Bitácora 7.

SPOTLIGHT.

Capítulo 3. –“¿El Kamasutra?”

Llegué a mi casa alrededor de las 2 de la mañana, la fiesta aún no había acabado, pero en realidad no quería estar más ahí.

Cuando entré a la casa, caminé silenciosa a la habitación preguntándome por qué esta vez la llave de la nada había funcionado, miré extraño unos momentos y al llegar a la habitación de mi tía, tal y como lo imaginaba, ella aún no había llegado. Suspiré cansada y decidí irme a dormir.

Al día siguiente, la música a todo taco hizo que abriera mis ojos de inmediato y mirara alrededor exaltada, ¿Qué demonios pasaba?

Tranquila Chloe, solo es la tía Lilian poniendo música a todo volumen.

Bufe molesta y cerré los ojos con fuerza, luego solo tomé mi celular debajo de la almohada y miré la hora.

¿9:30? ¿Qué le estaba sucediendo a mi tía?

Me levanté enfurecida y bajé las escaleras sin importar la cara de zombie que tenía, busqué a mi tía con la mirada en el primer piso y allí la vi, bailando y tarareando la canción que sonaba mientras volteaba las tortillas que estaba cocinando. Me acerqué al equipo de sonido y lo apagué sin importancia, y ateniéndome a las consecuencias.

-¿Qué te sucede? –Mi tía se volteó con una mano en el pecho. No sabía si era porque la había asustado, o porque sólo estaba preparándose para cantar la nota alta que iba a continuación antes de que yo apagara el equipo.

-¡Son las 9 de la mañana! –Hablé con reproche.

-¿Y? esta es mi casa, Chloe –Habló enojada –además… -Cambió su tono de voz y sonrió –Voy a casarme –Informó dando pequeños saltitos como una niña pequeña y yo me crucé de brazos y arqueé una ceja en respuesta -¿No te emociona? –Preguntó sin borrar su sonrisa.

-No sé qué pensar de ti, eso dijiste hace 2 semanas y le terminaste el domingo pasado, luego volvieron, eran novios de nuevo en el transcurso de esta semana, y bum, salieron ayer y ya sé que van a casar ¡Es la relación más rara que he visto en mi vida! –Y no mentía, era sin duda la más rara y única.

Mi tía movió una mano con desdén.

-Esta vez va en serio, vas a ver que sí –Habló con ternura y yo carcajeé.

-Ay tía, a veces eres muy graciosa –le dije y ella me miró mal.

-Mejor vuelvo a las tortillas –Habló y yo sonreí –Pero antes… Me hizo a un lado y le subió de nuevo a la música. –I’M SEXY AND I KNOW IT –Cantó y tapé mis oídos.

-¡ay! –La miré con molestia y caminé de las escaleras recibiendo una inesperada nalgada, me volteé de inmediato para mirarla con los ojos abiertos mientras tocaba mi nalga, y ella sólo rio.

-¡Te amo, chiquita! –Gritó bailando y corrió a la cocina -¡Demonios, las tortillas! ¡Se quemaron las tortillas!

Reí después de que desapareció de mi vista y terminé de subir las escaleras para ir de nuevo a mi habitación.

Al entrar, mi celular estaba sonando, y cuando fui a cogerlo habían acabado de colgar, ¡Mierda, mi madre! Lo tomé y lo desbloqueé, recibiendo en el instante otra llamada de mi madre.

-¿Mamá? –Hablé

-¡Chloe! –Saludó animada mi madre y sonreí.

-¿Cómo estás? –Pregunté.

-Muy bien, apenas pude llamarte, he estado muy ocupada en los últimos días, pero te prometo vernos pronto –Y de nuevo sus promesas, sabía que aún no era posible verla, no tenía que mentirme.

-Está bien mamá, no te preocupes –Le seguí el juego.

-¿Y qué es esa música? –Preguntó refiriéndose a la música del fondo.

-¿POR QUÉ SERÁ? ¿POR QUÉ SERÁ? ¡QUE CUÁNDO HACEMOS EL AMOR, NOS COMEMOS VIVOS! –Cantó mi tía desde el primer piso y yo rodeé los ojos.

-Es la tía Lilian –Expliqué.

-Me lo imaginé –Mi madre habló casi igual a mí y yo reí.

-Dijo que iba a casarse –Dije.

-Eso es imposible. –Habló mi madre tranquila, ella sabía cómo eran las cosas con la tía Lilian.

-Lo sé -Volví a reír.

Y allí me quedé hablando con mi madre hasta que tuvo que colgar de nuevo, le deseé suerte para su próxima conferencia y colgamos después de que me recordó lo mucho que me amaba.

Mi tía le había mermado a la música y me llamó a desayunar, organicé un poco mi habitación y luego bajé encontrándome con el delicioso olor de las tortillas, sonreí al verla servir el jugo de naranja y me senté en la silla al frente de ella.

-Espero que te gusten –Habló.

-Se ven deliciosas –Acepté y bebí un poco de jugo de naranja.