Azúcar, trabajadores y lucha revolucionaria, 1910 ... · Azúcar, trabajadores y lucha...
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Azúcar, trabajadores y lucha revolucionaria, 1910 – 1920: El caso de la United Sugar Companies Pedro Cázares Aboytes Introducción
El presente trabajo, tiene como finalidad hacer una revisión del caso de esta empresa
azucarera, denominada United Sugar Companies1, a partir del inicio de la Revolución
Mexicana, en 1910 a 1920. Como aspectos centrales a considerar en esta indagación,
serian, cuales fueron las circunstancias sorteadas por esta empresa para salir de todas las
dificultades que se le presentaron durante la década de 1910 a 1920. Por otra parte, se
buscara estudiar la influencia que ejerció la Revolución Mexicana en los trabajadores de
dicha factoría y que mutaciones observó durante estos años, así como todos estos factores
conjugados entre si, se expresaron en esta región del país, determinando el desarrollo
económico de este sector de la sociedad sinaloense. Esta década es de vital importancia,
para esta empresa azucarera, pues fue precisamente apartir de los años veintes, que la
USCO tuvo una gran irrupción en la industria azucarera nacional, de ahí la importancia de
estudiar a profundidad lo acontecido durante esta década.
La United Sugar Companies
Hablar de la United Sugar Companies, es adentrarse en algo más que una empresa, fue
un espacio donde se fueron tejiendo relaciones que hicieron posible la constitución de este
gran emporio agroindustrial, cuyo creador y cerebro de esta compañía fue el
1 En adelante USCO.
2
estadounidense Benjamín Francis Johnston, quien nació el 15 de Diciembre de 1865 en
el poblado de Sharon, Pensilvania. El investigador Mario Gill, señala aspectos anecdóticos
en la vida de Johnston al momento de su llegada a la región: “Zacarías Ochoa lo encontró
sentado, solitario y sin equipaje en el puerto de Agiabampo, y le pareció muy amigable,
simpático, educado y de buenos modales, trabando rápidamente amistad con Ochoa quien
lo invito a pasar unos días a su hacienda El Águila 2 ”.
Thomas Robertson, al hablar de su connacional, se mueve en una óptica similar al ubicar
a “Johnston sin dinero en Mazatlán tratando de convencer al capitán de un barco costero
para que lo llevara a Topolobampo sin cobrarle3”.
Ya establecido en el norte de Sinaloa, sus primeros pasos como empresario siguieron una
tónica similar, pues resulta un misterio el origen o naturaleza de sus capitales al momento
de asociarse con Zacarías Ochoa en lo que fue su primera incursión financiera en la zona,
también es toda una incógnita. En lo que a su profesión se refiere – si la tuvo -, igual queda
una duda. Mario Gill lo menciona como un empleado bancario, mientras Thomas
Robertson lo señala como un joven abogado4.
Lo cierto es que a la llegada de Johnston, gente como Francisco Orrantia y Sarmiento,
propietario del ingenio La Constancia, la familia Zakany propietarios del ingenio La
Florida, eran los principales productores de azúcar en el norte de Sinaloa, todos ellos
pertenecían a la elite económico-política de esta región, con quienes construyó buenas
relaciones, creando los contactos necesarios para sus objetivos empresariales. En esos
momentos fue fundamental la relación que estableció con el dueño de la Hacienda El
Águila, Zacarías Ochoa.
Johnston se propuso trabajar desde un inicio bajo patrones distintos a los utilizados por
nuestros connacionales eso fue notable, de manera que el carácter conservador de unos, las
deudas y la incapacidad para seguir en una tendencia más dinámica, hizo que entraran en
una crisis irreversible lo cual no les permitió cabalgar sobre los nuevos tiempos que exigían
un actitud empresarial más firme y versátil.
2 Mario Gill, La conquista del Valle del Fuerte, Culiacán, UAS – IICH, 1983, Colección Rescate, 19, p. 59. 3 Thomas Robertson, Utopía del Sudoeste, Los Angeles, California, The Ward Ritchie Press, 2da edición, 1964 p. 118. 4 Mario Gill, Op. Cit. p. 61. Tomas Robertson, Op. Cit. p. 119.
3
Cabe mencionar que el último lustro antes del inicio de la Revolución mexicana, el
ingenio Los Mochis y El Águila, propiedad de la USCO, habían tenido gran cantidad de
altibajos, bajas cosechas producto de la falta de agua, dificultad para colocar su producción
en el mercado, falta de capitales, destacan entre las vicisitudes mas recurrentes en el
accionar de esta compañía azucarera, situaciones que vieron imposibilitada a esta empresa a
cumplir con sus compromisos financieros, por lo tanto, durante los años de 1907 a 1911, el
Banco Nacional de México uno de sus principales prestamistas, se vio obligado a enviar un
representante a Los Mochis, llamado Joaquín Olloqui, quien fiscalizaba todas las
operaciones financieras del ingenio, al grado que no se pagaba un solo cheque de emitido
por Johnston sin la autorización de dicho inspector5.
Ante tan apremiante situación y con el conflicto revolucionario a la vuelta de la esquina,
la USCO no se amedrentó y buscó obtener recursos económicos de cualquier parte, y una
forma era explotar las concesiones a su disposición, de tal forma entraron en acuerdos con
el señor Emilio Prado para que por medio Compañía Explotadora de Aguas del Río Fuerte,
S.A y su concesión de aprovechamiento de aguas se le concediera usar del agua de este
río.6
Al parecer esto les resultó un buen negocio, ya que dos meses después la Compañía
Explotadora de Aguas del Río Fuerte, pidió se publicara una autorización para cambiar el
lugar en que se ejecutaban las obras de derivación de las aguas que tenían derecho a
aprovecharlas, pues celebraron contratos con particulares y ocupaban incrementar las
extracción de los volúmenes de este liquido7. Dicha situación tiene sentido, tomando en
cuenta la gran cantidad de agua que es necesaria para el cultivo de la caña de azúcar. Por
ello, no es casual que durante esta década que he fijado mi atención, las empresas
azucareras de esta entidad, hayan sido quienes mayor aprovechamiento tuvieron de los
afluentes fluviales cercanos a sus tierras de cultivos8.
5 Mario Gill, Op. Cit. p. 59. 6 Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa (AHGES), - Índice de Correspondencia de la Secretaria de Gobernación del Estado de Sinaloa (ICSGES), Ramo Fomento, Enero, 1911, exp. 32. 7 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Marzo, 1911, exp. 103. 8 César Aguilar Soto, Empresarios agrícolas y conflictos por el agua en Sinaloa, 1896 – 1930, en Clío No. 33, Revista de la Facultad de Historia – Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, Enero – Junio de 2005, pp. 30 – 31. En este articulo Aguilar Soto, nos muestra como la United Sugar Companies a través de sus compañías subsidiarias logró controlar el vital líquido que aportaba el río Fuerte a traves del canal de Tastes
4
Por otra parte, con la revolución, se presentó para la USCO la coyuntura de apropiarse
de las propiedades de Manuel Borboa, propietario del ingenio azucarero La Florida quien
junto con Francisco Orrantia y Sarmiento salieron huyendo del país. El empresario todavía
no olvidaba el hecho que Borboa le hubiera ganado la partida de adquirir el ingenio La
Florida de la familia Zakany, cuando todas estas propiedades fueron subastadas, de manera
que al estar Borboa fuera del país, Johnston emprendió las acciones necesarias para lograr
hacerse de dichas propiedades.
Según rumores se dice que importó “bilimbiques”, papel moneda devaluado de otros
estados ante la escasez de moneda de curso legal, y con los cuales pagó los adeudos y
créditos vencidos de Borboa, se dice que llegó a un acuerdo con Donato Borboa, hijo de
Manuel Borboa de esta forma logró apropiarse del ingenio La Florida9. Fue tal la
desesperación de este hacendado sobre lo incierto de sus posesiones, que solicitó al
Gobierno del Estado le permitiera regresar al Estado de Sinaloa, pues deseaba atender sus
negocios10. Sus temores no eran infundados, pues su hijo Guillermo Borboa se quejó ante el
Gobierno del Estado de que la United Sugar Companies mandó quemar leña en terrenos de
su propiedad perjudicando bodegas y casas habitación propiedad de su padre, exigiendo
castigo para los culpables e indemnización por los perjuicios recibidos11.
Las propiedades de Orrantia estaban corriendo con una suerte muy similar pues estaban
intervenidas y apunto de ser expropiadas y repartidos sus terrenos.12 De momento no tenia
el apoyo del gobierno en turno así parece indicarlo la orden girada por parte del
Gobernador del Estado al Oficial del Registro Publico del Fuerte recomendándole no
registrara ninguna escritura a favor u otorgada por Francisco Orrantia y Sarmiento13.
La situación empeoró aun más para Orrantia pues el entonces Gobernador del Estado
General Ángel Flores, celebró un contrato con Francisco S. Flores para el uso y
aprovechamiento en explotación agrícola de la propiedad rústica denominada “La
y sus ramales, situación muy símil era la que Redo y Cia. en las cuencas de los ríos Culiacán y San Lorenzo, lo mismo que la familia Almada para su industria azucarera. 9 Mario Gill, Op. Cit. p. 69. 10 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Enero, 1915, exp. 59, f. 11. 11 AHGES - ICSGES, Ramo Justicia, Marzo, 1915, exp. 9, f. 176. 12 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Enero, 1915, exp. 14, p. 43. 13 AHGES - ICSGES, Ramo Justicia, Enero, 1916, exp. 36, p. 38.
5
Constancia” intervenida a Francisco Orrantia y Sarmiento14. Sin embargo no todo era
buenaventura para la USCO pues el Gobierno del Estado efectuó los trámites
correspondientes con la finalidad de embargarlo por los adeudos pendientes de los derechos
fiscales de traslado dominio en el caso Charles Hudson15, y peor aun notificación del Juez
del Distrito Del Fuerte el Recaudador de Rentas del Fuerte Jesús Moreno se negó a recibir
la cantidad de cuatro mil doscientos pesos en calidad de abono de dicho adeudo.16 La
USCO vía Johnston se movió rápidamente y al parecer logro salir airosa de esa
contratiempo pues días después el Recaudador de Rentas Jesús Moreno, fue destituido de
su cargo y su lugar fue ocupado Ignacio Renteria quien dio luz verde al citado anticipo
cesando de momento la amenaza de embargo contra esta factoría17.
La USCO había empezado a tener algunas perdidas con la llegada de fuerzas maderistas
a la región norte las cuales ejercieron control sobre esta región del estado, ante esta
situación la USCO solicitó el apoyo del gobierno revolucionario por conducto de la
Embajada de Estados Unidos para que se les otorgaran las garantías necesarias para
continuar con la producción y comercialización de sus productos, petición que fue atendida
por la dirigencia revolucionaria18.
James Nye, accionista y vicepresidente de la USCO, y a su vez vice-cónsul
norteamericano, nos da un panorama de la situación que se presentaba en el valle del
Fuerte, y las circunstancias que enfrentaba la empresa: Las conexiones telegráficas han
sido cortadas en todas las direcciones. El ferrocarril al sur esta paralizado por causa de
puentes quemados (…) Ustedes recordaran que el último Abril estuve en Washington en
nombre de nuestros intereses aquí, y preguntando por alguna clase de protección por las
vidas y las propiedades de la colonia americana aquí, una de las mas populosas de la costa
oeste de México que ha traído inversiones por algunos millones de dólares”19. Una
medida inicial tomada por la empresa, fue solicitar un permiso para importar armas y
14 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Mayo, 1916, exp. 34, f. 252. 15 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Noviembre, 1911, exp. 1. 16 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Noviembre, 1911, exp. 7. 17 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Noviembre, 1911, exp. s/n. 18Alonso Martínez Barreda, Relaciones económicas y políticas en Sinaloa: 1910- 1920, Colegio de Sinaloa- U.A.S, Culiacán, 2004, p. 181. 19 Mario A. Lamas Lizárraga, “Origen e influencia del ferrocarril sud-pacífico en Sinaloa, 1905-1917”, [Tesis de Maestría en Ciencias Sociales], Colegio de Sonora, Hermosillo, 1995, p. 130.
6
parque para la defensa de sus propiedades20, e importar cien rifles y diez mil cartuchos21.
Una cuestión que llamó la atención de Gobierno Federal en el caso de la USCO, fue el
nombramiento de Charles Hudson como agente consular de los Estados Unidos en Los
Mochis, así que por medio de la Secretaria de Relaciones Exteriores pidió informes al
Gobernador del Estado de Sinaloa al respecto22.
Respecto a los empresarios azucareros del centro de la entidad, las llamaradas de la
revolución que llegaron a la capital del Estado, la ciudad de Culiacán, y sus alrededores,
tuvieron efectos negativos sobre dichos empresarios, por ejemplo, los cañaverales del
ingenio azucarero El Dorado, propiedad de Redo y Cia, fueron quemados por las huestes
maderistas, arrojando perdidas por un poco mas de ochenta mil pesos, peor aun fue el caso
del ingenio La Aurora, el cual fue consumido por el fuego iniciado por los revolucionarios,
consumiendo gran parte de la factoría fueron incendiadas sus instalaciones, perdiéndose
gran parte de su maquinaria, insumos y demás aperos, cuyo monto ascendió a un poco mas
de ciento quince mil pesos23.
Para esos años el supervisor del Banco Nacional de México Joaquín Olloqui ya se había
marchado lo cual permitió a la USCO actuar con mayor libertad, al de grado fabricar su
propio papel moneda: de dos, cinco y diez pesos, o vales al portador por cantidades
mayores. Con ese dinero con el respaldo que otorgaba la USCO, se pagaban rayas, se
cubrían las cuentas de los acreedores y hasta se compraron propiedades24.
Otras de las adversidades que enfrentó la USCO, fue que tanto las calderas del ingenio
El Águila como del ingenio Los Mochis se alimentaban con leña traída de los alrededores
la cual empezó a escasear y el bagazo de caña sobrante fue insuficiente. La leña era traída
cada vez de lugares más lejanos hasta llegar a Choix o el ahora municipio Sinaloa de Leyva
e inclusive hasta las estribaciones de la Sierra Madre Occidental. Al agotarse las reservas
de leña dura se recurrió a usar la pitahaya como combustible, la cual existía de manera
abundante a lo largo del valle, sin embargo esta también se agotó. Para abatir esta carencia
20 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Abril, 1912, exp. 235. 21 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Mayo, 1912, exp. 275 22 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Julio, 1912, exp. 365. 23 Alonso Martínez Barreda, Op. Cit. pp. 75 – 76. 24 Filiberto Leandro Quintero, Historia Integral de la región de la región del Río Fuerte, Los Mochis, Ed. El Debate, 1978, p. 547.
7
la USCO solicitó el apoyo del Gobierno del Estado para que se le permitiera introducir bajo
ciertas condiciones y libre de derechos de importación del petróleo que necesitaban como
combustible25.
La USCO estuvo en un estira y afloja permanente con el gobierno del estado en lo que a
el cobro de impuestos se refiere, y durante los años revolucionarios no fueron la excepción,
de tal forma para Agosto de 1912 esta compañía solicitó una reconsideración en la cantidad
asignada como avaluó de las propiedades que poseía en Los Mochis26, como medida para
enfrentar esta situación la USCO propuso al Gobierno del Estado pagar el derecho de
ventas que causen sus ingenios azucareros “ El Águila “ y “ Los Mochis “ en el presente
año en curso por medio de una iguala de siete mil pesos, la cual se ofreció a pagarla
directamente en la Tesorería General del Estado27.
Este pago no era únicamente para estar al corriente con sus obligaciones fiscales, sino
que buscaba un acercamiento con el centro del poder pues por otra parte Johnston, pidió se
impartieran garantías para todos los extranjeros que laboraban en esa empresa28. Johnston
se preocupó por llevar buenas relaciones con las principales facciones revolucionarias y
sus líderes. Cuando el Primer Jefe del Ejercito Constitucionalista General Venustiano
Carranza visito Sinaloa en Enero de 1914, Johnston lo hospedó y lo agasajó junto a su
numerosa comitiva incluido su Estado Mayor y prensa que lo acompañaba, además en
honor de sus huéspedes ofreció un baile en la Escuela Americana29. Por esas mismas
fechas la USCO celebró un contrato con el inspector de las líneas telefónicas del Fuerte
para que estos últimos pudieran usar sin ninguna traba las líneas telefónicas de la
empresa.30 Además celebró un contrato formal con los jefes de la Tercera División del
Noroeste relativo al subsidio de guerra que aportaría dicha compañía.31.
La USCO logró controlar toda la producción de garbanzo de la región norte del estado, la
cual compraba a través de “bilimbiques ”a precios muy bajos, para después venderla en
25 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Abril, 1912, exp. 219. 26 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Agosto, 1912, exp. 405. 27 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Marzo, 1913, exp. 99. 28 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Mayo, 1913, exp. 205. 29 Filiberto Leandro Quintero, Op. Cit. p. 698. 30 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Enero, 1914, exp. 436. 31 AHGES - ICSGES, Ramo Guerra, Mayo, 1915, exp. 8, f. 292.
8
dólares en los Estados Unidos.32 A parte de comprar cosechas de garbanzo la empresa se
dedicó a fomentar su cultivo, tomando en cuenta que en el año de 1915 celebró siete
contratos los cuales fueron de la forma siguiente:
En solo ese año la USCO refaccionó con semilla, agua y tierra a ocho personas para que
sembraran una superficie de setecientos ochenta y tres acres. En todos los contratos
celebrados contenían las siguientes cláusulas: Los encargados de realizar la siembra
aceptaban que en caso de desperdicio de agua recibirían multas de veinticinco pesos por
cada ocasión que sucediera eso, el arrendatario absorbía todos los demás costos del proceso
de la siembra, incluido el mantenimiento de la parcela antes y después de sembrar, debía
entregar en buenas condiciones la propiedad, el encostalado el producto final corría por
cuenta del arrendatario y debía ir completamente limpio, pues de lo contrario seria
devuelto33.
Como podrá verse la siembra del garbanzo se convirtió en una actividad bastante
redituable para la empresa en esos tiempos tan difíciles, sin duda dotó de bastantes divisas
en este caso dólares, para hacer frente a todos los compromisos contraídos con anterioridad.
Las quejas contra la USCO ya eran el pan de cada día, y procedían tanto de la población
como de las mismas autoridades del distrito, por ejemplo, el Director Político de Ahome se
quejó ante la gobernatura del Estado de que la Compañía Azucarera El Águila – subsidiaria
de la USCO – no cedía la parte del camino que le correspondía a la población que
transitaba el trayecto del ingenio El Águila a Los Mochis34. Por otra parte los habitantes de
las riberas del río Fuerte manifestaron su inconformidad ante las autoridades por que la
USCO hacia un uso inmoderado de las bombas del agua.35
En contraste con la desgracia de sus vecinos hacendados, la USCO se encontraba en
una etapa de expansión y no dejaba ir cualquier oportunidad de hacer negocios alternos a la
producción de azúcar y alcohol. Se dice que se entendió con algunos cabecillas
revolucionarios a los que les compraba las pieles de los animales sacrificados para
alimentar a la tropa y en muchas ocasiones simplemente para vender el cuero36, algo hay de
32 Mario Gill, Op. Cit. p. 71. 33 AILM, Minuta de Contrato, exp. 555, foja s/n. 34 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Abril, 1914, exp. 553. 35 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Abril, 1914, exp. 553. 36 Mario Gill, Op. Cit. p. 70.
9
eso pues tenemos que en Abril de 1915 la USCO giró un telegrama a la Secretaria de
Hacienda del Estado, pidiendo información para exportar pieles de res y que si cual era el
precio por cada piel, a lo cual contestó esta secretaria que no había problema pues el
decreto número 11 daba vigencia a esa actividad y el precio por cada piel era de un peso
con cincuenta centavos37.
Ante tan positiva respuesta, dos meses después la USCO notificó a la Secretaria de
Hacienda la exportación de 1563 pieles de res vía puerto de Topolobampo a bordo del
barco norteamericano “Grace Dollar”38. Al parecer este fue el único envío de pieles de res
realizado por la USCO, por que en otra ocasión al amparo de que el señor Víctor Preciado
administrador de la aduana de Topolobampo y a su vez empleado de la USCO, la empresa
embarcó un cargamento de cinco mil cueros de res, por los cuales Johnston pagó cinco mil
pesos en bilimbiques39. El contrabando de alcohol fue otro de los jugosos negocios de la
compañía durante los años revolucionarios40.
El desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial se convirtió en una oportunidad
para que Johnston comercializara azúcar hacia el exterior a precios altos, lo cual implicó la
obtención de ganancias bastante considerables, pues antes de la guerra el saco de este
producto se cotizaba a cinco dólares, después de 1914 el precio se incremento a diez y ocho
dólares por saco. Se apunta que agentes norteamericanos llegaron personalmente a Los
Mochis a comprarle su producción azucarera41.
Johnston también tuvo tropezones en ese río revuelto llamado revolución ya que en más
de una vez fue timado. En una ocasión compró a su paisano Frank Burke doscientos mil
pesos en billetes constitucionalistas emitidos supuestamente en Monclava, Coahuila de la
emisión 28 de Mayo de 1913, los cuales resultaron ser billetes falsificados, así lo hizo saber
Johnston al Gobernador del estado de Sinaloa, por medio del Cónsul mexicano en San
Francisco, California lugar donde efectuó la compra de dichos billetes42.
37 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Abril, 1915, exp. 25, f. 220. 38 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Mayo, 1915, exp. 14, f. 265. 39 Mario Gill, Op. Cit. p. 70. 40 Al respecto vease Hubert Carton de Grammont, “Los empresarios agrícolas y el Estado de Sinaloa: 1893-1984”, México, UNAM-IIS, 1990, p. 70. 41 Mario Gill, Op. Cit. p. 71. 42 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Septiembre, 1915, exp. 4, f. 419.
10
El año de 1916 resultó muy difícil para la USCO pues entre otras cosas enfrentó las
embestidas tantos de los indígenas mayos como de las fuerzas villistas, peor aun cuando
ambas se fusionaron, si bien antes habían respetado las propiedades de la empresa, e
inclusive se les atribuían hasta pactos secretos entre Johnston y Felipe Bachomo ahora
nadie escapó del radio de acción de estas fuerzas revolucionarias.
Contrario a lo aludido por Mario Gill, de que nadie se atrevió a tocar a Johnston por que
era demasiado poderoso y contaba con el respaldo norteamericano, lo cierto es que cuando
fue derrocado del gobierno huertista, Johnston se vio obligado abandonar el estado,
cuestión que anteriormente ya había hecho un empleado de gran confianza de Johnston el
mexicano Ignacio I. Gastelum, así como otros empleados norteamericanos de la empresa
quienes habían organizado una especie de milicia, cuyo capitán era Ross Page y el teniente
Thomas Boyd, de los cuales, este último tuvo que salir un tiempo huyendo del país por
haber participado en acciones militares43
Esto motivó que se abriera una investigación, la cual fue instrumentada por el Licenciado
Felipe Linares por encargo del Gobierno constitucionalista, con motivo de los cargos que se
le achacaban a la USCO en calidad de cómplices de los indios mayos en la lucha que
sostuvo el grupo Constitucionalista con los ya mencionados, enviando un informe completo
al respecto.44 Ante esta situación Ignacio Gastelum representante de la USCO en la ciudad
de México le escribió diciéndole que el señor Benjamín Francis Johnston se encontraba en
Nogales, Arizona esperando un salvo conducto para regresar a México a atender sus
negocios45.
Posteriormente la Secretaria de Gobernación pidió informes al Gobernador del Estado
sobre ciertas acusaciones que pesaban sobre la persona de Benjamín Francis Johnston,
Presidente de la United Sugar Companies46. Esa petición encontró apoyo en Luis Cabrera,
reconocido constitucionalista, quien abogó por el norteamericano ante Carranza para el 43 Thomas Robertson, Op. Cit. P. 191. 44 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Marzo, 1916, exp. 87, f. 120. Era muy común que se dieran este tipo de situaciones durante la revolución, y esta región no fue la excepción. Comenta Thomas Robertson que fue un problema que tuvieron que enfrentar al cambiar los gobiernos locales, era el de nuevos cobradores de impuestos quienes reclamaban el pago atrasado, diciendo que los recibos de los gobiernos anteriores que los recibos de los gobiernos anteriores no valían y hasta nos multaban por haberlos pagado, diciendo que había sido prueba de que estamos ligados con el enemigo, Thomas Robertson, Op. Cit. p. 194. 45 Archivo del Centro de Centro de Estudios de Historia de México (CONDUMEX) XX, Caja 81, Legajo. 9063, 5 de Julio de 1916. 46 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Julio, 1916, exp. 27, f. 352.
11
retorno de tan prominente empresario norteamericano, tomando en consideración la
importancia que tiene la USCO para el Estado de Sinaloa, por su parte los generales Iturbe
y Flores argumentaban quien prestó importantes apoyos económicos a la lucha
revolucionaria47.
Por otro lado, el Gobierno del Estado pidió informes al Presidente Municipal Del Fuerte
sobre si le autorizó a la USCO emitir su propio papel moneda en Los Mochis48, a su vez
más complicada se ponía la situación pues el Gobierno del Estado también inició
investigaciones respecto a la moneda de níquel que fabricó la multicitada compañía49.
Aparte de toda la cantidad de problemas que venía enfrentado los empleados de altos
mandos de la USCO por diversas razones ante el Gobierno Federal, así como el Estatal, la
empresa en si tenía otro tipo de dificultades para echar a andar la producción de azúcar y
alcohol. Edmundo Salmón apoderado de la USCO giró un oficio a Gregorio Delgado
Presidente Municipal del Fuerte quejándose del incremento tan repentino y desorbitado de
las cuotas para la elaboración de alcohol, en el cual argumentaba que mejor desistirían de
iniciar sus actividades productivas si la Recaudación de Rentas no reconsideraba su
postura50. Tras convocar a sesión extraordinaria el Presidente Municipal del Fuerte
Gregorio Delgado, decidió reconsiderar el monto de las cuotas municipales, quedando
pendientes las cuotas Federales, cuestión fuera de su poder51, de esa forma la USCO
comunicó que con fecha 10 de Febrero del año en curso quedó nuevamente establecido su
negocio industrial de producción de azúcar y alcohol de caña52.
La USCO también tuvo que enfrentarse a Borboa quien exigía al Juez de Primera
Instancia del Fuerte le recibiera la cantidad de trescientos mil pesos que adeudaba a la
47 Alonso Martínez Barreda, Op. Cit. p. 182. 48 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Agosto, 1916, exp. 59, f. 410. 49 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Noviembre, 1916, exp. 30, f. 525. 50 AILM, Caja s/n, Volumen 372, exp. 24, Oficio de la United Sugar Companies al Presidente Municipal del Fuerte, foja s/n, Enero 5 de 1916. 51 AILM, Caja s/n, Volumen 372, exp. 24, Oficio del Presidente Municipal Gregorio Delgado a Edmundo Salmón apoderado de la USCO, foja s/n, Enero 10 de 1916. 52 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Marzo, 1916, exp. 22, f. 140.
12
USCO, para poder recuperar sus propiedades principalmente la hacienda La Florida53,
Borboa quería recuperar el ingenio La Florida, cuestión que ya no fue posible. Si bien había
dificultades, la USCO prosiguió adelante con sus negocios. Siguió como el año anterior
con la cosecha y compra de garbanzo, actividad de la cual rindió un informe a la Colecturia
de Rentas de Los Mochis54, asimismo realizó el pago correspondiente por derecho de
ventas de garbanzo por conducto de Jorge Ibarra empleado de la USCO55.
Durante la década que va de 1910 a 1920, la producción azucarera de la USCO, fue la
siguiente:
Año Toneladas de caña Toneladas de azúcar 1910 59´485 4´499 1911 70´667 5´680 1912 80´954 6´235 1913 66´645 5´167 1914 120´250 9´041 1915 116, 681 8´078 1916 57´639 3´148 1917 82´634 6´767 1918 83´365 6´719
ELABORÓ: Pedro Cázares Aboytes, FUENTE: Ross L. Page, Remembranzas de Ross Page sobre los orígenes de las compañías azucareras Águila – Sinaloa conocidas después como United Sugar Companies y posteriormente como Compañía de Los Mochis S.A, p. 45. Al parecer, la Revolución Mexicana empezó a surtir efectos dentro de los trabajadores
del norte de Sinaloa, más específicamente en los trabajadores de la USCO. Cabe recordar
que muchos de ellos formaron parte de las filas revolucionarias, de hecho algunos seguían
todavía en pie de guerra al mando de Felipe Bachomo. La primera huelga por parte de los
obreros contra la USCO fue el año de 1914. No había entonces organización sindical, su
única demanda fue la reducción de la jornada de trabajo a ocho horas, los encargados de
hacer llegar esta demanda fueron Daniel Ascencio, Ramón Castro y los hermanos Telesforo
y Juan Armenta. Los obreros desorganizados no supieron usar la única arma en sus manos,
la huelga, entonces la empresa se impuso y separó del trabajo a los revoltosos56.
53 AHGES - ICSGES, Ramo Justicia, Mayo, 1916, exp. 47, f. 274. 54 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Febrero, 1916, exp. 59, f. 90. 55 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Abril, 1916, exp. 50, f. 195. 56 Mario Gill, Op. Cit. p. 136.
13
Un grupo de guardias blancas se encargaba de localizar los focos de descontento para
poner remedio inmediato suprimiendo cualquier descontento. La empresa tenía su propia
cárcel dentro del ingenio. La falta de experiencia fue algo fundamental en esta
manifestación de descontento por parte de los obreros de la USCO, que actuó en contra de
los trabajadores. Al respecto Hobsbawm nos dice lo siguiente: “El peón móvil indefenso
que pasaba de una industria a otra, era incapaz de utilizar las tácticas de sindicalismo,
puesto que solo poseía el valor de su trabajo57”.
Mario Gill sostiene que cuando los obreros fueron arrojados volvió a reinar la paz en el
ingenio durante diez largos años. Si bien no hubo otras huelgas o movilizaciones de obreros
de cierta importancia, esto no quiere decir que hubo una paz absoluta. Aparte ya no era solo
un ingenio era dos ingenios: El Águila y Los Mochis. Por otro lado, los otros ingenios (La
Florida de la familia Zakany, así como el ingenio La Constancia de Francisco Orrantia y
Sarmiento) ya no estaban funcionando como ingenio azucarero solo se dedicaba a otras
actividades agrícolas. Estas dos factorías venían funcionando años atrás que El Águila y el
ingenio Los Mochis.
Para esos años, la USCO ya era la propietaria del ingenio La Florida, empresa que
absorbió su infraestructura, sus tierras y por ende a sus trabajadores, y con ellos iba
interiorizada también su experiencia laboral previa. Retomando a Thompson todos estos
trabajadores de los ingenios La Florida, La Constancia, El Águila y Los Mochis: “La mayor
parte sintieron la crucial experiencia en términos de cambio en la naturaleza y la
intensidad de la explotación laboral58 ”. Aparte, Gill afirma que los obreros presentaron
una sola demanda la cual menciona de manera un tanto insignificante, la reducción de la
jornada de trabajo a ocho horas solamente. Aunque solo hubiera quedado en petición, esto
nos revela una cuestión esencial: la importancia del tiempo, habían aprendido de que el
tiempo es oro.
Por otra parte, por esos años quedó instalada a nivel estatal el Departamento del Trabajo
y fue nombrado como su encargado Antonio Valero, por parte de la Secretaria de
Fomento59, lo paradójico de esta situación es que esta persona indicó que se fomentaría
57 Eric Hobsbawm, Trabajadores, estudios sobre la clase obrera, Barcelona, Ed. Crítica, 1979, p. 186. 58 Edward P. Thompson, La formación de la clase obrera en Inglaterra, Barcelona, Ed. Critica, Tomo II, 1989, p. 208. 59 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Octubre, 1914, exp. 1, f. 17.
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toda clase de trabajo, tanto para beneficiar a la gente pobre como para el desarrollo de la
riqueza nacional60. Al parecer esta persona estaba desempeñando su trabajo de manera
parcial, y solo se priorizaba la segunda parte, la de fomentar el desarrollo de la riqueza
nacional.
Si bien la empresa reprimió severamente cualquier inconformidad en su interior, mucho
de sus trabajadores ya eran parte de la rebelión de los indios mayos liderados por Felipe
Bachomo, quien fue uno de los tantos e ignorados miembros del tercer Batallón sumados a
este movimiento a los cuales se les prometió tierras, los cuales defeccionaron en masa,
cuando se encontraban en San Blas el 22 de Octubre de 191461.
Esto lo evidencia una carta que giró Edmundo Salmón a las autoridades del Distrito Del
Fuerte donde comenta que el volumen de producción de sus negocios había disminuido
notablemente por la gran falta de brazos que atienda las plantaciones y los negocios de la
empresa, y peor aun estos se encuentran sumados a los indios y las fuerzas villistas, que en
fechas recientes han causado grandes perjuicios y dificultades a nuestras propiedades62.
En esas fechas las fuerzas indígenas asolaron la mayor parte de los pueblos donde
anteriormente trabajaron. Al parecer, la restitución de sus tierras comunales y la búsqueda
de venganza era su principal móvil. Hicieron incursiones en Ahome, San Miguel,
Mochicahui, Higueras de Zaragoza y hasta Los Mochis fue blanco de las huestes indígenas,
donde sus objetivos principales eran los hacendados sus antiguos patrones.
En sus primeas incursiones respetaron las propiedades de la USCO, y se enfocaron
(como ya se mencionó) a castigar a los hacendados, y saquear sus comercios. Hay mucha
especulación al respecto, que si existieron o no tratos secretos entre Johnston y Bachomo,
lo cierto es que esta rebelión de los indios fue otra forma de expresar su descontento ante
un gobierno que les ofreció restituirles sus tierras.
Posteriormente, las fuerzas rebeldes de Bachomo se unieron a las huestes villistas,
comandadas por Orestes Pereyra y Juan M. Banderas, y a partir de ese momento ni las
propiedades de la USCO estuvieron a salvo, lo anterior quedo evidenciado en el ataque a
60 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Octubre, 1914, exp. 33, f. 22. 61 Filiberto Leandro Quintero, Op. Cit. p. 723. 62 AILM, Caja s/n, Volumen 372, exp. 24, Carta de Edmundo Salmón al Presidente Municipal Gregorio Delgado, Enero 5 1916.
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Los Mochis del 16 al 19 de Noviembre de 191563, al grito de ¡Viva Villa!, se abalanzaron a
galope sobre las casas, inclusive entraron hasta la casa de Benjamín Francis Johnston en
busca de armas, en dicha búsqueda de aperos de guerra, encontraron en los jardines a Chico
Espuma, quien años atrás se desempeñaba como sobre saliente64 de la USCO, de tal manera
que los indios mayos enardecidos se le echaron encima cortándole la garganta y quitándole
la vida65, quedando vengados todos los agravios que les había infligido año tras año este
sobresaliente empleado de la empresa.
Luego de estas acciones vino el declive de la rebelión indígena, ahora sumada al bando
villista, pues se les propinaron sendas derrotas obligándolos a replegarse al Estado de
Sonora, donde finalmente el 5 de Diciembre de 1915 en Movas, Distrito de Alamos,
Sonora, los generales Juan M. Banderas, Fructuoso Méndez, Francisco Urbalejo, Jesús
Trujillo y Felipe Bachomo aceptaron un ofrecimiento de amnistía66.
Bachomo, decidió disolver sus núcleos y le pidió a su gente regresaran a las márgenes
del Río Fuerte a seguir luchando por sus tierras, el se acogió al indulto de los carrancistas
en Enero de 1916 y fue remitido a la Cd. de México.67 Los indígenas mayos siguieron la
recomendación de Bachomo, un mes después de la ejecución de Bachomo, indígenas de
Mochicahui se presentaron ante el Presidente Municipal del Fuerte solicitando se les
regresaran las tierras que anteriormente eran de su propiedad, sin éxito alguno68.
Enterados de la captura de Bachomo, los caciques del norte de Sinaloa exigieron un
castigo para el líder de los indios Mayos, y utilizando todo tipo de influencias lograron que
fuera trasladado meses después a la ciudad de Culiacán, donde el día 2 de Octubre de 1916
63 Benito Ramírez Meza, Felipe Bachomo: Rebelión indígena y Revolución en la región de El Fuerte, Sinaloa, 1911 – 1916, en Ciencia y Universidad, I.I.E.S – U.A.S, Culiacán, Tercera Época, Número 11, p. 81. 64 El sobresaliente era una figura al interior de la hacienda decimonónica mexicana, que jugó un rol mediático entre los peones acasillados y los hacendados, pues era el encargado de conminar inicialmente a los trabajadores que tenían deudas con la hacienda, a volver durante los meses de trabajo, y cuando estos no volvían en tiempo y forma, el sobresaliente los traía desde distancias muchas veces retiradas, amarrados y a pie. 65 Ross Page, Remembranzas de Ross Page sobre los orígenes de las compañías azucareras Águila – Sinaloa conocidas después como United Sugar Companies y posteriormente como Compañía Azucarera de Los Mochis, S.A., Trabajo mecano escrito, Sin pie de editorial,. p. 40. 66 Héctor R. Olea, “La Revolución en Sinaloa ”, Culiacán, 1ra Reedición, Centro de Estudios Históricos del Noroeste, 1993, p. 154. 67 Benito Ramírez Meza, Op. Cit. p. 81. 68 AHGES - ICSGES, Noviembre, 1916, exp. 27, f. 548.
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fue sometido a un Consejo de Guerra, donde se le condenó a ser fusilado el día 24 de
Octubre, acción consumada en Los Mochis69.
Por otro lado, meses antes el Primer Jefe del Ejercito Constitucionalista, General
Venustiano Carranza, fue muy claro en su postura frente a la Casa del Obrero Mundial,
pues mediante un oficio al Gobernador del Estado de Sinaloa, le comentó que era de su
conocimiento que esta agrupación obrera había mandado delegaciones a este estado, con el
objeto de hacer agitaciones y propaganda subversiva, de tal forma, ordenó tajantemente se
impidiera cualquier tipo de trabajos a dicho gremio70.
El gobernador Ángel Flores no vino a desentonar con la posición adoptada por su
superior el Gral. Carranza, respecto a las capas laborales, lo cual se percibe claramente en
su informe de Gobierno donde en el Departamento del Trabajo, dice que: “Este
departamento no esta funcionando todavía en la entidad pues este gobierno debe
abstenerse de hacer todo gasto superfluo, y que de momento prefiere hacerlo
personalmente, el papel de mediar entre patronos y trabajadores71 ”. De esta forma
quedaba muy clara la postura de las instancias gubernamentales, tanto estatal como federal,
frente a las carencias de las capas trabajadoras, un desinterés total, irónico tomando en
cuenta que eran gobernantes surgidos de la gesta revolucionaria.
Tras el regreso de Benjamín Francis Johnston de los Estados Unidos, donde estuvo un
tiempo desterrado, tras haber ordenado a las autoridades del Estado de Sinaloa, el Primer
Jefe del Ejercito Constitucionalista General Venustiano Carranza instruyó que se le
impartiera toda clase de garantías para su regreso y el buen funcionamiento de su
empresa72. De tal forma, el 14 de Diciembre de 1917 se constituyó la United Sugar
Companies S. A, con un capital de $ 4 millones de pesos y una duración de cincuenta
años73.
El objetivo principal de la compañía era contratar con toda clase de compañías o
particulares que se dedicaran a la industria del azúcar, para la compra y venta de sus
69 Héctor R. Olea, Op. Cit. p. 158. 70 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Enero, 1916, exp. 16, f. 4. 71 Informe que el C. Gobernador de Sinaloa General Ángel Flores rinde acerca de la Administración de dicho estado, 3 de Febrero de 1917, Archivo del Congreso del Estado de Sinaloa, (ACES). 72 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Marzo, 1917, exp. 75, f. 217. 73 Maria Elda Rivera Calvo, Principales empresarios agrícolas en Ahome, su evolución histórica, 1886 – 1930, Tesis de licenciatura en Historia, Facultad de Historia, UAS, Culiacán, 1995, p. 83.
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productos. También contemplaba administrar fábricas, bienes inmuebles y toda clase de
negocios comerciales e industriales, e incluso se planteaba negociar o comerciar con toda
clase de géneros o mercancías, así como derechos y créditos pertenecientes a particulares o
a corporaciones. Su consejo de administración lo formarían diez responsables: Un
presidente, cinco vicepresidentes, un secretario, un tesorero y dos vocales74. Ese mismo
año, la USCO seguía pasándole por encima a cualquier persona, cuando ya no le era de su
utilidad o de su confianza. Por ejemplo Pedro C. Gutiérrez se quejó ante el Gobierno del
Estado, por despido injustificado y por adeudo de salarios como agente de negocios de
dicha empresa75.
Otro caso fue el de varios empleados de la USCO quienes se quejaron ante el Gobierno
del Estado por que dicha empresa los despidió por que supuestamente eran exvillistas76.
Cuestión bastante contradictoria pues el Gobierno del Estado por medio de una circular
prohibió tajantemente abusos contra la clase trabajadora ya sea despidos injustificados o la
no remuneración en efectivo, o que tampoco debían de excederse de más de un plazo mayor
de una semana77. Todo parece indicar que no existía la intención de atender las demandas
de la clase trabajadora y todo quedaba en mera retórica.
Todo seguía quedando en el papel, como la circular número uno emitida por el Gobierno
del Estado para organizar la Junta Central de Conciliación y Arbitraje en el entidad sin
demora alguna, para que esta junta desempeñara el papel de velar por las clases
trabajadoras78, o la notificación a la capital del país, que se esta trabajando en el proyecto
de un reglamento del trabajo79. A su vez, las autoridades no velaban por el bienestar del
grueso de la población, como fue el caso de vecinos de Topolobampo, quienes se quejaron
ante el Gobernador del Estado por que la compañía Kansas City México y Oriente el agua
que se les suministraba por esta compañía, y por la cual pagaban era tomada de una charca
pestilente y pedían la intervención del gobierno para evitar que se les continué vendiendo
ese liquido80.
74 Ibíd., p. 84. 75 AHGES - ICSGES, Ramo Hacienda, Abril, 1917, exp. 62. f. 325. 76 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Junio, 1917, exp. 15, f. 511. 77 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Junio, 1917, exp. 9, f. 510. 78 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Junio, 1917, exp. 19, f. 512. 79 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Junio, 1917, exp. 31, f. 515. 80 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Junio, 1917, exp. 44, f. 518.
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La USCO seguía tratando con la punta del pie a cualquiera que entorpeciera sus
movimientos, así que no tardo en llegarle el turno al señor José Maria Elizondo, quien en
representación de varios vecinos de Los Mochis se quejó contra esta compañía por que las
aguas de uno de sus canales se salían de su cauce ocasionado diversas dificultades81.
Mientras tanto comerciantes al menudeo de Los Mochis se quejaron de manera airada
ante el Gobernador del Estado por las altas cuotas asignadas, aludiendo a su vez que dichas
cuotas eran mucho menores a las establecidas a las tiendas de la USCO82.
Como no se iba a sentir con fuerte respaldo, la USCO si tenía un convenio con el síndico
de Los Mochis para tener cinco soldados a su disposición de manera permanente, los cuales
se vinieron a sumar a otros cinco soldados más, que la empresa compartía con la Colectaría
de Rentas de Los Mochis los haberes para este grupo de soldados eran pagados por la
USCO83.
A su vez, esta compañía ya tenia puestos los ojos en el ingenio La Constancia, pues cabe
recordar que los otros ingenios ya era de su propiedad, y con ello desaparecer cualquier
rastro de posible competencia, este ingenio se encontraba paralizado años atrás (1913) por
un incendio. Un primer acercamiento para adueñarse de esa propiedad fue la petición con el
Gobernador del Estado para que le fuera facilitada de manera gratuita la bomba de esa
hacienda siempre y cuando fuera devuelta en buenas condiciones y en un plazo
determinado84.
Era tal el entendimiento de la USCO con el Gobierno del Estado, que le pidió el pagó lo
mas inmediato de la suma de doscientos sesenta y un pesos con sesenta y seis centavos que
esta instancia gubernamental le adeudaba a esta empresa por reparaciones a las líneas
telefónicas del norte de Sinaloa a petición de la sindicatura de Los Mochis85. Tal vez por
circunstancias como esas las autoridades pasaban por alto detalles como las quejas
presentadas por los vecinos de Los Mochis contra el Juez Menor de ese punto, aparte que
dicho funcionario laboraba en la USCO86.
81 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Septiembre, 1917, exp. 75, f. 214. 82 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Noviembre, 1917, exp. 29, f. 323. 83 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Diciembre, 1917, exp. 78, f. 432. 84 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Febrero, 1918, exp. 10, f. 596. 85 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Abril, 1918, exp. 43, f. 157. 86 AHGES - ICSGES, Ramo Justicia, Mayo, 1918, exp. 31, f. 221.
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Las quejas siguieron en aumento y tuvieron orígenes muy diversos, como la presentada
por un grupo de colonos de Los Mochis quienes se quejaron ante el Gobernador del Estado
contra la USCO debido a que la expresada compañía suspendió los permisos para que se les
otorgue agua del canal, peligrado de esta forma las siembras en pie, de tal manera pidieron
la oportuna intervención de esta instancia de Gobierno87.
En la Villa de Ahome gran molestia causó en entre la población la necedad de la USCO,
tendiente a cerrar los caminos para uso exclusivo de la empresa, aludiendo que los terrenos
por donde pasan los caminos son de sus propiedad y se negaban rotundamente a dar
marcha88.
En lo que materia laboral se refiere, el grueso de los trabajadores tenían menos
posibilidades que sus demandas tuvieron resonancia en la Junta Central de Conciliación y
Arbitraje, pues acababa de ser nombrado encargado de dicha junta el Licenciado Celso
Gaxiola Andrade, persona ampliamente identificada con los intereses de la parte patronal89.
Aparte de soportar largas jornadas laborales, bajos salarios y la constante vigilancia de la
guardia blanca de la USCO, los trabajadores tuvieron también que preocuparse por los
reclutamientos arbitrarios y forzosos efectuados por enganchadores militares provenientes
del Estado de Sonora, sin que hubiera autoridad o particular que intercediera por ellos90.
Aunque la empresa si hizo gestiones la empresa para que regresaran a Los Mochis fue por
algunos de sus trabajadores de confianza que se encontraban exiliados en el extranjero, para
ello se dirigió al Gobernador del Estado para que interpusiera su valiosa influencia ante las
autoridades federales para lograr ese cometido91.
La USCO estaba en franco crecimiento y el número de tierras poseídas ya era
insuficientes para alimentar a los dos ingenios de su propiedad, por tal motivo hizo una
petición al Gobierno del Estado que de acuerdo con la Fracción cuarta del Articulo 27 de la
reciente Constitución General de la Republica, se le concediera a la mencionada empresa se
87 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Sección Industria y Comercio, Mayo, 1918, exp. 9, f. 247. 88 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Sección Industria y Comercio, Mayo, 1918, exp. 11, f. 247. 89 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Sección Administrativa, Octubre, 1918, exp. 26, f. 86. 90 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Sección Administrativa, Octubre, 1918, exp. 40, f. 89. 91 AHGES – ICSGES, Ramo Gobernación, Sección Administrativa, octubre, 1918, exp. 52, f. 92.
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le extendiera la autorización para comprar la cantidad de 14´ 000 hectáreas de terreno para
la siembra de caña de azúcar92.
Respecto a los trabajadores de la USCO que ocupaban altos mandos, y se encontraban
exiliados en el extranjero, esta empresa pidió al Gobierno del Estado interpusiera su
influencia ante el Cónsul de México en Nogales, Arizona para que permitiera la entrada
inmediata al territorio nacional a los empleados ya aludidos93. Al parecer, en el Municipio
de Ahome el panorama estaba bastante denso e imperaba la inconformidad en diversos
sectores de la población, eso motivo que los vecinos invitaran al Gobernador del Estado
para que realizara una visita y estuviera personalmente al tanto de la situación en los
principales que conformaban dicha municipalidad94.
Nuevamente, personas de la población de Los Mochis sufrieron un reclutamiento
forzoso, llevado a cabo por el Mayor José Maria Gurrola, en complicidad con el Sindico de
Los Mochis, la mayoría de las victimas fueron obreros y campesinos de la USCO95. Al
poco tiempo hicieron nuevamente acto de presencia ahora en un contingente más numeroso
y no conformes con llevarse a varias personas cometieron cualquier cantidad de desordenes
en el punto ya mencionado, cuestión denunciada por la población al Gobernador del
Estado96.
El afianzamiento y ascenso económico de la USCO siguió en ascenso y aprovechó, sus
relaciones con la Gobernatura del Estado para incrementar esta posición. Prueba de ello fue
contrato celebrado entre Ignacio I. Gastelum, quien recién repatriado se dio a la tarea de
recuperar el tiempo perdido.
Dicho contrato entre Gastelum y el Congreso del Estado tenia propuesta las bases a
seguir para que Gastelum organizara una compañía para la construcción de un ferrocarril
entre las poblaciones de Los Mochis y Ahome97. Este mismo gobierno daba el blindaje
suficiente en lo que materia legal se refiere para que empresas como la USCO, estuvieran
protegidas contra posibles denuncios que desembocaran en afectaciones agrarias, un
92 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Sección Industria y Comercio Octubre, 1918, exp. 40, f. 195. 93 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Sección Administrativa, Diciembre, 1918, exp. 67, f. 247. 94 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Sección Administrativa, Diciembre, 1918, exp. 70, f. 247. 95 AHGES - ICSGES, Ramo Justicia, Sección Ministerio Publico, Diciembre, 1918, exp. 2, f. 281. 96 AHGES - ICSGES, Ramo Gobernación, Sección Administrativa, Febrero, 1919, exp. 19, f. 98. 97 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Sección de Tramitación, Julio, 1919, exp. 6, f. 136.
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ejemplo es la Circular número 20 girada por la Comisión Nacional Agraria, que indicaba a
los presidentes municipales de los estados que cuando se presentaran denuncios de terrenos
mostrencos o vacantes se comunicara a la Secretaria de Agricultura y Fomento dando todos
los detalles necesarios para que el Gobierno Federal pudiera hacer valer los derechos de los
ciudadanos del país98. Esta circular tenia una finalidad muy clara: proteger los grandes
latifundios existentes a nivel nacional y amparaba legalmente la posesión de ellos.
Para 1920 la USCO tomó la decisión de cerrar el ingenio El Águila, entonces el ingenio
Los Mochis se convirtió en la central que habría de moler la caña procedente de diversas
haciendas subsidiarias de la USCO. Con este fin, se aumentó la capacidad del ingenio en
general y el trapiche, aumentado a 18 mazas de 32x60 pulgadas, podía moler dos mil
toneladas en veinticuatro horas99. Esto le permitió aumentar la capacidad de molienda, al
mismo tiempo que era aumentada constantemente la superficie de caña cultivada,
requiriendo de mayor numero de trabajadores, conforme la empresa se iba expandiendo.
A manera de conclusión
Para concluir, no me queda más que añadir que de 1910 a 1920, la United Sugar
Companies, tuvo que sortear una gran cantidad de altibajos, principalmente durante el
primer lustro de esta década, como deudas considerables ante la banca nacional y regional,
dificultad para colocar su producción azucarera, cuestión que no pocas veces fue superada
optando por vías alternas a las que la ley permitía por aquellos años, pero tomando en
cuenta el estado convulso a nivel nacional, producto de la Revolución mexicana, el tráfico
de alcohol y la salida de azúcar sin el pago total de impuestos, dieron salida a los productos
que elaboraba dicha compañía, por la vía marítima, pese a que las vías férreas estaban
controladas por las facciones militares.
Es de resaltarse la habilidad de maniobrar de Benjamín Francis Johnston, para lograr
contratar empleados con gran capacidad para no amedrentarse en circunstancias adversas,
ya fueran extranjeros o mexicanos, aunque cabe destacar que la mayoría de los altos
mandos, eran norteamericanos, salvo raras excepciones. No se puede pasar por alto, la
manera en que se apoderó de las propiedades de los otros ingenios azucareros de la región,
98 AHGES - ICSGES, Ramo Fomento, Sección de Tramitación, exp. 4, f. 353. 99 Filiberto Leandro Quintero, Op. Cit. p. 548.
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de esta forma sacaba de su camino cualquier competidor a nivel regional, pues si bien los
ingenios azucareros del centro de la entidad para esos años, se mantenían produciendo
azúcar y alcohol, en cuanto a montos de producción, United Sugar Companies fue superior
a Redo y Cia y Almada Sugar Refineries, cuestión que se acrecentó durante las dos décadas
subsiguientes, de tal manera su liderazgo en el ramo azucarero fue indiscutible.
Por otro lado, cuando los trabajadores de dicha factoría, se lanzaron a la huelga, la
empresa no dudo ni un momento en tomar medidas drásticas, en lo que seria su política
laboral, pues mantuvo a raya por diversos métodos a los operarios de sus instalaciones y a
sus trabajadores de los cañaverales, esto en complicidad con las autoridades en turno, pues
la industria azucarera representaba una gran fuente de ingresos para el erario público de
todos los niveles, municipal, estatal y federal. Al superar todos los no pocos escollos que se
presentaron durante la década de 1910 a 1920, la United Sugar Companies logró colocarse
como la industria azucarera mas productiva a nivel nacional, durante poco mas de quince
años, fue apartir de esos años que conformó una gran cúmulo de empresas subsidiarias, que
tenían como finalidad aglutinar diversas actividades que estaban relacionadas con los
procesos productivos de la industria azucarera, logrando acaparar tierra, agua y crédito,
elementos necesarios para lograr sus fines, además de ofrecer servicios como agua potable,
electricidad, hielo, terrenos para fincar, productos alimenticios y demás. En fin, la United
Sugar Companies, al principio de la segunda década del siglo XX, tenía ante si un
panorama muy halagüeño, muy distinto al de la década anterior, pero esa es otra historia.
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Fuentes
Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa. Índice de Correspondencia de la Secretaria de Gobernación del Estado de Sinaloa, años 1911 – 1919. Archivo del Congreso del Estado de Sinaloa. Informe que el C. Gobernador de Sinaloa General Ángel Flores rinde acerca de la Administración de dicho estado, 3 de Febrero de 1917, Archivo del Congreso del Estado de Sinaloa. Archivo del Centro de Centro de Estudios de Historia de México. Fondo Venustiano Carranza, XX, Caja 81, Legajo. 9063. Archivo del Ingenio de Los Mochis. Caja s/n, Volumen 372, exp. 24. Expediente 555. Bibliografía Aguilar Soto, César, Empresarios agrícolas y conflictos por el agua en Sinaloa, 1896 – 1930, en Clío No. 33, [Revista de la Facultad de Historia – Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán], Enero – Junio de 2005, pp. 25 – 43. Carton de Grammont, Hubert, “Los empresarios agrícolas y el Estado de Sinaloa: 1893-1984”, México, UNAM-IIS, 1990, 279 p. Gill, Mario, La conquista del Valle del Fuerte, Culiacán, UAS – IICH, 1983, [Colección Rescate, 19]. 273 p. Hobsbawm, Eric, Trabajadores, estudios sobre la clase obrera, Barcelona, Ed. Crítica, 1979, 645 p. Lamas Lizárraga, Mario A., “Origen e influencia del ferrocarril sud-pacífico en Sinaloa, 1905-1917”, [Tesis de Maestría en Ciencias Sociales], Colegio de Sonora, Hermosillo, 1995, 241 p. Leandro Quintero, Filiberto, Historia Integral de la región de la región del Río Fuerte, Los Mochis, Ed. El Debate, 1978, 750 p.
24
Martínez Barreda, Alonso, Relaciones económicas y políticas en Sinaloa: 1910- 1920, Colegio de Sinaloa- U.A.S, Culiacán, 2004, 279 p. Olea R., Héctor “La Revolución en Sinaloa “, Culiacán, 1ra Reedición, Centro de Estudios Históricos del Noroeste, 1993, 179 p. Page, Ross L; Remembranzas de Ross Page sobre los orígenes de las compañías azucareras Águila – Sinaloa conocidas después como United Sugar Companies y posteriormente como Compañía Azucarera de Los Mochis, S.A., Trabajo mecano escrito, Sin pie de editorial, 45 p. Ramírez Meza, Benito, Felipe Bachomo: Rebelión indígena y Revolución en la región de El Fuerte, Sinaloa, 1911 – 1916, en Ciencia y Universidad, I.I.E.S – U.A.S, Culiacán, Tercera Época, Número 11, pp. 71 – 90. Rivera Calvo, Maria Elda, Principales empresarios agrícolas en Ahome, su evolución histórica, 1886 – 1930, [Tesis de licenciatura en Historia], Facultad de Historia, UAS, Culiacán, 1995, 154 p. Robertson, Thomas, Utopía del Sudoeste, Los Angeles, California, The Ward Ritchie Press, 2da edición, 1964, 279 p. Thompson, Edward P., La formación de la clase obrera en Inglaterra, Barcelona, Ed. Critica, Tomo II, 1989, 497 p.