Bitácora 1

3
Bitácora 1. SPOTLIGHT Capítulo 1. -“Para nadie es un secreto” Y aunque hice todo tipo de intento, la llave no lograba abrir la puerta, haciendo que maldijera el momento en el que la tía Lilian me había indicado que esa era la llave de la casa, suspiré con frustración y me senté en las escaleras de la entrada para esperar a que alguien llegara y yo pudiera entrar a mi nueva casa, llevaba dos meses en las mismas y aun sentía vergüenza de reclamarle que la llave no servía, y por supuesto un poco de enojo hacia ella al no preguntarme por qué cada día de su rutina me encontraba allí sentada esperando por su llegada. -HeyChole, ¿Vienes a la fiesta de esta noche? –Preguntó Cody en tono de burla mientras caminaba con sus amigos, ni siquiera podía recordar si ese era su nombre, pero da igual. -No creo que la dejen –habló la chica a su lado riendo mientras el resto de su grupo la seguían. -Pero podría hacer lo posible, he escuchado que irá Oliver –Cody volvió a hablar y mis ojos se encontraron con los suyos al instante, ¿Oliver? ¿Dónde y a qué hora es la fiesta? Mis pensamientos se esfumaron en el momento que escuché a todos reír mientras terminaban de alejarse, y fue entonces cuando comencé a regañarme a mí misma mentalmente por haber mostrado de nuevo lo mucho que Oliver me interesaba. -No trates de llegar muy tarde, luego te dejan allí afuera toda la noche –Gritó a lo lejos de uno de ellos y todos volvieron a reír. Maldigo el día en el que mi tía había decidido comprar una casa cerca del colegio, o el colegio decidido ser construido cerca a la casa de mi tía, daba lo mismo, eso no iba a quitar el hecho de que el grupo de chicos fastidiosos siempre me vieran sentada allí en la espera de que mi tía llegara.

description

.

Transcript of Bitácora 1

Page 1: Bitácora 1

Bitácora 1.

SPOTLIGHT

Capítulo 1. -“Para nadie es un secreto”

Y aunque hice todo tipo de intento, la llave no lograba abrir la puerta, haciendo que maldijera el momento en el que la tía Lilian me había indicado que esa era la llave de la casa, suspiré con frustración y me senté en las escaleras de la entrada para esperar a que alguien llegara y yo pudiera entrar a mi nueva casa, llevaba dos meses en las mismas y aun sentía vergüenza de reclamarle que la llave no servía, y por supuesto un poco de enojo hacia ella al no preguntarme por qué cada día de su rutina me encontraba allí sentada esperando por su llegada.

-HeyChole, ¿Vienes a la fiesta de esta noche? –Preguntó Cody en tono de burla mientras caminaba con sus amigos, ni siquiera podía recordar si ese era su nombre, pero da igual.

-No creo que la dejen –habló la chica a su lado riendo mientras el resto de su grupo la seguían.

-Pero podría hacer lo posible, he escuchado que irá Oliver –Cody volvió a hablar y mis ojos se encontraron con los suyos al instante, ¿Oliver?

¿Dónde y a qué hora es la fiesta?

Mis pensamientos se esfumaron en el momento que escuché a todos reír mientras terminaban de alejarse, y fue entonces cuando comencé a regañarme a mí misma mentalmente por haber mostrado de nuevo lo mucho que Oliver me interesaba.

-No trates de llegar muy tarde, luego te dejan allí afuera toda la noche –Gritó a lo lejos de uno de ellos y todos volvieron a reír.

Maldigo el día en el que mi tía había decidido comprar una casa cerca del colegio, o el colegio decidido ser construido cerca a la casa de mi tía, daba lo mismo, eso no iba a quitar el hecho de que el grupo de chicos fastidiosos siempre me vieran sentada allí en la espera de que mi tía llegara.

Mi nombres es Chole Benson, tengo 17 años de edad y mi sueño es viajar a California cuando cumpla los 18 y salga finalmente del colegio, para así poder saber lo que es tener realmente una vida tranquila y libre de peso académico o falsos amigos, no me interesaba mucho tenerlos después de todo, pero eso no me quitaba la idea de querer a alguien que me ayudara a sobrevivir en el año que para mí, iba a ser casi una pesadilla sin fin.

Me consideraba una chica des complicada, no me importaba en lo absoluto verme bien para ir a estudiar y me valía verga que decía la gente de mí, pensaba que los que se burlaban de mí solamente eran personas con discapacidad de ser ellos mismos, y al ver que yo sí lo era, simplemente querían arruinarme, cosa que jamás pasaba, o bueno… no del todo, pues como ya han leído, mi debilidad tiene nombre y apellido, y es Oliver Sykes

Page 2: Bitácora 1

Hacia 2 meses exactos había llegado a Londres para vivir con mi tía Lilian, la hermana de mi madre Caroline, que en estos momentos estaba viajando por el mundo para seguir ganando dinero, ella era una empresaria y conferencista bastante importante en muchas partes, así que en cualquier reunión o junta de negocios, su presencia era esencial para todas las personas que asistirían, y olvídense de que la culpaba por el poco tiempo que a lo mejor tenía para mí, después de todo ella siempre se mantenía al tanto de lo que me pasaba y necesitaba, y desde lejos intentaba ser una buena madre, y lo era, solo que no con su parecencia física. Pero la amaba.

Y se estarán preguntando qué hay de mi padre, bueno… de él no sé mucho, si mucho sé que su nombre es William Jonson y que es piloto, lo conozco por fotos y lo odio por lo mucho que hizo sufrir a mi madre, además solo había aparecido cuando tenía 5 años de edad para exigirle a mi madre que me pusiera su apellido, cosa que como ven no pasó, y agradezco mucho eso.

Y bueno, para terminar esta estúpida presentación solo voy a hablar de lo que es mi tía Lilian, porque a pesar de ser una loca, sabía que podía contarle lo que quisiera, y bueno, su novio / ex novio / amigos con derecho / prometido / ex prometido / esposo me caía muy mal, porque siempre estaban al tanto de decidir que eran y no me dejaban dormir con sus encuentros íntimos la mayor parte del tiempo, ¿Qué no habían más placeres de la vida a parte del sexo, tía Lilian?

Al caso, ella tenía unos 30 años, y era la hermana menor, había estudiado negocios internacionales pero jamás ejerció la carrera, así que vivía de un pequeño restaurante que manejaba las 24 horas del día, cosa que me había perjudicado bastante al tener que esperarla en las escaleras de su casa por no atreverme a reclamar una tonta llave, que sabe Dios de qué será, porque podría ser de todo menos de la entrada de la casa.