Bartolomé Hidalgo
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VALENTINA PEREIRALiteratura Uruguaya
1
Descripción de las principales características de la poesía gauchesca y
análisis del cielito “El gaucho de la Guardia del Monte contesta al manifiesto
de Fernando VII y saluda al Conde de Casa – Flores con el siguiente cielito en
su idioma” de Bartolomé Hidalgo.
La poesía tradicional española del siglo XVI, importada por los colonizadores, fue
modificada por la impronta gauchesca. El gaucho, como un tipo social definido, le
impuso su acento dialectal y de esta forma expresó su voluntad a través del canto,
agregándole una cuota de burla, emoción y sentimiento, “Memorizó, olvidó y
modificó de acuerdo a sus íntimas preferencias; supo crear, movido por su espíritu
vivaz y repentista, cuando necesitó expresarse con sus voz más propia”1 En el
comienzo del cielito a trabajar, el gaucho expresa su voluntad de cantar, lo que
desea: Ya que encerré la tropilla / y que recogí el rodeo, / voy a templar la guitarra /
para explicar mi deseo, y finaliza con el deseo cumplido: “Cielito, cielo que sí, / ya he
cantado lo que siento, / supliendo la voluntá / la falta de entendimiento”
De esta forma, a partir de una necesidad más bien socio-económica que literaria,
surgen las coplas, los cielitos, los trovos, las medias-cañas y el canto a contrapunto.
La patria necesitaba una expresión directa y clara, para lo cual el cielito le sirvió
como medio directo de información y comunicación.
La poesía gauchesca, anónima, difundida oralmente y que involucraba directamente
al payador o trovador, se consideró, en sus comienzos, poesía gaucha o tradicional.
Posteriormente, bajo una necesidad social de cantar verdades, como un “hábito de
manifestación colectiva”2, surge lo que hoy en día denominamos poesía gauchesca,
también cantada y recitada pero a su vez escrita e impresa. Formulada con cierta
originalidad por un autor individual, letrado y culto que maneja intencionalmente los
registros orales de los gauchos “como el medio más eficaz para entrar en el alma de
los patriotas”3, entendiendo que “la palabra escrita es también un arma tan
importante como las del campo de batalla” 4
1
“La historia de la Literatura Uruguaya” CAPÍTULO ORIENTAL 10. Pág. 145.2 “La historia de la Literatura Uruguaya” CAPÍTULO ORIENTAL 10. Pág. 153.3 “La historia de la Literatura Uruguaya” CAPÍTULO ORIENTAL 10. Pág. 154.4 Achugar, Hugo y Moraña, Mabel “Uruguay: imaginarios culturales” TOMO 1. Pág. 126
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2
Bartolomé Hidalgo, (Montevideo 1788 – Morón 1822) considerado como el iniciador
de la poesía gauchesca en el Río de la Plata, no fue un payador burdo o analfabeto
como sus antecesores, sino que comprendió que el lenguaje típico y pintoresco de
los payadores era el vehículo de comunicación entre quienes aspiraban a conquistar
la libertad política además de utilizarlo como forma de “rebeldía y protesta”5 contra
los invasores y exaltar el amor a la patria. De esta forma, otorgó voz y protagonismo
a los gauchos, a su lenguaje, a sus paisajes y a sus temáticas. Su obra incluye
himnos, marchas patrióticas, cielitos unipersonales y diálogos.
Durante su participación en los dos sitios de Montevideo compuso sus primeros
cielitos, los cuales fueron cantados por las tropas sitiadoras como forma de alentar la
resistencia y la lucha. Desde este punto de vista “Artigas muestra a lo largo de toda
su gestión en el proceso revolucionario la necesidad, por un lado, de interpelar a la
cultura oral de las masas, pero por otro, de legitimar sus discursos a través de la
escritura.” 6
Hidalgo, adapta la poesía gaucha o tradicional en gauchesca, abandona la retórica
neoclásica y se lanza a cantar el verso de la poesía tradicional con un ritmo que se
prende al oído de godos y paisanos. La elección de cuarteta octosílaba es una
característica principal de los cielitos, en este caso, el cielito abordado consta de
cuarenta y ocho cuartetas de este tipo con rima consonante en los versos pares. El
primer verso de las estrofas pares consiste en un estribillo “Cielo, cielito que sí” con
algunas variantes “Cielo, cielo que sí” / Cielito, digo que sí” / Cielito, digo que no” /
“Allá va cielo, y más cielo” / “Y digo cielo y más cielo” / “Cielo, y otra vez cielo”
En este cielito se aborda una temática de índole político- social, posee un fuerte
contenido ideológico. A través de él se presentan argumentos a favor de la
independencia y contrarios a la monarquía española. Se gira en torno al
reconocimiento de la legitimidad. En efecto, se presenta la respuesta de un gaucho
de la Guardia del Monte, al manifiesto del Rey de España, Fernando VII que estaba
dirigido a los habitantes de ultramar y fue distribuido en Buenos Aires acompañado
con oficios del Conde Casa Flores, residente en la Corte de Río de Janeiro. Dichos
5
Ludmer, Josefina “El género gauchesco: un tratado sobre la patria” Pág. 1246 Achugar, Hugo y Moraña, Mabel “Uruguay: imaginarios culturales” TOMO 1. Pág. 126
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pliegos fueron dados a conocer al Gobierno, quien los consideró ficticios y
clandestinos.
En el Manifiesto antes mencionado, el rey exige el reconocimiento de su legitimidad
y el sometimiento de los americanos (“que es nuestro padre/ y que lo reconozcamos/
que nos mantendrá en su gracia / siempre que nos sometamos.”), pero el gaucho
responde basándose en su independencia y buscando que el rey reconozca otra
verdad: “Allá va cielo y más cielo, / libertad, muera el tirano, / o reconocernos libres, /
o adiosito y sable en mano”, / “Cielito, y otra vez cielo, / bajo de esta inteligencia, /
reconozca, amigo Rey, / nuestra augusta Independencia” . Desde este punto de
vista, el reconocimiento de la independencia conlleva al reconocimiento de la noción
de igualdad, lo cual ataca directamente a la monarquía de origen divino (“Eso que
los reyes son / imagen del Ser Divino, / es (con perdón de la gente) / el más grande
desatino”)
Más adelante agrega que se da cuenta perfectamente de las astucia del Rey de
acuerdo a la forma que elige para dirigirse a ellos buscando así, obtener lo que
quiere: “Después que por todas partes / lo sacamos apagando, / ahora el Rey con
mucho modo / de humilde la viene echando”, “Cielito, digo que no, / siempre escoge
Don Fernando / para esta clase de asuntos / hombres que andan deletreando” Pero
más adelante destaca sus ideales y su espíritu de lucha por lo que le pertenece “El
Conde cree que ya es suyo / nuestro Río de la Plata: / ¡cómo se conoce, amigo, /
que no sabe con quién trata!” Cabe destacar que esta es una vos colectiva “asumida
y compartida” por los criollos “artiguistas en la lucha independentista”7
De acuerdo con Ludmer, en algunas ocasiones “El que canta despoja al rey de su
título y horizontaliza las relaciones”8 por ejemplo, en “Cielo, cielito que sí, /Lo que te
digo, Fernando. / Confesá que somos libres, / Y no andes remoloneando.” vemos
como tutea y desafía al rey y en “Cielito, y otra vez cielo, / bajo de esta inteligencia, /
reconozca, amigo Rey, / nuestra augusta Independencia” lo trata de amigo suyo con
cierta ironía.
7
Achugar, Hugo y Moraña, Mabel “Uruguay: imaginarios culturales” TOMO 1. Pág. 1328 Ludmer, Josefina “El género gauchesco: un tratado sobre la patria” Pág. 125
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En la poesía neoclásica se utiliza la forma “vosotros” para referirse a los guerreros,
pero Hidalgo utiliza progresivamente el "nosotros", pensando en el carácter colectivo
de una composición que representa a la unión del pueblo en armas contra los
españoles: “Dos cosas ha de tener / el que viva entre nosotros: / amargoz, y mozo
de garras / para sentársele a un potro”
También se agregan al cielito, ciertas fórmulas de despedida o remate. Por lo
general una afirmación rotunda, una exhortación amenazadora o una burla dan fin al
cielito, en este caso, se despide con cierta ironía “Cielito, cielo que sí, / ya he
cantado lo que siento, / supliendo la voluntá / la falta de entendimiento”
A modo de conclusión, cabe destacar que Bartolomé Hidalgo logró “Representar la
nación a través del cielito”9 apuntando hacia la necesidad de “de convertirse en
protagonista, de dejar de ser simplemente objetos de un discurso nacional para
convertirse en sujetos de esa construcción discursiva”10
Bibliografía
Achugar, H y Moraña, M “Uruguay imaginarios culturales: desde las huellas indígenas a la modernidad” TOMO 1. Ed. Trilce. Montevideo, Uruguay, 2000
Hidalgo, Bartolomé. Obra Completa. Vol. 170. Colección de Clásicos Uruguayos. Montevideo, 1986
“La poesía gauchesca, de Hidalgo al viejo Pancho”. Capítulo Oriental 10.
Ludmer, Josefina. “El género gauchesco. Un tratado sobre la patria”. Ed. Perfil. Bs. As., 2000.
9
Achugar, Hugo y Moraña, Mabel “Uruguay: imaginarios culturales” TOMO 1. Pág. 12910 Achugar, Hugo y Moraña, Mabel “Uruguay: imaginarios culturales” TOMO 1. Pág. 132