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  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

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    ARTICULOS DE ESTUDIO

    1-7 DE ABRIL

    Esta es nuestraherencia espiritualPAGINA 3 C ANTICOS: 69 Y 28

    8-14 DE ABRIL

    Valoramos nuestraherencia espiritual?P

    AGINA 8 C

    ANTICOS: 22 Y 75

    15-21 DE ABRIL

    Busque protecci

    on

    en el valle de Jehov aP

    AGINA 17 C

    ANTICOS: 133 Y 16

    22-28 DE ABRIL

    Que nada nos impidarecibir la gloriade DiosP

    AGINA 25 C

    ANTICOS: 15 Y 61

    345671 5 D E F E B R E R O D E 2 0 1

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    Esta publicaci

    on se distribuye como parte de una obra

    mundial de educaci

    on bblica que se sostiene con

    donativos. Prohibida su venta. A menos que se indique

    lo contrario, las citas bblicas se han tomado de la

    versi

    on en lenguaje moderno Traducci

    on del Nuevo

    Mundo de las Santas Escrituras (con referencias).

    The Watchtower (ISSN 0043-1087) is published semi-

    monthly by Watchtower Bible and Tract Society of New

    York, Inc.; L. Weaver, Jr., President; G. F. Simonis,

    Secretary-Treasurer; 25 Columbia Heights, Brooklyn, NY

    11201-2483, and by Watch Tower Bible and Tract Soci-

    ety of Canada, PO Box 4100, Georgetown, ON L7G 4Y4.

    Periodicals Postage Paid at Brooklyn, NY, and at a

    ditional mailing offices. POSTMASTER: Send addres

    changes to Watchtower, 1000 Red Mills Road, Wallki

    NY 12589-3299. 5 2013 Watch Tower Bible and Trac

    Society of Pennsylvania. Todos los derechos reservado

    Printed in Canada.

    345676 February 15, 201Vol. 134, No. 4 Semimonthly SPANIS

    ARTICULOS DE ESTUDIO

    Esta es nuestra herencia espiritual

    Valoramos nuestra herencia espiritual?

    En estos artculos se analizan caracter

    sticas sobresalientes

    de la rica herencia espiritual del pueblo de Jehov a.

    Se muestra c

    omo Dios ha conservado su Palabra, ha bende

    cido el uso de su nombre y ha preservado la verdad espiri-

    tual que nos protege de las doctrinas religiosas falsas.

    Busque protecci

    on en el valle de Jehov

    a

    En este artculo se explica qu

    e significa buscar protecci

    on

    en el valle mencionado en Zacaras 14:4 y por qu

    e debemos

    permanecer en

    el. Adem

    as, se analiza qu

    e son las aguas vi-

    vas de Zacaras 14:8 y c omo nos beneficia beber de ellas.

    Que nada nos impida recibir la gloria de Dios

    Estudiaremos c

    omo podemos recibir la gloria que Jehov

    a

    desea dar a los seres humanos. Adem

    as, veremos qu

    e co-

    sas pudieran impedir que la recibi

    eramos y c

    omo nuestro

    aguante puede contribuir a que otros tambi

    en tengan la glo-

    ria que Dios da.

    OTROS ARTICULOS

    13 La Guardia Pretoriana escucha las buenas nuevas

    22 Cuidado con las intenciones del coraz

    on

    30 Perteneca a la familia de Caif

    as

    31 De nuestros archivos

    NAMIBIA

    PORTADA: En el noroeste de Nami-

    bia, una publicadora habla con una

    mujer himba. Los himba son un pue-

    blo de ganaderos n

    omadas, y sus mu-

    jeres se cubren el pelo y la piel con

    una sustancia que contiene un polvo

    de color rojo ocre. Este polvo lo consi-

    guen triturando ciertas piedras

    POBLACION

    2.373.000

    PUBLICADORES

    2.040

    CURSOS BIBLICOS

    4.192

    PUBLICADORESCURSOS B

    IBLICOS

    4.000

    3.000

    2.000

    1.000

    02012

    2011

    2010

    2009

    2008

    2007

    2006

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    JEHOVA, el Dios vivo y duradero, nos dice lo que

    debemos hacer para tener vida eterna. Esas instruc-ciones no van a cambiar, pues el dicho [o palabra,seg

    un Reina-Valera [RV], 1960] de Jehov

    a dura para

    siempre (1 Ped. 1:23-25). Cu

    anto agradecemos queDios nos haya mostrado su amor conservando esa in-formaci

    on vital en su Palabra escrita, la Biblia!

    2 Dios quiere que su pueblo utilice su nombre y,por eso, lo ha preservado en su Palabra. La primera

    vez que se menciona ese nombre en la Biblia es en lahistoria de los cielos y la tierra (G

    en. 2:4). Despu

    es

    fue grabado milagrosamente varias veces sobre las ta-blas de piedra que conten

    an los Diez Mandamientos.

    De hecho, el primero comienza as: Yo soy Jehov

    a tu

    Dios (Ex. 20:1-17). El Se

    nor Soberano Jehov

    a ha con-

    servado su Palabra y su nombre pese a todos los es-fuerzos sat

    anicos por destruirlos (Sal. 73:28).

    3 En su Palabra, Jehov

    a tambi

    en ha conservado laverdad. Y nos alegramos de seguir la senda que Dios

    ha iluminado con la verdad b

    blica (lea Salmo 43:3, 4).Aunque la humanidad camina a oscuras en un labe-rinto de doctrinas falsas, nosotros tenemos luz espiri-tual (1 Juan 1:6, 7).

    TENEMOS UNA HERENCIA VALIOSISIMA

    4 Los cristianos verdaderos tenemos una herenciamuy valiosa. Seg

    un el Gran Diccionario de Uso del Es-

    pa

    nol Actual, una herencia se compone de todas lasmanifestaciones o rasgos que persisten en una socie-dad a lo largo de los a

    nos pasando de una generaci

    on

    a otra. Nuestra herencia espiritual incluye la bendi-ci

    on de conocer con exactitud la Palabra de Dios y en-

    tender claramente la verdad sobre

    el y sus prop

    ositos.

    1. Qu

    e ha conservado Jehov

    a por amor a la humanidad?

    2. Qu

    e ha preservado Jehov

    a en su Palabra escrita para quesu pueblo lo utilice?

    3. Qu

    e ha conservado Jehov

    a para iluminarnos?

    4, 5. Qu

    e gran honor hemos tenido desde el a

    no 1931?

    ESTA ES NUESTRAHERENCIA ESPIRITUAL

    Esta es la herencia delos siervos de Jehov

    a.

    (IS. 54:17, Reina-Valera, 1960)

    COMO RESPONDER

    IA?

    Qu

    e ha hecho Dios para

    conservar su Palabra escrita?

    C

    omo ha conservado Jehov

    a

    su nombre para que su pueblo

    lo utilice?

    Explique c

    omo ha conservado

    Dios la verdad espiritual pese a

    los ataques que esta ha sufrido.

    3

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    4 LA ATALAYA

    Tambi

    en encierra un privilegio muy espe-cial.

    5 Ese privilegio lleg

    o a ser parte denuestro legado espiritual en una asam-

    blea que celebramos en la ciudad esta-dounidense de Columbus (Ohio) en 1931.En el programa figuraban las letras JW.Una hermana dijo: Los hermanos tra-taban de adivinar qu

    e significaban esas

    letras. Por fin, el domingo 26 de julio seadopt

    o una resoluci

    on que aclar

    o el enig-

    ma: ya no se nos llamara Estudiantes de

    la Biblia, sino que llevaramos el nombre

    bblico de testigos de Jehov

    a (Jehovahs

    Witnesses en ingl

    es). Fue una ocasi

    onemocionante (lea Isa as 43:12). Un her-mano afirma: Nunca olvidar

    e el impre-

    sionante clamor y aplauso que reson

    o entodo el auditorio. Ning

    un otro grupo re-

    ligioso quera ese nombre, pero nosotros

    hemos tenido la bendici

    on de portarlopor m

    as de ochenta a

    nos. Qu

    e gran ho-

    nor es ser testigos de Jehov

    a!

    6 Otra parte de nuestra herencia espiri-tual es la gran cantidad de informaci

    on

    exacta y valiosa de tiempos pasados quehallamos en la Biblia. Por ejemplo, pen-semos en Abrah

    an, Isaac y Jacob. Estos

    patriarcas y sus familias debieron con-

    versar sobre c

    omo agradar a Jehov

    a. Poreso no sorprende que Jos e rechazara unaproposici

    on inmoral y as

    evitara pecar

    contra Dios (G

    en. 39:7-9). En el siglo pri-mero, las tradiciones cristianas se trans-mit

    an oralmente o mediante el ejemplo,

    como las pautas sobre la Cena del Se

    norque el ap

    ostol Pablo dio a las congrega-

    ciones (1 Cor. 11:2, 23). Hoy da, las ins-

    trucciones necesarias para adorar a Dioscon esp

    ritu y con verdad forman parte

    de su Palabra escrita (lea Juan 4:23, 24).Aunque todo el mundo puede beneficiar-se del conocimiento b

    blico, nosotros so-

    mos quienes m

    as lo valoramos.7 Nuestra herencia espiritual tambi

    en

    abarca relatos de la actualidad que de-muestran que Jehov

    a est

    a con nosotros

    (Sal. 118:7). Cuando los leemos en nues-tras publicaciones, nos sentimos seguros,incluso si se nos persigue. Una parte muyanimadora de nuestro legado espiritual,que sigue creciendo, es la siguiente pro-mesa: Sea cual sea el arma que se formecontra ti, no tendr

    a

    exito, y sea cual sea la

    lengua que se levante contra ti en el jui-cio, la condenar

    as. Esta es la posesi

    on he-

    reditaria [o herencia, RV] de los siervosde Jehov

    a, y su justicia proviene de m

    , es

    la expresi

    on de Jehov

    a (Is. 54:17). Ni unasola de las armas de Satan

    as puede hacer-

    nos da no permanente.8 Satan

    as ha tratado de acabar con la

    6. Qu

    e informaci

    on es parte de nuestra heren-cia espiritual?

    7. Qu

    e animadora promesa se incluye ennuestro legado espiritual?

    8. Qu

    e veremos en este artculo y en el si-

    guiente?

    Tuvimos el placer de adoptar el nombre detestigos de Jehov

    a en nuestra asamblea de 1931

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    15 DE FEBRERO DE 2013 5

    Palabra de Dios, borrar el nombre Jehov

    ay ocultar la verdad. Pero

    el no es rival para

    Jehov

    a, quien ha echado por tierra todossus planes malvados. En este art

    culo y en

    el siguiente veremos 1) c

    omo ha conser-vado Jehov

    a su Palabra, 2) qu

    e ha hecho

    para que podamos conocer su nombre y3) c omo ha logrado que hoy tengamos laverdad.

    JEHOVA HA CONSERVADO SU PALABRA

    9 Jehov

    a ha conservado su Palabra con-tra viento y marea. La Enciclopedia Catto-lica dice: En 1229, el Concilio de Tou-louse prohibi

    o a los laicos usar [Biblias

    vern

    aculas] debido a la lucha contra losalbigenses y los valdenses [...]. El Concilio

    de Tarragona (Espa

    na), celebrado en 1234bajo Jaime I, promulg

    o un edicto simi-

    lar. [...] La Sede de Roma intervino porprimera vez en 1559, cuando Pablo IV, ensu

    Indice de libros prohibidos, proscribi

    o la

    impresi

    on o posesi

    on de Biblias vern

    acu-las sin la autorizaci

    on del Santo Oficio.

    10 La Biblia ha llegado hasta nuestrosd

    as a pesar de los numerosos intentos de

    eliminarla. Alrededor del a

    no 1382, John

    Wyclef y sus colaboradores prepararonla primera traducci on de la Biblia al in-gl

    es. Otro traductor b

    blico fue William

    Tyndale, asesinado en 1536. Se cuen-ta que mientras estaba atado a un postedijo: Se

    nor,

    abrele los ojos al rey de In-

    glaterra. Luego fue estrangulado y que-mado.

    11 La Biblia ha tenido muchos enemi-gos, pero no han conseguido destruir-la. En 1535, por ejemplo, se public

    o la

    traducci on de la Biblia que realiz o MilesCoverdale.

    El bas

    o parte de su trabajo en

    la traducci

    on que haba hecho Tyndale

    del Nuevo Testamento y de parte del An-tiguo, concretamente de G

    enesis a Cr

    oni-

    9-11. Qu

    e ejemplos demuestran que la Bibliaha sobrevivido a los numerosos intentos de eli-minarla?

    cas. Adem

    as, tradujo otras secciones delas Escrituras apoy

    andose en versiones

    de la Biblia en latn y en la traducci

    on al

    alem

    an de Martn Lutero. Hoy d

    a, mu-

    chos valoran la Traducci

    on del Nuevo Mun-do de las Santas Escrituras porque es clara,fiel a los textos originales y f

    acil de uti-

    lizar en la predicaci on. Nos alegra saberque ni Satan

    as ni los humanos podr

    an

    impedir que Jehov

    a conserve su Palabra.

    JEHOVA HA CONSERVADO SU NOMBRE

    12 Jehov

    a ha conservado su nombre enla Biblia, y en esto la Traducci

    on del Nuevo

    Mundo ha sido muy

    util. El comit

    e de tra-ducci

    on se entreg

    o por completo a su la-

    bor, y la introducci

    on de la edici

    on en es-

    pa

    nol dice: La caracterstica principal de

    esta traducci

    on es que restituye el nom-bre divino al lugar que leg

    timamente le

    corresponde en el texto en espa

    nol. Esto

    12. C

    omo ha ayudado la Traducci

    on del NuevoMundo a conservar el nombre de Dios?

    De la obra El libro de los m

    artires, de Foxe

    Hombres como Tyndale sacrificaron sus vidaspor la Palabra de Dios

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    6 LA ATALAYA

    se ha realizado empleando 6.973 vecesen las Escrituras Hebreas y 237 veces enlas Escrituras Griegas Cristianas la formaJehov

    a, de aceptaci

    on general en espa-

    nol. La Traducci

    on del Nuevo Mundo est

    a

    disponible, completa o en parte, en m

    asde 116 idiomas, y se han impreso m

    as de

    178.545.862 ejemplares.13 El nombre de Dios se ha usado des-

    de el comienzo de la humanidad. Ad

    any Eva lo conoc

    an, y la Biblia muestra

    que lo utilizaban. Y cuando Cam, hijo deNo

    e, mostr

    o falta de respeto a su padre

    despu

    es del Diluvio, No

    e dijo: Benditosea Jehov

    a, el Dios de Sem, y llegue a ser

    Cana

    an [el hijo de Cam] esclavo para

    el(G

    en. 4:1; 9:26). Dios mismo afirm

    o: Yo

    soy Jehov a. Ese es mi nombre; y a ningunotro dar

    e yo mi propia gloria. Tambi

    en

    declar

    o: Yo soy Jehov

    a, y no hay ning

    unotro. Con la excepci

    ondem

    no hay Dios

    (Is. 42:8; 45:5).El ha conservado su nom-

    bre para que todo el mundo pueda cono-cerlo. Y no nos llena de orgullo ser susTestigos y portar su nombre? (Sal. 20:5.)

    14 El nombre de Dios no solo se ha-lla en la Biblia. Hablemos de la Estela de

    Mes

    a, o Piedra Moabita, que se encon-tr

    o en Dhiban (Dib

    on), localidad situada

    a 21 kil

    ometros (13 millas) al este del marMuerto. En esta piedra est

    a grabado el

    nombre del rey israelita Omr y la versi

    on

    que da el rey moabita Mes

    a de la rebe-li

    on contra Israel (1 Rey. 16:28; 2 Rey. 1:1;

    3:4, 5). Pero lo que hace especial a estemonumento es que contiene el Tetragr

    a-

    maton, las cuatro letras hebreas que re-

    presentan el nombre de Jehov

    a. El Tetra-gr amaton tambi en aparece muchas vecesen las Cartas de Lak

    s, unos fragmentos

    de cer

    amica hallados en Israel.

    13. Por qu

    e podemos asegurar que el nombrede Dios se ha conocido desde el comienzo de lahumanidad?

    14. Adem

    as de en la Biblia, d

    onde podemosencontrar el nombre de Dios?

    15 Los primeros traductores de la Bibliacontribuyeron a que el nombre divinono cayera en el olvido. Los jud

    os es-

    tuvieron desterrados en Babilonia des-de el a

    no 607 hasta el 537 antes de la

    era com

    un (a.e.c.), y muchos no regresa-

    ron a Jud

    a e Israel. En el sigloIII

    a.e.c.,la ciudad egipcia de Alejandra era el ho-gar de muchos jud

    os que necesitaban

    una traducci

    on de las Escrituras Hebreasal griego, el lenguaje internacional dela

    epoca. Esa traducci

    on se complet

    o en

    el siglo II a.e.c. y se la conoce como laSeptuaginta. Algunas copias contienen elnombre Jehov

    a en hebreo.

    16 El nombre divino tambi

    en se en-cuentra en el Bay Psalm Book (Libro deSalmos de la Baha), el primer libro publi-cado en las colonias inglesas de Am

    eri-

    ca del Norte. Su primera edici

    on, impresaen 1640, contiene los Salmos traducidosdel hebreo al ingl

    es que se hablaba en

    aquellos tiempos. Utiliza el nombre deDios en textos como Salmo 1:1, 2, don-de dice que el hombre bienaventuradono sigue los consejos de los malvados,sino que anhela la ley de Jehov

    a. Pode-

    mos encontrar m as informaci on sobre elnombre de Dios en el folleto El nombre di-vino que durar

    a para siempre.

    JEHOVA HA CONSERVADO LA VERDAD

    17 Servimos con alegra a Jehov

    a, el

    Dios de la verdad (Sal. 31:5). El Dicciona-rio de uso del espa

    nol de Am

    erica y Espa

    na

    define verdad como lo que ocurre o exis-te realmente, por contraposici

    on a lo que

    podr

    a imaginarse. En hebreo b

    blico, elt ermino que suele traducirse como ver-

    15. Qu

    e es la Septuaginta, y por qu

    e se cre

    o?

    16. Explique c

    omo se utiliz

    o el nombre de Diosen un libro que se public

    o por primera vez en el

    a

    no 1640.

    17, 18. a) C

    omo definira usted la palabra ver-

    dad? b) Qu

    e es la verdad de las buenas nue-vas?

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    dad designa aquello que es confiable, ve-raz, fiel o que est

    a demostrado. Y en grie-

    go se refiere a lo que se ajusta a los hechoso que es justo y correcto.

    18 Jehov

    a ha protegido la verdad bbli-

    ca y ha hecho que cada vez haya m

    as

    conocimiento a nuestro alcance (2 Juan1, 2). Nuestro entendimiento de la ver-dad sigue aumentando, pues la senda delos justos es como la luz brillante que vahaci

    endose m

    as y m

    as clara hasta que el

    da queda firmemente establecido (Prov.

    4:18). Estamos totalmente de acuerdo conJes

    us, quien dijo en una oraci

    on a Dios:

    Tu palabra es la verdad (Juan 17:17).La Palabra escrita de Jehov

    a contiene la

    verdad de las buenas nuevas, es decir, elconjunto de ense nanzas cristianas (G al.2:14). Entre otras cosas, la verdad inclu-ye detalles relacionados con el nombrede Jehov

    a, su soberan

    a, el sacrificio de

    Cristo, la resurrecci

    on y el Reino. Veamosa continuaci

    on c

    omo ha conservado Dios

    la verdad a pesar de los intentos de Sata-n

    as por ocultarla.

    JEHOVA DETIENE

    UN ATAQUE A LA VERDAD19 Poco tiempo despu

    es del Diluvio se

    hizo popular este dicho: Como Nemrod,poderoso cazador en oposici

    on a Jehov

    a

    (G

    en. 10:9). Puesto que Nemrod era unenemigo de Jehov

    a, en realidad adoraba a

    Satan

    as, igual que los enemigos de Jes

    us,a quienes

    el dijo: Ustedes proceden de

    su padre el Diablo, y quieren hacer los de-seos de su padre. Ese [...] no permaneci

    o

    firme en la verdad (Juan 8:44).20 Nemrod controlaba Babel y otras

    ciudades situadas entre los ros Ti-

    gris yEufrates (G

    en. 10:10). Posiblemen-

    te,

    el dirigi

    o la construcci

    on de Babel ysu torre alrededor del a

    no 2269 antes de

    19, 20. Qui

    en era Nemrod, y qu

    e plan fracas

    oen sus d

    as?

    nuestra era. Con el claro objetivo de iren contra del prop

    osito de Jehov

    a que

    la humanidad se extendiera por toda laTierra, los edificadores dec

    an: Va-

    mos! Edifiqu

    emonos una ciudad y tam-bi

    en una torre con su c

    uspide en los cie-

    los, y hag

    amonos un nombre c

    elebre, portemor de que seamos esparcidos por todala superficie de la tierra. Pero ese acto derebeli

    on no tuvo

    exito porque all

    hab

    a

    confundido Jehov

    a el lenguaje de la gen-te, y los que pretend

    an construir la torre

    fueron esparcidos por toda la superficiede la tierra (G

    en. 11:1-4, 8, 9). Si lo que

    Satan

    as quera era crear una religi

    on para

    que todos lo adoraran a

    el, su plan fue unaut

    entico fracaso. A lo largo de la histo-

    ria, la adoraci on a Jehov a ha salido vence-dora, y en nuestros d

    as sigue aumentan-

    do m

    as y m

    as.21 Lo cierto es que la religi

    on falsa nun-

    ca ha sido una seria amenaza para la reli-gi

    on verdadera. Por qu

    e? Porque nuestro

    Magnfico Instructor ha tomado medi-

    das para conservar su Palabra escrita,ha hecho que la humanidad conozca sunombre y no ha dejado de ense

    narnos la

    verdad (Is. 30:20, 21). Cuando servimosa Dios como

    el desea, somos felices. Por

    eso debemos mantenernos alerta en sen-tido espiritual y confiar por completo enJehov

    ayenlagu

    a que recibimos median-

    te su espritu santo.

    22 En el siguiente artculo estudiare-

    mos c

    omo se desarrollaron algunascreencias falsas y c

    omo se derrumban

    por s solas cuando se examinan a la luz

    de las Escrituras. Adem

    as, veremos c

    omoJehov a, la gran fuente de la verdad, nosha bendecido con ense

    nanzas que valora-

    mos profundamente y que son parte denuestra herencia espiritual.

    21, 22. a) Por qu

    e la religi

    on falsa nunca hasido una seria amenaza para la religi

    on ver-

    dadera? b) Qu

    e estudiaremos en el siguienteart

    culo?

    15 DE FEBRERO DE 2013 7

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    8/32

    EN EL a

    no 49, el consejo que diriga la congrega-

    ci

    on cristiana celebr

    o una reuni

    on trascendental enJerusal

    en. En esa ocasi

    on, el disc

    pulo Santiago dijo:

    Syme

    on [Pedro] ha contado cabalmente c

    omo Diospor primera vez dirigi

    o su atenci

    on a las naciones para

    sacar de entre ellas un pueblo para su nombre. Y conesto convienen las palabras de los Profetas, as

    como

    est

    a escrito: Despu

    es de estas cosas volver

    e y reedifi-car e la caba na de David que est a cada; y reedificar esus ruinas y la erigir

    e de nuevo, para que los que que-

    den de los hombres busquen solcitamente a Jehov

    a,

    junto con gente de todas las naciones, personas queson llamadas por mi nombre, dice Jehov

    a, que est

    a ha-

    ciendo estas cosas, conocidas desde la antig

    uedad(Hech. 15:13-18).

    2 La profeca de Am

    os que cit

    o Santiago mencio-

    na la caba

    na de David: su dinasta real. Esta cay

    o

    cuando Sedequas dej

    o de ser rey (Am

    os 9:11). Sin

    embargo, la caba na sera reconstruida por Jes us, undescendiente de David que gobernar

    a para siempre

    (Ezeq. 21:27; Hech. 2:29-36). En aquella hist

    orica reu-ni

    on, Santiago afirm

    o que la obra de recoger a los he-

    rederos del Reino, judos y no jud

    os, marcaba el cum-

    plimiento de esa profeca. Hoy, los cristianos ungidos

    que a

    un est

    an en la Tierra y millones de otras ovejasde Jes

    us predican unidos las verdades b

    blicas como

    siervos de Jehov

    a (Juan 10:16).

    UNA PRUEBA PARA EL PUEBLO DE JEHOVA

    3 Cuando los judos fueron desterrados en Babilo-nia, qued

    o claro que la caba

    na de David hab

    a ca

    do.

    Ellos llegaron a una ciudad donde reinaba la religi

    onfalsa y tuvieron que estar all

    setenta a

    nos, del 607 al

    1, 2. a) Qu

    e era la caba

    na de David, y c

    omo sera recons-

    truida? b) Qui

    enes sirven juntos a Dios hoy da?

    3, 4. Qu

    e ayud

    o al pueblo de Jehov

    a a mantener viva su es-piritualidad cuando estaba en Babilonia?

    VALORAMOSNUESTRA HERENCIA

    ESPIRITUAL?

    Dios [...] dirigi

    o suatenci

    on a las naciones

    para sacar de entreellas un pueblo parasu nombre. (HECH. 15:14)

    COMO RESPONDER

    IA?

    Mencione una ense

    nanza

    religiosa falsa y explique c

    omo

    se nos ha protegido de ella.

    C

    omo se nos ha liberado

    del pecado y la muerte?

    Cu al es nuestra postura

    respecto a la soberana

    de Jehov

    a y la lealtad del

    ser humano a Dios?

    8 LA ATALAYA

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    9/32

    15 DE FEBRERO DE 2013 9

    537 antes de nuestra era. Qu

    e los ayud

    o amantener viva su espiritualidad? Lo mis-mo que ayuda hoy al pueblo de Dios eneste mundo gobernado por Satan

    as: una

    rica herencia espiritual (1 Juan 5:19).4 La Palabra de Dios forma parte de

    esta herencia. Es verdad que los jud

    osexiliados en Babilonia no tenan las Escri-turas completas, pero s

    ten

    an la Ley mo-

    saica, que incluye los Diez Mandamien-tos. Tambi

    en conoc

    an las canciones de

    Si

    on y los animadores relatos de siervosde Dios que vivieron antes que ellos. Ade-m

    as, pod

    an recordar muchos proverbios.

    No es de extra

    nar que lloraran al pensaren Si

    on y que no se olvidaran de Jehov

    a

    (lea Salmo 137:1-6). Su herencia espiritual

    los ayud o a mantenerse cerca de Jehov apese a las innumerables doctrinas y pr

    ac-

    ticas religiosas falsas de Babilonia.

    LA TRINIDAD

    NO ES UNA DOCTRINA NUEVA

    5 La trada, o trinidad, divina era una

    caracterstica sobresaliente de la religi

    on

    de Babilonia. Una trinidad babil

    onicala compon

    an Sin (dios Luna), Shamash

    (dios Sol) e Istar (diosa de la fertilidad y laguerra). En el antiguo Egipto se adorabaa familias de tres dioses, compuestas porun padre, una madre y un hijo. La obraMitolog

    a General dice que los egipcios

    formaban lo que se conoce con el nom-bre de tr

    ada divina, cuyo dios-padre no es

    siempre el jefe, pues cuando la divinidadprincipal del lugar es una diosa, aqu

    el se

    ve reducido al papel de prncipe consor-

    te. Una de esas tradas estaba integrada

    por el dios Osiris, la diosa Isis y Horus, suhijo.

    6 La cristiandad tiene su propia trada:

    la Trinidad. Sus lderes ense

    nan que el

    5. Qu

    e pruebas hay de que en Babilonia yEgipto exist

    an tr

    adas, o trinidades, de dioses?

    6. Qu

    e es la Trinidad, y c

    omo se nos ha prote-gido de esa creencia falsa?

    Padre, el Hijo y el espritu santo son un

    solo Dios. Esta creencia da a entender queJehov

    a no es tan poderoso, pues lo reduce

    a la tercera parte de una deidad. Sin em-bargo, su pueblo ha sido protegido de esaense

    nanza falsa porque acepta esta de-

    claraci

    on inspirada: Escucha, oh Israel:Jehov a nuestro Dios es un solo Jehov a(Deut. 6:4). Si el propio Jes

    us cit

    o estas

    palabras, c

    omo podra contradecirlas un

    cristiano verdadero? (Mar. 12:29.)7 Jes

    us mand

    o a sus seguidores: Ha-

    gan discpulos de gente de todas las nacio-

    nes, bautiz

    andolos en el nombre del Pa-dre y del Hijo y del esp

    ritu santo (Mat.

    28:19). La doctrina de la Trinidad no en-caja con este mandato. Para que alguien

    sea bautizado como cristiano verdadero ytestigo de Jehov

    a debe reconocer la supe-

    rioridad del Padre, Jehov

    a, y la posici

    on yautoridad de su Hijo, Jes

    us. Tambi

    en debe

    creer que el espritu santo es la fuerza ac-

    tiva de Dios, y no una parte de la Tri-nidad (G

    en. 1:2). Por tanto, es imposible

    que Dios acepte la dedicaci

    on y el bautis-mo de alguien que cree en esa doctrina.Qu

    e agradecidos estamos de que nuestra

    herencia espiritual nos haya protegido deuna ense

    nanza que deshonra a Dios!

    EL OCULTISMO APARECE EN ESCENA

    8 La religi

    on babil

    onica estaba inunda-da de doctrinas falsas, deidades, demo-nios y ocultismo. Seg

    un el libro Historia

    Religionum. Manual de Historia de las reli-giones, los babilonios cre

    an que todo el

    cosmos estaba lleno de dioses y espri-

    tus, unos buenos y otros malignos. [...]Toda enfermedad se atribua a la inter-venci

    on de estos demonios [...]. Hab

    a que

    expulsar[los] de la enfermedad utilizando

    7. Por qu

    e no acepta Dios la dedicaci

    on y elbautismo de una persona que cree en la Trini-dad?

    8. Qu

    e crean los babilonios sobre los dioses y

    los demonios?

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    10/32

    10 LA ATALAYA

    ciertos elementos materiales, ritos y exor-cismos [...]. Estos demonios jugaban unpapel desmesurado en la vida diaria; lomismo puede decirse del n

    umero de los

    textos m

    agicos destinados a combatirlos.9 Despu

    es del destierro en Babilonia,

    muchos jud

    os cayeron en la trampade las ense nanzas falsas. A medida queel pensamiento griego se iba extendiendopor el mundo, fueron aceptando la ideade que no todos los demonios eran ma-los, que exist

    an demonios buenos, y as

    se expusieron a su control. Pero nuestrolegado espiritual nos protege del contactocon ellos, pues hemos aprendido que Diosconden

    o las pr

    acticas ocultistas de Ba-

    bilonia (Is. 47:1, 12-15). Obedecer lo que

    Dios dice sobre el ocultismo nos protege(lea Deuteronomio 18:10-12 y Revelaci

    on

    21:8).10 El ocultismo no solo era com

    un entre

    los antiguos babilonios, sino que tambi

    enlo ha sido entre quienes han apoyado a Ba-bilonia la Grande, que es el conjunto dereligiones falsas de este mundo (Rev. 18:21-24). Una obra especializada indica queBabilonia [la Grande] abarca m

    as que

    un imperio o cultura. La definen mejor laidolatr

    a extrema que los l

    mites geogr

    a-

    ficos o temporales (The Interpreters Dic-tionary of the Bible, vol. 1, p

    ag. 338). Ba-

    bilonia la Grande, repleta de ocultismo,idolatr

    a y otros pecados, a

    un existe, pero

    no ser

    a por mucho tiempo (lea Revelaci

    on18:1-5).

    1 1 En cierta ocasi

    on, Jehov

    a dijo:No puedo soportar el uso de poder m

    a-

    gico (Is. 1:13). El ocultismo, a veces lla-

    9. a) Despu

    es del destierro en Babilonia, c

    omocay

    o un buen n

    umero de jud

    os en la trampa

    de las ense

    nanzas falsas? b) C

    omo nos protegeJehov

    a del contacto con los demonios?

    10. Qu

    e se puede decir de las pr

    acticas ycreencias de Babilonia la Grande?

    11. Qu

    e advertencias sobre el ocultismo hanaparecido en nuestras publicaciones?

    mado espiritualismo, era muy popular enel siglo XIX. De ah

    que un art

    culo de

    la Zions Watch Tower (La Torre del Viga

    de Si

    on) de mayo de 1885 advirtiera: Lacreencia de que los muertos est

    an vivos

    en otra esfera o condici

    on no es nueva;formaba parte de la religi

    on antigua y es

    la raz de todas las mitologas. La revis-ta a

    nad

    a que la ense

    nanza antib

    blica de

    que los muertos se comunican con los vi-vos ha servido de tapadera e impulso alos demonios, que han enga

    nado a la gen-

    te tras el disfraz de espritus humanos.

    Los demonios han aprovechado al m

    axi-mo esta forma de esconder su identidad yas

    han logrado dominar la mente y lavida

    de muchas personas. El folleto What Say

    the Scriptures About Spiritism? (Qu e dicenlas Escrituras acerca del espiritismo?), pu-blicado unos a

    nos m

    as tarde, conten

    a ad-

    vertencias parecidas. Y nuestras publica-ciones m

    as recientes tambi

    en nos avisan

    de los peligros del ocultismo.

    HAY ALMAS SUFRIENDO

    EN EL MAS ALL

    A?

    12 Todos los que han llegado a conocer

    la verdad saben cu

    al es la condici

    on delos muertos (2 Juan 1). Por eso estamos deacuerdo con estas palabras de Salom

    on:

    Un perro vivo est

    a en mejor situaci

    onque un le

    on muerto. Porque los vivos tie-

    nen conciencia de que morir

    an; pero encuanto a los muertos, ellos no tienen con-ciencia de nada en absoluto [...]. Todolo que tu mano halle que hacer, hazlo contu mismo poder, porque no hay trabajoni formaci

    on de proyectos ni conocimien-

    to ni sabidura en el Seol [la sepultura], ellugar adonde vas (Ecl. 9:4, 5, 10).

    13 Los judos ten

    an a su alcance la ver-

    dad sobre los muertos. Sin embargo,

    12. Bajo inspiraci

    on divina qu

    e dijo Salom

    onen cuanto a los muertos?

    13. C

    omo influyeron en los judos la religi

    on y

    la cultura griega?

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    11/32

    cuando Grecia qued

    o dividida entre losgenerales de Alejandro Magno, se intent

    o

    unir a Jud

    a y Siria mediante la religi

    on yla cultura griega. Como resultado, los ju-d

    os aceptaron las doctrinas falsas de que

    el alma humana es inmortal y que hay unlugar de tormento en el m

    as all

    a. Aho-

    ra bien, la ense nanza de que existe un si-tio repleto de almas sufriendo no se origi-n

    o en Grecia. Los babilonios ya cre

    an en

    un mundo de ultratumba [...] plagado dehorrores y que [estaba] presidido por po-derosos y crueles dioses y demonios (TheReligion of Babylonia and Assyria). No hayduda de que en Babilonia se cre

    a en la

    inmortalidad del alma.14 Aunque el justo Job no ten

    a las Es-

    crituras, conoca la verdad sobre la muer-te. Adem

    as, sab

    a que Jehov

    a es un Dios

    amoroso y que querra resucitarlo (Job 14:

    13-15). Abrah

    an tambi

    en crea en la re-

    surrecci

    on (lea Hebreos 11:17-19). Estos

    14. Qu

    e saban Job y Abrah

    an de la muerte y

    la resurrecci

    on?

    fieles siervos de Dios no pensaban queel alma humana fuera inmortal, pues esimposible resucitar a alguien que no pue-de morir. Seguro que el esp

    ritu de Dios

    ayud

    o a Job y a Abrah

    an a comprender loque les ocurre a los muertos y a tener feen la resurrecci

    on. Estas ense

    nanzas ver-

    daderas tambi en son parte de nuestra he-rencia espiritual.

    EL RESCATE,

    UNA VERDAD FUNDAMENTAL

    15 Estamos agradecidos a Dios porquenos ha ense

    nado lo que hizo para liberar-

    nos del pecado y la muerte que hereda-mos de Ad

    an (Rom. 5:12). Sabemos que

    Jes

    us no vino para que se le ministra-

    ra, sino para ministrar y para dar su almaen rescate en cambio por muchos (Mar.10:45). Realmente es maravilloso enten-der la liberaci

    on por el rescate pagado

    por Cristo Jes

    us (Rom. 3:22-24).

    15, 16. C

    omo se nos ha liberado del pecado yla muerte?

    C

    omo se nos ha protegido de las creencias falsas?

    Jehov

    a nuestro Dioses un solo Jehov

    a.

    (Deut. 6:4)

    No puedo soportarel uso de poder m

    agico.

    (Is. 1:13)

    Los muertos [...] no tienenconciencia de nada.

    (Ecl. 9:5, 10)

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    12/32

    12 LA ATALAYA

    16 En el siglo I, tanto los judos como los

    no judos deb

    an arrepentirse de sus peca-

    dos y demostrar fe en el sacrificio de Je-s

    us. Si no lo hac

    an, sus pecados no ser

    an

    perdonados. Y hoy es igual (Juan 3:16, 36).Si alguien se empe

    na en creer en doctri-

    nas falsas, como la Trinidad o la inmorta-lidad del alma, no puede beneficiarse delrescate. Pero nosotros s

    podemos, pues

    sabemos la verdad sobre el Hijo de Dios,por medio de quien tenemos nuestra li-beraci

    on por rescate, el perd

    on de nues-

    tros pecados (Col. 1:13, 14).

    SIGAMOS SIRVIENDO A JEHOVA

    17 Se podra decir mucho m

    as de las

    ense

    nanzas verdaderas que amamos, de

    nuestras experiencias como siervos deDios y de todas las bendiciones espiri-tuales y materiales que disfrutamos. Du-rante d

    ecadas, por ejemplo, hemos le

    do

    en el Anuario emocionantes relatos sobrela actividad que realizamos por todo elmundo. Nuestra historia se cuenta en losvideos Historia de fe viva (partes1y2)yenpublicaciones como Los testigos de Jehov

    a,

    proclamadores del Reino de Dios. Y nuestras

    revistas a menudo contienen animadoresrelatos autobiogr aficos de nuestros queri-dos hermanos.

    18 Lo cierto es que analizar la historiade la organizaci

    on de Jehov

    a nos benefi-

    cia, tal como benefici

    o al pueblo de Israelreflexionar en c

    omo Jehov

    aloshab

    a libe-

    rado de Egipto (Ex. 12:26, 27). Al final de

    su vida, Mois

    es poda hablar de los actos

    extraordinarios de Dios. Por eso aconse-j

    o al pueblo de Israel: Recuerda los d

    as

    de la antig uedad, consideren de genera-ci

    on en generaci

    on los a

    nos pasados; pre-

    gunta a tu padre, y

    el podr

    a informarte; alos tuyos que han envejecido, y ellos po-dr

    an dec

    rtelo (Deut. 32:7). Como pue-

    17, 18. D

    onde podemos encontrar informa-ci

    on

    util sobre nuestra historia, y c

    omo nos be-

    neficia analizar esa informaci

    on?

    blo y reba

    no de Jehov

    a, lo alabamos congozo y hablamos a otros de sus podero-sos actos (Sal. 79:13). Adem

    as, nos vie-

    ne bien conocer nuestro pasado, apren-der de

    el y hacer planes para el futuro.

    19 Estamos agradecidos por disfrutar

    de la luz espiritual que Dios nos da, envez de andar perdidos en un oscuro la-berinto de ense

    nanzas falsas (Prov. 4:

    18, 19). Por tanto, estudiemos con esme-ro la Palabra de Dios y prediquemos conempe

    no la verdad. As

    podremos imitar

    la actitud del salmista, quien alab

    o conestas palabras al Se

    nor Soberano Jeho-

    v

    a: Mencionar

    e tu justicia, la tuya sola.Oh Dios, t

    u me has ense

    nado desde mi

    juventud en adelante, y hasta ahora sigo

    informando acerca de tus maravillosasobras. Y aun hasta la vejez y canicie, ohDios, no me dejes, hasta que informeacerca de tu brazo a la generaci

    on; a todos

    los que han de venir, acerca de tu pode-ro (Sal. 71:16-18).

    20 Somos el pueblo dedicado de Jeho-v

    a y entendemos que se han cuestio-

    nado dos asuntos relacionados entre s:

    la soberana divina y la lealtad del ser

    humano a Dios. Por eso predicamos laverdad innegable de que Jehov

    a es el So-

    berano del universo y que merece todanuestra adoraci

    on (Rev. 4:11). Gracias a

    su espritu, anunciamos las buenas nue-

    vas a la gente mansa, vendamos a los que-brantados de coraz

    on y consolamos a los

    que est

    an de duelo (Is. 61:1, 2). A pesar delos in

    utiles intentos de Satan

    as por con-

    trolar al pueblo de Dios y a la humanidad,nosotros valoramos nuestra herencia es-piritual, deseamos ser leales a Jehov a yproclamamos que

    el es el Se

    nor Sobe-

    rano, ahora y siempre (lea Salmo 26:11 y86:12).

    19. Puesto que disfrutamos de luz espiritual,qu

    e debemos hacer?

    20. Qu

    e dos asuntos se han cuestionado, ycu

    al es su postura al respecto?

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    13/32

    15 DE FEBRERO DE 2013 13

    Es el a

    no 59 de nuestra era. Despu

    es de un largo viaje, el centuri

    onJulio y sus agotados soldados conducen a un grupo de prisioneros a tra-v

    es de la Puerta Capena, una de las entradas de Roma. Pasan cerca del

    monte Palatino, donde se encuentra el palacio del emperador Ner

    on.

    Los soldados de la Guardia Pretoriana protegen este edificio armadoscon espadas que esconden bajo sus togas.1 Los prisioneros marchanpor la ciudad dejando atr

    as el Foro romano y suben por la colina Vimi-

    nal. Luego pasan por un jardn lleno de altares dedicados a dioses ro-

    manos y por un patio de armas, donde se realizan ejercicios militares.

    El ap

    ostol Pablo es uno de esos prisioneros. Hace unos meses, cuan-do estaba a bordo de un barco azotado por un mar enfurecido, un

    an-

    gel le asegur

    o: Tienes que estar de pie ante C

    esar (Hech. 27:24). Secumplir

    an pronto estas palabras? Pablo contempla la capital del Impe-

    rio, y su memoria lo traslada a la Fortaleza Antonia, en Jerusal

    en. All

    Jes

    us le dijo: Ten

    animo! Porque como has estado dando testimoniocabal de las cosas acerca de m

    en Jerusal

    en, as

    tambi

    en tienes que dar

    testimonio en Roma (Hech. 23:10, 11).

    Quiz

    as ahora Pablo alza los ojos al Castra Praetoria (campamento pre-toriano), una enorme fortaleza con torres y muros de ladrillo rojo coro-nados de almenas. Este es el cuartel de los polic

    as de Roma y guardaes-

    paldas del emperador: la Guardia Pretoriana. En la fortificaci

    on viven

    1 Vea el recuadro La Guardia Pretoriana en tiempos de Ner

    on.

    La Guardia Pretorianaescucha las buenas nuevas

    Relieve con soldados pretoria

    posiblemente del Arco de Cla(a

    no 51)

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    14/32

    miles de soldados, pues es la base de 12 cohortes pretorianas, varias cohortes urbanas y fuerzas de caballer

    a.

    Este lugar es un smbolo del poder del emperador. Como l

    guardia se encarga de los cautivos procedentes de las provincias, Julio entrega a los suyos all

    . Por fin, despu

    esdeun

    viaje largo y peligroso, ha conseguido llevarlos a su desti

    no (Hech. 27:1-3, 43, 44).EL AP

    OSTOL PREDICA SIN ESTORBO

    El viaje a Roma estuvo lleno de sorpresas. Cuando estaban en aquel mar enfurecido, Dios le revel

    o a Pablo que to

    dos los que navegaban con

    el sobreviviran al naufragio de

    barco, y as fue. El ap

    ostol tambi

    en sobrevivi

    o a la morde

    dura de una serpiente venenosa en Malta, donde cur

    o amuchos y la gente comenz

    o a decir que era un dios. Los re

    latos de estos sucesos posiblemente se propagaron entrelos guardias pretorianos.

    Antes de entrar en Roma, Pablo se vio con unos hermanos que salieron a su encuentro en la Plaza del Mercadode Apio y las Tres Tabernas (Hech. 28:15). Pero ahora quest

    a en cadenas, c

    omo cumplir

    a su deseo de declarar la

    buenas nuevas en Roma? (Rom. 1:14, 15.) Algunos expertos creen que los prisioneros eran entregados al l

    der de la

    Guardia Pretoriana, o prefecto. Si ese fue el caso de Pablodebi

    o haber sido llevado a Sexto Afranio Burro, quien po

    siblemente era la persona con m

    as poder en Roma despu

    edel emperador.2 Sea como sea, el relato indica que Pabloes custodiado por un soldado pretoriano raso, no por unoficial. Y se le permite encargarse de su propio alojamiento, recibir visitantes y predicarles sin que nadie se lo impida (Hech. 28:16, 30, 31).

    PABLO PREDICA A PEQUENOS Y A GRANDES

    Como parte de su trabajo y antes de presentarlo ante Ner

    on, puede que Afranio Burro entreviste a Pablo en el pa

    lacio real o en la fortaleza pretoriana. El ap

    ostol aprovecha esta oportunidad

    unica de predicar tanto a peque

    no

    como a grande (Hech. 26:19-23). Aunque no sabemos queimpresi

    on se lleva Afranio Burro, s

    sabemos que Pablo

    no es encarcelado en el campamento pretoriano.3

    1 Una cohorte romana es un grupo de hasta 1.000 soldados.2 Vea el recuadro Sexto Afranio Burro.3 Tiberio C

    esar encarcel

    o all

    a Herodes Agripa en el a

    no 36 o 37 de nues

    tra era cuando este expres

    o su deseo de que Calgula llegara pronto al pode

    Cuando Calgula se convirti

    o en emperador, recompens

    o a Herodes haci

    en

    dolo rey (Hech. 12:1).

    La Guardia Pretoriana

    en tiempos de Ner on

    Los miembros de la Guardia Preto-

    riana juraban proteger la vida del

    emperador y la de su familia. En la

    guerra llevaban estandartes con el

    emblema del emperador y escudos

    grabados con la imagen de un escor-

    pi

    on, el signo zodiacal de Tiberio

    C

    esar. Comandados por tribunos y

    centuriones, se encargaban de mante-ner el orden en los juegos y en los

    teatros, adem

    as de ayudar a apagar

    incendios. Estos soldados servan

    durante diecis

    eis a

    nos, en vez de los

    veinticinco exigidos a los legionarios,

    e incluso les pagaban tres veces m

    as

    que a ellos. Adem

    as, reciban boni-

    ficaciones generosas y un buen pago

    al jubilarse. Los pretorianos solan

    ser quienes torturaban y ejecutabana los prisioneros. As

    que tal vez

    Pablo muri

    o a manos de soldados

    pretorianos durante su segundo

    encarcelamiento en Roma (2 Tim. 4:

    16, 17).

    Por gentileza

    de Classical

    Numismatic Group,

    Inc./cngcoins.com

    Moneda del siglo primero que muestrael campamento pretoriano

    14 LA ATALAYA

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    15/32

    15 DE FEBRERO DE 2013 15

    Pablo alquila un lugar con suficiente espacio para reunira los hombres prominentes de los jud

    os y predicarles a

    ellos y a quienes van a

    el en mayor n

    umero. Los soldadospretorianos que lo custodian no tienen m as remedio queescuchar el testimonio cabal que les da a los jud

    os, a

    quienes les habla sobre Jes

    us y el Reino de Dios desde lama

    nana hasta el atardecer (Hech. 28:17, 23).

    Todos los das a la hora octava (a las dos de la tarde) hay

    cambio de guardia en la cohorte pretoriana a cargo del pa-lacio. Y es posible que ocurra lo mismo con los soldadosque vigilan a Pablo durante sus dos a

    nos de cautiverio. As

    que los soldados lo escuchan cuando el ap

    ostol dicta suscartas a los cristianos efesios, filipenses, colosenses y he-breos, y a un hermano de nombre Filem on. Mientras est adetenido, Pablo tambi

    en atiende a On

    esimo, un esclavo fu-

    gitivo al que trata como a un hijo y a quien luego enva a su

    amo (Filem. 10). Y sin duda se interesa por quienes lo cus-todian (1 Cor. 9:22). Es f

    acil imaginarse a Pablo pregunt

    an-

    dole a un soldado sobre las diferentes partes de su arma-dura y usando esos elementos en una excelente ilustraci

    on

    (Efes. 6:13-17).

    Los soldados

    oyeron a Pablo dicta

    algunas de sus cartas

    Los muros del Castra Praetoriaen la actualidad

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    16/32

    HABLARON LA PALABRA DE DIOS SIN TEMOR

    El encarcelamiento de Pablo contribuy

    o a que toda laGuardia Pretoriana y otras personas conocieran las buenas nuevas (Filip. 1:12, 13). Los ocupantes del Castra Praetoria ten

    an contactos por todo el imperio y en el palacio

    imperial. En el palacio no solo vivan el emperador y su

    familia, sino adem

    as muchos siervos y esclavos, algunode los cuales se hicieron cristianos (Filip. 4:22). La valenta de Pablo anim

    o a los hermanos de Roma a hablar sin

    temor la palabra de Dios (Filip. 1:14).

    El ejemplo de Pablo tambi

    en nos anima a nosotros apredicar con valor en tiempo favorable [y] en tiempo dificultoso (2 Tim. 4:2). Algunos de nuestros hermanos est

    an recluidos en su casa, en asilos o en hospitales. Otros

    est

    an en prisi

    on por causa de su fe. Sean cuales seannuestras circunstancias, podemos hablarles de la verdad

    a quienes nos visitan, como un m edico u otra persona quenos brinde alg

    un servicio. Cuando aprovechamos toda

    oportunidad para predicar, vemos con nuestros propioojos que la palabra de Dios no est

    a encadenada (2 Tim

    2:8, 9).

    Sexto Afranio Burro

    Puede que Afranio Burro haya nacido

    en Vaison-la-Romaine, hoy poblaci

    on

    del sur de Francia, donde se encontr

    o

    en 1884 una inscripci

    on con su nom-

    bre. En el a

    no 51 de nuestra era,

    Agripina la Menor, esposa y sobrina de

    Claudio C

    esar, nombr

    o a Afranio Burro

    prefecto de la Guardia Pretoriana. Agri-

    pina le encomend

    o a este destacado

    soldado la instrucci

    on militar de suhijo, Ner

    on, ya que quer

    a prepararlo

    para que ocupara el trono imperial.

    Adem

    as, hizo que el fil

    osofo S

    eneca

    se encargara de su educaci

    on. Cuan-

    do Agripina decidi

    o envenenar a su

    esposo, Afranio Burro llev

    o a Ner

    on al

    Castra Praetoria, donde hizo que la

    guardia lo proclamara emperador an-

    tes de que se hiciera p

    ublica la muerte

    de Claudio. Al Senado romano no lequed

    o otra alternativa que reconocer

    al nuevo c

    esar. Afranio Burro tambi

    en

    encubri

    o a Ner

    on cuando este mand

    o

    asesinar a su madre en el a

    no 59. Los

    historiadores romanos Suetonio y Di

    on

    Casio responsabilizan a Ner

    on del en-

    venenamiento de Sexto Afranio Burro

    en el a

    no 62.

    Musee

    CalvetAvignon

    Inscripci

    on con el nombrede Sexto Afranio Burro

    Sin importar cu

    ales sean nuestras circunstancias, podemospredicarles a quienes nos brindan diferentes servicios

    16 LA ATALAYA

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    17/32

    EN LA noche del 30 de octubre de 1938, millonesde personas en Estados Unidos escuchaban un po-pular programa de radio. La programaci

    on inclu

    a la

    adaptaci

    on de una novela de ciencia ficci

    on titula-da La guerra de los mundos. Los actores interpretabanel papel de periodistas que narraban la llegada a laTierra de invasores procedentes del planeta Marte y

    que iban destruyendo lo que encontraban a su paso.A pesar de que se hab

    a anunciado que se trataba de

    una ficci

    on, mucha gente pens

    o que el ataque era realy se asust

    o. Incluso hubo quienes tomaron medidas

    para protegerse de los imaginarios extraterrestres.2 En la actualidad, una guerra est

    a a punto de es-

    tallar. Y esta es real. Lamentablemente, la mayora

    de las personas no est

    a haciendo nada por salvarse.Es una guerra que se predice en la Palabra inspiradade Dios, la Biblia, no en una novela de ciencia ficci

    on.

    Se trata de Armaged on, la guerra que Dios pelear acontra este mundo malvado (Rev. 16:14-16). Cuandoeso ocurra, los siervos de Jehov

    a no necesitar

    an lu-

    char, pero s quedar

    an impresionados ante los asom-

    brosos acontecimientos que tendr

    an lugar y las impo-nentes demostraciones del poder divino.

    3 La profeca b

    blica del cap

    tulo 14 de Zacar

    as

    est

    a directamente relacionada con la guerra de Ar-maged

    on. Aunque se escribi

    o hace unos dos mil qui-

    nientos a

    nos, tiene mucho que ver con nuestras

    vidas (Rom. 15:4). Gran parte de esta profeca se re-laciona con situaciones que ha vivido el pueblo deDios desde 1914 cuando el Reino mesi

    anico fue es-

    tablecido en el cielo y con emocionantes sucesos

    1, 2. Qu

    e guerra real est

    a a punto de estallar, y qu

    e no ne-cesitar

    an hacer los siervos de Dios cuando eso ocurra?

    3. Qu

    e profeca analizaremos, y por qu

    e deber

    a interesar-

    nos?

    BUSQUE PROTECCION

    EN EL VALLE

    DE JEHOVA

    Jehov

    a [...] guerrear

    acontra aquellas nacio-nes como en el d

    a de

    su guerrear, en el da

    de pelea. (ZAC. 14:3)

    PODRIA EXPLICARLO?

    En qu

    e sentido se parte en dos

    la monta

    na de los olivos?

    Qu

    e representa el valle muy

    grande, y qu

    e podemos hacer

    para quedarnos en

    el?

    Qu

    e son las aguas vivas,

    y qui

    enes se benefician de

    beberlas?

    17

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    18/32

    que ocurrir

    an dentro de poco. Dos ele-mentos destacados de esta profec

    a son

    un valle muy grande y aguas vivasque fluyen desde Jerusal

    en (Zac. 14:4, 8).

    Los siervos de Jehov

    a necesitamos estevalle para protegernos. Y cuando apren-

    demos lo que las aguas representan,no solo comprendemos la importancia debeber de ellas, sino que deseamos hacer-lo. Sin duda sacaremos mucho provechode prestar atenci

    on a esta profec

    a (2 Ped.

    1:19, 20).

    COMIENZA

    UN DIA QUE PERTENECE A JEHOV

    A

    4 Las primeras palabras del captulo 14

    de Zacaras hablan de un d

    a que per-

    tenece a Jehov a (lea Zacaras 14:1, 2).Qu

    e d

    a es ese? El d

    a del Se

    nor, que

    se inici

    o cuando el reino del mundo [...]lleg

    o a ser el reino de nuestro Se

    nor y de

    su Cristo (Rev. 1:10; 11:15). En qu

    e a

    noocurri

    o eso? En 1914, el a

    no en que naci

    o

    el Reino mesi

    anico en el cielo. D

    ecadasantes, los siervos de Jehov

    a comenzaron

    a predicar que los tiempos se

    nalados delas naciones o tiempos de los gentilesse acabaran en 1914 y que a partir deentonces el mundo vivir

    a un per

    odo de

    conflictos sin precedentes (Luc. 21:24).Qu

    e hicieron las naciones? En lugar de

    prestar atenci

    on a ese oportuno aviso,los l

    deres pol

    ticos y religiosos se bur-

    laron de los incansables evangelizadoresungidos y los persiguieron. Pero en reali-dad se estaban burlando del Dios todo-poderoso, pues los embajadores ungidosdel Reino mesi anico tambi en llamadola Jerusal

    en celestial forman parte de

    ese Reino y act

    uan como sus represen-tantes (Heb. 12:22, 28).

    4. a) Cu

    ando comenz

    o el da que pertenece a

    Jehov

    a? b) Qu

    e mensaje comenzaron a predi-car los siervos de Jehov

    a antes de 1914, y qu

    e

    hicieron los lderes de las naciones?

    5 Zacaras ya hab

    a profetizado lo que

    hicieron las naciones.El escribi

    o: La

    ciudad [Jerusal

    en] realmente ser

    a toma-da. La ciudad corresponde al Reinomesi

    anico de Dios. Sus representan-

    tes en la Tierra son sus ciudadanos,

    es decir, los cristianos ungidos que a

    unno han ascendido al cielo (Filip. 3:20).Durante la Primera Guerra Mundial, laciudad fue tomada cuando ciertos cris-tianos con muchas responsabilidades enla parte terrestre de la organizaci

    on de

    Jehov

    a fueron arrestados y enviados auna prisi

    on de Atlanta (Georgia, Estados

    Unidos). Las casas [fueron] saqueadascuando estos cristianos y otros herma-

    nos leales se convirtieron en las v

    cti-mas inocentes de numerosas injusticiasy ataques violentos. Adem

    as, los agreso-

    res prohibieron sus publicaciones y trata-ron de detener la predicaci

    on del Reino

    de Dios. Fue como si les hubieran robadosus posesiones.

    6 Aunque los siervos de Dios eran in-feriores en n

    umero y fueron blanco de

    mentiras, opresi

    on y violencia, sus ene-

    migos no pudieron acabar con la religi

    onverdadera, pues hubo cristianos ungidosque permanecieron fieles. Estos fueronlos restantes del pueblo que se negarona ser cortados de la ciudad.

    7 Se haba cumplido por completo

    esta profeca cuando finaliz

    o la Primera

    Guerra Mundial? No, pues las nacionesseguir

    an atacando tanto a los cristianos

    ungidos como a sus leales compa

    neros,

    quienes esperan vivir para siempre enla Tierra (Rev. 12:17). Recordemos, porejemplo, que el pueblo de Dios fue per-

    5, 6. a) Seg

    un profetiz

    o Zacaras, qu

    e hicie-

    ron las naciones contra la ciudad y sus ciu-dadanos? b) Qui

    enes eran los restantes del

    pueblo?

    7. A qu

    e nos anima el historial de lealtad delos ungidos?

    18 LA ATALAYA

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    19/32

    15 DE FEBRERO DE 2013 19

    seguido cruelmente durante la SegundaGuerra Mundial. El historial de lealtadde los ungidos anima a los siervos de

    Jehov

    a de la actualidad a aguantar cual-quier prueba, incluso el rechazo y la bur-la de familiares no Testigos o de compa-

    neros de trabajo o escuela (1 Ped. 1:6, 7).Sin importar d onde vivan, los verdaderoscristianos est

    an m

    as decididos que nun-

    ca a mantenerse firmes en un mismoesp

    ritu y no se sienten atemorizados

    por sus contrarios (Filip. 1:27, 28). Perod

    onde puede el pueblo de Jehov

    a bus-

    car protecci

    on en un mundo que lo odia?(Juan 15:17-19.)

    JEHOVA CREA UN VALLE MUY GRANDE

    8 En vista de que la ciudad Jerusa-l

    en es una representaci

    on del Reino de

    Dios, la monta

    na de los olivos, que est

    aenfrente de Jerusal

    en, tambi

    en debe

    simbolizar algo. De qu

    e se trata? Porqu

    e tiene que partirse por en medio

    y convertirse en dos monta

    nas? Y porqu

    e dice Jehov

    a mis monta

    nas? (Lea

    Zacar

    as 14:3-5.)En la Biblia, las monta-nas pueden representar reinos, o gobier-nos. Y la monta na de Dios se relacionacon bendiciones y protecci

    on (Sal. 72:3;

    Is. 25:6, 7). Por tanto, la monta

    na delos olivos, sobre la que Dios se ponede pie, representa la soberan

    a universal

    de Jehov

    a, es decir, su derecho a ser elGobernante Supremo del universo.

    9 En qu

    e sentido se parte en dos lamonta

    na de los olivos? La monta

    na, si-

    tuada al este de Jerusal

    en, se parte en elsentido de que Jehov a establece un nue-

    vo gobierno: el Reino mesi

    anico. Este go-bierno secundario tambi

    en pertenece a

    8. a) Qu

    e pueden representar las monta

    nasen la Biblia? b) Qu

    e representa la monta

    na de

    los olivos?

    9. En qu

    e sentido se parte en dos la monta

    nade los olivos?

    Dios, aunque

    el lo pone en manos de Je-sucristo. Por esa raz

    on, cuando el mon-

    te de los Olivos se divide y forma dosmonta

    nas, Jehov

    a las llama mis monta-

    nas (Zac. 14:4, nota; 14:5). Ambas sonsuyas.

    10

    Cuando la monta

    na de los olivosse parte en dos, una mitad queda al nor-te y otra al sur. Los pies de Jehov

    a quedan

    sobre ambas monta

    nas, y un valle muygrande se abre debajo de

    el. Qu

    e repre-

    senta ese valle? La protecci

    on que reci-ben los siervos de Dios bajo el gobiernouniversal de Jehov

    a y el Reino mesi

    anico

    de su Hijo. Jehov

    a garantiza as que na-

    die aplastar

    a la religi

    on verdadera. Aho-ra bien, cu

    ando se parti

    o la monta

    na?

    En 1914, el a no en que concluyeron lostiempos de los gentiles y Dios estableci

    o

    el Reino mesi

    anico en el cielo. Y cu

    an-do comenzaron los verdaderos siervos deDios a huir al valle? Veamos.

    COMIENZA LA HUIDA AL VALLE!

    11 Je s

    us advirti

    o a sus discpulos:

    Ser

    an objeto de odio de parte de to-das las naciones por causa de mi nom-

    bre (Mat. 24:9). Ese odio se ha ido in-tensificando m

    a s y m

    as desde 1914,

    cuando empezaron los

    ultimos das de

    este mundo malvado. Durante la Prime-ra Guerra Mundial, los enemigos persi-guieron cruelmente a los fieles cristia-nos ungidos y, como vimos, lograron quealgunos fueran encarcelados. Con todo,no pudieron acabar con la religi

    on verda-

    dera, pues en 1919 esos cristianos salie-

    ron de la prisi

    on. Tras eso, el pueblo deDios fue liberado de las garras de Babilo-nia la Grande, el conjunto de religiones

    10. Qu

    e representa el valle muy grande queapareci

    o entre las dos monta

    nas?

    11, 12. a) Cu

    ando comenz

    o la huida al va-lle de Jehov

    a? b) Qu

    e demuestra que Jehov

    a

    est

    a protegiendo a su pueblo con su poderosobrazo?

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    20/32

    20 LA ATALAYA

    falsas de este mundo (Rev. 11:11, 12).1Fue entonces cuando comenz

    o la huida

    al valle que hay entre las monta

    nas deJehov

    a.

    12 Desde ese a

    no, el valle de Jehov

    aprotege a los verdaderos siervos de Dios

    de todo el mundo. Es verdad que duran-te mucho tiempo se han prohibido laspublicaciones b

    blicas de los Testigos y

    se ha tratado de impedir su predicaci

    onen muchos pa

    ses. Sin embargo, hagan lo

    que hagan las naciones, no podr

    an aca-bar con la religi

    on verdadera. Jehov

    a est

    a

    protegiendo a su pueblo con su poderosobrazo (Deut. 11:2).

    13 Si nos mantenemos cerca de Jehov

    a

    y nos ponemos de parte de la verdad, tan-to el como su Hijo, Jesucristo, nos prote-ger

    an. Dios no permitir

    a que nada ni na-

    die nos aleje de

    el (Juan 10:28, 29). Jehov

    adesea ayudarnos para que seamos lealesa su gobierno universal y al Reino me-si

    anico. Y como la gran tribulaci

    on est

    a

    tan cerca, ahora es m

    as importante quenunca que nos quedemos en el valle de

    Jehov

    a.

    SE ACERCA EL DIA DE SU GUERREAR

    14 Hasta que termine este sistema, Sa-tan

    as seguir

    a golpeando al pueblo de

    Dios, y cada vez lo har

    a con m

    as fuerza.Pero llegar

    a el d

    a en que lanzar

    a su

    ulti-

    mo ataque, cuando Jehov

    a luche contrasus enemigos en el d

    a de su guerrear.

    Entonces quedar

    a m

    as claro que nuncaque el Soberano del universo es un pode-roso guerrero (Zac. 14:3).

    1 Vea el libroApocalipsis... se acerca su magnfica cul-

    minaci

    on!, p

    aginas 169 y 170.

    13. C

    omo buscamos protecci

    on en el valle deJehov

    a, y por qu

    e es ahora m

    as importante que

    nunca que nos quedemos en

    el?

    14, 15. Qu

    e les ocurrir

    a a los que no est

    en enel valle de Jehov

    a cuando

    el pelee contra sus

    enemigos?

    15 Pero qu

    e les ocurrir

    a entonces a losque no est

    en en el gran valle de Jeho-

    v

    a? La Biblia dice que para ellos no ha-br

    a luz preciosa, es decir, que no ten-

    dr

    an la aprobaci

    on de Dios. Adem

    as, laprofec

    a a

    nade que el caballo, el mulo,

    el camello, y el asno, y toda suerte deanimal dom estico smbolos del arma-mento de las naciones se congelar

    an, o

    sea, que no servir

    an para pelear, como sihubieran quedado in

    utiles por culpa del

    fro. Tambi

    en se dice que Jehov

    a utilizar

    a

    un azote, o enfermedad. Sea este lite-ral o no, silenciar

    a las espantosas ame-

    nazas de los enemigos. En ese da, los

    ojos y la lengua de los atacantes se pu-drir

    an. En qu

    e sentido? En el sentido

    de que no podr an hacernos da no ni desa-fiar a Dios con sus palabras (Zac. 14:6, 7,12, 15). Es cierto que Satan

    as tendr

    a en

    la Tierra muchsimos ej

    ercitos listos para

    entrar en guerra, pero sin importar d

    on-de est

    en, Jehov

    a los destruir

    a (Rev. 19:

    19-21). Ser

    a tal como dice Jeremas 25:

    32, 33: Los muertos por Jehov

    a cierta-mente llegar

    an a estar en aquel d

    a desde

    un extremo de la tierra hasta el mismsi-

    mo otro extremo.16 En las guerras todos sufren, inclu-

    so los vencedores. Hay gente que pier-de sus casas, sus propiedades y hasta susderechos. En general, el nivel de vida se

    viene abajo y muchos no tienen qu

    e lle-varse a la boca. Si eso nos pasa durantela gran tribulaci

    on, qu

    e haremos? Nos

    dejaremos llevar por el p

    anico? Trai-cionaremos nuestra fe si nos presionan?

    Perderemos la esperanza y nos amarga-remos? Para que esto no ocurra, ser

    a fun-

    damental que nos quedemos en el vallede Jehov

    a y que confiemos en que

    el pue-

    de salvarnos (lea Habacuc 3:17, 18).

    16. Puesto que la guerra de Jehov

    a est

    a cerca,qu

    e debemos preguntarnos, y qu

    e tendremos

    que hacer?

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    21/32

    SALDRAN AGUAS VIVAS

    17 Despu

    es de la guerra de Armage-d

    on, aguas vivas fluir

    an sin cesar y en

    abundancia desde la sede del Reino me-si

    anico. Qu

    e representan esas aguas?

    Todo lo que Jehov

    a nos da para que ten-

    gamos vida eterna. Y qu

    e son los maresde los que habla la profec

    a? Pues bien,

    el mar oriental se refiere al mar Muer-to, y el mar occidental, al Mediterr

    a-

    neo. Cada uno simboliza a un grupodistinto de personas. El mar Muerto re-presenta a quienes est

    an en la sepultu-

    ra y ser

    an resucitados. Y como el Medi-

    17, 18. a) Qu

    e son las aguas vivas? b) Qu

    erepresentan el mar oriental y el mar occiden-

    tal? c) Qu e est a usted decidido a hacer?

    terr

    aneo est

    a lleno de vida, es un smbolo

    apropiado de la gran muchedumbre depersonas que sobrevivir

    an al Armaged

    on

    (lea Zacar

    as 14:8, 9; Rev. 7:9-15). Cuan-do ambos grupos sacien su sed en ester

    o de agua de vida, ser

    an liberados de

    la condena a muerte que Ad

    an nos dej

    o(Rev. 22:1, 2).18 Gracias a la protecci

    on de Jehov

    aso-

    breviviremos al fin de este mundo malva-do y entraremos en el justo nuevo mun-do de Dios. Por eso, aunque todas lasnaciones nos odien, apoyemos lealmen-te el Reino de Dios, busquemos protec-ci

    on en el valle de Jehov

    a y qued

    emonos

    en

    el.

    Busquemos protecci

    on

    en el valle de Jehov

    a

    y qued

    emonos en

    el

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    22/32

    22 LA ATALAYA

    Las Escrituras nos advierten: Del coraz

    on sa-

    len razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios,

    fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfe-

    mias (Mat. 15:19). Nuestro coraz

    on simb

    olico la

    persona que somos por dentro puede traicionar-

    nos y llevarnos a justificar un comportamiento que

    Dios condena. Quiz

    as no nos demos cuenta de ellohasta despu

    es de haber actuado imprudentemen-

    te. C

    omo podemos descubrir las intenciones de

    nuestro coraz

    on antes de tomar un mal camino?

    COMO DESCUBRIR

    LAS INTENCIONES DEL CORAZON

    Leamos a diario la Biblia y meditemos en lo que

    leemos. Seg

    un escribi

    o el ap

    ostol Pablo, la pala-

    bra de Dios es viva, y ejerce poder, y es m

    as agu

    da que toda espada de dos filos, y penetra hasta

    dividir entre alma y espritu. El mensaje de Dios

    que leemos en las Escrituras puede discernir pen

    samientos e intenciones del coraz

    on (Heb. 4:12)

    Cuando estudiamos la Biblia, debemos exami

    nar nuestros pensamientos y acciones; hacer estonos ayudar

    a a descubrir lo que realmente hay en

    nuestro coraz

    on. Por lo tanto, es esencial que la

    leamos a diario y reflexionemos en lo que leemos

    Como resultado, veremos las cosas como las ve

    Jehov

    a.

    Aceptando y poniendo en pr

    actica los principios

    bblicos educamos nuestra conciencia; entonces

    esta facultad interna puede avisarnos si algo esta

    Cuidado conlas intenciones del

    coraz

    onLa Biblia declara que el coraz ones m

    as traicionero que cualquier otra

    cosa, y es desesperado (Jer. 17:9).

    Cuando nuestro coraz

    on desea algo

    intensamente, verdad que es f

    acil

    encontrar excusas para complacerlo?

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    23/32

    15 DE FEBRERO DE 2013 23

    mal y evitar que justifiquemos cualquier mala conducta (Rom. 9:1). Ade-

    m

    as, en la Biblia encontramos ejemplos que pueden servirnos de adver-

    tencia (1 Cor. 10:11). Aprender de ellos impedir

    a que demos un paso en

    falso. Sin duda, esto es algo que todos podemos hacer.

    Pidamos ayuda en oraci

    on. Jehov

    a examina los corazones (1 Cr

    on.

    29:17).El es mayor que nuestro coraz

    on y conoce todas las cosas

    (1 Juan 3:20). Por tanto, no lo podemos enga

    nar. Si le contamos con fran-queza nuestras preocupaciones, sentimientos y deseos,

    el nos ayudar

    a a

    ver lo que somos en nuestro interior. Hasta podemos pedirle que nos d

    e

    un coraz

    on puro (Sal. 51:10). La oraci

    on es un recurso imprescindible

    para descubrir hacia d

    onde se inclina nuestro coraz

    on.

    Escuchemos con atenci

    on en las reuniones. Si as lo hacemos, podre-

    mos examinar con honestidad nuestro coraz

    on. Aunque es cierto que

    no hay informaci

    on nueva en cada reuni

    on, vale la pena escuchar siem-

    pre con inter

    es. Por qu

    e? Porque en ellas se nos ayuda a comprender

    mejor los principios bblicos y recibimos consejos que nos permiten eva-

    luarnos y hacer cambios en nuestra vida. Para ello tambi

    en son muy va-liosos los comentarios de los dem

    as (Prov. 27:17). Ahora bien, si no asis-

    timos a las reuniones con nuestros hermanos, nos podramos preocupar

    demasiado por nuestros propios asuntos y tomar malas decisiones (Prov.

    18:1). De modo que es bueno preguntarse: Acostumbro ir a todas las

    reuniones y me beneficio de ellas? (Heb. 10:24, 25).

    A DONDE NOS LLEVA NUESTRO CORAZ

    ON ?

    Nuestro coraz

    on traicionero puede descarriarnos en muchos aspec-

    tos de la vida. Repasemos cuatro: la b

    usqueda de seguridad econ

    omi-

    ca, el consumo de bebidas alcoh

    olicas, la elecci

    on de amistades y el uso

    del tiempo libre.

    La b

    usqueda de seguridad econ

    omica. No tiene nada de malo traba-

    jar para satisfacer nuestras necesidades. Sin embargo, Jes

    us advirti

    o

    del peligro de poner los bienes materiales por encima de todo. En una

    ilustraci

    on, habl

    o de un hombre rico que haba llenado sus graneros.

    Como no tena d

    onde guardar la siguiente cosecha, plane

    o derribarlos

    y construir otros m

    as grandes.El pensaba: All

    recoger

    e todo mi grano

    y todas mis cosas buenas; y dir

    e a mi alma: Alma, tienes muchas cosas

    buenas almacenadas para muchos a

    nos; p

    asalo tranquila, come, bebe,

    goza . No tom

    o en cuenta que poda morir esa misma noche (Luc. 12:

    16-20).

    Al irnos haciendo mayores, podra preocuparnos contar con suficien-

    te dinero durante la vejez. Como resultado, tal vez busquemos pretex-

    tos para trabajar horas extras cuando tenemos reuni

    on o puede que

    descuidemos nuestras responsabilidades cristianas de alguna manera.

    Sin duda, esta sera una tendencia muy peligrosa. Y si somos j

    ovenes

    y sabemos que servir de tiempo completo es la mejor carrera en la vida?

    Dejaremos el precursorado para m

    as adelante porque pensamos que

    C

    omo influye

    la lectura diaria

    de la Biblia en nue

    coraz

    on simb

    olico?

    La oraci

    on nos ayu

    a conocer nuestra

    persona interior

    Las reuniones nospermiten descubri

    las intenciones

    de nuestro coraz

    o

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    24/32

    24 LA ATALAYA

    hay que trabajar y ahorrar primero? No debera-

    mos esforzarnos al m

    aximo ahora por darle a Dios

    lo mejor de nosotros? Al fin y al cabo, ni siquiera

    sabemos si estaremos vivos ma

    nana.

    El consumo de bebidas alcoh

    olicas. Proverbios

    23:20 aconseja: No llegues a estar entre los que

    beben vino en exceso. Quien tiene el fuerte deseode consumir alcohol podr

    a beber con frecuencia y

    buscar excusas diciendo que no quiere emborra-

    charse sino solo relajarse. Si necesitamos alcohol

    para relajarnos, tal vez sea hora de examinar con

    honradez cu

    ales son las inclinaciones de nuestro

    coraz

    on.

    La elecci

    on de amistades. Es inevitable tener

    alg

    un contacto con personas que no comparten

    nuestra fe, como compa

    neros de estudio o de tra-

    bajo, o con quienes hablamos en la predicaci

    on.Pero hacer vida social o incluso tener una amis-

    tad estrecha con ellos es algo muy diferente. Qui-

    z

    as nos justifiquemos diciendo que son buenas

    personas. Sin embargo, la advertencia que da la

    Biblia es clara: No se extraven. Las malas com-

    pa

    nas echan a perder los h

    abitos

    utiles (1 Cor.

    15:33). Tal como un poco de suciedad puede con-

    taminar el agua limpia de un recipiente, la amistad

    con quienes no sirven fielmente a Jehov

    a puede

    contaminar nuestra espiritualidad. Con el tiempopodramos imitar su forma de pensar, vestir, ha-

    blar y comportarse.

    El uso del tiempo libre. La tecnologa moder-

    na pone a nuestro alcance infinidad de maneras

    de entretenernos, y muchas de ellas no son bue-

    nas para los cristianos. El ap

    ostol Pablo dijo que

    no debemos ni siquiera mencionar cosas sucias

    (Efes. 5:3). Y si a nuestro coraz

    on le atrae ver o

    escuchar algo sucio? Tal vez digamos que todo el

    mundo necesita relajarse o distraerse de vez encuando y que la forma de hacerlo es un asunto per-

    sonal. Pero lo mejor es tomar el consejo de Pablo

    muy en serio y no permitir que nada sucio entre por

    nuestros ojos o nuestros odos.

    PODEMOS CAMBIAR

    Aunque nuestro coraz

    on traicionero nos haya

    enga

    nado y estemos acostumbrados a justificar

    nuestra mala conducta, podemos cambiar (Efes

    4:22-24). Veamos dos ejemplos.

    Miguel1 tuvo que corregir su opini

    on sobre las

    posesiones. Mi esposa, mi hijo y yo cuenta

    el

    somos de un pas donde se da mucha importancia

    a tener lo mejor y lo

    ultimo en tecnologa y como

    didades. Quise sacarle el jugo al mundo creyendo que podra hacerlo sin ser materialista. Pronto

    me di cuenta de que la b

    usqueda de bienes mate

    riales es como viajar por una carretera sin final

    Le ped ayuda a Jehov

    a para cambiar mi punto de

    vista y las intenciones de mi coraz

    on, y le dije que

    nuestra familia quera servirle al m

    aximo. Decid

    mos llevar una vida m

    as sencilla y mudarnos a un

    lugar con m

    as necesidad de publicadores. Poco

    despu

    es nos hicimos precursores, y hemos com

    probado que no se necesitan demasiadas cosas

    para estar felices y satisfechos.

    El caso de Leo demuestra la importancia de

    examinarnos con franqueza.El lo hizo y logr

    o de

    jar sus malas amistades. Leo cuenta: Debido a

    mi trabajo tena que reunirme con proveedores ex

    tranjeros. Aunque saba que en esas reuniones se

    beba mucho, a m

    me gustaba ir. A menudo estu

    ve a punto de emborracharme, y luego me moles

    taba la conciencia. Sent que ten

    a que examina

    mi coraz

    on con honestidad. Los consejos de la B

    blia y las sugerencias de los ancianos me ayudarona ver la ra

    z del problema: buscaba la compa

    n

    a de

    personas que no aman a Jehov

    a. Ahora hago mis

    negocios principalmente por tel

    efono y mantengo

    el contacto con los proveedores al mnimo.

    Tenemos que ser honestos con nosotros mis

    mos y descubrir las intenciones de nuestro co

    raz

    on. Para conseguirlo, debemos pedirle ayuda

    a Jehov

    a porque

    el est

    a enterado de los secre

    tos del coraz

    on (Sal. 44:21). Tambi

    en contamos

    con su Palabra, que es como un espejo que nospermite ver la clase de personas que somos po

    dentro (Sant. 1:22-25). Adem

    as, recibimos valio

    sos consejos en las publicaciones y reuniones cris

    tianas. Con todos estos recursos lograremos pro

    teger nuestro coraz

    on y hacer lo que le agrada a

    Jehov

    a.

    1 Se han cambiado los nombres.

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

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    CUANDO escucha la palabragloria, qu

    e le viene a lamente? El esplendor de la creaci

    on? (Sal. 19:1.) Las

    alabanzas que reciben los m

    as ricos, los m

    as inteli-gentes o los que han hecho cosas extraordinarias?En la Biblia, la palabra hebrea para gloria transmi-te la idea de peso. Antiguamente, las monedas se fa-bricaban con metales preciosos y su valor depend

    a

    de su peso; cuanto m as pesaban, m as valiosas eran.Por eso, la palabra que se traduce gloria se empez

    o

    a usar para referirse a algo valioso, admirable o im-presionante.

    2 Tal vez la gente d

    e gloria, u honre, a alguien porsu poder, posici

    on o reputaci

    on. Pero y Jehov

    a? Las

    Escrituras explican a qu

    e clase de personas honra

    el.En Proverbios 22:4 dice: El resultado de la humildad

    y del temor de Jehov

    a es riquezas y gloria y vida. Y eldisc

    pulo Santiago escribi

    o: Hum

    llense a los ojos

    de Jehov a, y el los ensalzar a, o les dar a honra (Sant.4:10). Ahora bien, qu

    e tipo de gloria nos da Jehov

    a?

    Qu

    e podra impedir que la recibi

    eramos? Y qu

    e po-

    demos hacer para que otras personas tambi

    en la ten-gan?

    3 El compositor del Salmo 73 estaba seguro de queJehov

    a lo tomar

    a de la mano para guiarlo y le da-

    ra aut

    entica gloria (lea Salmo 73:23, 24). C

    omo da

    gloria Jehov

    a a sus siervos humildes?El nos hon-

    ra de muchas formas. Por ejemplo, nos bendice al

    permitirnos conocer cu al es su voluntad (1 Cor. 2:7).Si escuchamos su palabra y le obedecemos, nos hon-ra con su amistad (Sant. 4:8).

    4 Adem

    as, Dios ha puesto al cuidado de sus

    1, 2. a) Qu

    e idea transmite la palabra que en la Biblia setraduce gloria? b) Qu

    e preguntas se responder

    an en este

    artculo?

    3-5. C

    omo nos da gloria Jehov

    a?

    QUE NADANOS IMPIDA RECIBIR

    LA GLORIA DE DIOS

    El que es humildede esp

    ritu se asir

    a

    de la gloria.(PROV. 29:23)

    COMO RESPONDER

    IA?

    C

    omo nos da gloria Jehov

    a?

    Qu

    e podra impedir que recibi

    e-

    ramos la gloria que Dios da?

    C

    omo puede nuestro aguante

    ayudar a que otros reciban

    la gloria de Dios?

    25

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    26/32

    26 LA ATALAYA

    siervos un valioso tesoro: el ministeriocristiano (2 Cor. 4:1, 7). Cuando predica-mos para alabar a nuestro Padre celestial

    y ayudar a otros,

    el nos da gloria. A losque me honran honrar

    e, prometi

    o Jeho-

    v

    a (1 Sam. 2:30). En otras palabras, tene-

    mos el honor de disfrutar de una buenareputaci on ante el y ante la congregaci on(Prov. 11:16; 22:1).

    5 Y si esperamos en Jehov

    a y andamosen su camino,

    el nos dar

    a un maravillo-

    so futuro, pues la Biblia promete: [Dios]te ensalzar

    a para tomar posesi

    on de la

    tierra. Cuando los inicuos sean cortados,t

    u lo ver

    as (Sal. 37:34). As

    que tenemos

    la firme esperanza de ser honrados con

    vida eterna (Sal. 37:29).

    NO ACEPTO GLORIA

    DE PARTE DE LOS HOMBRES

    6 Como hemos visto, Jehov

    a deseadarnos gloria. Pero qu

    e pudiera impe-

    dir que la recibi

    eramos? Un obst

    aculo esdarle demasiado peso, o importancia, ala opini

    on de quienes no tienen la apro-

    baci

    on de Dios. Eso fue lo que les ocurri

    o

    a muchos gobernantes de los das de Je-

    s

    us. Fij

    emonos en lo que escribi

    oelap

    os-tol Juan sobre ellos: Pusieron fe en [Je-s

    us], pero a causa de los fariseos no lo

    confesaban, para no ser expulsados dela sinagoga; porque amaban la gloria delos hombres m

    as que la misma gloria

    de Dios (Juan 12:42, 43). No cabe duda:les habr

    a ido mucho mejor si no le hu-

    bieran dado tanta importancia a la opi-

    ni

    on de los fariseos.7 Durante su ministerio, Jes

    us se

    nal

    o

    por qu

    e muchos no lo aceptaban ni te-n

    an fe en

    el (lea Juan 5:39-44). La na-

    ci

    on de Israel llevaba siglos esperando lallegada del Mes

    as, o Cristo. Daniel ha-

    6, 7. Por qu

    e muchas personas no creyeron enJes

    us?

    ba profetizado el momento en que este

    aparecera, y puede que algunos hayan

    comprendido que ese momento haba

    llegado. Tal vez por eso, al ver a Juan elBautista predicando, muchos se pregun-taron: Acaso ser

    a

    el el Cristo? (Luc.

    3:15). Unos meses m

    as tarde, Jes

    us co-menz o a predicar; el tan esperado Me-sas ya estaba all

    ense

    n

    andoles. Pero la-

    mentablemente, los que conocan bien

    la Ley de Dios no lo aceptaron. Jes

    usdej

    o bien claro por qu

    e hab

    an cometi-

    do ese error: C

    omo pueden creer uste-des, cuando aceptan gloria unos de otros

    y no buscan la gloria que proviene delunico Dios?.

    8

    La gloria de los hombres puede os-curecer la divina. C

    omo es posible? Para

    entenderlo, comparemos la gloria a laluz. El universo est

    a lleno de luz. Re-

    cuerda la

    ultima noche que mir

    o al cieloy descubri

    o un manto de miles de estre-

    llas? La gloria de los cuerpos celestesnos deja boquiabiertos (1 Cor. 15:40, 41).Ahora bien, cuando miramos al cielo enuna ciudad muy iluminada, se ve igual?

    Claro que no. Las luces de la ciudad casino nos dejan disfrutar del brillo de laslejanas estrellas. Esto no se debe a quelas luces de las calles, los estadios depor-tivos o los edificios sean m

    as brillantes

    y hermosas que las del cielo, sino a queest

    an m

    as cerca de nosotros y estorban

    nuestra visi

    on de la creaci

    on de Jehov

    a.Para contemplar las maravillas del cielonocturno, tendr

    amos que apagar las lu-

    ces artificiales o irnos a un lugar muy os-curo.

    9 Como las luces de la ciudad, la gloriade los hombres pudiera estar muy cercade nuestro coraz

    on e impedir que valo-

    r

    aramos la gloria que Jehov

    a quiere dar-

    8, 9. Ilustre c

    omo podra la gloria de los hom-

    bres oscurecer la que Dios nos da.

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    27/32

    15 DE FEBRERO DE 2013 27

    nos. Mucha gente no acepta el mensa-je del Reino porque teme lo que puedandecir sus amigos o familiares. Pero qu

    e

    hay de los siervos dedicados de Dios?Podr

    an desear la gloria de los dem

    as?

    Pensemos en un joven que debe predicar

    en una zona donde todo el mundo lo co-noce pero nadie sabe que es testigo deJehov

    a. Tendr

    a miedo de que lo vean?

    O imaginemos a un cristiano que va trasmetas espirituales pero otros se r

    en de

    el. Qu

    e har

    a? Permitir

    a que quienes

    carecen de visi

    on espiritual influyan ensus decisiones? Y si un hermano ha co-metido un pecado grave? Lo esconde-r

    a por temor a perder su buen nombre

    en la congregaci

    on o por no decepcionara sus seres queridos? Si lo m as impor-tante para

    el es hacer las paces con Jeho-

    v

    a, llamar

    a a los ancianos de la congrega-ci

    on y les pedir

    a ayuda (lea Santiago 5:

    14-16).10 Qu

    e haremos si estamos tratando

    de ser mejores cristianos y un hermanonos da un consejo? Sus palabras since-ras solo podr

    an ayudarnos si no somos

    orgullosos. As que evitemos ponernos

    a la defensiva, justificarnos o tratar desalvar las apariencias. O puede ser quetengamos que colaborar con un herma-no para realizar cierta tarea. Permitire-mos que nos domine el deseo de recibirlas alabanzas por las buenas ideas y elesfuerzo? Si alguna vez nos encontramosen situaciones como estas, recordemosque el que es humilde de esp

    ritu se asi-

    r

    a de la gloria (Prov. 29:23).11 Quienes desean ser superintenden-

    tes en la congregaci

    on o ya lo son no de-ben buscar las alabanzas de los dem

    as

    10. a) Qu

    e podra pasar si nos preocup

    aramos

    en exceso por lo que otros piensan de nosotros?b) Cu

    al ser

    a el beneficio de ser humildes?

    11. Qu

    e deberamos sentir cuando nos elo-

    gian, y por qu

    e?

    (1 Tes. 2:6; 1 Tim. 3:1). Entonces, c

    omodeber

    a reaccionar un hermano cuando

    recibe elogios sinceros por algo que hahecho? Est

    a claro que no levantar

    a un

    monumento en su honor, como hizo elrey Sa

    ul (1 Sam. 15:12). Ahora bien, re-

    conoce que si no fuera por la bondadinmerecida de Jehov a no lo habra con-seguido y que cualquier logro futuro de-pende de la bendici

    on y el respaldo

    divino? (1 Ped. 4:11.) Lo que sentimoscuando otros nos alaban revela qu

    e cla-

    se de gloria estamos persiguiendo (Prov.27:21).

    QUIEREN HACER

    LOS DESEOS DE SU PADRE

    12 Nuestros malos deseos tambi enpueden impedir que recibamos la gloriade Dios, pues si estos nos controlan, tal

    vez no queramos escuchar la verdad (leaJuan 8:43-47). Jes

    us afirm

    o que ciertos

    judos no escuchaban su mensaje por-

    que deseaban hacer la voluntad del Dia-blo. Les dijo: Ustedes [...] quieren hacerlos deseos de su padre.

    13 A menudo omos solo lo que nos in-

    teresa (2 Ped. 3:5). Jehov a nos cre o conla capacidad de ignorar algunos sonidosque no necesitamos o

    r. Haga el siguien-

    te ejercicio: trate de distinguir cu

    antossonidos puede escuchar en este momen-to. Es probable que antes no se haya fija-do en algunos de ellos. Eso se debe a quesu cerebro le estaba ayudando a concen-trarse en una sola cosa, aunque este pue-de percibir y diferenciar varios sonidossimult aneamente. Sin embargo, se hadescubierto que cuando se trata de voceshumanas es m

    as dif

    cil prestar atenci

    on

    12. Por qu

    e no escucharon a Jes

    us ciertos ju-d

    os?

    13, 14. a) Qu

    e se ha descubierto sobre nues-tro cerebro y las voces humanas? b) Qu

    e

    determina a qui

    en escuchamos?

  • 7/30/2019 Atalaya Febrero

    28/32

    28 LA ATALAYA

    a varios sonidos al mismo tiempo. Cuan-do o

    mos a dos personas hablar tene-

    mos que elegir una, pues no podemosescuchar atentamente a las dos a la vez.Nuestra elecci

    on depender

    a de lo que

    queramos or. Los jud

    os que deseaban

    cumplir los deseos del Diablo decidieronno escuchar a Jes us.14 El libro b

    blico de Proverbios ha-

    bla en lenguaje simb

    olico de dos ca-sas: la de la sabidur

    a y la de la estupidez

    (Prov. 9:1-5, 13-17). Ambas, la sabidu-ra y la estupidez, nos hablan al mismo

    tiempo tratando de llamar nuestra aten-ci

    on. A cu

    al escucharemos? Depende

    de a qui

    en deseemos agradar. Jes

    us dijo

    que sus ovejas escuchan su voz (Juan10:16). Ellas est an de parte de la ver-dad y no conocen la voz de los extra-nos (Juan 10:5; 18:37). A quienes humil-demente act

    uan as

    , Dios les da gloria

    (Prov. 3:13, 16; 8:1, 18).

    SIGNIFICAN GLORIA PARA USTEDES

    15 Nuestro aguante al hacer la volun-tad de Jehov

    a contribuye a que otras per-

    sonas reciban la gloria divina. El ap

    ostol

    Pablo escribi o a los cristianos de Efe-so: Les pido que no se rindan porcausa de estas tribulaciones m

    as a fa-

    vor de ustedes, porque estas significangloria para ustedes (Efes. 3:13). Qu

    e

    quiso decir? Por qu

    e sus pruebas signi-ficaban gloria para ellos? Porque al con-tinuar ayudando a sus hermanos a pe-sar de los obst

    aculos les demostr

    o que

    servir a Dios es el privilegio m

    as valio-

    so de todos. Si Pablo se hubiera rendidoante las tribulaciones, no habr

    a dado

    a entender que su relaci

    on con Jehov

    a,su ministerio y su esperanza ten

    an poco

    valor? Con su aguante puso el cristianis-mo en la elevada posici

    on que merec

    a