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UNIDAD 1 FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DEL DISCURSO CIENTÍFICO Introducción Durante el desarrollo de sus actividades, todo profesional afronta el momento de realizar una propuesta de investigación científica fundamentándose en algún método que dé cuenta de un alto grado de sistematización y defina las bases teóricas y metodológicas que orientan la consecución de su conocimiento. Precisamente, el propósito esencial de nuestra Asignatura es llevarnos a reflexionar acerca de ¿cómo conocemos?, ¿de qué factores depende la mayor o menor validez del conocimiento generado?, ¿cuáles son las características del conocimiento científico?, ¿qué diferencias sustantivas se dan en las formas de generar el conocimiento?, ¿qué características particulares presentan las distintas propuestas epistemológicas? En esta primera Unidad, realizaremos un breve recorrido para identificar las principales propuestas de la filosofía de la ciencia, las exigencias de la conceptualización del objeto de estudio y su utilidad, además de establecer la necesaria distinción entre ciencia y arte. Abordaremos también la función del desarrollo del conocimiento dentro de la vida humana, así como las dos tradiciones en las que -- desde hace más de dos mil años-- podemos sintetizar la búsqueda del conocimiento: la tradición aristotélica y la galileana. Una vez que analizamos estas dos tradiciones iniciadoras de la filosofía de la ciencia, abordaremos su evolución en la generación de dos métodos que, por distintas vías, pretenden llegar al conocimiento científico: Positivismo. Con raíces fuertemente galileanas (Galileo Galilei), esta propuesta filosófica considera la existencia de un solo método para conocer, basándose en las ciencias duras, la física y las matemáticas; establece que el conocimiento debe ser objetivo, claro, preciso, neutral y comprobable, como condiciones para valorarlo como científico. Hermenéutica. Tiene como origen la tradición aristotélica (Aristóteles), en general, busca conocer a través de un método comprensivo, que permita al observador o investigador “interpretar” la realidad externa. Posteriormente, analizaremos los problemas de la observación como técnica de investigación y la objetividad. Por último, distinguiremos las críticas hechas al positivismo y la discusión en torno a la existencia de un solo método científico (monismo metodológico) o varios métodos apropiados para cada ciencia. Propósito: Analizar las características del conocimiento científico, estableciendo las distinciones propuestas desde las principales corrientes filosóficas y sus implicaciones en la generación del conocimiento dentro de las diversas disciplinas. Temas: 1. Filosofía de la Ciencia como Metaciencia 1.1. ¿Qué es la ciencia? 1.2. Arte y conocimiento científico 2. Ciencias Explicativas vs. Ciencias Comprensivas 2.1. Tradición aristotélica 2.2. Tradición galileana 2.3. Hermenéutica en la ciencia 3. El Problema de la Observación 3.1. Teoría del conocimiento y observación 3.2. Investigación y observación 3.3. Lenguaje y observación 3.4. Teoría y observación 4. Método Positivista 4.1. Crítica al método científico 4.2. ¿Puede haber un método único en la ciencia? Autodiagnóstico Propósito: Analizar las relaciones sujeto-objeto de conocimiento, sus implicaciones en el desarrollo de la ciencia y las conceptualizaciones del quehacer científico. Instrucciones:

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UNIDAD 1 FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DEL DISCURSO CIENTÍFICO

Introducción

Durante el desarrollo de sus actividades, todo profesional afronta el momento de realizar una propuesta de investigación científica fundamentándose en algún método que dé cuenta de un alto grado de sistematización y defina las bases teóricas y metodológicas que orientan la consecución de su conocimiento. Preci-samente, el propósito esencial de nuestra Asignatura es llevarnos a reflexionar acerca de ¿cómo conocemos?, ¿de qué factores depende la mayor o menor vali-dez del conocimiento generado?, ¿cuáles son las características del conocimiento científico?, ¿qué diferencias sustantivas se dan en las formas de generar el cono-cimiento?, ¿qué características particulares presentan las distintas propuestas epistemológicas?

En esta primera Unidad, realizaremos un breve recorrido para identificar las prin-cipales propuestas de la filosofía de la ciencia, las exigencias de la conceptualiza-ción del objeto de estudio y su utilidad, además de establecer la necesaria distin-ción entre ciencia y arte.

Abordaremos también la función del desarrollo del conocimiento dentro de la vida humana, así como las dos tradiciones en las que --desde hace más de dos mil años-- podemos sintetizar la búsqueda del conocimiento: la tradición aristoté-lica y la galileana. Una vez que analizamos estas dos tradiciones iniciadoras de la filosofía de la ciencia, abordaremos su evolución en la generación de dos méto-dos que, por distintas vías, pretenden llegar al conocimiento científico:

Positivismo. Con raíces fuertemente galileanas (Galileo Galilei), esta propuesta filosófica considera la existencia de un solo método para conocer, basándose en las ciencias duras, la física y las matemáticas; establece que el conocimiento debe ser objetivo, claro, preciso, neutral y comprobable, como condiciones para valorarlo como científico.

Hermenéutica. Tiene como origen la tradición aristotélica (Aristóteles), en gene-ral, busca conocer a través de un método comprensivo, que permita al observa-dor o investigador “interpretar” la realidad externa.

Posteriormente, analizaremos los problemas de la observación como técnica de investigación y la objetividad. Por último, distinguiremos las críticas hechas al positivismo y la discusión en torno a la existencia de un solo método científico (monismo metodológico) o varios métodos apropiados para cada ciencia.

Propósito:

Analizar las características del conocimiento científico, estableciendo las distin-ciones propuestas desde las principales corrientes filosóficas y sus implicaciones en la generación del conocimiento dentro de las diversas disciplinas.

Temas:

1. Filosofía de la Ciencia como Metaciencia1.1. ¿Qué es la ciencia?1.2. Arte y conocimiento científico

2. Ciencias Explicativas vs. Ciencias Comprensivas2.1. Tradición aristotélica2.2. Tradición galileana2.3. Hermenéutica en la ciencia

3. El Problema de la Observación3.1. Teoría del conocimiento y observación3.2. Investigación y observación3.3. Lenguaje y observación3.4. Teoría y observación4. Método Positivista4.1. Crítica al método científico4.2. ¿Puede haber un método único en la ciencia?

Autodiagnóstico

Propósito:

Analizar las relaciones sujeto-objeto de conocimiento, sus implicaciones en el desarrollo de la ciencia y las conceptualizaciones del quehacer científico.

Instrucciones:

1. De acuerdo con su experiencia académica y profesional, dé respuesta a los cuestionamientos enlistados debajo de la imagen; procure apegarse estrictamente a aquellos conceptos que domina y redactar sus ideas en forma sencilla y concreta. Recuerde que el autodiagnóstico tiene la fina-lidad de ayudarle a establecer su nivel de dominio respecto a los princi-pales conceptos de la Unidad y delimitar con mayor precisión aquellos aspectos en que será necesario un mayor esfuerzo y concentración para cumplir con los propósitos de aprendizaje de la Asignatura.

2. Al concluir, revise que su Nombre y Correo electrónico sean correctos. Enseguida, dé clic en el botón Enviar para que el asesor reciba los resul-tados de la actividad. A continuación se desplegará una ventana con sus respuestas, así como los botones Guardar e Imprimir, utilice alguno de los dos para generar una copia de su información.

1. ¿Qué es ciencia?2. ¿Cómo defino a la filosofía de la ciencia?3. ¿Qué características definen a la ciencia?4. ¿Cómo se dan las relaciones sujeto-objeto de conocimiento den-

tro del desarrollo de la ciencia?5. ¿Qué entiendo por apriorismo?6. ¿Cuáles son las bases del racionalismo?7. ¿Cuáles son las particularidades del empirismo?

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8. ¿Qué distinciones existen entre ciencia y arte?9. ¿Cuáles son las diferencias entre ciencias explicativas y ciencias

comprensivas?10. ¿Cuáles son las críticas al método positivista?11. ¿Cómo puede definirse a la hermenéutica?12. ¿Cuál es la relevancia de la observación dentro del proceso de

desarrollo del conocimiento científico?

1. Filosofía de la Ciencia como Metaciencia

El ser humano ha buscado desde siempre explicaciones a los fenómenos que suceden a su alrededor con el fin de profundizar en su conocimiento, tratar de construir una relación entre causas y efectos, condiciones en que se presenta el hecho, temporalidad y posibilidades de aprovechar en beneficio del ser humano el nuevo saber adquirido.

Así, en su búsqueda constante por comprender su entorno, ha desarrollado diver-sos procedimientos para lograr un conocimiento, algunos aplicados de forma natural y sin la exigencia de un rigor metodológico y otros exigiéndose mayor certidumbre y confiabilidad, donde la ciencia o el conocimiento científico es el más valorado y con un alto grado de legitimidad.

Dilucidar en qué consiste el acto de conocer, cuál es la esencia del conocimiento, cuáles son las relaciones cognoscitivas entre el hombre y su entorno, constituye el propósito fundamental de la filosofía. El término filosofía proviene del latín philosophia y éste del griego, entendiéndose como el conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organi-zan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar hu-mano, por ello, muchas veces se le define como “amor a la sabiduría”, “deseo de conocer”. De aquí que la filosofía de la ciencia se ocupe de los problemas relacio-nados con el análisis y evaluación de la estructura de las ciencias: métodos, valo-res, fines, prácticas y teorías, así como su capacidad para revelar entidades ocul-tas y procesos de la naturaleza; donde un factor esencial es la relación entre el hecho o fenómeno que se conoce (objeto de conocimiento) y el hombre que ad-quiere el conocimiento (sujeto cognoscente).

La filosofía de la ciencia puede considerarse un meta conocimiento, es decir, un saber acerca del saber, un conocimiento que puede aplicarse a todas las ciencias y no sólo a disciplinas enfocadas a campos específicos, con métodos de investi-gación particulares.

En otras palabras, estudia la investigación científica y su producto: el conoci-miento científico, ocupándose de los problemas filosóficos de la investigación, entre los que destaca la esencia de la ciencia misma, buscando aproximar una respuesta a la pregunta vital: ¿qué es eso llamado ciencia? Sólo si somos capa-ces de responder a tal interrogante, podremos abordar con garantías el criterio de demarcación, esto es, la frontera que hace posible distinguir a las ciencias empíricas y formales, de la metafísica y el arte o la religión. Junto a ello, debe-mos establecer los límites entre el territorio científico y el pseudocientífico (Guz-mán y Pérez, 2004).

El objeto de estudio de la filosofía de la ciencia es tan antiguo y extendido como la ciencia misma. Algunos científicos han mostrado un vivo interés por abordarla, como Galileo, Isaac Newton y Albert Einstein, al tiempo de realizar importantes contribuciones; mientras que un gran número de científicos, sin embargo, la consideran ajena y como campo propio de los filósofos, por tanto, prefieren se-guir haciendo ciencia, en vez de dedicar más tiempo a reflexionar acerca de cómo se hace la ciencia.

La filosofía de la ciencia es siempre un tema central, considerada a menudo como sinónimo de epistemología, gnoseología o teoría del conocimiento. Debe-mos hacer varias aclaraciones terminológicas. Ante todo, es importante no con-fundir la epistemología, con otras dos disciplinas importantes que también se interesan por el conocer:

La lógica (considerada normativa) estudia específicamente el razonamiento y se interesa por establecer las condiciones formales del conocimiento.

La psicología (eminentemente experimental), examina al ser cognoscente en su condición psicofísica y estudia los mecanismos que hacen posible el funciona-miento intelectual de las distintas especies animales, muy en especial el Homo sapiens.

En cambio, la epistemología, término introducido por filósofos alemanes, se preo-cupa por la clarificación del conocimiento como relación bipolar entre un sujeto y un objeto, y, en particular, por la dilucidación de la correspondencia entre el pensamiento y la realidad a la que éste se refiere. Proviene de las raíces griegas episteme, que significa conocimiento, y logos, estudio o teoría. De hecho, en el desarrollo del pensamiento filosófico podemos encontrar dos preocupaciones esenciales: la concepción del yo y la concepción de universo, siendo la filosofía ambas cosas, mientras que en el conocimiento podemos distinguir cuatro ele-mentos esenciales:

El sujeto que conoce. El objeto conocido. La operación o proceso mínimo de conocer. El resultado obtenido, que es la información recabada acerca del objeto.

En esencia el conocimiento constituye una relación entre un sujeto que conoce y un objeto que se deja conocer; la función del sujeto es aprehender al objeto; la del objeto es ser aprehensible y aprehendido por el sujeto; pero además dicha relación involucra y es dependiente de procesos sociales, de factores y circuns-tancias que influyen en el menor o mayor grado de profundidad de aquella reali-dad que pretendemos conocer.

Relaciones sujeto-objeto de conocimiento

Históricamente la diferentes perspectivas asumidas para definir las relaciones sujeto-objeto de conocimiento van a dar lugar a una serie de posiciones episte-mológicas divergentes que abordaremos más adelante, por ahora, diremos que el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene una información acerca del

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mismo y, cuando existe congruencia o adecuación entre el objeto y la represen-tación interna correspondiente, puede decirse que se está en posesión de una verdad; por tanto, el concepto de verdad es el concepto de una relación: la rela-ción del contenido del pensamiento, de la "imagen", con el objeto. Este objeto, en cambio, no puede ser ni verdadero ni falso; se encuentra, en cierto modo, más allá de la verdad y la falsedad.

De manera general, suele indicarse que el sujeto puede captar un objeto en tres niveles:

Sensible. Permite almacenar en la mente “imágenes” de las cosas, con color, figura y dimensiones. Tiene un carácter singular. Es decir, capta al objeto por medio de los sentidos. Ejemplo: padre, es igual a imagen física del ser que me dio la vida.

Conceptual. Son representaciones “invisibles”, “inmateriales”, pero universales y esenciales. Ejemplo: padre, es igual a ser que da vida a otro ser, no importa su procedencia ni imagen, es algo abstracto, universal.

Holístico. No presenta colores ni dimensiones ni estructuras universales. Suele llamarse también intuitivo, porque permite captar un objeto dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad sin estructuras ni límites definidos con claridad. La palabra holístico se refiere a la totalidad percibida en el momento de la intuición. Ejemplo: la hipótesis de un científico que debe ser traducida a térmi-nos estructurados (conceptos), ya que ve al objeto en un contexto amplio y debe ahora explicarlo. También la experiencia estética es un ejemplo, al percibir la armonía, la belleza de una obra sin estructuras ni conceptos, sólo por afinidad al sujeto.

No obstante estas formas de captar al objeto, es imposible considerarlas como fuente principal y prueba última de conocimiento, ya que recordemos constitu-yen sólo la percepción del objeto a la que va a contraponerse la capacidad de razonamiento del ser humano para relacionar ideas y las estructuras propias del pensamiento; asimismo, encontramos una realidad sobre la que actúa el sujeto, quien en su calidad de ser pensante no es sólo y esencialmente especulativo, sino también práctico, es decir un ser volitivo. Estas perspectivas son las que desde hace siglos mantienen el interés de los filósofos, siendo la cuestión del origen del conocimiento humano el aspecto sustantivo.

De acuerdo con la clasificación de diversos autores, suelen encontrarse cuatro concepciones básicas en la identificación de las formas de generar el conoci-miento, de las que retomaremos las propuestas por Clara Chamorro y Jairo Maru-landa, donde se destaca:

Racionalismo. Valora en el pensamiento, en la razón, la fuente principal del conocimiento humano. Un conocimiento sólo merece este nombre cuando es lógicamente necesario y universalmente válido. Por ejemplo, el juicio: “el todo es mayor que la parte”, o bien “todos los cuerpos son extensos”. Algo distinto suce-de con juicios como: “todos los cuerpos son pesados”, o “el agua hierve a 100 grados”; mismos que no tienen necesidad lógica y carecen de la rigurosa validez universal, de hecho, sólo son válidos en la medida que podemos comprobarlos, y, por tanto, dependemos de la experiencia.

Empirismo. Opone a la tesis del racionalismo la antítesis de que la única fuente del conocimiento humano es la experiencia. No hay ningún patrimonio a priori de la razón. Todos nuestros conceptos, incluso los más generales y abstractos, pro-ceden de la experiencia. Mientras el racionalismo se deja llevar por una idea determinada a partir de una idea de conocimiento, el empirismo parte de los hechos concretos para justificar su posición acude a la evolución del pensamien-to y del conocimiento humano. Mientras los racionalistas proceden de las mate-máticas, las más de las veces; los defensores del empirismo proceden casi siem-pre de las ciencias naturales, donde la experiencia representa el papel decisivo para comprobar exactamente los hechos mediante una cuidadosa observación.

Intelectualismo. Esta posición epistemológica media entre el racionalismo y el empirismo y reconoce que ambos factores tienen parte en la producción del co-nocimiento. El intelectualismo coincide con el racionalismo en que hay juicios lógicamente necesarios y universalmente válidos, y no sólo sobre los objetos ideales, sino también sobre los objetos reales. Pero mientras que el racionalismo considera los elementos de estos juicios, los conceptos, como un patrimonio a priori de nuestra razón, el intelectualismo los deriva de la experiencia, y su axio-ma fundamental es: “nada hay en el intelecto que no haya pasado primero por los sentidos”. Aunque el empirismo invoca repetidamente este axioma, el intelec-tualismo afirma que, además de las representaciones intuitivas sensibles, están los conceptos. Y en cuanto contenidos de conciencia no intuitivos, los conceptos son esencialmente distintos de las representaciones, pero están en una relación

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genética con éstas, supuesto que se obtienen de los contenidos de la experien-cia.

Apriorismo. Define la relación entre la experiencia y el pensamiento en forma opuesta al intelectualismo: nuestro conocimiento presenta elementos a priori, independientes de la experiencia, lo cual era también opinión del racionalismo; pero, mientras éste consideraba los factores a priori como contenidos, como conceptos perfectos, para el apriorismo estos factores son naturaleza formal. No son contenidos, sino formas del conocimiento. Los factores a priori semejan reci-pientes vacíos, que la experiencia llena con contenidos concretos. El factor a priori no procede de la experiencia, sino del pensamiento, de la razón; el pensa-miento no se conduce receptiva y pasivamente frente a la experiencia, sino es-pontánea y activamente. Esta propuesta constituye otra forma de mediación entre el racionalismo y el empirismo.

Dilemas en la antigüedad

A fin de comprender mejor esta división sobre las relaciones sujeto-objeto de conocimiento, es indispensable remontarnos a algunos de los principios filosófi-cos griegos y medievales. A fin de profundizar en los aspectos de mayor interés personal, o bien, aclarar posible dudas acerca de la relevancia de algún concep-to, puede acudir a las direcciones electrónicas siguientes, donde se exponen los aspectos básicos y elementales del desarrollo de la filosofía:

http://www.webdianoia.com/pages/filosofos.htmhttp://www.antroposmoderno.com/biografias/index.php

En nuestro caso, señalaremos que los orígenes de las divisiones pueden hallarse en el siglo V a.C., cuando los sofistas1 griegos cuestionaron la posibilidad de que hubiera un conocimiento fiable y objetivo. Gorgias afirmó que nada puede existir en realidad, que si algo existe no se puede conocer, y si su conocimiento fuera posible, no podría comunicarse. Otro sofista importante, Protágoras, mantuvo que ninguna opinión de una persona es más correcta que la de otra, porque cada individuo es el único juez de su propia experiencia.

Platón, siguiendo a Sócrates, intentó contestar a los sofistas dando por sentado la existencia de un mundo de formas o ideas, invariables e invisibles, sobre las que es posible adquirir un conocimiento exacto y certero. Mantenía que las cosas que uno ve y palpa son copias imperfectas de las formas puras estudiadas en matemáticas y filosofía. Por consiguiente, sólo el razonamiento abstracto de esas disciplinas proporciona un conocimiento verdadero, mientras que la percepción facilita opiniones vagas e inconsistentes. Concluyó que la contemplación filosófi-ca del mundo oculto de las ideas es el fin más elevado de la existencia humana.

Aristóteles. Compartió con Platón y Sócrates la distinción de ser los filósofos más destacados de la antigüedad. Utilizó a menudo la forma dialogada de razo-

1 Sofistas. Es el nombre dado en la Grecia clásica, de aquél que hacía profesión de enseñar la sabiduría. Más tarde se atribuía a quien disponía de "inteligencia práctica" y era un experto y sabio en un sentido genérico. Píndaro da un significado despectivo al término sophós asimilándolo a "charlatán".

namiento y, quizá debido a la influencia de su padre que era médico, su filosofía hacía hincapié sobre todo en la biología, frente a la importancia que Platón con-cedía a las matemáticas. Para Aristóteles el mundo estaba compuesto por indivi-duos (sustancias) que se presentaban en tipos naturales fijos (especies). Cada individuo cuenta con un patrón innato específico de desarrollo y tiende en su crecimiento hacia la debida auto realización como ejemplo de su clase. El creci-miento, la finalidad y la dirección son, pues, aspectos innatos a la naturaleza, y aunque la ciencia estudia los tipos generales, éstos encuentran su existencia en individuos específicos. En astronomía, Aristóteles propone un Universo esférico y finito que tiene a la Tierra como centro. La parte central está compuesta por cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua.

Asimismo, Aristóteles siguió a Platón al considerar el conocimiento abstracto superior a cualquier otro, pero discrepó de su juicio en cuanto al método apropia-do para alcanzarlo. Aristóteles mantenía que casi todo el conocimiento se deriva de la experiencia. El conocimiento se adquiere ya sea por vía directa, con la abs-tracción de los rasgos que definen a una especie, o de forma indirecta, deducien-do nuevos datos de aquellos ya sabidos, de acuerdo con las reglas de la lógica2. La observación cuidadosa y la adhesión estricta a las reglas de la lógica, que por primera vez fueron expuestas de forma sistemática por Aristóteles, ayudarían a superar las trampas teóricas que los sofistas habían expuesto. Las escuelas estoi-ca y epicúrea coincidieron con Aristóteles en que el conocimiento nace de la percepción pero, al contrario que Aristóteles y Platón, mantenían que la filosofía había de ser considerada como una guía práctica para la vida y no como un fin en sí misma.

Edad Media

Después de varios siglos de declive del interés por el conocimiento racional y científico, el filósofo escolástico Santo Tomás de Aquino y otros filósofos de la Edad Media ayudaron a devolver la confianza en la razón y la experiencia, combi-nando los métodos racionales y la fe en un sistema unificado de creencias. To-más de Aquino coincidió con Aristóteles en considerar la percepción como un punto de partida y la lógica como el procedimiento intelectual para llegar a un conocimiento fiable de la naturaleza, pero estimó que la fe en la autoridad bíblica era la principal fuente de la creencia religiosa. Su obra es el resultado de la sínte-sis de la filosofía aristotélica con la tradición filosófica y teológica del cristianis-mo y, en cuanto tal, representa el momento cumbre de la escolástica cristiana. La inicial sumisión de la razón exigida por la fe, dejará paso a una mayor autono-mía con lo que se iniciará la filosofía moderna.

Reconciliando el énfasis de San Agustín sobre el principio espiritual humano con la afirmación averroísta3 de la autonomía del conocimiento derivado de los senti-

2 Lógica. Es una ciencia formal y una rama de la Filosofía que estudia los principios de la demostración e inferencia válida. La palabra deriva del griego antiguo logike, que significa "dotado de razón, intelectual, dialéctico, argumentativo", que a su vez viene de logos, "palabra, pensamiento, idea, argumento, razón o principio".3 Averroísta. Averroísmo es el término aplicado a dos tendencias filosóficas de la esco-lástica desde finales del siglo XIII, la primera de las cuales estaba basada en las inter -pretaciones del aristotelismo por el filósofo árabe Averroes y su intento de conciliarle con el Islam.

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dos, Santo Tomás de Aquino insistía en que las verdades de la fe y las propias de la experiencia sensible, así como las presentaba Aristóteles, son compatibles y complementarias.

Por otra parte, la propuesta de interpretar a la naturaleza como una realidad dinámica compuesta por cuerpos en movimiento y sometida a una estructura matemática, quizá comience con Copérnico, quien en el prólogo de De Revolutio-nibus (1543) presentaba su hipótesis heliocéntrica como una hipótesis matemáti-ca. Posteriormente, los copernicanos acentuaron la importancia de las medicio-nes astronómicas para defender sus hipótesis, de modo que, en relación con el cambio de paradigma del universo, el carácter estructuralmente matemático de la realidad se iba poniendo de manifiesto.

La necesidad de contar con un nuevo método para estudiar la naturaleza aparece ya de una manera clara y decidida en Bacon. En el Novum Organum presenta un método de carácter inductivo que tiene por objeto la investigación de la realidad natural. Lo mismo ocurre en el caso de Galileo. Su búsqueda de la objetividad en el conocimiento de la naturaleza lo llevará a rechazar los procedimientos escolás-ticos inspirados fundamentalmente en Aristóteles.

Galileo está convencido de que el conocimiento de la naturaleza es posible pero, que al estar escrito en un lenguaje matemático, requiere del conocimiento de dicha ciencia para ser interpretado así como de su aplicación correcta al ámbito del conocimiento. Sin embargo, es necesario recurrir a la experiencia para contrastar las hipótesis matemáticas que se formulan sobre la realidad, por lo que el carácter de su método es hipotético-deductivo. Además, la interpretación matemática de Galileo se orienta hacia la cuantificación, dirección que seguirá la física moderna con Newton y que continuará hasta nuestros días.

Por su parte, Descartes optará por una interpretación distinta del método. Com-parte la idea de que la naturaleza es una realidad dinámica con estructura mate-mática, pero tiene una interpretación distinta del significado de las matemáticas. Para Descartes el éxito de las matemáticas radica no en su estructura que hoy denominaríamos axiomática, sino en el método que utiliza. Asimismo, trató de aplicar a la filosofía el razonamiento inductivo (que parte de lo particular a lo general).

Si el conocimiento de la naturaleza es posible gracias a las matemáticas, enton-ces, es pensable que utilizando su método deductivo alcancemos la verdad y la certeza en el conocimiento de los otros aspectos de la realidad. Considera que un conocimiento, para ser tomado como verdadero, ha de poseer la característica de la certeza, que viene a significar una especie de seguridad en la verdad del conocimiento. Generó las bases del racionalismo filosófico y científico. Indicó que la crítica de los sentidos como forma de conocimiento ha de fundamentarse en la intuición de principios incuestionables; desde ese momento, la razón elabora construcciones cada vez más abstractas, siguiendo un método deductivo. Esta-bleció que la intuición nos lleva de una manera inevitable a la deducción, que consistirá en una serie sucesiva de intuiciones, apoyadas en la memoria.

De acuerdo con Descartes, la deducción consiste en una operación por la cual comprendemos todas las cosas que son consecuencia necesaria de otras conoci-

das por nosotros con toda certeza. Distinguimos la intuición de la deducción en que en ésta se concibe un movimiento o cierta sucesión y en aquélla no, ya que la deducción no necesita como la intuición una evidencia presente, sino que, en cierto modo, la pide prestada a la memoria. En definitiva, la intuición ofrece el conocimiento de los principios y la deducción el de las consecuencias lejanas, a las que no se puede llegar de otro modo.

Descartes, por lo tanto, comparte con Bacon y con Galileo la necesidad del méto-do para conocer la realidad. El fracaso de los métodos silogísticos de la física aristotélica, hacen necesario un nuevo método para interpretar la realidad. Ello supone la confianza en la razón, que fue ganando su autonomía en el paso del siglo XVI al XVII. El nuevo método, además, ha de tener capacidad para descu-brir, no basta un método que tenga carácter meramente explicativo, que sirva para exponer o para comunicar un conocimiento. No se trata de transmitir un saber acumulado a través de la historia, sino de descubrir, de inventar.

De esta forma, puede indicarse que los tres autores inician la nueva era de la ciencia moderna al criticar la confianza medieval en la tradición y la autoridad y al aportar novedosas normas para articular el método científico, entre las que se incluyen el primer grupo de reglas de lógica inductiva formuladas.

Nicolás Copérnico. (1473-1543). Es uno de los astrónomos más importantes de la Historia. Comienza una revolución científica al desbancar a la Tierra como centro del Universo (teoría geocéntrica de Claudio Ptolomeo), e inaugurar el rei-nado del Sol (teoría heliocéntrica). Postuló que la Tierra y los demás planetas giran en torno a un Sol estacionario. Creyó que la forma esférica, geométrica-mente la más perfecta, no era sólo la más apta para el movimiento sino también causa suficiente de él y que engendraba el movimiento más perfecto y natural, esto es, el movimiento circular. Esa es la razón y no otra de que Copérnico esti -me el principio del movimiento circular uniforme como base de toda su mecánica celeste, el único medio para mover la máquina del mundo. Sin embargo, su Uni-verso no es un espacio infinito, sino que tiene límites. La difusión del pensamien-to copernicano y la adopción de su sistema se produjo con mucha lentitud. (www.es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_helioc%C3%A9ntricajulio de 2005).

Francis Bacon (1561-1626). Indica que para gobernar la naturaleza es preciso obedecerla. Hay que dirigirse a la naturaleza para interrogarla. De la experiencia debe remontarse la razón al establecimiento de una axiomática4 que interprete las observaciones. Lo que no puede hacer es anticiparse en una explicación de la naturaleza. Interpretación y anticipación son dos modos de enfrentarse con la realidad natural. La anticipación de la naturaleza pasa de los hechos singulares a los axiomas más generales; la interpretación de la naturaleza, verdadero método

4 Axioma. La palabra axioma proviene del griego y significa "lo que parece justo" o

aquello que es considerado evidente y sin necesidad de demostración o prueba. La palabra viene del griego axioein que significa "valorar", que a su vez procede de axios que significa "valuable" o "digno". En lógica y matemáticas, un axioma o postulado es una fórmula bien formada de un lenguaje formal que se acepta sin demostración, como punto de partida para demostrar otras fórmulas. Tradicionalmente, los axiomas se eligen de entre las demás fórmulas por ser "verdades evidentes" y porque permi-ten deducir a las demás fórmulas deseadas. Sin embargo, no todos los teóricos están de acuerdo con esta aproximación.

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de acercamiento, pasa de los hechos singulares a los axiomas medios y de éstos a los más generales. La silogística aristotélica procede, en la opinión de Bacon, a deducir de los axiomas más generales los axiomas medios. Este modo de com-portarse es deductivo y sin duda apodíctico, pero nada dice de la realidad, se anticipa a ella. (www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=272; julio de 2005).

Galileo Galilei (1564-1642). Fue uno de los fundadores del método experimen-tal. A partir de sus observaciones, enunció las leyes de caída de los cuerpos y refrendó la teoría heliocéntrica de Copérnico. Debido a sus conclusiones, galileo fue sometido a un humillante proceso inquisitorial, en el que se le obligó a abju-rar de sus argumentos sobre el desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol. Algunos autores indican que, luego de abjurar, cuando el anciano se puso de pie murmuró: “E pur si muove”: Y sin embargo (la tierra) se mueve (alrededor del sol). Descubrió que la Vía Láctea consistía en una miríada de estrellas; que el Universo no era fijo ni inmutable, como creían sus contemporáneos, pues apare-cían ante su vista nuevas estrellas que luego desaparecían; que los planetas Venus y Mercurio se movían también alrededor del Sol y que el Sol mismo giraba sobre su eje (www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=627)

René Descartes (1596-1650). Trató de superar las dificultades por las que atra-vesaba la filosofía con la caída en el descrédito del método escolástico y el pre-dominio de la visión escéptica de los empiristas. Se preguntó qué es aquello que podemos conocer con certeza, aquello de lo que no podemos dudar. Entendiendo que el único modo de salir de la dura es llevándola al extremo, la utilizó como método para alcanzar una certeza a partir de la cual se pudiese reconstruir un edificio de la verdad (duda metódica). Su estrategia no fue el rechazo o la nega-ción de la duda, sino su aceptación hasta las últimas consecuencias. Sometió todo conocimiento a duda con el fin de encontrar una verdad de la que ya no pudiese dudar ni el más escéptico. Así llegó a alcanzar una certeza primera: “Pienso, existo”. (“cogitu, sum”). (www.webdianoia.com/moderna/descartes/ desc_intro.htm; julio 2005).

Por otra parte, John Locke criticó la creencia racionalista de que los principios del conocimiento son evidentes por una vía intuitiva, y argumentó que todo co-nocimiento deriva de la experiencia, ya sea de la procedente del mundo externo, que imprime sensaciones en la mente, ya sea de la experiencia interna, cuando la mente refleja sus propias actividades. Afirmó que el conocimiento humano de los objetos físicos externos está siempre sujeto a los errores de los sentidos y concluyó que no se puede tener un conocimiento certero del mundo físico que resulte absoluto.

El filósofo escocés David Hume siguió con la tradición empirista, pero no aceptó la conclusión de Berkeley (quien criticaba a Locke en su distinción entre ideas y objetos), en el sentido de que el conocimiento consistía tan sólo en ideas. Dividió todo el conocimiento en dos clases: 1. El conocimiento de la relación de las ideas, es decir, el conocimiento hallado

en las matemáticas y la lógica, que es exacto y certero pero no aporta infor-mación sobre el mundo)

2. El conocimiento de la realidad, es decir, el que se deriva de la percepción).

Hume afirmó que la mayor parte del conocimiento de la realidad descansa en la relación causa-efecto, y al no existir ninguna conexión lógica entre una causa dada y su efecto, no se puede esperar conocer ninguna realidad futura con certe-za. Así, las leyes de la ciencia más certeras podrían no seguir siendo verdad: una conclusión que tuvo un impacto revolucionario en la filosofía.

Al respecto, el alemán Immanuel Kan intentó resolver la crisis provocada por Locke y llevada a su punto más alto por las teorías de Hume. Propuso una solu-ción en la que combinaba elementos del racionalismo con algunas tesis proce-dentes del empirismo. Concidió con los racionalistas en que se puede tener cono-cimiento exacto y certero, pero siguió a los empiristas en mantener que dicho conocimiento es más informativo sobre la estructura del pensamiento que sobre el mundo que se halla al margen del mismo. Distinguió tres tipos de conocimien-to:

1. Analítico a priori, que es exacto y certero pero no informativo, porque sólo aclara lo que está contenido en las definiciones.

2. Sintético a posteriori, que transmite información sobre el mundo aprendi-do a partir de la epxeriencia, pero está sujeto a los errores de los senti-dos

3. Sintético a priori, que se descubre por la intuición y es a la vez exacto y certero, ya que expresa las condiciones necesarias que la mente impone a todos los objetos de la experiencia.

Las matemáticas y la filosofía, de acuerdo con Kant, aportan este último tipo de conocimiento. Desde los tiempos de Kan, una de las cuestiones sobre las que más se ha debatido en filosofía ha sido si existe o no el conocimiento sintético a priori.

1.1. ¿Qué es la ciencia?

Teetetes …Me parece que el que sabe una cosa, siente aquello que él sabe, y en cuanto puedo juzgar en este momento, la ciencia no se dife-rencia en nada de la sensación…

Sócrates. Esta definición que das de la ciencia, no es de despreciar; es la misma que ha dado Protágoras, aunque se haya expresado de otra mane-ra. El hombre, dice, es la medida de todas las cosas, de la existencia de las que existen y de la no existencia de las que no existen. Tú has leído, sin duda, su obra.

Teetetes. Sí, y más de una vez. Sócrates. ¿No es su opinión que las cosas son, con relación a mí, tales

como a mí me parecen, y con relación a ti, tales como a ti te parecen? Porque somos hombres tú y yo.

Teetetes. Eso es lo que dice, efectivamente. Sócrates. …¿No es cierto que algunas veces, cuando corre un mismo

viento, uno de nosotros siente frío, y el otro no lo siente, éste poco, y

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aquél mucho? Teetetes. Seguramente. Sócrates. ¿Diremos, entonces, que el viento, tornado en sí mismo, es frío

o no es frío?, o bien ¿tendremos fe en Protágoras, que quiere que sea frío para aquel que lo siente, y que no lo sea para el otro?

Platón. Diálogos. “Teetetes o de la Ciencia”.

El vocablo “ciencia” deriva del latín scientia, etimológicamente equivalente a “saber”, “conocimiento” y el debate sobre sus orígenes y la forma de conocer ha enfrentado posturas, en la mayoría de los casos entre historiadores y científicos.

En particular, las matemáticas nos pueden dar una idea importante sobre el ca-rácter social y múltiple del origen del conocimiento científico. De acuerdo con Ritter (1989), no hay ninguna "necesidad interna" en la manera en que resolve-mos un problema matemático. Las técnicas de resolución están ligadas a la cul-tura en la que nacen y culturas diferentes resolverán el "mismo" problema por caminos diferentes, aunque los resultados finales puedan ser, por supuesto, simi-lares. Ésta diversidad de orígenes coincide con el análisis histórico de la construc-ción de tablas de cálculo matemático en Egipto y Mesopotamia (García, 2001).

En la introducción a su libro La ciencia, su método y su filosofía Bunge (2001) comenta que mientras que los animales inferiores sólo habitan en el mundo, nacen, viven y mueren, el hombre en cambio, trata de entender el mundo en el que vive, modificarlo y transformarlo para su beneficio. Este “mundo artificial” que el hombre construye en el proceso de comprensión y apropiación del mundo, es el cuerpo de ideas llamado “ciencia”, caracterizado como conocimiento racio-nal, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente, falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta (Bunge, 2001).

La ciencia, como actividad, como investigación, pertenece a la vida social y en la medida en que tiene aplicación en el mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, adopta la forma de tecnología. Bunge establece una división de la ciencia en:

Ciencias formales. Son aquellas que utilizan la lógica para demostrar rigurosamente sus teoremas (lógica, matemáticas), los cuales pueden ha-ber sido adivinados por inducción común o de otras maneras.

Ciencias fácticas. Son aquellas que necesitan más que la lógica formal para confirmar sus conjeturas, ya que requieren de la observación de la realidad, la elaboración de hipótesis5 acerca de la misma y la comprobación de en qué medida esas hipótesis responden a los hechos.

a) Características de la ciencia

De acuerdo con Bunge (2001), las características definitorias de la ciencia son las siguientes:

5 Hipótesis. Supuesto que busca comprobarse o refutarse mediante la investigación y que requiere de una metodología para ser científico.

Fáctica. El conocimiento científico es fáctico. Encuentra fundamento en los hechos, considerados “datos empíricos” al retomarse de la realidad externa como parte de una investigación. Las observaciones las denominamos “enunciados fácticos, sustentados en alguna teoría específica en la cual se inscriban y con la que contribuyan a su desarrollo.

Trascendente. El conocimiento científico trasciende los hechos. La ciencia no está limitada a la simple descripción de los hechos observados, por el contrario, en primera instancia, los científicos seleccionan de todo el uni-verso de hechos observables, aquellos que les serán útiles para lograr los objetivos de su investigación. Manipulan los hechos, dudan de su veraci-dad, indagan acerca de su origen, intentan encontrar las variables que los afectan, las relacionan con otros hechos y procuran descubrir qué tipo de correlación existe entre éstos. Los científicos sistematizan los hechos ob-servados a través de la elaboración de premisas6, categorías, axiomas, postulados e hipótesis que constituyen las herramientas para la elabora-ción de la teoría.

Analítica. La ciencia es analítica. Uno de los métodos que utiliza la ciencia es el método analítico, mediante el cual un problema u objeto de investiga-ción es estudiado profundamente, a través de la descomposición, parte por parte, de un todo (Guzmán, M. & Pérez, A.R. 2003). En principio, la ciencia procura delimitar los problemas y objetos de estudio, para poder practicar un análisis minucioso de los hechos observados y de las relaciones de esos hechos con otros. Los resultados de este análisis serán los que permitan llegar a la construcción teórica (Guzmán, 2003).

Especializada. La investigación científica es especializada. En sus orí-genes, la ciencia no constituía un saber especializado, es a partir de la creación de las primeras universidades en la Europa Medieval, que el cono-cimiento comienza a fragmentarse y adopta ramificaciones de las discipli-nas científicas hasta lograr una elevada especialización y notables avances en cada ciencia- Sin embargo, una tendencia actual es trascender la espe-cialización mediante los estudios interdisciplinarios (abordar un mismo objeto de estudio desde diferentes disciplinas) y transdisciplinarios (utilizar categorías científicas y métodos de una ciencia para aplicarlas en otra). Así, pueden surgir nuevas disciplinas, conocimientos alternativos y formas innovadoras de explicar realidades emergentes y complejas.

Clara y Precisa. El conocimiento científico es claro y preciso. Esto no im-plica necesariamente que sea comprensible para todo el mundo. Cada ciencia tiene un lenguaje propio que la caracteriza y es indispensable cono-cer dicho lenguaje para comprenderlo. En ocasiones, los lenguajes que la ciencia utiliza están basados en símbolos (como en la química o en las matemáticas), los cuales deben especificarse oportunamente para facilitar la comprensión de las teorías científicas en cualquier contexto. Además, puede suceder que dentro de una misma ciencia, una palabra posea un significado distinto como categoría propia de una teoría específica.

Comunicable. El conocimiento científico es comunicable. La ciencia es una institución social y como tal, corresponde al ámbito público, nace de la sociedad y debe volver a ésta. Bajo circunstancias especiales, determina-dos conocimientos, experimentos, avances, descubrimientos científicos, no

6 Premisas. Se denomina premisa a cada una de las proposiciones de un razonamiento que dan lugar a la consecuencia o conclusión de dicho razonamiento. Las premisas son expresiones lingüísticas que afirman o niegan algo y pueden ser verdaderas o falsas.

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pueden ser dados a conocer a la comunidad por un tiempo, esto para bene-ficio de la misma ciencia, porque podría entorpecer su desarrollo, incluso crear pánico y confusión; sin embargo, más tarde todo debe ser comunica-do a la sociedad por los medios más adecuados conforme al nivel de espe-cialización y divulgación.

Verificable. El conocimiento científico es verificable. Las suposiciones, conjeturas e hipótesis científicas deben ser probadas por el examen de la experiencia, es decir, todo aquello que se dice debe probarse mediante la observación o la experimentación. Las teorías científicas son aproximacio-nes respecto a una realidad, natural o social, que están basadas en la ex-periencia, por tanto, no son las únicas y últimas. Su difusión tiene el objeto de llegar a otros científicos que puedan trabajarlas y probarlas a través de su verificabilidad.

Metódica. La investigación científica es metódica. Toda investigación si-gue un método, una lógica que conduce al conocimiento, de una manera ordenada. A la filosofía de la ciencia toca discutir cuál es el método apro-piado para llegar a tal conocimiento y esto, como vimos en apartados ante-riores, genera una serie de contradicciones y discursos encontrados entre los filósofos. En ocasiones se ha llegado a plantear que no existe un méto-do único para el conocimiento científico, sino que existen diversos méto-dos, adecuados a las diferentes disciplinas y objetos de estudio (Guzmán & Pérez, 2003).

Sistemática. El conocimiento científico es sistemático. El lenguaje de la ciencia, mediante el cual manifiesta sus resultados y observaciones de la realidad, se caracteriza por ser sistemático, es decir, por un conjunto de ideas que siguen una lógica particular, buscan al final formular teorías que expliquen una parcela de la realidad. Las teorías científicas son, por tanto, sistemas de ideas caracterizadas por formular una serie de hipótesis, al tiempo que procuran dar cuenta de una clase de hechos en particular.

General. El conocimiento científico es general. Aunque basada en hechos particulares, la ciencia busca siempre la generalización de los resultados en espectros más amplios. Los hechos particulares sirven para apoyar las teorías que son explicaciones de un conjunto de hechos particulares. Los hechos empíricos son la base con que se estructura la pirámide de la cien-cia pero, por sí solos, no dicen nada, en tanto no formen parte de un todo que los explique, relacionándolos entre sí a través de una teoría.

Legal. El conocimiento científico es legal. La ciencia busca encontrar regu-laridades entre los fenómenos naturales y sociales. Estas regularidades expresadas a través de leyes pueden corresponder a los hechos que alu-dan, “leyes naturales” o “leyes sociales”. En la ciencia, las leyes permiten organizar la información fáctica obtenida y encontrar un orden en el apa-rente desorden que constituye el mundo físico y social, buscando encontrar pautas, constantes, regularidades en los hechos observados en diversos contextos, situaciones y latitudes.

Explicativa. La ciencia es explicativa. Los científicos buscan explicar los fenómenos o hechos observados mediante leyes, construyendo explicacio-nes a los mismos, ya que la simple descripción de lo observado constituye sólo un paso en el camino o el método científico, el cual pretende explicar tales hechos. La ciencia no está limitada a decir por qué ocurre un fenó-meno, sino bajo qué circunstancias específicas, en qué condiciones puede alterarse en combinación con otras variables y hechos. Las explicaciones de la ciencia hacia un conjunto de hechos no es finalista, antes se somete a la prueba de la verificación y la refutación constante para lograr el perfec-

cionamiento de las teorías, por tanto, las explicaciones científicas son “per-fectibles”.

Predictiva. El conocimiento científico es predictivo-Además de que la cien-cia busca explicar lo que sucede en el momento presente, también procura adelantar cómo será el futuro, basándose justamente en la realidad obser-vada y experimentada en el momento actual. La fuente de tales prediccio-nes no es otra que las leyes e informaciones probadas acerca de tales fenó-menos, las cuales permiten prever qué sucederá en el futuro, es decir, tienen una base empírica. La predicción científica se caracteriza por su perfectibilidad, antes que por su certeza.

Abierta. La ciencia es abierta. Muestra apertura al cambio y a la crítica perpetua; parte de la dura metódica, es decir, duda de los hechos, estable-ce relaciones entre ellos, los explica, elabora teorías, predice lo que pasará en el futuro bajo determinadas condiciones, o se remonta a explicar lo que sucedió en el pasado con esos mismos datos. Todo esto lo hace partiendo del principio de que la ciencia es refutable, es decir, todo conocimiento científico, teoría, ley, es susceptible de ser modificado o descartado por nueva evidencia empírica o una teoría más próxima a la explicación de tales fenómenos. Reconoce que no existen verdades absolutas y, mediante el seguimiento del método o los métodos científicos, avanza en la búsque-da del perfeccionamiento de nuestra comprensión del mundo.

Útil. La ciencia es útil. La tecnología, que es la forma aplicada de la cien-cia, ha resuelto una serie de problemas prácticos para los seres humanos desde el principio de la civilización. Independientemente de las críticas acerca de su utilidad, la ciencia y cada una de sus áreas conforman un entramado que busca la comprensión del mundo y, en última instancia, construir una mejor sociedad.

1.2. Arte y conocimiento científico

Durante siglos, el arte ha sido el lenguaje de la humanidad, a través de éste, los individuos y las sociedades expresan, sienten, transmiten la esencia humana. Asimismo, permite manifestar la evolución del tiempo y el cambio histórico. Como características del arte encontramos que es:

Representación. En cuanto constituye un lenguaje orientado a expresar la reali-dad social.

Expresión imaginativa y creadora. En tanto conjuga aspectos conscientes e inconscientes, ofreciendo una visión del mundo que va más allá del propio condi-cionamiento histórico-social del artista.

Acción transformadora. En cuanto no está limitada a ser mera imitación o copia de la realidad. El artista expresa en su obra un nuevo proyecto del mundo y mejora lo existente, entonces, trasciende en tiempo y espacio transformando la realidad material y humana.

Comunicación. Como vehículo de participación que enriquece la experiencia emocional entre el artista y el público.

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Satisfacción. Al cumplir una de las necesidades humanas fundamentales como las estéticas y espirituales.

El arte ha existido desde el principio de los tiempos, posee relevancia como ex-presión individual y social, contribuye a resolver situaciones básicas de supervi-vencia de los seres humanos como es el caso de las pinturas rupestres. Dichas manifestaciones artísticas, también constituyen escenas, representaciones de actividades diarias de los grupos de cazadores nómadas, que permitían al hom-bre organizarse mejor para realizar la cacería de un bisonte, la cual implicaba una dificultad mayúscula en esos tiempos y requería de organización y planea-ción para lograr el éxito.

En la Edad Media, el arte estuvo al servicio de la religión y proporcionó los orna-mentos de las iglesias mediante la arquitectura, la escultura y la pintura, en estos tiempos cumplía una función social debido a su acceso masivo.

En el Renacimiento, el arte pasó al servicio de la pequeña burguesía, la cual se apropió de la actividad artística mediante el patrocinio de algunos artistas, quie-nes incluso vivían en sus palacios, dedicándose a elaborar obras de arte para uso particular, como en el embellecimiento de palacios y casas de descanso, esto llegó a conferirle un carácter primordialmente individualista.

A partir del siglo XVII adquiere nuevamente un sentido social y comienza a estar al servicio del Estado. En la sociedad capitalista moderna, el arte tiene dos ver-tientes, una que lo considera una forma de distracción, de recreación y un lujo al que sólo pueden acceder quienes tengan el capital para comprarlo; y por otro lado, una fuente e instrumento de liberación individual y social.

Ciencia y arte tienen en común que ambas son una expresión de la naturaleza humana, necesitan de la creatividad para desarrollarse, cumplen una función social y son útiles para la humanidad.

En cuanto a las diferencias, encontramos que la ciencia pretende reflejar al mun-do tal como es, encontrando regularidades y leyes en el mundo social y natural, en tanto que el arte se inspira en el mundo natural y social para desarrollar su poder creativo, pero está muy lejos de querer reflejar de forma objetiva lo que el artista observa, por el contrario, las distintas expresiones artísticas son suma-mente subjetivas y representan el universo creativo del artista, quien da a través de su obra, su propia interpretación del mundo.

Otra diferencia sustantiva entre arte y ciencia es el hecho de que, para la ciencia, existe un método específico cuyo propósito esencial es lograr un conocimiento que merezca llamarse científico, y en éste, la verificación a través de la experien-cia resulta indispensable; en tanto, el arte no sigue un método único, posee di-versos estilos y técnicas en cada rama artística. Los resultados del quehacer artístico no se someten a verificación, en todo caso, son los críticos especializa-dos y el público en general, quienes deciden si una obra es buena o no, pero al igual que el proceso creativo, la crítica artística es subjetiva y lo que puede ser un arte genial para algunos, resulta detestable para otros.

Actividad de Aprendizaje 1.1.

Propósito: Identificar los principales conceptos que facilitan la comprensión del desarrollo del conocimiento científico y su valoración en la evolución del ser hu-mano.

Instrucciones: La actividad está dividida en dos etapas, la primera tiene como finalidad establecer una relación imagen-concepto respecto a algunas de las principales ideas analizadas en el tema, mientras que la segunda tiene como finalidad la formulación de un glosario personal con los conceptos de mayor inte-rés.

Etapa 1

1. Observe con cuidado las imágenes que se encuentran en la parte iz-quierda de la tabla y analice con detenimiento las frases ubicadas en la columna derecha, procure establecer una vinculación entre ambas.

2. Una vez que relacionó imágenes y frases, deberá seleccionar y arrastrar la imagen con el mouse haciendo clic con el botón izquierdo y sin soltar-lo llevarla hasta la parte central del texto que corresponde, en caso de que su apreciación sea errónea ésta volverá a su lugar de origen.

3. Una vez que concluya, aparecerá una pregunta a la que debe dar res-puesta en el recuadro inferior, redactando un texto no menor a 10 líneas ni mayor a 15.

4. Luego de redactar su respuesta, revise con cuidado la precisión y clari-dad de las ideas expuestas y si está de acuerdo proceda a enviarla. No olvide verificar que sus datos sean correctos y, en caso necesario, corrí-jalos antes de oprimir el botón Enviar, al hacerlo aparecerá una página con el texto remitido al asesor, así como los botones de Guardar e Impri-mir, utilice alguno de los dos para generar una copia de su información.

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¿Por qué el proceso de conocimiento es eje de análisis y debate en las diversas perspectivas del desarrollo de la ciencia?

Etapa 2

1. De acuerdo con su experiencia académica y trayectoria profesional, identifique aquellos conceptos que a lo largo del desarrollo del tema resultaron más complejos o difíciles de comprender.

2. Luego genere una lista en la que coloque primero los de mayor grado de complejidad, procurando reflexionar por qué implicaron dificultad para su comprensión.

3. Enseguida, seleccione al menos 10 términos y proceda a definirlos en los espacios inferiores. Escriba en la primera columna el concepto y en la segunda la definición correspondiente, para esto, recurra a lo expuesto a lo largo del tema, o bien, a los sitios Web recomendados en su oportuni-dad.

4. Una vez que redactó sus definiciones, proceda a redactar en el espacio inferior un texto de al menos 5 líneas y no más de 10, donde indique porqué razón esos conceptos le resultaron particularmente complejos.

5. Enseguida, revise su redacción y si está de acuerdo proceda a enviar la actividad a su asesor. No olvide verificar que sus datos sean correctos y, en caso necesario, corríjalos antes de oprimir el botón Enviar, al hacerlo aparecerá una página con las conceptualizaciones propuestas, así como los botones de Guardar e Imprimir, utilice alguno de los dos para generar una copia de su información.

CONCEPTO DEFINICION

1.2.3.4.5.6.7.8.9.10

 ¿Por qué son conceptos complejos para su comprensión?

2. Ciencias Explicativas vs Ciencias Comprensivas

De acuerdo con lo visto anteriormente, a lo largo de la historia de la filosofía de la ciencia existen dos vertientes que destacan desde sus orígenes, éstas son la tradición aristotélica o de las ciencias comprensivas y la tradición galileana o de las ciencias explicativas. Ambas continúan vigentes en la actualidad, persistiendo la confrontación con giros y representantes nuevos.

Existen diversas propuestas sobre la construcción de teorías científicas como el denominado método científico promovido por los positivistas, los cuales susten-tan la prevalencia de un solo método (monismo metodológico), o bien, aquellas que sugieren la existencia de distintos métodos de acuerdo a cada disciplina científica y esquemas más conciliadores que incluyen al positivismo, realismo, instrumentalismo y relativismo como veremos en las próximas unidades.

Sin embargo, la literatura especializada suele enfocarse a las tradiciones aristoté-lica y galileana y sus críticos, ya que otras propuestas suelen subsumirse a am-bas, además de diferenciarlas como generadoras de dos tipos de ciencia o dos planteamientos distintos respecto a las condiciones que debe satisfacer una ex-plicación para ser considerada científica.

2.1. Tradición aristotélica

Frente a los sofistas griegos que cuestionaron la posibilidad de lograr un conoci-miento fiable y objetivo, Aristóteles, siguiendo a su maestro Platón, mantenía que el razonamiento filosófico proporciona un conocimiento verdadero, pero imponía la condicionante de contar con un método apropiado para alcanzarlo. Desde su perspectiva, todo el conocimiento deriva de la experiencia, ya sea por vía direc-

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ta, con la abstracción de los rasgos que definen a una especie, o de forma indi-recta, deduciendo nuevos datos de acuerdo con las reglas de la lógica.

La observación cuidadosa y la adhesión estricta a las reglas, que por primera vez fueron expuestas de forma sistemática por Aristóteles, ayudarían a superar las trampas teóricas que los sofistas habían expuesto. De acuerdo con el filósofo griego, el proceso del conocimiento científico inicia con la observación, pero la explicación científica sólo es posible “ofreciendo razones” de esos hechos o fenó-menos.

Aristóteles pensaba en la explicación científica como una progresión o camino inductivo desde las observaciones hasta los principios generales o principios explicativos. De hecho, su propuesta exigía explicaciones teleológicas7, que acla-rasen "con el fin de que" ocurrían los fenómenos, no sólo de hechos referidos al crecimiento o desarrollo de los organismos vivos, sino aún de los seres inorgáni-cos u objetos inanimados. Buscaba la explicación última, a fin de encontrar qué hay detrás de todo fenómeno y tratar de comprenderlo (Mardones & Ursúa, 2003). Así, para llegar al conocimiento científico, es necesario pasar por dos eta-pas:

Inducción. Esta etapa consiste en obtener principios explicativos a par-tir de los fenómenos que han de estudiarse, de lo particular a lo general.

Deducción. Deduce enunciados acerca de los fenómenos, a partir de las premisas que incluyan o contengan los principios explicativos. De lo general a lo particular.

a) Bases conceptuales

La explicación aristotélica del conocimiento científico proviene de la relación causal entre las premisas y la conclusión de los silogismos acerca del fenómeno o hecho a explicar. De acuerdo con Anguera y Espinoza para entender la "teoría del conocimiento" planteada por Aristóteles, es necesario conocer el significado de los conceptos siguientes:

7 Teleología. Doctrina de propósitos y finalidades en la naturaleza.

a) Método deductivo. Para llegar al conocimiento real de cualquier aconteci-miento, debe partirse de un punto sólido e irrebatible, por tanto, indiscutible. Este punto sólido puede ser un postulado, un principio o una revelación divina… en última instancia… Dios.

b) Lógica. En los tiempos de Aristóteles había tres nombres equivalentes: pala-bra, pensamiento y ciencia, los cuales eran tres acepciones del vocablo logos, por lo que la definición de la lógica podría ser: “ciencia de los pensamientos”, “ciencia de la ciencia” o “ciencia de la palabra”. El objeto de estudio de la lógica es el pensamiento y existen tres tipos de pensamiento: concepto, juicio y razona-miento.

» Concepto . Es la simple representación en la menta de una cosa u objeto, por ejemplo árbol, estrella, triángulo, etc.

» Juicio . Es la forma central del pensamiento, está compuesto por tres elementos: sujeto, predicado y cópula.

» Razonamiento . Es una actividad mental en la cual, a partir de uno o más juicios conocidos, puede obtenerse un nuevo juicio. Ejemplo: Primer juicio: Los números pares son divisibles entre dos. Segundo juicio: El número doce es un número par. Tercer juicio: El número doce es divisi-ble entre dos (es la conclusión a la cual se llega como correlación de los dos anteriores). Este tercer juicio, por tanto, es resultado de la activación de la función razonadora.

c) Silogismo. Es la expresión oral del razonamiento deductivo más sencillo. Un ejemplo: las flores son bellas; la rosa es una flor; por lo tanto la rosa es bella.

El método deductivo, sistematizado y descrito por Aristóteles, tuvo gran proyec-ción hacia otros campos, especialmente religiosos y políticos. Durante más de veinte siglos el método deductivo fue una influencia histórica determinante y es, precisamente, lo que adquirió el nombre de aristotelismo, es decir, la concepción deductiva del mundo, la vida y el resto del universo (Oriol & Espinoza, 1994).

La historia del conocimiento aristotélico es muy completa y aún no logramos dilucidarla por completo. Desde el siglo XIII se desarrolla una resistencia hacia la propagación de su obra, particularmente de los escritos sobre física. En ese tiem-po, Francis Bacon fue el abanderado número uno del antiaristotelismo.

2.2. Tradición galileana

Pese a que la tradición aristotélica dominó sobre el mundo científico durante siglos, siempre hubo voces críticas que a partir del siglo XIII se agudizan, hacien-do revisiones y precisiones respecto al método aristotélico, tales como Rogerio Bacon (1214-1292) y Guillermo de Occam (1280-1349). (Mardones & Ursúa, p. 16)

Las condiciones sociales y culturales del siglo XIII con la emergencia de la bur-guesía como clase social, favorecieron el desarrollo del denominado “giro coper-nicano” en la ciencia. La nueva clase social está caracterizada por el alejamiento

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de los principios religiosos y una propensión a lo material; a preferir los hechos concretos sobre las explicaciones metafísicas, y a buscar la aplicación del conoci-miento hacia fines útiles y pragmáticos, a través del desarrollo tecnológico.

Esta nueva forma de concebir al mundo, busca, más que explicaciones finalistas, en las cuales hay sustancias, flujos con propiedades y poderes metafísicos, para empezar a verlos como acontecimientos que suceden según leyes, lo cual deriva en la búsqueda de explicaciones funcionales y mecanicistas. Busca el porqué suceden las cosas y no tanto de dónde provienen.

Desde la publicación de la obra de Copérnico en 1543, The revolutionibus orbium coelestium, hasta 1638, fecha en que ve la luz el Diálogo de Galileo, comienza a notarse la aparición de un nuevo método científico, el cual hace énfasis en el cómo de los fenómenos, siendo Galileo Galilei el principal exponente de esta nueva corriente.

Esta forma de concebir al mundo, tiene consecuencias radicales para la nueva ciencia, en tanto que utiliza como método la observación y la experimentación, la cual concibe un mundo como "cosa" susceptible de ser manipulada, dominada, controlada, para que sea útil en la satisfacción de las necesidades de los seres humanos (Mardones & Ursúa, 2003).

La explicación científica que exige la nueva ciencia estará formulada en términos numéricos, matemáticos, bajo la siguiente forma: observación de la realidad, desarrollo de relaciones entre los fenómenos observados y enunciación de hipó-tesis, las cuales deben confrontarse nuevamente con los hechos mediante una observación y experimentación minuciosa.

De acuerdo con José Padrón, después de Arquímedes y de su hidrostática, hasta los aportes de Galileo (más de 700 años), la humanidad dejó de producir conoci-mientos científicos registrados. En todo ese tiempo, tanto los productos de cono-cimiento como sus procesos investigativos de producción fueron anulados, res-pectivamente, por 'verdades' impuestas desde los vértices de la autoridad políti-co-religiosa y por artificios retóricos de especulación. A excepción de las verda-des de fe, casi el único parámetro de conocimiento, no había medios ni referen-cias para evaluar la realidad ni para analizar las interpretaciones del mundo.

Durante el Renacimiento surge el empirismo como pensamiento crítico-revolu-cionario y como propuesta para la producción de conocimientos científicos (dis-cutibles, validables). Paralelamente, el racionalismo se ofrece también como vía revolucionaria para la liberación del pensamiento de las cadenas del dogmatismo y de la especulación. Pero, a pesar de las conquistas y aportes empiristas y racio-nalistas (Bacon, Leibnitz…, Newton, Kepler…), el dogmatismo religioso aún con-trolaba buena parte de los centros académicos y la filosofía se encerraba en la “metafísica” (lo que está más allá de lo físico).

El siglo XIX fue el gran escenario del debate entre el discurso ambiguo y el dis-curso exacto, entre el dogma y la crítica. Fue el empirismo inductivo, mucho más que el racionalismo deductivo, el que evidenció mayores aportes tecnológicos y mayor fuerza polémica. De ahí que, bajo ciertos cánones identificados con la

palabra positivismo se convirtiera en la primera y más influyente interpretación del conocimiento científico en el siglo XX, reaccionando contra el pensamiento anárquico o especulativo y propugnando el conocimiento riguroso, sometido a reglas de validación fundadas en la experiencia constatable. Cabe mencionar que se considera a Augusto Comte como el fundador del positivismo.

2.3. Hermenéutica en la ciencia

La tendencia positivista iniciada por la tradición galileana, tuvo reacciones en diversos ámbitos, una de éstas fue la denominada hermenéutica, que surge en Alemania y cuyos principales autores son Johann Gustav Droysen, Wihelm Dil-they, George Simmel y Max Weber, así como el italiano Benedetto Croce y el inglés Robin George Collingwood, aunque estos dos últimos tienen una tendencia más idealista. En sus orígenes la hermenéutica fue una interpretación técnica de los poetas de la Grecia clásica sobre los trabajos de sus colegas; el proceso de enseñanza exigía que los estudiosos pudieran identificar el sentido de las expre-siones expuestas y criticarlas. Las ideas de Homero fueron motivo de esas inter-pretaciones en la hermenéutica filológica8

Etimológicamente, la palabra hermenéutica tiene su origen en el dios griego Hermes, encargado de mediar entre otros dioses o entre éstos y los hombres. Su facultad de transmitir mensajes divinos para ser comprendidos y acatados, le confiere la posibilidad de evitar malentendidos.

El término hermenéutica proviene de la expresión griega hermenéuiein, que significa en su sentido más amplio "arte de interpretar". La idea de la hermenéu-tica es la sustentación de una "ciencia o método universal" cuya finalidad es la traducción y comprensión, es decir, el entendimiento crítico y objetivo del senti-do de las cosas. Respecto a los orígenes y sus principales exponentes, algunos trabajos alusivos a la hermenéutica exponen:

“…. Entendemos por hermenéutica aquella corriente filosófica que, hundiendo sus raíces en la fenomenología9 de Husseri y en el vitalismo10 nietzscheano, sur-ge a mediados del siglo XX” y tiene entre sus exponentes a: hans Georg Gada-mer (1900-…), Martin Heidegger (1889,1976), Luigi Pareyson (1918-1991), Gianni vattimo y Paul Ricoeur (1913-…)”

También podemos encontrar interpretaciones de la hermenéutica con una clara inclinación hacia la filosofía o posturas ideológicas, como la sustentada por Gada-mer en el sentido de considerarla un límite a los intentos de comprensión totali-taria. “No obstante, la hermenéutica contemporánea más que un movimiento

8 Filología. Aunque alude al sentido etimológico, la hermenéutica filológica surge histó-ricamente con el interés de establecer el sentido de textos, básicamente las Sagradas Escrituras.9 Fenomenología. Del griego fainomai, "mostrarse" y logos, "razón" o explicación". Generalmente se le considera un método filosófico que consiste en estudiar las esen-cias de las cosas y de las emociones, lo que importa estudiar desde esta perspectiva es lo que la persona percibe como importante.10 Vitalismo. Teoría filosófica radical que hace de la vida lo Absoluto. La vida no tiene un fundamento exterior a ella, tiene valor en sí misma.

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definido es una <<atmósfera>> general que empapa grandes y variados ámbi-tos del pensamiento, calando en autores tan heterogéneos como Michel Foucault, Jacques Derrida, Jürgen Habermas, Otto Apel y Richard Rorty”.

El principal aporte de la hermenéutica consiste en mostrar las características distintivas de la identidad sujeto-objeto propia de las ciencias humanas, cultura-les, sociales o del espíritu, lo cual permite proporcionarles autonomía epistémica y metodológica frente al método positivista basado en la explicación y la objetivi-dad.

a) Hermenéutica en disciplinas específicas.

La conceptualización de la hermenéutica (Mardones y Ursúa) se ha caracterizado por una oposición a la filosofía positivista y el rechazo al monismo metodológico del positivismo; a la física matemática como canon11 ideal regulador de toda explicación científica; al afán predictivo y causalista; y a la razón instrumental. Destacando su aplicación en diversas disciplinas, tales como:

ӿ Filología. Fue una de las primeras disciplinas donde tuvo aplicación la her-menéutica para interpretar toda obra escrita, independientemente de su origen y sentido.

ӿ Jurídica e histórica. La hermenéutica jurídica no intenta, propiamente, comprender textos dados, pues se constituye como un “simple” medio de la praxis jurídica encaminado a subsanar ciertas deficiencias y casos excepcio-nales en el sistema de la dogmática jurídica (Gadamer), con lo que busca interpretar la ley a raíz de la experiencia dejada por la decisión de emitir un juicio en un momento dado

ӿ Psicoanálisis. En el método de Sigmund Freud, la interpretación tiene lugar a partir de una serie de elementos disociados del discurso de los individuos, que van integrándose paulatinamente, por medio del cuestionamiento y la atención a las respuestas para entrelazar las ideas e interpretarlas.

ӿ Filosofía. Aún cuando la hermenéutica como método ha sido utilizada en diversos ámbitos con características específicas, se busca una hermenéutica que sirva como método general para todas las ciencias.

ӿ Lingüística. La hermenéutica del lenguaje busca entender el sentido de las expresiones lingüísticas de acuerdo con el contexto histórico y las formas de comportamiento de los individuos en las sociedades.

ӿ Teología. Una parte importante de la hermenéutica tiene su origen en la interpretación de los libros sagrados, particularmente la Biblia, con la finali-dad de penetrar bajo la superficie del texto literal y develar lo más profundo de su significado.

b) Hermenéutica y dimensión interna

El descubrimiento central de los hermeneutas, iniciado por Droysen, está basado en que "el ser humano expresa su interioridad mediante manifestaciones sensi-bles y toda expresión humana sensible refleja una interioridad. No captar, en una

11 Canon. En general toda pauta, norma, precepto, criterio, modelo de conducta o doctrina. Se puede hablar de un canon moral, un canon estético o un canon de pro-puesta filosófica

manifestación, conducta, hecho histórico o social esa dimensión interna, equivale a no comprenderlo." (Mardones & Ursúa).

Droysen propone hacer una distinción entre los distintos métodos que son pro-pios para las diferentes ciencias, con lo cual establece que para la física-matemá-tica, cabe buscar la explicación (erklaren), en tanto que a la tecnología y la filoso-fía corresponde el conocer (erkennen), mientras que en las ciencias humanas debe buscarse el comprender (verstehen).

El término comprender implica la empatía, la identificación afectivo-mental que envuelve sentimientos, motivos, actitudes, valores y pensamientos con su objeto de estudio, lo cual adquiere un carácter más acentuado en las ciencias humanas, en tanto el sujeto y el objeto de estudio pertenecen al mismo universo: el mundo cultural e histórico del hombre. Por tanto, se produce una unidad sujeto-objeto que permite la comprensión desde dentro de los fenómenos históricos, sociales y humanos (Mardones & Ursúa).

El método científico que parte de esta tradición, está basado en la concepción de la objetividad de la ciencia, garantizada cuando el investigador realiza sus obser-vaciones para “captar” los hechos, mediante la utilización de sus órganos senso-riales, sin que en sus observaciones o enunciados observacionales, interfieran sus opiniones y preferencias personales. Con esto se garantiza la objetividad. A esta postura Chalmers (2001) le denomina inductivismo ingenuo (Chalmers, 2001).

Actividad de Aprendizaje 1.2.

Propósito: Distinguir las principales características de las ciencias comprensivas y explicativas, diferenciado las relaciones realidad-conocimiento.

Instrucciones: La actividad se realizará en dos etapas, la primera con el propó-sito de sintetizar en un gráfico las particularidades de las ciencias y la segunda con la finalidad de analizar en conjunto las relaciones realidad-conocimiento.

Etapa 1

1. Recuperando los aprendizajes logrados durante su trayectoria académi-ca y el estudio del tema, inicie por analizar la serie de conceptos y auto-res que se presentan en el cuadro inferior titulado Características, tra-tando de vincularlos con las ciencias explicativas y comprensivas.

2. Con base en el análisis realizado, escriba en los espacios vacíos que aparecen en el esquema de la parte inferior los conceptos y autores que mejor correspondan.

3. Para ubicar los conceptos adecuadamente, considere el título de cada recuadro, así como su correspondencia con las ciencias explicativas o comprensivas.

4. Una vez que terminó de requisitar el esquema, revíselo en forma detalla-da y si está satisfecho con sus respuestas, proceda a enviar la actividad a su asesor. Verifique que sus datos sean correctos y, en caso necesario, corríjalos antes de oprimir el botón Enviar, al hacerlo aparecerá una

Page 14: BASES TEÓRICO 1

página con las respuestas señaladas por usted, así como las repuestas correctas para que las compare; asimismo encontrará los botones de Guardar e Imprimir, utilice alguno de los dos para generar una copia de su información.

Características

Planteamiento TradiciónBase

Metodológica Objetividad Autores

Positivismo Aristotélica Monismo

metodológico Objetividad pura

Augusto Com-te

Hermeneútico Galileana Pluralismo me-

todológico Objetividad relati-

va Johann Gustav

Droysen

Etapa 2

1. Ahora, es momento de acudir al Centro de Documentación Virtual para identificar el texto El conocimiento y la realidad y proceder a su lectura y análisis detallado.

2. Una vez que realizó el análisis del texto recuperando su experiencia académica, vaya al Foro de Discusión para dar respuesta a los cuestiona-mientos siguientes:

o ¿Cómo define a la realidad? o Desde su perspectiva personal ¿cuál es la relación conocimiento-reali-

dad?

3. ¿Por qué la concepción de las relaciones conocimiento-realidad define una posición epistemológica?

4. Recuerde que las participaciones en el foro exigen de cada estudiante una actitud de respeto y tolerancia a las perspectivas de otros, así como la necesaria expresión de nuestro punto de vista argumentando sólida-mente la postura asumida.

5. Es indispensable regresar al foro para leer los comentarios de sus com-pañeros e intercambiar opiniones hasta llegar a acuerdos comunes y lograr una mejor conceptualización que oriente al grupo a un aprendizaje significativo.

3. El Problema de la Observación

La observación puede ser considerada de dos maneras distintas: como parte fundamental dentro de la teoría del conocimiento, donde está en discusión su papel dentro del proceso de conocimiento y, la otra, como técnica de investiga-ción para la recolección de datos. En ambos enfoques, la observación integra “problemas” que es necesario resaltar y son motivo de este tema, debido a su relevancia en la práctica del investigador y la comprensión del proceso de cono-cimiento.

3.1. Teoría del conocimiento y observación

En la teoría del conocimiento, el problema de la observación tiene que ver con las tres formas diferentes, o tres modelos en los que está basada la relación suje-to cognoscente-objeto de conocimiento, los cuales constituyen las cunas episté-micas de las que va a partir el observador. Los tres modelos son: idealista, meca-nicista y dialéctico.

a) Modelo idealista

En este modelo de conceptualizar el conocimiento, el predominio lo tiene el suje-to cognoscente quien considera que puede obtener el conocimiento e influir en la realidad objetiva a través de las ideas previamente existentes. Este modelo tam-bién es conocido como subjetivista. Según los idealistas, el hombre genera los conceptos, las ideas (Dios, por ejemplo) y una vez hecho esto, los productos mentales elaborados por el individuo adquieren el carácter de la realidad, del mundo.

Dentro del modelo idealista existen dos variantes, las cuales son:

Idealismo objetivo. Reconoce la existencia de la naturaleza, de los hombres, pero como producto de las ideas, de un espíritu universal. Hegel era un idealista objetivo y decía que “…todo lo real, en cuanto es verdad, es la idea; y tiene su verdad solamente por medio y en virtud de la idea…” (Guzmán y Pérez, 2004)

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Idealismo subjetivo. Considera que la realidad, el mundo, sólo existe en la conciencia del hombre = solipsismo12.

En este modelo destaca la participación del sujeto, como agente activo del proce-so de conocimiento, en donde no hay interacción entre el objeto y el sujeto.

b) Modelo mecanicista

Llamado también objetivista, en este modelo, la parte activa la desarrolla el obje-to (realidad objetiva) y el sujeto constituye una especie de espejo que capta todas las imágenes procedentes del mundo externo. El conocimiento se conside-ra como una suma mecánica de verdades, el cual registra los hechos de la reali -dad empírica a través de los órganos sensoriales.

Según Adam Schaff, "...tiene tras sí la concepción mecanicista de la teoría del reflejo. De acuerdo con esta concepción, el objeto de conocimiento actúa sobre el aparato perceptivo del sujeto que es un agente pasivo, contemplativo y recep-tivo; el producto de este proceso (el conocimiento) es un reflejo o copia del obje-to, reflejo cuya génesis está en relación con la acción mecánica del objeto sobre el sujeto..." (Guzmán, M. & Pérez, A.R.) (2)

Este modelo de contemplar la realidad es limitado, pues aporta un conocimiento poco profundo. Al igual que el modelo idealista, no hay interacción entre el sujeto y el objeto.

c) Modelo dialéctico

Propugna por la interacción entre el sujeto y el objeto a fin de alcanzar conoci-miento más profundo de las leyes que rigen la realidad objetiva y poder utilizarlo en la transformación de la misma.

Para ello, el modelo dialéctico se apoya en las tesis siguientes:

a) El mundo, la realidad, existe independientemente y con anterioridad al ser humano y no ha sido creado por ninguna idea o espíritu universal.

b) La realidad es cognoscible.c) Los procesos y objetos tienen una relación y dependencia mutuas. Existen en

un todo interrelacionado.d) La realidad es relativa. Nada es absoluto.e) La realidad está en continuo cambio, movimiento, transformación; la realidad

es pues un proceso, no un conjunto de cosas acabadas.

12 Solipcismo. Traducible de forma aproximada como "solamente yo existo". Es la creencia metafísica de que lo único de lo que uno puede estar seguro es de la existen-cia de su propia mente, y la realidad que aparentemente le rodea es incognoscible y puede no ser más que parte de los estados mentales del propio yo. De esta forma, todos los objetos, personas, etc., que uno experimenta serían meramente emanacio-nes de su mente y, por lo tanto, la única cosa de la que podría tener seguridad es de la existencia de sí mismo.

f) El movimiento, el desarrollo, no surge por la voluntad de un ser suprasensi-ble o de las ideas (idealismo).

g) La realidad se presenta en distintos niveles; el externo es el único accesible a los órganos sensoriales.

Uno de los problemas de esta aproximación, es que no demarca el criterio de significación, es decir, las condiciones a satisfacer en forma obligatoria para con-tar con una función positiva en la explicación y predicción de eventos observa-bles y así ser aceptables como empíricamente significativos.

3.2. Investigación y observación

La observación como procedimiento para la recolección de datos, es una de las técnicas más antiguas y de mayor empleo en la investigación. De hecho, para cualquier estudio resulta necesario observar primero la realidad externa para poder formular un problema de investigación.

La observación permite obtener información sobre un fenómeno o acontecimien-to tal y como se produce. En el campo de las ciencias naturales y las sociales, la observación busca desentrañar las características y condiciones en que se pre-sentan los fenómenos observados, ya sea en un contexto natural (en el espacio donde normalmente ocurren los fenómenos) o artificial (en un nivel experimental o modificando la ubicación y condiciones en que normalmente los encontramos)

La observación consiste entonces, en un proceso sistemático por el que un espe-cialista recoge por sí mismo información relacionada con cierto problema. En dicho proceso intervienen las percepciones del sujeto que observa y sus interpre-taciones de lo observado. Podemos representar la observación mediante la fór-mula siguiente:

O = P+I

Donde:

O = La observación

P = El sistema perceptivo del observador

I = La interpretación que el observador hace de lo observado (Rodríguez, et al).

a) Características de la observación

La observación como técnica de investigación, debe estar orientada por un obje-tivo, pregunta, propósito o problema, los cuales determinan la planeación siste-mática que debe realizarse, exigiendo tener en cuenta aspectos como los si-guientes:

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Qué se observa Quién es observado Cómo se observa Cuándo se observa Dónde se observa Cuándo se registran las observaciones Qué observaciones se registran Cómo se analizan los datos procedentes de la observación o qué utilidad

tendrán (Rodríguez, et al. p. 150).

La diferencia entre una observación natural y la observación como parte de un proceso de investigación estriba en que, en la primera, suelen estar presentes elementos contextuales, imprecisiones propias de nuestros medios sensoriales, diferentes niveles de concentración, asimilación y contraste, etcétera, que pue-den modificar lo observado.

La observación en una investigación, pretende eliminar los sesgos antes descri-tos mediante un acercamiento a los hechos, delimitado por la existencia de un problema y un plan sistemático de recogida, análisis e interpretación de los pro-pios datos observacionales, todo esto realizado con un proceso metódico, que busca el control y la “objetividad” en las observaciones.

Otros requisitos de la observación es que los llamados "enunciados observacio-nales" derivados de la observación directa de los hechos, deben relacionarse con proposiciones más generales (teoría), y estos enunciados deben estar sujetos a comprobaciones y controles de validez y confiabilidad (Labarca).

b) Condiciones de la observación

De acuerdo con Labarca, en el acto de observación pueden distinguirse cinco elementos: el observador, el objeto de observación, los medios para observar, las condiciones de observación y la teoría que está detrás de la observación y que fundamenta la investigación. Para que el proceso de observación tenga lugar deben satisfacerse cuatro condiciones: la atención, la sensación, la percepción y la reflexión. Veamos:

Atención. Es “un estado mental de alerta, que permite al sujeto estar atento para poder percibir las imágenes, sensaciones, voces, etc. provenientes del exte-rior y que constituyen el objeto de la observación”. Entre los aspectos que pro-blematiza la atención está el hecho de que aún cuando el observador tenga toda la atención puesta en la observación de un fenómeno, por sus características, el cerebro debe discriminar y escoger los estímulos de su interés para su interpre-tación. Por otra parte, la función cerebral necesita periodos de descanso para poder recuperarse, por lo que puede perderse involuntariamente de algún dato importante en un periodo de reposo.

Sensación. La percibimos por medio de los órganos de los sentidos (oído, tacto, vista, olfato y gusto), los cuales tienen limitaciones tales como que no siempre pueden captar con precisión la magnitud y características de los estímulos. Por ejemplo, la visión no puede medir distancias, tamaños y velocidades, ni tampoco

sonidos muy pequeños o altos, tampoco puede ver objetos muy pequeños o leja-nos. Por otro lado, los sentidos, al ser órganos que pertenecen a cada sujeto investigador, son diferentes y es posible que existan personas sin todas las facul-tades de los órganos sensoriales o que alguno de éstos presente una atrofia o disfunción; por esa razón, la civilización ha desarrollado instrumentos u objetos que colaboran en la tarea de “captar” las observaciones provenientes de los objetos de estudio, como grabadoras, micrófonos, telescopios, microscopios, etc.

Percepción. Es el proceso que sigue a la sensación y consiste en la interpreta-ción que hace el cerebro humano de la información captada a través de los senti-dos, con lo cual el cerebro relaciona tales estímulos con experiencias anteriores, otorgando un significado a dichas sensaciones (olores, sonidos, sabores, imáge-nes, etc.) Tales interpretaciones de los estímulos varían de acuerdo a las expe-riencias del investigador; por ejemplo, un médico que ha tratado múltiples casos de soriasis o de alguna enfermedad de la piel en especial, podrá fácilmente diag-nosticar a un paciente, en tanto que otra persona, aún siendo médico, con menor experiencia o con otra especialidad, es posible que no detecte de forma inmedia-ta el padecimiento.

Reflexión. Es el proceso mediante el cual el investigador o sujeto cognoscente, elabora conjeturas respecto a lo que observa, es decir, no sólo interpreta lo que ve, oye, siente, saborea, toca, sino que con tal información construye conceptos y enunciados observacionales, los cuales serán la base para la creación de una teoría. Las teorías, entonces, son un conjunto de conocimientos basados en las observaciones e interpretaciones de un objeto de estudio. El problema de la ob-servación en esta etapa, es que las teorías, creencias y la propia formación del investigador hacen que lo observado se interprete y enuncie de acuerdo a las características del mismo, en tanto todos tenemos concepciones teóricas y políti-cas distintas, lo cual dificulta obtener la “objetividad” y la “neutralidad” que per-sigue el positivismo.

c) Inductivismo y el problema de la observación

A partir de Galileo, la ciencia se convirtió en una estructura asentada sobre he-chos, basada en que el conocimiento, para ser considerado científico, debe ser conocimiento probado. Las teorías científicas derivan directamente de un modo riguroso de los hechos, de la experiencia adquirida mediante la observación y la experimentación (Chalmers, 2001).

El problema con este tipo de inductivismo es que proviene de la observación tiene una fe ciega en ésta como garantía de objetividad y neutralidad, sin consi-derar que toda observación depende de la teoría de la que parte, pues nadie va a observar algo con la mente en blanco. Toda observación está cargada de teoría, en la medida en que la observación y los experimentos tienen sustento en la comprobación o aclaración de alguna teoría, y sólo deben registrarse las obser-vaciones consideradas relevantes para esa tarea.

Sin embargo, en la medida en que las teorías que constituyen nuestro conoci-miento científico son falibles e incompletas, la guía que las teorías nos ofrecen con respecto a qué observaciones son relevantes para algún fenómeno puede

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ser engañosa, pasar por alto algunos factores importantes y desechar otros (Chalmers, 2001).

3.3. Lenguaje y observación

Si partimos de la idea de que la ciencia comienza con la observación, muy pronto encontraremos el problema de cómo abordar, desde un planteamiento tan gene-ral, un estudio riguroso de la observación en el panorama de los métodos y técni-cas de investigación.

Debido a esto, resulta necesario recoger y ordenar formulaciones tan diversas como observar acciones, hechos, sistemas, llevar a cabo acciones observadoras, auto-observarse en un sistema, determinar posiciones de observaciones, entre otras. La gran variedad de expresiones con que hacemos referencia a distintos tipos, pero también a distintas concepciones de la observación, aconseja estable-cer conceptos claros y teóricamente bien justificados para demarcar lo observa-do. Este ejercicio compete a los filósofos de la ciencia, a los historiadores de la ciencia y a los propios científicos.

De acuerdo con esto, es importante identificar los problemas en los que discurre el asunto del lenguaje y la observación; por ejemplo, desde la perspectiva episté-mica, la observación va a depender del perfil epistémico que el investigador ma-neje, es decir, desde su dominio particular de algunas teorías, las cuales podrán inscribirse dentro de una tradición filosófica (galileana o aristotélica).

Por tanto, un investigador va a observar la realidad a partir de los conceptos, categorías científicas y premisas teóricas fundamentales que forman parte de la propuesta teórico filosófica a la que pertenece. Ejemplo: augusto comte es positi-vista, en tanto, sus observaciones están basadas en la filosofía y la teoría positi-vista, marcadas por el método empirista y la perspectiva político-ideológica libe-ral y su postura axiológica13 no está sujeta a valores.

El lenguaje tiene una significación distinta en cada teoría como parte de cada cuna epistémica. El lenguaje científico implica el uso de conceptos, categorías, premisas y axiomas, con los que vamos a entender, explicar y comprender la realidad observada.

Por ejemplo, la denominada teoría de género establece que el género, como categoría de análisis dentro de dicha teoría, es una “construcción social de la diferencia sexual” (Guzmán, 2001:39), esto quiere decir que el género no es un atributo con el cual se nace, ya sea femenino o masculino, sino que la propia sociedad va “construyendo” las atribuciones del género de pertenencia mediante los mecanismos de socialización que dan comienzo desde la infancia en el ámbito familiar (Guzmán, 2001). A niñas y niños empezamos por “construirlos” como

13 Axiología. La axiología proviene del griego que significa digno y se interpreta enton-ces como el estudio filosófico de los valores. Mundialmente el estudio de los valores está dividido en dos grandes escalas: valores eternos universales y valores tempora-les. Fue utilizado para denominar la teoría de los valores en 1902 en el libro Compen-dio de axiología escrito por Eduardo Hartmann. La axiología implica el estudio de los valores, tipos, criterios para juzgarlos y su relación con la realidad

tales desde el momento en que decidimos asignarles determinado tipo de ropa, colores, formas de conducta, permisos o no para expresar sentimientos, etc. Si buscamos en un diccionario la palabra género, encontraremos que tiene un signi-ficado y connotación diferente del que adquiere dentro de la teoría de género: “forma que reciben las palabras para indicar el sexo de los seres animados o para diferenciar el nombre de las cosas”14.

3.4. Teoría y observación

Cuando un científico construye una teoría con el fin de sistematizar el conoci-miento de una determinada ciencia o disciplina, es necesario precisar términos, categorías y conceptos empleados, para lo cual debemos utilizar un lenguaje especializado, distinto al lenguaje cotidiano. Este tipo de lenguaje se denomina lenguaje teórico (Rodríguez et al., 1999).

La utilización de un lenguaje específico para la ciencia, ha sido motivo de discu-sión entre los filósofos del conocimiento. Así, la diferencia entre lenguaje obser-vacional y lenguaje teórico inicia en los años 1950-1970 con Carnap y Hempel (pertenecientes al Círculo de Viena), quienes, formando parte de la corriente filosófica denominada Empirismo Lógico, buscaron reconstruir las estructuras conceptuales de las teorías científicas y crear un lenguaje propio de la ciencia.

a) Lenguaje observacional

El lenguaje observacional es aquel que enuncia simplemente lo que observamos como percepción sensible, sin recurrir a conceptos o medios auxiliares. Los enun-ciados observacionales o términos observacionales se consideran realmente empíricos, pues hacen referencia a aquellas palabras con las que nombramos comúnmente las cosas y las propiedades directamente observables.

"Los términos observables, entonces, designan lo que se muestra a los sentidos, lo fenoménico, tanto objetos como cualidades (madera, rojo, cálido, etcétera). A estos términos corresponden determinados contenidos cognitivos o conceptos observacionales. Schlick (Círculo de Viena) denomina a este tipo de formulacio-nes "enunciados de observación" que representan un estado de cosas experi-mentables sensiblemente utilizando sólo indicadores, como "aquí" y "ahora", para identificar esa experiencia" (Rodríguez et al, 1999).

Así, para los empiristas lógicos, los enunciados observacionales son términos observables que designan lo que se muestra a los sentidos, lo fenoménico, tanto de los objetos como de sus cualidades. Dado lo anterior, los teóricos de la ciencia del empirismo lógico se dedicaron sobre todo al análisis y examen crítico de los conceptos y términos empleados en las distintas teorías científicas. Para ello, había simplemente que estudiar la definibilidad o interpretacionabilidad de los términos teóricos, para lo cual debería emplearse (no hay otro disponible) el lenguaje observacional.

14 Larouse (2003). Diccionario básico. Larousse, México.

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Ahora bien, el “significado” de un concepto observacional viene determinado según el principio de la verificabilidad (que esta corriente de pensamiento tomo del Círculo de Viena), es decir: otorgamos un contenido cognoscitivo de un tér-mino si ese contenido tiene una relación de correspondencia a una observación directa. La validez de una proposición observacional debería, por tanto, poder ser comprobable por una experiencia directa sensible.

b) Lenguaje teórico

La ciencia, además de tener un lenguaje formado por enunciados observaciona-les que tienen una relación directa con los hechos observados, presenta una serie de términos que designan cosas y relaciones que no son directamente ob-servables. Aquellos términos que designan cosas y relaciones que no provienen de la experiencia sensorial directa derivada de la observación, los denominamos términos teóricos, y son los más característicos de las teorías científicas. Precisa-mente, es el lenguaje teórico, formado por los términos teóricos, lo que hace distinta a la ciencia del conocimiento común.

“El lenguaje teórico, es decir, el conjunto de términos teóricos, se define no en referencia a una observación, sino por su potencial explicativo en el marco de una determinada teoría. Esto implica que los conceptos teóricos sean identifica-dos primariamente por su finalidad funcional dentro de la teoría y que, tomados en sí mismos, no posean ninguna relación directa a la observación”. (Rodríguez et al, 1999).

La distinción entre la función y los alcances del lenguaje observacional y el len-guaje teórico dentro de la ciencia, sin embargo, no deja de tener sus complicacio-nes, pues en discusiones posteriores dentro del empirismo lógico, encontramos que los enunciados observacionales están siempre "cargados de teoría", es decir, "no se puede establecer una distinción tajante entre observación y teoría, ya que la observación o mejor dicho, los enunciados observacionales, están influidos por la teoría (Chalmers, 2001).

La manera en que la observación depende de la teoría es muy clara: cuando un investigador realiza una observación enmarcada dentro de una investigación científica, se aproxima al fenómeno con ciertas nociones, supuestos e incluso hipótesis respecto de lo que va a observar, lo cual proviene de su perfil epistémi-co y teórico. Es decir, dicho investigador tiene determinada tendencia epistémi-ca, proveniente, en principio, de una tradición aristotélica o galileana, puede ser idealista, positivista, o dialéctico, además de partir de una postura política y axio-lógica particular, que puede ser conservadora, liberal o revolucionaria.

Todas estas variables que están dentro del perfil cognoscitivo de quien observa, influyen en lo observado, en forma de teoría. Un investigador proveniente de una cuna marxista15 no va a observar un hecho particular, tal como una marcha a favor de un grupo de obreros, de la misma manera que otro investigador de cuna

15 Marxista. Conjunto de teorías iniciadas por Carlos Marx sobre las que se desarrolla un amplio movimiento social, articulado inicialmente en torno a las reivindicaciones revolucionarias del proletariado, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, en Europa, y a lo largo del siglo XX en todo el mundo.

positivista-liberal, y por tanto, sus observaciones acerca de un mismo hecho van a ser distintas.

Desde otra perspectiva, la carga teórica de la observación se manifiesta en tanto los términos empleados para observar un fenómeno, provienen de una teoría particular, por ejemplo, dentro de la teoría marxista, la categoría teórica “revolu-ción”, no tiene la misma connotación que dentro de la ciencia histórica, dado que en la primera, la revolución es consecuencia de un choque dialéctico entre dos fuerzas opuestas, que pueden ser entidades físicas o ideas.

Este es el caso de los cambios de un periodo histórico a otro, que no tienen nece-sariamente un carácter de enfrentamiento físico, sino que son consecuencia del devenir dialéctico y la lucha entre contrarios, lo cual lleva necesariamente a la evolución y a una revolución, en cambio en la ciencia histórica, una revolución es necesariamente un movimiento armado entre dos entidades con intereses políti-cos contrarios.

Con el tiempo, la discusión entre lenguaje teórico y lenguaje observacional dejó de centrarse en si la observación estaba o no "cargada" de teoría, para coincidir en la necesidad de conformar -con los términos teóricos- el vocabulario propio de cada teoría científica.

Actividad de Aprendizaje 1.3.

Propósito: Distinguir elementos del proceso de observación científica, términos teóricos y términos observacionales.

Instrucciones:

1. Reflexione acerca de los diversos acontecimientos que considera trascen-dentes en su vida profesional cotidiana.

2. Seleccione un hecho que, debido a su trascendencia, exige poner un mayor grado de interés y conocerlo con mayor profundidad.

3. En la primera columna de la tabla inferior enúncielo brevemente utilizando de una a cinco palabras.

4. Observe con detenimiento la forma como se presenta el hecho y tome nota de cada aspecto, procurando hacerlo siempre con sus propias palabras.

5. En la columna titulada Términos Observacionales inicie la descripción del hecho en forma detallada atendiendo a las características del hecho.

6. Consulte bibliografía especializada dentro de su campo de estudio que aborde en forma científica el hecho seleccionado y observado en su prácti-ca profesional cotidiana.

7. En la columna titulada Términos Téoricos, describa el hecho utilizando no más de dos conceptos teóricos propios de su campo de estudio disciplinar y desarróllelos argumentando posteriormente el uso de cada concepto

8. Al concluir revise en forma detallada la redacción de sus textos, procurando analizar qué distinciones y dificultades encontró para expresarse.

9. Luego, dé respuesta a la pregunta que se halla debajo de la tabla requisita-da.

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10. Una vez satisfecho con su actividad, revise en forma cuidadosa que sus datos de envío sean correctos y, en caso necesario, modifíquelos para des-pués oprimir el botón Enviar, al hacerlo aparecerá una página con los tex-tos elaborados, así como los botones de Guardar e Imprimir, utilice alguno de los dos para generar una copia de su información.

Hecho  Términos

Observacionales Términos Teóricos

Dificultades en el desarrollo de la observación y el uso del lenguaje

4. Método Positivista

Dentro de la tradición galileana ubicamos al positivismo: doctrina epistemológica, metodológica y política que tiene como antecedente a Augusto Comte, quien en el siglo XIX escribió el Curso de filosofía positiva, empleando por primera vez el nombre de positivismo. Su obra constituyó la "destrucción" de la subjetividad humana de acuerdo con los criterios de la ciencia positiva, encaminada a distin-guir de un modo tajante, la frontera entre ciencia y filosofía (Gutiérrez, 1998).

En la década de 1930 se desarrolló con el nombre de positivismo lógico esta línea de pensamiento que fue determinante para el desarrollo del método cientí-fico. Hasta la actualidad es la corriente metodológica más fuerte dentro del cam-po del desarrollo de la ciencia, aun cuando muchos de sus presupuestos fueron superados y duramente criticados, tal como la idea de la unidad del método con el canon de la física y las matemáticas como ideal científico, con la evidente exclusión o marginación de las Ciencias Sociales.

Reducida a sus rasgos característicos, de acuerdo con Mardones y Ursúa (2003), serían cuatro los aspectos que configuran el positivismo:

Monismo metodológico. De acuerdo con Comte, el monismo implica que aun cuando sabemos que los objetos de investigación son diversos, existe un solo método para abordarlos, el cual permite desarrollar una “auténtica” explicación científica.

Explicación causal. Es característica de la ciencia. A diferencia de la tradi-ción aristotélica y su posterior desarrollo en la hermenéutica que busca la

comprensión de los fenómenos, la ciencia positivista pretende conocer el porqué y el cómo de los hechos, es decir, las causas que los originan. El fin último de la investigación científica es ofrecer explicaciones causalistas de los fenómenos bajo estudio. El método positivista busca relacionar los fenó-menos estudiados a nivel individual y sus consecuentes explicaciones cientí-ficas, a través de leyes generales.

Canon de las ciencias naturales exactas. Para los positivistas, el método positivo que tiene como modelo a la ciencia físico-matemática, es el que permite el desarrollo de todas las demás ciencias, las cuales deberían de ajustarse a los parámetros determinados por el método científico a fin de poder medir su grado de cientificidad, el cual estaría dado en relación al apego de una ciencia al canon establecido por las ciencias naturales.

Predominio positivista. Una de las consecuencias de la filosofía positivista y su aplicación científica a través del método que sustenta, es el control y dominio de la naturaleza, justificado bajo la denominada razón instrumental, lo cual implica que los seres humanos como seres superiores en la Tierra, tenemos el derecho de apropiación de los recursos que la naturaleza ofrece y utilizarlos en nuestro propio beneficio, transformándolos, modificándolos, consumiéndolos, mediante el desarrollo científico tecnológico.

Conforme con las características básicas del positivismo científico, éste va a pretender hacer ciencia social, histórica y económica, siguiendo la tipificación ideal de la física matemática, lo que significa acentuar la relevancia de las leyes generales para la explicación científica, tratando de subsumir bajo el mismo y único método a todo saber con pretensiones de científico. Una de las tesis bási-cas del positivismo es el dogma de la unidad y universalidad del método científi-co.

Para el positivismo, los hechos y la experiencia son la base con la que tiene lugar la construcción del conocimiento, tales hechos deben observarse, codificarse, medirse para posteriormente, correlacionarse bajo la forma de datos empíricos, los cuales conformarán teorías.

Las distintas teorías que existen respecto a determinada área de estudio o cam-po de conocimiento, "lucharán" teóricamente entre sí, considerándose como teo-ría verdadera aquella que esté mejor contrastada; es decir, la que se ajuste me-jor a todos los datos observacionales, ya que esto sentará las bases para ser denominada "teoría empíricamente adecuada" (Vásquez, A. et al 2002).

"Para los positivistas la ciencia progresa en la medida en que las teorías pueden predecir y explicar más que sus predecesoras. Suele defenderse como criterio de progreso científico que la teoría nueva contenga a la vieja como caso límite y así permita retener sus éxitos (que tenga una mayor generalidad) y corregir sus errores. El concepto positivista de progreso científico, que resulta del cambio racional de teorías científicas (una teoría es reducida por otra que la sustituye),

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es acumulativo y se puede sintetizar en tres condiciones que debe cumplir la nueva teoría:

Toda explicación o predicción confirmada por la antigua teoría debe estar incluida en la nueva. Como ambas abarcan los mismos temas, las dos teorías serán conmensurables16.

Ha de tener conclusiones empíricas no incluidas en la precedente (se habla de progreso si y sólo si existen nuevas leyes que describan correctamente fenómenos no explicados anteriormente).

Tiene que evitar las consecuencias falsas de la teoría antecedente (condición fuerte) (Nagel, citado por Vásquez, 2002).

Seguramente por influjo de las contundentes críticas recibidas, sobre todo a par-tir de los años sesenta, el positivismo ha suavizado posteriormente sus posicio-nes más duras, en particular las referidas a la objetividad y precedencia absoluta de los datos empíricos, así como la defensa a ultranza de las observaciones, hasta admitir la existencia de una cierta continuidad entre observaciones y teoría, pero manteniendo siempre lo observacional como algo más seguro y pre-vio a lo teórico.

Por último, para los positivistas, el cambio y el progreso científico pueden alcan-zarse aplicando las reglas codificadas de la ciencia y, en consecuencia, ambos están por encima de cualquier consideración particular o interesada. De aquí, concluyen que la ciencia es el único camino para el conocimiento válido (reduc-cionismo cientificista); esto es, el conocimiento científico es el único válido, obje-tivo y verdadero.

4.1. Crítica al método científico

Según el positivismo, la mera aplicación del método científico garantizaría el conocimiento fiable, objetivo, científico, y lo que debería hacer cualquier persona dedicada al quehacer científico, es familiarizarse con la poderosa y única herra-mienta que constituye el método científico para poder aplicarlo en cualquier área de la ciencia. La adecuada aplicación del método conduciría a la verdad científi -ca.

Esta concepción de ciencia, del método y del quehacer científico ha sido criticada a lo largo de la propia historia de la ciencia ya que, como hemos señalado, mu-chas de las ideas científicas más brillantes surgen por el azar o bajo condiciones totalmente diferentes a los pasos que propone el método científico, por ejemplo, a través de la inspiración, a las condiciones sociales o necesidades específicas que plantea una sociedad o comunidad, a los mandatos de una autoridad.

El primer rechazo al empirismo clásico o positivismo, es el denominado empiris-mo lógico, que surge durante el siglo XX y consiste en aplicar el método hipotéti-co-deductivo, en donde a partir de la observación de determinado fenómeno y la revisión de las teorías que tratan de resolver o estudiar dicho problema, se elabo-

16 Conmensurable. Significa que dos modelos, datos, fenómenos son equivalentes y pueden establecerse comparaciones.

rarían hipótesis o propuestas de soluciones al problema planteado, las cuales serían contrastadas a través de la experiencia dada por observaciones minucio-sas o la experimentación.

En la actualidad, se reconoce que el método científico es un camino propio de la investigación para lograr sus objetivos, pero esto no significa seguir un conjunto de recetas que deban aplicarse paso a paso y, sobre todo, debe reconocerse que cada ciencia cuenta con métodos específicos para acercarse al conocimiento de una forma eficiente (Bunge, 2001).

4.2. ¿Puede haber un método único en la ciencia?

En ocasiones, se ha creído en la existencia de un solo método para todas las ciencias. La existencia de un método único tendría repercusiones sobre el conoci-miento y sobre la realidad. Si toda la realidad pudiera conocerse de una misma forma, sería legítimo suponer una unidad de fondo entre todas las cosas.

También podríamos afirmar que hay una estructura común entre el mundo y nuestra mente. Además, si hubiera un solo método científico sería fácil defender que la ciencia no está condicionada socialmente. Al aplicarlo a cualquier campo de la realidad, produciría conocimiento seguro. No importarían ni el momento ni las circunstancias. Daría igual el grado de desarrollo de una ciencia y el objeto del que se ocupase (ARGO, 2001 pp. 30-39).

En este sentido deberíamos negar intereses y diferencias en el quehacer científi-co, en virtud del investigador como ser social, inmerso en una serie de antagonis-mos.

A lo largo de la historia, muchas veces la civilización ha creído encontrar un mé-todo. Los siglos XVI y XVII fueron particularmente fértiles en propuestas metodo-lógicas. En este campo tuvieron gran relevancia las diferencias entre empiristas y racionalistas.

El método propuesto por los empiristas tenía su fundamento en que el conoci-miento proviene de la experiencia y no podía ser el mismo defendido por los que creían que puede alcanzarse a través del uso exclusivo de la razón. Desde los dos campos hubo quienes creyeron encontrar métodos universalmente válidos.

En el siglo XVI, Bacon inició la tradición de métodos basados en la inducción. Proponía partir de la experiencia para estudiar las cuestiones científicas. Su mé-todo comenzaba reuniendo todos los hechos en los cuales era posible que apare-ciera la característica que quería estudiar. Luego, los clasificaba en tres grupos según esa particularidad apareciera o no (lo cual resultaba particularmente im-portante cuando los hechos eran similares) o lo hiciera en algún grado. Finalmen-te, Bacon proponía fijarse en qué características eran las realmente fundamenta-les para explicar el fenómeno: las registradas siempre, o las que se incrementa-ban acorde al fenómeno principal.

En esa época surgieron otro tipo de métodos: los que daban más importancia a la ideación de las soluciones que a la observación de los hechos. Descartes propuso

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un método (el método cartesiano) basado en cuatro reglas fáciles de comprender y de memorizar. Las aplicó a campos muy diversos, de la física a la metafísica.

Galileo propuso otro llamado método de resolución y composición, que implicaba una alternancia de estas dos operaciones. Todo problema quedaba reducido a sus partes matematizables y fundamentales despreciando lo demás. Luego, se recomponían esos elementos y aventuraba una solución, de la que, matemática-mente, eran extraídas consecuencias. Finalmente, era tomada una decisión so-bre la verdad de esas soluciones, a través de experimentos que comprobaran esas consecuencias previstas.

Aún cuando Bacon y Descartes creyeron que sus métodos servirían para cual-quier ciencia, o que en el mundo de la teoría encontramos fuerte inclinación ha-cia la idea de que existe un solo método, actualmente en la práctica pueden reconocerse diversos métodos, principalmente empleados en campos particula-res: el axiomático para la lógica, los comprensivos en sociología, los computacio-nales en estadística, los hermeneúticos en historia. (ARGO, 2001)

b)  Método científico moderno

De acuerdo con Mario Bunge, la formulación actualizada del método científico contiene las siguientes etapas, las cuales deben ser cubiertas por una investiga-ción que pretenda considerarse "científica" y que pueden aplicarse a cualquier tipo de ciencia.

Descubrimiento del problema Planteo preciso del problema Búsqueda de conocimientos o instrumentos relevantes al problema (teo-

rías, datos empíricos, técnicas) Tentativa de solución del problema con los medios encontrados Invención de nuevas ideas (hipótesis, teorías o técnicas) o producción de

nuevos datos empíricos. Obtención de una solución. Investigación de las consecuencias de la solución obtenida. Puesta a prueba (contrastación) de la solución. Corrección de las hipótesis, teorías, conocimientos, procedimientos o

datos empleados en la obtención de la solución correcta.

Actividad de Aprendizaje 1.4.

Propósito: Analizar algunos de los conceptos asociados al desarrollo del método positivista, especificando la posibilidad o no de contar con un único método cien-tífico.

Instrucciones: La actividad consta de dos etapas, la primera de identificación conceptual y la segunda de análisis y elaboración de texto.

Etapa 1

1. Enseguida se presenta una sopa de letras en la que usted deberá identificar ocho conceptos relacionados con el positivismo, procure efectuar un primer recorrido general de la cuadrícula para localizar las palabras.

2. Al identificar un concepto, dé clic con el mouse en la primera letra y sin sol-tarlo recorra toda la palabra, verá cómo el término queda marcado con una línea horizontal en la lista ubicada a la derecha de la sopa de letras.

3. Una vez que localizó las ocho palabras, aparecerá un recuadro debajo de la sopa de letras para que elabore un texto explicativo sobre el positivismo de 5 a 10 líneas en el que utilice los términos identificados. En caso de duda, remítase al texto del tema, pero no repita ningún párrafo del mismo.

4. Es importante especificar que los resultados de su actividad sólo se podrán enviar si logra identificar los conceptos en la sopa de letras.

5. Una vez que identificó las palabras y redactó su texto explicativo, revise en forma detallada los resultados de su actividad y si está satisfecho proceda a enviarla al asesor. No olvide revisar sus datos en forma cuidadosa y, en caso necesario, modifíquelos para después oprimir el botón Enviar, al hacerlo aparecerá una página con el texto elaborado, así como los botones de Guar-dar e Imprimir, utilice alguno de los dos para generar una copia de su infor-mación.

Etapa 2 1. Una vez que formuló su explicación de positivismo, es importante refle-

xionar acerca de la propuesta de contar con un único método científico.2. De acuerdo con su formación académica y desarrollo profesional, analice

las implicaciones de la existencia de uno o varios métodos.3. Luego, retomando los aspectos sustantivos de lo expuesto en el tema,

deberá generar un texto de no menos de 15 líneas y no más de 25, don-de justifique si está a favor de contar con uno o varios métodos.

4. Su texto deberá incluir al menos dos citas de referencias bibliográficas que encuentre en Internet, o bien, de libros impresos, especificando con precisión la ficha técnica.

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5. Una vez que redactó su texto, utilizando para esto el espacio que apare-ce junto a la imagen, revise a detalle la exposición de sus ideas, la con-gruencia con su perspectiva personal, su estructura y argumentos ex-puestos.

6. Si está satisfecho proceda a enviarlo al asesor. No olvide revisar sus datos en forma cuidadosa y, en caso necesario, modifíquelos para des-pués oprimir el botón Enviar, al hacerlo aparecerá una página con el texto elaborado, así como los botones de Guardar e Imprimir, utilice alguno de los dos para generar una copia de su información.

MONISMO Y PLURALISMO METODOLÓGICO

Actividad Integradora

Propósito: Analizar la relevancia del desarrollo del conocimiento y las implica-ciones de las perspectivas asumidas en las relaciones sujeto-objeto de conoci-miento como determinantes de una ciencia.

Instrucciones:

1. Ahora, es momento de acudir al Centro de Documentación Virtual para identificar el texto de José Padrón, Interpretaciones históricas acerca del conocimiento científico y proceder a la lectura y análisis detallado, única-mente de las primeras 8 páginas, hasta antes del subtítulo Círculo de Viena.

2. Una vez que realizó el análisis del texto recuperando su experiencia académica y lo visto a lo largo de la Unidad, vaya al Foro de Discusión para dar respuesta a los cuestionamientos siguientes:

o ¿Por qué es relevante conocer las principales conceptualizaciones acerca del desarrollo del conocimiento?

o ¿Cuál es concepto de conocimiento científico que impera dentro del campo disciplinar en que está formándose usted actualmente?

o ¿Qué conceptualización de las relaciones sujeto-objeto de conocimiento podría usted asumir?, ¿Por qué?

3. Recuerde que las participaciones en el foro exigen de cada estudiante una actitud de respeto y tolerancia a las perspectivas de otros, así como la necesaria expresión de nuestro punto de vista argumentando sólida-mente la postura asumida.

4. Es indispensable regresar al foro para leer los comentarios de sus com-pañeros e intercambiar opiniones hasta llegar a acuerdos comunes y lograr una mejor conceptualización que oriente al grupo a un aprendizaje significativo.

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