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VOLJUVI

LETICIA-

AMAZONAS.

VOLJUVI LETICIA-AMAZONAS. AÑO:2012

Presentación

"La Palabra se hace joven con los jóvenes", va siendo una realidad en varios lugares del país. El Voluntariado Juvenil Vicentino, ha tomado fuerza en su misión en favor de los pobres y necesitados. La Junta Provincial no es ajena a todo esto, por lo que viene estimulando su participación en la construcción de un mejor país.

En esta tercera edición queremos compartir un tema formativo llamado Ejes Temáticos De “La Puerta De La Fe” y en el “sabias qué…?” aprenderemos un poco más acerca de San Vicente de Paul, como patrono de nuestra familia vicentina; contaremos con espacios correspondientes a Voljuvi Leticia, Amazonas, en su experiencia de vida, una sola misión; “Ser el lugar donde podamos crecer, rodeado de felicidad.” Sor Yineth Marcela Rivas, nos compartirá un poco sobre los avances de la junta, en cuanto a los proyectos por ejecutar, la importancia de conocer los estatutos y el manual en todas las localidades que pertenecen a la provincia de Bogotá.

En la sección de ¡VOLJUVI NEWS! Encontraremos información relacionada a concursos y encuentros juveniles.

No olvidemos que todos estamos invitados a participar en ente boletín escribiendo sus experiencias e ideas que nos enriquecen y hacen crecer el entusiasmo para continuar con acciones cada vez más significativas en nuestra provincia.

Escríbenos a:

[email protected]

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www.vjvprovibogota.blogspot.com

Facebook: voluntariado juvenil vicentino.

El Espíritu Santo ilumine a cada Voljuvista y a cada localidad.

Jaime Rodríguez Curcio. Fiscal de Voljuvi Provincial de Bogotá

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Carlos Albeiro Velásquez Bravo, CM Anterior Asesor Nacional de la Familia Vicentina

Pongo en sus manos esta segunda ficha de estudio sobre la carta apostólica “Puerta de la Fe”. Recordemos de entrada que la primera ficha explicaba el motivo del documento, el contexto bíblico que originó su título y cinco referencias claves: la misión, la Palabra de Dios, la adhesión a Cristo por medio de la fe, los laicos y la vida de comunidad. Antes de presentarles los ejes temáticos, conviene hacer mención general de la celebración de los cincuenta años de la apertura del Concilio Vaticano II y de los veinte años de publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. Ambas efemérides sirven de coyuntura para la convocación de este tiempo de gracia, con la intención de ilustrar a todos los creyentes la fuerza y la belleza de la fe. Será pues, un “tiempo de especial reflexión y redescubrimiento de la fe”. Dice el Papa Benedicto XVI que ha pensado que “iniciar el Año de la fe, coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del concilio Vaticano II, puede ser una ocasión propicia para comprender que los textos dejados en herencia por los Padres conciliares, no pierden si valor ni si esplendor” (PF 5). El Concilio Vaticano II fue el evento eclesial más relevante del siglo XX que ofrece una gran fuerza para la renovación siempre necesaria de la Iglesia”. Imagino que como Familia Vicentina tendremos oportunidad de aprovechar esta coyuntura para volver a estos textos conciliares y poder asimilar así la historia, la mentalidad y el espíritu del Vaticano II. San Vicente de Paúl en su época también se movió en la novedad de un concilio (Trento) que reclama entonces reformas urgentes; de hecho, su acción apostólica es la respuesta a lo que la Iglesia y el mundo necesitaban. En cuanto al Catecismo, como veremos más abajo, éste nos permite “acceder a un conocimiento sistemático del contenido de la fe” y es uno de los frutos del Vaticano II. Del mismo modo, el ejemplo de Vicente de Paúl se torna oportuno, toda vez que él mismo presentó uno a los misioneros que se convirtió en un

instrumento indispensable para la instrucción del pobre pueblo necesitado de las verdades necesarias para su salvación. Las misiones populares vicentinas, como las quiso San Vicente, fueron catequéticas, por eso la explicación del catecismo fue el centro de la acción misionera. Nótese, entonces, que aquí se abre otro espacio que vale la pena profundizar en cuanto al Concilio Vaticano II y al Catecismo de la Iglesia Católica. Aunque pueden resultar muchos otros, les ofrezco estos cuatro ejes temáticos de la Porta Fidei, que se entrecruzan:

<1> Jesucristo, fundamento de la fe. En la primera ficha de estudio vimos cómo el encuentro personal con Jesucristo desata, en quien lo acepta por la fe, una nueva vida (cf. Hech. 14,21-28; DA 243). Es llamativo que la carta apostólica comience sus primeras líneas haciendo una bella afirmación:

“Se cruza ese umbral la puerta de la fe cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. “Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida”. La Palabra de Dios, anunciada, genera el inicio de la vida cristiana, que no es otra cosa que un camino (discipulado) que supone el encuentro con Jesucristo y su perenne seguimiento. Este primer eje temático, nos recuerda que la fe es adhesión a la Persona de Jesús, que creer en Él permite llegar de modo definitivo a la

salvación y que esta adhesión por la fe implica “descubrir el nuevo gusto de alimentarnos de la Palabra de Dios” (PF 3). Las distintas experiencias de encuentro con Cristo Jesús que nos narran los evangelios son verdaderas experiencias de fe, expresadas siempre en verdaderas confesiones de fe: ¡Señor mío y Dios mio!, ¡Rabunní!

Creer es algo tan serio y tan comprometido como amar. Implica entrega absoluta, incondicional, confianza plena, y, sobre todo, encuentro personal y acogida activa de Cristo como Persona y como Palabra. Creer es recibir a Cristo, revestirse de Él (como dijo San Vicente), adherirse incondicionalmente a Él, ponerse a su entera disposición, adoptar su manera de ver y de enjuiciar las cosas. Implica una verdadera conversión, que en su sentido original significa “metanoia” (cambio de mente o de mentalidad). La fe no es aferrarse a una serie de doctrinas o a un sistema religioso, sino “la aceptación de una Persona que es su Palabra” (J. Ratzinger).

Como vicentinos este eje cristológico es fundamental, ya que Cristo es, como nos lo dijo San Vicente, la medida de todas las cosas, nuestro todo. Para él, Cristo es ante todo el evangelizador de los pobres, es un Cristo misionero. Adherirse a Él por la fe es, en lenguaje vicentino, “revestirse de Él” y hacer lo mismo que él vino hacer cuando vino a la tierra: evangelizar y servir a los pobres. Esta dimensión cristológica de la fe nos recuerda que la espiritualidad vicentina

EJES TEMÁTICOS DE “LA PUERTA DE LA FE”

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está lejos de toda piedad intimista, aislada de la realidad y del compromiso con los más pobres. <2> La historia de nuestra fe y la fe en nuestra historia (PF 2 y 13). A lo largo del año de la fe será decisivo volver a recorrer la historia de nuestra fe, donde se entrecruzan dos realidades: la santidad y el pecado. El papa nos recuerda que asistimos actualmente a un nuevo escenario socio cultural en donde se hace patente una crisis de fe que afecta a muchas personas (PF 2). Por eso nos conviene reflexionar por un lado, la historia de nuestra fe y, por otro, lo que significa la fe en nuestra historia. Como Familia Vicentina debemos “ponernos en camino para ayudar a rescatar a los hombres del desierto y conducirlos al lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquél que nos da la vida en plenitud (cf. PF 2). En este escenario de la historia nos encontramos con una mezcla de situaciones muy humanas: afanes, amor, compromiso solidario, fuerza del perdón, alegría, drama del sufrimiento y del dolor, injusticias, victoria de la muerte ante el vacío de la muerte. Todo esto se ilumina desde Jesucristo que “inició y completa nuestra fe” y al que nada de lo humano le es ajeno. La fe sale al encuentro de lo humano en la historia. Nos ofrece el documento Puerta de la Fe una pléyade de figuras que han vivido en la historia la aventura de la fe, no exentos de tropiezos, de dificultades, de persecuciones.

Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó que sería la Madre de Dios. Por la fe se puso en camino hacia la región montañosa al encuentro de Isabel. Por la fe huyó junto con José a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes. Por la fe permaneció junto a su Hijo hasta el Calvario. Por la fe saboreó los frutos de la resurrección y guardó sus recuerdos en el corazón. << Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para seguir a Jesús, creyeron en sus palabras, vivieron en comunión con él y recorrieron el mundo entero siguiendo su mandato de llevar el Evangelio a toda creatura. << Por la fe, los mártires dieron testimonio y entregaron su vida. Por la fe muchos hombres y mujeres han consagrado su vida a Cristo.

<< Por la fe Luisa de Marillac, Vicente de Paúl, Federico Ozanam y los demás iconos de santidad de nuestra Familia Vicentina han sabido hacer lectura de los acontecimientos de la historia y han respondido con creatividad y audacia, ofreciendo su aporte a la evangelización de los pobres. <3> La fe profesada, celebrada, vivida y orada (PF 11). Redescubrir los contenidos fundamentales de la fe profesada, celebrada, vivida y orada y reflexiona sobre el mismo hecho de creer, es lo que cada creyente debe hacer propio en este año. La fe, que muchas veces damos “por supuesta”, no se desarticula de lo que se celebra, de lo que se vive, de la oración. El año de la fe deberá expresar un compromiso para descubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, que se hallan sintetizados en el Catecismo de la Iglesia Católica. Creer, celebrar, vivir, y orar son cuatro verbos que se articulan.

<< Creer-profesar: no es teoría, sino el encuentro con una Persona (Jesucristo) que vive en la Iglesia. Se profesa con el corazón, con la boca, con la vida. Este es un año para revisar si nuestra pública profesión de fe es consciente o mero acto repetitivo. Cuando digamos “creo” o “creemos”, recordemos que no solo confesamos algo, sino a Alguien. La fe no se reduce a una convicción intelectual respecto a la verdad de un sistema doctrinal. << Creer-celebrar: sin la liturgia la profesión de fe no tendría eficacia, pues carecería de la gracia que sostiene el testimonio de los cristiano. Este es un año para revisar nuestra vida sacramental, entendida no como una serie de ritos (ritualismo), sino como expresión de nuestra adhesión a Cristo resucitado, en comunión con los demás. << Creer-vivir: la vida moral, el testimonio y el compromiso público adquieren su pleno sentido cuando se ponen en relación con la fe. Creer no es un acto privado, exige responsabilidad social (cf. PF 10). Este es un año para afianzar la convicción de que “la fe se verifica en el amor hecho compromiso social”.

<< Creer-orar: La oración brota realmente de la fe viva, de aquella fe que empapa toda la vida. El que cree ora, porque necesita nutrir su fe y ésta se nutre en un permanente contacto con Aquél que “inició y completa nuestra fe” (Heb. 12,2). <4>Fe, caridad e impulso evangelizador (PF 7). La renovación de la Iglesia pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes: con su misma existencia en el mundo, los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor nos dejó” (PF 6). No hay evangelización sin esa presencia de creyentes (hombres y mujeres de fe, adheridos a Jesucristo en un camino que dura toda la vida). Caritas Christi urget nos (2 Cor 5,14): La caridad de Cristo nos urge, llena los corazones y nos impulsa a evangelizar, nos envía por los caminos del mundo. Este es un año para que volvamos al corazón del carisma vicentino, para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe, para sentir el fuego del amor de Dios que debe abrasar a los hermanos. La fe no significa sólo aceptar cierto número de verdades abstractas sobre los misterios de Dios, del hombre, de la vida y de la muerte, de las realidades futuras. La fe consiste en una relación íntima con Cristo, una relación basada en el amor de Aquel que nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4, 11) hasta la entrega total de sí mismo (Benedicto XVI). En la próxima entrega, estudiaremos la fe en San Vicente de Paúl. Un hombre que vivió la noche oscura de la fe, que hizo operativa sus convicciones de fe en el servicio y en la evangelización de los pobres. Sugerencias para asimilar esta ficha:

1. Lectura personal y/o grupal de este

texto.

2. Lectio divina del texto de la carta

de Santiago 2,14-26. El autor de

esta carta no teoriza sobre la fe,

sino que la muestra viva, traducida

en vida.

3. En cada reunión se puede asimilar

cada uno de estos ejes temáticos,

para asimilarlos mejor.

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SABIAS QUÉ….?

San Vicente mantuvo una enorme

correspondencia, con más de

30.000 cartas, de las que

solamente se conserva un diez por

ciento. Dio frecuentes

conferencias a la Congregación de

la Misión y a las Hermanas.

Únicamente se conserva un

pequeño número de ellas y éstas

son simplemente referencias de

los copistas sobre lo que él decía.

También dio conferencias a las

religiosas de la Visitación,

confiadas a su cuidado por

Francisco de Sales en 1622.

San Vicente de 1628 en adelante

se fue comprometiendo más y más

en la reforma del clero,

organizando ejercicios para

ordenandos, las Conferencias de

los Martes y retiros para

sacerdotes. Abelly nos dice que

más de 12.000 ordenandos

hicieron los ejercicios en San

Lázaro. En los últimos 25 años de

su vida se encargó de la fundación

de seminarios para el clero

diocesano, obra que describió

como "casi igual" y en otras

ocasiones como "igual" a la de las

misiones. ¡Y llegó a fundar veinte!

En 1638, se encargó de la obra de

los niños expósitos. Más de 300

eran abandonados anualmente en

las calles de París. Según los

casos, asignaba un número de

Hijas de la Caridad a la obra y

tuvo 13 casas para recibirlos.

Cuando, en 1647, esta obra estuvo

en peligro, la salvó dirigiendo una

elocuente llamada a las Damas de

la Caridad para que vieran a los

expósitos como a sus hijos.

A partir de 1639, Vicente

comenzó a organizar campañas

para socorrer a los que sufrían

por la guerra, las plagas y el

hambre. Uno de los ayudantes de

Vicente, el Hermano Mateo

Regnard, hizo 53 viajes,

atravesando las filas del enemigo

disfrazado, llevando dinero de

Vicente para auxilio de los que se

encontraban en zonas de guerra.

De 1643 a 1652 sirvió en el

Consejo de Conciencia, cuerpo

administrativo selecto que

aconsejaba al rey en lo referente

a la elección de obispos. Al mismo

tiempo fue

VOLJUVI

LETICIA – AMAZONAS

amigo y, a menudo, consejero de

muchos de los grandes guías espirituales

de su tiempo.

En 1652, cuando la pobreza

rodeaba París, Vicente, a los 72

años, organizó ingentes programas

de socorro que repartían sopa dos

veces al día a miles de pobres en

San Lázaro y alimentaban a miles

más en las casas de las Hijas de la

Caridad. Organizó colectas,

llegando a recoger cada semana

de 5 a 6 mil libras de carne, de 2

a 3 mil huevos y provisiones de

ropa y utensilios.

Tan impresionantes fueron las

actividades de Vicente que el

predicador de su funeral, Henri

de Maupas du Tour, declaró:

"Poco le faltó para cambiar la faz

de la Iglesia".

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“Voljuvistas: somos Colombia, somos Leticia”

La vida, rodeado de ascensores.

Estamos hechos con el amor y la preocupación de muchas personas dando lo mejor para que en cada encuentro tengamos la mejor formación.

Por eso si eres parte del Voluntariado, te lo agradecemos y reafirmamos nuestro compromiso de darte lo mejor. En la vida, existen personas ascensores, que nos suben y otras que nos bajan. Las que nos suben son aquellas que se interesan por nosotros, nos aportan valor y se centran en obtener lo mejor de nosotros. También hay descensores, personas que no desean lo mejor para nosotros, de hecho, no les interesa, y se centran en una visión egoísta de la vida. El dicho enuncia: "dime con quien anda y te diré quien eres" y en este

sentido podemos afirmar que quien anda con gente toxica, se vuelve toxico. En Cambio, quien rodea su vida de gente valiosa, se vuelve valioso.

En los Grupos Juveniles, te vas a rodear de gente así. Ascensores, que le aportan valor y riqueza a tu vida, donde vas a encontrar tus verdaderos amigos, esos que no pasan, que van a crecer contigo y van a descubrir la vida juntos.

Todo esto, es posible por nuestro mejor amigo, Cristo. En quien nos configuramos y de quien intentamos aprehender las lecciones que se convertirán en centro y eje de nuestra vida madura.

Y tu, de quien estas rodeado?

El Voluntariado de Leticia es un grupo conformado por 27 jóvenes entre las edades de 14 y 24 años, llevamos aproximadamente 1 año y medio de haber iniciado con esta grandiosa experiencia.

Nuestro propósito en este hermoso territorio de Leticia, es crecer en el amor a Dios, La Santísima Virgen María y sobre todo entregarnos en el servicio de muchas personas que de una u otra manera sufren en nuestro territorio por causa de la pobreza.

Iniciamos nuestro compromiso con el grupo en el año 2010, llamándonos “AMIGOS DE JESÚS” tomando como referente el texto Bíblico: Jn 15, 14-17 “Jesús dijo: Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no esta al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a

conocer a ustedes. No me escogieron ustedes a mi, sino que yo los escogí a ustedes y los comisione para que vayan y den fruto, un fruto que perdure”.

“ASI EL PADRE LES DARA TODO LO QUE PIDAN EN MI NOMBRE.

ESTE ES MI MANDAMIENTO QUE SE AMEN LOS UNOS A LOS OTROS.”

Es por esto que durante el año 2011 nos fuimos configurando con el deseo de seguir a Jesús y veíamos que no podemos estar como riendas sueltas, que debíamos tener algo establecido naciendo así la necesidad de pertenecer al Voluntariado Juvenil Vicentino.

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Ha sido una experiencia bastante fructífera, pues vimos que nuestro grupo fue cogiendo fuerza y que realmente Jesús no había llamado; hemos acogido la vivencia de nuestro patronos “Vicente y Luisa”, tratamos en lo posible de vivir el testimonio del buen Samaritano, acogiéndonos unos a otros, formándonos, para luego salir y compartir ésta experiencia con los más necesitados.

El Voluntariado Juvenil de Leticia,

tiene una sola misión!. Ser el lugar donde podamos crecer rodeado de felicidad, y desarrollar

nuestra vida entre personas y momentos únicos!

¡PORQUE MÁS QUE UN GRUPO, SOMOS UN ESTILO DE VIDA! =)

Un abrazo inmenso para todos los Voljuvistas. Cuenten siempre con nuestra Oración.

VOLJUVI

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¡Nuestra junta provincial de Bogotá!

SOMOS UNA JUNTA QUE HACEMOS DE NUESTRAS REUNIONES EXPERIENCIAS DE FRATERNIDAD

En nuestra tercera reunión como Junta Coordinadora Provincial del Voluntariado Juvenil Vicentino, queremos compartirles a todos ustedes amigos Voljuvistas, el avance que hemos tenido en cuanto al mayor conocimiento de nuestros Estatutos y Manual, al igual hemos entendido mejor lo que concierne al cambio sistémico y a la invitación que se nos hace para que nuestros proyectos de servicio a los más pobres sean de este carácter.

Uno de los puntos que fue esencial dentro de la reunión, es lo que corresponde al proyecto financiero que solventará algunos gastos que se tendrán para estos 3 años de servicio como Junta; el proyecto gira entorno a dos ejes fundamentales la formación y la divulgación del movimiento.

Tuvimos un espacio para despedir a nuestro Asesor Nacional el Padre Alexander Correa de la Congregación de la Misión, y en nombre de todos ustedes le dimos un abrazo caluroso de agradecimiento por todo lo que de él pudimos aprender, de su servicio generoso y efectivo. Dios lo guarde y le ayude muchísimo en el nuevo servicio que le ha pedido lejos de nuestra querida Colombia, en Francia - Valfleury.

Que San Vicente nos continué llenando del amor de Jesús servidor de los pobres, en su fiesta que ya nos aproximamos a celebrar, FIESTA DEL VOLUNTARIADO JUVENIL VICENTINO, MIL Y MIL FELICITACIONES A TODOS.

Sor Yineth Marcela Rivas V. Asesora Provincial Provincia Bogotá

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Nuestro orgullo es ser VOLJUVISTAS

Desde toda la eternidad Dios nos ha destinado para ello; para ser jóvenes dedicados al servicio evangelizador de nuestros Hermanos(as) los pobres, por todas partes de nuestro bello país Colombia y fuera de él.

Nuestra consagración bautismal nos impulsa con renovado espíritu a ofrecernos como hostias sagradas a la santificación de nuestros pueblos, desde nuestro testimonio abnegado, fiel, creativo, alegre y trascendente.

Como comunidad Juvenil celebremos en el contexto de Iglesia, la fiesta del VOLUNTARIADO JUVENIL VICENTINO, en el día de nuestro Santo Patrón San Vicente de Paúl. Y quienes tengan el deseo y la preparación de prometerle a Dios un mayor compromiso Voljuvista, no duden en remar mar adentro, escribiendo una carta a su Asesor y Coordinador local pidiendo hacer las promesas Voljuvistas.

Para poder dar este paso es necesario prepararse espiritualmente, con un retiro espiritual programado con el asesor y con una buena confesión; también deben en el momento de realizar sus promesas diligenciar el acta de promesas y hacérnosla llegar a la junta provincial para así poder, llevar el control en la base de datos desde el registro correspondiente.

Recuerden que el manual Voljuvista es claro en su página seis: habla del primer proceso cuando un joven entra al Voluntariado, es llamado inducción es de un tiempo de 3 meses que finaliza con la entrega de los estatutos y el manual y que para esta etapa la edad debe ser de 14 años en adelante, luego de la inducción sigue la profundización que comprende de un año después de la inducción, el formulario de la promesa se encuentra en el manual Voljuvista, en la sección de los anexos, numero 2.

Que el servicio a los pobres siga siendo nuestro motor, Dios los bendiga.

DANIELA LILIANA SIERRA VERGEL Coordinadora Voljuvi Provincia Bogotá.

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<< Apreciados Voljuvistas:

A través de esta sencilla comunicación queremos compartirles las novedades del Voluntariado, como ya ustedes bien saben, inauguramos el concurso del manual Voljuvista, donde a través de un video su comunidad juvenil local explica y coloca en práctica nuestro MANUAL.

Dicho video debe ser enviado antes del 10 de Octubre, y se evaluará:

- Creatividad

- Puntualidad en la entrega

- Diseño

- Contenido

El premio será la cruz Voljuvista, cuya fotografía enviamos, sus medidas son 1mts de largo por 50 ctms de ancho.

El Señor recompense, su esfuerzo y estilo de vida Voljuvista.

ESCUELA DE EMAÚS CHITA – BOYACÁ

La Escuela de Formación y Animación Juvenil Vicentina, se desplazó hasta el municipio de Chita Boyacá, donde hace presencia las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, desde el

trabajo misionero con los movimientos Juveniles de nuestra Familia Vicentina; Juventudes Marianas Vicentinas y el Voluntariado Juvenil Vicentino, en dinámica Parroquial.

El objetivo Principal de este primer nivel de Animadores: Formar a los líderes juveniles en la Metodología experiencial, como herramienta clave para el proceso evangelizador de las comunidades juveniles, desde la propuesta EMAÚS.

Participaron alrededor de 32 jóvenes, Sor Milena Orjuela HdlC, Pbro. Jin Martínez de la diócesis de Arauca y Catalina Sánchez pre postulante de la Comunidad, quienes colocaron a disposición todo su dinamismo juvenil, al igual que la Comunidad local de las Hijas de la Caridad en Chita y los feligreses de la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria quienes aportaron con la logística del evento.

FUE TODO UN ÉXITO!!!

Invitados, quienes aún no han tenido la experiencia del encuentro Formativo con Jesús Resucitado desde el camino de EMAÚS, a participar del I Nivel de Animadores y I Nivel de Asesores en Bogotá del 9 al 12 de Noviembre de 2012, enviando sus inscripción al siguiente correo electrónico: [email protected], encontraran el plegable del I Nivel de Animadores y I Nivel de Asesores, en nuestro blog: http://pastoraljuvenilvicentina.blogspot.com/

PASTORAL INFANTIL Y JUVENIL PROVINCIA DE BOGOTÁ