Cacatón, "Fatal Error", 09.Ago.15

2
09/08/15 15:52 Página 1 de 2 http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=68822&impresion=1 Fatal error DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón (09-08-2015).- Simpliciano, joven varón sin ciencia de la vida, visitó a Pirulina en su departamento. Apenas se sentaron en el amplio y cómodo diván ella apagó las luces de la habitación. Dijo el candoroso muchacho: "¿Es para ahorrar energía?" "No -respondió Pirulina sonriendo con salacidad-. Es para quitarte toda la que traigas"... Dos señoras de la ciudad fueron a una florería de barrio, pues les dijeron que ahí vendían flores bonitas y baratas. Se encontraron con que la tal florería se dedicaba a hacer coronas fúnebres. Ahí estaban cuando les vino en gana una necesidad menor. Fueron al baño, y en eso se apagó la luz. Como pudieron se las arreglaron y volvieron después a sus respectivas casas. Al día siguiente los maridos de las señoras conversaban. Uno le dijo al otro: "¿A dónde irían ayer nuestras esposas? Mi mujer llegó a la casa con una flor en la entrepierna". "Eso no es nada -masculló el amigo-. La mía traía ahí mismo un listón de seda que decía: 'Descansa en paz. Siempre te recordaremos'"... Capronio estaba haciendo su maleta. Antes de cerrarla metió en ella un misal. Su compañero de cuarto le preguntó: "¿A dónde vas?" "A Las Vegas -respondió él-. No he estado nunca ahí, pero me dicen que es una ciudad de vicio y de pecado: juego; licores; shows con mujeres desnudas; sex shops, y tantas prostitutas que puedes llevarte una cada noche a tu habitación, y hasta dos o tres si quieres". Volvió a preguntar el otro: "¿Y por qué llevas un misal?" Explicó Capronio: "Porque si Las Vegas es como dicen me quedaré ahí hasta el domingo"... Don Chinguetas y su esposa doña Macalota cumplieron 30 años de casados. Jamás recordaba él esos aniversarios, pero ése era tan importante que no pudo evitar tenerlo en mente, sobre todo por las constantes insinuaciones de su cónyuge. Le prometió: "Cuando llegue la fecha te llevaré a cenar en el mejor restorán de la ciudad". En efecto, el día del aniversario don Chinguetas le dijo a su mujer antes de irse a trabajar: "Prepárate, mi amor. Hoy en la noche iremos a cenar en restorán de lujo. Después te llevaré a bailar. Luego disfrutaremos de alguna buena variedad, y finalmente, ya en la casa, a ver qué más se nos ocurre, pues hace casi un año que no se nos ocurre nada". Doña Macalota se puso feliz. Fue a una sala de belleza y pidió tratamiento completo: masaje facial y corporal; manicura y arreglo de los pies; pintura de cabello y uñas; peinado; maquillaje; todo. Salió hecha un brazo de mar y fue a su casa a esperar a su marido. Pero -¡oh destino aciago!- don Chinguetas cometió el fatal error de decirles a sus amigos lo del aniversario. Opinaron todos: "¡Esto merece una celebración!" Y después de mínima resistencia por parte del matrimoniado se encaminaron al más cercano bar. "Nomás una" -dijeron. No fue una: fueron dos, y tres, y cuatro, y muchas más. Cuando en medio de la interpretación coral de la canción Hermoso cariño don Chinguetas vio el reloj, se dio cuenta espantado de que eran ya las 3 de la mañana. A toda prisa se dirigió a su casa. Al bajar del coche oyó un ruido sibilante: "Tssssssssss". Pensó: "Se le está saliendo el aire a una llanta". Revisó las cuatro; estaban bien. Y se seguía oyendo el ruido: "Tssssssssss". Se dijo: "Dejarían abierta la manguera". Pero no: la manguera estaba cerrada. Y el extraño ruido continuaba: "Tssssssssss". "¡Dios mío! -exclamó entonces con alarma-. ¡Es el gas de la estufa!" Entró en la casa, fue a la cocina y revisó la estufa. Estaba en orden. Y sin embargo seguía aquel sonido: "Tssssssssss". Supuso entonces: "Ha de ser un grifo del baño de visitas". Fue, y tampoco el ruido salía de ahí. En absoluto silencio escuchó: "Tssssssssss". El ruido parecía provenir de la parte de arriba de la casa. Uno por uno fue subiendo los peldaños de la escalera. Advirtió entonces que el sonido salía de la recámara. ¿Qué podía ser aquel silbo misterioso, aquel extraño susurro que no podía identificar? Entró en la alcoba, cauteloso. Y ahí estaba doña Macalota, vestida todavía, sentada en un sillón, bolsa en mano, en actitud de espera. Cuando entró don Chinguetas le dijo entre dientes con acento de infinito rencor y odio terrible: "¡Tsssssssss-ingas a tu madre!"... FIN. [email protected]

description

Cacatón, "Fatal Error", 09.Ago.15

Transcript of Cacatón, "Fatal Error", 09.Ago.15

09/08/15 15:52Pgina 1 de 2 http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=68822&impresion=1Fatal errorDE POLTICA Y COSAS PEORES / Catn(09-08-2015).- Simpliciano, joven varn sin ciencia de la vida, visit a Pirulina en su departamento.Apenas se sentaron en el amplio y cmodo divn ella apag las luces de la habitacin. Dijo elcandoroso muchacho: "Es para ahorrar energa?" "No -respondi Pirulina sonriendo con salacidad-.Es para quitarte toda la que traigas"... Dos seoras de la ciudad fueron a una orera de barrio, puesles dijeron que ah vendan ores bonitas y baratas. Se encontraron con que la tal orera se dedicabaa hacer coronas fnebres. Ah estaban cuando les vino en gana una necesidad menor. Fueron albao, y en eso se apag la luz. Como pudieron se las arreglaron y volvieron despus a susrespectivas casas. Al da siguiente los maridos de las seoras conversaban. Uno le dijo al otro: "Adnde iran ayer nuestras esposas? Mi mujer lleg a la casa con una or en la entrepierna". "Eso no esnada -mascull el amigo-. La ma traa ah mismo un listn de seda que deca: 'Descansa en paz.Siempre te recordaremos'"... Capronio estaba haciendo su maleta. Antes de cerrarla meti en ella unmisal. Su compaero de cuarto le pregunt: "A dnde vas?" "A Las Vegas -respondi l-. No heestado nunca ah, pero me dicen que es una ciudad de vicio y de pecado: juego; licores; shows conmujeres desnudas; sex shops, y tantas prostitutas que puedes llevarte una cada noche a tu habitacin,y hasta dos o tres si quieres". Volvi a preguntar el otro: "Y por qu llevas un misal?" ExplicCapronio: "Porque si Las Vegas es como dicen me quedar ah hasta el domingo"... Don Chinguetas ysu esposa doa Macalota cumplieron 30 aos de casados. Jams recordaba l esos aniversarios,pero se era tan importante que no pudo evitar tenerlo en mente, sobre todo por las constantesinsinuaciones de su cnyuge. Le prometi: "Cuando llegue la fecha te llevar a cenar en el mejorrestorn de la ciudad". En efecto, el da del aniversario don Chinguetas le dijo a su mujer antes de irsea trabajar: "Preprate, mi amor. Hoy en la noche iremos a cenar en restorn de lujo. Despus te llevara bailar. Luego disfrutaremos de alguna buena variedad, y nalmente, ya en la casa, a ver qu ms senos ocurre, pues hace casi un ao que no se nos ocurre nada". Doa Macalota se puso feliz. Fue auna sala de belleza y pidi tratamiento completo: masaje facial y corporal; manicura y arreglo de lospies; pintura de cabello y uas; peinado; maquillaje; todo. Sali hecha un brazo de mar y fue a su casaa esperar a su marido. Pero -oh destino aciago!- don Chinguetas cometi el fatal error de decirles asus amigos lo del aniversario. Opinaron todos: "Esto merece una celebracin!" Y despus de mnimaresistencia por parte del matrimoniado se encaminaron al ms cercano bar. "Noms una" -dijeron. Nofue una: fueron dos, y tres, y cuatro, y muchas ms. Cuando en medio de la interpretacin coral de lacancin Hermoso cario don Chinguetas vio el reloj, se dio cuenta espantado de que eran ya las 3 dela maana. A toda prisa se dirigi a su casa. Al bajar del coche oy un ruido sibilante: "Tssssssssss".Pens: "Se le est saliendo el aire a una llanta". Revis las cuatro; estaban bien. Y se segua oyendoel ruido: "Tssssssssss". Se dijo: "Dejaran abierta la manguera". Pero no: la manguera estaba cerrada.Y el extrao ruido continuaba: "Tssssssssss". "Dios mo! -exclam entonces con alarma-. Es el gasde la estufa!" Entr en la casa, fue a la cocina y revis la estufa. Estaba en orden. Y sin embargosegua aquel sonido: "Tssssssssss". Supuso entonces: "Ha de ser un grifo del bao de visitas". Fue, ytampoco el ruido sala de ah. En absoluto silencio escuch: "Tssssssssss". El ruido pareca provenirde la parte de arriba de la casa. Uno por uno fue subiendo los peldaos de la escalera. Advirtientonces que el sonido sala de la recmara. Qu poda ser aquel silbo misterioso, aquel extraosusurro que no poda identicar? Entr en la alcoba, cauteloso. Y ah estaba doa Macalota, vestidatodava, sentada en un silln, bolsa en mano, en actitud de espera. Cuando entr don Chinguetas ledijo entre dientes con acento de innito rencor y odio terrible: "Tsssssssss-ingas a tu madre!"... FIN. [email protected] 09/08/15 15:52Pgina 2 de 2 http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=68822&impresion=1 Copyright Grupo Reforma Servicio InformativoESTA NOTA PUEDES ENCONTRARLA EN:http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=68822Fecha de publicacin: 09-08-2015