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Resumen:Problema: Todos hemos visto imágenes como la anterior: botellas y otros envases de plástico flotando en los mares o esparcidos por las playas. Los residuos en los océanos han provocado el despertar de la sociedad ante los problemas asociados con el plástico. Los residuos plásticos en los océanos y otras formas de contaminación por plástico constituyen grandes desafíos pero no reflejan la situación en toda su magnitud. La cadena de valor del plástico también tiene una enorme (y nociva) huella de carbono, y los riesgos ecológicos y para la salud humana relacionados con los residuos plásticos y los microplásticos son cada vez más significativos. Los envases de plástico (en la forma en la que se crean, se utilizan y se desechan en la actualidad) son, simplemente, insostenibles. Ahora bien, se prevé que la producción de plástico se triplique de aquí a 2050¹. No estamos sugiriendo que los plásticos no tengan aspectos positivos. No cabe duda de que el plástico es el material más versátil jamás inventado y, a todas luces, sigue desempeñando un papel primordial en la era actual. No obstante, la opinión de la sociedad sobre el plástico, y en concreto sobre los envases de un solo uso, está cambiando rápidamente. Evolución: Durante gran parte del siglo pasado, hemos venido operando en una economía lineal. Algo se produce, se recicla tal vez una o dos veces y acaba en el vertedero. La sociedad considera que este modelo de «extraer, fabricar, desechar» resulta cada vez más inaceptable, puesto que los residuos, las emisiones contaminantes y el agotamiento de los recursos siguen representando importantes desafíos. Además, en las dos últimas décadas, la fase de reciclado solo ha alargado el camino hacia el vertedero, en lugar de eliminarlo. De cara al futuro, prevemos que la sociedad exigirá cada vez más a las compañías que ofrezcan productos acordes con una economía circular. La economía circular constituye un cambio de mentalidad radical, puesto que ningún producto deberá acabar nunca en un vertedero. En este sentido, parece claro que los diez próximos años tendrán un aspecto significativamente diferente al del último decenio. Importancia relativa: La huella de carbono del plástico virgen se revela mucho más grande que la del plástico reciclado. No obstante, las externalidades del riesgo ambiental (emisiones y contaminación) asociadas con la producción de plástico virgen no se reflejan actualmente en su precio, el cual ha caído muy por debajo del precio del plástico reciclado como consecuencia del abaratamiento del petróleo y la reducida demanda derivada de la prohibición de productos de un solo uso, entre otros factores. Habida cuenta de la creciente probabilidad de que se regule la fijación de los precios del carbono en Estados Unidos y Europa, el coste del plástico virgen seguramente aumentará. Dado que las normativas relativas al

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ASG en profundidad Envases sostenibles: Riesgos para la cadena de valor del plástico

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carbono se están multiplicando a escala mundial, los productores de resina perderán su ventaja en materia de precios. Además, los reguladores están interviniendo con una variedad de medidas destinadas a reducir el consumo de plástico y la consiguiente contaminación. Entre estas medidas se incluyen la prohibición de los plásticos de un solo uso (p. ej., las bolsas de supermercado, las pajitas, etc.), las leyes relativas a la responsabilidad ampliada del productor y los impuestos sobre los envases de plástico. Esto ejerce presión sobre las compañías en toda la cadena de valor de los envases para que adapten sus negocios, al tiempo que gestionan estructuralmente el aumento de los costes.Pasos siguientes: Identificar los riesgos vinculados a los activos inservibles o «varados» como consecuencia de los cambios normativos y de la mayor demanda de envases sostenibles por parte de los consumidores². Revaluar los costes de las materias primas, el poder de fijación de precios y la inversión de capital que se derivan de la transición del plástico virgen al plástico reciclado y otros sustratos como el papel, el aluminio o el vidrio. Como mínimo, modelizar los escenarios de fijación de precios del carbono en análisis bajistas e incrementar la participación activa en las empresas afectadas en toda la cadena de valor del plástico.

En detalleProblema: La opinión de la sociedad sobre el plástico está cambiando rápidamente. En concreto, los residuos en los océanos han provocado el despertar de la sociedad ante el creciente problema de la acumulación de plástico en el medioambiente. Ocho millones de toneladas de residuos plásticos acaban en los océanos cada año. A este ritmo, en 2050 habrá más plástico en el océano que peces3. Sin embargo, la contaminación de los océanos es solo uno de los riesgos asociados con los plásticos. La producción de plástico tiene una enorme (y nociva) huella de carbono, así como otros efectos ambientales, como la contaminación del agua y del aire. Los residuos plásticos representan una importante amenaza para la biodiversidad, puesto que los hábitats se degradan y los animales erróneamente los consumen, y el impacto ecológico y para la salud humana de los microplásticos, que se filtran ahora en el medioambiente, resulta incierto. Si bien la sociedad considera que la situación es cada vez menos sostenible y aceptable, se prevé que la producción mundial de plástico se triplique de aquí a 2050 —y los envases representarán un 40% de la demanda1. No existe ninguna alternativa clara a los envases plásticos. Las opciones biodegradables o biológicas no son viables en la actualidad. El papel y el aluminio podrían ser parte de la solución, pero ninguno de estos materiales representa un sustituto realmente efectivo. La resolución de este problema exigirá el esfuerzo colectivo de legisladores, compañías y ciudadanos, y las soluciones tendrán consecuencias transcendentales para las empresas de toda la cadena de valor de los envases de plástico.

Distintos de envases60,1%

Envases39,9%

Tipos deresiduosplásticos

Incineración20,6%

Vertedero31,0%No contabilizado

27,8%

Reciclaje20,6%

Métodosde gestión

de residuosde envases

plásticos(desglose del 39,9%

de los envases)

Gestión global de residuos de envases plásticos

Fuente: CIEL, «Plastic & Climate: The Hidden Costs of a Plastic Planet», 2019

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Evolución: Es posible que muchos inversores no aprecien plenamente la dirección o la magnitud de la tendencia que da la espalda a un consumo de plástico insostenible. Durante gran parte del siglo pasado, nuestra sociedad ha venido operando en una economía lineal, con un modelo de «extraer, fabricar, desechar». Las materias primas se extraen, los bienes se fabrican y se consumen (y tal vez se reciclan una o dos veces) y acaban desechándose en un vertedero. La sociedad considera que este modelo resulta cada vez más inaceptable y pide soluciones. Las compañías deberán generar productos acordes con una economía circular, lo que significa que todo lo que se crea debe ser reutilizable o reciclable de manera infinita, y los gobiernos deberán aprobar normativas que incentiven esta transición. Además, en un modelo económico lineal, el crecimiento se ve limitado por la disponibilidad de los recursos. En una economía circular, el crecimiento no conlleva el agotamiento de los recursos, y no se generan residuos. Esto representa un cambio de mentalidad radical y exige que todos los productos se diseñen con una vida útil infinita. Gran parte de los costes de esta transición recaerá en las compañías, y su capacidad para trasladar dichos costes a los consumidores se verá probablemente limitada.

Economía lineal Economía circular

EXTRAER FABRICAR DESECHAR

UTILIZAR

F

ABRI

CAR

RECICLAR

Si bien el reciclaje ha registrado un aumento constante en las últimas décadas, realmente no ha ayudado mucho a resolver el problema de los residuos y, en concreto, el de los residuos plásticos. En Estados Unidos, solo el 9% del total de residuos plásticos se recicla4, y gran parte de ese porcentaje se «infrarrecicla», lo que significa que se utiliza para fabricar productos que acabarán finalmente en un vertedero. La fase de reciclaje como la conocemos en la actualidad no elimina el problema, solo alarga el camino hacia el vertedero. Anticipamos un cambio significativo.

Históricamente, la economía del reciclaje no ha dado resultado, ya que, por lo general, ha sido más barato y más fácil producir plástico nuevo a partir del petróleo que a partir de materiales reciclados posconsumo (PCR, por sus siglas en inglés).

■ La demanda de material posconsumo presenta una correlación negativa con los precios del petróleo. Cuando los precios del petróleo descienden, los ingresos de los recicladores se ven perjudicados porque sus costes son en gran medida fijos, mientras que los fabricantes de resinas pueden reflejar el abaratamiento del petróleo a través de menores precios del plástico virgen, lo que hace que el plástico virgen sea incluso más asequible que el plástico reciclado.

■ La estabilidad de ingresos de los recicladores también se ha visto afectada por una insuficiente disponibilidad de PCR, ya que hasta hace poco ha sido más rentable para las compañías de gestión de residuos exportar PCR a China que crear un flujo de reciclaje local estable.

■ La tecnología ha brillado por su ausencia. Desde una perspectiva histórica, casi todo el procesamiento de PCR ha involucrado el reciclaje mecánico: un proceso complejo, ineficiente y nocivo para el material, lo que desemboca en un «infrarreciclaje».

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Aunque la producción de resina virgen ha gozado de una ventaja de precios con respecto al reciclaje, ese descuento probablemente se eliminaría si el coste de las externalidades ambientales se asignaran a los productores. El gráfico de barras «Uso total de energía» muestra la energía utilizada en la producción de plástico virgen frente al plástico reciclado. En comparación con los materiales vírgenes, los productos reciclados necesitan mucha menos energía y emiten menos emisiones5.

Unos 30 países ya adoptan algún tipo de medidas de fijación de precios del carbono, mientras que otros 18 países tienen previsto o están sopesando la posibilidad de aplicar medidas similares. En Estados Unidos, California y Washington ya implementan sistemas de tarificación del carbono, Virginia tiene programada su aplicación, y Pensilvania y Oregón están estudiando esa posibilidad6. Si la fijación de precios del carbono se extendiera por todo el territorio estadounidense, la capacidad de resina virgen podría representar un importante riesgo de activo inservible o «varado» para los productores, sobre todo en vista del gasto de capital ya asignado para ampliar la capacidad con el fin de satisfacer la mayor demanda prevista7.

Uso total de energía ■ Resina reciclada ■ Resina virgen

(MJ/

kg)

Fuente: Association of Plastic Recyclers, «Life Cycle Impacts for Postconsumer Recycled Resins: PET, HDPE and PP», 2018.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

PP (polipropileno)

HDPE (polietileno de alta densidad)

PET (politereftalato de etileno)

Con el fin de ilustrar este punto, el análisis de Trucost en el siguiente cuadro identifica las áreas de exposición al daño ambiental para un productor europeo de resina virgen. El análisis muestra que si los costes necesarios para compensar el daño ambiental vinculado a las operaciones empresariales se asignaran a la propia compañía, estos representarían más de la mitad del EBITDA8.

Análisis Trucost Exposición al daño ambiental

Gases de efecto invernadero Elevada

Residuos Elevada

Contaminantes del aire Elevada

Agua Elevada

Contaminantes del suelo y del agua Media

COSTE TOTAL DEL DAÑO AMBIENTAL

COMO % DEL EBITDA53,58%

Fuente: S&P/Trucost

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Estados Unidos y muchos otros países desarrollados disponen de una infraestructura de reciclaje insuficiente, puesto que, durante muchos años, han exportado los residuos a China, lo que ha reducido la necesidad de invertir en capacidad local para gestionar los PCR. Con la decisión de China de prohibir la importación de residuos a partir de finales de 2017 y la posibilidad de que otros países donde se concentra la fabricación de plástico, como Malasia, hagan lo mismo, ciertos países como Estados Unidos se apresuran por aumentar sus capacidades de reciclaje y mejorar la tecnología.

El reciclaje mecánico abarca una serie de procesos: recogida, clasificación, lavado, secado, desmenuzado, regranulado y composición, entre otros. Se trata de tareas laboriosas, que presentan limitaciones. La clasificación, el lavado y el secado son fases necesarias porque el proceso no puede incorporar diferentes tipos de plástico simultáneamente y todo los PCR deben estar libres de contaminantes, como alimentos, que pueden poner en peligro la pureza del producto final. Puesto que los envases de plástico han evolucionado, los convertidores (fabricantes de envases para productos) han introducido aditivos, colorantes, láminas y otros elementos que dificultan enormemente el reciclaje mecánico. Estos factores reducen ampliamente el porcentaje de material que puede reciclarse de manera efectiva e incrementan los costes del tratamiento. Por otro lado, el desmenuzado, el regranulado y la composición pueden provocar tal degradación que los plásticos reciclados mecánicamente deben combinarse, por lo general, con un 50%-70% de resinas vírgenes para poder reutilizarse y solo puede reciclarse (infrarreciclarse) una o dos veces antes de convertirse en inadecuado para remanufactura.

El reciclaje químico podría resolver muchos de los problemas asociados con el reciclaje mecánico y se espera que desempeñe un papel importante en la transición hacia una economía circular. Los métodos de reciclaje químico implican la despolimerización de las resinas plásticas, lo que produce monómeros que pueden aislarse y recogerse, al tiempo que los aditivos y los contaminantes se separan y suprimen. Esto elimina la necesidad de clasificación y limpieza de PCR y aumenta la gama de productos que pueden ser reciclados. Asimismo, los plásticos reciclados a través de procesos químicos no sufren ningún tipo de degradación. Estos productos pueden reciclarse de manera indefinida y no hay que añadir resinas vírgenes para mantener su integridad. Ahora bien, mientras que el reciclaje químico representa un positivo paso hacia la economía circular, sigue siendo una tecnología incipiente que requiere mucha energía y mucho capital, y resulta difícil aumentar su escala. Por otro lado, las compañías químicas que desarrollan esta tecnología son las mismas que producen plásticos vírgenes. En ausencia de precios del carbono, estas firmas obtienen tan altos rendimientos a partir de la producción de resinas vírgenes que no tienen ningún incentivo para ampliar la tecnología de reciclaje químico, lo que podría traducirse en una menor rentabilidad sobre la inversión a corto plazo. Para que el reciclaje químico alcance su pleno potencial, deben superarse todos estos obstáculos.

Importancia relativa: Los cambios seculares que favorecen la transición hacia una economía circular están alterando cada vez más las dinámicas de fabricación y uso del plástico. El siguiente gráfico ilustra la cadena de suministro en el sector de los envases y destaca lo que, en nuestra opinión, son los riesgos principales para cada parte de la cadena de valor.

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Residuos/Reciclaje(Final de vida)

Productores(Comienzo de vida)

Marcas(Usuarios de envases)

Convertidores(Fabricantes de envases)

Cambios normativos Reciclaje químico Capacidad de reciclaje

Nivel de riesgo: Medio

Precios del carbono Prohibición de productos de un solo uso Reciclaje químico

Nivel de riesgo: Mayor

Cambios normativos Presiones de clientes Prima de plástico reciclado

Riesgo de sustitución Ausencia de innovación Aplicación especializada

Nivel de riesgo: Menor

Nivel de riesgo: Medio-alto

Riesgos para la cadena de valor del plástico por sector

■ Los productores de sustratos plásticos integrados verticalmente están más expuestos a los precios del carbono, la prohibición de productos de un solo uso y el aumento de las tasas de reciclaje mecánico y químico. La prohibición de plásticos de un solo uso ya ha provocado una ralentización de la demanda de determinadas resinas vírgenes. La fijación de precios del carbono y la implementación del reciclaje químico a gran escala tendrían un efecto devastador en la producción de resinas vírgenes.

■ Los convertidores de envases tradicionales afrontan unos gastos de investigación y desarrollo estructuralmente más elevados, así como un menor volumen como consecuencia de las presiones procedentes de las autoridades reguladoras y los consumidores, junto con el riesgo de disrupción si no apuestan por la innovación.

■ Las marcas (compañías) afrontan un coste de los bienes vendidos (COGS) y unos gastos de I+D estructuralmente más elevados a medio y largo plazo como consecuencia de las presiones procedentes de los consumidores que exigen envases innovadores y ecológicos, así como de las medidas regulatorias como las leyes relativas a la responsabilidad ampliada del productor, con las que se pretenden trasladar los efectos o los costes de final de vida de un producto al productor original (p. ej., los honorarios de los productores, los depósitos de los contenedores, los programas de devolución, etc.).

■ Las compañías de gestión de residuos afrontan un considerable riesgo de cola procedente de la ampliación del reciclaje químico. El reciclaje constituye su menor flujo de ingresos en comparación con la descarga en vertederos y la incineración, y existe un riesgo de desintermediación derivado del reciclaje químico. Las normativas sobre responsabilidad ampliada del productor podrían reducir el volumen de los residuos, lo que a su vez provocaría una disminución sustancial de los ingresos:

«La adopción de unas normas sobre responsabilidad ampliada del productor de gran envergadura podrían tener un efecto

decisivo en los flujos de residuos que gestionamos... Una significativa reducción de los residuos, el reciclaje y otros flujos que

gestionamos podría tener un importante efecto adverso en nuestra situación financiera, en nuestros resultados operativos y en nuestros flujos de caja».

—Waste Management 2019 10-K

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¿En qué medida altera la pandemia del coronavirus este escenario? ■ Reduce el interés de los consumidores en productos reutilizables; se observa un retorno a los envases de

plástico de un solo uso. ■ Los efectos económicos de la COVID-19 retrasan los cambios normativos. ■ Oportunidad para las grandes marcas de conservar las recientes ganancias de cuota de mercado de los

pequeños disruptores a través de envases «verdes» e innovación en formulación.

¿Qué seguirá igual en la era poscoronavirus? ■ Los argumentos a favor del reciclaje y la economía circular

ŭ Los efectos ambientales siguen representando riesgos a largo plazo para el medioambiente y la economía.

■ Los compromisos de las marcas para cumplir sus objetivos de contenido reciclado

ŭ Las compañías han formulado recientemente dichos compromisos, y será difícil retractarse. ŭ Los compromisos para aumentar el uso de contenido reciclado en los envases no están ligados al precio

del petróleo, lo que podría traducirse en unos precios del plástico reciclado más estables y en mejores condiciones económicas para los recicladores.

■ Mayor énfasis en la optimización de los gastos de capital y en la remuneración de todas las partes interesadas

ŭ Se dedicará más capital a la I+D y menos a la recompra de acciones.

Pasos siguientes: ■ Identificar los riesgos vinculados a los activos inservibles o «varados» como consecuencia de los cambios

normativos y de la mayor demanda de los consumidores de envases sostenibles. ■ Revaluar los costes de las materias primas, el poder de fijación de precios y la inversión de capital que se

derivan de la transición del plástico virgen al plástico reciclado y otros sustratos como el papel, el aluminio y el vidrio.

■ Como mínimo, incluir modelos de escenarios de fijación de precios del carbono en análisis bajistas. ■ Incrementar la participación activa en las empresas afectadas en toda la cadena de valor del plástico.

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Anexo: Tipos de plástico

Los envases plásticos están presentes en todas las facetas de nuestras vidas diarias

Botellas de agua o refrescos, cuencos de ensalada, bandejas de galletas, botellas de aderezos de ensaladas y recipientes para guardar la mantequilla

Botellas de leche, bolsas para congelar, tubos de salsa, bolsas de la compra, recipientes de helado, botellas de zumo, champús, botellas de productos químicos y detergentes

Envases de cosméticos, envoltorios plásticos comerciales

Botellas de plástico, envoltorio de plástico, envoltorio retráctil, bolsas de basura

Platos para microondas, recipientes de helado, bolsas de patas fritas, tubos de salsas

Estuches de CD, vasos desechables, cubiertos de plástico

Tazas y recipientes de espuma de poliestireno para café y comida rápida, bandejas de carne, bolsas de maní

Bidones de agua fría, films flexibles, envases compuestos

OTROS

BPA

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MFSE-FLY-543218-10/20 47017.1

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Notas1 CEIL: https://www.ciel.org/wp-content/uploads/2019/05/Plastic-and-Climate-FINAL-2019.pdf 2 Por «activos inservibles o varados» se entienden los activos que han sufrido amortizaciones imprevistas o prematuras, depreciaciones o

conversiones en pasivos.3 https://www.weforum.org/projects/global-plastic-action-partnership 4 Fuente: Geyer et al (2017). https://advances.sciencemag.org/content/3/7/e1700782.full5 Fuente: https://plasticsrecycling.org/images/apr/2018-APR-Recycled-Resin-Report.pdf

6 Fuente: https://carbonpricingdashboard.worldbank.org/7 El gasto de capital («capex» en inglés) hace referencia a los fondos utilizados por una compañía para adquirir, mejorar y mantener activos

físicos como propiedades, instalaciones, edificios, tecnología o equipos. Una compañía suele utilizar el «capex» para emprender nuevos proyectos o nuevas inversiones.

8 EBITDA: beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización.