Bratmann - Es Infalible la canonizacion

download Bratmann - Es Infalible la canonizacion

of 1

Transcript of Bratmann - Es Infalible la canonizacion

  • 8/7/2019 Bratmann - Es Infalible la canonizacion

    1/1

    ES INFALIBLE LA CANONIZACIN? *

    La cuestin de la infalibilidad de la canonizacin de los santos, se puede considerar histrica y teolgicamente. Los primero santosfueron, adems de los Apstoles y los Profetas, los Mrtires, cuyos nombres los Obispos escriban en un elenco oficial de losreconocidos por la Iglesia. La insercin se realizaba despus de un juicio ponderado, acerca de la vida anterior del mrtir, y no seaceptaba a cualquier persona. Respecto de los tres primeros, siglos el protestante H. Achelis observa que los obispos ejercan uncontralor severo y recusaban a los falsos mrtires (Christentum in den ersten drei Jahrhunderten, II, p. 356).

    Ms tarde, a los santos mrtires, se agregaron los santos confesores: Antonio, Pablo, Atanasio, Efrn, Martn de Tours. Era msfcil de constatar la realidad del martirio que la santidad de los confesores: para estos, el pueblo tomaba parte en el juicio, pero alobispo competa, en ltima instancia, admitirlos en el elenco (Rademacher, Das Seelenleben der Heiligen , 1917, 2 ed.. pp. 32 y ss.).

    En lo referente a la visin beatfica de los no-mrtires, el primer juicio definitivo lo pronunci Benedicto XII en 1336 (Dz. 530).El culto de los santos pasaba de una dicesis a otra, y as se propagaba por toda la Iglesia.

    En los albores del ao 1000, la Iglesia procur, mediante frmulas fijas, regular, poco a poco, el culto de los santos, pero slo loconsigui de modo definitivo en el 1600. En la poca post-tridentina surgi la cuestin teolgica. En tiempos del Concilio de Trento,Toms Badia (1483-1547), Maestro del Sacro Palacio, sostuvo en contra de Ambrosio Catarino, que la Iglesia, al honrar a los santos,poda caer en error. Afirmaba que debe creerse en la gloria de los santos en general, pero no en la gloria de cada santo en particular:sostena, pues, que era preciso distinguir entre credere ex pietate y credere ex necessitate fidei (Schweitzer, AmbrosiusCatharinus Politus [1484-1553], p. 73, 1910: cfr. pp. 16-63, 144 ss., 220-223).

    En las canonizaciones, la Iglesia no puede tomar por fundamento la Revelacin, sino solamente los testimonios humanos,concernientes a la vida y a los milagros, testimonios siempre examinados con gran rigor (processum informativum super fama,sanctitatis, virtutum et miraculorum).

    La casi totalidad de los telogos, hoy, considera infalible ese juicio de la Iglesia, pero la tesis de la infalibilidad de la Iglesia, en

    este caso, se juzga de manera diversa. Pesch dice que algunos la tienen por una pia sententia, al tiempo que para otros, comoBenedicto XIV** no en su Magisterio, es de fe: de fide. l mismo la califica como teolgicamente cierta: es una va mediaque puede aceptarse.

    Las dificultades a resolver son las siguientes: ante todo, no est absolutamente claro si la Iglesia quiere definirel hecho de que elsanto ha alcanzado la visin de Dios. Adems, el juicio de la Iglesia podra referirse solamente al pequeo nmero de los santoscanonizados por el magisterio, y no al nmero de aquellos que, antes de la praxis de la canonizacin solemne, fueron declaradossantos por los obispos, por las rdenes religiosas, y poco a poco, recibieron aceptacin general, sin que se hubiera examinado

    rigurosamente las razones a favor de su santidad. Finalmente la principal dificultad- se debe aadir que no es posible sin unarevelacin divina llegar a una certeza de fe sobre el estado de gracia de un alma (Trid. S. 6. c. 12. Dz. 805). A lo que hay que aadirque la Iglesia, despus de la muerte del ltimo Apstol, no recibe ya ninguna Revelacin pblica. Ciertamente, en la Revelacincerrada con los Apstoles, encontramos la promesa general de la vida eterna para los elegidos: sin embargo, no se atribuye de mododefinitivo a ninguna persona particular honrada como santa por la Iglesia. La predestinacin es un misterio inescrutable. La Iglesia,en la investigacin sobre la vida de los santos, no se apoya sobre el testimonio divino, sino tan slo sobre informaciones humanas yelementos naturales que siempre pueden ser subjetivos. Dios puede testimoniar a favor de los santos por medio de milagros. Perotambin estos, como la canonizacin misma, no tienen relacin ntima y directa con las verdades reveladas.Agrguese que estosmilagros slo pueden ser reconocidos por quienes creen en ellos, pues esa fe no es obligatoria. La antigua controversia sobre si esposible probar un dogma con un milagro notorio en la Iglesia, fue resuelta negativamente. Es bastante difcil refutar talesargumentos, cuando se los examina con seriedad. Cuando Eusebio Amort escribe que dubietas revelationis tollatur per indubitatamiracula, se aparta de la nocin estricta de Revelacin.

    Por lo tanto, aqu no se debera hablar de la ms alta certeza dogmtica. As piensa tambin Scheidquien, al tratar acerca de lainfalibilidad del Papa en la canonizacin de los santos (Zeitschrift fr katholische Theologie, 1890, p. 509), escribe: la dificultad delproblema est en encontrar una prueba verdaderamente satisfactoria de esta infalibilidad, cuya existencia se afirma. La canonizacintoca el lmite extremo del campo de las decisiones infalibles. No es por eso fcil establecer, de manera clara y probatoria, que ella,en toda su extensin, entra en el mbito de la infalibilidad de la Iglesia. La mayora de las veces, como Melchor Cano, se huye delos argumentos particulares y perentorios, para basarse en un manojo de argumentos, como si el nmero pudiese, de algn modo,suplir la fragilidad de cada argumento. Scheid mismo procuraba mostrar que la Iglesia pretende obligar a todos los fieles a creer enla canonizacin de los santos. Por cierto, sera ms seguro que hubiese una declaracin de la Iglesia que afirmase ser esa su voluntad.

    Con todo, el juicio de la Iglesia sobre la santidad de una persona merece, sin duda, gran consideracin, sea por motivo de suautoridad infalible, sea por la severidad y el rigor con que examina las cualidades para la canonizacin. En todo caso, los actos decanonizacin, slo pueden ser aceptados por fe general, eclesistica, y no por fe divina. El fiel no hace un acto de fe especial en la

    canonizacin, sino que en ella cree, con un acto de fe general, acto que acepta el culto de la Iglesia en su conjunto.Si en el nmero de los santos encontramos algn falso santo, como Barlaam y Josafat, el culto relativo que se les ha rendido, sedirige a Dios. As como puede honrarse a un rey por medio de un pseudo-embajador; de semejante modo puede honrarse a Dios, porintermedio de un pseudo-santo.

    * Texto tomado de: Bartmann, B. TEOLOGIA DOGMATICA. Vol. I. 2 Imp. Paulinas. Trad. Vicente Pedroso. Sao Paulo: 1964. pp.

    68-70. Original alemn:Lehrbuch der Dogmatik, Freiburg: 1932.** N.T.: se trata de opiniones de Prspero Lambertini, en la obra De servorum Dei beatificatione et beatorum canonizatione (1734-1738), anteriores a su eleccin como Papa en 1740, y no de actos magisteriales de Benedicto XIV.