Introducción

LLos investigadores han observado que lasactividades sociales dependen en gran

medida del clima. Conforme los casquetes de laúltima glaciación pleistocena retrocedían, loshumanos comenzaron cultivar también estas nue-vas tierras en lugar de seguir el modelo nómadatradicional. El establecimiento de la agriculturacontribuyó de manera fundamental a la forma-ción de comunidades estables y a la aparición delas primeras ciudades. Según el informe de 1998del National Research Council estas comunida-des, fundamentalmente dependientes de la agri-cultura, eran sensibles a los cambios del clima,sobre todo aquellos abruptos y prolongados.

La existencia de ciclicidad en el tamaño de laspoblaciones humanas preindustriales ha sidodesde siempre reconocida por la comunidad cien-tífica en el registro arqueológico e histórico. En1986, Patrick R. Galloway propusoque las fluctuaciones poblacionalesa largo plazo coinciden con ciclosclimáticos. Así, las etapas cálidasfavorecen el crecimiento poblacio-nal, mientras que las etapas frías lorestringen. Estas fluctuaciones soncausadas por aumentos y disminu-ciones en la disponibilidad alimen-taria per capita, así como por la tasavital de las poblaciones.

La civilización actual está sien-do afectada por un calentamientoglobal que está muy bien docu-mentado por unos 2.500 científi-cos que constituyen el PanelIntergubernamental del Cambio

Climático (PICC) de la ONU. Ya es un hechoque este calentamiento está siendo causado porlos gases de efecto invernadero principalmenteemitidos por los humanos al quemar los com-bustibles fósiles. La superpoblación humana estácausando también una rápida extinción de espe-cies que ha sido calificada como la sexta granextinción en masa. Los datos están siendo pues-tos de manifiesto en numerosas publicaciones(Tainter, 1988; Molina y Lorente, 2000;Diamond, 2006; Molina, 2008, 2016; véansemás referencias en estos).

El objetivo de este artículo es poner de mani-fiesto cómo los cambios climáticos han influidoen la caída de civilizaciones preindustriales,cómo está influyendo en la civilización actual ycómo podría causar su colapso. Además, sesugieren algunas medidas que sería necesarioimplementar para evitar dicho colapso.

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Departamento de Ciencias de la Tierra e IUCA. Universidad de Zaragoza. 50009 Zaragoza.Correo electrónico: alvarogpenas@gmail.com, emolina@unizar.es

Álvaro GARCÍAEustoquio MOLINA

Cambios climáticos y colapso decivilizaciones

Figura 1. El Templo de Kukulcán en Chichén Itzá, Vestigio de la civilizaciónmaya del periodo clásico tardío o postclásico temprano (800-1100).

Foto tomada por E. MOLINA.

rias tenían modos de organización sociopolítica,industria lítica, asentamientos, etcétera, que pre-sentan innovaciones significativas, y son consi-derados entidades culturales bien diferenciadas.Con el final del YD hace aproximadamente10.000 años, retornaron condiciones más favora-bles, y las comunidades agrícolas se extendieronpor todo Oriente Próximo, dando lugar eventual-mente a los imperios mesopotámicos, como hanpuesto de manifiesto en sus libros RichardPrentice en 2009 y Arie S. Issar y MattanyahZohar en 2004.

El imperio Acadio

El imperio Acadio se estableció en el 2340 a.C. en Mesopotamia, región que abarca la llanuraaluvial situada entre los ríos Tigris y Éufrates. Setrata del primer imperio del cual se tienen eviden-cias, y conectaba las pequeñas poblaciones agrí-colas del norte de Mesopotamia con las ciudades-estado situadas en el sur. Su economía dependíaprincipalmente de la agricultura y el comercio delarga distancia con los pueblos mediterráneos.

A pesar de ser una civilización avanzada, elimperio Acadio sufrió un colapso en torno al2200 a. C., tras apenas 180 años de existencia.Una gran parte del imperio quedó despoblada yparece que tan sólo las principales ciudadesmantuvieron una población relativamente esta-ble. Este colapso puede atribuirse primariamen-te a causas sociopolíticas internas, pues las insti-tuciones imperiales se había desgastado duranteun reinado débil, así como un periodo de revuel-ta popular y descentralización del poder.

Sin embargo, se ha encontrado una gran abun-dancia de sedimento eólico coincidente con lacaída del imperio Acadio, que se ha interpretadocomo indicador de una aridificación súbita. Estafenómeno se ha interpretado como el efecto de uncambio en los vientos del Oeste mediterráneos,que habría provocado una reducción severa de lasprecipitaciones, como ha puesto de manifiestoRaymond S. Bradley en su libro publicado en1999. Además, se ha datado un nivel de cenizasvolcánicas también coincidente con la caída delImperio, siendo posible que el vulcanismo jugaraun papel reforzador de la sequía.

Se considera que esta aridificación fue el fac-tor que desencadenó la caída del imperio Acadio,pues provocó una severa sequía que, además dereducir la cantidad de alimento disponible, des-plazó a varias tribus que habitaban los MontesZagros y que pasaron a ocupar el territorio impe-

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Las sociedades Natufienses

Bajo el término de Cultura Natufiense se agru-pa a numerosas comunidades mesolíticas quehabitaron la región de Oriente Próximo aproxima-damente entre el 12.500 y el 9500 a. C. Se trata depoblaciones de características diversas, pero quepresentan rasgos comunes que les confieren unacierta homogeneidad cultural, como es el desarro-llo de rituales funerarios elaborados, la construc-ción de asentamientos relativamente complejos yel uso de una industria lítica avanzada.

Un rasgo fundamental de la culturaNatufiense es la transición desde un estilo devida nómada a un modelo social basado en laagricultura y la ganadería. Este cambio fue fun-damental en el desarrollo posterior de las comu-nidades agrícolas del Neolítico, durante lo que seconoce como Revolución Agrícola. Según Maríadel Carmen Poyato Holgado, que en 2000 publi-có un libro sobre las comunidades Natufiensesdel Mediterráneo oriental, es probable que eldeclive del nomadismo estuviera impulsado porun cambio en las condiciones climáticas alcomienzo del Younger Dryas (YD) hace unos12.900 años. Se produjo un cambio a condicio-nes más frías y áridas, que provocaron unareducción de la distribución geográfica de loscereales típicos de la región. La recolección y lacaza en estos ambientes en declive desgastaronlos recursos ambientales hasta el punto en queéstos no bastaban para mantener a las comunida-des Natufienses, que se vieron forzadas a reac-cionar frente a las nuevas condiciones.

En algunas comunidades se observa, comorespuesta a la disminución de recursos, un incre-mento en la eficiencia del instrumental de caza yun aumento en la movilidad que permitía unamayor flexibilidad en la obtención de recursos.Sin embargo, la posterior desaparición de estetipo de comunidades implica que fueron, a pesarde todo, incapaces de adaptarse al rápido cambiode las condiciones climáticas. Otras comunida-des Natufienses parecen haber pasado a depen-der del cultivo de cebada y trigo, así como de ladomesticación de animales, lo que les permitióindependizarse hasta cierto punto de los recursosnaturales en declive.

Se considera pues, que la cultura de tipoNatufiense llegó a su final debido al enfriamien-to y aridificación producidos durante el YD, enlo que constituye el primer caso de colapso deuna sociedad asociado al clima que se registra enel Viejo Mundo. Las nuevas comunidades agra-

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rial. Su invasión fue el golpe de gracia que ter-minó por provocar el colapso del ImperioAcadio, ya debilitado por el brusco cambio cli-mático y problemas sociopolíticos internos(Weiss y Bradley, 2001; Issar y Zohar, 2004).

El Imperio Maya Clásico

La civilización Maya se desarrolló en la regióndenominada Área Cultural Mesoamericana, queabarca desde el norte de México hasta AméricaCentral. En su momento de mayor desarrolloocupó la zona sur de México, Guatemala y Belize.La época de mayor desarrollo cultural y urbanís-tico de la cultura Maya tuvo lugar entre el año 250y el 900, intervalo denominado como PeriodoMaya Clásico, que se caracterizó por la instaura-ción de un verdadero Imperio integrado pornumerosas ciudades estado interrelacionadas poruna compleja red político-comercial.

En torno al año 900 tuvo lugar el súbito colap-so del Imperio Maya que, si bien no significó unadesaparición de la cultura maya, sí conllevó unaimportante reducción poblacional, el abandonode las principales ciudades-estado, localizadas enlas llanuras de Yucatán (Fig. 1), y un traslado delos centros de poder restantes a las zonas más ele-vadas situadas en Guatemala. Kennett et al.(2012) atribuyen este colapso a un periodo desequía que tuvo lugar entre el año 820 y el 870,durante el cual se habría producido una reducciónde un 40% en el volumen de las precipitaciones.Esta fuerte sequía forma parte de un periodo detendencia a condiciones secas más amplio, quecomenzó en el año 660 y culminó en el 1020 conun periodo seco de casi un siglo de duración.

Las etapas iniciales de esta tendencia a con-diciones secas coinciden con un incremento enlos enfrentamientos armados entre ciudadesestado, que culminó entre el año 760 y el 800,cuando se registran las primeras evidencias dedesestabilización y fragmentación política. Elposterior descenso brusco en el número dedocumentos escritos y centros culturales impor-tantes apunta a una progresiva desestabilizacióny fragmentación del sistema imperial. Esto cul-minó con la descentralización del poder y elcolapso del Imperio cuando se abolió la institu-ción del derecho divino al reinado. Los princi-pales centros políticos y culturales del imperioquedaron abandonados durante el siglo XI,coincidiendo con el intervalo seco de mayorduración del milenio (Fig. 2).

La civilización actual

Nuestra compleja sociedad está teniendo unéxito y bienestar (sociedad de consumo) sin prece-dentes históricos. Esto ha sido debido principal-mente al gran desarrollo científico y tecnológico,así como al uso de los combustibles fósiles (car-bón, petróleo y gas) que han sido una fuente deenergía muy barata. Sin embargo, el hombre estácausando la sexta gran extinción en masa al ir colo-nizando toda la Tierra. Este proceso de extinciónpuede dividirse en tres etapas (MOLINA, 2008):

La primera etapa comenzó con la salida deÁfrica de los primeros Homo sapiens hace unos100.000 años. La caza intensiva condujo a laextinción de la mayor parte de las especies demacromamíferos integrantes de la denominadaMegafauna Pleistocena. Algunas especies sobre-vivieron aisladas en islas, pero sólo hasta queéstas fueron colonizadas. Los Neandertales, quevivieron en el último periodo glaciar, eran tam-bién grupos de cazadores que se extinguieronpor la competencia con los Cromañones, másoportunistas e inteligentes. Los últimosNeandertales sobrevivieron en los alrededoresde Gibraltar hasta hace sólo 28.000 años.

La segunda etapa comenzó con el estadiointerglacial actual, y fue desencadenada por lainvención de la ganadería y la agricultura. El des-arrollo de ambas actividades permitió un incre-mento de la población, y el desarrollo en poco

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Figura 2. Curva isotópica obtenida de una estalagmita enYucatán. Se observa un marcado episodio seco en torno ala fecha de colapso del imperio Maya Clásico. Tomada de

Kennett et al. (2012) en Science.

hábitats. Sin embargo, actualmente debido a lasuperpoblación y a la sociedad de consumo seestán extinguiendo muchas especies de animalesy plantas, aunque aún la diversidad es alta y no seha completado la extinción en masa. El PICC dela ONU ha generado un gran consenso sobre queel calentamiento global está siendo causado porlas actividades humanas, los datos recopiladospor este numeroso grupo de científicos ponen demanifiesto que la temperatura media de la Tierraha aumentado 0,6º C en el último siglo, aproxi-madamente 1º C desde mediados del siglo XIX ylas previsiones para el año 2100 son de unos 4-5º C dependiendo de las medidas que se tomen.Actualmente, existen propuestas de limitar elcalentamiento a 2º C, pero además de insuficien-tes resultan muy difíciles de implementar debidoa la enorme presión demográfica y a la insosteni-ble sociedad de consumo.

Nuestra sociedad actual con su alto desarrollocientífico y tecnológico está combatiendo muyeficazmente los problemas derivados de estecalentamiento, tales como enfermedades, deserti-ficación, etcétera. Sin embargo, será más difícilcombatir la subida del nivel del mar, producidapor el agua acumulada de los glaciares que seestán derritiendo al aumentar la temperatura. Enlos últimos 100 años el nivel del mar subió unos17 cm, actualmente está subiendo de 3 mm a 1 cmpor año, pero la subida se está acelerando deforma geométrica. El deshielo de todos los glacia-res y de los casquetes polares produciría unaumento del nivel del mar de unos 70 m. Solo enGroenlandia hay hielo acumulado para que cuan-do se derrita el nivel del mar suba unos 7 m.Resulta muy preocupante ya que Groenlandia estámuy cerca del polo norte, el cual se está derritien-do muy rápidamente, ya que la subida de tempe-ratura en los polos es mucho mayor que en el resto

de la Tierra. Si tenemos en cuen-ta que más de la mitad de lapoblación actual vive a nivel delmar, el problema que se avecinapuede ser enorme. En algunasislas ya están teniendo proble-mas graves de inundaciones y seestán planteando el traslado depoblaciones. Además, en zonascosteras por debajo del nivel delmar, que están protegidas pordiques, las tormentas generangraves inundaciones, tal y comoocurrió en New Orleans con elciclón Katrina. El problema sólo

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tiempo de sociedades complejas. Esto supuso uncambio ecológico muy grande al fomentar el des-arrollo de unas pocas especies de plantas y ani-males domesticados. Muchos ecosistemas fuerondestruidos o alterados provocando la extinción demuchas de las especies vegetales y animales quevivían en ellos. Además, los intercambios comer-ciales iniciaron la introducción de especies exóti-cas, que compiten con las autóctonas y generan laextinción de muchas de éstas. Durante esta etapacontinuaron la caza y la pesca intensivas, quecontribuyen a la extinción de especies de todotipo (Molina y Lorente, 2000; entre otros).

La tercera etapa ha comenzado recientementecon el desarrollo industrial, la quema de loscombustibles fósiles y la consiguiente liberaciónde gases de efecto invernadero (dióxido de car-bono, metano, óxido de nitrógeno, clorofluoro-carbonos, hexafluoruro de azufre). Además, seestá produciendo la acumulación de materialesde desecho de la actividad humana, tales comoaluminio, plomo, nitrógeno, fósforo, pesticidas,cemento y plásticos. El acúmulo sedimentario deestos materiales, junto con los elementos radiac-tivos de las bombas atómicas, han sido propues-tas para marcar el límite entre el Holoceno y unanueva época propuesta, el Antropoceno, quehabría tenido comienzo hace tan sólo algunasdécadas.

La concentración de dióxido de carbono,directamente relacionada con la temperaturaatmosférica, nunca había sobrepasado los 280ppmv en los periodos interglaciares, y en elmomento actual acaba de sobrepasar los 400ppmv (Fig. 3). Los cambios geológicos son len-tos, por eso la temperatura aún ha subido poco,pero es cuestión de tiempo que suba mucho. Elcalentamiento global está liberando además elmetano acumulado en el permafrost alrededor delpolo norte, que es un gas queproduce mucho más efectoinvernadero que el CO2. Si elcalentamiento afecta a los fon-dos oceánicos puede producirsela liberación de hidratos demetano, que podría desencade-nar un evento hipertermal comoel que tuvo lugar en el límitePaleoceno/Eoceno, hace 55millones de años. Los calenta-mientos climáticos suelen favo-recer una diversificación de lasespecies y un desplazamientolatitudinal hacia el norte de sus

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Figura 3. Ciclos de dióxido de carbo-no y temperatura donde se observa

que en la actualidad la concentraciónde CO2 ha alcanzado valores muysuperiores a los últimos 8 periodos

interglaciares. Adaptado de Luthi et al.(2008) en Nature.

está empezando, y de momento en muchas zonaslos problemas se pueden paliar, pero en el futurola subida del mar llegará a inundar grandes áreascosteras y se producirán enormes migraciones.Dado lo superpoblada que está la Tierra las migra-ciones producirán guerras que pueden generar elcolapso de nuestra civilización (TAINTER, 1988;DIAMOND, 2006; MOLINA, 2016; entre otros).

El hombre es una especie muy oportunista einteligente que es difícil que se extinga, por esoparece más apropiado hablar de colapso de nuestracivilización que de extinción del hombre. Seríasimplista pensar que solo el cambio climático cau-saría el colapso, pues la subida del nivel del mar eslenta y puede tardar mucho tiempo y superar laescala de una vida humana. Mientras tanto otrosfactores podrían provocar antes el colapso, talescomo la escasez y agotamiento de recursos natura-les por una población que no para de crecer a unritmo de casi 100 millones de personas cada año.

Conclusiones

Los cambios climáticos han sido una causadesencadenante del colapso de civilizacionespreindustriales, tales como las sociedadesNatufienses, el imperio Acadio y el imperioMaya Clásico. Las sociedades Natufienses, quesiguieron al declive del nomadismo, surgieron alcomienzo del cambio climático del YD haceunos 12.500 años y colapsaron al final del perio-do frío y árido del YD hace unos 10.000 años. Elimperio Acadio sufrió su colapso hace unos2200 años coincidiendo con una aridificacionsúbita que provocó una severa sequía que contri-buyó a la desestabilización económica y social.El imperio Maya Clásico sufrió un colapso quese produjo en torno al año 900 coincidiendo conuna prolongada sequía, que debilitó el imperio yprovocó la invasión de otras culturas.

Nuestra civilización está siendo afectadaactualmente por un cambio climático, que estáproduciendo una serie de efectos, entre los cua-les el más difícil de combatir será la subida delnivel del mar. La causa desencadenante de lasexta extinción en masa que está aconteciendoactualmente es la superpoblación de la Tierra.Antes de llegar a los niveles actuales, ya causa-ba la extinción de muchas especies por cazaintensiva, después por el desarrollo de la agri-cultura y últimamente por la sociedad de consu-mo y el calentamiento global. La mitad de losmás de 7000 millones de personas que pueblanla Tierra viven a nivel del mar; la subida previs-

ta del mismo inundará todas las poblaciones cos-teras, generando migraciones y guerras que pue-den causar el colapso de nuestra civilización.

Para evitar el colapso sería necesario imple-mentar una serie de medidas de forma urgente ygeneralizada, a continuación sugerimos solo lasprincipales. En primer lugar habría que dismi-nuir el crecimiento de la población, que ya hasido el desencadenante de la sexta extinción enmasa y del previsible agotamiento de los recur-sos naturales. Por tanto, tenemos que disminuirel consumo y derroche que están agotando losrecursos naturales y que generan gran cantidadde residuos y contaminación. No basta con reci-clar, sino que hay que reducir el consumo, reuti-lizando e incluso decreciendo nuestro desarrollo.Además, reducir drásticamente la emisión degases de efecto invernadero, no quemando máscombustibles fósiles y sustituyéndolos por ener-gías renovables. De todas formas, esto no deten-dría el calentamiento global, pues con los gasesde invernadero ya emitidos es cuestión de tiem-po que se derritan todos los glaciares y casque-tes polares. Por tanto, habría que tratar de recu-perar también gran parte de los gases de inver-nadero emitidos. A pesar de los esfuerzos de laONU estás medidas se están tomando de formamuy lenta y parcial, pues muchos líderes o sonnegacionistas del calentamiento global, o nopueden, o no quieren implementar las costosasmedidas y, en consecuencia, el colapso de nues-tra civilización parece inevitable.

Referencias bibliográficas

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