caperucita en Manhattan
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Ainhoa González 5ºa.
CAPERUCITA EN
MANHATTAN
Una pareja iba con su hija Caperucita de
vacaciones a Nueva York. Se habían alojado
en un hotel que estaba en el barrio
Manhattan. Una mañana que iban a ir de
turismo Caperucita vio a un señor que
estaba vendiendo perritos y pollitos de
juguete que andan y además cerditos de
esos que tiras al suelo y se aplastaban y
luego vuelven a tener la forma de antes, a
ella le distrajo y cuando iba a volver con
sus padres ya no estaban, ella estaba triste
pero quería investigar Manhattan. Ya había
estado 3 horas andando y estaba cansada
y hambrienta, y encima estaba pasando
por una tienda de perritos calientes, se
paró delante del escaparate, y el dueño al
verla allí muerta de hambre le ofreció un
perrito caliente, ella no se lo pensó dos
veces cogió el perrito y se lo agradeció ya
que no era ningún problema para ella
porque sabía mucho inglés, el señor la dijo
que si tenía que comer en algún sitio que
podía comer allí, que él le daba agua y
comida gratis. Ya había terminado de
comer cuando de repente vio una islita
pequeñita con una estatua enorme, ella se
tiró corriendo al agua para llegar. Cuando
llego a la islita la picaban los ojos y la boca
la sabía fatal cogió la botella que le había
dado antes el señor de la tienda y bebió
luego se echó un poco de agua en las
manos y se la restregó por la cara, había
llegado a la islita, si pero estaba empapada
y encima de repente vio algunos puentes
que iban de un lado a otro. Luego fue a ver
la estatua era enorme, se pasó un rato
viéndola y luego se dio unas vueltas por la
isla, después se dio cuenta de que se había
hecho tarde y cruzo el puente yendo hacía
la tienda de perritos calientes, llego a allí el
señor le dio su perrito caliente y su botella
de agua y se dirigió a un banco que había al
lado de la estatua, después de cenar se
tumbó en el banco y se durmió.
Al día siguiente se despertó a las nueve en
punto y volvió a darse otro paseó, y a las
nueve y media cruzó el puente y se dirigió
a la tienda y esta vez el señor le dio un
batido y unas galletas y le dijo que las
había cogido de su casa y le preguntó que
de donde era, ella la dijo toda la historia de
que se había perdido y él la dijo que
porque no se lo había dicho antes y que la
podía ayudar a encontrar a sus padres y
eso hizo.
El señor le llevo a su coche y le preguntó
por la calle pero ella no tenía ni idea y le
dijo que no sabía mucho de esas calles
luego le dijo que sí que sabía el nombre del
hotel y fueron para allí. Al llegar corrió a la
habitación y vio a sus padres y lo último
que hizo fue ABRAZARLOS.
FIN