Cap 1 - La Historia Como Relación Activa Con El Pasado

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LA HISTORIA COMO RELACIÓN ACTIVA CON EL PASADO Diríase que la historia es una gran máquina autoselectiva, capaz de "retener", o de "olvidar" los personajes, las fechas, los hechos; tiene incluso sus "vertederos", ya que está bien organizada. Hay una idea de que la Historia domina a los hombres desde el exterior, que ejerce sobre ellos una autoridad suprema por estar inscrita en un pasado por definición irreversible y que hay que inclinarse dócilmente ante ella. Que, por lo tanto, es el pasado el que manda en el presente. Sin embargo, dice Marx, la historia no realiza nada, no posee ninguna riqueza inmensa, no libra batalla alguna. Es más bien el hombre, el hombre vivo realmente, quien realiza todo, quien posee y quien lucha. Si el pasado cuenta, es por lo que significa para nosotros. Es el producto de nuestra memoria colectiva, es su tejido fundamental. La historia es una relación activa con el pasado. El pasado está presente en todas las esferas de la vida social. El trabajo profesional de los historiadores especializados forma parte de esta relación colectiva y contradictoria de nuestra sociedad con su pasado; pero no es más que un aspecto particular, no siempre el más importante, y jamás independiente del contexto social y de la ideología dominante. A la vez, "existe una gran hambre de historia entre el pueblo", según la fórmula empleada por el historiador "aficionado" Claude Manceron. este "hambre de historia", puede quedar en algo visceral y primitivo, la búsqueda de un refugio contra lo que hace daño. Pero puede también significar una voluntad de lucha, un aferrarse activo. El pasado, el conocimiento histórico pueden funcionar al servicio del conservatismo sociail o al servicio de las luchas populares.

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Primera parte del libro de Jean Chesnaux

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LA HISTORIA COMO RELACIN ACTIVA CON EL PASADO

Dirase que la historia es una gran mquina autoselectiva, capaz de "retener", o de "olvidar" los personajes, las fechas, los hechos; tiene incluso sus "vertederos", ya que est bien organizada.

Hay una idea de que la Historia domina a los hombres desde el exterior, que ejerce sobre ellos una autoridad suprema por estar inscrita en un pasado por definicin irreversible y que hay que inclinarse dcilmente ante ella. Que, por lo tanto, es el pasado el que manda en el presente.

Sin embargo, dice Marx, la historia no realiza nada, no posee ninguna riqueza inmensa, no libra batalla alguna. Es ms bien el hombre, el hombre vivo realmente, quien realiza todo, quien posee y quien lucha.

Si el pasado cuenta, es por lo que significa para nosotros. Es el producto de nuestra memoria colectiva, es su tejido fundamental.

La historia es una relacin activa con el pasado. El pasado est presente en todas las esferas de la vida social.

El trabajo profesional de los historiadores especializados forma parte de esta relacin colectiva y contradictoria de nuestra sociedad con su pasado; pero no es ms que un aspecto particular, no siempre el ms importante, y jams independiente del contexto social y de la ideologa dominante.

A la vez, "existe una gran hambre de historia entre el pueblo", segn la frmula empleada por el historiador "aficionado" Claude Manceron.

este "hambre de historia", puede quedar en algo visceral y primitivo, la bsqueda de un refugiocontra lo que hace dao.

Pero puede tambin significar una voluntad de lucha, un aferrarse activo.

El pasado, el conocimiento histrico pueden funcionar al servicio del conservatismosociail o al servicio de las luchas populares.

La historia penetra en la lucha de clases; jams es neutral, jams permanece al margen de la contienda.

Al situar la relacin colectiva con el pasado como base del conocimiento histrico, se invierte radicalmente la relacin presente-pasado. Ya no es el pasado el que est en el puesto de mando, el que da lecciones, el que juzga desde lo alto de su tribunal. Es el presente el que plantealas cuestiones y hace las conminaciones.

La relacin dialctica entre pasado y futuro, hecha a la vez de continuidad y de ruptura, decohesin y de lucha, es la trama misma de la historia.La funcin ltima del saber histrico es, pues.] hacer un balance de las experiencias de la humanidad, en materia de descubrimientos, en materia de invencin, en materia de creacin, en materia de progreso

Al afirmar el carcter activo del conocimiento histrico, se relegan a segundo plano los temas usuales del discurso de la historia, sus falsas evidencias tan comnmente admitidas que ni siquiera se toma nadie el trabajo de demostrarlas:

El intelectualismo: el conocimiento intelectual del pasado constituira un objeto vlido por s mismo, independientemente de la vida social concreta.

El objetivismo apoltico: Fnelon escribi "el buen historiador no es de ninguna poca ni de ningnpas" Pero Paul Veyne, Un historiador serio, es decir, desinteresado, no se interesaen la historia de Francia por ser francs, se interesa por amor a la historia.

El profesionalismo: la historia, el conocimiento del pasado, dependera en primer lugar de las calificaciones tcnicas, de la habilidad, del oficio. El saber histrico circulara en la sociedad segn un dispositivo de un solo sentido: cc elaborara aislado, en las esferas eminentesde la investigacin especializada, para bajar despus de piso en piso, degradndose de uno en otro: manuales escolares, historiadores "aficionados", vulgarizacin.. .

Rechazar este discurso elitista no significa que no se planteen problemas reales y difciles: se necesita cierta divisin del trabajo con objeto de conocer el pasado? Se puede criticar el profesionalismo del historiador y mantener al mismo tiempo la exigencia de rigor cientfico?

Es preciso, por el contrario, partir del lugar global y del papel del pasado en nuestras sociedadesdivididas contra s mismas, desgarradas por contradicciones sociales agudas, y slo entonces pueden abordarse los problemas tcnicos propios del saber histrico.

dos corrientes histricas se encuentran hoy en fase ascendente entre los historiadores franceses:

la "Nueva Historia" pretende ser atractiva, abierta a todos los problemas del hombre, mentalidades, tcnicas, vida y muerte...

Y la historia universitaria marxista, apoyada en el prestigio y los medios materiales de la historia acadmica sovitica,

Estas dos corrientes, estn fundadas ambas en una comn acepcin de las falsas evidencias del discurso histrico y de las reglas sociales de funcionamiento de la institucin de la historia.

Estas dos corrientes, propagan, una y otra, una concepcin de los mecanismos histricos que reposan sobre la continuidad lenta, sobre procesos externos ai movimiento activo de las masas.

El tejido fundamental de la historia estara constituido en un caso por la "larga duracin" 'puesta de moda por el profesor Braudel, y en el otro por el lento empuje de las fuerzas productivas entrando ineluctablemente en contradiccin con las relaciones deproduccin.

lo cual da por resultado de todos modos, desposeer a las masas populares de suhistoria, expulsarlas de ella, a la vez porque se reserva su estudio para especialistas privilegiados y porque se introduce la duda respecto de su capacidad de intervercin activa, su capacidad para "hacer la historia". Adeptos de la "Nueva Historia" y marxistas acadmicos, como la vieja historia de los hechos, ignoran la relacin fundamental entre saber histrico y prctica social.