Cap 10 Alcances Epistemologicos y Conceptuales en Relación

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 Cap. 10 Alcances epistemológicos y conceptuales en relación al enfoque sistémico (Fernando Coddou) . ¿Cuáles son a su juicio, los elementos centrales que caracterizan el enfoque sistémico y le otorgan su perfil diferente a otros enfoques? Lo primero que habría que establecer es que el uso indiferenciado del término “enfoque sistémico” o “abordaje sistémico” es hoy día carente de significado y su uso sólo genera confusión. Pues, de acuerdo A uerswald “existe una profunda diferencia en el modo en que es concebido un sistema dependiendo de qué paradigma o qué epistemología es empleada en el campo en que el término es usado” (1).  Justamente porque el establecimiento de diferencias o similitudes está en el trasfondo del discurso de estas jornadas, en que la invitación es a reflexionar sobre las posibilidades de integración en psicoterapia, es que me parece fundamental establecer un contexto conceptual que permita la ubicación coherente o consensual de estas diferencias o similitudes, no sólo referente a lo “sistémico”, sino para la conversación respecto a la diversidad de todos o cualquier enfoque clínico o teórico – clínico. Mi proposición es que todo enfoque lleva involucrado, en el desarrollo integral de su concepción, diversos niveles jerárquicos conceptuales, que en líneas muy generales podrían distinguirse como: - un nivel epi stemoló gico. Usando la definición modificada de Bateson del concepto de epistemología para denotar un conjunto de reglas usadas por los miembros de un grupo en su definición de la realidad universal (2) (3). Vale decir, explicaciones últimas de qué es y cómo opera o funciona la realidad, incluyendo en ésta el funcionamiento de los seres humanos, particularmente en su interacción con esta realidad. - un nivel de paradigma. Principio o ideas centrales que configuran las ideas epistemológicas del nivel anterior, en torno a un fenómeno más específico que se desea describir, explicar o entender. - un nivel de teoría. Un conjunto de ideas que, empleando u na metodologí a consensual, permiten observaciones que puedan establecer regularidades que contribuyan, de hecho o potencialmente al nivel paradigmático, a través de la génesis de normas, leyes o establecimiento de hipótesis básicas. - un nivel de modelo intermedio. Que establece o intenta establecer la conexión del nivel teórico anterior con su aplicación a la “realidad” (como operar prácticamente con esta teoría). - un nivel técnico. Si este enfoque coherente con todos los niveles anteriores posee técnicas o métodos específicos en el operar clínico práctico. Habría que diferenciar, entonces, en el gran ámbito de lo sistémico y en el primer plano jerárquico, tres planteamientos epistemológicos diferentes en relación a la consideración de la realidad. Aquellos enfoques que plantean la existencia explícita de una realidad objetiva o que implícitos en sus presupuestos paradigmáticos o teóricos existe esta misma consideración. Aquellos que, explícitamente, plantean la inaccesibilidad a una realidad objetiva, poniendo ésta entre paréntesis, que caracteriza al modelo intermedio propuesto por el I.T.F de Santiago (5) que es coherente con la “escuela de Santiago” configurada por los planteamientos epistemológicos  Extraído del libro Integración en Psicoterapia. CECIDEP, Santiago de Chile, 1992.

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Cap 10 Epistemología

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  • Cap. 10 Alcances epistemolgicos y conceptuales en relacin al enfoque sistmico

    (Fernando Coddou).

    Cules son a su juicio, los elementos centrales que caracterizan el enfoque sistmico y le otorgan su perfil diferente a otros enfoques? Lo primero que habra que establecer es que el uso indiferenciado del trmino enfoque sistmico o abordaje sistmico es hoy da carente de significado y su uso slo genera confusin. Pues, de acuerdo Auerswald existe una profunda diferencia en el modo en que es concebido un sistema dependiendo de qu paradigma o qu epistemologa es empleada en el campo en que el trmino es usado (1). Justamente porque el establecimiento de diferencias o similitudes est en el trasfondo del discurso de estas jornadas, en que la invitacin es a reflexionar sobre las posibilidades de integracin en psicoterapia, es que me parece fundamental establecer un contexto conceptual que permita la ubicacin coherente o consensual de estas diferencias o similitudes, no slo referente a lo sistmico, sino para la conversacin respecto a la diversidad de todos o cualquier enfoque clnico o terico clnico. Mi proposicin es que todo enfoque lleva involucrado, en el desarrollo integral de su concepcin, diversos niveles jerrquicos conceptuales, que en lneas muy generales podran distinguirse como:

    - un nivel epistemolgico. Usando la definicin modificada de Bateson del concepto de epistemologa para denotar un conjunto de reglas usadas por los miembros de un grupo en su definicin de la realidad universal (2) (3). Vale decir, explicaciones ltimas de qu es y cmo opera o funciona la realidad, incluyendo en sta el funcionamiento de los seres humanos, particularmente en su interaccin con esta realidad.

    - un nivel de paradigma. Principio o ideas centrales que configuran las ideas epistemolgicas del nivel anterior, en torno a un fenmeno ms especfico que se desea describir, explicar o entender.

    - un nivel de teora. Un conjunto de ideas que, empleando una metodologa consensual, permiten observaciones que puedan establecer regularidades que contribuyan, de hecho o potencialmente al nivel paradigmtico, a travs de la gnesis de normas, leyes o establecimiento de hiptesis bsicas.

    - un nivel de modelo intermedio. Que establece o intenta establecer la conexin del nivel terico anterior con su aplicacin a la realidad (como operar prcticamente con esta teora).

    - un nivel tcnico. Si este enfoque coherente con todos los niveles anteriores posee tcnicas o mtodos especficos en el operar clnico prctico.

    Habra que diferenciar, entonces, en el gran mbito de lo sistmico y en el primer plano jerrquico, tres planteamientos epistemolgicos diferentes en relacin a la consideracin de la realidad. Aquellos enfoques que plantean la existencia explcita de una realidad objetiva o que implcitos en sus presupuestos paradigmticos o tericos existe esta misma consideracin. Aquellos que, explcitamente, plantean la inaccesibilidad a una realidad objetiva, poniendo sta entre parntesis, que caracteriza al modelo intermedio propuesto por el I.T.F de Santiago (5) que es coherente con la escuela de Santiago configurada por los planteamientos epistemolgicos

    Extrado del libro Integracin en Psicoterapia. CECIDEP, Santiago de Chile, 1992.

  • desarrollados por Maturana y Varela (9), y los planteamientos de los constructivistas radicales (encabezados por Von Glasserfeld) (6) que niegan la posibilidad de un acceso a una realidad objetiva o a una descripcin de sta de un modo objetivo, pero que al plantear la idea de una experiencia de fit o calce con la realidad es una concepcin conceptualmente discontnua con la objetividad entre parntesis. Entre los dos primeros grupos (con y sin parntesis) habra una discontinuidad epistemolgica absoluta, que tendra por consecuencia que todo el resto de los planteamientos en los otros niveles jerrquicos seran absolutamente distintos e incomparables, an cuando podran participar de paradigmas aparentemente similares como lo seran la aceptacin de la teora general de sistemas y la ciberntica. Digo aparentemente similares, por cuanto bajo denominaciones comunes, se estn describiendo operaciones de distincin absolutamente distintas y con consecuencias radicalmente diferentes, especialmente en lo que se refiere a la imposicin de una verdad o a la invitacin a un consenso, que en sus consecuencias significacionales y a veces hasta conductuales, implican el aniquilamiento o exterminio del otro o la aceptacin de la legtima existencia del otro en su condicin de otro. Es quizs en torno a la concepcin de verdad absoluta u objetiva, que el constructivismo radical se acerca mucho ms y puede compartir posiciones paradigmticas y tericas con la escuela de realidades consensuales, an cuando en un sentido epistemolgico estricto es discontnua. Es esta consideracin, por ejemplo, que ha hecho que muchos autores hayan considerado a Maturana como un constructivista radical. Dado la presionante necesidad de sntesis me ha parecido una buena manera para resumir el nivel paradigmtico, aceptar la propuesta de Auerswald (1), en cuanto a considerar que a partir de 1959, y atendiendo a lo que ocurre en el amplio campo descrito o describible como terapia familiar, la existencia de cinco paradigmas distintos basados en una definicin diferente de lo que es una familia. Seran los siguientes:

    1) un paradigma psicodinmico en el cual la familia es definida como un grupo conformado por el entrelace de las psicodinmicas de sus miembros que estn en distintas etapas del desarrollo evolutivo.

    2) un paradigma de sistema familiar, que define a la familia como un sistema que opera independiente, y desde el cual emergen las psicodinmicas individuales, incluyendo aquellas que crean sntomas.

    3) un paradigma de sistemas generales en el cual una familia es definida como un sistema que comparte caractersticas isomrficas con todos los sistemas y que arregla los sistemas en una jerarqua de acuerdo a clases desde lo ms infinitamente pequeo a lo ms infinitamente inmenso en que los sistemas superiores o ms altos en la jerarqua contienen a los niveles ms bajos.

    4) un paradigma de sistema ciberntico que define a los sistemas, incluyendo al sistema familiar, en trminos de un flujo de informacin circular y de mecanismos autorregulatorios.

    5) un paradigma de sistema ecolgico (o ecosistema) que define a la familia como un ecosistema co evolutivo ubicado en un tiempo espacio evolutivo.

    Es evidente que haciendo el corte a nivel clnico; vale decir, la prctica de terapia familiar y examinando estos paradigmas de acuerdo a la definicin de familia con que se opera, surge una reclasificacin o reordenamiento. El paradigma psicodinmico se inserta en una teora y epistemologa psicoanaltica, y en este sentido su discusin, ms bien correspondera a un nivel de uso de tcnicas dentro del psicoanlisis correspondiendo examinarla en su congruencia con la teora

  • psicoanaltica. Los paradigmas del 2 al 4 podran agruparse dentro de una misma epistemologa sistmica, an cuando habran algunas personas (yo incluido) que veran un discontinuidad dentro del paradigma ciberntico, ya que la ciberntica de 2 orden sera, en muchos aspectos, reubicable dentro del paradigma 5. Y este ltimo, en la medida que epistemolgicamente incluye u opera con la teora biolgica del conocimiento del Dr. Maturana, es discontnua e incomparable en el resto de los niveles con todos los otros paradigmas enunciados (7). A nivel de modelos intermedios y enmarcados dentro de los paradigmas 2 al 4, dependiendo de qu aspectos de la teora de sistemas y ciberntica enfatizan, cabria mencionar aquellos etiquetados como comunicacionales, interaccionales, estructuralistas, estratgicos, tridicos, Bowenianos y la Escuela de Miln (7). Los constructivistas y la escuela de Miln II (de Boscoso y Cecchin) (4) se ubicaran en el marco de la ciberntica de segundo orden y una epistemologa constructivista y la escuela consensual (modelo intermedio I.T.F) (5) en el paradigma 5 y en la epistemologa de la objetividad entre parntesis. Antes de terminar, quisiera volver al objetivo ltimo que persigue este libro, y en ese contexto entender este apretado perfilamiento del mbito terico clnico que se me solicito describir. En este contexto tambin y en funcin de lo que he planteado al inicio, invitarlos a reflexionar en la coherencia de la gradiente jerrquica conceptual antes descrita. Ya que mi proposicin es que solo se podr explorar la integracin de enfoques u orientaciones que compartan plena y explcitamente los niveles jerrquicos superiores de sta gradiente (epistemologa, paradigma, teora), que de no atender con rigurosidad a este hecho o al intentar la conversacin de comparaciones en los niveles jerrquicos inferiores, conductas o acciones clnicas especficas, tcnicas o hasta incluso modelos intermedios con nfasis en lo tcnico, slo lograramos confundirnos con aparentes diferencias o similitudes. Dicho de un modo ms simple: que no es el hacer lo que nos separa o nos junta, sino nuestro entendimiento de lo que hacemos lo que permite considerar que estamos operando en realidades similares o en realidades cualitativas y radicalmente diferentes. Sobre qu bases se obtiene conocimiento en el enfoque sistmico? Cundo un planteamiento terico clnico es aceptado como correcto? Pienso que en concordancia con cualquier otro quehacer profesional cientfico, las observaciones clnicas bien reflexionadas, las observaciones clnicas bien relevantes, la coleccin sistemtica de informacin y un riguroso anlisis son un aspecto medular en el desarrollo del conocimiento sistmico. Este aspecto se puede apreciar revisando las revistas cientficas especializadas, que en los ltimos aos traen una proporcin cada vez mayor de publicaciones que describen los esfuerzos por crear instrumentos de medicin, observacin o evaluacin tanto de los pacientes como de las intervenciones teraputicas. Al mismo tiempo, me parece que ha caracterizado a este movimiento una especial preocupacin por la reflexin e investigacin de presupuestos epistemolgicos involucrados en su quehacer terico clnico. Para los interesados en el tema me parece una buena sntesis la revisin del libro The State of the Art in Family Therapy Research: Controversies and Recommendations, editado por Lyman Wyne (10). Un aspecto tcnico ms especfico, an cuando no exclusivo de este enfoque, pero que en general ha caracterizado su prctica es el uso del espejo de visin unilateral. Por una parte facilitando el desarrollo de una mente bicameral, que sera una condicin importante, en el entendimiento de los fenmenos clnicos observados, y por otra, constituyendo un importante factor de desmitificacin de la interpretacin del

  • terapeuta de su quehacer clnico, permitiendo que se muestre y se observe su labor concreta y especfica sin su reedicin intelectual. Pienso que esto ha facilitado la conversacin y el anlisis del quehacer clnico permitiendo un compartir tcnico mucho ms fluido, y al mismo tiempo pienso que ha sido de especial relevancia en el entrenamiento clnico en esta especialidad. Respecto a la segunda parte de la pregunta, en cuanto a evaluar la correccin de un planteamiento clnico terico, es inevitable hacer la distincin de la epistemologa subyacente de quien responde. Desde la objetividad sin parntesis, pienso que no habran diferencias fundamentales con cualquier otra evaluacin cientfica, en el establecimiento de criterios objetivos para determinar la verdad cientfica de un determinado planteamiento. Desde la epistemologa con que yo opero, que es la objetividad en parntesis, los criterios empleados pueden ser los mismos, pero slo estaran reflejando el consenso de los involucrados en el proceso, tanto terico como clnico, y solo estara afirmando que para estos involucrados, y de acuerdo al compartir las mismas operaciones de distincin, es que se podra afirmar que para este grupo de acuerdo a los criterios explcitos que comparte un planteamiento es correcto para ellos. En ningn caso esta afirmacin tendra otra pretensin que esa, vale decir, no se estableceran a travs de esta conversacin verdades absolutas. En este aspecto y aludiendo al referente clnico de la pregunta, en la medida que desde esta epistemologa la realidad es una co construccin, la validez de una intervencin clnica, en ltimo trmino solo la podra determinar el paciente, en la medida que ste efectivamente deje de tener el dolor por el que vena a consultar, que se haya producido el cambio que ste ltimo deseaba producir y mantenido aquello que deseaba mantener, cambio que en este proceso tambin ha tenido el terapeuta, an cuando el cambio de este ltimo no le haya resultado necesariamente en la disolucin de un dolor. Este cambio inevitable del terapeuta en la danza co constructiva, me parece a mi que tambin significa la obtencin de un conocimiento ms integral y profundo del clnico involucrado, que quizs va ms en la direccin de una mayor sabidura que de un aumento de informacin o desarrollo cientfico intelectual. Cul es la postura del enfoque sistmico en relacin a la posibilidad de acceso a la realidad y al conocimiento objetivo? Cul es su postura personal al respecto? Tal como ya lo seal en la respuesta a la pregunta inicial, no existe una posicin unvoca de este enfoque en cuanto a la concepcin de la realidad, y describ en ella tambin las tres posturas fundamentales existentes a este respecto. Mi postura personal, en la medida que soy co partcipe del desarrollo del modelo lo sistmico en realidades consensuales propuesto por nuestro Instituto de Terapia Familiar de Santiago, es muy explcito en cuanto a postular una inaccesibilidad a una realidad objetiva, y por ende a un conocimiento objetivo. Quisiera brevemente comentar mi evolucin hacia esta postura epistemolgica. El primer cuestionamiento poderoso en cuanto al acceso a una objetividad, fue en el trabajo clnico con parejas que realizbamos con Carmen Luz Mndez (8). Ya que al vernos confrontados repetitivamente por la dada a resolver lo que segn ellos y para ellos era la equivocacin, error o enfermedad del otro, el intentar responder bajo este contexto inevitablemente significaba que nosotros tenamos un acceso privilegiado u objetivo a la realidad en discusin, que aquellos que enfrentbamos no tenan. Como no tenamos elementos atendibles que nos hicieran pensar en una superioridad psicolgica respecto de la mayora de los seres humanos, como tampoco, en la mayora de los casos podamos atribursela a un miembro de la pareja por sobre otro, es que inicialmente

  • intentamos solucionar este impasse a travs de plantear que podan existir percepciones genuinamente diferentes de la misma realidad. Nos resultaba evidente, sin embargo, en un anlisis ms detenido de esta proposicin exista en este planteamiento una contradiccin epistemolgica. Contradiccin que slo pudimos resolver coherentemente al comprender y compartir la teora biolgica del conocimiento de Humberto Maturana. Epistemlogo con quien hemos tenido el privilegio de trabajar muy cercanamente por hace ms de ocho aos, conversar en la amistad, y co construir con l el modelo intermedio de nuestro Instituto, del cual es director, profesor y co desarrollador. Teniendo presente que l plantea personalmente sus ideas en este libro, parecera redundante e inadecuado repetir sus planteamientos. Nada ms, sin embargo, que para subrayar lo conectivo clnico terico, es que me permitir sealar aspectos medulares de sus planteamientos que han sido, y son fundamentales en nuestro quehacer clnico. Su postulado fundamental del sistema nervioso cerrado, que coherentemente hace imposible la comunicacin o informacin instructiva, que propone que la interaccin entre los seres humanos son perturbaciones recprocas, que en su acoplamiento estructural permiten o nos han ido permitiendo una coordinacin de coordinaciones conductuales, constituyendo el lenguaje, que es lo que en definitiva nos convierte en humanos. Nuestra labor clnica, intentando una coherencia con estos postulados, se hace cargo que el intento de esta coordinacin, la co construccin consensual del proceso teraputico en conjunto con el paciente, es una condicin constitutiva e irrenunciable de ste, y es lo que integra definitivamente nuestro hacer con nuestro entender.

    Referencias

    1. Averswald E. H. Epistemological confusion and outcome research in L.C. Wyne (Ed) The sate of the art of family therapy research: controversies and recomendations. New York: Family Process Press, 1988.

    2. Bateson G. Steps to an Ecology of Mynd. New York: Ballantine Books, 1972. 3. Bateson G. Mind and Nature: a necesary unity. New York: E.P Dutton, 1979. 4. Boscolo L., Cecchin G., Hoffman L. & Peen P. Milan systemic family therapy:

    conversations in theory and practice. New York: Basic Books, 1987. 5. Coddou F. Y Mndez C.L. (Ed). Terapia sistmica (individual, de pareja y familiar).

    Publicacin Instituto de Terapia Familiar de Santiago, 1988. 6. Glassersfeld E. Von. An introduction to radical constructivism in Watzlawick P. (Ed)

    The invented reality. New York: W. W. Norton & Company Inc., 1984. 7. Gurman A. S. & Kniskern D.P. Handbook of Family Therapy. New York:

    Brunner/Mazel, 1981. 8. Mndez C. L., Coddou F. y Maturana H. The bringing forth of pathology. The Irisch

    Journal of Psycology. Vol. 9, N 1, pg. 144 172, 1988. 9. Varela F. J. Reflections on the circulation of concepts between a biology of cognition

    and systemic family therapy. Family Process, Vol. 28, N 1, pg. 15 24, 1989. 10. Wyne L.C (Ed). The state of art in family therapy research: controversies and

    recommendations. New York, Family Process Press, 1988.