Batallas al amanecer

Esta exposición dará cabida al crisol de tendencias que conformaron los inicios del arte moderno mexicano en el contexto de la Revolución, acogiendo al numeroso grupo de artistas que emprendieron una cruzada cultural y educativa a la búsqueda de una nueva identidad nacional.

Julio Ruelas (1870 Zac. -1907 París)

• En 1886 se inscribió a los 16 años en la Academia de San Carlos, donde recibió una educación académica enfocada en la figura humana.

• En 1891 viajó a Alemania para estudiar en la Universidad de Karlsruhe, donde entró en contacto con las corrientes europeas de fin de siglo XIX y logró apreciar obra de Durero y "El Bosco", que influenciaron su quehacer artístico, lo cual puede notarse, por ejemplo, en las imágenes fantásticas de híbridos, sátiros, centauros y faunos, motivos recurrentes de su pintura.

– En su obra destacan la fantasía, la alucinación, los seres imaginarios y el mundo simbólico a través del magistral uso del grabado.

• En 1895 regresó a México, y se integró al grupo de artistas e intelectuales reunidos en torno a la revista Azul, fundada por el poeta Manuel Gutiérrez Nájera y en la que colaboraban, además, el escritor José Juan Tablada y los artistas plásticos Roberto Montenegro, Gedovius y Francisco Olaguíbel, entre otros, mismos que organizaron después la Revista Moderna, de la cual varios números fueron ilustrados por grabados del maestro Ruelas.

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JULIO RUELAS

Autorretrato,1900óleo sobre tela

La domadora, 1897

Francisco Goitia (1882 Zac. -1960 Mex.)

• Estudió en la Academia de San Carlos, donde tuvo como maestros a José María Velasco, a su paisano Julio Ruelas, Germán Gedovius y a Saturnino Herrán, entre otros.

• En 1905 fue discípulo del pintor Francisco Gali en Barcelona. Viajó por España e Italia y en 1912 regresó a México y se unió a las fuerzas de Francisco Villa.

• Además de participar en el movimiento, plasmó escenas de este conflicto en lienzos como El ahorcado y Baile revolucionario; sin embargo, a diferencia de otros artistas mexicanos, que glorificaban la lucha y triunfo de la revolución, presentó los estragos y sufrimientos que éstos también significaron para nuestro pueblo.

• Desde 1920 Goitia se avecindó en Xochimilco.

• Al lado del antropólogo Manuel Gamio, trabajó como maestro y promotor rural entre los indígenas, fue un hombre que mantuvo durante toda su vida una rectitud y respeto absoluto hacia su postura y creencias.

• Temperamental, visionario y poderoso con el pincel. En 1953 fue elegido presidente del Frente Nacional de Artes Plásticas.

• Su producción no fue abundante, pero algunos de sus cuadros son excepcionales, algunas de sus obras más conocidas a nivel nacional e internacional son – Tata Jesucristo (1927), obra maestra de la pintura de caballete

mexicana, pintada en San Andrés, en la sierra de Oaxaca y– su Autorretrato (1955).

Murió el 26 de marzo de 1960.

FRANCISCO GOITIA

La bruja, 1916Óleo sobre tela; 15 3/8 x 13 pulgadas

Paisaje de Zacatecas con ahorcados II Ca. 1914. Óleo sobre tela, 95 x 100 cm

Su producción no fue abundante, pero algunos de sus cuadros son excepcionales, algunas de sus obras más conocidas a nivel nacional e internacional son Tata Jesucristo (1927), obra maestra de la pintura de caballete mexicana, pintada en San Andrés, en la sierra de Oaxaca y su Autorretrato (1955).

Saturnino Herrán (1887 Ags. – 1918 Mex.)

• Ingresa a la Academia de San Carlos, en 1904. • Ahí tuvo como maestro al pintor catalán Antonio Fabrés,

quien lo puso en contacto con las corrientes que en aquel momento estaban en boga en Europa como – el japonismo y – el art nouveau.

• Herrán combinó el dibujo y la pintura y experimentó con nuevas composiciones en las que resaltan el cuerpo, la piel y las facciones de personajes mestizos.

• Una de las características fundamentales de su obra es la plasmación de mitos occidentales a través de modelos indígenas y una mezcla fascinante entre lo prehispánico y lo moderno.

• El tríptico Nuestros dioses (hoy en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México) suele considerarse su obra más importante, en la que trabajaba cuando, debido a un mal

• gástrico, murió en 1918

SATURNINO HERRAN

La ofrenda, 1913.Óleo sobre tela182 x 210 cm

El cófrade de San Miguel1917. Óleo sobre tela (detalle)

Los Viejos Dioses: La ofrenda,1917. Carbón sobre papel

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Joaquín Clausell (1866-1935).

Fuentes Brotantes, 1910-1920Óleo sobre tela, 89 x 150 cm.

La ola roja, 1910. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Arte, INBA

Germán Gedovius.

Desnudo

Tehuana, 1917. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Arte, INBA

Roberto Montenegro 1928

• En el mural Alegoría del viento , Montenegro revela su preferencia por un arte no narrativo, al estilo de los llamados “primitivos” italianos, y su fascinación por las artes decorativas. También se pueden observar algunos de los estilos en los que incursionó el pintor: el Art Deco y el Simbolismo, principalmente.

• Este mural es muestra del trabajo de uno de los artistas más singulares dentro del arte moderno mexicano.

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Diego Rivera

• Para Diego Rivera el mural se convirtió en el medio perfecto para tratar los grandes temas de la historia de la humanidad.

• Ideas polémicas que, en su momento, fueron censuradas y criticadas.

• El mural que puede verse en el Museo del Palacio de Bellas Artes es, de hecho, una réplica del que Rivera tuvo que dejar inconcluso en el edificio de la RCA del Centro Rockefeller de Nueva York. – La simetría de la composición, la seguridad del

trazo y el manejo de los colores, hacen de este conjunto una muestra privilegiada de la maestría del pintor mexicano.

1934

José Clemente Orozco

• En el Museo del Palacio de Bellas Artes se puede ver el mural Katharsis que nos ofrece, en palabras de Justino Fernández, “una posibilidad de salvación por medio de la renovación, de la destrucción”: una visión única del que fue uno de los momentos históricos más fecundos del arte mexicano.

• La obra de Orozco, habla de la historia (de México y del mundo) y de los conflictos universales, su centro es siempre el individuo, no la sociedad .

1934-35

Manuel Rodríguez Lozano

• El mural La piedad en el desierto , que realizó en 1942, es un claro ejemplo de la “otra cara del muralismo”. Este fresco, fue originalmente pintado sobre uno de los muros del “Palacio Negro de Lecumberri”, entonces penitenciaría del Distrito Federal, en la que Rodríguez Lozano permaneció injustamente encarcelado cuatro meses. En esas adversas condiciones llevó a cabo su obra: “el contacto con ese mundo descarnado, en el que se vive realmente más allá del bien y del mal, me llevó a adentrarme en la pasión que ha sido la idea central de mi vida: el conocimiento de mi pueblo hasta el máximo extremo”.

• El fresco fue trasladado en 1967 al Museo del

• Palacio de Bellas Artes.

1942

Las musas (Las tres parcas), 1936Oleo / tela 200 x 130 cm

David Alfaro Siqueiros

• fue partidario de la “plástica pura”, de romper los límites del cuadro, su obra es, en sus mejores momentos, una suerte de superficie dinámica absolutamente arrebatadora.

• En ese sentido, los murales son el punto culminante de su búsqueda por satisfacer la visión de lo que él llama el espectador móvil, es decir aquél que no tiene un punto de vista estático, que se mueve y observa la obra desde distintos ángulos.

• De ahí que tantas veces se le haya emparentado con el futurismo italiano, por su tentativa de pintar el movimiento. Para Siqueiros todo es luz y sombra, contrastes en plena interacción. Se dice que es uno de los máximos expresionistas mexicanos por la energía que muestra su trazo y por sus colores violentos.

• Baste ver los murales que acoge el Museo del Palacio de Bellas Artes: Nueva democracia (al que acompañan: Víctimas de la guerra y Víctima del fascismo )y El tormento de Cuauhtémoc.

1944

Rufino Tamayo

• Si para el muralismo la pintura es un lenguaje plástico destinado a narrar, para Tamayo es algo muy diferente. Pero hay que decir que trabajó mucho para que así fuera.

• Tuvo que olvidar todo lo que sabía, porque eso le estorbaba para poder encontrar su propio estilo que él mismo definió en cierto momento como realista, pero nunca descriptivo. Es decir, se inspira en la realidad, pero no la copia.

• Para Tamayo el color siempre fue más importante que el tema, aunque se trate de la historia de México (como es el caso de los murales del Museo del Palacio de Bellas Artes: Nacimiento de nuestra nacionalidad y México de hoy). Eso era un simple pretexto para explorar el mundo de los colores.

1952

Jorge González Camarena

• Como parte de la segunda generación de muralistas, buscó desde sus inicios una forma de expresión personal, distinta a la de sus antecesores, que le permitiera representar lo que llamaba la “síntesis del mestizaje”.

• A través de ella pretendía dar su propia interpretación de la historia de México. Inventó un sistema de composición al que dio el nombre de “cuadratismo”: una forma particular de organizar los objetos de un cuadro basada en la geometría.

• Trabajó diferentes técnicas de pintura tales como el fresco, el temple o el aceite sobre tejidos especiales.

• El mural del Museo del Palacio de Bellas Artes, Liberación , es una muestra ejemplar de las ideas estéticas y políticas de este prolífico artista.

1963

ANGEL ZARRAGA

La femme et le pantin, 1909Oil on canvas 75.3 x 141 cm

La bailarina desnuda, 1907-1909 Oil on canvas 151 x 150 cm

Belinda H. de Palavicini1915

La primavera, 1905

Fermín Revueltas , 1902-1935

Bañistas  (1927) Oil on canvas64.5 x 59.8 cm

La danza del venado  (1933) Oil on canvas 54 x 54.5 cm

Jean Charlot (1898-1979)

Pintao, 1924 Oil on canvas37.5 x 30 cm

Mujer con cántaro,   1922

84.5 x 58.5 cm

Francisco Díaz de León (1897-1975)

Naturaleza muerta, 1921Oil on canvas50 x 47 cm

La casa de Xoco, ca. 1921-24Oil on canvas 75 x 65 cm

Gabriel Fernández Ledesma (1900-1982)

Naturaleza muerta con barco, 1939, Óleo sobre tela, Museo Nacional de Arte, INBA

Gabriel Fernández Ledesma (1900-1983)

El orador pueblerino, ca. 1928Oil on wood53 x 39 cm

Federico Cantú (1907-1989)

Ruth, 1937Oleo / tela92.2 x 65.7 cm

Arlequines, ca. 1930Oleo / tela80 x 70 cm

Ramón Cano Manilla (1888-1974).

El Globo, 1930. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Arte, INBA

Agustín Lazo (1896-1971)

Botellas, 1923Oil on canvas54 x 47.8 cm

El carnicerito, 1926Oil on canvas 64 x 47 cm