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Vol. 8 No. 2

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3 I N F O R M E M U N D I A L

3 Noticias breves 6 Informe de noticias

11 S A L U D M U N D I A L

Enfermedades no transmisibles

22 E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

El broche dorado

26 P R E G U N T A S B Í B L I C A S

Mucho más que el Consolador

27 E S T U D I O B Í B L I C O

Fe para el tiempo del fin

28 I N T E R C A M B I O D E I D E A S

31 Iglesia de un día

D E P A R T A M E N T O S

Tapa: CANADÁ: Una joven canta con el lenguaje de señas ante una congregación de personas que oyen, en Toronto (Canadá). Los guantes

blancos añaden elegancia a esta actuación en el lenguaje de señas. F O T O G R A F Í A : F J O H N B L A K E / D I G I T A L M E N T E M O D I F I C A D A

N O T A D E T A P A

16 ¿Podemos escucharlos?

Larry R. EvansJesús siempre estuvo listo para incluir a las personas con necesidades especiales.

8 P A N O R A M A M U N D I A L

«Para que todos sean uno» Ted N. C. Wilson Uno de nuestros más grandes desafíos

es la unidad.

12 D E V O C I O N A L

Tocar fondo...y ser levantado Gilbert Vega En ocasiones, todos tocamos fondo.

Gracias a Dios por los que nos levantan.

14 V I D A A D V E N T I S T A

¿Cómo ayudar a salvarlos? Cecilia Cornejo ¿Cuál es la mejor manera de hacer que nuestros

hijos sigan conectados con la iglesia?

20 C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

Las delicias del sábado Raúl Quiroga Si el sábado no es una delicia, es porque

algo está fallando.

24 S E R V I C I O A D V E N T I S T A

Una asociación inesperada Chek Yat y Sally Lam-Phoon Los jóvenes de China están recibiendo

oportunidades únicas de educarse.

Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Vol . 8 No. 2

www.spanish.adventistworld.orgwww.adventistworld.org: Disponible en línea en trece idiomas

2 Adventist World | Febrero 2012

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Wintley Phipps, pastor y cantante adventista, visitó la prisión que se en-cuentra en Dob, Eslovenia. La visita se generó al recibir una invitación de Lojze Peterle, miembro del Parlamento de la Unión Europea.

Phipps cantó no solo para los pri-sioneros, sino también para sus familias, el personal de la prisión e invitados del ámbito político y eclesiástico. Comenzó el programa con el «Padrenuestro», e incluyó algunos cánticos y espirituales negros, culminando majestuosamente con «Sublime gracia». En sus palabras de agradecimiento Joze Podrzaj, direc-tor de la prisión, manifestó que con los mensajes de los cánticos y los breves co-mentarios «Wintley en verdad nos trajo esperanza a todos». Los presos agradecieron con sinceros aplausos y un regalo tradicional esloveno: un panal de colmena. «Fue en verdad una visita inspiradora de una persona especial que dedica su vida a animar a los que más lo necesitan», dijo Peterle en sus declaraciones a AdventPress.

Phipps llegó a Eslovenia junto con su esposa Linda, proveniente de Bruselas, donde cantó en el Desayuno de Oración anual ante los miembros del Parlamento Europeo. Durante su breve visita se reunió también con Robert Friskovec, coordinador del ministerio de capellanía en las prisiones eslovenas, y Zmago Godina, presidente de la Asociación Eslovena de la Iglesia Adventista.–informe de Noticias de la División Transeuropea

Graduación de estudiantes secundarios en la escuela adventista más austral del mundo

Después de cincuenta y siete años de vida académica, el Liceo Adventista de Punta Arenas (Chile) llevó a cabo su primera graduación de estudiantes secundarios. En una ceremonia plena de emoción, veintinueve jóvenes culminaron sus estudios. Algunos de ellos han sido aceptados por diversas universidades para continuar estudios en ingeniería, medicina o educación.

Cuando la institución adventista fue fundada en 1954, la esposa del pastor era la única docente; ahora cuenta con quinientos veinte estudiantes repartidos en nivel preescolar, primario y secundario. Diez de los graduados realizaron toda su educación en la institución, que es

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Cont inúa en la próx ima pág ina

En el mundo del silencio

Wintley Phipps lleva esperanza aprisión eslovena

VOZ DE ESPERANZA: Wintley Phipps, pastor adventista y cantante religioso, en su actuación en Eslovenia.

Cada uno de nosotros tiene una experiencia especial de Jesús que se destaca de todas las demás, una historia que nos conmueve más allá de lo que podemos expresar en palabras.

En mi caso, esa historia siempre ha sido el registro del Evangelio de Marcos del encuentro de Jesús con un sordo y tartamudo (Mar. 7:31-37). Es un relato en apariencia extraño, que abunda en detalles desconcertantes, pero en último término se transforma en una narrativa sin igual de ese Dios que está dispuesto a atravesar cualquier barrera para alcanzar a los solitarios y a los que sufren. Mediante gestos y pantomimas, Jesús ingresa al mundo silencioso de uno que no podía oír ni hablar: la Palabra de Dios llega a ser, para ese hombre, la Señal de Dios que le comunicó sin palabras la gracia y el amor que lo sanaron y restauraron. En último término, no resulta asombroso que Jesús haya hecho oír a un sordo, sino que su compasión fue tan particular, tan concentrada en el individuo, que estuvo dispuesto a hacer lo que en su cultura nadie habría hecho para comunicar el maravilloso afecto divino.

Este relato de sanidad es también una parábola para su iglesia, acostumbrada como está a pensar en «el mayor bien para el mayor número» de personas y de cosas. Es la intención de Cristo que la iglesia que actúa en su nombre reproduzca la misma compasión individual, la misma atención a los desafíos y a los dones particulares que caracterizaron su propio ministerio. Jesús veía en cada persona un potencial discípulo, fuera hombre o mujer, y sin importar la etnia, el idioma, o si era sordo o ciego; entonces, adaptaba su ministerio a las necesidades de cada uno.

Lo animo para que, al leer la nota de tapa de este mes, se entere de qué manera la iglesia está llegando a los millones de personas que se identifican de manera especial con el relato de Marcos 7. Mientras la lee, lo invito a orar por un corazón com-pasivo que esté dispuesto a atravesar cual-

quier barrera con las buenas nuevas de sanidad y restauración.

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apreciada en la región por su formación académica y valores cristianos. Por esta razón el colegio tiene ingresantes en lista de espera.

El Liceo Adventista de Punta Arenas se encuentra sobre el Estrecho de Magallanes, y es la institución educativa más austral de las 7.806 que conforman el sistema adventista, que cuenta con 1.680.153 estudiantes en todo el mundo.

En el evento estuvieron presentes Augusto Aguila e Isolina Olivares, junto con el matrimonio Melgarejo-Andrade, en representación de la generación que presenció los comienzos del sueño de tener una escuela adventista en esta ciudad tan austral y alejada. La lista de invitados también incluyó a Cesia Aguila y Eliana Dobson, quienes recibieron un reconocimiento especial por ser los primeros docentes de la institución.

También asistió Margarita Goic, abogada del Ministro de Educación de la Región de Magallanes, y Nelson Santana, supervisor del Departamento de Educación de la Provincia de Magallanes, ambos en representación del Ministerio de Educación de Chile. «Seguiremos apoyando la escuela», dijo Goic, quien jugó un papel decisivo para que la institución recibiera la autoriza-ción de otorgar títulos secundarios. El rector Juan Carlos Díaz Costa agregó: «La Dra. Goic ha sido un gran apoyo para la institución».

Fue también una ceremonia histó-rica por la presencia de Lisa Beardsley-Hardy, directora de Educación de la Asociación General de la Iglesia Adven-tista, quien dirigió la palabra a más de trescientas personas. Beardsley-Hardy enfatizó la importancia de continuar recibiendo una educación cristiana y desafió a la clase de graduandos para que se animen a escoger uno de los ciento once colegios superiores y universidades adventistas del mundo. Los animó a ser fieles en cualquier tarea que tengan por delante y a colocar sus

sueños ante Dios en oración, porque su voluntad es bendecirlos y bendecir a otros por medio de ellos.

Díaz Costa habló de la importancia de que el cuerpo estudiantil cultive la fe y reconoció la obra de los que cum-plieron su parte en el desarrollo de la institución. Se mencionó en especial a César Beroiza y su esposa, y a Mauricio Galdámez, que ahora trabajan en Talca y Angol (Chile) respectivamente. Ambos maestros fueron invitados especiales de la clase de graduandos y recibieron un reconocimiento por su obra.

Las partes musicales estuvieron a cargo del coro de la institución y del conocido trompetista del Ejército Chileno, teniente Fernando Leiva.–informe de David Mauricio Sandoval Romero, Liceo Adventista de Punta Arenas

Comenzará la iniciativa «Revividos por la Palabra»

Una nueva iniciativa de la Asocia-ción General en coordinación con la Comisión de Reavivamiento y Reforma, titulada «Revividos por la Palabra», busca fortalecer la experiencia espiritual de cada miembro de iglesia mediante la lectura de la Biblia.

Armando Miranda, uno de los vicepresidentes de la Asociación General

y quien preside la Comisión de Reavi-vamiento y Reforma, expresó: «Acaso es imposible reemplazar la voz de Dios por medio de su Palabra. Meditar con oración en las Escrituras es una fuente destacada de fortaleza espiritual».

«Revividos por la Palabra» busca que los miembros de iglesia lean toda la Biblia. Se animará a los feligreses de todo el mundo para que se reúnan a leer o escuchar un capítulo de la Biblia por día a partir del 17 de abril de 2012, durante el Concilio de Primavera de la iglesia. El plan de lectura de la Biblia concluirá en el Congreso de la Asociación General de San Antonio (Texas, Estados Unidos), en 2015.

Desde el Concilio de Primavera 2012 hasta el comienzo del Congreso de la Asociación General hay 1.171 días. En la Biblia hay 1.189 capítulos. Si se lee un capítulo por día y dos capítulos durante el congreso, millones de miembros completarán la lectura del texto bíblico para el final del evento. Un componente virtual del sitio web «Reavivamiento y Reforma», que está patrocinado por la Asociación Ministerial de la iglesia mundial, permitirá que los participantes compartan pensamientos devocionales sobre la lectura.

«Revividos por la Palabra» significa mucho más que leer o escuchar un capítulo de la Biblia por día. Dirigirá

I N F O R M E M U N D I A L

PRIMERA GRADUACIÓN: Varios líderes asistieron a la primera graduación de estudiantes secundarios del Liceo Adventista de Punta Arenas (Chile), la escuela más austral de la red educativa mundial de la Iglesia Adventista. De izquierda a derecha: César Beroiza, Lisa Beardsley-Hardy, Juan Carlos Díaz y Mauricio Galdámez.

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la atención de toda la feligresía hacia la importancia de conocer a Jesús por medio de su Palabra.–informe de Mark Finley, asistente del presidente de la Asociación General de la Iglesia Adventista

Conferencia de Moscú enfatiza la libertad religiosa

Los participantes de un encuentro de alto nivel sobre libertad religiosa, que se llevó a cabo en Moscú, se com-prometieron a mantener en el centro de atención internacional la situación de las minorías religiosas perseguidas de Oriente Medio y África.

Según los organizadores de la confe-rencia, en el mundo, unos cien millones de cristianos sufren persecución o están atrapados en medio de violentos con-flictos religiosos.

La Conferencia Internacional sobre Libertad Religiosa y Discriminación

contra los Cristianos, de tres días de duración, se inició el 30 de noviembre de 2011 y reunió a un grupo diverso de líderes de comunidades ortodoxas, pro-testantes, judías, católicas e islámicas. Al tope de la agenda estuvo el crecimiento de lo que algunos han denominado «cristianofobia» en muchos países don-de las religiones o ideologías dominan-tes ejercen el poder político y social.

Vasiliy Stolyar, director de Rela-ciones Públicas y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista en la División Euroasiática, dijo que los participantes estuvieron unidos en la resolución de luchar aún más para aliviar la situación de las minorías religiosas perseguidas.

Las discusiones también se refi-rieron al impacto de la denominada «Primavera árabe» sobre los derechos de las minorías religiosas, en países que han experimentado cambios políticos dramáticos.

John Graz, secretario general de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA), describió las cuestiones

que surgieron en la conferencia como «significativas y de preocupación cre-ciente para los defensores de la libertad religiosa».

Graz dijo que en el último año, la IRLA ha estado llevando registro de un incremento del acoso y los ataques contra las minorías religiosas, lo que incluye un aumento de sentimientos anticristianos. Se refirió también a informes de las Naciones Unidas que han documentado un éxodo continuo de cristianos de Irak y en los últimos tiempos también de Libia; esta tenden-cia indica un marcado sentimiento de malestar entre las minorías religiosas.

«Instamos a los gobiernos de todo el mundo y a los organismos interna-cionales como las Naciones Unidas, a que hagan todo lo que está en su poder para garantizar que la libertad religiosa como derecho humano fundamental sea reconocida y protegida en esos países», expresó.–informe de Bettina Krause/Red de Noticias Adventistas

LIBERTAD RELIGIOSA: Defensores de la libertad religiosa se reunieron en Moscú para proponer nuevas maneras de recordar a la opinión pública la situación que viven las minorías religiosas perseguidas.

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Cada jueves por la mañana, José A. Barrientos Jr. deja su hogar poco antes de las cinco

de la mañana, rumbo al Aeropuerto Internacional de Dulles (Washington, Estados Unidos), donde atiende a su congregación durante varias horas. Pero en lugar de miembros de iglesia, sus «feligreses» son los apresurados pasajeros y los empleados de uno de los aeropuertos más grandes del país.

Barrientos es ministro adventista y uno de los dieciocho capellanes asis-tentes en ese transitado centro aéreo. No solo es el más joven, sino el único capellán bilingüe (inglés-español), lo que lo beneficia a la hora de ayudar a los pasajeros de habla hispana –como también de lenguas emparentadas como portugués e italiano– y al per-sonal de mantenimiento, cuya gran mayoría es de origen hispano.

La tarea de estos capellanes se cen-tra en asistir a los pasajeros dándoles indicaciones, calmando a quienes no recibieron su equipaje u observando para identificar a los que necesitan consuelo. Una vez al mes, este joven capellán adventista conduce un culto en la capilla interreligiosa de la termi-nal internacional.

Habitualmente Barrientos se desempeña como pastor de ministe-rios del niño de la iglesia adventista

Community Praise Center, en la cercana ciudad de Alexandria, pero adicionalmente cumple estas tareas en el aeropuerto como voluntario.

Para los líderes denominacio-nales esta actividad de servicio a la comunidad en los aeropuertos es un ministerio que debería crecer. «Nos interesa que más pastores extiendan sus ministerios a la comunidad –dice Gary Councell, director de Ministerios Adventistas de Capellanía, la agencia denominacional que certifica la labor de los capellanes–. Solo podemos influir en los demás cuando nos re-lacionamos con ellos y les dedicamos tiempo». Los pastores adventistas certificados por esa entidad pueden cumplir funciones en empresas, cen-trales de policía y bomberos, eventos deportivos y cruceros.

En los aeropuertos, muchos hablan con el capellán simplemente para compartir su buen humor por unos minutos, mientras que otros necesitan desesperadamente apoyo espiritual, como la mujer que se pasó sollozando durante uno de los cultos en la capilla porque acababa de descubrir que su esposo le era infiel. Entre quienes cir-culan por este ajetreado lugar, hay todo tipo de necesidades.

«¿Necesita ayuda para encontrar su puerta de salida?», le pregunta Barrien-tos a un hombre que deambula por un pasillo sin salida cargando una gran

mochila, su computadora portátil y su almohada para el cuello.

Barrientos no solo es ministro, sino también sirve de guía, ayuda a los pasajeros a conseguir comida y cumple el objetivo de relacionarse con el público. Le gusta intercambiar ideas sobre la arquitectura del edificio y de las próximas remodelaciones. En el presente, el aeropuerto está llevando a cabo el proyecto de construcción públi-ca más grande del país. «Les va a gustar. Cuando esté terminado, les va a dar ganas de viajar», les dice a los pasajeros. El aeropuerto que fue inaugurado en

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Pastor adventistaen un aeropuerto

ministra¿Se puede trabajar de capellán en un aeropuerto?

Ansel Oliver/Red de Noticias Adventistas

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1962 y se encuentra a unos cuarenta kilómetros de Washington D.C., emplea a casi treinta mil personas. Según su sitio web, el año pasado atendió a casi veinticuatro millones de pasajeros y ocupa el noveno lugar en cuanto a pasajeros internacionales, con unos seis millones por año.

Dentro del aeropuerto hay mucho para recorrer. Ralph Benson –director

del ministerio de capellanía en el aeropuerto y supervisor de Barrientos– estima que camina entre ocho a quince kilómetros por día de trabajo. Benson, que es bautista, suele llamar a Barrien-tos cuando se encuentra con gente que solo habla español . «A Barrientos todos lo aprecian», dice Benson.

Cada capellán puede vestirse como quiere, pero Barrientos ha elegido ropa formal, porque necesita toda la credibilidad posible. Como tiene un

rostro alegre y juvenil y una contextura pequeña, la gente no espera encontrar-se con un ministro. Hace poco alguien le dijo: «Pero cómo es eso que tú no eres viejo». Además los pasajeros se sorprenden de encontrar capellanes. «Yo ni siquiera sabía que los aeropuer-tos tienen capellanes», dijo una pareja de pasajeros que habían volado toda la noche desde Argentina donde habían visitado a amigos.

«Los pasajeros se encuentran por lo general en uno de dos extremos: o están muy felices, o realmente tristes», dice Barrientos. Muchos pasajeros están yendo a visitar a sus amados, mientras que otros acaban de despedir a algún ser querido.

El ministerio en el aeropuerto es rápido. «Me resulta fácil. Me gusta hacerme de amigos», dice Barrientos quien además informa a la gente sobre la existencia de la capilla y sus reuniones. Nos comenta también que el libro adventista que más se lleva la gente para leer es El camino a Cristo, de Elena White. La capilla recibe la visita de unas trescientas personas por día.

La primera capilla de aeropuerto fue establecida en 1951 en el Aero-puerto Internacional de Boston. Ac-tualmente ciento cuarenta aeropuertos del mundo cuentan con una capilla, generalmente de uso compartido. ■

ministraArriba: LISTO PARA AYUDAR: José Barrientos, capellán voluntario en el Aeropuerto Internacional de Dulles (Washington, Estados Unidos), ayuda a una familia proveniente de Brasil, durante sus cinco horas de escala entre dos vuelos. Debido a que habla español también puede comunicarse y orar con pasajeros que hablan portugués. Página opuesta: UN LARGO CAMINO: Barrientos (izquierda), ayuda a que una pasajera encuentre su puerta de salida. Algunas veces se reúne con

las personas en la capilla del aeropuerto, mientras que otras camina varios kilómetros orientando a los pasajeros. Izquierda: CON LOS EMPLEADOS: Barrientos suele dedicar unos minutos para saludar a los empleados hispanos del aeropuerto. Aquí conversa brevemente con una guardia de seguridad de la terminal internacional.

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A partir de unos pocos creyentes leales a la Biblia que vivieron a mediados del siglo XIX en Nueva Inglaterra (Estados Unidos), el Señor ha bendecido

abundantemente a la Iglesia Adventista. Hoy ha llegado a ser un movimiento mundial, que trabaja en cientos de idiomas y abarca una amplia diversidad de millones de creyentes en doscientos seis países del mundo.

Si bien el Señor ciertamente nos ha bendecido, también tenemos desafíos. No solo vivimos en un mundo complejo y diverso, con culturas en conflicto y un secularismo ram-pante, sino que existen diversas culturas dentro de la iglesia, diferentes perspectivas sobre los reglamentos y desafíos socioeconómicos, entre otros.

unoCómo mantener

unido al remanente

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En este contexto, la unidad es uno de los retos más grandes que enfrentamos como cuerpo mundial de creyentes. Unidad es el estado que implica estar vinculados o en con-cordancia como un todo. Se refiere a la armonía o el acuerdo entre personas o grupos.

Dios quiere que los creyentes –es decir, su iglesia– estén unidos. Unas horas antes de la crucifixión, vemos a Jesús en camino al Getsemaní, rogando al Padre por la unidad de sus creyentes, «para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros […]. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad» (Juan 17:21-23).

Jesús conocía las fortalezas y debilidades individuales de cada discípulo. Se nos dice que «en estos primeros discípulos había notable diversidad. Habían de ser los maestros del mundo, y representaban muy variados tipos de carácter. A fin de realizar con éxito la obra a la cual habían sido llamados, estos hombres, de diferentes características naturales y hábitos de vida, necesitaban unirse en senti-miento, pensamiento y acción. Cristo se propuso conseguir esta unidad […]. Su constante oración por ellos era que pudiesen ser santificados por la verdad […]. Sabía que la verdad revestida con la omnipotencia del Espíritu Santo, habría de vencer en la batalla contra el mal» (Los hechos de los apóstoles, p. 17).

En un primer momento, pareció que la oración de Jesús por la unidad no tuvo respuesta. Los discípulos huyeron atemorizados y avergonzados de su Maestro cuando este fue arrestado y llevado por la turba. Después de la crucifixión, estaban confundidos y desanimados, y se escondieron por temor a la persecución. Sin embargo, solo cincuenta días después, esos mismos discípulos pasan a estar confiados y unidos, «todos unánimes juntos» (Hech. 2:1).

¿Cómo fue que en tan poco tiempo dejaron de estar desanimados, divididos y desmoralizados y pasaron a estar reconciliados, confiados y transformados? ¿Qué podemos aprender de ellos cuando procuramos que esa unidad que Cristo anhela para nosotros también nos envuelva? Hay al menos siete lecciones que podemos extraer de la experiencia de los discípulos de Cristo.

Siete pasos hacia la unidad1. La confianza y las creencias de los discípulos estaban

basadas en las Escrituras. La primera cosa que hizo Jesús por sus discípulos después de la resurrección fue abrirles el entendimiento «para que comprendieran las Escrituras» (Luc. 24:45). Había tratado de hacerlo antes, pero «hasta ese momento, los discípulos no las habían comprendido, porque la escoria de la erudición rabínica había ocultado la verdad de su vista» (A fin de conocerle, p. 338).

Jesús les explicó las Escrituras comenzando con Moisés, David y todos los profetas, y enseñándoles que el Mesías tenía que sufrir, morir y levantarse al tercer día (Luc. 24:44, 45). Analizando cada pasaje punto por punto, les mostró que en él se cumplía cada una de las profecías. ¡Qué magnífico estudio bíblico habrá sido ese!

Jesús continuó apareciendo a sus seguidores en diversos lugares durante los siguientes cuarenta días; les enseñaba y los animaba. Para el fin de ese período, entendieron las profecías y su cumplimiento, y la fe de ellos quedó firmemente cimen-tada en las Escrituras. Estaban listos para recibir el don del Espíritu Santo.

Lo mismo se aplica a nosotros hoy. En la medida en que veamos el cumplimiento de las profecías en el surgimiento del movimiento adventista y nuestro propósito dentro de ese cumplimiento –proclamar los mensajes de los tres ángeles y preparar a un pueblo para el regreso de Cristo– estaremos listos para recibir el Espíritu Santo.

2. El temor a la muerte desapareció. Jesús pasó tres años y medio enseñando a sus discípulos los principios importantes de su reino, tanto por precepto como por ejemplo. Pero fueron lentos para entender y creer en él. A pesar de ello, cuando vieron al Salvador resucitado, estuvieron mucho más dispuestos a escuchar y creer, porque él había conquistado el sepulcro. Ya no temieron la muerte (ni ninguna otra cosa), y esto les dio una renovada intrepidez para seguir el llamado de Jesús (Heb. 2:14, 15). Aunque no hemos visto físicamente a Jesús, podemos reclamar su promesa: «Bienaventurados los que no vieron y creyeron» (Juan 20:29).

3. Reconocieron su gran necesidad. Los discípulos comen-zaron a comprender la inmensidad de la tarea a la que Jesús los estaba llamando. ¿Cómo podrían llegar a tener éxito al cumplir la Gran Comisión (véase Mat. 28:19, 20)?

Jesús los instruyó a comenzar la obra en Jerusalén, el campo menos prometedor que podían imaginar. También sabían que sus más fieros enemigos serían los «principados» y las «potestades», «los gobernadores de las tinieblas de este mundo», y las «huestes espirituales de maldad» (Efe. 6:12). Se dieron cuenta de que solo podrían triunfar si dependían de un poder trascendente. Tenemos que reconocer nuestra gran necesidad y pedirle a Dios el don prometido.

4. Creyeron la promesa de que el Salvador resucitado estaría presente con ellos. En sus oídos aún resonaba la seguridad que Jesús les había dado justo antes de ascender al cielo: «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mat. 28:20), y: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra» (vers. 18). No es casualidad que la Gran Comisión esté vinculada con estas dos promesas. Antes de enviar a los discípulos a lo que parecía una misión imposible, Jesús les aseguró que su presencia iría con ellos y que podrían disponer de su poder.

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5. Obedecieron la orden de Jesús de esperar juntos en Jerusalén por el poder del Espíritu Santo y comenzar la pro-clamación del evangelio en ese lugar. El lugar donde Jesús fue crucificado era acaso el último lugar en el que los discípulos querían comenzar la obra. Pero no se esparcieron, sino que obedecieron. Creyeron la promesa de que pronto serían

(Fil. 2:6-8). Decidieron que con la ayuda del Espíritu, ninguna obra sería demasiado difícil y ningún sacrificio demasiado grande al seguir las sendas donde él los guiaría. Lo más importante era ser como su Maestro y ganar todas las almas que fuera posible para su reino.

En la iglesia actual hay muchas cosas que nos mantienen

Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista mundial.

«investidos del poder de lo alto» (Luc. 24:49). Cuando el Espíritu Santo se posó sobre ellos, sus esfuerzos se vieron coronados por el éxito. Es mediante el don del Espíritu Santo que «Cristo hace que sus discípulos lleguen a una unión viviente con él y con el Padre. El hombre llega a estar completo en Cristo Jesús mediante la obra que el Espíritu Santo realiza en la mente humana. La unidad con Cristo establece un vínculo de unidad mutua. Esa unidad es la prueba más convincente ante el mundo, de la majestad y virtud de Cristo y de su poder para eliminar los pecados» (Mente, carácter y personalidad, t. 1, p. 44).

6. Los discípulos no permanecieron ociosos mientras esperaban el don del Espíritu Santo. Después de la ascensión de Cristo, «estaban siempre en el Templo, alabando y bendiciendo a Dios» (Luc. 24:53). Asimismo, durante diez días oraron con sinceridad plena por el don del Espíritu y la sabiduría de llevar a los oyentes hacia Cristo.

7. Después de recibir el don del Espíritu Santo, la ambición suprema de los discípulos fue «revelar la semejanza del carácter de Cristo, y trabajar para el engrandecimiento de su reino» (Los hechos de los apóstoles, p. 39). Los discípulos recordaron la vida pura y santa de Jesús y el servicio humil-de y desinteresado del que habían sido testigos a lo largo de tres años y medio. Eso produjo un cambio radical en su pensamiento y conducta. Ya no trataron de ser los primeros; por el contrario, se mostraron humildes y anhelaron tener la mente de Cristo, quien «siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo […], se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte»

juntos: nuestras creencias y reglamentos; las lecciones mun-diales de la Escuela Sabática; un equipo de liderazgo mundial interconectado; y la maravillosa creencia en el pronto regreso de Cristo. Sin embargo, como hemos visto en el caso de los discípulos que oraron y se humillaron ante Dios, la unidad real se produjo mediante el poder del Espíritu Santo. Lo mismo se aplica en la actualidad; lo que mantiene a la Iglesia Adventista unida es el Espíritu Santo.

Al buscar la unidad de la iglesia, mantengamos nuestros ojos fijos en Jesús. Estudiemos con diligencia las Escrituras como lo hizo Jesús con sus discípulos, reafirmando la base de nuestra fe. Oremos con sinceridad por el don prometido del Espíritu Santo, porque «cuando venga el Espíritu de ver-dad –prometió Jesús–, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber» (Juan 16:13, 14).

Entonces, unidos, salgamos llenos de energía a proclamar la verdad a un mundo que perece, para proclamar las buenas nuevas del Salvador resucitado que pronto vendrá a llevar a su pueblo a vivir con él. ■

P A N O R A M A M U N D I A L

Uno de los retos más grandes que enfrentamos como cuerpo mundial de creyentes es la unidad .

10 Adventist World | Febrero 2012

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Este es en efecto un tema de suma actualidad; en las noticias se ha hablado mucho últimamente de

las enfermedades no infecciosas. En septiembre de 2011, las Naciones Unidas llevaron a cabo un encuentro de alto nivel, para responder a la crisis global causada por el crecimiento de estas enfermedades que en general pueden prevenirse. El secretario general de la ONU expresó así la preocupación que generan: «Nuestra colaboración es más que una necesidad de salud pública. Las enfermedades no infecciosas repre-sentan una amenaza para el desarrollo. Atacan en especial a los pobres y a los vulnerables, y los hunden aún más en la pobreza».1 Expresó estas palabras después de describir las perspectivas desalentadoras debido a la creciente incidencia de estas dolencias en todo el mundo, y que las economías más pobres y emergentes enfrentan los mayores incrementos y desafíos al respecto.

Es verdad que las enfermedades infecciosas son aún un gran problema, como lo ilustran los millones de muer-tes anuales por tuberculosis, HIV y SIDA, malaria y gastroenteritis. Durante décadas han existido iniciativas globales para combatirlas, como por ejemplo las mejoras en la calidad del agua y los servicios sanitarios, la seguridad ali-mentaria y los intentos de modificar las conductas y prácticas sexuales de riesgo.

Aun así, las enfermedades no infec-ciosas se han incrementado de modo alarmante, y son una gran causa de muertes que se podrían evitar. También contribuyen a la pobreza y a la pérdida

de productividad. Estas dolencias inclu-yen las afecciones cardíacas, los ACV, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas. Afectan a personas de todas las comunidades. Los principa-les factores de riesgo son bien conocidos y similares en todas partes y esta lista le ayudará a saber si usted está en peligro:■ el tabaco ■ los alimentos ricos en grasas saturadas

y trans■ el exceso de sal ■ el alcohol■ el exceso de azúcar, en especial en las

bebidas azucaradas■ la inactividad física■ la obesidad

Más de mil millones de personas fuman o mascan tabaco, y sufren adicción a la nicotina y al menos cinco millones de personas mueren cada año como resultado de esta práctica. Estas enfermedades pueden evitarse al abste-nerse del tabaco y el humo (fumadores pasivos). Aunque en muchos países desarrollados ha disminuido el consumo de tabaco, hay un incremento alarmante de fumadores en muchos países de ingresos bajos y medios, y los adolescen-tes siguen siendo el blanco principal de la industria tabacalera. Para reducir el número de muertes se necesita no solo disminuir el índice de nuevos fumadores sino adoptar e implementar estrategias activas para interrumpir el hábito.

Se estima que el consumo de alimen-tos elevados en grasas saturadas y trans, sal y azúcar es la causa del cuarenta por ciento de todas las muertes anuales por enfermedades no infecciosas (una cifra

cercana a los catorce millones). Muchos estudios han mostrado los efectos negativos de estas sustancias. Los estudios adventistas de salud han sido pioneros en mostrar los beneficios de una dieta vegetariana, reducida en grasas y con diversidad de granos, verduras, frutas y una cantidad diaria limitada de nueces.

El consumo de alcohol es la tercera causa principal de muertes que podrían evitarse. Contribuye a causar varios tipos de cáncer, y no existe un nivel seguro de consumo para prevenir ese peligro parti-cular. El sesenta por ciento de las muertes relacionadas con el alcohol son resultado de enfermedades no infecciosas.

La inactividad física está relacionada con la actual pandemia de obesidad y la diabetes tipo II. El ejercicio regular mejora la salud, el control del peso, la prevención de la diabetes tipo II y la disminución de algunos tipos de cáncer (de seno y de colon).

En resumen, las enfermedades no infecciosas son una gran amenaza, por lo que se necesitan acciones conjuntas y liderazgo en todos los niveles, para reducir este destructivo flagelo. Muchos de estos males son totalmente preveni-bles. Es fácil identificar a los que están en situaciones de riesgo. Es una gran oportunidad para que cada iglesia sea un centro comunitario de salud y cada miembro un promotor de la salud. Esto marcará una diferencia en el mundo quebrantado en que nos toca vivir. ■

1 www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=39600&Cr=non+communicable+diseases

Allan R. Handysides es ginecólogo certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Peter N. Landless es cardiólogo certificado especialista en cardiología nuclear y director asociado del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Escucho que se habla de «enfermedades no infecciosas» como un importante tema de salud. ¿Cuáles son esas enfermedades? ¿Representan una amenaza importante para la salud? ¿Estoy en riesgo de contraerlas?

Allan R. Handysides y

Peter N. Landless

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S A L U D M U N D I A L

Enfermedadestransmisibles

no

Vol. 8 No. 2 | Adventist World 11

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En la primera mitad del siglo XIX, Estados Unidos fue objeto de drásticos cambios, en especial en la costa este, a medida que se hacía patente el deseo de ocupar

más territorio y obtener mayores riquezas. Se realizaron entonces grandes esfuerzos de reubicar segmentos de la población nativa en la región central del país. En 1830, el gobierno de los Estados Unidos, en violación a un dictamen de la Corte Suprema, ordenó el desalojo de los nativos,

trompetas para proclamar a Absalón como nuevo rey de Israel. David se sintió conmocionado al saber que el pretendiente

al trono era su propio hijo. El David de antaño habría peleado para salir de esa precaria situación. Este David, sin embargo, había ido menguando a lo largo de los años. Con pasividad pas-mosa, renunció al reino. Fue una escena patética: el gobernante envejecido abandonó llorando el palacio y su ciudad amada.

Cuando tocó fondoA David le esperaban sin embargo aún más lágrimas. Su

palacio, sus riquezas y pertenencias cayeron en manos de los conspiradores. Por su inacción, la ciudad capital había reconocido tácitamente el acto de traición y rebelión. Muchos de los consejeros de David se unieron a la revuelta. Sus otros hijos, esposas y concubinas estaban ahora en peligro de muerte. El rey estaba tocando fondo.

En la capital, los sucesos se produjeron a un ritmo veloz. Absalón ingresó a la residencia real y, con la ayuda de Ahitofel,

trasladándolos de sus tierras ancestrales del sudeste al Territorio de Oklahoma. Esta fue una experiencia humillan-te, traumática y fatal. La an-gustia emocional que implicó abandonar sus hogares, junto con las penurias y muertes de miles de nativos, hicieron que la travesía resultara devas-tadora. Los cheroquíes le dieron el nombre de nuna daul isunyi, «la senda donde lloramos», por lo que este evento se conoce como «El sendero de las lágrimas».1

Un rey depuestoEl rey David, un héroe nacional de dimensiones legenda-

rias, también tuvo su sendero de lágrimas. Su hijo Absalón quería ser rey y conspiró contra él con el apoyo de un grupo de partidarios. En el momento preciso, estos hicieron sonar las

FONDO...

LEVANTADOy ser

Gilbert Vega

D E V O C I O N A L

12 Adventist World | Febrero 2012

Tocar

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un consejero sabio y de confianza que se había unido a la conspiración, arrancaron el reino de manos de David.2 El rey se enteró asimismo de que Mefiboset, un hijo de Jonatán a quien David había colmado de favores, también le había dado la espalda y se había unido a la insurrección (2 Sam. 16:1-4).

Mientras el séquito real se abría paso hacia el río Jordán, se encontró con otro sujeto contrariado llamado Simei, de la tribu de Benjamín (por lo que tenía cierto parentesco con Saúl, también un benjamita). Parece ser que esa tribu había reprimido grandes resentimientos contra David. Aprovechán-dose de la vulnerabilidad del rey, Simei comenzó a maldecirlo, le arrojó piedras y creó confusión en la comitiva en retirada (2 Sam. 16:5-10). David había tocado fondo.

Cuando alguien toca fondo, los que lo rodean demuestran conductas fáciles de predecir. Algunos lo abandonan rápi-damente con la excusa de que no conviene asociarse con un fracasado. Otros van más allá; ven que es el momento perfecto para desquitarse. Rememoran viejas rencillas, y vuelven a pro-cesar experiencias del pasado a la luz de la realidad presente. ¡Es tiempo de cobrárselas! Estos personajes oportunistas parecen surgir y multiplicarse de la nada. Simei era así. ¡Qué fácil es dar puntapiés a los heridos y pisotear a los caídos! Es parte de nuestra naturaleza vengativa, que muy a menudo desplegamos con espíritu revanchista. Esas viles acciones son tan comunes

junto a él en Jerusalén; un incuestionable honor para cual-quiera de los sujetos del monarca.

Fue levantadoEse difícil episodio de la vida de David revela la volatilidad

del corazón humano. Muchos se aprovecharon del momento y se unieron sin dudar al grupo de escarnecedores. Por el contrario, otros siguieron fieles a sus principios a pesar del peligro y la oposición. Podrían haberse unido fácilmente a las masas que no dudaban en despreciar a la familia real. O más fácil aún, podrían haber ignorado la crisis sin inmutarse. Esa habría sido una senda sin lágrimas.

Sin embargo, algunos transitaron por la senda estrecha y ardua del servicio y la compasión, y se atrevieron a ser consis-tentes con lo que creían. Salieron de las sombras, y revelaron su lado más noble. En medio de circunstancias crueles y caóticas, ofrecieron alimentos, consuelo y amistad. Toda vez que la trai-ción es despreciada –aun por aquellos que podrían beneficiarse de ella– aprendemos a admirar y valorar la lealtad.

Toda vez que vemos que un compañero de peregrinaje tropieza y cae, podemos reaccionar de diversas maneras: podemos ignorarlo, refregárselo en la cara u optar por levan-tarlo. Las primeras dos respuestas son groseras e insensibles; solo la tercera es dechado de virtud. El camino más fácil

Cuando alguien toca fondo, los que lo rodean demuestran conductas fáciles de predecir.FONDO...

LEVANTADOque hasta se han acuñado frases para describirlas: Poner sal en la herida; hacer leña del árbol caído, y otras similares.

Una mano ayudadoraLos consejeros de David le sugirieron cruzar el Jordán y

buscar refugio fuera de Judea, por más que fuera de noche. Sin tardar, vadearon el río y llegaron hasta Mahanaim.3 Para entonces, David estaba agotado tanto emocional como físicamente, y se encontraba políticamente muerto. Su mundo se había hecho añicos. En pocas horas, su vida había dado un giro de ciento ochenta grados.

Mientras el rey David y sus fieles deambulaban por el terreno accidentado, fueron cálidamente recibidos por algunos jefes locales –Sobi, Maquir y Barzilai– quienes les dieron el alimento que tanto necesitaban (2 Sam. 17:27-29). La comida fue recibida y consumida con gusto, pero aún más apreciada fue la demostración de lealtad, respeto y decencia, en momentos cuando el rey estaba devastado. David quedó tan emocionado por este noble gesto que, más tarde, como demostración de aprecio, ofreció a Barzilai un lugar

suele ser la senda de transigencia. Aun ante la oposición infranqueable, a pesar de quedar absolutamente solos, nunca debemos renunciar o darnos por vencidos. Lo correcto, lo noble y lo que corresponde, jamás tienen que ser evaluados a la luz del sentimiento de la mayoría. Cuando actuamos para ayudar a levantar a otro ser humano, no importa quién sea, nos ponemos del lado del Rey: ¡de nuestro Rey Jesús! ■

1 Family Encyclopedia of American History (Pleasantville, N.Y.: Reader’s Digest Assn., 1975), s.v. “Trail of Tears”.2 Salmos 41 y 55 expresan la angustia de ser traicionado por un amigo cercano, una posible referencia a Ahithophel. Véase Hans K. LaRondelle, The Israel of God in Prophecy (Berrien Springs, Míchigan: Andrews University Press, 1987), p. 69.3 Salmos 3-5 registran la angustia y el patetismo de la revuelta según los percibió David al huir de Absalón.

Gilbert Vega es pastor principal de la iglesia hispana de Loma Linda, California (Estados Unidos).

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Mi hija Betty ha decidido no asistir más a la iglesia –me dijo la señora Pérez muy angustiada–.

Esta mañana tuvimos una discusión muy fea. Me dijo que odia la iglesia, que ya no quiere ser manipulada, y que nadie va a decidir por ella en qué creer o dejar de creer».

La señora Pérez continuó: «Desde que era pequeña, nos encargamos de que Betty se involucrara en las actividades de la iglesia. Asistió a los Conquistadores y al coro de niños; participaba de representaciones y diversas actividades. No sé qué le pasó».

Los Pérez habían llegado a los Estados Unidos veinticinco años antes y mientras se esforzaban por abrirse paso, se vieron obligados a trabajar muchas horas. En el proceso, no prestaron la debida atención a lo que es por cierto una de las tareas más importantes de los padres cristianos: instruir al niño en su camino (Prov. 22:6). Creyeron que alcanzaba con asistir a la iglesia y participar de sus actividades cada sábado; que con eso sería suficiente para que sus hijos conocieran y amaran a Jesús en forma personal. Es digno de destacar que los hayan involucrado en actividades in-teresantes, pero acaso pasaron por alto lo esencial. Ahora, profundamente apenada, esta madre me hizo una pregunta desgarradora: «¿Qué puedo hacer para salvar a mi hija?»

No alcanza con asistir a la iglesiaLa crianza cristiana incluye acciones dignas y necesarias,

como por ejemplo participar en las actividades y programas de la iglesia y rodearse del ambiente eclesiástico. Sin embargo, ¿son suficientes para conservar a nuestros hijos en los caminos de Dios? Sin duda, esas actividades les ayudan a

Cecilia Cornejo

¿Cómoayudarsalvarlos?No alcanza

con llevar a nuestros hijos a la iglesia.

V I D A A D V E N T I S T A

«

a

R E U E L W H I T E / D I G I T A L L Y M O D I F I E D14 Adventist World | Febrero 2012

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hacer un buen uso de los dones que Dios les ha dado. Pero la única salvaguarda contra el enemigo –que tan fieramente ataca a nuestras familia– es que puedan experimentar el amor y la fe personal en Cristo. «Al crecer en Jesús, los jóvenes tienen el privilegio de crecer en la gracia y conoci-miento espirituales».1

Otro error común de muchas familias bien intencio-nadas es creer que el crecimiento espiritual de sus hijos se encuentra determinado por condiciones externas. Otra familia se trasladó a una ciudad pequeña donde la mayoría de los pobladores pertenecía a otra iglesia cristiana. Pensa-ron que en ese ambiente sus hijos estarían protegidos de la tentación. Por ello, cuando los padres notaron algunos cam-bios negativos en la conducta de sus hijos, no les prestaron demasiada atención. Lamentablemente, uno de sus hijos se convirtió en padre soltero a los dieciocho años y abandonó los estudios.

«Lo veía venir», dijo la madre que en realidad se había percatado de que su hijo estaba luchando con algunas cues-tiones espirituales, pero no tuvo tiempo para hablar con él de esos temas. Al final, con dolor se hizo la misma pregunta: «¿Qué puedo hacer para salvar a mi hijo?»

Hay una sagrada labor que a muchos padres les cuesta cumplir. «Los padres ocupan su mente en otras cosas, con exclusión de la obra que es de suma importancia: la tarea de enseñar a sus hijos el camino del Señor con paciencia y bondad».2 En la Biblia, vemos que Salomón usó dos términos importantes para referirse a la actitud de un padre frente a la vida espiritual de sus hijos. Dijo: «Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas y mira con cuidado por tus rebaños» (Prov. 27:23). En este caso, «conocer» implica el mandato de pensar, reflexionar y analizar con atención y cuidado. Pero el sabio agrega que tenemos que ser diligentes y estar en guardia para no distraernos o apartarnos de nuestro propósito. Y a la hora de ser diligentes en conocer el estado espiritual de nuestros hijos, solo el Espíritu puede guiarnos. Esta tarea debería ser parte de un proceso continuo que busca ayudarlos a que amen a Dios «de todo [su] cora-zón, de toda [su] alma y con todas [sus] fuerzas» (Deut. 6:5).

La expresión «mirar con cuidado» de Proverbios 27 también significa prestar atención, diligencia y solicitud en la ejecución de una tarea. Implica mucho más que pensar. En efecto, nos llama a la acción. Cuando algo es valioso, lo cuidamos bien. Nos esforzamos para que no se gaste, dañe

o destruya. Del mismo modo, los padres que queremos obtener resultados para la eternidad debemos cuidar la sa-lud espiritual de nuestros hijos con devoción incuestionable.

Regreso a las fuentesHagamos todo lo posible para cuidar con diligencia la

experiencia espiritual de nuestros hijos por medio de una simple costumbre: la práctica del culto personal y familiar. Al enseñar a la familia los beneficios del culto personal, nuestros hijos aprenderán a buscar y encontrarse con Dios cada día, y lo llegarán a conocer como Padre, Amigo y Salvador. Démos-les buenos ejemplos por medio de lecturas inspiradoras y alentadoras, experiencias sólidas de crecimiento espiritual y de servicio al prójimo. Si ellos no aprenden a experimentar el amor de Jesús en su propia vida, las actividades de la iglesia tarde o temprano carecerán de sentido.

Así como Elías «arregló el altar de Jehová que estaba arruinado» (1 Rey. 18.30), tenemos que cooperar con Dios para que él haga volver los corazones de nuestros hijos a él (vers. 37). Transformemos nuestros cultos familiares en momentos de crecimiento espiritual por medio de la oración, la alabanza a Dios y el estudio de su Palabra.

La vida es dura y complicada. Como padres, en ocasiones podemos descuidar nuestra vida espiritual, lo que dificulta la tarea de presentar nuestros hijos ante el Señor. Pero Dios siempre está allí para darnos su gracia perdonadora y con-soladora. Recordemos que Jesús dio su vida por todo aquel que cree en él (Juan 3:16). Vino a buscar y a salvar a nuestros hijos perdidos (Luc. 19:10), y no quiere que ninguno perezca (2 Ped. 3:9). Renovemos nuestra relación con Dios cada día, y dejemos la vida de nuestros hijos en las manos de Dios (Job 1:5). Recordemos que tiene el poder de hacer que el hijo pródigo regrese al hogar. Escuchemos su voz tranquilizadora que nos dice: «Salvaré a tus hijos» (Isa. 49:25). ■

1 Elena White, A fin de conocerle, p. 163.2 Elena White, Consejos para maestros, padres y alumnos, p. 99.

Cecilia Cornejo asiste a la iglesia hipano-americana, de Collegedale, Tennessee, Estados Unidos.

Hagamos todo lo posible para cuidar con diligencia la experiencia espiritual de nuestros hijos.

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escucharlosPodemos

Larry R. Evans

Arriba: KENIA: Un cuarteto de sordos de Nairobi. Derecha: COREA DEL SUR: Larry Evans, enlace de la Asociación General con los Ministerios Internacionales por los Sordos (primera fila, segundo desde la derecha) saluda con señas junto a miembros de una iglesia adventista para sordos. Página opuesta: BRASIL: Una clase de Escuela Sabática para sordos en Hortolandia.

N O TA D E TA PA

escucharlosPodemos

Arriba: KENIA: Un cuarteto de sordos de Nairobi. Derecha: COREA DEL SUR: Larry Evans, enlace de la Asociación General con los Ministerios Internacionales por los Sordos (primera fila, segundo desde la derecha) saluda con señas junto a miembros de una iglesia adventista para sordos. Página opuesta: BRASIL: Una clase de Escuela Sabática para sordos en Hortolandia.

El ministerio por los sordos busca inclusión y reconocimiento.

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En muchos sentidos, era un sába-do como cualquier otro. Como representante de la sede central

de la Iglesia Adventista, suelo viajar y hablar en iglesias y otros encuentros. Ese sábado en particular tenía el privilegio de dirigirme a un grupo de feligreses que asistían a un gran encuen-tro regional en Brasil. Para concluir mi mensaje, invité a los presentes a ponerse de pie y tomarse de las manos para la oración. No es nada extraño salvo que, sin darme cuenta, en ese momento estaba siendo insensible hacia los que estaban delante de mí, que eran sordos.

«No nos tomamos de las manos –me explicó alguien amablemente– porque las usamos para orar. En su lugar, a veces tocamos el pie de otra persona como símbolo de unidad mientras una persona usa sus manos para orar y el resto lo mira». ¡Menos mal que no les pedí que inclinaran el rostro y cerraran los ojos!

Parte de mis responsabilidades actua-les como asociado del Departamento de Mayordomía de la Asociación General y enlace con los Ministerios Internacio-nales para Sordos incluye desarrollar un ministerio para los adventistas de todo el mundo que viven en el silencio. Durante más de dos décadas he ido aprendiendo sobre este grupo parti-cular, cuyo aislamiento y exclusión en un mundo lleno de sonidos, a menudo pasan desapercibidos. Esa experiencia me enseñó, sin embargo, que me queda mucho por aprender.

Presentes en todo el mundoEs difícil corroborar el número de

sordos que hay en el planeta. Los infor-mes dan cifras que van de noventa y tres

millones a más de trescientos millones, aunque es probable que se incluya a los hipoacúsicos. Un informe dice que si todos los sordos «fueran reunidos en un solo lugar, formarían la cuarta nación más grande del planeta».1 Nos basta con decir que hay una gran población inter-nacional de sordos a quienes se les hace difícil comunicarse con el mundo que sí oye. Poco nos damos cuenta de cuán vasto campo misionero representan.

Se estima que solo el dos por ciento es cristiano,2 y para complicar aún más el compartir el mensaje con ellos, no existe un lenguaje de señas universal. En verdad inclusive se usan diversos dialectos de señas dentro de un mismo país. Investigaciones recientes de la organización Wycliffe Bible Translators llegaron a la conclusión de que en el mundo existen casi cuatrocientos lenguajes para sordos, de los cuales solo cuarenta cuentan con una traducción de la Biblia en algún formato visual.3 Solo eso debería llevarnos a considerar la urgencia de llegar a este grupo específico de personas.

A diferencia de otros grupos, los sordos no están reunidos en zonas geográficas específicas. Por el contrario, están entremezclados con la población general, y a menudo son difíciles de identificar. No obstante, uno de los mayores desafíos tiene que ver con los malentendidos que existen sobre estas personas.

Discapacidad y culturaPuede resultar sorprendente, pero

no todos los sordos desean volver a oír. He preguntado a grandes grupos de sordos en distintos países: «Si les fuera posible volver a oír, ¿les gustaría hacer-

lo?» Más de la mitad dijo que no. ¿Por qué? Porque para los sordos, las rela-ciones personales son vitales, y volver a oír implicaría abandonar su mundo de relaciones.

Cuando escuchamos el término sor-do, uno de los primeros pensamientos que nos viene a la mente es que se trata de un discapacitado pero, ¿en com-paración con quién? Por supuesto, en comparación con los que oímos. Si da-mos por sentado que todas las personas, puedan oír o no, son competentes en todos los ámbitos, este concepto que a menudo habla de «señales para los dis-capacitados», en realidad debería hacer mención a la carencia de accesibilidad. Ningún grupo aprecia ser catalogado como «discapacitado». Es comprensible que muchos sordos sean sensibles a esa calificación.

La sordera implica mucho más que no poder oír. Por ejemplo, el vínculo que los sordos tienen entre sí es suma-mente sólido. Trasciende la incapacidad de escuchar como lo hacen otros. La cultura de los sordos es tan resiliente y significativa como otras culturas del mundo. Por «cultura» nos referimos a la amplia gama de patrones de conductas aprendidas, que involucra un sentido de identidad. Los encuentros de sordos en los cultos y eventos de la iglesia así como los momentos en compañía de amigos están llenos de patrones de conducta distintivos. Para una amplia gama de conceptos, su lenguaje no incluye palabras sino expresiones faciales y manuales.

En ocasiones, los que oímos pode-mos parecer insensibles a los sordos, porque no comprendemos los aspectos de esa cultura. Y tal como no existe un

La bondad es un idioma que los sordos pueden oír y los ciegos ver. –Mark Twain

escucharlos

F O T O S : C O R T E S Í A D E L A U T O R

escucharlos

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lenguaje de señas único y común, así también las culturas de sordos varían de una región a otra. Sin lugar a dudas el camino de la amabilidad es muy impor-tante y comienza con una empatía in-tencional por los sordos como personas y por la cultura a la que pertenecen.

Características particularesLa comprensión se incrementa

cuando pensamos y escuchamos con intención. Para que ello suceda, tenemos que conocer algunas de las características más destacadas y útiles de los sordos:

1. El lenguaje de sordos es un idio-ma reconocido (así como una lengua extranjera) toda vez que es parte de una comunicación compartida en el contexto de las lenguas habladas. Es visual y se basa en gestos, y posee sus propias ex-presiones idiomáticas. La comunicación con los sordos va más allá del dominio de la lengua; también se conecta con la relación establecida con la persona. Un gran primer paso es comunicarse con el corazón.

2. La sordera no es señal de una inteligencia más débil. La mayoría de los sordos posee un proceso de aprendizaje diferente al nuestro, pero «diferente» no significa inferior. Los sordos suelen pensar no en términos de palabras, ora-ciones y abstracciones, sino más bien en el contexto de patrones de pensamiento visuales, espaciales y concretos.

3. El humor de los sordos es diferente.

Dado que gran parte del humor de los que oímos se basa en juegos de pala-bras, los sordos quedan excluidos. Ellos tienen su propio sentido del humor –como puede comprobarse en cualquier reunión de sordos– pero a veces ríen cuando ven que otros ríen por un chiste en voz audible, aunque en realidad no entienden qué es lo gracioso.

4. La música para sordos se basa en ritmos o tiempos rítmicos. Posee tres ele-mentos: tiempo, flujo y coordinación. La música de los que oyen también posee tres elementos pero son distintos: melodía, armonía y ritmo. No creamos que los sordos no entienden de música solo porque no pueden oír.

5. Los sordos se orientan por la vista. Es importante que ocupen un lugar donde puedan ver bien al que hace las señas. Muchos prefieren los primeros bancos de la iglesia, donde existen me-nos distracciones.

Si reconocemos y apreciamos estas características, podemos llegar a entender que los sordos no son disca-pacitados; tienen capacidades diferentes y habilidades que no son comunes a otros grupos culturales. La bondad puede ayudarnos a ver y afirmar el valor personal del individuo.

¿Podemos escucharlos?Aunque los sordos comparten activa-

mente sus preocupaciones y esperanzas, sus palabras a menudo «caen en oídos sordos». Lo descubrí hace veinticinco

años, cuando estaba asistiendo a unas reuniones ministeriales; allí descubrí que un pastor sordo había llegado a la con-vocatoria pero no entendía una palabra de lo que se decía. Lo llamé aparte y con la ayuda de una computadora compartí los puntos más destacados del encuentro. Esa experiencia sirvió para introducirme a la cultura de los sordos.

Un panorama cambianteLos tiempos están cambiando y

cada vez existe mayor conciencia. Hace poco, en un encuentro de sordos en Nairobi, (Kenia) me enteré que varios asistían a iglesias de otras religiones, a pesar de ser adventistas. Allí se sentían atendidos porque contaban con intér-pretes a su lenguaje de señas. Me alegré mucho al verlos participar del culto con nosotros e incluso habían llevado a sus amigos. Frente a esta realidad, el presidente de la Unión ahora ha solicitado que cada Asociación de su territorio eduque y contrate a por lo menos un pastor sordo.

En Corea del Sur, los directivos de la Asociación adquirieron un templo para los sordos. Los feligreses se sienten muy agradecidos de tener un lugar donde reunirse y lo usan como centro de evangelización para alcanzar a otros sordos. Durante un gran encuentro de sordos en Brasil, el entusiasmo de los presentadores y asistentes, los informes presentados y los recursos exhibidos revelaron cuánto puede lograr un equi-

■ Sitio web adventista de Brasil: www.surdosadventistas.com.br

■ Sitio web ruso-ucraniano: www.deafasd.com

■ Sitio web del Ministerio de los Tres Ángeles para Sordos: www.3angelsdeafministries.org

■ Sitio web de la Comunidad de Southern para Sordos (Culto sabático transmitido en vivo todas las semanas): www.deafchurchonline.org

■ Sitio web de Ministerios Internacionales Canadienses para Sordos: www.deafhope.org

Ministerios Adventistas para SordosSitios web de los

COMPILADOS POR LARRY R. EVANS

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po que ensambla líderes laicos sordos y otros que oyen. La vitalidad y el entu-siasmo que mostró la juventud sorda en ese encuentro me demostraron el gran potencial de testificación de los jóvenes. El poder de inclusión y reconocimiento puede resultar transformador tanto para unos como para otros.

Desafíos persistentes Sin embargo, aún existen muchos

desafíos. Una persona sorda de Canadá habla del sufrimiento que soportó en soledad como resultado de una severa crisis familiar. Debido a su sordera se le hizo demasiado difícil comunicarse y obtener contención. En Francia, un grupo de sordos adventistas escribió: «Los sordos a menudo pasa-mos desapercibidos y rara vez somos considerados [parte de la iglesia]. Enfrentamos exclusión en la sociedad de los que oyen, y en ocasiones también en la iglesia».

En los Estados Unidos, el desafío es tener fondos suficientes para contratar intérpretes, de manera que los sordos puedan participar de los cultos y otros encuentros de la iglesia. La esposa de un pastor sordo hace la tarea inversa al interpretar los sermones de su esposo a los que pueden oír y que por diversos motivos asisten a su iglesia de sordos. Este matrimonio dice que quiere «ser un ejemplo para los que oyen, haciendo lo que nos gustaría que los demás hicie-ran por nosotros».

Para alcanzar a los sordosLas implicaciones detrás de tres

pequeñas palabras pueden hacer una gran diferencia al ministrar a otras culturas, incluida la de los sordos. Estas palabras son: «a», «para» y «con». El ministerio «a» no implica interacción alguna y representa el enfoque menos efectivo. El ministerio «para» muestra mayor preocupación pero no refleja interacción. Un ministerio que enfa-tiza el «con» abre la puerta al trabajo conjunto. Sobre la base de este último enfoque sugiero la siguiente estrategia:

■ Amor y compasión. Cualquier ministerio efectivo se basa en la combi-nación de estos dos factores.

■ Tiempo de escuchar y observar. La imposición de estrategias nunca son bien aceptadas o apreciadas. Conozca los corazones de los sordos de su comunidad.

■ Comprensión empática. Identificar-se con los sordos es producto del interés y la participación genuina con ellos.

■ Transparencia y confianza. Los sordos desconfían de los que siempre hacen promesas pero no las cumplen. La confianza se desarrolla con el tiempo, pero es clave para una relación duradera.

■ Trabajo conjunto en la misión. Los sordos no son ignorantes; poseen ex-periencia, ideas y perspectivas. Trabaje junto con ellos.

■ Desarrollo de líderes sordos. Cual-quier impacto a largo plazo tiene que basarse en la preparación de más líderes sordos en todos los niveles de la iglesia. Este es un paso esencial si queremos desarrollar con seriedad la misión a los sordos no alcanzados. Pero la partici-pación de los sordos no tiene que estar encauzada solo hacia otros sordos; ellos tienen contribuciones valiosas para enriquecer a toda la gama de ministerios de la iglesia.

■ Implementación de estrategias misioneras que los tengan en cuenta. Es posible cuando se han tenido en cuenta los pasos anteriores.

El ministerio del «con» excede por lejos las limitaciones de los ministerios del «a» y del «para», y enfatiza la necesidad de contar con más pastores e intérpretes

de sordos. Deberíamos planificar con el mismo interés que ponemos al trabajar por cualquier otro grupo no alcanzado.

Los ciegos, los sordos y los que sufren son parte importante del cuerpo de Cristo si es que anhelamos la pleni-tud, y nos recuerdan que ninguna sec-ción del cuerpo es menos indispensable (1 Cor. 12:22, 23). Ellos nos brindan la oportunidad de revelar el verdadero carácter de la iglesia. Elena White enfa-tizó este punto cuando escribió: «en la providencia de Dios […] los ciegos, los sordos, los cojos […] han sido coloca-dos en estrecha relación cristiana con su iglesia […]. Así es como Dios prueba nuestro carácter».4

La manera de relacionarnos entre nosotros en este mundo de diversidad deja clara evidencia de quiénes somos como individuos y como iglesia. En marcado contraste con la sabiduría convencional y las prácticas del mun-do, la iglesia tiene que ser un faro de esperanza al demostrar que el valor de cualquier persona comienza en el corazón. La pregunta imperante que cada parte del cuerpo de Cristo debe hacerse es: «¿Podemos escucharlos?» ¿Qué responderemos?

La bondad es solo el primer paso, pero es por donde debemos comenzar. ■

1 www.deafworldministries.com/CDA_project.htm.2 Ibíd.3 Esta información fue suministrada al autor por la organización Wycliffe Bible Translators.4 Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 561.

Larry R. Evans es director asociado del Departamento de Mayordomía de la Asociación General de la

Iglesia Adventista y enlace de la Asociación General para los Ministerios Internacionales para Sordos. Ha publicado el trabajo “Crossing Cultural Barriers in North America Without Compromising Cultural Identities”, en Encountering God in Life and Mission– A Festschrift Honoring Jon Dybdahl.

UCRANIA: Un grupo de jóvenes sordos de Europa Oriental pasean por Kiev después de asistir a un congreso para sordos de toda la División.

[email protected]

Si desea más información, envíe un mensaje electrónico a

Ministerios Adventistas para Sordos

Vol. 8 No. 2 | Adventist World 19

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Cuando tenía dieciocho años y era un católico nominal, mi confesor me dijo algo sorpren-

dente cuando me explicó que no era necesario que me confesara todas las semanas. Entonces decidí ir un paso más lejos y directamente dejé de ir a la iglesia. La religión sería a partir de allí una cuestión privada.

Maranata. Era evidente que también era el preferido de mi amigo. Cada mañana lo leía durante algo que él denominaba «devocional matutino». Me sentí tan intrigado que le pedí prestado el libro y también comencé a leerlo. Ese librito no solo me abrió ventanas sino grandes puertas. Aprendí sobre la segunda venida de Cristo, la gracia inmerecida y el per-

sublime! En el comienzo, Dios bendijo el día sábado; lo separó y lo llenó de gozo y de sentido festivo.

El primer sábado fue un día de alabanza al Creador y una conmemo-ración de la creación del mundo. En ese sentido, el sábado tiene algo que los otros días no poseen. Ese día es especial no solo por lo que dejamos de hacer; lo

N Ú M E R O 2 0

Raúl Quiroga

delLasdelicias

Por esa época, un amigo me regaló una Biblia, y comencé a leerla. No entendía lo que leía, pero los relatos del Génesis me impresionaron mucho. Disfruté de leerlos y releerlos. Tres años después decidí recorrer mi país armado de una guitarra y unos libros, incluida la Biblia. En un albergue conocí a un joven adventista de mi edad. Pronto comenzamos a hablar de religión. Ese diálogo derivó en tres meses de descu-brimientos maravillosos que cambiaron mi vida para siempre.

Una travesía personalMi amigo llevaba consigo varios

libros, y me prestó uno titulado Mensajes para los jóvenes. Ese libro no se convirtió inmediatamente en mi favorito, porque contradecía mi estilo de vida, pero el que me llamó la atención fue uno titulado

dón. Escuché también el llamado de obe-decer a Dios. Aprendí sobre el remanente y participé del descubrimiento más maravilloso: me encontré con Cristo, lo acepté como Salvador y lo transformé en el centro de mi vida.

Decidí entonces acompañar a mi amigo a una iglesia para ver qué era eso de «guardar el sábado». Ese primer sábado se convirtió en un estilo de vida que me ha acompañado por más de tres décadas.

Al seguir estudiando, entendí que el sábado había sido creado de manera diferente de los otros días; me di cuenta de que ese sábado sucedió algo especial que lo diferenciaba de los otros seis días de la creación. Ese primer sábado, Dios interrumpió su obra creadora y descansó para pasar tiempo de calidad con nuestros primeros padres. ¡Qué cita

que Dios puede hacer con nosotros lo convierte en un día de delicias.

El descanso sabáticoNingún otro día de la semana

puede cumplir la función del sábado, porque solo el séptimo día conmemora la creación establecida por el Creador como un pacto con su pueblo. Mediante ese período especial, el Señor santificó y bendijo esa relación con los primeros seres humanos.

En las Escrituras, el séptimo día es el único al que se le asigna nombre. Los otros días son nombrados en relación con este. Se habla del primer día después del sábado, o del día de preparación para el sábado (Luc. 23:54; 24:1). El sábado o séptimo día es el único al que Dios llama «su día». Jesús se identifica a sí mismo como el

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Señor del sábado (Mar. 2:27, 28). No establece su señorío sobre todos los días o sobre algún día de la semana. En ese sentido, los seres humanos somos señores de los otros seis días (Gén. 1:28), pero en sábado, reconocemos el señorío de Dios como Señor de todas las cosas.

El sábado es un verdadero don de Dios a la humanidad (Mar. 2:27). Fue el primer día completo que Adán y Eva pasaron como hijos de Dios, y su primer día de matrimonio (Gén. 2:1-3). En sábado dejamos de preocuparnos por nuestras luchas diarias (Éxo. 20:8-11). No solo descansamos: cualquier día de la semana podría servir para ese fin. La diferencia entre ese día y los demás es que el sábado no ofrece un descanso para vivir la inactividad sino para llevar a cabo actividades similares a las del primer sábado en el Edén. Sí, el sábado es el momento de cambiar de actividades y recobrar así el aliento (Éxo. 31:17).

Es interesante que Jesús criticó la inactividad que los líderes religiosos de su tiempo procuraron imponer sobre el sábado, y afirmó: «Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo» (Juan 5:17). Por supuesto, se refiere al trabajo redentor que es posible hacer en sábado, y no al tipo de labores dia-rias que solemos llevar a cabo durante los otros días de la semana (Mat. 12:7). La idea divina del descanso nos libera de nosotros mismos y de nuestras preo-cupaciones, para que podamos dis-frutar de tiempo y espacio para otras actividades. Jesús dijo que el sábado es el día ideal para ser una bendición para otros (vers. 9:14). Es un día para dedicarse a actividades en las que Dios y los seres humanos –esas criaturas que formó del polvo de la tierra– se encuentran. Es una celebración de la relación entre Dios y la humanidad, los miembros de la familia y nuestros

El benéfico Creador descansó el séptimo día después de los seis días de la creación, e instituyó el sábado para todos los hombres, como un monumento de la creación. El cuarto mandamiento de la inmutable ley de Dios requiere la obser-vancia del séptimo día como día de reposo, culto y ministerio, en armonía con las

enseñanzas y la práctica de Jesús, el Señor del sábado. El sábado es un día de deliciosa comunión con Dios y con nuestros hermanos. Es un símbolo de

nuestra redención en Cristo, una señal de santificación, una de-mostración de nuestra lealtad y una anticipación de nuestro

futuro eterno en el reino de Dios. El sábado es la señal perpetua de Dios, del pacto eterno entre él y su

pueblo. La gozosa observancia de este tiempo sagrado de tarde a tarde, de puesta de sol

a puesta de sol, es una celebración de la obra creadora y redentora de

Dios. (Gén. 2:1-3; Éxo. 20:8-11; Luc. 4:16; Isa. 56:5, 6; 58:13,

14; Mat. 12:1-12; Éxo. 31:13-17; Eze. 20:12, 20;

Deut. 5:12-15; Heb. 4:1-11; Lev. 23:32;

Mar. 1:32).

vín-culos con toda la creación. El sábado es un eco que nos remite al Edén. Es la manera que tiene Dios de decir-nos que quiere tener una relación cercana con nosotros, porque somos para él más importantes que todas las demás cosas creadas.

El gozo del sábadoEl sábado no es solo una obligación

sino una necesidad. Así como necesi-tamos aire, luz, agua y alimento para sobrevivir, necesitamos el sábado para vivir de verdad. Es también un día de adoración en el que nos arrodillamos ante el Señor y reconocemos que él es Dios. «Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos» (Sal. 100:3). El sábado nos devuelve al lugar que nos corresponde. Durante los demás días de la semana, nos dedicamos a objetivos personales. Al ocuparnos de nuestro tiempo y actividades, siempre está el peligro de creer que estamos a la altura o aun por encima de Dios. Cada semana necesitamos el sábado para recordar que todo lo que hacemos, lo que podemos hacer y hasta la capacidad de planificar lo que haremos, proviene de nuestro Creador.

El sábado es también un día de nueva creación. Cuando todo parece desintegrarse, el sábado nos devuelve al Edén. Y una vez más, el Señor vuelve a crear todo de la nada. Donde somos débiles, podemos llegar a ser fuertes. El caos es transformado en orden; el temor, en gozo; la incer-tidumbre se ve reemplazada por la certeza y la confianza; la justicia divina relega la injusticia y la opresión; la culpa se transforma en perdón.

Ese momento de redención se ve reflejado en la experiencia de Israel, cuando la mano fuerte de Dios los sacó de Egipto (Deut. 5:12-15). Por eso reconocemos al sábado como delicia (Isa. 58:13). No solo recibimos las bendiciones de ese día especial, sino que cada sábado renovamos nuestro pacto con Dios y confirmamos públicamente que queremos ser sus hijos.

Décadas atrás, mi vida se vio transformada cuando entendí verda-deramente esta verdad. Cada sábado, millones de personas experimentan las delicias de este día. ¿Puede imaginar qué increíbles serán las celebraciones sabáticas en nuestro hogar celestial, cuando estemos cara a cara con nuestro Creador y Salvador? ■

Raúl Quiroga es Doctor en Teología. Cuando escribió este artículo era profesor de Antiguo

Testamento en la Universidad Adventista del Plata (Argentina) pero hace poco fue llamado a servir en la Universidad Adventista de Bolivia, en Cochabamba.

El

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Les di también mis sábados, para que fueran por señal entre yo y ellos, para que supieran que yo soy Jehová que los santifico» (Eze. 20:12).

Así como el sábado fue la señal que distinguía a Israel cuando salió de Egipto para entrar en la Canaán terrenal, así también es la señal que ahora distingue al pueblo de Dios cuando sale del mundo para entrar en el reposo celestial.

La observancia del sábado es el medio ordenado por Dios para preservar el conocimiento de sí mismo y distinguir entre sus súbditos leales y los transgresores de su ley.

Señala al Creador y SantificadorEl sábado pertenece a Cristo […]. Puesto que él hizo

todo, creó también el sábado. Por él fue apartado como un monumento recordativo de la obra de la creación. Nos presenta a Cristo como santificador tanto como creador. Declara que el que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra y mediante quien todas las cosas existen, es cabeza de la iglesia y que por su poder somos reconciliados con Dios. Hablando de Israel dijo: «Les di también mis sábados, para que fueran por señal entre yo y ellos, para que supieran que yo soy Jehová que los santifico», es decir, los hace santos. El sábado es una señal del poder de Cristo para santificarnos […]. Como señal de su poder santificador, el sábado es dado a todos los que por medio de Cristo llegan a formar parte del Israel de Dios.

Para deleitarnos en CristoA todos los que reciban el sábado como señal del poder

creador y redentor de Cristo, les será una delicia. Al ver a Cristo en ese día, se deleitarán en él. El sábado les indica las obras de la creación como evidencia de su gran poder de redención. Al par que recuerda la perdida paz del Edén, habla de la paz restaurada por el Salvador. Y todo lo que encierra la naturaleza, repite su invitación: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mat. 11:28).

El sábado es un broche dorado que une a Dios con su pueblo […].

«Acuérdate»Al principio mismo del cuarto mandamiento el Señor

dijo: «Acuérdate». Él sabía que en medio de la multitud de cuidados y perplejidades el hombre se vería tentado a excu-sarse de satisfacer todo lo requerido por la ley, o se olvidaría de su importancia sagrada. Por lo tanto dijo: «Acuérdate del día de reposo para santificarlo» (Éxo. 20:8).

Durante toda la semana, debemos recordar el sábado y hacer preparativos para guardarlo según el mandamiento […].

Cuando el sábado es así recordado, no se permitirá que lo temporal usurpe lo que pertenece a lo espiritual. Ningún deber que pertenece a los seis días hábiles será dejado para el sábado. Durante la semana nuestras energías no serán

El

doradoElena de White

El sábado nos une con Dios

E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

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agotadas de tal manera en el trabajo temporal que en el día en que el Señor descansó y fue refrigerado estemos demasiado cansados para dedicarnos a su servicio […].

La preparación para ese díaTermínense el viernes los preparativos para

el sábado. Cuidad de que toda la ropa esté lista y que se haya cocinado todo lo que debe cocinarse […]. El sábado no ha de destinarse a reparar ropas, a cocinar alimentos, a los placeres o a ningún otro empleo mundanal. Antes de que se ponga el sol debe ponerse a un lado todo trabajo secular y

todos los periódicos de ese carácter deben ser puestos fuera de la vista. Padres, explicad vuestro

trabajo y su propósito a vuestros hijos, y permitidles que participen de la preparación para guardar el

sábado conforme al mandamiento.Hay otra obra que debería ser atendida en el día

de preparación. En ese día, todas las diferencias entre hermanos, ya sea en la familia o en la iglesia, deberían

ser puestas de lado. Que toda la amargura, la ira y la malicia sean expulsadas del alma. Con espíritu humilde,

«Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros» (Sant. 5:16).

Antes de la puesta del sol congréguense los miembros de la familia para leer la Palabra de Dios y para cantar y orar.

Debemos cuidar celosamente las extremidades del sábado. Recordemos que cada momento es tiempo santo y consagrado. ■

Este texto ha sido extraído de la edición en inglés del libro devocional The Faith I Live By, páginas 33 y 34. Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público.

El

es un broche dorado que une a Dios con su pueblo.

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En la última década, la educación privada secular ha tenido un gran auge en China. Por el con-

trario, las escuelas cristianas enfrentan muchos desafíos. El proceso de registro de este tipo de instituciones es suma-mente complejo, y depende de una organización que supervisa todas las actividades religiosas en el país (Three-Self Patriotic Movement).

Las opiniones divergentes sobre cómo educar a la juventud del país han producido desacuerdos, algunos de los cuales captaron la atención de los medios.

Nuestros feligreses siempre han tenido como prioridad ofrecer una educación adventista. Dada la situación, hace unos diez años, en el noreste del

asociaciónUna

ınesperadaReciben una educación cristiana y testifican a sus compañeros. Chek Yat y Sally Lam-Phoon

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país, los miembros de iglesia crearon escuelas en los hogares, para los hijos de los miembros de iglesia. Cuando esto ya no fue viable, oraron para saber qué hacer a fin de seguir ofreciendo educación espiritual a sus jóvenes.

Contacto en la comunidadEn 2008, los líderes de la iglesia

establecieron una relación cercana con el director de un colegio vocacional. Al hablarle de su deseo de ofrecer educación adventista a sus jóvenes, él les ofreció colaborar con la iglesia para responder a sus necesidades. «Esta nueva posibilidad nos entusiasmó, y decidimos intentarlo –dijo Enn Chun Wong*–. Era mejor que nada».

Ese colegio vocacional ofrece prepa-ración en mecánica automotriz, corte y confección, nutrición, servicios de comidas, turismo, contabilidad infor-mática, informática, energía hidroeléc-trica, soldadura y peluquería. Todos los estudiantes tienen que elegir una espe-cialidad. Sin embargo, a los estudiantes adventistas se les exigió que eligieran dos especialidades. Eso permitió que

todo el grupo estuviera junto y ayudó a reducir las influencias negativas de

los demás estudiantes. Asimismo, se hicieron arreglos para que

cursaran todas las materias por la mañana, de manera de tener

tiempo extra por las tardes para las clases de Biblia en

la iglesia.El primer grupo de

cuarenta estudiantes se alojó en el templo, y

allí maestros adven-tistas les brindaron

instrucción espi-

ritual. Comenzaban cada madrugada a las 4:30 con momentos de adoración y oración. Después del desayuno, un autobús los llevaba al colegio. Los maestros de la iglesia acompañaban al grupo para ayudarlos a salvar la brecha entre sus clases seculares y su educación religiosa. Por la tarde, regresaban a la iglesia para sus clases bíblicas.

«Les recordamos constantemente que tenían que ser testigos de Cristo en el colegio y que a través de su conducta debían dar testimonio del poder del cristianismo», dijo uno de los maestros.

Para que sean bendiciónLos jóvenes pronto se ganaron la

reputación de ser estudiantes modelo que se destacaban en el aspecto acadé-mico y mostraban modales disciplina-dos. Los otros estudiantes a menudo daban problemas: eran bulliciosos e indisciplinados, dormían durante las clases y se rehusaban a hacer las tareas. Al percibir este contraste el director expresó: «Nuestra institución necesita más estudiantes ejemplares como los adventistas; queremos más de ellos para influir en los demás».

Cuando terminó 2008, el colegio le pidió a la iglesia que enviara un segundo grupo de cuarenta estudiantes, para sumar ochenta adventistas. Eso creó un problema de alojamiento, ya que el templo no podía albergar a tantos. Pero entonces el director del colegio ofreció a la iglesia un edificio escolar abandonado. Para mediados de abril de 2009, se completó su renovación y además de reinstalar el agua corriente y la energía eléctrica se colocaron camas. Como esa residencia estudiantil está a cierta distancia del

colegio vocacional, la institución les ofreció un servicio de transporte diario para los ochenta jóvenes.

Los padres adventistas ahora están deseosos de enviar a sus hijos a ese colegio vocacional, porque han observado los cambios

positivos de los que participaron del programa experimental. Después de un año de estudios, los jóvenes han alcan-zado independencia de pensamiento y propósito. Se lavan la ropa, cocinan y comparten la Biblia con otros jóvenes. Muchos han sido designados líderes de la iglesia a la que asisten.

Al llegar el verano y regresar a sus hogares, los padres se asombraron de ver cómo habían cambiado sus hijos. Uno de ellos expresó: «Mi hijo ha ma-durado notablemente. Desde que llegó a casa, ha sido una gran bendición. Es atento y considerado, y se ofrece para ayudar en las tareas domésticas. ¡Esto se debe seguramente a lo que aprendió en el colegio!»

Si bien esta manera creativa de ofre-cer una educación adventista ha dado buenos resultados y los padres adventis-tas están enviando de buena gana a sus hijos a ese colegio, aún no han resuelto qué hacer una vez que terminan los dos años de educación vocacional. El gran desafío es qué hacer para brindarles una educación terciaria más completa, que los prepare para servir a las multitudes de China por medio de sus vocaciones, y que también prepare a un pueblo para el reino eterno.

Solicitamos vuestras oraciones, para que los líderes locales sigan dialogando hasta que surjan enfoques innovadores que permitan seguir instruyendo a los jóvenes adventistas de China por medio de una sólida educación adventista. ■

*No es su nombre real.

asociaciónınesperada

Chek Yat Phoon es director de Educación, y su esposa Sally Lam-Phoon es directora de Ministerios de Familia, del Niño y la Mujer en la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista.

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El término griego parakletos, que

algunas versiones de la Biblia traducen como

«Consolador», no posee equi-valente exacto en español. En la antigua Grecia, se usaba para referirse a una persona que asistía

a otra, o que actuaba en nombre de otra como consejero, intercesor, mediador, ayudante o defensor ante la corte judicial. Cuando Jesús aplica ese término al Espíritu Santo, revela su naturaleza y una de sus funciones. Desde entonces, el término es usado exclusivamente en los escritos de Juan. A continuación analizaremos esos pasajes.

1. Jesús y el Consolador: En Juan, así como en el resto del Nuevo Testamento, Jesús y el Espíritu se encuentran en estrecha conexión. Pero no son la misma persona. En Juan, Jesús identifica al parakletos con el Espíritu (16:15), el Espíritu Santo (14:26) y el Espíritu de verdad (14:17; 15:26; 16:13). En otras palabras, usó un nuevo término para refe-rirse al Espíritu Santo. Cuando Jesús dice «otro Consolador» (14:16; 1 Juan 2:1), implicando que él también cumple esa función, establece una clara distinción entre él y el Espíritu. La diferencia entre los dos se ve acentuada por el hecho de que el Espíritu (parakletos) será enviado por el Padre a pedido del Hijo (14:16, 26). Por último, se percibe la dife-rencia entre los dos en el hecho que la venida del Espíritu se producirá después de que Jesús regrese al Padre (16:7). El Espíritu (parakletos) estará con su pueblo para siempre (14:16). A diferencia de Jesús, el Espíritu no regresaría al Padre mientras el pueblo de Dios estuviese en el mundo, sino que tomaría el lugar de Jesús en esta tierra.

2. Funciones del Consolador: Al Espíritu (parakletos) se le asignan tres funciones. La de enseñar: «Él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho» (14:26). El Espíritu edificará la iglesia sobre la base de las enseñanzas de Cristo al recordar esas enseñanzas a los discípulos y revelar la profundidad de significado que tienen. También revelará a los discípulos el contenido escatológico del mensaje de Cristo (16:13). Solo en ese sentido el Espíritu los «guiará a toda la verdad» (16:13).

En segundo lugar y, en estrecha relación con lo anterior, el Espíritu glorificará a Jesús, quien es glorificado cuando el Espíritu toma lo que pertenece a Cristo y nos lo revela (16:14). No se glorifica a sí mismo al darnos cosas nuevas, sino al recordarnos que todo lo que recibimos proviene de Cristo.

En tercer lugar, la función del Espíritu es testificar contra el mundo en nombre de Cristo y de su pueblo. La venida del Espíritu da testimonio de que los creyentes pertenecen a Dios, lo que enfatiza la distinción entre ellos y el mundo. Junto con los creyentes, el Espíritu también testifica en nombre de Cristo al llamar a los seres humanos para que vayan a Jesús (15:25, 26). Su testimonio contra el mundo responde al rechazo hacia Jesús, al pecado que lo caracteriza y al juicio de Dios contra el mal (16:8-11).

3. La naturaleza del Espíritu: Al llamar al Espíritu «otro Consolador», Jesús ha establecido una vez y para siempre que el Espíritu es una persona como él. Aunque el término griego «espíritu» (pneuma) es neutro, el sustantivo «Consolador» es masculino y personal. El Espíritu no es un ente, sino un ser divino y personal. Jesús se refiere a esa divinidad cuando dice que el Espíritu «procede del Padre» (véase 15:26). El término «proceder de» (ekperuomai) señala el lugar de origen del Es-píritu. Su lugar natural de existencia se encuentra dentro del misterio de la Trinidad, y es Dios quien lo envía. Al identificar el Espíritu como un parakletos, Jesús nos ha brindado una manera de pensar en el Espíritu como persona.

Podemos visualizarlo como Consolador, como alguien que nos ayuda en tiempo de necesidad, que nos acompaña en nuestro peregrinaje, y nos sostiene, transforma y revela lo que pertenece a Cristo. El Espíritu habla por nosotros y para nosotros; él es el parakletos. ■

Ángel Manuel Rodríguez, ya jubilado, fue por muchos años director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General.

¿Por qué el Evangelio de Juan

expresa que el Espíritu es el

«Consolador»?

Mucho másque el

Consolador

R E S P U E S T A S A P R E G U N T A S B Í B L I C A S

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Cierta noche, después de un seminario bíblico en Chicago, una mujer de mediana edad y rostro atribulado, me

preguntó si podíamos conversar unos momentos. Explicó que estaba luchando contra el cáncer, y que tenía algunas preguntas. Con sinceridad preguntó: «Pastor, si no me sano, ¿significa eso que me falta fe? Si tuviera más fe, ¿sería sanada inmediatamente? Porque algunos de mis amigos dicen que mi problema no es el cáncer, sino la falta de fe. ¿Es así?»

En esta lección analizaremos qué es la fe y cómo practicar-la e incrementarla.

1 ¿Cómo se define la fe en Proverbios 3:5, 6? ¿Dónde se encuentra el foco de una fe genuina?

Fe es confiar en Dios como un buen amigo. Creer que él no nos hará mal, y que sus intenciones para nosotros son solo buenas (Jer. 29:11). No exige respuestas de parte de Dios, sino que busca descubrir lo que le da gloria al Señor en cada aspecto de la vida. No se concentra en lo que queremos, sino en lo que él quiere (Mat. 26:39).

2 El apóstol Pablo oró para ser liberado de una aflicción física. Lea 2 Corintios 12:7-9. Muchos estudiosos creen que se trataba de un problema de la vista. ¿Cuál fue la respuesta de Dios a su oración? ¿Qué nos dice esto sobre la fe?

3 David conocía bien qué era la aflicción. ¿De qué manera su fe le permitió soportarlas? Lea Salmos 119:67, 68. ¿Qué expresó sobre Dios en sus momentos de tribulación? ¿Qué nos dice esto sobre la fe?

Las pruebas que nos sobrevienen pueden amargarnos o bien hacernos mejores; las aflicciones pueden acercarnos a Dios o alejarnos de él. Todo depende de la perspectiva que tengamos de Dios. Si confiamos en él, creemos que es bueno y que hace el bien, tendremos fe en su Providencia, aun en las circunstancias más difíciles de la vida.

4 ¿Qué promesas nos da Dios, a las que podemos recurrir por fe en los momentos difíciles? Lea 1 Corintios 10:13, Filipenses 4:19, y Salmos 46:1 y reflexione acerca de lo que significan para usted en este momento de su vida.

5 Si nuestra fe en ocasiones parece débil, ¿cómo podemos incrementarla? Lea Romanos 10:17.

Cuando leemos la Palabra de Dios, nuestra fe se fortalece y crece. El mismo Espíritu Santo que inspiró la Biblia nos inspirará al leerla. Cuanto más conocemos a Dios, más con-fiaremos en él. Su Palabra es poderosa; fortalece y desarrolla nuestra fe (Heb. 4:12).

6 ¿Es posible leer la Biblia sin sacar mucho de ella? ¿Por qué? ¿Lo sorprende lo que dice Hebreos 4:2?

Hebreos describe a personas que oyen la Palabra de Dios pero no se benefician con ella. ¿Por qué? Porque la escuchan pero no la incorporan; no meditan con detenimiento en las verdades que contiene, ni las aplican por fe a sus vidas. ¿Tiene esto algún paralelismo con su propio estudio de la Biblia?

7 En Romanos 15:4 se explica claramente qué beneficio podríamos obtener cuando leemos las experiencias de los personajes de la Biblia.

El estudio de la Palabra de Dios nos da una nueva perspectiva de la vida. Profundiza nuestra confianza en Dios, incrementa nuestra fe y nos llena de esperanza. Cuando aprendemos a andar por fe, y no por vista (2 Cor. 5:7), nuestra confianza en Dios aumentará. En efecto, Juan expresó que el pueblo de Dios de este tiempo tiene la «fe de Jesús» (Apoc. 14:12).

En su hora más oscura en la cruz, Jesús colocó su vida en los brazos de su amante Padre. Confió en Dios aquello que no entendía. Nosotros podemos hacer lo mismo.

Esa es la fe bíblica y auténtica que hace muchos años compartí con esa mujer atribulada de Chicago. ■

para el FeMark A. Finley

E S T U D I O B Í B L I C O

tiempo del fin

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Cartas

La unidad que la iglesia necesita se encuentra en Jesucristo y en su verdad .

Ken Lemky, Columbia Británica, Canadá

La esperaDisfruté muchísimo del artículo de Frank Hasel titulado «La espera» (Octubre 2011). No está en mi temperamento esperar, y menos aún, con paciencia. Hasel está en lo cierto cuando afirma que todos nos vemos obligados a esperar al menos una o dos veces por día: ¿Por qué no dedicar esos momentos a Dios?

Para reducir mi impaciencia, he tomado «minivacaciones» en mi cabeza mientras aguardo ante los semáforos en rojo, mientras espero a otros, o en esos molestos minutos de espera para pagar en el supermercado. Creo que a partir de ahora también dedicaré esos momentos a Dios.

Rebecca WhitedCalifornia, Estados Unidos

La adoración verdaderaEn relación con «La adoración verdadera», me alegró en extremo la entrevista de Bill Knott, editor de Adventist World, con el presiden-te de la Asociación Gene-ral, Ted Wilson (Agosto 2011). El compromiso de los líderes con el reavivamiento y la reforma comenzó en el Concilio Anual de 2010 y aún continúa. Me he sentido bendecida y fortalecida por los mensajes y recursos del sitio www. revivalandreformation.org. El Espíritu Santo quiere encender nuestros corazo-nes en forma individual y corporativa. Es tiempo de que así sea.

Cathy Lawpor vía electrónica

En las ciudadesMuchas gracias por la extensa cobertura de la nueva iniciativa «En las ciudades» (Octubre 2011). Mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué solo se menciona la cantidad de adventistas de una determi-nada ciudad (por ej., al pie de la página 17)? ¿No contamos a los otros cristianos que viven allí? ¿Son los adventistas los únicos que tienen que predicar el evan-gelio en esas ciudades?

Los Reglamentos Eclesiástico- Administrativos de nuestra iglesia declaran: «Reconocemos a toda actividad u organización que ensalza a Cristo ante la humanidad como parte de los planes divinos de evange-lizar al mundo. Sentimos gran respeto por los hombres y mujeres cristianos de otras denominaciones que buscan ganar a otras personas para Cristo» (Sección O 75 de los Reglamentos Ecle-siástico-Administrativos de la Asociación General).

Si creemos eso, ¿por qué escribi-mos como si los demás cristianos no tuvieran una función que cumplir en la evangelización de las ciudades, y por qué no alentamos la cooperación con ellos? Para mí, esto no implicaría renunciar a nuestras convicciones adventistas particulares.

André LiebigAlemania

Aunque compartimos muchas doctrinas con los cristianos de otras denominaciones, tenemos suficientes doctrinas singulares como para justificar la tarea de llevar el mensaje a los lugares donde el evangelio de Cristo ya ha sido predicado.

–Los editores

El mosaico de DiosLes escribo en relación al artículo de Cheryl Doss titulado «El mosaico de Dios» (Octubre 2011).

La iglesia necesita mayor educación sobre el tema de la diversidad cultural. Hay una que es inofensiva e inocente, pero otra es dañina e inaceptable. Todas las culturas incluyen a estos dos grupos. No toda la diversidad proviene de Dios

o es aceptada por él. Necesitamos saber cómo establecer la diferencia.

La unidad que la iglesia necesita se encuentra en Jesucristo y en su verdad. Solo ella

producirá entre sus hijos una unidad bíblica y aprobada por Dios, no importa de qué cultura terrenal provengan. No existen atajos, desvíos, sustituciones o metodologías alternativas de éxito que logren ese objetivo. Podemos elegir si avanzar en armonía con todo lo que Je-sús enseña o deambular en la oscuridad, haciendo círculos sin fin en nuestros propios espejismos e ideas.

Ken LemkyColumbia Británica, Canadá

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Pautas para las cartas: Envíelas por favor a [email protected]. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

■ Mi personaje bíblico favorito es Pedro. A menudo se lo critica por «hablar antes de pensar». Pero lo admiro porque cuando tuvo la oportunidad de caminar en el agua, abandonó el bote para estar más cerca de Jesús (véase Mateo 14:27-31).

–Sergio, Río de Janeiro (Brasil)

■ Aunque ni siquiera sabemos su nombre, mi personaje bíblico favorito es la niña israelita de 2 Reyes 5, que contó a su amo del poder sanador de Dios por medio del profeta Eliseo. Todos deberíamos tener ese valor a la hora de compartir nuestra fe.

–Cora, San Francisco (California, Estados Unidos)

■ Tengo muchos favoritos pero, ¿cómo podría dejar de mencionar a David? Vivió con entusiasmo y, aunque no todo lo que hizo fue admirable o digno de ser imitado, cultivó una buena relación con Dios. Por eso el Señor lo llamó un hombre «conforme a [mi] corazón» (1 Sam. 13:14).

–Hee Mun, Jeju-do (Corea del Sur)

Para la próxima, díganos en cincuenta palabras o menos cuál es su libro favorito de la Biblia. Envíe su mensaje a [email protected]. Como tema del mensaje, escriba «50 Words or Less».

Mipersonaje bíblico

7billones

El día de deliciasEl artículo «Un día de delicias» (Julio 2011), de Ted N. C. Wilson, me llegó verdaderamente al corazón. He aprendido cómo tener comunión con mis amigos adventistas y

observar el día santo de Dios.También expreso mi sincero

agradecimiento a Adventist World por ofrecer «El rincón de la oración». Realmente espero que Dios responda esas oraciones.

Lalrodinga Falam, Birmania

GraciasGracias porque cada mes recibo Adventist World. ¡Siempre me ayuda a progresar espiritualmente!

Lovemore KashawoHarare, Zimbabue

Leo con gran interés y gozo cada número de Adventist World. Me siento muy agradecida de recibir aquí en Austria la traducción al alemán de la revista. Muchas gracias a todos los que trabajan en las traducciones. Es en ver-dad una gran tarea la que llevan a cabo. Que Dios bendiga a todos los miembros del equipo de traducción para que puedan continuar con esta importante contribución para la iglesia.

Agradezco también a los editores y a todos los escritores por las historias y los artículos que nos presentan desafíos espirituales. ¡La iglesia como cuerpo está siendo bendecida!

Anja KaluzaLustenau, Austria

Hay aproximadamente un adventista por cada 407 personas en el mundo. En algunos países, la proporción es mucho menor; en otros es mucho mayor.

Fuente: Secretaría de Archivos y Estadísticas de la Asociación General

La población mundial

P A L A B R A S O M E N O S5O

favorito

Vol. 8 No. 2 | Adventist World 29

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En la vida, todos enfrentamos desafíos de uno u otro tipo, pero escondernos tras las dificultades nos impide alcanzar la medida de la gracia divina que puede ayudarnos a lograr lo que él quiere que seamos y hagamos .

– Larry R. Valorozo, durante un estudio bíblico en Bolonia (Italia)

Les pido que por favor oren junto conmigo para que pueda conseguir trabajo para suplir las necesidades de mi familia. Estoy buscando un inversor para una industria maderera.

Seth, Sierra Leona

Oren por favor por mi hijo. Cuando tenía ocho años, perdió gran parte de la audi-ción por una enfermedad. Ahora tiene veinte y está muy enojado con Dios. Oren para que se reconcilie con el Señor, y para que pueda encontrarle utilidad a su vida.

Helen, Estados Unidos

Por favor, oren por una joven que es parte de un programa comunitario para los aborígenes locales. Se encuentra en el hospital con respirador artificial. Parecía tener buena salud, y la razón de su enfermedad es desconocida.

Rod, Australia

Necesito un reavivamiento espiritual en mi vida. Que Dios me proteja del pecado. También estoy orando por trabajo, un lugar donde estudiar y la unidad de mi familia.

Vera, Nigeria

Oren por favor para que Dios nos dé la manera de financiar nuestro proyecto de un nuevo salón de clases y gimnasio.

Ron y Holly, Estados Unidos

Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a [email protected]. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

Las Divisiones de la Iglesia Adventista mundial con la mayor cantidad de miembros son:

■ División Interamericana

■ División de África Centro Oriental

■ División de África Meridional-Océano Índico

■ División Sudamericana

■ División del Sudeste Asiático

RESPUESTA: Esta es una de las primeras iglesias adventistas de Gaspar Alto, en el sur de Brasil. Un anciano de iglesia de Blumenau (Santa Catarina) compartió esta foto con Sérgio Lessa.

I N T E R C A M B I O D E I D E A S

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30 Adventist World | Febrero 2012

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Montadas, Brasil

Más de seiscientas comu-nidades de Brasil aún no

cuentan con presencia adven-tista. Pero gracias a la construc-ción de templos adventistas en todo el país, esa situación está cambiando. Las «Iglesias de un día» son parte de la solución.

Las congregaciones adven-tistas de Brasil están apoyando a familias para que se trasladen a poblaciones donde no hay presencia adventista. Allí son misioneros cuyo objetivo es establecer iglesias.

Montadas es el nombre de una de esas comunidades que ha sido adoptada por el Depar-tamento de Ministerios de la Mujer de la Unión Norte Brasileña. Hace un año, este departamento patrocinó a un matrimonio de laicos, Patricio y Cristina Silva, para ir a vivir a Montadas. Los Silva comenzaron a hacerse de amigos y pronto descubrieron que nadie había escuchado hablar de los adventistas.

El matrimonio comenzó una pequeña reunión de oración y ofreció estudios bíblicos a sus nuevos amigos. El interés se incrementó, y pronto se hizo obvio que necesitaban un templo.

El 10 de agosto de 2011, un equipo de construcción de Maranatha Volunteers International erigió el armazón de acero de la iglesia. Los feligreses y las volunta-rias de Ministerios de la Mujer comenzaron inmediatamente a agregar las paredes, el cielo raso, los bancos y hasta una adición para las Escuelas Sabáticas de niños.

La nueva iglesia de Montadas fue dedicada ya libre de deudas, el 25 de octubre de 2011. La iglesia cuenta con cincuenta y tres miembros, y más de cincuenta personas han pedido ser bautizadas.

«Vuelvan en un año –dicen los Silva–, y la iglesia habrá crecido tanto que estaremos listos para formar dos congregaciones».

«Iglesias de un día» es un proyecto en colaboración entre la Iglesia Adventista, Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASI) y Maranatha Volunteers

International. Estas historias llegan hasta usted gracias a Dick Duerksen, el «narrador» de Maranatha.

“He aquí, vengo pronto . . .”Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

EditorADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista.

Editor ejecutivo Bill Knott

Editor asociado Claude Richli

Gerente editor internacional Chun, Pyung Duk

Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vicepresidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal.

Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Lee, Jairyong, presidente; Akeri Suzuki; Kenneth Osborn; Guimo Sung; Chun, Pyung Duk: Han, Suk Hee

Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Mark A. Kellner, Kimberly Luste Maran

Editores de Seúl, Corea Chun, Pyung Duk; Chun, Jung Kwon; Park, Jae Man

Editor en línea Carlos Medley

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Junta administrativaJayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; P. D. Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Kenneth Osborn, Juan Prestol, Claude Richli, Akeri Suzuki, Exoficio: Robert Lemon, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson

Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Fátima Ameen

Consultores Ted N. C. Wilson, Robert E. Lemon, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Lowell C. Cooper, Daniel R. Jackson, Geoffrey Mbwana, Armando Miranda, Pardon K. Mwansa, Michael L. Ryan, Blasious M. Ruguri, Benjamin D. Schoun, Ella S. Simmons, Alberto C. Gulfan Jr., Erton Köhler, Jairyong Lee, Israel Leito, John Rathinaraj, Paul S. Ratsara, Barry Oliver, Bruno Vertallier, Gilbert Wari, Bertil A. Wiklander.

A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638

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A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.

ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos e Indonesia.

Vol. 8, No. 2

Iglesias de un día

Vol. 8 No. 2 | Adventist World 31

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Mi familia. Mi revista. ADVENTIST WORLD.

*Ben Carson es el primer cirujano del mundo que consiguió separar a mellizos siameses unidos por la cabeza.

Cada mes, la revista ADVENTIST WORLDllega a las “manos consagradas”.El Dr. Ben Carson* lee la revista

para estar en contacto con la gran

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mundo.

Usted puede hacer lo mismo.

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