Berger y Luckman - La construcción social de la realidad

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    I. Los fundamentos delconocimiento en la vidacotidiana

    I. LA RE.-\LIDAD DE L-\ VIDA COTIDL\~ADado que nuestro propos ito en esta obra es un analisis

    50(10[(i[..:1,0 de la realidad de la vida cotidiana, mas exac-taruente. del ronocimiento que orienta la conducta en lavida rotidiana, v puesto que solo tang-encialmente nos inte-resa como puede prescntarse esta realidad en diversas pers-pcctivas tcoric-as a los intelectuales, debemos ernpezar parclarificar esa realidad tal como se ofrece al sentido comundr quienes romponcn ordinariamente la sociedad. La ma-nora C01110 las elaboraciones teoricas de los intelectuales vdcrn.is merraderes de ideas pucden influir sobre esa realidadde! sentido comun, es cuestion aparte. Por 10 tanto nuestroromctido. aHoque de caracter teorico. eng-rana con la apre-ciacion de una realidad qu(' compone el objeto de la cienciaernpirica de la socioloaia, vale decir, el mundo de la vidacotidiana, -Quede rlaro, por 10 tanto, que no es prop6sito nuestro

    dedicarnos a la filosofia, Con todo, si queremos entenderla realidad de la vida cotidiana, debemos tener en cuenta sucar.icter intrinscro antes de proceder al analisis sodol6gicopropiamente dicho. La vida cotidiana se presenta como unarealidad interpretada por los hombres y que para eHos tieneel significado subjetivo de un mundo coherente. Como socio-logos hacernos de esta realidad el objeto de nuestros analisis.Dentro del marco de referenda que proporciona 1a socio-logia, en cuanto ciencia empirica, cabe tomar esta realidadcomo dada, aceptar como datos fen6menos particulares quese producen en su seno, sin investigar mayormente sus fun-damentos, tarea esta que concierne a la filosofia, Sin em-36

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    bargo, dado el proposito particular de 1 a presente ohm, nopodemos soslayar del todo el problema fil0s6fico. EI mundode la vida cotidiana no solo se da por establecido como rea-lidad por los miernbros ordinarios de la sociedad en el com-portamiento subjetivarnente significative de sus vidas. Es unmundo que se origina en sus pensamientos y acciones, y queesr.i sustentado como real por estes. Antes de emprendernuestra tarea principal debernos, par 1 0 tanto, tratar declarificar los fundamentos del conocimiento en la vida coti-diana, a saber, las objetivaciones de los procesos (y signi-Iicados ) sub jetivos par medic de los cuales se construye elmundo inl

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    cornu n {'ncierra innumera bles interpretac iones prt'-c it'll t ificasy cuasi-cieurificas sobne la realidad rotidiana. a la que dapor establecida. Si vamos a describir la realidad del sentidocomun, tendrernos que referirnos a estas interpreraciones.asi COllW tarnbien tendrernos Clue tomar en cuenta HI carar-ter de P1TStl p\le~w: pt'ro 10 haremos roloc.indolo en t re pa-ren t esis Ienomeno t0~ icos,La conciencia es siempre inrencional. siernpre apunta o

    sr di rice a objeros. ;.;unca p0d(,11WS aprehen der tat 0 cualsubstra to su])\1('$10 de cone iencia en cua 11to tal. sino solola conciencia de esto 0 aquello. Esto es 10 que ocurre, vasea que el ob ieto de la conciencia se experimente comoparte de un mundo Iisico exterior. o se aprehenda ('(11110 ele-mento de una realidad subietiva interior. Tanto si \'0 (pri-mera pt'rsona del singular, que aqui y en los ejempios siguien-les orupa el lugar de la auto-conciencia ordinaria en la vidacotidiana ) estoy contemplando el panorama de la ciudadde Nueva York. como si tomo conciencia de una angustiainterior. los procesos de conciencia implicados son intencio-nales en ambos cases. No necesitamos insistir en que el tomarconciencia del edificio del Empire State se diferencia deltomar conciencia de una angustia, Un analisis fenomeno-logico detallado revelaria las '-diversas capas de experiencia,r las distintas estructuras de significado que intervienen, porejernplo, en ser mordido por un perro, en recordar habersido mordido por un perro, en tener fobia a todos los pe-rros, etc. Lo que nos interesa aqui es el caracter intencionalcomun de toda conciencia,Objetos diferentes aparecen ante la conciencia como cons-titutivos de las diferentes esferas de la realidad, Reconozcoa mis sernejantes, can los que tengo que tratar en el cursode la vida cotidiana, come pertenecientes a una realidadmuy diferente de las figuras desencarnadas que apareeen enmis suefios. Los dos grupos de objetos introducen tensionesmuy diferentes en mi conciencia y les presto atencion demaneras muy diferentes, Mi conciencia, pues, es eapaz de mo-verse en diferentes esferas de realidad, Dicho de otra forma,tenzo conciencia de que el mundo consiste en realidadesmultiples. Cuando paso de una realidad a otra, experimentopor esa transicion una especie de impaeto. Este impacto hade tomarse como causado por el desplazamiento de la aten-cion que implica dieha transicion. Este desplazarniento pue-38

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    de observarse con suma rlaridad al despertar dt' UI\ sueiio.Entre las multiples realidades existe una que se presentacomo la realidad por excelencia. Es la reaiidad de la vida

    cotidiana. Su ubicacion privileziada le da derecho a que- sela lla rn e SUJ.Ht'llla realidad. L:I tension de l a c o nc ie nc ia llecaa su apo!.!'eo en la vida cotidiana. es decir, esta se irnponesabre- la concicncia de rnanera masiva. urcenre e intensaen ('I rn.is alto grad,). Es imposible icnorar v aun m.is difirila t en ua r su presencia iIIIpe riosa. Conser uen terne nte. me yeooblicado a prestarle arencion total. Experimento la vidacotidiana el l estado de plena vigilia, Este esrado de plenaviuilia COil respecto 3 existir y aprehender la realidad de lavida coridiana .. es para mi algo normal v evidente por S I mis-mo. vale decir. constituve rni actitud natural.Aprehendo la realidad de la vida cotidiana como unarea lidad ordenada. Sus fenomenos se presen tan dispuestosde a ntemano en pautas que parecen independientes de miaprehension de ellos misrnos y que se Ies imponen. La reali-dad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, 0 sea,constituida por un orden de objetos que han sido designadoscomo objetos antes de que yo apareciese en escena, El len-guaje usado en la vida cotidiana me proporciona continua-mente las objetivaciones indispensables y dispone el ordendentro del cual estas adquieren senti d o y dentro del eualla vida cotidiana tiene significado para mi. Vivo en unlugar que tiene uri nombre geogrMico; utilizo herramientas,desde abrelatas hasta autos deportivos, que tienen un nom-hre en el vocabulario tecnico de la soeiedad en que vivo;me muevo deritro de una red de relaeiones humanas -des-de el dub al que pertenezco hasta los Estados Unidos deAmerica->, que tam bien estan ordenadas mediante un voca-bulario. De esta manera el lenguaje marca las coordenadasde mi vida en la sociedad y llena esa vida de objetos sig-nificativos.La realidad de la vida cotidiana se organiza alrededordel "aqui" de mi cuerpo y el "ahora" de mi presente, Este"aqui y ahora" es e1 foco de la atencion que presto a Ia

    realidad de la vida cotidiana. Lo que "aqui y ahora" se mepresenta en Ia vida cotidiana es 1 0 realissimum de mi con-ciencia. Sin embargo. la realidad de la vida cotidiana no seagota por estas presencias inmediatas, sino que abarca fe-n6menos que no estan presentes "aqui y ahora". Esto sig-

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    nifica que yo experimento la vida cotidiana en grados dife-renres de proximidad v alejamiento, tanto especial comotemporal. Lo rn.is proximo a mi es Ia zona de vida cotidianadirect.nnente accesible a mi manipulacion corporal. Esa zonarontiene 10 '1mundo que esta a mi alcance, f"l mundo en elque actuo a fin de modificar su realidad, 0 1'1mundo en10 '1que trabajo. E n este mundo de actividad mi concienciaest.i dominada ]Xlr ('1 motivo pracm.itico. 0 sea que rni aten-(i011 a esre mundo est.i determinada principalmente por 10gIl.: ' haco. 10 que va he hecho 0 10 que pienso hacer en el.De esta rnanera. es mi mundo por excelencia. S e , por su-puesto. que la realidad de la vida cotidiana incluve zonasque no me resultan accesibles de esta manera. Pero, 0 bienno tengo un interes prazmanco en esas zonas. 0 bien miillteres por ellas es indirecto en tanto puedan ser parami zonas manipulativas e-n potencia. Tipicamente, miinteres por las zonas alejadas es menos intenso y, por cierto,menos urgente. Me siento profundamente interesado por elgrupo de objetos que intervienen en mi tarea diaria; porejemplo, el mundo de la estacion de servicio, si soy meca-nico. Me siento interesado, aunque menos directamente, por1 0 que ocurre en los laboratorios de prueba de la industriaautomovilistica en Detroit: es probable que jamas este enuno de esos laboratorios, pero la tarea que alii se realizaafectara eventualmente mi vida cotidiana. Tal vez me inte-rese 10 que sucede en Cabo Kennedy, 0 en el espacio exte-rior, pero ese interes es cuestion de un gusto particular mio,de mi "tiempo libre", mas que una necesidad urgente demi vida cotidiana,La realidad de la vida cotidiana se me presenta ademas

    como un mundo intersubjetivo, un mundo que compartocon otros. Esta intersubjetividad establece una seiialada di-ferencia entre la vida cotidiana y otras realidades de las quetengo conciencia, Estoy solo en 1'1 mundo de mis sue nos,pero s e que el mundo de la vida cotidiana es tan real paralos otros como 1 0 es para mi. En realidad, no puedo existiren la vida cotidiana sin interactuar y comunicarme conti-nuamente con otros, S e que mi actitud natural para con estemundo corresponde a la actitud natural de otros, que tam-bien ellos aceptan las objetivaciones por las cuales estemundo se ordena, que tarnbien I'llos organizan este mundoen torno de "aqui y ahara" de su estar en el y se proponen40

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    actuar en el . Tambien s e . po r S UP UE 'sto , qlle lo s OIr(>S tienende estc mundo comun una perspectiva que no es idcnticaa In mia. ~fi "aqui' es $11 "alii". ~ri "ahara" no se super-F"Jn{'eel todo con el de eIlos. ~I is proyectos di fieren v hastapueden entrar en conflicto con los de ellos .. \ pes...r de eso,s e que vivo con e1 10 s en un mundo qU E' nos es eO l1 ll1 11 .Y. 10que es de suma importancia, s e que hay una rorrespondenciacontinua entre mis sit!"nifieados v -'lIS sieuificados en esternundo. que compartirnos un sentido cormin de In realidadde este. La actitud natural es la ar titud de la conciencia delsentido comun. prer isamente porqut' Sf' refiere a un mundoque es COm111l a muchos hombres. EI conocimiento del sen-tido comun es el que comparto con otros en las rutinasnormales y auto-evidentes de la vida cotidiana.La realidad de la vida cotidiana se da por establecida

    como realidad. No requiere verificaciones adicionales sobresu sola presencia y mas alia de ella. Esta alii, sencillamente,como facticidad evidente de par S l e imperiosa, SJ que esreal. Ann cuando pueda abrigar dudas acerca de su reali-dad, estoy obJigado a suspender esas dudas puesto que existorutinariamente en la vida cotidiana. Esta suspension de du-das es tan firme que, para abandonarla --como podria ocu-rrir, por ejernplo, en la conternplacion reorica 0 religiosa-,tengo que hacer una transicion extrema. EI mundo de lavida cotidiana se impone por 5 1 solo y cuando quiero desa-fiar esa imposicion debo hacer un esfuerzo deliberado ynada facil, La transici6n de la actitud natural a Ia actitudteorica del filosofo 0 del hombre de ciencia, ejemplificaeste pun to. Pero no todos los aspectos de esta realidad sonigualmente no problematicos. La vida cotidiana se divideen sectores, unos que se aprehenden por rutina y otros queme presentan problemas. de diversas c1ases. Supongamosque so y un mecanico de automoviles y gran conocedor detodo 10 referente a coches de fabricacion norteamericana.Todo 1 0 que corresponde a este ultimo aspecto es rutina,faceta no problernatica de mi vida cotidiana, Pero un diaaparece alguien en el garaje y me pide que repare suVolkswagen. Me yeo ahora obligado a entrar en el mundoproblematico de los autos de marcas extranjeras, Puedohaeerlo a regafiadientes 0 con curiosidad profesional ; peroen cualquiera de los dos casos enfrento problemas que to-davia no he introducido en mi rutina. Al rnismo tiernpo

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    no dejo la realidad de la vida cotidiana, por supuesto, Laverdad es que esta se enriquece, ya que empiezo a incor-porarle el conocimiento y la habilidad requeridos para re-parar autos extranjeros. La realidad de la vida cotidianaabarca los dos tipos de sectores, en tanto 1 0 que parece unproblema no corresponda a una realidad completamentedistinta (por ejemplo, la realidad de la fisica te6rica, 0de las pesadillas i. En tanto las rutinas de la vida coti-diana prosigan sin interrupcion, seran aprehendidas comono problema ticas,Pero el sector no problematico de la realidad cotidianasigue siendolo solamente hasta nuevo aviso, es decir, hasta

    que su continuidad es interrumpida por la aparici6n de unproblema. Cuando esto ocurre, la realidad de la vida coti-diana busca integrar el sector problematico dentro de 1 0que ya es no problematico, EI conocimiento del sentidocormin contiene una diversidad de instrucciones acerca decomo proceder para esto. Por ejemplo, las personas quetrabajan conmigo son para mi no problematicas, en tantocum plan sus rutinas familiares y establecidas, tales como es-cribir a maquina en mesas proximas a Ia r u m en la oficina,Se vuelven problematicas si interrumpen esas rutinas; porejemplo, si se amontonan en un rinc6n y cuchichean. Cuandoinquiero el significado de esa actividad ins6lita, hay unavariedad de posibilidades que mi conocimiento de sentidocom un es capaz de re-integrar dentro de las rutinas noproblem.iticas de la vida cotidiana: pueden estar consul-tandose sabre c6mo arreglar una rnaquina descornpuesta,o uno de ellos tal vez tenga instrucciones urgentes de!jefe, etc. Por otra parte, puede ser que me entere de queestan discutiendo una directiva sindical para hacer huelga,1 0 cual todavia esta fuera de mi experiencia, pero biencabe dentro del tipo de problema que puede encararmi conocimiento de sentido cormin. No obstante, habra deencararlo como problema, antes que, reintegrarlo sencilla-mente dentro del sector no problematico de la vida cotidiana.Sin embargo, si llego a la conclusion de que mis colegasse han vuelto locos colectivamente, el problema que surge estodavia de otra clase, Ahora encaro un problema que teas-ciende los limites.de la realidad de la vida ootidiana y queapunta a una realidad completamente distinta, Lo ciertoes que mi conclusion de que mis colegas han enloquecido42

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    implica, ip so [ ac to , q~le se han alejado bacia un mundo queya no es el comun de la vida cotidiana.Comparadas con la realidad de la vida cotidiana, otrasrealidades aparecen como zonas lirnitadas de significado, en-clavadas dentro de la suprema realidad caracterizada porsignificados y mod os de experiencia circunscritos, Podria

    decirse que la suprema realidad las envuelve por todos la-dos, r la conciencia regresa a ella siernpre como si vol-viera de un paseo. Esto es evidente en los ejemplos yacitados, el de la realidad de los suefios 0 el del pensamientote6rico. "Conmutaciones" similares se producen entre elmundo de la vida cotidiana y el mundo de los juegos, tantode los nifios como -aun mas sefialadamente-e- de los adul-too. EI teatro proporciona una excelente ejemplificacion deeste iuezo de parte de los adultos. La transicion entre lasrealidades se sefiala con la subida y bajada del tel6n. Cuandose levanta el tel6n, el espectador se ve "transportado a otromundo", que tiene significados propios, y a un orden quetendra 0 no mucho que ver con el orden de la vida coti-diana. Cuando cae el telen, el espectador "vuelve a larealidad", es decir, a la suprema realidad de la vida coti-diana en comparacion con la cual la realidad presentadasobre el escenario parece ahora tenue y efimera, por vividaque haya sido la presentaci6n de momentos antes. Las ex-periencias estetica y religiosa abundan en transiciones deesta especie, puesto que el arte y la religi6n son productoresendemicos de zonas limitadas de significado.Todas las zonas limitadas de significado se caracterizanpot desviar la atenci6n de la realidad de la vida cotidiana.

    Si bien existen, claro esta, desplazamientos de la atenciondentro de la vida cotidiana, el desplazamiento bacia una20Jla Iimitada de significado es de indole mucho mas ex-trema. Se produce un cambio radical en Ia tension de laconciencia. En el contexto de la experiencia religiosa estoBe ha denominado, con justeza, "salto", Es importante des-tatar, sin embargo, que la realidad de la vida cotidianaretiene su preeminencia aun cuando se produzcan "saltos"de esta clase. EI lenguaje, a i menos, establece la verdad detato. Ellenguaje cormin de que dispongo para objetivar mis.experiencias se basa en la vida cotidiana y sigue tomandola.CXJmo referencia, aun cuando 1 0 use para interpretar expe-riencias que corresponden a zonas limitadas de significado.

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    Tipicamente, yo "defonno", por 10 tanto, la rea1idad deestas en cuanto empiezo a emplear el lenguaje cormm parainterpretarlas, vale decir, "traduzco" las experiencias que noson cotidianas volviendolas a la suprema realidad de lavida cotidiana, Esto puede advertirse fieilmente asocian-dolo can la experiencia de los suenos ; pero tambien es tipicode los que tratan de hacer conocer mundos de significadotea rico. estetico a religioso. El fisico teorico nos dice que suconcepto del espacio no puede transmitirse Iingiiisticamente,precisamente 10 misrno que dicen e! artista can respecto a 1significado de sus creaciones y el mistico con respecto a suscomunicaciones can la divinidad. Sin embargo, todos ellos-{ 'I que suefia, el Fisico, el artista y 1 '1 mistico- tambienviven en la realidad de la vida cotidiana. Ciertarnente, unode los problemas para ellos mas importante consiste eninterpretar la coexistencia de esta realidad con los reductosde realidad dentro de los cuaies se han aventurado.EI mundo de la vida cotidiana se estructura tanto en elespacio como en e l tiempo. La estructura espacial es total-

    mente periferica can respecto a nuestras consideraciones pre-sentes, Es suficiente sefialar que tarnbien ella posee unadimension social en virtud del hecho de que mi zona demanipulaci6n se intersecta con la de otros. Mas importanteen 10 que respecta a nuestro prop6sito presente es la estruc-tura temporal de la vida eotidiana.La temporalidad es una propiedad intrinseca de la con-ciencia. EI torrente de la conciencia esta siempre orden ado

    temporalmente. Es posible distinguir niveles diferentes deesta temporalidad que se da intrasubjetivamente, Todo in-dividuo tiene conciencia de un fluir interior del tiempo,que a su vez se basa en los ritrnos psicologicos del orga-nismo aunque no se identifica con ellos. Seria trasgredir enexceso los limites de estos prolegornenos, entrar en un ana-Iisis detallado de dichos niveles de temporalidad intrasubje-tiva, Empero, como ya hemos indicado, la intersubjetividadtiene tambien una dimension temporal en la vida cotidiana.E1 mundo de 1a vida cotidiana tiene su propia hora oficial.que se da mtersubjetivamente. Esta hora oficial puede en-tenderse como 1a interseccion del tiempo c6smico con sucalendario establecido socialmente segun las secuencias tern-porales de la naturaleza, y el tiempo interior, en sus due-renciaciones antes mencionadas, Nunea puede haber simul-44

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    taneidad total entre estos diversos niveles de temporalidad,como 1 0 ejempIifica muy clatamente la experiencia de laespera. Tanto mi organismo como la sociedad a que per-tenezco me imponen, e imponen ami tiempo interior, ciertassecuencias de hechos que entrafian una espera. Puedo quererintervenir en un acontecirniento deporti v - o , pero debo espe-rar a que se sane mi rodilla lastirnada. 0 tambien, deboesperar la trarnitacion de unos papeles ~ fin de que puedaestablecerse oficialmente mi capacidad para intervenir endicho acontecimiento, Facil es advertir que 1a estructuratemporal de la vida cotidiana es excesivamente compleja,porque los diferentes niveles de temporalidad empiricarnentepresente deben correlacionarse en todo momenta.La estructura temporal de la vida cotidiana me enfrentaa una facticidad con la que debo con tar, es decir, con la

    que debe tratar de sincronizar mis propios provectos. Des-cubro que el tiempo en la realidad cotidiana es continuoy lirnitado. Toda mi existencia en este mundo esta ordenadacontinuamente por su tiempo, esta verdaderamente envueltaen el. Mi pro pia vida es un episodic en el curso externa-mente artificial del tiempo. Existia antes de que yo nacieray seguira existiendo despues que yo muera. El conocimientode mi muerte inevitable hace que este tiempo sea limitadopasa mi. Cuento solo con una determinada cantidad detiempo disponible para realizar mis proyectos, y este cono-cimiento afecta mi actitud hacia esos proyectos. Asimismo,puesto que no quiero morir, este conocimiento ioyecta unaangustia subyacente en rnis proyectos. De esa manera, nopuedo repetir indefinidamente mi participacion en aconte-cimientos deportivos. Sf que me estoy poniendo viejo. Talvez sea esta la ultima oportunidad en la que pueda inter-venir. Mi espera se volvera ansiosa segun el grado en quela finitud del tiempo gravite sabre e 1 proyecto.La misma estructura temporal, como ya hemos indicado,es coercitiva. No puedo invertir a voluntad las secuenciasque ella impone: "10 primero es 10 primero" constituye une1ernento esencial de mi conocimiento de la vida cotidiana.Por eso no puedo rendir un examen determinado sin anteshaber aprobado ciertos cursos. No puedo practicar mi pro-fesi6n antes de haber aprobado dicho examen, y asi suce-livamente. De igual manera, la misrna estructura temporalproporciona la historicidad que detennina mi situaci6n en

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    el mundo de la vida cotidiana, Naci en una determinadafecha, ingrese en la escuela en otra, ernpece a trabajar enmi profesion en otra, etc. Estas fechas. sin embargo, estintodas "ubicadas" dentro de una historia mucho mas vasta,v esa "ubicacion' conforma decididamente mi situacion. A s ! .pues, nad en el afio de la gran quiebra del banco en la quemi padre perdio su fortuna, ingr{'~e en la escuela antes dela revolucion, rornence a trabajar inrnediatamente despuesde que estallase la gran guerra, etc. La estructura tempo-ral de la vida cotidiana no solo impone secuencias preesta-blecidas en la agenda de un dia cualquiera, sino que tarn-bien se impone sobre mi biografia en conjunto Dentro delas coordenadas establecidas par esta estructura temporal,yo aprehendo tanto la agenda diaria como la biografiatotal. EI reloj y el calendario, en verdad, me aseguran quesoy "un hombre de rni epoca", Solo dentro de esta estructuratemporal conserva para mi la vida cotidiana su acento derealidad, Par eso, en casos en que pueda sentirme "desorien-tad 0" por cualquier motive (par ejempIo, digamos que hayasufrido un accidente automovilistico a consecuencia del cualhuhiera quedado in co ns c ie n te de un golpe), siento una ne -eesidad casi instinriva de "reorientarme" dentro de Ia estruc-tura temporal de la vida cotidiana, Miro mi rei oj y tratode recordar en que dia estov. Con solo esos actos vuelvoa ingresar en la realidad de la vida cotidiana.

    2. INTERACCION SOCIAL EN LA VIDA COTIDIANALa realidad de la vida cotidiana es alga que compartocon otros. Pero icomo se experimenta a esos otros en Iavida eotidiana? Una vez mas se puede distinguir aqui entrediversos modos de tal experiencia,La experiencia mas importante que tengo de los otTOSse produce en 1a situacion "eara a cara", que es el proto-

    tipo de la interaccion social y del que se derivan todos losdernas casas.En la situacion "cara a cara" el otro se me aparece enun presente vivido que ambos compartimos. s e que en elmisrno presente vivido yo me Ie presento a et Mi "aquiy ahora" y el suya gravitan eontinuamente uno sobre otro,en tanto dure la situacion "cara a cara". EI resultado esun intercambio continuo entre mi expresividad y la suya.4 6

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    La yeo sonreir, luego reaccionar ante mi cefio fruncidodejando de sonreir, despues sonreir nuevamente cuando yosonrio, y asi sucesivamente, Cada una de mis expresionesesta dirigida a el. y viceversa : y esta continua reciprocidadde actos expresivos podemos utilizarla tanto el como yosimultaneamente. Esto signifies que en la situacion "caraa cara" la subjetividad del otro me es accesible medianteun maximo de sintomas. Por cierto que yo puedo interpretarerroneamente algunos de esos sintomas, Puedo pensar queel otro se sonde cuando en realidad esta haciendo unamueca, Sin embargo. ninguna otra forma de relacion puedereproducir la abundancia de sintomas de subjetividad quese dan en la situarion "cara a cara". Solamente en estecaso la subjetividad del otro se encuentra decididarnente"proxima". Todas las demas formas de relad6n con elotro, en diversos grades, son "rernotas".En la situaci6n "cara a cara" el otro es completamente

    real. Esta realidad es parte de la realidad total de la vidacotidiana y, en cuanto tal, mash' a e imperiosa. Es verdadque el otro puede ser real para mi sin que 1 0 haya encon-trado "cara a cara", por conocerlo de nombre, par ejemplo,o por habernos tratado por correspondencia. No obstante,se vuelve real para mi en todo el sentido de la palabrasolarnente cuando 10 veo "cara a cara". En verdad, puedealegarse que el otro, en la situaci6n "cara a cara", es masreal para mi que yo mismo. Por supuesto que yo "me co-nozco mejor" de 1 0 que jamas pueda conocerlo a el. Misubjetividad me es accesible de una manera como jarnaspodra serlo la suya, por muy "cercana" que sea nuestrarelacion. Mi pasado esta a mi alcance en mi memoria conuna plenitud que nunca podre alcanzar en mi reconstrue-cion de su pasado, por mucho que me hable de el . Peroeste "mejor conocimiento" de mi mismo requiere reflexion.No se me presenta directamente. EI otro, en cambio, S l seme presenta directamente en la situad6n "cara a cara".PO t 1 0 tanto, "10 que e J es" se halla continuamente a rnialcance. Esta disponibilidad es continua y pre-reflexiva. Encambio, " 1 0 que yo soy" no esta tan a mi alcance. Paraque as! ocurra se requiere que me detenga, que interrumpala espontaneidad continua de mi experiencia y retrotraigadeliberadamente mi atenci6n sobre mi mismo, Mas aun,esa reflexi6n sobre mi mismo es ocasionada tipicamente par

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    la actitud hacia mi que demuestre el otro. E s tipicamenteuna respuesta de "espejo" a las actitudes del otro.Se sigue que las relaciones can otros en la situaci6n "caraa cara" son sumamente flexibles. Dicho en forma negativa,es comparativamente dificil imponer pautas rigidas a lainteraccion "cara a cara". Sean cua!es fueren las pautasimpuestas, seran constantemente rnodificadas par !a enormevariedad v sutileza del intercambio de siznificados subie-tivos que 'se produce. Par ejemplo, tal n~';vo vea al otrocomo alguien que me es esencialrnente hostil y actue p;>~acon el dentro de una pauta de "relaciones hostiles", comoyo 1 0 entiendo. En cambio, en la situacion "cara a cara"e! otro puede encararme can actitudes y acciones que con-tradigan esta pauta, quizi hasta el punta de que yo mevea obligado a desecharla par inaplicable y a considerar alotro como amigo. En otras palabras, la pauta no puedesustentar la evidencia masiva de la subjetividad del otroque se me ofrece en la situacion "cara a cara", Por con-traste, me resulta mucho mas Iacil pasar par alto esa evi-dencia en tanto no me encuentre can el otro "cara a cara".Aun en una relacion relativamente "cercana", como puedeser la epistolar, me es posible descartar mas eficazmente lasprotestas de amistad del otro porque no representan en rea-Iidad su actitud subjetiva hacia mi, sencillamente porqueen Ia correspondencia me falta la presencia inmediata, con-tinua y concretamente real de su expresividad. Seguramentepuedo interpretar erroneamente los significados del otroaun en la situaci6n "cara a cara", ya que es posible queel otro oculte "hipocritarnente" sus significados. Aun asi,tanto la interpretacion erronea como la "hipocresia" sonmucho m a s dificiles de mantener en la interacci6n "caraa cara" que en las formas menos "cercanas" de las relacio-nes sociales.Par otra parte, yo aprehendo at otro par medio de es-quemas tipificadores aun en la situaci6n "cara a cara", sibien estos esquemas son m a s "vulnerables" a su interfe-rencia que otras formas "mas remotas" de interaccion, Dichode otra manera, aunque resulte comparativamente dificilimponer pautas rigidas a la interacci6n "cara a cam", istaya aparece pautada desde el principia si se presenta den-tro de las rutinas de la vida cotidiana. (Podemos dejara un lado, para eonsiderarlos mas adelante, los casas de

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    interaccion entre personas totalmente desconocidas que notienen un trasfondo comun de vida cotidiana.) La realidadde la vida cotidiana contiene esquemas tipificadores en cuvostenninos los otros son aprehendidos y "tratados" en encuen-tros "cara a cara". De ese modo, puedo aprehender al otrocomo "hombre". como "curopeo", como "cliente", como"tipo jovial", etc. Todas estas tipificaciones afectan coriti-nuamente mi interaccion con el cuando. par eiemplo. decidoinvitarlo una neche p3r3 que ~e divierta antes de tra tar de"endNI(' mi producto. :\'uestra interaccion "cara a cara"llevara la impronta de esas tipificaciones en tanto no sevuelvan problematicas debido a una interferencia de suparte, Porque puede suceder que el otro me demuestre que,aunque "hombre", "europeo' y "cliente", es tarnbien unhonrado moralista \' que 1 0 que al principia parecia serjovialidad, no es sino una expresion de desden hacia losnorteamericanos en general y hacia los vendedores norte-americanos en particular. A esta altura de las casas, es na-turai fjue mi esquema tipificador tenga que ser modificadoy que la invitacion deba ser planeada de otra manera segunesa modificacion, Pero, a no ser por esta clase de provo-cacion, las tipificaciones seran valederas hasta nuevo avisoy determinaran mis actos en la situacion.Los esquernas tipificadores que intervienen en situaciones"cara a cara" son, por supuesto, reciprocos, EI otro tambien

    me aprehende de manera tipificada: "hombre", "norteame-ricano", "vendedor", "tipo simpatico", etc. Las tipificacionesdel otro son tan susceptibles a mi interferencia, como 1 0eran las mias a la suya. En otras palabras, los dos esquemastipificadores entran en "negociaci6n" continua cuando setrata de una situaci6n "cara a cara". En la vida cotidianaes probable que esta clase de "negociaci6n" pueda de por 5 1disponerse de antemano, de manera tipica, como en el tipicoproceso de regateo entre clientes y vendedores. De tal modo,la mayoria de Jas veces mis encuentros can los otros en lavida cotidiana son tipicos en un sentido doble: yo aprehendoaI otro como tipo y ambos interactuamos en una situaci6nque de par S I es tipica,Las tipificaciones de la interaction social se vuelven pro-gresivamente anonimas a medida que se alejan de la situa-cWn "cara a cara", Toda tipificacion entrafia, por supuesto,un anonimato incipiente. Si yo tipifico a mi amigo Henry

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    como integrante de una categoria X (por ejemplo, comoun ing-:e-s\, ip so f ac to interpreto par 1 0 menos algunos aspec-tos de SII comportarniento como resultantes de dicha tipi-ticacion: por ejemplo, sus gustos en la comida seran tipicos,k Jp, incleses, como 1 0 ser.in S\l5 modales. alzunas de susre.h'

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    done's "cara a cara" y espero volver a encontrarlos canrezuiaridad (mi amigo Henrv ) ; a otros los recuerdo comose;es humanos concr~tos de ~1'1pasado encuentro \ la rubiaCOl, la que me cruce en la calle \, pero el encuentro fuebreve Y con toda securidad no ha de repetirse, Con otrosme sucede otra rosa: se de su existencia como seres hu-manos concretes, pero puedo aprehenderlos solo por mediode tipificaciones rn.is 0 menos anonirnas que se entrecruzan(mis cornpetidores comerciales incleses, 1 a reina de I ngla-terra '. Entre estos ultimos rarnbien podria hacerse la dis-tincion entre probables asociadas en situaciones "cara acara Inl is competidores come reiales inzleses) y asociadosen potcnria pc-ro irnprobables \Ia reina de Inclaterra ) ,EI grado de anonimato que caracteriza mi experienciade los otros en la vida cotidiana depende, sin embargo,tambien de otro factor. Yeo al vendedor de diarios en laesquina tan regularmente como a mi esposa. Pero el ven-dedor no tiene tanta importancia para mi y no tengo tratointimo can eI . Puede seguir siendo para mi relativamenteanonimo. EJ grado de interes y el grado de intimidad pue-den combinarse para aumentar 0 disminuir el anonirnatode la experiencia. Tambien pueden influirla independien-temente. Puedo estar en terrninos de gran intirnidad conalgunos soeios de mi club y en terminos mu}' formales conmi patron. Sin embargo los primeros, aun cuando para mino son completamente an6nimos, pueden resumirse en "esabarra del club", rnientras que el segundo se destaca comoun individuo unico. Y por ultimo, el anonimato puedelIegar a ser casi total en el caso de ciertas tipificacionesque nunca se preteode individualizar, como es el caso del"tipico lector del Times de Londres", Finalmente, el "al-cance" de la tipificaci6n -y por ende su anonimato--puede seguir aumentando al hablar de "Ia opinion publicainglesa".La realidad social de la vida cotidiana es pues aprehendida

    en un continuum de tipificaciones quese vuelven progre-sivarnente anonirnas a rnedida que se alejan del "aqui yahara" de la situacion "cara a cara". En un polo delcontinuum estan esos otros coo quienes me trato a menudo. ,. . . ~~ " .e interactuo mtensamente en situaciones cara a cara m"circulo intimo", diriamos. En el otro polo hay abstrac-ciones sumamente an6nimas, que por su misma naturaleza

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    nunca pueden ser accesibles en la interaccion "cara a tara".La estrurtura social es la suma total de estas tipificacionesy de las pautas recurrentes de interaccion establecidas porintermedio de elias. En ese caracter, la estructura sociales un elernento esencia] de la realidad de la vida cotidiana.Podriamos agregar aqui otro punta mas, aunque sin mayorelaboracion, Mis relaciones can otros no se Iimitan a aso-ciadas y contemporaneos, Tambien se refieren a mis ante-

    cesores y sucesores, a los que me han precedido y me suce-deran en la historia total de mi sociedad. Con excepcionde los que fueron rnis asociadas en el pasado (mi difuntoamigo Henry), me relaciono con mis antecesores mediantetipificaciones sumamente anonimas: "mis bisabue los inmi-grantes" y, aun mas, "los Pad res de la Patria". Mis su-cesores, por razones comprensibles, se tipifican de maneratodavia mas an6nima: "los hijos de mis hijos", 0 "las gene-raciones futuras". Estas ultirhas tipificaciones son proyee-ciones sustancialmente vacias, casi desprovistas par completede contenido individualizado, mientras que las tipifica-ciones de antecesores tienen al rnenos un eierto eontenidode esa indole, si bien surnamente mitico, EI anonimato deesos dos grupos de tipificaciones, sin embargo, no impideque formen parte de la realidad de la vida cotidiana, aveees de manera muy decisiva. Despues de todo, puedo sa-crificar O 1 i vida par lealtad a los Padres de la Patria, 0 ,lIegado el caso, en pro de las generaciones futuras.

    3. EL LENGUAJE Y EL CONOCIMIENTOEN LA VIDA COTIDIANALa expresividad humana es capaz de objetivarse, 0 sea,

    se manifiesta en productos de la actividad human a, queestan al alcance tanto de sus productores como de los otroshombres, por ser elementos de un mundo comun, Dichasobjetivaciones sirven como indices mas 0 menos duraderosde los procesos subjetivos de quienes los produeen, 10 quepermite que su disponibilidad se extienda mas alla de lasituacion "cara a cara" en la que pueden aprehendersedirectamente, Par ejemplo, la actitud subjetiva de la irase expresa directamente en la situacion "cara a cara" me-diante una variedad de indices corporales: el aspecto facial,la posicion general del cuerpo, ciertos movimientos espe-52

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    clficos de brazos y pies. etc. Estos indices son continuarnenteaccesiblesen la situacion "cara a cara", que precisarnente poreso'eonstituye Ia situaci6n 6ptima para darme acceso a lasubjetividad ajena. Estos mismos indices no tienen posi-bilidades de sobrevivir mas alia del presente vivido queofrece la situaci6n "cam a cara", Por otra parte, Ia irapuede objetivarse empufiando un arma. Digamos que hetenido un altercado con otro hombre. el que me ha dadoamplia evidencia expresiva de su enojo contra mi. Esanoche me despierto y yeo un cuchillo clavado en Ia paredencima de mi cama. EI cuchillo qua objeto expresa la irade mi adversario, me da acceso a su subjetividad, aunquecuando 1 0 arroj6 yo dormia y no 1 0 vi porque huy6 despuesde su ataque fallido, Lo cierto es que si dejo el objeto dondeesta, puedo mirarlo de nuevo a la manana siguiente, y denuevo expresara para mi la ira del hombre que 10 arroj6.M a s aun, pueden venir otros hombres a mirarlo v lIegar a1 a misma conclusion. En otras palabras, el cuchillo c1avadoen la pared de mi habitaci6n se ha convertido en un cons-tituyente objetivamente accesible de Ia realidad que com-parto con mi adversario y con otros hombres. Es de presumirque el cuchillo no se fabric6 con el solo proposito de quefuese arrojado contra mi. Pero expresa una intencion sub-jetiva de violencia, motivada ya sea por la ira 0 por con-sideraciones utilitarias, como matar para conseguir comida,El arma qua objeto en e I mundo real sigue expresando unaintencion general de cometer violencia que cualquiera queconozca un arma puede reconocer. EIarma, .pues, es tantoun producto humano como una objetivacion de la sub-jetividad humana.La realidad de 1a vida cotidiana no solo esta lIena deobjetivaciones, sino que es posible unicamente por ellas,Estoy rodeado todo el tiempo de objetos que "proclaman"las intenciones subjetivas de mis sernejantes, aunque a vecesresulta dificil saber con seguridad que "proclama" tal 0cual objeto en particular, especialmente si 10han producidohombres que no he podido llegar a conocer bien 0 deltodo, en situaciones "cara a cara". Cualquier etnologo 0arqueologo confirmara de buena gana estas dificultades,pero el hecho mismo de que puede superarlas y reconstruira partir de un artefac to las intenciones subjetivas de hombrescuyas civilizaciones se han extinguido hace tal vez milenios

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    es prueba elocuente del poder de resistencia de las obje-tivaciones humanas.Un caso especial de objetivacion, pero que tiene-impor-

    tancia crucial es Ia significacion, 0 sea. la producd6nhumana de signos, Un signo puede distinguirse de otrasob jetivaciones por su intenci6n explicita de servir comoindicio de significados subjetivos. Por cierto que todas lasobjetivaciones son susceptibles de usarse como signos, auncuando no se hubieran producido con tal intencion origi-nariamente. Por ejemplo, un arma puede haberse fabricadooriginariamente con el proposito de cazar animales, peromas tarde (como, por ejemplo. en eJ uso ritual) puedeconvertirse en siano de azresividad \' violencia en generaLExisten, no obst;nte. cie;ias objetivaciones destinadas ori-ginaria y explicitarnente a servir de signos. Por ejernplo, envez de arrojarme un cuchillo (acto que llevaba presumible-mente la intenci6n de matarrne, pero que ppdria admitirseque=tuviera la Sola intencion de siznificar esa posibilidad},mi adversario podria haber pintado una cruz negra sobrerni puerta como sizno. supongamos, de que ahora ya estamosoficialmente en pie de enemistad, Dicho signo, que no tienemas prop6sito que e1 de indicar el significado subjetivo dequien Jo hizo, se da tambien en la realidad cornun que e l:" \'0 cornpartimos can orros hombres, Reconozco su sig-nificado al igual que otros hombres, y sin duda esta alalcance del que 1 0 produce como "recordaci6n" objetivade su intencion originaria. De 1 0 dicho surzira clararnenteque hay una gran ~Iluidez entre el usa in~trumental y elusa sicnificativo de ciertas objetivaciones. No es precise quenos ocupemos aqui del caso de la magia, en el que se dauna combinacion muy interesante de ambos usos,Los siznos se agrupan en una cantidad de sistemas. As!pues, existen sistemas de signos gesticulatorios, de movi-

    mientos corporales pautados, de diversos grupos de arte-factos materiales, y as! sucesivamente. Los signos y lossistemas de signos son objetivaciones en el senti do de queson accesibles objetivamente mas alia de la expresi6n deintenciones subjetivas "aqui y ahora", Esta "separabilidad"de las expresiones de subjetividad inrnediatas se da tambienen los sicnos que requieren la presencia del cuerpo comornediador, De esa manera, ejecutar una danza que tieneintenci6n azresiva es algo completamente distinto de gruiiir54

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    o apretar los pufios en un acceso de c6lera. Estas ultimasacciones expresan mi subjetividad "aqui y ahora", mientrasque la primera puree separarse por cornplero de dichasubjetividad: tal vez no me sienta colerico ni agresivo enabsolute, sino que torno parte en la danza unicamenteporque alguien que s i uta colerico me paga para que 10haza en nombre suvo, En otras palabras, la danza puedesepar:trSf' de la subjetividad de quien la ejecuta al contrariodel grufiido. que 11 0 puc de separarse del que gmiie. Tantola danza como el gmiiido son rnanifestaciones de expre-sividad corporal. pero solarnente la primera tiene caracterde siano accesible objetivarnente. Los signos y los sistemasde Si

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    presiones directas de subjetividad "aqui y ahora". Estacapacidad la romparte con otros sistemas de signos. perosu enorrne variedad v complejidad 10 hare mucho mas f.kilde separar de la siruacion "cara a earn" que cualquier otroi_ POf ejemplo, un sistema de g-estos1. Puedo hablar de in-numerables asuntos que no aparecen para nada en la si-tuacion "cara a cara", incluyendo asuntos que nunca heexperimentado ni experirnentare directamente. De esta rna-nera. el lenguaje es capaz de transformarse en depositoobjetivo de vastas acurnulacioncs de significado y expe-riencia, que puede preservar a traves del tiempo y transmitira las generariones futuras.En la situacion "cara a cara" 1'1 lenguaje posee una

    cualidad inherente de reciprocidad que 1 0 distingue de cual-quier otro sistema de sign os , La continua producci6n designos vocales en la conversacion puede sincronizarse sen-siblernente can las continuas intenciones subjetivas de losque conversan. Hablo a medida que pienso, 10 mismo quemi interlocutor en la conversacion, Cada uno oye 10 que diceel otro virtualmente en el mismo momento en que 10dice, y esto posibilita el acceso continuo, sincronizado yreciproco a nuestras dos subjetividades en la cercania inter-subjetiva de la situaci6n "cara a cara" de manera tal queningun otro sistema de signos puede repetir. Mas aim, meoigo a mi mismo a medida que hablo: rnis propios signi-ficados subjetivos se me hacen accesibles objetiva y continua-mente, e ipso fa cto ,;e vuelven "mas reaies" para mi, Otramanera de expresar 10 mismo es recordar el punto antesindicado sobre mi "mejor conocimiento" del otro en opo-sidon a mi conocimiento de mi mismo en la situacion "caraa cara", Este hecho aparenternente parad6jico ya ha sidoexplicado por la accesibilidad masiva, continua y pre-re-[lexiva del ser del otro en la situacion "eara a cara", enoposicion a la necesidad de auto-reflexi6n para lograr e!acceso a mi propio ser, Ahara bien, como yo objetivo pormedio del lenguaje mi propio ser, este se hace accesiblemasiva y continuamente para mi a la vez que para 1'1 otro,y puedo responder espontaneamente a esta objetivaci6n sinser interrumpido por la reflexi6n deliberada. Por 10 quecabe decir que el lengua je hace "mas real" mi subjetividad,no solo para mi interlocutor, sino tambien para rni mismo.Esta capacidad que tiene el lenguaje de cristalizar y esta-56

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    bilizar para mi mi propia subjetividad persiste (aunquernodificada ) cuando el lenguaje se separa de la situacion"cara a cara", Es una de sus caracteristicas rmis importantesy esta muv bien captada en la frase que dice que loshombres necesitan hablar de si mismos hasta que llegan aconocerse a 5 1 mismos,El lenguaje se origina en la vida cotidiana a la que toma

    como referencia primordial: se refiere por sobre todo a larealidad que experirnento en la conciencia en vigilia, do-minada par el motive prazmatico (vale decir, el grupo designificados que corresponden directamente a accjones pre-sentes 0 futuras) y que comparto con otros de maneraestablecida, Si bien el lenguaje tarnbien puede usarse parareferirse a otras realidades, que se exarninaran mas adelante,conserva empero su arraigo en la realidad de sentido cornunde la vida cotidiana. Como sistema de signos, el lenguajeposee la cualidad de la objetividad. EI lenguaje se me pre-senta como una facticidad externa a rn i mismo y su efectosobre mi es coercitivo, EI lenguaje me obliga a adaptarmea sus pautas, No puedo emplear las reglas sintacticas delaleman cuando hablo en ingles: no puedo usar palabrasinventadas por mi hijo de tres afios si quiero comunicarmecon los que no son de mi familia; debo tomar en cuentalas norrnas aceptadas en el habla correcta para diversasocasiones, aun cuando preferiria usar las mias "incorrectas",de uso particular. El lenguaje me proporciona una posi-bilidad ya hecha para las continuas objetivaciones que ne-cesita mi experiencia para desenvolverse. Dicho de otraforma, el lenguaje tiene una expansividad tan flexible comopara permitirme objetivar una gran variedad de expe-riencias que me salen al paso en el curso de mi vida. Ellenguaje tambien tipifica experiencias, permitiendome in-cluirlas en categorias amplias en cuyos terminos adquierensignificado para mi y para mis semejantes, A la vez quelas tipifica, tambien las vuelve an6nimas, porque por prin-cipio la experiencia tipificada puede ser repetida por cual-quiera que entre dentro de la categoria en cuesti6n. Porejemplo, tengo una disputa can mi suegra. Esta experienciaeoncreta y subjetivamente uniea se tipifica lingiiisticamenteen la categoria "dificultades con la suegra". Asi tipificadaadquiere sentido para mi, para otros y, presumiblemente,para mi suegra. La misma tipificaci6n, como quiera que sea,

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    entrafia el anonimato. No solo yo sino cualquiera (misexactamente, cualquiera dentro de la categoria de verne)puede tener "dificultades con la suegra". De esta manera,rnis experiencias biogrrificas se incluven constantementedentro de ordenamientos generales de significado que sonreales tanto objetiva como subjetivamente.Debido a su capacidad de trascender el "aqui y ahara", ellenzua ie tiende puen tes en tre dif eren re s zonas dentro de

    la ~eaiidad de 1.1vida cotidiana y las integra en un todosicnificativo. Las trascendencias tienen dimensiones espa-ciaies, temporales \0 sociales. Por media del lenguaje puedotrascender e! espacio que separa mi zona manipulatoria dela de! otro ; puedo sincronizar mi secuencia de tiernpo bio-grafieo ron la suva. v dialocar can el sabre individuos v~olecti\'idades con' los que d~ momenta no estarnos en in" -teraccion "cara a cara". Como resultado de estas trascen-dencias, el lenguaje es capaz de "hacer presente" unadiversidad de objetos que se hallan ausentes --espacial,temporal y socialmente- del "aqui y ahara". Ipso factouna enorme acumulaci6n de experiencias y significadospuede lIegar a objetivarse en el "aqui y ahara". Mis sen-cillamente, en cualquier momenta puede actualizarse todoun mundo a traves del lenguaje. Este poder trascendente eintegrador del lenguaje se conserva aun cuando, de hecho,yo ya no estoy dialogando con otro. Aun "hablando conmigomismo" en el pensamiento solitario, en cualquier momentose me puede presentar un mundo entero por medio de laobjetivacion lingiiistica. En 1 0 que a relaciones sociales serefiere, el lenguaje me "hace presentes" no solo a los seme-jantes que estan fisicamente ausentes en ese memento,sino tambien a los del pasado recordado 0 reconstruido,como rambien a otros proyectados hacia el futuro comofiguras irnaginarias. Todas estas "presencias" pueden sersurnamente significativas, par supuesto, en 1 .1 realidad con-tinua de la vida cotidiana,EI lenguaje, adernas, es capaz de trascender por completela realidad de la vida cotidiana. Puede referirse a expe-

    riencias gue corresponden a zonas limitadas de significado,y abarcar zonas aisiadas de la realidad. Por ejemplo, puedointerpretar "el significado" de un suefio integrandolo lin-e-iiisticamente dentro del orden de la vida cotidiana, Dichaintegracion traspone la realidad aislada que corresponde a:58

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    sueiio ell la realidad de la vida cotidiana, enclav.inrloladentro de esta ultima. EI suefio cobra entonces un significadoen terrninos de la realidad de la vida cotidiana ~l1as quede su propia realidad aislada. Los productos de estas tras-posiciones pertenecen, en cierto sentido, a ambas esferasde realidad: estrin "ubicados" en una realidad, pero "serefieren" a otra.Cualquier lema siznificativo que de esta manera cruce

    de una esfera de realidad a otra puede definirse como unsimbolo. y el modo lincuistico por el cual se alcanza estatrascendencia puede denorninarse lenguaje sirnbolico. Alnivel del simbolismo, pue~. 1 3 sianifiracion lingilistica al-canza su m.ixima separacion del "aqui v ahora" de la vidacotidiana. y el lenguaje asciende a reziones que son in-accesibles a la experiencia cotidiana no solo de [acto sinotarubien Q priori. EI lenguaje construye entonces enormesedificios de representacion simbolica que parecen dominar1a realidad de la vida cotidiana como giganrescas presenciasde otro mundo. La religion. la filosofia, el arte y la cienciason los de mayor importancia historica entre los sistemassimbolicos de esta clase. Nombrarlos ya es afirrnar que, apesar de que Ia construccion de estos sistemas requiere unmaximo de separacion de la experiencia cotidiana, puedenser verdaderarnente importantisimos para la realidad de lavida diaria. EI lenguaje es capaz no solo de construirsimbolos surnamente abstraidos de la experiencia cotidiana,sino tarnbien de "recuperar" estes simbolos y presentarloscomo elementos objetivarnente reales en la vida cotidiana.- De esta manera, el simbolismo y el lengua je simb61ico Begana ser constituyentes esenciales de la realidad de la vidacotidiana y de la aprehensi6n que tiene de esta realidad elsentido cornun. Vive todos los dias en un mundo de signos,.. simbolos.EI lenguaje constituye campos semanticos 0 zonas de sig-nificado lingiiisticamente circunscritos. EI voeabulario, lagramatica y la sintaxis se acoplan a la organizaci6n -de

    C S O $ campos semanticos. Asi pues ei lenguaje elabora es-quemas clasificadores para diferenciar los objetos segunsu"genera" (cuestion muy diferente del sexo, por supuesto) 0au mirnero; formas para predicados de accion opuestosa predicados de ser ; modos para indiear grados de inti-midad social, y demas. Por ejemplo, en los idiomas que

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    hac-en distinqos entre el trato intirno y el ceremonioso pormedio de pronornbres (como el ttl Y el vous en frances, 0e] du \' el Sic en aleman), esta distincion marca las coor-de-nad~s de un campo semantico que podriamos llamar zonade intimidad. Aqui aparece el mundo del tutoiement 0 dela Bru dcrschait, COil una abundanre coleccion de si~jficadosque lllC' son arcesibles permanenternente para ordenar miexperiencia social, Tambien para el que habla Ingles existe,por supuesto, un campo sernantico similar, aunque mascircunscrito lingiiisticamente. O. para tamar otro ejemplo,la suma de objetivaciones lingiiisticas que corresponden ami ocupacion constituye otro campo sernantico que orden asignificativamente todos los sucesos rutinarios que se mepresenran en mi tarea diaria. Dentro de los campos sernan-ticos asi formados se posibilita la objetivacion, retencion yacumulacion de la experiencia biografica e historica, Laacurnulacion es, par supuesto, select iva, ya que los campossemanticos determinan que habra que retener y que habraque "olvidar' de la experiencia total tanto del individuocomo de la sociedad, En virtud de esta acumulaci6n seforma un acopio social de conocimiento, que se transmitede generaci6n en generacion y esta at aleance del individuoen la vida cotidiana. Vivo en el mundo del sentido cornunde la vida cotidiana equipado con cuerpos especificos deconocimiento, Mas aun : se que los otros comparten almenos parcial mente ese conocimiento, y ellos saben que yo1 0 s e . Mi interaccion con los otros en la vida cotidianaresulta, pues, afectada constantemente por nuestra parti-cipacion cormin en ese acopio social de conocimiento queesta a nuestro aleance.Este acopio social abarca el conocimiento de mi situacion

    y de sus limites, Por ejemplo, se que soy pobre y que, por1 0 tanto, no puedo pretender vivir en un barrio elegante.Este conocimiento 1 0 comparto, claro esta, con aquellos quetambien son pobres y con aquellos que gozan de una si-tuacion m:is privilegiada, De esta manera, 1a participacionen el ctirnulo social de conocimiento permite la "ubicaci6n"de los individuos en Ia sociedad y el "manejo" apropiado deellos. Esto no es posible para quien no participa de esteconocimiento, un extranjero, por ejemplo, que puede nodarse cuenta en absoluto de que soy pobre, quiza porquelos criterios de pobreza que existen en su sociedad son muy60

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    diferentes: ,:como puedo ser pobre, si uso zapatos y noaparento tener hambre?Como la vida cotidiana esta dominada por el motivepragmatico, el conocimiento de receta, 0 sea. el conoci-

    miento que se limita a la competenria pragmatica en que-haceres rutinarios ocupa un luzar prominente en e1 cumulosocial de conocimiento. Por ejernplo, uso el telefono todoslos dies con propositos especificamente pragrnaticos de miincumbencia, Se como hacerlo, Tambien s e q u e hay quehacer si mi teiefono funciona mal, 1 0 que no significaque sepa como repararlo, pero si que s e a quien hay querecurrir en ese caso. M i conocimiento de l telefono tambienabarca mavores datos sobre el sistema de eomunicacionestelefonicas:' por ejemplo, se que hay personas cuyo numerono figura en guia, que en circunstancias especiales puedoobtener una conexion simultanea con dos abonados de largadistancia, que debo calcular la diferencia de hora si quieroIIamar a alguien de Hong-Kong, etc. Toda esta informacionsabre telefonos es conocimiento de receta, puesto que nose refiere mas que a .1 0 que tengo que saber para misprop6sitos pragmaticos del presente y posiblernente del fu-turo. No me interesa po r qu e el telefono funciona de esamanera. ni la enorme cantidad de conocimientos cientificosy teenieos que posibilitan la construccion de telefonos, Tam-poco me interesan los usos del telefono ajenos a mis pro-P,Ositos, como ser sus cornbinaciones con -la radio de ondacorta para comunicaciones maritimas, Similarrnente, poseoconocimiento de receta sobre el funcionamiento de las re-Iaciones humanas, Se, por ejemp!o, que tengo que hacerpara solicitar un pasaporte. Todo 1 0 que me interesa esconseguirlo al cabo de un determinado periodo de espera.No me interesa, ni se, el tramite que sigue mi solicitud enlas oficinas del gobierno, quien la concede y despues deq u e formalidades, quien pone tal 0 cual sello en el do-eumento. No estoy estudiando la burocracia gubernamental:10anieo que quiero es pasar unas vacaciones en e I extranjero,Mi interes por el oculto funcionamiento del tramite parael pasaporte se despertara unlcamente si a1 fin no eonsigoobtenerlo. En este caso, asi como recurro a un perito enreparaciones telef6nieas cuando mi aparato se descompone,acudo a un peri to en eonseguir pasaportes, por ejemplo unabogado, 0 un senador, 0 la Asociacion Norteamericana de

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    Derechos Civiles. Mutatis mutandis, gran parte del cumulosocial de conocimiento consiste en recetas para resolver pro-blemas de rutina, En particular, me interesa poco traspasarel limite de este conocimiento necesario pragmaticamente,en tanto me sirva para resolver ese tipo de problemas.

    E l acopio social de conocirnienro establece diferenciacionesdentro de la realidad segun los grados de Iamiliaridad,Proporciona datos complejos y detallados con respecto alos sectores de vida cotidiana con los que debo tratar fre-cuentemente, y datos mucho m.is ~enerales e imprecisos conrespecto a sertores mas alejados. De esa manera. mi conoci-miento sabre mi propia ocupacion y su mundo es muvabundant", ~'esperifiro, rnierrtras que del mundo ocupacionalde los otros t ..ngo apenas un conocimiento muy esquernatico,EJ dlmulo social de conocimiento me proporciona, ademas,los esquernas tipificadores requeridos para las rutinas irn-portantes de la vida cotidiana, no solo las tipificaciones deotros que se mencionaron anteriorrnente, sino tambien tipi-ficaciones de toda clase de hechos y experiencias, tantosociales como naturales, As! pues, \'1\'0 en un mundo deparientes, colegas y funcionarios publicos identificables. Eneste mundo, par consiguiente, tengo experiencia de tertuliasfamiliares, reuniones profesionales y contactos ocasionalescon la polida del transite. El telon de fonda natural deestos eventos tambien se tipifica dentro del acopio de cono-cimiento. Mi mundo se estructura de acuerdo con rutinasque se aplican en circunstancias propicias 0 adversas, enla estacion del aiio en que se agrava mi alergia 0 cuandome entra tierra en el ojo. "Se 10 que hay que hacer" frentea estas y otras eventualidades de mi vida cotidiana. E lcumulo social de conodmiento, al presentarseme como untodo integrado, me ofrece tambien los medios de integrarelementos aislados de mi propio conocimiento, En otras pa-labras, " 1 0 que todos saben" tiene su propia logica, quepuede aplicarse para ordenar las diversas cosas que se, Porejemplo, se que mi amigo Henry es ingles y que siempre esmuy puntual para acudir a las citas, Dado que "todossaben" que la puntualidad es una caracteristica inglesa,puedo ahora integrar estos dos elementos de mi conocimientosobre Henry en una tipificacion significative en terminosdel curnulo social de conocimiento,La vaJidez de mi conocimiento de la vida cotidiana es

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    r~- algo establecido para mi y para los otros hasta nuevo aviso,o sea, hasta que surge un problema que no puede resolverseen eros terminos. En tanto mi conodmiento funcione asatisfacci6n, me siento generalmente dispuesto a suspendermis dudas a su res pee to. En ciertas actitudes separadas de.Ja realidad cotidiana -al contar un chiste, en el teatro aen la iglesia, a al dedicarme a especulaciones filosoficas->-tal vez abrigue dudas sobre ciertos elementos que la com-ponen. Pero estas dudas "no merecen tomarse en serio".Par ejemplo, como hombre de negocios se- gue es con-veniente no tener consideraciones [on los demas. Tal vezpueda causarrne ~rJ.cia un chiste en el gue esta maximalleva al fracaso, Tal vez me conmueva cuando un actora un predicador cxalten las virtudes de la consideracion,y tal w.., en un estado de animo filos6fico, admita quetodas las relaciones sociales deberian regirse par esta re-gia de oro. Despues de reir, de conmoverrne y de baberIilosofado, vuelvo al mundo "en serio" de los negocios,reconozco una vez mas la 16gica de sus principios y actuoconforme can ellos. Solo en eJ caso de gue rnis maximasno "rindan provecho" en e\ mundo al cual se quiere apli-carlas es probable que me lleguen a resultar problernaticas"en serio",Aunque el cumulo social de conocimiento presenta aImundo cotidiano de manera integrada, diferenciado deacuerdo con zonas de familiaridad y lejania, la totalidad

    de ese mundo queda opaca. Dieho en otra forma, Ia rea-lidad de Ia vida cotidiana siempre parece ser una zona declaridad detras de la eual hay un trasfondo de sombras.Cuando unas zonas de realidad se i1uminan, orras se oscu-recen, No puedo saber todo 1 0 que hay que saber de esarealidad. Aun euando, por ejemplo, yo sea en aparienciaun despota omnipotente para mi familia, y lo sepa, nopuedo conocer todos los factores que contribuyen a imponerpermanentemente rni despotismo. Se que rnis ardenes sonsiempre obedecidas, pero no puedo estar seguro de todoslo s pases y motives que existen entre el momenta en queimparto mis 6rdenes y aquel en que se ejecutan, Siemprehay cosas que sueeden "a mis espaldas". Esto es verdad4 fortiori cuando entran en juego relaciones m a s complejasque las familiares, y expliea, dicho sea de paso, por quelos despotas padeeen de nerviosidad endemica. Mi conoci-

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    miento de la vida cotidiana posee 1 a calidad de un instru-mento que se abre paso a traves de una selva y. a medidaque 10 hace, proyecta un estrecho cono de luz sobre 10 quehay inmediatamente adelante }' alrededor; por todos losdernas lados del sendero persiste la oscuridad, Esta imagenes aun mas aplicable, por supuesto, a las realidades mul-tiples con las que trascendemos continuamente la vida co-tidiana, 10 cual puede parafrasearse, poetica va que noexhaustivamente, diciendo que sobre la realidad de la vidacotidiana se ciernen 1 3 5 penumbras de nuestros suefios.~Ii conocimiento de la vida cotidiana se estructura en

    terrninos de relevancias, alzunas de las cuales se determinanpor mis propios intereses pragmaticos inmediatos, y otras pormi situacion general dentro de la sociedad. La manera comomi esposa prepara mi guise predilecto no me atafie, siempreque el resulrado se a 1 0 que deseo, No me ataiie la baja delas acciones de una compafiia determinada, si es que noposeo ninguna de esas acciones: tampoco me ataiie que loscatolicos actualicen su doctrina, si soy ateo, ni tampoco elque ahora se pueda llegar al Africa en vuelo sin etapas,si no pienso viajar a ese lugar. Sin embargo, mis estructurasde relevancia se entrecruzan can las de otros en muchos pun-tos, como resultado de 10 cual tenemos eosas "interesantes"que decirnos. Un elemento importante de mi conocimientode la vida eotidiana 10 constituye el de las estructuras de re-levancia de los otros. De esta suerte, no se me ocurriria eon-sultar a mi medico sobre mis inversiones financieras, ni ami abogado sabre mis dolores de ulcera, ni a mi tenedorde libros sabre mi busqueda de la verdad religiosa. EI pro-pio cumulo social de conocimiento ya me ofrece hechas amedida las estructuras basicas de reIevancias que conciernena la vida cotidiana. Se que las "charlas de mu jeres" nome atafien como hombre, que la "especulacion vana" no meatafie como hombre de accion, etc, Por ultimo, el cumulosocial de conocimiento en con junto tiene su propia estruc-tura de relevancias. De tal manera, en los terminos delacopio de conocimiento objetivado en la sociedad nortearne-rieana, es irrelevante estudiar el curso de los astros parapredecir la actividad bursatil, pero si 10 es estudiar loslapsus linguae de un hombre para descubrir su vida se-xual, y asi sucesivamente. A 1a inversa, en otras socieda-des la astrologia puede tener gran relevancia en 1a eco-64

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    nomia, e1 analisis del habla no serlo para la curiosidaderotica, etcetera.Conviene aqui agregar un ultimo punto sobre la distri-bud6n social del conocimiento. En Ia vida cotidiana elconocimiento aparece distribuido socialrnente, vale decir,

    que diferentes individuos y tipos de indi v;_duos 10 poseenen grades diferentes, No cornparto en b. misma medida miconocirniento con todos rnis semejantes, y tal vez haya ciertoconocimiento que lIO comparra con nadie, ~Ii pericia pro-fesional la comparto con mis colezas. pero no con mi familia,y es posible que mi habilidad pM:l hacer trarnpa en eljuego no la comparta can nadie, La distribucion social delconocimiento de ciertos elementos que ronstituven la reali-dad cotidiana puede llezar a ser sumarnentc compleja Yhasta confusa para el que mira desde af uera. No solo ca-rezcc del conocimiento que se supone necesario para curarmede un malestar fisico, sino que tal vez carezca hasta delconocirniento para discernir, de entre una desconcertantevariedad de especialistas, emil es el mas indicado para tratarmi dolencia. En estos casos, no solo me hare falta unaopinion autorizada, sino tarnbien una opini6n previa acercade cual es la opinion mas autorizada, Asi pues, la distri-buci6n social del conocimiento arranca del simple hechode que no se todo 1 0 que saben mis semejantes, y viceversa,y culmina en sistemas de idoneidad sumamente complejos yesotericos, EI conocimiento, al menos en esbozo, de comose distribuye el acopio de conocimiento con alcance social, esun elemento importante de dicho acopio. En la vida coti-diana se, al menos someramente, 1 0 que puedo ocultar yde quien, a quien puedo acudir para saber 10 que no s ey, en general, cuales son los tipos de individuos de quienescabe esperar que pasean determinados tipos de conocimiento.

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