Bordieu

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Pierre Bourdieu (Daniel Albano) - Manual. Página 279 Introducción En su noción de la sociedad y de lo social, tanto Marx como Durkheim aparecen como “marcas” fuertes en su discurso. Objetivismo, según Bourdieu, es la importancia que adquiere para el análisis social el registro de aquellas realidades objetivas que están más allá de la de la conciencia de los diversos agentes y que, en gran parte, configuran su subjetividad. No es posible explicar los fenómenos sociales, que son acciones humanas, como meros reflejos de esas realidades objetivas. Los hombres tienen espacios de libertad para redefinirlas y pensarlas y, por consiguiente, modificarlas. El aspecto material no es más importante que el simbólico; lo material no es ontológicamente previo a lo simbólico. Destruyendo falsas anomalías: los problemas a resolver en la teoría social. La estrategia teórica de Bourdieu radica en la superación de la falsa dicotomía entre aquellos que postulan la primacía de la estructura social sobre el sujeto y viceversa. Su estrategia consiste en hacer visibles la relación de interdependencia entre ambos enfoques. La explicación de lo social recae sobre la estructura, ignorando que los actores perciben, piensan y construyen esas estructuras para luego actuar sobre esa base. La acción humana aparece como una mera consecuencia de esas leyes. En el subjetivismo, los sujetos piensan, explican o representan el mundo social, ignorando las estructuras objetivas en las que esos procesos existen. La sociedad no es ni una estructura sin sujeto (caso objetivista) ni un sujeto sin estructura (caso subjetivista). Las estructuras objetivas forman la base para las representaciones, éstas deben también tenerse en cuenta, particularmente si deseamos explicar las luchas cotidianas individuales y colectivas que trasforman o preservan estas estructuras. Es la sociedad la que hace los individuos y éstos son los que construyen la sociedad. Las prácticas sociales como objeto de estudio. Bourdieu propone construir las prácticas sociales como objeto de estudio, mostrándonos que en la noción de práctica social está la llave para resolver esta falsa dicotomía. La práctica es a la vez necesaria y relativamente autónoma porque es el producto de la relación dialéctica entre una situación y un habitus. En un sentido, las prácticas sociales son “tomas de posiciones” (estratégicas) que los agentes desarrollan según ciertas disposiciones internas o formas de representación de lo social (habitus) que a su vez son configuradas por la posición social (campo) que ocupan estos agentes. Por lo tanto, las prácticas no están objetivamente determinadas por la “situación” ni son el producto del libre albedrío. Los conceptos de habitus y campo para abordar el análisis de las prácticas. El concepto de campo da la posibilidad de dar cuenta de las relaciones sociales objetivas. Los campos son espacios estructurados de posiciones. Son las relaciones sociales que se establecen en un espacio social históricamente determinado las que hacen ricos a unos y pobres a otros. Tanto la riqueza como la pobreza no son producto de las características específicas o propias de cada agente. En resumen, las relaciones sociales constituyen un sistema de posiciones en las cuales los agentes se enfrentan por la apropiación de la riqueza socialmente generada. El espacio social es un escenario de luchas sociales. La desigualdad social es un fenómeno complejo que incluye el conjunto de diferencias en la posesión tanto de bienes económicos, culturales, simbólicos y sociales. La diversidad de campos dependerá de la diversidad de bienes que son considerados relevantes o socialmente significativos de producir, consumir y acumular por todos los agentes sociales en un momento histórico determinado. El capital es un conjunto de bienes que se producen, consumen, se invierten, se pierden; por lo tanto, cada campo se define a partir del capital que en él esté en juego. Se producen fuertes diferenciaciones sociales según la adquisición diferencial de capital cultural, social y simbólico en su trayectoria. El habitus como puente entre las condiciones objetivas y estratégicas de los agentes. Una de las funciones mayores de la noción de habitus consiste en descartar dos errores complementarios nacidos de la visión escolástica: por un lado, el mecanicismo que sostiene que la acción es el efecto mecánico de la coerción por causas externas; por otro lado, el finalismo que, en particular con la teoría de la acción racional, sostiene que el agente actúa de forma libre, consciente, ya que la acción es fruto de un cálculo de las posibilidades y beneficios. Los agentes sociales están dotados de habitus. Habitus es la acción con sentido que funciona por debajo del nivel de la conciencia y el lenguaje, y más allá del alcance del escrutinio introspectivo y del control de la voluntad. Si bien el habitus opera como una estructura, las personas no responden mecánicamente a él. La imposición de un habitus de clase como violencia simbólica. Entendiendo al habitus como disposiciones a actuar, percibir, valorar y pensar de una cierta manera más que otra, las diferencias sociales que él establece tienden a ser percibidas como diferencias “naturales”. Se entiende como poder simbólico al que posee la facultad de “construir la realidad”. El poder simbólico es ese poder invisible que sólo puede ejercerse con la complicidad de aquellos que no quieren darse cuenta de lo que padecen, o incluso de que lo ejercen. La violencia simbólica se traduce en la incorporación, a través del trabajo pedagógico, de un habitus de clase que no es otra cosa que la interiorización de ese arbitrario cultural.

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  • Pierre Bourdieu (Daniel Albano) - Manual. Pgina 279

    Introduccin En su nocin de la sociedad y de lo social, tanto Marx como Durkheim aparecen como marcas fuertes en su discurso. Objetivismo, segn Bourdieu, es la importancia que adquiere para el anlisis social el registro de aquellas realidades objetivas que estn ms all de la de la conciencia de los diversos agentes y que, en gran parte, configuran su subjetividad. No es posible explicar los fenmenos sociales, que son acciones humanas, como meros reflejos de esas realidades objetivas. Los hombres tienen espacios de libertad para redefinirlas y pensarlas y, por consiguiente, modificarlas. El aspecto material no es ms importante que el simblico; lo material no es ontolgicamente previo a lo simblico. Destruyendo falsas anomalas: los problemas a resolver en la teora social. La estrategia terica de Bourdieu radica en la superacin de la falsa dicotoma entre aquellos que postulan la primaca de la estructura social sobre el sujeto y viceversa. Su estrategia consiste en hacer visibles la relacin de interdependencia entre ambos enfoques. La explicacin de lo social recae sobre la estructura, ignorando que los actores perciben, piensan y construyen esas estructuras para luego actuar sobre esa base. La accin humana aparece como una mera consecuencia de esas leyes. En el subjetivismo, los sujetos piensan, explican o representan el mundo social, ignorando las estructuras objetivas en las que esos procesos existen. La sociedad no es ni una estructura sin sujeto (caso objetivista) ni un sujeto sin estructura (caso subjetivista). Las estructuras objetivas forman la base para las representaciones, stas deben tambin tenerse en cuenta, particularmente si deseamos explicar las luchas cotidianas individuales y colectivas que trasforman o preservan estas estructuras. Es la sociedad la que hace los individuos y stos son los que construyen la sociedad. Las prcticas sociales como objeto de estudio. Bourdieu propone construir las prcticas sociales como objeto de estudio, mostrndonos que en la nocin de prctica social est la llave para resolver esta falsa dicotoma. La prctica es a la vez necesaria y relativamente autnoma porque es el producto de la relacin dialctica entre una situacin y un habitus. En un sentido, las prcticas sociales son tomas de posiciones (estratgicas) que los agentes desarrollan segn ciertas disposiciones internas o formas de representacin de lo social (habitus) que a su vez son configuradas por la posicin social (campo) que ocupan estos agentes. Por lo tanto, las prcticas no estn objetivamente determinadas por la situacin ni son el producto del libre albedro. Los conceptos de habitus y campo para abordar el anlisis de las prcticas. El concepto de campo da la posibilidad de dar cuenta de las relaciones sociales objetivas. Los campos son espacios estructurados de posiciones. Son las relaciones sociales que se establecen en un espacio social histricamente determinado las que hacen ricos a unos y pobres a otros. Tanto la riqueza como la pobreza no son producto de las caractersticas especficas o propias de cada agente. En resumen, las relaciones sociales constituyen un sistema de posiciones en las cuales los agentes se enfrentan por la apropiacin de la riqueza socialmente generada. El espacio social es un escenario de luchas sociales. La desigualdad social es un fenmeno complejo que incluye el conjunto de diferencias en la posesin tanto de bienes econmicos, culturales, simblicos y sociales. La diversidad de campos depender de la diversidad de bienes que son considerados relevantes o socialmente significativos de producir, consumir y acumular por todos los agentes sociales en un momento histrico determinado. El capital es un conjunto de bienes que se producen, consumen, se invierten, se pierden; por lo tanto, cada campo se define a partir del capital que en l est en juego. Se producen fuertes diferenciaciones sociales segn la adquisicin diferencial de capital cultural, social y simblico en su trayectoria. El habitus como puente entre las condiciones objetivas y estratgicas de los agentes. Una de las funciones mayores de la nocin de habitus consiste en descartar dos errores complementarios nacidos de la visin escolstica: por un lado, el mecanicismo que sostiene que la accin es el efecto mecnico de la coercin por causas externas; por otro lado, el finalismo que, en particular con la teora de la accin racional, sostiene que el agente acta de forma libre, consciente, ya que la accin es fruto de un clculo de las posibilidades y beneficios. Los agentes sociales estn dotados de habitus. Habitus es la accin con sentido que funciona por debajo del nivel de la conciencia y el lenguaje, y ms all del alcance del escrutinio introspectivo y del control de la voluntad. Si bien el habitus opera como una estructura, las personas no responden mecnicamente a l. La imposicin de un habitus de clase como violencia simblica. Entendiendo al habitus como disposiciones a actuar, percibir, valorar y pensar de una cierta manera ms que otra, las diferencias sociales que l establece tienden a ser percibidas como diferencias naturales. Se entiende como poder simblico al que posee la facultad de construir la realidad. El poder simblico es ese poder invisible que slo puede ejercerse con la complicidad de aquellos que no quieren darse cuenta de lo que padecen, o incluso de que lo ejercen. La violencia simblica se traduce en la incorporacin, a travs del trabajo pedaggico, de un habitus de clase que no es otra cosa que la interiorizacin de ese arbitrario cultural.