BOLETÍN SUBDIRE CCIÓN DEADMINIS TRACIÓN YFINANZAS

DICI

EMBR

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53 AÑOS HACIENDO HISTORIApág. 2

La asistente social, Teresa Escalona Sepúlveda, quien ingresó a Gendar-mería en este período, nos entregó su testimonio.

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Especial Bienestar Social

Conversamos con quienes han sido parte de este crecimiento.

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Jefa del subdepartamento de Bienestar Social: “Cada día nos sentimos más motivados para seguir avanzando”.

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LOS 90, UNA DÉCADA DE CONSOLIDACIÓN

EL BIENESTAR ACTUALEL SERVICIO DE BIENESTAR MÁS GRANDE DE LA ADMINIS-TRACIÓN PÚBLICA

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tos. También este primer boletín dio cuenta del trabajo de la comisión organizadora de la elección del Primer Consejo de Bienestar, que se efectuó el 2 de marzo de ese año y del resultado de la misma que se dio a conocer el 12 de marzo. Otro tema que quedó registrado fue el estado de cuentas, que ascendió a un total de 35.200 escudos (moneda de la época) y el listado total de socios, 865 fueron los primeros inscritos.

En un principio solo podían ser socios los funcionarios y funcionarias de planta, como nos contara la asistente social Camila Chaparro, quien ocupó el cargo de jefa de Bienestar durante 13 años, desde 1977 hasta 1990.

Su historia dentro de nuestra Institución dejó marca. “Ingre-sé a Gendarmería en 1962 a hacer mi práctica profesional como asistente social egresada de la Universidad de Chile y me quedé trabajando en la Correccional de Mujeres, hoy el

tos. También este primer boletín dio cuenta del trabajo de la comisión organizadora de la elección del Primer Consejo de Bienestar, que se efectuó el 2 de marzo de ese año y del resultado de la misma que se dio a conocer el 12 de marzo. Otro tema que quedó registrado fue el estado de cuentas, que ascendió a un total de 35.200 escudos (moneda de la época) y el listado total de socios, 865 fueron los primeros inscritos.

En un principio solo podían ser socios los funcionarios y funcionarias de planta, como nos contara la asistente social Camila Chaparro, quien ocupó el cargo de jefa de Bienestar durante 13 años, desde 1977 hasta 1990.

Su historia dentro de nuestra Institución dejó marca. “Ingre-sé a Gendarmería en 1962 a hacer mi práctica profesional como asistente social egresada de la Universidad de Chile y me quedé trabajando en la Correccional de Mujeres, hoy el

DICIEMBRE 2016

BIENESTAR SOCIAL:“53 AÑOS HACIENDO HISTORIA”

Un 2 de diciembre de 1963, fue aprobado por el Decreto Supremo N° 609, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, el primer reglamento del Servicio de Bienestar Social del Servicio de Prisiones. Hecho que marcó el inicio de este subdepartamento.

“En ese tiempo estaba en Puerto Aysén cuando nos llegó la comunicación para inscribirnos y no dudé en hacerlo, en la perspectiva de tener un bienestar que nos mejoraba las condiciones de vida, pues en ese tiempo los sueldos eran bajísimos”, rememora el coronel (R) Raúl Lara Quiroz, quien en su larga carrera funcionaria, que se inició precisamente en 1963, fue alcaide de los presidios de Coronel, Puerto Aysén, Coyhaique, Limache, San Felipe, Valparaíso y Chillán, luego director regional en Concepción y en la Región Metro-politana, hasta ser subdirector de Administración y Finanzas a principios de los 90, pasando a retiro en 1994.

“Eran muy pocos los beneficios que daban, lo mejor era la colonia de veraneo de Llolleo, que destruyó el terremoto del 85. Por muchos años fue la única casa de veraneo que tuvimos, el 64 la usé por primera vez y llevé a mis padres. Había un pabellón de acomodaciones y un pabellón de comedor. También había un segundo piso donde pernocta-ban los jefes de los Servicios de Prisiones y el director tenía un espacio para él y había otro exclusivo para el Ministerio de Justicia”.

El 15 de agosto de 1964, el directorio de Bienestar, que lo presidía la asistente social Olga Rivero Calvo, sacó su primer boletín de gestión, donde quedaron establecidos sus estatu-

Un 2 de diciembre de 1963, fue aprobado por el Decreto Supremo N° 609, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, el primer reglamento del Servicio de Bienestar Social del Servicio de Prisiones. Hecho que marcó el inicio de este subdepartamento.

“En ese tiempo estaba en Puerto Aysén cuando nos llegó la comunicación para inscribirnos y no dudé en hacerlo, en la perspectiva de tener un bienestar que nos mejoraba las condiciones de vida, pues en ese tiempo los sueldos eran bajísimos”, rememora el coronel (R) Raúl Lara Quiroz, quien en su larga carrera funcionaria, que se inició precisamente en 1963, fue alcaide de los presidios de Coronel, Puerto Aysén, Coyhaique, Limache, San Felipe, Valparaíso y Chillán, luego director regional en Concepción y en la Región Metro-politana, hasta ser subdirector de Administración y Finanzas a principios de los 90, pasando a retiro en 1994.

“Eran muy pocos los beneficios que daban, lo mejor era la colonia de veraneo de Llolleo, que destruyó el terremoto del 85. Por muchos años fue la única casa de veraneo que tuvimos, el 64 la usé por primera vez y llevé a mis padres. Había un pabellón de acomodaciones y un pabellón de comedor. También había un segundo piso donde pernocta-ban los jefes de los Servicios de Prisiones y el director tenía un espacio para él y había otro exclusivo para el Ministerio de Justicia”.

El 15 de agosto de 1964, el directorio de Bienestar, que lo presidía la asistente social Olga Rivero Calvo, sacó su primer boletín de gestión, donde quedaron establecidos sus estatu-

Especial

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“Me encantó mi Servicio, todavía lo quiero, además que tengo dos de mis hijos, acá, uno es coronel y el otro admi-nistrativo. Mi hijo Alejandro desde chiquitito me acompaña-ba a la correccional, aprendió a caminar allá y después llegó a ser jefe de ese penal, lo mimeticé”, nos cuenta orgullosa Camila Chaparro, agregando que a pesar de que eran pocos y el flujo de documentación que manejaban era muy grande y todo era manual, “tuve mucha suerte, me correspondió conducir a un equipo con la camiseta muy puesta y con mucho espíritu de servicio, gente realmente buena”, señala.

“Me encantó mi Servicio, todavía lo quiero, además que tengo dos de mis hijos, acá, uno es coronel y el otro admi-nistrativo. Mi hijo Alejandro desde chiquitito me acompaña-ba a la correccional, aprendió a caminar allá y después llegó a ser jefe de ese penal, lo mimeticé”, nos cuenta orgullosa Camila Chaparro, agregando que a pesar de que eran pocos y el flujo de documentación que manejaban era muy grande y todo era manual, “tuve mucha suerte, me correspondió conducir a un equipo con la camiseta muy puesta y con mucho espíritu de servicio, gente realmente buena”, señala.

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CPF, estuve 15 años y luego fui como Jefa del subdeparta-mento de Bienestar, en 1975. En aquella época teníamos cerca de cinco mil afiliados, solamente personal de planta, y comenzamos a hacer todas las gestiones para poder integrar también a gente que estaba a contrata. Los benefi-cios realmente en la época que yo asumí eran en su mayoría de tipo comercial, a través de convenios con casas comer-ciales. Con el Consejo de Bienestar modificamos un poco ese sistema enfocándonos solo a beneficios de tipo médico con bonificaciones y préstamos. Hicimos convenios con laboratorios y con empresas funerarias, es decir, ampliamos la gama de beneficios con el objeto de que los funcionarios recibieran toda la atención médico y social más completa”.

¿Llolleo seguía siendo el único lugar para vacacionar? Sí, porque como lo decía el ex coronel Lara la infraestructu-ra de la casa de Llolleo no estaba en buenas condiciones, hicimos una remodelación en ella y dejamos en el primer piso un área para nuestros pensionados, que antes no estaban en Bienestar. También nos correspondió sacar adelante el mausoleo de Gendarmería, de hecho me tocó elaborar su reglamento, construyéndolo solo con recursos de Bienestar.

¿Cuánta gente conformaba su equipo?Éramos 8 personas, teníamos oficina de Contabilidad, de Partes y de Cuentas Corrientes, donde se llevaban todas las carpetas de todos los afiliados y todo se hacía a mano. Todas las semanas me tocaba firmar hasta seis talonarios de cheques, que mi marido se reía porque llegaba a tener callos en los dedos. Para hacer mejor los procesos ideamos también una contraloría interna que nos revisaba todo.

¿Se podría decir que durante su gestión comenzó el crecimiento sostenido de Bienestar con el ingreso de la gente a contrata, de los pensionados y también a profesionalizarse?Exacto, con el ingreso de la gente a contrata llegamos a cerca de 8 mil afiliados y eliminamos todos los convenios comerciales, pues no se justificaban y creaban problemas de tipo económico. Como antes era un trabajo más a pulso lo profesionalizamos y ordenamos. Nos coordinábamos con las asistentes sociales de los penales a objeto de que ellas presentaran proyectos y nosotros los implementábamos económicamente con nuestro presupuesto así empezaron los paseos, conjuntos folclóricos, cursos de natación para los niños y la pascua. Toda esa parte social fue lo que más me gustó.

CPF, estuve 15 años y luego fui como Jefa del subdeparta-mento de Bienestar, en 1975. En aquella época teníamos cerca de cinco mil afiliados, solamente personal de planta, y comenzamos a hacer todas las gestiones para poder integrar también a gente que estaba a contrata. Los benefi-cios realmente en la época que yo asumí eran en su mayoría de tipo comercial, a través de convenios con casas comer-ciales. Con el Consejo de Bienestar modificamos un poco ese sistema enfocándonos solo a beneficios de tipo médico con bonificaciones y préstamos. Hicimos convenios con laboratorios y con empresas funerarias, es decir, ampliamos la gama de beneficios con el objeto de que los funcionarios recibieran toda la atención médico y social más completa”.

¿Llolleo seguía siendo el único lugar para vacacionar? Sí, porque como lo decía el ex coronel Lara la infraestructu-ra de la casa de Llolleo no estaba en buenas condiciones, hicimos una remodelación en ella y dejamos en el primer piso un área para nuestros pensionados, que antes no estaban en Bienestar. También nos correspondió sacar adelante el mausoleo de Gendarmería, de hecho me tocó elaborar su reglamento, construyéndolo solo con recursos de Bienestar.

¿Cuánta gente conformaba su equipo?Éramos 8 personas, teníamos oficina de Contabilidad, de Partes y de Cuentas Corrientes, donde se llevaban todas las carpetas de todos los afiliados y todo se hacía a mano. Todas las semanas me tocaba firmar hasta seis talonarios de cheques, que mi marido se reía porque llegaba a tener callos en los dedos. Para hacer mejor los procesos ideamos también una contraloría interna que nos revisaba todo.

¿Se podría decir que durante su gestión comenzó el crecimiento sostenido de Bienestar con el ingreso de la gente a contrata, de los pensionados y también a profesionalizarse?Exacto, con el ingreso de la gente a contrata llegamos a cerca de 8 mil afiliados y eliminamos todos los convenios comerciales, pues no se justificaban y creaban problemas de tipo económico. Como antes era un trabajo más a pulso lo profesionalizamos y ordenamos. Nos coordinábamos con las asistentes sociales de los penales a objeto de que ellas presentaran proyectos y nosotros los implementábamos económicamente con nuestro presupuesto así empezaron los paseos, conjuntos folclóricos, cursos de natación para los niños y la pascua. Toda esa parte social fue lo que más me gustó.

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Para conocer esta historia conversamos con la asistente social, Teresa Escalona Sepúlveda, quien ingresó a fines de 1990, como jefa del Servicio Social del Personal y al poco tiempo pasó a ser la jefa de Bienestar, siendo en ese entonces Director Nacional Isidro Solís. Ella estuvo a la cabeza de este subdepartamento hasta el 2010, es decir, 20 años.

“Cuando me hice cargo de Bienestar fue un período muy complicado, estaba volviendo la democracia y esa transición no fue fácil, es más, diría que fue muy compli-cado pues había un desorden administrativo producto de este cambio profundo que estaba viviendo el país y nuestra Institución. Asumí el 1 de febrero y a fines de ese mes tenía que entregar un balance a la Superintendencia de Seguridad Social, fue un período muy tenso y de mucho trabajo”, nos cuenta Teresa Escalona.

¿Cómo se reflejaba esa transición?A petición del Director Nacional me tocó recorrer todo el país para conocer las condiciones de vida de nuestros gendarmes y el informe que hice fue para llorar. Por ejemplo, había en los penales las famosas camas calien-tes, es decir, se levantaba un gendarme y esa misma cama era ocupada inmediatamente por otro gendarme y para qué le cuento sobre las condiciones de los baños. Sin ir más lejos nuestras cabañas en Llolleo las modificamos completamente, terminamos con los baños compartidos, cada cabaña tenía ahora su baño propio, calefont, camas nuevas con colchones de calidad. Todo esto lo hicimos

Para conocer esta historia conversamos con la asistente social, Teresa Escalona Sepúlveda, quien ingresó a fines de 1990, como jefa del Servicio Social del Personal y al poco tiempo pasó a ser la jefa de Bienestar, siendo en ese entonces Director Nacional Isidro Solís. Ella estuvo a la cabeza de este subdepartamento hasta el 2010, es decir, 20 años.

“Cuando me hice cargo de Bienestar fue un período muy complicado, estaba volviendo la democracia y esa transición no fue fácil, es más, diría que fue muy compli-cado pues había un desorden administrativo producto de este cambio profundo que estaba viviendo el país y nuestra Institución. Asumí el 1 de febrero y a fines de ese mes tenía que entregar un balance a la Superintendencia de Seguridad Social, fue un período muy tenso y de mucho trabajo”, nos cuenta Teresa Escalona.

¿Cómo se reflejaba esa transición?A petición del Director Nacional me tocó recorrer todo el país para conocer las condiciones de vida de nuestros gendarmes y el informe que hice fue para llorar. Por ejemplo, había en los penales las famosas camas calien-tes, es decir, se levantaba un gendarme y esa misma cama era ocupada inmediatamente por otro gendarme y para qué le cuento sobre las condiciones de los baños. Sin ir más lejos nuestras cabañas en Llolleo las modificamos completamente, terminamos con los baños compartidos, cada cabaña tenía ahora su baño propio, calefont, camas nuevas con colchones de calidad. Todo esto lo hicimos

porque una de las tareas prioritarias que asumimos fue elevar la autoestima de nuestra gente. Gendarmería había sido muy abandonada durante la dictadura y eso se notaba hasta en los uniformes que usaban nuestros gendarmes. Nos importó mucho devolver la dignidad a nuestra gente.

¿Qué acción fue importante para esta transición? En lo interno hicimos un manual de procedimientos para todas las funciones de Bienestar, que fue un lujo para la época, tanto así que cada vez que la Superintendencia de Seguridad Social realizaba un encuentro o capacitación para los servicios de bienestar de la administración pública éramos nosotros quienes exponíamos.

¿Qué otras acciones llevaron a cabo?Además de las mejoras en Llolleo, gracias a que contamos con el apoyo fundamental de dos directores de la Institu-ción, Isidro Solís y luego Claudio Martínez y también el apoyo leal y eficiente de todos quienes trabajaban en Bienestar, construimos cabañas de veraneo en Valdivia, Manzanar, un Hogar universitario en Concepción, una casa de huéspedes en Punta Arenas y una nueva en Santiago. También durante mi gestión se construyó el jardín infantil y sala cuna en Santiago, el casino en el Club de Campo, un gimnasio y una sala multiuso para hacer capacitaciones. Queríamos demostrar con hechos que la Institución se preocupaba por su gente.

LOS 90, UNA DÉCADADE CONSOLIDACIÓN

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Ha sido un trabajo en equipo donde se conjugan muchos esfuerzos y nombres. Por este motivo, Quere-mos testimoniar en tres personas a todas y todos los protagonistas de esta bella historia para que nos cuenten no solo de su trabajo, sino también de cómo han visto crecer en este período al Servicio de Bienestar, convir-tiéndolo en el más grande de la administración pública del país.

La ingeniera en administración pública, Claudia Venegas Catalán, es la analista de cuentas de préstamo del subdepartamento de Bienestar Social. Ella ingresó a nuestra institución en 1995 y desde esa fecha trabaja en este subdepartamento, pasando por varios equipos, es decir, se ha convertido en una voz autorizada para hablar de la historia y su desarrollo.

“Cuando ingresé, Bienestar era mucho más chico, éramos pocos funcionarios y la cantidad de socios no era ni la mitad de lo que somos ahora, debido a las políticas de la Institución. Así como fue aumentando exponencialmen-te la planta 1 y 2 también fue creciendo con ellos Bienestar, pues al salir de la Escuela ingresaban inmedia-tamente como socios, ya que sabían de los beneficios que ello conlleva”.

Pero así cómo han ido creciendo en número de afiliados y afiliadas, ¿han ido también aumentando los benefi-cios?

Sí, hemos crecido también en otros aspectos y los montos de éstos han ido aumentando. Cuando llegué a

Ha sido un trabajo en equipo donde se conjugan muchos esfuerzos y nombres. Por este motivo, Quere-mos testimoniar en tres personas a todas y todos los protagonistas de esta bella historia para que nos cuenten no solo de su trabajo, sino también de cómo han visto crecer en este período al Servicio de Bienestar, convir-tiéndolo en el más grande de la administración pública del país.

La ingeniera en administración pública, Claudia Venegas Catalán, es la analista de cuentas de préstamo del subdepartamento de Bienestar Social. Ella ingresó a nuestra institución en 1995 y desde esa fecha trabaja en este subdepartamento, pasando por varios equipos, es decir, se ha convertido en una voz autorizada para hablar de la historia y su desarrollo.

“Cuando ingresé, Bienestar era mucho más chico, éramos pocos funcionarios y la cantidad de socios no era ni la mitad de lo que somos ahora, debido a las políticas de la Institución. Así como fue aumentando exponencialmen-te la planta 1 y 2 también fue creciendo con ellos Bienestar, pues al salir de la Escuela ingresaban inmedia-tamente como socios, ya que sabían de los beneficios que ello conlleva”.

Pero así cómo han ido creciendo en número de afiliados y afiliadas, ¿han ido también aumentando los benefi-cios?

Sí, hemos crecido también en otros aspectos y los montos de éstos han ido aumentando. Cuando llegué a

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Gendarmería no existía el complejo (Club de Campo) y solo teníamos en Llolleo cabañas de veraneo. Cuando entré eran cerca de 6.800 los socios y ahora somos más de 20 mil y este crecimiento ha significado mucho más trabajo y eso involucró que también Bienestar creciera en cuanto a personal. En ese tiempo no éramos más de 30 y ahora somos más de 50. Nuestras oficinas estaban en Amunáte-gui con Agustinas, allí ahora funciona un CRS y desde que se habilitó este edificio en enero del 2013 estamos en Compañía 1048, piso 7.

¿Cómo era en los 90 trabajar en Bienestar? Antes era todo más familiar, nos conocíamos bien, y había una relación más cercana. Ahora, que hay más oficinas y más personal, ha mermado un poco esa cercanía, pues es difícil compartir con todos. Sobre lo bueno, ahora podemos atender a muchos más funcionarios. También por tener más socios ha crecido el fondo solidario y ello ha permitido por lo tanto entregar más beneficios.

Por ejemplo, con respecto a las cabañas, Claudia nos cuenta que son de primera calidad. “Son súper buenas, tienen una muy buena infraestructura y excelente ubica-ción (Bahía Inglesa, Llolleo, Manzanar en la Novena Región, Valdivia y Puerto Montt y una Casa de Huéspedes en Punta Arenas). Generalmente todos los terrenos han sido dona-dos por Bienes Nacionales y la construcción ha sido gracias a los fondos propios de Bienestar. Cada inauguración para nosotros era un gran logro pues les ha permitido a muchos funcionarios disfrutar de buenas vacaciones y eso a nosotros nos gratifica”.

“Trabajar acá ha sido una bella experiencia. Es el lugar donde más años he trabajado y le tengo un cariño inmen-so, no he conocido otro Departamento y todo lo que tengo económicamente se lo debo a Gendarmería, es la mitad de mi vida la que he permanecido acá, y además, me ha permitido desarrollarme profesionalmente, entré como programadora en computación y acá saqué mi título de ingeniera”, nos termina diciendo Claudia Venegas.

También conversamos con Rodrigo Riquelme, jefe de la sección Contabilidad y Presupuesto del Bienestar, de profesión contador auditor entró a Gendarmería el 2002, “Voy a cumplir 15 años en febrero próximo”, nos dice.Contabilidad se divide en cuatro áreas: presupuesto, tesorería, análisis de cuentas / cobranzas y contabilidad. Su labor consiste “en mantener la contabilidad patrimonial y presupuestaria del Bienestar y sus servicios dependientes de acuerdo a la normativa establecida por la Superinten-dencia de Seguridad Social. Mi trabajo se enfoca en preparar el proyecto de presupuesto, las modificaciones presupuestarias, el balance y estados financieros del Bienestar”.

“Cuando entré el 2002 fue para desarrollar y contabilizar las operaciones del Bienestar, apoyando permanentemen-te a la jefatura de ese período, pues solo trabajaban cuatro personas en contabilidad, y a raíz del crecimiento de los afiliados y al incremento presupuestario se vio la necesi-dad de contratar más profesionales”.

El 2002 Bienestar tenía 8.998 afiliados y manejaba un presupuesto cercano a los $ 2.600.000.000 de pesos, en cambio hoy los afiliados son 20.556 y manejamos un presupuesto cercano a los $12.400.000.000.

¿Por qué es bueno estar en Bienestar? Le consultamos a Rodrigo Riquelme, quien nos señaló que “principalmente porque somos unos de los pocos bienesta-res de la administración pública, que tiene un sistema de bonificación por beneficios médicos y asistenciales propios, con mayores beneficios que son administrados por el propio Bienestar, y no por una compañía aseguradora externa, como se hace en la mayoría de los otros servicios. Además, por el hecho de ser el más grande de la adminis-tración pública, con la mayor cantidad de afiliados, se puede administrar un prominente presupuesto, a fin de gestionar permanentemente el incremento y optimización de sus ingresos, como también la reducción de sus gastos, proporcionando de esta forma, un beneficio mayor al funcionario afiliado”.

¿Qué ha significado para ti este paso por Bienestar?- En lo personal he generado un vínculo de cariño, con el equipo de trabajo. Es motivante cuando se trabaja en buen ambiente y con una jefatura que busca permanente potenciar a la Institución, a funcionarios y jubilados, con mayores beneficios descentralizados a nivel nacional, a pesar de que existen inconvenientes, como por ejemplo, tecnológicos o de comunicación dentro de la Institución que pueden dificultar un trabajo más expedito. Sin embar-go, hay una lucha constante por optimizar las prestaciones de manera que los propios afiliados puedan tener un mayor beneficio y eso nos reconforta”.

Más allá del número de afiliados y del presupuesto ¿Cómo se nota el crecimiento que ha experimentado Bienes-tar?Ha sido de manera exponencial, tanto por los programas de Gobierno que van en relación a la mayor contratación de funcionarios, que nos ha hecho crecer y nosotros hemos tenido que hacer frente a sus necesidades, tanto asisten-ciales como recreacionales y culturales, eso se traduce en mayores beneficios asistenciales incrementando los subsidios, generando mayor otorgamiento de préstamos, destinando recursos para centros vacacionales o nuevas instalaciones en regiones y principalmente en fondos concursables que permitan actividades culturales, artísti-cas y sociales para funcionarios activos y jubilados”.

EL SERVICIO DE BIENESTAR MÁS GRANDEDE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Gendarmería no existía el complejo (Club de Campo) y solo teníamos en Llolleo cabañas de veraneo. Cuando entré eran cerca de 6.800 los socios y ahora somos más de 20 mil y este crecimiento ha significado mucho más trabajo y eso involucró que también Bienestar creciera en cuanto a personal. En ese tiempo no éramos más de 30 y ahora somos más de 50. Nuestras oficinas estaban en Amunáte-gui con Agustinas, allí ahora funciona un CRS y desde que se habilitó este edificio en enero del 2013 estamos en Compañía 1048, piso 7.

¿Cómo era en los 90 trabajar en Bienestar? Antes era todo más familiar, nos conocíamos bien, y había una relación más cercana. Ahora, que hay más oficinas y más personal, ha mermado un poco esa cercanía, pues es difícil compartir con todos. Sobre lo bueno, ahora podemos atender a muchos más funcionarios. También por tener más socios ha crecido el fondo solidario y ello ha permitido por lo tanto entregar más beneficios.

Por ejemplo, con respecto a las cabañas, Claudia nos cuenta que son de primera calidad. “Son súper buenas, tienen una muy buena infraestructura y excelente ubica-ción (Bahía Inglesa, Llolleo, Manzanar en la Novena Región, Valdivia y Puerto Montt y una Casa de Huéspedes en Punta Arenas). Generalmente todos los terrenos han sido dona-dos por Bienes Nacionales y la construcción ha sido gracias a los fondos propios de Bienestar. Cada inauguración para nosotros era un gran logro pues les ha permitido a muchos funcionarios disfrutar de buenas vacaciones y eso a nosotros nos gratifica”.

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“Trabajar acá ha sido una bella experiencia. Es el lugar donde más años he trabajado y le tengo un cariño inmen-so, no he conocido otro Departamento y todo lo que tengo económicamente se lo debo a Gendarmería, es la mitad de mi vida la que he permanecido acá, y además, me ha permitido desarrollarme profesionalmente, entré como programadora en computación y acá saqué mi título de ingeniera”, nos termina diciendo Claudia Venegas.

También conversamos con Rodrigo Riquelme, jefe de la sección Contabilidad y Presupuesto del Bienestar, de profesión contador auditor entró a Gendarmería el 2002, “Voy a cumplir 15 años en febrero próximo”, nos dice.Contabilidad se divide en cuatro áreas: presupuesto, tesorería, análisis de cuentas / cobranzas y contabilidad. Su labor consiste “en mantener la contabilidad patrimonial y presupuestaria del Bienestar y sus servicios dependientes de acuerdo a la normativa establecida por la Superinten-dencia de Seguridad Social. Mi trabajo se enfoca en preparar el proyecto de presupuesto, las modificaciones presupuestarias, el balance y estados financieros del Bienestar”.

“Cuando entré el 2002 fue para desarrollar y contabilizar las operaciones del Bienestar, apoyando permanentemen-te a la jefatura de ese período, pues solo trabajaban cuatro personas en contabilidad, y a raíz del crecimiento de los afiliados y al incremento presupuestario se vio la necesi-dad de contratar más profesionales”.

El 2002 Bienestar tenía 8.998 afiliados y manejaba un presupuesto cercano a los $ 2.600.000.000 de pesos, en cambio hoy los afiliados son 20.556 y manejamos un presupuesto cercano a los $12.400.000.000.

¿Por qué es bueno estar en Bienestar? Le consultamos a Rodrigo Riquelme, quien nos señaló que “principalmente porque somos unos de los pocos bienesta-res de la administración pública, que tiene un sistema de bonificación por beneficios médicos y asistenciales propios, con mayores beneficios que son administrados por el propio Bienestar, y no por una compañía aseguradora externa, como se hace en la mayoría de los otros servicios. Además, por el hecho de ser el más grande de la adminis-tración pública, con la mayor cantidad de afiliados, se puede administrar un prominente presupuesto, a fin de gestionar permanentemente el incremento y optimización de sus ingresos, como también la reducción de sus gastos, proporcionando de esta forma, un beneficio mayor al funcionario afiliado”.

¿Qué ha significado para ti este paso por Bienestar?- En lo personal he generado un vínculo de cariño, con el equipo de trabajo. Es motivante cuando se trabaja en buen ambiente y con una jefatura que busca permanente potenciar a la Institución, a funcionarios y jubilados, con mayores beneficios descentralizados a nivel nacional, a pesar de que existen inconvenientes, como por ejemplo, tecnológicos o de comunicación dentro de la Institución que pueden dificultar un trabajo más expedito. Sin embar-go, hay una lucha constante por optimizar las prestaciones de manera que los propios afiliados puedan tener un mayor beneficio y eso nos reconforta”.

Más allá del número de afiliados y del presupuesto ¿Cómo se nota el crecimiento que ha experimentado Bienes-tar?Ha sido de manera exponencial, tanto por los programas de Gobierno que van en relación a la mayor contratación de funcionarios, que nos ha hecho crecer y nosotros hemos tenido que hacer frente a sus necesidades, tanto asisten-ciales como recreacionales y culturales, eso se traduce en mayores beneficios asistenciales incrementando los subsidios, generando mayor otorgamiento de préstamos, destinando recursos para centros vacacionales o nuevas instalaciones en regiones y principalmente en fondos concursables que permitan actividades culturales, artísti-cas y sociales para funcionarios activos y jubilados”.

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Finalmente, Alejandra Troncoso Duque, asistente social, actual jefa de Bienestar, nos comenta que se siente muy contenta con la labor que realiza. "Cada día es una fuente de motivación para seguir haciendo cosas".Señala que “en estos dos años en que ha encabezado este equipo de trabajo han inaugurado un nuevo centro vacacional en Puerto Montt y canchas de pasto sintético en 4 regiones, se construyeron nuevas dependencias en el club de campo (piscina, baños y camarines) del casino Institucional y mejoramos la infraestructura del jardín infantil Institucional, sumado a la profesionalización del equipo de trabajo de ese establecimiento”.

“Adicionalmente hemos creado nuevos beneficios en un reglamento que hoy se encuentra para aprobación de la Superintendencia de Seguridad Social, acorde a las nuevas normas del país, como por ejemplo subsidios por unión civil y adopción, además de beneficios habitaciona-les y nuevos préstamos médicos. Hemos puesto especial énfasis en el área social, aumen-tando significativamente los presupuestos en ayudas médicas, premios de excelencia académica y proyectos facultativos, además del programa para afiliados en retiro que van desde la subvención al aporte fiscal de aquellas pensiones más bajas a jornadas y talleres educativos y de autocuidado, con el apoyo del Programa Puentes de la Universidad Católica, explica Alejandra Troncoso. “También disminuimos el tiempo de espera en la liquida-ción de beneficios y préstamos, llevamos las ferias de convenio y servicios a distintas unidades, acercando las

Finalmente, Alejandra Troncoso Duque, asistente social, actual jefa de Bienestar, nos comenta que se siente muy contenta con la labor que realiza. "Cada día es una fuente de motivación para seguir haciendo cosas".Señala que “en estos dos años en que ha encabezado este equipo de trabajo han inaugurado un nuevo centro vacacional en Puerto Montt y canchas de pasto sintético en 4 regiones, se construyeron nuevas dependencias en el club de campo (piscina, baños y camarines) del casino Institucional y mejoramos la infraestructura del jardín infantil Institucional, sumado a la profesionalización del equipo de trabajo de ese establecimiento”.

“Adicionalmente hemos creado nuevos beneficios en un reglamento que hoy se encuentra para aprobación de la Superintendencia de Seguridad Social, acorde a las nuevas normas del país, como por ejemplo subsidios por unión civil y adopción, además de beneficios habitaciona-les y nuevos préstamos médicos. Hemos puesto especial énfasis en el área social, aumen-tando significativamente los presupuestos en ayudas médicas, premios de excelencia académica y proyectos facultativos, además del programa para afiliados en retiro que van desde la subvención al aporte fiscal de aquellas pensiones más bajas a jornadas y talleres educativos y de autocuidado, con el apoyo del Programa Puentes de la Universidad Católica, explica Alejandra Troncoso. “También disminuimos el tiempo de espera en la liquida-ción de beneficios y préstamos, llevamos las ferias de convenio y servicios a distintas unidades, acercando las

prestaciones a nuestros afiliados, modernizando el sistema de pago a prestadores a través de "pago cash" y se imple-mentó el sistema "cheque seguro".Acerca de lo que viene, nos comenta que próximamente incorporaremos un banner en la página web de Gendarme-ría, www.gendarmeria.cl, que facilitará el acceso a la información general de Bienestar y el estado de trámite de sus beneficios en un módulo de autoconsulta y otras tantas cosas más.

“Todo esto es posible gracias a que existe un equipo de trabajo comprometido en estandarizar, en forma sostenida, los distintos procesos bajo la lógica de una administraciónn más moderna y transparente, que pone a las personas y sus necesidades en el centro de su quehacer, además de un Consejo de Administración conscientes de la condiciones de vida del personal y una autoridad que reconoce que Bienes-tar es la instancia institucional cuyo fin es mejorar las condiciones de vida de los afiliados, por lo que ha compro-metido la creación del departamento de Bienestar y Calidad de Vida”, señala.

Agrega que, “si bien no todo está dentro de los tiempos que aspiramos, porque dependemos de otras instancias para concretar ideas y proyectos en desarrollo, estamos cons-cientes de que avanzamos en concretar la idea de que no sólo debemos ser el Bienestar más grande de la administra-ción pública, sino el mejor”, finaliza la jefa del subdeparta-mento de Bienestar Social de Gendarmería de Chile, Alejan-dra Troncoso Duque.

DICIEMBRE 2016

EL BIENESTARACTUAL Y SUS

PROYECCIONES

Redacción: Equipo de Bienestar-SAFDiseño: Depto. de Informática