo ya que exacerba las situaciones de violencia doméstica o intrafamiliar a las que estas familias se pueden ver expuestas (ver Figura 1).

Page 7: Articulos cientificos

Por otra parte, la totalidad de los niños niegan la presencia de una persona consumidora de sustancias psicoactivas en su hogar, situación que llama la atención debido a las características propias de la comuna en la que estas familias encuentran.

Violencia comúnRelacionado con este aspecto, se encontró que de los escolares, el 66.7% manifiestan no estar expuestos a la agresión verbal, mientras el 33.3% respondió afirmativamente a esta cuestión. El 50% expresó que en sus hogares se presentan casos de agresión física, y el 50% restante niega este tipo de comportamiento. Al indagar con respecto a si alguien de la familia sentía miedo de otra persona, un 86.7% respondieron que no, y el 13.3% respondieron que sí. Al interrogar por casos de acoso sexual en el hogar, el 100% respondieron que no habían sufrido dicha situación. Con relación al abuso sexual, el 96.7% respondieron que no; el 3.3%, correspondiente a un niño, respondió que sí había vivido un acto de abuso sexual.Sobre la opinión que los escolares tienen con relación a la violencia común, las respuestas encontradas fueron: “No me gusta que mis papas peleen”; “cuando me pegan siento tristeza”; “siento que no me quieren cuando me pegan”; “es una casa violenta”; “está mal hecho, no me gusta que mi papá le pegue a mi mamá”; “las mamás deben darle apoyo y cariño a los hijos”. Se puede observar cómo algunos niños en esta etapa del desarrollo responden de una forma egocéntrica, mientras que otros no sólo piensan en lo que sucede con ellos mismos, sino en lo que hay a su alrededor y puede afectar a otras personasEn los preadolescentes, un 63.3% responden que no hay agresión física en su hogar y el 36.7% afirman que sí la hay. Sin embargo, la agresión verbal está dividida: el 50% refieren que tal situación se presenta en sus hogares, y la otra mitad lo niegan. Al preguntar si en la casa alguien le tenía miedo a otra persona, el 23.3% respondieron que sí. Finalmente, el 100% de los adolescentes respondieron negativamente a los interrogantes sobre acoso y abuso sexual en el hogar.Algunas de las opiniones que los preadolescentes tienen con relación a la violencia intrafamiliar son: “Está mal, pues son una familia”; “la mayoría de la gente que hace eso son los padrastros”; “los familiares deben encargarse de llevar a la persona violenta a un médico”; “las familias se deben querer y no volver a pelear”; “me dan ganas de decirles que no hagan eso, que ahí estoy yo y eso es lo que puedo aprender”. Al analizar las respuestas se observa que los preadolescentes ven la violencia intrafamiliar como un comportamiento característico de los adultos. Llama la atención cómo en una de las respuestas se interpreta el comportamiento violento como una enfermedad que necesita tratamiento médico. Así mismo, hay preocupación por que los niños están conscientes de que pueden reproducir las conductas violentas que ven en su familia.Con respecto a la agresión verbal en el juego, el 100% de los escolares negaron su presencia. Se encontró que el 60% responden que no hay agresión física en los juegos, y el 40% aceptan este tipo de comportamiento. La mayoría de los niños de esta edad no consideran la agresión física como un juego, sino como algo que no se debe hacer. Este resultado se refleja en la pregunta siguiente referida a si las peleas hacían parte de sus juegos, y a la que sólo un 6.7% respondieron que sí.Al analizar las respuestas acerca de la agresión física en la escuela, se observa que el 63.3% aceptan su presencia, y el 36.7% la niegan.Con respecto a si habían presenciado peleas en su barrio, un 80% de los escolares responde afirmativamente. Lo anterior confirma las características sociales de la comuna en la que viven estas familias. De ellos, un 45.8% piensan que es algo que no debería suceder; el 12.5% manifiestan que estas situaciones les producen miedo; un 8.3% hablan de las consecuencias que pueden generar las peleas, por ejemplo, resultar heridos; el 8.3% piensa que para pelear las personas se deben de tener odio; el 8.3% generaban respuestas diversas: el 4.2% sienten tristeza; el 4.2% responden que ellos no deben meterse en dichas situaciones; el 4.2% menciona que quienes pelean le están dando mal ejemplo a los niños, y un 4.2% aluden a la importancia de arreglar las situaciones por medio del diálogo.A la pregunta por los robos en su barrio, un 60% negaron haberlo presenciado y un 40% respondieron afirmativamente. Se resalta que el 20% de los escolares aceptaron haber presenciado un asesinato; de este porcentaje, el 66.7% dicen que es malo, y un 33.3% dan respuestas como: “no lo deberían hacer” y “me da miedo”. Un 40% afirma haber visto a una persona a quien acaban de matar; de éstos, el 50% expresan haber sentido miedo y la mitad restante dice que es algo que no se debe hacer. Lo anterior muestra el alto grado de exposición a fenómenos violentos en el barrio. Los niños que han tenido que presenciar cómo le quitan la vida a una persona han vivido una situación que afecta su salud mental y el posterior desarrollo de su personalidad (ver Figura 2).

Page 8: Articulos cientificos

El 30% de los escolares afirma haber visto personas heridas, y de este grupo un 33.3% expresan sentir miedo ante estas situaciones; opinan que es algo que no debería pasar y que el ver personas en ese estado les produce pesar. Algunas de las respuestas a propósito son: “Deberían subir más los policías a vigilar”; “uno tiene que echarle pasador a la puerta en la noche”; “cuando peleo con amigos es porque me pegan y me da rabia”; “es malo, debería cambiar”. De las anteriores percepciones se deduce que para esta población la violencia es un comportamiento “malo”, el cual depende de organismos como la policía para su control; pero también consideran que ellos deben colaborar con comportamientos seguros para evitar ser agredidos.En los preadolescentes se encontró que el 36.7% asegura que sus juegos son violentos; lo anterior se ve reflejado en la respuesta a la pregunta sobre la presencia de peleas en sus juegos, pues un 23.3% lo afirmaron; entre los niños, un 40% manifestaron la presencia de agresión verbal en los juegos. Este comportamiento, comparado con la respuesta de los escolares, nos muestra una relación directamente proporcional entre la presencia de agresión verbal en el juego y la edad.El 86.7% afirman haber visto peleas en su barrio. De éstos, el 23.1% opinan que tal comportamiento no se debería presentar; el 15.4% relacionan las peleas con el consumo de licor; el 15.4% no responden a la pregunta; un 11.5% manifiestan que les produce miedo; el 7.7% piensan que pueden salir heridos; el 7.7% expresan que nadie debe intervenir en este tipo de situaciones; el 7.7% invitarían a las personas involucradas en las peleas a que resuelvan sus conflictos por medio del diálogo; al 3.8% les produce tristeza; el 3.8% consideran que los adultos que pelean le dan mal ejemplo a los niños; y, por último, el 3.8% consideran que para que las personas peleen debe haber odio entre ellas. El 70% de los preadolescentes acepta la presencia de la agresión física en la escuela; esto muestra que resuelven sus conflictos de esta manera, aunque están conscientes de que no se debe hacer.El 43.3% afirman haber visto cómo roban a alguien en su barrio. De éstos, el 30.8% dice que es algo que no se debe hacer; un 30.8% expresa que les da miedo ver este tipo de eventos; el 15.4% piensan que en esos momentos es mejor llamar a la policía; el 15.4% expresan que “los que roban lo hacen para ganar dinero y así comprar armas”, y, además, que “hay que tener cuidado”; finalmente, el 7.7% piensa que la persona a la que asaltan puede morir.El 23.3% de los preadolescentes dijeron haber visto un asesinato. De ellos, el 42.9% piensan que es malo; el 42.9% manifiesta que “la gente en el barrio vive con miedo de esto”; y un 14.3% expresan sentir miedo al ver estas situaciones (ver Figura 2).El 53.3% afirman haber visto a una persona a la cual acaban de matar. De ellos, un 50% expresan haber sentido miedo; el 25% dicen que es algo que no deberían hacer; un 12.5% consideran normal ver esto en su barrio; y el 12.5% responden, por ejemplo, “me da tristeza que le hayan quitado la vida” y “no quisiera que a nadie de la familia le pasara esto”.Un 30% de los niños afirman haber visto a alguien a quien le ha hecho daño otra persona. De ellos, el 33.3% piensan que es algo que no se debe hacer; un 22.2% manifiestan que “las personas deben buscar las cosas de buena manera y no con el machete en la mano”; o que “cuando hay peleas, eso es malo para los niños”. El 22.2% no responden a la pregunta; el 11.1% expresan sentir pesar por la persona herida; y, por último, un 11.1% piensan que lo pueden matar.Algunas de las respuestas encontradas al respecto son: “En mi barrio debe haber paz, amor y cariño”; “es malo porque los niños pueden aprender”; “sería mejor la paz y que viviéramos tranquilos”; “es muy maluco vivir en una parte donde hay tanto odio”; “es normal porque no sólo pasa en mi barrio, sino en otros barrios de Cali.”; “pienso que nos deberíamos ir para no volver a ver eso”. De las anteriores respuestas se deduce que los preadolescentes significan la violencia como un comportamiento malo, el cual pueden aprender. Además, son conscientes de que su barrio es violento, pero no están conformes con esta situación, y ven como una opción cambiar de sitio de vivienda.

Conclusiones y discusiónLos hallazgos de la investigación sugieren una significativa prevalencia de exposición a la violencia y a sus múltiples manifestaciones en los escolares y adolescentes que participaron del estudio.En cuanto al significado que la violencia tiene para ellos, se corroboró la existencia de variaciones dependiendo de la etapa de desarrollo en la cual los menores se encuentran. Así, en los niños en etapa escolar, la lógica se halla en el objeto mismo, es decir, aún no han desarrollado la capacidad de razonamiento abstracto, lo que se ve reflejado en el tipo de respuestas en las que simplemente dicen de una situación que está bien o mal. Comprenden que las peleas son una manera inadecuada de resolver los conflictos a los que su comunidad se encuentra expuesta; además, perciben que producen efectos negativos tanto sobre las personas directamente involucradas en la riña, como sobre aquellas que las presencian. Es importante resaltar también que algunos de los niños ven a las personas que pelean como gente que les da mal ejemplo.En los preadolescentes, se encontró que todos piensan que hacerle daño a otra persona es algo indebido, sin importar las circunstancias que lleven al acto. De acuerdo con Piaget (1969), a esta edad el niño es capaz de razonar de una forma inductiva – deductiva, en la cual van de lo específico, que es el acto en sí, a lo general, que son las posibles consecuencias que se derivan de 

Page 9: Articulos cientificos

herir a alguien, entre otras, la muerte de esta persona y el sentimiento de las personas cercanas. De esta manera, se comprueba también que ya han dejado el egocentrismo de su etapa anterior y tienen la capacidad de sentir pesar por lo que puede sentir la persona afectada. Los preadolescentes muestran su capacidad de entrelazar la causa y el efecto, ya que expresan que para pelear se necesita del odio y también saben que, como consecuencia, hay personas que salen heridas y, por esta misma razón, quienes son ajenos al conflicto no deberían intervenir en él.Otro hallazgo importante encontrado en el estudio, contrario al paradigma generalizado según el cual las mujeres tienen una personalidad menos violenta, es que en el significado de la violencia y sus manifestaciones no se encontraron diferencias de género. Como dice Lera (2002), lo que influye en este caso son aspectos relacionados con la cultura y las características sociodemográficas en las que está inserto el menor.En cuanto a la presencia de factores familiares, se encontró que el nivel socioeconómico, la exposición a la violencia intrafamiliar y la separación del núcleo familiar resultan determinantes en el caso de la población estudiada, en la medida en que aumentan la vulnerabilidad y predisponen a las manifestaciones de violencia por parte de los niños. Concretamente, se encontró cómo en el grupo familiar se responde con agresión física, lo que evidencia una falta de mecanismos de resolución de conflictos y control de los impulsos violentos. Según Llorente et al. (2005), la observación de estos actos es un factor de riesgo para el desarrollo de comportamientos agresivos en la infancia y violentos en la juventud.Otra variable a tener en cuenta es la falta de supervisión por parte de los padres, pues la mayoría de ellos trabajan, y la mitad de las madres también. Como consecuencia, los niños deben permanecer la mayor parte del tiempo en casa, lo cual influye tanto en su cuidado como en su formación. A este respecto Henao (2005) plantea que la falta de supervisión paterna y materna puede incidir en el desarrollo de comportamientos antisociales.Finalmente, una variable por destacar es el hecho que el 21.7% de los niños que participaron en el estudio han tenido que presenciar cómo le quitan la vida a una persona, lo que afecta su salud mental y el posterior desarrollo de su personalidad.En conjunto, lo hallazgos presentados permiten identificar aspectos comunes relacionados con el significado de la violencia para los escolares y adolescentes. Lo anterior es un importante referente para encaminar esfuerzos que se orienten a frenar el desarrollo de la violencia y la delincuencia, a partir de la intervención en los primeros años de vida, con medidas tendientes a la prevención, así como actuando sobre los factores de riesgo intrafamiliar y fuera del hogar. Tales iniciativas deben generarse desde el trabajo individual y familiar, y también del trabajo con los profesores.

ReferenciasAlcaldía de Santiago de Cali. (2004). Cali en cifras. Cali: Departamento Administrativo de Planeación.        [ Links ]Charles, S. C. & Scheier, M. F. (1997). Teorías de la personalidad (3a. ed.). México: Prentice-Hall Hispanoamericana.        [ Links ]Erikson, E. H. (1959). Infancia y Sociedad. Buenos Aires: Hormé.        [ Links ]Henao, J. (2005). La prevención temprana de la violencia: una revisión de programas y modalidades de intervención. Universitas Psychologica, 4, 161-177.        [ Links ]Klevens, J. (2000). Estrategias para la prevención temprana de la violencia en niños. Medellín: Alcaldía de Medellín, Programa de Convivencia Ciudadana, Secretaría de Educación y Cultura.        [ Links ]Lera, M. J. (2002). El fútbol y las casitas. Sevilla: Guadalema.        [ Links ]Llorente, M. V., Chaux, E. & Salas, M. L. (2005). Violencia intrafamiliar y otros factores de riesgo de la violencia juvenil en Colombia. Bogotá: Departamento Nacional de Planeación, Universidad de los Andes.        [ Links ]Piaget, J. (1969). Biología y conocimiento. México: Siglo XXI.        [ Links ]Polit, D. & Hungler, B. (2000). Investigación científica en ciencias de la Salud (6a. ed.). México: McGraw-Hill.        [ Links ]