8/17/2019 Boda Del Monzón

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Globaliza que algo queda

 No han sido pocas las miradas que se han lanzado desde Occidente a la siempre misteriosa y

fascinante India. A bote pronto, a uno siempre le vienen a la memoria dos de las canónicas:

 Pasaje a la India y El rio.

En la primera, un avid !ean crepuscular escenificaba el choque de culturas en un e"tra#o ysilencioso di$lo%o entre los muertos y los que todav&a va%amos por este mundo, errando 'en los

dos sentidos de la palabra( sin rumbo fi)o.

En El rio, una pel&cula bell&sima donde el cine m$s cerca a estado de equipararse a la l&rica, el

humanismo de *ean +enoir se inte%ra perfectamente en un discurso pante&sta, cautivador,

inici$tico. Nótese que en ambos films, de uno u otro modo, e"ist&an historias de amor

interraciales, mltiples- modernas.

ero cualquier occidental medianamente curioso se pre%unta... /y qu0 hay de ellos1 /2ómo se

ven a s& mismos1 /2uales son sus inquietudes, sus pasiones, sus miedos1

As& fue como supimos de 3atya)it +ay, el primer realizador de renombre proveniente de esas

tierras. 2in0filo vocacional 'fundó el primer cine4club de su pa&s all$ por 5678(, se dio a conocer en los festivales europeos poco despu0s de que 9urosaa desatase la fiebre asi$tica: premiado

en el festival de 2annes en 56;< por La canción del camino / El lamento del sendero, y

%alardonado dos a#os despu0s en la =ostra de >enecia por El invencible. ?ildado por al%unos de

imprescindible, quien esto escribe no abundar$ en apreciaciones ni )uicios respecto a la obra de

un autor que desconoce por completo.

>olvamos al presente. El cine de la India si%ue siendo ese %ran desconocido, un aut0ntico coloso

en la sombra: sus cifras de producción anual convierten a @ollyood en una humilde f$brica

artesanal. Poseedora de un mercado potencial apabullante, el cine indio siempre ha sido

tachado de excesivamente localista, incapaz de articular un discurso global que entusiasme a

 gentes de otros continentes.

!o que uno acaba recordando de las pocas pel&culas que ha visto de este pa&s son sus

maratonianos nmeros musicales, locuras visuales de incuestionable derroche ima%inativo

'como incuestionable es tambi0n el sopor que provoca en audiencias no practicantes del

sadomasoquismo(. ero por lo visto es un %0nero que a ellos les pirra y en esto aplican el mismo

 principio que esa otra %ran factor&a del otro lado del %lobo: darle al pblico lo que pide. As&

 pues, estamos ante una filmo%raf&a voluntariamente aislacionista, poseedora de sus propios

t0cnicos, estudios, star4system....

Ah, pero el ami%o americano hace tiempo que le tiene echado el o)o al mercado indio,

aprovechando la afinidad an%lófila resultado de un si%lo de sometimiento a su raciosa

=a)estad. 3e advierte un creciente inter0s por la India, ideal a la hora de otor%ar coartadas

espirituales a persona)es descocados y neo4hippies 'la 9ate Binslet de Holl !mo"e# ocatalizador de abi%arradas ima%iner&as policrom$ticas 'v0anse con atención al%unos de los

nmeros musicales culminantes de $oulin %ouge(.

As& pues, /Oriente es Oriente1 3i, pero menos. 2omo muestra, la inminente  &uiero ser como

 'ec"ham y la que nos ocupa. orque se acabaron los rodeos. @ablemos de La boda del $onzón.

Est$ diri%ida por al%uien de all&, la en otro tiempo prometedora y comprometida =ira Nair de

(!alaam 'omba). /@e dicho que era india1 Cueno, sumer)$monos un poco en su bio%raf&a: a

los 56 a#os 4tras estudiar Arte ram$tico en elhi4 se fue a @arvard para continuar su

formación. !o cu$l me hace pensar que su familia no proced&a precisamente de las castas menos

favorecidas.

 Nos cuenta aqu& la consabida historia con conflicto %eneracional tremebundo y, m$s

concretamente, el desentendimiento crónico entre dos formas contrapuestas de moverse por el

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mundo: tradición y modernidad 'terriblemente innovador, /verdad1(.

!i una pel*cula puede servir para ilustrar el debate sobre los peligros de la tan temida

 globalización, esta es La boda del $onzón+ Porque uno no acaba de ver en qu puede

enriquecer a los indios la llegada de la -modernidad- que tanto parece ansiar la directora. mu

al contrario con0orme a lo visto, la India esta gestando una generación de+++ gilipollas+ !in

m1s.

>eamos a al%unos de los inte%rantes m$s )óvenes de esta familia. El adolescente, col%ado

 permanentemente de la televisión, podr&a ser perfectamente un pandillero conflictivo del

@arlem, con un plus de ambi%Dedad a lo 'ill Elliot . Ella, a punto de contraer matrimonio con el

novio ele%ido por sus padres, se consuela en el interludio entre los brazos de su e", afamado

 presentador de una especie de !arry 9in% live versión ben%al&. @asta aqu&, la verdad, nin%una

diferencia con respecto a esos ar%umentos tan sobados vistos 4sufridosF4 una y otra vez.

Ader0cese todo ello con un contrapunto supuestamente cómico 'e)ercido por un empleado poco

eficiente y que simboliza esa manera de hacer las cosas Ga la indiaG que hay que cambiar(, una

 prima solterona y traumatizada por una terrible e"periencia de infancia 'piensen mal y

acertaran... hasta en eso es incapaz de sorprendernos( y un cabeza de familia estresado einsolvente.

/A dónde quiero ir a parar1 Cien, la primera conclusión resulta evidente: (qu mala debió de ser 

la edición del a2o pasado de 3enecia si esto se llevó el León de 4ro a la $ejor Pel*cula) !a

se%unda es... un llanto por las cinematogra0*as mal llamadas lim*tro0es o marginales que

creen poder llegar a m1s gente renunciando por completo a su personalidad, 0abricando

 productos clónicos con una pizca de costumbrismo barato.

orque la India verdaderamente apasionante est$ utilizada en esta pel&cula para... para hacer

transicionesF Entre la acción se intercala de vez en cuando al%unas de esas im$%enes cl$sicas del

 pa&s, a lo GNational eo%raphicG. Es el nico momento en que adivinamos la idiosincrasia de la

re%ión, flashes sueltos donde los parias se mo)an ba)o la lluvia y las populosas calles rezuman

vida, color... y miseria.

/El resto1 El resto me parece una familia de marcianos que debe representar a la India lo mismo

que Antonio Canderas al espa#olito medio. Porque estos indios 5si, si, de la India# visten

 Lacoste, gastan móvil c1mara digital, se relajan endo al campo de gol0 a echar unos hoitos,

 juegan a la bolsa hablan en ingls la maor*a del tiempo. Esta es otra: sólo las castas

inferiores hablan en su propia len%ua o los venerables ancianos, anclados en la tradición y el

inmovilismo '/1(. !os )óvenes son muy cool , tope 0ashion y ya han desterrado por siempre

 )am$s la len%ua de sus padres, incapaz de hacerles entender lo que dicen por la =?>.?odo esto resulta m$s chocante todav&a cuando uno lee las declaraciones de =ira Nair: G 6uestro

objetivo era captar los sentimientos actuales de la sociedad india, orgullosa de su cultura

liberada de los colonialismosG. En fin, si tu lo dices...

H es que resulta que La boda del $onzón es, en el fondo, una pel&cula con un discurso

absolutamente reaccionario. orque la chica locuela e inmadura, la que se de)a arrastrar por las

 pasiones, termina feliz por siempre )am$s )unto a un hombre ele%ido por sus padres y al que

conoce desde hace 5; d&as ellos 4que sin duda saben lo que le conviene4 ase%uran de al%n

modo la persistencia de una tradición infame.

 La habilid*sima directora ha ido picoteando de aqu* de all1 hasta pre0abricar un 7drama 0amiliar8, 7comedia rom1ntica8 exótico, si por exótico entendemos llenar la pantalla de color

vaciarla de ideas. Jn discurso ba)o en calor&as incapaz de molestar a nadie 'fórmula infalible

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que ase%ura Gproyección internacionalG e inhabituados in%resos en taquilla(.

e)amos a nuestros persona)es bailando lo que empieza siendo una tonada tradicional y termina

 por convertirse en un hit disco4dance muy celebrado por la parroquia )oven de la fiesta 'una

nueva Gpar$bolaG que nos da una idea de la seriedad del discurso de la directora(. =ientras uno

los abandona all&, ba)o la carpa, se pre%unta la parte de culpa que nos toca por ver convertidos

en urbanitas estereotipados a un pu#ado de persona)es que hubiesen merecido me)or suerte siesto no fuese... una coproducción entre EEJJ, Italia, Krancia y la India.

ueden estar contentos. =isión cumplida.