Carta del direCtor espiritual

Queridos feligreses, una hermandad de penitencia se fundamenta en tres pilares básicos: culto, formación y caridad. Hemos de pensar que cada uno de ellos es imprescindible para seguir el modelo de vida cristiana intrínseco a cualquier grupo de fieles cristiano. No es posible fomentar alguno de ellos y no incidir en los restantes. El ca-mino que Cristo nos muestra a lo largo de la vida no siempre es fácil, más bien es duro en muchas ocasiones, pero insistiendo en ellos la vereda siem-pre será más recta y amable.

Es un buen momento para preguntaros si en estos años, bajo el amparo de Nuestra Ma-dre del cielo, habéis cultivado estos dones que la iglesia nos ofrece para caminar por la vida. Mirad hacia atrás y pensar si aprovecháis correc-tamente lo que supone formar parte de un grupo parroquial para perfeccionar virtudes y subsanar defectos.

El futuro lo podemos ver a través de la llegada de la imagen de Cristo. Él ofrece su misericordia al mundo a través de la cruz. Esa cruz que abraza entre sus manos es el árbol de nuestros pecados, es el peso de todas nuestras faltas que el Señor acepta con resignación pero a la vez con fortaleza. Pero también, esa cruz es el árbol de donde tenemos que coger el fruto de la vida cristiana, la redención, la salvación. En ella podemos sentir a la vez nuestros pesares y nuestra confortación.

La llegada del Redentor del Mundo debe serviros para incrementar la oración, ver-dadero regalo de Dios para acercarnos a Él, para perseverar en la formación continua en el evan-gelio y la tradición de la iglesia y para cultivar más aún si cabe la caridad como fruto del amor fraternal entre hermanos.

Cristo abraza la cruz y nos invita a ayu-darle a caminar con ese peso gracias a la media-ción de la Virgen y el ejemplo de los santos. Te-nemos la oportunidad de hacerlo unidos dentro de la misma barca que es la iglesia militante, te-nemos las herramientas de la oración, la perseve-rancia y el amor y obtenemos la fuerza para ello de la comunión que juntos tomamos del sagrario.

El próximo día 10 acogeremos la re-

sumario

Carta del direCtor espiritual

Carta del hermano mayor

introduCCión

la advoCaCión de nuestro padre Jesús nazareno redentor del mundo

”Jesús abraza la Cruz”. el origen de una nueva iConografía para málaga

Jesús nazareno en los evangelios y en las revelaCiones de los santos

eJemplos iConográfiCos en andaluCía

el esCultor e imaginero José antonio navarro arteaga

Edita: Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo y Nuestra Señora Mediadora de la Salvación. Av. Sor Teresa Prat 47, 29003Redacción: Salvador De los Reyes RuedaFotografías: Archivo HermandadMaquetación: Antonio García FernándezEmail: hermandadmediadoramalaga@gmail.comWeb: hermandadmediadoramalaga.blogspot.com

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presentación escultórica del Redentor del Mundo, seremos afortunados de contar con una obra de arte en nuestra parroquia, pero Él siempre ha estado con nosotros verda-deramente presente en el altar y nunca nos abandonará. Sigámosle.

Rvdo. Padre Santiago Correa Rodríguez

Carta del hermano mayor

Queridos hermanos, me dirijo a vosotros para anunciaros que nuestro Sagrado Titu-lar, Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo, será bendecido (D.M.) el próxi-mo día 10 de noviembre a las 11:30 horas en las Escuelas del Ave María, al amparo de nuestra parroquia de Santa María de la Encarnación, por nuestro director espiritual Rvdo. Padre D. Santiago Correa Rodríguez.

Es para nosotros un motivo de enorme alegría, pues completamos nuestra Hermandad con la imagen de Nuestro Se-ñor Jesucristo, en una iconografía nueva en la ciudad de Málaga que es la del Nazareno que abraza la Santa Cruz. A partir de ahora la mirada de la Santísima Virgen Mediadora se dirigirá a su amado Hijo mostrándonos quien es el Camino, la Verdad y la Vida y resonará en nuestra mente y corazón sus pa-labras en el evangelio: “Haced lo que el os diga”.

Ha supuesto un gran esfuerzo te-ner una talla que sorprenderá por su belleza y calidad, realizada por el imaginero José Antonio Navarro Arteaga, pero la respuesta

de los hermanos y devotos de la Encarna-ción ha sido decisiva y muy generosa para que nuestra feligresía de Las Delicias, Gi-rón y Parque Mediterráneo tenga a su Naza-reno que, siempre por mediación de su San-tísima Madre, recibirá nuestras oraciones, súplicas y peticiones.

Este Año de la Fe ha sido muy es-pecial en nuestra Hermandad: el cierre por obras de nuestra sede canónica, el traslado de la Virgen Mediadora al oratorio provi-sional, la vuelta a la capilla del Ave María. Todo esto ha servido para reafirmar nuestra fe y nuestro compromiso como comunidad de creyentes que se sobrepone a las dificul-tades, que confía en el Señor y camina de forma decidida por el camino de la verdad. Hemos rezado más que nunca, nos hemos reunido más que nunca, hemos trabajado en la viña más que nunca, y todo esto se lo queremos ofrecer al Señor para que nos fortalezca espiritualmente y nos ayude a se-guir en este camino de vida que es nuestra Venerable Hermandad y nuestra parroquia.

En estos momentos en que la Cor-poración nazarena de Las Delicias se pre-para para encaminarse hacia la Catedral de la Encarnación como estandarte de la Fe y la devoción de toda nuestra feligresía, lle-ga el Redentor que abraza amorosamente la Cruz, la cruz de nuestros pecados pero también de nuestra Salvación. Que sepamos también nosotros aceptar nuestra cruz de cada día y caminar siempre en la esperanza de la resurrección.

Pedro González Morales

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En noviembre de 1997 acontecía un hito de gran importancia en nuestra feli-gresía y por ende, en nuestro arciprestazgo: una imagen de la Santísima Virgen Dolo-rosa es bendecida en la Parroquia de Santa María de la Encarnación, la popular iglesia del Ave María. Nunca antes se había ben-decido una imagen de estas características en esta zona de la ciudad. Nunca se había puesto la primera piedra para constituir una hermandad de penitencia. Y nunca se había llamado a una Virgen con la advocación puramente catequética de Mediadora de la Salvación.

Ese primer domingo de adviento se plantó un rosal de fe y devoción a los pies del altar que representa ese momento subli-me para todos los cristianos que es la Encar-nación del Hijo de Dios en el seno virginal de una mujer llamada María, convirtiéndo-se en la primera entre los santos. Floreció ese rosal de fe cuya flor más pura es nuestra Madre y Mediadora, y a pesar de las espi-

El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.”

Evangelio de San Lucas 1, 30-33

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nas, ha ido congregando en estos quince años a numerosos fieles y devotos que se postran a los pies de la Virgen para ser merecedores de realizar ese último viaje a Dios en la barquita que, como represen-tación de la Iglesia, lleva la Virgen en su mano.

En estos años nuestra Virgen Mediadora ha presidido los cultos a Ella dedicados. Primero se celebraban en oc-tubre, por el mes del Rosario. Después fueron trasladados a mayo, para coin-cidirlos con la fiesta de la Mediación Universal de María.También ha sido la humilde protagonista de sus cultos exter-nos, únicos en nuestra parroquia. Desde 1999, al amanecer del doce de octubre, entre cánticos y rezos de alabanza por ser Madre de Dios y Pilar de nuestra fe, ca-mina Nuestra Mediadora en Rosario de la Aurora. En 2001 se añadió la proce-sión del Viernes de Dolores, que pronto supuso la manifestación religiosa más importante de la feligresia, con su cortejo de elegantes nazarenos que alumbran a la Santísima Virgen cada año en las víspe-ras de la celebración Pascual.

Bajo el palio que le regaló nues-tro amor, la Virgen Mediadora, ha ido año tras año recogiendo oraciones, súplicas y agradecimientos. La “humilde esclava del Señor” todo esto lo lleva guardado en su corazón para ofrecerlo a Dios, por su intercesión, para la salvación de sus hijos que la veneran.

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La Virgen ha seguido con su atenta mirada nuestras catequesis, de-dicadas a que comprendiéramos mejor el mensaje de Dios; los rezos al Padre dirigidos; las reuniones con distintos puntos de vista de todos nosotros, que Ella siempre ha sabido endulzar con el brillo de sus ojos. Ha asistido uniéndose a nuestras manos en las celebraciones eucarísticas semanales. Ha oído nuestras reflexiones en torno a la Sagrada Eucaristía que adoramos cada mes en esa hora que no se pue-de llamar de otra manera que Santa, por ser la de exaltación del Cuerpo de Cristo. Ha presidido elevada en-

tre cirios y flores su Solemne Triduo, estando contenta la que es “Causa de nuestra alegría” de vernos a todos a los pies del sagrario. Ha recibido los besos emocionados de todos los que la veneramos y los ha seguido guar-dando en su corazón. Porque aunque hablemos en pasado la Virgen preside nuestra vida cada año como si fuera el primero, porque aunque la rueda del tiempo parece que repite fechas y ce-lebraciones, cada fiesta en torno a Ella es nueva, porque así lo sentimos sus hijos.

Y su Venerable Hermandad,

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llegado este punto después de más de quince años de historia, quiere refor-zar su compromiso cristiano. Y para ello bendecirá el próximo día 10 de noviembre una imagen que represen-ta a Nuestro Señor Jesucristo en el momento de abrazar la cruz, símbolo de nuestros pecados y de nuestra sal-vación, antes de caminar por la calle de la amargura y morir en el Monte Calvario. Este es nuestro anhelo, rezar ante Nuestro Padre Jesús Nazareno, con la advocación de “Redentor del Mundo”. Con ello, nosotros, los orgu-llosos hijos de la Virgen Mediadora,

habremos cumplido nuestro deseo de engrandecer espiritualmente a nuestra Hermandad y también a nuestra parro-quia, feligresía y a la Málaga católica, al bendecir una imagen de Jesús Na-zareno.

Con ello nuestra Hermandad estaría completa con sus dos titulares, como el resto de hermandades de Pa-sión de nuestra diócesis.

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La advocación de Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo ha sido propuesta por nuestro párroco, el Rvdo. Padre D. Santiago Correa Rodríguez. Ninguna talla de una hermandad andaluza ni de nuestra diócesis posee esta advocación de Re-dentor del Mundo.

Si buscamos una justifica-ción evangélica, nos acercamos a San Juan, el cual en el capítulo 14, versículos 6 al 9, nos escribe las pa-labras de Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al padre sino por mí. Si me conocéis a mí, co-noceréis también a mi padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto”. Por ello Cristo es nuestro Redentor.

En los tiempos que corren ne-cesitamos, aún más si cabe, saciar nuestra necesidad de conocer los prin-cipios religiosos en vez de ignorarlos

La advocación de Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”

1ª Pedro 1, 18-20

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y de caer en el error, y de conocer quien es nuestro Redentor. Jesús es quien nos da una revelación perfec-ta de Dios. Tenemos la necesidad de una verdad absoluta que es Dios. Esta afirmación nos ayuda y da es-peranza. Esta realidad es que existe un Padre eterno que nos ama aún pudiendo estar ofendido. Un Padre que se hace carne por nosotros. Y que muere en la cruz por nuestros pecados. Pero finalmente resucita y nos ofrece la vida eterna, la salva-ción eterna, pues todos resucitare-mos gracias a Él. Este es el princi-pio más importante del ser humano: que existe un Dios que nos ama y nos ofrece un paraíso de vida eter-na, como nuestro Redentor que es.

Por eso los hermanos aco-gidos por nuestra Madre Media-dora, deseamos que la imagen de Jesús Nazareno con la advocación de Redentor del Mundo llegue e inunde de sentido catequético nuestras vidas. Que nuestra Her-mandad, ya en su título, sea una catequesis que proclame que sólo existe un Redentor del género hu-mano y que nuestra mejor interme-diaría ante Él es nuestra Bendita e Inmaculada Madre, Mediadora de la Salvación. Deseamos una repre-sentación plástica de Nuestro Señor que aglutine a todos sus hijos que le vean abrazar la Cruz por noso-tros. Por todos. Jesucristo es la re-

velación, final y completa de Dios. Jesús es el Redentor. Por eso se lla-ma así nuestro Divino Nazareno.

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Retablo Convento Santa María de Jesús, Sevilla Juan de Oviedo, 1587

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A.M.D.G. et V.B.M Málaga, Año de la fe

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“Jesús abraza la cruz”El origen de una nueva iconografía para Málaga

“El Señor abrazó la Cruz con gran alegría y la besó con gran ternura”

Fray Pedro de Santa María de Ulloa

La iconografía de Jesús abrazando la cruz escenifica, de manera alegórica, la aceptación por parte de Nuestro Señor de su condena a muerte para liberarnos de la pesa-da carga de nuestros pecados. Jesús abraza el elemento de su martirio, pues por su muer-te, toda la humanidad recibió el premio de la salvación eterna: “Porque habiendo veni-do por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos: pues del mismo modo que por Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cris-to. Pero cada cual en su rango: Cristo como primicia; luego los de Cristo en su venida”. (Primera Epístola de San Pablo a los Corin-tios 15, 21-24)

Desde el arte paleocristiano hasta fi-nales del gótico, siglos V al XV, la manera más usual de representar a Cristo camino del Calvario fue abrazando el “stipes” o travesa-ño largo de la cruz. Esta iconografía encie-rra un alto contenido simbólico más que un estricto rigor histórico. Cristo lleva la cruz como si fuera un estandarte. Un estandarte de la salvación.

Cristo con la Cruz a cuestas. El Greco

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Esta forma iconográfica tuvo gran predicamento en las representacio-nes pasionistas europeas. Será el Greco en el siglo XVI quien la convertirá en estampa difundida por todo el mundo. Una estampa devota de la imagen de Cristo abrazando el madero con una fuerte carga de espiritualidad. Sirvió de modelo en el campo de la escultura, conjuntamente con el fresco de la ca-tedral hispalense denominado “Cristo de los ajusticiados”, del pintor Luis de Vargas, inspirado así mismo en los gra-bados del artista Lucas van Leyden, de gran difusión en la época.

Siguiendo estos ejemplos plásticos, se realiza la imagen del Nazareno de la iglesia de San Bartolomé de Carmona, una portentosa talla completa de Nues-tro Señor Jesucristo abrazando la Cruz. Sirvió de primer ejercicio para la reali-zación del definitivo icono en madera que representa y sublima esta idea teo-lógica: Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Hermandad del Silencio, venerada en la Iglesia de San Antonio Abad, en Sevilla.

Teniendo como base este ori-gen iconográfico, nuestra Hermandad quiere representar este momento pu-ramente alegórico, en la imagen de su futuro titular cristífero. La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno Reden-tor del Mundo representará al Señor en el momento trascendental de estrechar con fuerza, valentía y profundo amor el madero de la cruz contra su pecho. Lo enarbolará como si se tratara de un lá-baro triunfante, representando ante los fieles que le recen, la idea, sumamente abstracta, del sí absoluto de Jesús a en-tregar su vida por nuestra salvación.

Los devotos orantes ante Él ob-servaremos plásticamente la entrega de Jesús con toda la dignidad y entereza, como hombre, y con todo el amor por nosotros, como Dios.

Nuestro Padre Jesús Nazareno, Sevilla

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Jesús Nazareno en los evangelios y en las revelaciones de los Santos

“¡Oh Jesucristo! ¡Sois la eterna dulzura de todos los que Os aman; la alegría que sobrepasa todo gozo y deseo; la salvación y esperanza de todos los pecadores.”

Revelaciones de Santa Brigida de Suecia

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Los hermanos de esta Venerable Institución debemos meditar qué hubiera sido del género humano si Jesús no abraza la Cruz. Debemos sentarnos ante el Sagra-rio, ponernos en manos de Dios, y llenos del Espíritu Santo, reflexionar para comprender y hacer comprender a nuestros hermanos, so-bre el inmenso sacrificio del Hijo de Dios, que comienza a caminar con la Cruz sobre sus hombros hacia el Calvario para salvar al mundo.

Debemos enaltecer esta idea subli-me y para ello mostrar a Jesús triunfante a la hora de abrazar la Cruz, pues toda imagen que represente a nuestro Señor debe mostrar su inmenso amor por nosotros, y en este caso concreto, mostrar la entrega de su propia vida, derramada gota a gota por nosotros.

El ejemplo de Jesús Nazareno debe ser la guía para caminar en nuestra vida par-ticular y en nuestra vida de Hermandad. Y a partir de la contemplación de esta imagen gozosa del Hijo de Dios, reflexionar sobre las aportaciones de los evangelistas sobre el relato canónico de la Pasión de Cristo.

Es importante saber que la devoción a la Pasión de Cristo, y concretamente a la iconografía de Jesús Nazareno, cargado con la cruz, está presente en todos los pueblos y ciudades de Andalucía y España en general, siendo sus representaciones de gran calado espiritual entre sus fieles devotos. Junto con el crucificado, podemos decir que Nuestro Padre Jesús Nazareno representa el momen-to evangélico que con más fervor aglutina a

Cristo de los ajusticiados, Luis de Vargas

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los cristianos a meditar sobre la pasión salvadora del Redentor.

Los evangelios canónicos refle-jan de forma muy concisa la referencia a este tema. No hablan explícitamente del abrazo de Jesús a la cruz, aunque lo suponen. La base evangélica la encon-tramos en el texto de San Juan 19,17 “que llevando a hombros su propia cruz, salió hacia un lugar llamado ‘La Calavera’ (que en la lengua de los ju-díos se dice Gólgota).” Hace mención explícita de que Jesús porta sobre sus hombros el madero de la cruz. El res-to de evangelistas hacen alusión sin embargo a Simón de Cirene, “padre de Alejandro y de Rufo que, llegando del campo, fue obligado a llevar la cruz de-trás de Jesús” (Evangelio de San Lucas 23,26; Evangelio de San Marcos 15,21; Evangelio de San Mateo 26,32).

En los evangelios apócrifos destaca el de Nicodemo, quien escri-bió las llamadas “Actas de Pilatos”, en el que narra de forma muy detallada la subida de Cristo con la cruz a cuestas hacia el Calvario.

Por otro lado, en los textos de los Santos Padres, debemos acercarnos a los comentarios que hacen de la Pa-sión los teólogos medievales. Destaca San Gregorio Nacianceno. Aunque nun-ca escribió comentarios bíblicos, ni tra-tado dogmático. Sus sermones, cartas y poemas, tratan de reflexionar la Pasión

de Nuestro Redentor. En su poema “La Pasión de Cristo” realiza una síntesis que implica y reclama continuamente la encarnación, en el plan de salvación concebido por Dios para el hombre des-de la eternidad. Narra así la reacción de la Santísima Virgen al contemplar a Jesús en la calle de la amargura. “Hijo mío, de estirpe divina, te arrastran las manos de estos criminales y lo soportas. Te conducen a las cadenas y por tu pro-pia voluntad te diriges hacia ellas tú que eres quien libras de sus cadenas al linaje de los encadenados”.

Nuestro Padre Jesús Nazareno Abrazando la Cruz, Écija

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En cuanto a las revelaciones de los místicos, destacan las de Santa Brí-gida de Suecia e Hildegarda Von Bin-gen en plena Edad Media, que tendrán mucha influencia en el mundo del arte sacro.

Por otro lado debemos citar la importancia que le damos los cristianos al culto de la Santa Cruz, elemento ico-nográfico que abrazará Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo.

La Cruz representa nuestra re-conciliación con Dios: “Y reconciliar por él y para él todas las cosas, pacifi-cando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos.” (Colosenses 1,20). “Destruyó el odio en la cruz, y habiendo reunido a los dos pueblos, los reconcilió con Dios por medio de la misma cruz.” (Carta a los Efesios 2,16). Así mismo, abrazar la Cruz es requisito para resucitar: “Por-que si hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrec-ción semejante”. (Carta a los Romanos 6,5). Jesús nos invita a abrazar la Cruz: “El que no toma su cruz y me sigue de-trás no es digno de mí”. (Mateo 10,38). “Si alguno quiere venir en pos de Mi, niéguese a si mismo, cargue con su cruz y sígame”. (Mateo 16,24).

Numerosos santos hacen una excelente reflexión sobre la Santa Cruz, destacando San Ignacio de Loyola,

quien escribió: “No hay manera mejor para conservar el amor de Dios que la madera de la cruz”. Nos invita a meditar sobre el abrazo de nuestra propia cruz para llegar al Padre. Por su parte San Luis María de Montfort nos dice: “Na-die puede llevar su cruz todos los días alegremente sin una tierna devoción a la Santísima Virgen María”.

Los santos carmelitas también meditan sobre lo trascendente del made-ro. San Juan de la Cruz escribe: “Quien busca la gloria de Cristo y no busca la cruz de Cristo, no busca a Cristo”. Y Santa Teresa, Doctora de la Iglesia: “En la cruz esta la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo”.

Y por último recogemos esta sencilla pero conmovedora cita de San-ta Teresa de los Andes: “Él viene con una cruz, y sobre ella está escrita una sola palabra que conmueve mi corazón hasta sus más íntimas fibras: amor”.

Todas estas reseñas nos deben ayudar a reflexionar sobre la figura de Nuestro Señor abrazando la cruz. Un madero que pasó de ser el más común de los elementos de ejecución romanos a convertirse en el estandarte que pro-clama que Cristo murió por nosotros y resucitó para nuestra salvación.

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Ejemplos iconográficos en andalucía

“Igualmente, que deben tenerse y conservarse, señaladamente en los templos, las imágenes de Cristo, de la Virgen Madre de Dios y de los otros santos, y tributarles el debido honor y veneración”

Concilio de Trento, sesión XXV (3 y 4 de diciembre de 1563)

Nuestro Padre Jesús NazareNo, archicofradía del sileNcio, iglesia de saN aNtoNio abad, sevilla

La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno totalmente anatomizada, es de madera de cedro, con encarnadura con la técnica del pulimento, y está en posesión de la Hermandad desde principios del siglo XVII. Atribuido Francisco de Ocampo y Felguera, hacia 1610.

Nuestro Padre Jesús de los reyes, hermaNdad de la vera cruz, Parroquia de saN José y esPíritu saNto, córdoba

Obra realizada por el escultor Antonio Dubé de luque en el año 1987. Representa el abrazo místico de Jesús a la Cruz.

Nuestro señor del PerdóN, hermaNdad de las PeNas. iglesia colegial de saNta maría la mayor, de roNda

Esta imagen del abrazo místico de la Jesús a la Santa Cruz fue realizada por Luis Álvarez Duarte en 1991.

Nuestro Padre Jesús NazareNo abrazado a la cruz, iglesia mayor de la saNta cruz, éciJa

La obra se atribuye tradicional-mente a la labor del genial imaginero Pe-dro Roldán, sobre 1698-99.

saNtísimo cristo de la saNgre, iglesia del real moNasterio de saN zoilo, aNtequera

Es una imagen de talla completa realizada en el siglo XVII, atribuida al escultor Diego de Vega.

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El escultor e imaginero José Antonio Navarro Arteaga

“El escultor saca todo lo superfluo y reduce el material a la forma que existe dentro de la mente del artista”

Giorgio Vasari

El Cabildo de Hermanos de nues-tra Venerable Hermandad, celebrado el 17 de febrero de 2012, aprobó por unanimidad, a propuesta de la Junta de Gobierno, el proyec-to de realización de la imagen de Nuestro Pa-dre Jesús Nazareno Redentor del Mundo por el escultor imaginero José Antonio Navarro Arteaga.

Este artista nació en Sevilla en 1966. Está especializado en imaginería religiosa. A los 15 años ingresó como aprendiz en el taller del escultor Juan Ventura, discípulo a su vez de Francisco Buiza. A partir de 1986 comenzó a trabajar de forma independiente en su propio taller.

Algunas de sus obras más conocidas son el Cristo de Pasión y Muerte, de Sevilla, grupo escultórico formado por Cristo y los doce apóstoles de la Sagrada Cena (Alme-ría), Cristo de la Exaltación (León), Cristo del Amor (Jaén), Jesús de la Esperanza en el Puente Cedrón de la Agrupación de La Mila-grosa (Sevilla), Nuestra Señora del Amparo (Córdoba) y varios retablos para la Ermita de El Rocío de Almonte (Huelva).

Entre sus obras no religiosas destaca el monumento dedicado a la afición del Real Betis Balompié que está situado en la Aveni-da Ramón Carande de Sevilla.

Sus obras en Málaga son el grupo escultórico de la Pollinica, San Juan Evan-gelista y romano del misterio del Nazareno de la Salutación. Para la Hermandad de las Penas realiza así mismo un San Juan, los evangelistas y numerosos querubines para el trono del Cristo de la Agonía.

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boCeto en barro de nuestro padre Jesús nazareno redentor del mundo

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