AVENTURA EN EL CASTILLO

De repente oí un ruido fuerte, ¡era un rugido!, mire por la ventana y vi que todavía era de noche. Me levante y cogí la espada que tenía en la cabecera de la cama, era una buena costumbre, aunque me había costado aprenderla y mi ama siempre me reñía por ello. “Ten siempre cerca la espada, aprende a usarla bien, cógela con fuerza…” me repetía una y otra vez.

Me acerque a la puerta y con cuidado de no hacer ruido, la abrí, salí al pasillo y baje por las escaleras, pase la entrada y me situé en medio del patio. Era imposible que hubiera entrado nadie, la puerta estaba cerrada, entonces volví a oír el rugido, ¡ya lo entendía!, no habían entrado al castillo, lo sobrevolaban los hermanos Braiton en un Dragón de los Montes Sinfín.

¡Esos marranos! Subí las escaleras lo más rápido que pude y en mi cuarto me puse la camiseta contra el fuego, por si era poco me vestí también con el jersey mojado y me fui en busca de esos hermanos y del Dragón de los Montes Sinfín.

Ya en lo más alto del castillo, empecé a pensar un plan para ganar esa batalla y así poder salvar el castillo y a todos los que allí vivían. Con mi espada no podría ni siquiera hacer una herida a ese Dragón de los Montes Sinfín, tenía la piel muy dura, de muchas batallas. Entonces me acorde de un día que comí muchas golosinas y mucho chocolate y muchas galletas y me puse tan mala de las tripas que estuve vomitando toda la noche y no me quedaron fuerzas para la mañana. Baje a la cocina y empezó a coger toda la comida que allí había y la subí al tejado, volví a bajar y subir, no sé cuantas veces lo hice, subía y bajaba, una y otra vez. De repente el Dragón de los Montes Sinfín bajo en picado hacia el tejado, yo lo esperaba con mi espada, por si acaso no le gustaba mi comida. Pero en vez de comerme de un bocado, se acercó olisqueando a la montaña de comida que había en el tejado y empezó a comer y seguía comiendo, amaneció y por fin acabo de comer, entonces empezó a volar y mientras lo hacía, en vez de fuego por su boca escupía trozos de comida, así fue como vencí al Dragón de los Montes Sinfín y a los hermanos Braiton.

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