Estimadas señoras:

Compartir con ustedes este año, en particular, es un regalo que viene a bendecir mi vida. Desde niña mi motivación más grande siempre fue conocer a la gente, me gustaba imaginar dónde vivían, qué comían y hasta qué les gustaba hacer en sus tiempos libres.

Dios me ha dado cosas lindas, me bendijo con la maravilla de pertenecer en una familia que tenía un valor especial por la amistad y el respeto por los demás.

Desde pequeña, mi mayor sueño era conocer a personas de todas partes del mundo. Ahora gracias a Dios y a Rotary éste sueño se ha convertido en realidad.

Me emociona saber que puedo contribuir a construir un parque de juegos para niños en una comunidad de la sierra Tarahumara, aún cuando yo no esté presente. Pero se vuelve sublime cuando tengo la posibilidad de apoyar a un niño Pakistaní para que reciba su vacuna contra la polio; la gran magia que me da el ser rotaria es que lo puedo ver y escuchar aún cuando yo no esté allá.

Hoy puedo sentir como la distancia entre mi continente y el de mi amiga Maimoona se acorta a un “click” de la computadora; pero sólo Rotary me dio la posibilidad de encontrarla, de conocernos, de abrazarnos y de decir un hasta luego con la sonrisa que sólo se logra cuando se inicia una nueva amistad.

Señoras, desde hoy les doy las gracias por permitirme estar cerca de ustedes, así como la posibilidad de conocerlas, y que a partir de éste acercamiento podamos iniciar una amistad fraternal y duradera. Que me permitan compartir mis posibilidades y mis limitantes. Que me permitan aprender de ustedes, de sus grandezas que cada una trae desde su familia, su experiencia de vida, su comunidad, su entorno social y su historia de vida; pero principalmente su SER.

Su SER como mujeres, que donde pisan transforman; porque esa es una característica de vida que el universo nos dio. Esa luz interior que grande o pequeña siempre está iluminando lo quieras o no, tienes el don de compartirla con tu sola presencia.

Gracias por iluminarme con sus conocimientos, con su crítica, con estar en este momento y coincidir.

Para finalizar sólo quiero que sepan que éste año, lo que decidan hacer; háganlo entregadas a servir y ayudar a quienes lo necesitan. Pero si las circunstancias no les permitieran poder lograr su propósito, siempre tendrán dentro de su corazón la satisfacción de sentir que su presencia quedará pintada en cada persona que toquen, lograran de esa manera la transformación mágica del entorno y el contexto social donde viven.

Acompañemos a nuestros esposos en su vivencia, alegrándonos de cada logro por el que se lucha con pasos firmes, así como recorriendo nuevas sendas de amistad.

Gloria Ofelia Félix de Madueño

2010-2011