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BULLYING Y DESEMPEÑO ESCOLAR EN EL ESTUDIANTADO DE LA

ESCUELA PRIMARIA “AVELINO BOLAÑOS” XALAPA.

BULLYING AND SCHOOL PERFORMANCE IN THE ELEMENTARY

SCHOLL STUDENT “AVELINO BOLAÑOS XALAPA.

Dra. María Guadalupe Ñeco Reyna 1,

María Elena Andrade Torres2,

Gisela del Carmen García Aburto3

Resumen

En este artículo se analiza el bullying y su relación con el desempeño escolar, investigaciones

antecedentes señalan que, las manifestaciones de acoso escolar generan afectaciones de tipo moral,

psicológica o física, que inciden en la autoestima del agredido. El objetivo, analizar si existe una

relación entre el bullying y el desempeño escolar del estudiantado de segundo y quinto grados de

la Primaria “Avelino Bolaños”, los participantes 73 alumnos. La aproximación metodológica, con

enfoque cuantitativo, estudio de tipo descriptivo, acorde al paradigma empírico analítico. Se

diseñaron instrumentos como escala Likert y un cuestionario. Los resultados muestran que, en su

mayoría el estudiantado no reconoce conductas de bullying relacionadas con el desempeño escolar,

además no tienen la cultura de la denuncia. Por tanto, les resulta difícil compartirlo con otras

personas. Se recomienda establecer protocolos de actuación ante la violencia, para identificar los

casos y atenderlos, fomentando escuelas primarias libres de violencia.

Palabras claves: Acoso escolar, desempeño escolar, estudiantado, primaria.

1 Dra. María Guadalupe Ñeco Reyna, Doctora en Educación, mención en Estudios Interculturales por la Universidad Nacional de

Educación a Distancia (UNED) Madrid España. Catedrática de la Lic. en Educ. Primaria de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana

“Enrique, C. Rébsamen” Xalapa, Veracruz. México. Cel-2281002714. mariaguadalupeneco@gmail.com 2 María Elena Andrade Torres estudiante de la Lic. en Educ. Primaria séptimo semestre en la Benemérita Escuela Normal

Veracruzana “Enrique, C. Rébsamen” mariel.andrade.torres@gmail.com Tel. 7841258831 3Gisela del Carmen García Aburto estudiante de la Lic. en Educ. Primaria séptimo semestre en la Benemérita Escuela Normal

Veracruzana “Enrique, C. Rébsamen” garciaaburtog.cprim2017@gmail.com 2251024414

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Abstrac

This article analyzes bullying and its relationship with school performance, background research

indicates that manifestations of bullying generate moral, psychological or physical effects, which

affect the self-esteem of the victim. The objective is to analyze if there is a relationship between

bullying and the school performance of the second and fifth grade students of the “Avelino

Bolaños” Primary School, the participants 73 students. The methodological approach, with a

quantitative approach, a descriptive study, according to the analytical empirical paradigm.

Instruments such as a Likert scale and a questionnaire were designed. The results show that, for

the most part, the student body does not recognize bullying behaviors related to school

performance, and they also do not have the culture of reporting. Therefore, it is difficult for them

to share it with other people. It is recommended to establish protocols for action against violence,

to identify cases and attend to them, promoting violence-free primary schools.

Keywords: Bullying, school performance, student body, primary school.

Introducción

La escuela, como constructo social, es un espacio donde se brinda la oportunidad a los seres

humanos de comenzar a relacionarse con otros en un contexto fuera de lo familiar. Ahí radica la

importancia de procurar que en una institución educativa las relaciones interpersonales se lleven a

cabo en el marco de una sana convivencia. No obstante, hoy en día en diversas escuelas del país

las relaciones interpersonales pacíficas que en teoría debería prevalecer entre los alumnos se

encuentran quebrantadas, respecto a ello investigadores como Mendoza y Barrera (2018) explican

que cuando la convivencia de los estudiantes se ve resquebrajada reduce la oportunidad de poner

en práctica un comportamiento prosocial.

Hoy en día, el acoso escolar es una situación que diariamente daña la construcción de una

sana convivencia entre el estudiantado y comunidad escolar en general. Pese a que son conocidas

algunas de las consecuencias negativas que puede traer consigo el acoso escolar, en las instituciones

escolares no se diseñan suficientes estrategias que favorezcan la sana convivencia y permitan

contrarrestar esta problemática. Aunque, es una situación en la que todos los actores educativos

deberían participar, desafortunadamente los esfuerzos no han sido los esperados.

Así mismo, entre las razones por las que se debe atender el acoso escolar, se encuentran estudios

a escala nacional e internacional que demuestran que el bullying mantiene una relación estrecha

con el desempeño escolar. Ya que este tipo de acción negativa tiende a formar una lesión moral,

psicológica o física donde el afectado experimenta situaciones negativas que afectan su autoestima

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y ello incide de forma negativa en su desempeño escolar. (Salinas y Vaca, 2018). Desde luego, esto

es un tema que interesa a todas las instituciones educativas ya que, mucho de los resultados que

obtengan sus alumnos habla de la calidad educativa que prevalece en ellas, así como su prestigio.

En una investigación Salinas y Vaca (2018) estudiaron la influencia del acoso escolar en el

desempeño académico en adolescentes de 12 a 14 años. Encontraron que el bullying es una

problemática social que puede tener estragos para toda la sociedad, sobre todo para el ámbito

educativo, específicamente en el desempeño escolar. Asimismo, entre las conclusiones de su

trabajo destacaron que el comportamiento de los estudiantes agresores, tiende a ser resultado de

los diversos estados de violencia intrafamiliar, que pueda o no afrontar.

Por su parte Botello (2016) realizó un estudio donde calcula el efecto que tiene el acoso

escolar en el logro académico de estudiantes de cuarto grado, encontró que el bullying afecta al

66% de los estudiantes, en gran parte a hombres ubicados en niveles socioeconómicos bajos.

Respecto al desempeño escolar, señaló que los alumnos víctimas tienen un puntaje menor a los de

sus compañeros y compañeras que no han sufrido acoso escolar.

Por otro lado, Espinoza Márquez, Rodríguez y Silva (2016) realizaron un trabajo de

investigación acerca de la influencia del acoso escolar en el desempeño escolar en estudiantes de

quinto y sexto grado de una escuela primaria ubicada en la localidad de Ejido Hermosillo, del

estado de Sonora. Los resultados mostraron diferentes formas de presenciar el acoso escolar dentro

de la institución, determinando que esta condición, efectivamente perjudica el desempeño escolar.

Legorreta (2018) en un estudio sobre la relación que existe entre el bullying y el rendimiento

escolar, con alumnos de nivel bachillerato de un plantel del Estado de México, encontró que hay

una relación entre ambas variables. Asimismo, señaló que el promedio general en las calificaciones

del estudiantado de esta preparatoria es de 7 a 8. Otro dato es que el tipo de violencia más común

entre los estudiantes de esta preparatoria, es que los hombres presentan niveles más altos que las

mujeres, señala que considera el contexto como un factor determinante, de este tipo de violencia.

La idea de analizar esta problemática surge de las constantes visitas a las escuelas de

prácticas educativas que se realizan en los distintos contextos visitados, al hacer las indagaciones

pertinentes sobre estudios relacionados con esta temática no se encontraron suficientes

investigaciones que hagan alusión a la relación directa entre la relación directa del bullying y el

desempeño escolar. El objetivo del presente trabajo fue analizar la relación entre el acoso escolar

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también denominado bullying y el desempeño escolar del estudiantado de la Escuela Primaria

“Avelino Bolaños” durante el periodo agosto-diciembre de 2019.

Para definir el concepto, es importante señalar que, se puede entender por bullying o acoso

escolar toda aquella violencia, tanto física, psicológica y verbal, ejercida en estudiantes con edades

similares, en forma constante y por un largo periodo de tiempo. Se basa en el uso de la intimidación

con fines relacionados a la obtención de poder y genera un clima de violencia para el estudiantado

(Molina, 2015). Asimismo, es una acción negativa e intencionada por parte de un estudiante

agresor, donde sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sí mismo.

(Morales, 2012).

Toda situación de bullying comúnmente involucra tres agentes: acosador, víctima y espectador.

Los primeros dos son las protagonistas del acto violento mientras que el tercero no participa de

forma activa, su presencia es requerida por parte del acosador para generar las condiciones que

permiten lograr su objetivo. Siguiendo a Morales (2012) menciona que el acosador es un estudiante

que desarrolla conductas de hostigamiento hacia otros, entre las cuales se encuentra el intimidar,

golpear, ofender de manera verbal o amedrentar emocionalmente a otro escolar.

Con estas acciones comúnmente busca el reconocimiento y sobre todo la atención de los

demás, así como satisfacer una necesidad de imponer, dominar y dañar (Santoyo y Frías, 2014).

Por víctima se puede considerar a aquella persona indefensa que es atacada por un agresor. En gran

medida sus miedos y temores le lleva a ser vulnerable, por tanto, propensa a padecer este tipo de

violencia (Molina, 2015). En cuanto para el espectador, este agente que forma parte del acoso

escolar, hay distintas clasificaciones. Autores como Santoyo y Frías (2014) explican que este tipo

de sujetos se pueden clasificar en seguidores u observadores.

Para la clasificación de los tipos de acoso escolar que existen al interior de las aulas,

diversos autores muestran su propia categorización, sin embargo, la mayoría de las tipificaciones

coinciden con la que establecen García y Posadas (2018) la cual reúne los aspectos más

identificados durante la revisión de la literatura. La agresión más concurrida en las escuelas es la

física, en esta se manifiesta el abuso por medio de peleas, jaloneos, golpes directos, empujones,

daños en los materiales educativos y robo de dinero. También es posible hallar la violencia verbal,

esta refiere a apodos ofensivos, calumnias, burlas, insultos, difusión de rumores y amenazas.

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Por último, se encuentra la agresión psicológica, la cual se puede definir como un tipo de

agresión difícil de identificar, ya que se caracteriza por el uso de hostigamiento, chantajes,

exclusión y manipulación social. Sin duda todo acto violento conlleva consecuencias que poseen

diferentes gradualidades, estas pueden ir desde lo leve o temporal, como es el caso del aislamiento

social, hasta lo grave o permanente como el suicidio. En el caso del bullying, este trae consigo

diversas secuelas que pueden ser identificadas desde un plano físico, social o psicológico; no

obstante, todas coinciden en que representan un hecho traumático que genera sufrimiento en la

victima y lacera sus vínculos afectivos con las demás personas (Keeling, Mena y Rodney, 2015).

Generalmente, los alumnos que están implicados en comportamientos de acoso escolar

llegan por un lado a desenvolverse en un ambiente de aprendizaje inseguro y, por otro, a mantener

escasas relaciones con sus pares lo cual no contribuye, a un buen desempeño escolar (Espinoza,

Márquez, Rodríguez y Silva, 2016). Desde luego, lo anterior lleva a pensar que el bullying, incide

en cierta medida en alguna de las variables que determinan el desempeño escolar, estableciéndose

así una posible relación directa entre estas dos variables.

El desempeño que muestran los estudiantes siempre ha sido una situación de interés para

las escuelas ya que, de ello depende en gran medida la calidad educativa por la que son reconocidas

y de este modo el prestigio que se les designa. Por desempeño o rendimiento escolar se puede

considerar aquella relación que existe entre lo obtenido y el esfuerzo empleado para obtenerlo

(Quintero y Orozco, 2013).

Por tanto, este concepto debe considerar todas las transformaciones que se dan en los

educandos en el plano de lo cognoscitivo, procedimental y actitudinal durante su paso por una

institución escolar. Diversas investigaciones coinciden en que resulta difícil definir las variables

que inciden en el desempeño escolar de los estudiantes, ya que para precisarlo es necesario valorar

aspectos tanto cuantitativos como cualitativos, si se parte de la idea de la formación integral del ser

humano.

Es así como López (2009) citado por Orozco y Quintero (2013) sugieren considerar, para

determinar el desempeño escolar de un estudiante, aspectos intelectuales que se pueden estimar a

través de las aptitudes o la inteligencia; aspectos psíquicos como la personalidad, motivación y la

adaptación; y aspectos socio ambientales relacionados con la influencia negativa de las condiciones

que rodean a los alumnos, tales como: familia, barrio; y por último aspectos pedagógicos que

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generalmente implican medios de enseñanza, la organización social de la clase, contenidos,

evaluación, infraestructura escolar y demás.

Ideas similares expone González (2003) ya que asegura que el rendimiento escolar está

forjado por un conjunto de factores que pueden ser agrupados en dos niveles: factores personales

y contextuales. Con relación a los primeros incluye la inteligencia, estilos de aprendizaje,

conocimientos previos, autoconcepto y metas de aprendizaje; en tanto para los segundos sugiere

las variables socioambientales (familia y clase social), institucionales (centro escolar, organización

escolar, formación de profesores y clima escolar) y en los instruccionales (contenidos, métodos de

enseñanza, tareas y actividades).

Hernández (2015) citando a Blanz (2014) indica que el desempeño escolar es condicionado

por la motivación, la voluntad, la capacidad y la influencia del componente social. Este autor

incorpora un horizonte más amplio sobre lo que puede impactar el desempeño escolar de las y los

estudiantes. Mientras que Navarro (2003) menciona que, es importante tener en cuenta como

variable no solo el desempeño individual sino la manera en cómo es influido por sus pares, el aula

y el contexto educativo. Finalmente, Morales (2012) expresa: “el rendimiento escolar se relaciona

con factores como: la inteligencia, los estilos cognitivos, la atención, la concentración, memoria,

autoestima y motivación escolar” (p.30).

Si hay algo en que diversos investigadores coinciden es que, hoy en día, el desempeño

escolar no puede ser valorado solo a través de las calificaciones; esto porque una nota no refleja el

proceso seguido y todo lo que este ha involucrado. Por esta razón especificar las variables que

condicionan el rendimiento escolar resulta ser multifactorial y complejo.

A continuación, se describe una serie de variables que se consideran pertinentes para

conocer el desempeño escolar de los alumnos. Tomando en cuenta lo planteado por Navarro (2003)

y Morales (2012) las variables personales consideran: la motivación escolar, entendida como un

proceso que dirige una conducta hacia el logro de una meta donde se involucran elementos

cognitivos y afectivos; el autocontrol, que representa la capacidad de controlar los impulsos de

forma natural; y las habilidades sociales, que refieren a aquellas capacidades para relacionarse con

los demás en el marco de una sana convivencia. Esta última variable toma una especial importancia

ya que de acuerdo con el mismo Navarro (2003) los niños que no son capaces de interactuar con

sus pares no pueden establecer un lugar para ellos lo cual, los lleva a situarse en condiciones de

alto riesgo entre los que destaca el bajo rendimiento escolar.

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Las variables contextuales, consideran el entorno familiar como un factor importante y se

puede entender como un medio donde el individuo se encuentra coexistiendo con un grupo de

personas denominado familia. Otra variable es el entorno escolar, y se entiende como un medio

donde se llevan a cabo procesos educativos, en el cual inciden diversos factores, tales como:

tiempo, recursos materiales y humanos, espacios y demás. A partir de las ideas expuestas hasta este

momento, se puede considerar que el acoso escolar en cierta medida incide directamente en el

desempeño escolar de los estudiantes.

De acuerdo con estas ideas, si se toma en cuenta que el clima institucional basado en una

sana convivencia y habilidades sociales contribuyen en el desempeño escolar de los educandos, ya

que, genera confianza y seguridad para su desenvolvimiento al interior de la institución, entonces

el quebrantarlo limita hasta cierto punto que el estudiantado pueda desarrollarse plenamente en la

escuela. Además, genera en ellos poca motivación escolar. Ya que, según lo expuesto por Morales

(2012) cuando el niño se siente frustrado, inútil, castigado y denigrado, producto del bullying,

influye negativamente en su concentración, mostrando así un desinterés y apatía respecto al

aprendizaje e incluso en su motivación por asistir a la escuela.

Materiales y métodos

La aproximación metodológica utilizada fue el paradigma empírico analítico con enfoque

cuantitativo, puesto que se utilizó la recolección de datos con base en la medición numérica y el

análisis estadístico, el tipo fue descriptivo, por consiguiente, se buscó obtener datos acerca de las

variables bullying y desempeño escolar, para identificar las características más sobresalientes de

este fenómeno.

La población fue el estudiantado de la Escuela Primaria “Avelino Bolaños”, que

corresponde a una matrícula de 250 estudiantes, los cuales se encuentran entre los 5-12 años de

edad, asimismo, predominan más estudiantes del sexo femenino. Esta investigación se realizó con

una muestra no probabilística, ya que, se seleccionaron 73 alumnos pertenecientes al segundo y

quinto grados, la técnica empleada en este estudio fue la encuesta, la cual estuvo constituida en su

totalidad por preguntas cerradas. Se seleccionaron dos instrumentos para la recogida de datos, un

cuestionario y una escala de Likert. El cuestionario fue destinado para identificar el desempeño

escolar del alumnado y estuvo integrado por un total de 20 preguntas, distribuidas en cuatro

apartados que responden a las categorías de análisis de esta variable.

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Con respecto a la escala Likert, esta fue empleada para averiguar si entre el estudiantado se

encontraban presentes conductas relacionadas con el bullying, en esta escala se plantearon 21 ítems

presentados en forma de afirmaciones, los cuales para su medición tenían cinco categorías. La

aplicación de los instrumentos se realizó el lunes 02 de diciembre de 2019 a las 8:00 a.m. Ambos

instrumentos fueron aplicados simultáneamente con los grupos de segundo y quinto grado.

Al concluir la aplicación, se reunió toda la información obtenida para realizar el proceso de

sistematización, el cual consistió en graficar los resultados de cada una de las preguntas de los

instrumentos. Después, se elaboraron las interpretaciones de acuerdo con lo que reflejaban las

gráficas, este hecho posibilitó el análisis de los datos para determinar en qué medida el estudio

daba respuesta al objetivo planteado desde el inicio de la investigación.

Resultados

A continuación, se muestran datos que corresponden a los estudiantes del segundo y quinto grado,

con ellos se describe si existen conductas relacionadas con el bullying.

En la tabla 1 referente a la discriminación que pueden recibir en clase o en los juegos se observa

que de los 73 estudiantes encuestados el 63.01% nunca han padecido esta situación; pero hay un

8.21% que ha expresado que siempre ha vivido esta situación. Un 16.43 % afirma que la mayoría

de las veces no han experimenta sucesos de este tipo, 8.21 % del estudiantado respondió que

algunas veces sí, algunas no y 4.21 % mencionó que la mayoría de las veces sí ocurre esto.

Tabla 1. Discriminación en la clase o los juegos

Criterios Frecuencia Porcentaje

Siempre 6 8.21%

La mayoría de las

veces sí

3 4.10%

Algunas veces sí,

algunos no

6 8.21%

La mayoría de las

veces no

12 16.43%

Nunca 46 63.01%

Total 73 99.96%

Construida a partir de la Escala Likert aplicada a los estudiantes de segundo y quinto

grado de la Escuela primaria “Avelino Bolaños”.

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La tabla 3 muestra los resultados referentes a situaciones de violencia física como golpes en la

clase o recreo, de los 73 alumnos encuestados se encontró que un 69.97% nunca ha experimentado

esto, sin embargo, un 4.65% respondió siempre ha esta afirmación. Por su parte, 16.76% de los

alumnos consideran que la mayoría de las veces no ocurre este tipo de violencia, asimismo, un

6.97% contestó que la mayoría de las veces sí y un 2. 32% considera que algunas veces sí y algunas

veces no.

Tabla 2. Insulto en clase y el recreo

Criterios Frecuencia Porcentaje

Siempre 3 4.10%

La mayoría de las veces sí 2 2.73%

Algunas veces sí, algunas

veces no

2 2.73%

La mayoría de las veces no 12 16.43%

Nunca 54 73.97%

Total 73 99.96%

Tabla 3. Golpes en la clase o en el recreo

Frecuencia Porcentaje

Siempre 2 4.65%

La mayoría de las

veces sí

3 6.97%

Algunas veces sí,

algunas veces no

1 2.32%

La mayoría de las

veces no

7 16.27%

Nunca 30 69.76%

Total 43 99.97%

La tabla 2 sobre insultos en clase y recreo demuestra que 73.97 % de los alumnos encuestados

nunca han recibido agresiones de este tipo, en cambio, un 4.10% afirma que siempre sucede eso.

Por otro lado, un 2.73 % respondieron que la mayoría de las veces sí, al igual que, la afirmación

algunas veces sí, algunas veces no, además, un 16.43 % considera que la mayoría de veces no han

sufrido estas situaciones.

Construida a partir de la Escala Likert aplicada a los estudiantes de segundo y quinto

grado de la Escuela primaria “Avelino Bolaños”.

Construida a partir de la Escala Likert aplicada a los estudiantes de segundo y quinto

grado de la Escuela primaria “Avelino Bolaños”.

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Ahora, se pueden hallar los resultados obtenidos respecto al desempeño escolar de los alumnos de

segundo y quinto grado.

Tabla 4. Recibes ayuda para hacer tus tareas

Criterios Frecuencia Porcentaje

Siempre 20 27.39%

Muchas veces 35 47.94%

Pocas veces 11 15.06%

Nunca 7 9.58%

Total 73 100%

La tabla 4 demuestra que un 27.39% del grupo recibe ayuda para hacer sus tareas y un 47.94%

muchas veces cuenta con este apoyo. En cambio, un 15.06% pocas veces recibe ayuda, además, un

9.58% nunca la tiene.

Tabla 5. Existen discusiones en casa

Criterios Frecuencia Porcentaje

Casi siempre 14 19.17%

Frecuentemente 4 5.47%

Algunas veces 26 35.61 %

Nunca o casi nunca 29 39.72%

Total 73 99.97

Dentro de la tabla 5 se identifica que 39.72% de los alumnos escasas veces han presenciado

discusiones en casa. Asimismo, un 5.47% respondió que frecuentemente experimenta estas

situaciones, por el contario, un 35.61 % afirma que algunas veces sucede esto. Sin embargo, un

19.17% casi siempre lo hace.

Tabla 6. Cuando en la clase forman equipos, tú

Criterios Frecuencia Porcentaje

Rápido encuentro un equipo 56 76.71%

Por un rato buscas algún

equipo y encuentras

7 9.58%

Te cuesta encontrar equipo, pero te integras

3 4.10%

Te integras hasta que la

maestra indique

7 9.58%

Total 73 99.97%

Construida a partir de la Escala Likert aplicada a los estudiantes de segundo y quinto

grado de la Escuela primaria “Avelino Bolaños”.

Construida a partir de la Escala Likert aplicada a los estudiantes de segundo y quinto

grado de la Escuela primaria “Avelino Bolaños”.

Construida a partir de la Escala Likert aplicada a los estudiantes de segundo y quinto

grado de la Escuela primaria “Avelino Bolaños”.

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La tabla 6 demuestra que 76.71 % de los estudiantes rápido encuentran equipo, un 9.58%

busca un rato equipo hasta encontrarlo, en cambio, un 4. 10 % le cuesta encontrar equipo, pero se

integra. No obstante, un 9.58% espera hasta que la maestra los integre.

Discusión y conclusiones

Si bien, el referente teórico de esta investigación señala que al interior de las escuelas es posible

encontrar episodios de acoso escolar que llegan a incidir negativamente en el desempeño escolar

de los estudiantes, ya que, produce diversas reacciones como desinterés, inseguridad, apatía e

inseguridad, las cuales impiden avanzar en el aprendizaje. Los resultados muestran que, en su

mayoría el estudiantado no reconoce conductas de bullying relacionadas con el desempeño escolar,

además no tienen la cultura de la denuncia. Por tanto, les resulta difícil compartirlo con otras

personas.

No obstante, es conveniente resaltar que, aun cuando no se identificó una gran presencia de

esta problemática en el estudiantado de segundo y quinto grados, existen casos específicos de

alumnos que han manifestado tener conductas recurrentes asociadas a esta violencia escolar, lo que

podría estar afectando su rendimiento académico y, posiblemente, otros ámbitos de su vida, ya sea

familiar, psicológico y social, según lo expuesto por diversos autores que han estudiado en torno a

este fenómeno. Ante esto se recomienda establecer protocolos de actuación ante la violencia, para

identificar los casos y atenderlos, fomentando escuelas primarias libres de violencia

Así mismo, resulta oportuno mencionar que durante el desarrollo de esta investigación

se detectaron conductas agresivas y de aislamiento social por parte de un alumno de quinto grado.

Sin embargo, las respuestas de este a los instrumentos muestran que no se relacionan directamente

con algunas conductas o experiencias asociadas al bullying. Por esta razón, este caso queda abierto

para otro tipo de investigación, que permita profundizar, en este caso en particular.

Cabe mencionar que una limitante de esta investigación en parte son los tiempos de

permanencia en la escuela y el recabar información sobre acoso escolar debido a que es muy

delicado, sin embargo, es un avance y genera antecedentes en investigaciones a futuro de esta

problemática que flagela y lastima a nuestras escuelas primarias y de otros niveles superiores.

Una recomendación en la que es importante insistir, es la necesidad del diálogo, y trabajo

en equipo de profesores de la escuela primaria, de las madres y padres del estudiantado, estar

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mayormente comunicados e informarse generando espacios para que el estudiantado se sienta

escuchado en un clima de respeto y confianza, además diseñar protocolos de actuación en casos de

violencia, para detener y eliminar estos tipos de violencia en las escuelas.

Para concluir, vale decir que estudiar la relación que existe entre el bullying y el desempeño

escolar de los estudiantes, resultó una oportunidad para reconocer que al interior de las escuelas

primarias comúnmente se puede presentar este fenómeno en diferente gradualidad, el cual, en

repetidas ocasiones, se pasa por alto o se omite, por los distintos actores educativos, siendo

indiferentes al daño psicológico y físico que puede dejar entre el estudiantado que

desafortunadamente lo padece.

Las preguntas que quedan en la agenda pendiente serían, ¿Qué están haciendo nuestras

autoridades educativas para este flagelo del acoso escolar?, ¿Qué podemos hacer los maestros?

¿Hasta dónde las políticas educativas informan y apoyan a los directivos en la toma de decisiones?

¿Hasta cuándo seguiremos por indiferencia, seguir siendo cómplices de esta situación que lastima

a gran parte de nuestra población estudiantil en México? Para concluir, se recomienda el trabajo

colaborativo del profesorado, la familia, las autoridades, la comunidad en general, que permita

establecer protocolos de actuación en casos de violencia, necesarios para alcanzar el objetivo de

transformación social a partir del trabajo colaborativo y la innovación en la educación, pero sobre

todo a favor del respeto de los Derechos de las y los niños a tener una escuela libre de violencias.

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RESEÑA CURRICULAR

Dra. María Guadalupe Ñeco Reyna, Doctora en Educación. Línea. Estudios Interculturales por la

Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) es perfil deseable PRODEP-2015-2020. Líder del

Cuerpo Académico “Estudios Sobre Cultura de la Legalidad y los Derechos Humanos en Educación”

Catedrática de la Lic. en Educ. Primaria de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique, C.

Rébsamen” Xalapa, Veracruz. México. Cel. 2281002714. mariaguadalupeneco@gmail.com