Boletin cada semana 01 de abril
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Cada Semana, 1/4/2013 San Pedro
Sula Reflexión
PASCUA DE RESURRECCIÓN, vida nueva. Dice una vieja
canción pascual: “Cuando la aurora nacía el Señor
resucitó, Hoy es el día gozoso de la nueva creación.
Aleluya.
La imagen del Papa Francisco nos ayuda a ver con ojos
nuevos, llenos de esperanza estos tiempos difíciles que
vivimos. Han sido tantos los gestos de sencillez y humildad
“franciscana” que en estos pocos días ha tenido para con
nosotros que sólo verlos nos catequizan. Verlo y escucharlo
nos ayuda a comprender el sentido de la Pascua: Vida
nueva, luz, claridad, resplandor, sencillez, triunfo del bien,
el mayor que sirve a los pequeños… el sucesor de Pedro
dando ejemplo y poniéndose a lavar los pies a los pobre, a
los presos, a los jóvenes, a los últimos…
El Señor resucitó, ¡Aleluya!,
y vive entre nosotros, ¡Aleluya!
Como nueva aurora que nace en primavera,
como nueva aurora, el Señor resucitó.
El Señor resucitó, ¡Aleluya!,
y vive entre nosotros, ¡Aleluya!
Cristo, nuestra Pascua, pagó nuestro rescate.
Cristo, nuestra Pascua, nos dio la Salvación.
Cristo, grano muerto en el seno de la tierra.
Cristo, grano muerto, fecunda floración.
Dueño de la muerte, vencida en el madero.
Dueño de la muerte por su Resurrección.
Siervo dolorido, enterrado en el sepulcro.
Siervo dolorido, triunfal resucitó.
Príncipe que sube aclamado por las gentes.
Príncipe que sube aclamado: ¡Triunfador!
Ábranse con gozo las puertas celestiales.
Ábranse con gozo a la entrada del Señor.
El Señor resucitó, ¡Aleluya!,
y vive entre nosotros, ¡Aleluya!
¡Noche feliz en la cual se unen el cielo con la
tierra, lo humano y lo divino!
Esta es la noche en que, rotas las cadenas de
la muerte, Cristo asciende victorioso del
abismo.
Te rogamos, señor, que este cirio,
consagrado en honor de tu nombre, para
destruir la oscuridad de esta noche, arda sin
apagarse. Que el lucero matinal lo encuentre
ardiendo, ese lucero que no conoce ocaso,
Jesucristo, tu Hijo, quien resplandece sereno
para el linaje humano y vive y reina por
siempre.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección.
¡Ven Señor Jesús!
Por nuestra fe estamos obligados a
dar testimonio y proclamar la
resurrección de Jesús como
acontecimiento real. Dice el Papa,
lo debemos hacer con fuerza, pues
hoy, en nuestro mundo, no falta
quien trate de negar su historicidad
y verlo como un mito.
Este acontecimiento cambió la vida de los testigos
de la Resurrección y debe transformar nuestra vida
pues también somos testigos hoy de la resurrección del
Señor.
Todos los cristianos somos testigos de la resurrección y
por lo mismo del amor de Cristo crucificado y
resucitado por amor. Tenemos a Dios con nosotros, en
nosotros y por tanto debemos dar testimonio a los
demás con nuestro ejemplo, con el cumplimiento de
nuestras obligaciones, con nuestra alegría, con nuestra
caridad y entrega al prójimo. Jesús nos invita a ser
apóstoles alegres y sin temor alguno, pues tenemos a Él
como nuestro amigo y nuestra fortaleza.
“Todo lo puedo en aquel que me conforta”
SANTIDAD
Superior General
Pascua Juvenil El Sábado Santo desde muy temprano y hasta
las diez de la noche se iniciaba la Pascua Juvenil con
un nutrido grupo de jóvenes, más de cien, de nuestros
dos centros lasallistas de San Pedro. Un bonito
número de exalumnos y exalumnas reforzaron al
grupo animador. No fue menor ni en número ni
calidad el acompañamiento generoso y voluntario de
maestros de primaria y secundaria y personal
laborante en ambos colegios. El Hno. Fito, como
muestra del gran cariño que tiene a nuestro alumnado
se ofreció insistente y generosamente a colaborar con
nosotros, le acompañó el Hno. Juan Carlos. Los
Hermanos Francisco Cruz y José Cambón
acompañaron y compartieron con los alumnos de
maneras diversas.
Esta experiencia pascual juvenil continuó el
domingo de Ramos desde las siete de la mañana
hasta la una de la tarde.
El tema que orientó toda la actividad fue:
JESÚS CAMBIA TU NORTE. EXPERIENCIA DE SAN PABLO.
Tiempos de integración fraternal y amistosa,
dinámicas lúdico formativas, experiencia de actividad
comunitaria, cantos, oración, meditación, Charlas,
videos, películas y mucho compartir… llenaron estas
jornadas que fueron repartidas en los distintos
ambientes físicos de los que gracias a Dios podemos
disponer. Los tiempos de comida fueron disfrutados
por todos por lo apetitosos y variados que estuvieron.
Terminó esta actividad pascual con la
celebración de la Santa Misa presidida por nuestro
capellán Padre Natael.
Desde aquí quiero agradecer a todo el personal
de nuestros centros lasallistas. En mi intención están
todos los que se hicieron presentes sin excepción
alguna. Quiero hacer mención especial a los
empleados de mantenimiento que trabajaron
arduamente para tener los ambientes disponibles.
Demos gracias a Dios que nos ha permitido celebrar
estas fiestas pascuales con nuestros alumnos y
alumnas. Pidamos para ellos el don de la conversión
y de la perseverancia para que a semejanza de San
Pablo vuelquen su corazón y sus ojos al Señor
resucitado para que nunca más se pongan del lado
opuesto, del lado del enemigo, sino que por y para
siempre sean discípulos de Jesús y ¿por qué no? Sean
alguno de ellos y ellas misioneros auténticos de Jesús
al estilo de San Pablo: Sacerdotes, Hermanos o
Hermanas al servicio de la Iglesia.
A su Santidad Francisco
Ciudad del Vaticano SANTIDAD: Su elevación a la autoridad suprema de la
Iglesia es una grata oportunidad para
presentarle mis saludos y expresarle, en mi
propio nombre, en nombre de los cinco mil religiosos de la Congregación, de los ochenta mil
educadores, del millón de alumnos que asisten a
nuestras instituciones educativas y de sus
familias, nuestras más ardientes FELICITACIONES por la difícil misión que le
espera, como cabeza de la Iglesia Católica. Elevamos fervientes oraciones al Señor, a la
Virgen Santísima y al gran san José, en el día de
su fiesta, en el cual dará comienzo su ministerio,
con el fin de que no le falte la ayuda necesaria
para ser por muchos años un guía insigne de la
Iglesia y un respiro de esperanza para toda la
humanidad.
Hermano Álvaro Rodríguez Echeverría
Superior General