i La Unidad Nacional El Pensamiento de

Bolivar y el Canal de Panama! Par el Dr. ARRIGO GUARDIA

iNuestro Propio Destinot

Compartimos los sogrados ideoles de unidod nocionol en to solucion

del grove problema que confrontomos, mos, tememos que lo incapacidad

de comprender to esencia de los problemas que nos ofectan, to tendencio

a dejornos impresionar por los ocontecimientos mos brillontes y sobreso-

lientes, nos lleven a situociones que no podemos preveer, a problemas que

no podemos resolver o a creer en soluciones que en realidod no existen.

El rescate de nuestra soberonio es indiscutiblemente el objetivo inme-

dioto de nuestro pueblo, mos, corremos el riesgo de no poder logror un

objetivo aim mos importonte: el de ser duerio de nuestro propio destino.

Es evidente que debemos reforzor nuestras energies en to Monica

lucho por recobrar el derecho perdido en 1903, de ejercer plenomente nues-

tros facultades soberanas en toda la extension de la RepUblica, mas, seri°

trogico no user esos focultades, una vez recuperadas, plenomente en bene-

ficio de nuestro pueblo.

Las explosiones emocionoles de justos resentimientos contenidos, lo

amorgura de as injusticios tonto tiempo soportados, lo voluntad de so-

crificio por lo Patric], no gorantizan de por si la satisfoccion de nuestras

aspirociones, menos aim si desconocemos en su plenitud la naturaleza,

implicaciones y trascendencio de esas mismas aspiraciones. Es preciso que

reconozcamos que si bien estomos solidamente unidos en la lucha par el

rescate de nuestra soberania, diferimos en el concepto de las formes de

ejercicio de esa soberania y de las implicaciones que nuestros problemos

nacionales ejercen en el problemo del Canal.

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La unidad nocional, imprescindible en esta lucho solo tendro bases

5/Midas cuando se asiente en la sinter° expresion y en el mutuo respeto de la opini6n que diferentes sectores de la vido nocional tienen sobre los implicaciones que los distintos problemas nacionales ejercen sabre el pro-

blem° de la soberonio.

SOlo el plena conocimiento del origen, de las bases y de los tras-cendencias histOricas, econ6micas, politicos y filoseficas de nuestros gran-

des problernos nacionales, pueden conducirnos a la solucion positive de ellos, y a preveer, plonificar y resolver los problernas nacionoles que nues-fro historic, nos reserve.

Es el verbo quien engendra y define lo °cam. Y el verbo en nuestro siglo es lo voluntod de los pueblos de ser duenos de su propio destino, en su propio beneficio!

Amelia, de Cause

Es precise, en un acto de supremo sinceridod, onalizor ?as causes quo nos Ilevaron al error de 1903, pare que esos misrnas rezones no nos con-duzcon hacia otros errores mos funestos a6n- Y no nos referimos a los

hombres o los hechos, sino a esas causes esenciales, profundos, mode:a-

dores de los voluntodes, que muchos veces logran escaper de ser descritos

en nuestros libros sabre historio. La intencien de ignoror la esencia de

los causes quo nos llevaron at error en 1903 solo puede presogior dies °merges poro la Repablico.

Desde los primeros dias del siglo posed° yo es clora la voluntad de

dominio y de poder de los Estados Unidos de Norteomerica y lo Doctrine Monroe, cuyo solo mencien es un insult° a todo latinoamericano, no es mos quo la descarado declarocien de la voluntad de explotocion.

El triunfo del Ponamericanismo y to derroto del Bolivarismo o princi-

ples del siglo, (no confundir ambos), to tendencio a sobrevolorar ol "Cobs.° del Norte" en franco proceso de expans4c5n 0 industrializaciOn en esa epoco

y a menosprecior a nuestros hermanos de songre y de rozo de la pobre, atrosoda y dividido Colombia de 1903, es °penes un insignificonte as-

pect° de ese problem*.

Nuestra carencia de fe en nosotros mismos; nuestro incopacidad de cornprender nuestro destino; lo ausencia de aspiraciones concretes; la inadecuodo interpretocion de las asplraciones de los mesas en 1903, fue-ron openas pocos de los rnuchos factores cousantes del tragic.° tratado.

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El desconocimiento de la historia y del mundo es pecado funesto e inexcusable en quienes pretenden dirigir a los nociones.

Nuestros prOceres olvidoron los polabras de Simon Bolivar quien en

1829 escribide "Los Estodos Unidos de Americo parecen predestinaclos por lo Providencia, a sembrar el hombre y la miseria en America, en nombre

de lo libertod y de la Democracia''.

La verdodera causo del fracas° de la tentative froncesa de construe-el canal o las condiciones economicos del Istmo a principios del siglo no hon sido aim analizadas exhaustivamente.

No podemos descortor corno bizantina el anolisis de las causes que nos Ilevaron a la tragedio de 1903, si consideramos que aclaran conceptos

no solo en el problemo del rescate de nuestro soberania, sino tambien qua giran en los decisiones que debemos tomer respecto al canal a nivel,

iVelunted de Ser!

No nos dejemos arrastror pot sueflos de gloria o de justicia; depo-sitor nuestro destino en la buenaventuranza de nuestro pi-6pm° es locura.

Creer en los demos sin creer en sr misr-no es el primer mandamiento de

los siervos y de los esclavos. Nuestro error en 1903 fue la insensotez de depositor las esperienzas de nuestros hijos en manos extrorias, guiados par

suerlos infantiles de mognonimidad de nuestro "vecino" y "socio de em-presa".

Los pueblos que renuncian el privilegio de decidir su propia suerte,

pagan con la sangre de sus hijos errores funestos.

Si no recobrarnos la fe en nosotros mismos, si no tomamos concien-cio de nuestro potericialidad, si no despertomos en nosotros la voluntad de ser, los luchas potribticos se convierten en simples despliegues de sentimentalism°, mos, es el sentido de responsobilidad paro con nuestros

hijos y con el Mundo el que debe dor el sello definitivo de eso "Vo-luntod de Ser.".

Queremos rescatar nuestro soberania porque queremos, con nuestra geografia, contribuir al bienestar de la humanidad.

Queremos rescator nuestra soberonia porque sentimos orgullo de

nuestra raze y de nuestro pueblo, porque tenemos el derecho y lo obit-gociOn de ockninistrar, chore y siempre los instrumentos geograficos de nuestro misic5n historic°.

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Quererros rescator permonentemente nuestra soberania porque que-

remos gorontizor a nuestros hijos, el inalienable derecho de que nuestro tierro se odministre en su beneficio-

IV

ConcatenociOn de Hechos

La infortunada tendencia de aislar el problerno conalero de todos lot demos problemas y aspectos de nuestra nocion, es extremadamente peligrosa porque no nos conduce a to esencia del problem° y porque no puede llevar a ninguno soluciOn positivo del mismo.

Los problemos hurnanos no floton oislados en el espacio, sino que surgen de una concatenaciOn de hechos; considerar el efecto sin consr-derar fa causo, niega todos las leyes ffsicas o humonos y donde no existe relociOn de cause a efecto exlste lo interdependencio o relocion de mu-tua influencia.

Salo cuando hoyamos revlsodo el concept° que tenemos de nosotros

mismos y los volorei 136sicos de nuestro nacionalidad, cuando estemos

conscientes de la naturolezo de nuestra misiOn historic°, cuando hoyamos

comprendido to ruta a seguir pora transformar nuestro sociedad en una que ponga a disposiciOn de todas los mosos de nuestro pobloci6n fa plenitud de los descubrimientos cientificos y comprendomos en sentido

dintSmico e historic° el popel que debemos desemperiar en la America. Latina de moriona y a su vez el papel que Americo Latina debe desem-perior en el mundo futuro, estaremos en copacidad de comprender pie-nomente el papal que el Canal (este o el a nivel), jugorO en nuestro existencia.

V

Minn hacks Adentro

Pedro el Grande de Rusia, el Congreso del Istmo de 1826, Mustafa-Kemal Atoturk, la RevoluciOn Rusa, el Mercado Comn Europeo, la Re-

volucion Chino, la Represo de Aswan, la construccion de Brasilia, el Africa de 1964, acontecimientos y personajes tan dispares en su natu-

rolezo, en el tiempo y el espocio tienen un comUn denominador y es que representan el cambio de un pueblo o grupo de pueblos que deciden dejar de miror hacia afuero y empezar a mirar hacia adentro. .. a corn-prender que la verdodera naturalezo de sus problemas, su causa, se hallo. dentro de sus fronteras y que la Unica sotucion yoce en el uso eficiente de sus propias reservos noturoles y en sus propios recursos hurrionos.

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Lo occesorio puede importarse, mos lo fundamental, to esencial, de-

pende del pueblo mismo,

La mired° introspective, mantic() y planificadora es no solo geo-grefica, sino tombiers Hoof:dice y psicolegica. Es la realizacien de que sob depende de lo voluntod del ser duerto de su propio destino. Es el

nocimiento de lo conciencia, de su propia potenciolidad.

VI

Ciencie y Educecian

Mos, no es to conciencio sino lo voluntad le forjodora de la historia. Es el hombre-soldado, el hombre-accien, el que escribe con su sudor y su sangre la historic de los pueblos. Es la voluntad creadora to que hoce a los pueblos grondes.

El reto fundamental a que la historio en la segunda mired del siglo

XX nos enfrenta, es el de modernizer, de transformer nuestro sociedad de injusto, semifeudal y subdesarrolleda, en una autentico democrocio sociol

y economic°, hose de todo dernocrocio politico; de transformer nuestra economic) basicamente ogricola y primitive en oltamente industrialized° y automatizada en todas sus loses de producciOn y serviclos, donde los

mds recientes descubrimientos cientificos se utilicen plenomente en bene-ficio de todos los copes o grupos sociales; de uno economia. de escasez pore las vostos mesas en uno abundancia y sotisfaccien de todos.

Es preciso liquidar el concepto de costa racial o economic° y de crear uno sociedad donde lo posicien que ocupen sus ciuckidanos, este

dc-terminada par sus mentos, sin relocien a nexos sanguineos o de pro-

miscuidod-

Es precisb que pongomos to educacidn universitaria a disposicien de

nuestras vastas mesas proletarias y compesino; y credos de educacidn secundario a toda la poblacien sin excepcion: el popel que desemperia

la tecnologia en el rnundo presente y del futuro no puede ser menos-preciado. Y es que la educacien tambien permite al hombre vivir ple-

romente.

Solo podemos responder pOsitiva y plenamente a este reto historic°

en to medido en que somos dueilos de nuestro destino, de que somos

conscientes de nuestro potenciolidad, libres de elegir por nosotros mismos lo ruta de nuestro futuro. La imposicien active o posivo de tentative

de soluciones, por quienes hon usurped° parte de nuestra soberania no

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solo socovo nuestro fe en nosotros mismos, sino clue conduce inexorable-

mente a ia perpetuation de octuales injusticios y privilegios incompati-

bles con una sociedad moderna.

Repetimos: Querernos restatar nuestro soberonia y ser duerios de nuestro destino porque, conscientes de nuestra potencialidod, queremos

dedicar nuestra voluntad creadoro en la organized& de una sociedad justa que permita vivir en plenitud y abundoncia a todo nuestro pueblo.

VII

El Reform a Bolivar

Panama, donde le geografie ha sido el factor determinante de su historio, su solo existencie la coloca inexorablemente en la ruta de cual-quier potencia con aspiraciones extraterritoriales y exponsionistas, pot lo que planificar nuestra politico exterior se convierte en necesidad inexo-roble pare poder sobrevivir y conserver nuestro independencia y nuestra

integridod territorial. Sin embargo, nuestra politico exterior debe ser fun-

damentalmente el reflejo y simultoneamente, el instrumento de nuestras

aspiraciones nocionoles.

En un mundo que se transform° vertiginoso y verticolmente en las

formes y las fuerzas de production, en las estructuras y formes the pen-sor de las socieclades, en la organization de los Estados y las institucio-nes internationales, en la relation entre las nociones, en el equilibria de poder entre Jos potencies, en fin en todos los aspectos, revisor los concep-tos besicos the nuestro Estodo y en consecuencio actuolizar la naturoleza

de nuestros aspirociones nacionoles y nuestra politico exterior, es un hecho the vital importancio.

Mos, actualrnente la batalla par el resc.ate the nuestra soberer*, se desarrollo sobre conceptos practicomente fenecidos en el mundo moderno

-y cuyos Ultimos vestigios esten desoporeciendo repidamente.

Cuondo exigimos el retomo a Bolivar, es evidente que no nos refe-rimos al concepto del estodo del siglo XVIII o XIX, o a la organization

the la sociedod, sino a les formes ecumhnicas y permanentes del pensa-

miento outenticamente bolivoriano que tnontiene su actual vigencia y son: La necesidad de unificacitin y cooperation de los poises, latinoarnericanos;

Ia independencia total the las potencies extranjeros, en el cumplimiento

the sus ospirociones nocionoles y to conciencia de que sus ospirociones

nacionales no solo no se controdicen, sino que se complementan pare

altanzer pianos mos elevodos en un bienestar comUn.

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El pensamiento bolivariono se encuentro justificado en las rnodernas

tendencies econ6micas de ornpliar los mercados de consume e incrementar cantinuomente to productividad a troves del perfeccionamiento de los metodos tecnologicos, automatizacion y el uso mas eficiente de los re-cursos basicos, humonos, naturales o de capitales. Asf, las necesidades cc nuestra economfo modemo demanden la creacidn de un Mercado Co. mem latinoamericano, en to unificoci6o y cooperacion de nuestros poises

pare poder dor satisfaccion a nuestras respectivos aspiraciones nocionales. Es a la luz de estos conceptos que debernos estudior el Mercado Comkin Europe°, el C.O.M.E.C.O.N., en el Este Europe°, los dem& mercados ccmunes regionales y tratados economicos bilateroles.

En este instante actual, en que los bloques del °este y del Este se

hon fragmentodo y las naciones se reogrupan en las muy desorrollodas

y las menos desarrolladas, selo quedq en su plena desnudez fos intereses nocionates, que en el caso de America Latina se identificon o se corn-plementon.

Es dentro de este nuevo marco, dentro del pensamiento botivariono,

cue debe librarse la batolla por el rescate de nuestra soberonia.

VIII

Asumarnas Nuestra Responsabilided

Nuestro geogroflo, que ha dictado nuestro historia, define tombien nuestro misiOn historic°, dierfona ye, desde los tiempos del Congreso

del Istmo.

Dejemos constancio quo no existe contradiccien alguno entre nuestras

aspirociones nacionales de creel- un Estado moderno, de justicio y abun-

aancia pare todos, y nuestra misi6n historic° de ser los gestates de la Untdad Latinoamericana y brazo fraternal de acercamiento de la huma-nidad. El "Pro Mundi Beneficio" puede ser tambien el cuerno de flues-tr.° obundancia.

En un mundo donde los bloques se hen frogmentado y las naciones

so reagrupon sobre nuevas bases que permitan °cetera(' su progreso y crear nuevas relaciones entre los Estado!, es preciso fundor nuevas ins-

tituciones que nos permitan Itenar estos fines. Es en este sentido que to D.E.A., ha perdido todo su vigencia no solo por representor una or-ganizacion estOtica, arcoica, sino porque congela los relociones entre los Estados lotinoomericanos sabre bases yo histaricomente fenecidos y porque impide la reestructurocion de las bases de nuestros estados, La D.E.A.,

es obstecuto infranqueable pare la unificacion de America Latina y pore

el desenvolvimiento de nuestros pueblos,

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La creation de nuevos organizaciones supronocionales tomo toda su

vigencia en rsuestro caso, en que necesitomos de esas misrnas instituciones

en la obra critica que se nos ovecina.

Por segunda vez en el siglo, quienes ya usurporon nuestra soberania, nos miron codiciosos con voluntod de Botin: En un periodo historica-mente breve el actual canal de exclusas sera anticuado y las necesidodes del comercio y acercomiento de lo humanidad exigiran la construction de un canal o nivel. Es criterio par todos compartidos que de todos los lugares del Istmo Centroamericono, es Panama donde se focalizan los rutas mos favorables para la construction de un canal sin exclusos.

Debemos preparornos para asumir la responsabilidad de la plonifica-

cis:xi, construction y administration del canal a nivel.

El hecho de que tengomos que solicitor a las Naciones Unidas o a grupo de naciones en calidad de prestornos los capitales necesarios y per-mitir la construction de la obra a quienes poseon los conocimientos tic-nicos, que tengamos que garantizar a los Nociones Unidas la neutrolidad

y administration eficiente, no pueden, en ningUn moment°, ser obstaculo para que el canal a nivel sea de nuestro exclusiva propiedad.

Debemos despertor la conciencia de nuestra potenciaridad, redoblor nuestra voluntod de ser, fomentar lo cristaiizacion de nuevas organiza-ciones supronocionales latinoomericanas que nos soporten en lo exclusiva propiedad del canal a nivel, occidente geografico de nuestra mision his-

/onto e instrumento en la satisfacciOn de nuestros aspirationes nacionales.

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